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ÁNFORAS DE AGUA DULCE, AMPHORA OVALIS, LAGUNA DEL TEJO, CAÑADA DEL HOYO por Proyecto Agua Por Flickr: En Biodiversidad virtual y también en Instagram como @proyectoagua. Igual que las ánforas de barro se esparcen en los fondos entre los restos de un naufragio milenario, Amphora dejó el sello de su vida sembrando la belleza bajo el agua en su estuche de cristal, Amphora que al mismo tiempo de serlo fue también navío guiado por el sol. Amphora ovalis es una diatomea de inconfundible silueta por su cintura ancha y sus extremos truncados, recorrida transversalmente por varias decenas de finos surcos que peinan su carcasa de duro cuarzo. Estas ánforas diminutas y especiales parecen vivir en cualquier tipo de aguas, y aunque está escrito que son sensibles a la contaminación, parecen también vivir muy a gusto entre las que llevan una importante carga de sales y de nitratos. Pero quizá el encanto más sorprendente de Amphora y su magia no se encuentre encerrado en el interior de su cuerpo de vasija, sino en su propia voluntad y es que a un toque de luz de Sol, Amphora asciende a la superficie del agua para volver a descender a los fondos en la noche, quizá para descansar, repitiendo estos movimientos de ascenso y descenso un par de veces a lo largo del día. En Amphora es la fuerza de gravedad de la Tierra la que parece influir en su descenso y el Sol la que tira de ella como queriéndola llevar fuera. Y así, Amphora, en movimiento lento y continuo se reparte entre el fondo y las aguas someras. Esta diminuta ánfora de cristal vacía de vida y llena de belleza ha sido fotografiada a 400 aumentos con las técnicas de contraste de interferencia y de fase en una muestra recogida el día 27 de diciembre de 2018 con Simón Guadalajara y Lucía Labajo en la Laguna del Tejo, junto a Cañada del Hoyo (Cuenca) dentro del conjunto de torcas que forman este paisaje acuático, maravilloso y singular hoy amenazado.