#mi guardián mi ángel mi amiga
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¿Amor Imposible? (Sulfus y TN)
Narra TN
Ya me estaba levantando porque hoy sería mi primer día de la academia de ángeles estaba emocionada solo que mi hermana no tanto lo digo porque no nos llevamos también que digamos
TN:Raf levántate
Raf:Hay no quería que llegará este día pero a llegado
Mamá:Raf TN mis ángeles hoy es un gran día y no pueden llegar tarde
Raf:Me levanto en un minuto Mamá aún no estoy lista
TN:Yo ya estoy levantada y arreglando mis cosas
Raf:¿Por qué no me puedo quedar en la cama?
TN:Raf por favor levántate ya estoy lista
Raf:Sabes que TN ya vete tú te veo haya
Hace mucho tiempo Raf y yo éramos las mejores hermanas pero por el accidente que hubo no volvimos a ser las mismas hermanas déjenme explicarles
Flashback
Raf:TN despierta me estás asustando
TN:Raf alejate no te quiero hacer daño
Es que yo cuando era chiquita tenía visiones de cuando éramos grandes y Raf no lo sabía y mi mamá tampoco y yo lo enfrentaba sola todos los días hasta que en una visión lastimé por accidente Raf
TN:Raf lo siento no quise*sollozando*
Raf:Alejate tú no eres mi hermana eres un monstruo*triste y enojada*
Fin del Flashback
TN:Ok hermana te veo haya
Raf:Como sea Agarré mis cosas junto con mi ánimalito llamado Zack
TN:Adiós Mamá no te preocupes me cuidaré *susurrando*aunque no se lo que me espera lejos de casa
TN:Anyitaun lo echaré de menos bien Zack tenemos que ser respetuoso algún día yo también tendré un aro radiante si me esfuerzo
Urie:Pero primero tenemos que superar esta etapa
TN:Urie que haces aquí *Dije mientras nos abrazamos*
TN:No quedamos en encontrarnos en la gran puerta
Urie:Bueno si pero pensé que era mejor ir juntas
TN:Ah genial
Xxx:Que pase el siguiente
Urie:Vamos TN eres la siguiente
TN:Nos vemos al otro lado
Urie:Que tengas un buen viaje amiga mía
Xxx:Estás lista TN
TN:Por supuesto
Xxx:Bajarás por primera vez verdad *Yo solo asentí*
Xxx:Y es la primera vez que te alejas de casa Asentí otra vez
Xxx:Que las altas esferas te protejan
TN:Si *Luego de eso toco una campana para que se pudiera abrir la puerta*
Xxx:Adelante no temas TN
Narra La Narradora
Después de que el señor le dijo eso a la protagonista la puerta absorbió a nuestra queridísima angel y casi se iba a caer en el suelo pero gracias a dios tubo un buen soporte y no cayó al piso Lo que no sabia era que es que estaba en la calle que por allí iba a pasar un coche pero gracias a dios lo esquivo y se para en una banqueta para que no le pasara nada aunque ella sabía que podía traspasar los autos entre otras cosas
Xxx:Jaja mira esa cara asta que no completes tu transformación serás transparente
TN:Eso ya lo sabía hola yo soy TN y tu ¿Quién eres?
Xxx:Soy Sulfus estoy seguro que oíste hablar de mí TN estaba apunto de agarrar su mano pero el la quito rápidamente y se empezó a reír
Sulfus:Jaja bueno ahora me conoces Los animalitos están cerca pero de pronto su serpiente iba a atacar a mi animalito pero se alejó rápidamente
TN:Pero eso es descortés
Sulfus:Estás enfadada lo hice por ti no sabes nada del Veto
TN:Casi se me olvidaba
Sulfus:Mejor vete a la escuela se te a echo muy tarde
Narra TN
Ya me estaba empezando agradar se nota el sarcasmo bueno mejor busco mi clase Iba a tocar pero la puerta se abrió sola
TN:Buenos días mi nombre es TN vine para mí formación de ángel lo siento por llegar un poco tarde
Xxx:Aquí excusarse no sirve de nada aquí cuidamos de los seres humanos específicamente sus almas un solo error y será tu adversario quien se lleve la victoria
TN:Si había leído al respecto
Xxx:Mmm... interesante
Xxx:Tus compañeros y tus adversarios ya están trabajando así que me limitaré a darte las explicaciones y comenzarás tu tarea El ser humano del que serás ángel guardián es un chico de 14 años llamado Andriu cada día cada hora y a cada minuto los seres humanos deben elegir entre lo bueno y lo malo
Xxx:Debes guiar a Andriu pero nunca en interferir en su libertad de elección ¿Por qué? Ese es su derecho
TN:Si eso ya lo había leído para saber más acerca de lo que hacemos
Xxx:Sorprende y tu mascota transformará tu metamorfosis
TN:Eso sí no lo sabía
Xxx:Y tu lo completaras con la frase que acabas de aprender descubrirás tus poderes de apoco preguntas
TN:Ninguna solo como se determina quién va a dar el primer movimiento
Xxx:Eso lo averiguaras en la sala de los desafíos
En la sala de desafíos
Luego de esa explicación vi como una persona entrada la verdad pero quería detenerlo pero me dio una sensación de que no es alguien de fiar
Sulfus:Aún no lo has entendido para los humanos somos invisible a menos que....
TN:Nos transformemos lo sé Sulfus pero solo me dio una mala vibra esa personay apuesto que tú eres el diablo de Andriu
Sulfus:Hacertaste mi ángel
TN:Ok si me dices mi ángel yo te digo mi diablito
Sulfus:Ok veamos quién realiza el primer movimiento
TN:Me parece bien
Sulfus:Elige tu arma mi ángel
TN:Ok mi diablito veamos un poco ustedes son llamas y fuego no es así
Sulfus:Aah Así que estoy en la playa para poder surfiar
TN:Así que necesitas un chapuzón
Sulfus:Eso no es justo es la gran ola hawaiana
TN:La sala de desafíos se puede transformar en cualquier cosa no lo sabes el ganador es el primero que toque la boya veamos si puedes seguirme Alas de velocidad si
Sulfus:Ja te crees rápida pues ahora voy a darte una lecciónSulfus había tirado un rayo de fuego en el agua para hacer humo
TN:Un poco de humo no me detendrá
Sulfus:Ella sí que es buena debo usar otra estrategia
Sulfus:Aah ayuda que me ahogo*Pare para ver lo que le pasaba a Sulfus*
TN:Sulfus resiste voy por ti *Sentía que se me estaba olvidando algo tal vez no era nada*
Le estaba dando la mano para que pudiera levantarse y no ahogarsePero cuando me tocó la mano me dio una electricidad por todo el cuerpo hasta que me caí de la tabla
Sulfus:Has perdido así que yo haré el primer movimiento con el humano adiós
TN:Sulfus estaba intentando ayudarte*pero recordé lo del Veto*el Veto prohibido tocarlo En otro lugar
Narra La Narradora
En la casa del humano estaban empezando tocar muchas veces el timbre así que Andriu bajo a ver que necesitaba o querian
Andriu:Está bien ya voy ¿Quién será ahora?
Sulfus:Mm tengo un paquete para Andriu eres tú
Andriu:Pero yo no pedi nada
Sulfus:Bueno es un envío pagado pero si quieres lo devolveré es una lástima por qué el juego acaba de salir hoy
Andriu:Espera de que juego hablas
Sulfus:Para la nueva super consola
Andriu:En serio yo la tengo en el salón
Sulfus:¿Por qué no la probamos entonces? *Es un juego genial para dos jugadores*
TN:En serio veamos lo que hará
Andriu:Lo probaré gracias
TN:Genial*Voy a ver cómo Sulfus tenía una sonrisa arrogante*
TN:Quita esa sonrisa ahora quién cuidará a la niña
Sulfus:Pues tu no eres el ángel de la guarda
Andriu:Oye con quién hablas
Sulfus:Aa no importa vamos a jugar*Me dirigí al cuarto de la niña para ver cómo estaba*
TN:No bebé que haces te vas lastimar*Bebé estaba a punto de salirse de la cuna y lastimarse*
TN:!!No¡¡Pero vi como cayó en una almohada que estaba en el piso y gracias a eso amortiguó la caída de la bebé
TN:Se puede saber a dónde vas *Ahora estamos en otra parte de la habitación estamos ahí donde había un burro y una plancha y tenía mucho miedo de que se le cayera la bebé*
TN:No pequeña no debes hacer eso los cables no son divertidos pueden hacerte daño *La planta está apunto de caerse a la niñaPero luego se me ocurrió una idea*
TN:Zack activaba la metamorfosis guardar y proteger Me había convertido en una humana pero luego recordé a la bebé así que me dispuse a ver qué no se lastimara
Bebé:Jaja*risa tierna*
Narra La Narradora
Sulfus y Andriu seguían jugando hasta que sonó el timbre
Andriu:Vaya ya llegó mi Madre *TN también ya había escuchado el timbre hacia que acostó a la bebé ya que se volvió a dormir*
TN:Destransformacion*Y Sulfus se salió por una ventana para que no lo viera la Mamá de Andriu*
Andriu:Hola Mamá
Mamá:Hola cariño ¿Cómo está tu hermana? ¿Está bien?
TN:Muy bien*Luego se fue de la casa para ir a la escuela*
Xxx:No estuvo muy mal no puedes sustituir a los humanos
TN:Pero la hermana de Andriu se había poder echo daño y se que va contra la regla pero tenía que hacerlo
Xxx:Esa es la responsabilidad del chico se lo debiste explicar con más claridad
TN:Pero Sulfus intervino hizo trampa
Xxx:Basta Sulfus se comportó como un diablo y te gano el desafío pero espero por el bien de tu humano que está sea la última vez que ocurre ahora ve arriba a la sala de los sueños descansa y piensa en esto *En las habitaciones*
Narra TN
Urie:TN por fin haz vuelto estaba tan contenta de verte tengo mucho que contarte ¿Pero que ocurre?*Yo negiego con la cabeza*
TN:Urie a sido un día muy difícil
Narra Sulfus
Rayos por qué tengo la estrella en la mano será Aagggh fue por el angelito
En otra parte
Se podía ver que alguien estaba viendo cómo Sulfus y TN habian rompido el Veto
Xxx:Detén la imagen rápido *El señor de la sudadera rara y el que le daban una mala vibra a nuestra queridísima rayis era el que estaba deteniendo la imagen en un momento*
Xxx:Ahora a grandala bien echo malaquía bien echo
Xxx:Gracias mi señora
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Odiaba sentir que te podía perder. Odiaba que te pudieras alejar cuando podíamos luchar por estar junto a la otra, porque nunca nos habíamos lastimado intencionalmente. Nuestra amistad nunca fue algo doloroso. Siempre estuvo colmada de diversión, consideración, apoyo y amor.
No iba a aceptarlo.
Me aferré con todas mis fuerzas. Que ser terca e intensa sirviera de algo. Aunque prometí darte un tiempo, te seguía explotando a mensajes contando mis días, las cosas graciosas que veía, las chicas que se me hacían lindas, los animes o series nuevas que estaba viendo, la música que había descubierto, los cambios de imagen que me quería hacer, los libros que empezaba, las crisis por no estudiar, las crisis por mi sexualidad.
Sonreía cuando me llegaba un mensaje tuyo. Qué agradecida estaba de ser tu amiga. De saber que pasito a pasito te divertías estudiando. Aunque me preocupaba (y me preocupo) por tu salud. Fue un alivio que me contaras que tus compañeras te cuidaban.
Este año me descubrí. Me convertí en la suma de pensamientos positivos durante cinco años.
Pero también en la suma de enseñanzas adquiridas por estar a tu lado.
Valentina, una chica preciosa, con una sonrisa que ilumina toda una habitación. No debes dimensionar lo que deben sentir los demás cuando sonreís. ¿Y cuando reís? Todos se ríen con vos, porque esa es tu vibración. La de una persona que vale la pena tener al lado.
Valentina, una chica con una dulzura sin precedentes. Tan preocupada por los demás. De corazón noble, sensible sin más. Un alma pura llena de amor para dar.
Valentina, una chica que sin notarlo me enseñó a cuidar mis vínculos. Siempre repetiste que tengo "responsabilidad afectiva", pero la verdad es que la fui aprendiendo acompañando tu camino. Tal vez la Agustina de quince años hubiera desaparecido sin dar explicaciones. Pero la Agustina de veinte que te conoció y la de casi veintidós que te molesta día tras día no se atreve a dejarte ir. Me convertí en un perrito guardián.
Valentina, una chica que se divierte con lo que soy, rara y boba. Sos tan distinta a mis amistades pasadas, que fueron dolorosas y me hicieron desconfiar. Pero estás en la misma sintonía que otras amistades que me cuidan y a las que cuido. Así de importante sos en mi vida.
Valentina, una chica que, a pesar de estar ocupada, me cuidó y me brindó palabras bellas cuando atravesé el momento más duro este año.
Valentina, una chica que me esperó cuando decidí abandonar las redes por casi seis meses. Y a la que esperaría mil años si quiere su tiempo.
Valentina, una chica capaz que se esfuerza por lo que quiere, llegando a su límite para conseguir su objetivo.
Valentina, una chica que perdona las palabras más crueles y los tratos horribles porque ama.
Valentina, una chica que ama pero no deposita su amor en su reflejo. Reflejo que la anhela. Reflejo que ruega por una sonrisa y un halago.
Valentina, una chica que tiene una niña interior que mimar.
Valentina, una chica que cuida sus memorias, disfrutando de cada recuerdo que guarda en cualquier lugar que encuentre, ya sean su cajita o su celular.
Valentina, mi gran amiga.
Limitada como estoy, estas razones son mínimas para describir qué te hace ser quien sos. A través de mis ojos veo un ángel. No hay cosa que hayas hecho que me haga verte mal. Siempre dispuesta a defenderte con lo que sea necesario.
Te amo.
Y deseo que pronto todo el amor que te tengo y el que te tienen otras personas lo juntes y te llenes de valor para conventirte en quien querés ser.
La chica en el espejo que vas a amar.
¡Feliz cumpleaños!
Hice esta playlist para que la escuches día a día y te sientas una diosa de los 2000s. ¿Tal vez Rihanna o Britney? ¿Lindsay Lohan o Christina Aguilera?
Hacela sonar cuando te sientas triste o cuando te estés maquillando. Te vas a ver en el espejo y va a ser un boost de confianza, energía y amor propio.
Sé una chica hot no una chica triste.
Te amo, hermosa.
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ㅤㅤㅤ ㅤ ⌜❝La chica❞⌟ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ୧┆Narrativa: 200 Books ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ୧┆Etiquetas: #PVFRedCarnation + #TheNorthFace ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ(...) ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ .
Erik era un hombre bestia, uno que tenía las experiencias más crueles de la vida, adorado por su ingenio y sometido por su fealdad. Su inteligencia lo salvaba de las aventuras más excéntricas, sin embargo, su apariencia era la misma condena; era un hombre maldito y lo había sido desde que tenía memoria. Se había convertido en el amo de las sombras y las trampillas.
Condenado en su cueva oscura, no fue sino hasta que escuchó y vio a Christine Daae en el escenario, practicando mientras danzaba, la casi adolescente empezó una canción para su amiga Giry, le faltaba aprender mucho, pero él, escondido en la trampilla que daba al escenario, debajo de ellas, pudo escuchar el potencial que la doncella poseía. Sí, tenía el talento nato, y la prácticamente niña, no tenía la menor idea de que fue seleccionada por el más ferviente amante de la ópera y de la música.
Así fue como Erik, con amor, ternura y fascinación, se encargó de que la joven Daae practicara dentro de las notas. Todas las noches aparecía en su habitación para ayudarla a cantar, la citaba en un par de lugares más para que aprendiera a utilizar el oído, pero la doncella no era totalmente una principiante, su padre la había llevado por buen camino.
―Canta para mí, mi bella doncella ―El ángel se había convertido en un padre sustituto, en un amigo para la joven y finalmente, la había adoptado tanto que su amor paternal poco a poco fue evolucionando en el tipo de amor que sólo un amante y admirador podría ofrendar.
Sus sesiones se prolongaron más cada vez que la joven Daae llegaba a notas más altas, rompiendo de esta manera, sus récords como soprano. Sí, ella iba por buen camino y pronto estaría lista para cantar en su teatro, Después de todo, ese era su recinto y no de aquellos hombres inútiles que supuestamente administraban el lugar. Pocos entenderían la habilidad que el genio tendría para envolverla.
Al notar que Christine lo admiraba y en cierta medida lo apreciaba, Erik comenzó a creer que era merecedor de su amor, como si de un padrino se tratara, pero ese cariño que ella sentía por él no era más que el que podía ofrecerle como un guardián, un protector y un amigo.
La fascinación y la admiración por la señorita Daae, se convirtieron en el fantasma en una obsesión.
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ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤActividad de: ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤ ㅤㅤㅤ𝚃𝚑𝚎 𝙿𝚊𝚛𝚝𝚎𝚛𝚛𝚎 𝚘𝚏 𝚅𝚎𝚕𝚕𝚒𝚌𝚑𝚘𝚛 ᴾʳʲᶜᵗ
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No sé si leerás esto algún día, pero antes de que leas, quiero confesarte algo...
Hoy amanecí pensando en ti, con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta... Soñé que volvías a mis brazos, aferrándote a mí como si fuera un juguete que un niño anhela cada Navidad, y que no parabas de abrazarme y de decirme cosas bonitas como cuando estuvimos juntos...
Te llevaré por siempre en mi corazón, y lamento mucho lo que te ha sucedido, mis días sin tu presencia se volvieron un tormento...
Gracias por ser mi amiga y mi amor a la vez, fuimos todo sin ser nada. Este tiempo fue breve pero provechoso contigo, experimenté cosas que jamás creí que sucederían con otras, tu sonrisa y tu nombre los llevaré grabados en mi recuerdo, gracias por aparecer en mi vida. Te deseo lo mejor del mundo, ojalá cumplas todas tus metas, que tu sonrisa y tu alegría nunca se apaguen, y que donde quieras que vayas no te olvides de este chico que te amó con todo el corazón y que hoy lo tiene destrozado, pidiendo al cielo que te vuelva a ver aunque sea en sus sueños.
Gracias por ser mi amiga, mi confidente, mi consejera, mi ángel guardián, mi todo... mi niña hermosa.
Te extraño y te extrañaré siempre. Cuídate mucho y sé feliz que yo te quiero como en el primer día.
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Yo les voy a contar un secreto..........mi amiga es leonor me invitaron al cumpleaños............ a mi elijah no me gusta ser famoso por que odio la prostitución mi ángel guardián es mi abuela la virgen maría............
Rey de Francia.............. rey de chile.......... rey de estados unidos............. rey vaticano católico quiere decir rey de Italia............ rey de Alemania............. faraón de Egipto.......... etc..........
youtube
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Octubre es mes de la salud mental y en la empresa donde trabajo, crearon un buzón para compartir las historias. Esta es la mía
Es difícil sentarse y dedicarse unos minutos a ser vulnerable. Pero siento que, al contar mi historia, le recuerdo a alguien que tener una enfermedad mental no define quiénes somos y que no estamos solos porque esto es más común de lo que pensamos.
Esta historia comienza con una niña de 7 años, que desde que tiene memoria, ha sido más sensible de lo normal. Recuerdo preocuparme en exceso o ser capaz de sentir por completo la tristeza de quienes me rodeaban. Poco iba a saber que, desde entonces, tendría una lucha constante con las enfermedades mentales.
En secundaria fue cuando tuve mi primera expresión de que algo estaba mal. Recuerdo que me sentía tan vacía, con poco sentido de estar presente, que tuve un periodo de ‘no hablar’. Fue tal ese periodo, que en mi casa me apodaron ‘la mudita’. Mis amigas se preocupaban por mi, pero no encontraba propósito de hablar, más allá de cuando me preguntaban algo en clase o en mi casa. Desconozco cuanto tiempo pasé en ese tiempo estancada, me sentía sola, pero de alguna forma encontraba siempre un lugar en donde refugiarme. Encontré un refugio en mis clases de ballet, con la compañía de mis hermanos, en mis perritos y en los libros de Michael Ende, Lemony Snicket y C.S. Lewis. Mi periodo de ‘no hablar’, por suerte, duró un par de meses.
Pasaron unos años y mi oscuridad reapareció en la prepa. Fue raro, porque yo estaba feliz de iniciar la prepa en una nueva escuela, tenía a mi primer novio, me iba bien en la escuela y me sentía feliz en las clases de ballet. Pero la sensación de vacío se expresó otra vez y ahora fue a través de la comida. Nunca me imaginé que se expresaría de esa forma, pero de forma sutil, dejé de comer ciertos alimentos, mis porciones de alimentación disminuyeron y conocí el mundo de las calorías. Mi mamá cuenta que la anorexia se detonó a partir de mis clases de ballet, pero yo siento que siempre estuvo ahí y solo decidió salir cuando vio que la felicitaban por bajar de peso. La realidad es que necesitaba aprobación, quería sentir que tenía control en mi vida, cuando afuera percibía que todo estaba en caos. Así fue como, sin saberlo, desarrollé anorexia y de haber pesado 60kg ya con una estatura de 168, terminé pesando 47 kilos. El dejar de comer era una adicción para mi porque me sentía fuerte, en mi mente me decía ‘mira el gran control que tienes y decidiste no comerte esa rebanada de pastel y aún así puedes bailar y rendir bien en clases’.
No tengo muy claro cuánto tiempo estuve en ese mundo, pero creo que duré un año así hasta que mis padres, muy preocupados, se acercaron conmigo y expresaron su temor a que algo malo me pasara. Ahí fue cuando comenzaron mis primeras visitas al psicólogo y le pude poner palabras a lo que tenía: depresión crónica. Con forme fui creciendo y avanzando en terapia, entendí que esta fue una condición con la que nací y que me hacía mucho más sensible al exterior y que, si no lo monitoreaba, podía tener picos de depresión mayor. Al inicio tenía mucho miedo, porque sentía que estaba sola y que nadie me iba a poder salvar de esa oscuridad que siempre buscaba salir. Han de saber que cuando tienes depresión, la mente borra ciertos momentos de tu vida, como mecanismo de cuidado. No recuerdo bien que vivía en ese entonces o lo que me llevó a tener mi primer intento suicida, pero le agradezco a Dios haber fallado. Pensar en ese día, me da miedo, porque no puedo explicar el dolor que sentía: nadie elige morir decisión propia. En lo personal, siento que algo se desconectó por completo en mi mente, en mi alma, y nada más importaba ya. Recuerdo estar sola en mi casa, ni mis padres ni hermanos estaban en casa. Como si estuviera en automático, fui al cuarto de mis padres, tomé una corbata de mi padre y me encaminé a decir adiós a todo…
Yo creo que tengo un ángel guardián que me ha cuidado todo este tiempo, porque fallé y el nudo que hice, se deshizo. Fue así como me solté en llanto y sentí un gran terror: por más que mi mente me dijera que no valía la pena vivir, yo si quería seguir luchando.
Y así es como retomé las visitas al psicólogo y al psiquiatra. Han de saber que todo esto era nuevo en mi familia. Se desconocía del tema y nos daba miedo. Recuerdo que mis hermanos menores tenían miedo de que algo me pasara y, llegué a sentir culpa de no poder ser un buen ejemplo de fortaleza para ellos. Tuve otras recaídas, viví lo que fue un estado catatónico, otros picos de depresión mayor, varias visitas al psiquiatra y psicólogo.
Hasta llegar a mi presente. Mi oscuridad no se ha ido, pero ya hice las paces con ella y hasta he tenido espacios donde me siento a platicar con ella y recordarle que no está sola, que cuido de ella. Fueron varios años, pero para la salud mental no hay una fecha exacta de ‘recuperación’. Lo que sí les puedo compartir es que ahora soy una persona mucho más fuerte, capaz de levantar la voz ante injusticias, que sabe defenderse, que sabe el gran valor que tiene y que hay mucho amor a su alrededor. Todo esto lo pude ver gracias a la terapia y los medicamentos que he tomado. Hoy soy más fuerte que nunca. Me permito ser vulnerable, pero me recuerdo que eso no es todo lo que tengo. Nuestras herramientas siempre van a ser las personas que amamos, las actividades que nos llenan de vida, expresar lo que sentimos en un espacio seguro como la terapia y recordar que los medicamentos son como ese ‘boost’ que complementa todo.
Hoy elijo vivir, con todo y la depresión o ansiedad con la que vivo, porque sé que todas esas caídas, me dejaron enseñanzas y me permitieron recuperar el control de mi vida. La salud mental es algo más complejo de lo que creemos: al inicio pensaba que era estar siempre feliz pero ahora entiendo que significa entender la gama de emociones que tenemos y a ver nuestro ser y el de otros, desde un lado más humano. Porque todos cargamos con una lucha, pero algunos lo expresamos más que otros.
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#deseo una familia que no ha roto#estoy desesperada#ansiosa#anhelante#y dijo que quiero un amante#quiero una esposa#quiero un amor#pero en realidad sólo quiero una familia que amame y puede amarme sin dolor o resentimiento#pero cual familia#cual tipo de familia#tiene ese habilidad#ningún persona en esa familia puede amar sin el odio#ningún person en esa familia es un amigo bueno#una persona buena#nadie#y por eso amo soledad#mi guardián mi ángel mi amiga#nunca debí haberte dejado#nunca debí haberme ido#lo siento#named
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El sitio vacío en el sillón.
No comprendí el silencio presente
en mi niñez tan feliz
ni el café derramado en la sala
junto a mi familia
Quise jugar y llevar al patio a mamá
pero en la entrada el ángel guardián
se llevó mi voz y mi canción
dejando sonar el vació en un corazón
El viento jamás arremetió tan fuerte
como ese día en mi vida
ni la sonrisa de mi mejor amigo
se oculto tanto
como esa noche
Y los cantares de mi infancia
se remotan a guerras invisibles
contra la melancolía y ausencia
de él
Sin embargo, siempre guardaré
para los malos momentos
sus abrazos y caricias
los «te quiero» al amanecer
con su voz dulce y apagada
Y ahora que no está
que se fue, que no volverá
el café derramado,
las miradas perdidas,
el vació en el sillón
y el silencio en el aire,
tiene sentido
… A veces la muerte se viste de amiga.
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🙈me acorde de otra, cuando Yue le dice a Korra que fue al hospital pero que se tuvo que ir por... y dejo el suspenso 😬 ahora si, lo que gustes y puedas contestar.
¡Hola! Sigue esta. Perdón por la tardanza.
Good Hands
La tarde de aquel hermoso fin de semana, Yue tuvo una certeza: Las llamadas telefónicas son muy subestimadas.
Era curioso, en la mañana estaba tan ocupada pensando qué tipo de vestido le gustaría elegir para su gran día, revisando tiendas que le gustaría visitar por internet… Estaba decidida a disfrutarlo, a pasarlo bien, a sentirse feliz por su nueva vida a lado de un maravilloso hombre. Quería a Sokka, muchísimo, y definitivamente podría decir que lo amaba, ¿Entonces cuál era el problema? El problema era que sencillamente tampoco podía olvidarse de Korra. Hablando con su terapeuta llegó a la conclusión de que tal vez seguía pensando en ella por la forma tan abrupta por la que tuvieron que terminar, por lo mucho que les faltó vivir y que una buena parte de ella anhelaba tener, pero eso no era del todo cierto. Yue estaba dividida entre dos amores, se sentía como una tonta por ello, pero era la verdad. Aun así, sabía perfectamente que ella había tomado ya una decisión, había escogido, y estaba dispuesta a dar marcha adelante y cerrar el capítulo, quería hacerlo. Sobre todo, ahora que su Korra había encontrado a alguien más en quien ocuparse.
Observar a Korra actuando como un cachorrito para Asami era doloroso, en especial ser la persona que la alentaba a darse cuenta de ello. Mil veces tuvo que contener las ganas de callarse y dejar a Korra descubrir sus propios sentimientos por su cuenta, o mejor aún, que jamás los notara. La vocalista siempre había sido mala para identificar sus propios sentimientos, probablemente debido al trauma que vivió en París y que Yue sabía de antemano que no había superado aún; sin embargo, la lastimaba ver que, aun a pesar de que no podía identificar porqué lo hacía, Korra empezaba a mirar a Asami de la misma forma en que por mucho tiempo la miró a ella. Ver que su sonrisa bobalicona y sus extraños intentos de llamar la atención ya no estaban dirigidos más hacia ella. Lastimaba oír que su nombre, Yue, dejaba de tener esa connotación especial que antes tenía y ahora era “’Sami” lo que sonaba con tanto afecto y admiración. Le dolía, le lastimaba, le enfermaba y le hacía sentir como una arpía egoísta.
El sonido de su celular sonando cortó sus pensamientos, en la pantalla el nombre de su cuñada brillaba junto con su foto. Yue no pudo evitar sonreír, aunque le extrañaba que la hermana de Sokka le marcara por teléfono, sabiendo que iban a verse en un par de horas.
—¡Hola! — saludó ella, respondiendo la llamada entrante de Katara a su celular con la naturalidad con la que se trata a una querida amiga. — ¿Lista para ayudarme a escoger el vestido más importante de mi vida, dama de honor? — bromeó, entintando su voz de un ánimo y vitalidad que, al menos en ese momento, no sentía.
—Yue… no puedo ir. — se escuchó del otro lado del auricular. — Korra… Korra tuvo un accidente automovilístico. Aang la está atendiendo en el hospital. — decir que oír eso la impresionó sería poco. Fue como si el cerebro de Yue se hubiera apagado y todo su cuerpo se moviera por inercia propia, ni siquiera podía captar bien la realidad, sus sentidos se sentían adormilados, era una sensación similar a estar debajo del agua. Sabía que colgó la llamada en ese momento, sabía que tomó las llaves de su auto sin molestarse a tomar su chaqueta y sabía que manejó durante casi una hora y media directo al hospital. Sabía que había hablado con la encargada y de pronto ya estaba en camino al cuarto 0035 de la sección V.I.P.
Sabía que lo único que quería era asegurarse de que Korra estuviera bien, tenerla en sus brazos y que sanara ahí, que nada saliera mal. Entró a la habitación sin demora una vez llegó, ni siquiera proceso que no había nadie esperando afuera, no estaba Aang tampoco. Dentro, Korra yacía en una camilla, su nariz vendada, moretones en sus ojos, brazos y manos, pero viva. Tal vez con la mente fría habría podido deducir que no lucía grave, solo inconsciente, pero no tenía la mente fría en ese momento, lo único que podía asimilar era a Korra, su Korra, lastimada y con los ojos cerrados. Con lágrimas acumulándose en sus ojos, Yue camino hacía la silla vacía a lado de la vocalista, una silla extrañamente cálida, y tomó asiento, sujetando con sus propias manos la mano de la rockera. — ¿Qué rayos hiciste, Korra? — murmuró, como si fuera una conversación secreta entre ambas. — Mírate… mira cómo quedaste… ¿Qué no tienes ni un poco de sentido de la auto preservación? — delicadamente, Yue acarició la frente de Korra, alejando los cabellos que la cubrían para inclinarse y darle un beso pequeño en la frente.
En ese momento, un celular sonó desde la otra puerta dentro de esa habitación, alertándola. Por alguna razón, que alguien la descubriera ahí con Korra la alarmó, así que se levantó de inmediato y salió de ahí, pegándose a la pared lo suficiente para asomarse por la ventana con persianas ajustables y observar quien salía. Si era Aang, estaría segura de poder volver a entrar, incluso preguntar qué había pasado, incluso Katara, Bolin o Mako eran buenas opciones, pero si era Kuvira, o incluso Zuko, las cosas podrían salir un poco mal. Para su sorpresa, no fue ninguno de ellos. Asami Sato apareció del baño con un gesto de preocupación en el rostro y el celular en el oído.
—No, no iré. — dijo, su voz cansada de tantas emociones en un día. — Ella está bien, Aang dijo que solo se lastimó la nariz, que sus golpes fueron superficiales. Tuvo mucha suerte, pero eso no quiere decir que me voy a apartar de aquí. Necesito verla despertar. — Otro momento de silencio en el que la persona con la que la francesa hablaba comentaba algo sobre el tema del cual hablaban. Asami paseaba por la habitación, el ceño fruncido y su cabello suelto cayendo como cascada sobre sus hombros. — No lo sé. Todo fue muy rápido. — se masajeó las sienes caminando hacia la ventana en donde Yue estaba. La chica logró esconderse rápido, pero aun así podía escuchar al menos un poco de lo que se decía adentro. — De pronto dio vuelta y comenzó a hacer piruetas y trucos en el auto, fue en el último que calculó mal y se estrelló…
—”El Estado Avatar…” — Yue lo identificó de inmediato, ¿Por qué Korra decidió hacer eso cuando ya había prometido de antemano no volver a hacerlo?
—No tengo la menor idea, Aang tampoco sabía que iba a hacer eso… Dieu, ¿En qué rayos estaba pensando cuando decidió hacer semejante tontería?
— “Mierda, mierda, mierda…” ¡Pum!” — ¡Esa era la voz de Korra! No le importó ser descubierta, tenía que verlo con sus propios ojos; pese a que decidió asomarse de nuevo, no se atrevió a entrar. No sabía por qué exactamente, pero sea lo que sea que fuera a pasar, necesitaba observarlo. — Dime, ¿Estoy en el cielo?
—No… — la voz de Asami era cautelosa, incluso pocos pasos que avanzó hacia la cama los dio con suavidad, como si no quisiera alterarla o provocar una reacción negativa. Tentaba el piso para saber exactamente a dónde iría la morena con sus comentarios.
—Entonces tú debes ser mi ángel guardián… ¡Eres hermosa! — Korra sonaba tan inocente bajo efectos de anestesia que realmente logró apachurrar un poco el corazón de Yue. Respiró hondo, tratando de calmar esa tristeza rara e injustificada. Korra tenía pleno derecho de llamar hermosa y ángel a quien ella quisiera, pero demonios, eso dolió.
—Y tú estás sedada. — al contrario de ella, Asami rio. Por supuesto, para la francesa era divertido. Sobre todo, para Korra, quien rio también, pero de una forma tan adorable. —¿Qué es tan divertido?
—“Sedada” es gracioso. Tiene una “S” y dos “D”. — Bien, tal vez Korra sedada era más divertida de lo que le dio crédito. Era una observación demasiado tonta, pero la risa que le siguió era tan contagiosa que incluso Yue rio un poco.
—Está diciendo muchas incoherencias, Korra. — Asami dijo, y Yue concordó.
—Eres muy hermosa. —“Espíritus, Korra…” Pensó Yue. Asami suspiró, tal vez cansada, tal vez aliviada, Yue no lo sabía. La vio cruzarse de brazos y sentarse tan cerca de Korra con delicadeza, cuidando cada movimiento suyo.
—Durante tu… kamikaze bribonada, chocaste contra la parte superior de la rampa. —Podía notar su espalda tensa y de todos modos era capaz de hablarle con una dulzura sutil y especial. Yue se lo agradeció de todo corazón. — Gracias al cielo, solo te causó una lesión en la nariz. No es grave, sin embargo, hay un tratamiento que debes seguir minuciosamente. Tal vez te moleste al cantar, pero Aang me aseguró que no habría problema a largo plazo, dentro de nada estarás de vuelta en el escenario y lista para tu gira… — Si había algo que también iba a admitir, era que Asami pensaba en todo. La capacidad de esa mujer para preocuparse de esa manera por Korra en cada aspecto y pensar en todo tras el accidente era algo que Yue le admiraba demasiado. Cielos, ella en su lugar no podría hacer ni la mitad de lo que la francesa estaba haciendo.
—Disculpa… —Korra llamó la atención de ambas, interrumpiendo pensamientos e instrucciones por igual.
—¿Sí?
—¿Qué forma tienen tus parpados? — “¿Qué?”
—¿A qué te refieres con la forma de mis parpados? — Asami estaba tan confundida como ella.
—Quisiera ver la forma de tus parpados. Eso. —Dios, Korra estaba tan orgullosa de ella misma, esa sonrisa de gatito que hizo un truco bien la delataba, ¿qué era lo que planeaba hacer?
—Bon… cerraré los ojos…— Yue esperaba cualquier cosa, algún comentario tonto o sin sentido, lo que fuera, todo menos lo que realmente sucedió.
Un beso. Uno tonto y desastroso, pero un beso. Yue pegó su espalda contra la pared, la respiración se le aceleró, cada latido de su corazón ahora alborotado dolía recordándole que la chica que en ese momento yacía en una camilla besando a otra no era asunto olvidado como le gustaba pensar; las lágrimas amenazaban con salir, pero Yue se negaba a dejarlas correr por sus mejillas. No podía llorar, no merecía llorar, pues la escena que ahora tanta tristeza le causaba pudo haber sido evitada si ella hubiera sido un poco más valiente. Si hubiera decidido hacerle frente a su padre y decirle que no le importaba en lo más mínimo la manera en que su relación con Korra pudiera afectar en su imagen como consejero de Ciudad República. Pero era tonta y mucho más joven, llena de ilusiones que podrían derrumbarse por culpa de las consecuencias de sus actos, sobre todo en una época en que no solo la carrera musical de Korra estaba iniciando, sino la de Katara, Bolin, todos. Su padre podía ser intimidante y perseverante cuando quería. No le quedó más remedio que hacer lo que creyó lo mejor para ambas.
La puerta se abrió de repente y Asami apareció en el pasillo, luciendo sorprendida por verla.
—Yue. —Exclamó nerviosa. — ¿Viniste a ver a Korra?
—S-sí. Ese era el plan, pero recibí una llamada y…
—Entiendo. — Se quedaron en silencio unos muy breves momentos. —¿Estás segura que no deseas pasar? A Korra le alegrará verte. —La francesa le sonreía con cuidado y dulzura, como si supiera exactamente lo que estaba sucediendo en la mente y el pecho de la joven y no quisiera hacerlo peor. Era un alivio ver que la mujer que Korra había escogido era tan bondadosa y paciente.
—Te lo agradezco, pero creo que será mejor así. Solo… Cuídala, ¿por favor? —suplicó mirándola a los ojos, recibiendo un pequeño asentir con la cabeza.
—Le diré que viniste.
— Preferiría que no supiera por el momento. —en ningún momento se sintió juzgada ni reprochada, todo en Asami reflejaba pura empatía y entendimiento, ¿cómo alguien podía llegar a ser tan comprensiva?
— Debo ir por Aang, la anestesia parece estar pasando.
—Por supuesto. Muchas gracias por todo, Asami.
No se dijeron más, no había necesidad. Al menos ahora estaba segura que el corazón de Korra estaba en buenas manos.
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¡Espero les haya gustado! Y una disculpa por la demora u.u
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Hay una mujer tan fuerte como el cielo, porque no importa cuánto llore, al siguiente día saldrá con un arco-iris en forma de sonrisa.
Hay una mujer a la que yo le tengo envidia, una que es tan sublime como el paraíso, tan apocalíptica como el infierno y tan dulce como la miel; una mujer que es tanto para alguien que está aún descubriendo lo que es.
Hay una mujer de la que yo me he enamorado, una que me ha dado la mano cuando estaba por ahogarme, por sumergirme en la tristeza y desesperanza, ella, no es de las que te abrazan los miedos, ella es de las que te abrazan el alma hasta que cada uno de tus miedos queden sepultados sobre lo que fuiste.
Hay una mujer que a veces es tan ingenua como un ave recién salido del cascaron, tan inocente como un niño y tan bondadoso como Dios. Ella es increíble, deberías verla bailar, cree que es la reina y ¿sabes? tal vez lo sea, una reina sin corona.
Hay una mujer que se ha roto una y mil veces solo para verme crecer en un hogar estable, es la misma que a veces se cansa porque los años han sido demasiados para ella y a pesar de las discusiones que nos ocasiona hablar de eso, se levanta y logra sacarme cientos de sonrisas, convertidas en un te amo sincero.
Y es cierto, a veces me rompe el corazón verla caer, y lamentarse después de unas cuantas cicatrices, pero ¿Es que acaso no lo ve? ¿Acaso no ha visto que es el único ángel guardián que mi vida necesita?
Es mi mejor amiga, y mi alma gemela, porque sin palabras podemos decirnos lo mucho que nos amamos, y estoy segura de que, con tan solo un abrazo sentiría las toneladas de “gracias” que tengo por darle.
— La chica cósmica.
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Hush, Hush - Capítulo 8
En cuanto puse un pie fuera de la vista de Nora, abrí completamente mis sentidos. Cerré mis ojos y me concentré plenamente en la presencia de Chauncey. Apreté los puños mientras intensificaba la búsqueda, pero no me daba resultados. No podía percibirlo, si es que realmente se encontraba aquí.
Iba tras Nora. El muy maldito estaba pensando en liberarse de su juramento. No podía permitirlo. Si él conseguía matar a esa chica primero que yo… me quedaría sin Nefilim que poseer en el Jeshvan. Y no estaba dispuesto a correr ese riesgo. Chauncey sabía que si yo mataba a Nora, él moriría con ella. Así que, lo más probable es que jugara sus cartas rápido, ya que se le agotaba el tiempo.
No me quedaba más opción que hacer lo mismo, y hacer mi juego esta misma noche. Si aquel tipo encapuchado era Chauncey, estaba lo suficientemente cerca de Nora como para matarla en cualquier momento. No podía permitir eso. Ella era mía. Y si moría, moriría en mis brazos.
Me encaminé al arcángel y observé a lo lejos, como Nora platicaba con Vee. Parecía un poco enojada, y a la vez nerviosa. Bajé la vista hasta sus piernas, volviendo a subir por su estómago, sus pechos, su rostro… y ese cabello. Una media sonrisa se abrió paso en mi rostro. Pasé una mano por mi cabello mientras imaginaba, por milésima vez, que se sentiría besarla. Si tan solo… Si tan solo no fuera a ella a quien tuviera que sacrificar para ser humano.
Sacudí la cabeza, para dejar de pensar estupideces. ¿Qué pasa con que sea ella? Es igual para mí si es ella, Vee, o alguna otra mujer de la calle. O al menos de eso trataba de convencerme.
Nora se despidió de su amiga y comenzó a caminar en mi dirección, aunque sin verme. Me atravesé en su camino.
―Perdone―dijo, al rebotar contra mi cuerpo.
―Te perdono―le dije, sonriéndole morbosamente.
Me miró y parpadeó. Pareció desconcertada un par de segundos, pero al percatarse que era yo, frunció el ceño.
―Déjame sola. ―gruñó.
Intentó esquivarme, pero al tratar de pasar por mi lado, la tomé por el codo.
― ¿Qué pasa? Parece que vas a vomitar―le dije.
―Tienes ese efecto en mí―dijo bruscamente.
Grrr, la gata saca sus garras. Reí, y eso pareció hacerla enojar mucho más.
―Te invito a tomarte algo―Aferré el agarre en su codo y la llevé hasta el carrito de limonadas.
No quiso dar un paso más.
― ¿Quieres ayudarme? aléjate de mí.
Intentó liberarse de mi agarre, y en el intento, un rizo mechón de cabello apareció en su rostro. Lo aparté.
―Amo tu cabello. Me gusta cuando está fuera de control. Es como ver una parte de ti que necesita salir más a menudo―le dije.
E inmediatamente imaginé a Nora sin control, sin ropa y cerca de mí. Maldita sea con mis pensamientos.
Con furia, se alisó el cabello. Por una fracción de segundo pareció que se estaba arreglando para mí, lo cual provocó una extraña sensación en mi estómago.
―Me tengo que ir. Vee me está esperando―Hizo una pausa, en la cual se soltó de mi agarre, y luego agregó: ―Supongo que te veré el lunes en clase.
―Ven conmigo al arcángel―le pedí.
Alturas, muchas personas gritando, y una inesperada falla en un solo carrito. ¿Qué mejor manera para morir? Algo se removió en mi interior, al imaginar la sangre de Nora llenar el suelo. Pero era una oportunidad perfecta.
Ella estiré el cuello para mirar hacia el Arcángel. Gritos agudos hacían eco desde los carros que hacían estruendos en las vías.
―Dos personas en una silla―Le dije. Sonreí de una forma lenta y atrevida.
―No―se negó. ―De ninguna manera.
―Si sigues huyendo de mí, nunca descubrirás qué es lo que está pasando de verdad. ―Le dije.
Con ese comentario, debió haberse ido corriendo. Pero no lo hizo. Sabía exactamente que decir para picar su curiosidad, para que subiera conmigo al arcángel. Sabía qué decir en el momento correcto.
― ¿Qué está pasando?
―Solo hay una manera para saberlo.
―No puedo. Le tengo miedo a las alturas. Además, Vee me está esperando.
Maldición, Nora. No te hagas de rogar.
―Si aguantas toda la ronda sin gritar, le diré al entrenador que nos cambie de silla.
―Ya lo intenté Él no va a cambiar de opinión.
―Yo podría ser más convincente que tú.
Aún no había notado que era conmigo que había hablado. Por supuesto, ahora, después de esta noche, ya jamás lo notaría.
―Yo no grito―dijo. ―No en atracciones de carnavales.
Juntos nos encaminamos hasta lo último de la fila de espera para el Arcángel. Una ráfaga de gritos se levantó y luego se apagó lejos en el cielo nocturno.
―No te había visto antes en Delphic―dije.
Y era cierto. Yo solía pasar varias noches de la semana en lo alto de la figura del arcángel, observando sin ser observado. Y nunca la había visto; porque de haberla visto, jamás se me olvidaría. Nunca olvidas algo tan cautivante y hermoso.
― ¿Vienes aquí seguido?
―Tengo una historia con este lugar.
Llegamos hasta el principio de la fila, mientras los carros se vaciaban y un nuevo par de buscadores de emoción se montaban.
―Déjame adivinar―dijo. ―El año pasado venías aquí en lugar de ir a la escuela.
Estaba siendo sarcástica, lo sabía, pero sin embargo contesté: ―Contestar eso significaría dar pistas sobre mi pasado y prefiero mantenerlo en secreto.
― ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo tu pasado?
―No creo que ahora sea un buen momento para hablar de eso. Mi pasado podría asustarte.
Si, más asustada de lo que ya deberías estar.
Nuestros brazos se tocaron mientras nos acercábamos, y allí estaban de nuevos esas chispas que sentía en mi alma.
―Las cosas que tengo que confesar no son el tipo de cosas que le cuentas a tu irrespetuosa compañera de biología―dije.
Se estremeció de miedo, y fingí no notarlo. Moví bruscamente mi barbilla hacia la rampa.
―Parece que es nuestro turno―le dije.
Empujé la salida giratoria. Cuando llegamos a la plataforma de abordar, los únicos carros vacíos eran el que estaba al frente y el que estaba en lo último. Me dirige al primero, ya que era más sencillo sabotear este.
El carro que escogí tenía un grupo de cuatro pinturas. La primera representaba una turba de demonios con cuernos arrancándole las alas a un ángel masculino que gritaba. La siguiente pintura mostraba al ángel sin alas posado sobre una lápida, observando de lejos a unos niños jugando. En la tercera pintura, el ángel sin alas estaba parado cerca de los niños, haciendo señas con el dedo a una niña de ojos verdes, para que esta fuera a donde él. En la última pintura, el ángel se balanceó como un fantasma sobre el cuerpo de la niña. Los ojos de la niña estaban negros, su sonrisa se había ido y le salieron cuernos como a los demonios de la primera pintura. Una media luna colgaba sobre las pinturas. Vaya historia la que estaba grabada allí.
Nora se deslizó en el carro junto a mí, temblando.
―Tu pasado no me asustará―Dijo, abrochándose el cinturón―Creo que más que nada, estaré aterrada.
―Aterrada―Repetí, mientras seguía observando las pinturas. No podía estar más en lo cierto.
Los carros comenzaron a moverse en reversa y luego dieron bandazos hacia delante. De una manera no muy tranquila, nos alejamos de la plataforma, escalando la montaña sin cesar. El aire estaba lleno de olor a sudor, moho y del agua salada que soplaba del mar.
―Te ves pálida―Dije, inclinándome para poder ser escuchado a través del ruido de las vías.
En la punta de la montaña, hubo un momento de vacilación. ¿La mataba? ¿Así, a sangre fría? La observé por el rabillo del ojo, y contuve un suspiro. La brisa alborotaba sus cabellos, de por sí ya desordenados, y le daba un aspecto realmente encantador.
Entonces me miró y sonreí de oreja a oreja.
― ¿Asustada, ángel?
Soltó una risa nerviosa, y sentí que esa risa perforaba en mi interior. El arcángel ya estaba en la cima, así que tenía que actuar rápido.
Seguía observándola, preparándome para saltar en el momento justo en que aflojara un par de tornillos del carrito. Pero no pude hacerlo.
Me introduje en su mente.
Le hice creer que su cinturón se había desabrochado, y que el carrito la aventaba al vacío. No podía matarla aquí, había demasiadas personas. O bueno, esa era la excusa que necesitaba creer. ¿Por qué no me limité a lanzarla al vacío, y ya está? No podía… ¡Maldición, no podía! Entonces, en un movimiento brusco, Nora se vio impulsada a un lado, y al estar sumergida en lo que la hacía creer ver, no se sostuvo. Realmente, por una fracción de segundo estuvo a punto de caer. Pero no pude permitir eso. Si ella caía… si moría…
La envolví en mis brazos, aferrándola contra mi cuerpo. Y tocarla así, tan abiertamente, calentó mi alma en todos los sentidos. No solo la calentó, la hizo hervir hasta casi explotar de combustión espontánea.
Nora gritó.
Y la ronda terminó en la plataforma de desembarque.
―Vaya, eso sí que fue un grito―Dije, sonriéndole de oreja a oreja.
No pude dejarte morir, Nora. No pude…
―Mi cinturón… ―Comenzó. ―Creí…
― ¿Qué creíste? ―Pregunté, fingiendo estar interesado. Pero vaya que sabía qué había creído.
―Creí que me había caído del carro. Literalmente, creí que iba a morir―dijo, y se veía realmente asustada.
―Creo que ese es el punto. ―Dije. ―Supongo que nos quedamos como compañeros.
―El arcángel…―Murmuró, mirando sobre mi hombro a la montaña rusa, la cual estaba comenzando su siguiente ascenso.
―Es un ángel de alto rango―le dije, recordando de nuevo mi historia, la historia del carrito…―Mientras más alto estas, peor es la caída.
―Creo que apenas soy un ángel guardián―murmuró ella.
Sonreí a mi vez, otra vez. Guiándola por el camino, dije: ―Te llevaré de regreso a los videojuegos.
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Hay una mujer que se ha roto una y mil veces solo para verme crecer en un hogar estable, es la misma que se levanta y logra sacarme miles de sonrisas, convertidas es un te amo sincero. ¿Acaso no ha visto que es el único ángel guardián que mi vida necesita? Es mi mejor amiga y mi alma gemela, porque sin palabras podemos decirnos lo mucho que nos amamos y estoy seguro de que con tan solo un abrazo sentiría toneladas de "gracias" que tengo por darle, amo a mi madre más que a nadie y siempre sera así.
Feliz día de las Madres a la mejor.
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DANGER Capítulo 3 -A partir del Comienzo-
Pasando a saludarlos y dejando mi actualización�� =)
Con la chica en su regazo y esa pregunta en el aire, Sayaka no pensó en la respuesta si no en todo lo que había sucedido.
–¿Ella? –
–Sí, Yokoyama–
–No lo sé–
Levantándose solo un poco para verla a los ojos, Miyuki la sorprende de nuevo dada su cercanía y la manera en que vuelve a mirarla.
–¿Después de la graduación, adonde fue? –
–P-pues, creo que sus padres la mandaron a estudiar a América… algo así–
–¿América? –
–Eso creo–
–Mmh, pues juraría que no hace mucho la vi en el cruce de Shibuya–
–¿En verdad? –
–Vaya, que rápida ¿Te importa? –
–Bueno, ella fue...–
–A la única que le permití llegar a ti ¿Cómo era en Tokyo con ella?–
Miyuki no le permitió decir más, con la simple mirada callaba cualquier palabra, se respiraban celos en el aire y no era para menos, en el pasado en verdad tuvieron sus dificultades.
–Pues era mi única amiga desde que tenía cinco años, mh me comprendía y jamás cuestionaba nada a pesar de mi comportamiento hostil… mi mejor amig.. de ese entonces–
–Hummm–
–¿Estas celosa? –
–¿Yo? Para nada–
–Cuanta seguridad–
Miyuki se acerca lo suficiente para respirar el aliento de la chica sin dejar de mirarla a los ojos y como era de esperarse le roba un beso que duro algunos segundos sin caer en la lujuria, era un beso poco común con cadencia deliciosa suficiente para trasmitirse un sentimiento en común. Separándose un poco, yendo hacia una de las orejas de Yamamoto dejando besos en el camino le susurra.
–No es seguridad, Tú Yamamoto Sayaka, en esta y cualquier vida me perteneces– Miyuki Regresa a mirarla de nuevo a los ojos y como si de un conjuro o hechizo se tratasen esas palabras, Sayaka le devolvía la mirada pérdida en su encanto junto la profundidad de esos labios que sabía bien, no la dejarían ir a ninguna parte.
Miyuki se levanta un poco sin perder el contacto de ese beso bien dado solo para acomodar mejor su cuerpo arqueando la espalda. Inicia una danza erótica haciendo fricción lenta contra el cuerpo de Yamamoto. Regular mente Sayaka es quien toma el control de este tipo de situaciones, siempre la deja hacer y deshacer a su antojo, esta vez Miyuki tenía otro plan en mente. Ahogaba lo que quería refutar haciendo más presión sobre sus labios y junto a sus movimientos perfectos la temperatura subía.
El timbre del apartamento suena pero aunque Sayaka quiere atender le es inútil intentarlo, lo ignoran tanto que dejan de escucharlo mientras sus manos cobran vida y Sayaka está completamente sometida a la voluntad de Miyuki. Sus acciones comenzaban a tener efecto y Sayaka por primera vez deja salir un quejido inusual.
–¿Por qué no- WOOW–
Momoka se voltea sabiendo que llego en un muy mal momento y vio algo que no debió de ver, pero es una sinvergüenza así que solo finge impacto.
En un movimiento rápido ambas voltean a ver que ya no están solas y junto a ese movimiento Miyuki lastima el labio de Sayaka sin querer.
–¡AUh! – Inmediatamente se toma la boca con una expresión de dolor.
–¿Momoka? –
–Perdón, la puerta no tenía seguro y nadie respondía y decidí entrar, además es hora de irnos las otras chicas nos esperan–
–Oh, ire a cambiarme– Sayaka huye de esa situación bochornosa dejando a Miyuki sentada en el sillón al cual se acerca Momoka para sentirse sus anchas.
–Perdón, las interrumpí caray que pena~ –
–Siempre tan oportuna, eres como su ángel guardián–
Hablando irónicamente, Miyuki se acomoda en el sofá acomodando su ropa, a ella no le hacía falta cambiarse, su atuendo era sencillo pero elegante.
–Bueno, así que tú digas un ángel pues no soy más bien su amiga y me alegra que te tenga a ti–
–¿En verdad te alegra? –
–Si, a pesar de todo si–
–Mmm, eres todo un caso Kinoshita–
–Estoy lista, ¿nos vamos ya? –
–SI–
Las chicas salen de su apartamento dirigiéndose a la entrada principal donde las esperan Jurina y Rena.
***OSAKA [Años Atrás]***
Deteniéndose en la entrada de la puerta principal, suspira. No queriendo cometer los mismos errores, se promete a si misma guardar las apariencias y pasar desapercibida, solo un poco más. Romper las reglas no es lo suyo, pero de un tiempo para acá le es bastante fácil. Sabiendo sobre el bien y el mal, cree que puede encontrar un equilibrio. Aún es muy reciente lo que le acaba de pasar así que es mejor tomar las cosas con calma.
Traicionada por su ser relajado, lleva su maletín al hombro pero enseguida lo baja en un gesto de atraparse en el acto natural de su antigua ella. Mirando como las demás lo llevan al frente, ella simplemente lo empuña con fuerza a su costado y se arma de valor para iniciar un nuevo comienzo.
En cuanto ella cruza la línea de la entrada, en seguida una chica de cabello hasta el hombro de color poco común, portando el mismo uniforme pero siendo vista como un bicho raro por quien pasaba a un lado de ella, se llevaba una mano a la barbilla mientras sonreía y alzaba su ceja en una mueca de conspiración.
Sayaka seguía su caminar, lento y sin prisa sin embargo, le incomodaban un poco las miradas que recibía, de su saco saca una pequeña papeleta que le dio su tío esta mañana y revisa el aula que debe visitar pero es una escuela demasiado amplia, hacia donde debe ir.
–¿Perdida? –
–¿Eh? ¿yo? –
Una voz desconocida le habla repentinamente y ella voltea por inercia hacia el propietario de esa voz. Bien dicen que la primera impresión es lo que cuenta y en definitiva esta chica no es normal. Sayaka miraba hacia sus lados pero parecía que no le hablaba a nadie más. Con su dedo índice se señalaba hacia ella misma bajo la mirada picara sonriente de la chica extraña que le daba vueltas escudriñándola.
–Mmh que bien hueles–
–¿Eh? –
–Entonces, ¿estas perdida? –
–P..pues…–
–Eres tímida, que divertido. Quien quiera que te vea diría todo lo contrario–
–¡No soy tímida! Es solo que es mi primera vez…–
–Entonces si estas perdida–
–Un poco–
–¿Puedo ayudarte? –
–Bueno, debo ir a este salón–
–¡Ah! Con que Yamamoto. Es el área de orientación, no soy bien recibida ahí pero puedo acompañarte. Sígueme.–
–Oh, gracias–
La chica de cabellos extraños camina mostrándole el camino y ella le sigue en silencio mientras seguía mirando a su alrededor lo lujosa que era esta escuela. Incluso es más ostentosa que de la que proviene.
–¿No eres de por aquí cierto, Yamamoto? –
–¿Eh? –
–¿No sabes decir otra cosa que no sea “¿eh?” “¿oh?” –
–¿Ah? –
–Muy lista–
–Lo siento, yo–
–Lo sé, no te preocupes, al dar la vuelta en esa esquina no voy a asaltarte y amarrarte y desnudarte y quizá aprovecharme un poco por que en verdad te llevo a un lug- –
–¡Qué! – Sayaka se detiene de golpe, ¿Quién es esta chica que se toma demasiadas atribuciones y dice muchas cosas extrañas? – ¿Qué pasa contigo? –
–Ahh, perdón a veces suelo hablar de más–
–¿A veces? –
–Sí, pero solo en casos extremos como ahora, tu no coperas–
–Bueno, no te conozco–
–Y tampoco eres muy social–
–Bueno…–
–Camina, o se no hará tarde–
–Ah sí–
–Entonces, ¿de donde vienes? –
–De Tokyo–
–Wooo la gran ciudad–
–¿Y qué haces aquí? Es raro que trasfieran a alguien a estas alturas–
–Ahh, prefiero omitir eso por ahora ¿está bien?–
–mmh, bueno te disculpo solo si me respondes ¿Te gustaría tener una cita conmigo Yamamoto? –
De la nada lanza esa indiscreta pregunta que le pone helada la sangre a Sayaka, ¿Qué pasa con esta chica, está bien de la cabeza?
–¡QUE! –
–JAJAJAJA, mírate completamente roja JAJAJAJA~ –
En una burla inmediata la chica se tomaba el estómago sin dejar de reír cayendo en cuenta Sayaka que esta chica se ha dado cuenta que es muy fácil alterarla y tomarle el pelo.
–¿Cómo puedes? –
–Naa ya, ¿te gusta la Música? –
–Sí, bastante–
–mmmh, excelente. Este es el aula que buscas y mientras yo me voy a mi clase– La chica extraña da algunos pasos hacia atrás para volver por donde venían –Te estaré vigilando Yamamoto pronto tendrás noticias de mi– Le dice ella guiñándole el ojo – ¡ah! Por cierto, Kinoshita Momoka, pero tú puedes llamarme Momoka, hasta luego–
Sayaka ve como desaparece la chica dejándola en la puerta de un aula que no tenía ventanas hacia el pasillo. Bastante parlante esta chica para su gusto y en verdad espera que sea otra de sus bromas aquello de estarla vigilando. Antes de tomar la puerta para deslizarla hacia un lado, ésta se abre pasando por un sobre salto tan to ella como quien está del otro lado.
–¡Ah! Tu debes ser la nueva alumna, este a ver…– La aparente maestra busca entre sus cosas la lista –¡Ah! Aquí está, Yamamoto Sayaka ¿Cierto?–
–S-si– Inmediatamente, la chica hace una reverencia–
–Como vi que no llegabas ya me iba al aula–
–Ah, bueno, me perdí un poco–
–Si supongo es una escuela muy grande y con un alumnado muy peculiar, sobre todo las chicas de prepa–
–Sí, algo–
–Vamos, te llevare al que será tu grupo y tu salón, sígueme–
–Si–
Sayaka sigue a la maestra como antes lo hizo con la chica de nombre Kinoshita, esta escuela lo que tiene de lujosa lo tiene de extraña.
–De acuerdo a los informes, vienes de Tokyo–
–Si–
–Y de la mejor academia, unida a la universidad de Tokyo – La maestra parece sorprenderse –No me explico que haces aquí, en fin. Esta es el aula ¿estas lista?–
–Creo que si–
–Bueno, esta es una institución para chicas como ya debiste darte cuenta, cada una es muy peculiar pero en su mayoría son muy buenas compañeras y alumnas. –
La maestra desliza la puerta, la primera impresión de Sayaka es un salón muy amplio con bancas muy cómodas, al menos así se ven a simple vista. Hay mucha luz y una mezcla de aromas muy agradable, no cabe duda que son muy femeninas.
–De pie– Escucha una voz en el interior dar órdenes.
–Buenos días señoritas–
–Buenos días Maestra– Responde unísonamente –Sentados. – Dice después la misma voz de hace un momento.
Una vez todo acomodados en sus asientos, la maestra saca su lista y voltea hacia la puerta haciéndole una seña a Sayaka para que entre.
– Ella una nueva estudiante, es de Osaka, pero viene de Tokio por favor trátenla con respeto, preséntate por favor–
–Mi nombre es Yamamoto Sayaka tengo 15 años espero y podamos llevarnos bien, mucho gusto a todas.– Ella hace una reverencia para mostrar su educación y respeto ante sus nuevas compañeras aunque en realidad está bastante incómoda de ver solo chicas en aquel amplio e iluminado salón.
Regresa a su poción erguida y su mirada recorre rápidamente esa amplia habitación que aun que llena, la encontraba vacía. No presto mucha atención a quienes eran esos nuevos individuos con los que tenía que interactuar.
–Bien, veamos te asignare un lugar– Dice la maestra mientras ella continuaba observando únicamente moviendo sus ojos lo más discreto posible. –Qué te parece ese asiento de allá, el del fondo aun lado de la ventana
–[Excelente lugar]– Piensa ella e su mente. –Está bien, gracias–
–Adelante por favor–
Sin pensarlo más se dirige hacia él, sintiendo las miradas interrogativas de todas las chicas presentes en el aula daba pasos seguros hasta llegar ahí. La clase dio comienzo y no tardó mucho en darse cuenta de qué a pesar de que la maestra es una excelente maestra, ella ya había visto ese tema incluso no tuvo que asistir a clases para aprobar la materia. No presto mucha atención a esa clase y a las que le siguieron, presiente que esta mitad de año faltante será pan comido, de nuevo.
Dedico su tiempo a mirar por la ventana y los maestros se dieron por vencidos ante su distracción ya que al preguntarle cosas ella respondía correctamente. La misma clase se dio cuenta que no era una chica ordinaria y que su coeficiente intelectual estaba quizá muy por encima de muchas.
En la hora del almuerzo, esta nueva y sencilla estudiante salió del aula para ir a la cafetería. No sentía hambre pero no se le ocurrió otra manera de matar el tiempo para no estar en esa ala todo el tiempo. Al llegar exitosamente sin ayuda, distingue de entre todas a alguien peculiar.
–Ay no, ahí está la chica de la mañana–
Mirando hacia todas partes buscando una salida, ve una que da acceso a alguno de los patios, ella se escurre entre las alumnas para no ser vista por ese ente raro.
–¡OH! ¡Yamamoto! –
Kinoshita la ve y grita sus nombre pero las demás chicas que le rodeaban le hacen perderla de vista.
–¿La conoces? –
–Sí, es mi amiga–
–Pero según los rumores es nueva–
–aaah, pequeñeces, la conocí esta mañana– Kinoshita miraba entre las chicas pero ya no la veía a ella –¿A dónde se fue? – decía mientras sacudía su cabello.
–Pues parece que ella no piensa lo mismo–
–Bueno, es bastante tímida pero descubrí que le gusta la música–
–¿Enserio? –
–Sí, y quizá sea el elemento que nos falta para por fin poder ensayar como es debido–
–Deberíamos de hacer una invitación–
–Déjenmelo a mí, esta misma semana ella estará con nosotros. –
–Si tú lo dices–
Viéndose fuera de su alcance corre un poco llegando a un lugar algo solitario. Tuvo que ocultarse y no solo por la chica de cabellos extravagantes de verdad se había vuelto popular en un santiamén. Muchas chicas intentaron tomarle foto discretamente, y otras eran muy evidentes.
Usual mente no había estudiantes nuevas a mitad del año, el rumor de su belleza y elegancia se corrió en un par de horas gracias a las redes sociales. A demás su aspecto no le ayudaba mucho, su cabello corto le daba un toque varonil y eso a un sin saber sus demás talentos.
Había que sumar también el uniforme, era color negro con adornos rojos, camisa blanca y saco también con adornos rojos y el escudo metálico dorado del lado izquierdo. Era opcional usar moño o corbata, sin duda alguna le sentaba mejor ese pedazo de tela alargado negro con la terminación en flecha color rojo.
Ella se encontraba oculta detrás de unos arbustos sobre el pasto cerca de un invernadero. Fue el mejor lugar para huir de todo aquello a pesar de que se propuso pasar desapercibida esta mañana. Pronto se dio cuenta de que no estaba sola y había alguien más ahí, recostada escucha algunos murmuros y gira su cuerpo ayudándose de sus manos para levantar un poco su cuerpo y ver entre los arbustos.
En una banca fuera del invernadero alguien leía un libro, los rayos del sol hacían brillar su cabello castaño, largo y un poco ondulado. El uniforme le sentaba tan bien que no parecía una simple estudiante, aunque ella llevaba moño del mismo color de su corbata.
El timbre para volver a clases suena y es distraída por ello volteando hacia la dirección de dónde provenía el sonido, cuando regreso su vista a la banca ya no había nadie más ahí. Mira hacia diferentes direcciones y no hay rastro de la chica.
–¿Adonde fue? – Murmuro quedándose pensativa mirando hacia la banca –Oh no, se me hace tarde– Levantándose de golpe sale corriendo de entre los arbustos.
Al entrar a su nuevo salón algo agitada y aliviada de que no estuviera aun el profesor, escucha inmediatamente como murmuraban cosas por su llegada, pero no les dio importancia solo sonreía a quien la miraba mientras se aproximaba a su asiento. Nuevamente se distrajo cuando su mirada cayó en la misma persona que estaba en el invernadero, caminar por el patio de la escuela tranquilamente con su libro en su regazo. La observaba desde la ventada del segundo piso tan fijamente que no escucho la indicación de la presidenta de la clase decir que se sentara provocando así su primera llamada de atención del día.
Las clases terminan, y está más agotada que nunca. Desde su lugar ve como una a una las chicas abandonan el aula y hablan de sus clubs
–Es verdad, debo elegir un club– piensa ella. –Esperare un poco más–
Toma su maletín y camina hacia la salida del salón es temprano para volver a casa así que solo camina sin rumbo fijo. Quizá deba ir al centro de la ciudad a comprar algunas cosas que le hacen falta, su mudanza fue tan apresurada que ni siquiera tiene su propia cama.
La primer semana fue la más dura y agotadora, pero logro adaptarse gracias a que poco a poco sus dotes naturales salieron a relucir durante las clases de música y hasta ahora una de sus favoritas descubrieron que tenía una voz bien entonada y con un color muy agradable a los oídos el profesor de música la felicito de inmediato y la invito a formar parte del coro de la escuela. En deportes las chicas hacían gran alboroto cuando le tocaba correr o hacer saltos de altura.
Un día más terminaba, ella guardaba sus apuntes y abrumada por el acoso de muchos clubs y de sus ahora admiradoras decide huir cuanto antes de ahí.
–Vaya que eres experta en escapes– Reconociendo al instante la voz, mira hacia todas partes e incluso gira pero no ve a nadie. –Acá arriba erudito–
–¿Eh? – Mira hacia la barda y cual lagartija, Kinoshita Momoka estaba acostada sobre ella, por un momento vino a su mente la escena de Alicia en el país de las maravillas y el gato Chesire hablándole desde un árbol, aunque no hay mucha diferencia.
–Te he estado buscando– De un brinco cae al piso, una experta en ello.
–¿A..Así? –
–Sí. –
–¿Qué paso con eso de que ibas a vigilarme? –
–lo hice–
–Pues no lo sentí como tal–
–Dije “voy a vigilarte” nunca a acosarte–
–Bueno, honestamente siendo tú y lo poco que te conozco es casi lo mismo–
–Pues no, te seguí de cerca y casi robo tu ropa de deportes–
–¡Que! ¿y dices que eso no es acoso? –
–Bueno, no quería que hicieras las pruebas para el club de atletismo–
–Eres muy extraña ¿sabes? –
–Sí, me lo han dicho muy a menudo–
–¿Y que mas descubriste? – Sayaka cruza sus brazos dispuesta a escuchar a su si/no acosadora.
–Sé que corres 50 metros en 7.40 segundos, nadas 100 metros en 57 segundos , encestas 15 canastas en un cuarto de partido, eres pésima para cocinar, pero tu coeficiente intelectual está por encima incluso de nuestra queridísima presidenta, aciertas 10/10 en tiro con arco el club de kendo te persigue porque derrotaste a su líder–
–Mmh–
–Tocas varios instrumentos, tienes una maravillosa voz, – Sayaka se sorprende, en verdad la ha estado observando. –… buenas piernas, busto grande– Sayaka hace una mueca de nervios y molestia escuchando como la chica sigue con sus bromas aun después de todo. –y tu ropa interior casi siempre es negr- –
–¡Suficiente!¿A dónde quieres llegar? –
–Ya, no te enojes. Quiero que me acompañes a un lugar especial~ – Sayaka la mira con mucha desconfianza. –Tranquila, te va a gustar–
–Quieres ¿Quieres dejar de ser tan sugestiva? –
–Está bien, está bien. – Llevándose la mano derecha al pecho y alzando la otra la altura de su cara. –Prometo firmemente respetar tu integridad si aceptas venir conmigo–
Aun mirándola con desconfianza desenreda sus brazos bajándolos a los costados chistando con su boca.
–Está bien, vamos–
–¿En verdad? –
–Sí y vamos ya antes de que me arrepienta–
–No se diga más, ven sígueme–
La felicidad repentina de la chica le parece nítida de alguna forma le agrada. Era el lugar más alejado y quizá el más olvidado del instituto, aun así seguía confiando en la palabra de Kinoshita mientras caminaban sin llegar a ningún lugar.
–Bienvenida–
Kinoshita abre la puerta con una gran sonrisa y en cuanto ella mira hacia adentro sus ojos se iluminan y le brillan cual niño pequeño en dulcería. Era exactamente lo que buscaba desde hace mucho tiempo solo que había un pequeño detalle, solo había dos chicas dentro.
–Adelante– Sayaka entra, a pesar de las pocas integrantes estaba muy bien equipado incluso hasta tenían un mini estudio de grabación y una bella sala. Era evidente que estaba muy olvidado el club debido a la falta de integrantes aunque estando Kinoshita no le sorprende. –Chicas preséntense–
–Ijiri Ana de segundo año, soy la tecladista y mezcladora de sonidos–
–Yamaguchi Yuki segundo año, soy la bajista y toco otros instrumentos–
–Y yo, soy Kinoshita Momoka, la baterista y te toco lo que quieras~ –
–¿Tú no tienes vergüenza, verdad? –
–¿Qué es eso? –
–No puedo creerlo–
–¿Quieres unirte a nosotros? – Yuki camina hasta ella y la toma de los hombros obligándola a sentarse en uno delos sillones. –Te acostumbraras a ella, es algo fastidiosa pero es excelente baterista y guitarrista y si tuviera más manos te aseguro que tocaría muchas más cosas–
–Toquemos algo para ella chicas– Momoka propone yendo hacia su batería y tomando asiento en ella.
–¡Si! – Las chicas animadas por tener un espectador y un posible miembro hacen su mejor esfuerzo.
Sayaka veía como talento no falta, pero carecen de un orden y falta una guitarrista y una vocalista y algo de armonía. Son un completo desastre sin duda alguna sin embargo, es lo que ella anhelaba desde que comenzó la primaria en Tokyo.
A pesar de que la mayoría de los clubs intentaron reclutarla, ella no lo pensó dos veces y decidió unirse a lo que ahora sería una verdadera banda y ella tendría un protagonismo fundamental.
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No comprendí el silencio presente en mi niñez tan feliz ni el café derramado en la sala junto a mi familia Quise jugar y llevar al patio a mamá pero en la entrada el ángel guardián se llevó mi voz y mi canción dejando sonar el vació en un corazón El viento jamás arremetió tan fuerte como ese día en mi vida ni la sonrisa de mi hermana se oculto tanto como esa noche Y los cantares de mi infancia se remotan a guerras invisibles contra la melancolía y ausencia de ella Sin embargo, siempre guardaré para los malos momentos sus abrazos y caricias los “te quiero” al amanecer con su voz dulce y apagada Y ahora que no está que se fue, que no volverá el café derramado, las miradas perdidas, el vació en el sillón y el silencio en el aire, tiene sentido ��� A veces la muerte se viste de amiga.
Brenda Ramírez. El sitio vacío en el sillón.
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No. No te vas a morir de amor. Nadie se muere por amor.
Ya no te asumas rota, no lo sos. Sos fuerte. Mujer bella. Enorme. Mágica. Completa.
Nadie tiene el poder de quebrarte. Nadie de verdad. Nadie tiene poder sobre vos. Nadie más que vos. Sos única. Sos importante. Sos brillante. Sos capaz. Sos inteligente. Sos hermosa.
Cree en vos. Sos tu propia medicina, siempre lo fuiste. Abrí los ojos. Conecta con tu ser. Ya regalaste mucho tiempo y energía en los de afuera. Ya experimentaste suficiente dolor. Para de sufrir. Mirá. Mirate. Agarra un espejo. Mirate a los ojos y profundo. Mirate el alma. Mirate el corazón. Vinimos a ser felices. A cumplir sueños. Que esperas? Depende de vos. Solo de vos, te lo juro por Dios.
Necesité estar en manos de un hombre, que decía amarme, a punto de sacarme la vida una y otra vez. Viví cada golpe y cada herida como si fuera la última, pero siempre siempre había una más. Alguna peor. Necesité humillarme, sentirme débil e indigna, faltarme el respeto, dejarme de lado, olvidar por completo mi valor. Necesité despojarme de todas mis virtudes. Me desconoci. Por años, muchos, me desconoci. Fue patético, movilizante, peligroso y transformador. No cambiaría nada, aunque hoy la cuento, porque el de arriba es grande, tuve un poco de suerte y mi ángel guardián es el mejor.
Créeme cuando te digo que te entiendo. Entiendo tu dolor. Salí de ahí. Aunque no quieras, no te condenes más. No te merece. Y vos, te mereces el universo entero. Sé tu heroina y te aseguro te lo vas a agradecer toda la vida. Estas viva. No hay nada malo al lado de soledad. La soledad sana. Te vuelve sabia. Te aclara las ideas. Te hace mimos. Te calma el alma cansada. Soledad y vos, harían un equipo increíble. Imparables. Fuertes. Repletas de seguridad. Confiable. Vos podes ser tu propio hogar. Tu lugar seguro. Tenes mi mano, siempre. Para que saltes cuando lo decidas. Saltamos juntas. Contas conmigo, porque amiga leal hasta la eternidad ♡
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Revancha
Eras magia cuando la realidad me dolía en la cabeza. Y te recuerdo siendo mi escalón cuando no llegaba adonde quería estar. Y de repente eras todas mis amigas cada vez que necesitaba un par de pies para ponerles el elástico y poder saltar. Y tantas veces te vi ser el príncipe más hermoso: cuando eras capaz de recorrerte el planeta con tal de buscar el zapato que me hacía falta para poder caminar. Y también fuiste mi almohada cuando necesité dormir mi angustia por un buen rato. Y ni hablar de ser la risa que no encontraba cuando la frustración tocaba la puerta de casa. Y el mejor remisero, el que me iba a buscar a cualquier hora de cualquier lugar, sin interponer la duda como peaje. Y también fuiste la razón para querer volver, simplemente para contarte cómo me había ido. Y los ojos que me miraban cada vez que no tenía quien lo haga. Y la palabra amorosa cuando más la necesitaba. Y mi mejor cómplice cada vez que precisaba de alguien para hacer un buen despelote. Y fuiste la mano en la espalda que me empujó a volar. Y el sonido de mi voz cuando no pude defenderme. Y el beso en la frente que me hacía sentir a salvo de cualquier tormenta. Y el chiste malo y repetido en el medio del dolor de mi separación. Y fuiste juguete cuando quería jugar. Y maestro cuando necesitaba aprender. Y alumno cuando te pedía que me entiendas. Y mi enfermero. Mi psicólogo. Mi cocinero. Mi ángel guardián. Mi payaso. Mi financista. Mi incondicionalidad eterna.
Amor… Sobre todo, fuiste amor, pa. ¿Si te busco? No. Acá te tengo.
¿Que si te extraño? Sí, como una loca.
¿Que si tengo algo pendiente? Sí. Haberte amado más.
Haberte cuidado más.
Haberte agradecido más.
¿Que si pienso que es tarde? No.
Eso jamás. Todos los días me tomo la revancha.
Y entonces sigo. Siempre sigo.
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