#salonsilicon
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lapipaylafuente · 2 years ago
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La pipa y la fuente #60: Ileana Moreno – Pieza: «Accesorio de Itzpapalotl», exhibida dentro de la exposición «H𝗶-𝗧𝗲𝗰𝘂𝗵𝘁𝗹𝗶: 𝗟𝗮 𝗺𝗮𝘁𝗲𝗿𝗶𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗼 𝗳é𝗿𝘁𝗶𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗯𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝘀𝗶𝗱𝗼 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗼, 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗼𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗮», en @salonsilicon | Invitada: Ileana Moreno (@paaru_pinku) - Conduce Jesús Pacheco Vela (@peach_melba). | Transmisión: martes 2 de mayo, 2023, 17:00-18:00 h por Radio Nopal.
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laos-dothedu · 6 years ago
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Thank u, next. #ArianaGrande #contemporaryart #Sculpture #painting #femme #DanielaGil #salonsilicon (en Salon Silicon) https://www.instagram.com/p/BrExslIlQEc/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=17mkxy189p4gt
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revistasentimental · 4 years ago
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YO ME SENTÍ EL FUEGO
Por Nicolás Oyuela
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Sumergió en una gran olla que era como un tambo de leche de los que se ven en La Pampa, varios metros casi kilometros de seda cruda. Mientras los reposaba con delicadeza en la tintura negra negra -¿cuál fue el negro mas negro que han visto?- contemplaba las distintas figuras enrolladas a un lado. Algunas hacían espirales perfectos otros eran rombos tan gruesos que casi podía dormir dentro de uno. Los ataban hilos de oro y de plata apretados con distintas fuerzas. Con una pinza quirúrgica tomó uno de los rollos empapados en la tintura y lo dio vuelta como el parrillero que sabe sin tener que pinchar la carne de que el bife ya está listo. Apoyo el triángulo pesado y mojado con fuerza encima de una bandeja y lo enjuago en agua clara de manantial. Desato los nudos y extendió la tela en el suelo. Ella le llamaba un pequeño lugar y yo lo pude ver. Había presenciado un acto mágico de aparición. Un templo de oriente se erigió frente a mí, enormes manchas de colores que iban del verde marino al azul que se ven detrás de las cuatro primeras franjas del mar hasta grises que dibujaban auroras boreales del norte. 
Cuando llegué a la Ciudad de México a finales de 1835, un poco antes de que el mundo se interrumpiera de su normal velocidad; llegué al taller de MIlagros. Me dió su llave y me dijo: puedes usarlo el tiempo que necesites. Libere algunas paredes para poder pinchar unas telas y deje algunas de sus exploraciones que colgaban con cadenitas plateadas, telas teñidas de formas extrañas redondas y ovaladas. En ese taller, comencé mis primeras pinturas cuando la luz de la mañana entraba al taller hasta que oscurecía. El taller de la calle Gabino Barreda es una antigua casa con un gran patio central rodeada de columnas de piedra y con una fuente en el centro. Pintores, bailarines, escultorxs, fotógrafxs, cocinerxs, ceramistas, cineastas, músicxs, todos daban vueltas por los talleres. 
Hace poco vi una fotografía de Remedios Varo tocando la guitarra en el patio de su taller en la calle Gabino Barreda. Le pregunté a Rafa acerca de eso y me contó que había certezas de que en esta casa habían sido los talleres de varios surrealistas que vivieron en México. Los fantasmas de Carrington, Varo, Fini y quien sabe mas seguían bailando por las noches tal vez en el patio; tal vez en donde estoy ahora mirando por la ventana y saludando a Ana desde arriba. 
¿Se puede recortar un Joan Miró, destrozarlo, fotocopiarlo en blanco y negro y volverlo a hacer? 
Cuando volví cien años después a la ciudad, me bajé del avión y fui corriendo hasta donde estaba Milagros. Sus pinturas estaban apoyadas en el piso de una galería que por fin ya no era blanca. Unos mostruos negros bailaban alrededor de un fuego y yo me senti el fuego. Líneas ondulantes me rodeaban y me hacían girar. Otros tenían largos brazos con muchas manos que me tocaban. Una larguísima sombra se me enfrentó y me di cuenta de que estaba atrapado en el mundo de las penumbras y me pregunté si algún día iba a despertar.
QUE EL DIA SE CONVIERTA EN NOCHE de Milagros Rojas se puede visitar hasta el sábado 3 de abril, previa cita en Salón Silicón.
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curatemx · 4 years ago
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En 2006 la fotógrafa mexicana #YvonneVenegas fue invitada por Fundación Televisa para documentar los últimos meses de la filmación de la telenovela Rebelde, así como parte de la gira de conciertos en los Estados Unidos del grupo que acompañaba a la novela: RBD En 2012 presentó el libro 'INÉDITO' que contenía una selección del material fotográfico recopilado durante esos meses. En esta exposición, la fotógrafa re-visita este proyecto compartiéndolo con una generación que creció con el grupo, ya sea dentro o fuera del fandom. La telenovela que se convirtió en un fenómeno mundial que impresionó tanto a sus fans como a los actores y productores mismos. Las fotografías en 'INÉDITO' sirven también como un homenaje a estos fandoms pre-redes sociales y como una apreciación a la fan girl latinoamericana. En esta muestra, las fotos son acompañadas por algunos objetos como: el celular rosa de Mía Colucci, las Barbies oficiales de la novela, los gafetes de los tours, las cartas de lxs fan, etc. El objeto tangible para lxs fans se vuelve un fetiche importante de conservar, un objeto que adquiere un significado específico para cada unx, algo que nos recuerda al fetichismo del coleccionismo del arte contemporáneo. En @salonsilicon hasta el 1 de marzo. @yvovenegas .
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revistasentimental · 5 years ago
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PAISAJES FLOTANDO A LA ALTURA DE NUESTRO CUERPO, A PUNTO DE CAER
por Carla Rivera
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Salí de mi edificio y a unos cuantos pasos me encontré con Amado en la esquina de Progreso y Minería. A una cuadra nos esperaba Salón Silicón. Caminamos unos minutos mientras platicabamos sobre nuestra semana. La conversación se evaporó justo cuando nos acercamos al grupo de gente que escuchaba de pie al borde del espacio. Intentamos adentrarnos. Ya estaban todos ahí, sentados o parados escuchando a alguien leer. Como no había manera de entrar, decidimos quedarnos justo en la entrada del lugar, tratando de hacer sentido de lo que estaba pasando.
Es curioso esto de tratar de hacer sentido cuando se trata de arte contemporáneo. Implica renunciar un poco al mismo para ver qué queda después. Implica abrirse y dejar entrar todo aquello que uno percibe para que después adquiera su propia forma y presencia en el imaginario.
Dentro de la galería, corría un relato sobre una tal Juan que había muerto. Intentaba escuchar. Lo primero que apareció en mí fue un vago recuerdo: el espacio me remitió a algún campamento de hace mucho tiempo. O más bien, a un picnic de hace poco tiempo. Al interior, una mujer de chinos leía dentro de una pequeña cueva con brazos. Aunque no sabía nada de la lectora su forma de leer me hizo reconocerla de inmediato: había leído un texto largo en una lectura en la que participé algunos meses atrás, en un picnic. Amado, que también había estado ahí, me lo confirmó. Era ella, se llamaba Paloma Contreras. Era la artista y escritora.
A la par que intentaba recordar su relato de aquel picnic y escuchaba el de esta vez, me preguntaba quién era toda esta gente. Admiraba el silencio con el que todos ponían atención y al mismo tiempo no sabía si me sentía lista para ser parte de aquello. A veces en una lectura basta con encontrar un equilibrio entre la atención y la dispersión para que se dé el encuentro entre lo que se lee y el bagaje de pensamientos y emociones que uno carga.
Paloma leía sobre un viaje a Puebla, sobre un activista, sobre un Juan del Monte, sobre ser “turistas” citadinos en la selva... Y a pesar de que todos los personajes de su relato se hacían de pronto presentes de manera única, también así súbitamente desaparecían. Lo que permanecía en esta narración era la voz en primera persona de este personaje- narrador que se iba adentrando más y más en su viaje. Paloma leía en el interior de esa cueva, rodeada de toda esa gente sentada en el piso, resguardada por ese espacio donde colgaban dos grandes sombreros que flotaban sobre sus cabezas. Amado y yo estábamos en el intersticio de un adentro muy acogedor y silencioso, y de un afuera muy movido, como suelen ser las noches en la Escandón.
Cuando terminó la lectura, se prendieron las luces, la gente se levantó y comenzó a circular con cervezas o mezcal en la mano y por fin Amado y yo pudimos entrar. El espacio perdió su encanto de “campamento” y ahora remitía exactamente a lo que era, una galería de arte.
Durante la lectura, había visto a Israel en la esquina del fondo. Nos habíamos saludado de lejos y tenía ganas de acercarme. Decidí no detenerme a mirar los sombreros de la sala principal sino al final y fui directo a saludarlo. Encontré que en esta esquina había un pequeño espacio donde también había piezas que no se podían observar desde afuera ni desde el espacio principal: un sombrero negro muy alto, y extremidades y vísceras extirpadas de un personaje animado. Aproveché esa pequeña guarida para recargar la espalda, para esconderme un poco de la multitud y para platicar con Isra y Amado de la agenda artística de ese fin de semana.
Tarde o temprano me salí de ese escondite y comencé a recorrer la exposición por mi cuenta. Ahora sí me dirigí a la cueva y a los sombreros. Era imposible no ver la primera sin sentir un deseo profundo de habitarla. Dos larguísimos brazos de un personaje animado salían de ésta formando un círculo en el suelo en el cual cabía una persona sentada. Era una cueva que invitaba a resguardar a quien la mirara.
Los sombreros, en cambio, no apelaban a ser usados; más bien a ser rodeados como quien recorre una gran vista desde un avión. O como “aves de rapiña dando círculos observando qué atrapar” como dijo Isra cuando posteriormente comentamos la exposición. Eran gigantes y extravagantes: ambos eran esculturas- maquetas que me hacían pensar en paisajes fantásticos y coloridos y que colgaban desde el techo a una altura que, de pie, hacía posible que pudiéramos observarlos en su totalidad.
En el primero, una poderosa cascada azul bajaba desde una montaña blanca a un pequeño lago. A su alrededor había postes de luz que formaban un medio círculo como seres metálicos y eléctricos resguardando o apresando a la montaña. A su vez, a este sombrero lo abrazaba una guirnalda rosa de peluche que parecía proteger lo que ahí cobraba tanta vida y contraste. Pensé otra vez en los brazos de aquella cueva de la esquina.
En el segundo sobrero, una montaña firme, no muy alta, café y rocosa se erguía en un terreno selvático con una fauna muy diversa. Recordé lo increíble que me resultaba, cuando era pequeña, hacer maquetas e ir a comprar materiales muy diversos para trabajos en donde tuviera que representar topografía. Pensé en cuando me sobraron unos arbolitos que guardé con ánimo para alguna maqueta posterior. Nunca se presentó la oportunidad. Aquél sombrero hubiera sido la perfecta ocasión.
Mientras todos los colores, texturas y materiales me hacían pensar en estos recuerdos e imágenes, Isra me platicó de Paloma y de su obra. Me contó un poco de su trabajo en las minas y de su búsqueda de crear a partir de su encuentro con distintos territorios naturales, habitados y explotados por el ser humano. Discutimos lo complicado que podía ser mantener una postura crítica y a la vez sensible respecto a la relación entre el ser humano y la naturaleza desde el arte contemporáneo, en el que fácilmente se puede caer en una apropiación cultural mercantil o en un afán de posesión desde la representación cultural que sólo perpetúa el problema.
Después de un rato de estar ahí, decidí no continuar la noche y caminar de vuelta a mi departamento. Anhelaba el momento en el que mi cama me abrazara y me llevara a sueños relacionados con campamentos y picnics en paisajes como los de las maquetas. ¿Qué había en este abrazar, resguardar y rodear algo vivo, que acababa de experimentar observando estas piezas? ¿Qué había en este imaginario de personajes, colores y texturas que había invadido mi cabeza?
Ahora mismo las preguntas han cambiado: ¿Qué hay en esta necesidad de habitar y deshabitar; poseer y dejar; entrar y salir de terrenos que parecen nuestros y que a la vez no son de nadie? ¿Qué hay en la relación que todos, todos los días, tenemos con nuestro entorno el cual perdemos de vista por culpa de las dinámicas en las que estamos condicionados en la ciudad? ¿Un río hecho de aluminio para una maqueta escolar? ¿Desechos de aluminio de turistas que acampan al lado de un río?
Mientras caminaba de vuelta a mi casa, pensaba en aquellos sombreros. Más de una persona que circulaba en la galería tocó las piezas. Incluso en más de una ocasión tanto Isra, como Paloma, como la galerista, tuvieron que acercarse a reacomodarlos, pues el movimiento de la gente alrededor las vulneraba. Los sombreros ligeramente se comenzaban a inclinar, podían caer al suelo. Si eso hubiera pasado tal vez alguno de nosotros los hubiera pisoteado sin querer y luego otro y luego otro. Todos los que estábamos ahí, las poníamos en peligro con nuestra simple presencia.
No pasó. Los terrenos imaginarios flotaron toda la noche. Más arriba no los hubiéramos apreciado más que como sombreros para usar y más abajo los hubiéramos destruido con nuestro andar. Ahí, a la altura de nuestro cuerpo, se hacían posibles y soportaban vulnerables todo el peso de nuestra mirada y de nuestra imaginación.
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laos-dothedu · 6 years ago
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Anima Sola de Daniela Grande y yo dándole un besito a Daniela Grande. 📷 por @adriana_ga_be y Dan's mom #ArianaGrande #contemporaryart #Sculpture #painting #femme #DanielaGil #salonsilicon (en Salon Silicon) https://www.instagram.com/p/BrExKhYFBEp/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=w1tqa860m9i5
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laos-dothedu · 6 years ago
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Vayan a ver Un souvenir iconico de lo funesto de Edgar García Ruiz y “Conejo” Juan Carlos Reyes en @salonsilicon https://www.instagram.com/p/Bs323JoFK0X/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=gbm6shne5atx
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laos-dothedu · 6 years ago
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“Conejo” Juan Carlos Reyes en @salonsilicon https://www.instagram.com/p/Bs32BFlFXek/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=uhoch3dvf6ji
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laos-dothedu · 6 years ago
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Edgar García Ruiz en @salonsilicon https://www.instagram.com/p/Bs31bYHFL-d/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=8bbdr64ycchs
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curatemx · 4 years ago
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Como parte de 'Siembra' -en @kurimanzutto-, @salonsilicon presenta 'SEX', la primera de tres exhibiciones no lineales/no narrativas. La trilogía -SEXplay, SEXwork, y SEXtrauma- aborda temas como lo penetrable como concepto, el lubricante en la práctica, las represiones, la autogestión de la identidad y de las tecnologías que usamos para y contra el cuerpo. 'SEXplay', en específico, se enfoca en el deseo, las ganas de conectar con otres, los fetiches, lo lúdico, el juego de rol, los genitales de internet, y la creación de lo sexy. Hasta el 9 de octubre. 📷: Gerardo Landa Rojano.
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curatemx · 5 years ago
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Beto Pérez "Suerte" en 'Soft Dick Moments', curada por @grillo_0, en @salonsilicon. Hasta el 31 de agosto. @animaleinstein
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laos-dothedu · 6 years ago
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Behind the scenes @salonsilicon #breakfastatsilicons #art #fashion
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