#suibiian

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Por supuesto, era un error. 

          El error de haber pecado, de tomar la mano ajena y atrayerla a la suya aún cuando no debió. Cuan claro como si esos labios débiles y rojizos, llenos de una carnosidad como calidez prohibida mancharía por completo lo de ambos. Él había sido egoísta el sólo escucharla, en especial traspasar su deseo en la unión de ambos. 

          Dejó caer una mirada severa, al tiempo que deslizaba sus ojos al costado tan hielos como sus primeros intentos frustrados por entregarle disciplina a quién tenía a su frente ahora, tan llena de emociones expuestas que podía leerlos aún cuando sus ojos fueran vendados. Debía disciplinarse él mismo aún cuando tendría que marcar un ante y después doloroso.

          El límite de lo supuesto y lo que no debería ser.

— No hables. — Si lo hacía, ¿no estaría perdido?. Pero ella era mucho más inteligente, tan llena de gracia que podía nombrarse débil.

          Cuando la contraria pareciera no escucharlo, es que retrocedió molesto aunque particularmente no con la fémina. Si no con él quién estaba siendo un cobarde por no desear escuchar excusas. 

                               ⊰ Lan Yu… Long JiangTian-Jun, me gustas ⊱

          Abrió los ojos sorprendido, pero después los afinó mostrando poco y nada de sus claros iris. Arrugó el cejo, negando con la cabeza como si estuviera a punto de explotar entre un enojo, una confusión ante sus planes. Soltó un ‘¡tcht!’ tan audible que rompía completamente la imperturbable personalidad del mayor, más cuando quería decir nuevamente un “¡Calla!”. 

          Pero solo pudo cubrir su rostro con su mano enguantada de la alba tela llena de nubes que escalaban por sus dedos hasta su muñeca. ‘¡pft!’. 

— ¿Gustar?, ¿tan sólo sabes siquiera qué es eso?. Nuan, no juegues. 

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             No podía contener su aliento mezclado con la excitación del momento, de sus dedos que se subían por su miembro con suavidad conteniéndolo y presionándolo torpe y adictivo. Lo hacía perderse y mezclar sus emociones, sus confusiones como sensaciones en su mente como cuerpo sintiéndose sucio. Tensó su mandíbula al presionar sus dientes soportando lo que antes nunca se habría aventurado ni siquiera por idea.

Pero aún recordaba ese cuerpo bello iluminado por la etérea luna una noche como esta...

           Suspiró pesado al recordar esa piel aterciopelada como húmeda, de esas facciones perdidas y esos ojitos bonitos brillantes como un vidrio tan perdidos que lo aturdieron. 

          Negó con su cabeza quitando esa vista y gusto impuro, ocultando su vista con su propio antebrazo libre al tiempo que formaba una línea con sus labios atormentándose a si mismo. 

          Un gemido ronco emergió en el ambiente, que invitó a la joven a su alcoba, tan descarada e inocente. La sábana de gasa se deslizaba en el cuerpo de él con suavidad y sensualidad, como la de sus movimientos que sólo buscaban por un poco más... De esa entrañable y gustosa sensación que ya lo tenían perdido. 

          Cuando sus suspiros eran más sonoros, y despreocupados es que su aliento se detuvo como sus movimientos y corazón. El sonido sordo de un gran peso caer tras suyo trajeron de vuelta sus sentidos agudos, y se levantó casi de un salto, tan ágil y liviano que lo pusieron fácilmente de pie frente a su intrusa visita, siendo envuelto en un segundo por la seda que anteriormente cubrió su cuerpo llena de preciosos bordados de nubes. 

— ¿Quién es?. — Dijo con propiedad, aún cuando sus mejillas como coronilla de sus orejas poseían el tono dulzor del olvido, y su respiración era entrecortada. Tratando de usar su autocontrol, llamó consigo a Mo Ye que se alzó delante de la punta de la nariz de la fémina de la cuál reconoció de inmediato al moverse en el aire negándose a atacarla y esta vez volviendo al lado de su maestro.  — .... ¿Nie Nuan?.

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          Negó con la cabeza, negando cortésmente a su líder. Y pese a que lo intentó varias veces,una venita molesta comenzaba a escalar por su garganta hasta llegar a su frente y mantenerse ahí, incólume. 

— No. ¡XiChen!. 

          Casi por torpeza cayó el líquido burdeo sobre sus prendas pulcramente limpias de su secta. La mano del mayor parecía casi un chiste, moviéndose de un lado a otro haciendo que sus ojos se perdieran cada tanto en ella para reaccionar rápido y salvarlo por enésima vez.  

 —  A-ah. Qué haré contigo... 

          Puso su mano alba sobre la mesita entre ambos dejando que su cuerpo se encorvara y dejara caer su peso en la extremidad, recibiendo otra tanda de pequeños palmazos sobre su hombro a la vez. Suspiró nuevamente antes de mirarlo fijamente y admirar en silencio esos gestos, sus risas con tanta soltura y tranquilidad.

Suspiró. No podía con él.

— Bien. ¿Te quedarás en tu asiento si bebo contigo?. Sólo será esta vez.   —  Lan XiChen, el primer jade, parecía un cachorro satisfecho como feliz por sus palabras. No supo si su corazón se desbocó al ver esa vista como acciones, pero estaba muriendo lentamente por él. ¿Era por la ternura de los actos o por su cegez propia?.  —  O-oh. Qué dispuesto.

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                 Cerró los ojos dejando escapar una risa genuina llena de emociones acumuladas en su pecho. Los labios fueron mordidos por si mismo, muy tenue, evitando mostrar el nerviosismo que lentamente comenzaba a embriagar su cuerpo hasta dominarlo cada músculo por completo. Honestamente, era la primera vez que alguien podría traerlo en ese estado, algo eufórico y tímido. ¿Era posible?. 

          No podía decir que Lan XiChen por primera vez tocaba su fibra nerviosa a este punto.            Estaba demasiado enamorado y atontado para recordar esa primera vez en realidad.

                   Escapó un bufido cómico al escuchar esas palabras torpes, antes de clavar sus ojos finos llenos de escarchas azules en los contrarios, observando esa mirada dulce y suave que tanto le gustaba. Acarició con suavidad con su dedo índice su dorso, con titubeos suaves y tímidos que claramente el ambiente entre ambos lo otorgaba. Uno de sus dedos se sumaron hasta que todos se enredaron en sus amantes, conteniéndose y buscándose secretamente. 

— Lo es, pero podría asegurar que las sensaciones son más intensas de lo que esperaba.  —  Dijo sincero, manteniendo enganchado su mano para atraer con mucho cuidado al primer jade y besar muy sutil el cinto virgen llenos de nubes suaves y tenues bordadas que embellecía su frente.  — Mnh. No quisiera aprenderlo con alguien más a mi lado. ZeWu-jun, deberías saber que seré más cuidadoso en cuidar tu espalda de lo que ya hacía fervientemente desde antes.  — Dijo eso en un susurro suave sobre su oído, para sólo retomar una vez más la distancia entre ambos para buscar su reacción con curiosidad.

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             Arrugó el cejo sintiéndose desubicado del momento actual, o cómo llegaron a este punto. Por supuesto había sido una broma incitar a Lan XiChen... Solo había sido muy iluso de creer que no caería en la jugarreta.

            Su cuerpo se tensó ligeramente al tiempo que su mirada cálida como madura se mantenía en el mayor, esperando que se detuvieran tan casual como habían empezado. ¿No es algo que le gustaba?. 

            No era eso particularmente por la que su incomodidad comenzó a subir... 

— Hmn... ¿Cómo explicarlo?.  —  Sabía perfectamente que era un vals, y cómo dominar la escena. Lo que no acostumbraba a actuar, era ser el lado femenino de la pareja de baile.  — Lan Hüan, ¿por qué un vals?. Por supuesto  que anteriormente estaba jugando...

            Mencionó casualmente, acercándose a él con la proximidad adecuada de quiénes danzarían antes de corregir con suavidad su postura, bajando con ayuda de sus manos la posición de sus amantes sobre su silueta, exigiéndole un aprete más firme sobre su cuerpo. Podía sentir la respiración chocar en su frente, y no pudo evitar sentir sus mejillas ligeramente afectadas por el calor que emanaba. 

—  Perfecto. Supondré que sabes bien qué hacer a partir de ahora, puedes ir a conquistar a quién quieras y cuántas quieras. No será un problema para ti.

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“It reminded me of you.” lxc

One Hundred Ways to Say ‘I Love You’    —  ft. @suibiian

                              ERROR 404  — No encontramos a Lan BaiXue          

             Se sorprendió lo suficiente para detenerse de lo que estaba haciendo. Observó con cuidado a que se refería, teniendo que pestañar un par de veces para enfocar. ¿Quién diría que su lider de secta lo engañaría de esta forma?.  

            Había un porta incienso en el escritorio de Lan XiChen que había sido encendido recientemente soltando débilmente un humo blanco fragante de el. Al ver su forma, podría decirse que estaba increíblemente labrado en jade con detalles de plata, mostrando un imponente dragón, y no sólo cualquiera, si no que precisamente el dragón celestial del cuál fue inspirado su título. Tuvo que forzar el arrugar su frente para tomar con seriedad que intentaba decir.

            ¿Estaba siendo sincero?. 

Por supuesto, no había ni una pisca de burla. 

— Fufu... — Tuvo que taparse su boca para reír un poco más animado, moviendo con la ayuda de la mano zurda el incienso que recriminaba sus sentidos. — Si es el caso, ZeWu-Jun... ¿Por qué tendría que estar ‘yo’ en tu escritorio?. Podrías... ¿iluminarme?.

Tal vez pecó de descarado, pero era imposible no delatar sus sentimientos hacia él en este punto. Más cuando debía ser solo un simple espectador en su trabajo.  

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“I hope you like it.” pa la Lanchá

One Hundred Ways to Say ‘I Love You’      —  ft. @suibiian         

           Observó asombrado la pequeña caja en sus manos, aventurándose en abrirla para ver el contenido en su interior. Pero sin no antes mencionar a medio camino:  

 — No necesitas darme nada. Es suficiente con tenerte todos lo días a mi lado.

Se empeñó en ser sincero, aún cuando este tipo de frases no eran su fuerte. 

          Sacó procurando no hacerlo esperar más. La tapa minimalista pero pulcra y perfectamente trabajada había dejado ver lo que tanto estaba recelosamente cuidando en su protección. Un hermoso colgante color hielo como Bichen, pero a la vez tan fría y etérea como las nubes de Gusu descansaba entre medio de la seda que la abrigaba. Abrió sus ojos totalmente sorprendido. No pensó que hacer con ella hasta que recordó que… 

— Wei Ying. —  Le entregó la caja con su contenido en las manos de su pareja cultivadora, para tener las propias libres que fueron ocupadas segundo después por ‘WanJi’ aún cubierta por su fina gasa que la protegía del contacto externo. 

          Apuntó con su índice el amarre de ella, donde pendía sencillo dos amarras para contenerla. 

— ¿Podrías anudarlo por mi?.

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“Good luck.” Nie Nuan a Lan Yu~

One Hundred Ways to Say ‘I Love You’— ft. @suibiian  

— ¿Hmn?. — Observó con cariño de quién provenía esas palabras, y le sonrió débilmente sin quitar sus ojos como hielo de los bellos miel de ella. 

— Pft haha. Gracias. Partiré ahora mismo. —  Le dio la espalda, saliendo del marco de la puerta para encontrarse con los hermosos sauces como bambús haciendo mecer como sonar sus hojas por el viento primaveral. Tan solo a treinta pasos de ella, pensó detenidamente sus actos. 

En un impulso torpe se giró, para encontrarse aún a la joven cultivadora mirando sus espaldas.

— Volveré pronto. No es necesario extrañarrne desde ya. Entra... No vayas a resfriar. 

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                       La invitación fue provista desde las manos de ZeWu-jun  — líder de secta de Gusu — , directa hacia él. Se suponía que sería una reunión estrictamente personal en su visita, por lo que fue algo sorpresivo tener algo fuera de los estrictos planes que mantenía agendado desde más de un mes. No necesitaba una escolta, ¿por qué ahora era necesario como compañía?. Miró de reojo a su líder, y con una reverencia además de saludo, empuñó sus manos y se retiró del despacho para ir a los patios a leer la correspondencia como prioridad.

                      La pulcra caligrafía, además de detalles como perfume, diseño en el papel y por supuesto, notables cosas extras que provenían de hilos de oro, no podían ni más ni menos que ser del líder de Qinghe Nie Sect. Para muchos, era solo extravagancia tener cuidado en cosas como estas  — más cuando los tachaban de femeninos — , pero para Yu quién tenía un pensamiento retorcido entre cierto punto, hablaba bien de la persona. Más cuando se preocupaba de mostrar sus respetos como cuidado en sus asistentes hasta este punto. 

                      Respondió esa misma tarde la invitación, y se dirigió días posteriores a la reunión, o más bien festín de la secta. 

                      Aún cuando cruzó pocas palabras con su mejor amiga, pudo leerla perfectamente. No solo había incomodidad en sus atuendos; tan finos y elegantes que la resaltaban entre todas las féminas presentes, si no que también la avergonzaban a tal punto que no podía apreciarla directamente a los ojos. Creía que era esa la real razón de evitar tanto a él como a Jiang XiaoChen en la velada, la única razonable en realidad. 

En cuanto al líder, quién se dirigió a él casualmente para pedirle un favor, hizo perder su interés en el extraño comportamiento ajeno, y se dirigió a una pieza en su compañía. Usualmente no habituaba a visitar habitaciones personales, y por los detalles que habían en su interior, podría decir que era de una joven mujer, un poco más joven que él y totalmente pulcra en su orden. Él de inmediato se quedó en el centro de la habitación, solo observando por instantes antes de que escuchara pasos que se dirigían a él. 

... Quién diría que lo deslumbraría. 

Fue una estúpida bofetada en su rostro al regodiarse de tanta belleza. Más cuando no era quién estaba acostumbrado a estas cosas vanales. Por supuesto, un impulso de idiotez lo llevó a su situación actual.

Apresó sus labios en solo unos pasos, y la rodeó entre sus brazos para apresarla. Tan sólo que una cordura apareció de pronto teniendo que soltar esos labios pomposos y guindosos para decirle tímidamente. 

  — Lo lamento por mi precipitado descuido.  — ¿Descuido?, ¿en serio había elegido esas palabras?. Arrugó su entrecejo culpándose por las pésimas palabras utilizadas, sin embargo, quería de algún modo arreglarlo por lo que calmadamente — o fingiendo estarlo — le dijo mirándola a los ojos.  — Sin embargo, hoy fui entumecido por tu belleza. Aún siendo descortés, no fui el único un tanto embobado. ¿Cómo te sientes con eso?. Ten cuidado de ahora en adelante... Nuan.