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Lo más dulce
Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente. Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona. La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? – nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic fanfic#la sociedad de la nieve#society of the snow#sociedad de la nieve fanfic
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Teasing / Banter (ESP. VER.)
Prompt por @raven-cincaide-words
Philza estaba claramente volviéndose loco. No quería pensar que el dios que lo seguía de arriba a abajo. Negando cualquier mención del dios, o cualquier ‘regalo’ que el dios dejaba en sus cosas.
Pero Missa parecía disfrutar cada segundo de eso, Philza parecía escuchar la risa contenida del dios siempre que encontraba una flor, una nota, una piedra brillante o una pluma, casi como si Missa estuviera jugando con él.
Philza arrugo otra nota que había encontrado en su mochila, “muy gracioso, Missa, muy gracioso.” Murmuró entre dientes.
“¿Que es gracioso?” Preguntó Rose, mirando como su hijo peleaba solo con su mochila, “¿Todo bien?”
“Sí, sí, todo está bien,” dijo Phil poniéndose la mochila, “Fit puso una de esas estúpidas notitas que le gusta poner en mi mochila.”
Rose lo miro confundida por un momento para luego sacudir ligeramente su cabeza, y tomando un sorbo de su café, “Tengo un turno de 12 horas hoy, ¿Vas a estar bien?”
Phil se rio, “Ya no tengo 10 años, Rose.”
La mujer se rio también, “Lo sé, lo sé, ya eres mayorcito, pero no puedo evitar preocupado por ti, ¿Si tu padre se acerca a la casa, me llamarás? ¿No lo enfrentarás tú solo? Prometeme eso.”
Philza le sonrió con cariño a su madre, “No te preocupes, Rose, no voy a hacer nada estúpido.”
Rose lo miró un momento más, con esa mezcla de preocupación y amor que solo una madre podía mostrar. “Más te vale,” dijo suavemente, antes de darle un beso en la frente. “Sé que eres fuerte, pero no tienes que cargar todo solo.”
Philza asintió, aunque sabía que, en realidad, había muchas cosas que ya estaba cargando solo, cosas que no podía explicar ni a su madre. La presencia constante de Missa era una de ellas. “Lo prometo, mamá.”
Ella tomó su bolso y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir, se giró una última vez. “Te quiero, Phil. Si necesitas algo, ya sabes dónde encontrarme.”
“Yo también te quiero, Rose,” respondió él, y vio cómo su madre desaparecía por la puerta.
Cuando finalmente quedó solo, soltó un largo suspiro, dejando que la máscara de tranquilidad que había llevado durante toda la conversación se desvaneciera. Sabía que Missa estaba cerca. Lo sentía, como siempre, esa presencia casi tangible.
“¿No eres adorable?” Philza rodó los ojos, por supuesto que Missa iba a estar aquí, “¿Qué estás haciendo?”
“Estoy intentando hacer mi desayuno,” respondió Phil, moliendo un aguacate para su tostada, “Lo que está siendo bastante difícil teniendo a un dios acosador mirándome, ¿No tienes deberes divinos que atender?”
“Mhmm,” dijo Missa, fingiendo que estaba pensando, “no, nada más interesante, nunca nada sería más interesante que tú.”
Philza bufó, sabía que el dios solo lo estaba molestando, “ya te he dicho millones de veces, no soy nada especial.”
“¿Nada especial?” Missa apareció sentado en la encimera de la cocina, justo al lado del aguacate de Phil. “¿Me estás diciendo que cualquier mortal puede hacer…” Con un gesto dramático, señaló la tostada que Phil estaba preparando, “... un aguacate tan perfectamente molido?”
Phil ni siquiera levantó la mirada. “Literalmente cualquier persona puede hacer esto.”
“Oh, ¿entonces cualquier persona puede ver a un dios de la muerte y simplemente ignorarlo mientras hace su desayuno?” Missa se inclinó más cerca, su sonrisa cada vez más amplia. "¿Cualquier persona puede encontrar mis regalos y simplemente arrugarlos como si fueran papeles de propaganda?"
“Tus 'regalos' estaban en MI mochila,” Phil señaló con el cuchillo el objeto mencionado. “¿Sabes que hurgar en las pertenencias ajenas es de mala educación?”
Missa jadeó dramáticamente, llevándose una mano al pecho. “¿Me estás dando lecciones de modales? ¿A mí? ¿Un dios milenario?”
“Claramente, alguien tiene que hacerlo,” murmuró Phil, esparciendo el aguacate en su pan. “Miles de años y nunca aprendiste a tocar la puerta.”
“Las puertas son para mortales,” Missa agitó su mano desdeñosamente, pero su sonrisa traviesa no disminuyó. “Además, ¿dónde estaría la diversión en eso? Me encanta ver cómo intentas explicarle a la gente por qué hablas solo.”
Phil finalmente levantó la mirada, entrecerrando los ojos. “¿Sabes? Para ser un dios de la muerte, eres sorprendentemente infantil.”
“Y para ser un mortal, eres sorprendentemente gruñón,” contraatacó Missa, materializando una pluma negra y dejándola caer sobre la tostada de Phil. “¿Qué tal un poco de decoración para tu desayuno?”
“Missa…”
“¿Sí, mi querido mortal favorito?”
“Tienes tres segundos para quitar esa pluma de mi desayuno antes de que empiece a recitar oraciones a otros dioses.”
La risa de Missa llenó la cocina mientras la pluma desaparecía en el aire. “¿Ves? Por esto eres especial, Phil. No cualquiera amenazaría a un dios de la muerte durante el desayuno.”
#qsmp#qsmp pissa#pissa#pissa nation#missasinfonia#speakerwriting#qsmp missa#qsmp philza#deathduo#qsmp fanfiction
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INFIERNO
Tom Riddle cruzó la calle con pasos lentos y silenciosos y se metió las manos en los bolsillos mientras seguía a su siguiente víctima: una cucaracha que merecía ser aplastada.
El Señor Oscuro se movía con la agilidad de una serpiente que se deslizaba silenciosamente en la oscuridad, mostrando sus colmillos a la presa condenada. Estudió sus pasos antes de arremeter, atacando sin piedad con veneno tatuado en su rostro. Riddle era realmente fenomenal.
Después de conocer la historia de Rosalind, la venganza era lo único que tenía en mente. Corría por su sangre como metal hirviendo, amenazando con destruir todo lo que estuviera a su alcance. Nunca dejaría que nadie se saliera con la suya. Nunca dejaría que nadie la lastimara.
La calle parisina estaba oscura y casi vacía, salvo por el hombre que seguía Tom y otra anciana que cojeaba lentamente hacia su casa, murmurando tonterías para sí misma.
Tom observó cómo su objetivo entraba en uno de los edificios, cantando en un idioma extranjero que el señor oscuro lamentablemente no entendía: búlgaro.
La canción estaba desafinada, las frases quedaban incompletas y terminaban en murmullos sin sentido. Una luz en el pasillo parpadeaba y lo único que se oía era la pelea de una pareja detrás de una de las muchas puertas cerradas.
Vandalov podría haber jurado que alguien lo estaba siguiendo, pero cuando se dio la vuelta, no vio nada.
Zhelyazko entró en su casa, que estaba sumida en la oscuridad y con un movimiento de su varita las luces parpadearon. Cuando vio la figura oscura sentada en su sofá, dio un paso atrás.
—Q-qué... ¿Quién eres tú?.
Tom extendió los brazos sobre el respaldo del sofá, con los tobillos cruzados y el ceño fruncido. Por primera vez en mucho tiempo, estaba tan enojado que irradiaba furia.
—Piénsalo bien, Vandalov. ¿Te suena familiar mi rostro?.
—Eres el novio de Rosalind.
—¿Novio? Ya no tenemos diecisiete años. Pero sí, estás cerca.
—¿P-por qué estás aquí? ¿Qué quieres de mí?.
Tom se rio entre dientes, un sonido aterrador y peligroso. Era una melodía tranquila que tenía el poder del trueno.
En cuestión de segundos, agitó su varita y desarmó a su oponente, que ya estaba indefenso. El señor oscuro se puso de pie y caminó lentamente hacia el idiota búlgaro hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para rodear firmemente el cuello de este último con sus manos. El flujo de aire de Vandalov se vio inmediatamente restringido, lo que le hizo jadear mientras Tom le devolvía la mirada sin piedad.
—¡Sé lo que hiciste! —dijo entre dientes, soltando finalmente a Zhelyazko, que cayó al suelo ahogándose.
—¡No hice nada!
Riddle le dio una fuerte patada en el estómago, agachándose para mirar directamente a los ojos del bastardo, agarrando con fuerza el cuello de su camisa.
—¡Mentiroso! —estaba furioso—. Sé lo que le hiciste, maldito animal.
Se soltó una vez más, enderezó la espalda y respiró profundamente para calmarse. El monstruo frío era mucho mejor en juegos como estos.
—Sí, me cogí a tu chica, Riddle. ¿Qué te parece?.
—Créeme, no te gustaría una demostración de cómo me siento ahora mismo —murmuró Tom, con diversión en sus ojos, saltando arriba y abajo con una mirada escrutadora.
Se aflojó la corbata y sus ojos brillaron rojos por una fracción de segundo. Con otro movimiento de su varita, Tom lo esposó con la mano sin palabras, dejándolo gimiendo en el suelo después de darse cuenta de que no tenía poder.
No debería haberse metido con la Muerte y su amante.
—La vi en un bar mágico en París. Estaba borracha, bebiendo hasta ahogar sus sentimientos —tartamudeó Vandalov, con lágrimas rodando por su rostro mientras luchaba contra las ataduras invisibles.
Tom Riddle asintió, caminando de un lado a otro frente al desastre arrugado, su víctima.
—La violaste.
—¡No! Yo también estaba bebiendo y... y...
—¡Eso no importa, maldito bastardo! —Tenía un odio abrasador en sus ojos, de un tono azul furioso. Sin embargo, volvió a su serenidad, con los dedos trazando su varita huesuda antes de guardarla en su bolsillo.
Zhelyazko casi suspiró, sintiéndose aliviado después de recibir la seguridad de que Tom no usaría su varita para matarlo. Sin embargo, su corazón se paró cuando Tom sacó un frasco que contenía un líquido espeso y sucio.
—¿Sabes qué es eso, Vandalov? —Riddle no esperó una respuesta—. Se llama Magma de Dragón, porque cuando una llama lo toca, este líquido, particularmente mezclado con sangre de dragón, se vuelve tan ardiente como la lava.
—Quema todo.—continuó.—es la muerte más dolorosa de todas. Y tú te lo mereces, Zhelyazko. Te mereces probar el infierno, mi infierno.
—El líquido se infiltrará en los poros de tu piel, así que no te preocupes por el hormigueo, y cuando una llama toque tu carne, sentirás como si el magma hubiera reemplazado tu sangre —explicó Tom en voz baja, examinando el líquido con las cejas fruncidas mientras hablaba—. Alucinarás, oirás cosas, verás cosas. Todo mientras te quemas vivo. Y al final, quedarás tan deformado que ni siquiera podrás dibujar un contorno con tiza.
El Señor Oscuro abrió la tapa con calma y le dedicó a Vandalov una sonrisa maliciosa antes de verter el líquido sobre su figura quejumbrosa.
—Eres muy tonto, ¿lo sabes? ¿De verdad creías que podías tocarla sin que yo hiciera nada al respecto?.
Apretó los dientes con fuerza y sujetó la mandíbula de Vandalov con tanta fuerza que el hueso casi se rompió. Tom abrió la boca, presionando dolorosamente sus mejillas con los dedos, y dejó que las últimas gotas de Magma de Dragón se deslizaran hacia la boca del rehén; de su carne se alzaba humo cuando gritaba, aunque todavía no había fuego. Tom lo apartó con fuerza y vio cómo Zhelyazko se encogía y lloraba, con la mandíbula apretada con fuerza para contener los gritos.
La agonía era insoportable. Tom sonrió.
—Eres un fracaso, Zhelyazko. No eres nada.
La víctima sollozó más fuerte.
—¿Eres real? ¿Has hecho algo notable en este mundo? —La pregunta era retórica, y Tom continuó—. No eres más que la escoria que hay debajo de mis zapatos, eres la inmundicia que ensucia mis estanterías. Eres inútil, no tienes sentido.
Zhelyazko tenía los ojos cerrados por el miedo, pero los abrió de golpe cuando oyó el sonido de un encendedor. Tom estaba encendiendo un cigarrillo, engullendo el filtro con los labios y aspirando nicotina.
—Y te voy a matar. Porque te lo mereces. Dime, Vandalov, ¿mereces que te maten por lo que le hiciste a Rosalind?.—El monstruo se acercó, con los ojos brillando con oscuridad cuando la suciedad debajo de él sacudió la cabeza salvajemente. Tom se rió, el sonido resonó contra las paredes de madera, chocando con los sollozos agonizantes de Zhelyazko.
—¿Te lo mereces?.
El cautivo asintió frenéticamente, con los ojos marrones manchados de miedo, traumatizados por las manchas del horror, como si tinta negra sangrara de sus cuencas. Quería morir, quería que todo terminara.
—¡Dilo!.
—Lo merezco. ¡Merezco morir! —Su voz estaba tensa por el dolor y sus ojos observaban con temor cuando el captor sonrió satisfecho.
-Maravilloso
Dio una calada al cigarrillo que colgaba entre sus labios y una sonrisa enfermiza se dibujó en su rostro cuando lo dejó colgando entre sus dedos, justo encima del cuerpo de Vandalov.
—Adiós, muchachito.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*---*--*--*-****-*--*---*-*-*----*-**--*-*-*-
Hola primer historia es si espero que les guste díganme si les gusta en los comentarios o no, Gracias a todas las personas por su apoyo...
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CAPITULO 22 - EL ÚLTIMO BRILLO
Luego de un corto viaje desde la estación de trenes, llegué a la famosa y elegante boutique italiana. Al bajar, caminé hacia la entrada y empujé la puerta de madera para entrar en "Le Spose di Mori". La suave música clásica creó una atmósfera serena mientras mis ojos se encontraron con una exhibición deslumbrante de vestidos de novia. Maniquíes elegantemente vestidos destacaban telas delicadas y detalles intrincados bajo luces suaves. El ambiente de lujo discreto, con paredes de madera oscura y suelos de mármol, reflejaba la elegancia romana y el romance italiano, convirtiéndolo en el lugar perfecto para encontrar mi vestido ideal.
De repente, noté que Hana estaba completamente lista, luciendo un hermoso vestido plateado mientras seguía revisando los estantes. Al verme, corrió hacia mí y me dio un fuerte abrazo.
|| ¡Riley! Me alegra que llegues temprano || exclamó.
|| Hana, te ves fabulosa... No parece que necesites seguir buscando. ¿Por qué lo haces? ¡El que llevas puesto es increíble! || le dije.
|| ¡Gracias! Realmente tuve suerte de encontrarlo. Encaja perfectamente con el tema metálico que Madeleine solicitó || respondió Hana. Noté mi sorpresa y abrí los ojos ampliamente, ya que no sabía sobre este detalle. Ella notó mi preocupación y me tranquilizó.
|| Tranquila, sé que no lo sabías, por eso estoy buscando un vestido para ti. Fue un encargo directo de Max ||
|| Gracias, ¿qué haría sin ustedes? || Respiré aliviada. De repente, Chance dejó escapar un pequeño ladrido que asustó a Hana.
|| ¡Qué precioso! ¿Y este hermoso cachorrito? || Hana se inclinó hacia Chance, aplaudiendo y rascándolo detrás de las orejas || ¿Quién es un buen perrito? ¿Eres tú? ¡Sí, eres tú, eres el buen perrito! || Chance se dejó caer al suelo, mostrando su barriga, y Hana se rio mientras lo seguía rascando.
|| Creo que te ama... Te presento a Chance, es mi nueva adquisición ||
|| ¿De verdad? ¡Está precioso! || Hana se puso de pie y se volvió hacia mí con una sonrisa brillante || ¡Riley, estoy muy emocionada! Nunca antes había estado en una despedida de soltera, pero investigué mucho. ¡Vi las trece temporadas de The Bachelorette! Me pasé toda la noche planeando mi cita. ¡Iremos a una chocolatería para disfrutar de un delicioso fondue! || De repente, me siento confundida.
|| ¿Las trece temporadas? Pero Hana, eso es... Ese es un show muy diferente a lo que una despedida de soltera es en realidad... Espera, no entiendo. ¿Tu cita? ¿A qué te refieres? ||
|| ¡La cita para mí y Madeleine! O ¿era para todas nosotras? Por cierto, ¿dónde están los solteros? Oh no, creo que estoy un poco confundida acerca de quiénes son los concursantes... ||
|| ¡Hana, calma! || exclamé, completamente aturdida con toda la información que tenía Hana. Necesitaba explicarle que una despedida de soltera es muy diferente al show que ella vio, pero sin darme oportunidad alguna, ella aún más nerviosa preguntó.
|| ¡Rayos! ¿No me digas que nosotras somos las concursantes? ||
|| ¡Respira! || Inhala y exhala conmigo || Esta despedida de soltera no tiene nada que ver con lo que viste en el show 'The Bachelorette', ¿ok?... El programa se trata de--- || Pero antes de que pudiera explicarle, Madeleine, Kiara y Penélope entraron en la tienda, con el cabello y el maquillaje impecablemente hechos.
|| ¡Ya están aquí, excelente! || Madeleine nos miró de arriba abajo a Hana y a mí. Penélope vio a Chance y sus ojos se iluminaron, desatando la sonrisa más amplia que había visto.
|| ¡Qué precioso! ¿Puedo acariciarlo? || dijo Penélope.
|| ¡Por supuesto! || exclamé con seguridad. Penélope se agachó con cautela y extendió una mano. Chance la olió e inmediatamente la lamió, haciéndola reír.
|| ¿Acaso no eres un caballero noble y guapo? || exclamó Penélope emocionada.
|| ¿Y qué hace ese perro aquí? || dijo Madeleine disgustada, alejándose de Chance con una mirada llena de desprecio, como si fuera lo más desagradable que hubiera visto en su vida || Penélope, por favor, ten más decoro y levántate ¿sí? || Penélope se levantó con una mirada triste mientras Chance miraba a Madeleine y comenzaba a gruñir, mostrando algunos de sus dientes. No pude evitar sonreír, sabiendo que los perros son buenos jueces del carácter cuando se trata de personas, y ella tiene un corazón tan egoísta y frío || Lady Riley, por favor, mantén a ese animal lejos de mí ¿ok?... || Yo asentí con la cabeza y tomé al pequeño Chance entre mis brazos. Madeleine me miró e inmediatamente aclaró su garganta || Chicas, Lady Penélope ha organizado amablemente esta excursión de compras privada en esta boutique exclusiva en Italia para nosotras. Por lo tanto, no quiero desperdiciarla. Como les mencioné, todas deben elegir un vestido metálico. ¡Todas vamos a brillar esta noche! ||
|| Fue un placer hacerlo, Madeleine. Llamé con anticipación y les pedí que dejaran de lado todas sus opciones metálicas || Explicó Penélope mientras nos guiaba hacia los vestidos. Inmediatamente, Madeleine y Kiara seleccionan unos cuantos para cada una y se dirigen a los camerinos mientras que con Hana y yo nos quedamos admirando la selección, buscando el vestido perfecto para mí. Momentos después, Madeleine y Kiara salieron del vestuario con el vestido escogido por cada una.
|| ¡Ambas se ven radiantes! || exclamó Penélope con entusiasmo, mientras Kiara daba vueltas con un vestido blanco brillante adornado con cristales. Madeleine, elegante como siempre, ajustaba su vestido dorado y arreglaba su cabello frente al espejo.
|| ¡No puedo esperar a vernos a todas vestidas! || aplaudió Hana emocionada mientras seguía buscando algo que yo pudiera ponerme.
|| Exacto... Pero nos veremos aún mejor cuando TODAS estemos listas y vestidas || dijo Madeleine, mirándome de arriba abajo antes de cruzarse de brazos con una sonrisa || ¿No Riley? Estoy segura de que a Ana de Luca le encantarán nuestras combinaciones metálicas ||
De repente, Hana se emocionó y me entregó un hermoso vestido rosado metálico.
|| ¡Mira, Riley! ¡Encontré el vestido perfecto para ti! ¡Debes probártelo! ||
Rápidamente entré al vestidor para probármelo. El vestido metálico rosa abrazaba mi cuerpo en todos los lugares correctos, acentuando mis curvas con elegancia. El brillo sutil del tejido resaltaba bajo las luces de la boutique, dando un aura de sofisticación. Su escote pronunciado realzaba mis pechos de manera favorecedora, mientras que la parte trasera tenía una caída que dejaba mucho a la imaginación, añadiendo un toque de sensualidad discreta. Me giré lentamente frente al espejo, admirando cómo el vestido capturaba la luz y destacaba mi figura. Decidí tomarme una foto para enviársela a Liam.
R: "Su Majestad, ¿está ocupado?" Sin esperar mucho, inmediatamente mi teléfono sonó y recibí un mensaje de Liam.
L: "Para ti nunca, mi amor. Te ves absolutamente preciosa y deslumbrante en esa foto. Qué afortunados los ojos que pueden verte."
R: "Me alegra que te guste. Desearía que pudieras estar aquí para ver el vestido en persona... o para quitármelo."
L: "Eres una tentación, Riley. Lo único que desearía es tenerte a mi lado en estos momentos, deslumbrándome con tu belleza."
R: "Pronto, Su Majestad. Espero que pronto podamos estar juntos, sin que nada nos separe... Pienso en ti todo el tiempo."
L: "Y yo en ti, preciosa. No puedo esperar a tenerte en mis brazos. Mientras tanto, diviértete esta noche y piensa en lo que vendrá."
R: "Lo haré. Besitos."
L: "Que tengas una gran noche, muñeca."
Después de un momento, salgo del camerino y exclamo hacia Hana:
|| ¡Hana, este vestido es hermoso! Tenías razón || Le digo mientas que Hana abre grandemente los ojos.
|| ¡Es perfecto! Riley te ves impresionante || dice Hana sonriendo.
|| ¡Riley! || exclaman Kiara y Penélope a la vez, mirándome con una gran sonrisa.
|| Te ves preciosa || dice Penélope con sinceridad. Mientras tanto, Madeleine me observa con una mirada envidiosa, enarcando una ceja y forzando una sonrisa cargada de hipocresía.
|| ¡Vaya! Me alegra ver que estás aprendiendo a seguir las instrucciones... || comenta Madeleine con sarcasmo. Me acerco un poco más para que solo ella pueda escucharme.
|| Claro que sí, Madeleine. Incluso tuve la aprobación directa del Rey hace poco || le respondo, manteniendo mi mirada fija en ella. Los ojos de Madeleine se abren de par en par, llenándose de ira. Enérgicamente, aparta su mirada de mí y la dirige hacia Penélope.
|| ¡PENÉLOPE! ¿Por qué rayos no estás vestida? ¿Acaso el tema de mi fiesta no te quedó claro? || grita tan fuerte que casi nos deja sin oído. Penélope la mira con nerviosismo, sosteniendo un vestido morado que no era metálico como Madeleine había solicitado.
|| Lo siento, Madeleine, pero parece que no tienen nada metálico de mi talla || dice Penélope, bajando la cabeza llena de angustia.
|| ¡Eres increíble! Pero, ¿sabes qué? No me sorprende. Era de esperarse algo así de tu parte… Eres una decepción, Penélope || exclama Madeleine, mientras Penélope está al borde de las lágrimas. Me llené de indignación al escuchar cómo la trataba, y estaba a punto de ponerla en su sitio, pero Kiara se me adelantó.
|| Será mejor irnos, Madi. No quiero que lleguemos tarde a la sesión de fotos con la revista Trend que programé exclusivamente para ti. ¡La noche es joven! Nos divertiremos mucho || dice Kiara con diplomacia.
|| Eso espero || responde Madeleine, virando los ojos.
|| Mil disculpas, Madeleine, no fue mi intención dañar tu temática. Iré a pagar tu vestido, ese es mi regalo para ti || dice Penélope con completa sinceridad.
|| Por lo menos obtuve una cosa buena de tu parte. Y me alegra que no hayas traído a ninguno de tus asquerosos perros. Supongo que debería estar agradecida por eso || se ríe Madeleine, entregándole a Penélope la etiqueta de su vestido.
|| Ya vuelvo || exclama Penélope triste, dirigiéndose hacia la caja registradora, escondiendo su rostro del resto de nosotras. El trato de Madeleine hacia las demás hace que mi sangre hierva. Pero no puedo perder la oportunidad que acaba de presentarse. Necesito ver la tarjeta de crédito de Penélope, así que corro rápidamente hacia ella.
|| ¿Quieres compañía, Penélope? Iré a pagar mi vestido también ||
|| Gracias, Riley, eso sería... realmente considerado de tu parte || me responde Penélope, y juntas caminamos hacia el mostrador. Al llegar, Penélope entrega la etiqueta del vestido de Madeleine a la cajera. Mientras la señorita escanea las etiquetas, comienzo a hablar con Penélope.
|| Es muy amable de tu parte comprarle el vestido a Madeleine ||
|| ¿Sabes? Sinceramente me da igual. Haría cualquier cosa con tal de estar en su lado bueno || exclama mientras saca su tarjeta de la billetera. Rápidamente estiro el cuello para ver el número. El número es 2302, pero, lamentablemente, no coincide. Una menos.
|| Penélope, Riley, ¿pueden apurarse? No hagamos esperar a Ana de Luca || nos llama Madeleine con impaciencia. Penélope corre hacia la puerta detrás de Madeleine. Yo rápidamente pago mi vestido y, una vez que está pagado, Hana y yo seguimos a las demás damas para no llegar tarde.
**
Después de un breve viaje en limusina, llegamos a un hermoso y lujoso estudio que Trend Magazine había asegurado para el evento de prensa. Ana De Lucca, la elegante representante de la revista, nos da una cálida bienvenida al entrar.
|| ¡Bienvenidas, señoritas! Es un verdadero placer tenerlas en nuestra revista || nos saluda Ana con amabilidad y profesionalismo.
|| Gracias, Ana, es muy amable de tu parte recibirnos || responde Madeleine con una inclinación de cabeza || Estoy encantada de que Lady Kiara haya podido organizar este evento ||
|| Estaba realmente emocionada cuando la madre de Kiara me contactó para solicitar nuestra exclusividad. Además, no puedo negar un pequeño favor a una vieja amiga || añade Ana sonriendo mientras nos guía hacia un área luminosa, repleta de cámaras listas || Perfecto, señoritas, comencemos con la sesión de fotos para el reportaje. Por cierto, Madeleine, quiero decirte que te ves absolutamente maravillosa hoy || elogia Ana con una sonrisa sincera, haciendo que Madeleine se sienta muy importante.
Mientras nos posicionan frente a las cámaras, escucho a Justin a través del auricular: "Riley, aprovecha y usa a tu perro. Será un gran detalle". Asiento en respuesta, mientras Ana cuenta hacia atrás desde tres con elegancia y profesionalismo.
Con cuidado, levanto a Chance y justo antes de que tomen la foto, poso con él. El flash se dispara y Ana captura la imagen perfectamente. Chance ladra felizmente y me lame la cara, provocando una risa espontánea.
|| Oh, ¡pero qué perrito tan encantador! || exclama Ana con entusiasmo y una amplia sonrisa.
|| Él es mi Chance, nadie como él || le respondo con una sonrisa, y Ana aprovecha para tomar otra fotografía. Luego, me mira con admiración y vuelve a dirigirse a mí.
|| Lady Riley, debo confesar que tu vestido es absolutamente impresionante, el diseño es perfecto… Gran elección || elogia Ana. A mi lado, escucho a Madeleine resoplar con visible molestia, fijando su mirada de disgusto en mí. Al mismo tiempo, Justin se comunica por mi auricular.
|| Encajaste y destacaste, chica… Buena elección de vestido || comenta Justin. Sonrío, sintiéndome ligeramente abrumada por la atención. Normalmente no soy tan tímida, pero noto cómo mis mejillas se sonrojan. Ana nos hace un gesto para que nos sentemos en unas cómodas sillas.
|| Muy bien, ahora que ya tengo las fotografías, es momento de algunas preguntas… Empezaremos con la Condesa Madeleine. Dime, Madeleine, ¿por qué permites que Lady Riley esté en la corte después de todo lo que ha sucedido? || inicia Ana, con voz firme y profesional. De repente, me siento nerviosa. Sé que no he hecho nada, pero las especulaciones de los tabloides me irritan, especialmente porque todo lo que se publica es mentira.
|| Honestamente, Ana, es agua bajo el puente || responde Madeleine sin vacilar, relajándose y suspirando.
|| ¿En serio, Condesa Madeleine? El escándalo, las fotos... ¿Nada de eso te concierne o preocupa? || pregunta Ana, y es evidente que Madeleine se pone tensa y molesta.
|| Mira, Ana, para ser franca, la forma en que la prensa ha tratado a Lady Riley y ha arrastrado su nombre por el barro es vergonzosa || responde Madeleine, apretando ligeramente su vestido y mirando fijamente a las cámaras || Además, ¿dónde está dirigida la ira contra Tariq? Los medios de comunicación han guardado un notable silencio sobre su papel en toda esta terrible experiencia y se han concentrado solo en Lady Riley || añade, relajándose un poco y esbozando una pequeña sonrisa || ¿No sería mejor para Cordonia si la atención se centrara en el futuro brillante que el Rey Liam y yo estamos construyendo para nuestra gente? ||
Ana parece desconcertada, y yo también. Francamente, no esperaba estas respuestas de Madeleine. Hace pocas horas, sospechaba de ella, y ahora parece estar defendiéndome, a su manera. Ana se queda pensativa.
|| Me has dado mucho en qué pensar, Condesa Madeleine || le responde Ana, y luego se gira para comenzar a entrevistar a Kiara. Aprovecho la oportunidad para hablar con Madeleine en un susurro.
|| Madeleine, sinceramente no esperaba esas palabras de tu parte || le digo con sinceridad.
|| Lady Riley, francamente no espero que me creas, pero para que lo sepas, no fue solo por adular a la prensa. Lo que dije es muy cierto || responde Madeleine.
|| Gracias, Madeleine, de verdad lo aprecio mucho || le digo. Ella agita su mano frente a mi cara, desestimando mis palabras.
|| Por favor, no lo hice por ti. Simplemente fui sincera sobre cómo me siento respecto a esta situación || ¿Acaso estoy empezando a romper su interior helado? Bertrand tardó en demostrar su cariño, pero ahora puedo sentir una calidez emanando de Madeleine, algo raro en ella. Esto me deja con muchas dudas sobre si fue o no la culpable. De pronto, ella me susurra: || ¿Me permites darte un consejo? || Asiento con la cabeza. || Siempre dile a la prensa que tus acciones y decisiones están motivadas por tu lealtad al Rey Liam y tu compromiso con el bienestar del pueblo de Cordonia. En el momento en que parezca que haces algo por interés personal, te acusarán de egoísta o arrogante. Recuerda, ¡una mujer debe conocer su lugar! En el juego de la política, la percepción lo es todo. Puedes usar esta estrategia a tu favor o dejar que otros la usen en tu contra ||
Justin interviene a través del auricular y casi me asusta, porque olvidé que todavía estaba escuchando. "La lógica de Madeleine es un poco retorcida... Pero hay una triste verdad en lo que dice. Podría ser útil jugar con las expectativas de los medios".
De repente, Ana me llama y yo sonrío, asintiendo con la cabeza en señal de aceptación por la pregunta que viene.
|| Bueno, ha llegado tu turno, Lady Riley. ¿Qué piensas de nuestra futura reina? || me pregunta, y la voz de Justin resuena nuevamente en mi oído con una gran advertencia. "Recuerda, Riley, que este es el día de Madeleine. No seas demasiado dura con ella o la prensa se volverá contra ti como los lobos que son". Miro a las mujeres a mi alrededor, luego a Madeleine, y finalmente a Ana, sonriendo con sinceridad.
|| La verdad, Ana, es que nunca he tenido una relación cercana con la duquesa, pero he notado que es buena para Cordonia. Después de todo, fue la elección del Rey, y yo nunca haría nada para lastimarlo ||
|| Me sorprende, Lady Riley, tu respuesta. Estás dejando a un lado tus diferencias por el Rey y el país. Eres demasiado gentil. ¡Esto será una gran adición a la entrevista! ||
"¡Esa es mi chica!" exclama Justin en mi auricular, sobresaltándome un poco y provocando una pequeña risa en mí. Ana vuelve a dirigirse a mí.
|| Gracias por tu tiempo, Lady Riley. Esto ha sido extremadamente interesante. Estoy segura de que mis lectores devorarán esta edición de la revista. Y de algo estoy segura: brillarás en ella. Gracias, Condesa Madeleine, por permitirme esta pequeña entrevista. Felicitaciones por tu compromiso ||
|| ¡Gracias, Ana, por todo!... Bueno, señoritas || Madeleine aplaude y se levanta con gracia || Es hora de ver lo que Lady Riley ha planeado para la noche. ¡Vamos, vamos! ||
"Muy bien, Riley," dice Justin en el auricular una vez más. "Creo que ha sido suficiente de mi parte en tu oído. Como ya has terminado tu aparición pública de la noche, no creo que necesites instrucciones para divertirte en una fiesta. ¡Así que cambio y fuera!"
Con eso, escucho una pequeña estática en el auricular y luego un silencio en el otro extremo. Delicadamente, me quito el pequeño auricular de mi oído y lo guardo en mi bolso. Antes de salir para el club, le pido a uno de los guardias que lleve a Chance con Maxwell. No puedo dejar que el pequeño me acompañe esta vez.
**
Después de unos minutos, llegamos al lugar que Justin reservó para nosotros: el Romeo Rooftop Pool & Bar. La fachada del edificio irradiaba lujo y exclusividad, con luces suaves que resaltaban su moderna arquitectura. Al llegar, un atento portero nos abrió la puerta y un personal de recepción nos dio una cálida bienvenida. Nos guiaron con amabilidad hacia un elegante ascensor, decorado con espejos y luces ambientales, que nos llevaría directamente al club VIP en la azotea.
|| ¿Y entonces...? || exclama Kiara dentro del ascensor, mirando a su alrededor con nerviosismo || ¿Esto es un club? ||
|| Estás en lo cierto, Kiara... Es un club. ¿Por qué? || pregunto, confundida.
|| ¡Cielos, es tan emocionante! || Penélope me agarra del brazo y se ríe || ¡Es la primera vez que estamos en uno! ¡Por primera vez tendremos música fuerte, bebidas divertidas y hombres por todas partes! ||
|| Esperen un momento... ¿Ustedes nunca han estado en un club? || pregunto sorprendida a Penélope y Kiara, quienes inmediatamente comparten una mirada de complicidad.
|| No || responden al unísono.
|| Lady Riley, no todas tenemos el lujo de tener un comportamiento tan... relajado o torpe || dice Madeleine, cruzándose de brazos y mirando las puertas del ascensor con cierta preocupación. Pero antes de que pueda responderle, las puertas finalmente se abren, revelando un impresionante patio en la azotea. La escena es deslumbrante: una piscina iluminada por luces suaves, sofás blancos dispuestos elegantemente alrededor de una hoguera ardiente, y una vista panorámica de la ciudad que quita el aliento. Música vibrante llena el aire, y una barra elegante se extiende a lo largo de un lado del espacio, donde los bartenders preparan coloridos cócteles.
Kiara y Penélope están radiantes de felicidad, sus ojos brillando con emoción.
|| ¡Esto es increíble! || exclama Kiara, dando vueltas sobre sí misma para tomar todo el ambiente.
|| ¡No puedo creer que finalmente estemos en un club! || añade Penélope, riendo y señalando hacia la piscina. Madeleine, en cambio, permanece un poco escéptica, observando todo con una ligera mueca.
|| Bienvenidas señoritas. Creo que esto va a ser muy divertido. Prepárense... Nos espera una ¡Gran noche! || Exclamo con una gran sonrisa.
|| Bueno, esperemos que esta experiencia sea tan maravillosa como la imaginan || comenta, aunque sus ojos recorren el lugar con una mezcla de curiosidad y reserva.
El grupo se acomoda en los cómodos sofás blancos. Mientras nos instalamos, Kiara saca algo de su bolso y comienza a revisarlo con concentración. Aprovechando la oportunidad, me acerco discretamente.
|| Hey, Kiara ||
|| ¿Oui? ¿Puedo ayudarte, Riley? ||
|| ¿Podrías prestarme tu tarjeta de crédito? Se me olvidó la mía y es momento de las bebidas || le pido, improvisando una excusa. Kiara frunce el ceño, claramente confundida por mi solicitud inesperada.
|| ¿En serio, Riley? Eres peor que Penélope || responde Kiara molesta || Estoy rodeada de idiotas || E inmediatamente saca su tarjeta del bolso y entregándomela con gesto de resignación. Sin perder tiempo, verifico los últimos cuatro dígitos, pero son 8914. No coinciden. Suspiro internamente, otro intento fallido. Devuelvo rápidamente la tarjeta.
|| Kiara, ¡mil disculpas! Acabo de recordar que la puse en el bolso de Hana. Gracias de todos modos || le digo, intentando suavizar la situación.
|| Disculpen || una voz demasiado familiar resuena desde el otro lado de la habitación. || Bueno, bueno, bueno, miren lo que tenemos aquí ||
|| ¿Olivia? || exclamamos al unísono, sorprendidas de verla, Hana, Penélope, Kiara y yo.
|| Y tú, ¿qué estás haciendo aquí? || pregunta Kiara, siendo la única que se anima a enfrentarla. Olivia sostiene una bebida en la mano mientras responde con sarcasmo:
|| Gracias por la cálida bienvenida, chicas. Pero, ¿no esperaban verme? ¿Será que por eso olvidaron invitarme? || pregunta Olivia con sarcasmo.
|| Tonterías, Olivia || responde Madeleine levantándose con aplomo y sonriéndole || Si deseas, puedes unirte a nosotras. Simplemente no pensé que estuvieras preparada para volver a los rigores de la corte ||
Olivia toma asiento con su bebida mientras Madeleine agarra su bolso cerca de su costado. Es mi oportunidad para ver su tarjeta de crédito.
|| Voy al baño || anuncia Madeleine mientras el resto nos acomodamos || Espero encontrar champán en la mesa cuando regrese, chicas || añade antes de salir.
|| ¡Si quieres, yo cuido de tu bolso mientras no estás! || me ofrezco con entusiasmo, provocando que Olivia me mire con preocupación.
|| Gracias, pero ¿por qué necesitaría que hagas eso? || pregunta Madeleine desconcertada.
|| Porque no es seguro dejar tu bolso en un lugar tan concurrido... podrían robártelo || argumento tratando de ser convincente.
|| Mmmm... Tienes razón. En ese caso, Kiara, acompáñame tú. Esperarás afuera y sostendrás mi bolso, no Riley || dice Madeleine inclinándose más cerca || No quiero dejar mi bolso contigo ||
|| Oui, Madeleine, por supuesto... || responde Kiara rápidamente, levantándose para seguir a Madeleine al baño. Es molesto ver cómo tanto Kiara como Penélope la siguen y cumplen con todas sus órdenes.
|| Supongo que iré a buscar las bebidas || exclama Penélope, comenzando a revolver en su bolso. De repente se sobresalta y dice desesperada || ¡Diablos... ¿Dónde está? ||
|| ¿Dónde está qué? || pregunta Hana con preocupación mientras continúa buscando en su bolso.
|| ¡Mi tarjeta! Debo haberla dejado en la tienda cuando compré el vestido de Madeleine... ¡No puede ser! Esta noche no puede empeorar más || lamenta Penélope, agachando la cabeza entre las manos en señal de derrota. No puedo evitar sentir pena por ella; debe estar angustiada por lo que Madeleine podría decirle.
|| No te preocupes. La primera ronda va por mi cuenta || interviene Olivia levantándose con su bolso y tomándome del brazo || Riley, ven a ayudarme a buscar las bebidas. Necesitaré ayuda para traerlas de vuelta ||
|| Está bien... || respondo mientras la sigo hacia la barra. Una vez allí, Olivia se dirige al camarero para hacer su pedido.
|| Dos botellas de champán y seis copas, por favor || solicita con decisión. Después de dar su orden, se vuelve hacia mí con una mirada inquisitiva || ¿Qué estás tramando, Riley? || pregunta directamente.
|| ¿Esperar contigo? ¿A eso te refieres? Tú misma me pediste que te acompañara || respondo, intentando desviar el tema.
|| ¡Vamos! Sabes muy bien a qué me refiero. Te escuché hablar con Kiara mientras me acercaba, y luego intentabas quitarle el bolso a Madeleine || me acusa, observándome con atención || Estás tratando de ver las tarjetas de crédito de todas, ¿verdad? ||
Me quedo estática, con una expresión impasible. ¿Debería admitirlo o mentir? ¿Puedo confiar plenamente en Olivia?
@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
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Al pensar en tu boca hay un rio tierra abajo de mi piel, hay suspiros anidados entre mis labios al roce de tu nombre.
tú y yo en un mismo latido, tal cual al roce del mar en la arena, la espuma diciendo nieve,
una flor roja entre mi ombligo y tu boca..
un ramo lila al roce de tus palabras en mis silencios,
tú yo yo acorde entre la suspiro y una sonrisa
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Encuentro
Quedamos de vernos en el lugar que acordamos, llevo esperando ya más de 15 min por que siempre me gusta ver llegar a la gente y no que me vean llegar. ¿Serán mis inseguridades aflorando?
Mi madre me dice que soy siempre demasiado escrupulosa, pero no quería llegar tarde a mi cita. Y claro que no esperaba menos de mi si no llegaba a nuestro punto de reunión con tiempo de anticipación para ver las posibles, salidas de emergencia si es que al final del día resulta ser un señor de 45 años con barba y bigote de motociclista.
Llevamos poco más de 6 meses conversando por Discord y compartiendo muchos momentos a la distancia, hasta que por fin me disuadió de encontrarnos al menos una vez en persona.
Tuve un poco de mala suerte ya que mi madre llego temprano a casa y logro ponerme más nerviosa de lo que ya estaba.
-Guau, que guapa. ¿Verás a alguien acaso?- dijo mientras me miraba de arriba a abajo y notaba que llevaba puesto mi vestido de flores amarillas con volantes, mis botas de tacón bajo negro y mi cabello arreglado a rizos con una sonrisa picara en la cara. Era obvio que, notaría que mi salida era para verme con alguien y su interrogante no hiso más que ponerme más ansiosa por el momento en que nuestro encuentro se diera.
-Si- respondí bajando la mirada como si nada pasara- pero llegaré temprano ¿Ok?.
Al menos el que no hubiese trafico y ningún retraso al salir de casa hace que venga con los nervios más tranquilos que la noche de ayer, cuando con ese "No puedo esperar a mañana para verte" puso a bombear a mi corazón más sangre que en mis 500 mts en natación y ahuyentó mi sueño hasta que por fin cerré los ojos del cansancio.
Encontré al centro del pasillo de la plaza unos sillones alado de una heladería, y como sabía que no podría permanecer sentada ni un segundo ya que los nervios no me dejarían estar sentada tranquila, me quede esperando parada en el barandal cerca del pequeño rio artificial, que se hallaba ahí cerca.
Estoy que no puedo con la emoción de ver su rostro, cruzar miradas y verlo sonreír. El y yo quisimos mantenernos incognitos ya que no buscábamos nada más que tener a alguien con quien compartir una buena charla al llegar del trabajo, pero poco a poco y evolucionando (quizás este loca), con esas pláticas intensas a media noche, su cálida voz y esa risa contagiosa, siento que me eh enamorarme de este hombre aún sin rostro.
Miraba hacia todos lados levantando la mirada de mi teléfono con pantalla encendida en su ultimo mensaje "Voy en camino" tratando de no verme desesperada para verlo llegar. Me dijo que llevaría una camisa negra de mangas largas y mezclilla, así que ya buscaba de entre la gente que pasaba a aquel hombre que me robaba el sueño desde hace ya varios meses.
Tengo miedo de lo que llegué a pasar al vernos, ¿será de verdad que tengamos esa maravillosa conexión y perdure aún con la aflicción de lo físico y visual, o será que solo nos idealizamos demasiado?. Me muerdo el labio superior mientras lo pienso y mi pecho esta ardiendo.
Un segundo después, veo a un hombre alto doblando el pasillo. Apurado sacó el teléfono de su bolsillo posterior derecho y caminando a mi dirección empezó a escribir en su pantalla. Noto que usa lentes de aumento cuadrados color negro, lleva una camisa negra de mangas largas detallando sus atléticos brazos, un pantalón de mezclilla capri de un azul deslavado y el cabello un poco largo y peinado, pero sin gel.
Suena mi teléfono con su tono especial de mensaje "Ya estoy aquí pequeña". Regreso mi mirada a aquel hombre que se acerca a mi que ya me esta mirando y devolviendo la sonrisa.
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Por eso es mi mundo, porque siempre que yo la quiero mucho se vuelve geografía. Y obviamente no puedo decirle lo que me gustan sus tetas, así tan bruscamente, porque si lo hago a ella, a mi mundo, se le tuerce el labio de abajo como si sólo supiera respirar hacia dentro y yo tengo que besarla por miedo a que se ahogue. Entonces le cuento lo que me gustan esas dos montañas que le crecen alrededor del corazón y que justo debajo del ombligo tiene una ciudad que se llama lujuria. Y es cuando es el labio de arriba el que se abre y el de debajo le acompaña como si bailaran un tango con esa lentitud tan bella que parecen escapar de su garganta doscientas cincuenta y siete mariposas de todos los colores y me poso en su boca y me las trago todas, hasta que en mi vientre el amor me vomita por dentro. Y lo bello que París le habita por los muslos y el Sena allí tan relajado mojándome la barbilla y lo hermoso que es poder lamerle la puntita de la torre Eiffel y hablar francés sin palabras en el arco del triunfo que dibujan sus tobillos en el aire. Y sortear con mis dedos los acantilados de su espalda y morder suavemente las colinas de sus hombros y beber del rio que nace de su nuca, que desemboca entre sus nalgas, que se hace catarata entre sus piernas y me estalla en la cara sin permiso. Y navegar por su columna vertebral y hacer un viaje de ida al mismo centro de su ombligo y que se invente una isla en la palma de su mano para poder naufragar entre sus dedos. Por eso es mi mundo, porque siempre que yo la quiero mucho, se vuelve geografía.
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Por el día rio y por la noche lloro... La vida es así, a veces arriba a veces abajo, pero mejoraremos, sé que estaremos bien ❤️🩹.
#cosas que escribo#escribir#escritos#te amo#amor#tumblr#cartas de amor#citas de amor#frases de amor#desamor
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tu casa? nd also. no pista
hola!
👋. thats me waving at you btw.
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hola
PERO NO SOY TAN COMPLICADO PARA HUIR Y QUEDARME AQUI EN SILENCIO
PERO NO SOY TAN SIMPLE PARA NO ADVERTIR
QUE NO HAY 3 MINUTOS NI HAY 100 PALABRAS QUE ME PUEDAN DEFINIR
DUERMO BOCA ABAJO Y CON PIJAMA SI HACE FRIA
DE LA VIDA YO ME RIO PQ ES CORTA Y GRATA
NO USO SACO NI CORBATA NI ME GUSTA EL PROTOCOLO
ESTOY EN BUENA COMPAÑÍA PERO SE CUIDARME SOLO
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mayor que yo ✧ huang renjun
nombre: huang reujun.
titulo: mayor que yo.
interprete: wisin & yandel feat. daddy yankee, baby ranks y tony tun tun.
palabras: 2209.
advertencia!: contenido sexual explícito.
a la madre de renjun siempre le había gustado salir de viaje con sus amigas más cercanas, su acomodada situación económica se lo permitía así que jamás tuvo problema, sobre todo sabiendo que su esposo ni siquiera pasaba en casa, sin embargo el hijo era el que se llevaba las consecuencias, estando solo la mayor parte del tiempo, no odiaba a sus padres por la nula preocupación pero le gustaba que al menos le dieran algo de atención. él era un buen muchacho, jamás se metía en problemas, le gustaba leer, escuchar música y por sobre todo dibujar, renjun era demasiado dulce y único, al menos eso era para la vista de todos.
—junnie, hijo, que bueno que llegaste de la escuela. — sonrió la madre tomando su brazo para ir a la sala encontrándose con dos de las amigas de ella y otra mujer, supuso que era mayor que él, nunca la había visto en casa.— te presento a (t/n), ella es guía turística y traductora, nos conocíamos hace un tiempo, es una gran amiga y ahora me estuvo conversando sobre un viaje a brasil, ya sabes que no pude resistirme.— rio con suavidad aliviando un poco el ambiente.
—y ¿eso por qué me involucra a mí? — preguntó mientras quitaba la mochila de sus hombros y le daba una rápida mirada a la desconocida, relamió sus labios cuando sin querer su vista pasó por su escote. — jamás salimos juntos, siempre vas con ellas. — apunto con su mano a sus amigas.— mamá, sólo déjame el dinero que necesitaré por esos días y ya está. tengo mucha tarea, debo irme, un gusto verlas señoras. — hizo una leve reverencia para poder irse, sólo que no fue posible ya que nuevamente su madre habló.
—ellas no irán, bueno, (t/n) sí. será un viaje familiar, renjun, tu padre también vendrá con nosotros. será una semana completa, ya arreglé todo para que faltes a la escuela, no habrá problemas con nada. — murmuró con tranquilidad, él sin duda estaba algo sorprendido, frunció el ceño y soltó un suspiro asintiendo.
—será muy divertido, renjun, iremos a un país hermoso, como guía los acompañare para que todo sea mucho más especial, no te arrepentirás. — (t/n) habló sonriéndole y levantándose del sofá.— e incluso puedes averiguar dónde quieres ir y yo con gusto podré arreglar todo para ir.— se encogió de hombros mirándolo, el muchacho embobado sólo asintió.
—está bien, no tengo más opción. — dijo el menor sin dejar de apreciarla, mordió el interior de su mejilla y se alejó. — ahora sí, me iré, un gusto.— musitó para subir las escaleras e ir directo a la habitación, cerró la puerta con seguro y se sentó en la cama.
oh, maldición, cómo aguantaría un viaje con esa mujer, se recostó en la cama imaginando que la tocaba, la piel brillante y suave que tenía la guía lo enloqueció, esa voz tan dulce que salía de sus labios deseó con todas sus fuerzas por oírla gemir alguna vez. pasó su mano por encima de su bulto creciente en su pantalón gris escolar, quitó sus gafas y luego sacó su polla dándose masajes en ésta, gimió muy bajo aún sin poder dejar de pensar en esa mujer que creía inalcanzable, su mano se movía de arriba abajo con rapidez, no podía creer que estaba masturbándose pensando en una mujer mayor.
la masturbación era algo que practicaba con frecuencia, renjun no era tan bueno con las chicas, sí había follado dos veces, pero nunca se dio más. estuvo varios segundos más, cuando sintió contraerse y su polla doler golpearon la puerta con fuerza sobresaltándose, se subió los pantalones con rapidez nervioso.
—irenjun!, baja a comer algo, vamos a salir más tarde. — alzó la voz su madre, el menor suspiro y contestó con un simple "está bien", por poco había sido descubierto.
[…]
las dos semanas de planear el viaje le resultaron muy rápidas al joven renjun, pensó después de todo ese tiempo esforzándose en la escuela que, si le vendría bien aquellos días en brasil, ya poco le faltaba por acabar sus estudios para entrar a la universidad, estaba seguro que sería el mejor de su grado. le molestaba admitir que estaba emocionado por el viaje, porque siempre quería verse desinteresado, sólo que ya se había comprado un mapa, una libreta, una cámara y un par de cosas más.
la ida en avión fue muy inestable para él, a pesar de no ser la primera vez, le ponía tan nervioso ir con (t/n) a su lado, no dejaba de preguntarse ¿cómo hacia para verse tan hermosa?, quería quitarle es vestido azul oscuro y follarla ahí mismo, oh dios, renjun estaba tan caliente que su delicado cuerpo simplemente tenía que aguantar hasta el hotel, agradecía eternamente a su madre por una habitación solo, porque la masturbación que se iba a dar sería gloriosa.
cuando llegaron a destino, fue inevitable comenzar a sacar fotos, la chica lo miraba con dulzura, le gustaba aquellas muecas que hacía, la facilidad con la que se enojaba por cosas tan tontas, sin duda notaba su frustración y su poco interés en el resto, pero también notó la erección que se mantuvo por un rato en el avión. ella no era tonta, en lo absoluto, sabía las ganas que le tenían y también sabía que estaba mal pensar así cuando huang tenía dieciocho y ella veintitrés.
—renjun, (t/n) nos recomendó un restaurante chino cercano de aquí, así que iremos y luego pasamos al hotel, si quieres puedes ir directo con ella, te ves muy cansado, cariño, deberías dormir un poco, mañana sin duda saldremos a todos lados.
— le dio unas acaricias en la mejilla y él asintió después, vio como sus padres se marchaban y la traductora que los acompañaba acercarse.
—ven, vámonos, hay un taxi esperándonos. — sonrió suavemente para tomarle la mano, comenzó a seguirla junto a uno de los encargados de equipaje que los ayudó con todo a subirlo al auto. de camino allá no hablaron mucho más que un simple "estuvo agotador el viaje".
al llegar al hotel, los encargados de la recepción ayudaron a dejar a sus maletas en las respectivas habitación, mamá y papá huang en una matrimonial, renjun en una normal solitaria que daba al siguiente pasillo y ella a la habitación de al lado, que suerte. la muchacha lo primero que hizo fue quitarse el vestido, encendió el aire acondicionado y se recostó boca arriba en la cama, el calor de brasil ya la estaba matando, pensó por qué demonios había aceptado venir y ah sí, le habían ofrecido mucho dinero.
cerró sus ojos dándose un momento de relajo, si que lo necesitaba después de semejante incomodidad que tuvo con él. se levantó para ordenar su ropa en la cama y entró al baño para comenzar a desnudarse en silencio, el cual fue interrumpido por ¿gemidos?, frunció el ceño y acercó su oreja a la pared que daba con la de renjun, efectivamente escuchaba los suaves jadeos que éste daba, sonrió y se colocó la bata blanca con cuidado. salió de su habitación y sin previo aviso entró a la del contrario.
—¿renren? ¿estás aquí? oí ruidos ¿estás bien?. — preguntó mientras cerraba la puerta con seguro detrás de ella, el menor sobresaltado dejó de tocarse la polla, ¿qué no podía tocarse en paz?.
—sí, (t/n), sólo se me cayó algo nada más. — murmuró mientras se subía el short y se colocaba una camiseta para salir del baño, se sorprendió al ver sólo con una bata, no obstante sonrió un poco y se sentó en la cama.— estoy bien, no tienes de que preocuparte.—
—oh, está bien, lo siento.— rio bajo y se sentó a su lado, relamió sus labios al ver el bulto en sus pantalones, junto sus piernas sintiéndose húmeda.— ¿seguro qué no tienes ningún problema ahí?.— le apuntó su entrepiernas.
él rio.—oh, uhm, llevo días queriendo masturbarme tranquilo pero siempre interrumpen, es un poco irritante.— arrugó su nariz ligeramente, sonrojándose de inmediato por darse cuenta de lo que había dicho, negó con rapidez y relamió sus labios.—lo siento, yo no debía decir eso, dios, que tonto soy. es sólo que hace mucho tiempo que no tengo sexo, ¿supongo que me pones más nervioso de lo habitual?, usted es demasiado linda..— se encogió de hombros alzó su mano con cuidado, perfiló la barbilla y labios de la contraria con su índice sonriendo suave y despacio, (t/n) no soportó el toque, se inclinó de inmediato para estampar sus labios contra los él siendo correspondida de inmediato por varios segundos.
—déjame ayudarte, por favor.— susurró la mayor levantándose de la cama para arrodillarse frente a él, se deshizo de la bata blanca quedando completamente desnuda ante renjun, alzó sus manos para agarrar el elástico del short y boxers, así bajarlo hasta el suelo. mordió su labio inferior al ver su polla salir dura y grande, jadeo sin siquiera tocarla.
—y-yo, no sé si tú quieres hacer esto, es decir, yo si quiero, oh por supuesto que quiero pero no quiero obligarte a nada.— dijo con rapidez bastante nervioso ante el toque que le daban en sus muslos.
—estoy bien, sólo mantén la calma. — se encogió de hombros y después le sonrió mucho más tranquilo la miró fijamente— entonces chupa, cariño. — le dijo para agarrar los mechones de cabello y hacer una coleta improvisada, (t/n) no esperó más órdenes para llevarse todo a la boca, humedeciéndolo, su lengua pasó por el glande presionando círculos demasiado satisfactorios, ambos gimieron al mismo tiempo.
no dejó de chupar por varios segundos y tampoco dejaba de ser presionada contra el miembro del contrario que tocaba el fondo de su garganta, la muchacha se alzó con suavidad para juntar sus senos alrededor del falo, se sentía tan bien para él que lo masturbaran de esa forma, una rusa perfecta le estaban haciendo por primera vez. sintió escalofríos ante los gemidos repentinos que daba el menor en la habitación, notaba como entreabría su boca soltando algunos profundos suspiros, aunque pasado unos cortos segundos agarró la mano de la muchacha para recostarla en la cama quedando encima, porque sí, a pesar de ella se mayor, no le ganaba de estatura, cosa que se le facilitó.
renjun, la besó, le repartió besos por todo el cuello, hombros y senos, se quitó la camiseta que en ese momento molestaba bastante ya para dejarla en el suelo, abrió con suavidad las piernas de la contraria y agarró su miembro, no sin antes mirarla, casi pidiendo aprobación. sonrió al verla asentir, rozó la punta con los labios vaginales, estuvo torturando ambos por un par de segundos, (t/n) se sintió verdaderamente bien, imaginar que alguien tan dulce como lo era él pudiera jugar con ella se esa manera era extraño, las frías manos del muchacha recorrían sus caderas muslos y senos, no dejaba de tocarlas y ese maldito contacto físico le enloquecía, dio el primer movimiento llenándola por completo, los jadeos inundaron la habitación, el ritmo comenzó a aumentar de forma gradual, sus testículos chocaban con la desnuda piel de la muchacha mientras que ella sólo se aferraba a los delgados brazos de renjun, el cual sonrió un poco. se veía preciosa a su vista, con los ojos cerrados, las mejillas rojizas y los labios mojados, ni en sus mejores sueños pensó follarla.
cada embestida que le daban era un gemido de su parte, ambos se movían muy bien, tanto que no creyó en lo absoluto que él no había follado hace mucho tiempo, su vista se nublo cuando huang llevó dos dedos a su boca para chuparlos y colocarlos encima de su clítoris dándole más presión, trazó descuidados movimiento.
—oh, dios, renjun, por favor sigue. — alzó la voz agarrando una de las almohadas apretándolas y evitando perder la compostura. —mmh, lo haces tan bien.— le dijo pasando su mano por su cuello para acercarlo y besarle los labios, estaban pronto a llegar al orgasmo así que aumentó el insano ritmo.
golpeó una y otra vez lo más profundo que pudo con su polla hasta que (t/n) gimió su nombre, él se corrió ensuciándole con su semen, soltó un suspiro intentando regular la respiración, sacó su miembro con delicadeza observando como es que el líquido salía con lentitud, la miró sonriendo y le acarició el muslo suavemente.
—le traeré algo para que se limpie. — renjun se levantó con rapidez, pero ella negó.
—no, tomemos una ducha juntos. — se levantó, agarró su mano y lo acercó a su cuerpo dándole un corto beso en los labios.
—(t/n), no me importa que seas mayor que yo, en serio la quiero conmigo. — le susurró bajo para entrar al baño.
—sabemos que tus padres enloquecerían, cariño, todos te ven como niño todavía. — hizo una pequeña mueca, no obstante, él rio.
—usted no me ve así, mis padres no son importante en este momento y después, sólo hay que intentarlo, al le ayudó a entrar menos una vez. — a la bañera con cuidado y escuchó un delicado "está bien, hay que intentarlo".
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Amor Prohibido (ESP. VER.)
prompts de @raven-cincaide-words
Philza se tambaleaba por los pasillos de la escuela, había dormido poco y nada, la imagen de Missa parado en su habitación lo hacía temblar, no sabía si de miedo o de emoción, todo en Missa se sentía casi prohibido, como si el mero pensamiento del Dios fuera ilegal, como si la mención de su nombre fuera un crimen y como si la presencia de este mismo un pecado.
“¡Hey, Philza!” El grito de Fit en su oreja lo sacó de su ensoñación, “Diablos, te ves como si hubieras visto un fantasma, amigo.”
Algo como eso, pensó Phil con humor, “Ja, ja, ja, solo tuve una de esas noches, Fit.”
“¿Todo bien?”, preguntó su amigo, preocupado por él. “¿Es sobre tus padres, otra vez?”
Philza le sonrío, “no, no, nada de eso,” dijo para luego suspirar, “es algo que… en realidad no es tan importante, tengo que procesarlo primero, eso es todo.”
Fit le dio una de esas sonrisas brillantes y completas, “Bueno si estás teniendo problemas no te olvides que mi ma siempre te va a recibir con un plato de albóndigas en casa.”
“Gracias, Fit.”
“Nah tonterías, todo por mi hermano,” dijo dándole un golpe en la espalda a Philza, “Vamos, tenemos clases de historia con Monsieur Etoiles.”
Phil suspiró, “Ve te alcanzó, voy a sacar mi cuaderno de dibujo, si escucho a Etoiles hablando de columnas del periodo románico una vez más sin nada que hacer me mato.” Dijo Philza haciendo un sonido de ahorcado.
Fit se rio, le hizo una seña para que se apresurara y tomo a Pac de la cintura dándole un beso un poco subido de tono.
“¡Fit, Pac!”, grito el director Halo desde su lugar al final del pasillo, “Esto es una escuela, no un motel.”
Phil se rio, y busco entre sus cosas su cuaderno de dibujo, pero no parecía poder encontrarlo, “¿buscando esto?,” dijo una voz que conocía demasiado para el gusto de Phil.
“¡Missa!”, chilló Phil en silencio, “¿Qué haces aquí?”, dijo en un susurro tomando su cuaderno entre sus manos.
“¿Acaso no puedo visitarte, querido?”, pregunto el Dios, esas galaxias brillando con algo de picardía.
“No,” chilló Philza, “voy tarde, adiós” dijo desapareciéndose por el pasillo.
“Adiós, querido” dijo Missa, sus palabras casi como un susurro del viento.
Philza trató de ignorarlo, se sentó en su asiento a un lado de Fit y Pac, preparado para ignorar lo que sea que iban a estudiar en historia y dibujar algo, lo que sea, para poder respirar un poco, pero al abrir su cuaderno había un dibujo extremadamente detallado de él en la primera página, había una frase abajo del dibujo.
Para mi cuervito, xoxoxo, Missa.
Philza sintió un escalofrío recorrer su espalda, ¿Por qué Missa no lo podía dejar en paz? Él solo quiere estar tranquilo, y vivir su vida en paz, ¿era mucho pedir eso?
“Woah,” dijo Monsieur Etoiles, “No sabía que podías dibujar tan bien, Philza.”
“No, no es mío, señor.” Dijo Phil, pasando la página a una vacía, “gracias de todos modos.”
“¡Bonjour à tous!” Todos respondieron con un seco ‘Bonjour Monsieur Etoiles’ haciendo que el profesor rodadara los ojos por la falta de entusiasmo, “Hoy vamos a hablar de dioses, y quería empezar con uno de mis dioses favoritos, Moris, Dios de la muerte.”
No podía ser, Missa lo estaba persiguiendo, no podía dejarlo en paz.
“Moris,” explico Etoiles, “es, además del dios de la muerte, el dios guardián de los niños y las muertes injustas, la leyenda cuenta que su primero amor, Felipe, le fue arrebatado a una temprana edad, él pasó toda su vida mortal buscando al culpable, al ver su esfuerzo, la diosa de la muerte, Trixtin, le dio una vida inmortal por su empeño.”
“Hey Phil,” dijo Fit con una risa, “¿ese no es la estatua que besaste?”, dijo suficientemente alto para que toda la clase lo escuchara
Todo el color se fue de la cara de Phil, de repente fue el centro de atención y eso lo hacía querer que la tierra se lo tragara. Monsieur Etoiles soltó una risita.
“Vaya, vaya, ¿Besando dioses a esta edad, señor Watson?”, dijo con un poco de burla, “¿No sabes que eso podría traerte problemas?”
Bueno, a Philza le hubiera gustado que alguien le hubiera dicho eso antes de que le hubiera dado un beso a la estatua en el cementerio. “No lo sabía, señor.”
“En muchas leyendas antiguas,” dijo el profesor, “se habla del amor que le tienen Moris, o Missa, a un alma en particular, el alma de su querido Felipe, se cuenta que, el dios solo aparece para esa alma, porque el alma de Felipe y la del dios están unidas para toda la eternidad.”
Genial, ahora estoy vinculado con un dios medio rarito por el resto de mi puta vida. Se quejó en su mente, pudo ver como el profesor seguía viéndolo, como si algo no estuviera bien con él.
“Señor Watson, te veo demasiado preocupado por esto, ¿Qué piensas del dios?”
Es increíblemente molesto y pegajoso, “Si era tan bueno, ¿Por qué no deja al alma de Felipe en paz?”
“Porque eres mío, cuervito” una brisa corrió por la sala y eso fue lo que Philza escucho, la simple respuesta de su condena eterna.
HELLO, HELLO, HELLO!!!
Así que normalmente me callo y posteo esto, pero como esto se está haciendo tan popular, estaba pensando. Si alguien me hace una portada para Wattpad y un banner, publicaré esto como un fanfic más largo
XOXOXO, tu amigo, Speaker
#qsmp#qsmp pissa#pissa#pissa nation#speakerwriting#missasinfonia#qsmp missa#deathduo#qsmp fanfiction#qsmp philza
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Wartale [parte 5]
Sans sonrió ante las palabras de la joven cris, pero no fue una sonrisa de felicidad y mucho menos de emoción, si no, una sonrisa más de. . . tristeza y desesperanza. Obvio cris no lo noto, ya que flowey la distrajo festejando con emocione inocente e infantil.
Bueno, sigamos antes de que alguien más aparezca y quiera matarte. – dijo sans y empezó a caminar, yéndose adelante para la siguiente sala.
Al llegar allí, cris se encontró en la entrada con un monstruo, que era una rana al parecer, pero era más grande, mucho más grande, pero no la ataco, ni siquiera lo pensó, el saludo con una sonrisa y la vio seguir a sans. En la habitación habían muchos lugares con las flores en las que ella había caído y unas hojas rojas, como de otoño, pero allí no habían árboles, había un marco de puerta, que parecía llevar a otro cuarto, pero estaba bloqueado por rocas, el cuarto se había desmoronado. sans no la esperaba, el solo avanzaba, era como si el quisiese que no se detenga a hablar o a nada, el paso a la siguiente sala y cris se cruzó con un monstruo como el primero que se encontró, pero este era más pequeño, el peque se asustó al verla, apartándose y dejándole el camino libre, cris y flowey lo miraron y le sonrieron amablemente, el más pequeño parecía tener un brillo en su mirada, la cual se llenó de felicidad al ver que no solo no lo atacarían, si no que era amigables, quería hablarse. Cuando sans hizo un pequeño sonido como aclarándose la garganta, llamando la atención de cris para que siga avanzando, cris lo siguió, saludando con la mano a su nuevo amigo, cuando llegaron a la siguiente habitación, cris noto un cartel, este decía:
“1 de cada 3 rocas prefiere que le pidan permiso antes de empujarlas”
Extraño texto, como una roca podría siquiera pensar, sans empujo 2 rocas para completar el puzle, pero cuando cris trato de empujar la tercera, escucho una voz chillona.
Hey!, que crees que hacer!?, no me puedes empujar así como así!, es una falta de respeto!
Sans se carcajeo, enserio quería ver como la humana reaccionaba a esto –
Cris se asombró, pero mantuvo la calma y se agacho frente a la roca – lo siento señor. . . o señora?
La vos chillona volvió a escucharse – don roca para usted. – sonaba muy molesto
Cris se sonrió – okey don roca, lamento haber pensado que usted quería ser simplemente empujado, si debí preguntar, espero pueda disculparme – cris dijo con mucho respeto a su contrario amigo sólido y frio, mientras flowey solo miraba con una sonrisa tímida y dulce
. . . mhh. . . está bien, te disculpo. . . por qué querías empujarme?
Es que necesito activar este mecanismo para poder pasar con mis amigos a la siguiente sala
O ya veo, con gusto iré hasta allí, pero no por mucho tiempo, me gusta este lugar, la tierra es más blanda –la roca se movió por su cuenta y se puso sobre la placa de precio, el camino estaba libre para seguir.
Sans estaba impresionado, el normalmente suele levantar la roca y poner la sobre la placa, o hablarle feo así le hace caso, sans por un momento, sintió algo de calor en su pecho y su cara, sentía emoción o tal vez esperanza, pero los pensamientos borraron eso. Cruzaron y la roca volvió a su lugar, la siguiente habitación fue muy fácil, sola presionar botones de colores y buscarlos, lo que sans se sabía de memoria, ya que solía ir mucho allí. Llegaron a una sala, donde el suelo se rompía fácilmente si pisabas el lugar equivocado. Cris si tenía algo de miedo por caerse, ya que no sabía que habría allí abajo, sans le dijo que no se preocupe, el tomo de la mano, la pego a él y de la nada aparecieron del otro lado de la sala, cris está más que asombrada, sino que también algo enojada.
Todo este tiempo pudiste tele-portarte y nosotros haciendo los puzles??!!
Sans rio, jamás pensó que esa sería su reacción, ya que otros lo miraban con espanto luego de tele-portarse – hehehe, persona, pero no lo suelo usar mucho, me cansa rápido yes de baja distancia, no es algo que pueda usar siempre
Cris lo miro – te cansas por usar tu magia?, no que era algo de ustedes y que nacían con eso?
Sans la miro con cara rara – tu cuando bailas, juegas o corres, te cansas verdad?
Cris asiento –
Pues es lo mismo, como le dijiste eso?
Es que no me gusta hablar mucho, yo solo se curar y tal vez atacar, pero jamás lo he hecho
Sans giro los ojos –
Cris se estiro – bueno, aun así, creo que falta y no sé cuánto tiempo llevo aquí, siento que ya es de noche
Lo es, seguro son como las 12 de la noche
Cris bostezo, pero siguieron su camino, a la siguiente sala, allí había muy poco, no había ningún puzle y tampoco puertas, si había caminos distintos, uno que daba a una sala visible, que tenía muchas telarañas y arañas muy grandes, cris sintió un escalofrío que recorrió toda su columna vertebral. Sans se agacho en el montón de hojas que estaba en el centro de la habitación.
Hola amigo, listo para irnos?
Las hojas se quitaron y una especie de sabana flotante se levantó, era grisáceo pero celeste, tenía cara triste pero no parecía estarlo, era raro.
Cuando cris vio eso, inmediatamente pensó en fantasmas y demonios, el conocido de sans, se alertó al verla, lo que termino en que entren en combate, sans no podía interferir, pero si tratar de ayudarla, aunque cris ya sabía que haría en su siguiente paso.
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Sistema fiat de resguardo del dinero del particular
Dos sistema que el sistema fiat resguarda la existencia de los valores o del bien intelectual. Ambos son el patrimonio.
Valores. El trabajo y tierra, lo primo El producto el valor agregado La inversión el valor agregado producto mueble rentado, patrimonio rentado. Intermedio. La moneda.
El sistema fiat, resguarda el dinero particular adquirido o heredado con múltiples u sucesivos y en cadena inscripciones.
_ marca, propiedad intelectual ( como creador, todo es manufactura ) – este es el primer registro activo; constitucional –
Resguardo. Registro de marca- nombre con razon social. De ahí para abajo y para arriba se reguarda todo. Arriba; lo que se compra o lo que se presta, servicios o renta. Abajo; lo que se venda o contrata. Cada acción para arriba o para abajo queda registrada – registro pasivo- con garantes del sistema fiat, y es en cada acción, como imprimir dinero. Garante o gerente de sistema fiat. caja fiscal y movimientos bancarios en cuenta corriente.
Resguardo de sistema fiat de dinero particular.
Por registro inicial. Este asegura además al superior y al inferior y en todo sucesivo registro, de múltiples comprobantes cruzados, ticket caja fiscal, pagare cuenta movimiento corriente. Son registros muy estables, la maquinaria de registro fiscal como registro de propiedad y patrimonio. La marca propiedad, todo lo demás patrimonio. Eso es lo que lo garantiza, en tres a cinco eslabones hay 120.000 comprobantes duplicados.
Componentes de valor agregado de pais. Instrumentación fiat.
Ingresos brutos. Todo lo facturado de un agente, sin descontar, sueldos e impuestos. Teniendo este ingreso, por la maquinaria de registro tenemos los sueldos de gerentes, dueños y empleados. Además contribuye a registro de facturación de otra empresa interviniente de cadena. Rio arriba, compra o prestación de servicio. Abajo. Vende o contrato de servicio.
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CAPITULO 27 - PROBLEMAS Y ALGO MAS
|| ¡Lady Riley, qué sorpresa! || exclama abriendo ampliamente los ojos y evaluándome de arriba abajo.
|| Tariq, mil disculpas. No fue mi intención chocarme contigo ||
|| No te preocupes, Lady Riley. Siempre es un placer verte || responde sonriente, nuevamente con un tono coqueto. Ante sus insinuaciones, transformo automáticamente mi rostro en una expresión completamente seria.
|| ¿Y cómo has estado? || inquiero de forma seria, buscando cortar cualquier tipo de conversación.
|| Bien... Pero no tan bien como tú te ves, mi querida || Sus insinuaciones han llegado a un punto en el que me resultan agotadoras.
|| Tariq, sinceramente creo que tu forma de dirigirte a mí no es apropiada. ¿No te parece impropio coquetear de esa manera con una pretendiente del Príncipe? ||
|| Lady Riley, difícilmente podría considerar inapropiado reconocer la belleza en cualquier forma. Este evento no puede resistir la presencia de una estrella tan brillante como la tuya. || Me dijo mientras intentaba tocar mi mano, la cual aparté rápidamente con un gesto firme. ¿Acaso no estaba claro lo que estaba sucediendo?
|| Tariq, con todo el respeto que te mereces, quiero dejarte algo bien claro, porque parece que no lo estás entendiendo: no estoy interesada en ti, vine solo por Liam || expresé, visiblemente molesta.
|| Sé que no estás interesada, pero eso no disminuye mi mérito al admirar tu belleza. Además, si no resultas elegida por el príncipe, ¿quién sabe? Podríamos iniciar algo. || Exclamó con seguridad, y antes de que pudiera detenerlo, continuó su charla. || Después de conversar con las demás damas, me doy cuenta de que tengo un aprecio especial por ti. Las otras pretendientes pueden tener buena educación, riqueza y modales, pero son absolutamente aburridas. Una de ellas solo habla de sus perros, la otra presume constantemente de su dominio en idiomas... Y no hablemos de Olivia. Por eso, no encuentro ningún encanto en ellas. En cambio, Lady Riley, te vuelves más interesante cuando hablas, cuando te relacionas con los demás nobles... Tienes una gracia especial que no logro entender. || En ese momento, estaba a punto de ponerlo en su lugar, pero antes de hacerlo, la llegada de Maxwell calmó mis impulsos.
|| ¡Ahí estás, mi Flor! ¡Hola, Tariq! || Saludó Maxwell mientras se acercaba a nosotros.
|| ¡Hola, viejo amigo! Bien, los dejo solos; tengo otros asuntos que atender, pero... || Me mira con ojos oscuros. || Lady Riley, si en algún momento deseas conversar, no dudes en buscarme. || Ronronea su voz al pronunciar estas palabras. Yo lo contemplo con desprecio y desazón. Realiza una reverencia con la cabeza y se retira. Detesto la actitud que Tariq ha adoptado últimamente.
|| Llegaste en el momento perfecto, Max || Le comento a Maxwell. || Salvaste a ese cretino de que lo pusiera en su lugar. Aborrezco la forma en que ha estado actuando últimamente conmigo ||
|| Mi Flor, Tariq te desea, eso es innegable... || Rio Maxwell. || Al igual que otros en la corte, solo que él fue el único valiente que se atrevió a confesártelo. ||
|| ¿En serio, Max? Qué desagradable enterarme de eso... ¿Acaso no entiende que estoy aquí por Liam? || Rodé los ojos.
|| No creo que le importe, "viejo amigo" || mencionó Maxwell, guiñándome un ojo mientras imitaba el gesto. Le propiné un golpe en el brazo || ¡Ouch! Está bien, entendí el mensaje. Venía para decirte que Bertrand y yo acabamos de encontrar una mesa. Así que vamos por aquí ||.
**
Una vez que me encontré en la mesa con Maxwell y Bertrand, el tintineo de las copas atrajo mi atención de inmediato. Dirigí la mirada hacia adelante y descubrí a Liam acompañado de sus padres.
|| Si puedo tener la atención de todos, por favor || anunció Liam || Me gustaría expresar algunas palabras antes de que la noche llegue a su fin. En primer lugar, quiero agradecerles a todos por acompañarnos aquí. Ha sido un honor y un privilegio tenerlos en mi corte, y no podría haber pedido una mejor compañía. Asumiré el papel de mi padre en unos días, y solo puedo esperar ser la mitad del hombre que él ha sido para Cordonia ||
"¡Larga vida al príncipe Liam!" resonó en la multitud, seguido de gritos y vítores. Un mar de aplausos retumbó entre los presentes.
|| Gracias a todos por compartir estas semanas en Applewood. La próxima vez que nos reunamos, será el último evento de la temporada social. Según la tradición, este acontecimiento se llevará a cabo en la ilustre casa de la familia Beaumont || exclamó Liam con una sonrisa, dirigiendo su mirada hacia mí.
|| ¡Siiiiiiii! || exclama Maxwell, pero Bertrand le coloca una mano en el hombro, intentando calmarlo.
|| Un honor, sin duda, Su Alteza || expresa Bertrand con orgullo. Mientras el Rey Constantino comparte algunas palabras, me acerco a Maxwell y le susurro:
|| Max, ¿se refiere a nosotros? ||
|| Awwww, dijiste ‘nosotros’... ¿Ya te sientes parte de nuestra casa? || me responde Maxwell, sonriendo con un destello de afecto en sus ojos.
|| Para ser sincera, me siento parte de ustedes || le digo con una sonrisa, pero luego surge una pregunta || Pero dime, no estamos un poco... ¿cómo lo digo... escasos de fondos? ¿Podemos permitirnos organizar una fiesta ahora mismo? || pregunto con curiosidad.
|| No estoy seguro de que tengamos otra opción. Como dijo Liam, es una tradición y no podemos echarnos atrás || responde Maxwell con pesar en su voz.
|| Así es, muchachos || De repente, Bertrand intercede y nos mira con preocupación a ambos || Si nos echamos atrás, estaríamos anunciando en el periódico que estamos oficialmente arruinados ||
El Rey Constantino concluye sus palabras, envuelto en aplausos, y el Príncipe continúa con las últimas.
|| Los Beaumont seguramente nos brindarán otra noche legendaria para recordar. Hasta entonces, les agradezco nuevamente y les deseo una buena noche... Disfrutemos de nuestra cena || Liam alza su copa y muchos en la multitud hacen lo mismo.
"¡Salud!" gritan todos y de repente, la mirada de Liam se posa en la mía, haciendo que mi corazón simplemente sonría por dentro. Espero con ansias volver a estar con él. La celebración continúa con la alegría generalizada de la multitud, pero en ese instante, es su mirada la que destaca entre todas las demás, prometiendo un encuentro que anhelo con impaciencia.
**
Después de una cena maravillosa, nos retiramos a nuestras habitaciones. Estando en la mía, mi celular comenzó a vibrar en la mesita de noche mientras me quitaba la ropa del picnic. Lancé rápidamente mi vestido sobre la cama, quedándome solo en ropa interior. Al acercarme y ver que era Hana quien me escribía para contarme que iba a salir con Max, decidí ponerme mi pijama antes de responderle. Coloqué nuevamente mi celular en la mesa y me dirigí hacia el closet.
Al abrir la puerta para tomar mi ropa, la puerta de mi habitación se abrió de golpe, haciéndome saltar y gritar del susto. Intenté cubrirme con algo, pero no tenía nada. Cerré el cajón rápidamente, quedándome inmóvil y cruzando los brazos sobre mi pecho apenas cubierto. Los ojos de Tariq se abrieron grandemente al ver la escena.
|| ¡¿Tariq?! ¿Qué haces aquí? || Fue lo único que salió de mi boca.
|| ¡Riley! Desvestirte en mi habitación... ¡Pero qué gesto tan inesperado y astuto! || exclamó Tariq, incapaz de evitar que sus ojos divagaran por lugares en donde no deberían. Lo miré conmocionada por la confusión.
|| Tariq, sal... Esta es mi habitación. Estás equivocado, así que... || y sin dejarme terminar, me interrumpió.
|| No, Lady Riley, esta es mi habitación. Me la cambiaron antes debido a un problema de mantenimiento en la actual. No es que me esté quejando de que estés aquí... de ninguna manera, solo que estoy sorprendido. Lo sospechaba, pero nunca pensé que pasaría tan pronto. Escuché que sentías algo, pero no lo creía real || sonrió mientras daba un paso lento hacia adelante. Observé cómo colocaba la mano en la puerta y la cerraba. Internamente, comencé a entrar en pánico, pero traté de disimularlo lo más que pude; no quería mostrarle miedo.
|| ¿Sentir algo? ¿De qué hablas, Tariq? Mira, esta es mi habitación. He estado aquí desde que llegamos. Claramente hay algún tipo de malentendido, así que creo que deberías encargarte de eso y salir de inmediato de aquí || exclamé, pero los ojos de Tariq viajaron por mi cuerpo de nuevo, a pesar de mi mejor intento por cubrirme. Levanté mis manos para tratar de mantener distancia entre nosotros, pero él se acercó mucho más.
|| Bueno... tal vez este malentendido pueda funcionar en nuestro beneficio, Lady Riley || sonrió con ojos oscuros. Dentro de mí, la esperanza de que alguien llamara a mi puerta en cualquier momento creció, porque la mirada en los ojos de Tariq era desconcertante.
|| Tariq, vete de mi habitación antes de que llame a los guardias || le dije retrocediendo hasta tocar la pared.
|| Oh, vamos, Riley, no hay nadie alrededor... || Sonrió como un lobo acechando a su presa, y mientras lo hacía, dio lentamente un par de pasos hacia mí || Además, tus sentimientos son completamente correspondidos. Me has encantado por completo, al igual que has encantado a todos... y ahora sé que sientes lo mismo por mí ||
|| Tariq, yo no siento nada por ti... Entiéndelo... así que nuevamente voy a pedirte que te vayas, ¡vete AHORA! ||
|| Riley, podríamos divertirnos un poco, tú y yo ¿no crees? || Mis palabras no lo detuvieron; ahora estaba cerca de mí, podía oler claramente el licor que emanaba de él. Obviamente, estaba borracho || ¿Qué? ¿Te preocupa lo que la gente pensaría si se enterara? No tienes la presión que los demás tienen sobre ellos. No tienes título, ni apellido, ni reputación que cumplir. Eres solo una plebeya aquí, de vacaciones. Pero si estás preocupada por eso, te prometo que nos divertiremos y no lo diré a nadie || Y de repente, Tariq me tomó entre sus brazos.
|| ¡NO ME TOQUES! || grité e intenté alejarme, pero Tariq me sostuvo con fuerza y se inclinó para besarme a la fuerza. Rápidamente comencé a forcejear con él para alejarlo, pero él era más fuerte que yo. Continuaba besándome el cuello y tocando mi cuerpo. No lograba quitármelo de encima || ¡SUELTAME! || Volví a gritar y en ese momento, la puerta de mi habitación se abrió de par en par y vi a Drake entrar. No puedo negarlo, al ver a Drake, dejé escapar un suspiro de alivio.
|| ¡MALDITO INFELIZ, ALÉJATE DE ELLA! || Drake gritó y agarró a Tariq por el hombro, alejándolo de mí. Los ojos de Tariq se agrandaron al sentir que era jalado hacia atrás por el cuello de su camisa y arrojado al suelo || ¿QUÉ DIABLOS CREES QUE ESTÁS HACIENDO? || Tariq se puso de pie y entrecerró los ojos.
|| ¡Cómo te atreves a ponerme las manos encima, plebeyo asqueroso! || Tariq iba a darle un golpe, pero Drake bloqueó el puñetazo y empezaron a forcejear. Se estrellaron contra el tocador antes de golpear la pared. Podía ver cómo Drake empujaba a Tariq lejos de él, y su puño iba directo hacia su mandíbula, tirándolo al suelo una vez más.
|| ¡Sal de la habitación de Riley! || le espetó Drake a Tariq. Este se puso de pie y le propinó un golpe directo en las costillas. Drake titubeó por un instante, retrocediendo antes de devolverle el golpe en el rostro. Ambos cayeron al suelo, enfrascados en una intensa lucha antes de separarse.
|| ¡Esta es mi habitación! || exclamó Tariq.
|| No es tu habitación, es la habitación de RILEY. Mira || dijo Drake incorporándose mientras lo levantaba y comenzaba a mostrarle la habitación || ¿Ves su ropa? ¿Ves sus cosas? || Tariq observó con ojos grandes y llenos de vergüenza || Además, ella estaba gritando para interrumpir lo que estabas tratando de hacer || Drake lo soltó y se colocó frente a mí, protegiéndome mientras yo me escondía detrás de él.
|| Lárgate, Tariq. Te mereces esos golpes y muchos más || exclamé con la voz entrecortada, tratando de contener mis emociones frente a Tariq.
|| ¿Fue un error, entonces? ¿No marca este momento el comienzo de nuestra historia de amor? || me pregunta con decepción en su voz. Sin embargo, no puedo soportarlo y derramo lágrimas de impotencia.
|| ¿De qué historia de amor estás hablando? || cuestiono.
|| Es que yo escuché... quiero decir, me dijeron que nosotros... || Pero Drake lo interrumpe inmediatamente, sin dejarlo terminar.
|| Parece que escuchaste o entendiste mal, Tariq. Y para que lo tengas claro, antes de desear besar o tocar a alguien, deberías preguntar y obtener su consentimiento || le reprocha mirándolo con enojo. Tariq transforma su expresión en vergüenza.
|| Lo siento. Te pido disculpas, Lady Riley. Actué con descaro y me equivoqué por completo. Pensé que era una invitación abierta, pero fue solo un malentendido || Intenta acercarse a mí, pero Drake se interpone y me muestra un puño amenazador.
|| Ni te atrevas a acercarte || le advierte Drake haciendo que Tariq retroceda de inmediato y baje la mirada.
|| Tienes razón, me iré antes de seguir humillándome más. Buenas noches || Tariq da media vuelta y sale de mi habitación. Drake va tras él, cerrando y tirando la puerta tras su salida. Luego, se vuelve hacia mí con su mirada llena de preocupación.
|| Brown, ¿estás bien? || Me dijo y se acercó lentamente, pero de inmediato lo rodeé con mis brazos y lo abracé, tratando de sentirme segura || ¿Te lastimó? || Me preguntó, pero inmediatamente negué con la cabeza; me encontraba en shock por lo que acababa de pasar.
|| No... no me lastimó || dije titubeando || No lo hizo y gracias a ti estoy bien ||
|| Tranquila, ya todo pasó || me dijo acariciando mi cabello. Luego, me separó lentamente y me miró con atención || No entiendo por qué ningún guardia apareció esta noche || Exclamó y me di cuenta de que tiene razón, ninguno apareció. Después, Drake me miró más fijamente, se separó de mí, tomó una bata que estaba a la vista y me la entregó || Toma, para que estés decente ||
|| ¡Cielos! Lo siento... || exclamé y rápidamente me puse la bata, sintiendo mis mejillas tornarse rosadas. A raíz de todo lo sucedido, no me había percatado de que aún llevaba puesta mi ropa interior. Al estar más decente, decidí cambiar de tema para evitar la vergüenza || ¿Estás bien? ||
|| Yo estoy bien, no te preocupes por mí ||
|| ¿Cómo... cómo lograste llegar a tiempo? || Pregunté curiosa.
|| Vine a buscar a Maxwell, pero no lo encontré. Entonces, al pasar por tu puerta, escuché tus gritos. No lo pensé y entré de inmediato. Al verte medio desnuda con Tariq encima de ti, entonces no dudé en actuar... || me dijo con sinceridad. De repente, las emociones comenzaron a florecer, pero respiré tratando de controlarlas. Drake me miró fijamente || ¿Está todo bien? || Asentí con la cabeza, pero él no me creyó, e inmediatamente sentí cómo mis ojos se llenaban de grandes lágrimas. || ¿Estás segura? || Preguntó con preocupación, pero no pude aguantar más y comencé a llorar, muerta del susto. Drake se acercó y me abrazó. No pude evitar llorar más; me sentía demasiado vulnerable, rota. Lloré fuertemente en su pecho.
|| Drake, gracias || Con voz entrecortada le agradecí, pero en ese instante, me invadió la incertidumbre de qué hubiera ocurrido si no hubieses intervenido. La sensación de seguridad se apoderó de mí cuando él, con ternura, comenzó a acariciar mi cabello y mi espalda. Sin embargo, rompiendo la emotividad, Drake comentó con rudeza:
|| Ashhh mierda, Brown. No te pongas sentimental conmigo || Me dijo, pero persistí con sinceridad.
|| Hablo en serio, Drake. No comprendo cómo lo logras, pero siempre estás ahí cuando te necesito || En ese momento, él se apartó lentamente, sujetó con suavidad mi barbilla y me pidió que lo mirara.
|| Siempre estaré aquí para ti... || Me dijo mirándome con atención luego hizo una pausa y soltó mi barbilla || Osea quiero decir, por el bien de Liam, por supuesto. Liam nunca me perdonaría si algo malo te sucediera ¿Y sabes qué?... Yo tampoco me lo perdonaría. Dime ¿Qué diablos paso? ||
|| Simplemente entró, convencido de que era su habitación a pesar de mi advertencia. Luego adoptó una actitud extraña, hablando de aprovechar este malentendido a nuestro favor. Sin escucharme, cerró la puerta y me miraba como un lobo a su presa. Yo... || Me estremecí al recordar, y de repente pude ver cómo las manos de Drake se cerraban en puños a los costados mientras su mandíbula se tensaba. Tomé su barbilla y le aseguré || Hey, estoy bien. No pasó nada, gracias a ti ||
|| Pero algo podría haber sucedido, Brown. Debemos decírselo a Liam || insistió Drake.
|| No, Drake, por favor... || Su ceño se frunció con preocupación.
|| Brown, Liam necesita saberlo. Tariq se te acercó a pesar de que le dijiste que no. Imagínate si no te hubiera escuchado gritar, él muy bien podría haber... ¡podría haber sucedido algo! ||
|| Pero no sucedió, por eso no necesita saberlo, Drake. Está resuelto... tú lo solucionaste. No quiero molestarlo ni preocuparlo || De repente, recordé lo de su padre || Él tiene tantas cosas encima, tantas preocupaciones por su coronación y todo lo que eso implica. No quiero agregar más cosas a su plato; reaccionaría igual que tú, quizás termina con Tariq y no quiero ningún escándalo ||
|| Pero sería demasiado justo ponerlo en su sitio. Además, ningún guardia apareció ||
|| Por favor, Drake, no quiero convertirlo en un problema mayor, ¿qué pensarían de mí? || Le expresé preocupación || Honestamente, no quiero volver a pensar en esto nunca más. Así que déjalo ir, por favor. No pasó nada. Está hecho y se acabó || Le dije, y Drake solo exhaló un profundo suspiro, pasando sus dedos por su cabello. Sabía que no le gustaba la idea, ni un poco.
|| Está bien, aunque no estoy de acuerdo... Pero creo que debería salir de aquí antes de que realmente provoquemos un escándalo || me dijo Drake. Sin embargo, cuando se dirigió a la puerta, lo vi contraerse de dolor.
|| Espera, ¿estás herido? || pregunté || Déjame echar un vistazo, es lo menos que puedo hacer ||
|| Tranquila, no es nada... Unos buenos tragos de whisky lo solucionarán ||
|| Es que te quiero ayudar ||
|| Estoy bien... Guárdate tu preocupación para alguien más || me dijo mientras avanzaba hacia la puerta. Sin embargo, me desplacé rápidamente delante de ella y expresé enérgicamente:
|| Drake, estás herido, así que no permitiré que salgas de esta habitación sin que me dejes revisar tu herida || Drake me miró con sorpresa, así que suavicé mi tono || Así que, por favor, quítate la camisa. Creo que el golpe en las costillas fue fuerte; podrían estar rotas ||
|| No es necesario que me revises, así que no me la voy a quitar... Has tenido un lado demasiado mandón, ¿sabías eso? ||
|| ¿Tú crees que estoy siendo mandona? || Frunzo el ceño y cambio de nuevo mi tono de voz. || Drake, si no te sacas la camisa en este momento, yo misma te la sacaré a la fuerza ||
|| Está bien, está bien || me dice Drake y comienza a quitarse la camisa. Queda solamente con su pecho completamente descubierto, haciendo resaltar sus fuertes y definidos músculos || Dígame, doctora Brown, ¿ve algo alarmante? ||
Reviso lentamente sus costillas y comienzo a palparlas con mis manos. Luego, toco su espalda y solo encuentro algunos golpes.
|| Bueno, vas a tener algunos espectaculares moretones ||
|| Sí, lo creo... Tariq me pegó más fuerte de lo que imaginé. Me impresionó, para ser sincero || Lo miro por un momento, reflexionando sobre lo que acaba de ocurrir. Él me mira extrañado || ¿Qué? ¿Qué te pasa? ||
|| No puedo creer que te haya golpeado por mi culpa || Las emociones me golpean de nuevo, haciendo que lágrimas caigan nuevamente por mis mejillas. Comienzo a recordar todo otra vez. Inmediatamente aparto mi mirada de Drake, pero siento que él toca mi barbilla con su mano.
|| No vuelvas a decir eso, Riley. Yo me lastimé por culpa de Tariq. Nada de lo que pasó esta noche fue tu culpa. No vuelvas a pensar de esa forma, ¿ok? || Drake exclama molesto y rápidamente suelta mi barbilla para pasar sus dedos entre su cabello. Luego, ya más calmado, me mira fijamente, y su mirada se vuelve mucho más suave. Después de analizar un poco, comienza a hablar de nuevo || Tú eres tan... || Pero guarda silencio.
|| ¿Tan qué, Drake? || le pregunto curiosa, sintiendo que está a punto de confesarme algo. Sin embargo, de repente se queda callado y se sienta en el borde final de la cama.
|| Sabes qué, olvídalo... No se suponía que tenías que atender mis heridas ||
|| Oh, cierto... Mmmm, creo que tengo algunos cubos de hielo en esa mini refrigeradora || Tomo los hielos y los envuelvo en un pañuelo. Además, lleno un vaso con whisky para servirle a Drake y se lo entrego.
|| Wow, gracias, servicio completo || me dice y sonríe. Luego, me coloco tras él y comienzo a presionar el pañuelo contra las heridas en su espalda || ¡Hey! Duele || exclama Drake, así que ajusto la presión de una manera más delicada.
|| ¿Así está mejor? ||
|| Sí, está mejor, gracias… || Guarda silencio por un momento y luego comenta || No sabía que pudieras ser tan amable, Brown ||
|| No sueles ver ese lado muy a menudo, ya que me provocas constantemente con tu carácter. Pero, aunque no lo creas, también tengo un lado suave ||
|| Me encantaría ver más de ese lado tuyo || Drake se voltea y toma mi mano, nuestros ojos se encuentran. Después de unos segundos, aparta la mirada y suelta mi mano rápidamente || Gracias… || aclara su garganta || Sé que no suelo expresar gratitud con frecuencia, pero en realidad lo hago, me importas de verdad ||
|| A veces dudo de eso, ya que la mayor parte del tiempo actúas como si me odiaras, Drake ||
|| No es algo personal. Es solo que... es más fácil de esa manera ||
|| ¿Más fácil por qué? ¿A qué te refieres? ||
|| Estás aquí por Liam, al igual que todas las pretendientes. Pero no solo ellas; toda la corte gira en torno a él. En este lugar, todo y todos existen para orbitar alrededor de Liam. Podrías casi llegar a odiarlo por esa razón, si no fuera tan malditamente agradable. Y es peligroso para alguien como yo olvidar esa realidad || Exclama levantándose de la cama y pasando sus dedos entre su cabello.
|| ¿A qué quieres llegar, Drake? || le pregunto curiosa y lo sigo.
|| Diablos, Brown. No me hagas decirlo || exclamó mientras lo observaba con curiosidad. De un sorbo, vació su vaso de whiskey, aclaró su garganta, me tomó por los brazos y me miró fijamente || Respóndeme algo || continuó || Si nos hubiéramos encontrado en otro lugar, en algún club de Nueva York, en un aeropuerto o en una fiesta. Si no hubieras sido nuestra camarera esa noche y yo no me hubiera sentado al lado de Liam. ¿Crees que todo esto... crees que podría haber sido diferente entre nosotros? ||
Con esas palabras, mi corazón empezó a latir a mil por hora. Sus palabras resonaron en el aire, generando una pausa llena de tensión. Mi mente reflexionaba sobre la posibilidad de un encuentro en circunstancias distintas, mientras que mis sentimientos se veían envueltos en la incertidumbre. La confesión que Drake estaba haciendo en ese momento era algo que nunca me hubiera imaginado. Su pregunta provocó una confusión en mi mente y corazón.
|| Drake, tal vez hubiera sido diferente || admití || Tal vez tú seguirías siendo brusco y tosco, pero yo no te habría dejado salirte con la tuya. Pero ¿por el resto? Creo que sí, hubiera sido diferente. Creo que todo habría sido diferente || Siento cómo la expresión de sus ojos se torna más suave.
|| Riley... || exclama con dulzura, extendiendo su mano para alcanzar la mía. Una corriente eléctrica recorre mi ser. Contemplo sus ojos y su rostro mientras sus dedos se deslizan delicadamente por los míos. Experimento mariposas revoloteando en mi interior. De repente, Drake me atrae hacia él, envolviéndome entre sus brazos. Sus dedos acarician mi cabello con una suavidad desconocida hasta ahora. Mi corazón se funde ante su contacto. Su rostro está a escasos centímetros del mío; casi puedo percibir su aliento y su respiración agitada. Sus labios están tan próximos que parece que va a besarme. Sin embargo, la realidad de que Liam está por tomar una decisión me golpea, obligándome a apagar cualquier sentimiento. Rápidamente, me aparto, y él me mira con sorpresa || Maldita sea, lo siento... No sé en qué estaba pensando... Debo irme || murmura Drake mientras se aleja de mí, toma su camisa y se encamina hacia la puerta.
|| Drake... || lo llamo. Se da la vuelta y me mira fijamente.
|| Riley, necesito abandonar este lugar ahora mismo, antes de que haga algo de lo que ambos podamos arrepentirnos. Buenas noches || declara Drake de manera urgente.
|| Está bien, Drake. Buenas noches || respondo, aún desconcertada por mis sentimientos. Drake se coloca la camisa y abre la puerta.
|| Por el bien de todos, asegúrate de cerrar la puerta esta vez || Drake observa detenidamente la puerta y exclama || ¿Huh? ||
|| ¿Qué sucede? || pregunto. Drake hace una pausa, observando nuevamente mi puerta con curiosidad y confusión.
|| La puerta de tu habitación no tiene cerradura en la manija ||
|| ¿Y no son todas así? || le pregunto, sorprendida.
|| No, no lo son. Todas las otras habitaciones en este piso están cerradas || guarda silencio por un momento y luego prosigue || Está bien, probablemente no sea nada. Pero... ten cuidado, ¿de acuerdo? ||
Asiento con la cabeza mientras Drake se retira con una última mirada hacia mí. Luego camino lentamente y me siento en el borde de mi cama, reflexionando sobre lo ocurrido hace apenas unos momentos. Agradezco la oportuna intervención de Drake; demostró ser más valiente de lo que Tariq podría ser. Irrumpió en mi habitación, salvándome de algo que ni siquiera quiero imaginar. Ahora, enfrento esta confesión de sus sentimientos, confirmando que siente algo por mí. Aunque inicialmente creía que solo lo veía como un amigo, ¿por qué mi corazón se siente tan confundido? ¿Qué habría pasado si Drake me hubiera besado? ¿Habría respondido de la misma manera?
Estoy segura de que amo a Liam, ¿o no?
|| ¡Maldición! || Exclamo frustrada, pasando mis dedos por mi cabello y dejándome caer hacia atrás en la cama. ¿Cómo esta "aventura divertida" se volvió tan complicada tan rápido? Siento la urgencia de hablar con Drake tan pronto como sea posible, de aclarar lo que está sucediendo entre nosotros.
@tessa-liam, @kingliam2019, @dutifullynuttywitch, @choicesficwriterscreations, @garrusknight
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
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Fuego y luz de luna
Promt: 06 - “I can't wait for you..." / "Estoy deseando..."
Fandom: Safir
Ship: AtFer (Ateş Gülsoy / Feraye Yilmaz)
Audiencia: E
TW: Sex
◞───────⊰·☆·⊱───────◟
Ates cerró la puerta de la habitación de Feraye con cuidado y se fue a la planta de abajo a por agua y para pasear un poco. Cuando llegó a la cocina vio en la encimera el móvil de su mujer y, en la isla, el suyo que se estaba iluminando, alguien le estaba llamando se acercó, vio el nombre en la pantalla y lo cogió inmediatamente.
—¡Ates! Menos mal que me lo coges, ¡llevo intentando llamar a Feraye desde hace horas! —La chica sonaba desesperada— ¡Yaman va para allá! Por dios, Ates, que no le pase nada a mi niña. —Tranquila, no te preocupes. Ya estuvo aquí y ya le mandé a casa. —¡Qué! ¿Estáis bien? —Sí, tranquila. Solo nos llevamos el susto, si no llego a llegar a tiempo… No sé qué hubiera pasado. —¿Cómo? ¿Qué ha pasado? —la chica cada vez estaba más preocupada y parecía que forcejeaba con alguien—. ¡Espera! Ahora pongo el “manos libres” y lo escuchas tú también, pesado. Perdona Ates, por favor qué pasó. —Lo encontré a punto de agredir a Feraye —Se escuchó un ruido al otro lado de la línea telefónica, como de alguien cayéndose— ¿Pasa algo Hazal? ¿Estás bien? —Okan, que se ha caído de la impresión. Pero está bien. Dame un momento. (Tú qué quieres, entre tu y tu hermano me vais a matar de un disgusto ¿estás bien? Sí, sí. Ahora le pregunto. ¿Pero estás bien? —Hazal se había olvidado de que tenía el “manos libres” y que Ates estaba escuchando todo— Me pregunta tu hermano pequeño si sabes dónde está el imbécil de Yaman. —Ahora mismo no lo sé y ni me importa sinceramente. ¿Cómo ha llegado a esto? —Ates solo quería proteger a su familia y no se había dado cuenta de que su propia familia era el enemigo. —No lo sé. Y sinceramente, como a ti, no me importa. Espero que por fin se haya acabado todo. —Yo también lo espero, Hazal. Por cierto, ¿Cómo se enteró de que estábamos aquí? —Damla. Me contó que pasó la noche con Yaman y que le pidió que averiguase donde estabais de luna de miel, que quería mandaros un regalo. Y como es tonta y le gusta ser tonta, se lo creyó. Rebuscó en mi cuarto y encontró la dirección y el teléfono que me diste por si pasaba algo y se la dio. En cuanto me lo contó empecé a llamaros, pero ninguno me cogíais el teléfono. Así que vine en busca de Okan a ver si el me confirmaba mis sospechas de que Yaman se había ido, y así fue. —¡Ah! Encima adúltero. Genial mi hermano. —Hermano, no seas duro con Yaman. Ha pasado por mucho… —Okan, lloroso, tomó la palabra. —Mira, podrán pasar muchas cosas, pero ninguna que lleve a pegar a una persona inocente por no querer irse contigo. No es no, aquí y en todo el mundo. Ya está bien. Y tu hermano está casado. Ca-sa-do. Si tanto quería a Feraye que se hubiera casado con ella en vez de ocultarla como si fuera un ladrón. —Eso, Okan, calladito estás más guapo. Entonces, ¿Estáis bien? —Sí. Feraye está descansando el estrés de hoy la ha dejado sin energías. —se agarró el puente de la nariz con los dedos de su mano libre—. Voy a ver como está. —Descansa y dale un beso de mi parte. Si está despierta dile que la quiero mucho y que mañana la llamo. —Gracias, Hazal. Qué bueno que existas. Buenas noches. —Buenas noches.
Después de la conversación bebió un poco de agua, se preparó una jarra con agua fresca y se encaminó a su habitación. Cuando estaba entrando en su habitación oyó como la puerta contigua se abría.
—Feraye, ¿estás bien? —Sí. Iba al baño. —estaba somnolienta. —Dejo esto en mi habitación y te espero en la tuya que te tengo que contar algo. —Vale.
Cuando Feraye volvió ya estaba más espabilada y vio que Ates estaba fuera, en la terraza, sentado en uno de los sillones mirando el cielo. Feraye salió al balcón y se sentó a su lado.
—La vista es espectacular. —La verdad es que sí. —Feraye miraba el cielo sin darse cuenta que Ates la miraba fijamente. —No me has entendido. —Qué. —Nada, nada. —Ates se rio por lo bajo—. Espero que estés mejor. —Sí. Es raro, ahora me siento mucho mejor como si me hubiera librado de un gran peso. —Es lo que tiene que la verdad salga a la luz y ver la verdadera cara de las personas que creíamos conocer. Por cierto, el consejo que te di, de decirle a Yaman que es el padre de tu hijo, olvídate. Ahora no es el momento, no está en sus cabales y no quiero saber que podría hacerte si se entera de la situación. —Ah, no pensaba hacerlo. No quiero que se acerque a nosotros. —Feraye se abrazó el abdomen—. Por lo menos tú serás su padre. Eso me hace feliz. —Feraye… —Las palabras de la chica llegaron al corazón de Ates y le hicieron inmensamente feliz—. No sabes lo que significa para mí que digas eso. Gracias. —Es la verdad. Tú lo dijiste, no hace falta ser padre biológico para querer a un hijo y sé que tu lo vas a querer muchísimo. —Feraye sonrió de corazón, por primera vez en mucho tiempo se sentía libre, sin ataduras y con un futuro prometedor.
Ates estaba embelesado con la belleza de Feraye a la luz de la luna, observaba como la brisa movía la camiseta de tirantes de satén que llevaba, que le hacía la competencia a su piel de alabastro, su mirada se estaba enturbiando y eso no lo podía permitir. Se levantó y entró en la habitación, Feraye le siguió confusa.
—¿A dónde vas? ¿No me tenías que contar algo? —Sí, es cierto. Pero ya te lo cuento mañana, tienes que descansar. Me voy a dormir. Buenas noches Feraye. —Pero Ates… —La chica le sujetó la camiseta por la espalda, estaba confusísima por la reacción del chico—. ¿Qué ha pasado? —Nada. —Ates se dio la vuelta intentando sonar casual y despreocupado, cosa que no pasó. —Pues no lo parece. —La chica se acercó, estaba a un palmo de él.
Ates se peinó con los dedos y se echó el pelo hacia atrás y bajó la vista para mirar a los ojos a su mujer. Acarició la cara de la chica y le puso un rizo rebelde detrás de su hombro.
—De verdad, no pasa nada. Solo que ha pasado algo que no pensé que ocurriría. Buenas noches. —Ates sonrió y le dio un beso en la frente a su mujer y se dispuso a irse, otra vez. —¿Y qué es eso qué no pensaste que pasaría? —Feraye le volvió a coger de la camiseta para impedir que se fuera, esta vez por la parte delantera. —Feraye, estoy seguro que no quieres saberlo. —Igual te sorprendo. —La chica le miraba a los ojos con intensidad. —No… —Deja de remolonear y cuéntamelo. Siempre me dices que no haya mentiras entre nosotros. Desembucha. —Seguía sin soltar la camiseta negra de Ates. —Vale, pero no digas que no te lo he advertido. —No creo que sea tan malo. —No. Es solo que estoy deseando verte sin ropa. —La mirada de Ates era distinta, salvaje e hipnótica. Feraye soltó la camiseta. —Ah. Era eso.
Feraye no sabía cómo reaccionar porque ella también sintió el fuego cuando estaban fuera y entendía las reticencias que podía tener él. Pero no sabía si solo era algo del momento o algo más profundo.
—No te preocupes, me voy a dormir. Descansa. —Ates se dio la vuelta y volvió a notar el tirón de su camiseta, cuando su mujer le agarró. —No quiero que te vayas. —Feraye lo miraba tímida y juguetona. En un instante decidió que nada importaba ya, que esa noche quería disfrutarla. Por ella. Sin reproches y sin remordimientos. Solo serían Ates y Feraye. Fuego y luz de luna.
Ates se dio la vuelta su mirada seguía siendo salvaje, se acercó a Feraye, despacio.
—¿Estás segura? De verdad que quieres… —Sí. Solo seremos tú y yo. No importa nada más.
Ates besó con dulzura a su mujer y esta le rodeó con los brazos el cuello, jugueteando con el pelo de su nuca, la levantó y se encajó entre sus caderas, sintió como Feraye cruzaba las piernas por debajo de sus glúteos, atrayéndolo hacia ella, haciendo que casi no cupiese el aire entre ellos. Los besos se iban intensificando, pasaron de ser suaves y sutiles a salvajes y hambrientos. El chico se centró en el cuello de ella, besando, lamiendo mientras la llevaba a la cama y la posaba con suavidad. Una vez que la dejó en la cama, la observo; tenía las mejillas sonrosadas y la piel brillante, el pelo alborotado le daba un aspecto de diosa mística. Se quitó la camiseta, la lanzó lejos, y cubrió a Feraye con su cuerpo. Siguió besándola, jugando con sus lenguas, enredando sus manos en su pelo mientras disfrutaba de los pequeños gemidos que ella iba soltando. El calor iba aumentando, notaba las manos de su mujer en la espalda, a veces eran caricias otras sus uñas recorrían el camino que iba de su espalda al cuello. Ates disfrutaba cada contacto y decidió subir una marcha más. Empezó a besar su cuello y hacer un camino de besos desde allí hasta su ombligo, por encima de la ropa, acariciando suavemente el cuerpo de Feraye, deteniéndose un momento a jugar con sus pezones y disfrutar del arqueo del cuerpo de la chica entre sus brazos, siguió bajando y acabó de rodillas fuera de la cama.
—¿Qué haces? —Feraye hablaba con la voz entrecortada. —Llevarte al cielo.
Ates le quitó despacito los pantalones cortos del pijama, a juego con la parte de arriba, también de satén blanco, y acarició la ropa interior que dejó al descubierto, sintiendo la adrenalina que le recorría el cuerpo, introdujo los dedos en la goma de la cadera y se las quitó con reverencia, le separó las rodillas con cariño y hundió la cabeza entre las piernas de su mujer.
Feraye abrió fuerte los ojos cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo Ates y gimió más alto cuando el calor empezaba a embargarla, bajó una de sus mano y empezó a acariciarse el pecho y con la otra acariciaba la cabeza del chico, en un momento hundió la mano en la mata de pelo cuando sintió que estaba a punto de explotar y Ates la atrajo más hacia el rompiendo el agarre y notó como una de las manos de él la buscaba y la agarró, justo cuando la oleada empezaba a ser insoportable y el placer explotó, gimió de placer y apresuró al chico para que fuese a su encuentro. Ates sonrió, seguía de rodillas, se desabrochó los pantalones, se puso de pie y se quitó todo lo que le estorbaba. Feraye lo observó y pensó que ningún artista de la Grecia clásica le haría justicia si intentase representarlo en mármol. Aprovechó la situación para librarse de su camiseta, quería sentir la piel de Ates por todo su cuerpo, quería sentirle a él. Como si le hubiese leído el pensamiento, se subió a la cama, despacio como una pantera acechando a su presa y la cubrió con su cuerpo y volvieron los besos apasionados, las caricias y la conquista por sentir todos los centímetros de piel posible.
—Ates te necesito. —¿Estás segura? No tengo preservativos. —Da igual. Por favor. —Joder, no puedo negarte nada.
Ates sonrió y besó a su mujer y la atrajo hacia sí e hizo que ella quedara encima de él para que llevara el control. Y tanto que lo tomó, sentada a horcajadas encima de él, poco a poco hizo que encajaran, Ates se mordía el labio de placer al notar como entraba y ella seguía jadeando de placer mientras ascendía y bajaba. En un momento ella bajó el torso y Ates aprovechó para acariciar y disfrutar de los pechos de Feraye mientras sentía sus jadeos y gemidos en su oído, era música para su alma. El ritmo aumentó y ya no hubo vuelta atrás, Ates se semincorporó y agarró el culo de su mujer e intensificó las embestidas, mientras notaba los dientes de Feraye en el cuello explotó.
Y luego la calma. Besos y caricias en la cama, hasta que se quedaron dormidos al rumor de las olas y la brisa.
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