#papi si yo a ustedes les contara todo
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Ay qué pesar de usted pensando que le voy a estar rogando toda la vida.
(Solo este mes, ya el otro año no).
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¿Papi de dónde vienen los bebés? (One-shot)
"Cepilla tus dientes antes de dormir, no lo olvides Michael."
El pequeño asintió, con pereza subió cuidadosamente los peldaños que recién comenzaba a dominar con sus pequeños piecitos cortos. Su primera parada tenía que ser definitivamente el baño a menos de que topase con uno de sus padres y este le diera un regaño de aquellos en los que terminaba con la cabeza gacha y escurrimiento nasal mezclado con lagrimitas de sus ojos. Por lo que prefirió evitar un drama espectacular y obedecer a su papá Harry.
"De arriba abajo, cinco veces por cada diente. En las muelas con círculos cinco veces más. Enjuago." Se interrumpió a sí mismo para hacer el procedimiento. "Y escupo." Le regaló una enorme sonrisa de hoyuelos al espejo y para finalizar dio un brinquito desde su banquito alto para alcanzar el lavamanos.
Corrió entre saltos fingiendo el resoplido de un caballo hasta que llegó a su habitación, donde rápidamente buscó su pijama de dinosaurios y se la colocó con torpeza, aún le era un tanto complicado meter una pierna en cada abertura de sus pantalones. En cuanto hubo logrado colocarse la parte de arriba, se lanzó contra el mullido colchón, afelpando sus mantas en tonos pastel (porque su padre más joven amaba los tonos) se recostó apoyando su cabeza en la almohada; listo para dormir.
O...
Louis asegurándose de que su pequeño esté ya durmiendo, se lleva la sorpresa de que Michael estaba arropado hasta el pecho con sus mantitas pero con los ojos muy abiertos pegados en el techo.
"Mike... Ya tendrías que estar durmiendo, mañana es tu primer día de escuela."
"Lo sé papi pero no me has contado un cuento para dormir."
El hombre miró las ropas sucias en sus manos, él iba directo al cuarto de limpieza para luego reunirse con su esposo y tener una charla sobre los tiempos que compartirían con su hijo luego de que éste ingresara a la escuela.
No tardaría tanto. Pensó.
Aunque después de dejar las prendas a un lado en el pasillo, nunca creyó que la gran historia que quería saber su hijo era tal.
"¿Qué cuento quieres que te lea esta vez, Mike?" Dijo luego de tomar asiento sobre la cama del pequeño castaño. El menor miraba atento a su padre, pensando si era realmente bueno preguntar sobre la duda que había crecido en su mente desde que escucho aquella conversación de su otro padre con el tío Zayn sobre tener un nuevo bebé. Ambos lo querían, por lo que le era de gran interés saber de dónde es que vienen los bebés puesto que seguramente pronto tendría o un hermanito, o un primo.
Decidido, aunque con un poco de vergüenza, habló. "¿Papi, de dónde vienen los bebés?"
Eso tomó desprevenido a Louis, haciéndolo cerrar los ojos por el impacto de la pregunta. Un gran ¿QUÉ? instalado en su cabeza.
No esperaba que su pequeñín de apenas cinco años quisiera saber de dónde diablos viene un bebé.
"Uhm, yo... ¿De dónde salió esa pregunta, Mikey?" Fue lo primero que atinó a decir. Estaba nervioso, por dios.
"Bueno, lo escuché en televisión." Decidió por mentir, intuía que esa conversación era única entre su padre y su tío.
Largos segundos en silencio cayeron en la habitación con un padre pensativo y un niño curioso.
Louis nunca creyó tener esa conversación con Michael, él esperaba ser quien le hablara de chicas cuando creciera y darle consejos de como tomar la pipa entra sus dedos. Harry debía ser quien tocara los temas tan difíciles como aquel, su esposo era el cuidadoso con las palabras. Dios. Cuando decidieron tener un hijo, jamás creyó que este día llegaría.
Quizá estás siendo muy dramático. Dijo una voz en su cabeza.
Pero necesitaba la ayuda del responsable en la relación.
"¡Harry!" Éste apareció poco después secando sus manos con un trapo de cocina, seguro estaba lavando trastos sucios.
"¿Q-? ¿Michael, que haces despierto aún? Dios, no puedo confiarle ni un pequeño trabajo a tu padre porque..." Es interrumpido por el ceño fruncido del ojiazul.
"Hey. Yo hago buenos trabajos. Pero aquí el señorito quiere saber de dónde rayos viene un bebé."
Harry soltó una risita, encogiéndose de hombros miró con precaución a Louis antes de palmear su hombro con pena. "Te toca darle la plática."
"Harry." Se quejó.
"Yo le daré la plática de la adolescencia, esto es justo Lou."
Abandonó la habitación riendo por su esposo quien era un manojo de nervios. El castaño miró a su hijo impaciente, regalándole una sonrisa ladeada, supo que no tenía escapatoria esta vez. ¿Qué más daba?
Armándose de paciencia, dejó caer sus hombros y un suspiro frustrado.
"Ni siquiera sé si hablarte sobre las relaciones hetero u homo." Refunfuñó con las cejas enarcadas.
"¿Qué es hetero y homo?"
Rodó los ojos. "Mejor iniciemos con la hetero, es más fácil de entender."
"Bueno." Sonrió el pequeño, por fin sabría por qué tanto misterio.
"Ok... Mira pequeño, todo inicia con un par de personas enamoradas."
"Como tú y papá." Afirmó.
"Así es, pero para tener un bebé, se necesita un hombre y una mujer." El niño frunció el ceño pero no interrumpió. "Como verás, ugh, esto te lo enseñarán en la escuela algún día pero el punto es que las mujeres son las únicas que pueden tener hijos, ¿bien?"
"P-pero..."
"No me interrumpas Michael. Como decía, ellos están muy enamorados, como papi y como yo, aunque seguramente ellos no hacen lo que tu padre y dejarme todo esto encima, pero no importa, igual nos amamos. En fin, tienen un momento en sus vidas en el que es tiempo de tener un bebé, así que se dan mucho amor." Pudo jurar escuchar la risa de Harry en la habitación de alado. "Se dan besitos, acarician sus cabellos, etcétera."
"¡Papi, dime!"
Resopló. "No diré cosas que no deba, confórmate con eso mocoso." El pequeño rió. "Se abrazan, se besan, se acarician, y así hasta que la mujer queda embarazada."
"¿Y por qué papá no está embarazado? Ustedes hacen eso siempre."
"No prestas atención Mike, ¡Sólo una mujer puede tener hijos!" El hombre comenzaba a desatinar.
"¡¿Y por qué no un hombre?! ¡Quiero un hermanito! ¿Cómo nací yo entonces? ¿Me contarás el cuento de la flor y la abejita?"
"Eres idéntico a tu padre, por dios, ahora noto la genética en ti. Por eso él dio sus espermas ésta vez."
"¿Qué son espermas?"
"¡Louis!" El nombrado bufó ante el grito de Harry. Si no quería que el niño supiera eso entonces era mejor que él se lo contara.
"Entonces busquemos en Internet como mierd... como contarte esto de una manera que entiendas."
"Eres un fracaso papá." Dijo Harry ingresando una vez más por la puerta.
"¡Oye!"
El rizado se sentó al otro extremo de la cama para acunar a su pequeño tesoro entre sus brazos, depositó un suave beso en la frente de su hijo y comenzó con su historia.
"En la vida de todo hombre y mujer llega un punto de tener un bebé, estas personas son mayores, ¿entiendes? un niño no puede hacer esto porque no está desarrollado, no es su tiempo, es sólo de adultos. Debe haber cariño entre ambas personas y los dos están conscientes, ¿de acuerdo? nadie puede obligar a alguien cuando no está de acuerdo, eso es abusivo y debe ser reportado de inmediato ¿sí, Michael? Retomando lo anterior, ya que ambos están de acuerdo y conscientes de lo que quieren, mantienen las relaciones sexuales, que probablemente no entiendas mucho ahora, pero de eso no nos preocupamos ahora. Y no hagas caso a tu padre, un bebé no nace de besos y abrazos." Miró mal a su chico, quien se encogió apenado. "¿Algo más que quieras saber?"
"¿Por qué los hombres no pueden tener hijos?" Cuestionó con un puchero, en su mente era injusto que dos hombres no pudiesen tener bebés, pero lo que más se preguntaba era de dónde venía él.
"Porque ambos tienen pene, hijo, como tú, como nosotros. Y necesariamente una mujer tiene todo para ser mamá, los hombres no podemos, es imposible."
"Desafortunadamente." Agregó el mayor.
"¿Y yo? ¿Cómo nací?"
Harry miró la hora en su reloj y se sorprendió al ver marcada la medianoche. Negó con la cabeza y se aseguró de arropar a su hijo antes de despeinar su cabello y ponerse de pie junto a su esposo.
"Es muy tarde, después seguiremos con esta charla, Mike. Buenas noches hijo." Se despidió Louis apagando la luz, no sin antes comprobar que la luz de noche con forma de un triceratops conectado al enchufe fuera visible para el niño pues le temía a la oscuridad.
Ambos fueron a acostarse sin decir nada, fue hasta que apagaron las lámparas y sus vistas se encontraron, cuando ambos soltaron una risita incómoda. Era obvio que el momento en que su pequeñín preguntara ellos tendrían que responder a cada una de sus preguntas, sin embargo nunca creyeron que sería tan pronto. Estaban muy felices desde el momento en que decidieron alquilar un vientre y haber visto semana a semana como su hijo crecía, sin duda el tiempo pasaba rápido, pero aunque Michael cada día los sorprendiera con sus preguntas curiosas y a veces un tanto difíciles de responder, no se arrepentían se tener un precioso hijo, fiel copia de Harry. Él era hermoso.
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