#pañuelos verde
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"En el año 1993, durante la Guerra de los Balcanes, un contingente militar de 35 legionarios españoles que servían como cascos azules de la ONU, estaban en la ciudad de Konjic a 40 km de Sarajevo, y se encontraron con una matanza perpetrada por el grupo musulmán "pañuelos verdes", famosos en toda Bosnia por sanguinarios y despiadados.
En la guerra de Yugoslavia la prensa sólo hacía referencia a las masacres de ortodoxos contra musulmanes, cuando en realidad ambos bandos eran igual de crueles e inhumanos como pasa en todas las guerras.
El comando español estaba dirigido por un joven teniente legionario llamado Monterde que escuchó, cerca de su posición, los gritos desesperados de unas 200 mujeres y niños que huían de los musulmanes y unos 10 soldados croatas que cubrían la retirada de la población civil.
Los croatas, al ver los carros de combate de la ONU, se refugiaron tras ellos. Los soldados croatas pidieron de inmediato protección al teniente Monterde porque si no, los musulmanes los iban a degollar a todos.
Los "pañuelos verdes" advirtieron a los españoles que si no entregaban a los croatas, los pasarían a cuchillo a todos.
Monterde preguntó a su alto mando militar qué hacer; el alto Mando le ordenó que entregara a las 200 mujeres y niños croatas junto a los 10 soldados a los musulmanes y que no mirase atrás.
El joven teniente Monterde dijo "de aquí no se mueve ni Dios". Desacató la orden y plantó cara con sus 35 legionarios españoles a los 200 "pañuelos verdes", que al mirar a la cara al enemigo que tenía enfrente, españoles decididos a luchar hasta la muerte, se replegó y se marchó.
Aquellas 210 vidas inocentes se salvaron por desobedecer una orden.
En Croacia el 1 de diciembre se celebra como el Día de los Inocentes de Konjic y rinden homenaje a los soldados españoles que defendieron a los croatas.
Casi nadie en España conoce esta historia.
Honor a los soldados que no volvieron y dieron sus vidas por un mundo mejor. Viva la legión y viva España.
José Luis Monterde es en la actualidad Teniente coronel, jefe del órgano de Apoyo Institucional al COMIL (Comandantes militares)"
Podéis darle difusión para que se conozca el ejemplo.
Si hubieran sido estadounidenses, habría montones de películas sobre el hecho.
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Realizada en el verano de 1937, “Mujer del pañuelo rojo” se encuadra en el denominado «período verde» de Francis Picabia, caracterizado por la utilización de un lenguaje marcadamente expresionista. Relacionada en cierto modo con el ciclo de las Transparences (Transparencias), la escena representada en Femme au foulard rouge destaca por su magnetismo y su fuerza, rivalizando en este sentido el propio rostro de la mujer con el resto de los potentes motivos que la rodean @museoreisofia
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A propósito de un almendro

Fotografié un almendro en el parque de La Ventilla hace un par de tardes. A los pies de ese humilde árbol yace una especie de pocillo, lleno de agua clara, que quizá se corresponda con alguna antigua boca de riego, de cuando ese montecito con apellido de venta en diminutivo era un proyecto de pinar destinado a servirle de pulmón al Hospital del Rey —hoy integrado en el Instituto de Salud Carlos III—, construido según tengo entendido en la década de 1920 para albergar pacientes aquejados de enfermedades infecciosas, y especialmente de tuberculosis, y dirigido entre 1922 y 1924 por el doctor Gregorio Marañón.
Mucho ha llovido desde entonces, y es posible que el pequeño pozo que descansa en su nido de verde hierba debajo del almendro haya sido colmado por recientes precipitaciones. Las hubo a mediados de diciembre, y desde entonces —estamos a 31— tenemos tiempo anticiclónico, frío pero rabiosamente soleado, como suele ser habitual en Madrid hacia finales del año. Consulto todas las jornadas mi teléfono, que me informa de las posibilidades de lluvia, y hace un par de semanas que solamente veo esos solecitos que indican días secos. Hoy es martes; parece ser que el sábado o el domingo podría llover, y estoy deseándolo, para que suba una pizca el mercurio (¡pues me mata el frío!) y mis mucosas nasales se molifiquen un poquito.
Me paso la vida como los pastores (o como los heroicos granjeros y agricultores de este siglo XXI, que ha decidido, con funestas consecuencias, que en Occidente ya no los quiere): vigilando la climatología. Pero el hombre es sabio —lo afirma en un verso Gloria Fuertes— cuando imita a los pastores. Los poetas (y las poetas, huelga decirlo) dedicamos nuestra existencia a cuidar rebaños de palabras, rumiando con ellas nuestros gozos y congojas interiores, y a ejercer el arte de la paciencia, mirar con variable templanza el cielo, perfilar constelaciones e hilvanar y deshilvanar frágiles proyectos de nube. Y a veces anotamos las cosas en la pantalla —somos de nuestro tiempo, al fin y al cabo—, o en papeles sueltos que salen a relucir, junto con las llaves, el pañuelo y el reloj que siempre llevamos en el bolsillo, cuando pagamos un café o buscamos los diez céntimos que nos faltan para redondear, tras subir a un autobús interurbano, el precio del billete.
Seguirá siendo así ahora, durante este año que esta noche empieza. Porque hoy a medianoche comienza el 25; la centuria acaba de cumplir un cuarto de siglo. Y yo continuaré paseando por La Ventilla, en busca de vislumbres huidizos y bellas fotografías. Soy un conjunto de instantes recogidos, como esa limpia agua del pocillo a los pies del almendro, en el cuenco de mis propios pensamientos.
ROGER WOLFE · 31 de diciembre de 2024
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Cronica #4
Un hombre con una mochila gigante caminaba de casa en casa,
"Enciclopedias, Diccionarios para las tareas de los niños" gritaba retumbante en la calle. Mi madre salía siempre como si lo esperara desde hace años, caminaba revisando los bolsillos de su vestido verde y sacaba unos fajos de billetes.
"Páguela en dos partes o páguela en cuotas de seis meses"
Parecía un viajero del mundo, con lentes de montura dorada y un pañuelo siempre en la mano. Mi madre empolvada y con el cabello recogido en un moño lo esperaba muy erguida, ella en la reja del jardín, saca su mano y lo dirige a casa.
Vaya para adentro que vamos a conversar los grandes, me decía y yo la veía sentada junto con el hombre cansado que le pedía un vaso de agua con mucho hielo y que revolvía con el dedo índice, los bloques flotantes en el vaso de la vajilla que solo se sacaba cuando un invitado importante llegaba. Hacían el intercambio y el hombre se despedía secándose la frente y caminando por la polvareda de la calle.
Bloques de papel se amontonaban en la sala y mi madre los observaba orgullosa y repetía en voz alta lo que siempre le reprochaba a la vida. - Yo hubiera estudiado Psicología por correspondencia - Me tocaba el hombro y volvía a la rutina de la casa y los tomos de la enciclopedia se quedaban en la sala acompañando a los otros que había comprado meses atrás. Sentía mi madre un gusto por los libros, en especial por los diccionarios ilustrados que dejaba abiertos siempre en alguna página aleatoria.
Yo siempre fui un niño solitario, me costaba relacionarme con los niños del barrio por mi inclinación natural a lo prohibido según las normas establecidas en ese pueblo. Corría y movía las manos, caminaba y flotaba, me detenía a mirar las flores o si hablaba mi tono de voz agudo avergonzaba a los hombres. No había reunión donde no tuviera que mantener mis manos en los bolsillos y con mi cabello peinado de lado me sentaba en una esquina mientras los demás niños jugaban con una pelota que yo nunca supe patear o con pistolas de plástico de alguna piñata que me parecía una locura. Yo que veía el juego de tazas de mi prima Anabel con sus florecitas bordadas y envidiaba sentarme con ella. ¡Qué horror! Hubiera sido aquel escenario. Entonces, convencido de mi desgracia, me quedaba sentado viendo a las amigas de mi abuela, o escondido tras la puerta, viendo el ritual de mujer de mi madre, polvos en la cara y rojo en los labios frente a ese espejo heredado con el marco grabado en madera. La belleza veía yo, del otro lado los niños en la sala me evitaban y si alguno se acercaba era retirado, pues era el hijo de los García que sembraba flores y se decoraba los pelos con izoras.
En la Biblioteca de la sala paciente me esperaban las enciclopedias y los diccionarios y buscaba las palabras que había aprendido. Cielo, Dios, Corazón, Castigo, Infierno y la palabra prohibida Homosexual.
"Persona inclinada hacia individuos del mismo sexo"
¡Qué espanto!, y cerraba de golpe aquel diccionario azul y borraba evidencia de haber buscado esa palabra alisando las páginas para que nadie sospechara que busco justo allí abriendo en libro, en la letra H cerca de la palabra Hogar, aquel horrible conjunto de letras que formaba esa palabra que cuando la decían en la iglesia significaba tormento, castigo, depravación.
Escogí entonces aquellas palabras amables, Poesía, Arte, Pintura y las ilustraciones hermosas me removían el espíritu de niño y en las noches hablaba con Dios diciéndole que me perdonara por interesarme en saber el significado de las cosas malvadas, de las cosas condenadas por los predicadores con traje que en el pulpito de la iglesia hablaban del amor de Cristo y de las consecuencias de no seguir sus estatutos.
Una tarde, Vicente Graterol llegó a la casa con dos libros. Era un hombre alto y poco agraciado, bebedor y electricista; no le temía a la corriente y arreglaba los cables de la casa cuando algún fusible se quemaba. Tenía en sus manos unos tomos de una biblioteca infantil; uno de esos libros se llamaba "El mundo de los niños" regaló uno a mi tía y otro a mi madre que, como siempre, una enciclopedia le recordaba a sus años de querer estudiar. Entonces, nuevamente junto con los demás libros, con una tapa dura y color marfil, me esperaba lo que fue mi mayor revelación. No cabía en mi duda de que aquellas imágenes me hablaban en el idioma que entendía. Veía los colores y las situaciones y comencé a sentirme acompañado por esos hombres majestuosos de mármol y cada ángel, paisaje o deidad antigua me miraba y yo me enamoraba de esos cuerpos bellamente iluminados y de esos rostros con ojos vidriosos. Fue mi primer amor el David de Miguel Ángel
#arte#libros#cronica#historia#literatura venezolana#relato#cuento#relatos en tumblr#realismo magico#niñez#relatos en español
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Discutir con un fifas grosero en los comentarios de alguna página feminista en facebook. Concentrarme y canalizar el coraje que me hace sentir para convertirlo en calentura. Mandarle un mensaje por privado, tipo:
"Me humillaste horrible. No sé porqué siento que tenía que mandarte esto, por favor no me exhibas. [foto de mis pechos y el pañuelo verde puesto en el cuello]"
Nunca lo he hecho, pero me entretiene mucho imaginarlo jajajaja.
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La introducción - PeT AU
Sinopsis: Después de instalarse en su nuevo apartamento, Tango conoce a su compañero de cuarto para el año. ¿El problema? No habla español.
Translation / Traducción: Currently not available
“Creo que esa fue la última caja.” Tango anunció, observando a Impulse arrastrarse dentro del apartamento con una enorme caja llena de piezas de computadora. Cables y tarjetas madre asomaban por los bordes mal cerrados, amenazando con caerse.
Impulse dejó caer la caja sobre la encimera y se inclinó contra ella, intentando recuperar el aliento.
“La—la próxima vez que necesites ayuda, pídesela a Skizz.” Se quejó entre jadeos, soltando un bufido.
Tango hizo un puchero mientras tomaba la caja y la llevaba a su cuarto. “No digas eso, en el fondo te encanta ayudarme.” Canturreó con una sonrisa, lanzándole una mirada divertida antes de desaparecer en el pasillo.
Impulse puso los ojos en blanco, girándose hacia la sala para revisar las pocas decoraciones que Tango había puesto. “Todavía no conoces a tu compañero de apartamento, ¿verdad?” Gritó, sin estar seguro de si Tango podía oírle desde su habitación.
“¡Todavía no!” Tango respondió a lo lejos.
Impulse frunció el ceño. “Hmm… ¿y cómo dijiste que se llamaba?”
“Ahhh… ¿Timmy o algo así? Espera.”
Impulse esperó en silencio, revisando el móvil cuando una notificación apareció en la pantalla. Al abrir el correo con los detalles del compañero de Tango, levantó una ceja.
‘Jimmy Solidarity
Study Abroad Student: University College London’
“Uhhhh, Tango?” Impulse llamó con cierta vacilación.
“¿Qué?” Tango asomó la cabeza por la puerta de su cuarto.
Impulse le lanzó una mirada calculadora. “Sabes que tu compa—”
Antes de que pudiera terminar la frase, el sonido de llaves girando en la cerradura lo interrumpió. Segundos después, la puerta se abrió y dos voces británicas resonaron en la entrada.
Impulse y Tango intercambiaron miradas rápidas justo cuando dos jóvenes entraban, cargando bolsas de compras.
Los dos eran rubios. Uno más bajo, con una odiosa camiseta verde y un pañuelo atado al frente. El otro, alto con el cabello cuidadosamente arreglado, reía por algo.
“It’s only the third floor, mate. You’ve got to be jokin’.” Sonrió el más alto, dirigiéndose a su amigo.
El otro le fulminó con la mirada. “Well, we all can’t skip three steps at a time, Timmy.” Refunfuñó, pero su protesta quedó a medias cuando se percató de que no estaban solos.
“Who are—” Empezó a preguntar, pero el más alto se adelantó, dejando sus bolsas sobre la encimera.
“One of you is Tango, right?” Sonrió ampliamente, caminando hacia ellos con confianza. “I’m Jimmy, I’m the other abroad student!”
Tango miró a Impulse en busca de respuestas.
Impulse carraspeó, obligándose a reaccionar. “Nice to meet you man. Uh, I’m Impulse and this is Tango.”
Tango apenas registró las palabras. Su atención estaba atrapada en el rubio frente a él.
“Oh!” Jimmy le dirigió una sonrisa y extendió la mano. “Lovely to finally meet you. Looks like we're roommates.”
Tango miró su mano con cautela antes de estrecharla. “Es Jimmy, tu compañero de apartamento.” Impulse susurró. Tango finalmente lo entendió.
“Ah… mucho gusto.” Murmuró en su mejor tono cordial, pero el momento se prolongó incómodamente cuando ninguno supo qué más decir.
Impulse rompió el silencio con una ligera tos. “Uh, sorry, um… Jimmy, do you know Spanish by chance?”
Jimmy se miró confundido, “Uh, no?”
Impulse suspiró pesadamente, lo que no sentó bien a Tango.
“Impulse, ¿qué está pasando?” Preguntó Tango, notando la expresión extraña de su amigo.
Impulse rio nervioso. “Eh… bueno…” Buscó las palabras, pero al final no encontró mejor forma de decirlo. “Él no habla español.”
Tango parpadeó. “Pero… ¿no dijeron que me pondrían con alguien que supiera?”
“Eso pensé yo también.”
Desde la entrada, el otro hombre, el amigo de Jimmy, intervino. “Uh, not to be that guy, but what are you guys talking about?”
Tango miró a Impulse con creciente inquietud.
Impulse dejó escapar un largo suspiro y miró a ambos con resignación. “Umm, okay.” Se tomó un segundo antes de soltar la verdad de golpe. “Jimmy, Tango doesn’t know English.”
Los dos se miraron fijamente.
La preocupación en sus ojos.
“…Oh.”
#Perdidos en Traducción AU#team rancher#fanfic#trafficshipping#solidaritek#mcyt fanfiction#fanficción#Textos bilingües#Bilingual fic
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Viejos hermanos
Francia se encontraba sentado en el borde de la fuente de piedra caliza, con uno de sus brazos cruzado sobre el pecho. Llevaba desabrochada su librea azul, con remates rojizos, lo que le permitía atisbar su camisa especialmente arrugada en torno al cuello, carente de pañuelo.
El color blanco de sus pantalones del día anterior había quedado corrompido por las múltiples manchas de barro, en contraste con sus calcetines y zapatos prístinos.
Los cabellos pálidos que cubrían la mayor parte de su rostro mostraban vetas doradas con el impacto del sol naciente, junto a los detalles de las fachadas, y se sacudían ante la ligera brisa mañanera, que se filtraba a través de la ventana entreabierta.
A España no le había sorprendido aquella visión cuando, nada más levantarse del colchón, se había acercado al alféizar para cerrarla.
Sin embargo, al apoyar su mano sobre el marco, su atención se había visto capturada por la espada apoyada a un costado de Francia. La empuñadura se encontraba prácticamente escondida tras una lámina de metal doblada en torno a ella.
Había arqueado la ceja sin siquiera darse cuenta.
Y, justo en ese entonces, Francia había alzado su rostro en su dirección.
Había sido algo tan fugaz que, si España no hubiese tenido sus ojos fijos en él y no lo conociese tan bien, probablemente hubiese creído que se lo había imaginado.
—¿Puedes cerrar la maldita ventana de una vez? —siseó Irlanda, sobresaltándolo ligeramente.
Él apenas se giró en su dirección antes de asentir con la cabeza y juntar los dos marcos, interrumpiendo el flujo de frío.
Le pareció escuchar un murmullo de agradecimiento de parte de Irlanda, aunque apenas le dio importancia.
Sus ojos seguían fijos en la figura de Francia que, si era lo que sospechaba, continuaría junto la fuente toda la mañana.
España inspiró hondo mientras se forzaba a girarse hacia el interior de la estancia. Sus pies recorrieron la habitación con lentitud, acompañados por pequeños crujidos de las tablas bajo ellos, hasta llegar junto a la cajonera, a un costado de la puerta.
Recogió el cinturón de cuero y, una vez lo hubo colocado en torno a su cintura, lo cubrió con la casaca azul oscuro sobre sus hombros, junto a su camisa y pantalón. También aprovechó para enfundarse las botas. A continuación, sus ojos se desviaron hacia la espada con empuñadura de latón, escondida en una funda de terciopelo rojo que no tardó en calentar sus dedos en cuanto la recogió.
—¿A dónde vas?
España se giró rápidamente sobre sus talones hacia la cama. Desde ella, Irlanda lo miraba con el ceño fruncido, incorporada con ligereza sobre uno de sus costados. Sus cabellos anaranjados caían a modo de cascada sobre uno de sus hombros pecosos, que se había zafado de la tela blanquecina de su camisón.
Él tragó saliva. Al contrario de lo que había pretendido, el sonido pareció rebotar por las cuatro paredes.
—Voy a... hacer una cosa.
Irlanda apenas se inmutó.
—¿No se supone que nos vamos hoy?
España asintió ligeramente con la cabeza.
—Y nos vamos. Pero antes necesito hacer algo.
Sus ojos verdes se posaron sobre la espada, que España encontró necesario enganchar en el cinto y cubrir con la casaca. Después de varios minutos de silencio, ella terminó por resoplar y apoyar de nuevo su cabeza en la almohada.
España salió de la habitación y aprovechó una de las ventanas del pasillo para apreciar sus cabellos, cuyos rizos hacía tiempo que habían alcanzado su mentón. Se detuvo un instante para peinárselos con los dedos, mientras que con la otra mano extraía una gruesa cinta carmesí del bolsillo de la librea.
Una vez logró retener el máximo de mechones bajo un nudo firme, él suspiró y se permitió sacudirse las solapas a la vez que retomaba la marcha.
Apenas fue consciente de cuántos pasillos, de grandes ventanales, paredes blancas y con aquellos horribles crujidos de la madera cada vez que avanzaba, tuvo que cruzar antes de alcanzar las escaleras hacia el patio.
En cuanto llegó al último escalón, pudo atisbar que Francia seguía en la misma posición que antes, aunque de sus labios colgaba una pipa humeante que sostenía con la mano libre. España ni siquiera tuvo que salir de debajo del soportal para que él alzase su rostro y sus ojos azules se fijasen en los suyos.
Sus comisuras se alzaron ligeramente mientras se quitaba la pipa de la boca y dejaba escapar una pequeña columna de humo.
—Ah, España. —Alzó una mano en su dirección—. Pensaba que te habías quedado dormido después de cerrar la ventana.
España apretó sus labios.
—La habitación seguía estando demasiado fría como para hacerlo.
Francia recogió su espada por la funda y se arrastró hacia un lado de la fuente, para después dejar el arma en el lado contrario y tamborilear con sus dedos la superficie que había dejado libre.
—Podríais haber encendido la leña —respondió, a la vez que los golpecitos se hacían cada vez más insistentes. Entre tanto, aprovechó para volver a aproximar su pipa a sus labios y darle otra calada—. Venga, España, te puedo asegurar que el borde está perfectamente seco. Siéntate conmigo.
Él prefirió mantener la distancia y cruzarse de brazos.
—¿Qué quieres, Francia?
Este parpadeó antes de arrugar ligeramente el ceño y ladear su rostro. Sus mechones rubios cayeron hacia el costado por puro efecto de la gravedad.
—¿Por qué dices eso, España? ¿Acaso no podemos compartir un pequeño momento como en los viejos tiempos, sin segundas intenciones?
Aquello fue suficiente para que España hiciese una mueca y señalase la espada que descansaba a su lado.
—Hace mucho que tú no haces nada sin segundas intenciones.
Él simplemente se encogió de hombros, con aquella sonrisa de media luna sobre su rostro. Una de sus manos se apresuró a sostener el puño de su espada y extraerla de su funda.
Dirigió la punta del filo en su dirección.
España dirigió su mano hacia su cinto, cercano a la empuñadura de latón.
—Vamos, España.
Él inspiró hondo, sintiendo cómo su mandíbula se tensaba. Apenas se dio cuenta del momento en el que su mano libre quedó cerrada en un puño.
Tuvo que esforzarse mucho para que sus dedos se relajasen y pudiese alzar la mano para apartar la hoja que apuntaba en su dirección. Ignoró el escozor que surgió en la zona.
Francia aprovechó ese movimiento para levantarse de la fuente y quitarse la librea. La tela cayó sobre las losetas de piedra, y el filo de la espada volvió a estar frente a él.
España chasqueó la lengua.
—Estoy aquí por una reunión con motivos políticos, Francia, no para...
Francia lo interrumpió con un bufido y un espasmo de su mano libre alzada.
—¿Por qué has bajado, entonces? ¿Y por qué con la espada? —Francia sacudió el arma antes de que España pudiese responderle—. Sabes que quieres hacerlo, España. Desenfunda la espada. Un pequeño duelo para liberar tensiones. Como en los viejos tiempos.
Él cerró sus ojos y soltó un suspiro mientras se quitaba la casaca de los hombros. El silbido de la espada deslizándose por la funda fue suficiente para que sus hombros se relajasen.
Despegó sus párpados justo para apreciar cómo ambas hojas chocaban y Francia se veía obligado a retroceder para afirmar su agarre y recolocar sus pies. Era muy consciente de que las comisuras de sus labios se veían tentadas a imitar la sonrisa que su homólogo tenía en su rostro.
De hecho, era incapaz de negar que lo hubiesen hecho ya.
Se vio obligado a suspirar a la vez que se preparaba para bloquear la hoja que se dirigía en su dirección.
—Esto no es como en los viejos tiempos —murmulló, a pesar de la chispa que el tintineo del impacto entre ambas espadas envió a través de su columna.
Francia ya no era como en los viejos tiempos.
Habían pasado demasiadas cosas.
.
Y, dado que esta pieza está inspirada en el siglo XVIII, permíteme decirte que todavía faltan muchas por pasar, España. En fin...
Debido a que ya he representado el 2 de mayo de 1808 en Punto de fricción, me he permitido tomarme este día para representar la relación entre Francia y España (un placer culpable, la verdad). Además, tengo el headcanon de que, ya que se pasaron la mayor parte de la época romana pegados —y en la Edad Media también tuvieron sus momentos—, ambos aprendieron a luchar con una espada a modo de juego entre ellos. Por supuesto, luego pasaron a ser algo más que juegos.
Pero eso ya es otra historia.
#soldado inmortal#aph spain#hws spain#aph france#hws france#aph ireland#hws ireland#historical hetalia#2 de mayo#y ya está añadido a piezas cortas
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Antropov Alexey (1716-1795) Retrato de Pedro III 1762 Tamaño - 44,5 x 35 Material - lona Técnica - óleo Número de inventario - Inv.62 Adquirido por el Gallery Council de S.K. Morózova. 1916
Pedro III está representado de pie en un espacio poco profundo del interior de un palacio convencional con paredes rosadas y un panel verde. Este no es un salón ceremonial, sino los aposentos íntimos del emperador. Contra la pared se ve una columna en forma de espiral con guirnaldas de hojas colocadas en ranuras. A la izquierda, en la pared, cuelga un retrato de Pedro I en un marco de rocalla tallada, un indicio de la continuidad de los asuntos de Pedro. A la derecha hay una puerta oscura. La figura del emperador está enmarcada a los lados por una especie de marco formado por cortinajes oscuros y una túnica echada sobre una silla. En primer plano hay un escalón, diseñado para mostrar que la dama coronada se encuentra en una determinada esfera separada del mundo ordinario. Entre las insignias ceremoniales (sobre la mesa de la consola de la corona y el orbe), una figura de muñeca alargada de un personaje con la cabeza inclinada y piernas danzantes parece ser una adición exitosa al interior de rocaille. El retrato está dominado por las líneas curvas y extrañas de la mesa, el trono, las cortinas y los pliegues de la túnica. Los contornos suaves de los detalles interiores, la luz tenue que crea el crepúsculo en la habitación, la pose elegante y coqueta de Pedro III, apoyado soñadoramente en el bastón del mariscal: estas son las técnicas del arte rococó. El color finamente armonizado del boceto es muy bonito. La camisola dorada, ceñida con un pañuelo con borlas del mismo color, combina suavemente con el uniforme verde oscuro del Regimiento de Salvavidas Preobrazhensky. Predominan los tonos cálidos y profundos, especialmente el rojo, que colorean con galas la almohada de terciopelo, las solapas del uniforme y el tapizado de la silla. Antropov representa cuidadosamente las joyas de las insignias reales, la costura del uniforme, las estrellas de la orden, el dorado de los muebles tallados, revelados debido al fondo más oscuro, con precisión milimétrica. Esto confiere al boceto las propiedades de un objeto ricamente decorado, tan característico de la cultura barroca-rocaille de aquella época. En cuanto a estilo y temática, la obra es idéntica al boceto del retrato de la emperatriz Catalina II (1762). El boceto del retrato de Pedro III procede de la herencia del Príncipe F.A. Kurakina Nadezhdino, provincia de Saratov. Se conoce una repetición reducida y fragmentaria del autor, creada ante la insistencia del Archimandrita de la Santísima Trinidad Lavra de San Sergio Lavrenty (Khotsyatovsky) (1762, Museo-Reserva Sergiev Posad). Antropov también pintó un retrato ceremonial de Pedro III, el comandante, con el telón de fondo de tiendas de campaña y batallas (1762, Museo Ruso). Un retrato similar en iconografía del destacado pintor de la época F.S. Rokotov (1762, Museo Ruso).
Información e imagen de la web de la Galería Tretyakov.
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cuando yo era joven y vivía con mi vieja, ella odiaba a Menem, vivió y odiaba la dictadura, bastante antiperonista pero con momentos de "Perón era bueno, los peronistas de ahora son nada que ver", y citaba a Favaloro hablando a favor del aborto todo el tiempo. Ahora se la pasa quejandose de las pañuelos verde, de que el peronismo/kirchnerismo/zurdos se tienen que ir y lo quiere votar a Milei solo para que se vayan los K. Su caso no es único, no se que pasó en estos años.
He visto pasar algo muy parecido con mi vieja y mi tía. Con muchos de mis conocidos y compañeros también, que eran dentro de todo gente progresista y ahora apoyan ciegamente a Milei. No sé por qué, realmente. Quisiera creer que hay una explicación más fuerte que "se sentaron a ver TN/A24/TikTok todo el día" pero no sabría decirte.
Por otra parte, mentiría también si no digo que mi tiempo en lugares como Tumblr y otros lugares del internet más 'izquierdistas' digamos no me ha causado efecto, porque es cierto, las cosas que consumís te exponen a perspectivas y terminás cambiando tu mente, y eso no está mal tampoco en ciertas ocasiones. Pero de ahí a apoyar cosas autodestructivas, de esas idea de "un cambio" que al final es simplemente un salto al vacío... no sé.
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Casa Embrujada (ESP. VER.)
Missa y Philza se habían mudado a la casa de sus sueños, era una hermosa mansión gótica de la era victoriana. Era vieja, estaba llena de musgo por fuera, la puerta se estaba cayendo de sus bisagras y le faltaban un par de vidrios en las ventanas, pero era toda suya.
“¿Estás emocionado?”, le pregunto Phil a su novio, estacionando su gran torino en la entrada, “Hay que hacerle un par de reparaciones, pero es toda nuestra.”
“Es literalmente la casa de mis sueños” dijo Missa con una gran sonrisa, “realmente no puedo creer que la pudimos comprar.”
Phil se rio y le dio un rápido beso en los labios, “parece que estuviera embrujada.” Dijo riendo.
Missa le dio un golpe en el brazo, “no digas esa pendejada.” Chilló el mexicano.
Philza se sobo el brazo, “Está bien, está bien, no más bromas de casas embrujadas.” Dijo con una risa
“Vamos, entremos.”
Ambos salieron de coche, y se dirigieron a la entrada, la puerta estaba sellada con unas tablas, pero le faltaba un trozo de madera por abajo.
“Tenemos que remplazar la puerta,” dijo Philza luego de empujarla para poder abrirla.
Missa se rio, pero entro corriendo al pasillo, la casa por dentro no estaba deteriorada, de hecho el interior se conservaba casi en perfecto estado, la casa había pertenecido a una anciana que se había preocupado de que su casa no sé callera a pedazos, pero por su edad no podía hacer mucho por el exterior.
“Bueno, podría estar peor.” Dijo Missa
“Sí, tienes razón.” Dijo Phil, “podría estar embrujada” dijo haciendo sonidos de fantasmas.
“Ya no bromes con eso” volvió a chillar el mexicano, “a los muertos me los respetas.”
“Perdón, perdón,” dijo Phil dándole un sonoro beso en la mejilla, “¿Ahora qué? ¿Limpiamos o comemos primero?”
“Mhmmm, limpiemos, voy a pedir para comer, ¿China o pizza?”
“Pizza es una buena idea” dijo Phil. “Voy a empezar con la cocina, ¿tú limpias la sala y los 2 hacemos el dormitorio?”
“Me parece,” dijo Missa dándole un beso rápido a su novio y yendo a limpiar la sala de estar.
Así ambos empezaron a limpiar, Missa se había asegurado de revisar cada rincón de la vieja sala de estar incluso había encendido un sumario, para asegurarse de que no había espíritus malignos o malas energías en la casa. Lo que se veía un poco fuera de lugar era los juguetes y las ropitas que estaba secándose, además que la chimenea pareciera que hubiera sido usada recientemente.
Extraño, muy extraño.
“¿Phil?” Gritó para llamar la atención de su novio, “¿Habías visto esto cuando viniste a ver la casa?”
Philza entró a la sala de estar, llevaba ese pañuelo verde que usaba en su cabello cuando limpiaba, “Oh, sí, esas cosas estaban aquí, al parecer la señora cuidaba de los huérfanos que se caían al lago cerca de aquí.”
“Oh,” dijo Missa suspirando, “pensé que… no olvídalo.”
“¿Fantasmas?” Dijo Phil con una sonrisa malvado en su cara.
Missa frunció el ceño, “No bromes con eso.” Dijo tomando la escoba y terminando de barrer, “¿terminaste con la cocina?”
“Ya casi.”
El sonido de un silbato de un barco los sobresalto a ambos, “Creo que es la pizza.”
Ambos se rieron, Philza fue a buscar la pizza mientras él movía la mesa de centro más cerca del sofá. Missa sonrió cuando su novio entro bailando con dos cajas de pizzas y una botella de coca cola de vidrio bien fría entre las manos.
“La cena” dijo Phil, con el mismo tono que Maui lo canta en la película de Moana.
“Gracias” dijo Missa recibiendo una de las cajas.
“De nada” dijo Phil con una sonrisa, tirándose en el sillón.
Missa se sentó junto a Phil en el sofá, ambos abriendo sus cajas de pizza con entusiasmo.
"Mmm, huele delicioso," dijo Missa, tomando una rebanada. "Nada como pizza después de un día de limpieza."
Phil asintió, su boca ya llena de pizza. Tragó y dijo, "Definitivamente. Oye, ¿qué te parece si mañana empezamos a desempacar las cajas? Podríamos comenzar a darle un toque más personal a este lugar."
"Me parece perfecto," respondió Missa. "Tengo muchas ideas para decorar. ¿Recuerdas esos cuadros que compramos en el mercado de pulgas?"
"Oh, sí," dijo Phil, tomando un sorbo de coca-cola. "Van a quedar geniales en la sala."
Mientras comían y charlaban, un ruido sutil provino de la parte trasera de la casa. Sonaba como si alguien hubiera tropezado con algo.
Missa se detuvo a medio bocado. "¿Escuchaste eso?"
Phil ladeó la cabeza, escuchando. "Probablemente, sea algún animal afuera. Tal vez un mapache o algo así."
"Supongo," dijo Missa, no del todo convencido. "Mañana deberíamos revisar si hay alguna entrada que necesitemos sellar."
"Buena idea," acordó Phil. "No queremos visitantes inesperados."
Continuaron su cena, discutiendo planes para la casa y compartiendo anécdotas. De vez en cuando, Missa miraba hacia el pasillo que llevaba a la parte trasera de la casa, como si esperara ver algo. Pero todo parecía normal.
Mientras recogían las sobras de la cena, Missa seguía mirando al pasillo.
“¿Todo bien, darling?”, preguntó Phil dándole un abrazo a Missa por la espalda, “te ves, asustado.”
“Sí, todo está bien, querido” dijo Missa dándole un beso en la mejilla, “¿Vamos a la cama?”
Ambos se fueron a dormir. Al otro día ambos bajaron a desayunar pizza recalentada y una taza de café, pero su pizza ya no estaba y su sala de estar estaba hecha un desastre.
Se lo atribuyeron a los mapaches, hasta que volvió a pasar al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente.
Al quinto día, Missa y Phil se miraron con preocupación mientras observaban su sala de estar una vez más desordenada.
"Esto ya no pueden ser mapaches," dijo Missa, recogiendo un cojín del suelo. "Los mapaches no abren refrigeradores ni dejan migas de galletas por todas partes."
Phil asintió, frotándose la barbilla pensativamente. "Tienes razón. Esto es... extraño."
"¿Crees que alguien esté entrando a la casa?" Preguntó Missa, su voz teñida de preocupación.
"Es posible," respondió Phil. "Pero no veo señales de entrada forzada. Además, ¿por qué alguien entraría solo para hacer un desastre y comer nuestra comida?"
Missa se estremeció. "No lo sé, pero me está dando miedo."
Phil lo abrazó. "No te preocupes. Resolveremos esto. ¿Qué te parece si instalamos algunas cámaras de seguridad? Así sabremos qué está pasando realmente."
Así hicieron, compraron cámaras y las instalaron, resultaba que su casa no estaba embrujada o infestada con mapaches, había niños en su casa, su casa era invadida por dos pequeños en la noche.
#qsmp#qsmp pissa#pissa#pissa nation#speakerwriting#missasinfonia#qsmp missa#deathduo#qsmp fanfiction#qsmp philza
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otra cosa: al querer modificar la ley de los 1000 dias se puede entrar a derogar la ley de aborto legal pañuelo verde anda calentando que entras
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y yo que perdi mi pañuelo verde y dije "bueno no pasa nada, una lastima pero, total ya no es necesario"
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TOMMY ARGENTINO CON EL PAÑUELO VERDE... ESTABA EN LAS CARTAS. tommy argentino militando la e del inclusivo para referirse a LE EXTRAÑE que está cagando a piñas a todo el mundo.
JJADJA recién caigo q te referías al AU djjf lamentablemente las dinamicas ahí serían un toque diferentes 😔 tommy no tendría el pañuelito porq no es amigo de tubbo
aunque si sería pro aborto creo, el único que medio milita es Wilbur, el si tenía el pañuelo, no único que le dijo tommy es si se lo ponía para engancharse a una mina enjdjs
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Mahmoud Darwish
TE MATARON EN EL VALLE
(Traducción del árabe: María Luisa Prieto)
Te regalo mi recuerdo ante la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué dice el fuego en mi país?
¿Qué dice el fuego?
¿Has sido mi amor
o una tempestad sobre las cuerdas?
Yo soy extranjero en mi propio país,
extranjero.
Te regalo mi recuerdo bajo la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué le dice el relámpago al cuchillo?
¿Qué dice el relámpago?
¿Fuiste en Hattin 1
un símbolo de la muerte de Oriente?
¿Y yo soy Saladino
o un esclavo de los cruzados?
Te regalo mi recuerdo ante la mirada del tiempo,
te regalo mi recuerdo.
¿Qué dice el sol en mi país?
¿Qué dice el sol?
¿Estás muerta sin sudario
y yo estoy sin Jerusalén?
Despuntó del valle.
Dicen que redujo el valle y se ocultó.
Su belleza secreta rodeó las pequeñas espigas
y resolvió las preguntas de la tierra.
Los de mi generación ¿recordáis el verano?
Flores de Hebrón
y huérfanos de Hebrón
¿recordáis el verano
que asciende de sus dedos
y abre todas las puertas?
Una violeta le dijo a su vecina:
tengo sed.
Abdallah me regaba.
¿Quién se ha llevado la juventud
de los jóvenes?
Despuntó del valle
y en el valle se muere.
Nosotros crecemos entre cadenas.
Despuntó del valle de pronto
y en el valle se muere por etapas.
Ahora nos alejamos de él generación tras generación,
vendemos las aceitunas de Hebrón gratis,
vendemos las piedras de Hebrón,
vendemos la historia de Hebrón,
y la vendemos
para comprar en su pecho la imagen
de un asesinado luchando.
No reconocí el amor de cerca.
Que lo reconozca mi muerte.
Mi infancia-Troya árabe
pasa y no vuelve.
Todos los puñales están en ti.
Elévate
verdor del limón,
brilla en la noche
y aumenta el llanto
de los que llegan.
El viento está en un puñal
y nuestra sangre es crepúsculo.
No quemes tu pañuelo verde,
la noche se quema.
Bienaventurada la serpiente que ha dormido
en la madera derruida.
Bienaventurada la espada que convierte al cuello
en ríos de libertad.
No reconocimos al amor de cerca.
Que se enfade el enfado.
Caminamos a la Troya árabe
y la lejanía se acerca.
No recuerdas
cuando escapamos de ti
hacia los vastos exilios.
Aprendimos los idiomas universales
y el cansancio del largo viaje
hacia el ecuador.
Aprendimos a dormir en todos los trenes,
lentos y rápidos,
el amor en el puerto
y el cortejo preparado para todo tipo de mujeres.
Aprendimos la amistad de cada herida,
la lucha de los enamorados,
el deseo envasado
y la sopa sin sal.
¡Oh país lejano!
¿Se ha perdido mi amor en el correo?
Ni el beso de goma nos llega
ni el óxido de hierro.
Todos los países son el nuestro
y nuestra parte de ellos es el correo.
No recuerdas
cuando escapamos de ti
a las cárceles.
Hemos aprendido a llorar sin lágrimas
y a leer las paredes, los cables y la triste luna,
libertad,
una paloma,
la satisfacción de Jesús
y la escritura de los nombres:
Aisha se despide de su esposo
y vive Aisha,
viven los perfumes de la sangre, el rocío y el jazmín.
¡Oh rostro lejano!
Te mataron en el valle
pero no te mataron en mi corazón.
Quiero que reconstruyas mi espontaneidad
oh rostro lejano.
Recuérdanos
cuando te buscamos en la hecatombe.
Que se quede tu brazo que da al mar
y la sangre en los jardines,
y sobre nuestro renacimiento se alce
un puente.
Que se queden todas las azucenas
de la palma húmeda
en su jardín,
pues llegamos.
¿Quién compra a la muerte un billete hoy
sino nosotros? ¿Quién?
Hemos exprimido todas las nubes
de los mapas del mundo
y los poemas de la nostalgia por el país.
Ni su agua riega
ni sus anhelos queman
ni construye un país.
Recuérdanos.
Nosotros te recordamos como un verdor
que surge de cada sangre,
barro y sangre
sol y sangre
flores y sangre
noche y sangre,
y te desearemos
cuando despuntes del valle
y desciendas al valle
cual gacela que nada
en un campo de sangre
sangre
sangre
sangre.
Oh beso que duerme sobre un cuchillo,
manzana de besos.
¿Quién recuerda el sabor que queda
-no estando tú-
como el jardín de la esperanza?
- Hemos crecido, infeliz,
me dijo la vida.
- ¿Y mi amor?
- Los muertos no crecen.
- ¿Y mis lunas?
- Se cayeron con la casa.
¡Oh beso que duerme sobre un cuchillo!
¿Te acuerdas de mi boca?
Te quiero cuando te quemas.
¿Quemarás mi sangre?
Amo tu muerte cuando me lleva
a mi país
cual lirio ardiente
o pájaro hambriento.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
La naranja ilumina nuestra ausencia,
la naranja ilumina,
el jazmín excita nuestra soledad
pero el jazmín es inocente.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
Te despiertas en la frontera del mañana,
te despiertas ahora
y diseminas la costa negra
como el viento y el olvido.
¡Oh beso que duerme en un cuchillo!
El éxodo ha crecido,
ha crecido el amarillo de las rosas
¡Oh mi amor asesinado!
Ha crecido el vagabundeo por la luz de un mundo
que me ignora,
ha crecido la tarde en las calles de cada destierro,
ha crecido la tarde en las ventanas de cada cárcel,
ha crecido en todas las direcciones,
ha crecido en todas las estaciones,
y te veo
alejándote, alejándote por el valle lejano.
Abandonas nuestros labios,
abandonas nuestra piel,
abandonas...
Eres una fiesta.
Te veo.
Las palmeras caen.
¿Qué dijo Abdallah?
- En la época avara
proliferan los niños, el recuerdo
y los nombres de Dios.
Te veo.
Cada mano grita allí.
Fuimos pequeños,
las cosas estaban preparadas
y el amor era un juego.
Te veo.
Mi cara dentro de ti me conoce
como la abundante arena conoce
todo su amor por la playa.
Te alejas de mí
y la muerte es un juego.
Te veo.
Los olivos inclinan la cabeza
a un viento pasajero.
Todas las raíces están aquí,
aquí están
todas las pacientes raíces.
Que se quemen todos los vientos negros
en unos ojos milagrosos
¡Oh mi valiente amor!
No queda nada por qué llorar.
Adios.
Las ceremonias de despedida han crecido
y la muerte es una etapa que hemos comenzado.
La muerte se ha perdido,
se ha perdido
en el alboroto del nacimiento.
Extiéndete desde el valle
hasta la causa del éxodo
cual cuerpo que corre sobre cuerdas,
cual gacela de lo imposible.
[1] Batalla en la que Saladino venció a los cruzados.
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A las madres que luchan
A las madres que buscan
A las madres del 68
A las madres del 85
A las madres del 2017
A las madres de Tlatelolco
A las madres de Acteal
A las madres de Pasta de Conchos
A las madres de la Guardería ABC
A las madres de Ayotzinapa
A las madres de Tlahuelilpan
A las madres de lxs asesinadxs
A las madres de lxs desaparecidxs
A las madres de lxs presxs
A las que son madres en la cárcel
A las madres de pañuelos verdes
A las madres zapatistas
"Toda nuestra tierna furia y toda una vida de lucha. Hasta encontrarlxs. Hasta verlxs libres. Hasta que Ni una más. Hasta que haya verdad y justicia. Hasta siempre con ustedes."
de la línea del tiempo de Compa Emma Domínguez.

#ezln#la lucha sigue#la lucha es por la vida#ejercito zapatista de liberación nacional#10 de mayo#madres#LaLuchaEsPorLaVida#zapatistas
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