#sauna282

[gaybienpiola]

4) Canosito Rico

25-enero-2018 00:47 hrs

               *Nota al lector/a 1: Este relato contiene palabras que podría encontrar fuertes u obscenas (ultra flaites) pues describo conductas sexuales típicas en saunas gay. Si eres muy sensible o un tonto weón grave (bromita:3 ) le aconsejaría no leerlo.

               ** Nota al lector/a 2: No tengo nada contra los penes pequeños, al contrario, no podría importarme menos. En este relato los menciono solo para dar una cuota de humor pero está comprobado que no importa el tamaño del pene, sino como se use, así que querido lector tulachi, no se sienta mal o identificado. Esto es todo culpa de la industria del porno que nos enseña que mas es mejor… y créanme, no es así :3

En fin… empecemos con la historia (transcrita desde mi diario de vida):

Hey querido/a amigo/a! Acá de nuevo. Hoy no he tenido mucho tiempo de escribir. Mi sobria chica se vino a dormir a la casa y he estado de niñero (niñero gratis, sin pago alguno más que las gracias).

               Ok. Entonces seguiré con mis historias erhomosexuales jejejeje. Después del tipo anterior (Sr Engañoso) no recuerdo nada muy importante o nada en concreto. Así que nos vamos a saltar hace… ¿Cuánto tiempo? ¿Tal vez un mes atrás? ¿Tal vez dos?

               Fui a un sauna gay en Santiago (he ido a 3 distintos, pero este es mi favorito, en serio, lo mejor de lo mejor), el famoso “282”. Es lo mejorcito que hay, tanto en instalaciones como en filete que llega. Arrendé un cubículo (una pequeña habitación) que tenía 1 cama, 1 velador y 1 luz. Empecé a recorrer el sauna buscando alguna presa que llamara mi atención (pues si… fíjense que en estos saunas uno va a puro culiar… así que señores completamente hetero sexuales… no les aconsejaría que vayan… verán cosas no agradables a su vista). La cosa es que nada llamó mucho mi atención.

               Luego de un rato, vi a un gordito (tipo oso), me pareció algo atractivo y me lo llevé a mi cubículo, ¡que tanta weá! El weón igual era rico, daba ricos besos, tenía una tula normal (Normal-normal, no cuando preguntai a un weón por grindr ¿de que porte la tienes? Y te dicen normal, y cuando le vai viendo el paquete, tu cachai que el weón es tulachi o pichulachi, como quieras llamarle) Todo bien, nos pajeamos, me pegó unas buenas chupetias, dormimos una siestecita y chao. (El weón quería seguir durmiendo siesta, pero tuve que mandarle varias indirectas pa que se fuera… aún quería buscar más)

               Luego vi a un venezolano canosito (36 años me dijo). Ahí el mismo procedimiento que la presa anterior. Me fijé que el venezolano era medio gangoso… no me importó. Al principió me parecía atractivo, pero después de un rato me aburrió este venezolano. Daba buenos besos eso sí, ahí ganó puntos, tenía esas bocas gruesas y blanditas que te da gusto besar. El pico… pues lo tenía chueco, oscuro y chico (nada personal contra los tulachi amigos, lo que pasa es que yo había escuchado que los venezolanos tenían picos grandes… ¡Una vil mentira! ¡No crean todo lo que les dicen! O tal vez a mi me tocó el siga participando)… En todo caso he visto producto nacional mejor (aunque ni tanto tampoco). Misma weá una mamada, una corrida de paja, una siestecita juntos y te fuiste a la chucha, venezolano ql. Después me di una ducha, fui a devolver la llave de mi cubículo y me iba a ir… hasta que lo vi!

EL CANOSITO RICO.

MI-JI-TO  RI-CO!!!! Puta el weón rico…

               Este canosito rico, (le llamaremos así desde ahora, pues nunca supe su nombre) era de mi mismo porte (yo mido 1,80), era canosito (pero se notaba que su color de pelo era negro), piernas bonitas, gorditas y peluditas, brazos con pelo, corte de pelo varonil, pecho y guatita peluda, pero no en exceso, nariz grande, pero bonita (respingada) y super varonil. Se me hacia como un viejo cuico, pero joven (sé que mi descripción es pésima… pero imagínense lo mejor que puedan con esos datos… y él era mejor que eso que se imaginaron). Yo lo vi, y dije, me voy a comer a este weón.

               Traté de acercarme, pero el weón se arrancaba (no literalmente, pero onda yo me acercaba y él se iba). Finalmente había perdido la esperanza… no me pude casar a la presa que quería, a ese pedazo de filete que me llenaría… Filo dije yo, saco e’ weas, tampoco era pa tanto. La cosa es que lo vi en el jacuzzi principal (hay un jacuzzi súper grande a la entrada del sauna) y quise intentar por última vez. Me senté al lado de él (obvio). El “canosito rico” estaba tranquilito haciéndose el weón, pero de repente, me doy cuenta… se está tocando el paquete… “Bien”, pensé yo, no lo voy a molestar… voy a ser sutil (porque ya sabrán mis queridos amigos que van a estos saunas… el casarte un weón que te gusta es como casar un pajarito, tení que saber hacerla o se te vuela la presa…) Me fui por una técnica suave que no tiene tantas probabilidades de fallar (pruébenla si están en un jacuzzi) Le toqué suavemente su pie con el mío. Yo me dije “si lo mueve, significa que no quiere absolutamente nada conmigo, y si lo deja… ahí veremos” Le toqué el pie. No movió el suyo. Es más, el empezó a acariciar mi pierna con la suya así que me dije “está frito el pescao’”. Bueno, la cosa es que nuestras caricias piernales seguían, el “canosito rico” me empieza a tocar el paquete y yo el suyo. Era medio tulachi(ca) pero no me importaba, el weón era tan sersi. De repente se pone al frente mío y me chanta el medio calugaso! Oooohhh! ¡Mijito rico! A pesar que estaba afeitado, tenía la piel súper rasposa por la barba que ya le estaba creciendo, esa barba rica que hacía que me doliera la cara y que siempre me excitaba tanto.

               Después de un rato el jacuzzi se empezó a llenar de mirones y el “canosito rico” me dice ¿Vamos pa’ otro lado? (¡maldita sea! Pensaba yo… ¿Por qué devolví la llave del cubículo?) Filo, fuimos a uno de los cuartos oscuros y agarramos rico… Me chupó el pico y le dije que yo no podía hacer lo mismo pues tenía una herida en la lengua (no era cierto… bueno si, es que a veces me pasa que se me hincha una de estas cosas como poritos que tiene la lengua… ¿les ha pasado? La cosa es que evito hacer sexo oral si tengo alguna herida en la boca). Aunque no me aguanté y le di unas buenas chupaitas a sus coquitos (su buen quico) y una que otra chupada a su tronco (la parte de más abajo pa no tener contacto con ningún liquido pre-seminal ni nada… ¿Urgido yo? Noooo, para nada…)

               El “canosito rico” me empieza a calentar diciéndome cosas al oído con su voz ultra varonil. “Córrete en mí”, “Vente enterito encima mío”, “que estai rico” “Tírame todo el moco en la guatita…” Bueno, así lo hice, le tire todos mis hijos en su guatita. Me dio un beso todo fome y me dijo “me voy a bañar…” y se fue. Hubiera deseado que se quedara conversando conmigo un rato… pero creo que él también quería ir a casar en la jungla llamada “282”… tenía que prepararse…

               A veces pienso que los weones que dejo botados después del sexo (o más que el sexo, las pajas) piensan lo mismo… (Sr. Engañoso, por ejemplo). Tal vez sienten que encontraron al indicado… pero conmigo se equivocan… por mi situación soy egoísta en el sexo.

               Me hubiera gustado conversar con el “canosito rico” de nuevo, tomarnos un cafecito, saber de su vida, siento que quedé flechado. Jejejeje lo más cómico es que nunca lo voy a volver a ver. Que fome e injusta es la vida… pero tal vez el destino me está preparando algo mejor. O peor… espero que sea algo mejor.

                                            Cierre de transmisiones

“Mijito rico! Nunca te voy a olvidar! O a lo mejor si… de hecho es muy probable…”

“Además mientras más trato de recordarte, más te idealizo y mis recuerdos te transforman en algo mejor de lo que tal vez fuiste…”