#ni una pizca de sentido en este sitio
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" ¿tu... tu hija...? ¿tú la pariste o qué...? " la mirada serpenteó del otro hasta la pequeña cabra, toda pequeñita e inocente en sus brazos. la peor de las explicaciones pasó por su cabeza, y eso le hizo palidecer en el acto y emitir una mueca de disgusto. " le pusiste lulú y encima es una cabra, ¿estás invocando a lucifer o algo? " lo miró con sospecha, casi como si hubiese descubierto su plan maléfico. espera, ¿no debería salvar al animalito? justo como paso en diablo IV, ¡se convertiría en una canal para recibir al maligno! o quizás ya era tarde... " para qué quieres saber" alejó el manga de las manos opuestas, medio juzgándolo con la mirada. " tú la estás alterando... seguro no quiere estar contigo" era la única explicación lógica de por qué se había empezado a mover tanto. " mi manual se llama haikyuu" ahí, transcribió en el aire el título abreviado. " porque... es de alta calidad" se inventó.
' claro que le puse nombre, es literalmente mi hija ' anuncia diversión entre palabras, entretenido con la dinámica de aparentar ofensa — un gesto y una expresión que exagera aún más al oírle. ' ¿qué? ¿cómo te atreves? ' la palma en libertad se posa en el pecho, o allí donde lulú deja un espacio. ' seré muchas cosas, criminal, soplón, lo que digas — pero, ¿ser malo poniendo nombres? eso sí que no te lo permito ' mira que le está costando muchísimo no acabar riéndose en cualquier momento, así que se aclara la garganta. ' ajá, conozco todos los manuales de entrenamiento por existir. a ver, ¿cómo se llama?' miente sólo por incordiarle, pobre. ' y cálmate, estás alterando a la bebé '
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Moonstruck:
Tus errores no te definen;
Willy y Luzu iban caminando por los túneles, oscuros y húmedos. No hablaban, Luzu tenía la mente en Auron, y Willy... En otras cosas.
— Es por aquí. — Dijo Willy, girando a la derecha.
Allí estaba Auron, tirado en el suelo. Cuando vio llegar a Luzu, forzó una sonrisa, aunque no alcanzaba del todo su expresión.
— No me mires así, no es tan grave como parece.
— ¡Pero a ver, que te has abierto la cabeza! — Luzu se arrodilló e iluminó el ambiente con una antorcha. Auron rió entre dientes.
— Nos movemos o que. No deberíais estar aquí.
— Ya, es lo que tiene que te trague el suelo, no es donde deberíamos estar pero quién soy yo para meterme con los actos de Jesucristo. — Dijo Auron levantándose con ayuda de Luzu.
— ¡Willy! — Se escuchó la voz de Mangel a lo lejos, entrevesada en aquellos pasadizos.
Willy se alteró al segundo y giró la cabeza. Si Mangel estaba allí, era que algo no iba bien. Agarró otra antorcha y se dispuso a marcharse, dejando a los otros dos allí.
— ¡Oye! No nos puedes abandonar aquí. — Le gritó Luzu.
Willy pronto reaccionó, acordándose de los chicos que había dejado atrás. No se giró del todo, pero los miró por el rabillo del ojo.
— No me queda opción. Ante ellos siempre tengo que responder, pase lo que pase. Seguir todo recto y acabareis saliendo.
Y se fue, dejándolos allí solos. Luzu maldijo por lo bajo al peliblanco y después miró a Auron.
— No te preocupes, saldremos de aquí e iremos al hospital. Después te llevaré con Frederick, ¿Te parece buen plan? — Sonrió y miró a Auron, pero el otro chico también tenía su mirada clavada en el, sonriente.
— ¿Tengo que estar al borde de palmarla para que me vuelvas a tratar como antes? — Dijo en un tono suave Auron.
Luzu se mantuvo con una expresión tranquila hasta que recordó el porqué estaba tan cortante con Auron, y volvió a esa expresión tan seria.
— Joder Luzu, esque ni siquiera sabes lo que pasó. — Protestó Auron.
— No necesito saberlo, me traicionaste. Te vendiste por una mierda, y tuve que pagarlo yo. — Dijo Luzu, con un tono cargado de traición.
Auron se detuvo por un momento, cada vez estaba más débil, pues se mareaba. Se apoyó contra la pared, y la expresión de Luzu volvió a ser cautelosa. Se mantuvieron en silencio por unos instantes, hasta que Auron habló.
— Ese día, tú me recuerdas hablando con Willy sobre cómo traicionarte y sacar a Lolito como alcalde. Pero te saltaste toda la conversación.
— Ayudame, Auron, y yo te ayudaré a ti. — Comentaba Willy, sentado en una de las butacas de la consulta de Auron.
Auron Estaba sentado con las piernas cruzadas en la butaca de enfrente, serio y contundente.
— Nunca le haría eso a Luzu. Se merece ser alcalde, por todo lo que ha hecho por Karmaland.
Willy suspiró profundamente.
— Te lo he ofrecido por las buenas... — Su expresión se tornó perversa y amenazante. — Pero también te lo puedo pedir por las malas.
Auron no se inmutó ante este cambio.
— Luzu es intocable. No esperes ni la mínima ayuda por mi parte. — Concluyó Auron.
— Si Luzu sigue adelante con la campaña, y gana, me encargaré de arruinarle por completo. Sufrirá tanto, que acabará destruido. Toda esa luz que te atrae de el... — Willy chasqueó sus dedos. — Se la arrebataré.
Auron apretó los labios, no podía soportar la imagen de un Luzu así. Willy le asentó un golpe final.
— Haré que te mire y no sienta más que desprecio.
Auron sintió como si algo lo atravesase el corazón.
— Si no gana, quedará libre de mi punto de mira. El seguirá siendo feliz al margen de toda esa oscuridad, y tú podrás tenerlo para ti solo. Al Luzu de siempre. — Willy cada vez se acercaba más a Auron, hasta quedarse apoyado en su butaca también.
Auron alzó la mirada.
— Sabotea a Luzu, hagamos que gane Lolito. — Sonrió Willy.
Auron, con todo el dolor de su corazón, estrechó la mano de Willy.
— Hecho.
Luzu abrió los ojos como platos. No tenía sentido. Willy lo ayudó a ser alcalde, ¿Por qué iba a querer sabotearlo?
— Todo lo que hice, lo hice por miedo a perder esa chispa que revolotea en tus ojos cada vez que me mirabas. Y aún así, la perdí.
En otro lugar;
Willy y Mangel llegaron a donde Fargan había quedado derrotado por el psicópata que aún yacía inconsciente. Willy rápidamente se arrodilló ante Fargan.
— Frágil como una margarita. — Murmuró.
Al oír su voz, Fargan se activó y sonrió.
— Y aún así no has podido evitar venir.
— Es lo que tenía que hacer, eso significa nuestro vínculo. — Aclaró Willy.
— ajá...
Mangel los observaba, algo incómodo.
— ¿Y Vegetta? No lo habréis traído aquí, ¿Verdad? — Preguntó Willy, buscando al chico de ojos morados con la mirada.
Fargan se molestó.
— Tranquilo, Willy. No he traído a tu princesita al lugar de su muerte. Aunque no lo reconocería, está bastante tapado todo, ya sabes, el hueco de tu mina.
Willy quedó paralizado por los recuerdos que lo invadían.
Corría. Atravesando el bosque, el río, la pradera, corría por todo lo que le importaba. Porque el tiempo iba en su contra, y estaba a punto de arrebatarle lo que más quería. Y no iba a llegar, está vez no iba a poder salvarlo.
— ¡Vegetta no!
Boom.
— Eres un puto gilipollas. — Willy se levantó y se dió la vuelta.
— ¡Me debe un favor! ¿Sabes? — Le gritó Fargan.
Willy se detuvo.
— Que.
— Si, me debe un favor. Ya sabes, Vegetta el inocente, ha accedido a un trato conmigo. — Sonrió Fargan.
Willy agarró a Fargan del collar de su jersey y Fargan sonrió.
— No te atrevas.
— Sabes, podría pedirle muchas cosas. Pero igual le digo que se una a la hermandad oscura. Ah no, que eso a ti no te gustaría. ¿Por qué ya no te lo podrías tirar? Ah no, calla, si eso te da igual. — Willy lo miró amenazante, pero Fargan continuó. — Total, conmigo lo hiciste igualmente.
— ¿Willy? — La voz de Vegetta lo asaltó por la espalda.
Willy dejó caer a Fargan al suelo y miró a Vegetta y a Rubius, que habían llegado a ese mismo lugar.
— ¿Que le ha pasado a Fargan? — Preguntó Vegetta.
— Lolito, que ha tenido una leve pérdida de control. — Comentó Mangel.
Vegetta lo miró por unos segundos.
— ¿Nos conocemos?
Mangel lo miró con una pizca de desprecio, y después miró a Rubius.
— Hola a ti también.
Rubius no saludó, pero asintió con la cabeza.
Willy aprovechó el momento de distracción y se arrodilló ange Fargan. Este reía de manera perversa y malvada. Willy apretó los dientes.
— Tocalo, atrevete a tocarlo... Y será lo último que habrás hecho antes de que te mate en el sitio. ¿Me escuchas? — lo amenazó.
Fargan dejó de reír.
— Me encanta ver el dolor que transmiten tus ojos al hablar de él.
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Jamil Viper — M-Mi corazón…
Historia personal de la SSR (uniforme de dormitorio) de Jamil Viper.
Esta historia es una contraparte directa de la SSR (uniforme de dormitorio) de Kalim Al-Asim (Haz click aquí para leerla).
Fue divertido descubrir las partes en las que ambas historias se juntan y encastran como piezas de rompecabezas a lo largo de la traducción, recomiendo tener la historia de Kalim fresca en la mente para poder disfrutar mejor ambos lados. ♥
¡Traducción debajo del corte!
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CAPÍTULO 1
— Dormitorio Scarabia: Sala Común
La noche anterior.
Jamil: ¿Invitar al director a celebrar “un banquete introductorio al País de las Dunas Ardientes”? ¿...Otra vez prometiste algo sin considerar lo que implica?
Kalim: El director dijo que estaba buscando un buen lugar para visitar en sus próximas vacaciones. ¿No sería nuestro país el sitio perfecto? ¡Es nuestra chance como dormitorio de mostrarle al director todos sus encantos!
Kalim: Necesito que te encargues de las decoraciones y la comida. ¡Yo me ocuparé del desfile!
— Dormitorio Scarabia: Corredor
Jamil: ...Por supuesto que me avisa la noche anterior. Y habiéndose tomado el trabajo de invitar personalmente al director... Si este banquete no es perfecto en todo sentido, la reputación de Scarabia se verá afectada.
Jamil: Kalim, el dormitorio... y yo, debemos hacer que esta fiesta sea un éxito.
Jamil: Bien. Primero, las decoraciones. No solo deben ser hermosas, sino también representativas de la cultura del País de las Dunas Ardientes. ....Pero todas las ideas que se me ocurren son demasiado laboriosas.
Jamil: Uhmm... Equilibrio entre belleza y tradición... belleza y tradición... belleza...
Jamil: ¡Ah! ¡Lo tengo! Definitivamente, iré a hablar con “él”.
— Dormitorio Pomefiore: Sala Común
Vil: ...Entonces has venido a pedir mis consejos sobre el diseño del espacio para su fiesta.
Jamil: Así es. Hermosa habitación, hermoso juego de mesa, hermosa bienvenida...
Jamil: El rostro de Vil-senpai es lo primero que viene a mi mente cuando pienso en la palabra “hermoso”.
Vil: ¿Oh? ¿Es ese el caso?
Jamil: A pedido de Kalim, he preparado varias telas con estampados tradicionales de nuestro país para utilizar en la decoración. Las traigo aquí conmigo: el diseño es un gran pavo real sobre un vibrante fondo rojo. Naturalmente, quería consultar contigo y tu excelente sentido del gusto sobre cuál sería la mejor forma de aprovecharlas.
Vil: Entiendo lo que dices. ¿Mas no esperarás que ceda mis conocimientos sin recibir algo a cambio...?
Jamil: (Haha, ¡tal como supuse! Es bueno haber venido preparado.)
Jamil: ¡Pedirle ayuda a Vil Schoenheit sin dar algo a cambio! Jamás sería tan grosero. Permíteme ofrecer un rollo de estas telas como pago por tus molestias. Los textiles provenientes del País de las Dunas Ardientes son preciados. Y es más, todo producto tejido por los costureros de la familia Asim es único. No los encontrarás en ninguna tienda...
Vil: No tienes que darme una lección sobre esta tela, un vistazo es suficiente para percatarme de su valor. Precisamente ahora estaba en búsqueda de algo que usar para mi traje nuevo. Muy bien, acepto tu petición.
Jamil: ¿Lo dices en serio? Me alegra oírlo.
Vil: Permíteme la tela.
(Jamil extiende su brazo y entrega el rollo a Vil)
Vil: ...Comprendo. La costura es meticulosa a pesar de su gran tamaño. Es sumamente impactante. Podría enmarcarse tal y como está, o desenrollarse como una alfombra en el piso, pero así nadie la verá como algo más que una simple pieza de “arte tradicional”. Quieres ser más ingenioso que eso...
Jamil: Ya veo~ Estoy aprendiendo mucho de ti~
Jamil: (Parece que Vil se encargará de este asunto. Tú sonríe y sigue asintiendo mientras tanto...)
Vil: ¡Alguien tráigame un par de tijeras!
(Ruido de pasos apurados)
Alumno de Pomefiore: ¡Aquí tiene!
Jamil: ¿Tijeras? ...Un momento, ¿para qué necesitas esas tijeras...?
Vil: ¿No es obvio?
Vil: Para cortar.
(¡CORTE!)
Jamil: ¡AAHH! ¿¡Cortaste una tela de primera clase en dos!?
Vil: Y la seguiré cortando hasta volverla pendones.
(¡CORTE!)
Jamil: ¿¡O-OTRA VEZ!? ¡¡¡Una familia de cuatro podría comer por un mes con lo que vale una de estas telas!!! Esto es un desperdicio...
Vil: ¿...Eh?
Jamil: Ah..... no...... esto es..... ¡es excelente! ¡¡Al cortar el patrón tradicional así, creas un diseño nuevo e innovador!!
Vil: Claramente. Si te empecinas por mantenerlo en su estado actual, no tardará en perder su encanto. Tal como un cierto alguien que no ha hecho más que soltar cumplidos que no saben ni a veneno ni a medicina desde que llegó aquí...
Jamil: (¡Ack—!)
Vil: No debes olvidarte de ser osado, sin importar la situación. Aspira a ser siempre sensacional.
Vil: Ahora, no creas que hay seguridad en el simple hecho de que fui yo quien produjo esto. ¡Vamos, toma este par de tijeras de una vez y corta por donde te indique!
Jamil: ¡E-Entendido!
— Calle principal
Jamil: Haa... qué cansancio...
Jamil: Vil-senpai... es bueno que no se haya comprometido en esta situación más de lo necesario, pero la forma en la que explota a los demás es dura...
Jamil: Había retazos por doquier una vez que terminamos, y limpiar llevó todavía más tiempo. Pero bien, al menos el asunto de la decoración está resuelto. Lo siguiente es la comida a servir en el banquete. Ahora mismo son las 3 de la tarde así que, primero que nada...
Jamil: ¿¡.....SON LAS TRES DE LA TARDE!? ¡Solo quedan tres horas antes de que comience el banquete!
Jamil: Perdí demasiado tiempo hablando con Vil-senpai. ¡A este paso no llegaré con las preparaciones! Debo pensar en algo. La comida tiene que estar a tiempo.
Jamil: Veamos, comida... comida....
Jamil: ....Eso es. ¡Esta vez iré a hablar con “él” !
CAPÍTULO 2
— Cocina
Jamil: (De un día para el otro, Kalim planeó un banquete para introducir el País de las Dunas Ardientes al director... si quiero que sea un éxito, tengo que cocinar distintos platos únicos de nuestro lugar natal...)
Jamil: (No hay manera de que termine a tiempo si hago todo esto solo. Y es por esa razón que conseguí un ayudante. La persona que viene a mi mente cuando hablo de cocinar...)
Jamil: Trey-senpai. Agradezco que hayas decidido darme una mano hoy.
Trey: Es un placer. Haré lo mejor que pueda para ayudarte. Después de todo... podarás cada uno de los rosales de Hearstlabyul como recompensa, ¿no?
Jamil: ......Por supuesto. Siempre y cuando el banquete termine bien.
Jamil: (Esto será mucho trabajo aún para dos personas. Mantén una expresión serena, y evita mirarlo a los ojos...)
Trey: ¿Ya has pensado en un menú?
Jamil: Sí. La idea es armarlo en base a platos característicos del País de las Dunas Ardientes. El plato principal será cordero a las brasas. Idealmente habría que dejarlo marinando en especias por unos tres días antes de cocinar... pero por hoy, usemos la carne sazonada que ya está en el congelador.
Trey: Parece que el banquete no te tomó tan desprevenido.
Jamil: A Kalim le encanta traer invitados, así que trato de estar siempre preparado.
Jamil: Pongamos la carne en el horno y dejemos que se cocine a fuego lento. Ocupémonos del resto de la comida mientras tanto. Salteado de mariscos, ensalada verde, pasta con papas y legumbres, el khubz¹ y también el postre...
Jamil: En fin, no me alcanzan las manos para esto. ¡Comienza pelando las papas, por favor!
(Sonidos de cocina, cuchillos cortando, agua corriendo)
~~~
Jamil: Bien. Con esto damos por terminadas las preparaciones para el festín.
Trey: Todo huele delicioso... ¡y la carne se ve especialmente apetitosa! ... Pero... siento que le falta algo.
Jamil: ¿Eh? ¿A qué te refieres?
Trey: Que el único color en este plato sea marrón hace que se vea un poco triste. Todavía tengo algunos pétalos de rosas que recogí para preparar la mermelada. Si los esparcimos sobre la carne...
Trey: Mira. Un toque de rojo le da mucho mejor aspecto, ¿no crees?
Jamil: ¡Es cierto! El color lo hace ver más ostentoso.
Jamil: Mi hermana menor suele decir que mi comida “siempre se ve ordinaria”. Tiempo atrás incluso nos peleamos por eso... ahora entiendo a qué se refiere. El color era el problema.
Trey: Haha. Entiendo como te sientes, Jamil. En Hearstlabyul también tenemos casos de gente que “se ve dulce” pero en realidad son los más fastidiosos.
Trey: Lo más importante a la hora de cocinar es, obviamente, “el sabor”. Es normal que quieras decirle a tu hermana, “¡qué importa cómo se vea!”... preparaste algo delicioso, después de todo.
Trey: Pero también quieres que pueda disfrutarlo de principio a fin.
Jamil: Recordaré eso. Le daré una sorpresa a mi hermana la próxima vez que vuelva a casa.
Trey: ¿Qué dices si decoramos el resto de la comida? Aquí tengo también unas flores comestibles, de esas que se usan para las tortas.
— Calle principal
Jamil: ¡Gracias por la ayuda, Trey-senpai!
(Ruido de pasos. Trey se retira)
Jamil: ....Muy bien. La comida ya está lista. ...Me pregunto cómo le estará yendo a Kalim con los arreglos para el desfile.
Kalim: Parece que los animales ya han llegado. ¡Vamos a recibirlos en la entrada!
Jamil: ¿Oh? Hablando de Kalim, ahí vienen él y su grupo. ¿Debería espiar lo que hacen...?
~~~
Alumno de Scarabia 3: ¿Seguro que es una buena idea haber traído leones y elefantes? Si llegaran a escaparse en el campus...
Kalim: ¡Ahahaha! ¡No te preocupes tanto! Oigan muchachos. ¿Qué se les ocurre que es indispensable a la hora de comunicarse con los animales?
Jamil: (Fufu, que pregunta más simple. Saber “lenguaje animal”, por supuesto. Usando lenguaje animal le enseñas la ruta del desfile a los...)
Kalim: Aquello indispensable a la hora de comunicarse con los animales es... ¡¡CONTACTO FÍSICO!!
Jamil: ¿¿¿¡¡¡¡????!!!!
Kalim: Ellos son seres vivos como nosotros, así que si les pedimos ayuda, estoy seguro de que entenderán. ¡Muy bien, tomemos un breve descanso y luego abramos esas jaulas! ¡Profundicemos nuestra relación con los animales!
(Ruido de pasos. Kalim y los alumnos de Scarabia se retiran)
Jamil: .....¿Va a soltar leones y elefantes.... sin ninguna precaución....? Por qué.... ¿¡Por qué no tienes una pizca de cuidado con los animales, Kalim!? Incluso cuando que éramos niños, siempre te acercabas demasiado a los tigres y leopardos para darles de comer...... Aaah. Todo esto me está estresando.
Jamil: No puedo contar con Kalim para absolutamente nada. ¡Yo iré a hablar con esos animales...!
(Jamil se va corriendo)
— Dormitorio Scarabia: Sala Común
Kalim: Director, permítanos enseñarle la clase hospitalidad que solo el País de las Dunas Ardientes puede ofrecerle. ¡Que comience el banquete!
(Voces, risas y música)
Jamil: No sé cómo, pero... las decoraciones, el festín y el desfile... todo estuvo listo a tiempo... Hoy corrí más de lo que corro usualmente en un partido de baloncesto. Estoy tan exhausto...
Kalim: Oye, Jamil. ¿Te noto un poco cansado?
Jamil: ¡��ES TU IMAGINACIÓN!!
Kalim: ¿Lo es? Entonces no importa.
Crowley: Las decoraciones son fantásticas. Toda esta comida es increíblemente deliciosa.
Grim: (ñamñam, ñam) ¡Smfí, dmmfeliciomffsa!
> ¡Oye, cuida tus modales! > (ñamñam, ñam)
Kalim: Hehehe. Todos nuestros invitados parecen estar contentos. Gracias por ocuparte de las decoraciones y el festín, Jamil.
Jamil: …No hay de qué. Pero aún es muy temprano para cantar victoria.
Jamil: ¿Como anfitrión del evento, no tienes que cumplir con tu papel al final del desfile? Date prisa y ve a prepararte.
Kalim: ¡Entendido!
(Kalim se va corriendo)
Jamil: Ah, cielos...
Grim: ¡Jamil!
Jamil: ¿Hm?
Grim: ¡¡No puedo creer lo sabrosa que es tooooda tu comida!!
Jamil: ¿...Tú que opinas, Yuu? ¿La cocina del País de las Dunas Ardientes se adecúa a tu paladar?
> Es muy rica. > Quisiera comer esto todos los días.
Jamil: Fufu. Me alegra oírlo.
(Suenan trompetas y tambores)
Jamil: Ah, parece que el desfile ha comenzado. Director, por favor acérquese al balcón para poder disfrutar del desfile de recibimiento al País de las Dunas Ardientes.
Alumno de Scarabia 3: ¡U-Um! ¡Sublíder Viper!
Jamil: ¿Qué ocurre? ¿Cuál es la prisa?
Alumno de Scarabia 3: Verá... (susurros, susurros)
Jamil: ........¿¡Qué!?
Crowley: ¿Hm? ¿Hay algún problema, Viper?
Jamil: ¡No, no! En absoluto. Si me disculpa, debo ausentarme por un momento... ¡por favor siga disfrutando la fiesta!
CAPÍTULO 3
— Dormitorio Scarabia: Corredor
Jamil: ¿¡KALIM NO ESTÁ AQUÍ!?
Jamil: Un desfile de animales tradicional del País de las Dunas Ardientes. Y a lo último, volando junto a loros de siete colores.... ¡se suponía que el anfitrión cerraría con un discurso!
Alumno de Scarabia 3: Buscamos por todas partes pero aún no hemos podido encontrarlo... no podemos concluir el desfile sin él.
Alumno de Scarabia 4: ¡Lo tengo! Viper-senpai, ¿qué tal si usted toma su lugar?
Jamil: Imposible. Eso arruinaría la imagen de Kalim.
Alumno de Scarabia 3: ¡Pero si él no aparece...!
Alumno de Scarabia 4: El desfile sigue avanzando mientras nosotros estamos aquí... ¿¡qué se supone que haremos!?
Jamil: ...Quiero que se tranquilicen. Entrar en pánico no solucionará las cosas. ¿O no son ustedes alumnos de Scarabia, previsores y estrategas? Hay que mantener la calma ante las situaciones inesperadas.
Alumno de Scarabia 4: ...Viper-senpai tiene razón.
Alumno de Scarabia 3: Siento haber reaccionado así.
Alumno de Scarabia 1: ¡Sublíder! ¡Lo estábamos buscando!
Jamil: ¿Hm?
Alumno de Scarabia 2: ¡Es... es sobre nuestro líder Kalim...! ~~~ Jamil: ...Ya veo. Los loros de siete colores se escaparon por descuido de ustedes, y Kalim fue a buscar algo con qué reemplazarlos.
Alumno de Scarabia 1: Kalim dijo que no nos preocupemos, que sigamos con el desfile y que él haría algo al respecto, pero... Lo siento tanto. Es todo nuestra culpa.
Jamil: ...Dejemos las disculpas para más tarde. Ahora preocupémonos por afrontar este problema. De acuerdo con su historia, Kalim partió con destino a Diasomnia... aún si volara a toda velocidad en su alfombra mágica, el recorrido tomaría 10 minutos.
Jamil: Faltan unos 5 minutos para el cierre del desfile. No hay manera de que llegue a tiempo.
Jamil: ...Debemos atrasar el final hasta que Kalim regrese.
— Dormitorio Scarabia: Sala Común
.Crowley: Tigres y elefantes, leones, monos, pavos reales... más animales siguen llegando. Qué desfile más colorido. Y pensar que puedo disfrutarlo todo desde el balcón de uno de los dormitorios, ¡me embarga la emoción!
Grim: ¡Oh! El desfile llegó hasta la fuente. Y la música se está volviendo cada vez más animada…
> ¡Es hora del final! > ¡La parte más emocionante!
Crowley: .....
Grim: .....
> ¿Los animales comenzaron a dar vueltas en círculos?
Crowley: Una extraña decisión, me pregunto qué sucederá ahora. O quizá... ¿quizá están teniendo alguna clase de problema...?
Alumno de Scarabia 3: Los invitados están comenzando a sospechar... ¿¡Kalim aún no ha llegado!?
Alumno de Scarabia 4: ¡A este ritmo, el banquete será un completo fracaso...!
???: La familia Asim no puede fracasar.
Jamil: ¡...No mientras yo esté aquí!
Jamil: Allí en la terraza... la parte cubierta por la sombra de la torre, ese lugar es perfecto. ¡Muy bien, magia de viento, llamemos un poco la atención!
(woosh!)
Crowley: ¿Ooh? ¿Qué es eso que cae del cielo?
Crowley: Una ventisca de color rojo, danzando frente al blanco del dormitorio Scarabia. Es algo realmente hermoso.
Grim: ¡Qué asco, vuela por todos lados y se pega en mi nariz!
Crowley: Veo que no comprendes, Grim. Este es un magnífico espectáculo. Podría contemplarlo todo el día.
Jamil: Los trozos de tela que Vil-senpai recortó y los pétalos de rosas que Trey-senpai me obsequió... quién hubiera pensado que me serían tan útiles. Ni siquiera yo podría haberlo previsto.
Jamil: Logré hacer un poco de tiempo añadiendo un nuevo acto al desfile. Lo único que queda es...
???: ¡…Heeeey!
Jamil: Aquello volando hacia aquí... ¡—es la alfombra mágica! ¡¡Kalim ha regresado!!
Kalim: ¡Director! ¡Y Yuu y Grim también! En verdad les agradezco haber venido a Scarabia hoy. ¡Poder entretener a tan preciados invitados nunca me ha hecho más feliz!
Jamil: Haa... ahora el desfile podrá finalizar con éxito. Debería aprovechar la distracción y volver a la sala común. Dónde dejé mi escoba...
Jamil: A todo esto, ¿por cuánto tiempo más pretende Kalim seguir montado en esa alfombra? Verlo balanceándose de pie en el medio del aire me está poniendo nervioso...
Kalim: E-espera, pierdo el equilib….. ¡Ahh!
¡¡¡Me caigooooooo!!!
Jamil: ¿¡Eh!? ¡¡CUIDADO!!
(woosh!)
(Splash!)
Kalim: ¡…..Haa! ¡Qué buen susto me dio eso!
Kalim: Sin querer me caí en la fuente. ¿...Eh? ¿Pero no me lastimé...? ¡—Ah, Jamil! Amortiguaste mi caída con magia de viento. Gracias. Hubiera resultado herido de no haber sido por ti.
Kalim: M-Mi corazón... sentí que... se iba a parar.....
Kalim: Y aún así acabé empapado... qué desastre. ¡Hahaha~!
Jamil: De qué te estás riendo. ¡A mí no me resulta gracioso!
Jamil: ¿¡Cuando dejarás de ser tan descuidado!?
Kalim: Um.... perdon por hacerte preocupar.
Kalim: ....Pero oye, ¿alcanzaste a ver el gran final del desfile? ¡Di lo mejor de mí~!
Jamil: ...Sí, lo ví. Fue un muy buen trabajo.
Jamil: ...El mío.
(Aplausos)
Crowley: Vaya~~ ¡La recepción, la comida y también el desfile hicieron de este banquete algo maravilloso! Planear todo eso debe haber costado trabajo, ¿estoy en lo correcto?
Kalim: Para nada. No costó ni un poco, ¿cierto, Jamil?
Jamil: ...Cierto.
> ¡Excelente trabajo! > Buen trabajo...
Jamil: (Este día fue realmente caótico. No pienso volver a encargarme de una fiesta así de...)
Kalim: ¡Director! ¡Vacaciones o no, puede volver a visitarnos siempre que quie--
Jamil: ¡Kalim!
Kalim: Mmph—!
Jamil: La próxima vez que el director pida algo de ti, lo único que responderás es “deme tiempo para considerarlo”. Sea lo que sea, lo consultarás conmigo antes.
Jamil: ...¿Entendido?
Kalim: ....Puahh~ Cubriste mi boca tan de repente que creí que algo malo había pasado.
Kalim: Pero sí. ¡No lo entendí del todo, pero entendido!
Jamil: Todo un líder de confianza...
NOTAS:
¹: El khubz, conocido generalmente como pan árabe o pita, es un tipo de pan plano que puede usarse para envolver otras comidas o untar salsas.
#twisted wonderland#twisted wonderland español#personal#scarabia#jamil viper#kalim al-asim#kalim al asim#ssr
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EL CEBICHE - HOMENAJE A LA GASTRONOMÍA PERUANA EN SU ANIVERSARIO PATRIO. Por: Jaime Ariansen Céspedes
01 - Existe consenso en el ámbito de la Gastronomía Mundial, sobre el hecho de que la Cocina Peruana es uno de sus pilares. Igual que las cocinas Española, Francesa, Italiana, y China. La Cocina Peruana ha formado veta de extraordinarias características.
02 - Su tradición milenaria, sus exclusivos ingredientes, el aporte de inmigrantes europeos, africanos y asiáticos, en un muy especial proceso de aculturación. Han creado una Cocina Criolla muy sabrosa, olorosa y colorida, que es la admiración del mundo entero.
03 - En nuestro proceso de investigación, realizamos una encuesta para determinar, cuál era la receta más representativa de la muy variada cocina peruana y la ganadora fue: EL CEBICHE. Por lo tanto nos encontramos frente al más famoso plato de uno de los países más importantes de la Gastronomía Mundial.
04 - Por lo que resulta extraño el hecho de que no exista “Una” receta sino varias para el Cebiche, o si prefieren llamarlo de otra manera, no hay una receta oficial;
05 - Ni siquiera una única fuente para su denominación. Algunos le dicen – como nosotros siguiendo a la Real Academia – CEBICHE, otros SEVICHE y existen CEVICHE, y en menor grado SEBICHE. Veamos que hemos podido reunir en nuestra investigación hasta la fecha.
Referente al Nombre y Origen.
06. Algunos les atribuyen el origen del nombre, a los marineros ingleses que al llegar a los puertos peruanos degustaban un plato típico al que ellos llamaban “SEA BEACH” (Pescado en la Playa) y el nombre viene derivado de esa denominación.
07. Otra fuente señala, su origen de pescado “ENCEBOLLADO” con limón, y de la conjunción de estos dos conceptos nace el “ENCEBICHADO” y de allí el “CEBICHE”.
08. Algunos investigadores, como el historiador Juan José Vega, encuentran el origen de nuestro “SEVICHE” en la palabra árabe “SIBECH” – que es con la que se designa a la comida ácida –
09 - Relata cómo las mujeres moriscas que fueron tomadas como botín de guerra por los Reyes Católicos en Granada y que después llegaron al Perú acompañando a las huestes de Pizarro, agregaban zumo de naranjas agrias primero y después jugo de limón sobre el pescado crudo con ají y algas que preparaban los peruanos prehispánicos.
10 - Recordemos que algunos historiadores manifestaban que el limón es de origen árabe, otros historiadores dan como sitio de origen al África, específicamente de Ceuta y también existe influencia morisca en la arquitectura con los balcones y los jardines, así como en el vestuario con la famosa “Tapada Limeña”.
11. Otros encuentran la explicación para la denominación, de una actitud algo despectiva de las clases altas.
12 - Es sus orígenes el Cebiche era preparado con “Bonito” y era considerado como un plato exclusivo de pescadores, negros, zambos, indios y mestizos.
13 - El Bonito es un pescado que en el Perú tiene un fuerte sabor oleaginoso y al referirse al plato preparado con este pescado, decían “es como un Sebo” con cebolla y limón. De la conjunción de estos conceptos viene el nombre de “SEBICHE” y después “SEVICHE”.
14 - Muchas veces, a través de la historia, aspectos del amor vienen relacionados con la comida. En el caso de este famoso plato peruano, el Cebiche, se le atribuye efectos afrodisíacos o “De levanta muertos”.
15 - Se dice que el nombre viene del concepto de “CEBO” “Para atrapar a los hombres” o “Pólvora con el que se ceba su arma de fuego” y este muy especial “Cebo” con Cebolla y Limón no podía llamarse de otra manera que “Cebiche”.
16 - Nuestro amigo, el erudito y fino estudioso de la gastronomía Carlos Raffo Dasso, nos proporcionó otra fuente para la denominación, una más picante. Relata que los marineros ingleses que llegaban a los puertos peruanos con aftas en la boca,
17 - Al saborear el delicioso Cebiche, exclamaban por el ardor que les producía el ají y el limón: “SON OF THE BITCH” o sus modismos “SOMABITCH” o “SONFABITCH” que sonaban como palabras incomprensibles para los nativos, que ofrecían su delicioso plato tratando de imitar esta palabra provocativamente.....”Quieren un Seviche”.
18 - El historiador y amauta Dr. Javier Pulgar Vidal, afirma que el nombre de “Seviche” es muy antiguo y viene de la palabra “Viche” que quiere decir tierno en la antigua lengua “Chibcha” que se habla desde Panamá y abarcaba Colombia, Ecuador y el Norte del Perú. Su significado debería entenderse como pescado tierno o pescado fresco (recién pescado).
19 - Lo cierto es que, ya se encuentra documentada la palabra “Sebiche” desde 1820, cuando la canción “La chicha” era cantada por nuestros soldados y decía: “Venga el Sebiche, la guatia, en seguida que también convida y excita a beber. Todo indio sostenga con el poto en mano que a todo tirano hay que aborrecer”.
20 - Cabe notar que se la utilizaba la grafía “Sebiche” para nuestro tradicional plato, junto con la “Guatia” que es carne asada con diversas yerbas y “Poto” que es una voz quechua que denomina a una calabaza seca usada como recipiente.
21 - En esta fecha no existe la palabra cebiche en ningún otro país latinoamericano, esto es una prueba irrefutable del origen del plato y el nombre. Potajes parecidos se comienzan a preparar en diversos países, con recetas y procesos diferentes, solo a partir de la segunda mitad del siglo XX.
22 - Hasta el siglo XVI la acepción etimológica señalaba a la palabra “Cebo” como alimento o manjar en primera acepción y como secundaria a la comida con que se atrae a los animales en la caza o pesca, es posible entonces que el “Cebiche” provenga de esta cantera.
23 - El cronista Carlos Prince escribe en 1890: “El seviche” que es uno de los picantes favoritos; consiste en pedazos menudos de pescado o en camarones que, empapados en zumo de naranjas agrias, ají y sal, se maceran al cabo de unas horas por la acción cáustica del agria de la naranja”.
24 - Juan de Arona, en su Diccionario de Peruanismos, menciona las delicias del picante peruano escribiendo “Seviche”.
25 - De igual manera, Ricardo Alcalde Mongrut, “El Compadre Guisao” comenta al respecto: “En primer lugar y como cuestión previa, el seviche, el plato más apreciado de la culinaria costeña, se llama SEVICHE, no “ceviche”.
26 - Este infundió que debe decirse cebiche porque su nombre es derivado de la cebolla, que entra en su preparación, es un disparate marino, más grande que la bíblica ballena que tuvo a Jonás tres días en su dilatado vientre.
27 - Seviche escribió Don Ricardo Palma, Seviche escribieron Juan de Arona y Manuel Ascencio Segura, Ismael Portal y Karamanduka, Seviche pontificó el Corregidor Mejía y muchos otros escritores de enjundia y tuétano, criollos como una lavativa de jabón de pepita, escribieron y escriben seviche.
28 - También se conoce el “Cebique” que es la comida que las aves llevan a sus polluelos, entonces es también posible que una amorosa cocinera lleve “Cebiche” a sus seres queridos.
29 - La ortografía de Seviche desde Colombia, Publicado en la revista Abordo de Aces, Nº 141, diciembre del 2001. En el Valle del Cauca lo escriben seviche y sevichería; en Santa Marta lo escriben ceviche y cevichería.
30 - En el diccionario Larousse lo definen como americanismo, pero lo escriben cebiche. Si existe una palabra en el vocabulario gastronómico con múltiples formas de escritura y permanente discusión, esa palabra es seviche.
42 - Por tal motivo, hemos consultado al especialista gastronómico doctor Lacydes Moreno Blanco, quien con su reconocida erudición sobre el tema, nos argumentó que las formas ceviche y cebiche son erróneas y la forma correcta es seviche.
43 - Apoya su argumentación el doctor Moreno Blanco en consultas al diccionario General de Americanismos de Francisco J. Santamaría y al Diccionario de Americanismos de Marcos Augusto Morínigo.
44 - El escritor Jorge Stanbury Aguirre, dice en su Gran Cocina Peruana: El Cebiche no tiene ortografía precisa. No se conoce el origen de la palabra. Y quizás cebiche fue una más de las tantas que se usaron en los reinos anteriores al incanato. Por lo tanto se puede escribir: Sebiche, Cebiche, Seviche y Ceviche.
45 - Tomemos, con una pizca de sal, estas combinaciones silábicas como resultado de procesos en su preparación. Según algunos el Cebiche proviene de una deformación del nombre de la cebolla.
46 - Pero en Tumbes, Catacaos, Máncora, Zorritos, Paita y Sullana, se puede saborear un cebiche sin cebolla, en picanterías y cevichería típicas, no contaminadas con el estilo moderno de preparación.
47 - La cebolla de reciente incorporación al cebiche y se puede comprobar que el plato ya existía cuando la cebolla llega a nuestra tierra. Suponemos también que tardo en incorporarse al menú peruano. Al principio, era utilizado en aderezos y ensaladas europeas más que en preparados de factura local.
48 - En cuanto al Sebiche, existen versiones que los pescadores, mientras tiraban las redes, echaban limón a los trozos de pescado que llevaban como sebo y luego los comían con un breve condimento.
49 - Por eso, en lugar de decir: pásame un sebo de pescado con limón, abreviaban la larga frase acuñando pásame un Sebiche. Sólo que sebo, en este sentido, se escribe con “c”. Cebo. Pero recordemos que utilizada, desde hace mucho tiempo, como cebo fue la abundante anchoveta, único pez del que no se hace cebiche.
50 - Cuando brotó el primer chorro de petróleo en Zorritos, al sur de Tumbes, esa región empezó a poblarse de técnicos estadounidense. Estor rubicundos petroleros se aposentaron en las caletas cercanas a los entonces productivos pozos y veían, con sumo interés, como los naturales preparaban un pescado crudo con limón y ají y se lo comían con verdadero deleite. [email protected]
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“Deseo en alta mar” (Relato):
Publicado originalmente en Las Edades de Rut
Estábamos en aquel crucero surcando el Mediterráneo. Acabábamos de dejar atrás la costa griega cuando tú apareciste. Lucy y yo nos hallábamos en una de las cubiertas superiores, cerca de una de las piscinas al aire libre, rodeada de tumbonas, que el crucero había instalado para disfrute y diversión de sus pasajeros. Casi se podía notar la ironía, toda aquella gente chapoteando en el agua de un recinto cerrado, rodeados de millas y millas de mar abierto. Al principio no estaba seguro de que fueses tú. Te habías teñido el pelo de un negro color azabache que contrastaba a todas luces con el rojizo color caoba al que me tenías acostumbrado e ibas ocultando tus ojos tras unas opacas gafas de sol. No obstante ese lunar sobre tu labio, esos pómulos levemente alzados y esos pechos generosos, aprisionados bajo una blanca blusa veraniega, no dejaban lugar a dudas. Te dirigiste hacia el bar situado junto a la piscina y te sentaste en uno de los taburetes libres, justo al lado de una pareja de veinteañeros que te miraron de arriba a abajo como quien mira un caramelo por desenvolver. Les ignoraste y llamaste al camarero para que se acercara. Pronuncié tu nombre en alta voz aún temeroso de haberme equivocado de persona, siempre he sentido algo de espanto al imaginarme haciendo el ridículo confundiendo a una desconocida con otra persona.
Te diste la vuelta casi inmediatamente con el ceño fruncido. Imagino que no esperabas que alguien te fuese a identificar o que algún conocido coincidiese contigo en aquellas vacaciones. Sentí una pizca de culpabilidad en ese instante. Era más que probable que no quisieses ser incordiada en aquel viaje de placer aunque fuésemos amigos desde hacía tantos años. Tu mirada recorrió la cubierta hasta dar conmigo y entonces una sonrisa asomó a tu rostro, sincera, relajada. Yo sonreí también y te hice señas para que te acercaras. Lucy se había despertado de su sopor ultravioleta y me preguntó que a quién llamaba. Cogiste el caipirinha que el camarero te había servido y te acercaste caminando lentamente, con tus andares de modelo de pasarela. Lucy terminó de despertarse completamente al llegar tú a nuestro lado. Sus ojos se abrieron como platos cuando tu sombra se posó sobre su figura. Te di dos besos e hice apresuradamente las presentaciones. Te agachaste para darle dos besos y tus mejillas quedaron impregnadas de protector solar. Te pregunté qué hacías viajando por esos mundos y me comentaste que estabas harta de la vida en la isla. Aquí al menos el mar no es la misma cosa cada día, me dijiste. Yo me encogí de hombros y comenté que el mar es el mismo, te despiertes donde te despiertes. Lucy nos observó con curiosidad.
Ella es hija del continente, dije señalando a mi compañera de crucero, no entiende la perspectiva provinciana del isleño de rajarse de su tierra constantemente paro luego estarla echando siempre de menos.
Lo cierto es que yo tenía razón. Tú y yo estábamos acostumbrados a viajar, por estudios o por trabajo, a recorrer miles de kilómetros en apenas un día cada dos por tres, así que afirmaste, mostrando una espectacular sonrisa que dirigiste a Lucy y yo en ese momento decidí dejarlas solas e ir a la barra a pedir algo de alcohol. No sabía muy bien qué tomar y finalmente me decidí por probar toda la carta de exquisitas margaritas que me empezó a preparar una de las camareras, una negra preciosa con un culo fantástico y unas tetas de escándalo. Horas antes había escuchado que era la novia del D.J. y que al parecer eran monógamos hasta decir basta, así que por esa vía no tenía nada que hacer. Una pena porque él también estaba muy bueno y tenía unos músculos dignos de ser admirados durante horas. Entre trago y trago de margarita me los imaginé a ambos haciendo ejercicio en el gimnasio del crucero situado dos cubiertas más abajo, sudando, suspirando y gimiendo, en fin, dándole a las máquinas del gym un uso muy poco legítimo. Uno de los camareros me devolvió a la realidad preguntándome si quería tomar algo más, un querubín rubio con cara de modelo que podría haber pasado por el novio de la Barbie. Miré mi vaso, ¿en qué momento lo había vaciado? Le pedí entonces otra margarita, esta vez con sabor a fresa. Mientras me la preparaba me di la vuelta en la barra. Allá, en la tumbona, te habías despojado de la blusa y estabas ahora tumbada boca abajo en una hamaca junto a la de Lucy. Lucy, sobre tu espalda, te embadurnaba de crema solar. Pensé entonces que debías de habérselo pedido nada más irme yo. Llevabas un bañador color ocre. Te desabrochaste la parte de arriba para que ella pudiese esparcir con más comodidad el ungüento. Las vi mover los labios y me pregunté qué estaríais murmurando. Lucy dijo algo y tú sonreíste y así continuaron hablando. Tú murmuraste algunas palabras y de pronto ella rompió en carcajadas. ¿Acaso estaban coqueteando? Alcé un poco las cejas. La verdad era que no estaba acostumbrado a que Lucy se riese así con alguien a quien no conocía, y mucho menos si esa persona era una amiga mía. La verdad era que mi chica resultaba ser bastante reservada. No le gustaban para nada las confianzas y las veces que había visitado Canarias, había tenido algún problema con lo que ella interpretaba como una extrema zalamería por parte de las mujeres y de los hombres isleños.
Cuando regresé a la zona de tumbonas, copa en mano, lo primero que hice fue preguntarles qué era aquello de lo que tanto se reían. En seguida me comentaste que le estabas contando a Lucy una anécdota de nuestra juventud más fiestera, allá en los bares de la Forward City y que ella, a la par, te estaba poniendo al corriente sobre mis experiencias en los tugurios más sombríos de Chueca. Me limité a bufar diciendo que no es tan fiero el león como lo pintan. Lucy terminó entonces de echarte crema por la espalda y comenzó a untarla sobre tu culo y tus muslos con lo que yo calificaría como una actitud de extrema dedicación. Me pareció algo extraño eso pero no le presté mayor atención al asunto. Permanecimos así un buen rato, hablando de lo divino y de lo humano, a veces tú y yo, a veces ella y tú, a veces yo y ella y a veces los tres juntos. El caso fue que la tarde pasó volando y cuando menos lo esperamos ya el sol había caído.
Fue en esa taciturna hora de la tarde cuando nos preguntaste si queríamos que fuésemos a cenar juntos. Que estabas harta de cenar sola y de que se te acercasen borrachos alemanes y británicos intentando meterla en caliente dentro de una diosa atlante o incluso dando a entender que estaban dispuestos a pagar por ello. No era que te desagradase la idea, nos dijiste, la idea de que alguien pague por tener relaciones sexuales contigo, pero sí que te fastidiaba enormemente que todo ese intercambio se redujese a un mero folleteo, sin experiencia emocional o psíquica de por medio, que para ti resultaba casi tan importante como el orgasmo fisiológico acompañado de eyaculación. Si fuese prostituta, afirmaste, sería la Sasha Grey española. Entonces confesaste que te estaba entrando mucha pereza el ir a tu camarote, en la otra punta del crucero, a cambiarte para la cena.
Algo en mi mente despertó en ese preciso instante, los engranajes de mi cerebro comenzaron a ponerse en movimiento. En parte deseando que sucediese lo que quería que sucediese, en parte deseando dejarte la suficiente libertad como para que te echases atrás si lo veías necesario, te dije que a nosotros también nos parecía una pérdida total de tiempo y que, sin ningún problema, podías venirte a nuestro camarote, que además era de los de lujo, que podíamos pedir que nos sirviesen la cena allí y que allí, muy a gusto, podríamos seguir charlando y bebiendo. Por un instante te vi dudar. No parecías tener claro si lo que te proponíamos era alguna clase de encerrona, pero, ¡qué cojones!, podría ser divertido. Hasta el momento no habíamos dicho o hecho nada para darte a entender que queríamos algo contigo, ni Lucy ni yo.
Así que, finalmente, aceptaste la propuesta. Bajamos un par de cubiertas hasta llegar a nuestra habitación recién arreglada por el servicio del crucero. Entraste y cuando contemplaste las dimensiones de la misma soltaste un silbido de admiración. Dijiste que la tuya era la mitad de grande. Yo te escuché y luego llamé al servicio de habitaciones y pedí la cena para tres con champán para descorchar. Lucy, muy amablemente, animó a que te pusieses cómoda al tiempo que con un gracioso ademán de brazo te invitó a sentarte en el amplio sofá. El único otro sitio donde podrías hacerlo era la cama, pensé, y aún era demasiado pronto para eso.
En este instante de la narración comenzaré a hablar en presente porque, a partir de aquí la historia toma un giro tan apoteósico, tengo las imágenes tan frescas en mi mente que para mí es como si estuviesen sucediendo ahora aquí, delante mismo de mis narices:
<<Continuamos en ropa de baño. No hemos visto la necesidad de cambiarnos si no vamos a ir a ninguna parte. La cena tarda veinte minutos en subir y durante este tiempo nos limitamos a contar chistes obscenos, a recordar anécdotas juveniles o detallar encuentros y desencuentros sexuales o amorosos que cada uno ha tenido a lo largo de su vida. Estamos entrando en confianza. Cada vez Lucy y tú ríen más y, por extraño que pueda parecer, Lucy parece más tranquila que nunca. Yo me dedico a observarlas e intervengo solo ocasionalmente pues son ustedes dos las que llevan el centro de la charla. Que si una vez con un chico me pasó esto, dice ella, pues que si a mí me ocurrió esto otro con una novia que tuve, comentas tú, pues yo, replica ella, que si hice un trío en un coche en marcha y casi me quedo sin brazo, pues anda que yo, exclamas tú, yo he ido a un local de intercambio de parejas varias veces… que si eres muy guapa, ¿lo sabias?, se atreve a confesarte ella, de repente, sin comerlo ni beberlo. Nada hasta el momento te había hecho sospechar un vuelco así en vuestra conversación, puedo verlo en tu rostro.
─Los dos son bisexuales, ¿no es cierto? ─preguntas.
─Si, así es ─respondo.
El caso es que ya lo sabías de mí, pero no de ella. Yo era un viejo conocido tuyo, pero hasta esta noche Lucy era terreno vedado y ahora te encuentras con una extensión de tierra virgen ante ti que espera que la reclames. En ese momento ambas se quedan calladas, su mirada perdiéndose en la tuya. Ha pasado un ángel, probablemente caído. Sé que debiera decir algo para romper la tensión, una tensión que podría ser palpada en el mismísimo aire, sin embargo no lo hago. Soy un observador y me limito a reconocer los acontecimientos que suceden frente a mis ojos. Ella pone su mano sobre tu blanco muslo, sobre tu carne trémula. Tu sonrisa desaparece reemplazada por un gesto de sorpresa que se estampa en tu boca mientras tu mirada se clava en la de ella. Lucy continúa con una sonrisa de oreja a oreja. De repente se ha convertido en la depredadora que es, en una loba de mar que ha visto una presa fácil. Jamás había conocido en mi novia esa manera de entrarle a nadie. El momento se rompe con el sonido de unos golpes en la puerta. Es la cena, justo a tiempo. Salvados por la campana, pienso.
Mientras le doy algo de propina al muchacho que nos ha traído tan suculentas viandas, oigo a mi espalda cómo hablan en susurros. Me siento intrigado y no puedo esperar a cerrar la puerta para darme la vuelta y ver que, de nuevo, han asumido posiciones en el sofá, ahora cara a cara, mirándose la una a la otra pero sin tocarse aún y es aquí cuando el juego comienza. Cierras los ojos, te inclinas hacia delante y está ya su boca contra la tuya. Breves picos de indecisión antes de pasar a un beso verdadero. Su lengua entrando en tu boca y la tuya mezclándose con la de ella. La saliva de ella abandonando su ser para entrar a formar parte del tuyo. Me mantengo al margen. Solo en un inicio. Deseo que ambas disfruten de esta experiencia y lo cierto es que Lucy lleva el suficiente tiempo sin estar con una chica como para querer que esto sea algo privado, algo íntimo entre ella y tú. Yo simplemente me acerco y me siento detrás de ella. Mis brazos rodeando su cintura y acariciando sus muslos que confluyen con los tuyos. Mi boca se posa sobre su hombro y voy regando su espalda de besos para luego arrojar un suave mordisco a su cuello. Siento cómo se estremece su piel, su vello se eriza, sus manos van a tus pechos y los aprietan levemente al tiempo que mordisquea tus labios. Te echas hacia atrás con un leve gemido y con los ojos entrecerrados. Ya has ido demasiado lejos como para cambiar ahora de opinión y Lucy se permite recordártelo besándote el cuello. Yo hago lo propio por el otro lateral de tu cuello. Ella subiendo por la izquierda y yo por la derecha hasta llegar a tu boca. Pareces dudar de a quién regalarla primero. Te decantas por mí, tal vez para compensar el haber centrado toda tu atención hasta el momento en ella. Al rato abandonas mis labios y pasas a los suyos, así te aseguras de que ella no se va a sentir abandonada. Mis manos recorren tu cuerpo, aprieto tus pechos como ella lo hizo antes, acaricio tu espalda y tus hombros, te tumbo en el sillón cuan larga eres y mientras Lucy sigue comiéndote la boca yo voy impregnando tu cuerpo de mis besos. Tu pecho, tu vientre, tus muslos… recuerdo que una vez me comentaste el complejo que tenías con tu figura, sin embargo, debo decirte que para mí, en este preciso instante, eres una diosa griega esculpida por un artista del Renacimiento. Eres preciosa, eres perfecta, y los dos lo sabemos, Lucy y yo, y por eso vamos a asegurarnos de que sepas que, mientras estés en este camarote con nosotros, no adoraremos a nadie más. Ni siquiera es posible que nos adoremos entre nosotros más de lo que la adoración a tu persona nos permita. Te has convertido en el centro de nuestro pequeño universo. Te alzas un momento para desprenderte de la parte de arriba del bañador y dejas al descubierto esos generosos pechos que hasta el momento solo había podido contemplar en la distancia. Lucy sonríe al verlos y procede a depositar otro beso en tus labios antes de bajar a chupar y morder ese rosado pezón que ha quedado libre mientras yo me ocupo de su gemelo. Su lengua y la mía van lamiendo, mordiendo y rozando también tus senos con los dientes y así te arrancamos un gemido que produce el aumento evidente de mi evidente excitación.
Me levanto de repente, turbado, y empiezo a quitarme el bañador a través del cual se reluce una tremenda y colosal erección. Me desprendo de él y lo arrojo en algún lugar de la habitación, haciendo una breve nota mental para no perderlo. Estás tumbada todavía sobre el sofá, en el filo mismo del asiento, y ella está a cuatro patas sobre el suelo delante de ti. Ella ha comenzado a quitarte la parte de abajo del bañador y su cabeza va abriéndose paso entre tus piernas hasta llegar a tu pubis recortado. El camino a tu precioso coñito ya está abonado y húmedo, nos hemos asegurado previamente de ello. El rostro de Lucy se pierde entre tus muslos, su lengua acomete tus labios y tu clítoris, sin piedad alguna mientras te pellizcas los pezones y cierras los ojos para intentar contener todo el placer que recibes. Yo me agacho detrás de ella y comienzo a quitarle también la parte de atrás del bañador, que arrojo sobre la cama. Acaricio su espalda y le doy una brutal nalgada, recibiendo como respuesta un leve estremecimiento y un quejido ahogado entre tus muslos. Desde ahí detrás, desde esa posición casi animal, entierro mi cabeza entre las nalgas de Lucy y aspiro el olor que se me otorga entre sus muslos. Su coño huele a crema solar, a cloro de la piscina y a lujuria sáfica. Tú también has ayudado a abonar el camino y la verdad es que podría pasarme toda la vida con el rostro entre sus piernas de no ser porque he prometido, en nuestro acuerdo tácito, dedicarte el máximo de mi adoración. La azoto y la muerdo hasta dejar su carne blanca cubierta de rojo, y en ese momento me levanto para inclinarme a horcajadas detrás de ella. La penetración que inicio desde esta posición es lenta y ella, sorprendida gratamente, deja de comerte el coño por un momento para ahogar su garganta en un gemido. Entro en ella poco a poco, no hace falta demasiada preparación, la excitación ha hecho que mi polla recorra un suave camino mientras ella vuelve a dedicarte sus concentradas energías. Comienzo a bombear, a entrar y salir, y ella suspira ahogada por tu esencia y así, el deseo de los tres va creciendo cada vez más. Tu mirada se posa sobre la mía, sonríes, pienso por un instante que si no era esto lo que deseabas entonces ha sido un buen hallazgo no buscado.
Después de un rato así cambiamos de posición. Lucy se aparta de entre tus piernas y yo me siento en el sillón de cara a ustedes. La mano en mi polla frotándome de arriba a abajo. Sigue dura como una roca ante la visión de mis dos bellezas, dos espectaculares mujeres que no han perdido tiempo en empezar a darse cariño delante mío. Ustedes saben que mi atención en sus amorosos quehaceres es absoluta. Se tocan, se magrean y se besan con la certeza de que para mí, en este momento, no hay más mundo que esta habitación y no hay más compañeras que mis dos compañeras de camarote. Te separas de ella y te me acercas sonriendo. Te agachas para besarme y te subes sobre el sillón antes de pasar una pierna sobre las mías y agarrar mi miembro para clavártelo poco a poco descendiendo tu cuerpo hacia el mío. Estabas deseando esto ¿verdad?, me susurras al oído mientras mueves tu cabeza y tu preciosa melena morena cae sobre nuestros rostros unidos. Yo cierro los ojos y te rodeo la espalda con mi brazo para que me cabalgues a gusto. Beso y muerdo tus hombros preso de la lujuria y me arrepiento de haber pensado que eras demasiado inocente, demasiado buena chica, como para acabar enredada con nosotros. Lucy no se ha quedado para nada inactiva. Ahora está agachada frente al borde del sillón, lamiendo mis huevos y pasando a mi polla cada vez que esta queda al descubierto con tus movimientos hacia arriba, pasando su lengua por toda ella y absorbiendo tus fluidos, a los que parece haberse hecho adicta. Puedo entenderla, yo también me estoy intoxicando de ti. Mi boca busca la tuya y ambas se funden en un beso que contiene el deseo violento de dos amantes que se deseaban y se buscaban desde hacía tiempo. Es posible que así haya sido, no digo que no.
Me cabalgas durante un buen rato de esta manera y ella lame y lame nuestro coito hasta que, con los dientes apretados te ruego que pares. Noto que he estado peligrosamente a punto de correrme y no quiero, aún no. Quiero aguantar todo lo que pueda para que ambas disfruten lo máximo posible. Se lo debo a ustedes, que me habéis otorgado lo que probablemente será uno de los mejores recuerdos de mi vida una vez que la noche acabe. Te levantas poco a poco y mi miembro sale lentamente de ti. Lucy se pone en pie y te ayuda a levantarte, invitándonos a trasladarnos a la cama. Cuando llega al borde de la misma te propina un suave empujón que te hace caer de espaldas sobre el colchón y quedas así, con las piernas abiertas. Pareces estar invitándonos a ambos a sumergirnos en ti. Esta vez colaboraremos, Lucy y yo, en conyugal armonía para comerte el coño. Rodeamos tu clítoris con nuestras lenguas y aprovechamos lo desenfrenado de nuestra pasión para besarnos cuando el frenesí lo permite compartiendo de este modo tus jugos. Que no se desperdicie ni una gota que los recursos son escasos, parecemos haber acordado en muda asamblea. Mis manos recorren tu cuerpo y pasan al de ella indistintamente. Cada parte de mi ser es independiente y, si estuviese permitido por las leyes naturales, estoy seguro de que cada una iría a su puta bola.
Mi Lucy se comporta de una manera muy profesional en esto del cunnilingus, yo a su lado no soy más que un principiante, dudo que aunque viva toda una vida consiga llegar a su nivel de maestría comiendo coños y haciendo que las mujeres se corran de puro placer que es lo que pareces estar alcanzando tú, el verdadero clímax, a decir por tus gemidos cada vez más y más altos hasta que nuestros rostros quedan empapados de tu orgasmo. Agarras nuestras cabezas para llevarnos a la altura de tu carita distorsionada por el placer y empiezas a besarnos a ambos, los dos cubiertos de tu corrida pero pletóricos y siempre a tu servicio, como bien pareces haber asumido. Le susurras a Lucy que es su turno, que ahora le toca a ella recibir y ser adorada, y procedemos a repetir la ceremonia con ella en el lugar que, anteriormente, ocupaste tú. Aunque eres buena comiendo coños y dando placer a una mujer, considero que aún te falta escuela para llegar a ser tan buena como Lucy. Confío en que ella te enseñe a hacerlo mejor si es que estamos de suerte y esto se vuelve algo habitual. Ella tarda un poco más en correrse y se ayuda de sus manos además de nuestras bocas para poder llegar al orgasmo, a ese volcán vibrante que inunda cada rincón de su cuerpo. Ahora te toca, me dices, y das una palmada a la cama para indicar que he de subirme. Me tumbo sobre la misma. Lucy baja a tu altura y te besa tiernamente antes de que ambas me dediquen una mirada de absoluto vicio y comiencen a trabajar con sus bocas sobre mi miembro que continúa duro y que amenaza tormenta ante el placer recibido. Ambas lenguas lo lamen de arriba a abajo, sin dejar ningún centímetro por cubrir. Ahora eres tú la que hace gala de unas dotes de experta felatriz y muestras a Lucy cómo debe hacerse, no cabe duda de que todos nos beneficiaremos de este intercambio de conocimientos. Cierro los ojos, estoy llegando al éxtasis, siento que se aproxima desde el fondo de algo, tengo mi polla a punto de caramelo y me corro con un gemido sobre mi propio vientre mientras ustedes siguen dale que dale, sus inconmensurables bocas entre mis piernas.>>
¿Y qué más contar a este respecto? Lo cierto es que estuvo muy bien y que esa noche no volviste a tu camarote. Nos quedamos los tres durmiendo juntos, adormecidos por el esfuerzo físico, el alcohol y la cena soporífera que nos metimos entre pecho y espalda tras la magnífica experiencia. Te acomodaste entre ambos y nos diste a cada uno un beso de buenas noches antes de cerrar los ojos y de escapar de nuestros brazos para ir directa a los de Morfeo. Después de unas horas me despertó un movimiento a mi lado y un ruido leve de pasos al pie de la cama. Abrí los ojos y vi que eras tú, que te ponías el bañador, las sandalias y cogías tu toalla con la intención de largarte. Pregunté si te marchabas ya. Tú diste un respingo al sentirte descubierta. Volviste a sonreírme aunque ya no era la misma sonrisa del día anterior, tenías el aspecto de alguien que espera lo inevitable y que se ha resignado a ello con tristeza contenida, podría afirmar que se trataba de una sonrisa cansada. Me dijiste que sí, que debías regresar a tu camarote. Quise saber si podíamos volver a vernos en esos días, si podíamos volver a cenar juntos los tres. Te encogiste de hombros y respondiste que tal vez, que era posible, que quién sabía. Después te acercaste y me diste un beso, breve, fugaz, tras el cual saliste por la puerta y desapareciste. Me volví a tumbar y me estreché contra Lucy, la abracé por detrás y me dormí de nuevo aspirando su olor y el tuyo que se había quedado aferrado a ella.
Sobra decir que nunca más volvimos a cenar juntos, y mucho menos volvimos a hacernos un trío. Te vimos en varias ocasiones en la piscina del crucero, siempre hablando con una pareja distinta, nunca dos veces con la misma, y siempre repitiéndose la misma escena. Te veíamos conversando con las parejas y, a medida que avanzaba la tarde, los tres se levantaban y se retiraban al interior del barco. Nunca dabas señales de reconocernos ni dirigías tu mirada hacia nosotros. Sin embargo todas esas parejas que desaparecían contigo, aparecían a la mañana siguiente con una indudable expresión de resaca y de tranquilidad placentera por un secreto compartido. Lucy y yo podíamos entender ese sentimiento, ya que era el nuestro en los días posteriores a tu irrupción en nuestras vidas. Incluso una vez terminado el crucero y de vuelta a nuestra cotidianidad ninguno de nosotros propuso ponerse en contacto contigo para preguntarte si acaso es que sucedió algo que te hubiese podido molestar o hacerte sentir mal, si en algún momento te sentiste utilizada… De alguna manera supimos que esto no habría hecho más que generar una incomodidad innecesaria en ti y en nosotros. Y es que en realidad lo más probable es que fuese al revés, que tú nos habías utilizado y que nosotros no habíamos significado más que el primer eslabón de una larga cadena de experiencias tuyas. Mejor era dejarlo estar. Quedarnos con el recuerdo de lo que disfrutamos y agradecer que el universo te pusiera en nuestro camino, nuestra fantasía sexual hecha realidad en aquel crucero en el que, plácidamente, surcamos el mediterráneo Lucy y yo, hace ya tanto tiempo, en aquellos locos años que compartí con Lucy antes de que también ella desapareciese de mi vida tras conocer a la tal Rut.
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Por si acaso sirve de algo.
En un momento específico ella fue la fundadora de una sencilla pero muy valiosa inspiración. En un momento específico ella convirtió mi felicidad y dolor en escritos desgarrados del alma. En un momento específico ella puso su almohada y se acomodó en medio de mi caja torácica, arropandose con el aire de mis pulmones. En un momento específico ella no encontraba ni manera ni lugar que no fuese allí en ese sitio. Todo fue justo en un momento específico. Como aquel momento específico en el que toda esta comodidad resultó ser lo más incómodo. Es como aquel triste momento en el que está el hombre allí en el jardín y pasa de estar junto a la gloria de Dios a estar en la vergüenza absoluta del pecado. En pocas palabras, ella siguió existiendo pero yo sentía desaparecer. Ella me redimió de mi culpa gracias al perdón que me otorgó y yo pude darle descanso a mi alma por medio de la gracia de Dios. Y en un momento específico el vínculo se acomodó un poquito más y resulta que ahí nos encontramos. En contacto el uno con el otro. Tratando de darnos directa o indirectamente la mano, quizá tratando de fortalecer un afecto especial mutuo. Porque resulta que solemos ser el colchón de alguien y ese alguien suele ser el colchón de alguien más y es una cadena de comodidad no compatible al 100%. Y en un lugar específico de dicha cadena me encuentro yo queriendo hacerla parte de esto. Resulta que suele rodearnos malas noticias. Resulta que el dolor anda al acecho. Resulta que los buenos sentimientos últimamente tienden a oler a muerte y olvido. Un corazón confuso y trastornado. Un alma triste que va quebrándose sin darse cuenta. Unos labios secos por falta de afecto, ojos agotados y lágrimas escasas. La razón sufre y pelea contra la tormenta que provoca los bombazos de sangre corriendo por las venas, haciendo que la mirada se pierda en algún punto allí afuera, en medio de todo y de la nada. Se siente tan débil que pareciera que su cabello se fuera a caer. Todo parece una lucha agotadora por tratar de encontrarle sentido al tiempo, al caminar, al respirar, al pensar e incluso, darle sentido al amar. ¿Es suficiente la pizca de esperanza que le he puesto al amor? Su corazón humillado y maltratado, llorando y con una voz que le rasga por dentro clama por su propia vida. Dice poder aguantar lo suficiente para que jamás la esperanza tenga que ser sepultada. Pero desafortunadamente a la razón se le otorgó el papel de juez. ¿Acaso ir en defensa es el camino incorrecto? ¿Nos conviene más condenar por debilidad y pasar como mediocres por no apoyar al amor el cual nos ha regalado muchos de nuestros mejores momentos de existencia? Ella que era como aquella ciudad que fue construída con tan notable aprecio y que ha venido a ser devastada por múltiples tornados. Ella que siente estar a un terremoto para ser comida por la tierra. Ella que no comprende ¿Cómo es que aún tengo fuerzas para seguir viviendo? Ella que desvía sus pensamientos para no ser atrapada en ellos. A ella vengo yo ahora, justo en este específico momento. Quizá sin juramentos y promesas vanas. Quizá sin agua que pueda calmar su sed o refugio donde pueda reposar si quiera un poco. Solo vengo para tratar de darle un poco de fuerza aunque la mía sea escasa. A brindarle mi pecho así este haya sido quemado. A darle mi mano incluso si esta la consume unas dolorosas llagas. Solo vengo humildemente tratando de que ella observe que el cielo sigue estando azul. Aún en sus días grises la lluvia lo vuelve perfecto. Que los golpes no podrán derrumbarla por completo. Vengo a darle uno de mis ojos si es necesario, por si acaso el dolor a cegado su espíritu. Y aunque suene irónico he vuelto, allí refundido entre la ausencia. Allí donde sabrá que estaré aunque ni ojos ni manos lo noten. Volví para experimentar eso que llaman motivación y quizá así sus alas vuelvan a volar. Volví o quizá nunca me fui. Volví quizá para darlo a conocer y no malinterpretes cuando digo que ha sido el amor quien me ha hecho volver.
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Llegando al punto deseado
Siento que todos deseamos de maneras un poco toxicas que todos nos salga bien, o que quizás ese sueño que tanto anhelamos se cumpla por fin. Pero basándome en la experiencia propia y mas actual; ¿Es realmente bueno lo que deseamos?, es realmente un conflicto para mi persona esta sola cuestión. Todo este tiempo, en mi vida estuve luchando con el deseo de ir a España luego de tanto tiempo viajando sin detenerme. Para poder abrir mi restaurante de jazz, el poder hacer algunas cosas cosas y sobre todo el poder estar alli, cuando no pude por aquella persona.
Ahora... mis amigos quieren que este ya en españa, mi familia quiere que este en españa, tengo los medios y ya solo me queda moverme en papeleo para que bien pueda este fin de año o mitad del otro, vaya a españa... y entonces pueda hacer todo aquello. Entonces caigo en cuenta de algo muy importante; ¿Por que mierda he estado haciendo todo lo que llevo haciendo, por un viejo sentimiento de amor?, me sentí un poco en contra. Como si el hecho de huir, me hacia sentir que tenia tiempo aun para conseguir una especie de redención algo ridícula. Pero ahora que puedo resolver todo, es sencillamente que me estoy dando cuenta que es solo egoísmo propio. Al punto que hable con una persona que no puedo decir mas detalle, que el hecho que es extremadamente delicado el solo conversar con ella. Y todo surgió porque estaba preparado a cerrar todas las puertas, el ir y sencillamente el tirar por culo todo lo que eh sentido este tiempo.
Entonces sucedio, esa maldita amabilidad....Esa amabilidad, sensación de felicidad y paz que solo esa persona puede causarme con tanto impacto; llego cual golpe en la cara y no pude sencillamente cerrar las puertas sin mas. Sencillamente me quede alli, parado/plantado ante la situacion en busca de tener alguna palabra mejor para todo aquello, pero no. Solo puedo decir algo “No eh dejado de amar como la primera vez, no eh dejado el pasado ni por asomo, ni muy bien eh dejado todas las oportunidades por la misma sensación de miedo y deseo que eh tenido estos años” es que... cuando estas tan cerca de la meta, uno empieza a creer que todo es una gran mentira, y quizas no sea tan bueno el llegar al final de la aventura.
Venga que sucede hasta en los videojuegos, que cuando estas en el trayecto; esta la emoción, el deseo de ganar, el darlo todo sin realmente perder o no darte por vencido. Pero cuando llegas al final, por mas que sea todo lo que deseaste, te sientes vació y con una sensación de “Esto no lo podre disfrutar igual aunque lo repita”, quizás sea una forma tonta de compararlo, pero es lo mejor que se me ocurrió.
Pero doy gracias... a que se involucraron esas personas, porque aunque pensaba cerrar capitulo, dando borrón y cuenta nueva. me doy cuenta que realmente eh vivido hasta ahora por el deseo de completar todo aquellos deseos, y que solo sentí fue miedo... algo que nunca tuve realmente; que podria meterme en la peor pelea, podía buscar meterme en las peores deudas o hasta quedar hasta el cuello de problemas y eso no me quitaba la sensación de poder salir de aquello y estar como siempre, saliendo me con la mia.
Pero tuve miedo a no poder cumplir la expectativas de mi propia promesa, tuve miedo de no poder ver a la cara a todos aquellos que estuvieron en la travesía de mi vida, tuve miedo de quizás no justificar todas las veces que visite un pais y me fui luego de 2 o 3 años solo por la excusa “Aun tengo cosas que aprender, este no es mi sitio. Mi sitio es España, donde esta el recuerdo de ella y lo que alguna vez me hizo feliz, lo que alguna vez quise”, es que para una persona que siente que todo es facil, que siente que nada le da realmente un reto o una pizca de satisfacción.
Esto es realmente vivir. Estoy seguro que no dejare de sentir lo que siento, aun cuando pase el tiempo que pase. Y eso que ya ha pasado la bocha de años, también estoy seguro que aunque cumpla todo, no me quedare quieto y seguiré moviéndome en algún punto; porque me acostumbre a no tener un hogar, a ser un viajero y alguien que prueba todo tipo de trabajo y situaciones.
Pero sobre todo, estoy seguro que cada vez me siento un poco mas feliz por el hecho de todo lo que eh avanzado, es que cuando estas a punto de llegar a ese punto tan deseado de tu vida, quizas te sientas con miedo, a punto de tirar la toalla, enojado y hasta en conflicto contigo mismo. Pero no quitara en que luego que pase todas esa sensaciones, vendra la razon a recordarte “Por esto es que has estado luchando hasta ahora.”, y por eso se que voy por buen camino.
Por ahora no se como resultara todo esto, realmente no se que puede esperarse uno al estar a punto de lograr tus sueños aunque sea solo el comienzo de estos. Pero sea como sea, estoy seguro que me saldre con la mia.
Porque la mala hierba nunca muere, y cuando termine todo... seguramente estare disfrutando de la dulce monotonía y demas, con mi amado y buen hermano, touda.
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Hace mucho que no pasaba por aquí a contar alguna cosa, a pesar de ello han seguido pasando y hay dos grandes cosas que destacar. Una peor que la otra... voy en orden cronológico.
Durante la cuarentena tuve mi tiempo para pensar acerca de algunas cuestiones en mi vida, sobre todo en el aspecto emocional o amoroso, sabiendo que el chico que me gustaba estaba entre dos personas, entre una amiga y yo, y que cualquier opción que se me pasara por la cabeza salía perdiendo yo siempre. A pesar de eso, siempre mantuve ese sentimiento, seguía sintiendo cosas por ese chico e incluso tenía una esperanza, una voz, que me decía que eso podría volver a pasar y que no dejara que se acabara así sin más. De hecho mantuve contacto con el chico durante toda la cuarentena, incluso hacíamos videollamadas en las que nos quedábamos los dos solos hablando sobre cosas...
Por otra parte está la que se supone que era mi amiga, el tercer componente de esta historia. Viendo que las dos estábamos en una situación parecida, habiéndolo propuesto ella y siguiendo con esa propuesta después del confinamiento, nos juntamos para hablar sobre la situación que estábamos viviendo y compartir un poco lo que sentía una o la otra. Yo salí un poco rara de ese encuentro porque por lo que habíamos hablado las dos sentíamos exactamente lo mismo, cosa que me desconcierta ya que a pesar de que la otra persona sea la misa nosotras no lo somos, y cada una siente las cosas de una manera, pero bueno. Creo que a pesar de que no sacáramos explícitamente ninguna conclusión se dio a entender que ninguna de las dos daría pasos adelante con esto y se vería como iba adelante. Además uno de los días siguientes esta chica me escribió para explicarme cómo se sentía al respecto y que necesitaba un tiempo para alejarse del chico ya que veía que no estaba bien cómo estaba actuando con ella. Cómo anécdota para también poder entender mejor la situación, me había llegado por terceras personas que esta “amiga” mía se quería alejar de esta chico que teníamos en común porque su objetivo era llevarse bien conmigo y estrechar nuestra relación...
Pues igual salieron las cosas todo lo mal que podían haber salido. Todas las situaciones que me había imaginado como peores y más dolorosas, que no quería que pasaran bajo ningún concepto, pasaron. Fui vacilada, engañada, mentida...
Después de haberme dicho que necesitaba tiempo para alejarse de este chico por lo mal que lo trataba vi un acercamiento bastante estrecho entre ellos, vi cómo se volvían a comportar de la manera en la que siempre se habían comportado y obviamente sin hacer ni puto caso a mi presencia en esas escenas. Supongo que pensarán que yo no me enteraba de nada o que no me estaba dando cuenta de nada de lo que estaba pasando, pero era todo lo contrario. Sabía exactamente todo lo que estaba pasado y no por preguntarlo, simplemente viendo las actitudes que estaban teniendo entra ellos y de mira a los demás. Además de ello todo lo que estaba ocurriendo me estaba llegando a mí por una fuente fiable y cercana a ellos. Resulta que después de mentirme y vacilarme han empezado un relación. Creo que nunca he sentido tanto dolor como el que me hizo sentir saber eso y darme cuenta de que era algo que estaba pasando realmente. Que a la persona a la que más quería en ese momento y a la que se supone que era mi amiga les daba completamente igual y que no les costaba nada hacerme todo el dolor que me estaban haciendo.
Hablé con esta chica unas semanas más tarde de enterarme de todo esto, a pesar de que ella me propusiera hablarlo antes, pero obviamente le dije que no ya que a pesar de tener mucho dolor también estaba muy enfadada. Hablé con ella pero no sirvió para nada, incluso sirvió para que me dijera cosas que no son verdad, que dentro de su cabeza tendrían sentido pero para no tenían ni pizca de credibilidad viendo en la manera en la que habían actuado. Mi sentimiento más profundo ahora mismo es no querer ver a esta persona que se supone que era mi amiga nunca más, no saber nada de ella ni tener alguna oportunidad de verla. Sinceramente no tengo nada que ver con ella.
Y por otro lado, está una de las cosas más bonitas que me ha pasado últimamente. Es que cuando todo estaba yendo mal, no solo en el aspecto anterior (el emocional) sino también en todos lo demás menos en el ámbito familiar, llego él entre otras cosas buenas.
Yo ya lo conocía de vista ya que es el ex de una que fue parte de mi anterior grupo de amigas, pero nunca habíamos cruzado palabra, incluso dudo que supiera de mi existencia más allá de conocerme de oídas. Después del confinamiento empezamos a coincidir más por la coyuntura política en la que nos encontrábamos, pero eso la verdad es que tampoco fue el espació que habilitó una relación más estrecha, solo por redes sociales ya que me empezó a seguir en varias de ellas. Alguna vez también me lo he encontrado mientras andaba con un amigo o por la calle, pero no era nada más que un saldo cordial. Pero llegó el día que nos brindó la oportunidad de entablar conversación y que hubiera un acercamiento.
Esa noche yo me metí en una discusión ya que uno de su grupo de amigos estaba molestando a gente como siempre hacía. Mientras yo estaba en medio de esa movida él venía a donde mí a darme su opinión o posicionamiento en la movida. Con ello aproveché para poder hacer un acercamiento hacia él. La verdad es que quitando la primera movida fue una noche súper graciosa. De hecho esa misma noche este chico me escribió pidiéndome perdón por la situación que había surgido, lo que nos sirvió también para estrechar lazos. Una semana más tarde volvimos a salir y nos encontramos de nuevo con él y sus amigos, de hecho el que fue el protagonista de la movida la semana anterior me tocó el hombro para hablar conmigo y a pesar de que la conversación empezara bien todo se fue a pique con su cambio de actitud, tanto que incluso desapareció en mitad de la noche y no lo volvimos a ver.
Esa misma noche creo que fue el primer paso de la historia que se está desarrollando ahora mismo, ya que hubo acercamento, incluso físico diría yo que daría pie a todo lo siguiente. Hubo algunas oportunidades antes de que nos quedáramos solos pero K. con las pocas luces que tiene y lo borracho que iba esa noche consiguió entorpecer algunas. A pesar de eso si que estuvimos un rato solos, sentados y hablando sobre cosas pero no llevo a nada más que eso, con mucha pena de que fuera así. El siguiente fin de semana, viendo las cosas que subía a las redes sociales llegué a la conclusión de que no estaba en la ciudad y con ello decidimos mandarle un vídeo... al día siguiente me habló para preguntarme sobre el vídeo y aprovechamos para entablar un poco más de conversación y por lo menos dejar por escrito el día grande nos veríamos. Y así fue, a la tarde cuando estabamos todos en la plaza me chivaron que ronada por allí y que se estaba acercando a donde nosotros; de repente noté como alguién me tiraba de la coleta y era él. Lo volvió a hacer unos minutos después cuando paso por detrás mío...
Unas horas más tarde me habló de nuevo por las redes sociales preguntando como estaba el ambiente por donde yo estaba y también para decirme que estaba cenando en el mismo sitio que mis padres y mi hermano (horas depués enteré que dio la nota delante de ellos y todo), estuvimos hablando ara saber onde estaba uno y el otro para así encontrarnos después, además también nos estuvimos mandado fotos, no sé, parecía que podría pasar algo... Unas horas después cuando los dos sabíamos que estábamos cerca y además a menos de 200 metros, me decidí a saludar a una amigas que estaban cerca de él y sus amigos para luego ir a donde él. Y así fue. No no separamos más en toda la noche. Estuve un rato con sus amigos amenazando dos o tres veces con irme mientras él me retenía; al final conseguimos movilizarnos para ir a donde estaban mis amigos, una vez allí nos decidimos por ir a dar una vuelta. Creo que es obvio lo que pasó después.
Esa misma noche me dio su número y me estuvo mandando audios camino a casa. Lo bueno es que habiendo pasado días desde que nos conocemos ya hemos quedado algunas veces y parece que esto va hacia delante. Primero quedamos los dos días de haber estado juntos aquella noche, después me invitó a su casa a dormir, también nos hemos visto un par de veces para ir a tomar algo y la última vez para ir al monte. Este domingo me ha invitado a cenar y a pasar la noche con él. Espero que todo vaya bien y siga hacia delante...
Eskerrik asko nere bizitzan agertzeagatik eta bizitzen ari nintzen momentu txarrenetarikoetan gertatutako gauza hoberena izategatik, L.
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Guía para crear banners – Tipos, tamaños web y herramientas online
Atraer tráfico a nuestra página web y mejorar la imagen de marca, es uno de los objetivos que perseguimos con más intensidad en nuestra actividad en la red. Tenemos que generar conversión aprovechando el potencial de Internet y, para conseguirlo, necesitamos seguir una estrategia efectiva y crear diferentes elementos publicitarios como los banners web.
La publicidad es un recurso muy eficaz en el ámbito digital, y con las facilidades que encontramos en la esfera digital podemos afrontar cuestiones como “cómo hacer un banner”, y ponernos manos a la obra desde nuestra propia empresa.
Para ello solo necesitarás aclarar las ideas claras, ser coherente con el objetivo de tu negocio y tomar nota de las claves que te damos en esta guía, para así:
Tener muy claro qué es un banner publicitario o web y qué estilo es el que irá en consonancia con tu filosofía de negocio.
Utilizar las herramientas más sencillas y efectivas crear banners online.
Saber dónde puedes difundir banners que atraigan tráfico de calidad a tu página web.
Tipología y consejos sobre cómo crear banners online para hacer publicidad en tu web Click To Tweet
¿Qué es un banner?
Comencemos por el principio, es importante refrescar este término básico del marketing digital.
Un banner es una pieza publicitaria que se ubica dentro de una página web. Con ella, podemos atraer tráfico de valor a nuestra página web y dar visibilidad a nuestra marca.
Cómo configuremos este tipo de anuncios será determinante para llamar la atención y conseguir que nuestro público objetivo haga clic sobre el banner.
¿Qué tipos de banners existen?
Banner de formato integrado: Tiene una posición fija en la página y no cambia ni de tamaño ni de posición. Esta clase de banners son los más utilizados y los mejor aceptados por los usuarios en la web.
Banner de formato expansible: Es de formato integrado y además tiene la capacidad de aumentar su tamaño y cambiar de posición. Suele tener una “x” para poder cerrarlo, ya que puede molestar e interferir en nuestra navegación.
Banner flotante: No tiene una posición fija en la web, se va moviendo a medida que hacemos scroll. En general suelen parecer intrusivos para el usuario.
Súper guía para diseñar y difundir tus banners Click To Tweet
¿Cómo hacer un banner publicitario atractivo?
Para crear un banner online, sigue estos 10 pasos y crea los mejores anuncios:
1. Elige el formato para crear tu banner
Los más utilizados son:
JPG: ideal para mostrar fotografías en la web sin ocupar mucho espacio en un servidor.
PNG: se recomienda utilizar en ilustraciones, gráficos y archivos que necesiten transparencias. Es más pesado que el anterior formato.
GIF: es un tipo de animación formada por varios fotogramas. Está limitado por 256 colores. Es una alternativa muy visual para crear banners animados.
HTML 5: con este formato es posible crear animaciones responsive adaptable a móviles, además, da la posibilidad de crear anuncios de alta resolución con atractivos efectos de transición.
2. Utiliza un tamaño de banner idóneo
Sea del tipo y tamaño que sea tu banner, nunca puede exceder los 150kb (o la velocidad de carga de tu web se verá afectada). Aquí tienes un resumen con los tamaños de banner idóneos para web:
3. Incluye tu identidad corporativa (logo)
Es importante que los receptores identifiquen tu marca en el banner de tu anuncio y te recuerden en el futuro. Solo así construirás una identidad de marca fuerte.
4. Aplica la coherencia y el sentido común
Utiliza imágenes acordes con la imagen de tu empresa y comparte un mensaje que conecte con tus usuarios. Es decir, sé claro, breve y utiliza un lenguaje acorde con el target al que te diriges.
5. Ten estilo propio
La tipografía y los colores te ayudarán a ver cómo hacer un banner más profesional y atractivo. Escoge un tipo de letra claro y legible, evita las fuentes demasiado pequeñas y destaca solo el texto importante. Opta por un equilibrio de color que vaya con tu estilo y que destaque en la publicación en la que te anuncias.
6. Juega con las nueva tecnologías
Por ejemplo, puedes crear un banner interactivo. Piensa en los elementos que pueden llamar la atención de tu público y lanza creatividades que te posicionen por delante de tus competidores.
7. No pierdas la perspectiva global
Es muy importante no saturar a tu público con información excesiva, y no crear tensión visual. Un anuncio debe ser agradable a la vista, con proporción en texto e imagen. Recuerda que puedes poner enlaces o botones de llamada a la acción que enlace a otro contenido que les dé más información.
8. Testea con diferentes CTA
La llamada a la acción es un recurso muy eficaz que capta la atención de la persona que lo lee. Si el objetivo de tu banner consiste en captar la atención del usuario y que se informe más sobre tu producto o empresa, será necesario incluir un botón o enlace que les dirija a la a la página de destino. “Más info”, “Comprar ahora” o “Quiero saber más” son algunos de los textos más utilizados en estos botones CTA.
9. Enlaza a una landing page potente
Crea una buena página de destino si has colocado en tu anuncio un botón que lleve a ella. Una landing page debe ampliar la información del producto o servicio que has publicitado en el banner, hay que ser coherente con lo que publicitas y lo que explicas en la página. ¡Respeta las reglas, recuerda que el destino de un banner nunca puede ser una plataforma de pago!
10. Inserta tus banners en sites con diseño responsive
No olvides que la conexión con el usuario es multicanal, por lo que tus anuncios deben adaptarse a los distintos dispositivos. Es determinante adaptar nuestra publicidad para no perder fuerza de marca en ningún canal.
Sencillas herramientas para crear banners online
Con estas pautas ya estás preparado para hacer un banner en concordancia con tu estrategia de marca. Ahora pasamos a la acción: ¿cómo creas esos banners?
La red ofrece recursos gratuitos y sencillos con los que crear banners de forma rápida:
Rapid banner: esta plataforma es gratuita y está especializada exclusivamente en la creación de banners display. Su mayor ventaja es que te permite generar varios formatos de banners a la vez. Permite una gran personalización con un editor tremendamente intuitivo. ¡Comprueba lo rápida que es!
Canva: es una de las herramientas de diseño web más reconocidas y utilizadas. Destaca por su enorme variedad de plantillas y recursos. Con ella podrás crear banners y, además, imágenes con el mismo estilo para tus redes sociales, carteles, tarjetas de visita… ¡Echa un ojo a la cantidad de utilidades que tiene!
Bannersnack: es otra de las opciones más utilizadas en la creación de banners en línea. Es fácil de manejar y cuenta con más de 100 diseños. En su versión gratuita puedes descargar banners en formato GIF, para el resto es necesario darse de alta.
¿Cómo hacer publicidad y difundir tus banners?
Después de ver qué es y cómo crear un banner web desde un punto de vista súper práctico, es hora de poner la guinda al pastel; colocar tus anuncios en la red.
Es fundamental que analices en qué medios y publicaciones digitales quieres que aparezcan tus anuncios. Reflexiona sobre:
La cantidad y segmentación de público objetivo que puedas alcanzar y, por tanto, el número y calidad de leads que consigas.
El carácter de la página donde publiques.
De forma indirecta, tu imagen de marca va a estar ligada a la imagen de marca del sitio donde te anuncies, por lo que debes controlar dónde aparecer.
Revistas de moda, de deporte, periódicos generalistas nacionales, locales, páginas de contenido audiovisual de entretenimiento, páginas para adultos… ¿Dónde quieres impactar?, ¿qué sitios van mejor con el estilo que quieres despertar en tu audiencia? Escoger los dominios es una tarea crucial en publicidad online.
Además, en Internet podemos encontrar distintas plataformas a través de las que autogestionar campañas publicitarias. Se trata de herramientas de uso sencillo, muy intuitivas y con las que puedes anunciarte en Internet en tan solo unos minutos:
ONiAd: Permite colocar los anuncios en más de 1.000 dominios verificados a mano y segmentados por listas temáticas. Sin mínimos de mensuales ni cuotas de registro, solo pagas por publicidad contratada. Una de las ventajas más apreciadas por los usuarios es el soporte al cliente cercano, 24h y en habla hispana.
SiteScout: es una de las herramientas más conocidas para colocar tus anuncios. Requiere ciertos conocimientos en el mundo de la compra publicitaria y es necesario el pago por adelantado. ¡Has de ser conocedor del idioma inglés y sus términos técnicos para dominar su uso y bordar tus campañas publicitarias!
Choozle.com: al igual que la anterior, esta plataforma también trabaja en lengua anglosajona. Como las otras dos, permite autogestionar tus anuncios en Internet, su peculiaridad es que, además de cobrar por la publicidad que colocas, también pagas por el servicio.
Google AdWords: es la plataforma más conocida, ya que pertenece al gigante Google. Aunque es más conocida por la publicidad en buscadores, también se puede utilizar para lanzar campañas en formato display. No resulta tan sencillo e intuitivo como el SEM, pero si ya tienes una cuenta puedes probar relativamente rápido.
Con estas herramientas y estos sencillos pasos, tienes la guía perfecta para crear banners online y colocarlos en tus anuncios publicitarios. ¡Añade una pizca de creatividad y borda tu estrategia!
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Constantino Parente: El desafío es usted, señor Casas
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Agustín Romero nos reconcilió con el tercio
A punto está de echarse el cierre a la feria de San Isidro de este año, una feria con muchas sombras, muchísimas, con demasiado oropel, demasiadas zonas oscuras y excesivas maniobras que parecen solo perseguir un fin, acabar con la plaza de Madrid, hacer creer que los aficionados de Madrid han enloquecido, que hoy una cosa es blanca y mañana la misma es negra, que hay un viento endiablado que hace cambiar el sentido de los habituales de Madrid, cuándo precisamente estos, los habituales, son los únicos que se han mantenido en el mismo sitio, con la misma idea y la misma postura. Pero como algunos, sobre todo los de micrófono en mano, saben moverse en el lodo con tanta maestría y sin una pizca de honestidad, con la colaboración de los ocupas del palco, están convirtiendo a la plaza de Madrid en un adefesio sin crédito alguno. Les sobra argumentario y medios para instalar la mentira en el centro y convertirla en una verdad aparente, a fuerza de repetirla una y mil veces. Una feria tragando y tragando basura ganadera, vulgaridad torera e infamia empresarial, pero aportando siempre una justificación a lo más injustificable, siempre a tiempo. Y cuándo aparecen esos hierros llamados tan desacertadamente encastes minoritarios, sueltan estopa sin compasión. Simplemente aquello es lo ideal, lo grandioso y esto, la fiel representación de la miseria taurina. Que ni tan siquiera amagan con comparar, porque quizá en las comparaciones, lo comercial, lo moderno salga perdiendo. Y el señor empresario, sin más aportaciones, sin más innovación, que auténticas melonadas, ocurrencias que aparte de no tener sentido, ni justificación, aportan poco o nada a los toros. Que si la corrida de la cultura o la de las naciones, con una única variación, la ambientación de la plaza con cuatro colgajos o con unas banderitas muy propias, o esas corridas anunciando dos hierros, por aquello de poder parchear el festejo en caso de necesidad o el desafío ganadero, que ni ha sido desafío, ni nada, pero bueno tampoco está tan mal esta fórmula. Algunos preferimos corridas de seis toros y una ganadería y otros… Pero de esta forma se abre la puerta a que ganaderías cortas puedan mostrar su trabajo en Madrid.
Y llegó el día de tal desafío, que en principio iban a ser tres de Rehuelga y tres de Pallares, pero que por exigencias ganaderas ha quedado en un dos cuatro. Le ha pesado a Rehuelga eso de tener que presentar tres toros en Madrid y reeditar el éxito del año anterior. Precisamente de este hierro fue el primero, el de Iván Vicente, nada aparatoso de presencia, más bien lo contrario, que ya de salida puso en apuros a su matador. Empujó con fijeza en el peto, habiendo derribado en una primera vara, cuándo le daba la vuelta al peto, para al final no pasar de dejarse pegar. Ya con la muleta, Vicente le dio la peor medicina que podía administrarle, permitir que le tocara la tela. Sin quedarse quieto, la tomó en la zurda y el toro entraba ligeramente rebrincado, pico, medios pases y además, con mucho cuidado de no bajarle la mano más de la cuenta, para que el de Rehuelga no besara el suelo. El cuarto, de Pallarés, ya daba la sensación de que se quería comer los engaños y a quién los manejara y no se hacían con él. En varas fue de menos a más, un picotazo rectificado sin apenas castigarle, al paso para un puyazo trasero, cabeceando y hasta repuchándose y un tercer encuentro arrancándose desde lejos y peleando en el peto. Ya fuera de este, el toro aún estaba pendiente de aquel caballo con faldas dónde le habían hecho pupa. Entraba de dulce en la muleta, que se le presentaba atravesada y sin mandarle en ningún momento, buscaba pelea, pero solo se le ofrecían trapazos, hasta que ya se aburrió y tras varias tandas ya salía de los muletazos desengañado. Una faena que al final solo fue merodear por los alrededores, encimista y soltando trapazos sin interés. Quizá esta fue la oportunidad de Iván Vicente para convencer a los que tienen los contratos, pero se le fue.
Javier Cortés volvía después del buen sabor de boca de su última actuación y tras echársele para atrás a su primero, corrió turno y echó por delante al otro de Pallarés, al que ya de salida le dejó tocar en demasía las telas. No se le picó apenas, lo que quizá acusó en el último tercio, con embestidas codiciosas que el espada no fue capaz de templar. Mucho aceleramiento, muchas prisas y largando tela en línea recta. No se hacía con él, un desarme, cambio al pitón izquierdo y sin poder impedir que el toro tocara la muleta una y otra vez, se le estaba viniendo arriba y complicándole la existencia. Llegó a ponérsela plana con la derecha, pero no era capaz de mandar, obligándose a recolocarse constantemente. Y si con el bueno no pudo, con el de Marca la cosa iba a complicarse. Amagos en los primeros capotazos, arrancándole el engaño a las primeras de cambio. En el caballo peleó con la cara alta, se salió suelto del caballo y ese defecto de apuntar al cielo se daba también al tomar los capotes. Esperaba por el derecho en banderillas, pegando un arreón que complicaba mucho el poder clavar. Comienzo de faena por abajo, derrotes, la tocaba y más derrotes aún, defendiéndose y así ocurrió que en un derrote seco, alcanzó a Javier Cortés, qué mala suerte la del chaval. Cogido, forzó el arrimón, arrancar muletazos, pero quizá aquello solo tenía un macheteo eficaz por abajo y a otra cosa.
Javier Jiménez hacía su única aparición en la feria en este desafío ganadero. Le tocó uno de los dos de Rehuelga, al que se picó poco y mal, en mitad del lomo y tapándole la salida. Ya flojeaba tras la primera vara y en la segunda apenas se le apretó. Con la muleta todo fue un conglomerado de despropósitos, pico, enganchones, carreras, mientras el animal no podía con su cuerpo. Al sexto, quizá con kilos de más, le recibió sin pararse un momento y dando la impresión de que no le apetecía demasiado bregar con el de Pallarés. Bien cogido en la primera vara, picando en lo alto; le tapó la salida, mientras el animal peleaba, tirando alguna que otra cornada por el izquierdo. Un segundo puyazo, con el de arriba moviendo el caballo, de nuevo en buen sitio y, cosa excepcional, se le puso a un tercer puyazo, de lejos y aunque se lo pensó más, se entregó al toreo a caballo del picador, que de nuevo volvió a picar arriba. Ya estaba la gente buscando el programa y queriendo saber quién era ese loco que había movido al caballo, que había toreado, dejado tres puyazos arriba y que además, había medido el castigo; pues sí Agustín Romero, de nazareno y oro, al que el bueno de Javier Jiménez invitó a descubrirse, lo que pasa es que en el último toro, se descubren todos los que lucen castoreño con piña, cucarda y ajustado barbuquejo. El público esperaba algo grande, pero el de Espartinas no pudo más que intentar muletazos de uno en uno, acortar ya de principio las distancias sin motivo, quitándole el engaño de la cara de golpe y liarse a dar trapazos siempre tropezados. No se había enterado de lo que allí había, banderazos, merodeaba en los alrededores del animal y parecía que ni se enteró de la oportunidad que se le había ido. Terminaba el desafío ganadero, la feria esta a punto y tras tanta ocurrencia, tanto despropósito, tanto ajeno a la fiesta de los toros, tan poco centrado en lo fundamental y tantas y tantas tardes vacías, si alguien ve al empresario, o cómo se quiera él mismo llamar, que le diga que el desafío es usted, señor Casas.
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Crítica: The Walking Dead 8x12 The Key
El futuro es aquello por lo que nuestros personajes luchan desde el principio de la historia. Sobrevivir por sobrevivir no tendría sentido sin la esperanza de algo mejor, sin el anhelo de la estabilidad y sin unos sueños por cumplir. Cuando al final de la primera temporada Jenner voló por los aires el CDC, el grupo de Rick estaba perdido. Una vez encontrada la granja, se permitieron pensar en establecer un campamento permanente hasta que los caminantes y las llamas hicieron que se esfumara toda pizca de ilusión. Después de deambular durante ocho meses, encontraron una prisión en la que Beth imaginaba a su padre envejeciendo, pero el Gobernador hizo que ese sueño se quedase en simplemente eso. Después del revés del Santuario y del Hospital de Atlanta, Aaron encontró al grupo y les ofreció una comunidad, seguridad y, de nuevo, esperanza. Hasta que Negan la oscureció con un golpe de efecto llamado Lucille. ¿Y ahora? ¿Qué clase de futuro les espera?
El futuro que imagina Rick es un futuro sin Negan, el líder del tridente no parece querer descansar hasta que el cabecilla de los saviors deje de respirar. Esta semana hemos tenido un nuevo enfrentamiento entre ambos, de esos que sabes que no van a llegar a nada pero te ponen la miel en los labios y te dejan disfrutar por un momento. Esta pelea no deja de tener los fallos a los que nos tienen acostumbrados, como las balas que jamás dan con el objetivo o los caminantes tímidos que piden permiso antes de hincar el diente, pero nos ha dejado ver alguna que otra interacción interesante. Ver a Lucille en llamas y a Negan roto de dolor por el estado de su "esposa" ha sido algo a destacar. Aunque hubiese preferido que Rick se la llevase como rehén.
El futuro que busca Simon es un futuro en el que no está Negan. Al menos, la figura de Negan. No es un secreto a voces que ambos difieren en la forma de proceder en esta guerra interminable. Prueba de ello ha sido la matanza del pueblo de Jadis de la que Negan no tenía ni idea. Pero a Simon le delata su sonrisa y la luz que le brilla en los ojos cuando "puede" dar a Negan por muerto tras el accidente. Un Simon al que le ha faltado tiempo para relamerse y levantarse a dar órdenes. Pero siempre en nombre de Negan. Vamos a tener que esperar a ver qué hace la líder de los carroñeros ahora que le ha secuestrado, aunque ya podemos vislumbrar que, en cuanto se libere, la cabeza de Simon va a terminar peor que la de Abraham.
El futuro que quieren Maggie, Rosita, Michonne e Enid está todavía por ver. Pero quizá hayan encontrado en este episodio la ayuda que necesitaban para crear un porvenir que merezca la pena. Las cuatro han emprendido una misión en busca de la persona que les ha dejado "un mensaje" bastante cerca de Hilltop. No nos vamos a meter con el hecho de que no se hayan enterado de que tres personas se han acercado a dejar una caja a unos metros cuando están vigilando las 24 horas del día en esa dirección.
La persona que les ha dejado el recadito ha sido Georgie, a la que los seguidores del cómic ya relacionan con Pamela Milton, un personaje que apenas lleva dos números de los 177 que han salido a la venta. Un personaje que hace dos meses que se ha estrenado en la historia de Robert Kirkman y que es la líder de la Commonwealth, una comunidad de 50.000 supervivientes que viven en Ohio y que están un pelín obsesionados con la música. He de admitir que Georgie me parece un personaje interesante, y habrá que ver si ese manual de supervivencia medieval que les ha dado a cambio de unos cuantos vinilos merece la pena. Lo que le sobran son sus dos guardaespaldas, capaces de convertir un intercambio novedoso en algo que da bastante vergüenza ajena. Un apunte, ¿os dais cuenta de que desde que Enid es "also starring" ocupa el lugar que ocupaba u ocuparía Tara en muchas tramas? Quizá sea un pista del poquito tiempo que le queda a la policía entre nosotros...
Lo demás sigue más o menos en su sitio. Estancado u olvidado. Creo que Aaron se merecería algo más de tiempo en pantalla ahora que ha hecho acto de aparición en los créditos de inicio. Dwight debería rescatar a Eugene y Gabriel porque si no, su vuelta como agente encubierto no tendría sentido alguno. ¿Y Siddiq se unirá a la maldición del episodio 14? De momento podemos quedarnos contentos con el episodio de esta semana, si seguimos en esta línea quizá el futuro que buscamos los seguidores de la serie sea mucho más placentero de lo que ha sido esta temporada hasta el momento.
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Antes del hoy.
Me resulta complicado ver con claridad el ayer cuando pasaron tantas cosas y tantos años. Tengo 24 años y un pasado que no recuerdo con eficacia.
Mi adolescencia nunca fue muy complicada, o no mas que todos. Pase por momentos muy buenos, y por otros complicados. Siempre en equidad. Aunque siempre me recuerdo carente de afecto, no le puedo encontrar el origen a mi falta de amor, a mi necesidad de atención, de que me quieran, de que me lo demuestren. A mi parecer tuve una familia normal, no muy seca, ni muy pegada. A pesar de ser una familia unida, en el fondo no lo estuvimos del todo. Yo siempre estuve con mi enorme necesidad de amor, no del amor de una pareja, sino del amor de una persona. Todo el tiempo buscaba una figura de amiga, o hasta de madre. Siempre la veía personificada en mi abuela. Yo siempre veía en ella la madre que me hubiese gustado tener. Eramos muy parecidas, en opiniones, quizás un poco en nuestras formas de ser. Creo que me asemejo mas a ella, que a mi propia mamá de sangre. Muchas veces me defraudo, jamas pude encontrar esa figura de MADRE en nadie. Ni en mi propia mamá, ni en mi abuela. Pero siempre tuve la necesidad de encontrarla. ¿Por qué? ¡No lo se! Me encantaría saberlo. Me encantaría saber tantas cosas sobre mi. Se que soy un ser complejo, por mas que mi falta de amor propio y autoestima diga que soy una exagerada eterna adolescente, se que mis problemas van mas allá de eso.
Si bien, en los comienzos de mi vida considero que fui muy feliz, siempre hubo pequeñas (o no se si tan) cosas y situaciones que me marcaron, una de ellas fue la relación que tenían mis padres. A tal nivel que... mi peor pesadilla eran que se separasen. Y mira como termino la historia, con el muerto.
Siempre viví en carne propia las relaciones, sentimientos y vidas de los demás. Pero no recuerdo bien si siempre fue así, puesto que los recuerdos de mi adolescencia están bastantes nulos, es increíble, pero no la recuerdo con claridad. Se que era otra persona, una persona que no le temblaba el pulso a la hora de actuar, yo era impulsivamente feliz. Por mas que aparezcan en mi cabeza ciertas nubes grises. En general me recuerdo como una persona que vivió. Yo no pensaba, ni en lo que estaba bien, ni en lo que estaba mal, solo actuaba. Lo que si es verdad, es que siempre tuve incorporado el discurso de : Este año voy a ser feliz.
Yo siempre buscaba la felicidad, sin poder verla. En realidad la tenia ahí. Tenia a mi familia completa, teníamos salud y problemas solucionables.
Pero lo que siempre quiero remarcar, es que yo era otra persona, era una persona que sin saberlo, era muy feliz.
A esa Carolina nadie la pasaba por encima, no callaba, no pensaba en consecuencias, no tenia remordimientos, no tenia culpas, ella siempre tenia en que pensar. Pero a futuro. Sentimientos de culpabilidad, enojos de terceros y remordimientos no existían en mi interior.
¿Y que es mi interior? Mi mundo. ¿Pero como cambie tanto? No lo se, creo que la vida fue pasando y los golpes fueron destruyendo la persona que era. O quizás la persona que estaba escondida, la que realmente era, salio a la luz. ¡No lo se ! Yo no era así. Me recuerdo alegre, impulsiva, y muy yo.
Hoy en día, soy otra persona, totalmente diferente. De ella no quedo nada, o casi nada. ¿Como soy hoy? Todo lo contrario a la que era. De ser una persona con un autoestima elevado, pase a ser una persona que ni se mira en el espejo porque se deprime. De ser una persona independiente, pase a ser una persona que sufre de su soledad e incomprensión. De ser la impulsiva que te castigaba con la palabra, pase a ser la que no sabe que tono de voz poner para tratar de imponerse un poco, pero en realidad no tiene el respeto de nadie.
En mi, de ser un llama, pase a ser cenizas.
Hace varios años que quiero resurgir como el ave Felix. Pero no puedo, no lo logro. A veces veo avances, pero otras veces me veo en el mismo escalón.
Y lo que duele verme desde el mismo angulo. No pasaron meses, pasaron años. Sigo en el poso, no puedo salir. Mi corazón esta que explota, supura dolor y tristeza, extraña, llora, llora, y llora. No lo puedo calmar, no puedo dejar de sentir que me esta por estallar. Muchas veces la euforia que sale de ‘no se que parte de mi interior’ me sale por los poros y me da fuerza para mirar un futuro- Pero muchas veces esa euforia se esfuma. Y me hace pensar que no hay salida posible a este poso tan hondo y oscuro. No veo la luz. Y muchas veces la resignación me llama y me pide terminar con todo, e irme con mi papá y las personas que ya no aguantaron mas la vida.
Siempre dentro mio hay una fuerza superior, que me da batería y fuerzas como el ala de un águila. Pero no es lo suficientemente fuerte para darme vida.
Y asi es como me siento, muerta en vida. No estoy viviendo, solo sigo despierta. ¿Pero hasta cuando? Si los golpes aun me suelen y sigo en la oscuridad.
Esta lucha es contra migo misma, y no se quien va a ganar.
De este camino que llevo transitando aprendí algunas cosas:
-No confiar en nadie. -No esperar nada de nadie. -No ser una persona dependiente. -El autoestima es todo lo que tenemos y el mundo es de las personas fuertes.
¿Como llegue a donde estoy hoy parada? Es una historia bastante larga y confusa, como ya dije al principio, tuve una adolescente de idas y vueltas, novios (no muy importantes), salidas (ninguna con excesos), mentiras (las peores de mi parte), pero siempre siendo yo. Recuerdo muchas veces haber tocado fondo, muchas mentiras a mis padres que aun me marcan y me llenan de culpabilidad (error), y mi fracaso escolar, mi ultimo gran error fue el empezar a beber antes de entrar, o simplemente sin medir consecuencias y ni siquiera asistir a clases.
Yo nunca tuve limites, en aquellos momentos podía pisar la cabeza de cualquiera que no me importaba. Me he equivocado mucho por ello. Pero cuando no te importa nada puede que no puedas controlarte y no sepas cuando frenas para no superar los limites. Si hay algo de lo que me arrepiento es de no haber sabido cuando parar. Mi fracaso escolar es algo de lo que aun me persigue. Nunca fui mala estudiando, solo que mis prioridades eran otras.
Mi vida social, todo se basaba en eso y cada año se renovaba. Siempre fui la que quise ser, cuando quise aparentar ser de barrio, lo fui. Cuando quise parecer cheta, tambien lo hice. Cuando quise tener una onda determinada, la hice. Cuando aspiraba ser popular, lo mismo. Cuando queria juntarme con tal gente, lo hacia. Y asi se basaba mi vida. En lo social, y por ello hubiese hecho cualquier cosa. Incluso como dije antes, mentirles a mis padres.
Mis mentiras son una de mis tantas heridas, pues mi corazón esta lleno de ellas. Los llantos de mis padres, el dolor de mi mamá, las perdidas de confianza, son dolores que aun me presionan el pecho y me inundan los ojos de lagrimas. Que mi dolor sea incurable se debe a que mis mentiras son irreparables. No mate a nadie, no delinquí, no entre en la droga. Pero mentí, y si algo aprendí en ese tramo de mi vida, es que no hay nada PEOR que la mentira.
Todo tiene solución en esta vida, pero no la muerte. Y ella no perdona mis mentiras porque no me deja remediarlas, mi papá ya no esta.
Entonces como se entenderá, esta va a ser una espina clavada de por vida. Y como duele cuando el corazón quiere salir de su sitio. Yo siento que me esta por explotar, me duelen los huesos, siento que me estoy por desarmar, quiero gritar, pero no puedo. Lo que si se, es que en algún momento, no se cuando, voy a romperme en mil pedazos, tanto dolor no aguanta en un solo cuerpo.
Volviendo al inicio, mi etapa adolescente- escolar se fue terminando a mis 18 años cuando deje la institución llamada -colegio-. Otra de las etapas de mi vida que no tienen explicaciones, no se como, o si lo se, pero no tiene mucho sentido. Básicamente deje de tener contacto con la gente, cada vez frecuentaba menos mis amistades, cada vez salia menos, hasta que simplemente deje de hacerlo. Y así fue como poco a poco, yo misma fui bajando por la escalera hasta lo mas hondo.
No puedo explicar el por qué paso, ni por qué se dieron así las cosas, tendria que analizarme dias y dias para entender y entenderme. Solo se que el final de mi vida pasada termino cuando un dia cualquiera fui a la perfumería a buscar un labial y sentí nervios al salir, era algo que me estaba ocurriendo a menudo, el meter excusas para no salir con amigas o simplemente a comprar lo mas insignificante, me excusaba en todo. Todos mis pensamientos eran a futuro, pero ese día fue el final, le conte a mi mamá lo sucedido y llegamos a la conclusion de que eran ataques de panico.
Fue eso el detonante? No lo se. Pero creo, como dije antes, que el encerrarme cada vez mas en mi poso, fue desencadenando ese final.
A partir de allí poco a poco me fui desintegrando, de ser una persona a la que no le importaba nada y vivía la vida sin restricciones (o así me recuerdo) pase a ser nadie. Mi vida se basaba en estar en mi casa. Mis mañanas eran dormir en la cama de mi mama luego de ordenar toda la casa, mis tardes? De televisión basura. Mis noches? De ver alguna serie o algún hobbie del momento. Esa era mi vida. No puedo detallar como fue cambiando mi entorno y mi familia. Un cambio grande fue el despido de mi papá en la empresa donde trabajaba. A el también le cambio la vida y fue un antes y un después. De alguna manera, el también entro en su poso, y nunca pudo salir. O salio, a su modo y poniéndole fin. Pero es algo de lo que prefiero profundizar en otra pagina.
Creo que este es un buen resumen de mi etapa 2 de vida, la adolescencia. Donde hice lo que pude y quise, me empece a alcoholizar (me duro poco), me suspendieron del colegio, mentí, me mentí a mi misma, falle, rei, me faltaron cosas, me arrepiento de muchas, pero si pudiese, recuperaría una pizca de la personalidad que tenia.
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Una fría tarde de domingo.
Llegamos a la cafetería. Solía ser nuestro lugar favorito porque ahí tienen “el mejor café de la ciudad” y una deliciosa tarta de manzana. Miré las paredes, el piso, las luces, la decoración, y noté que aquel cuadro del payaso triste estaba un poco inclinado a la izquierda. Seguí observando a los comensales, los empleados. No puedo decir que algo estuviera cambiado, pero ahora me sentía como un extranjero en el sitio donde he pasado prácticamente toda mi vida y creo que sabía la razón. Se sentó frente a mí y, sin decir una palabra, me observó como si fuera un desconocido. Yo tampoco dije nada, sólo mantenía la mirada. Minutos más tarde comprendí que ella deseaba que fuera yo quien iniciara la conversación. Aunque ambos sabíamos lo que estaba ocurriendo, no encontrábamos las palabras correctas; el no decir nada era poco más incómodo, como hablar de sexo con tus padres.
Quise romper el silencio, así que le hablé del nuevo compañero en mi trabajo y exageré un poco al contarle de su tic en el ojo. Esperaba que riera un poco, pero no fue así. Con un oculto deseo de cambiar nuestra realidad, le conté un chiste que escuché en la radio por la mañana, y ella sonrió sólo un poco e hizo aquella inconfundible mirada que siempre hace cuando algo le parece bobo. Es verdad, soy un bobo. Tanto que no sé reconocer y, más que eso, no tengo idea de cómo inicia una historia de amor. Lo que toda mi vida supuse es que dos personas se conocen y sin darse cuenta, sin remedio alguno, se vuelven estúpidos por las ganas de verse y charlar uno con el otro (y nunca se sintió mejor ser estúpido). Esto de ningún modo puede ser planeado, y ninguna de las partes siente más o menos interés, ya que es equitativo. Sólo se siente, y parte de ello también es la manera en que reina una cursilona calma entremezclada con felicidad y una ligera nostalgia que te lleva inevitablemente a reflexionar, pese a que pensaba no sentir algo así. Todo cambia y te encuentras completamente vivo y radiante, como cuando la conocí.
Justo en ese momento, mientras buscaba qué decir, me golpeó de pronto el recuerdo de aquel día, y realmente no sabía que lo estuviera tan intacto en mi memoria… Era un día de fin de semana cualquiera, desperté tarde y no tenía ningún plan, excepto ver alguna serie, nada importante. Fui al supermercado por un poco de cerveza, busqué alguna botana y sin ningún motivo decidí tomar un atajo por el área de mascotas. Fue entonces que vi sus piernas, la vi a ella. Me quedé algunos segundos observándola y así, sin más, sentí el impulso de hablarle. Ella veía las croquetas para gato como si no encontrara lo que buscaba. En ese momento supe cómo abordarla, después de tanto tiempo, al pensarlo, sentí cómo se formaba una sonrisa en mi cara. Me paré a su lado, y con la maña de un gran actor (eso creía yo), fingí una profunda preocupación, me apresuré en decir: —No sé cuáles croquetas debo comprarle a mi gato.
En realidad odio a los gatos, además de que me causan alergia. De verdad no puedo confiar en un ser vivo que crea que puede asearse con su boca. Entonces ella, con una gran sonrisa, sin mostrar una pizca de sorpresa, respondió: —Pues no sé tú qué pienses, pero ocho de cada diez gatos prefieren Whiskas. —¿Y tú qué prefieres? ¿Cerveza o café? —Definitivamente café, amo el café. —Entonces puedo presumirte que conozco el lugar donde venden el mejor de toda la ciudad.
Así fue como planeamos nuestra primera cita. Aunque seguía sin creer que esa terrible táctica hubiera funcionando con aquella chica tan hermosa, pensé, sin temor a equivocarme, que debía estar más que acostumbrada a hombres cortejándola y a rechazar invitaciones. Pero aceptó la mía y eso, para mi sorpresa, me hizo muy feliz. Y una fría tarde de domingo iniciamos con una historia: la nuestra. La llevé a una cafetería frente al Venustiano, y tal como hoy, se sentó frente a mí, pero ese día su mirada era completamente distinta. Sus ojos eran otros, brillaban curiosos y divertidos. Ella escuchaba con toda atención cada cosa que decía y reía de cada una de mis bromas, aunque debo reconocer que eran pésimas. Me contó sus sueños, secretos, acerca de su familia, algunos de sus miedos e inseguridades. Algo que me cautivó fue que se sonrojó cuando puse mi mano sobre la suya (y yo tuve una sensación de no querer soltarla nunca).
Charlábamos por horas y horas, que se iban como segundos. Fue como si ya nos conociéramos de tiempo atrás y quisiéramos ponernos al tanto de lo que pasó en la ausencia del otro. Deseaba que esa noche no terminara jamás. Pero apareció el mesero, quien apenado nos dijo que estaban por cerrar y necesitaban hacer su corte. La acompañé a su auto, luego nos despedimos con un primer beso, no sin antes confesar que no tengo un gato y que nunca antes había estado en esa cafetería… ella ya lo sabía, me lo dijo soltando una carcajada. Debo confesar que esa noche no logré dormir. Como era de esperarse, no tardamos mucho tiempo en volver a vernos. Era algo de suponerse, porque cuando un amor es correspondido, todo fluye y va pasando sin que te des cuenta.
Desde el inicio sabíamos a la perfección que éramos muy diferentes, quizá como agua y aceite. Pero no tenía importancia porque nos entendíamos como nadie más en el mundo podía hacerlo. Juntos pasamos tantos momentos, disfrutaba descubrir cosas en ti cada día. No nos separábamos, hasta ahora, el momento en que todo esto llegó a su fin. Recuerdo que a su lado perdí miedos, sacábamos a pasear a su gato, sí, como si fuera un perro y ahora me podría parecer ridículo, pero en su momento lo disfrutaba, como cualquier otra cosa a su lado. Viajábamos. Innegablemente tuvimos discusiones, siempre seguidas de reconciliaciones. Conocí a su familia y ella no lo dijo, supongo para no hacerme sentir mal, pero siempre supe que me odiaban. Eso nunca nos afectó.
Regreso al presente, al café, que a su lado fue mi lugar favorito y ahora parece algo inhóspito. No pretendo alargar este tedio. Comienzo con esta conversación, aunque no puedo creer que esté ocurriendo. —Cecilia, sé que no lo planeaste, ¿cómo puedo reconocer que no tengo derecho a reprocharte nada? Siempre fuiste honesta, para mí todo es claro. Estás enamorada de alguien más y aunque en su momento lo fuiste, ya no eres feliz conmigo. Quiero que vayas en busca de tu felicidad, donde sea que consideres que se encuentra. Honestamente deseo que la encuentres y acepto como consecuencia el dejarte ir. —Sabes que estoy lamentando haberte herido, quisiera volver a esos tiempos donde éramos felices, sin forzarlo. ¿Pero qué puedo hacer? ¿Quieres que me quede contigo? ¿Y después qué? —No me malentiendas, no quiero que te quedes conmigo si no lo sientes tanto como yo. Y si fuera el caso, no estaríamos en medio de esta conversación. Me hiere, pero más me dolería seguir contigo bajo estas circunstancias. Ahora tienes planes con alguien más, eso me hace feliz. También me hace perder la cabeza, saber que amas a alguien más e ir descubriendo que yo no puedo sentir nada, por nadie ni por mí mismo. No tiene mayor importancia, es como cualquier otra ruptura, sin restarte importancia. Trato de convencerme de ello al darte este discurso, ¡que la vida sigue! —Sé que llegará alguien más, volverás a enamorarte y ella lo val… Interrumpí su discurso, que imaginé estaría impregnado de lástima ante un corazón roto.
—Lo que trato de decir es que te agradezco que hayas accedido a despedirnos, aquí, que es donde todo comenzó, sólo eso. Darle un buen final a lo nuestro. —Me parece correcto, te doy la razón. Sólo estoy siguiendo lo que siento y quiero darte a ti también la oportunidad de estar con alguien que te valore por completo. —Creo que hemos dicho todo lo que quedaba por decir, ahora me voy. Se quedó en silencio mirando al suelo. No esperé a que respondiera, me levanté sacando un billete para cubrir la cuenta y un extra suficiente para cubrir la propina. Di unos pasos rápidamente y antes de perderla de vista volteé hacia ella. Le miré en la misma posición. Así la retraté en mi mente por última vez, también observé con atención cada detalle de este café, al que sé que no volveré jamás, sin ella no tendría ningún sentido, excepto el romperme cada vez entre recuerdos. Caminé y caminé, mas sin importar cuanto lo hiciera permanecía frente aquella cafetería. De pronto desperté, todo había sido un sueño.
Es cierto, se fue. Pero no nos dijimos adiós, hoy se cumplen tres semanas. Dejó una nota que decía: “No puedo más”. Se llevó mi colección de estampillas (la que siempre dijo que detestaba) y mi valija favorita. La única explicación que encuentro es que desea recordarme, sin tenerme en su vida, sino como un viejo recuerdo que rara vez pasa por su mente. En casa no dejó nada, excepto esa maldita nota. Algunas noches, cuando no soporto tu ausencia he llegado a imaginar que quizás nunca exististe… tal vez todo fue un producto de mi imaginación.
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El tren lechero de la cultura cubana
El tren lechero de la cultura cubana JOSÉ HUGO FERNÁNDEZ | Miami | 16 de Febrero de 2017 - 12:22 CET. En el parque Manila, de El Cerro, en La Habana, existió durante decenios una biblioteca pública excepcional, entre otros motivos porque no era (ni es) común hallar instalaciones de este tipo en los barrios pobres habaneros. Parece que por ajustes a la regla, un día, hace años ya, la biblioteca amaneció cerrada. Luego empezó a deteriorarse, se fue cayendo en pedazos, hasta quedar borrada del mapa. De cualquier modo, a los vecinos del lugar les resta por lo menos el consuelo de haberla tenido. Peor están los que nunca tuvieron una biblioteca pública a mano, es decir, la generalidad de quienes viven en las orillas de la capital. Eso por no hablar de pueblos adyacentes, y mucho menos de los del interior de la Isla. Es una calamidad sobre la cual el periodismo independiente no se ha cansado de citar ejemplos y de airear denuncias a lo largo de muchos años, recibiendo, a cambio, la indiferencia, la condena y el mentís de las autoridades involucradas, como ha sido el caso concreto del director de la Biblioteca Nacional José Martí, máximo rector metodológico de estas instituciones en la Isla. A ello habría que sumar el hecho de que en las pocas bibliotecas públicas que aún quedan en pie se aplican normas discriminatorias realmente feroces, en lo que concierne a títulos y autores que según entienden los comisarios del reino, no deben leer los ciudadanos corrientes. Son dictados inviolables, que empobrecen los estantes y marcan la política de préstamos, con limitaciones tan absurdas y demenciales que no poca gente en Cuba (quizá la mayoría) se hace vieja sin leer una sola letra de algunos de los mayores escritores cubanos contemporáneos y sin conocer siquiera por referencia a muchos de los grandes del mundo. Al mismo tiempo que tal debacle ha tenido lugar impunemente, lo que sí hacen las autoridades del régimen es despilfarrar recursos y exhibir su ignominiosa fuerza bruta, asediando, persiguiendo, encarcelando a los organizadores de un modesto sistema independiente de bibliotecas públicas, organizadas por ciudadanos con sentido común que decidieron prestar sus propias casas para cubrir el hueco que el poder político creó y sustenta en el horizonte cultural de la gente y en su capacidad de elegir sin coyundas las lecturas que más le atraigan. Si bochornoso y cavernícola resulta que desde la impunidad del poder se reprima y se encarcele a las personas por el simple "delito" de compartir sus libros con el vecino, con el conciudadano, no menos abochorna constatar que tales barbaridades no obedecen sino al miedo que experimenta ese poder ante la contingencia de perder una pizca de su control totalitarista sobre la ciudadanía. Sin embargo, ocurre ahora que de pronto, hace solo unos días, la Asociación de Escritores de la UNEAC se ha caído de la mata al enterarse de que "algunas" bibliotecas públicas estatales "sobreviven al borde de la destrucción o ya no existen". De modo que ha lanzado su grito de alarma, abogando por la protección de tales sitios. Indudablemente, a esta institución, como al grueso de los escritores oficialistas que apiña, les sucede lo mismo que al llamado "tren lechero", famoso en Cuba por llegar siempre tarde, las pocas veces que llega. De lo que al parecer no se han enterado aún en la UNEAC es que en este caso su tardío clamor no solo llega a destiempo, sino que representa el clásico tiro por la culata. Pues el abandono oficial de más medio siglo ante las posibilidades de enriquecer y propagar el sistema de bibliotecas públicas, unido a la censura mediocre y embrutecedora que lo tipifica, allanó el camino para que los ciudadanos interesados en la lectura (que cada día son menos), buscaran por su cuenta las vías para satisfacer gustos y necesidades. Y hoy difícilmente estarían dispuestos a dejar las veredas de la modernidad por volver al caminito de la barbarie. Source: El tren lechero de la cultura cubana | Diario de Cuba - http://ift.tt/2kVSZBZ via Blogger http://ift.tt/2lOLjDc
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INSOMNE
El silbido del aire apenas atraviesa la loza,
la misma que cubre con su pesada certeza
acallándolo todo, en esta silente morada,
donde sucumben los gestos y las carcajadas.
Vacío.
Eso es lo que se siente cuando estás completamente alejado del mundo y la vez en constante permanencia.
Es como el limbo. El purgatorio. Ese sitio en el cual no sabes si estás de paso o de forma definitiva.
Duelen los granos de arena que se juntan,
y duele que siguen cayendo en mi reloj,
sepultando segundos y futuras caricias,
se enfrían los huesos y se seca la piel.
Dio un par de pasos más. ¿Cómo era posible que estuviera caminando? Todo frente a ella pasaba con una rapidez de otro mundo. Alcanza a divisar siluetas amorfas en la lejanía y escuchaba, con mucho esfuerzo, susurros que la inquietaban.
“Titi ¿Y cuándo vamos a llegar a tener un dinosaurio?” La voz curiosa de Nicci rompió el hilo de pensamientos de Ángela quien la observó sonriendo mientras la niña se acurrucaba contra su pecho. Pensó que jamás podría amar tanto a una persona como amaba a su sobrina y el instinto protector le vino a flote abrazándola con más fuerza contra su pecho.
“¿No te dijo tu madre que yo ya tengo uno?” Respondió con aquella elocuencia tan propia de ella y fue solo cuestión de segundos para que su sobrina la observara primero con asombro y más tarde con la pizca de diversión en sus pupilas, por descubrirle la broma.
“¡Tia!” Le recriminó apretándole las mejillas y la castaña se sintió feliz de poder contar con aquel pequeño ser humano en su vida, ella era la felicidad personificada.
Los ojos indemnes jamás parpadean,
pero ello recorre siluetas y grecas,
antes todas de nutridos colores
ahora solo de luces y sombras.
Lo recordaba con total precisión, como si lo estuviera viviendo en carne propia por segunda vez.
Entre improperios que aprendió en Buenos Aires. La castaña caminaba intentando pasar desapercibida, esquivando cualquier persona a su alrededor que quisiera darle el pésame, que quisiera por un segundo ponerse de su lado o intentar comprenderla.
Nunca le gustaron los funerales, le parecen inadecuados, tristes y completamente sin sentidos, para qué si la persona ya no está. Le están llorando a un cuerpo vacío.
¿No es mejor reírle al alma que se está yendo?
Tropezó con una piedra y se prometió marcharse en ese mismo minuto, levantó la mirada y de repente se le secó la boca.
Un par de ojos celestes, casi grises y al parecer sin vida la observaban de frente, con una inquietud desorbitante.
- ¿Cómo…? – Susurró aquella, casi con un suspiro ahogado y Ángela reconoció aquel tono de voz de cuando eran niñas, lo reconoció al instante y el pecho se le llenó de felicidad.
Aquella situación serendípica desequilibró por completo a la castaña que, aun así, esbozó una sonrisa.
Siento que algo mis venas recorren,
pero no se dibujan arrugas de labios,
ni se oyen siquiera sonrisas de amores,
todo parece que duerme e indemne.
La risa de Claudia sacudió aquella tarde lluviosa y Ángela se aferró aún más al brazo de su madre mientras ambas cruzaban la calle.
-¡Mamá, rápido! – Exclamó la niña riendo a su vez.
- Bueno, pará gorda, pará que nos vamos a resbalar y si nos caemos vamos a llegar hechas unos pollitos mojados.
Recorrían aquel largo camino hasta el teatro, aquel sábado en la tarde se estrenaba una obra que Ángela deseaba ver desde hacía meses y, para su sorpresa, aquel día Claudia se levantó con ganas de ser madre; ni la lluvia impidió que ambas salieran con paragua en manos hasta el teatro.
-Me gustan los pollitos – Inquirió entonces la menor esbozando una gran sonrisa mientras saltaba un charco de agua y se aferraba más a su madre.
- Sé que te gustan, comimos uno anoche.
Vio entonces las luces del teatro en la lejanía y, minutos más tarde a ella misma atravesando las puertas principales, pisando una gruesa alfombra beige con su madre sujetándole la mano. “Tené cuidado” le había dicho “No te vayas lejos de mí que si te pierdo me muero.”
Y esas palabras, tan simples provocaron en la niña una sensación de felicidad tal que casi rompió a llorar.
Su madre era su madre a pesar de todo.
Creo estar dormido, pero ahora recuerdo
que no estoy vivo ni muerto solo pienso,
porque no siento como antes lo he sentido
creo tampoco estoy en el cielo o el infierno.
La brisa le revoleaba los cabellos de forma incesante, provocando que la fémina se lo acomodara tras las orejas más de una vez en un vago intento de parar con aquella situación.
Pero sus ojos y toda su atención se centraba sola y únicamente en la persona que tenía en frente, en él quien la observaba con tal cariño desmesurado que a Ángela se le encogía el corazón.
“Te amo.” Susurró sonriendo antes de que ambas bocas encontraran el camino para llegar a la otra y, con un tierno beso firmaran aquel pacto que acababan de realizar.
¿Cómo no amarlo de aquel modo si siempre fue su compañero? Su guardián, su lobo feroz. James supo convertirse más que en una pareja, en un compañero de vida, siempre presente sea bueno o malo.
Ambos se comprendieron y se aceptaron con todo lo que eso significa.
Repitió esa sensación de verse entre sus brazos, contra su pecho, con el rostro escondido contra sus clavículas porque llegaba justo a esa altura. De ese cosquilleo que sentía en la piel cuando las yemas de sus dedos le rozaban la nuca y de cuanto le gustaba repartirle besos a diestra y siniestra.
“Te amo” Se habían dicho.
Y parece reconozco este suelo
en que ahora piso sus hojas secas
ni en el pasto se hunde a mis pies,
en densa humedad siquiera.
Intentó moverse. Intentó con todas sus fuerzas dar una señal. Pero Ángela se encuentra sentada en un pequeño banco de madera, en un parque demasiado grande por donde no pasa gente alguna, en una ciudad donde no vive nadie y bajo un cielo que siempre está oscuro. Abrió la boca entonces para protestar tal injusticia, pero sus músculos no le hicieron caso y debió continuar callada. Quiso entonces cerrar los ojos para, al menos dormir un poco pero sus ojos tampoco quisieron colaborar así que continuó soñando despierta, con los mejores recuerdos que le quedaban.
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