#lh: ancestros
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((OOC: El abuelo Pampa retratado por Henna Wia!. Esta increible! ))
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How do you see Argentina's family tree?
Nice challenge, Anon! since they're all related it's difficult to spread one clean line. But let's suppose I could and this would be the result.
(I took only references for the tree; Morra for Iberia, Peonycats for Etruria; Kuraudia for Argentina, Charrua and Pampa; Rowein for Uruguay; Bishos for Guarani; Nekichan for Paraguay. Roma, Spain, Portugal and Italies belong to their creators)
Pampa (Argentina's grandpa) and Charrúa (Uruguay's grandpa) are Ancestors OCs I've made for Latin Hetalia
#hetalia#latin hetalia#lh argentina#lh paraguay#lh uruguay#aph ancients#aph rome#aph iberia#aph etruria#aph italia#aph n italy#lh ancestors#lh ancestros#lh charrua#lh guarani#lh pampa#family tree
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Tiempos de felicidad
#ancestros#piare guor#LH: ancestros#abuelo pampa#LH: abuelo pampa#lh#latinhetalia#piare-guor#lh kalen#lh argentina#lH Martín Hernández
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Guerra Federal
Guerra federal boliviana: 1898-1899.
“Willka, te doy el grado de Coronel; levanta al indio; destruye al blanco del Sud. Cuando derrotemos al Ejército Constitucional, yo seré Presidente y tú serás el Segundo Presidente de Bolivia. Y devolveremos la tierra al indio; la tierra que le ha arrebatado el Gral. Melgarejo”. —Coronel José Manuel Pando a Zárate Willka “el temible”.
"... deseamos hallar la regeneración de...Bolivia." "los indígenas, los blancos nos levantaremos a defender nuestra República de Bolivia..." "...deben respetar los blancos o vecinos a los indígenas, porque somos de una misma sangre e hijos de Bolivia, deben quererse como hermanos con los indianos... hago prevención a los blancos... para que guarden el respeto con los indígenas..." —Fragmento de la Proclama de Caracollo, escrita por Pablo Zárate Willka.
Prólogo
Los vientos eran tormentosos en ese llamado “verano”. Las nubes oscuras cubrían todo el cielo, lluvias, tormentas y granizadas agitaban los vientos de la ciudad de La Paz. Agitada también estaba la gente.
La moral boliviana estaba por los suelos, y la gente acumuló la rabia y la impotencia. Y se notaba. Los ciudadanos del bando liberal de Oruro y La Paz encontraron a sus culpables. Los aristócratas, el clero y los altos mandos militares; los conservadores.
Los rumores corrían.
Ellos debían ser los responsables de la derrota boliviana contra los chilenos al mostrar una incompetencia militar digna de ser llamada traición. Ellos, quienes entraron en colusión con empresarios mineros chilenos e ingleses, todo esto encabezado por Aniceto Arce, un traidor. Ellos fueron quienes no movilizaron las tropas bolivianas, e hicieron caso omiso de los pedidos de auxilio del Perú, quienes solicitaban que Bolivia entre de nuevo en guerra contra Chile.
Y ahora querían declarar como capital y sede de gobierno a la ciudad de Sucre.
…………………..
Julio había sanado pero aún cargaba con su cicatriz.
Luego de haber estado al cuidado de Sisa, volvió a La Paz, siendo acogido por los militares, quienes solían llevarlo a en hombros por las calles para agitar a las masas.
Lo exponían en las ropas rotas de soldado que llevaba luego de ser herido, lo maquillaban, ensuciándolo, y luego abrían su camisa para exponer obscenamente en ese espectáculo su cicatriz. Una especie de circo que servía para elevar los ánimos bélicos, y fomentar en la población que los conservadores eran los responsables de que a Julio, a la patria, le hubiesen malherido.
Vivió el hervir de la gente que clamaba por que la capital no fuese Sucre. No iban a permitir que el bastión de los conservadores se convirtiese en la sede de gobierno del país.
La capital debía ser La Paz, o al menos, Cochabamba.
1
Marchaban en silencio, pero acompañados por una llovizna que regaba el opaco paisaje. El olor a la tierra mojada inundaba los pulmones de los soldados, que temblaban por aquel frío mientras marchaban con paso cansado. Parecían frágiles hojas que podrían ser levantadas por el viento.
Julio cabalgaba al lado del coronel Pando. Un hombre corpulento, que junto a su uniforme que se empapaba cada vez más a pesar de haberse cubierto con una capa, mostraba altivez y destacaba entre la tropa. Era alto y de mirada noble, y esa nobleza se reflejaba en cada acción que realizaba.
Parecía incluso algo teatral con esa pose de caballero de alguna época pasada.
Julio se veía aún más diminuto al lado de aquella figura; aún así el coronel Pando siempre fue respetuoso con el menor. Nunca titubeaba al inclinarse ante él por lo que representaba y no lo trataba con condescendencia o lo ignoraba como muchos habían hecho. Sin embargo Julio no podía evitar sentirse más como una bandera o una estatua en medio de todo eso. Sólo podía observar y asentir mientras decisiones que le afectaban eran tomadas.
Eran un gran ejército de hombres con los uniformes azules que habían traído desde el Perú, ese improvisado ejército llevaba sólo un cañón, al que le llamaron “Walaycho”.
Esos soldados no tenían mucha experiencia; la mayoría eran civiles, estudiantes, miembros del partido liberal o simpatizantes. Muchos nunca habían disparado un arma.
Se iban a enfrentar a un ejército de verdad.
Se decía que el gobierno de Chile habría proporcionado armas a los conservadores.
El bando conservador poseía las fuerzas armadas, y el grueso de su ejército estaba aguardando entre las ciudades de Oruro y Sucre.
El ejército liberal, marchando hacia el sur, rompió el cerco que habían puesto los conservadores sobre La Paz.
“Reprimirla, someterla, cuando menos; bombardearla” habría dicho Fernández Alonso, el presidente de Bolivia, perteneciente al bando conservador, al referirse a La Paz.
Siempre, desde que se convirtió en una nación, Julio pensaba que él era nada más que una mascota. Una representación, que no iba a poder tomar una decisión sobre su pueblo o sobre sí mismo.
Ahora no era diferente. Los liberales lo usaban como un símbolo. Lo alzaban de hombros con cada manifestación, y en las calles lo saludaban, levantando sus sombreros y gritando un “¡Viva Bolivia!”.
Julio sólo sonreía melancólicamente, a veces alzaba la voz para responder con un “Viva”.
Habían salido de catástrofes, y una guerra que estancó a Bolivia. En ese proceso, habían perdido aproximadamente a un millón de personas. Y ahora estaban sumergidos en una nueva guerra.
El ánimo de los bolivianos estaba hecho trizas, sin embargo, tenían la esperanza de que al enfrentarse a los conservadores, y obtener la victoria, podrían redimir y cambiar el destino de infortunio que había vivido Bolivia hasta entonces.
En los campamentos militares, la gente brindaba por él.
Julio cabalgaba al lado del coronel, y no le quitaba la vista de encima. Había algo curioso acerca de este hombre: José Manuel Pando.
Julio se había acostumbrado a los caudillos, y pensaba que Pando sería uno más; un militar con ansias de poder.
Pero en sus discursos, hacía arder a la gente en vítores y aplausos. Les prometía establecer una sede de gobierno definitiva, les prometía al pueblo que Bolivia entraría de nuevo en guerra contra Chile, para poder recuperar los territorios perdidos de Bolivia y de Perú.
Incluso proponía algo que a nadie se le habría ocurrido plantear; Pando prometía que le devolvería las tierras y la soberanía a los pueblos indígenas. Prometía incluso algo aún más radical: Que el próximo presidente de Bolivia, luego de su mandato, fuese un “indio”.
Pando se habría aliado con un estoico hombre de origen Aymara que tenía la capacidad de mover a las miles de comunidades de Bolivia. Su nombre era Pablo Zárate Willka, le decían “El Temible”.
La esposa de Pando, una indígena, se habría comunicado con Willka, y frente a varios jefes comuneros hizo una ofrenda a la Pachamama, demostrando la buena voluntad de los liberales y así, uniendo a las fuerzas Aymara contra los conservadores.
Más allá de aquella azul formación en gruesas columnas que formaban el ejército liberal, se encontraban varios colores avanzando sin formación alguna.
Eran Aymara, hombres y mujeres. Varios colores de ponchos y aguayos se movían con el viento.
Tenían pocas armas de fuego; la mayoría tenía a mano sus chicotes, otros cargados con machetes o sables, piedras, palos o q’urawas.
Se escuchaban sus murmullos a lo lejos, hablando en sus lenguas. Julio los escuchaba desde su caballo. Al mirar hacia el gran grupo de indígenas, vio a su líder, con su sombrero y chullo, su poncho, su fusil y pistolas, pijchando coca. Era Pablo Zárate Willka, rodeado por los Mallkus y Jilakatas, jefes de las distintas comunidades Aymara.
Alguna que otra voz se alzaba entre los indígenas entonando una consigna. Se les veía optimistas, esperanzados. Las promesas de Pando para con los pueblos originarios no eran menores.
La alianza de Willka con Pando estaba haciendo temblar a los conservadores.
Pero también había rabia en sus voces y gestos.
Los conservadores, en su marcha hacia La Paz, habrían diezmado varias comunidades indígenas, robando sus provisiones y matando a los pobladores.
La voz de los campesinos se convertía en trueno una vez más en Bolivia.
Algunas tropas indígenas, como escarmiento, se habrían adentrado en pueblos ocupados por militares conservadores y habrían asesinado a los soldados que custodiaban dichas comunidades, lo que habría horrorizado a la sociedad de Sucre, quienes se lamentaban por los jóvenes soldados muertos a manos de los indígenas.
Como ocurrió en Ayo Ayo, donde asesinaron a varios soldados dentro de una iglesia.
Tomaban a Zárate Willka como a un asesino.
Julio vio en la distancia a una mujer marchando con una bandera: era Sisa. No la veía desde que ella le había cuidado debido a su herida.
Aparecía nuevamente con esa estampa digna, que era capaz de movilizar a su pueblo en armas. Sisa iba cargada con un machete y un chicote que llevaba cruzado.
El cielo era una pared gris que parecía podía caerse en cualquier momento. Las ventiscas provocaban un ruido que rompía con la monotonía de los pasos en ritmo de marcha o el murmullo lejano de los indígenas.
Marcharon durante varias horas hasta que desde la distancia vino cabalgando un grupo de jinetes a toda velocidad, dejando una estela de polvo que se disolvía en el viento. Fueron en dirección a Pando.
—Coronel —comenzó a decir uno de los jinetes mientras calmaba a su caballo— el ejército del presidente se encuentra a poca distancia. Han preparado sus cañones y están en posición para una batalla… nos superan en número, señor, tienen seis cañones y varias ametralladoras.
Pando miró a su alrededor, inspeccionando rápidamente a su ejército. se aclaró la garganta y alzó la voz.
—¡Hombres! ¡Prepárense para la batalla! ¡manténganse firmes, que los soldados del presidente nos superan! —Exclamaba mientras paseaba con su caballo frente a sus tropas— ¡ellos tienen más experiencia, más municiones y tienen un arsenal completo de artillería, nosotros sólo tenemos a nuestro Walaycho—Dijo sonriendo— pero nosotros tenemos a los hombres más valientes, que van a luchar contra las injusticias de los conservadores! ¡Willka —dijo señalando con su sable al caudillo indígena—, dile a tus milicias que estén listos para combatir! ¡vamos a atacar de frente para derrotar definitivamente al ejército del sur!
Los hombres gritaron y vitorearon el discurso, mostrando determinación, además entonando cánticos de guerra.
Willka exclamaba su arenga hacia las comunidades que lo acompañaban, hablando en Aymara. Los indígenas alzaron gritos de guerra que hicieron eco entre las montañas, y se prepararon para seguir la marcha y enfrentarse al enemigo.
Pando se volteó y observó a Julio, le asintió sonriendo y reanudó la marcha.
En poco más de media hora el ejército liberal quedó frente a las fuerzas constitucionales.
Un grupo de jinetes escoltó a Julio lejos de la batalla hacia una loma desde la que podía ver los acontecimientos de la refriega.
Le dijeron que no podían arriesgarlo, y que además, con la herida recién cicatrizada no estaría en buena forma para actuar en batalla.
Julio sólo obedeció en silencio.
Pero se preguntaba si es que alguien del ejército constitucional le dispararía o le haría daño intencionalmente.
¿Podrían? ¿Serían capaces?
Julio rechazó ese pensamiento. Él era la patria después de todo ¿no es así?
Los dos ejércitos estaban listos, frente a frente. A lo lejos podía adivinar la figura de Severo Fernández Alonso, el presidente, montado en su caballo.
También vio a Pando cuando alzó su sable, para dar la orden a su infantería de avanzar y disparar contra el enemigo.
Sin embargo los sureños se habían adelantado y dispararon sus seis cañones contra los liberales, haciendo brechas en las líneas de la infantería. Contestaron disparando con el Walaycho.
Julio cerraba los ojos cada vez que sonaba una descarga de artillería. Transpiraba. Los disparos de los fusiles se volvían cada vez más seguidos. Estaba nervioso, pero a la vez, se sentía culpable. Pensaba que ver a su gente matándose entre ellos le provocaría dolores físicos, que le causaría gran agonía cada vez que uno de sus “hijos” cayera muerto a manos de uno de sus hermanos. Pero no.
Sólo miraba mientras las personas que hacían que él fuese un país estaban obstinados en aniquilarse el uno al otro.
Los conservadores decidieron utilizar sus modernas ametralladoras. Julio sintió un escalofrío y estuvo a punto de gemir de angustia al ver a gente siendo despedazada por las ráfagas de metralla.
Un cuerno sonó a la distancia.
Willka lideraba el desorganizado avance de las comunidades, que corrían y gritaban alzando sus armas. El ejército del sur disparó con su artillería y con su infantería a los aymara, pero estos no se detuvieron ante el ataque. Con cada descarga caían varios, pero los demás seguían su rápido avance hacia el flanco de la posición conservadora. Tuvieron la suerte de que las ametralladoras estaban concentradas en el ejército de Pando, no en los indígenas.
Llegaron hasta las líneas del enemigo y comenzó el combate cuerpo a cuerpo.
Con chicotes, machetes y palos, los indígenas comenzaron a ganar terreno frente al ejército constitucional.
Eran fieros al pelear, no se detenían. Algunas de las tropas de Alonso comenzaron a retroceder.
Era increíble. Julio miraba atónito la escena.
Los indígenas estaban rompiendo la formación de los conservadores.
Eran incansables, y no les preocupaban las bajas que iban teniendo. Ellos sólo seguían atacando.
Julio mordió su labio en arrepentimiento cuando por su cabeza pasó el pensamiento de que si hubiesen ido a la guerra, él no habría perdido su salida al mar.
Estaba seguro de que si hubiesen usado a indígenas en el ejército, los habrían ocupado de carne de cañón.
Bolivia nunca había ocupado indígenas en la guerra. Hubiese sido un golpe en el orgullo de los criollos el que se le diera una condecoración a un “indio”. Sólo los usaban en la retaguardia, para limpiar las armas, preparar municiones o arrastrar los cuerpos.
No sabía cómo sentirse de que ellos tuviesen esta determinación al pelear.
Pero presentía que su fervor se debía a que si ganaban al ejército del presidente, ellos podrían volver a tener sus tierras y los mismos derechos que los demás bolivianos. No sabía si lucharían con tanta fiereza si se tratara de otro motivo.
Pasaron varias horas en la batalla.
Los liberales y los ejércitos indígenas ya casi habían acabado con el ejército constitucional.
Los soldados sureños huían mientras los federalistas celebraban. Pando envió a sus batallones de caballería para perseguir a los que escapaban, para así impedir su reorganización.
Julio se fue acercando al campo de batalla.
Vio a las multitudes celebrando, gritando y desahogándose después de la batalla.
Algunos soldados robando las pertenencias de los caídos, otros recolectando las armas.
Vio a soldados federalistas fusilando a soldados constitucionales que lloraban pidiendo clemencia.
Observó a los indígenas, algunos ahorcando a un militar de alto rango que no pudo huir.
Algunos lloraban junto a cadáveres; quizás de hermanos, quizás de amantes, esposos o esposas o quizás familiares.
Pero la mayoría celebraba en ruidosas exclamaciones de júbilo.
Corría el rumor en el ejército de que el presidente Fernández Alonso habría alcanzado a escapar. Unos decían haberlo visto huir en dirección a la frontera con Chile.
Pando bajó de su caballo y fue a saludar a Willka. Ambos reían dichosos, se abrazaron y estrecharon sus manos.
—Vamos a cambiar estos siglos de injusticia que han ocurrido contra tu gente, Willka —Dijo Pando en voz alta.
—Lo estamos logrando, compañero –respondió Zárate Willka, mientras sonreía.
Julio dio la media vuelta. Su escolta le dijo que iban a comenzar a armar el campamento a unos kilómetros de ahí.
Al voltear, vio la celebración de nuevo. En la distancia divisó a Sisa, quien en júbilo alzaba su machete, junto a otras mujeres y hombres indígenas, exclamando sus consignas y ofrendas a los dioses tutelares.
El arma de Sisa estaba cubierta de sangre.
2
El campamento fue armado y Julio se preparaba en silencio para dormir de una vez.
Había asistido a la cena para sentarse junto a Pando y a Willka, como se esperaría de él. No había mucho para comer. Pando habló y rio junto a sus soldados. Willka sonreía levemente. Pero se excusó pronto para poder ir junto a sus comuneros, quienes hablaban siempre en voz baja, en círculos, y era infaltable el mascar la coca.
Entre los indígenas derramaron alcohol en la tierra, botaron hojas de coca mientras un yatiri iba recitando plegarias y deseos de buena fortuna. Enterraron el feto disecado de una llama y quemaron lana y hoja de coca. Hicieron la ofrenda a la Pachamama para que bendijera su lucha y para que recibiera a los muertos.
Julio se sacó las correas con las que sostenía su sable y su pistola y la dejó sobre su morral. El sonido de alguien entrando le hizo voltear. Era Sisa.
—Waway, de tiempo que no nos vemos —Dijo Sisa mientras se acercaba y sonreía.
Se le veía feliz, como pocas veces se le había visto.
Julio al verla no pudo evitar recordarla con su machete ensangrentado.
—M-mama…
—Ya estás mejor de tu cicatriz ¿no ve?
—Sí —Respondió Julio con la cabeza baja.
—Te veo triste, lluqalla ¿pasa algo?
—No, no es nada, sólo pienso.
Sisa lo miró seriamente, no le gustaba que le mintieran, y creía saber qué le pasaba a Julio.
—Sé que te debe confundir y doler que entre tu gente se estén peleando y matándose… pero a veces, por el bien de todos, es necesario esta clase de sufrimiento.
Julio la miró y asintió levemente.
Sisa volvió a mostrarle su sobria sonrisa.
—Lo que están haciendo, Julio, es historia —Dijo Sisa orgullosa y esperanzada—. Con esta guerra nos devolverán lo que habíamos perdido, volveremos a ser los dueños de nuestra tierra… pero además, a mi gente que vive aquí se les reconocerá como bolivianos —Tomó de los hombros a Julio— En los otros países se nos maltrata, se nos mata, nos prohíben nuestra lengua y nuestra vestimenta… aquí, con don Pando y el jilata Zárate, van a hacer que Bolivia se diferencie de todos los demás países. Y si debo disparar contra el que se oponga a que obtengamos eso, pues lo haré.
Julio asentía, y sonreía débilmente.
¿Él dispararía contra su gente?
No. Estaba seguro de ello. No podría, no se atrevería, y deseaba nunca tener que llegar a verse en una situación así, creía no poder ser capaz de atacar a su propio pueblo.
—Dormíte pronto, wawa —Dijo Sisa mientras se separaba de Julio—, que mañana llegamos a Sucre, y ahí vamos a esperar a que el jilata Pando comience a armar esta nueva época.
Sisa salió de la tienda, dejando solo a Julio, quien tras quedarse de pie mirando el suelo, decidió luego de unos momentos acostarse.
Sisa caminaba llegando hasta el campamento que habían armado los aymara. De su chuspa sacó una hoja de coca, que salió quebrada.
Suspiró.
“Desde que tuvo la guerra con el chileno, no ha vuelto a ser él mismo”.
Ahora Chile poseía territorios de los Aymara, y el trato con ellos fue de lo más bajo.
Se comenzó a aplicar lo que los gobernantes de Chile llamaban “chilenización”, mientras que los aymara lo llaman des-aymarización; prohibirles hablar su lengua, usar su vestimenta o realizar cualquier rito o expresión cultural, mientras eran fuertemente vigilados y reprimidos por el ejército, al creer que los aymara eran “muy bolivianos” y podrían rebelarse.
Sus hijos eran arrebatados y enviados a escuelas especiales donde se les inculcaban los valores cristianos y un modo de vida occidental. Dejando de lado las raíces.
En Perú las cosas no estaban tan mal, pero sí estaban lejos de ser mejores.
Aymaras y Quechua desplazados de sus lugares ancestrales para dar lugar a haciendas y latifundios. Lo mismo ocurría hace no mucho tiempo en Bolivia.
Sin embargo ahora había una guerra para cambiar eso. A Sisa y a los Aymara no les importaba mucho ese problema del federalismo, de los conservadores y liberales y qué lugar sería la capital.
Pero sí los movió las promesas de reivindicar al indígena.
“Un presidente indígena” Sisa rio incrédulamente. Pero sonrió con la idea de que Zárate Willka llegara a ser presidente de Bolivia.
3
La blanca ciudad de Sucre, la hermosa ciudad de La Plata, la antigua ciudad de Chuquisaca. Tres nombres tenía la capital de ese entonces.
Los ejércitos marcharon a través de las estrechas calles bordeadas por blancos edificios coloniales. Iban a tomarse el parlamento y disolverlo, para poder hacer su propio y nuevo gobierno.
Los ejércitos indígenas también entraron en la ciudad, para horror y miedo de los aristócratas Chuquisaqueños.
Pando, Julio y unidades del ejército entraron en la plaza donde se apostaron para poder entrar en los edificios de gobierno.
Los indígenas aguardaban en las calles de la ciudad, esperando a que tomen el palacio de gobierno. Todavía regían leyes discriminatorias y los indígenas no podían acceder a las plazas principales. Esperaban a que incluso eso cambiara.
Desde lo alto del edificio salió un hombre flameando la bandera boliviana.
El ejército y los indígenas estallaron en jubilo.
Ahora esperarían a que Pando sea presidente y dicte las nuevas leyes.
4
Fue nombrado presidente en una asamblea que se componía de soldados e indígenas. Era la primera vez que los “indios” pudieron ingresar a los palacios de gobierno.
La esposa de Pando, una indígena, estaba al lado de su marido.
Julio y Sisa estaban presentes, uno al lado del otro, mirando hacia la tarima donde estaba el nuevo presidente y su gabinete.
Le pusieron la banda presidencial y los medallones que debería llevar el presidente. Los vítores se escucharon hasta afuera del palacio.
—Es una gran victoria la que hemos obtenido —Dijo Pando al dirigirse, sonriendo, a los presentes— nuestra fuerza ha podido aplastar a quienes entorpecieron nuestro ejército, que no actuaron durante la guerra del 79 contra los chilenos.
Los presentes asintieron y algunos abucheaban, descontentos.
—Sin embargo hoy vamos a cambiar esta situación, gracias a ustedes hemos logrado vencer, y Bolivia va a ser un nuevo país.
Hubo aplausos, e indígenas que gritaban “¡Jallalla Pando! ¡Jallalla Willka! ¡Jallalla Bolivia!”.
El nuevo presidente sonreía.
—Sin embargo, con esta victoria, debemos ser nobles con los vencidos, y no vamos a humillarles ni mucho menos tenerles algún rencor… Seguimos siendo bolivianos…. Mi primer decreto como presidente de Bolivia es ¡que la sede de gobierno se trasladará a la ciudad de La Paz, al igual que los órganos ejecutivo, legislativo y electoral! —La gente aplaudió— el órgano judicial se quedará aquí ¡y Sucre será la capital constitucional de Bolivia!
La gente murmuraba, algunos sorprendidos, otros confundidos.
Julio se sorprendió e intentó entender lo que ocurría.
Sisa miró a Julio con una media sonrisa.
Julio sonrió nervioso.
“Prácticamente ahora tengo dos capitales”, intentó suprimir una leve risa.
Era una medida que no dejaba descontento a nadie, salvo quizás, a quienes en verdad tenían la ilusión de que Sucre fuese la sede de gobierno.
Mientras la gente seguía confundida y murmurando entre ellos, Pando volvió a alzar la voz.
—No fuimos sólo nosotros, los liberales, quienes pudimos lograr esta victoria. Nuestros hermanos indígenas fueron fundamentales para este logro. Le pido al coronel Willka que venga a hablarle al pueblo de Bolivia.
Los aymara gritaban sus “Jallalla”, hacían ondear sus banderas y gritaban para celebrar a Willka, Sisa entre ellos, que ovacionaba al coronel indígena.
“El temible” llegó al estrado, se saludó con Pando con un corto abrazo y se dirigió al público.
—Hermanos y hermanas, jilatanaka, kullakanaka, estamos presenciando el inicio de un cambio en nuestra Bolivia. El jilata Pando nos ha prometido la devolución de nuestras tierras, hemos propuesto que las comunidades se vuelvan a unir, y que en su nuevo gobierno, Aymaras, Quechuas y las demás naciones de “indios” participen activamente… vamos a lograr aún más, compañeros… vamos a ponerle fin a esas minorías que acaparan las riquezas de Bolivia y que excluyen a nuestros hermanos. Vamos a alzarnos y hacer que Bolivia crezca… ¡Jallalla Bolivia! Los indígenas respondieron al grito de victoria, en algarabía vitoreaban y celebraban.
Tras el discurso de Willka, los altos representantes de los liberales se mostraban incómodos.
Sisa sonreía y aplaudía, al igual que Julio, sólo que este último, todavía con cierta melancolía en su mirada.
—Alégrate, waway… —Le dijo tomándolo del hombro— que este es el primer paso para que vos te encuentres a tu ajayu. Vas a sanar, y todo va a estar mejor, Julito.
Julio sonrió a su madre y luego bajó la mirada, mientras el ruido de la celebración agitaba las paredes coloniales de la blanca ciudad.
5
El viaje de vuelta a La Paz demoró mucho. La victoria de los liberales dejaba a los miembros del partido y a los indígenas con las expectativas muy altas.
Pando trasladó el gabinete y sus tropas a La Paz, y se hicieron las festividades que inauguraban a la ciudad como sede de gobierno.
Los liberales estaban ansiosos, pero los que ya no podían aguantar la espera eran los indígenas.
Las comunidades, armadas aún, se reunían en grandes grupos, donde se organizaban planeando la devolución de las tierras. Al no tener respuestas ni resultados de los liberales, Willka, junto a cincuenta mil aimaras decidieron marchar a Oruro para solicitar una audiencia con el nuevo presidente; José Manuel Pando. Los militares recibieron con bandas y honores a los comuneros indígenas que llegaron a la ciudad de Oruro. Willka y otros dirigentes habrían sido requeridos para una reunión con los altos mandos militares.
Habían pasado los días y seguían apostados en esa ciudad, sin más noticias.
Julio, con su uniforme militar esperaba en los asientos cercanos al estrado donde el presidente iba a pronunciar su discurso.
El famoso congreso estaba repleto.
Pando y su gabinete entraron y se sentaron en el estrado.
Los aplausos y vítores eran ensordecedores.
Pando sonreía y comenzó a hablar una vez se callaron los presentes.
—Hemos obtenido un gran victoria y ahora comenzamos a ver los frutos de nuestra lucha —decía Pando de forma solemne— si no, entonces ¿qué fue esa magnífica recepción que nos dio el pueblo paceño en cuanto entramos en la ciudad? Arrojando flores y ovacionando a nuestros bravos guerreros mientras marchábamos, con nuestra gente dichosa, ya que hemos expulsado a la tiranía de nuestro país, y traeremos prosperidad y avance.
La audiencia aplaudía, pero se les veía ansiosos, querían que dijera las nuevas reformas.
Pando se aclaró la garganta y su rostro se ensombreció.
Se escuchaban algunos murmullos en la sala.
—Nuestra batalla fue para lograr el federalismo en Bolivia —Pando atrajo toda la atención, la sala estaba en silencio. El presidente se aclaró la garganta antes de exclamar— … pues eso no será posible.
La audiencia quedó atónita. Julio miraba desconcertado a su alrededor.
El objetivo principal de la guerra fue lograr el federalismo, y ahora, el líder de ese levantamiento rechazaba la idea.
Abucheos y demostraciones de indignación colmaban la sala.
Pando llamó al orden.
—¡Acabamos de salir de una guerra que enfrentó a las ciudades de Bolivia! ¡apuntar al federalismo sería acrecentar el regionalismo que ya habita en nuestras tierras!
Los guardias tuvieron que ayudar a los mediadores a llamar al orden.
Julio veía los rostros desencajados de los presentes, con desconcierto y rabia que expresaban.
Pando, con el ceño fruncido se aclaró la garganta una vez más.
—No es lo único, honorables presentes— dijo mientras miraba a la audiencia severamente— … fue invaluable la presencia de los indígenas en esta contienda, sobre todo la ayuda de Zárate Willka…
Julio tragó saliva nerviosamente.
—Sin embargo —continuó Pando— no podemos hacer la vista gorda a las atrocidades que cometieron él y sus hombres en Ayo Ayo y Mohoza… El coronel Willka, será apresado y ajusticiado por aquellas masacres.
Julio agarró su pecho mientras nervioso transpiraba y pensaba en Sisa y en los indígenas que se verían afectados. Su asombro se convirtió en indignación.
Unos pocos militares protestaron “¡Estábamos en guerra!” “¡Pando traidor!”, las voces disidentes fueron apagadas pronto. Los demás no prestaron mucha importancia al asunto y sólo asentían.
Julio apretaba sus puños fuertemente ¿Qué más podría decir Pando? ¿Rompería más promesas?
—Lo último… son malas noticias —Pando dejó expectante al público antes de anunciar— otro de nuestros objetivos era volver a entrar en acción militar contra Chile e intentar recuperar nuestros territorios y los del Perú… —Varias voces de hartazgo se escucharon y la gente ya comenzaba a protestar— ¡No nos va a ser posible! —Esta vez Pando ya se encontraba furioso— ¡Nos acaban de llegar noticias de que Brasil, aprovechándose de nuestra débil posición, recién saliendo de dos guerras, ha decidido invadir nuestra región del Acre! El asombro se hizo general en toda la audiencia. Julio saltó de su asiento, como lo habían hecho otros más. El escándalo surgió, la indignación fue mayor.
Julio miraba a Pando, pero bajó la mirada mientras temblaba. Tenía rabia, mordía su labio y pesadamente respiraba mientras su transpiración afloraba.
“¿Otra guerra?...”
¿Cuántos más morirían?
¿Cuánto más iba a perder?
Él y los altos mandos militares sabían que no habían fuerzas suficientes para sostener una guerra con Brasil.
—Los brasileños —continuó Pando, hablando solemnemente, enardeciendo al público— esos... ¡piensan que les será fácil invadirnos con mercenarios y una supuesta rebelión! Pues se equivocan… ya nos deshicimos de los conservadores que vendieron nuestro litoral a los chilenos… ¡vamos a demostrarle a esos invasores que Bolivia sí sabe dar la pelea!
Julio estaba pensativo; el miedo y la impotencia lo habían inmovilizado.
—Y para evitar que seamos aplastados por el poderío militar brasileño, tendremos que poner todo el esfuerzo de Bolivia en esta contienda… ¡Yo mismo, como presidente de la república de Bolivia, iré en primera línea a defender nuestro territorio del enemigo!
Los aplausos brotaron, los vítores y gritos de guerra inundaron el congreso. “Parece que se olvidaron de las promesas rotas…” pensaba Julio.
Pando miró a Julio y extendió una mano hacia él.
—Patria querida… ¡tú nos acompañarás en la batalla! ¡serás testigo de la braveza del soldado boliviano que está dispuesto a morir por ti!
La audiencia que rodeaba a Julio lo miraba, asentía y le aplaudía.
Julio, nervioso, asintió.
“serás testigo de la braveza del soldado boliviano que está dispuesto a morir por ti!”
“Sí, ya he sido testigo de eso… ver a mi gente mutilada, moribunda y… que sea por mi culpa… todos esos horrores les ocurren en mi nombre”.
—Iros, soldados, que pronto marcharemos hacia el acre.
Con gritos enardecidos salían las personas del congreso.
Julio se quedó sólo.
Vio salir a Pando de los últimos, quien lo miró fijo e hizo una reverencia ante él. Julio sólo asintió y el presidente siguió su camino.
“…Ninguno preguntó, y nunca mencionó algo sobre devolver la tierra a los indígenas…”
Julio salió del congreso. La Paz estaba nublada y todo anunciaba que pronto iría a llover. Ya las empinadas calles adoquinadas estaban húmedas, dificultando el andar de los caballos y los carruajes.
Caminaba por aquellas antiguas calles que vieron mucha de su historia “mucha sangre ha corrido por esta tierra”.
El Palacio Quemado, su palacio de gobierno. Hace poco habría obtenido ese cruel nombre. Aún se acordaba del fuego que consumía su estructura mientras él, ministros y el presidente intentaban salir de ahí.
Siguió caminando hasta llegar al palacio, donde fue a prepararse para poder partir al acre.
6
La larga hilera de soldados ahora marchaba por las montañas, era un largo trayecto que había que hacer. Descender hasta las selvas y continuar hacia el norte, donde se encontraban los codiciados árboles de caucho, que ahora causaban una guerra.
El mismísimo Pando habría ido a explorar esos terrenos, incluso antes de que pasara por su mente la idea de la guerra y de ser presidente.
El accidentado terreno, donde el altiplano se convertía en cordillera, dificultaba el andar de los caballos y los soldados.
Julio andaba pensativo. No hablaba con nadie; los nervios, el miedo y las inseguridades lo volvieron aún más retraído.
Atravesaban por las áridas montañas, que poco a poco se cubrían de una frágiles y verdosas hierbas gracias a las lluvias.
Mientras seguían su camino, Julio divisó a un lado del camino a un grupo de indígenas, junto a llamas, sus bolsas y varios niños.
Sisa estaba con ellos.
Julio y su madre cruzaron miradas. La de Sisa oculta por su sombrero que cubría su expresión.
El joven seguía cabalgando a paso de la marcha de los demás soldados.
Miró a Pando quien había notado la presencia de los indígenas. Este miró a Julio de costado y le asintió.
Julio apresuró su caballo y quedó a un costado de la línea mientras los soldados seguían su marcha, y se dirigió a donde estaba Sisa.
La aymara estaba distanciada del grupo de indígenas, se encontraba cubierta de sus mantos de aguayo.
Julio desmontó de su caballo y se acercó a su madre, nervioso y preocupado.
—Mama… —dijo Julio con hilo de voz— el presidente Pando… —Ya lo sé… —Dijo fríamente la aimara— nunca tuvimos que confiar en... —Sisa miró a Julio— …nunca debimos confiar en tu gente.
Julio miró con angustia a Sisa.
—Yo no lo sabía, mama, te juro que– —Tomás Katari —interrumpió Sisa—… lideró a los aimara y por ello, fue sentenciado a morir… el método de ejecución fue empujarlo por un despeñadero.
Julio permaneció en silencio.
—Túpac Katari… lideró el levantamiento de los indígenas y asedió la ciudad de La Paz por varios meses… su castigo fue ser desmembrado por cuatro caballos y luego ser ahorcado… Bartolina Sisa y Gregoria Apaza, lideraron a las fuerzas indígenas en el cerco a La Paz… fueron violadas, apedreadas y murieron en la horca… lamento siempre su muerte... pero entiendo que el español haya sido quien ejecute a mi gente, que los someta y nos humille… porque parecía que ese era su objetivo…
Julio bajó la mirada.
—En cambio… ¿tú?... ¿mi hijo? —continuó Sisa— … contigo tuve verdadera esperanza… creí en las promesas de Pando... y él traicionó a Willka y a nosotros.
—¡Yo tampoco lo sabía! —Dijo Julio alzando la voz— te juro que esto no fue planeado, nunca fue la intención… Willka… puede que Willka
—Lo han matado… —Interrumpió la Aymara nuevamente— lo fusilaron al hermano Zárate…
Julio quedó mudo, mientras veía el semblante derrotado de su madre.
—Parece que van a seguir matando a quienes luchen por nosotros… ¿sabes qué es peor? Que Willka se sentía boliviano, él quería que tanto los blancos y los indios viviéramos juntos… como bolivianos… fue ingenuo pues… nunca tuvo… nunca tuvimos que confiar en los criollos… Ni en Perú, ni en Chile, y ahora ni en Bolivia estamos a salvo… pensar que antes esta era nuestra tierra…
Los ojos de Julio se humedecieron. Sentía que era injusto lo que le decía su madre. Quería responderle pero no sabía qué decirle.
—Ahora, Julio… —Dijo Sisa dándose la vuelta— más te vale que te vayas, que se está yendo tu ejército… y porque ya no tengo nada bueno que decirte.
La aymara avanzó hacia el grupo de los demás indígenas.
Julio se quedó inmóvil, quería responderle, quería hacerle entender que él nunca le haría algo así… pero en verdad dudaba de todo eso.
—S-soy —Comenzó Julio a decir, con cierto tono autoritario, pero que dejaba notar el temblor de su voz— ¡soy la representación de Bolivia! y… ¡y sólo voy a asentir y acatar las órdenes de mi jefe de estado!
Sabía que había dicho eso en vano. Que Sisa ya no lo escuchaba.
Quizás lo dijo sólo para impresionar a la tropa que marchaba unos cuantos metros detrás de él.
Miraba a Sisa.
Ahora su figura se veía igual de enigmática como siempre, pero ahora había un halo de fragilidad en ella.
Julio logró evitar que las lágrimas brotaran, pero se limpió el rostro antes de subirse a su caballo.
Galopando velozmente logró alcanzar el principio de la fila, donde se encontraba Pando. Ocupó su lugar en la fila y cabizbajo y pensativo siguió todo el camino hasta el atardecer.
Unos pocos días después, llegarían al Acre. Nuevamente la pólvora, la sangre y el plomo mancharían el suelo boliviano.
…………………………………………………………………………………………..
—Realmente Zárate Willka “El Temible” fue fusilado en Chu'llunk'iri en 1905, no en 1899, pero sí pasó todo ese periodo en prisión. En sus cargos se le culpaba de ser una amenaza a la nación, por desestabilizar la unidad nacional, y por incitar un levantamiento de los indios.
—José Manuel Pando lideró a las tropas bolivianas durante la guerra del Acre, por su honor y su valentía, un departamento de Bolivia lleva su apellido, el departamento de Pando.
—Bolivia ganó la mayoría de las batallas en la guerra contra Brasil, pero la diplomacia tuvo mayor presencia en este conflicto debido al débil estado en que se encontraba Bolivia. El tratado de Petrópolis arrebató a Bolivia la región del Acre a cambio de una compensación económica.
La guerra del Acre duró desde 1899 hasta 1903.
—J. M. Pando murió en 1917, su cuerpo fue encontrado en un barranco, supuestamente asesinado por miembros del partido liberal que se había fraccionado. Cuatro hombres fueron declarados culpables y fueron ejecutados. Nuevos estudios aseveran que murió de un derrame cerebral.
#alerta de fic largo xdd#En serio... largo xdd#pero educativo (?) :-)#latin hetalia#lh: bolivia#Fic#fic histórico#LH: Ancestros#lh: pueblo aymara#Sisa#julio paz
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Visita del tío
Notas: Los caribeños se reúnen… con Pueblo Caribe (Kalinago).
En su defensa, Gregorio podría decir que Hairou, acá, (Pueblo Caribe, el casi-tío que nunca pidió) atrapó en un mal momento. ¿Reunirse para tener una pequeña reunión familiar entre los descendientes de tu ancestro taíno? Eso era genial. ¿Reunirse para tener una pequeña reunión familiar e incluir al archienemigo de tu ancestro taíno que por alguna razón todavía seguía vivo?
Solo había algo que decir a eso…
—What the fuck where you thinking? —preguntó Alexander desde el sofá en el que se había acomodado desde que llegó, cruzado de brazos.
—Lo que él dijo —dijo Vicente.
—A eso le añado, you stupid fuck! —completó Blanca.
—El tipo estaba hablando con el corazón en la mano, ¿Qué se suponía que le dijera? —se defendió ante los cuatro caribeños. Por desgracia, la compasión no era algo que estuviese de moda en ese momento.
—Pudiste decir no —dijo Blanca—. Me corrijo, pudiste decir: fuck no.
—Escuchen, solo tenemos que pasar un par de horas fingiendo que nos aterra el hecho de que antes llegó a comer carne humana. Tenemos como media hora antes de que llegue y…
El sonido de la bocina de un auto cortó a Gregorio. Luego de mirarse entre ellos, Blanca fue la que caminó rápidamente hacia la ventana.
—Ah shit, he is here! —gritó Blanca, corriendo hacia los demás—. Quick! Everyone pretend to be happy!
—No nos pidas imposibles, Blanca —intervino René—. Todo el mundo ponga su mejor cara de “eh, esto podría ser peor”.
—I can work with that —respondió Alexander, tomando el control remoto y encendiendo el televisor, no molestándose en lucir menos desmotivado.
René abrió la boca para decir algo, pero lo que salió fue una palabrota. La puerta ser abierta de par en par, golpeando la pared tan fuerte como para hacerlo saltar.
Hairou entró a la casa con las manos tras la espalda y una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Buenas tardes a todos! —Saludó Pueblo Caribe—. ¡¿Quién de ustedes ya es legal?!
Tres segundos de silencio.
—Well, I’m fucking done here—dijo Blanca mientras se daba la vuelta.
—Wait, I mean to drink! —dijo Hairou rápidamente, sacando la mano detras de su espalda y dejando ver la botella que traia—. I’m not that other kind of uncle!
Blanca se volteó con una ceja arqueada.
—You know English? —preguntó.
—He tenido que aprender un par de trucos, las islas tienen mucho de todo —explicó Hairou.
—Yeah, about that… why aren’t you bothe… I mean, partying with then? —quiso saber Alexander. Aunque se corrigió a último momento, no se salvo de un codazo por parte de Cuba.
Lucir incomodo era algo increíble de ver en Hairou. Los caribeños saborearon el momento.
—Digamos que una por los viejos tiempos —respondió—. Ustedes me recuerdan mucho a una persona muy… especial. Cuando los veo juntos, lo veo a él y… no puedo evitar pensar en lo feliz que estaría de ver a su familia.
—Ah fuck —dijo Alexander, poniéndose de pie y mirando a Hairou molesto—. Ya me hiciste que me importara esto. Pass the alcohol, you old man.
Hairou sonrió de oreja a oreja, lanzándole la botella a Jamaica. Grabaría esta velada familiar en su memoria en grafico detalle. Taíno iba a recibir una descripción bastante grafica de sus nietos cuando se volvieran a ver.
FIN
El final tuve que cortarlo porque tengo un dedo que duele like hell y no me deja escribir mucho. Is like life is finding new ways to screw me over.
#latin hetalia#evento promptaton#LH: Ancestros#LH: Caribe#LH: RD#LH: PR#LH: Haiti#aph cuba#LH: Jamaica
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Dia 3: fauna y flora
Luciano posó su mano sobre su hombro derecho y movió el brazo en círculos para desacalambrarse al haber remado por más de media hora para llegar al lugar que tantos recuerdos le traía por ser el último lugar en donde había visto a su madre hace tantos siglos ya, y ahora volvía con la única compañía que le dejó, su amada jaguar. Cuando su canoa tocó tierra dejó el remo y se levantó comenzando a adentrarse en el bosque siendo seguido por la jaguar que se mantenía cerca de él chocando varias veces su cabeza contra su pierna para darle ánimos sabiendo las emociones mezcladas que le provocaba estar en ese lugar porque dejaba de ser Luciano Da Silva para pasar a ser simplemente Tabaereta, como su madre lo había nombrado originalmente
-Não te preocupes Jaguar, eu vou ficar bem, você pode ir passear... Eu também vou estar andando por aí, vendo o lugar
Se agachó para acariciar la cabeza del animal dandole un pequeño abrazo y luego se levantó quitándose los zapatos para poder pasar el pequeño rió hacia el otro lado de la selva, aunque como imagino, Jaguar no le hizo caso aun yendo tras él provocando que soltara una pequeña risa ante su terquedad de dejarlo solo.
Entre más andaba por esas zonas selváticas rodeada de grandes árboles de más de un siglo de edad, más recordaba a su madre y como esta estaría trepada entre sus ramas para conseguir algún fruto para darle a él enseñándole como se llamaba, cómo podía conseguirlo, también lo animaría a aprender como treparse correctamente a ellos para no caer y finalmente, cuando lo logre, ella lo iba a estrechar entre sus brazos susurrando lo orgullosa que estaba de su pequeño hijo
-Maê, sinto sua falta. Você prometeu ser minha mãe para sempre e agora você não está comigo
Murmuró al aire mientras cerraba los ojos tratando de serenarse y eliminar esas lágrimas que querían salir. Todos le habían dicho que superara la desaparición de su madre pero él no lo habia hecho, jamas olvidaria su oscura piel resaltada entre la pintura roja que tenía por todo su cuerpo, jamás podría olvidar esos días donde dormían juntos acurrucados en una hamaca, jamas podria olvidar lo mucho que le enseñó a respetar la naturaleza y sus animales, no podría olvidar lo valiente y dulce que era. Simplemente jamas olvidaria la maravillosa mujer que tuvo la suerte de tener como madre y sabía que estaba ahí, no físicamente pero siempre iba a estar con él
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You're not alone AT ALL. *hugs *
From time to time he needs to rest of his human looking, with all rationality and stress and problem of his children, so he goes to that phase and turns into a dragon and relax a bit. Like a spiritual spa )?
So, thinking back about Portugal's national animal being a dragon/serpe (aka a Wyvern), I was thinking of a prompt about Afonso being a sea dragon who roams the seas. He has a human form, but it's been so long since he used it, he doesn't remember how he looked or how to be human. He watches ships and sailors from afar and is very curious about them, but doesn't dare go near them.
I've been watching House Of The Dragon lately and it woke up the dragon fever on me so get ready for me to obsess over sea dragon poncho lol
If he lives in the sea I guess he won't need wings then (unless you also hc him taking flight from time to time so in that case he could use his wings as fins). He could have gills and his skin could have alligator like scales. He could be smoother if compared with other dragon species. Honestly I don't see him breathing fire bc it won't be much useful underwater bc all you would have is smoke lol. Maybe he could use his magic to convert heat into electricity.
Dragon Afonso following the ships tho. Many think it's just a whale. Only a few sailors had the luck to see the monster and thus his tales spreeds. Some even believing it was good luck to spot him.
He not going near them means he had bad experiences before? Would anything (or anyone ( ͡° ͜ʖ ͡°) ) make him take his human form and get closer?
#hetalia headcanon#tans hases#for me latin tans still has a form to develop because they're young#but based on the ancestros I did for LH Lulu would be an anaconda#italy bros al wolves YES exactly because of Romulo and Remo
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Hola, anon Latina Random.
Te voy a ser sincera: No sé por cual vía responderte porque estás en anónimo y hay que reconocer que eso me dió un poco de cuco. Pero aquí va lo que, espero, no sea un testamento xD
PD: Sí terminó siendo un testamento.
Pues bien, ¿cómo armé el árbol genealógico de Chile? Tomaré la pregunta de la manera más amplia e iniciaré por el principio: cuando critiqué por primera vez el uso de Mapuche como madre de Chile. Allí podrás encontrar la base de que buscase otro árbol genealógico para Chile y es necesario que lo leas antes de continuar leyendo (puedes saltarte el 1B) Post1 Post1B Post2.
Desde entonces han pasado varios años. Sinceramente, no fue hasta que edité este fic que decidí agregar a todos los tíos y tías, pero fue bien complicado, y la prueba de ello es que olvidé agregar a Lafkenche, a quien acabo de agregar como tía a pesar de que quiero que sea varón porque chinga tu madre xD (porque quiero que salga al mar).
Pues bien, ¿cómo lo armé? Pues con mucha cinta adhesiva y haciendo malabares. Y me alegra que seas bien abierta porque no creo que se quede así la familia xDDD Por qué es complicado… ay, pues vamos:
0) Todo, o casi todo lo referente a los pueblos indígenas chilenos es especulación histórica, pues estos pueblos no tenían documentos y la información que nos ha llegado de ellos de esa época fue producida por los cronistas españoles, de modo que ya la información ha pasado por la forma de entender el mundo de los españoles y su falta de conocimiento para darle un sentido puro a las costumbres e idiosincracia. Por lo mismo, muchas denominaciones son inexactas o directamente erróneas. Así que lo que hice fue básicamente tomar lo que serviría para crear una familia que pueda ser utilizada con fines narrativos.
1) el Wallmapu como unidad estatal no existía. Existían clanes separados y el nombre que se les da a esos pueblos y que utilicé para el fic son según su posición geográfica (y como colectivos. Con esto quiero decir que el nombre dado a cada pueblo/grupo/etnia no corresponden a un solo clan, sino a muchos clanes que comparten costumbres/región geográfica). Muchos de estos pueblos ni siquiera eran “mapuches”, sino aculturizados. Hay que tener muy en claro que la cultura “mapuche” se expandió muchísimo hacia otros pueblos que adoptaron la lengua y algunas costumbres, y aportaron otro tanto. Según tengo entendido, el mapuchedungún era algo así como un idioma comercial, de allí que estuviese tan expandido y conviviera con las lenguas locales.
Agrego, para ejemplificar, un extracto transcrito por mí de la crónica de un parlamento (Parlamento es cuando las autoridades españolas se reunían con autoridades indígenas para llegar a acuerdos):
Llegó el día señalado que fue diez y nueve de Diziembre del mismo año de seisiento y quarenta y seis destinado para el parlamento y en el mismo alojamiendo de Mariquina se hallaron de los Españoles al Veedor general siete sacerdotes, el Governador de Valdivia, con capitanes y soldados sin otro número de gente Española y de parte de los Yndios concurrieron seis toques generales mas de quarenta [correción] caciques de las ylareguas de maquegua, Boroa, Tolten, Villarrica y Valdivia, tambien asistieron dos embajadores de la provincia de Osorno en nombre de los toques y caciques que por impedidos no pudieron venir personalmente á otorgar las condiciones de la paz y dieron poder á los embajadores para acetarlas en sus nombres, los de los embajadores son Luicavallo, y Echiguillipan=
Juntos pues y congregados todos se halló que por correr por quenta de Don Juan Manquiente el asentar las paces donde alli hasta Osorno sobre que sería hechas muchas diligencias y porque este parlamento era en sus tierras y á su llamamiento le pertenecía á traer el canelo, proponer y responder por todos. […]
Y para mayor consistencia y seguridad de lo prometido el cacique guichamallal de layiaregua de Boroa en nombre de los que ya quedan referidos propuso á los caciques de Valdivia que su ylaregua y las demas comprehendidas hasta las de Manqueante y provincias de todos los términos de la ciudad de Valdivia habian ofrecido la paz con las calidades y condiciones que se habían declarado por lo qual el con los demas caciques de su fasción irían á saber si las provincias de los términos de Valdivia y Osorno venían en ofrecer la paz, porque de lo contrario tomarían las armas contra ellos todas sus provincias que para este efecto estavan confederadas=
A todo lo qual el Manqueante Asiendo con la mano, un canelo con severidad y respeto grave correspondió, yo y todos mis antepasados hemos sido cristianos, y á costa de nuestra propia sangre conservamos y defendimos á los Españoles en el tiempo que estava poblada la ciudad de Valdivia mas de quatro mil de los nuestros murieron en su defensa en varios encuentros y casos de la guerra=lealtad que concitó contra nosotros el enojo de las provincias reveladas de Puren tucapel y de las cortes de la Ymperial y de la cordillera en nuestro pais maloquiandonos como á fieles y declarados amigos de los Españoles y pues al presente nos conceden la paz, de nosotros tan deseada la admitimos con toda voluntad y buen corazon y nos ofresemos desde luego á cumplir enteramente todo lo contenido en las capitulaciones propuestas y tomar las armas con todos aquellos que fueren enemidos de los Españoles pues ya tenemos conocidas las grandes fuerzas de artilleria, castillos y gente de guerra con que han poblado y fortificado nuestras armas, para defendernos de los moros (que llaman álos Olandeses huintas) y demas naciones que intentaren ocupar nuestras tierras y estamos contentísimos de verlas pobladas de las armas Españolas para nuestra seguridad y defensa […]
2) De esta expansión cultural es que salen los personajes de Tehuelche y Puelche, que a su vez eran distintos grupos que, por su posición geográfica, fueron denominados así. Los tehuelches eran los pueblos del extremo sur, los pueblos canoeros de los fiordos y canales, del sector patagónico. Los puelches eran los grupos indígenas del lado argentino de la cordillera, y en estos se podría incluir a los pampas (dentro de esta idea, Pampa sería hermano/primo de Puelche). Ahora, hay que tener en consideración lo siguiente: esta gente era nómade o seminómade, por lo que cruzaban constantemente la cordillera, asentándose tanto del actual lado chileno como del actual lado argentino. De allí que los tomara como tíos, pero no los consideré hermanos-hermanos de Picunche, sino medio-hermanos, pues en la cultura mapuche el hombre puede tener cuantas mujeres pueda mantener, y como las uniones por matrimonio eran importantes para conservar la paz entre los clanes, es perfectamente lógico pensar que el padre de Picunche tuvo más de una mujer con la cual engendrar taaaaantos hijos xD
2) El Wallmapu en cuanto construcción geopolítica pensada como un Estado-nación tengo entendida que es más reciente, sin embargo, la mantuve para tener límites/bordes definidos/un lugar en el que detenerme al imaginar a la familia. El Wallmapu considera tanto el sector de Argentina (puelmapu) como el de Chile (ngulumapu) y elegí el Wallmapu completo porque me centro en Chile (a través de su propia historiografía) y en la narrativa que imaginé, que es: Picunche quería la unión del Wallmapu pues desde su posición “privilegiada” de haber visto el poder del Imperio Incaico y haber recibido más que los demás su influencia, desea para su familia esos “adelantos” (licencia poética, pues los mapuches son gente libre y de ahí que no formasen un Estado).
2 bis) Dentro de esta narrativa, Chile falla su misión, quedando flaco como es, sin embargo, hubo un tiempo en que Chile tuvo control, aunque fuese sobre el papel y con escaso o nula posesión efectiva, de los demás territorios del Wallmapu. Con esto me refiero a los territorios tanto de la Patagonia (cuyo derecho a reclamarlas fue dejado de lado a favor de Argentina), como de Cuyo (también entregado a Argentina, pero esta vez por autoridades españolas) cuyo sur estaría en el Wallmapu, como también de los territorios que, si nos vamos bien atrás en la repartición española del Nuevo Mundo, eran muy amplios.
3) Uso esta narrativa porque creo que eso le daría un motivo a Manuel para vivir más allá de su propia supervivencia, ligada a su primera familia (siendo la segunda la familia de Inca y la tercera, España) y al deseo de volver como el hombre que su madre deseó para su pueblo. Con esto, pretendo darle una primera identidad a Chile, una que esté ligada a regresar con su madre con la cabeza en alto a nivel de personalidad, que explique su expansión hacia el norte y hacia el sur (aunque en esta narrativa, e imaginando no más, Chile en su rabia y dolor por las humillaciones que le tocó vivir, termina por perder el rumbo, tomando el Wallmapu por la fuerza, cosa que Picunche no creo que hubiese querido). Ahora, esta idea la tuve posteriormente, pues la idea que dio pie a esto fue:
4) La colonización y conquista incaica, -que fue precedente de la llegada de los españoles- que decidieron asentarse en una ciudad ya existente. Esta ciudad, Santiago, seguramente fue primero un asentamiento de indígenas del valle (los picunches, entre otros), que posteriormente fueron conquistados y aculturizados por los incas. Sin embargo, no pasó taaanto tiempo antes de que llegaran los españoles, quizá unos 100-150 años (ahora mismo no tengo el dato exacto, igual me puedo equivocar en esa estimación, pero fue relativamente poco tiempo). De aquí qué saco: que Manuel, como niño, pudo haber sido llevado por Inca, pues la costumbre incásica era la de tomar a los hijos de los caciques conquistados y llevárselos para educarlos en la lengua, costumbres e idiosincracia incásica, para luego ser enviados a tomar el poder legítimo que les correspondía y ejercer así, y de manera pacífica, una aculturización, pues el nuevo cacique llegaba con estas ideas y le era más fácil que su pueblo le escuchase por ser uno de ellos. Estos hijos de cacique también podían ser generales del ejército y ayudar en la expansión hacia sus propias tierras, según tengo entendido. Es este segundo papel el que decidí darle a Manuel por su tradición militar y su actitud en las guerras que ha tenido, además de que, considero, Inca le veía con mayor potencial para la guerra por estar emparentado con grupos tan belicosos, que hasta le habían podido detener en su avance hacia el sur (Mapuche). En esta narrativa, Inca hubiese querido reproducirse con Mapuche como concubina, pero no pudo, sin embargo, sí tuvo éxito con Picunche.
5) Oh, sí, en este headcanon, Inca es el padre de Manuel aunque en mi narrativa nadie más que Picunche, Inca y la familia de Picunche lo saben, de modo que Chile crece no como hijo ilegítimo, sino como hijo no reconocido. Esto lo pensé así porque Chile es un país tradicionalmente de “huachos” (hijos abandonados/no reconocidos) [[[aunque esto puede resultar un poco confuso, pues, también, es históricamente un país de hijos ilegítimos/naturales (fuera del matrimonio), pero ojo: no necesariamente de parejas separadas, pues el matrimonio no era considerado el inicio de la vida en pareja, sino algo que surgía con el tiempo, una vez que la familia ya estaba asentada, algo así como una meta/formalización, y al hacerse, a estos hijos naturales se les reconocía como “legítimos”]] anyway si quieren pensar en el Manu hijo ilegítimos del patrón yo les apoyo, el asunto son los daddy issues de Manuel]. La división entre hijos legítimos y naturales se mantuvo hasta 1998. Gabriel Salazar en “Ser niño ‘huacho’ en la historia de Chile (siglo XIX)” cita una ordenanza de Policía del Departamento de la Serena de 1843:
“Hemos declarado una guerra de exterminio contra el vagabunderío, que debe comenzar, necesariamente, con la extirpación de los niños huachos que, por miles, infestan nuestras calles y plazuelas levantando algazaras insoportables que se extienden por todo el día. […] Sin embargo, la experiencia enseña que, aun estando las madres recluídas en sus habitaciones, no cuidan ni cuidarán de esos niños como debieran, pues éstos se escapan al menor descuido desparramándose hacia la calle, el río y los portales. En consecuencia, creemos que la policía deberá actuar, no solamente sobre sus madres, sino también, directamente, contra estos niños. [Págs. 52 y 53]
Debo decir que el imaginar a Manuel como hijo guacho también responde a mi interés por hacerle medular y emocionalmente más cercano al pueblo, aunque su educación corresponda a las élites. De esta manera explicaría, por ejemplo, que (headcanon) Manuel creyese en el ideal de conseguir la revolución en democracia, o que (headcanon también) haga de tripas corazón cuando debió oprimir al pueblo para surgir como Estado moderno en la época histórica que le tocó vivir.
Dentro de este HC (modificable si gustan) el mismo Chile cree que su padre es alguien del actual territorio chileno y aunque lo imagino con una gran admiración hacia Inca (de esa clase que, en hc PeChi, hace que Perú le diga “a mí me dices que no, pero si te lo pidiera mi padre…”), no creo que Inca le dijese jamás eso pues ya tiene un heredero al trono y ya sabem-s lo pesados que se pueden poner los hijos de concubinas cuando quieren el trono (te estoy mirando a ti, Atahualpa).
6) A todo esto, debo decir que el Valle de Chile existía antes de la llegada de los españoles y sus indígenas eran llamados chilenos. Recuerdo que cuando vi la información por primera vez, lo asimilé a que se encontraban no en el valle de Aconcagua (Santiago), sino un valle más al norte o algo así (no soy muy buena con el tema valles ni geografía tampoco xD pero en resumen: en este sector del país la cordillera de los Andes extiende cordones cordilleranos hacia la costa, los que crean valles, y en cada valle habían culturas distintas).
Al respecto, revisé ahora Wikipedia y dice en la sección del Valle del Aconcagua que:
A fines del siglo XV, sus habitantes fueron dominados por el Imperio inca, estableciéndose en este valle el centro administrativo del wamani (‘provincia’) de Chile. El valle fue dividido en dos sectores: el alto u oriental, llamado «Aconcagua» y gobernado por Michimalonco, y el bajo u occidental, denominado «Chile» y señoreado por Tanjalonco. Sobre estos dos curacas o gobernadores locales, se encontraba el apunchic o máxima autoridad inca, llamado Quilicanta.2 Los límites del wamani de Chile, cuyo centro político se encontraba en este valle, se extendían desde el valle del Choapa por el norte hasta el Maipo o el Maule por el sur.
Yo me quedaría con esa información igual :__D
7) Considerando que picunches, incas, españoles y posteriormente chilenos se establecieron en el valle del Aconcagua, lo considero el espacio geográfico en torno al cual se expande Manuel. Históricamente hablando, y por un tema de influencia de ciudades y luego con las guerras, Chile “partió” en el centro y desde allí se expandió hacia el norte y el sur de una manera que se ha considerado “natural” en el imaginario chileno desde la existencia de la colonia. A continuación, pondré un extracto del primer canto de “la araucana”, publicada en 1569:
Es Chile norte sur de gran longura, costa del nuevo mar, del Sur llamado; tendrá del este a oeste de angostura cien millas, por lo más ancho tomado; bajo del polo Antártico en altura de veinte y siete grados, prolongado hasta do el mar océano y chileno mezclan sus aguas por angosto seno.
[…]
Digo que norte sur corre la tierra, y baña la del oeste la marina; a la banda del este va una sierra que el mismo rumbo mil leguas camina; en medio es donde el punto de la guerra por uso y ejercicio más se afina: Venus y Amor aquí no alcanzan parte, sólo domina el iracundo Marte.
No entraré en más detalles, pero la visión que se tenía de Chile desde temprano fue la que se tiene actualmente (más o menos). Obviamente, los españoles se daban la posesión de los territorios, pero no estaban necesariamente ocupados por ellos. A partir de esto es que elegí un punto que existiese constantemente a lo largo de su historia y a partir del cual Manuel rompiese sus límites “establecidos” y se expandiese para ser lo que es hoy en día, permitiendo así no tener en consideración a todos los pueblos indígenas en el nacimiento de Manuel como ser, y encajar la interpretación con las que conozco de Aymará e Inca (para que no choquen tanto pues), y este punto resultó ser el que fue picunche conquistado por los incas y posteriormente por los españoles.
8) Establecida la madre (Picunche), quiero que encaje con Mapuche, que ya existe en el fandom. Si no existiese Mapuche como personaje, sería más sencillo decir que toooodo el Wallmapu es un solo ente, ancestro de Chile y Argentina, pero como me gusta Mapuche, la quise dejar. Si existe Mapuche, es lógico que existan todos los demás -ches (aunque no todos los grupos que hablaban mapuchedungún* terminaban en -che, pero así lo simplificaba un poco al ser nombres basados en la posición geográfica, lo que a su vez facilita la agrupación de las etnias en personificaciones únicas… Ahora, en este sentido, se supone que en la narrativa, por ejemplo, Tehuelche “es padre” de un grupo de otroooos seres antropomórficos que vienen a ser los pueblos separados, ¿se comprende?).
*digo mapuchedungún, pero sepan que el idioma también cambia de nombre según sector geográfico, así como muchos grupos no se llamaban a sí mismos picunche o williche o etc., sino por su propio nombre.
9) Para abarcar lo máximo posible del territorio actual chileno, fui revisando que no se superpusiesen geográficamente los grupos que antropomorfisé. Por el centro de Chile está Picunche, justo al sur, Mapuche, y justo al sur de ésta, Williche/Huilliche. Se supone que el pueblo que escindió al pueblo que habitaba allí antes de esta cultura separó a ese pueblo en norte y sur (Picunche y Williche respectivamente, gente del norte y gente del sur), quedándose en el centro y tomando la cultura, pero manteniendo la lengua (Mapuche). De allí, consideré que ellas tres fuesen hermanas-hermanas.
10) Sin embargo, por motivos narrativos (léase: la existencia del personaje de Mapuche y la relación que el fandom le ha dado con Chile como madre), cambié el sexo de Williche para que fuese varón, pues el pueblo Williche aún existe a día de hoy, y no quería que Manuel tuviese otra figura materna viva que no fuese Mapuche para mantener la narrativa del fandom (pues en la cultura mapuche, tía materna y madre se dicen de la misma manera y eso permite que sea “mamá” Mapuche). De todos modos, no se pudo lograr mucho pues, para mantener una relación 1:1 hombre:mujer, también dejé a Pehuenche y a Lafkenche como mujeres (existen comunidades de ambos aún existentes), sin embargo, ellas serían medio-hermanas de Picunche, y no hermanas-hermanas como Mapuche. El otro al que le cambié el sexo fue a Tehuelche, que originalmente lo quería como mujer pues en las tribus canoeras del sur era la mujer la que sabía nadar y mariscar, y quien se reunía con otras mujeres a intercambiar cosas e información, + quería que tuviera muchos hijos, pero quedó como varón pues los tehuelches también habitaron territorios más continentales por así llamarlos, y eran cazadores.
11) A Puelche, siendo la gente del lado argentino, lo imaginé como hermano de Pehuenche por encontrarse ambos hacia la cordillera y traspasarla constantemente (y los imagino gemelos nada más que por capricho del momento porque por mucho tiempo se pensó que eran el mismo pueblo) sin embargo, Puelche a su vez es tooooda la gente del otro lado de la cordillera, así que por ese lado imagino que son tooooodos primos y Puelche es el que es más cercano al ngulumapu, donde tendría familia política. Pehuenche, por razones estrictamente narrativas, sería lo mismo, pero al revés, al menos de momento.
12) Lafkenche, Tehuelche, Puelche y Pehuenche serían medio hermanos de Picunche, Mapuche y Williche, aunque también podrían ser hermanastros. La idea de esta relación “a medias” es que se formen redes de contacto en el Wallmapu, dándole un sentido de “familia”, considerando las alianzas por matrimonio que eran costumbre.
Yyyyy me extendí muchísimo, se me fueron las horas escribiendo esto y ahora quiero que Tehuelche sea niña y Lafkenche niño y ya no sé nada :c Igual esto es súper… arbitrario, pues responde a una narrativa y a lo que me han contado de otros ancestros (que no conozco la historia detrás o por medio de qué interpretación y narrativa histórica han sido creados), por lo que probablemente irá cambiando o encajándose, o qué se yo xD. Espero que hayas quedado contenta, anon Latina Random :3 y sal del anónimato, me lo merezco (¿?) tengo curiosidad por saber quién me hizo pasar mi tarde escribiendo esto xD
Besos~
Nota: Si quieres agregarle más angst a la historia, imagina que a Manu su familia le llamaba Ngülu o Ngülumapu y que Chilli es el nombre que le dio su segunda familia.
Nota 2: al final edité el fic para que Lafkenche quedase como tío y Tehuelche como tía MUAJAJA.
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Hermosooo
Art by @henna-wia
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Hi Rosa! Inspired by your Martin family tree, does Port still gets involved with Pindorama thus Brazil being born or it's another mother?
In my headcanon, since I came from Latin Hetalia, Luciano's mother is Iracema, Tupi tribe.
Sometimes Portugal hears her when he comes to Brazil. It's a whisper in his ear when he wants to pay attention to her; and most of the time, a dreamy nightmare; because she's in the Amazon but as all ancestors she is part spirit part living body. She is here but at the same time she is not.
I think he fell in love with her, but it was a very complicated "relationship".
Sorry about the very old and ugly art, this is from 2014.
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Sisa, pueblo Aymara. La mamá de Julio xd
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Imagino Piaré y Martín yendo a una playa nudista. Y a Martín le toca sentarse en la arena y ver incrédulo como su abuelo se convierte en la persona mas popular en el área.
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unlike Kerana, who likes to push his son into getting a girlfriend
Papa Guarani (I'll call him "Marangatú") is very overprotective over his precious only daughter.
(little he knows that Tincho has become a possible threat as well)
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Miren que hermoso este arte de HennaWia. Una gran fan de los tatas y enamorada de esta ship~
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FIN
Las cadenas que le hacían mantener sus brazos en el aire sonaban cada vez que Yúcahu trataba de separar las muñecas. Los grilletes en sus pies estaban tan apretados que le habían hecho tener calambres en sus piernas la mayor parte del viaje, pues apenas y podía tocar el suelo de madera.
—¿Qué vas a hacer?
La voz sonaba bastante lejana, aunque cuando Yúcahu abrió los ojos, pudo ver que la persona estaba frente a él.
—Charrúa… —murmuró con un tono rocoso. Su garganta sonaba terrible por la sequedad a falta de agua.
El indio alzó su mano hacia su rostro, moviendo un par de sus cabellos que se habían pegado a su frente sudada.
—¿Realmente dejarás que te lleven a su tierra? —preguntó el indio del otro lado del mar.
—Se debe destruir la fuente —respondió Yúcahu—. Sólo así podremos volver a vivir.
—No puedes hacerlo —habló Charrúa con un tono funesto—- Estás muy débil, morirás de viejo.
Sí, eso podría pasarle. Estar lejos de sus tierras significaba el riesgo de volverse uno de los hombres. Aun así…parte de su gente estaba en ese barco. No los dejaría marcharse. Ya había visto irse a muchos para solo volverlos a ver en sueños, donde los guiaba al cielo. No dejaría que más de sus hermanos y hermanas lucharan a solas.
—No vayas —continuó Charrúa—. Si tú mueres, ¿Qué ocurrirá con tu gente? ¿Cómo vivirán después de morir, sin ti?
Los ojos de Yúcahu se abrieron ampliamente, como si hubiese sido tomado por sorpresa. Es cierto, si él moría, no habría quien los guiara al paraíso. Sus espíritus andarían perdidos por la selva, presas fáciles para los demonios.
—No puedo irme —susurró Taíno, la conclusión a la que le había llevado Charrúa.
—Pero aun puedes pelear —le consoló el indio—. Pelea, Taíno.
La figura del Charrúa desapareció lentamente. Y Taíno quedó en silencio y cabizbajo.
—Por fin —dijo un español, asignado de la guardia para el cacique—. Sus delirios me estaban carcomiendo.
Otro español rió de buena gana, calmando a s compañero.
El barco empezó a moverse.
Y lo que inicio cómo el movimiento normal del barco a punto de zarpar, se convirtió en un huracán en apenas segundos.
Taíno no iría a España. Pero el barco tampoco. Lo hundió allí mismo, en el puerto. Y guió los espíritus de su gente a nuevas y mejores tierras. Así lo haría, hasta el final. FIN Acabo de encontrar esto, ni idea cuando lo hice. Pero ahí tienen.
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