#mis chiquiticos

[gentle-days]

Do you understand the violence it took to become this gentle?

| @futuredays-rpg |

[dayarenas]

Definitivamente tienes un brillo que alumbra con intensidad mi oscuridad, tienes la capacidad de reiniciarme al sonreír, al poner los ojos chiquiticos y simplemente ser tú...

Pollito.

[elpaditv]

El ex pelotero, Manny Ramírez, confirma que era escogidista cuando pequeño. "Nosotros somos escogidista desde chiquitico". Le expresó y explica que le gustaba la Negra Pola que jugaba con los Leones. Luego, Ramírez dice: "Tú sabes que mi sangre es amarilla". Dejando claro que ya es aguilucho. También dijo: "Me encantó jugar en la República Dominicana". Todo esto fue en la entrevista realizada por Laura Bonelly en la séptima temporada de #masquepelotalb

#MannyRamirez #AguilasCibaeñas #Lidom #ELPADITV

[pompitasadvil]

31 08 24 Sábado

Pompis máximas. Te pienso en tu trabajo, en tu viaje y ese pensamiento me trae conectada remotamente a un sitio tan lejano y tan invisible para mi. Como un mesita de noche en la oscuridad con una lampara y cositas queridas. Me gustaría que mi espíritu en la noche se acostara al lado tuyo dentro de las cobijas. Poderte abrazar. Pero los celulares solo permiten palabras escritas en una o dos tipografías y mensajes secos. Había un fragmento de kafka que decía que los besos que llevaban las cartas eran sorbidos, robados por los fantasmas (espectros) del camino. Del camino que recorre una carta hasta llegar a su destinatario. Con los medios digitales sin que todo sea malo, el cariño y una especie de fuerza vital también se ve cernida por un colador de huecos muy chiqui chiquiticos. Como si el alma y los sentimientos los pasaran por un pedazo de tela y el sobrante fuera lo que le llegara a uno. Un jugo sin pulpa ni rastros de fruta. Entiendes cachipay?

[togethertothemoon]

Me pregunto si es la soledad eso que no se ha querido despegar de mí desde hace años, mi último enamoramiento fue hace tres años y duró un mes hasta que empecé a sentir que de igual manera prefería estar sola pero atada a él, a kilómetros del que fue mi lugar seguro durante toda mi vida, sin espacio personal pero con dos seres chiquiticos que me alegran la vida, sigo sintiendo ese hueco dentro de mi que no recuerdo en qué momento empecé a sentir.

¿Que puede curar esta fisura que se le hizo a mi corazón?

Lo he intentado todo y siempre llegaba a mi lugar seguro con mi perra Zion, ahora que la tengo lejos de mi, me invade un no sé qué que por días se oculta y en otros se desborda sin pedir permiso.

No se puede ser siempre positivo y pensar que ya llegará el día de mi suerte, no me puedo mentir a mi misma y decir que no pasa nada, cuando de la nada estoy respondiendo mensajes que me escribieron en el 2022.

¿Por qué esa falta de constancia?

Por qué esos flash back sexuales y catastróficos que me persiguen día tras día.

Mi alma está intranquila.

Me perdí hace mucho tiempo y todavía no me encuentro.

[arysbellalifestyle]

La foto más cute del mundo porque me las tiró mi chiquitico. Tendrían que ver su cara mientras le tiraba fotos a su mami 🥰

[conlasbasesllenas]

Entrevistamos al nuevo catcher de los Yankees de Nueva York, el cubano J.C Escarra que nos estuvo contando de sus muchos caminos en el beisbol para finalmente llegar a esta oportunidad en las Grandes Ligas y con el equipo de sus amores al igual que sus padres. J.C fue el receptor de Puerto Rico en la Serie del Caribe y es miembro de FEPCUBE. Una bonita historia que merece ser vista.

[portalvallenato]

SAYCO celebra los 80 años del Maestro ALFREDO GUTIÉRREZ

“Tiene los ojos indios como me gustan a miHechiceros y chiquiticos brillantes como el safirPero ay si pudiera arrancártelos de tu fazA mi lado los tuviera que me miraran a mí no más”. Los anhelos de escuchar y sentir la música de los amantes del llamado ‘Rebelde del Acordeón’, serán complacidos este próximo 17 de abril cuando la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, SAYCO, celebre los…

[garavato-amarillo]

Te quiero,te quiero.

Las flores amarillas que me trajiste mamá las ha cuidado tanto cómo yo cuido tus abrazos, tú me enseñas a ser mejor, a ver mi dolor como un niño asustado pero valiente, gracias por calmar mis días con marea alta, gracias por reírte de todo eso que no da risa, espero ser tu amigo siempre niña de crespos perfectosy corazón dulce. Eres como un melocotón chiquitico, cómo una nube tranquila.

[brunette01]

Mi mayor vicio es el café...

Pero el de tus ojos chiquiticos ❤️

[dizmo]

MI CHIQUITICO APOLLITO NOOOOO

el apollito ...

[escarcha-en-el-corazon]

Yo quiero una imposible

De esas que ya no existen

Que no ceden ante los ojos de la tentación y

Se retira si le insisten.

Aunque no es fácil si cuerpo contra el calor de

Un hombre se resiste.

A cualquiera no se entrega, le encanta que la conquisten.

Yo quiero una que comprenda la canción del mundo de mis utopías.

Que por hipocresía jamás se sonria.

Que no se prostituya en un "te amo"

Yo la prefiero fría.

Que guarde una mirada triste pa' que entienda

La mia.

Que no me fuerce a recitar palabras que a mí

no me nacen.

Que no me quiera por cantante, pero que

cante mis frases.

Que por ningún motivo mis labios por otros los

reemplace...

Y que camine de mi mano orgullosa aunque

Muchos nos rechacen.

Que le guste la música y adore los tatuajes.

Que cambie los bares por mi presencia y el

humo

Que supere la moral pa' hablar el mismo

lenguaje.

Y que se llame Juana pa' que rime con lo

que fumo.

Me han dicho que se esconde donde se perdió

la verdad

En un sitio chiquitico donde termina la

inmensidad.

Que la vieron bailar de mano con la soledad.

Espérame allá

Mañana dejo la ciudad.

Tengo todo esto y más ❤️

[tusonrienomash]

Me han dicho que se esconde donde se perdió la verdad en un sitio chiquitico donde termina la inmensidad, que la vieron bailar de mano con la soledad🎶🖤

Mi simbazaurio mi barbon rico, vamos por otro año juntitos, vamos hacia otro rumbo✈️🖤

[somoscele]

La Abuela Hilda le cuenta a Mia sobre su Abuelo Cele.

Mis memorias favoritas de Cele son tantas. Primero te diré que nació y fue un niño muy especial. Fernando nació en una clínica, pero cuando yo iba tener a Cele nosotros estábamos construyendo una casa y yo no quería que Celedonio gastara plata en la clínica y le dije que quería tener a mi hijo en la casa, entonces tuve a Cele con una partera. Fue un mal rato pero nació el niño. Desde que nació fue un niño muy lindo. Una señora una vez me dijo “ay, ese niño no se te va a criar” y yo le pregunté “¿cómo me dice eso? Porque?” dice “es un niño Dios”. Era tan bonito, una cara linda, linda, con muchos pelitos asi negritos asi sueltos. Y él siempre fue un muchacho muy especial, muy, muy especial. Sufrió mucho, sufrió mucho de pequeño, se quemó. Luego, él sufría de unas ampollas. De chiquitico le salieron unas ampollas en los deditos de las manos y en sus pies. Lo vieron muchos médicos y un médico deijo que cuando él creciera se iban quitando. Si cuando cuando se fue creciendo se le fueron quitando efectivamente.

El fue muy buen estudiante, mientras que su hermano estaba fastidiando el la calle con las muchachas y con los amigos y todo eso, Cele siempre estaba leyendo un libro. Acostado en la cama leyendo un libro. 

El fue siempre muy especial, estudiaba mucho, siempre fue buen alumno hasta que cuando cumplio catorce años el jefe de Celedonio se puso viejo, le dijo que porque no mandamos uno de los hijos para Italia a prepararse en los textiles para que trabajara en telares. Entonces le hablamos con Cele y a el le entusiasmó la idea. El tenía catorce años cuando se fue a Italia. A mi me pego mucho porque nunca me habia separado de mis hijos pero bueno, era por su bien y sus estudios. El se fue entre los meses Julio y Agosto, ya en Diciembre él ya perfectamente podía hablar, escribir y leer en italiano. Él siempre fue muy muy inteligente. Se acostumbró allá, hizo amigos, estudio y todos los años regresaba a Venezuela de vacaciones. En su penúltimo año fue cuando tuvo el accidente del brazo. Le dijeron que fuera como una pasantía y una imprudencia de él, porque dio la mano a quitar una pelusa y eso fue cuando la maquiina le agarró el brazo. El sufrio muchisimo.

Cumplio sus deicisiete años en el hospital en Venezuela. Eso para mi fue un golpe muy duro. Que perdiera su brazo. 

Los médicos; le veían muchos psicólogos porque solo tenía diecisiete años y habia perdió el brazo. Después de aconsejar decidieron que sería mejor que él regresara a Italia, yo no quería, llore y llore y le dije a Cele que “No, no, no, yo no lo dejo ir! Gracias a Dios que fue así, porque él allí aprendió a sobrevivir solo, con solamente un brazo. Si se hubiera quedado en Venezuela conmigo yo le hubiera hecho todas las cosas, eso sería muy malo para él. 

Luego cuando se graduó se regresó a Venezuela y fue a trabajar un tiempo en telares y allá pues, se enamoró. Fue cuando se casó con Tita; Laura Leal. Se enamoraron y se casaron. Estuvieron chévere, porque Laura fue una persona muy bella y buena mujer para él, lo quiso mucho y se quisieron mucho. Nacio Juan Carlo y fueron felices.

A los diez años del niño, paso lo que pasó con Laura. Ella murio de cancer. Eso fue muy duro para él y Juancito, muy, muy duro. Entonces bueno yo pensaba que él no se iba volver a casar. Entonces se fue con Juan a vivir conmigo y yo lo termine de criar. Hicimos la convivencia, todos muy unidos porque estaba en la casa y trabajaba con el papa.

Paso casi diez años de viudo, él empezó a salir con Susana. Yo me acuerdo que yo me preocupaba por la diferencia de edad. Hable con Susana porque, Susana era la hija de una cuñada mía, entonces yo le dije “Susana, tú estás segura? Estás segura, porque Cele te lleva muchos años. Tu estas segura que quieres casar con él de verdad?”  “Si, claro que si” “Bueno, mi hijo ha sufrido mucho, él sufrió mucho con la pérdida de su esposa. Yo no quiero que pase un dolor otra vez. ¿Estás completamente segura? Por favor, piensalo, piensalo.” “No, no, no. Yo estoy segura, yo si lo quiero, yo si me quiero casar.” Era mi deber decírselo, pensando en Cele porque no quería que sufriera un desengaño. Pero mira, gracias a dios también fue una mujer magnífica para él y también fue feliz y lo quiso mucho y tuvo su otro hijo. Gracias a dios que las dos mujeres que le dio dios a mi hijo, lo hicieron feliz y él fue feliz. Si el fue feliz y sus mujeres lo quisieron muchísimo, porque tanto Laura como Susana, estuvieron un matrimonio bien bonito. El no era como Fernando que era tan mujeriego y sinvergüenza, siempre fue muy tranquilo, muy, muy tranquilo siempre. Le gustaba mucho leer, le gustaba mucho aprender, nunca se cansaba de aprender.” 

Claro quizás esto no vale porque soy su mamá y claro pero sinceramente, no porque sea mi hijo, él fue magnífico; hijo magnífico, padre magnífico, hermano magnífico y amigo. Él volvía mucho por la gente humilde, por los trabajadores, porque los querían tanto allá, las mujeres que planchan, lo adoraban, porque, porque él estaba siempre pendiente, echando broma, dando palabras de aliento, estaba con ellos. Eso era Cele. Eso era Celito. Siempre, siempre. Yo recuerdo trabajando allá en la casa, en la casa donde hacen pañales, cuando negociamos, cuando fuimos a hacer una entrega en el centro, el siempre me decía “Mamá, chocala, chocala con el rosario para que encontráramos puesto!” Siempre. Y mira, me ponía a rezar el rosario de la casa, cuando llegábamos, eso era fijo, había un carro, siempre encontrábamos puesto. Siempre. Y él siempre dijo cuando íbamos diré eso. Y si, siempre encontramos puesto. 

Dice Nilma que claro, él fue quizás con quien mas compartió de sus hermanos porque todos los fines de semanas en la mañana subian al Avila los dos. Luego aqui, mas de diesiocho años, trabajando aqui con el (Nilma). A Nilma le pega muchísimo, al principio, el primer dia que fue a la oficina no pudo trabajar se tuvo que regresar, no podía, porque dice yo lo veía y todos diciendo “Cele, Cele, Cele, Cele esto, Cele aquello”. Entonces era muy duro, muy duro para ella. El restaurante, cuando tenían el restaurante, recuerdas el restaurante? El llegaba y si estaba muy ocupado, él la ayudaba con lo que fuera. 

Si tenía que poner mesas, ayudar con la comida, o si era de lavar platos, o si era de ayudar con “compre esto o compre aquello” si, lo hacía. Por eso lo pusimos “siempre listo.” 

Estaba listo a ayudar a lo que fuera. Bueno, ellos, los tres (Sergio, Cele, Fernando). Si Fernando venía y venía Sergio, eran los tres mosqueteros, porque si hay algo bonito de esta familia Fernandez, es la unión que habido siempre, muchísimo unión, es mucho amor. El problema de uno es problema de todos, la alegría de uno es alegría de todos. Celedonio estuvo muy en eso, siempre me decía “Hilda tenemos que los muchachos sean así, que sean unidos, sean muy unidos.” Si había algo que a Celedonio lamento, es la distancia entre los otros muchachos.

[cartas-huerfanas]

Dame un momentico Uno chiquitico Acércate poquito Que a tu boquita explico Y entiende, entiende Que tú sólo no eres ganas Tú eres el deseo que emprende En el amanecer en mi cama

- D.O

[firehunters]

@avaxhunt

“You have no idea how much we appreciate this,” said Sean with a tired smile. He held one squirming three-year old in his arms. He was a perfect amalgamation of his mother and father, the fair hair and light eyes of his father, but the glow and sharp features of his mother. His perfect copy was in the arms of said mother, also wiggling and trying to break free.

“We do appreciate it,” Jenna chimed in to reinforce this fact. “But also, everything you need for them is in their diaper bag.” She hitched it up to show the bag to Ava and Andrew. “They have some spare clothes, a few snacks, some pull-up diapers…” Jenna went on and on about what was in the bag. Andrew couldn’t actually believe there was actually that much in there to begin with.

The couple then passed over a child each to Ava and Andrew and then Jenna hung the diaper bag over Andrew’s shoulder. “Mami te quiere muchisimo, mis chiquiticos,” she cooed at them, planting a kiss on each of their cheeks before Sean took her shoulders and steered her out of their doorway.

Andrew looked at the child in his arms before he went ahead and put him down. “How are we going to remember which is which?” he asked, looking over at Ava just as the little boy ran off, seeing the dogs. He looked over at the boy that Ava was holding trying to find any kind of distinguishing marks so that he could tell the boys apart.

“I’m sure just calling them by their names will get just one of them to respond,” said Ava. “I don’t think they’re quite at the age where they’ve figured out they might be able to switch places and fool people.” She then put the boy she was holding down as well and watched him zoom off to join his brother in playing with the dogs.

“I don’t know,” said Andrew, “I don’t think you’re giving them enough credit. I was a goddamn terror when I was that age. My mom just didn’t have the twins yet to deal with, so she could handle me on my own until I was a little older. Besides, kids learn to lie eventually.”

“And how do you know you were a terror? Your mother has never said as much.” Ava took his hand to get him to move so they could keep an eye on the twin boys in the living room.

“My mother worked constantly,” he shrugged. “Besides, there’s two of them.”

“Yes, and there’s two of us,” Ava replied back.

The couple walked into the living room where the twins cooing over the dogs. Andy was sitting down and wagging his tail, excited for the small people to play with. Viola was already looking annoyed by the additional attention. Larry and Oliver were both sniffing at each boy.

“Alright, what do you two want to do today?” he asked as he leaned down. He wasn’t quite eye level, but he was at least much closer to their height.

Both boys yelled loudly before they ran off, laughing and screaming.

“Jesus,” said Andrew as he rubbed his ears. “They’re so high-pitched.”

Ava laughed, a tinkle of amusement in her voice. “The tub of kids’ things is under the bed,” she told him. “Go get it and I’m sure they’ll be more than entertained.” Ever since Danny had been born, they had put together a box of a variety of kid’s things: coloring books, crayons, play-doh, legos, blocks, and other things, so they would have something to offer the kids when ever their friends brought them over or a day such as today when they had been asked to babysit.

“Right,” he said. Andrew went ahead and walked to his bedroom to grab the box from under their bed bringing it over so they could choose what they wanted to do. “Boys, uncle Andrew has some toys.”

The pair came running back.

“I’m going to get get them some snacks prepared,” said Ava. She gave Andrew a kiss on the cheek before she disappeared into the kitchen, their diaper bag in tow.

“Tío Drew!” said one excitedly. Andrew knew that they called their aunts and uncles tia and tio, most likely due to Jenna’s side of the family. Sean didn’t have any brothers or sisters, so the boys had grown to address them as such.  

“Yeah. Take your pick at what you want to do,” he gestured to the box.

The boys both dove in headfirst to search through everything.

—

Andrew was sitting on the couch trying to focus on the television while the twins were currently trying to climb on top of him, like he was a jungle gym. At this point, Andrew had given up trying to fight them off. They had decided, rather than color in their coloring books, it would be much more fun to try and mark up Andrew. His arms already had several streaks and scribbles from markers. If he got annoyed or angry at them, they only seemed to find it funny and laughed at him. He wasn’t sure if this was an indicator of how non-threatening their own father was and so they assumed the same of Andrew or if they were just genuinely just that fearless. He chose to think it was the former.

“Aw, babe,” laughed Ava who walked back with a tray of snacks. Per Jenna’s request, she had prepared some fruit bowls for them with some yogurt. “Did you finally give up on trying to get them off you?”

“Nothing works,” grunted Andrew as he began to flip through Netflix to try and find something to watch in the meantime, something kid friendly. Not that he had any idea what might be outside of picking a cartoon (and even then, that hardly seemed safe with plenty of adult cartoons, anyway).

“Come on, boys, I’ve got some snacks,” Ava said. “Let’s give uncle Andrew a break.”

Both boys yelled and quickly tumbled from the couch to go see what Ava had. “Tank you, Tía Abbaaaa,” they both sang together.

“Oh, babe,” said Ava with a giggle as she sat beside Andrew and moved a bit of hair from his face. She licked her finger and then rubbed off a red mark from his cheek. “Just put on some Scooby Doo for them,” she suggested as she helped him find something that they could watch with the kids.

—

The boys were yelling again. It was probably only the thirtieth time they were yelling that day. They seemed to be yelling nonstop if Andrew was being honest. This time they were yelling because the movie that had just been put on ended and so that meant they were left without anything to do.

Andrew crouched down to the level of the boys. “I need you both to be quiet for two fu— seconds, please,” he said.

The twins both stopped and looked at Andrew as if they were considering it but then laughed.

“Tío Drew funny,” one of them grinned.

The other one was trying to climb up on top of him, he was on his back already, handing from his neck.

“I set up the kiddie pool in the back,” came Ava’s voice. “I think that’ll keep them occupied for the rest of the afternoon,” she said. “Come on, you two, let’s give tío Andrew a break and go into the pool,” she said and gave Andrew another little wink. She could see how tired he was getting already and it had barely been a few hours.

“Pool, pool, pool!” they both yelled. They got up and ran out back.

Ava put an arm around him. “I promise I will make this entire babysitting excursion worth your while as soon as they both leave tomorrow, okay?” she said. She kissed his temple.

Andrew looked over at her. “How much you wanna bet they jumped into that pool clothes and all?” He asked her. He could already hear water splashing.

“That’s what the extra clothes Jenna packed for them is for,” she said. “Come on, let’s go sit out there and make sure they don’t hurt themselves.” She stood up and held out a hand for him, walking out back with him.

—

Andrew and Ava were awoken at six in the morning exactly. The twins were already up and Andrew could hear them yelling in the spare bedroom they had prepared for them to sleep in. “Is this the time parents wake up at daily?” he grunted. Andrew was no stranger to an early wake up call, but Andrew was also not trying to be awake early today as it was a day off for him.

“I think so,” yawned Ava.

“When do Sean and Jenna pick them up?”

“Eleven.”

“Thank fuck.”

The boys burst into the room. “Tío, tía!” they screeched. “Tío, tía, tío, tía.” They then climbed into their bed, jumping on top of them.

“Oof,” groaned Andrew as he turned over only to feel the weight of two children sitting on his back, laughing.

“There’s some cereal in the kitchen you can give them,” mumbled Ava.

—

“Boys,” called Sean as Andrew opened the door. Both Sean and Jenna looked fresh and youthful after their weekend off. They definitely didn’t look as tired as they did the day before when they had dropped off the twins.

“Daddy!” The boys came running. “Mami!”

“Aye, mi nenes,” Jenna cooed. She was crouched one the floor to hug both of her sons, one in each arm.

Sean bent down to pick one of them up. Jenna took the other in her arms.

“Thanks again,” sang Jenna to Andrew and Ava. “You don’t know how much we appreciate.”

“I think we get the idea,” nodded Andrew.

“Any time,” said Ava with a tired smile.

“See you at work,” said Sean.

“Yeah, yeah,” said Andrew as he shoved the diaper bag at them before he closed the door, hearing the familiar screeching he had gotten all too familiar with over these past couple of days.

“What’s your opinion on kids, again?” Andrew asked as he looked at Ava tiredly.

“Still not wanting them,” said Ava.

“Thank fuck,” said Andrew. And with that, the couple collapsed onto the couch in their living room to catch up on their lost hours of sleep.