#poesia zunai vol4num2
Text
Esculturas Musicais 5: Armando Roa Vial
VARIACIONES A WILLIAM DUNBAR: EL LAMENTO POR LOS POETAS
Yo, que antaño disfruté de salud,
ahora me aflige esta enfermedad
que es augurio de llantos y ataúd.
El temor a la muerte me perturba.
Nuestras dichas, ay, son vano espejismo,
astucias de un destino transitorio;
débil la carne, de cara al abismo.
El temor a la muerte me perturba.
Suda el hombre su triste condición;
si ayer lozano, hoy envejecido
con nervio y tendón en demolición.
El temor a la muerte me perturba.
Nada hay firme o seguro en esta vida:
escuálida hojarasca que se agita
donde la voz del hombre es desoída.
El temor a la muerte me perturba.
En la muerte se hunden los estamentos,
príncipes, prelados y potestades,
ricos y pobres del polvo fermentos.
El temor a la muerte me perturba.
Reta en batalla, que tanto disfruta,
suyos el yelmo y el escudo, muerte
victoriosa ante asomo de disputa.
El temor a la muerte me perturba.
La torva tiranía de la muerte
arranca al tierno infante de su madre
y con furia su inocencia pervierte.
El temor a la muerte me perturba.
Hace suya la espada y el laurel,
la intrepidez del señor en combate,
la doncella, con ajuar y oropel.
El temor a la muerte me perturba.
No es indulgente ante el poder de reyes
o ante la dignidad del sacerdote:
su guadaña arrasa todas las leyes.
El temor a la muerte me perturba.
Profetas y teólogos y eruditos,
astrólogos, filósofos y magos,
todos, sí, todos son sus favoritos.
El temor a la muerte me perturba.
Del avezado, del docto y el diestro,
de jueces, comerciantes o galenos,
de todos la muerte urdirá secuestro
El temor a la muerte me perturba.
Y diviso también a los poetas
que sollozan: sus musas injuriadas
por el destino, mustias y obsoletas.
El temor a la muerte me perturba.
La muerte devoró salvajemente
al gran Chaucer, príncipe de poetas,
y también a John Gower, tan potente.
El temor a la muerte me perturba.
A Sir Hugh de Eglington cerró los ojos,
Heryot y Wyntoun, ambos desterrados
por la muerte al erial de los despojos.
El temor a la muerte me perturba.
Como un fiero escorpión ha envenenado
a maese James Affleck y a John Clerk,
muerte envilecida ante lo sagrado.
El temor a la muerte me perturba.
Por ella, hoy, se abisman en el miedo
Holland y Barbour y Sir Mungo Lokert.
A la muerte nada le importa un bledo.
El temor a la muerte me perturba.
El autor de Gawain, inolvidable
clérigo de Tranent, y Gilbert Hay
mancillados por esta miserable.
El temor a la muerte me perturba.
Hary, Sandy Traill, Patrick Johnstown: cada
uno ahogado por la barahúnda
de la muerte artera y desfachatada.
El temor a la muerte me perturba.
Merseir, que hizo del amor pulso vivo
de palabras gozosas, puso fin
a sus días, del gusano cautivo.
El temor a la muerte me perturba.
A Roull de Aberdeen lo abrazó la muerte;
también a Roull de Corstorphin, amigos
que ningún hombre podrá devolverte.
El temor a la muerte me perturba.
En Dunfermelin murmura insidiosa
sobre Robert Henrison y John Ros;
muerte alcahueta, tosca y alevosa.
El temor a la muerte me perturba.
Su guadaña no libró a los gentiles
John Reid y Quintin Shaw, a quienes hoy
lloran y lloran las gentes por miles.
El temor a la muerte me perturba.
Y Walter Kennedy tan bondadoso
sufrió ló indecible al morir, escrito
como estaba su destino ominoso.
El temor a la muerte me perturba.
Así la muerte a mis amigos hunde
de prisa y ya huele en quien esto escribe
la próxima presa que los secunde.
El temor a la muerte me perturba.
Remedio ninguno existe contra ella;
lo mejor es disponer de esta vida
antes que mi muerte inicie su mella.
El temor a la muerte me perturba.
EN EL ÚTERO YA SE NOS VISTE
En el útero ya se nos viste
porque la muerte apura e insiste:
nacer y morir van de la mano
como dos brotes del mismo grano.
Que el semen acabe su invectiva
en las ascuas que tu vientre aviva:
parirás con dolor la palabra
que mi carne embustera en ti labra.
En el útero ya se nos viste
porque la muerte apura e insiste:
nacer y morir van de la mano
como dos brotes del mismo grano.
Ruina la tuya, muerte: tan fuerte
en el amor de amantes sin suerte:
tu verso les colma el universo,
ardor de fuego fatuo y perverso.
En el útero ya se nos viste
porque la muerte apura e insiste:
nacer y morir van de la mano
como dos brotes del mismo grano.
Dirán que todo esto es tan trivial,
esto de la vida sin aval;
nada nuevo bajo el sol, oh muerte:
pero yo sigo sin entenderte,
a ti, que nadie puede torcerte.
LA ROSA, NO SE SABE
La rosa, no se sabe
si con o sin por qué,
está en flor otra vez.
No le preguntes nada
ni ahogues su promesa:
está en flor otra vez.
Es simplemente rosa
entre tallos y espinas,
labios sin palidez.
Rosa áurea, mecida
por el viento, sus pétalos
en versos del viejo Ez.
La rosa, no se sabe
si con o sin por qué
está en flor otra vez.
Armando Roa Vial, poeta chileno, nascido em 1966, publicou, entre outros títulos, Zarabanda de la Muerte Oscura, Estancias en homenaje a Gregorio Samsa e Hotel Celine. Traduziu o poema medieval anglo-saxão O Navegante e publicou diversos ensaios. Recebeu o Premio Nacional de la Critica (2000), o Premio Altazor (2001) e o Premio Pablo Neruda (2002).
1 note
·
View note
Text
Esculturas Musicais 1: Fernando Aguiar
O TER QUE SER COMO SE FOSSE
Aescotilha queseescolhe
semsilêncio quefalasse
seamentira nãoocultasse
oaquiloque serecolhe…
namoléstia comqueficasse
oterdeser comosefosse
seterminasse semtosse
eodesenlace recomeçasse…
ojánãoser porserassim
oentãover porqueficando
nãodefinir oagoraquando
eentãodizer ouvaipormim…
nogemido queládestapo
ogargarejoque notomecoa
semescape quelhesobrevoa
émesmodesta quenãoescapo…
EXTINTOS ESTAMOS TODOS
Vir de longe sempre perto
rumor brando, longo assombro
chuva rasteira, irrisório charco.
Vir de perto sempre longe.
No chão de granizo que se apresenta.
O estrépito que em silêncio espalha
num inútil desespero de continuidade.
Solo que sendo seixo, assim se assume.
Linguajar à boca fechada, factos de traça aberta
extintos estamos todos. No mais, no menos
no quanto demora, por quem se depara
na circunstância que o palavrear não soletra.
No agora ou no depois se determinam opções.
Sequela que não construindo se degenera.
Renúncias que são mais isto do que aquilo
depois de, assim que, por vezes se, ou mesmo
senão.
O DIZ QUE DISSE
O diz que disse
O quer que fosse
O foi-se em riste
E rir sem tos
se.
O é ou não é
O passou ou se visse
O ocaso finca-pé
Mesmo se sentis
se.
O sim ao que está
Talvez ao que não
O ser há ou não à
E nem sempre apres
se.
O ser esse que é essa
E nessa o que é desse
Retorno sem acesso
Se assim o quises
se…
O esforço que se esvai
A ânsia em não mudar
Um novo entra e sai.
O ir sem regressar-
se.
A pressão por não achar
Consistente, o sobrepor
O advir a relembrar
E se por dúvida o disses
se ?
AO SANTº, VALHªM-LHE OS CÉUS !
Essa falha nesta folhª, asso, solha e desfloro de fora
no rep.olho só re»ponho, vou rep asso, minto, flora.
Cres^ce o facto, cato o gato, vou+me rooming embora.
Soltº o ego, naõ soss,ego, abro fogo E logo ag-ora…
T’arrenego, m’aprochego, faço check-in & go out
re;colho a ceia, re:pasto a meia, no know-how se re#nasce.
Re-retrocesso, embuste espes-so, e espeço-te que naõ vá-s.
Aleg(o)ria que se traduz, sonho cheiº que seduz. (T)Às ?
Ag”ora o todo, a tudo o sem-pre, vago som que des-faço
embora o lei@, de sos~laio en-leio, e logo o logo(s) tr_aço
sol-eira na pedra, mão que medra, n*em pre-sinto ao que v/ou
e sob a Né-voa regr*esso, luª adensada, qeu esque-ço, halô?.
C-olho a calha, sobra a falha, o san-tº a (s)altar no adro sua,
flor+es no regaço, c-lima que amordaço, Ma=dona no (f)altar nua,
sem r#odeios se acende, no ro;dado se apreeende, e logo espreita
qu§em meio torto se re!faz, no dir;eito se subjaz, e at´ras se sujeita.
O MUITO QUE SE LHE DIGA
O ter muito que se lhe diga
e não ter nada como se fosse
o ter e um haver que consiga
arranjar sarna com que se coce.
Assumir que o assim já não é
e resumir o canto que entoa
súbito som que sobe ao sopé
sob a palavra que lhe sobrevoa.
Sobre a sequela que se incendeia
no verde, o abismo se sobrepõe
o sol nascente na lua cheia
espantado latejo que não opõe.
O excesso onde assume o sobreiro
a sobrancelha não reflete o (es)pasmo.
Um facto antepõe o denso cheiro
no asterisco em forma de orgasmo.
Artéria que desperta apinhada de gente
silêncio que remeto em sereno cambiante
um velho aforismo em quarto crescente
num devaneio de quarto minguante.
O SUJEITO DO ENSAIO
Ele. Elas. Loas.
Lado. Sado. Boas.
Pedra. P reta. Pr anto.
S anto. S alto. As
co. So
as.
Sinto. Minto. Ou não.
S ei. Sei-o. En tão.
Estou. Sou. Não são.
Atenção. Que se. Es
vai. vai
a.
Chio. Ch ato. S acha.
Chocha. Chanfro. Ch iça.
Cifra. Chifre. Ch oca.
Ch ão. Alto.
Ass
alto.
Cento peia. Cedo feita. Cai.
Cho vendo. A co isa. Eco a.
Sendo. Se nda. Ai ou aí.
V ou-me. Leio-me. V ai
-o-me. Me
io.
Vai ao me. Vei o te.
Te v ai o e me s ai o.
S onda que so letra.
En sai-o que se sujei
Ta. Ta
co.
Sa ída. Só ida. S ida.
Só lida. So li dão.
En trave que des trava.
A destra erva. Ser
Va. Va
(i)te.
Noite. Escura. Só.
Soía. S uo minha. Ia
Disper so-ca minho
Que per corre o cor
po. Car
pa. Pas
so.
Com bate que se sabe
sobre posto. Nódulo.
Nó que des ata. Que es bate.
Sabático ar dor no desen la
ce. Ce
Ia.
Re curso na ondulação
re corre nte. De c urso
a que re corro qu ando no ar.
Fl ama que ar de de pois
da. Da
do.
Ir ao l eme.
Alguém sua.
T(r)eme. Enxam€.
Traje©to que se trai
indo. Findo.
V ai.
PASSO APÓS PASSO
V ir de volta.
Sempre volto.
P asso após tr aço.
Com passo que re
torna.
Surjo de n ovo.
Sob a pa lavra.
Pedra após letra.
Escrita desen
quadra da.
Atento (en)quan t/d o vou
estimo o en canto.
Vale tudo - ou quase.
Es trela (a) pu
lar.
Não sinto ensejo.
Sempre iludo.
(Vele)idade que ad vem.
Sub jaz o des encon
tro.
Questiono o mo mento.
A cerco. Acon chego.
À tona a água que
trans borda. Trans
torna. In porta.
Permaneço en volto.
De sa gre ga do.
Tomara tudo.
Sol eira que se des
faz.
Devolvo a volta.
En volto re tomo.
Sublime ar dor
que á(e)spero se as
sume.
Sinto(-me) (o) deserto.
Receio ala(r)gado.
De c urso que (des)envol
vo no mo
men to.
QUE MAIS SE PODE FAZER ?
Acordar na tarde no distante anoitecer
Acontecer se arde num súbito alvorecer
Renascer em marte em parte se acontecer
Dar-te por não ter e voltar a reverter.
Adiar se for o caso no que tiver que ser
Encardir o alvo cardo e de súbito enaltecer
Arvorecer na sombra na certa sem se ver
Voltar ao que nos cerca entre o deve e o haver.
Progredir na (in)certeza o suposto engrandecer
Arredar sobre a mesa o nem sempre agradecer
Entrar pela saída e assim retroceder
Ver o há o não haver e tornar a converter.
Aprisionar o aprumo apenas por puro prazer
O tardar nos teus seios num terno entardecer
Cativar o inquieto olhar como forma de (se) poder
Padecer o que parece que mais se pode fazer ?
FERNANDO AGUIAR publicou 31 livros de poesia, performance poética, infantis e antologias internacionais de poesia visual em Portugal, Espanha, Alemanha, Itália, Irlanda, Canadá, U.S.A., Inglaterra e no Brasil. Realizou 46 exposições individuais e participou em numerosas exposições coletivas. Desde 1983 apresentou cerca de 230 intervenções e performances poéticas em Museus, Centros Culturais, Teatros e em Galerias de Arte de 26 países. Organizou diversas exposições e Festivais de Poesia e de Performance em Portugal, Itália, França e no Brasil. É autor do “Soneto Ecológico”, uma obra de poesia ambiental constituída por 70 árvores plantadas em 14 filas de 5 árvores, numa área aproximada de 110x36 metros, em Matosinhos, 2005.
0 notes
Text
Esculturas Musicais 2: Antônio Moura
OUVE O MUNDO
A Marcilio Costa
Cala, ouve o mundo, há sempre
uma voz em tudo – um coaxo,
um sibilo, um crocitar, um zumbido,
um gorjeio, um zurrar, um rumor
de água, um silvo, um vento, um
far fa lhar,
um balido, um trino, um latido,
um cicio, um grunhido, um grasnado,
um sussurro, um rosnado, um ron
ronar, um rugido, um bater de asa,
um estalo na viga da casa, um ecoar,
um latejo na têmpora, um temporal,
um trovão, um ranger de porta, um
inaudível desabrochar, um cricrilo,
uma sílaba ci ci ci ci ci ci ci cigarra,
um sino, um relógio, uma badalada,
um último suspiro, um novo ser
a respirar, um gemido amante,
o som de uma lágrima que cai no olvido,
uma vida inteira a murmurar – e no fundo
de todas as vozes inanimadas e animais
a voz do espírito que a tudo anima.
Ouve – há sempre uma voz em tudo.
Fica – um instante – mudo
JOAQUIM NABUCO
País
transformado em porão, sua carga
– cor, sangue, dor, perseguição
Navio
fantasma há séculos à deriva
Negreiro
o uivo do mar que em volta vibra
POEMA PARA LER AO ANDAR COM CUIDADO
Você que agora caminha por este poema,
não está ouvindo, além do som das silabas,
o som de sinistros passos ecoando secos
em seu encalço, como que para encarcerá-lo,
como que para amordaçá-lo? Não está agora
pressentindo atrás de sua própria sombra
uma outra sombra, que, aos poucos, se agiganta
querendo, de forma réptil, cobrir tudo, todos,
com sua escura manta? Não está sentindo,
agora, fazer ninho eu seus ouvidos a gralha
a rasga-mortalha da histérica pregação,
que busca ensurdecê-lo com seu grasnado
para que ouça, unicamente, a voz intolerante,
a voz fanática e prepotente do Deus demente?
Não está vendo uma venda que, lentamente,
cai sombria sobre seus olhos, sobre sua mente?
Você que agora caminha por este poema,
cuidado, aqui perto, no fim da Rua Extrema
a oficina do fascismo fabrica frias algemas
ONIPRESENÇA ONIPOTÊNCIA
A Noam Chomsky
Júpiter
Isis
Baal
Amon-Rá
Thor
Saturno
Cronos
Belus
Vênus
Odin
Marte
Plutão
Hutzilopochtli
Tezcatlipoca
Moloch
Gigantes
ICBC
China Construction Bank
Agricultural Bank of China
Berkshire Hathaway
JPMorgan Chase
Bank of China
Wells Fargo
Aplle
ExxonMobil
Toyota Motor
Bank of America
AT&T
Citigroup
HSBC Holdings
TANTO QUANTO
Um tanto de mentira, um quanto de verdade, assim
vai se erguendo o mito, teia entretecida com os fios
da vida e da irrealidade, boca a boca, ouvido a ouvido
e algumas manchas de escrito, assim vai-se fazendo
do finito, infinito – uma palavra e um caminho que
sem se salvar do tempo consegue escapar do olvido, vida
e arte entrelaçadas em grandes travessias de oceanos,
pequenos barcos por furos dentro das matas, algumas
visões extraordinárias, muito de banal e cotidiano, e
no meio da vegetação emaranhada, no centro da clareira
borbulha o caldeirão da feiticeira, o aroma do amor, suas
especiarias misturadas ao odor azedo da dor – gordura fria
e fundidos no ar o olor das flores e o odor das fezes,
nuvens saindo dos olhos dos demônios e dos deuses
para chover e forjar o humano jardim que floresce
e apodrece, floresce, apodrece, floresce, apodrece,
floresta queimando num tempo tenebroso em que os uivos
dos famintos e refugiados ecoam pelos cômodos das casas
e em contraponto reverberam sobre o silencio que cobre
os corpos mortos dos nossos vizinhos índios, pretos, pobres,
almas vagando pelos cômodos cômodos de nossas casas,
ecos incômodos pelos cômodos cômodos de nossas casas.
A página escurece, o estrondo de um meteoro soa na sala
e entre os astros e o desastre ergue-se o rumor do mito,
a doce mentira, o sal da verdade, a vida, a arte – o grito
THE INVISIBLE WAR
Os fragmentos da guerra invisível entram pelas frestas das portas e janelas, fantasmas de gás inflamável evaporados de grandes banquetes onde são servidos terrorismo de estado à la carte, cozidos geopolíticos com uma pitada de fundamentalismo religioso e fatias de porcos totalitários à direita e à esquerda da mesa.
Multidões de refugiados cruzam o mapa de meu quarto, passam por cima de minha cama carregando seus trapos até saírem pela porta do espelho onde esperam encontrar um outro mundo.
Os minúsculos fragmentos desta guerra grudam na sola de meus sapatos onde quer que eu vá, onde quer que eu ande, na rua, debaixo da terra, pelos telhados, explodem em forma de estilhaços ultra silenciosos a cada passo e enquanto ando em minha parca velocidade de homem a guerra invisível viaja numa velocidade estonteante
por dentro de pequenos telefones, deixando milhares de mortos e feridos por entre os escombros das telas de cristal líquido.
A guerra fantasma é um flâneur maligno do Vale da Sombra da Morte, está em toda parte e em parte nenhuma, às vezes, sem que ninguém perceba, passa, com suas armas de alta tecnologia, por entre crianças que brincam descalças numa abandonada praça de periferia. Às vezes passa, causando arrepios, um vento frio, nos animais da floresta.
Por toda parte e em parte alguma, impalpável, Deus Onipresente, vaga um vírus fabricado em laboratórios transnacionais pagos pela moeda de lata dourada que carrego em meu bolso.
Não se pode vê-la nem ouvi-la, só senti-la quando já está muito perto, entrando silenciosa e sorrateira por dentro dos pesadelos dos que dormem nas cidades que dormem sem dormir de olhos bem abertos quando fecham os olhos de medo, quando tapam os ouvidos, para não escutar, apavorados, o bater de botas e o trotar de cavalos adornados de fitas e penachos aproximando-se de suas cabeceiras.
Veja, de dentro da cortina de fumaça e poeira que se levanta do cyber front erguido eletrônico no meio da sala, a múmia de Tio Patinhas ressuscita ainda mais sovina, decretando o fim da história, o fim das utopias, nadando, cínico, em sua gigantesca banheira de dinheiro.
Em vários pontos estratégicos da nova guerra, tiranetes-fantoches esperam por novas ordens sentados em seus urinóis decorados por coloridas logomarcas.
Não se sabe onde ela está – o inimigo sou eu, o inimigo é você – a guerra feita de vento, que agora me faz andar como um cego que tateia o ar sem sua bengala.
YO Y EL SORDO
A Goya, El Sordo
A Isadora
Não podes me escutar
Para falar contigo
basta apenas apalpar
as paredes de tua arte
e perceber que a maldade humana
descansa em qualquer tipo de barro,
que se ergue e dá alguns passos
entre a espera
e o desespero que o esboroa
Nós dois sabemos
que a borra da miséria e o cristal da estrela
residem em cada gota de tinta,
que o mar e o amor
só existem para quem não os atravessa
e que o lugar em que parecemos reinar,
o lugar em que parecemos reinar
é um território inconquistado,
um chão sobre o qual o trono e a coroa
são dados no mesmo instante
em que a trombeta e a voz de um arauto nos manda abandoná-lo,
mal saboreamos o cheiro marinho
da Alba deitada nua na areia da praia
e vemos que o que aqui nos trouxe,
o barco há pouco ali ancorado – vês? –
já arde em chamas – queima
a pergunta do marujo se o desamparo do mar é a única forma de voltar
ou, quem sabe, assim,
pedindo emprestado um pouco
de tuas tintas,
o sonho da razão,
o pesadelo de Freud cem anos antes,
quando as corujas piam em volta de tua cabeça,
que deita para deixar escapar
monstruos, los desastres, los caprichos, los disparates,
las pinturas negras
nas paredes que não têm ouvidos
A OUTRA VOZ
Presente em tudo e sempre oculto, serpente
verde e imóvel entre a folhagem, imagem
que não se vê nem ouve-se mas sente-se
perpassar todas as formas que armam
nosso breve arco riscado a giz de nuvem
sobre a impalpável escuridão do mundo
Enigma, da superfície ao fundo, vulto
transparente atravessando o véu do tempo,
reunindo, em sua única voz todas as vozes
do vento, céu vazio, rio sem foz e nascimento,
círculo invisível em volta de seu próprio
mistério – eterno, terreno, intocável, aéreo,
o silêncio, Deus da poesia, diz mais um dia
Antônio Moura nasceu em Belém do Pará, 1963, residiu em São Paulo, Lisboa e atualmente vive em Belém. Poeta e tradutor, tem onze livros publicados, oito no Brasil e três no exterior. Poesia: Dez, edição do autor; Hong Kong & outros poemas, Ateliê Editorial; Rio Silêncio, Lumme Editor; A sombra da Ausência, Lumme Editor; A outra voz, Editora Patuá. Tradução: Quase-sonhos, Jean-Joseph Rabearivelo, Lumme Editor; Traduzido da noite, Jean-Joseph Rabearivelo, Lumme Editor; Contra o segredo profissional, César Vallejo, Lumme Editor. Rio Silêncio foi premiado na John Dryden Translation Competition, em tradução para o inglês de Stefan Tobler, publicado em pela editora Arc Publications, com o título de Silence River, com uma turnê de lançamento por oito cidades da Inglaterra. Publicado em Valéncia, Catalunha, Edicions 96, em tradução para o catalão por Joan Navarro, sob o título de Després del diluvi i altres poemes (Após o dilúvio e outros poemas). Editado no México, Río Silencio, em tradução para o espanhol por Victor Sosa, Editora Calligrammes. Tem sido publicado em diversas revistas e antologias nacionais e internacionais.
0 notes
Text
Esculturas Musicais 3: Jorge Arrimar
1. de que montanha?
não sei de que montanha sou
se daquela que transporto em mim, toda em mim,
um meteoro vindo do espaço há mil anos
se daquela que me habita há um segundo,
o segundo tempo depois do primordial (es)pasmo
2. álbum de recordações
uma velha buganvília
a embeber tudo numa névoa roxa
e minha bisavó sentada no terreiro
a refrescar-se nas tardes mornas
com leques de bambu e palma
3. infância
o deserto que atravessamos
não é nosso. somos estrangeiros
nas suas dunas. só os cactos
vieram connosco, agarrados
aos pés da infância
4. Esconderijo
entre ábacos de ébano
e dados de marfim
um velho chinês procura-me
com dedos de bambu
o carácter que me possui
é um esconderijo de silêncios
5. Imbondeiro
há frutos
nos ramos do imbondeiro
a penugem que libertam
cobre os pássaros que voam para o céu
da boca
6. ressureição da dança
é da terra que chega a seiva,
o sangue das plantas que, morrendo,
mais se enraízam.
da próxima vez que te vir
de pés nus a lavrar o chão
acertarei o passo contigo
na dança
dos homens que estão antes
dos mais antigos que a memória guarda
Jorge [Manuel de Abreu] Arrimar nasceu em S. Pedro da Chibia, Angola. Publicou dez títulos de poesia e cinco de ficção. Encontra-se representado em diversas antologias, nomeadamente, Antologia de Poetas de Macau (Macau), Divina Música (Portugal), Ovi-sungu – 13 Poetas de Angola (Brasil), Poetas da Ásia Portuguesa (EUA); participa em várias revistas literárias, das quais se destacam Eufeme (Portugal), Seixo Review (Canadá), Literatas (Moçambique), Textos & Pretextos (Portugal), Zunái (Brasil).
0 notes
Text
Esculturas Musicais 4: Scheila Sodré
CLAVA
Flores e crânios confinados
a espera do vento.
a lápide e o trono
dos leopardos
dentes amarrados
aos cipós do tempo
clava que parte o solo
o níquel da barganha
no bolso
Iku desenha o caminho da terra
de volta ao ventre de Nanã.
OXUM
Oxum
dança-luz
na gira
asas-dragão
escamas
de pétalas
gritos
de xirê
língua
de Oxum
devora
homens
contorna
pedras
desenha
lábios
com pó
dourado
sopra ao vento
mariposas
brilhantes
tiara
de búzios
e contas
Ori-mulher
IKU
Entre os mundos existe um portal:
a fronteira entre a vida e a morte
vida, morte, morte,
vida-anáfora
criação de Iku
arranha-céus de Igba Nanã
abrigam o pouso da coruja
chuva ácida lava os grãos
aros
carros e motores
molha o chapéu
de vento perdido
que cai no buraco da terra
câncer no seio da
mãe nanã
a ferida da cidade grande
luzes e redemoinhos artificiais
vagalumes labirinticos
de veludo plástico
redes invisíveis
engolidas pela lama
raízes
fios de conta lilás,
branco e roxo
ibiri bate no portão
cajado
XANGÔ
O trono de Óyò
feito de ferro, safiras e dentes de leão,
amálgama da África
Tempestade, gritos de metal,
Ãrá-Trovoada
Ventos de papéis, pergaminhos de pele de carneiro, flores e pedras editais
Xangô traga exércitos, ouve clamores e o tambor do justo, do puro e os apitos dos índios da Amazônia
Filho dos sóis expulsa as
correntes do mal, faz tremer o solo, castigue os burocratas desonestos
Traga o machado cego e duplo
da Justiça Ida oba
atira à queima-roupa e cala todas vozes da corrupção
Alimente com imalá as bocas famintas dos direitos
paz ao meu doce lar
minha Pátria de anjos operários, crianças e homens em caixas de papelão
onde existe a esperança baba Orisá baba?
Justiça divina vaza dos teus olhos
Dentro dos seres sem fé do reino da fênix que
Clamam por ti Xangô.
Kawó Kabiesilé
RAINHA-MÃE
Erù-Iyá
Odó-Iy
calunga grande da praia corpo de escamas e pétalas
vestido Iemanjá de safiras e abebés de rainha
Afagos da mãe bondosa que me quer
lua nova, cabocla da praia da concha dourada
ouve o vento dentro da cabaça
de lágrimas e pratos rasos de arroz
flutuando sobre os náufragos sem futuro
redes de pescadores, ostras, antenas de transmissão, cabeças de peixe, ouriços pontudos, caranguejos virados chapiscados de areia branca
plancton de espumas metálicas-fogo-fátuo contornam encostas e rochedos
Farol solitário de pouso da gaivota
vela-cruz dos marinheiros e açoras de âncoras
cordas de prata cingidos em cabelos longos de onda
Fiandeiras desse destino incerto
das sementes de mostarda
em teu ventre
Erù-Iyá
Odó-Iyá
DESDÊMONA
Lay by these—
Willow, willow—
Prithee, hie thee, he’ll come anon—
Sing all a green willow must be my garland.
Shakespeare, Othello, act IV
Desdêmona desrégia à beira-rio
desfiladeiro descida de lápides
despontada da terra úmida
desilusão estrela da manhã
desfeita em ramos de cipó
desposa sem sorte consorte
desposa cão andaluz
déspota uivante
desiderio, desiderio, desiderio
desencanto estéril
descalça pontas de gesso
desfigurada Desdêmona
folhas flutuam à beira-rio
asfixia desideratum.
INFÂNCIA
livros flutuantes
peixes-cascudos
saltando da lama
tempestades
crianças a cavalo
subindo beliches
crianças vazantes
luas crescentes
em seu quarto
a inquietude
nos dedos perfurados
por termômetros
o indicador
apontando ao céu
segurando mercúrios
mercúrio-sangue
lápis inchados
casa liquefeita
CHAFARIZ#21
pés descalços correm
matam um sapo
chove facas
lâminas e línguas
subindo telhados
chafariz de pedra
memória de um córrego
que ecoa e silencia
gritos do rio sujo
o rio começa
o rio termina
pessoas dançam
crianças riem
sem saber das perdas
esculpindo lama
anjos sujos
asas molhadas
chuvas de escorpião.
UNTITLED
Não importa quem sejam eles
mas quem você pensa
que eles são
o que sente
no café da Paris
dos anos 30
bebericando absinto
je t’aime je t’aime je t’aime
disparo tiros baixos nas fadas dançantes no assoalho
demônios múltiplos
Incubus líricos de Balaam
cabeças-duras cabeças secas
do tabuleiro mármore
o tornozelo da moça e seus sapatos negros com saltos de ampulheta
cristais no olho crisântemo
pétalas pálidas de asa-borboleta camadas de epiderme fina
vendendo a alma por trocados
fãs de fadas e bebidas
fumée fumée a fumaça da cigarrilha
com quem te deitas?
amor amigo atirador oh fascistas de olhos fechados
enganando tolos
folhas ao vento em todas as direções
Quem você pensa que eles são?
Animais?
Ânima, alma ou anjo?
raça humana?
raças de cães?
fenótipos da mesma fagulha
abismo-me
são pessoas?
nação de soldados e engrenagens
post morten ?
rigor mortis?
É o fim? Fim dos sonhos
Levantai-vos ou animais-vos.
SEM TÍTULO
desplumada frente ao espelho
base na epiderme seca
sombras negras nos olhos molhados
escondendo a pele
e a alma
feito máscara Nô
apneia toda manhã
e a dança dos pés
presos ao solo
cenário de pinheiros
cortinas e galáxias
pintados à mão
pluma mantélica em erupções
lava quente à cama
cabeça e fios de cabelos
vestes de seda e cerejeiras
madeixas num coque repuxado
até as últimas consequências
personagem Kabuki
expressões contorcidas
supervulcões faciais
olhando a lua
mulher enlouquecida
busca neve artificial
nos cubos de gelo.
DENTRO DO DODECAEDRO
Dentro do dodecaedro
leões alados no picadeiro
lona multicolorida
água-régia
escorre das pernas-de-pau
corrói unhas pintadas
de mercúrio amarelo
soluços espasmos
nas cordas vocais
cabos de aço espaciais
giram braços-de-ouriço
barras de ferro
contorcionismo
da roda gigante
girante em curva luz
claras em neve pisco-sour
ROUTE 66+6
O cão corre atrás da lebre selvagem
pula a cerca de ferrugem
a lebre foge e o cão preso
Land of Enchantment
a película exposta a luz solar
derretendo plásticos, terra, espíritos de condor
búfalos e cavalos correm
sobem a montanha chamuscada em vermelho-xamã
animal totem espreita
nativos vestindo jeans
presilhas de turquesas e penas
feno rolando com papéis
carrinho de bebê
verde-cactus e vento
o cão grita
pendurado feito fio de prumo
sob reflexo da lua gigante
o homem é o pior inimigo do animal
besta fera fogo-fátuo do deserto
esmagadora presença rubro-negra
mandíbula quebra-nozes
apertada contra a porta
caçar ou morrer
estradas e botas que caminham ao inferno.
Scheila Sodré é poeta, professora de língua inglesa, graduada em Tradução e autora da plaquete de poemas Hemicrânia (Leonella, 2018).
0 notes
Text
Esculturas Musicais 6: León Félix Batista
LI PO SUCCIÓN
Dos labios rojos
te invitan a comer,
condimentados.
Desiertos del deseo.
Y oasis son los higos
del escroto.
Al darles brocha
a pétalos en flor
se pintan gritos.
Rosa del pubis:
brasa que te congela
cuando la tocas.
El crucifijo
que muere en un escote
me resucita.
La sed desierta
del pubis afeitado
es mi espejismo.
Tocando estrellas
mi lengua sube al cielo
entre tu boca.
Magma húmedo
la boca en los volcanes
del cunnilingus.
Sentir de golpe
la sal: besar el centro
es mi ambrosía.
Mis manos hablan
en braille al otro cuerpo
que, ciego, escucha.
Atando hilos
del ovillo de los dos
tejemos hijos.
A mano o próximo
el cuerpo es un enigma
soluble a solas.
Evocas ingles
de mujer cuando comes
ciertos moluscos.
Bajar al pozo
de la vulva y hallar
el vellocino.
Se va el verano
pero se queda: queda
entre las bragas.
*Esta selección de haiku erótico proviene del libro inédito “Las mil y una hojas” compuesto por exactamente 1001 poemas en la tradicional forma japonesa.
León Félix Batista, Santo Domingo, 1964. Es autor de Prosa do que está na esfera (Olavobrás, Sao Paulo, 2003, traducción de Claudio Daniel y Fabiano Calixto), Delirium semen (Aldus, 2010), Caducidad (Amargord, 2011) y Próximo pasado (Praxis, 2018), entre otros. Aparece en importantes antologías como Cuerpo Plural (Pretextos, 2010) y Poesía esencial dominicana (Visor, 2011).
0 notes
Text
Esculturas Musicais 7: Rodolfo Hasler
LENGUA DE LOBO
Una tarde,
obcecado con el rastro de un espectro,
entré en la sala del museo,
suelo ajedrezado y paredes de color carmín
juegan con las sombras por las esquinas,
me dijo, ¿dónde estuviste
todo este tiempo?,
¿escribías?
Iba de una sala a otra, de los simbolistas
a la flor de cera de Redon
de la que no pretendo dar explicaciones,
el tallo azul ultramar, la flor carmesí
crece en el espacio
hasta invadir la estancia.
Esta situación podría no existir,
ser parte del mundo onírico que hace mucho
me atrapó.
En el centro acecha la ansiedad,
la visita al caparazón del erizo
junto a una estrella de mar,
una enredadera sulfurosa envuelve
el recuerdo que impide conciliar el sueño,
pétalos se abren en las marcas del pincel,
la sala donde espío a Redon
es la espina del erizo que se hunde en la carne,
una vida bárbara
perdida en la amargura del espejo,
y por consecuencia,
despertar, despertar.
La aparición de la sangre
indica el daño,
seguir con vida después del hundimiento,
por supuesto, para poderlo contar,
viene de lejos,
un lugar verde y lluvioso
donde el hierro es húmedo
y las flores no tienen olor,
vive tranquilo en un recodo,
y su intención es borrar fronteras,
no jurar, volver al regazo,
se alimenta de maná,
de la sopa boba, de la nada ninguneada,
insiste en andar, seducido por el otro,
jugándose a los dados
el escozor de la mano,
tacto olvidado, rechazado,
esfuerzo que se aleja en un suspiro,
algunas palabras justas que crecen
en lengua española, paternal alemán,
excelente francés que usa cuando quiere,
en un instante desaparece en el aire
y una isla sigue a otras más lejanas,
islas Azores, Flores, Terceira, Santa María,
en la incierta nebulosa, sin alma, sin alma,
nunca volver, aunque esté allí,
nunca volver sin alterarse, azufre, estatua de sal
por si mira atrás,
ya se sabe,
aunque vuelva, deja su acento atrás,
su marca del nacimiento
de delicada habladuría.
* * *
Insiste en acercarse a la bestia,
hay que reducirla poco a poco,
no debes tocarla, quema,
abrasa la yema de los dedos,
no bastan lágrimas,
beberás su sangre, beberás la sangre
de los sueños congelados,
entra con un machete
en la pulpa de la ansiedad,
en el patio, con ahínco,
cepilla su cerviz,
entre el pelo ralo y el ojo
sentirás la dimensión del espanto.
* * *
Se despierta con una manzana de oro
en la mano, los ojos entornados
dejan ver
que se trata de un hecho extraordinario,
en la fisura de lo real, a veces
te puede tocar,
pero hay que saberlo sentir,
día a día, con dedicación.
La manzana es pesada
y deja un rastro de escozor
como si fuera de arena
o un narciso que bulle en el corazón,
un geranio en un libro de Baudelaire,
eso es, un deseo o una aspiración
que por su densidad pudiera hundirte.
Desconoce el final,
sólo confía en que los días transcurran
junto a la fruta aparecida,
un corte en la voz
para enmudecer, o decir a medias
si de repente se tercia,
pero el objeto, de tan bello,
es envidiado,
y aunque invite a la caricia,
es imposible hincarle el colmillo.
Corazón de semillas doradas,
hacia qué lado emprender el camino,
cómo consumir su carne
y obtener la sanación.
***
Una tarde,
obcecado con el rastro de un espectro,
entré en la sala del museo,
suelo ajedrezado y paredes de color carmín
juegan con las sombras por las esquinas,
me dijo, ¿dónde estuviste
todo este tiempo?,
¿escribías?
Iba de una sala a otra, de los simbolistas
a la flor de cera de Redon
de la que no pretendo dar explicaciones,
el tallo azul ultramar, la flor carmesí
crece en el espacio
hasta invadir la estancia.
Esta situación podría no existir,
ser parte del mundo onírico que hace mucho
me atrapó.
En el centro acecha la ansiedad,
la visita al caparazón del erizo
junto a una estrella de mar,
una enredadera sulfurosa envuelve
el recuerdo que impide conciliar el sueño,
pétalos se abren en las marcas del pincel,
la sala donde espío a Redon
es la espina del erizo que se hunde en la carne,
una vida bárbara
perdida en la amargura del espejo,
y por consecuencia,
despertar, despertar.
Rodolfo Häsler, poeta cubano, nasceu em Santiago de Cuba, em 1958, mas reside hoje na Espanha. Publicou, entre outros títulos, Poemas de Arena (1982), Tratado de Licantropia (1988), Elleife (1993) e Paisaje, tiempo azul (2001).
0 notes
Text
Esculturas Musicais 8: Roberto Echavarren
FRAGMENTO DE EL MONTE NATIVO
Nuestro lugar es la separación.
Nuestro corazón es el restaurador.
La alegría es la vida nueva.
Así la tierra se carga de sentido,
atraviesa la noche y el tiempo,
transporta claridad en su vientre sexual,
una semilla del árbol de la paciencia,
un motivo endócrino en los pedazos de ser celeste.
Somos seres lentos pero el universo es raudo.
Todo huye a fuerza de aparecer.
La aspiradora recoge la pelambre del perro.
El río pasa entre cavernas, basura y zafiro.
Veo el patio de la cárcel, la alberca
donde lavan la ropa, la pared carcomida.
Mas un incendio toma cuenta de todo
y todo se deshace a la luz de las llamas.
La lámpara de Aladino es pura fricción,
chispas brotan al rasparla.
Un deseo nace al tiempo que se satisface.
Pero el afecto recorre la vida entera.
Desde el bosque de acacias
una oruga verde se desliza,
el lomo hecho de pinos verde luz.
Un bosque va marchando
para hacer algún tipo de justicia.
La oruga entró a la casa.
Un ladrón la pisó y se quemó la planta del pie,
salió gritando en una pata sola.
A la oruga no le pasó nada.
Todo está quieto,
recogido en sí mismo,
murmurando, raciocinando,
esparciendo inminencias,
un molino anónimo
entre sombras verdes.
La madrugada se quiebra
con las primeras luces
sobre los campos de maíz.
Tu camiseta se seca
con el calor que despediste.
El perro ladra, recorre las habitaciones
alarmado, no concibe abandonar la vigilancia;
deberíamos agradecerle esa preservación
obstinada del territorio.
Pero la inundación desprende la choza
que se lleva la corriente.
Si ajustamos el lente,
veremos los pormenores de la ribera,
un arco iris completo.
Muslos impregnados de pachulí,
el muchacho pasa en equilibrio,
hojas de bambú en el pecho,
en la boca peces de coral.
No obstante el caos sigue allí.
Renace a cada anochecer.
Quien estuvo en el campo sabe
cómo todo no cesa de crecer.
El aire de una flauta
de madera trabajada a cuchillo
avanza en la noche de verano.
Roberto Echavarren es poeta, narrador, ensayista y traductor. De entre sus libros de poemas se destacan Centralasia (Premio Ministerio de Cultura de Uruguay, ediciones en Argentina, México y Brasil), El expreso entre el sueño y la vigilia (Premio Fundación Nancy Bacelo) y Ruido de fondo.Performance es un volumen mixto: antología de poemas, entrevistas, reseñas críticas alrededor de su obra. Ensayos: El espacio de la verdad: Felisberto Hernández, Arte andrógino (Premio Ministerio de Cultura de Uruguay), Fuera de género: criaturas de la invención erótica, Michel Foucault: filosofía política de la historia, Margen de ficción: poéticas de la narrativa hispanoamericana. Sus novelas: Ave roc, El diablo en el pelo, Yo era una brasa. Las noches rusas es una crónica acerca de la vida política y cultural de Rusia durante el siglo XX. Tres cuentos es su último libro de narrativa. La pieza Natalia Petrovna fue premiada y publicada por el Centro de España en Uruguay. La pieza África, la muñeca de Felisberto Hernández, basada en un caso real, fue publicada y se presentó en Montevideo a lo largo de 2012 y 2013. Dirige la editorial La Flauta Mágica, especializada en ediciones críticas bilingües de poesía en traducción y el rescate de obras poéticas imprescindibles escritas en español.
0 notes
Text
Esculturas Musicais 9: Charles Perrone
AN OBSERVATION ON FORM
“Poetry is language turned
toward its own materiality”
(posted in a library somewhere…)
So in sum in essence
what you may be saying
is that it scarcely matters
whether one’s lies defer to
the dictum of duple lines
or the senseless fur of a
wild beast released on
its own recognizance…
COUNTER-DISCOURSE EXERCISE #2
The songster and the songstress
both assure me with emotive intensity
that they will love me until the end of time
or forever and a day.
I don't quite grasp their emphasis
on such longevity
for by then
we will be in decrepitly deadly
and otherwise deplorable condition.
A LOCALE DUBBED THE SPOT
A pointed location of launch and departure:
a stone left less than cold upon an inscription—
an ancient set of phrases carved with tools,
instruments, and frantic fingernails;
thus to discover expired subscriptions,
brittle periodicals, and obsolete urns.
Submissions, applications, reversions, and such.
A lone hope obtains at this agreed upon juncture:
the sure and eventual imposition of the will
of sir remission.
São Paulo?
COMMUNICATION BREAKDOWN, REVISITED
The fourth set of data
that you have set forth
to arrange to send remittance
has already somehow deployed
into volleys, replays
of broken messages,
piecemeal attrition and
replacement schedules.
We recipients had all so hoped
that you could have favored peace
and just let better be.
Charles A. Perrone é professor emérito de Literaturas e Culturas Luso-Brasileiras do Departamento de Estudos de Espanhol e Português da Universidade da Flórida. Mora atualmente em Santa Cruz da Califórnia, EUA.
0 notes
Text
Esculturas Musicais 10: Diana Junkes
VÃO
o tumor à flor da pele
na pele do peito feito flor
carnívora e fúcsia em desalinho
derrama-se nas praças nos lares
nas sarjetas em velas acesas
pétalas de mazelas e nãos
juizes apodrecem os homens
as mulheres as crianças
em pistilos de pus avesso de luz
no oco solo da cela
todo silêncio é vão
ÍNDICE DE GINI
a moça do xerox
esmaga o livro na copiadora,
cada página solta sob tortura
equivale a seu desejo
de engolir o mundo
e distribuir a desigualdade
em fotocópias
SOCIALIZAÇÃO DAS PERDAS
o menino sem sapatos
encanta-se com os degraus rolantes
descobre que pode desafiar o sistema:
impunemente sobe pela escada
em que a única via era
descer
HOMEM NA RUA
um homem velho na rua me pede
um prato de comida pelo
amor de deus não quer
esmola moeda quer um prato
de comida o leite o pão que eu compro para ela
sinto vergonha por existir impunemente
um homem velho na rua me lembra meu pai
o homem velho tem cacos escorrendo dos olhos
cabelos tristes narinas que escutam
o mundo surdo à sua volta
a vida resumida nas dores que guarda
nos amores que lhe deixaram
na efemeridade da luzes de natal
nesta maleta velha pequena demais
para a dignidade que eu sinto latejar
dentro de seu peito insurgente
DESENREDO
“dá-me fazer deste papel poema e da insinuada
tinta faz
mulher”
haroldo de campos
miro-me na superfície branca
flutuam na memória teu hálito
tuas mãos tua voz teu cheiro
e estou aqui tão nua diante do papel
a dança do lápis sobre a folha
inscrevendo lumes e lábios
é teu corpo sobre o meu os sinuosos
movimentos em busca do infinito
e estou aqui tão nua diante do papel
os gemidos do grafite seus sussurros
ritmados no início de cada linha
despenham enjambements
atravessam o vento o frio das frestas
da janela a luz a cama a casa toda
e estou aqui tão nua diante do papel
daqui desta superfície feminina
de celulose ainda exausta dos teus
braços coberta dos teus pelos da tua pele
tua barba teu mundo girassóis minhas ilhas
amanheço palavras olho teus olhos
profundos ardentes
e estou aqui tão nua diante do papel
é que o incêndio que fabricamos ainda há
pouco inaugurou minha nudez irremediável
não há volta: tão pungente tão vasta e clara como
as manhãs que desafiam as vísceras da noite
despi-me diante dos teus versos e agora já sabes
que nenhum poema me pode vestir de auroras
só me sei entre os laranjas do ocaso minha sina
e estou aqui tão nua diante de ti
CONSERTO
sapatos meias chão
saia camisa brincos chão
todos escutam o concerto
o carpete do teatro é vermelho
a vida cheira a naftalina
e me falta ar para respirar
os acordes os acordos
a memória de você ofegando
sobre meu corpo cansado
num dissonante abraço
ORQUESTRA
este homem que agora toca saxofone
na estação do metrô
este homem velho em pé diante do chapéu
este homem e suas poucas moedas
este homem invisível
perturba sem saber
a tristeza da noite
os vãos das minhas veias
a imensa gavetas revirada
o estampido do nada
KILAUEA
à tua procura
meus dedos tocam
a gruta entre minhas
pernas camadas quentes
expandem-se violáceas
feito magma
espalha-se pelo meu corpo
este som-silêncio deslizando
vão a dentro
denuncia a tua ausência
entre erupções sucessivas
ou simplesmente a vida
que insiste
pulsa geme
à tua espera
ÓPIO
e se este deus não tiver mãos
como colocar esta miséria nas mãos dele?
se for surdo cego egoísta para que pedir?
deus não fala deus é mudo
alguém no megafone é que fala por ele
a voz de deus é um estampido de revólver
deste lugar vejo um buraco na calçada
diante dos meus olhos baços confunde-se
com a mancha de gordura no papel
que protege a toalha da mesa do bar
a vida dissolve-se neste sudário desbotado
deste lugar vejo o buraco a calçada
o papel engordurado silencioso
a ponta da toalha que se esconde sob ele
como as bandeiras vermelhas que agora estão
embaixo da cama no escuro esperando a morte
penso neste deus sem mãos surdo cego egoísta
penso neste deus inútil mudo sem palavras
indiferente à cidade alucinada aos decretos
às pontes suicidas aos pedaços de vidro que
nos enfiam goela adentro dia após dia
(deus porém é cordial
ainda bem)
CARTA AO LULA
(inédito em português, foi publicado na Venezuela)
te olho, luiz, do meu lugar modesto
sem faixa e sem palanque
acovardada e em silêncio
imagino que os poemas bastem
sabemos que não
sabemos do não
seu eu tivesse duas mãos
e um sentimento do mundo
como o poeta
talvez um auto passasse
sobre meus gestos
mas não tenho nada luiz
só espanto
luiz tenho medo
Diana Junkes é poeta e crítica literária. nasceu em São Paulo, em 1971. é professora de literatura na Universidade Federal de São Carlos, onde também coordena o grupo de pesquisas de poesia e cultura. Dedica-se ao estudo da poesia brasileira contemporânea e, particularmente, à obra de Haroldo de Campos. é autora de "As razões da máquina antropofágica: poesia e sincronia em Haroldo de Campos" (Edunesp/2013). como poeta publicou Clowns cronópios silêncios (2017) e Sol quando agora (2018), pela editora Urutau, e Asas plumas macramê, pela editora Laranja original (no prelo, 2019).
0 notes
Text
Esculturas Musicais 11: Lígia Dabul
LUME
Cumprimenta todas e encerra
a conversa. Cartas recolhidas.
Palavras acesas na visita de
adivinhação. Anotações,
notícias esquecidas: as coisas
são o que são sem que ensaiem
defesa. Mas com a luz o dobro
da manhã entra pela janela.
FALSA-BRAGA
Janeiro e fevereiro
secos, ninguém previa.
O claustro do lado
de fora. Na ladeira de pedras
contadas todos os dias,
uma casa - fração possível
da cidade.
A janela abre-se ao leve
toque: mas desse crivo
o rio corta Coimbra
- e outra vez celas
e serenos corpos.
BROLLY
Em vez
injeta o veneno.
Chove – nem sempre
em Manchester
chove sempre.
Chove, ensopa o nylon
do agasalho cinza.
Prefere aplicar o veneno.
O dorso protegido com a mochila.
The pouring rain - a lona
pesa, pinga no asfalto encharcado.
Nenhum rastro.
E nada, Steve, dilui o veneno
porque agora circula
no sangue.
COLUNA
Dispõe de preceitos apanhados na rua.
Mas pede toda hora trégua à tropa
e o equipamento desaquece.
Deflagra outra espécie de guerra.
Talvez por isso a suavidade circula
pelo pelotão inteiro, passos rasos,
e restabelece o ritmo. Matéria
camuflada que conta.
PÁSSARO
Pede fogo em
Camden, dança
em torno das brasas
no parque de horrores.
Gula de astecas e
crianças sem penas
crescem com asas
e a dor, lâmina de
pedra enfiada na boca.
Pássaro com encargo
ancestral. Para alívio
prende aquelas peles
no manto.
TAKE
Não era um varal mas um fio
da teia imaginada de arame.
A aranha não estava grávida.
Então nem recolheram os pedaços
despregados do ventre levemente
iluminado.
A aranha morria – cena que se repete
– para os olhos.
Lígia Dabul nasceu e vive no Rio de Janeiro. Publicou os livros de poesia Som (Rio de Janeiro, Editora Bem-Te-Vi, 2005), Nave (São Paulo, Lumme Editor, 2010), Luces/Luzes (La Plata, Editora Universidad Nacional de La Plata, 2008), Garça Torta/Crooked Heron (Londres, Carnaval Press, 2017) e a plaquete Algo do Gênero (São Paulo, Arqueria Editorial, 2010). É professora da Universidade Federal Fluminense, onde faz pesquisas em antropologia e sociologia da arte.
0 notes
Text
Esculturas Musicais 12: Noku Doi
南北朝時代
[cozinheiro]
***
flor de jasmim –
aromático o passeio
ao soprar do vento
*
minha velha casa –
é onde eu compreendo
a cor do crisântemo
*
puxo meu casaco
sob a escuridão em queda
sobre nossos corpos
*
monja sentada –
seus pequenos tornozelos
não posso vê-los
*
flor de estufa –
no jardim de Kamakura
exala o indizível
*
gaiola de bambu –
libélulas capturadas
não voam mais
*
oh, gafanhoto!
sua bunda arde em excesso?
primavera quente
*
campos secos –
até onde os olhos veem
estão em ruínas
*
em sua loucura
o pássaro engaiolado –
fim de primavera
*
praia de verão –
todos os meus pensamentos
cozidos pelo sol
*
nessa minha idade
é normal ficar molenga
feito uma lesma
*
leques de seda –
mulheres à beira do mar
sob o guarda-sol
*
chega o choro
de uma criança do beco –
noite de natal
*
o ano termina –
o que cresceu até agora
foi só minha barriga
*
quanto sacrifício!
peixes nadam nas margens
do rio poluído
*
sobrecarregados
na solidão do milharal
dois espantalhos
*
passeio no parque –
tudo o que posso colher
são as flores secas
*
meio de cócoras
fita a geada no bosque
o homem que caga
Luiz Gustavo Pires, 1962, é natural de Porto Alegre e reside em Tramandaí, RS. Poeta há mais de 30 anos, seu primeiro livro foi “quadrantal”, 1989. Em 2012, 2013 e 2014 participou das Antologias Poesia do Brasil dos XX, XXI e XXII - Congresso Brasileiro de Poesia, Bento Gonçalves/RS. Em 2015, fez parte da da Antologia “29 de abril – O verso da violência”, pela Patuá. Possui poemas publicados em diversos sites, blogs e revistas literárias, como Zunái, Caqui, Letras Vermelhas, Kazuá, Mallarmargens, dentre outros. Publicou em 2017, a plaquete “um fio de sol medita”, Editora Córrego, selo Leonella.
Heterônimos:
Ziul Serip: Poesia e Poesia Visual;
Ruisu Ukezara – Haikus e Tankas Clássicos, Haigas e Haibuns;
Noku Doi – Haikus, Tankas e Senryus;
Yanagi Rakuyô – Haiquases e Triversos;
Kyofu Ôho [Heterônimo de Orelhano Juca Ventania]– Haikus Regionalistas (gaudérios);
Orelhano Juca Ventania: Prosa Poética Regionalista;
0 notes
Last Seen Blogs
raphaellvieira
Sem título
gazkamurocho
Ain't I red hot?
hellohello9898
Untitled
mvchucvo
Te escribi cartas que nunca leerás
