#qué vergüenza contestarte tan pronto u_u

[leovz]

levanta la mano envuelta en vendas y la muestra. ‘ ¿nunca te fijaste? ’ hace un mohín exagerado de decepción, pero la sonrisa se le asoma sin querer. ‘ en realidad es un conjunto ’ señala la parte izquierda del dorso: ‘ aquí, un ángel ’ va después a la derecha: ‘ se podría leer amen aquí ’ termina en la zona superior, cerca de la muñeca: ‘ davina ’ traza el nombre sobre la venda, como si pudiera leerse. sorprende que sea la única parte que está seguro haya sobrevivido al cien por cien. ‘ tienes que estar más atenta ’ chasquea la lengua con gracia, ladeando un poco la cabeza. qué tonto, sabe que sus tatuajes (que rozan lo tacky) son lo menos importante ahora.

la cercanía femenina le hace girar el mentón en dirección contraria para que no le vea y cierra los párpados fuerte. ¡la vida es maravillosa! tuvo que llegar el fin del mundo para sentir una alegría así … la biblia tiene razón, ¡siempre hay salvación para los justos! se aclara la garganta para volver a la realidad y mira al frente con un gesto sereno. luego, posa los ojos en mokha con una sonrisa cómica.

‘ ¿quién fue? ’ ¡ese canalla! cuando se entera que además se torció el tobillo ha de entreabrir los pétalos, no da crédito. ¡tendría que estar pisando algodones! ‘ no, no — no es que se note, sólo me lo imaginé por lo que me dijiste aquella vez, cuando te hice correr bajo la lluvia ’ recuerda con una risa baja. ¡un momento! ¿no la sacó  de su zona de confort también? no, no, no, era diferente. bueno, detalles.

‘ ¿casarme? ’ repite mientras  busca una respuesta. ‘ ¿es algo en lo que se piensa o que simplemente pasa? ’ ha escuchado de todo respecto del matrimonio y las relaciones. ‘ no quiero continuar con la línea familiar ’ se encoge de hombros. ‘ me gustan los niños pero no quiero tenerlos propios, ni que una mujer adopte mi apellido ’  confiesa. ‘ sé que también hay matrimonios que no buscan formar una familia, sino por amor ’ emprende. ‘ pero no he estado en ese punto todavía, quién sabe cuál sea el plan de dios para mí — no quiero equivocarme ’ ahora, la mirada vuelve a mokha. ‘ ¿por qué? ¿te parece una red flag que esté soltero? ’ tontea. ‘ ¿es buena la vida en matrimonio? ’

ahora le toca a él, no sabe si es el momento de cuestionar lo que ha estado pensando desde hace semanas. no, quizá más adelante. ‘ piensas antes de actuar, ¿a que sí? ¿por qué? ’

Había algo en las palabras de Leo que continuamente invitaban a sus labios a mantenerse en una sonrisa, y en sus mejores días, a soltar varias carcajadas. Por lo mismo, a pesar de todo lo que vivían, no la podían culpar de animarse solo con estar en su presencia. En esos días tan fríos y oscuros, Mokha había encontrado un sol.

"¿Cómo era tu tatuaje?" preguntó, siguiéndolo con la mirada. ¿Lo habría visto antes? Cuando el mundo era normal, y solo existían en sus vidas llenas de hábitos que ahora echaba terriblemente en falta. Con su mano buena masajeaba el dedo malo, sin prestarle mucha atención.

Su atención le seguía, una parte creyendo que esa mañana su tiempo con el sol sería escaso y se le escapaba. No se movió, dejándolo ir, hasta que la pregunta la alcanzó y su mirada también.

"No me gusta el silencio," admitió, lo que se traducía en: quiero charlar de lo que sea si eso significa no mirar a la nada echada en un rincón. Así que lo siguió, igualando su paso.

Aquel no era un juego que hubiera jugado antes, pero la idea se le hacía lo suficientemente buena como para distraer cualquier otro pensamiento que reptara en su inconsciente hasta materializarse en ideas que prefería no concebir. Se tomó la libertad de enlazarse a su brazo, y dejarse guiar, con la mirada perdida en el camino desigual que les precedía.

"No, nunca había ido al bosque por mi propia voluntad," con la nueva admisión no pudo evitar reír, suave, como quien es pillado desencajado. "En dos ocasiones dejé que alguien me arrastrara a hacer senderismo —no aquí—, y en la segunda me doblé el tobillo. Nunca más. Después de eso, el camino más irregular que pisé fue, probablemente, la plaza. ¿Se nota mucho?" preguntó en voz baja, sintiendo que vestía el problema a la vista de todos. "Por eso no me tomé muy mal esa cláusula del contrato, la de no venir al bosque. Pensé que tampoco se me ocurriría."

¿Y si creía en las leyendas...? Para eso no tendría una respuesta tan segura.

"¿Mi turno ahora?" lo pensó, filtrando esas suposiciones que era mejor no compartir, por lo que tardó unos segundos. "Nunca has pensado en casarte."