Tumgik
#me tiras una piedra y listo
thesilcnce · 5 years
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❝ i’m not a hero so stop saying i am one . ❞ ;; @glmcre​
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“oh vamos, ¿prefieres que te diga que eres villanx?” cuestionó con el ceño fruncido en cierta confusión y es que no entendía cual era el problema. no es que le haya insultado o algo así... o al menos aria no lo veía de esa forma. “porque en ese caso, vale, no tienes ni usa sola gota de heroísmo.”
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Arte conceptual.
Pain crush.
Episodio (sin numeración): El subterráneo.
Shadow y cracie en "TRAJE DE ESCALADOR"
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Spoiler del guion.
Ext./ fondo de un tunel/ aparentemente de dia.
Shadow y cracie llegan a una especie de túnel que esta bloqueado por rocas.
C: vaya... parese que no hay salida.
Shadow mira sus manos un poco y piensa.
S: ¿cracie? Podrias dejar de pensar un poco y empezar a usar los puños.
C: Huh? ¿A que vino el comentario?
S: hum. Mi madre me dijo que herede los poderes de mi padre; ella me dijo que mi padre tenia super fuerza. Por que no probamos sus teorias.
C: pero...te puedes lastimar las mano.
S: habrá que intentar. Mantén el botiquín listo okay.
C: okay.
Shadow limpia un poco sus brazos, calienta un poco y se pone en posición de luchador.
S: okay. Aqui voy (motivandose)
Shadow agarra a impulso y de 3 golpes tira el gran muro de piedra que abré paso a un acantilado que daba a "Hotland"
Cracie se queda impresionada.
C: deja de echarte flores, la piedra estaba húmeda.
S: (risa burlona) como tu digas, "manchita"
Shadow le da una palmada en la espalda haciendo que cracie se cayera por el acantilado.
C: AUXILIO
S: CRACIE!!!
C: ME RESVALO!!!!
Shadow colgando de la orilla atrapa a cracie del brazo.
S: TE TENGO!!!
C: AYUDA!!!!
S: TE TENGO!!!!
C: ahrg...no...puedo resistir mas...
S: NO, CRACIE NO TE SUELTES!!!
C: YA NO AGUANTO.
S: NO DEJARE QUE MUERAS ASI!!!!
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megalomaniac-01 · 2 years
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Aun tengo traumas por superar, sigo sin estar listo... No se si en algún momento podré lograrlo. Que horrible es tenerle pavor a las personas, a sentir que todos buscan traicionarte o hacerte daño...yo no era así. Yo no quería ser así. Yo quería seguir adelante. Me robaron mi sueño. Me lo han robado...
Estoy en un tira y afloja entre la psicóloga y mis ganas de hundirme en la miseria. Quiero volver, extraño tener amigos, extraño confiar y poder sonreír...jaja...al menos hoy estando borracho pude sentirme auténticamente feliz y libre por unas cuantas horas.
Soy una especie que nace despacio en ese espacio vacio que nadie vio...y aunque me desprecien, segui recio pagando el precio que pago por ser yo... Por eso sueño como niño, actúo como adulto, vivo como un joven y escribo como anciano culto...
No...esto está mal, esto está mal. No depende de mí el cambio, hay muchas flores allá afuera, y siempre habra que elegir entre matar y morir...o no jugar. No estoy vivo, ya no juego, no volveré a jugar. Soy un asesino. No hay redención para personas como yo. El mundo es de los vivos y yo siempre fui muy ingenuo. Nadie daría un centavo por mi al final del túnel. Soy una herramienta, un medio para un fin, pero al final siempre seré descartable. Siempre seré el rechazado, incluso aunque no sea culpa mia. Carajo, no es culpa mia. ¿Por que tuviste que cargarme con este peso? Ya no aguanto la montaña que tengo encima, ya no por favor, por favor déjame en paz, no quiero saber de ti ni de ustedes, son todos ustedes la misma mierda. Tiran la piedra y esconden la mano, me hundo en la mierda y ustedes ni caso... Creíste que llegar tarde serviría de algo? Que facil es aceptar la culpa cuando ya pasó el tiempo. No se manejar el rechazo desde niño. Y permitiste que sea rechazado, y lo hiciste cuando recien estaba comenzando a curar y a confiar en las personas otra vez...que cruel eres. Eres una flor mas, eres mi flor de 2022.
Tengo un hermoso jardín con una flor por cada año. Cada flor me está robando las energías. Creo que debo irme y dejar que las flores mueran con el pasar del tiempo. O quizá...
Blaximental finiquitó a Blaxito de un certero disparo.
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christianix-550 · 6 years
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Introduccion (Tercera parte): “Los Peligrosos”
Hora: 11:32 AM Dia: 11 de Abril de 120** Lugar: Primaria Coralis
niño abuson: oye quieres tu peluchito niñito? *arroja un peluche de una serpiente a otro*
Snake: d-devuelvemelo *sollosando*
niño abuson 2: quiere llorar quiere llorar JAJAJA *arroja el peluche devuelta a su remitente*
Snake: *se tropieza* auch *sollosando un poco mas fuerte*
niño abuson: jajajajajaja que torpe e inutil eres, tan insignificante como siempre jajaja, tomalo *arroja denuevo el peluche*
Soren: *corre e intercepta el peluche en medio del aire* 
niño abuson 2: PERO QUE?
Soren: je, son tan predecibles. . .
niño abuson: oye devuelvela 
Soren: la quieren? *hace una seña de mufa* vengan gorditos jejeje
niño abuson: te gusta tener problemas? eh? *corre tras el*
niño abuson 2: *lo sigue*
Soren: *tira el peluche arriba muy fuerte* 
niños abusones: *miran para arriba*
Soren: *les baja los pantalones* jejeje *agarra el peluche*
niño abuson: *miran el peluche en sus manos* tras el *se cae* aah, pero que ra. . .?
niño abuson 2: *se cae tambien* aaa. . . auuuh duele
Soren: como dicen por ahi “no contaban con mi astucia”
*los niños de alrededor se rien a carcajadas*
Snake: ja. . . jajajajaja 
niño abuson: seras *se pone los pantalones otra vez* 
niño abuson 2: ahora veras *se pone los pantalones y va tras el*
niño abuson: eh. . . espera hal que la. . .
niño abuson 2: *agarra apresuradamente a Soren* quieres un golpe? EH? *lo amenaza con su puño* quieres mi sanwich de puñetazo limpio?
Soren: no se *señala atras* preguntale a ella
niño abuson 2: *se voltea y tiembla* eh. . .
Profresora Shark: que ibas a hacer? *crusando los brasos con desaprobacion*
niño abuson 2: y-y-y-yo. . .
Profresora Shark: *le agarra de las orejas* hablaras con la directora sobre esto
niño abuson 2: n-n-no du-du-duele 
niño abuson: *intenta irse de puntillas*
Profesora Shark: y tu a donde vas nahuel?
niño abuson: *tiembla mientras mira atras* yo solo queria. . .
Profesora Shark: vendran los 2 YA MISMO!! *agarra al niño abuson por la oreja mientras los lleva a los 2 a por el director*
Snake: *va a por Soren* G-G-GRACIAS
Soren: *devolviendo el peluche a Snake* cuando tengas problemas con el otra vez, silva lo mas fuerte que puedas
Snake: no se silvar. . .
Soren: no te preocupes, por lo menos grita con pulmon a tope
Snake: entendido *le da la mano* hola, soy Malcom aun que algunos me llaman Snake
Soren: *corresponte el apreton de mano* Soren Khamaro, un gusto de verte. . . Snake?
Snake: si, me llaman asi por que me gustan las serpientes, hasta tengo uno de mascota
Soren: enserio? y no te va a comer?
Snake: es una serpiente, bueno mas bien piton, pero no es anaconda
Soren: ya. . . pero que interesante
Snake: oye quieres conocer a un amigo? *le sujeta el brazo y lo lleva corriendo por el patio*
Soren: o-oye quieto!
Snake: *señala a un chico por ahi* ahi esta *lo saluda a la distancia
Milo: hola *les devuelve el saludo*
Soren: *se desprende de su mano* hola *lo saluda con un poco de indiferencia*
Milo: hola. . . *susurra al oido de Snake* {oye que le pasa a este?}
Snake: *susurra a Milo* {es un poquito serio, pero me ayudo a recuperar mi peluchito}
Milo: {ya veo}
Soren: saben que los escucho?
Milo: *lo mira con nervios* p-p-p-perdon quizas e-exagere
Snake: ja. . . jajaja eh. . .
Soren: si me ves como una piedra *señala su pansa* yo te veo como un barril 
Milo: no estoy gordo. . . un poco. . .
Snake: tampoco esta para tanto jajaja
Milo: p-p-pues me puedes ayudar un poco en bajar de peso?
Soren: *pensativo* quizas. . .
Hora: 14:04 PM Dia: 16 de abril de 120** Lugar: Parque Viaducto
Snake: DALE MI SUBORDINADO ARREANDO QUE MI REINO QUIERE INVADIR EL QUIOSKO DE LA ESQUINA
Milo: *tirando de una carreta de chapa impovisada* que te crees que soy? un caballo?
Snake: no, un elefante JAAJAJAJAJAJA
Milo: OYE!!!
Soren: no se peleen, no que querias bajar de peso?
Milo: obvio. . .
Soren: aun que falta algo *pensativo* ya se
*un cuarto de hora mas tarde*
Jhon: *caminando tranquilamente con su primo* oye y si vamos al parque?
primo: ok. . . eh? *mirando al frente* mira *apunta adelante*
Jhon: hm? *mira al frente*
Milo: *corriendo a toda potencia con el carro en mano* DONA DONA DONA DONA
Snake: YIIIIIIIJAAAAAAAA *sosteniendo un palo con una cuerda que sostiene una dona glaseada* ESO CABALLITO WUUUUUUJUUUUUU
Jhon y su primo: *se hacen a un lado mientras ven pasar a los 2*
primo: jajaja que divertido *va tras ellos corriendo*
Soren: *sin aliento se detiene a recuperar el aire* 
Jhon: que le hicieron a la albondiga?
Soren: *aun jadeando* el. . . quiere perder peso. . . eso. . . fiuuuu como corre ese loco. . .
Jhon: ya me lo imagino 
*mientras en el fondo se ve milo comiendo la dona, Snake y el primo de Jhon compran dulces en el quiosko* 
Soren: *los ve en el fondo* creo que a este paso ira bien
Jhon: ya. . . *le da la mano* Jhon Denter
Soren: *corresponde al apreton de manos* Soren Khamaro
Jhon: oye. . . quieres formar un grupo para jugar territoriales cuando saquemos licencia?
Soren: un grupo para territoriales?
Jhon: claro *sonrie* y ustedes 3 me alegraria mucho formar ese grupo. . . son gente divertida
Soren: *pensando* puede que si. . .
[7 años mas tarde]
Anunciador: DAMAS Y CABALLEROS, NIÑOS Y NIÑAS, AQUI ESTA LAS RANKEDS DE LA SERIEDAD C.D.P , DONDE SE UN EQUIPO NOVATO ES EL CENTRO DE LAS MIRADAS PERO EL OTRO GRUPO NO SE QUEDA ATRAS
Anunciador 2: asi es, en el C.D.P se clasificaran de los 8 equipos solo 1 podra ir al INK CHAMPIONSHIP para los 16 equipos de todo el mundo que estan tentados a la copa
Anunciador: exactamente mi querido Ramamaik pero esto sera un equipo novato que aun que recien empieza esta en cabeza por 4 puntos de diferencia 
[Tabla de Clasificacion]
“Los Peligrosos” 30 puntos
“Los 7 Mares” 26 puntos
“Krakrens De las Marianas” 22 puntos
“Tiburones Grises” 17 puntos
“Las Algas Elementales (Japones)” 12 puntos
“Almejas Colosales” 6 puntos
“Pulpos Palpitantes” 4 puntos
“Twisted Flowings” 1 punto
Anunciador: y aqui vemos como estan los equipos y la verdad la victoria de ayer de los Krakens estan muy a la par ya que el asalto mejillon es su punto fuerte con los pinceles y los devastadores
Anunciador 2: en eso tienes razon mi querido Crustaier pero los Tiburones Grises estan siguiendolos pero solo les falta un milagro para que se clasifiquen en las semifinales para enfrentarse a los 7 Mares
Anunciador: bueno pero no nos entretengamos mas y ya que empiezan a parecer EN EL CORVETA CORVINA LOS EQUIPOS, ESTO ES Los Peligrosos CONTRA Almejas Colosales
*mientras en la popa de la Corveta*
Soren: Listo equipo?
Milo: estamos listos
Jhon: recuerden el plan
Snake: Todo Lissssssto 
Soren: ADELANTE 
y con esto concluyo la introduccion de esta historia, se que aun no profundice del todo peeeeeeeero hasta aca termine, perdon por tardar mucho en esto pero me costo xD me costo, los sabados y los domingos comenzara la historia de verdad, espero que les guste y prometo profundisar mas esto ok?
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nahuelkatz · 4 years
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Piensa tanto en la cocaína que cuando Juan le habla con las manos en el bolsillo cuestiones de su abuela, Katz cierra los ojos fuerte y no retiene mucho. En la casa de Mauro, siete fijos, quién sabe cuántos otros temporales, o los que pasan. Y de vuelta quiénes. La música restalla. Hay gente que no recuerda y ha charlado algo, y también otras que ha visto una sola vez en la vida y que ni idea. Si lo saludasen, haría un gesto de la cara, deforme más buscando transmitir paz, eso mezclado con la mirada de un secuestro, de todas las partes.
Hace frío o calor en Barcelona.
Deja a Juan con gesto comprensible, eso para ir afuera, total esta conversación seguro resurge a la vuelta.
Es consciente del eco por primera vez, lo grave que es la voz de Mauro, como calla a las otras. Sale serpenteando entre la gente.
Cuesta ir por las escaleras de la edificación larga y chica. Ni notó a Martín bebiendo algún licor con barbitúrico acostado en un sillón que interceptó en cuanto dos quebradas se pararon, agarradas de las manos, y él como rey con banquete copioso y tapado puesto, con gracia y rapidez extrañas en aquel que le cuelgan las babas.
Tampoco vio quien va escalera abajo a Aldana encarando a algunos lindos, enarcando las cejas en los momentos justos, siendo como siempre y divertida en la idea de bailar. Y en ponerse a bailar, pero sobretodo en lo otro, le gusta verlos querer ser una araña bananera. Es algo simple. Reacciones. Movimientos.
Ser mujer te da eso que será bueno o malo o qué pero que existe y a ella piensa que le juega a favor y si no ha salido sin necesidad más que de tenerse, con su pelo cada día más largo, a veces atado, o en rodete, pero siempre creciendo. Los chistes sinceros también. Lo mismo danzar a lo loco con los chicos, conocidos, amigos de, los lindos y graciosos de porro, fumar porro con todos ellos, pero hasta ahí. Prefiere hacerlo con su grupete. Con Agustín Cruz (frutilla imposible). También con otras mujeres bebidas y chispeantes, cuerpo contra cuerpo como si hubieran bailado juntas desde chicas, como les pasa con Brenda.
Ay la Aldi, la hija del policía, ella quien una vez trajo y sacó como si no existiera a uno del skatepark al que miraba entre las gafas negras sin miedo alguno, echada con los joggins y el pelo largo en el suelo, casi planta. Eran chicos en ese entonces y la situación era la de siempre. Aldana mirando hombres sin decoro, Nahuel y Brenda hablando acostados, compartiendo auriculares o leyendo, y los otros, cómo no, en la pista con las patinetas. Julia entretanto con Martín poniéndole flores y pasto acomodados de manera linda en ese pelo que ya era fucsia de ese fuerte. Él abrazado al jugo de vodka y un poco de naranja que tomaban antes y durante y después del colegio ese de arte, el grupo de la mierda como siempre. El grupo de la mierda, ellos en sus bancos eternamente suyos cada año en cada salón. Nombres, canciones, navajazos y saliva. A veces bilis. Después se sumó Cruz al otro banco y en todos lados hablaron siempre, porque ese habla o habla. Los más callados son Martín, Nahuel y a veces Brenda, bien sabe. A Julia la conoce desde los seis años.
Le gustan las gafas siempre puestas para bajarlas y mirar y que miren, y ahí el juego.
Nahuel va que tropieza por las escaleras de cinco pisos eternos.
Al llegar afuera quisiera abrazarse a ese cielo desprovisto de las estrellas por el smog y las casas ajenas, a la boca desde el Playón, geométrica. Mira, sí. Pero ve líneas y fauces. Oye perros y ve caninos, esos caninos enormes. Roque como compungido tras la puerta del baño, rasgando con zarpas, y Nahuel sentado en el inodoro con los codos en los muslos desnudos, sólo unos shorts sueltos y negros que cubren pero no tanto. Las manos en la cara, en la frente. Antes de volver a Juan, el más rescatado, él que no consideraría el camino al empalamiento hasta ser atravesado.
Yoel lo llama apenas lo ve, agita el brazo para atraerlo al lugar y al momento repara en la posición ajena y la agitación. Nahuel gira el rostro justo cuando Chazarreta va a entonar algún sobrenombre, y él va enderezando el andar. Al agarrarlo un momento lo raspa con el microdermal ahí junto al oído, donde suenan chasquidos atómicos por nada. No hay mucha luz pero distingue perfecto a Yoel y a Tomás, el otro conviviente de Mauro, con la capucha puesta y fumando de una lumbre gorda sentado en el piso. Se conocen todos más o menos de los trece, catorce. Nahuel aguantó sin probar falopa hasta el año que cumplía quince, el mismo en que con Brenda tuvieron sexo por primera vez.
— ¿Qué toman?
'Yo Clona con vino, ¿querés?'
Extiende el brazo a él y Katz bebe, esa lombriz que baja y pica y estremece y muerde famélica. Al terminar el largo trago se limpia el rostro y le devuelve a Yoel una cantidad digamos que injusta. Pero Chaza (Chazarrata por ahí, rata y chorro así nomás, a punto límite de otro choque y de terminar en un container) ni se preocupa, termina lo que queda, fuma cigarrillo, le convida a Katz que ve cemento, asfalto y piedras. Piedras de esto y de lo otro. Sólo le gusta estar descalzo pero no se acuerda, se olvida la sensación del pasto y la de las alfombras. El porro gira a la derecha, Tomás lo pasa a él que lo agarra ciego, fuma a caladas deliciosas, casi que las contiene. Se lo da a Yoel y Yoel fuma, el humo sale instantáneo por la nariz y entre los labios y mira ese cielo extraño y bello que consigo ha traído desgracias y sexo y piques, y también ese accidente, Nahuel lo sigue en la mirada sin darse cuenta que está re loco. Cararrota, Chazarreta, fuma y sigue la ronda. Recuerda esa vez en la carpa de Córdoba cuando pensaban en algún mosquito lo atacó a Katz, afiebrado y delirando de a ratos, muy débil. Como dominó, llegó su primera abstinencia. Agustín comentó algunas cosas, pero toma y la pepa que es la cosa real. Esa vez que se le cayó el celular a la zanja, la pepa en la funda, y entró nomás. Con un olor. Se cagaron de risa. Se descostillaban. Katz sorbe por la nariz.
'¿Cómo vas?'
Encoge los hombros. Hay muchos kilómetros a la distancia, y el corte es eso mismo, y esto es otro sufrimiento. Sabía que se iba a ir, siempre lo supo. Y supo de Sebastián y de la familia de Simón y del amar y del querer poseerlo. El dejarse llevar. El porro vuelve a girar y Nahuel no cae por un momento, Yoel le indica.
'Lo que le agradezco a Simón que me salvara la vida' dice.
Nahuel sonríe. Tomás sabe, bebe de su propio vaso, intomable diría más de una persona. Sí le salvó la vida. —Y...
'Y.' Se ríe Yoel, piensa en Simón y en Fede y la familia. Van a seguir viéndose. Y a Zandoná le manda mensajes de tanto en tanto, porque se imagina que está de acá para allá. Y Yoel normalmente se envicia si no es en droga y porro y la moto y también las carreras, todas las carreras. Siempre supo que no llegaría al Dakar. Es ocioso. Pero le sigue dando a la música entre maples de huevos pegados con los chicos.
Nahuel hablaría de Simón, pero hay otra cosa en su cabeza y tampoco tiene momento. A veces quiere llamar a Andrés pero desecha la idea, y con Belén ni hablar. De ayuda Brenda podría, más sabe que no faltaría contención pero sí confianza. Además el ‘Y.' zanjó cuestiones reales o hipotéticas.
'Me voy a llevar esto a rellenar' y sonríe contento el diente que no está. El rubio va a encontrar algo rico para Nahuel y para él.
Silencio. Katz busca los cigarrillos y fuma.
'¿Estás dejando?'
—Sí.
'Yo también' contesta. Encoge los hombros. Es peor que las otras veces pero siempre es así. Al menos ya no pasa por Alejandro Korn. Sigue agarrando destornilladores y los tiene en los bolsillos y los tira o no.
Estira el brazo y pasa el porro, Nahuel hace un gesto con el dedo hacia el vaso y Sosa lo acerca estirándose lo mejor que alcanza, porque Nahuel está hecho mierda como él, Yoel, Mauro, Martín y más que ellos. Quién no merece tomar de un trago. A Simón ha visto beber con ganas. Pero él no culpa a nadie porque nadie no lo hace, y todos disfrutan y vomitan y sangran. Y da ganas. Cuestión, Yoel no pone mucho Clonazepam al vino tampoco. Nahuel toma, dobla una pierna, se arregla. En qué andará Simón no le incumbe pero lo piensa, repasa. — ¿Tenés merca?
'No.'
Es mentira y algo no muy personal. Un gesto de mutis propio que Nahuel reconoce de miles de otros, delata la mentira de un drogadicto.
—Dale, Tomás.
Pide éste el porro de mala gana y al ser devuelto no le hace ni caso por un rato, lo medita aunque está en otro lado. Nahuel sostiene el vaso sin beber.
— ¿Y Yoel?
El moreno se sacude, le pasa el porro y se saca la capucha. 'Con Joaquina.' O Martín o cualquiera. Se arregla el pelo y piensa en el sexo de Joaquina, en las tetas y el culo. Hubo una única vez, y ni si quiera en lecho. Nada más los dos apretados en el baño de Yoel franeleando y dedeándola y chupando. Y listo, nunca más. Joaqui balbuceó algo (silencio, repetición, cualquier cosa) en algún otro encuentro general, pero Tomás hizo gesto de dejá con el ceño en leve fruncir y así fue. Se llevan.
Joaquina y Yoel son un tema, sí sí. Lo son.
Fauces abiertas y rábidas. Quiere falopa. —Convidame.
Tomás fuma el porro. Esa merca es suya, no de él. Por más años convidando y más ganas que tenga, hoy no es la noche. Lucas no contesta más el celular. Habrá cambiado el número.
— ¿Qué te pinta?
'Es para después.' De acá se va a ir por ahí a lo lejos.
Piensa Katz que ni le venga a pedir. Ni a palos. Nunca más.
Ya está enojado, triste y desesperado al volver de Yoel. El rubio viene y le da el vaso y el porro se le es tendido. Chazarreta fuma a pesar del mandibuleo y ese mareo que tanto le gusta. Abraza a Nahuel, lo atrae contra él como siempre. Lo suelta en otro momento.
Sosa tiene curiosidad de saber un poco más del tema ese que discutieron apenas los otros dos. Simón no le caía mal. Y a Nahuel lo conoce más o menos. Siempre ha vuelto y venido de Corrientes y todos lados. Mauro y los demás le pagan el alquiler a veces. Muchas pero no tantas. A Katz siempre quiso hablarle de más cerca y siempre se la puso dura ni con mirarle las piernas o nada. Percibió cosas. Gestos propios de las manos que a él ya ni le salen porque desde que descubrió la sexualidad, eso temprano, en cuanto recorrió y oyó el alrededor... Se confirmó después, aunque Sosa captaba, con Simón. Médico ¿cabecera de urgencias?, no era para nada feo. Sí que agarró con Nahuel. Los dos agarraron. Mueve el pie, el pantalón enorme se mueve, oculta una delgadez.
'Estaba con Joaqui y Aldi'.
—Vivo acá a la vuelta. —Le dice a Tomás, Yoel que venga ni se tiene que decir, es Yoel. Yoel tiene merca (él la dejaría si se lo pidieran, aclararía de paso. Alguien que no sea su vieja). La cosa es que ir al departamento va a estar bueno. — ¿Dale? —Mira el microdermal de Yoel y después sus pupilas eclipsadas.
Tomás sigue callado, tiene otras cosas que hacer. Juguetea con el porro, no sabe ni cuándo llegó a sus manos. Le va a costar levantarse, de paso caminar hasta dónde pueda echarse a esnifar y, en cuanto se tiña ese celeste que precede al amanecer, a bajar. Puede ir. Lo ha hecho tantas veces que es terreno propio, pero no asegurado.
'Yo me quedo hasta que Joaqui quiera' dice Yoel. Aldana va a llamar a un Uber que Marto pagará (descansará sobre las piernas de Aldana, en una posición perfeccionada en mutuo acuerdo y entrenamiento), y ni se fijará en el peso del billete, como siempre. A veces se rescata alguno, a veces el chófer devuelve, otras no. Si Mansilla tuviera ganas, se agarraría a las trompadas, pero la plata para él es algo que quieren sacarle y que siempre termina en sus manos. ', quedense.' Después se ríe, encoge los hombros. Saca la lengua, ya está. Hay muchas personas. Ama a muchas de ellas. Está enamorado de algunas pero no se metería a lo serio. Ni ahí, ni ahí, ni ahí amigo, como dice. Quiere ver el Dakar, y gritar con un micrófono. Y coger mucho y tomar mucho. Todas las que quiere en un día o una noche le pegan. Y así.
Sosa se levanta pegándose a la puerta de la casa, arrastrándose lento en un ondear. Yoel deja el vaso y extiende ambas manos, él le agarra las muñecas y el rubio envuelve la zurda y la derecha más allá, para sostenerlo mejor. Porro apagado.
Terminan yendo los tres hasta lo de Nahuel y el menor se vuelve con la casaca de Arsenal, andando como en casa y en todos lados, la espalda echada para atrás apenas, tranquilo y con una faca por ahí.
Tras luchar con las llaves y beber los vasos que no terminaron en el camino, entran. Belén duerme en rigor mortis con los ojos en blanco y a medio ahorcamiento. Tentáculos. El hijo apoya los vasos en la mesa de luz y la sombra mira el departamento con discreción pero comiendo todo, agarrando todo. Despreciando y deseando todo. Ahí a la vuelta. Katz entretanto le aparta los pelos del rostro a su madre, apaga la tele y se lleva a Tomás a la habitación con gestos del brazo izquierdo, pero éste señala con duda de si la otra puerta es el baño y por ahí entra. No se escucha qué pasa desde la habitación. Sí a la cadena. Desde el pasillo, apenas.
La falopa es rica, rica, y para ese que la extraña. Nahuel pone música y Tomás mira alrededor. Hay desorden, pero eso lo pensaría otro. Se levanta traqueteando para leer los títulos de esa biblioteca que está en la pared contraria. No reconoce a nadie. '¿Qué lees?'
—Filosofía. Cine. —Todavía le quema la nariz y va a agarrarse de la sensación esa lo más que pueda.—Ficción, no ficción. Arte—y se lleva un poco de polvo esparcido a la nariz.
Tomás ni idea. Nunca prestó atención ni en la primaria. 'Vos estudiabas cine.'
—Sí—porque sí, era Audiovisuales, y se acomoda durante un lapsus que no nota. Un buen par de veces en la cama, corre el celular, se pasa los restos por la encía y agradece haber cambiado la pantalla. Tomás se saca el buzo y se queda en medias. Piensa en ese anillo que se pone en la base de la pija y te aprieta la sangre. Lo perdió por algún lado, así como pierde plata y sólo llega a droga y un poco a veces del alquiler y lo otro a Corrientes.
Nahuel se mueve a la computadora y mete techno. No borró la carpeta suya con Brenda porque a veces pasa por ahí y Katz bien sabe que para ella significa algo. Lo mismo con las canciones para Zandoná, que tampoco se van a ir del Escritorio, lo mismo las pinturas. Lo mismo las grabaciones y producciones y películas y esas cosas. Fotos no tiene muchas.
Terminan y disfrutan aunque no.
Nahuel busca el Alplax de Belén y se agarra del frasco y la mitad de un blíster, total no se acuerda y ambos lo saben, y puede guardar un poco de paso, ¿no? Le muestra a Tomás el armario hecho indoor con su terrible luz maniática y hablan de marihuana sin mucho sentido en las gesticulaciones, atravesados por verborrea mundana.
Luego silencio. Y el sopor de la bebida y las pastillas.
Ya prende el amanecer.
Nahuel acomodado contra la almohada y Tomás deliberando el irse o pasar para Flores y termina en el colchón desnudo que Katz trajo creyendo que lo hizo bien y tirando algunas cosas en el camino. Tomás se queda así a pesar de la insistencia ajena en poner sábanas y cubrecamas. Nahuel insistió con la cocaína trabando la boca y la lengua y los ojos en esas dos grandes esferas.
Sueña con pisos de piedras y calles estrechas, pero va descalzo y buscando quién sabe qué. Olfatea mejor que en toda su vida y cuando mira para abajo de a ratos hay gotas de sangre que caen desde el mentón. No es un río. No del todo si quiera. Esto es Barcelona. No sabe. No puede correr pero porque algo está pasando. Igual. Podría ser el sol. Si tuviese los lentes...
Tomás da vuelta agitado en su sueño.
Nahuel con los ojos entreabiertos, en blanco, percibe luego esa sábana negra del fondo o el olvido o la cloaca o la vuelta al mundo otra vez.
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lurenssaysstuff · 4 years
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España: ¡Portugal!
UK: ¡Francia!
España: ¡Rata de mierda!
Portugal: *se cae del árbol*
España: a mira si contestaste a tu verdadero nombre
Portugal: Muérete *se levanta*
Uk: okey somos 3 solo falta Francia
Portugal: Creo que me torci la muñeca
España: Y el cerebro
Portugal: ....
UK: Ya no empiezen
/\/\/\/\/\/\
España: Pftt,¿Cómo te metiste en el tronco?
Portugal: *muriendo de risa*
Francia: No pregunten y ayúdenme
UK: okey amor,spain ayúdame
España: ¿Y yo por qué?
UK: Por qué tu y yo no estamos inválidos
Portugal: jejejeje
España: Casi me rompes la nariz con un palo, dame un motivo por el que en mi sano juicio te deja ayudar
UK: Por qué no tienes juicio
España: ....Pues si la verdad,yo jalo el tronco
Portugal: Saben que irónico que si nuestros hijos hacen estos los castigamos pero si nosotros lo hacemos está bien
Los tres; cállate Portugal
Portugal: Eles são amaldiçoados, pensei que éramos amigos, mas eles me tratam com desprezo e ódio, não é assim que você pode (Son unos malditos,creí que éramos amigos,pero me tratan con desprecio y odio,así no se puede)
España: deja de ser dramático
UK: *saca a Francia*¡Listo!
España: bien,ahora a ver cómo salimos de aquí
Portugal; No soy dramático España,osea,UK es miejor amigo y parece me odia y tu y yo sé supone somos hermanos
Francia: *le hace señas para que se calle*
España: P-portu-
Portugal: No me toca hablar!,¡Por que siempre me dan a mi todo lo malo!,¡Eh!
UK: Portugal ya cállate
Portugal: ¡No me voy a callar!,¡C- *le respira algo en el hombro*....Está detrás de mi verdad?
Los tres: *asienten*
Francia: *Viendo al "mounstruo" *mal momento para decir que tengo torcido el tobillo
España: Pues que te cargue UK,por qué en mi opnion*le tira una piedra a esa cosa*¡Corran!*sale corriendo*
Portugal: *lo sigue*
UK: *carga a Francia*Oye estás ligero
Francia: Ignorando que me llamaste gordo,¡Corre mierda!
/\/\/\/\
España: Sabes está en desventaja,UK y Francia ya se escondieron
Portugal: bueno siempre te puede comer primero a ti
España: *se sube a un árbol*Hasta luego
Portugal: Hijo de puta
España: *le ve los ojos al "mounstruo"*Eh?
Portugal; Ya cómeme si voy a morir lo haré con dignidad
España: Nunca la tuviste*se agarra de la rama y le patea la cara al mounstruo y le le cae la.cabeza falsa*
Portugal: ¿Pero que?
España: *baja* A la próxima ponte algo en los.ojos
El demonio de la casa: *sale*Jeje Upsi
España: Te voy a empezar a cobrar renta a ti también
Portugal: No es por metido pero...¿¡Que mierda está pasando aquí!?
España: Portugal te presento al demonio de mi casa,el demonio de mi casa es el Portugal
El demonio: ¿El era el que la vez pasada le querías hacer vudú?
España: *le tapa la boca*Jajaja que tonterías dices
Francia; ¿Siguen vivos?
UK: ¿Quien es ese?
España: Larga historia
/\/\/\/\/\/\
OMS: Listo ya están ustedes dos
Portugal: Gracias
Francia: Gracias
OMS: aproposito llame a sus padres
UK: Pobres de Portugal y España*agarra la camilla de Francia y sale corriendo* ¡Hasta la vista!
España: Hijo de-
Imperio español: Espero tengan una explicación
Portugal: Jaja verás emm...
Imperio portugués: Sus teléfonos los dos,están castigados
España: Si yo creo que no *corre*
Portugal: ¡No me dejes!
España: ¡Si te dejo!
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nadirelsabio · 5 years
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“Tres regalos para Diana” (Relato):
Toqué el timbre de manera apresurada mientras echaba un vistazo a la calle. No mucho tiempo atrás solía merodear por allí, ya fuera porque mi discoteca favorita estaba cerca o porque iba a verla. Lo cierto es que no había esperado volver a pasar por la zona en un tiempo, a no ser que fuera por pura casualidad.
Mi sorpresa fue máxima cuando me abrió la otra, Amanda. Qué raro, no esperaba encontrarla aquí. Aunque claro, teniendo en cuenta que ambas eran buenas amigas no resultaba del todo extraño. Nunca me había hablado demasiado con Amanda, habíamos ido juntos a cenar con Diana un par de veces, habíamos coincidido en alguna fiesta que otra. No es que me cayera mal. Era una mujer ya en los últimos años de la treintena, puede que incluso hubiera cumplido ya los cuarenta, delgada y de pelo negro oscuro, con ojos castaños rasgados que la hacían tener un toque oriental, y unos labios bastante marcados siempre cubiertos con un pintalabios rojo pasión. Me parecía bastante guapa y estaba seguro de que, prejuicios aparte, ella y yo en otro tiempo podríamos habernos caído bien. Me fijé en la ropa que llevaba, un vestido de seda negra que le marcaba bastante sus maduras curvas y dejaba entrever, a la luz del sol, su ropa interior. Tenía los pechos más grandes de lo que había pensado...
─¿Te vas a quedar ahí parado o piensas entrar? ─me increpó. Yo volví en mí, dejé de mirarle las tetas y procedí a darle dos besitos de cortesía en la mejilla. Aspiré su aroma a perfume, lo cierto es que olía bastante bien. Me dej�� pasar y cerró la puerta.
─Bueno, ¿para qué quería Diana verme? ─pregunté.
─Eso tendrás que preguntárselo a ella ─me respondió Amanda sin dar más detalles─, pero antes de verla hay algo que debes hacer.
Me quedé estupefacto. Se había puesto de rodillas, me había abierto la bragueta, me había bajado los calzones y se estaba metiendo mi polla en la boca. Mi polla, que, como es normal en situaciones como estas estaba creciendo por momentos.
Amanda comenzó a juguetear con su lengua y pasó esta por todos los recovecos de mi instrumento. Fue avanzando poco a poco por el glande y me temblaron las rodillas, no había duda de que la experiencia era un grado en esa mujer. Me sostuvo el miembro arriba y me chupó los huevos. Me estaba poniendo a cien, ¿que pretendía esa tía? Siguió succionando poco a poco, rodeando mi capullo y cubriendo mi manubrio de arriba a abajo con una limpieza de sable ejemplar. Pareció quedarse satisfecha, y tras esto añadió:
─Perfecto, creo que ya estás listo ─dijo, entonces se levantó y agarrando mi polla como quien te va llevando de la mano, me dirigió a través del pasillo hasta el salón de la casa de Diana.
Lo que vi ahí me dejó boquiabierto. Había dos tíos, en pelotas, sentados en uno de los sillones, ambos con los miembros enhiestos y en la mano, tocándose para mantenerlos duros y que no flaquearan en ningún momento. Noté cómo se les endurecía todavía más al ver entrar a Amanda en el salón. Me pregunté si a lo mejor ella les habría dado el mismo recibimiento que a mí, supongo que eso fue lo que sucedió. A uno de ellos lo reconocí al instante. Era Luis, igual que yo, un antiguo amante de Diana, un tío de ojos verdes, un par de años mayor que yo, pelo corto y moreno, y un cuerpo bastante bien definido. Me había caído bien las pocas veces que habíamos coincidido, era un tipo bastante legal. Él también me reconoció y me saludó con una leve inclinación de cabeza, antes de volver a centrar su vista en Amanda, a quien le acarició el muslo con dulzura.
Ella le apartó la mano sin dedicarle ni siquiera una mirada, optó por dirigirse a mí:
—Ahora voy a buscar a la anfitriona arriba. Nadir, será mejor que te vayas quitando la ropa, creo que sería incómodo para todos si vas a estar vestido —y dicho esto, comenzó a subir las escaleras hacia el piso de arriba con esas bragas negras transparentes, mientras movía el culito con cada taconazo que daba.
Me apresuré a quitarme la ropa antes de dedicarle una mirada al otro hombre que estaba con nosotros en la habitación. Era un chico rubio, alto y de ojos azules, bastante musculado pero no lo suficiente como para resultar grotesco. Me pregunté quién sería y empecé a barajar nombres. Podría ser Julián o Mario, alguno de los otros ex de Diana, pero no estaba seguro. Me lo quité de la cabeza cuando empecé a oír el ruido de dos pares de zapatos que bajaban por la escalera. Me pregunté qué ropa tendría puesta Diana.
Y no llevaba puesto nada. Bueno sí, un conjunto de lencería negra que le cubría muy poco. Podías ver toda su anatomía, Diana era una verdadera 'BBW' (Big Beautiful Woman), anchas caderas, pechos enormes coronados por pezones erguidos que siempre te quedaban ganas de chupar, un culo tremendo que te daban ganas de morder y palmear en cuanto lo veías aparecer. Todo eso acompañado por una graciosa naricilla, unos ojitos verdes que me parecían demasiado tiernos y un pelo castaño que se me antojaba perfecto tanto cuando estaba recogido como cuando estaba suelto sobre sus hombros, tal era el caso ahora. Además, es una de las pocas mujeres que conozco que está prácticamente tan salida como yo, o al menos dispuesta a admitirlo. Siempre le encantó ver porno, masturbarse a todas horas, y follar. Igual que a mí, por eso encajamos tan bien cuando nos conocimos.
Pero lo que me llamó la atención fue que estaba siendo Amanda quien guiaba a Diana a bajar las escaleras, cogida de su brazo como una amante preocupada. Cuando el rostro de mi antigua amante se sitúo dentro de mi campo de visión, vi que Diana tenía los ojos vendados por una tira negra. Avanzaba junto con su amiga riéndose, sin saber que ahí tenía a tres hombres que estaban deseando darle con todas sus fuerzas. Imaginé que Amanda le había colocado a Diana la venda antes de bajar para entregarle una sorpresa y le habría indicado que le cogiera del brazo. En mi mente, a pesar de la excitación por los acontecimientos que se iban desarrollando, he de admitir que también se iban agolpando poco a poco las dudas. Me preguntaba si habría sido idea de las dos o solo de Amanda, si acaso Diana le habría comentado una fantasía aparentemente irrealizable en alguna noche de borrachera y su amiga se sintió en la obligación de ponerla en práctica. Amanda acompañó a Diana hasta la entrada del salón y se puso delante de ella.
—Bueno, ahora tienes que ponerte de rodillas —le dijo. La sonrisa en sus labios era más que evidente. Se estaba descojonando con esto. Nos hizo señas para que nos acercáramos.
—De rodillas, vale —comentó Diana, obedeciendo y agachándose—¡coño, que frío está el suelo!
—Tú no pienses en eso ahora —dijo Amanda, aún con esa sonrisa de suficiencia—. Ahora mejor, ¿porque no te inclinas un poco hacia delante? Eso es…
Luis era el que estaba más cerca. Su polla parecía tan dura que podría haber jurado que era una roca, y se erizó aún más cuando los labios de Diana se acercaron progresivamente a ella.
—Más cerca, más cerca anda…—dijo Amanda sonriendo todavía—, ya casi estás.
De esa manera la polla de Luis entró en contacto con los labios de Diana. No sé qué podría estar pasando por la cabeza de mi querida en aquellos momentos, pero pude ver que una expresión pícara se formaba en sus rostro poco a poco.
—Vaya—le dijo, supuse que se estaba dirigiendo a su amiga—, me has traído justo lo que te pedí.
Se metió la punta de la polla de Luis en la boca, con la venda todavía colocada en los ojos, y comenzó a chuparla lentamente. Jose tenía un manubrio enorme, Diana me lo había comentado muchas veces, y no era para menos, ya que era tanto gruesa como larga, y Diana estaba tomándose bastante tiempo en pasarle la lengua por debajo y por arriba, y acariciarla con los dientes mientras se la restregaba por toda su cara. Intentó hasta hacerle una follada de cara, pero aquella tremenda verga no cabía en esa boca tan pequeña que tenía nuestra anfitriona. Diana le subió la verga, como había hecho Amanda conmigo, y le chupó los huevos, mientras con sus manos acariciaba el enorme miembro de Luis, bajando y subiendo poco a poco.
—Espera, espera, que hay más…—le comentó Amanda susurrándole al oído. Se había puesto de rodillas detrás de ella y le estaba recogiendo el pelo para que no le molestara. Con la otra mano le acariciaba los pechos y le quitaba el sostén, dejando al descubierto esas dos tremendas tetazas que tanto me gustaban. Después descendió con su otro brazo hasta la vulva de Diana tocándola como para comprobar si se estaba humedeciendo, y la expresión de su cara me hizo pensar que era así. Entonces, llevó las extremidades de Diana, ya que su boca estaba todavía ocupada con Luis, hasta el flanco de Rubio y el mío y esta sonrío aún más cuando notó nuestras dos tremendas vergas que estaban durísimas. Empezó a masturbarnos a mí y a Rubio con suavidad, bajando y subiendo mientras seguía chupando los huevos y la enorme polla de Luis, que gemía de gozo ante las atenciones de la bella mujer.
Empezó también a chuparnos las pollas al Rubio y a mí, y casi me corrí del gusto cuando sentí sus labios entrando en contacto con la punta de mi miembro. Había echado mucho de menos aquella boca, aquella lengua, aquel cuerpo… me empezó a lamer todo lo que se podía lamer, como Amanda había hecho antes. Pero aquello era mejor. Mucho mejor. Me estaba volviendo completamente loco de placer con sus manos, su boca, sus dientes. Siguió así durante un buen rato, hasta que se paró un momento y dijo:
—Yo no sé, pero estos sabores me suenan, creo que ya los he tenido antes en la boca.
Amanda parecía que iba a decir algo pero no pudo impedir que Diana se quitara la venda, dejando al descubierto esos hermosos ojitos verdes que tanto me gustaban. Al vernos a todos ahí parados, con las pollas endurecidas y humedecidas por su propia saliva, se quedó de piedra. Pero enseguida comenzó a reírse, tanto que parecía que iba a caerse hacia atrás. Se volvió hacia Amanda con una expresión de descaro.
—Eres una cabrona, tía —le dijo guiñándole el ojo—, mira qué bien te ha salido el plan.
De modo que había sido una encerrona por parte de la otra. Amanda se encogió de hombros y, acto seguido, se puso en pie y se fue a sentar en uno de los sillones, dando a entender que desde ahí seguiría el espectáculo con la mirada.
Diana continuó con nosotros, chupando, mamando y masturbándonos con sus manos y su boca. Intenté meter la mía hasta el fondo de su garganta, para hacerle una profunda, pero no pudo ser y, además, no quería forzarla hasta el límite de su capacidad antes de tiempo. El momento en el que más me excité fue cuando tuvo mi polla y la de Luis, las dos al mismo tiempo, en la boca. Es algo que me pone bastante a cien, que mi polla se roce con la de otro hombre cuando una chica me está dando placer. Creo que a Luis también le gustó bastante. Repetimos la misma operación unas cuantas veces, Amanda nos miraba desde el sillón. Se había quitado las bragas negras y estaba masturbándose. Veía sus dedos rozarse poco a poco con su clítoris, mientras observaba como Diana seguía entregando sus efusivas atenciones a nuestros miembros.
De repente, Rubio no se hizo esperar, se agachó y empezó a masturbar a Diana, palpando su clítoris y metiéndole los dedos. Diana empezó a gemir de placer, se notaba que le encantaba. Rubio sacó los dedos y se los metió dentro de la boca, saboreando los jugos de nuestra querida. Le pidió que se aupara un poco. Diana se puso a cuatro patas, todavía con la polla de Luis y la mía en la boca, saboreándolas como quien prueba un chupete de fresa.
Rubio comenzó a penetrar a Diana, al principio poco a poco, acostumbrándola, para después entrar y salir con violentas sacudidas, sus huevos restallando contra las nalgas de la preciosa morena mientras esta aullaba del placer. Siguió entregando su boca a Luis y a mi, que cada vez nos poníamos más cachondos al ver al Rubio montarla como si no hubiera mañana. No había duda, nosotros también queríamos un pedacito de ella.
Le dijimos al Rubio que cambiara de postura. El aceptó con un poco de mala gana. Se puso debajo de Diana y comenzó a penetrarla otra vez, ahora empujando hacia arriba. Yo me puse detrás, separando sus nalgas y observando aquel culito que tanta hambre me daba. Admiré aquel pequeño orificio que me apresuré a lamer, dando círculos con la lengua alrededor del mismo antes de intentar introducirla poco a poco y chupar aquella pequeña abertura. Diana suspiró, le estaba gustando. Me metí un dedo en la boca para lubricarlo con saliva y lo introduje, sin prisa pero sin pausa, en su ano. Metiéndolo y sacándolo. Después hice lo propio con otro, ya eran dos dedos que la penetraban. Se le estaba abriendo el culo, dilatándose cada vez más y más. Me puse en cuclillas, encima de ella, y empecé a penetrarla lentamente por detrás, mientras Rubio seguía haciendo lo mismo por delante.
Simultáneamente, Luis se había puesto al lado de Amanda, quien se la estaba mamando, no dispuesta a dejar que le quitáramos todo el protagonismo. Al mismo tiempo que ella le hacía una felación, él la masturbaba atrapando su clítoris entre los dedos, me parecía algo bastante tierno. Todo el mundo recibía algo, y eso a mi parecer era fantástico.
Nosotros dos seguíamos desviviéndonos con Diana, mientras ella emitía gemidos que eran una mescolanza de dolor y placer, o quizás de placer resultado del dolor. No obstante, en ningún momento nos dijo que paráramos, así que a mi modo interpreté que teníamos carta blanca para pisar a fondo. Rubio y ella se estaban besando, sus lenguas metiéndose la una dentro de la boca del otro, mojando sus labios con saliva. Desesperados, hambrientos, pletóricos. Desplacé mi agarré desde las caderas de Diana hasta sus hombros, no era una posición sencilla y estaba más que claro que para un principiante como un servidor no resultaba tan fácil como para un profesional del sexo entregado en cuerpo y alma. Mi mente había desaparecido y ahora actuaba por instinto, solo preocupado por mi deleite y el de los que me acompañaban.
En ese momento Luis apareció de nuevo en el panorama, no dispuesto a que le aventajásemos, y le pidió a Rubio que le hiciera sitio. Rubio accedió, otra vez un poco de mala gana, y se fue a que Amanda saboreara en su polla los jugos de su mejor amiga. Yo salí del culo de Diana y procedí a chuparle de nuevo el ano y morder sus gruesas nalgas, que estaban rebotando sobre el miembro de Luis con violencia felina. La gruesa polla de Luis aparecía y desaparecía delante de mí y lo cierto es que hasta me sentí tentado de pasarle la lengua por encima o hacer como había visto en muchas películas: agarrarla y chupar tanto su polla como el coño de Diana, pero me contuve. No tenía la constancia de que a Luis le fuera eso, así que decidí no hacerlo, si bien ganas no me faltaron, pero tenia constancia de los limites que podía o no podía romper, y estaba mas que claro que al ser tanto el como Rubio prácticamente heterosexuales, ese era uno de los tabúes inquebrantables en esta extraña reunión. En este tipo de encuentros se permite a las chicas jugar entre si, a los chicos rara vez. Seguí chupando el culito enrojecido de Diana, que rebotaba a mas no poder, antes de decirle al Rubio que me sustituyese un rato sodomizando al bellezón de ojos verdes. Mientras él lo hacía, me dediqué a que Amanda repitiese su limpieza de sable habitual. Estaba ansioso de sentir la lengua de esa preciosa morena rodeando mi glande otra vez. Se puso a ello inmediatamente, mientras yo observaba desde mi atalaya como Rubio y Luis penetraban por partida doble a Diana, que parecía en la gloria. Por sus expresiones, calculé que les faltaría poco para correrse, tenían en su rostro la mirada de unos hombres que están haciendo todo lo posible por luchar contra los mecanismos de su cuerpo, para dominar con la mente sus miembros viriles.
Cuando hubieron pasado apenas unos minutos, Luis procedió a apartar a Diana de encima de él, y se puso sobre ella a derramar la simiente procedente de su polla en la boca abierta de ella, encima de su lengua, que la ansiaba tremendamente. Era obvio que el pobre ya no aguantaba más. Rubio no se hizo esperar y también hizo lo mismo, dejando que su semen cayera sobre la garganta de nuestra morena. Yo me aparté de Amanda y también regué de leche la lengua y la boca de aquella mujer a la que tanto deseaba, a la que tanto deseábamos todos. Diana retuvo todo nuestro semen en los carrillos durante un momento, no sabía si se lo iba a tragar o no. Abrió la boca y dejo caer toda una lluvia blanca sobre sus pechos y sobre su vientre. Amanda se acercó a cuatro patas, arrastrándose lentamente, y procedió a chupar nuestra semilla de los pechos de Diana, mordisqueándole los pezones. En un instante, sus miradas se encontraron, y sonrieron antes de empezar a besarse tiernamente, al mismo tiempo que Diana le permitía a su amiga del alma saborear la simiente que habíamos derramado dentro de ella.
—Bueno…—dijo Diana, levantándose de repente con una sonrisa de ojos verdes—, creo que me voy a dar una ducha.
Y salió a escape hacia su cuarto de baño, arriba. Ni beso de despedida, ni un agradecimiento, ni una indicación de que aquello hubiese sido algo memorable. Nos quedamos algo abotargados, lo cierto es que lo habíamos pasado bien, todos nosotros, pero no podíamos decir que no nos hubiera costado lo suyo mantener el ritmo. A veces Diana parecía dotada de una energía sobrenatural. Estábamos ahí, sudorosos, tiritando, con nuestras fuerzas gastadas, y nuestro objeto de deseo se había ido a donde no podíamos seguirla.
Pero todavía nos quedaba tiempo para algo más. Me giré hacia Amanda
—¿Tu todavía no estás cansada, no…? —le pregunté, con los dientes afilados.
Rubio y Luis tuvieron la misma idea que yo y se acercaron lentamente hacia ella. Empezamos a besarla y a recorrer su cuerpo sudoroso, nuestros miembros estaban caídos tras la dura prueba con Diana y era obvio que tardaríamos un poco en recuperar nuestras fuerzas, pero para entonces tendríamos a alguien nuevo con quien gastarlas. Amanda sonrío con mis labios sobre los suyos, sabiendo que seguramente ella lo iba a pasar igual de bien que nosotros. Quién sabe, puede que incluso más.
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amaneciendo · 7 years
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Se ha publicado en: http://www.peorparaelsol.com/2017/11/23/la-tierra-no-es-plana/
La tierra no es plana
Este mundo nunca deja de sorprenderme, en ambos sentidos. El otro día me encontré con alguien en la red que tenía cara de ser un gran chaval, pero su demencia y falta de cordura eran más que evidentes. Se llama Oliver Ibañez y está viviendo su pequeño momento de gloria pues nuestro querido Pedro Duque, le mencionó en un twit:
Me pregunto si hay alguien que se cree de verdad que la tierra sea plana – no como broma. Alucino que haya un youtuber en Español con 88000 inscritos sobre este tema…
— Pedro Duque (@astro_duque) 15 de noviembre de 2017
El grandísimo Pedro, uno de nuestros orgullos nacionales, se sorprendía de que el canal de este tarado tuviera 88.000 suscriptores, a mi me sorprende menos, pues los esperpentos, cuánto más horribles sean, más seguidores acumulan… y podría hablaros de varias cuentas que tienen millones de seguidores por cantar muy mal, tener voz de pito o simplemente, ser el clásico estúpido que no sabe que lo es, y en este último caso no hablo de Oliver, qué también, está claro que de ser cantante habría hecho suyo el “salchipapa” de nuestra triste Sabater.
A menudo, puedes decir que algo te gusta más o menos, que crees en una cosa u otra, la libertad… te otorga eso. Pero cuando puedes demostrar algo científicamente (si tiras una piedra al al agua genera ondas), hay que ser muy imbécil para decir que eso es una conspiración del mundo, y que todos los que han visto ondas en el agua estaban siendo timados. Existen multitud de pruebas científicas que demuestran el movimiento de nuestro maravilloso y esférico planeta, y el otro día encontré un vídeo, dónde explica muy bien esta situación y ambos puntos de vista:
youtube
Y ese genial vídeo tiene una aún más genial continuación, esa es la diferencia entre las personas que viven del esperpento, y las que viven del argumento. La tierra plana sostenida por tortugas dejádsela al tristemente perdido Terry Pratchett, y su Mundodisco, esa fábula maravillosa, esa mágica fantasía de sus libros, en el MundoReal no hablamos de tierra plana desde hace 5 siglos y pico, incluso se creía entonces en “dragones y brujas” más allá de esos límites, pero la evolución y la experimentación, a base de diferentes pasos de grandes genios, dio con un modelo coherente y razonado que explicaba todo, y que hemos podido ir ampliando con el paso de los siglos.
Quizás Oliver sea tan solo un chico listo muy pasado de rosca, yo mismo me aficioné a los “fenómenos paranormales” de joven y siempre me han fascinado las grandes incógnitas de la historia, cuánto más conspiranoicas mejor. ¿Es Rajoy de otro planeta? Es bastante más probable que que la tierra sea plana, pues la teoría científica ha demostrado de forma coherente todo lo que ahora, estos obispos salidos de la edad media, cuestionan. La ciencia no ofrece teorías negociables, sino respuestas a preguntas estúpidas como las que hace Oli y su banda, respuestas que obviamente no les satisfacen, pues son unos “gurús de lo extraño e incuestionable”, pero ni piensan de verdad ni están preparados para escuchar las respuestas que dicen buscar. Discutir con uno de ellos debe ser agotador.
Asusta que a gente así la sigan miles de personas… algo que demuestra dos cosas, que por mucha tecnología que tengamos seguimos igual de perdidos que sin ella, y que la gente se inventa cualquier cosa que una pandilla enorme de ovejas está deseando creer, aunque no lo puedan entender. La otra es que el nivel cultural de gran parte del planeta es muy limitado, y se puede demostrar de formas muy sencillas y en algunas encuestas, tan solo hace falta ver cómo se trata a la mujer en la mayor parte del mundo. Los idiotas tienden a juntarse, y por triste que sea alguno de ellos se matará cualquier día intentando cavar para atravesar el planeta o lanzando un cohete para demostrar sus locuras, siempre ha habido estúpidos, se buscan y se encuentran, porque su estupidez, en compañía y compartida, parece invisible.
Y los retrasados, no quieren que nadie se lo recuerde:
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moonlightmoonn · 7 years
Conversation
Mi harem de acampada :)
Yo: Bueno, chicos se me ha ocurrido que podemos ir de acampada. ¿Que os parece?
Yato: A mi me parece genial, a donde tu vayas voy yo.
Neji: Claro, me encantaría.
William: Un sitios más, para explotar cosas genial -sonrie-.
Atsushi: WOW yo nunca fui a ninguna acampada, ¿Son divertidas?
Yo: OHHH si, son muy entretenidas.
Atsushi sonrie: Oh, seguro que contigo nos lo pasamos bien.
Neji se acerca: ¿Necesitasque te ayude con el equipaje?
Yo: Sí porfavor, eres muy amable gracias.
-Yato le mete un empujón a neji-
Yato: Mmm que si eso...¿Que quieres que coja?
Yo: Ostras, ¿No me lo había pedido Neji?
Yato: buff que cosas dices, estas cansada ¿Quieres echarte una siesta conmigo?
Yo: AY DIOS ME ENCANTARÍA, pero hay que preparar estas cosas.
Yato: Bueno, -te ayuda a doblar las cosas mientras habláis de que vais a hacer en la acampada-
-Neji se despierta con atsushi abanicandole-
Neji: ¿Se puede saber que haces?
Atsushi: Estabas desmayado por el golpe que te dio Yato, y pensé que a lo mejor te habías muerto y me preocupo.
Neji: ehhm si..bueno eso gracias. -Se levanta- Tengo que ir a partirle la cara a alguien, pero no te quito los ojos de encima eh gatito.
-Atsushi asiente asustado-
Yato: Necesitas esto, -le enseña unos calcetines-
Yo: Oh si, pero no hace falta que me hagas la mochila tu Yato.
Yato sonrie: Por ti lo que sea guapa -Se acerca a ti-
Yo ruborizada: AY AY YATO.
Yato sonrie: ¿ Estas incomoda?
Yo: PERFECTAMENTE.
-Yato se acerca a tus labios a darte un beso pero neji le mete un puñetazo y lo tira contra la pared-
Neji se acerca a ti: ¿Estas bien? Ese mendigo te ha pegado algo, ¿Necesitas ir al medico?
Yo: AY DIOS no, estoy bien estoy bien.
Neji: Me alegro tanto, -te acaricia la cara y te mira a los ojos y sonrie- ¿Terminamos el equipaje?
Yo: Te quiero -le das un abrazo-
-Neji se sorprende y te lo devuelve y apoya su cabeza sobre la tuya-
Yo: Vamos.
Neji: Vamos -Sonríe asogradecido-
-William los vio atreves del marco de la puerta-
William suspira
Atsushi va a entrar en la habitación: YA HICE LA COM-william le pone la mano en la cabeza y lo tira para atras-
Atsushi: ???????.
William le mira: Es mejor, que vayamos a hacer nuestras mochilas o no llegaremos.
Atsushi: Ohhh de acuerdo. -se va con William a hacer su equipaje-
-Todos hacen el equipaje-
Yo respira hondo: PARECE QUE YA HEMOS LLEGADO AL CAMPO.
Yato tocandose el chichón que le dejó Neji: Bruto de mierda.
Neji: Mendigo Araposo.
Yato:Cepillo de dientes.
Neji: Pobre con enfermedades.
Yato: PUES..TU MMM...TU...ERES.. uUn Modelo de Victoria Secre't.
Neji: ¿Perdona?..¿Que es lo que acabas de decirme?.
Yo: Qué wtf..
Atsushi: ¿Y eso que significa?
William: Yato...¿Acabas de decirle a Neji que esta bueno?
Yato:SU PELO ES COMO LAS MODELOS DE VICTORIA SECRET.
Yo:Neji tu pelo si que es verdad que es precioso, me encanta.
Yato: EL MIO MÁS.
Yo: -Se ríe le toca la cabeza y le da una caricia- Sí Yato, el tuyo también es precioso.
Yato sonrie victorioso y le guiña un ojo a neji: JA JA.
Neji suspira: Madre mía las ganas de morir.
Yo: Neji porfavor, acaba de decirte que eres hermoso no seas tan malo con el -ríe-.
-Neji mira mal a Yato y después a mi-
Neji: Sí bueno, al menos admitió que soy más guapo que el.
Atsushi: ¿Falta mucho para llegar? -Se fija el William- ¿Te ocurre algo ohh?
William va serio: ¿Tendría que ocurrirme algo?
Atsushi: Es por que vamos atrás y ellos delante, ¿Los adelantamos?.
William: Eso da igual, ya pronto llegaremos no te preocupes.
-Yo giro la vista hacia atrás-
Yo: YA HEMOS LLEGADO CHICOS -se va con neji a preparar las cosas-
-Yato busca piedras para hacer una hoguera para quemar a Neji-
-William ayuda a atsushi a sacar la comida-
William: ¿Toda las comida la has preparado tu?
Atsushi asiente: ¿Por?
William: Tienes buena pinta.
-Atsushi no entiende por qué William esta así de amable y le inquieta que sea una estafa para matarlo más tarde-
Atsushi: Ohh Muchas gracias -sonrie-
Yo: YA HEMOS MONTADO LA TIENDA CHICOS VENID.
-Yato vuelve-
-William y Atsushi van-
Neji: Ya está todo preparado. ¿La cómoda quien la tiene?
Atsushi: YOOO.
Yo: ¿La has preparado tu solo todo?
Atsushi: Sí.
Yo: WOW tienes buena pinta.
-Todos empiezan a comer-
-William le hecha una mirada de reojo a Atsushi y la aparta-
Yo: Esta empezando a hacer frio, ¿Yato has traído las cosas para la hoguera?
Yato: Claro -Suelta 70 k de piedras-
Yo: ¿Esto que es?
Neji: Será imbécil. HAS TRAÍDO PIEDRAS EN VEZ DE COSAS SECAS AHORA NOS VAMOS A HELAR.
-Neji suspira-
Yo: Bu-Bueno. ¿Habrá otra manera; no?
Atsushi: Voy a buscar cosas secas, enseguida vuelvo.
-William ve como se va-
Yo: Mientras contemos historias de terro- -Neji te coge las manos te pega a el y le da un beso-
-William se atraganta con el sushi-
-Yato le tira una piedra pero la coge con la mano y se la devuelve y le da en la cara-
Yo toda roja: AY DIOSITO. TE QUIERO MUCHO -Le abrazas por que tienes frio-
-Neji te mantiene caliente-
-Atsushi vuelve con cosas secas-
Atsushi: Todo listo chicos, OH DIOS TU CABEZA YATO ESTAS SANGRANDO.
-Yato se limpia y se enfada-
-Yo me quedo dormida en Neji-
Neji: Vamos todos a dormir, la llevará a la cabaña y dormiré también, es tarde.
-Todos van a dormir menos William que se queda mirando las estrellas-
-Atsushi ve que falta alguien sale y lo ve-
Atsushi: ¿Ocurre algo?
-William se gira-
Atsushi: ¿Estas llorando?
-William le mete un Kate y lo lleva a la tienda-
Fin:)
CONTINUARÁ...
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MIÉRCOLES, 8 de Mayo. Curso 2018-2019.
¡Buenos días a todos!
Comenzamos un nuevo día de este mes de mayo, saludando como todas las mañanas: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Domingo Savio no vivió ajeno a las personas de su alrededor. Fue capaz de comprometerse y dar la cara por ello. Lo veremos en el siguiente relato.
Texto
A los 12 años Domingo Savio se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio y le recitó de memoria todo aquel capítulo. Y fue aceptado. Al recibir tan bella noticia le dijo a su gran educador: "Ud. será el sastre. Yo seré el paño. Y haremos un buen traje de santidad para obsequiárselo a Nuestro Señor". Esto se cumplió admirablemente.
Cierto día dos compañeros se desafiaron a pelear a pedradas. Domingo Savio trató de apaciguarlos pero no le fue posible. Entonces cuando los dos peleadores estaban listos para lanzarse las primeras piedras, Domingo se colocó en medio de los dos con un crucifijo en las manos y les dijo: "Antes de lanzarse las pedradas digan: <<Jesús murió perdonando a los que lo crucificaron y yo no quiero perdonar a los que me ofenden>>". Los dos enemigos se dieron la mano, hicieron las paces, y no se realizó la tal pelea. Por muchos años recordaban con admiración este modo de obrar de su amiguito santo. El otro se corrigió y en adelante fue su amigo.
Un día hubo un grave desorden en clase. Domingo no participó en él, pero al llegar el profesor, los alumnos más indisciplinados le echaron la culpa de todo. El profesor lo regañó fuertemente y lo castigó. Domingo no dijo ni una verdad, el profesor le preguntó por qué no se había defendido y él respondió: "Es que Nuestro Señor tampoco se defendió cuando lo acusaron injustamente. Y además a los promotores del desorden sí los podían expulsar si sabían que eran ellos, porque ya han cometido faltas. En cambio a mí, como era la primera falta que me castigaban, podía estar seguro de que no me expulsarían". Muchos años después el profesor y los alumnos recordaban todavía con admiración tanta fortaleza en un niño de salud tan débil.
Reflexión – Texto
¿Qué nivel de compromiso tienes en tu aula? ¿Eres de los que das la cara por tus compañeros? ¿O más bien “tiras la piedra y escondes la mano”? Os queremos proponer que seáis más como Domingo Savio. Siempre atento a las necesidades de su alrededor.
Pedimos a María Auxiliadora para que seamos capaces de ser buenos compañeros con los demás.
Dios te salve María……
María Auxiliadora de los cristianos. Ruega por nosotros.
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majoley-blog1 · 7 years
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Fan-fiction- “Hermosa indiferencia” cuarto libro de las crónicas de,“Hermosas Criaturas” por Kami García y Margaret Stohl.
“Un túnel negro, con paredes cilíndricas y húmedas. El agua me llega apenas a los tobillos y huele a algo mojado y caliente; no veo nada, me trato de guiar con el puro tacto. Sigo avanzando, el calor y humedad se vuelven más y más fuertes; es asfixiante y siento como se me cierra la garganta. Es insoportable, el olor junto con el aire mojado me tira al suelo y en la obscuridad empiezo a ver manchas de colores-  Iris. Me despierto de golpe con un grito, y el olor me persigue en la enormidad de mi cuarto. El pecho lo siento pesado y tengo ganas de bañarme con agua helada. Toda la cara me pica- es de costumbre. Trato de regular mi respiración, pero debí de haber despertado a mis padres, y papá entra con una hacha en la mano y mamá atrás de el con un cuchillo. “Estoy bien, estoy bien. Perdón, vuelvan a dormir, fue solo un sueño.”  Los dos se ven demasiado alertas y listos para pelear. Las ojeras de mi madre parecen hundirse mas con el tiempo y la barbilla de mi padre endurecerse con los días. Casi nunca duermen hoy en día. “Otra vez, ¿eh?” dice mi padre desde el marco de mi puerta. Mi mamá lo mira con ojos preocupados y camina hacia mi cama donde se sienta a lado de mí, “Sabes Irina, esto no durará para siempre,” dice mi madre acariciándome la mejilla, “ya pronto cumplirás dieciséis y todo esto acabará. ” “Lo sé,” respondo, “es un sueño tonto. Solo son nervios de mi elección. Tranquilos vayan a dormir, estoy bien.” Mi madre titubea por dos segundos más, hasta que se levanta y camina hacia mi padre, “Todo va a estar bien Iris,” me dice mi padre a distancia, casi un murmuro, “tú eres la que elige,¿Recuerdas? Tú tienes el poder, tú.” Sonrío y doy un sí con la cabeza, algo pequeño para darles pauta de reafirmación y se regresen a su habitación.
Me acuesto otra vez, tratando de conciliar el sueño, pero desde la distancia del pasillo logro escucharlos hablar, “Faltan cuatro meses Lena, y todos sus sueños son iguales. Tengo miedo por ella, la obscuridad no la puede reclamar. No creo que ella pueda lucharlo.” y una respuesta rápida de mi madre, “Ella no es Ridley, Ethan. Si yo pude, ella también podrá. Tiene que.”
Tiene que
Me quedo viendo la pared, hasta que la obscuridad me arrulla a dormir. 
En la mañana me arreglo para ir a la escuela. No es muy emocionante ser el retrato vivo de tu madre solo que con pecas en toda la cara y ojos casi amarillos. Mi papá dice que soy preciosa, pero eso deben decir los papás. Yo, al contrario, me siento como una versión noventa veces menos atractiva que mi madre a esta edad. Normal, flacucha, con algo de pechos pero no lo suficiente, estatura estándar y una coleta alta con cabello ondulado. Eso es lo que veo en el espejo. Eso y ojeras que podrían hundir un barco. En la cocina recojo mi mochila y hago un intento fallido de salir antes de que mi papá me de un beso de despedida- “Adios corazón, suerte en la escuela hoy.” “No olvides regresar directo de la escuela, hoy tienes que practicar cambio de emociones en algo más que no sea el gato.” Dice mi madre casi cuando salgo la puerta. No me gusta ser así, no me gusta manipular a la gente y sinceramente, ya me harté de hacer reír al gato solamente porque manipular otra emoción es cruel. El constante recordatorio de que somos Casters no me permite tener algo más en la cabeza.  
Cruzo la calle para llegar al coche de Amelia. Algunas veces creo que todo sería mucho más fácil si aceptáramos que los humanos y nosotros- mi pensamiento se corta cuando una Jeep verde militar frena en seco a mi lado. El pecho me revienta con adrenalina y una cabeza enojada sale de la ventana acompañada de un cuerpo que cae con fuerza en el pavimento, “Idiota podría ser el menor de los insultos para alguien tan distraída para cruzar la calle justo cuando esta el verde, ¿No crees pedacito?” la voz me deja con la boca seca y ahora las piernas no me dan para sostenerme. Un hombre, un par de años mayor que yo, con simetría ridícula por cara y estatura de gigante, dice a pocos centímetros de mi cara. “¿Pedacito?” Entre cierro los ojos y bajo la voz. Esa palabra me torna piedra y siento la razón regresar después de ese breve momento, “¡Imbécil al que no se da cuenta que una persona cruza la calle mas bien!” Mi grito debió de ser potente ya que mi madre sale corriendo de la casa, pero mi padre llega primero conmigo, “¿Qué pasó? ¿Estás bien?¿Te duele algo?” mi padre me toca la cara tratando de redireccionar mi mirada a la suya, pero no puedo, la sangre me quema y lo único que pienso es en lágrimas cayendo de los ojos de este patán. Mi madre parece que va a explotar a golpes contra el mastodonte delante de mí, “Iris, por el amor de Dios, contéstame.” Mi padre voltea mi cara hacia la suya, pienso que voy a contestar cuando escucho, “¿Que acaba de decir?”, es el mastodonte hablando.  Los dos me tratan de revisar por heridas a mitad de la calle, cuando el mastodonte se vuelve no solo más imbécil, sino totalmente quieto, pálido y con una mirada que haría llorar a cualquiera. “¿Iris?” se escucha, casi como un soplido, pero lo escucho. 
Es ahí cuando todo el cuerpo lo siento cambiar de ardiente a frío e incómodo. Un familiar olor a humedad llega a mi nariz. 
Es la voz. 
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Un Extraño Caso de Estreñimiento
Martín y Néstor eran dos amigos y compañeros de trabajo que se encontraban en horario de descanso, fumándose un pucho y conversando sobre trivialidades cotidianas de sus vidas. Martín estaba más charlatán que nunca pero Néstor se encontraba callado y muy pensativo.
-Te pasa algo amigo?-pregunta Martín.- te estoy charlando hace rato y ni bola me estás dando.
-Si, te estoy escuchando-contesta Néstor
-¿Ah si? A ver decime de qué te estaba hablando.
-Perdoname, te confieso que ando con la cabeza en cualquier parte ultimamente.
Martín lo mira reflexivo mientras larga una buena bocanada de humo.
-Todavía no podés superar la ruptura de tu pareja. ¿Es eso?-le pregunta.
-No es eso, ni me acuerdo de ella. Te cuento lo que me pasa: Hace muchos meses que no voy a cagar. Mirá la panza que tengo, parece que estoy embarazado. Ya no puedo dormir de los nervios ni del dolor.
-Me imagino ¿fuiste al médico?
-Si, hace mucho que estoy haciendo un tratamiento. Me recetaron miles de medicamentos entre laxantes y demás pero nada funciona.
-Mostrame la panza.-le dice Martín con una leve sonrisa.
-No te rías, pelotudo.-Replica Nestor mientras se levanta la camisa exponiendo su enorme e hinchada barriga.
-Amigo, estás muy jodido. No me imagino cómo hacés para aguantar con tanta mierda encima.
-Ya no aguanto más. Te confieso que esto me está arruinando la vida por completo.
-¿Probaste con alguna medicina alternativa?
-¿Como qué?
Martín se pone serio, da una última bocanada de humo, tira el pucho y le dice:
-Yo conozco una señora que vive en el conurbano. Es como una especie de curandera o algo por el estilo. Pero te aseguro que no existe nada que ella no pueda curar. Yo sé que vos sos muy excéptico con esas cosas, pero te recomiendo de todo corazón que intentes con esta alternativa.
Néstor lo mira pensativo mientras se frota la panza.
-Y... podemos ir a ver qué onda. A esta altura estoy dispuesto a intentar lo que sea.
-Listo entonces. Cuando salgamos de acá te llevo.
Terminó el descanso y volvieron a sus cubículos correspondientes a seguir con sus labores, pero Néstor no trabajaba. Miraba los botones de la camisa cediendo ante la presión de su panza, como queriendo escapar de su ropa y seguir haciendo presencia en su vida, arruinando su existencia constantemente. No podía dejar de pensar en el plan de ir a visitar esa curandera, y cuanto más lo pensaba, más le desilusionaba la idea. “¡Son todos unos chantas! Gitanos de mierda buscando guita, eso es lo que son” se decía a si mismo. Luego sintió un agudo dolor en su estómago, una tensión en todo el vientre y una sensación de escalofríos que le recorría toda la espalda. “A la mierda, voy a ir a visitar a esa curandera del orto, ya no tengo nada que perder”.
                                                      *
Ya siendo las cinco de la tarde, ambos amigos se subieron en el auto de Martín y sin perder tiempo arrancaron. Luego de una hora de viaje por autopista, llegaron a Florencio Varela. Se metieron varias cuadras dentro de un barrio con calles de tierra y estacionaron en la entrada de un asentamiento.
-Voy a dejar el auto acá porque no es seguro conducir dentro de este barrio, no tenemos que llamar mucho la atención. Ahora nos toca ir caminando, quedate tranquilo que son pocas cuadras.
-¿Estás seguro de que vamos a entrar a esa villa?
-Ya vine varias veces, te aseguro que va a estar todo bien.
-Ahora tengo miedo de que salgamos de acá desnudos y con el culo roto.
Se bajaron del auto. A pesar del cagazo de Néstor y un poco el de Martín también, tomaron valor y se adentraron en aquel barrio precario. Néstor puteaba porque había llevado sus zapatillas nuevas y las había hundido en el barro a los primeros 5 pasos que dio. Los vecinos del lugar mirában atentos y con suma desconfianza a los forasteros; al final de la calle principal se encontraba la casa de la curandera, una precaria y solitaria casilla en un gran terreno valdío. Los amigos se detuvieron en el portón de la propiedad y Martín golpéo vigorosamente sus manos llamando a la señora. Luego de unos minutos apareció una joven preguntando qué querían, a lo que Martín respondió “buscamos a la madrina, a mi amigo le duele mucho la panza y no caga hace meses”. El otro, muy enojado por el poco tacto de su amigo, le da un codazo disimuladamente en las costillas. La joven lo observó a Nestor un momento, luego les hizo un gesto con la mano para que entren.
Abrieron el portoncito de acero haciendo un agudo rechinar y avanzaron por un caminito de piedras que atravevezaba todo el patio hasta la entrada del hogar. Nestor observó varios bancos a los costados del camino. Supuso que ese patio era la “sala de espera” para atenderse con la doctora.
Pasaron por la improvisada puerta de madera hacia el interior de la casa. Dentro se encontraban inumerables figuras de santos y vírgenes apostados en las paredes, en muebles, en estantes, en todos lados. En medio de la sala había una mesa y varias sillas a su alrededor.  La joven les hizo una seña para que se sentaran y los hombres torpemente se ubican donde pudieron. Luego la piba da unos golpecitos en una puerta del fondo donde había una habitación más, lo que parecía ser el baño donde se encontraba la curandera. Después de una breve espera, se escucha la cadena del baño y el fluir del agua, se abre la pequeña puerta corrediza y se hizo presente: una mujer de unos setenta y pico de años, morena y canosa, con una camiseta vieja y gastada de defensa y justicia y un enorme crucifijo colgando del cuello. Avanza lentamente hacia la mesa y se sienta en la cabecera donde tenía preparado todo el equipo de mate que al toque se pone a cebar. Luego los saluda cordialmente.
-¿Qué los trae por aquí, muchachos?
-Vengo por un problema que tengo hace rato.-dijo, nervioso, Néstor.
-Acá todos vienen con problemas-contestó la curandera.-Tirame la justa y sin vueltas.
-Bueno... mi problema es un raro caso de constipación.
- Sos vueltero, eh ¿No podés cagar?
-Hace meses que no puedo. Tengo la panza hinchada, mire.
Martin se desabrocha la camisa exibiendo su enorme barriga. La curandera se le acerca y apoya sus frías manos en la panza de su paciente. Luego lo observa con mirada pensativa y le pregunta:
-¿Sentís ganas de cagar?
-Todo el tiempo.
-Y cuando vas al baño, ¿no sale nada de nada?
-Nada, ni siquiera un pedo se me escapa.
La curandera ríe.
-Bueno, voy a consultar a los santos. Ya vengo
La vieja retira sus manos de aquella panza y se vuelve a meter en la habitación del fondo. Ambos amigos estaban callados, nerviosos. Observaban las muchas estatuillas que adornaban la habitación cuyas petrificadas y lúgubres miradas les erizaban la piel. La joven estaba parada junto a la mesa y no le quitaba la vista a Néstor. Él se sentía muy perseguido e incómodo. De pronto se escucha del baño a la curandera conversando con alguien, no se entendía bien qué decía pero la conversación era fluida, o al menos lo era de su propia parte porque no se escuchaba la voz de nadie más excepto de la vieja. Los amigos se miraban entre ellos y se hacían gestos para ver si alguno entendía lo que estaba pasando. La joven se da cuenta de la situación y rompe el silencio:
-Los santos pueden escucharla a la madrina, y ella los escucha a ellos. Es la única mujer en el mundo que tiene una conexión con aquellos seres de luz y lo usa para el beneficio de la gente. La madrina es una milagrosa y misericordiosa mujer que siempre vela por nuestra seguridad. Nos da suerte para el pan, la salud, los saca a los pibes de la droga, cura el cáncer, hace todo ella...
-¿Está conversando con los santos en este momento?-Pregunta Nestor fingiendo credulidad.
-Les está preguntando lo que te está pasando y pidiendole una solución.-contesta la piba.
-¿Va a haber solución?
-Siempre la hay.
Martín estaba callado e incómodo. Tampoco quería estar dentro de esa humilde casa por mucho más tiempo.
Minutos después se abre la puerta y sale la curandera con los ojos llorosos, se la notaba agitada, le costaba hablar y respirar. La Joven la ayudó a sentarse y le alcanzó un vaso con agua fresca.
-¿Se encuentra bien?-Pregunta Martín.
-Si, ella está bien-contesta la joven-hablar con los santos le agota el alma y el cuerpo a la madrina. Con los años le cuesta mucho más aguantar esta conexión.
Una vez que la señora había recuperado su compostura lo mira a Nestor fijamente y le dice:
-Los santos me hablaron sobre tu caso, que es un caso muy delicado por cierto. Y te aseguro que tiene solución, como todo en esta vida. Pero para curarte tenés que seguir mis instrucciones al pie de la letra tal y cual como yo te lo diga. ¿Está claro?
-Si... si, lo que usted diga-contesta tartamudeando.
-Tenés algo en el culo que te está taponando y no deja salir la mierda. Yo te voy a dar ahora unos yuyitos para que te hagas un té todos los dias, uno a la mañana y otro a la noche, eso te va a ayudar a aflojarlo. También es necesario que te bañes en laurel al menos una vez en la semana para limpiar tu cuerpo de malas energías. Luego vas a tener que volver acá la semana que viene, el mismo día y a la misma hora. Yo te voy a hacer cagar pero vas a tener que esperar una semana más y tomar el remedio todos los días. ¿Está claro?
-Clarísimo- contesta Nestor.
La curandera se levanta de su asiento y los amigos hacen lo mismo. Le entrega a Néstor la bolsa con los yuyos. El tipo guarda la bolsita, mete una mano en su bolsillo trasero buscando dinero y antes de preguntarle cuánto le debía, la curandera se anticipa diciéndole que todavía no puede recibir plata de su paciente hasta que el problema esté resuelto. Estrecharon sus manos y ambos volvieron al auto, caminando lentamente y taciturnos por aquel tranquilo barrio con casas de madera y chapas oxidadas.
                                                      *
El camino a casa se hizo más largo por el aumento del tráfico, los sorprendió la noche y ambos no pronunciaron ninguna palabra en todo el viaje. Nestor miraba la bolsa repleta de hojas secas, olfateó el interior y se perdió por un instante en el perfume de aquellos medicamentos. Martín lo dejó a su amigo en la puerta de su casa, lo despidió y le deseó suerte con el baño de laureles, burlándose de él. Néstor lo mandó a cagar.
Esa misma noche preparó su primera infusión. Su cara se arrugaba del asco que le produjo el primer sorbo y a la larga se terminó acostumbrando al amargo sabor e intenso aroma mentolado hasta que se terminó toda la taza. Y así siguió el resto de la semana. Todos los días se tomaba las dos tazas de té, siguiendo al pie de la letra las instrucciones de la curandera. La desesperación había callado todo pensamiento escéptico de su cabeza, incluso se había dado más de un baño con laurel aunque le parecía ridículo pero lo hacía igual. La noche antes de la cita con la curandera se tomó la última taza de té y, al cabo de un rato, sintió un dolor agudo y constante en la panza, tanto que se retorcía y lloraba del sufrimiento. Llegó a pensar que aquello que había bebido toda la semana era veneno. El dolor era tan grande que no pudo pegar un ojo en toda la noche. A la mañana siguiente lo llamó a su jefe avisando que no iba a ir a trabajar por que estaba enfermo, y sin esperar respuesta colgó el teléfono. Se vistió y telefoneó a un remis para que lo lleve a Florencio Varela. Durante todo el viaje, el dolor de su panza lo iba castigando constantemente. El remisero estaba asustado y le preguntó si no quería cambiar el rumbo hacia alguna clínica cercana pero Néstor, a pesar del dolor insoportable, de aquella inexplicable agonía que sentía en su panza y en su culo, de estar pálido y sudando frío, se mantenía firme en su postura de ir a la casa de la curandera.
El remis lo dejó en la entrada de aquel asentamiento. Luego caminó a paso apresurado, abrazándose la barriga. Llegó hasta la casa de la madrina y sin detenerse a golpear las manos, abrió el portón rechinoso, cruzó el patio y golpeó con vehemencia la puerta.
-¿Quién mierda es?-gritó la piba desde el interior del hogar.
-Soy yo-responde Nestor-¡Me estoy mueriendo!
La joven abre la puerta y Nestor cae desmayado a sus pies.
                                                       *
Al rato logra despertarse. Estaba acostado en el suelo, donde improvisaron una cama con acolchados y almohadas. Aún le costaba recuperarse de la conmoción, se sentía aturdido y desorientado. La anciana se da cuenta que Nestor se despierta, se sienta al lado de él y le pone un paño frío en la frente.
-Tranquilo mijito, ya va a salir eso. Vos tranquilo nomás.
-Me duele mucho la panza y el orto, madrina. Ayúdeme por favor ¡no lo soporto!
La piba se acerca con dos pastillas y un vaso con agua. Le aclaran que eran calmantes y Nestor, sin dudarlo, se traga los analgésicos con el agua rápidamente.
-Ahora necesito que te saques el pantalón, el calzoncillo y te pongas en cuatro abriendo bien el culo.
El tipo casi se atraganta con el agua. Le había espantado la idea.
-¿Me estás jodiendo, vieja?
-Perdoname que te lo diga así tan crudo, pero tenemos que actuar rápido. Ahora necesito abrirte el culo y sacar lo que sea que te está tapando la caca.
Néstor obedece, el intenso dolor nubla de su mente todo pudor. Lentamente se quita los zapatos, la camisa, luego los pantalones y por último el calzón, sólo se queda con las medias puestas. Apoya sus brazos sobre una silla y deja descansado su cabeza sobre la misma. La piba acerca un bolso repleto de instrumentos quirúrgicos. La curandera saca del bolso un pote de vaselina y vierte su contenido sobre el ano de Nestor, quien se estremece con el primer contacto de aquella fría sustancia sobre su piel. Luego de llenarlo de vaselina, saca del bolso lo que parecía ser un espéculo.
-Ahora muchacho, vas a tener que ser bien hombrecito y aguantarte esto, ya va a salir eso que tenés atorado, pero vas a tener que bancarte esto primero.
Nestor no la escuchaba, no podía concentrarse en absolutamente nada que no fuera en ese agudo dolor que no cesaba. La Presión en el ano era cada vez más fuerte y sentía taquicardias. Pensaba que estaba a punto de morir. La curandera le apoya el espéculo en el culo y se lo introduce lentamente. Una vez adentro la punta, empieza a abrir el aparato y su ano se va dilatando.
-Ahi se está abriendo, ahora hacé fuerza. ¡Hacé fuerza carajo!
Y Néstor empezó a hacer fuerza. Toda la fuerza que le quedaba en su cuerpo la estaba quemando en ese instante. Su cara se había tornado toda roja y le saltaban las venas de la frente. La curandera le abría aún más el culo mientras le gritaba que hiciera fuerza, incluso la piba gritaba “hace fuerza ¡Hacé fuerza, la concha de tu madre!”.
Entonces, aquel triste hombre que hace meses no podía cagar, que pensaba que había perdido la capacidad de desechar sus heces, empezó a sentir que esa dolorosa presión en su panza y en su ano empezaba a ceder. Una luz de esperanza iluminó su mente. Se agarró fuerte del respaldo de la silla e hizo fuerza, como nunca antes la había hecho en toda su vida.
-¡Dale maricón, hacé fuerza que ya sale!
Él no podía ver nada, pero sentía que una enorme caca estaba saliendo lentamente por su ano. Sentia su coxis arquearse. El dolor era inhumano. Estaba a punto de desmayarse otra vez.
-Un poquito más, ya sale la cabeza.
El dolor de su panza se iba calmando, pero ahora el sufrimiento solo estaba en su pelvis. En su ano desgarrándose. En los huesos de la cadera expandiéndose. Pero, ¿ya sale la cabeza, dijo?
De pronto desde el culo de Néstor, se escucha el llanto ahogado y desesperado de un bebé.
-¿Qué mierda está pasando? No puedo ver nada ¡escucho a un bebé saliendo de mi culo!
-Ya salió la cabeza, ahora hacé un poco mas de fuerza que si sacamos los hombros ya va a estar completamente afuera.
La madrina sostenía la cabeza repleta de mierda de la criatura y le limpiaba la caca de sus ojitos, boca y nariz para que pueda respirar. Un hedor potente a mierda se hizo presente en el ambiente. El bebé lloraba con fuerza. La piba se fue corriendo y volvió al instante con un balde vacío poniéndolo debajo del culo de Néstor. Éste, sin dejarse llevar por el desconcierto, hace más fuerza aún, la poca que le quedaba en su interior hasta que, finalmente, vuelve a desmayarse.
                                                      *
Cuando abrió los ojos se encegueció por una intensa luz blanca que iluminaba su rostro. Estaba acostado en una camilla. Intentó mover el brazo y le impresionó el suero metido en sus venas. “¿Dónde mierda estoy? ¿Qué me pasó?”.
-Trate de no moverse mucho, tiene que descansar. Hoy llegó inconsciente a la guardia con un paro cardiorespiratorio y casi lo perdemos.-le dice una enfermera que entraba a la habitación con medicamentos.-Le vengo a poner unos calmantes y a controlarle el suero.
-¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó?
-¿No recuerda nada?
-Estoy muy confundido, creo que tuve una pesadilla.
-Trate de relajarse, ahora está en el hospital de varela. En un rato llega el médico y le va a explicar todo con detalle.
La enfermera le suministra los analgésicos y luego se va. Nestor se dio cuenta de que su panza ya no estaba hinchada y que esos dolores que hace tantos meses lo acompañaban también habían desaparecido. No lograba contentarse del todo porque aún le inquietaba aquel llanto de bebé que había escuchado, o que al menos le pareció escuchar. “Seguro el dolor me estaba haciendo alucinar” pensó.
Un joven doctor aparece en la habitación con unos papeles en la mano.
-¿Cómo se siente, Néstor?
-Ahora estoy muy bien doctor, pero necesito que me explique lo que me pasó.
-Justamente para eso estoy acá. El suyo es un caso muy especial. Mire, me es muy difícil explicarle esto y quizás le cueste creerme pero usted dio a luz a un bebe por el recto.
-¿Usted me está cargando, doctor?
-Esto, aunque no lo crea, es un caso que se presentó muchas veces en la historia de la humanidad pero nunca se dio a conocer popularmente por muchas cuestiones que no vienen al caso. El punto es que los hombres,muy rara vez, podemos llegar a engendrar un bebé y esta vez le tocó a usted.
-Me cuesta creer que me salió un bebe del orto, doctor. No entiendo nada. Me desmayé y luego resulta que estoy internado acá y...
-Entiendo su desconcierto. Pero esta es la realidad: usted es padre de un hermoso varón, prematuro pero sano, ahora está en una incubadora. A usted lo estabilizamos, suturamos las heridas y afortunadamente se está recuperando muy bien de las lesiones internas.
Néstor se conmocionó con la idea de dar a luz a un bebé. Se emocionó y sus lágrimas brotaban de sus ojos. Entre sollozos, le pregunta:
-Pero ¿Cómo puede ser?
El médico siente la emoción de su paciente y se compadece ante su confusión.
-Las causas de un embarazo en los hombres es totalmente desconocida aún para la medicina moderna. Pero aparentemente el bebé se alojó en su recto y de alguna forma pudo crecer entre las heces como si ésta fuera la placenta.
-Me parece aberrante que un bebé pueda sobrevivir en medio de tanta mierda.
-Y sin embargo así lo hizo, seguro logró conectar su ombligo umbilical en alguna parte de tu cuerpo y asi pudo sobrevivir.
-Aún no puedo creerlo. Me cuesta pensar que todo lo que me está explicando sea cierto. Quiero pensar que todo esto es una pésima mala broma.
-Pero es verdad. Ahora lo voy a dejar solo para que duerma y que reflexione en todo esto que le acabo de decir, los calmantes ya deben de hacer efecto y le va a dar sueño. Mañana seguro va a poder caminar y lo vamos a hacer conocer a su hijo si es que usted quiere.
-No sé si quiero ver eso...
-Tómese un tiempo para pensarlo. No hay presiones y será cuando usted quiera. Luego seguiremos hablando al respecto, ahora trate de dormir porque necesita descansar mucho. ¿Necesita que contactemos a algún familiar suyo?
-No... No tengo a nadie en este mundo.
-Bueno, al parecer ahora no está tan solo como cree.
El doctor controla su pulso, le hace algunas preguntas de rutina sobre su salud y luego lo deja sólo otra vez,
A pesar de los calmantes, Néstor no puede pegar un ojo en toda la noche: Ahora resulta que era papá.
                                                      *
A la mañana siguiente se levantó, estaba bastante mareado y se sentía débil. Se fue al baño a mear y se dio cuenta que le habían suturado el culo. Le dio un repugnante asco palparse y sentir el contacto de los hilos en sus dedos. Luego de mear, entraron el doctor y la enfermera a la sala.
-Buen día, Néstor. ¿Cómo se siente?-Le dice el doctor.
-Tenga cuidado con el suero.-Le dice la enfermera.
-Estoy bien.-Contesta nestor.
-¿Puede caminar?
-Si puedo.
-¿Tiene ganas de conocer a su bebé?
-Aún me da mucha repulsion la idea, pero la curiosidad es más grande que yo. Creo que... quiero ver a ese bebé.
-Vamos entonces, camine con cuidado.
Avanzaron por un pasillo y subieron un piso por ascensor. Luego caminaron por otro pasillo más y entraron por una puerta con el cartel de “Unidad de cuidados intensivos” en la entrada. Dentro de una incubadora dormía plácidamente un pequeño bebito con un respirador artificial conectado a su boca y nariz.
-Finalmente se conocen, éste es tu bebito.-Le dice el doctor con una cordial sonrisa.
-Es muy chiquito.-Dice Néstor, conteniendo las lágrimas.
-Todavía le faltaba desarrollarse un poco más, pero tu cuerpo no lo iba a resistir. De todas formas ambos están vivos y es lo que importa.Este pequeñín en un par de semanas va a estar muy fuerte, te lo aseguro.
El padre no dejaba de mirar con adoración a su bebé mientras secaba sus propias lágrimas que brillaban en su rostro. Se veía reflejado en varios de los rasgos faciales de la criatura. Finalmente rompió en llanto. La enfermera lo abrazaba conteniéndolo.
-Todavía me cuesta creer que todos estos meses tuve a un bebe dentro mío, que esta belleza salió de mi culo...
-No le busque más explicaciones, tómeselo como un hermoso milagro de Dios.-Le dice la enfermera.
-¿Pensó en algún nombre?-Pregunta el doctor.
-Tomás, se va a llamar Tomás-Contesta Néstor sin apartar la mirada del bebé.
-¡Hermoso nombre! ahora los vamos a dejar a solas un momento para que se conozcan bien y se vaya acostumbrando a la idea. Luego hablaremos sobre legalidades y papeleo natal, será complicado registrar este nacimiento, pero le aseguro que vamos a buscarle la vuelta para que pronto, cuando el bebé esté en óptimas condiciones, puedan irse a casa juntos.
Néstor parecía no escuchar nada.
-Se va a llamar Tomás... Tommy.
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twotimesplscassie · 8 years
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CAPÍTULO CUATRO: MEMORIAS PARTE DOS.
A Natalia la cocaína de había dado un mal efecto a comparación de los anteriores viajes que alguna vez tuvo. Quizá en esta ocasión no fue la cocaína, si no más bien el hecho de ver a Scarlet con sangre en su vestido sonreír. 
Muy a pesar de la vida que traía Natalia encima, jamás se había acostumbrado a la muerte. Prácticamente había visto como la gente moría, sí, y en diversas ocasiones cerca aunque nunca tan cerca como lo había sido con Samanta y Scarlet. “¿Será que las dos hermanas están malditas?, ¿tienen alma? ¿Cómo es que están tan tranquilas? ¿No les afecta en nada el hecho de llevarse una vida entre sus manos? ¿Quiénes son?” pensaba en sus adentros sin mucho que hacer.
Samanta miró a Natalia aterrada, le dio un beso en la frente y le pidió se calmara. Después miró a Scarlet y se puso a pensar. Scarlet miraba con total descaro el cuerpo de la joven muerta en el suelo. 
- Tenemos que hacer algo con la sangre.. con el cuerpo y sobre todo, con nuestro vestuario. Quizá, el mío, para ser más específica. 
Mencionó Scarlet de forma fría. Realista, seca.
- Opto por primero, sacarlo de aquí. Que nos dividamos en dos, unos los sacan, la otra limpia. ¿Qué opinan?
Concluyó Scarlet. Quizá no con un plan tan elaborado como en otras ocasiones, pero, por esa vez, el más acertado.
-Por mí está bien, considero que es lo más correcto. Dada la situación. Bien podríamos dejarlo ahí si fuera otro momento. Incluso opto por revisarlo antes de deshacernos de él. - Respondió Samanta sin mucho chiste.
- Perfecto entonces ¿quién hace qué? - Dijo Scarlet.
- Yo me quedo a limpiar. Puedo dejar el lugar impecable pero necesito agua oxigenada y mucho papel. -Mencionó Natalia observando el suelo.
- Perfecto, yo puedo traer el agua oxigenada. Vi un botiquín cuando entramos. Entonces, Scarlet y yo nos vamos con el cuerpo. 
- Está bien, no tarden. 
Terminó de decir Natalia y notó como salían del lugar. A los diez minutos traían consigo agua oxigenada, una cortina y dos bolsas enormes de basura. Samanta le entregó el agua oxigenada a Natalia y  después de varios intentos por acomodar el cuerpo, Scarlet y Samanta lograron cargarlo entre ambas. Luego salieron por la puerta.
Natalia se quedó sola en el baño en silencio y, por muy raro que parezca sin ninguna crisis consigo misma. Ver morir a alguien cuando estudias para salvar vidas es un choque muy grande, sin embargo ella empezaba a darse cuenta de que también hay que sobrevivir. Esa noche pudo haber muerto, así como en las noches anteriores. Samanta y Scarlet la habían salvado, se sentía agradecida pero culpable. Sabía que les debía un favor y, por como eran las dos, debía pagarlo en cualquier momento. 
Para poder limpiar el lugar se quitó el vestido y lo colgó en una de las puertas. Tomó un mechudo y empezó a trapear. Tiro agua en el suelo y enjuagó las cosas. Tomó el agua oxigenada y, una vez listo todo, guardó todo en su lugar. Secó las cosas con el papel y se deshizo del papel tirándolo por el retrete.  Optó por salir del lugar pero decidió esperar unos minutos y después marcarle a Samanta para ver qué proseguía. 
Por su parte, Samanta y Scarlet iban mudas. Para Scarlet era normal deshacerse de la “basura”, decía ella. Para Samanta no.  Prefería evitar todo ese desmadre. Para su suerte, la joven era delgada y de baja estatura, así que no costó trabajo meterla en el auto. Scarlet manejaba y Samanta observaba las luces de la ciudad por la noche. Eran al rededor de las tres y media de la mañana. 
- ¿Dónde lo vamos a dejar? - Preguntó Samanta que seguía sin saber a donde se dirigían.
- Conozco un lugar. - Finalizó Scarlet seria y sin mucha intención de seguir la conversación.
Después de diez minutos, a la velocidad con la que Scarlet manejaba, llegaron a un barranco. Se veía una parte de la ciudad y, si mirabas hacia abajo, sólo se veía oscuridad. Samanta observó el lugar.
- ¿Cómo sabes que no la encontrarán y tendremos problemas Scarlet?
-Porque aquí se tira la basura, Sam.
Samanta se quedó callada. Ayudó a Scarlet para bajar el cuerpo y después lo dejaron caer. Se escuchó el golpe seco de los huesos azotar contra las piedras. El eco fue peor. Samanta empezó a llorar y Scarlet prendió un cigarro.
- Te habías tardado en llorar. Pero, relájate. Fue necesario.
- Lo sé, créeme que lo sé.
- ¿Y ahora? ¿Debemos regresar no?
- Sí, Natalia debe arreglar tu vestido.
- Mierda.
- ¿Vamos a morir Scarlet?
- No Samanta, tú vas a morir. 
- ¿Dejarás que ellos me maten?
- No, ya te he dicho que no. Si mueres, será porque yo te he matado. Eres mi hermana, a mí me toca ese trabajo.
- ¿Tirarás mi cuerpo a un barranco?
-No, te quemaré y te pondré en una urna, con incienso. 
- Gracias.
-No agradezcas, aún falta mucho  por hacer.
Cuando Samanta calmó su llanto, aunque aún no lo finalizaba por completo escuchó su celular sonar. Era Natalia. 
- Vamos para allá. Danos quince minutos. Prepara el agua.
Y, después de observar por última vez las luces de la ciudad, Scarlet se acabó su cigarro y ambas se subieron al carro. Samanta observó por el espejo como abandonaban el lugar. Sacó de la guantera un cuaderno pequeño y una vez más, pintó una equis con un pequeño residuo de sangre que le quedaba a Scarlet en el vestido por cargar a la chica.  Cerró el cuaderno y lo guardó. 
Ese cuaderno era la evidencia de toda la gente que Scarlet o Samanta habían tenido que matar para sobrevivir. Ese cuaderno estaba lleno de pequeñas equis por todos lados.
- Prólogo de una historia misteriosa y posiblemente interminable.
2016/2017.
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