#lucian chiquito discUlPANoS

[ravenang]

Es repentino, sucede frente a él, y aún así, se pierde del cambio que contrario muestra. Actitudes que se inclinan más a la protección lo dejan confundido (¿No quería que lo bebiera segundos atrás?), pero sorprendentemente, no cuestiona. “Uhm.” Suelta, pestañeando, tratando de organizar pensamientos que rebotan en su mente y se niegan a formar una oración coherente. Maldita sea el alcohol. “Te acorté como cinco años de vida, ¿Verdad?” Inquiere, frunciendo el ceño, en una forma muy particular de intentar responsabilizarse de— lo que fuera que haya sucedido con Lucian que haya impulsado ese actuar. “En mi defensa, no estoy lo suficientemente sobrio.” Es una excusa pobre, mas Raven la pronuncia como una justificación al poco juicio que parece tener. Mirada viaja a maceta, dónde bebida ha sido surtida y se cuestiona, internamente, si ha sido una exageración. Quizá no tenía nada (¿Pero y si sí?). “Bueno ahora que en definitiva no tengo un trago, acompáñame a buscar uno.”  

ravenang·:

Cejas se elevan ante negativa de propia teoría y justificación de la ajena. Inesperado, por no decir menos. “No debería, ¿Verdad?” Rechazarlo, se refiere, y romper su corazón en consecuencia. Labios se unen en fina línea, debatiéndose entre un sí y un no, y al final, termina aceptando el trago que ofrece. Las posibles consecuencias serían para el Raven de unas horas lidiar. Se lo lleva a nariz, olfatea un par de veces y descubre buena atención que ha tenido tercero. Es lo mismo que ha estado pidiendo, pero más inclinado a lo dulce. Justo como le gusta. “Quédate conmigo un rato, por si tiene algo.” 

           “¿Aceptar bebidas de desconocidos?” repite la tan reiterativa frases que los padres solían repetir a sus hijos, aunque nunca había sido receptor de tales consejos y mucho menos seguido los mismos de niño. “Bueno, depende de qué consideres peor” romper el corazón del camarero o terminar no recordando que sucedió la noche anterior, a él en ese momento no le importaba ninguna de las dos para ser más preciso. “No sé si eres un idiota de buen corazón o simplemente no tienes sentido de supervivencia, ¿por qué me haces caso?” porque primeras palabras parecían haberle  incitado más a aceptar que a negar el trago, no permite que lo pruebe quitándoselo y vertiendo contenido en una de las macetas. “Nunca aceptes bebidas de desconocidos” le recuerda.