#no lo publiqué antes porque me tocó salir -corro-

[imaven]

‘ no es por lo que crees ’ se rió al dejarse caer en el lado de la cama pegado a la pared, su diestra cayó sobre su estómago y su izquierda fue hasta su ojo sano, el que fregó un poco para eliminar cual fuese el rastro de somnolencia que comenzaba a pesar sobre su cuerpo. estaba agotado ¿por qué? todo y a la vez nada. era extraño. ‘ intenté leerlo muchas veces y no pasaba de la primera página, me tuve que obligar a empezarlo. ’ leyó esas primeras líneas y otra vez, dejándolo de lado cada vez que llegaba un nuevo ejemplar a sus manos, hasta que se aburrió de tenerlo en su estante guardando polvo y agradecía haberle dado una oportunidad. maven no se rendía, con nada, aunque en ocasiones dejase el asunto en pausa; porque necesitaba tener la fuerza para enfrentarlo nuevamente. ‘ no le digas a los demás, es mi secreto ’ y no lo era, constantemente da su brazo a torcer en cualquier contexto, en su lista de prioridades está en la última. su mano fue a golpear la del inglés y asintió ante su pregunta. ‘ ajá, en la mañana, me toca de nuevo en la noche, ¿no, doctor? ’ le continuaba molestando un poco al comer o reír, cada que sus labios se estiraban temía que la herida volviera a abrirse. ‘ ¿de verdad? ’ sus orbes viajaron desde el techo hasta el rostro masculino, necesitaba un descanso, pero se veía tan lejano por ahora. aún así, le pareció una buena idea. ‘ ¿nos subiremos al ojo y todo? la última vez que fui nos alojamos en surrey ’ y le había encantado, tenía toda la vibra de un lugar en el que le habría gustado vivir hasta el último día de su vida. ‘ vamos a inglaterra el próximo descanso ’ aceptó sin rechistar. se acomodó sobre el lecho compartido para quedar de frente a caleb y estiró su mano hasta su corto cabello, ni siquiera podía desordenarlo. de alguna forma, sentía una calidez en su corazón cuando estaba con él, danielle, kirsten o jano, ¿sería esto su nuevo hogar ahora que no tenía uno al que llamar como tal? ‘ tenemos que traer galletas de mantequilla, las de aquí no son iguales ’ 

‘ sería un fiasco si no tuviera esa habilidad contigo ’  un suspiro de ensueño emana entre pétalos como si fuere inherente a su persona. la soberbia fingida va de la mano, al igual que la forma en la que los iris se posan sobre él, como diciéndole que no tiene escapatoria consigo. ‘ podrás vivir con ello ’ teatraliza desinterés mientras se irgue, hasta toma la oportunidad de estirarse como quien se hace desear. ‘ les possédes ’ imita, sólo que su versión del acento belga está lejos de mimetizar la realidad, y es por eso que las comisuras se elevan con comedia. sigue la orden al posicionarse al lado de él, el codo se utiliza de soporte y la palma hace lo mismo al sostener la cabeza. ahí, de costado se permite verlo más directo. al escucharle hablar tiene que reír con sutileza. ‘ obvio te lo ibas a saber de memoria ’ el capitán estaba en lo cierto al sugerirlo, verdaderamente está siendo música para sus oídos. al recibir el toque, aprieta los párpados al fingir molestia cuando le toca la nariz. ‘ qué rápido te ablandas ’ apunta. ahora son las propias yemas las que van hasta dicha mejilla, han de tirar de ella de forma sutil, no quiere hacerle daño en la herida del labio. ‘ ¿te curaste hoy? ’ no puede no preocuparse, estudia la posibilidad mientras redirecciona los dígitos a los mechones azabache del flequillo masculino. el amor se vuelve total en cada toma de contacto, a caleb siempre se le ha dado mejor expresar sus emociones con las acciones. ‘ la próxima vez que tengamos unos días libres, ¿quieres venir a inglaterra conmigo? ’