#oh yo sé que van a ser súper insoportables
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imagine how many people are going to say byler was fanservice
#la rata aprieta el puño de la rabia#oh yo sé que van a ser súper insoportables#y los que veníamos diciendo que se veía venir nos van a seguir tratando de locos#bueno algunos no todos#van a decir que solo lo hicieron para complacer a les fans#eh pero no te has puesto a pensar que el fandom creció tanto porque justo ese era el plan…#vieron el mega potencial que tenía en la s4#yo estoy en este barco desde la s2 pero ehhh en esta temporada fue cuando supe que los harían canon y el potencial que veía desde antes era#por algo#sorry for my Spanish rant not really
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Glee «Lima City Hall» Part II
Julio de 2040
-¿Qué tal si entramos?, no quiero hacer escándalo pero según esto, la ceremonia estaría empezando en 20 minutos— dijo Carol eneeñando su reloj, todos asintieron en diferente tiempos y se retiraron hablando de lo sucedido con los policías y de lo que iba a pasar en algunos minutos. -Efectivamente faltan 20 minutos , creo y deberíamos entrar —dijo Blaine estirando su mano para que su esposo la cogiera. -Obvio… pero me gustaría hacer algo antes. -¿Qué cosa? -Esto que te quede debiendo… —contestó Kurt dandole el beso correspondiente. -Es muy satisfactorio cuando paga sus deudas Señor Hummel-Anderson… —dijo Blaine saboreando lo que que había quedado de su esposo en sus propios labios. -«Cuentas claras conservan la amistad», ¿verdad? -Muy verdad, y podría agregar… -¿Qué? —dijo Kurt al ver que su esposo se quedaba distraído mirando algo tras de el— ¿Qué estás viendo?... ¡oh por dios! —exclamó tomándose la cara y pensando en lo peor— es Sebastián, ¿no es así? -No… -Estupido dientes de sable mejor entramos antes que nos vea —añadió haciendo el ademán de retirarse lo más rápido posible— ¿Dijiste no? —preguntó Kurt como si recién hubiese escuchado la respuesta de su esposo. -Es lo que dije… creo que es Rachel… —contestó mirando a la distancia con los ojos empequeñecidos. -¡¿Como!?... —dijo dándose una media vuelta que se vio como el final de un número de ballet.
-¡Kurt!... —gritó la chica levantando el brazo que tenía libre, venía tomada de Jessie y vestía de lo más elegante. -¿Qué está haciendo aquí? —dijo Kurt imitando el gesto de su esposo para con la recien llegada. -Tal vez la van a condecorar también… -¡Sobre mi cadaver!, faltaría más… —Rachel seguía haciendo gestos para hacerse notar y que iban en incremento a medida que se acercaba a las puertas del ayuntamiento. -Kurt, te advirtieron que habría más gente condecorada. -Lo se… pero pensé y se trataría de madres solteras o veteranos de guerra, no de otra persona vinculada a Broadway… por lo demás, ¿no se supone y estaba en Londres? -Es lo último que supimos… -Entremos, así evitamos que se vanaglorie de lo que sea y está haciendo aquí— dijo Kurt tomándolo de la mano. -¡Pero si ya nos vio! —advirtió Blaine como en un grito ahogado. -Ya inventare algo… -¿En serio quieres escaparte de Rachel? -Blaine, la amo, pero cuando se trata de logros y premios es bastante insoportable y tú bien que lo sabes también… ahora vámonos antes... -¡Kurt!, ¡Blaine!, ¡que maravillosa coincidencia! —exclamó Rachel saludando a cada uno con un beso y un abrazo, Jessie hizo lo mismo estrechando las manos del matrimonio— ¿Qué hacen aquí? —preguntó sonriendo. -¿Qué haces tú aquí?... ¿no estabas en Londres a tablero vuelto con tu obra? -Lo estaba, aún lo estoy para ser exacta, no sabes lo increíble que ha sido todo eso… -Tus cuentas en las redes sociales se encargan de contárnoslo querida, a diario… —dijo Kurt haciendo el gesto de quién está harto de algo. -No creo que a diario… en fin, con Jessie lo estamos pasando fenomenal, lo mismo que Barbra y ahora nos escapamos un par de días ya que a mi suegro lo van a homenajear aquí en el ayuntamiento —agregó señalando a su esposo. -¿De verdad? —preguntó Blaine levantado su cejas impresionado. -Si, bueno es un homenaje que le debían hace mucho por toda su labor social, le darán una medalla o algo así, mi Mamá es la que sabe todos los detalles… ¿la han visto? —respondió Jessie mirando hacia los estacionamientos. -No… pero ha entrado mucha gente, lo más probable es que ya este adentro . -Por supuesto… ¿y ustedes?, ¿Qué hacen aquí?, y tan elegantes por lo demás… —quiso saber Jessie señalando los trajes de cada quien. -Bueno… -A Kurt también lo van a distinguir —se adelantó en responder Blaine tomándolo de la cintura presumiendo así del esposo que tenía. -¿¡Que!? —exclamó Rachel llevándose las manos a la boca. -¡Vaya!, felicitaciones —agregó Jessie dandole unas palmadas en la espalda -Gracias… -¿Y que honor recibirás?, ¿la medalla al mérito militar? —preguntó Rachel mientras buscaba algo en el pequeño bolso que cargaba. -No, es… -¿La estrella azul de la alcaldía? -Tampoco… -¡Ah!, ¡ya se!... la placa conmemorativa de Lima —dijo moviendo su cabeza de un lado a otro— a mi la dieron hace algunos años por haber vivido aquí gran parte de mi vida… —agregó Rachel blanqueando los ojos y dando a su voz un tono de deficiente mental. -Nada de eso, a Kurt lo nombraran «hijo ilustre de Lima» —respondió Blaine volviendo al gesto de orgullo. -¡Como!… eso es más de lo que me dieron a mi… —exclamó Rachel cruzándose de brazos, luego saco un lápiz labial y un pequeño espejo y retocó su maquillaje con brusquedad, los tres hombres que tenía enfrente la miraron como pidiendo una explicación. -Felicitaciones Kurt, eso es lo máximo que puede dar este ayuntamiento —dijo Jessie repitiendo lo de las palmadas en la espalda. -Gracias Jessie, y bueno como asumo y el alcalde no querrá esperar, mi esposo y yo entraremos mejor, nos vemos adentro —dijo Kurt retirándose con Blaine de la mano, Jessie les hizo un gesto de pulgares arriba mientras Rachel seguía con cara de niña a quien len han quitado todos los juguetes.
-¿Por qué aquí no aparece todo lo que mi hijo gano mientras estaba en la escuela? —dijo Burt en voz alta como si quisiera que la organización de la ceremonia escuchara sus quejas, Carol le dio un golpe con su programa para que mantuviera los reclamos a raya— ¡es la verdad!, Henry, ¿cierto que debería de decirlo?, después de todo es su biografía —insistió mirando el programa por el reverso por si la historia del futuro «hijo de Lima» tuviera una continuación oculta o algo parecido. -Debería, pero creo que en pos del poco espacio tuvieron que reducirla —explicó hablando de manera más civilizada que su abuelo. -¡Y vaya si la redujeron!, se saltaron como 15 Tonys… ¡mi Papá ha ganado como 50!... ¡hola! —agregó Lizzie gritando aquella información hacia el escenario, un par de personas se voltearon hacia ella y la miraron con reprobación, la chica encogió sus hombros murmurando un «es verdad», luego se cruzó de piernas y se irguió mirando todo como si fuera la más correcta de las damas. -¿Dónde dice eso Henry Anderson-Hummel? —quiso saber Noah mirando su programa por todos lados. -Aquí «Goblin»… —respondió este indicándole donde, el pequeño se acercó el papel a los ojos e hizo como que leía de lo más concentrado. -Gracias a dios y a mí no me han hecho un homenaje en Westerville, si no, tampoco cabria tanta información en un papel de 20 por 20 —agregó Cooper mientras usaba su programa para abanicarse, la Señora Anderson se acerco a él y le hizo un arrumaco sonriente. -¿Por qué a nuestro hijo nunca le han hecho un homenaje en Westerville? —preguntó el Señor Anderson tratando que sus consuegros y nietos no lo escucharan. -Papá, no necesito homenajes… —se adelantó en decir Cooper haciendo un gesto de desinterés mientras le coqueteaba a un par de mujeres que se encargaban de que cada quien se sentara en su lugar. -Estiy hablando de Blaine… pero tú también los mereces qué duda cabe… —dijo acercándose más a su esposa como para que aquella conversación quedará entre ellos. -No lo sé cariño… tal vez nuestro alcalde no tiene tanta iniciativa como el de aquí… por algo votamos por el otro —contestó Pam riendo tras su programa. -Este St James, ¿tendra algo que ver con el esposo de Rachel? —preguntó Carol mirando a todos. -No se linda… ¿tu sabes algo Henry? —agregó Pam doblándose un poco para mirar a su nieto. -A lo mej… -¡Ay!, ¿por que le preguntan todo a Henry?, ¡yo también sé cosas!... ¡hola! —interrumpió Lizzie señalándose de arriba abajo. -¡Ay cariño!... también te preguntamos cosas a ti, ¿verdad Burt? -¡Por supuesto!, nadie maneja más información que mi monita aquí… —dijo Burt estirando su mano para desordenarle el cabello, Lizzie sonrió y se quedó con el cabello más despeinado que nunca. -¡Ahí viene el «Papáblen»! —exclamó Noah apuntando hacia la un costado del escenario— ¿y por qué viene con una señora y con el Papá? -Pero «Goblin», te dijimos que el Papá esperará en una sala súper especial, ¿te olvidaste acaso? —dijo Lizzie poniéndose las manos en la cintura. -No… —contestó riendo. -¿Seguro?, te veo cara de que si… —insistió empequeñeciendo sus ojos, Noah volvió a reír esta vez más coqueto que antes— ¡Ay «Goblin»!, ¡te amo tanto que te comería aquí mismo! —agregó abrazándolo por sobre los separadores de los asientos que ocupaban.
-¿Aun piensas que veras a Sebastián?, ¿no es así? —preguntó Blaine mientras abría la puerta del ayuntamiento para su esposo. -¿Qué?... -Lo que escuchaste… -¿Por qué piensas eso?, ya estableciste un punto y yo te creo, siempre te creo… —respondió Kurt mirando de vez en cuando hacía atrás por sobre su hombro. -¡Estás mirando hacia atrás cada dos segundos! —dijo Blaine besándole la mano que llevaba entrelazada con la suya. -Lo se… pero… no es por ese engendro del demonio… es por Rachel… —contestó mirando un par de veces más por si veía entrar a su amiga. -¡¿Por Rachel?!... —repitió su esposo con sorpresa— creo que aquí debes esperar —dijo Blaine leyendo el cartel que había en la puerta de una de las pequeñas salas que rodeaban el auditorio. -Debe ser… —dijo entrando sin golpear ni nada— ¡esto es una oficina!… —exclamó poniendo mala cara. -¿No esperarías un aposento extra lujoso?, ¿o si? -No… pero al menos algo más confortable, no un lugar que parece y es del encargado de seguridad —advirtió tomando un par de esposas que estaban colgadas junto a unos bastones de policía. -Se me ocurren varias cosas que involucran esos objetos —dijo Blaine semisentandose en el escritorio de la oficina. -Y a mí… —añadió Kurt levantando una ceja con travesura. -Háblame de eso de Rachel… -No es nada… bueno si lo es… —contestó mirando todo. -¿Es o no? -Es… no se… pienso que fui un poco grosero con ella, ¿o no? —dijo tomando un libro desde uno de los estantes. -No lo sentí así, es más… creo que ella lo fue contigo, note bastantes celos de tu condecoración. -Eso lo dices porque la odias desde el día uno… —sentenció Kurt dejando el libro para tomar un par de rollos de cinta amarilla de «no pasar» -Eso no es verdad… -¿No? -No… tengo algunas objeciones con su comportamiento en algunas ocasiones, pero quién soy yo para cambiar el actuar de las personas. -¿Qué ocasiones? —dijo Kurt dejando su curiosidad de lado al notar que todo tenía más polvo del que cualquier traje soportaría, se sacudió las manos y se ubicó al lado de su esposo. -¿No hablemos de eso? —pidió mirándolo de medio lado. -Está bien… mejor dame mi regalo —dijo Kurt estirando sus manos. -¿Cómo?... -Mi regalo… bien es sabido que cada vez qué hay una ocasión importante tú me compras algo… así es que… —insistió estirando más sus extremidades— ¿acaso no lo hiciste esta vez? —agregó al ver que Blaine ponía diferentes caras sin decir palabra —¡oh por dios!, está decepción es peor que Sebastián, Rachel y esta oficina sin limpiar, ¡todo de una vez! —exclamó cruzándose de brazos —¿estas bromeando?, ¿verdad? —agregó como último recurso. -Kurt… si crees que te compre algo solo porque vas a recibir una condecoración… ¡estas en lo correcto! —dijo Blaine sacando una pequeña caja de joya desde su bolsillo. -¡Seras…! -Toma… —añadió entregándosela. -Por un momento creí que habías dejado de lado esa hermosa tradición —dijo desatando la cinta. -¿Qué clase de esposo sería entonces si dejo de lado algo que te hace tan feliz? -Uno muy malo… —contestó Kurt haciendo un puchero al tiempo que terminaba de abrir su regalo— ¡vaya!, muy patriótico— opinó sacando un pequeño «pin» de la bandera de Estados Unidos. -Y muy histórico también —agregó Blaine tomándolo, se puso de pie y se ubicó frente a su esposo para prendérselo en la solapa del traje— perteneció a la primera campaña de Obama, es de oro y las partes de colores son de una piedra que olvide como se llama— dijo retrocediendo unos pasos para comprobar cómo se veía a distancia. -Valioso por donde se lo mire entonces —dijo Kurt tomando un porta lápices desde el escritorio para mirarse en su superficie pulida— y queda de maravillas… gracias —agregó haciéndole una seña para que se acercara a él, Blaine sonrió, acortó la distancia necesaria y recibió un beso y un abrazo en agradecimiento. -¿Te gusto? -¡Me encanto!, muy apropiado como ya dije —respondió Kurt mirándose la solapa. -Que bueno, la verdad es… -¿Señor Hummel? —interrumpió una mujer que golpeaba, abría la puerta y asomaba la cabeza todo al mismo tiempo— buenas tardes, feliz cuatro de julio —agregó estrechando la mano de cada uno. -Gracias igualmente para usted, señorita… -Bello, Lucia Bello, y es señora en realidad —dijo enseñando su anillo. -¡Oh!... muy bien, Feliz cuatro de julio Señora Bello —dijo Kurt sonriendo. -Gracias, bueno… me presento, soy la secretaria del alcalde y es un honor para mí y todo el municipio de Lima tenerlo este dia con nosotros… —Blaine sonrió y le guiñó un ojo a su esposo— la ceremonia durará al menos 40 minutos, luego habrá una pequeña celebración y allí podrá hablar con la prensa, también tomarse fotos. -¿Dónde estaré? -En el escenario junto al alcalde, el resto de los galardonados se ubicará en la prima fila, pero como usted es el más importante y recibirá la máxima distinción, tiene un lugar de privilegio —Kurt fue está vez quien miro a su esposo haciendo un gesto engreído— así es que si me acompañan cada uno podrá tomar su lugar. -¿Yo donde? —preguntó Blaine levantando su dedo como escolar en su primer día. -Dejeme ver… —respondió Lucia mirando su aparato electrónico— en la primera fila… ¡no! — Kurt y Blaine dieron un pequeño salto de susto— disculpen… —añadió la mujer al notar aquello— la verdad es que no lo tengo claro, ¿me acompaña?, ¿ así lo ubicamos donde corresponde? —terminó por decir Lucia parándose a un costado de la puerta. -Claro… ¿nervioso?... —preguntó tomando a su esposo de las manos. -Un poco… aunque ahora más donde no sabré dónde estarás. -Sigue los aplausos más estridentes… te amo —dijo Blaine dando un beso de despedida, Lucia miro hacia el cielo raso para dar la intimidad que ese momento requería.
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