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Festival de Jazz del Uruguay
A partir de hoy, miércoles 9 y hasta el domingo 13 de agosto, la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del Sodre será escenario de la segunda edición del Festival de Jazz del Uruguay.
Por Ginny Lupin
El Festival de Jazz del Uruguay es una co-producción entre el Instituto Nacional de Música y el SODRE, con curaduría de ambas instituciones. De acuerdo a Patricia Papasso, coordinadora del Inmus: "el objetivo es fomentar algo que naturalmente pasó con el jazz en Uruguay, que es su relación con el candombe; una línea que ha sido foco de atencion para muchos musicos de jazz internacionales".
Patricia Papasso - Coordinadora del Instituto Nacional de Música.
"La escena del jazz esta en un estado de ebullición"
Que el jazz está viviendo una oleada de popularidad en la escena musical montevideana, es una realidad ineludible. Semana a semana son cada vez más los bares que dedican una de sus noches a jams, mientras encuentros como la residencia de Mateo Otonello en El Mingus (San Salvador y Jackson) ganan popularidad a pasos agigantados. Para Papasso, "hay un auge que responde al impulso de las nuevas generaciones, respetando a las anteriores y entrelazándose. Y hay un publico que se fidelizó a esta movida".
El Festival llega en el momento justo para capturar la foto de este momento, capitalizando el lugar que Uruguay ocupa naturalmente en la escena de jazz internacional. Con festivales como Jazz a la calle y el Festival de Jazz de Punta del Este, el país se ha posicionado como un destino para artistas internacionales que llegan en busca de colaborar con los excelentes profesionales que el género tiene en nuestro país. En ese plano, el intercambio con el candombe nos da una identidad distintiva. "Uno podría pensar que el jazz es una música de elite, pero en Uruguay se rompe todo eso", explica Papasso. "Músicos que tocan en una comparsa lo hacen también en un trío de jazz."
Con el Festival se busca promover este intercambio y "poder mostrarlo de forma muy profesional como es en el Auditorio Nacional, en la Sala Hugo Balzo", comentó Papasso.
Programación
En la tarde de hoy se realizará el lanzamiento de esta segunda edición del Festival de Jazz del Uruguay, en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del Sodre, como el resto de las actividades. Con la presencia de autoridades, se proyectará el documental Montevideo Hot Club, acerca de el icónico espacio, uno de los clubes de jazz más antiguos del mundo. Para finalizar, se compartirá un brindis. La cita es a las 19 horas, con entrada gratuita previa confirmación aquí.
De jueves a domingo se realizarán los cuatro conciertos previstos para esta edición del Festival, iniciando a las 20.30hs, con entradas a la venta en Tickantel a $300. Además, habrá after de cada presentación en Montevideo al Sur (Paraguay y Maldonado)
El jueves, Gonzalo Levin · Octeto será encargado de romper el hielo, combinando la tradición de la improvisación y lenguaje del jazz con arreglos de cuerdas , en el estilo de su disco homónimo. Alberto Magnone, referente local, se presentará con Anabella Viera como invitada especial. Entradas.🔥
El viernes 11, Horacio Di Yorio compartirá su estilo montevideano de hacer jazz, incorporando géneros como el candombe y la murga uruguaya, entre otros. Cerrará la noche Juan Ibarra – Sexteto y su jazz-candombe con fuerte hincapié en la improvisación y el jazz moderno. Entradas. 🔥
El declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo, Popo Romano, tomará el escenario en la noche del sábado. A continuación estará el dúo conformado por el pianista argentino Hernán Jacinto y el local Mateo Ottonello, principal referente de la nueva oleada de jazz que empapa la escena actual. Entradas. 🔥
Finalmente, el cierre del Festival será el día domingo, con la presentación de Julieta Taramasso - bajista, contrabajista, y compositora que editó en 2022 su primer disco solista, Mundo Imaginario. Por su parte, Jorge Camuriaga presentará un repertorio basado en composiciones propias, originales, que vinculan los orígenes sonoros en diálogo con la energía rítmica del candombe. Entradas. 🔥
Formación
Además de los cuatro conciertos, el Festival de Jazz de Montevideo propone dos instancias formativas a través de masterclasses gratuitas con cupos limitados, en la Sala de ensayo del Auditorio Nacional Adela Reta.
La primera será Improvisación para todos, dictada por Juani Méndez el sábado a las 17hs. Abierta a todo tipo de público, la propuesta busca acercar la práctica y beneficios de la improvisación. La inscripción se realiza aquí.
El domingo a partir de las 16hs, Urbano Moraes ofrecerá El músico, la música y el instrumento, una propuesta abierta a amantes de la música, pero enfocada en músicos y estudiantes. Se buscará crear un espacio para generar un intercambio de opiniones con el público donde la interacción de las preguntas y respuestas ayuden a enriquecer la propuesta. La masterclass tendrá también demostración de sonoridades, ritmos, estilos y piques interesantes para curiosos y aficionados. Inscripciones aquí.
Renovación generacional
Si hay una cara visible dentro de los jóvenes jazzistas uruguayos, es sin duda alguna Mateo Ottonello. A los 15 años su hermano lo llevó al Festival Jazz a la Calle y se enamoró de la fusión entre el jazz, el candombe y la bossa nova. Años después le tocaría presentarse no sólo allí, sino también en el Festival de Jazz de Montevideo y Jazz Tour UY. Estudió batería con Juan Ibarra (que toca el viernes en el Festival de Jazz del Uruguay) y con Santiago Lenoble, tocó con cada exponente vivo, tocó como sesionista, encabezó ciclos y residencias y recientemente lanzó su álbum, El Camino por Adentro, que presentará el 31 de agosto en la Hugo Balzo. Sus DoMingus de jazz en El Mingus son el caballito de batalla de una escena joven e inquieta que no deja de crecer.
El sábado llega al Festival de Jazz del Uruguay junto a Hernán Jacinto, pianista ganador del Premio Grammy Latino en 2017 que está impulsando ese intercambio generacional y descontracturando el genero del otro lado del río. Comparten fecha con el gran Popo Romano; bajista, contrabajista, compositor, referente y abuelo de la otra gran revelación del Festival: Julieta Taramasso.
Como Popo, Juli toca bajo y contrabajo, destrezas que acompaña con una voz profunda, de color único. Participó y participa de diversos proyectos musicales (Ángel, Mocchi, Kumbiaracha) y el año pasado, con tan sólo 19 años, presentó su primer disco: Mundo Imaginario. En vivo desplega una presencia arrolladora; "el escenario la estaba esperando", afirma Papasso. El domingo se presenta en el Festival, luego de meses de copar los martes de El Hormiguero con el ciclo "Julieta Taramasso y Popo Romano", recibiendo a artistas de diversos géneros en un intercambio familiar de música.
Con cuatro noches imperdibles de jazz en la Sala Hugo Balzo, los invitamos a ser testigos de una historia que se está escribiendo en este preciso momento: la nueva generación del jazz invade Montevideo.
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Carnaval Cultural de Berisso
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La Municipalidad de Berisso invita a la comunidad al Carnaval Cultural de Berisso, evento que se realizará el próximo domingo 27 de febrero, a las 18:30 horas, en el Parque Cívico de la ciudad, Av. Montevideo 10 y 11.La propuesta, pensada para la familia, contará con un Concurso de disfraces con importantes premios, murgas estilos uruguaya, comparsas, música y mucho más. La jornada, que se…
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#Berisso#Cachitas Now#Candombe del Parque#Caporales#Carnaval Cultural#Comparsa “Bella Samba”#Comparsa “Juventud Unida de la Usina”#Comparsa “La Chispa”#Comparsa Ysyryverá#comparsas#concurso#Cuerdas de Candombe#desfile#disfraces#La Cumbre#Los Rockan “Sabor Tropical”#Municipalidad#Murga Estilo Porteña “Doble Pechuga”#murga estilo uruguaya#murgas#música#Parque Cívico#Prometea#Se pudre la momia
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Las otras voces de la música uruguaya: Entrevista a Liber Aicardi
No se me ocurrió mejor forma de inaugurar este espacio que con entrevistas a alguno de los mejores periodistas musicales de Uruguay.
“Las otras voces de la música uruguaya” tiene como intención descubrir a través de preguntas la otra cara de la música: su comunicación.
Además de los que ejecutan la música, sus comunicadores son melómanos y viven sumergidos entre novedades musicales y música de todas las épocas. Por este motivo mi intención en esta serie de entrevistas es meterme un poco en sus cabezas, para que, ya que conocemos sus palabras, también los conozcamos un poco a ellos, descubriendo sus visiones, conocimientos y gustos.
En el día de hoy comenzamos con una entrevista a Liber AIcardi, periodista musical cocreador del portal www.metronomo.uy, medio con un vasto y variado contenido referente a la música, donde pueden encontrar desde novedades musicales, reseñas, resúmenes anuales y también, una de mis secciones favoritas que es #soyfan en la cual muestra otra cara de los músicos y les invita a contar respecto a los músicos de los cuales ellos son fans. Además de esto actualmente Liber es uno de los jurados de los Premios Graffiti.
Les dejo por acá la entrevista:
• ¿Hace cuánto tiempo empezaste a escribir sobre música y cuál es tu formación referente a la comunicación?
A escribir sobre música formalmente, digamos, comencé en 2005. Me encargaba de la sección de música de un semanario llamado Viernes, una publicación que estuvo en las calles cerca de un año. Luego de un largo tiempo, en 2017, decidí encarar mi propio portal de música junto a mi amigo/socio Paul Hernández y así surgió Metrónomo. También, entre medio, hice radio y fui corresponsal para una FM online de México. En cuanto a mi formación, soy Lic. en Ciencias de la Comunicación.
• ¿Hay algún hecho que considerás disparador para haberte dedicado específicamente a la comunicación de la música?
Definitivamente mi pasión por la música, que en mi caso se despertó con la generación del rock post-disctadura, además de una necesidad personal de compartir mis gustos musicales. Hablar y compartir sobre música es de las cosas que más disfruto en la vida.
• ¿Qué géneros musicales son los que más te interesan y disfrutás tanto escribir como escuchar?
En general me interesan muchos géneros, pero creo que si te digo Rock y Pop (en el sentido amplio), incluyo casi todo lo que más disfruto tanto escuchar como sobre lo cual escribir. En los últimos años me he interesado, también, en el Hip Hop gracias a la importante movida que se ha venido generando en nuestro país. Pero hay que estar atento siempre a todo.
• Una pregunta que es cliché ya, cómo comunicador ¿cómo venís llevando la situación por el coronavirus?
Más que comunicador, me está afectando como amante de los shows en vivo. Siento mucho la falta de ver una banda en vivo, encontrarme con gente y todo lo que eso implica. La energía que se genera en un recital es irremplazable y se extraña mucho.
• ¿Cuáles son tus fuentes o lugares donde acudís para descubrir nuevos grupos o músicos y qué música compone tu lista de reproducción personal?
En cuanto a lo nacional, hoy por hoy, me llegan muchas cosas directamente de las propias bandas. Tantas que no puedo dedicarle el tiempo que quisiera y merecen. En los recitales, también se da que conozco a alguna banda que telonea a la que fui a ver y, si me gusta, luego profundizo en su obra. También estoy atento a las redes y tengo un par de publicaciones internacionales como referencia. El intercambio con amigos siempre está presente, también. Actualmente, mi lista de reproducción está muy enfocada en los inscriptos a los Premios Graffiti.
• ¿Cuál es la entrevista que más has disfrutado hacer?
Pregunta difícil… Si tengo que elegir una entrevista de las que hice es la de Marcelo “Corvata” Corvalán (ex líder de Carajo), sobre todo por el contenido y la profundidad de sus palabras sobre temas sociales de su país. También se mostró muy dispuesto durante toda la entrevista. Al mismo tiempo, fue uno de los primeros artistas extranjeros que entrevisté, la expectativa era mucha por el desafío que representaba para mí y quedé muy conforme.
• ¿Qué músico o banda te gustaría entrevistar ya sea nacional o internacional y por qué?
A Michael Stipe, Bono o Thom Yorke ¡Si vamos a soñar, vamos a hacerlo a lo grande! Más allá que hay un gusto personal por su obra, me parece que serían entrevistas muy enriquecedoras. De acá, a Jaime Roos porque, para mí, es el músico vivo más importante del país.
• ¿Tuviste alguna experiencia extraña vinculada a tu profesión que quieras compartir?
No sé si calificarla como extraña, pero una vez, estaba en un conocido restaurante entrevistando a una cantante y, de repente, vienen dos mozas, interrumpen la charla y, de la nada, le dicen “Disculpá ¿Qué edad tenés?” Tanto ella, como su agente de prensa y yo quedamos sorprendidos. No sé si habían apostado la edad o algo así… Igual, ella es muy joven, fue muy amable y respondió sin problemas. Pero fue rara la situación.
• ¿Qué géneros considerás que la están rompiendo hoy en día y cuáles son los que percibes que se vienen en el futuro?
Pienso que este es el momento del hip hop y los géneros aledaños como el trap. Además de estar produciendo material de calidad (hay excepciones, claro), muchos artistas del género muestran en su discurso una preocupación por problemáticas sociales en sintonía con las nuevas generaciones. Algo parecido sucede con la escena indie, aunque con otra impronta. Creo que, por ahí, viene la escena local.
• Como todos podemos notar hay músicos con material de muy buena calidad que no “triunfan” y otros que casi automáticamente se vuelven masivos ¿De qué pensás que depende ser exitoso en el mundo de la música?
Con el tiempo me he convencido de que, al menos en Uruguay, más allá del talento, hay que estar en el lugar indicado, en el momento indicado y cruzarte con la gente indicada. He visto (y veo) bandas y solistas muy talentosos, que hacen cosas buenísimas, que en vivo te parten la cabeza, pero que no terminan de despegar, o al menos de capitalizarlo en convocatoria. También hay otros, exitosos o renombrados que me hacen preguntar “¿qué le ven?”. Por otro lado, el mercado es muy chico y, lamentablemente, no hay lugar para que todos lleguen.
• ¿Cómo ves el panorama general de la música uruguaya hoy en día?
Fuera de este momento particular de emergencia sanitaria, creo que es un momento muy prolífico, como pocos en la historia de nuestra música. La oferta musical es amplísima y en todos los géneros. Y acá entra a tallar lo que te decía recién, lamentablemente no hay lugar para que todos puedan desarrollarse y, sobre todo, mantenerse. Como en todo, también hay excepciones.
• ¿Cuáles consideras que son las bandas o artistas fundamentales para conocer la música uruguaya?
Zitarrosa, Jaime Roos, Mateo, Los Estómagos y Buenos Muchachos. Y estoy siendo muy injusto con muchos y muchas…
• ¿Crees que en este país estamos cerrados a géneros musicales emergentes o que por el contrario que deberíamos estar más arraigados a nuestras raíces musicales?
Hoy más que nunca, toda la música es potencialmente universal y está al acceso de todos. Por eso es inevitable que todos los estilos tengan su público. Y está buenísimo que pase eso de tener esa posibilidad de elegir y no seguir lo que marcan los programadores de radio. Cuando yo era adolescente, muchísima música no llegaba o llegaba con años de retraso o sólo si tenías dinero podías acceder a ciertos discos que algún amigo pudiera traerte de Europa o Estados Unidos o comprar en disquerías de importados. No era mi caso. El fácil acceso a la música del mundo, hace también que las nuevas generaciones sean más abiertas en ese sentido, me parece. Hace unos años éramos más cerrados y prejuiciosos.
Por otro lado, las raíces musicales de una forma u otra se terminan colando en todos los estilos en nuestro país. Tanto el tango, como el candombe, la murga o el folclore se han fusionado con diversos estilos, desde el metal a la electrónica, y los resultados, en muchos casos han sido buenísimos.
• ¿Cuáles son las bandas o músicos uruguayos de esta nueva generación que creés que están marcando una diferencia y cuáles son las que más te gustan?
Dentro de las generaciones más jóvenes, creo que Federico Morosini se proyecta como uno de los principales referentes. También, Los Nuevos Creyentes y Las Cobras son de lo más interesante surgido en los últimos años en nuestro país junto a Alfonsina, AFC y Nicolás Molina, aunque éstos últimos con más trayectoria. Y me tienen expectante los proyectos solistas que puedan editar los ex Boomerang, tanto Gonzalo Zipitría como Luis Angelero.
Cortita y al pie...
Banda favorita: U2
Canción favorita: muchas, pero “Bigmouth strikes again” de The Smiths es una que podría escuchar eternamente
Mejor década: todas tienen cosas buenas y malas
Mayor descubrimiento reciente: La misma mierda. Letras ácidas (y muy bizarras), con actitud y buenos estribillos
Gusto culposo: Bon Jovi
Disco imprescindible: Led Zeppelin IV. De acá, Mediocampo de Jaime Roos
¿Beatles o Rolling?: Rolling
¿El rock está muerto?: No. Sólo perdió el protagonismo que tenía en la cultura pop.
Nuevamente muchas gracias Liber por la buena onda en la entrevista y por las interesantes respuestas que dejaste en la misma
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Carmen Pi: “La música uruguaya es tan rica y compleja, que no damos abasto”
Carmen Pi: “La música uruguaya es tan rica y compleja, que no damos abasto”
“La música uruguaya es tan vasta como rica y compleja. Hay autores de música académica increíble como Héctor Tosar, Graciela Paraskevaidis, Eduardo Fabini y Beatriz Lockhart, que se nutrieron muchísimo de la música popular. Y por otro lado una música popular riquísima que abarca todos los estilos, enriquecida por los ritmos autóctonos afrodescendientes como el candombe, la murga, el rock, el rap,…
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LA TEORIA DE LAS CUERDAS
Postulado acerca de por qué Dios es negro y John Coltrane el mesías.
La adversidad es la madre de la creatividad, profesaba un Einstein inmerso en el ambiente de guerra de la Europa de principios del siglo XX y nadie en su sano juicio se atrevería a contradecir al genio, menos aún en ese contexto. Conocemos de sobra los estragos causados por los conflictos bélicos de entonces y el vasto historial de luchas de intereses internos que posee el viejo continente a cuestas, por lo que podemos intuir que su capacidad de recuperación no es producto del azar. Lo que sí al menos es paradójico, es que la historia recuerde los estragos de la guerra -y con razón- como atentados contra la humanidad mas no se escandalice de igual manera frente al vaciamiento de los continentes periféricos que facilitaron la expansión del imperialismo proporcionando materias primas y mano de obra esclava a las potencias, en muchos casos hasta el día de hoy. Por eso, el resurgir de la adversidad es un tanto dispar según los ojos que lo ven. Quizá la cultura africana es el mejor ejemplo de capitalización de la adversidad -por naturaleza, necesidad o ambas razones- que podemos encontrar alrededor del mundo, porque a lo largo de siglos siendo considerados la más baja casta, profanados en su propio territorio y arrancados de sus tierras sin derecho alguno más que el de trabajar hasta sucumbir ante la muerte por explotación; su legado ha sido sin dudas el espíritu vital y considero que la razón es invisible al entendimiento y radica quizás en una cualidad que Albert enuncia en su axioma: la creatividad. Allí, donde a cualquier mortal la vida podría parecerle un tormento sin sentido, es donde se refundaron una y otra vez como comunidad con una capacidad excepcional de reinvención.
A través de la música supieron transmitir ese temperamento enérgico y con hacer un somero recorrido por distintos puntos del continente americano podemos distinguir su huella. En las murgas uruguayas por ejemplo, la marcha a pasos cortos y acompasados característico es producto del andar de los esclavos encadenados por los tobillos, dicha situación no impidió que hicieran de ello un ritual festivo al son de los tambores característicos de su cultura. De hecho, los ritmos percusionados en general poseen claras influencias africanas, no es una coincidencia que el bombo sea un instrumento tan arraigado en los patios folclóricos de santiago del estero y que justamente en esa provincia se haya establecido el quilombo más grande del país. Asimismo, el cajón peruano surge de la falta de instrumentos por prohibición y ausencia que llevó a los esclavos a improvisar ritmos con cajones. Podríamos detenernos en Brasil pero las connotaciones son tan obvias que sería una redundancia. No obstante, en Norteamérica se produjo una de las ironías más bellas: inmersos en un ambiente de segregación racial llevada a cabo por el “progresismo” anglosajón, la comunidad negra fue capaz de gestar uno de los pilares de la identidad del país, el jazz.
La música tal cual la conocemos -su estructura y escalas- es obra de un personaje de la antigüedad, padre del sincretismo entre el pensamiento filosófico y el matemático (a quien además le debemos ambos términos) cuyo reconocimiento histórico es erróneo. La gran obra de Pitágoras -muy lejos del teorema egipcio que se le acredita- es el descubrimiento del factor divino en la música, es decir, la matemática de la música. Descubriò que la armonía se encontraba en la relación de proporción entre el sonido de una cuerda de determinada longitud y el producido por fracciones de ella, a partir desde donde se estableció la escala musical que conocemos hasta hoy. Tal vez el esplendor de la armonía podemos encontrarlo en piezas clásicas y aún siendo ignorantes del estilo no estamos exentos del efecto sublime de la melodía sobre nuestros sentidos sin siquiera tener conciencia del lenguaje invisible tras sus notas. La idea de que en la matemática oculta en cada elemento que nos rodea resida un patrón determinante e imperceptible que arroje constantes indicios acerca de un orden superior predominante -sea de la naturaleza que sea- es muy seductora y allí, casi como un fenómeno supranatural, se encontraría la clave para comprender por qué la música nos convoca tanto como seres humanos.
Pitágoras pudo ver más allá del formalismo académico que adquirió el lenguaje musical posteriormente, si nos detenemos en su filosofía hallaremos un profundo sentido espiritual. Para él la música era una herramienta de sanación, un medio para hallar el equilibrio con el cosmos y esto adquiere más lógica si consideramos que en griego el significado de “cosmos” es orden. Estaba convencido (y la ciencia le dio la razón miles de años más tarde) de que el movimiento de los astros produce un sonido que nosotros percibimos como silencio porque no tenemos conciencia de su ausencia, de manera que para hallar el equilibrio con el cosmos o el “orden” era necesario primero identificar el “desorden”, es decir, aquellos sonidos que sí somos capaces de percibir, como la música. En ese trasfondo espiritual se aloja el vínculo entre la esencia vital transmitida por la comunidad afro a través de los sonidos y el porqué de que haya sido el medio por excelencia para superar la adversidad.
Para la cultura africana la música es una necesidad física que trasciende el hecho artístico en sí, es un ritual que los conecta con la mística de la existencia y les recuerda que están llenos de vida. Les permitió sobreponerse a los rigores del estilo de vida de los campos de cultivo de Luisiana, sortearon las prohibiciones buscando la musicalidad en compases de palmas, zapateos y chasquidos, luego se familiarizaron con el piano y la guitarra; del primero surgió el ragtime, con las cuerdas dieron color al lamento del blues, más adelante introdujeron el sonido de viento de las bandas militares en pleno clima de guerra de secesión y poco a poco fueron dándole forma al jazz. Esa capacidad innata de expresión se manifiesta en una simbiosis cuerpo-sonido hasta alcanzar un encuentro simbólico con el factor invisible del gen humano. Podría compararse con las representaciones dionisíacas de las tragedias griegas donde mediante recursos similares honraban y se acercaban a aquello que no somos capaces de ver y que subyace en todas las formas de espiritualidad o religión. Tal experiencia no es reproducible por mera imitación, de hecho en ambos casos -tanto en la tragedia griega como en el jazz- el proceso de evolución fue similar. Nietzsche menciona con desencanto en “El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música” el vaciamiento de sentido hasta la banalización al que fueron sometidas las representaciones para ser comprendidas y consumidas en masa (llegando a despreciar profundamente a Eurípides por ello), la industria hizo lo propio con el jazz. Fueron tomados como símbolos de erudición burguesa desatendiendo el trasfondo que dio lugar a estos fenómenos. Con sólo mencionar que los integrantes de la banda que grabó el primer disco del género -como la mayoría de los críticos- eran hombres blancos, podemos dar muestra del sentido de apropiación que ejercieron (una vez más).
Pero la hazaña del jazz excede el contexto que le dio origen. Después de una larga tradición predominante en materia musical, todo el potencial del espíritu afro embistió contra los esquemas preestablecidos y reformuló por completo sin siquiera proponérselo el rumbo de la música. Se desarticularon las armonías y los esquemas formales para dar lugar a melodías con estructuras innovadoras, atentaron contra el academicismo moderado haciendo gala de la libertad rítmica, quizá como analogía de una libertad a la que no podían acceder de otra forma, ni siquiera con la abolición. Introdujeron el swing, usaron la voz como instrumento y los instrumentos como voces, impregnaron de sensualidad la música. Otorgaron una mística única a la interpretación dentro de un aura de espontaneidad, improvisación sin tapujos (cada puesta en escena era única y cada melodía podía tener múltiples versiones) y virtuosismo, en un “ritual” de encuentro donde el sonido brotaba tan naturalmente como agua de vertiente. Cambiaron la manera de hacer música, surgió un nuevo clásico, un género imperecedero que fue el punto de partida para numerosos estilos y derivaciones. Estos aportes fueron cruciales en el desarrollo del repertorio del siglo 20, abrieron camino al rock, al soul, al disco, al funk, al pop, por ser reduccionista y no detenerme en el árbol genealógico de la evolución musical; tampoco mencionaré los aportes del rap o el hip hop también nacidos en contextos de fuerte segregación social y que influyeron notablemente en los ritmos contemporáneos. Frente al ímpetu afro, las corrientes contraculturales europeas y los snobistas del antisnobismo como productos de crisis parecieran ser un fenómeno de niños malcriados, con las disculpas que me merece el grunge. Es imposible imaginar personajes como Eric Clapton o Jason Becker ejecutando sus guitarras sin hacerlas hablar, o un Led Zeppelin sin la sensualidad, o Blondie y Janis Joplin sin el punk y sin el rock (no voy a referir artistas de raza porque doy por sentado que la capacidad le es innata, en efecto, este párrafo podría ampliarse hasta el infinito). Sin la influencia de la música afro artistas como Daft Punk o el propio Cerati no hubieran podido “reinventarse” constantemente. Siendo más amplios, tratemos de imaginar a Piazzola sin los compases de la milonga. Con el profundo respeto que me inspira el Sr. Einstein, a estas alturas me cuesta creer que las aptitudes de la comunidad negra se deban exclusivamente a la virtud de la imaginación en circunstancias de crisis y no a una facultad extraordinaria de creación en el sentido poético del término.
Cuando el jazz se había consolidado como género, un compositor en particular se detuvo otra vez en el perfil espiritual de la música para llevarla a un nivel superior. En A Love Supreme, John Coltrane entendió que a partir de ciertos giros compositivo en la melodía podía crear su propio esquema de lenguaje interno, entonces encriptó un mensaje en el disco. Nadie supo la intención hasta tiempo después, ni siquiera sus propios músicos a quienes John sólo se detuvo a dar algunas indicaciones específicas durante la grabación. Como las obras clásicas, el disco se estructura en cuatro movimientos, el primer movimiento Acknowledgenment, inicia sutil con el bajo interpretando repetidamente 4 notas que serán la base a lo largo del álbum -fa lab fa sib, fa lab fa sib…-. Coltrane introduce su saxofón con la cadencia de un predicador en plena ceremonia, nos está diciendo algo. Poco a poco va llevado la prédica de su saxo a las cuatro notas originales -fa lab fa sib…- y termina en su propia voz proclamando “A Love Supreme (fa lab fa sib), A Love Supreme (fa lab fa sib)…”. John nos presenta a Dios, al Padre que ha sido anunciado por medio del sonido de un gong apenas comienza a rodar la música. Repite esas cuatros notas en todas las claves posibles de la escala musical 37 veces en total, su edad al momento de la grabación y cada año en el que Dios lo acompañó en su vida.
Resolution, el segundo movimiento, suena a jazz de club nocturno, un jazz crudo y mundano. El piano moderado junto al bajo van aumentando en intensidad hasta el punto en el que el saxofón de Coltrane clama perdido en su angustia en una especie de pedido de auxilio. Sin embargo, lentamente los sonidos vuelven a la calma original. Estas tres etapas del movimiento representan el nacimiento, la muerte y la resurrección del Hijo y hace claras referencias a su propio ocaso y el posterior encuentro con Dios después de haber experimentado el tormento de los vicios terrenales.
En el tercer movimiento, Pursuance, se escucha a Coltrane librando batalla con su saxofón contra sus propios demonios: la batería como conciencia del mal y el piano como alegoría del desorden. En este movimiento subyacen los tresillos (figura de 3 notas que utiliza haciendo alusión a la Sagrada Trinidad) como presencia del Espíritu Santo que ha venido a rescatarlo de sus miserias.
Al llegar a Psalm entendemos por qué ‘A Love Supreme’ es una obra maestra. El saxofón interpretado a lo largo del disco como voz del artista, protagoniza el cuarto movimiento entonando las notas con la cadencia de alguien que finalmente encontró la paz. El gong -o Dios, según Coltrane- suena otra vez, ha vuelto al origen, la obra empieza y termina en Él. Puede presumirse la armonía que el autor ha alcanzado en su vida, un orden trascendental que Pitágoras supo ligar por medio de la música al plano espiritual y que John puso en manifiesto con majestuosidad en este álbum. Había sanado. Durante varios años el músico atravesó serios problemas de adicción y a raíz de una experiencia mística tuvo un despertar espiritual que lo abocó a la búsqueda de una religión personal, no se sabe con precisión de qué se trató. El hecho es que investigó con vehemencia los credos alrededor del mundo y, además de recomponer su vida, fue gestando este ícono del jazz. En este disco confluye el sentido místico de la música en todo su esplendor, Coltrane la entiende como medio entre lo divino y lo humano haciendo confluir un código recíproco de comunicación entre ambos planos, y con este gesto le confirió sentido absoluto. Pero aún falta revelar el detalle más sutil y bello que reside detrás del cuarto movimiento. En ese cruce entre gong y saxofón Coltrane entabla un diálogo directo con Dios. Tiempo después se descubrió que tras cada una de las notas que John interpreta con su saxo están ocultas una por una las sílabas de la prosa de un salmo que él mismo escribió y dejó impreso en la cartilla que acompaña el álbum excediendo el mero simbolismo de los sonidos en un intento de reproducir en el lenguaje divino -ese encriptamiento en la armonía musical- un mensaje al Dios universal que reúne todas las religiones y que había descubierto en su proceso de recuperación.
Una vez más la crisis como desencadenante de un fenómeno extraordinario de creación, y otra vez Einstein teniendo razón. Dos sujetos destacados en áreas tan distantes como la física y el arte, convergiendo en el fin: el misterio del origen, con la intención de satisfacer la necesidad -técnica o espiritual, respectivamente- de saber de qué y para qué estamos hechos. Las últimas corrientes afirman que todo lo que existe, hasta las fibras mínimas de las que tenemos noción, están constituidas por imperceptibles cuerdas fluctuantes de energía, dicha teoría le ha devuelto la fe a científicos del calibre de Stephen Hawking en la carrera hacia una ecuación total que defina el panorama global de la creación y cuyo enigma habita en el fondo de los agujeros negros, ahí, donde vive dios (vaya ironía). Es curioso, pero el motivo por el que el inicio -o el fondo de los agujeros negros- todavía es incalculable se debe a que las ecuaciones arrojan el cero como denominador y matemáticamente en cualquier caso que esto ocurra el resultado siempre es infinito. Ese cero podría considerarse como la metáfora del factor invisible, de aquello que no podemos ver y define nuestra existencia. A partir de allí y más allá del trasfondo pagano de la mitología egipcia, el hecho que hayan adorado al dios Heh del espacio infinito y la eternidad cobra sentido, más aún sabiendo que la cultura egipcia además de proveer a Pitágoras las nociones fundamentales de geometría, fue el punto de partida para otros credos como mismo cristianismo.
Que la materia y la armonía estén sujetas al efecto de cuerdas vibrantes es otra de las -infinitas- coincidencias que sugiere un patrón ligado a un orden supremo. Cuando se confirme que efectivamente estamos hechos de energía, se deberá entonces estudiar a qué frecuencia vibra la raza negra para que a través de nuevos postulados y el método científico se ratifique su superioridad absoluta en materia musical. Por el momento haremos de cuenta que se debe a la gracia del milagro de un dios negro porque de otra manera no hubiera sido capaz de alcanzar ese nivel de magnificencia en su obra. Pero quizás al develar el enigma universal perdamos la razón de nuestra existencia. Desmembrar el misterio podría aniquilar la inspiración al anular el principal motor de creación del arte y la ciencia corriendo el riesgo de no volver a tener discos como A Love Supreme o personajes que hagan tambalear nuestros dogmas fundamentales, perderíamos la capacidad de sorprendernos. La idea de entenderlo todo resulta tan perturbadora que podríamos llegar a comprender las razones por las que Friedrich (Nietzsche) -que por cierto afirmaba que Dios había muerto- y Buddy (Bolden) sucumbieron ante la locura. Bajo ese panorama es preferible vivir por siempre en el limbo de la ignorancia y la buena música.
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Rocka: La Vanguardia pisó fuerte en el Vorterix
por Yanet Ingravallo Foto: Julieta Marilyn - Rock a La Orden (oficial)
Rock a La Orden hizo su primer Teatro Vorterix presentando su último trabajo “La Vanguardia” y completando la lista con temas de sus anteriores discos. Además, la noche contó con amigos de la música que subieron al escenario a festejar el sueño hecho realidad de una banda oriunda de Quilmes que viene creciendo a pulmón desde el 2005.
Jugando fue la banda invitada encargada de empezar a musicalizar la noche. A las 21hs puntual, comenzaba la fiesta de Rocka con “La Vanguardia” canción que le dio nombre a su último álbum. La siguieron Jonco, Meketrefes y Vamos las Bandas de Las Pelotas.
“Gracias por esta locura”, decia Pablo Germade (voz) y luego les regalaba “Brindis”, uno de los grandes temas que tiene su reciente trabajo en el que más de uno aprovecha para subirse a los hombros de quien se preste. El primer invitado de la noche fue Juampi Sparo de Fusión para hacer “Once contra diez”, del álbum Catarsis. “Bajan” de Luis Alberto Spinetta fue un lindo momento en la voz de Matias Reynoso recordando a un grande de la música.
Quienes también subieron al escenario fueron Martín y Guido de Deshinibidos, que los acompañaron en “El rey Manda” y la murga de Quilmes estilo uruguaya “5 pal peso”, que le dio color y bailes a “El argentino”. “A este tipo lo veo más seguido que a mi novia”, decía entre risas Pablo para presentar a Santiago Maggi (teclados en Salta la Banca) y hacer uno de los más esperados de la noche, “Blues”. Siguiendo de la mano de SLB, banda amiga de rocka a la que agradecieron por su constante apoyo, subió en la guitarra Beto Grammatico en “El grito de fuego”.
También sonaron: Opio, Duendes Desesperados, Doble Golpe, La Farsa y En el Filo, entre otros. La fiesta no terminaba, y el aguante del Vorterix colmado de gente tampoco. “¿Nos vamos bailando?”, decía Pablo para seguir con Jueves Irlandés tema de su último trabajo en el que se destacan los vientos a cargo de Lautaro Rombola (saxo) y Facundo Maddio (trompeta). “Gracias, son increíbles. Gracias por apoyarnos. Ustedes hicieron posible todo esto”, agradecía el cantante para luego darle cierre con “Dos Extraños”, un himno infaltable.
Remeras con frases de la banda, banderas, fernet o cerveza en mano, agite y felicidad era lo que se veía de su gente. Felicidad por estar siendo parte de un sueño hecho realidad y vivirlo junto a ellos. Rock a La Orden, de Quilmes al Vorterix... ¡Va con rabia la vanguardia!
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Montevideo conocer fuera del circuito tradicional
Si uno le pregunta a cualquier montevideano que es lo más lindo de su ciudad no duda y dice: el mar y la rambla. Para los porteños el Río de la Plata es, como su nombre parece indicarlo, un río, para los montevideanos, sin embargo, el río, el mismo, río, se viste de mar. Debe ser, seguramente, porque la capital uruguaya es una ciudad construida de cara al agua, con un puerto natural y 30 km de una lindísima rambla, con playas preciosas de arena rubia y agua marrón, pero salada. Los montevideanos cuentan, como para que a nadie le quepan dudas de que el río en sus costas es mar, que hay días en que el agua es azul y que entre la arena y las rocas, si uno busca, hasta encuentra mejillones… Esta ciudad toma su nombre precisamente de un sitio alto que hay en la ciudad, el cerro de Montevideo. La leyenda cuenta que este mote proviene de la expresión en portugués Monte vide eu, que significa “yo ví un monte”, y habría sido pronunciada por un marino perteneciente a la expedición de Fernando de Magallanes al divisar el cerro de Montevideo en 1520. La historia, sin embargo, no termina de hacer las paces con la leyenda y ambas sólo concuerdan en que la palabra Monte hace referencia al cerro, pero difieren en cuanto al significado etimológico del vocablo video. Es interesante visitar este monte/cerro para ver desde la fortaleza que allí se erige, toda la ciudad, bahía y puerto. Y si tanto mencionar al puerto, le ha abierto el apetito, cuando llegue a Montevideo visite el Mercado del Puerto. Se encuentra ubicado en la ciudad vieja y solía funcionar como un mercado mayorista. Hoy es un polo gastronómico integrado por 14 restaurantes, entre los que se destaca el Palenque. En este espacio se come la mejor parrilla de la ciudad, acompañada de papas al plomo y morrones asados. Éste es también el lugar para pedir dos exquisiteces típicas de los uruguayos: la Pamplona, que es carne de vaca, de cerdo o de ave, pero rellena y el choto, que es el chinchulín de cordero. Y cuando ande por ahí, fíjese que desde la costa puede ver los restos del Admiral Graf Spee, un acorazado que integró la marina alemana durante el régimen hitleriano y que fue hundido en el fango, en 1942, por su capitán. En torno a este barco se tejen numerosas historias que atraparán a los que disfruten los relatos de intriga militar. Para quienes busquen evidencia, en el Museo Naval de Uruguay, se expone uno de sus cañones secundarios, que fue rescatado y reparado hace 14 años. De la popa del acorazado también fue rescatada el gran águila de bronce (400 kg de peso, dos metros de altura por 2,6 de longitud) con una corona de roble enmarcando una esvástica en sus garras, acontecimiento que tuvo repercusión mundial, ya que esta águila es al parecer la única de sus características en el mundo y es, hasta el día de hoy, motivo de controversia entre el gobierno alemán y el uruguayo. Los Bosques de Palermo es el espacio verde más famoso de Buenos Aires, El Prado es el rosedal de Montevideo. En este predio se realiza La Semana Criolla o Semana del Turismo (Semana Santa de los argentinos) y si bien es siempre un lugar bonito para visitar, durante la Semana Criolla se realiza la tradición de la doma y jineteada, en la que se puede disfrutar, además, del mejor asado uruguayo y comprar todo tipo de artesanías. Otro lugar legendario es el café y bar Tabaré. Calificado por la revista “Time” como uno de los mejores cien bares del mundo, está enclavado en la residencial zona de Punta Carretas en la calle José Zorrilla de San Martín 152. Este bar nació en 1919 como un almacén y bar de pescadores al que iban los trabajadores que estaban construyendo el faro de Punta Carretas. Estos obreros compartían la barra con personajes de la alta sociedad y exponentes culturales con historia uruguaya como Carlos Roxlo (periodista, poeta y político), José Luis Zorrilla (poeta y padre de la actriz China Zorrilla), Raúl Montero Bustamante (escritor) y los cantores Carlos Gardel y José Razzano. Luego de un período sin luces, fue reinaugurado a principios del Siglo XXI y se convirtió en un pub-restaurante que conserva con celo las antiguas vitrinas, los exhibidores y la barra del viejo almacén y del bar original. Si bien mantiene la estética que lo hizo famoso, hoy posee un entrepiso super moderno en el que se sirven platos exóticos como el ñandú. Siguiendo este recorrido off, llegamos a la feria de Tristán Narvaja, un lugar ineludible tanto para curiosos como para coleccionistas. Esta feria que parece salida de un cuento de hadas, funciona, desde hace un siglo, todos los domingos desde la mañana. Podría describirse como un mercado de pulgas, pero la verdad es que es mucho más que eso. Se puede conseguir toda clase de objetos de colección, animales de granja, mascotas, repuestos de automóviles, electrodomésticos, ropa, antigüedades y, literalmente, todo lo que uno se pueda imaginar; nos contaron -¿será cierto?- que una vez un hombre llevó a vender un ataúd…¡No sabemos si habrá encontrado comprador pero como dato de color, es colorinche! Para los amantes de los ritmos rioplatenses les recomendamos una caminata por el Barrio Sur, donde los tangueros podrán encontrar muchos lugares para despuntar el vicio. Si desea demostrar sus dotes en el 2x4, visite La Vieja Viola (ex Chiqué), que posee la fama de ser la mejor pista de la ciudad (ojo que abre sólo sábados por la noche). Otra opción es el bar El Farolito, que si bien es frecuentado por expertos, los novatos no son intimidados. Si quiere ir tras los pasos de los grandes, Fun Fun es su lugar porque allí cantron y tocaron Gardel, Labruna, Piazzola, Julio Sosa entre muchos otros. Recuerde reservar y llegar temprano, abre de miércoles a domingo. El otro ritmo característico de este país es el candombe, pero este es un tema aparte, porque está íntimamente ligado con el carnaval y su mística africana. Entre febrero y marzo se viven cuarenta días de una alegría agridulce, mezcla de felicidad y nostalgia, de música y poesía. La ciudad entera la vive, respira y participa por premios importantes. La avenida principal de Montevideo es la sede de un imponente desfile en el que se presentan, en diferentes categorias, murgas, parodistas, humoristas, revistas y agrupaciones lubolas (conocidas como Las Llamadas). Otro escenario para el carnaval es el Teatro de Verano del Parque Rodó, en donde cada agrupación es calificadas. Esta celebración tiene también un trasfondo político y quienes llevan la voz cantante son las murgas. Cada año las canciones hacen un relato de los acontecimientos más destacados del año que se fue, tanto en lo político, como en lo deportivo y lo social. Los grupos más reconocidos son Asaltantes con Patente, los Diablos Rojos, los Diablos Verdes, Araca la cana (que en lunfardo significa Vámonos que viene la policía), la Línea Maginot y Los Curtidores de Hongos. Hay murgas “nuevas”, que son consideradas de orientación política de izquierda porque surgieron junato al partido Frente Amplio. Entre ellas se destacan La Soberana y La Reina de la Teja. Este carnaval es un espectáculo único y el artista Carlos Paez Vilaró, dueño de Casa Pueblo, fue atraído por la cultura africana y fue quien encabezó el desfile de Las Llamadas hasta el año pasado. Quienes no tengan la oportunidad de visitar Montevideo en época de carnaval pueden disfrutar de la mística de los tambores los fines de semana, en las calles del Barrio Sur. La Plaza Independencia es otro lugar de referencia, allí están el Monumento y el Mausoleo de José Gervasio Artigas, héroe nacional uruguayo. En esta Plaza, también se encuentra la Puerta de la Ciudadela, que divide la ciudad vieja de la ciudad nueva. Alrededor de la plaza están los edificios históricos de la ciudad y uno de ellos es el Teatro Solís, donde actúan la Filarmónica de Montevideo y la Comedia Nacional. Todos los días se pueden hacer visitas guiadas que realmente valen la pena. El Palacio Salvo, en las cercanías de la plaza, es un edificio emblemático de 120 metros de altura, inaugurado en el año 1928. Se caracteriza por una belleza controversial, que le valió a Mario Benedetti un poema llamado Falsa Oposición en el menciona también a otro edificio emblemático, el Victorino Plaza, donde hoy funciona el Hotel Raddison, El listado de lugares que esconden mística e historia es interminable. Así, los católicos, acostumbrados a que en la América Hispana las iglesias son parte funtamental de los pueblos, seguramente querrán conocer la Catedral ubicada frente a la Plaza Matriz. Otros, los amantes del arte, elegirán perderse en las galerías del Museo de Arte Contemporáneo, en las del Museo de Artes Decorativas, en las del Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) o en el Museo Figari, Mientras tanto, algunos nostálgicos disfrutarán como si fueran niños de algunas de las atracciones del Parque Rodó, ubicado frente a la sede del Mercosur, un parque de diversiones al estilo del porteño Italpark de otrora, con tren fantasma, samba, gusano loco y montaña rusa y evocarán tiempos idos. Esto es Montevideo, crisol de culturas, hojaldre de emociones. Read the full article
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La agrupación presentaba al cierre de esta edición su segundo espectáculo llamado Decisiones. Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Miércoles feriado, el centro cultural Pico de Tinta lucía invadido por un grupo de jóvenes que únicamente descansaban para tomar mate. Esa reunión era la antesala de lo que fue el festejo por un nuevo aniversario. A fines de marzo de 2014, no sospecharon que un taller de murga en la Plaza Pío León sería el puntapié inicial de una propuesta cultural que se mantiene en el tiempo y sueña a lo grande.
En una ronda, así comenzó la entrevista que a los pocos minutos se transformó en una charla distendida entre amigos. Los primeros integrantes del grupo recién terminaban los estudios secundarios, participaban de diversas actividades y sintieron la necesidad de dar forma a lo que inició como un juego.
La consagrada murga uruguaya Agarrate Catalina visitó Jesús María dos años antes mientras que, a su vez, habían florecido iniciativas similares relacionadas a las artes carnavaleras como la murga Los Nadie, un grupo que lleva más de 15 años sobre los escenarios. Miembros de la Revista Carayá organizaron talleres vinculados a la temática y así surgió un fuego que se reflejó en la constitución de este espacio.
En la actualidad son 17 jóvenes, entre 17 a 30 años, los que salen a escena conjugando canto, percusión, teatro y humor. A la hora de pensar un nombre que los identificara, la lluvia de ideas se mezcló con sus objetivos como artistas y los lugares de los cuales formaron parte.
“La decisión de juntar Mona con Armada se dió después de varios debates y pensamos ¿cuáles son nuestras armas?, en ese entonces eran los malabares, la música, instrumentos, el cuerpo, ponerse en acción…además de jugar con el doble filo de la palabra arma”, resume Ana Taffarel.
Arte y compromiso
El estilo de murga uruguaya se caracteriza por no solo brindar un show sino también por plantear un discurso particular. Esa esencia está presente en La Mona Armada ya que utilizan canciones modificando su letra para ridiculizar y reflexionar sobre situaciones de la vida cotidiana o escriben sus propios temas en la misma línea.
“Decisiones”, el nuevo espectáculo del grupo, partirá de un interrogante que interpela tanto al público para que sea protagonista como ellos mismos.
‘Siempre nos preguntamos’ es el eje de la presentación que abordará temas como los derechos, redes sociales, política, sexualidad, entre otros.
“Para mí es un espacio de creación artística, pero también de lucha y de confrontar la realidad, desde el arte, desde el estar, sumar”, resumió “Caty” Esteso. Su par Camila Serafini aportó: “La murga tiene que ver con que somos jóvenes que ven la realidad, que quieren cambiarla y que están dispuestos a criticarla para proponer otra cosa o por lo menos no fingir que no pasa nada”.
Por otra parte, los jóvenes coincidieron en que el camino no siempre fue fácil ya que el arte popular, que sale de los lugares tradicionales, muchas veces debe auto sustentarse y redefinir los estereotipos.
Es por ello que desde los primeros pasos, apostaron por ser una alternativa artística cuyo principal objetivo es divertirse sobre el escenario.
Gran familia
A la hora de llevar a cabo un balance de las experiencias buenas y otras no tanto que transitaron, los chicos trajeron a la memoria a Aylén, una integrante de la murga que se fue de gira muy joven, como dicen los artistas.
“No me voy a olvidar nunca una tocada en el Teatrino Tutu Campos, salimos ese fin de semana a actuar dos días seguidos, era todo un desafío. Las cosas nos salieron muy bien, la energía fue arrasadora (…) ahí fue la última vez que cantó con nosotros una compañera que falleció al año siguiente. Se había despedido porque se iba de viaje”, narró Ignacio Oyola.
Ana, remarcó que esa situación los llevó a unirse más que nunca: “Nos juntamos todes, fuimos a despedirla, a llorar, abrazarnos y a cantar también. Ese fue un momento durísimo”. Nuevamente su compañero tomó la palabra y concluyó: “Familia venía siendo pero ahí fue familia para siempre. Yo no lo veo de otra forma, si hoy me voy lo hago cantando con mi hermano o hermana. Es una forma de vida también, es una decisión desde hace cuatro años todos los sábados y domingos, siempre juntos”.
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NoTeVaGustar: una banda, decenas de géneros
El 15 de octubre de 2020 Emiliano Brancciari lo dijo en Twitter, al pasar, como si fuese solo un dato: Gonzalo “el Japo” Castex, histórico percusionista de NoTeVaGustar, ya no formará parte de la banda. Estuvo presente en el grupo desde el primer disco, Solo de Noche (1999), y fue un puntal en la generación de la identidad sonora de la banda. Para el grueso de los fans la noticia fue devastadora. “El Japo” era uno de los personajes más carismáticos del mundo NoTeVaGustar, y para los fanáticos más antiguos era uno de los dos integrantes originales, junto a Brancciari; y de los pocos que quedaban de la primera época, junto a Denis Ramos y Martín Gil. Pero, siendo sinceros, ¿Cuál era la incidencia reciente de Castex en los últimos discos de la numerosa banda? Sus participaciones se volvieron cada vez más patrimoniales, incluso efímeras, de fondo. En Otras Canciones, el último disco en vivo de la banda, en formato acústico, sus momentos son, a lo sumo, segundos de retoques. Era un final esperable.
Por Joaquín Pisa.
El asunto es que NoTeVaGustar tiene una identidad sonora muy particular: multifacética. En otras palabras, es una banda sin un género definido. Desde el reggae rock latino más Mano Negra de sus comienzos ha probado las mieles del reggae, el peso del hard rock, la suavidad del pop rock y hasta lo americano del country. Disco tras disco la banda liderada por Brancciari ha experimentado con géneros que a veces se parecen con los anteriores, y a veces rompen con un esquema que ya parece no tener mucho límite más que el de la propia voluntad de sus integrantes. En esa búsqueda constante Gonzalo Castex quedó apartado, cuando al principio fue un integrante clave en hacer sonar a NoTeVaGustar como NoTeVaGustar, y no como una copia de Mano Negra o Ruben Blades. Hoy, el grupo ya tiene un sonido propio, busque lo que busque y encuentre lo que encuentre, y eso le permitió en los últimos discos profundizar en sus nuevas ideas. Aún así, los primeros discos también exploraron una gran variedad de géneros que ya demostraban la capacidad de NoTeVaGustar de explotar las virtudes de sus varios integrantes e invitados.
Solo de Noche (1999)
Los productores son una parte importante de cada disco de NoTeVaGustar. La experiencia dice que no los repiten, y de cada uno canalizan lo mejor de su experiencia en las canciones. Para Solo de Noche, el productor Martín Campodónico fue mucho más que eso. Según se cuenta en Memorias del Olvido, biografía oficial de la banda escrita por Mateo Crespo, Campodónico fue quien les marcó una línea de estilo.
“Hice hincapié en la parte rock (...). Ellos la insinuaban pero estaban colgados en la parte más latina y en el reggae, que eran muy predominantes”, dijo en el libro Campodonico.
Esa influencia se vio reflejada en la primera canción del registro de NTVG: Dejame Bailar. En Memorias del Olvido su género es definido como ska-punk-reggae. Sí, así como lo leen, los tres juntos. Arranca reggae, se pone punk en los estribillos, y cuando acelera en las estrofas se transforma en ska. No existe una premonición más grande. No se les da y Sólo de Día son las canciones que más se adaptan al género rock puro. La primera tiene una fuerte influencia punk, mientras que la segunda se acerca más al hard rock. No Era Cierto, uno de los clásicos más importantes de la historia del grupo, fue definido en la biografía como “punk folk”. El reggae se sostiene en Yrigoyen, canción que se apoya en los coros de las madres de varios de los integrantes, y en Quemala. El ska vuelve a aparecer en el también punk (al final) Nadie Duerme. Los ritmos frenéticos de la guitarra de Brancciari, en ese momento único guitarrista de la banda, se mezclan con un género más cercano al folklore en Yalala la la mm y Via Volvé, apoyados en la percusión de Castex. La beta cien por ciento latina tiene su protagonismo en Llévame Contigo, una canción en la que todos los integrantes de la banda explotan su faceta más “caribeña”, con un sonido literalmente bailable. Como rareza se encuentra Cosa Linda, un bolero “blueseado”, en palabras de Memorias del Olvido. Allí quien tuvo los honores de hacer la voz femenina fue Mandrake Wolf. En el libro se define su voz en la canción como la de una “puta vieja”. El bolero, además, es para el ahijado de Brancciari.
En resumen, los géneros explorados son: rock, ska, punk, reggae, bolero, folclore y latino.
Este Fuerte Viento que Sopla (2002)
Este Fuerte Viento que Sopla es un discazo. Del tema 1 al 15, cada uno de sus 14 canciones (no usan el track 13) es una obra de arte que suena divino y contiene profundidad tanto poética como sonora. La producción denota ser más profesional, grabado en Chile con la batuta del chileno Mariano Pávez. La sección de vientos toma un rol más protagónico, la guitarra de Brancciari comienza a potenciar sus habilidades, el bajo de Mateo Moreno tiene momentos de virtuosidad y potencia. La percusión, a cargo de Castex y “el Chamaco” Abdala en batería, le daban el toque latino a canciones como Machete y Padre de la Patria, la primera un ska rock suavizado por un piano, la segunda un reggae rock acelerado por los vientos. Para reggae, están La Única Voz y No Hay Dolor. Para ska también está Como Brillaba tu Alma, canción que abre el disco, y en la que destaca la guitarra de Emiliano Brancciari. Esto también se ve reflejado en las canciones más rockeras del álbum: Tenés Que Saltar (donde los vientos hacen también un trabajo destacado), la clásica Te Voy a Llevar, Me Cuesta Creer, La Soledad, Te Quiero Más (rock pop clásico) y Más Mejor (que roza lo punk). En este disco NTVG también se adentra en las colaboraciones con las murgas, con el conocido ejemplo de Clara, acompañada por la murga La Mojigata. Además, explora lo que es un género en sí mismo: la balada, con No Necesito Nada, otro intento acústico. La rareza del disco es Mucho Más Feliz, una canción folclórica que tiene una tonada bastante chilena.
En resumen: rock, ska, punk, reggae, rock pop, murga, latino y folclore.
Aunque Cueste Ver el Sol (2004)
En este disco no hubo muchas vueltas: rock y reggae. El argentino Tito Fargo, ex Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota e invitado recurrente de Divididos; se encargó de producir a la banda en el famoso estudio Del Cielito de la ciudad de Buenos Aires. Para él, el rock de la banda hasta ese momento era “muy orquestado”, según afirmó en la biografía de la banda, así que se dedicó a hacerlos rockear. Logró su cometido en canciones como No Te Quiero Acá, Ya Entendí, Al Vacío, Voces del Tiempo y No Llegas a Mí. El ritmo crece en intensidad, las guitarras toman un rol más protagónico en detrimento de la percusión y los vientos, que empiezan a ser acompañamientos con algunos momentos de destaque. El reggae sigue con su marca firme en Verte Reír, Reevolución (quizás el reggae más pesado de la banda) y Voy (quizás el reggae más reggae de la banda). Sin embargo también hay algunas singularidades destacables, como el protagonismo de la guitarra acústica en el tema de arranque y cierre del disco: Solo y Adiós. La inclusión de canciones con ritmos y sonidos más suaves para hacer contrapeso a la dureza de un disco que es, en su conjunto, una dura crítica al momento de crisis en el que vivía Uruguay, representa una muestra de profesionalismo y exploración de la banda. Lo latino queda desplazado, según Memorias del Olvido, a la percusión de Fueron, la canción con el mensaje político más crudo y directo de la banda, cortesía de Castex. La murga vuelve con Cielo de un Solo Color (segundo himno de la selección uruguaya después del himno uruguayo). También, aparece el ritmo más raro de la trayectoria de la banda: zamba criolla, en Ni Uno Suelto. Sí, zamba criolla.
En resumen: rock, reggae, murga, latino y zamba criolla.
Todo es Tan Inflamable (2006)
NoTeVaGustar ya era una banda reconocida dentro del país, y estrenó un disco que estuvo a la altura. Por única vez en su historia repitieron productor, con Tito Fargo otra vez al mando de la mezcla realizada en el estudio bonaerense Barca y en el primer Elefante Blanco, estudio propio de NTVG. Todo es Tan Inflamable es un disco de rock con matices, pero de rock. Tiene un sonido que por momentos intenta agradar, que buscaba internacionalizar a una banda que no salía mucho del Río de la Plata, pero transmite una emoción triste, casi desgarradora. Lo latino desaparece para dar lugar a la exploración de géneros menos felices. En la Cara, El Oficial y Poco son las canciones de rock más puro y duro. Brancciari, con su guitarra potente y su voz cada vez más establecida, se llevan los flashes. El Oficial cuenta con la colaboración rapera de Federico Santullo, en una clara muestra de la intención de la banda de potenciar sus canciones con retazos de distintos géneros gracias a invitados, o la propia iniciativa del grupo. El ska aparece de nuevo en Fuera de Control, el reggae tiene su papel más triste en No Lo Ves. La beta más acústica y melódica la llevan Una Triste Melodía, Ilegal y Eskimal, una de las pocas canciones del bajista Mateo Moreno en el repertorio antes de su renuncia a la banda, luego de este disco. Como rarezas se encuentran Pensar, que es definida en Memorias del olvido como “funky ragga” (le diremos funk), la murguera Tirano (con la honorable compañía de Ruben Rada), el soulero Vivir Muriendo, y De Nada Sirve, no tanto por su género (aunque es murga folk, según la biografía), sino por la inclusión de la poesía de Mario Benedetti.
En resumen: rock, ska, reggae, funk, soul, murga, murga folk. Invitados aportan rap y poesía.
El Camino Más Largo (2008)
No Te Va Gustar ya era otro. Mateo Moreno y Pablo “Chamaco” Abdala, el bajista y el baterista fundadores de la banda, se fueron del grupo después de terminado el anterior disco. Guzmán Silvera y Diego Bartaburu ingresaban en su lugar. La banda había comenzado a buscar, ya desde Todo es Tan Inflamable, géneros que lo separaran de la primera época más latina, y el cambio, aunque doloroso para el grupo, iba a dar sus frutos. El elegido para la producción fue Matías Méndez, conocido y presentado en el disco como El “Chávez”, fundador de la banda Árbol. Su sonido “más orgánico y texturas electrónicas” fueron lo que llamó la atención de la banda, según Memorias del Olvido. El disco es un fiel reflejo de esa búsqueda y del momento de la banda. Un sonido más electrónico y triste. El Camino Más Largo es un disco triste, incluso más que Aunque Cueste Ver el Sol, que es triste pero esperanzador. Este es rockero y triste, pero no por eso menos disfrutable. De primera arranca con un rock electrónico, El Camino, única canción escrita por el trompetista Denis Ramos y Gonzalo Castex junto a Brancciari, quien compuso en exclusividad las otras doce canciones. Dato curioso (obtenido de Memorias del Olvido): esta canción fue la última participación en un estudio de Alejandro Sokol, ex Las Pelotas, antes de su muerte. Los instrumentos circundantes a la guitarra de Brancciari comienzan a tener protagonismo en distintas canciones rockeras. Como si Estuviera y Que Sean Dos –en menor medida– son llevadas adelante por el teclado de Marcel Curuchet. Tu Nombre y Rata tienen una fuerte participación de los vientos. También Brancciari se lleva todas las luces en Niño (lo más cercano al hard rock desde Aunque Cueste Ver el Sol) y Te Quedás. Navegar es quizás la canción más rock pop del repertorio de la banda hasta ese momento. El ska y el reggae comienzan a desaparecer. Esta Plaga es el único ejemplar del primer género, El Mismo Canal el único del segundo. En contraparte, aparecía Mirarte a Los Ojos con un banjo que aportaba un toque sureño, en una clara demostración de hacia dónde se dirigía el oído de la banda: Norteamérica.
En resumen: rock, hard rock, rock electrónico, rock pop, ska, reggae.
Por lo Menos Hoy (2010)
Este disco es quizás la ruptura entre lo latino y el rock masivo al que apostaría NTVG en sus futuras obras. Por lo Menos Hoy apuesta fuerte al rock, aunque en distintas tonalidades. Producido por Juanchi Baleirón, el líder de Los Pericos que también produjo a bandas como Massacre, Attaque 77 y La Mosca. Sin embargo, a pesar de contar con uno de los referentes del reggae latinoamericano en la producción, la banda solo tiene un tema de ese género en el disco: Volar. Por fuera de esa excepción, puro rock. Del más puro y pesado se encuentran Con el Viento (apoyado por el scratch de Luciano Supervielle, en otro intento de sumar sonidos más electrónicos), Tu Defecto es el Mío y Con la Misma Vara. Del lado más comercial están Ángel Con Campera (rock pop), Cero a la Izquierda y Arde. En este último, sin embargo, destaca el solo de Pablo Coniberti, reciente incorporación del grupo, que le aportaría un sonido más profundo e intenso a la banda de ese momento en adelante. Por lo Menos Hoy tiene un constante equilibrio entre descontrol y tranquilidad. Chau es un ejemplo en sí mismo de ello, como también Los Indiferentes. Memorias del Olvido y Nunca Más a mi Lado (una canción que concientiza sobre la violencia de género) son dos de los temas más suaves del repertorio general. La única rareza es el coro góspel de El Equilibrista, interpretado, entre otros, por jugadores de la selección uruguaya que alcanzaron la semifinal del Mundial de Sudáfrica.
En resumen: rock, rock pop, reggae, gospel.
El Calor Del Pleno Invierno (2012)
El Calor Del Pleno Invierno contiene el dolor y la oscuridad hechos rock en un presagio increíble a lo que se vendría en su gira promocional posterior: la muerte del tecladista Marcel Curuchet. La potencia se adhiere como agente desgarrador y los momentos tranquilos, de guitarras acústicas y ritmos amenos, solo llevan a una nostalgia cruda. La voz de Brancciari no sale de una tristeza por momentos furiosa. Llamarle disco triste es guardarse dolor. Gran parte de su composición es rockera a secas. Sin Pena ni Gloria, Nada Fue en Vano, Mil Días, Hijo de Las Armas son los ejemplos más claros. Por el Agua se mezcla con un ska tímido. A Las Nueve se acerca más al rock pop acústico, Ese Maldito Momento mantiene el acústico pero por momentos quita el pop de al lado del rock. Hasta Nunca es una mezcla de rock acústico y folklore con ukelele. El reggae solo se mantiene con El Error. La rareza de este disco es Destierro, un country de esos que uno escucha en las películas western en los momentos de mayor locura, como tiroteo en un bar mientras el pianista no detiene su música. Para el próximo disco el acercamiento a la cultura “yankee” sería mucho mayor.
En resumen: rock, rock pop, reggae, country.
El Tiempo Otra Vez Avanza (2014)
No Te Va Gustar probó las mieles norteamericanas en este disco. Si logró un disco “yankee”, o no, es una crítica tarea de otras personas. A mí me toca enumerar géneros. Ellos buscaron a Joe Blaney, el productor estadounidense más cercano al Río de la Plata, con experiencia junto a Charly García (mixer en Piano Bar) y Andrés Calamaro (productor de Alta Suciedad y Honestidad Brutal). Con esa elección arrancaron bien. Además tuvieron de invitados al mismísimo Charly y a Hugo (me paro) Fattoruso. De nombres no faltó nada. Francisco Nasser sustituyó como tecladista a Curuchet, y se acopló de primera. El rock está lleno de chiches y suena divino. Me Ilumina Hoy abre con guitarras potentes y arreglos de vientos medidos. Detrás del Cerro es hard rock filo con grunge y un arranque folclórico. Mi Demente tiene como aditivo un final apocalíptico, con un coro oscuro y una sección de vientos que intensifica todo hasta el final. Es parecida La Puerta de Atrás en cuanto a su oscuridad y su hard rock, esta vez mezclada con algunos coros murgueros y una guitarra más riffera de Coniberti, como en Su Sombrero. La parte más melódica y cancionera se ve reflejada en Paranoia, Alba y sobre todo en La Cuerda. Rocks amables para el oído, que transmiten las emociones que quieren de manera correcta, sin mucho ribete más que el tradicional de cualquier canción. El arranque con percusión y dos guitarras acústicas de Paranoia da un aire latino de melancolía que por momentos hace recordar a las primeras épocas de NTVG. Sus momentos más americanos son sus mayores rarezas. Comodín es un funk rock más estadounidense que Trump acusando a todos de fraude, con un riff de arranque que no te podés sacar de la cabeza y una sección de vientos que tiene uno de sus momentos más destacados en la historia de la banda. Presente, canción dedicada a los fanáticos, es un folk western que no tiene mucho que envidiarle a Johnny Cash. Viajando Sin Espalda es un country blues acústico que potencia su sensación de americanismo con una guitarra slide que la ubica muy lejos de 2014, más cerca de Keith Richards grabando You Got The Silver.
En resumen: es el disco más explorativo de No Te Va Gustar post primera época. rock, hard rock, folk rock, funk rock, folk western, country blues. Alabanzas a Joe Blaney.
Suenan las Alarmas (2017)
El último disco de estudio de “Note” fue el de la buscada definitiva de un público que abarque a América entera, de arriba a abajo, de izquierda a derecha. El venezolano Héctor Castillo fue la apuesta en producción. También Gustavo Cerati confió en él para Fuerza Natural, así que no necesito presentarlo más. Su objetivo fue acercar el sonido de la banda a Brooklyn, como afirmó en Memorias del olvido. El rock es latino y anglosajón a la vez. No es fácil lograr eso. Y el Mundo Me Comió a Mi es un claro ejemplo. Hard rock con guitarras bien de afuera, pero ritmo de percusión, vientos y la voz de Brancciari bien de acá. Quería Ser Como Él te lleva con su ritmo y algunos de sus riffs a un folk rock americano pero su percusión te recuerda que estás frente a una banda uruguaya. Pegame Más Fuerte y Para Cuando Me Muera, en una anteposición felicidad-tristeza, son hard rocks americanos sostenidos por riffs con overdrive que sin embargo no pueden subsistir sin la sección de vientos que es tan nuestra. La batería de Bartaburu se convierte en una inesperada protagonista del disco por su potencia. Hay reminiscencias de música electrónica en canciones como Guante Blanco y Lo Real Es Ya. La segunda hace recordar a The Strokes. Desde Que Era un Pibe hace recordar al momento previo a un enfrentamiento entre dos vaqueros en medio del pueblo perdido en el desierto. Un country rock de los que podés poner en cualquier película antigua sin que te des cuenta hasta que aparece algún dejo de reggae en el segundo estribillo. Como gran rareza aparece una canción mariachi, Los Villanos, apoyados por la banda Flor de Toloache. Sí, mariachi.
En resumen: rock, hard rock, folk rock, rock electrónico, country rock, reggae, mariachi.
En total, y solo contando los discos de estudio, este humilde servidor contó 23 géneros repartidos en nueve álbumes. Veintitrés. Esperar algo nuevo de No Te Va Gustar por un lado parece fácil, ya que casi siempre han apostado a ello, sea incluyendo nuevos géneros o explorando desde otras miradas anteriores. Por otro lado, siempre es difícil pensar qué quieren descubrir después de haber transitado tantos caminos diversos. En lo personal siempre tuve ganas de escuchar un blues de No Te Va Gustar. No les falta nada para ello. Le hicieron algún amague en El Tiempo Otra Vez Avanza, pero si buscan a un público norteamericano me sorprende que no lo hayan profundizado aún más. Igual, de todas formas el mundo está lleno de géneros dispuestos a ser explorados por quien desee. ¿Quién podría esperar que una banda como No Te Va Gustar, que arrancó con rock latino, ska, reggae y punk, iba a hacer una canción mariachi? Nadie. No mientan que sí lo esperaban. Hoy en día sabemos que NTVG tiene la capacidad de explorar nuevos sonidos sin mancharse nunca la camisa, con una altura y un nivel propio de una banda top de América. Así que cuando se lance el próximo disco, tenga lo que tenga, más rock o una cumbia colombiana, ya sabemos que lo vamos a escuchar más que conformes. Al fin y al cabo esa ductilidad, esa navaja suiza de géneros profesionales, hace la diferencia.
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