Tumgik
#matenmeyaplz
avocatoculero · 5 years
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| Ojos color avellana |
Cosas a aclarar:
Este es un one-shote el cual se me ocurrió hoy (hace como una hora y apenas lo acabe) los personajes ocupados son Tabasco el cual le pertenece (o más bien el diseño y personalidad de este) a @lecuty y también a NL el cual de la misma forma le pertenece a @smollant Lamento no haber pedido antes permiso para ocuparlos pero la emoción me ganó ;n;
También cabe recalcar que estoy ocupando las versiones humanas de cada uno ya que me es muy extraño el imaginármelos como bolitas con cuerpos mamados(? Y también el que aquí tiene nombre de persona(?
Tabasco : Gustavo
Nuevo León : Pedro
Lamento mucho si encuentran más de una falla ortográficas enserio perdón pero fue lo único que logró mi cerebro antes de asarce por completo(?
Sin más que decir y aclarar le dejos esto
Espero les guste lodudojsjssjsj
(No. De palabras : 1,440)
| Ojos color avellana |
Era una noche demasiado tranquila donde se podían escuchar a algunos grillos cantar, la fiesta que anteriormente se había llevado acabo dentro de la casa de Pedro ahora se encontraba calmada pues la mayoría de los invitados se había retirado a su respectiva casa quedando solo unos pocos que o estaban dormidos en alguna parte del lugar o estaban bebiendo y bailando con las canciones lentas que sustituyeron a las canciones movidas de hace unas horas atrás. Pedro se encontraba sentado en una de las tantas sillas de plástico que están esparcidas en su patio pero no se encontraba solo pues a su lado estaba sentado Gustavo el cual tenía en su mano derecha la sexta corona que se tomaba en la noche.
Pedro había organizado la fiesta con el único fin de hacer que todos los presentes se relajasen un momento del estrés del trabajo lo cual al parecer logró pues pudo ver caras las cuales nunca las había visto desde hace un tiempo ya que se la pasaban encerrados en oficinas. Sabe que fue una buena idea lo de la fiesta pues hubo muchas risas y acciones de diferentes personas las cuales se quedaran gravadas en la memoria de muchos o en sus teléfonos ya sea en foto o video aunque lo que sabe que no saldrá de la mente de muchos es su apariencia con bigote ya que no acostumbraba a dejarlo crecer pero en esa ocasión lo dejó para ver cómo sería la reacción de todos -de la cual ahora se arrepiente demasiado- pero algo que quedó grabado en su mente fue el comentario de Gustavo.
“¿Desde cuando Freddy Mercury tiene complejo de vaquero?”
Aquel simple comentario logró hacer que todos los presentes -o los que aún estaban en sus cinco sentidos- estallasen en carcajadas lo cual le dolió de cierta forma y no sabe el porqué lo cual le dejo un tanto extraño. Dirige su mirada al asador el cual está con unas pequeñas chispas aún dentro de el lo cual daban una sensación agradable por el leve calor que emanaba y en eso se da cuenta que la carne asada que preparó en verdad se acabó esa noche quien diría que sus invitados llegarían con hambre (unos más que otros); en eso siente como si algo se recargase en su hombro derecho por lo que dirige su mirada a este lugar tomándolo como sorpresa el que ahora Gustavo tenga su cabeza recargada en él, ahora que lo ve bien se da cuenta de que se nota realmente cansado y no por la fiesta u otra cosa sino más bien el que aquel hombre de personalidad fuerte estaba realmente cansado que incluso rogaba por un momento de tranquilidad, sabía perfectamente por lo que había pasado aquel hombre y a decir verdad incluso él se sorprendía del como había logrado superar todo eso que incluso Gustavo le mencionaba su propia sorpresa por lo que a logrado.
<<¿Sabes? Ni yo mismo se como es que hoy en día sigo vivo>>
Después de aquel comentario una risa ronca y con un tono de tristeza fue lo siguiente en salir de sus labios. Y ahí estaban los dos disfrutando de una noche tranquila con una canción lenta de fondo y unas cuantas latas de cerveza regadas por el suelo, fue entonces cuando Gustavo dio un último trago de su cerveza para después dejarla en una mesa cercana y volver a recargar su cabeza en el hombro de Pedro el cual aún seguía perdido en sus pensamientos.
—Pedro—aquella simple mención de su nombre logró sacar de sus pensamientos al nuevolense el cual le miró esperando que continuara a lo que el tabasqueño levantó su cabeza para poder mirar a los ojos del más alto, oh dios, esos ojos de color avellana los cuales habían estado dando vueltas en la cabezadita de Gustavo desde hace un par de meses y no solo sus ojos si no también todo su rostro, no entendía el porqué la imagen del nuevolense daba vueltas en su mente incluso logrando que el poder dormir se le dificultase y no sabía el porqué y eso le aterraba de sobre manera ¿por qué la presencia de aquel hombre le formaba un tornado de emociones en su interior? ¿Por qué se sentía tan inseguro de si mismo cuando estaba junto a Pedro? ¿Por qué le aterraba el hecho de que sus sentimientos le causasen un conflicto con su relación? No entendía el porqué.
Pero.
En verdad quería decirle a la cara el cuanto le apreciaba y amaba, ¡joder!
Pero tenía miedo, miedo de que aquellos ojos de color avellana le viesen con asco, con odio incluso que estos evitaran tener contacto con su ser. Enserio le aterraban todo eso
—¿Sabes?— intentaba buscar las palabras correctas para poder expresarse y no crear un malentendido pero joder si que era difícil el expresar aquel sentimiento el cual no lograba comprender del todo y tal ves soltaría una total estupideces que al día siguiente le estaría cobrando factura y él solo podría escudarse con el hecho de que tenía demasiado alcohol en su cuerpo sumando el cansancio en este mismo —la neta no se como explicar esto— una risa ronca y triste escapa de sus labios los cuales tiemblan levemente odiaba sentirse tan indefenso con un tema de lo más estúpido pero... no podía evitarlo.
—Hey, relájate se que puedes encontrar las palabras correctas para decirlo solo relájate ¿si?— Pedro coloca ambas manos en los hombros del contrario en un intento de calmarlo pero esto solo puso más nervioso al de tez morena, sus manos empezaban a sudar y no sabía el porqué así que solo suelta un suspiro en un intento de relajarse y poder soltar aquello que lleva acumulándose en su garganta desde hace un rato.
—se que sonará extraño y a decir verdad ya no me importa el que posiblemente mañana me odies pero en verdad ya no puedo seguir con esta tortura— suelta mirando directamente a los ojos de aquel hombre, aquellos ojos los cuales son de un hermoso color avellana y en verdad los amaba, el cual se encontraba enfrente suyo, por su parte Pedro no entendía para nada a lo que su amigo se refería exactamente con aquello ¿odiarlo? ¿Por qué lo odiaría por algo lo cual le está torturando? En verdad que estaba confundido pero solo le quedaría espera que el contrario continuasen y así salir de sus dudas
—no se como decir esto de la mejor forma pero en verdad hago el intento— empieza a temblar levemente lo cual alerta al nuevolense —no se cuando ni como paso pero algo que si se y me aterra decirlo es que en verdad te amo...— aquellas últimas dos palabras dejan en blanco a Pedro mientras que Gustavo espera aterrado por una respuesta del contrario, en verdad se sentía como un estúpido en esa situación
Jamás se esperó que el más alto le abrazase de forma cariñosa a lo que él correspondió de forma lenta y desconfiada pero lo que en verdad le asombró fueron las palabras que salieron de los labios del contrario las cuales incluso lograron sacarle un par de lágrimas no por alegría, no, si no más bien por temor a que esto fuese una horrible broma causada por el alcohol en el cuerpo de ambos y que al día siguiente no recuerden las palabras del otro pero si el dolor de estas por lo que se aferró a las ropas del más alto
—yo también te amo choco— quien diría que aquellas palabras en verdad salieron de lo más profundo del corazón del nuevolense y no por el alcohol que se encontraba en su organismo, mentiría si digiera que Pedro no amaba al tabasqueño que pasear de su personalidad ojete en verdad soportaba las estupideces que hacía o decía y eso fue algo que lo enamoró junto con su voz.
Y ahí afuera Pedro logró darle La Paz y tranquilidad con la que tanto soñaba y deseaba Gustavo que alguien día le fuese otorgada que incluso se quedaron dormidos en aquellas sillas de color blanco. Quedándose dormidos uno al lado del otro frente al asador que aún daba un poco de calor para que el frío de la noche no se sintiese tan culero aunque unos segundos más tarde un tercero hizo acto de presencia colocando una pequeña cobija encima de ambos hombres para que no se congelaran pues no sería suficiente el pequeño calor de asador sin más se fue dejando nuevamente a los dos hombres en una hermosa tranquilidad que la noche les otorgaba a ambos.
Fin.
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