#pepito mi protegido
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http-4yaka · 9 months ago
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Escribí esto después de esta conversación pero recién me acuerdo de subirlo (son casi las seis de la mañana help)
Esa noche Cellbit estaba construyendo su casa, hacía unas horas había hablado con Pepito, el niño le dijo que tenía pesadillas sobre matar a un guardia. Cellbit pensaba en formas de ayudarlo, normalmente cuando Richas tenía pesadillas solían ser cuando salía Romero Richas, así que no sabe qué podría funcionar con el pequeño Pepito.
Mientras estaba perdido en sus pensamientos escucha unos pasos, no muy fuertes pero lo suficiente para llamar su atención, al bajar la vista se encuentra con un Pepito atemorizado. Al bajar le pregunta que qué hace ahí en medio de la noche, sabiendo la distancia entre la casa de su apa Roier y su propia casa.
El pequeño le cuenta que tuvo pesadillas de nuevo pero no quería despertar a su apa Roier por miedo, intento despertar a sus otros apas y su ama, pero estaban todos en un profundo sueño y no tuvo otra idea que ir a buscarlo.
El brasilero nota los ojitos aguados del pequeño, así que toma al pequeño Pepito en brazos mientras se dirige a la cama, se sienta y apoya su espalda en el respaldar, cuidando de no despertar a Richas, lo mece suavemente mientras murmura alguna canción de cuna, diciéndole que fue solo una pesadilla pero que ahora está bien. Eso parece calmar un poco al pequeño el cual lo está abrazando. Poco a poco Pepito se queda dormido en sus brazos y Cellbit hace todo lo posible para acostarse y no despertar a ninguno de sus hijos.
Esa noche los tres duermen juntos y no hay pesadillas atormentandolos.
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kiro-anarka · 6 years ago
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Nacido en Segovia el 7 de agosto de 1888, Cayetano Redondo provenía de una familia humilde, ya que su padre trabajaba como conserje en el Alcázar de Segovia. En 1892 la familia se trasladó a Madrid. Al ser el primogénito, empezó a trabajar con catorce años, primero en una sastrería y luego en una imprenta. En 1913 se casó con Asunción Martín, con quien tuvo tres hijos y una hija. En 1917 entró en el Ministerio de Fomento como oficial cajista de la imprenta.
En 1918 entró como redactor en el El Socialista, ascendió a redactor-jefe en 1925, y asumió la dirección de marzo de 1930 a junio de 1931. Dirigió también otros medios vinculados a Juventudes Socialistas y a UGT. En 1931 trabajó como oficial auxiliar de Artes Gráficas en el Instituto Geográfico Catastral y Estadístico.
Paralelamente había inició su actividad sindical en el sector de las artes gráficas y se había incorporado a las Juventudes Socialistas de Madrid, de las que llegó a ser presidente. Más adelante se afilió al PSOE.
Fue elegido concejal por el distrito de Chamberí de Madrid en las elecciones de 1931. El alcalde, Pedro Rico, le nombró delegado de asistencia social y teniente de alcalde del distrito de Universidad. Semanas después fue elegido diputado por Segovia -en representación del PSOE- para las Cortes Constituyentes de la Segunda República. Lector empedernido, aprendió francés y fue un activo esperantista. Fundó en 1928 el Grupo de Trabajadores Esperantistas y presidió el IX Congreso de Español-Esperanto celebrado en Madrid en 1932. Andrés Saborit, periodista y político como Redondo, le describía como un "buen escritor y orador claro y profundo, sin latiguillos y arengas al viejo estilo, daba siempre una sensación de serenidad y un sentido de respeto para las ideas ajenas, que le granjeaban la estimación de propios y extraños. Se puede decir en justicia que nuestro querido compañero no dejó tras de si ni odio ni rencor". Entrañable y modesto, desempeñó sus cargos con sencillez, sin deseos de polemizar o  herir susceptibilidades. Para Saborit, "en todo fue bueno, cordial, humanitario y sentimental".
En noviembre de 1936, tras la marcha Pedro Rico (que había vuelto a ocupar el cargo de alcalde), Redondo fue elegido sucesor por unanimidad de los miembros de la corporación. Días después fallecía su hijo mayor durante los combates en el Puente de los Franceses de Madrid. El 23 de abril de 1937 dejó la alcaldía, pasando a la Diputación Provincial. En octubre estuvo al servicio del PSOE en Barcelona e impulsó la edición barcelonesa de El Socialista. Su posición moderada dentro del socialismo le llevó a una situación incómoda.
En 1938 fue destinado como comisario del PSOE en el IX Cuerpo de Ejército en el frente de Andalucía, comandado por Francisco Menoyo y con cuartel general en Úbeda. Redondo se dedicó a atender el Hogar del Combatiente de Jaén. El 28 de marzo de 1939, la ciudad de Jaén fue ocupada. Menoyo y Redondo hablaron por radio para recomendar calma a la población civil y exhortando a los combatientes a rendirse. Al día siguiente se entregó en la Comandancia Militar de Baza.
Pasó por las cárceles de Baza, Jaén y Torrijos (Madrid). En los catorce meses en que estuvo encarcelado no dejó de leer y estudiar; perfeccionaba su inglés y enseñaba a leer a otros presos. Su esposa también estuvo en prisión un tiempo, lo que dejó a su hija Julia, de trece años, sin custodia. Acusado de "auxilio a la rebelión", fue juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte.
De nada sirvieron los testimonios a su favor de los concejales conservadores Francisco Antonio Alberca, Antonio Pelegrín y Aurelio Regúlez, a los que había protegido en los primeros meses del asedio de Madrid, ni de un grupo de funcionarios del Ayuntamiento de Madrid entre los que se encontraba el secretario general, Mariano Berdejo.
Una vez pasada la resaca de la borrachera de fusilamientos del 16 de mayo (veintisiete ejecutados en un solo día), la máquina asesina del régimen volvió a ponerse en marcha. A las once de la noche del día 20, Redondo escribió en su celda de Torrijos esta carta de capilla: Queridísima esposa mía: A las nueve de la noche de hoy, lunes día 20 de Mayo de 1940, me comunican en esta Prisión de Torrijos que se aproximan las horas finales de mi vida. Estoy tan tranquilo como siempre, en cuanto a mi conciencia de que he procurado no causar daño a nadie y hacer todo el bien que he podido.
Me tortura un dolor profundo, que es el de dejaros, a ti, valerosa y sufrida compañera de mi vida; a mi hija del alma Julita, a mis hijos Pepito y Mariano. Todos los minutos que me quedan los dedico con el pensamiento a vosotros y a mis hermanos y a sus esposas, a Micaela a Concha y a Benita, y a todos vosotros, y a mis buenos amigos Hoyos y Vicente.
Pronto os reuniréis todos en vida familiar y a ti, Asunción, te pido que tengas fortaleza de espíritu para ser la madre amantísima que fuiste siempre y la buena hermana de mis hermanos y de los tuyos. Moriré dando un beso al retrato de Julita para que ella os lo dé a todos vosotros, a Mariano y a Pepe mis hijos adorados, cuando pueda, y a mis sobrinitos y os recomiendo que seáis valerosos en la adversidad, que viváis muy unidos y que penséis que mi alma, como la de mi inolvidable hijo Paquito, estará siempre a vuestro lado y os pedirá, como yo os lo pido ahora, que no guardéis odio ni rencor a nadie, que trabajéis para que Julita se eduque bien y sea feliz con todos vosotros, que así lo deseo y lo pienso yo también, y con ello soy feliz.
No os dejo mas que mi pobreza, que es consecuencia de mi vida de trabajador honrado. Saludad a mis amigos, Don Mariano Berdejo; a Don Aurelio Regúlez manifestadle toda mi gratitud y dadle a leer esta última carta mía, con la súplica que os ayude si es posible facilitándoos trabajo para que podáis vivir decorosamente. Siento no poder abrazar a Don Aurelio y a los demás amigos. A mis hermanos Mariano y Julián les pido con todo el corazón que sigan queriendo a Julita como se que la quieren, y que la ayuden, si les es posible, para que puedan vivir como merece, en unión de ti mi queridísima Asunción, de nuestros hijos y de todos vosotros.
Cuídate mucho Asunción; se fuerte para que podáis volver a la vida de nuestro hogar en el que fuimos felices y sufrimos junto a nuestros hijos.
Nada más. Todo mi cariño, toda mi alma queda entre vosotros y os acompañará a lo largo de vuestra vida.
Adios. Hasta siempre. Vuestro padre y esposo
Cayetano Redondo (Rubricado)
Y en el reverso:
A mi esposa Asunción Martín Tapia y a mi hija Julita Redondo Martín.
Para entregar a mis hijos o a mis hermanos Julián o Mariano Redondo.
Ese día también fueron fusilados Manuel Cantero San Julián, María del Rey Mansilla y Antonio Rodríguez Sanz. La ejecución no fue comunicada a su viuda.
Fue enterrado en una sepultura de caridad, pero sus restos fueron trasladados junto a los de José Gómez Osorio, fusilado meses antes, gracias a la preocupación de la familia del que fue último gobernador civil republicano de Madrid. Su tumba se encuentra ahora junto al lugar elegido para recordar a "Las Trece Rosas". Aunque había sido depurado como periodista, en mayo de 1942 la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa tuvo en cuenta la precaria situación de la familia y acordó conceder una pensión de viudedad.
Como tantos personajes ilustres de la vida de Madrid, fue olvidado por la historia. Desde 2006 una calle del barrio de Sanchinarro lleva su nombre. Queda un homenaje pendiente. Que el alcalde Cayetano Redondo Aceña reciba el homenaje de la ciudad figurando en el memorial que el Ayuntamiento se comprometió a instalar en el cementerio de la Almudena.
(Elaboración propia con información complementaria de Madrid 1936)
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http-4yaka · 11 months ago
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I did a thing :3
Ese día Pepito se despertó temprano, tenía un largo día por delante. Tenía que planear su fiesta de cumpleaños! Los otros Pepitos iban a festejar con él!
Lo primero que hizo Pepito después de levantarse fue salir del hotel e ir directamente a casa de su apa Roier.
Al llegar fue directo a la cocina, tenía que preparar su torta de cumpleaños!
Recuerda que hace un tiempo vio un libro de cocina así que se puso a buscarlo. Al encontrarlo buscó entre las páginas la receta de una torta.
Cuando encontró la receta se puso a buscar los ingredientes, sabe que su apa Roier tiene muchos guardados!
Una vez que Pepito tenía todos los ingredientes fue a buscar una silla para alcanzar la encimera, después de todo Pepito seguía siendo muy chiquito.
Cuando terminó de mezclar los ingredientes y poner la masa en un molde tocaba meterlo en el horno, Pepito tenía un poco de miedo pero logró hacerlo sin problemas!
Ahora que el molde estaba en el horno Pepito se puso a limpiar lo que ensucio, tomó un poco de tiempo pero dejó el lugar muy limpio.
Una vez pasado el tiempo que decía el libro Pepito apagó el horno, casi se quema al querer sacar el molde pero se acordo de ponerse los guantes de cocina. El libro decía que la torta tenía que enfriarse antes de decorar así que la dejo en la encimera.
Ahora tocaba hacer las decoraciones! Pepito fue a la habitación que su apa le dio en el castillo a buscar hojas y lapices de colores, después de todo el lugar tenía que ser bonito para cuando lleguen los otros Pepitos!
Al encontrar lo que buscaba se sentó en el suelo y se puso a pintar las hojas. Cuando terminó de pintar se fue al patio para colgar las hojas en una cuerda, tenía miedo de que el viento se las lleve pero va a estar bien, tiene que estar bien! Después de todo es su primer cumpleaños!
Una vez terminó fue a buscar una mesa y sillas, los otros Pepitos no podían quedarse parados durante toda la fiesta!
Tardo un rato pero finalmente las sillas y mesa estaban en su lugar, Pepito tuvo que buscar unas sillas de más para hacer el juego de las sillas musicales, pero ya todo estaba perfecto!
Cuando terminó, Pepito fue adentro para decorar la torta. Una vez más buscó los ingredientes que necesitaba para la decoración se volvió a subir a la encimera y empezó a decorar. Su color favorito era el rosa pero decoró la torta con los colores rojo y azul, como spiderman!
Ya termino con la comida y la decoración, incluso decoró el lugar con amarantos, su flor favorita! Ahora sólo faltaba que fueran los invitados!
Pepito espero y espero toda la tarde, se había esforzado muchísimo! Quería que su primer cumpleaños fuera especial, de verdad lo quería.
Pepito esperaba que tal vez su hermano mayor, Richas despertará para la fiesta, pero sabia que el mayor tenia un mal horario de sueño y que seguramente no despertaría a tiempo, pero no importaba! Le guardaría un gran pedazo de torta!
Pepito creía que sus nuevas amigas, Pomme y Leo, fuesen a su fiesta, pero seguramente ambas estaban muy ocupadas...
Tal vez Empanada y Sunny irían, ya que ellas tambien cumplían años ese día, tal vez podrían festejar los tres juntos! Pero tampoco fueron...
Pepito espero y espero lo que quedaba de la tarde, ya se estaba haciendo de noche. La vela de cumpleaños seguía sin prenderse, Pepito quería esperar a los invitados para soplarla.
Pepito espero y espero a que alguien llegara a su fiesta de cumpleaños...
Esperen! Finalmente llegó alguien! Foolish! Su abuelo!
Pepito estaba muy feliz de ver a su abuelo ahi!
Su abuelo llegó con un regalo en manos y le preguntó si quería abrirlo en ese momento o más tarde, Pepito dijo que después de soplar la vela de cumpleaños.
Pepito estaba feliz! Su abuelo fue a su fiesta de cumpleaños y jugaron juntos! Foolish hasta le canto en español!
Pepito le dijo a su abuelo que también pidiera un deseo!
El deseo de Foolish era que Pepito se convirtiera en PepitoSpiderman!
El deseo de Pepito era que su apa esté bien, incluso si no vuelve en mucho tiempo.
Finalmente Pepito abrió su regalo, era una máscara de Spiderman!
Pepito estaba muy feliz! Festejo su cumpleaños con su abuelo! Tal vez no comieron la torta o jugaron tantos juegos como espero, pero de todas formas estaba feliz!
Una vez Foolish se fue Pepito se dedico a guardar todo, guardo la torta, la mesa y sillas. Bajo las decoraciones y fue a guardarlas en su cofre.
Pepito estaba cansado, pero de todas formas quería probar la torta que se esforzó tanto en hacer, corto un pedazo y lo comió, estaba muy rica! Pero esperaba poder compartirla con su hermano... le guardaría la torta para cuando despertase.
Pepito bostezo, estaba muy cansado como para volver al hotel, así que decidió dormirse en su cuarto en el castillo, se cambió, guardo sus cosas en el cofre, agarro su peluche de palomitas de maíz y se acostó a dormir, después de todo fue un largo día.
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