#rompoelas
Explore tagged Tumblr posts
Text
El Romanticismo utilizaba la naturaleza prácticamente como un personaje, era un decorado vivo, un decorado con un corazón latiente, con aliento, con capacidad de padecer. Esta naturaleza vivía en la sombra de las emociones del yo poético, es decir, la voz poética que habla, que narra, que vive y se mueve en la historia, en el poema. Así si el corazón del yo poético estaba roto, la naturaleza imitaba su sufrimiento en forma de lluvias torrenciales y grandes tormentas. Si el yo poético era feliz, la naturaleza era de color vivo, era luminosa, se habla de flores, de prados verdes y de cielos despejados, de brisa suave.
Y en Rompeolas, de alguna forma, ocurre esto también. El yo poético, Martin, habla sobre la posibilidad de romperse en algún momento y en la personificación de compararse con una ola, el mar imitará ese hecho, hará exactamente lo que el yo poético sienta. Además ofrece una muy buena imagen mental, la de un mar inquieto y una ola inminente que terminará por encontrar la paz en la orilla, así como el mensaje que pretende transmitir esa parte de la canción. Los cambios son inciertos, la incertidumbre de estos causa ansiedad pero siempre terminas adaptándote a ellos o encontrando la manera de hacerlos soportables.
Esta sensación de inquietud e incertidumbre se logra transmitir también con la frase "empiezo a nadar y del agua no sé salir" la naturaleza, una vez más, acompaña a las ansiedades del yo poético. El agua está igual de inquieta, de asustada que él.
La canción en sí es una gran metafora en la que Martin es el mar y todas sus emociones, preocupaciones pero también su gran acto de fe que será saltar aunque "dé miedo caer" se ven reflejadas en el paisaje que le rodea, en este caso, el mar. El mar siente lo que Martin siente, el mar siente su miedo a lo desconocido, siente su emoción por el cambio a pesar del miedo. El mar es Martin. Y Martin como el mar, encontró la paz en cambiar, en avanzar, en aprender a nadar en un mar distinto.
4 notes
·
View notes