Tumgik
#les juro que creo que fue el invierno más largo de mi vida (más largo que los de la pandemia)
elbiotipo · 2 years
Text
casi me olvido que ES PRIMAVERA
5 notes · View notes
senig-fandom · 4 years
Text
TERAPIA CAPÍTULO 8
-¡HOOOOO…SIIIII! Saltillo, Coahuila, aquí es donde yo quería llegar, jajajaja- Norte y Sur bajaban del avión.
-jejeje relájate, no queremos causar un caos aquí, ya vimos lo que nos paso en cuanto subimos al avión.
*flashback*
-Te dije que llegaríamos a tiempo usando mis poderes, ahora, me debes una soda.-Caminaba Sur alegremente mientras le daba los boletos a la azafata.
-No apostamos nada, no te debo nada- Norte hacia una sonrisa mientras hacia una mueca con la cara.
-Venga, por lo menos déjame pedir unos cacahuates aquí en el avión…-Sur se detuvo cuando vieron a las personas que no dejaban de verlo a él y a su hermana.
-¿Que sucede?- norte levanto la mirada y de un momento vio a un montón de gente levantarse sacando sus celulares.
En ese momento ambos estaban rodeados de personas pidiéndoles autógrafos, fotos, dándoles información de cualquier cosa, pidiéndoles cosas, causando un caos y lastimándose entre sí, por el espacio reducido en donde se encontraban.
-Wow, tranquilos, no nos jalonen así, que no es el momento- decía sur mientras hacia una risa incomoda.- Porque no saben esperar a que lleguemos a nuestro destino.
Y como si fuera poco, la gente no escuchaba la peticiones ni de él y ni de Norte, había gente sentada que solamente movían la cabeza en señal de negación, susurrándose entre sí, haciendo que Sur agarraba las maletas y cargaba a su hermana, desapareciendo en el momento.
-Por amor a dios, y a la virgen, porque la gente anda tan conmocionada, antes ni nos prestaban atención, ahora pareciera que somos el centro del mundo, o que somos súper estrellas de la televisión. Antes no me molestaba, ahora pareciera que no mantienen su distancia. –Decía norte mientras Sur caía afuera del avión.
-Desde que Centro volvió, la gente parece más atenta a nuestras acciones – analizaba Sur- y a las acciones de los demás países, antes su ignorancia a nosotros, era buena porque nos trataban como personas, ahora que saben que somos más que personas, pareciera que o somos monstruos, o súper héroes vestidos de moda y súper estrellas, o lo que sea.-Sur dirige su mirada al avión viendo a la gente que gritaban sus nombres y otros que solamente miraban por la ventana.
-Por favor damas, caballeros del vuelo, a saltillo Coahuila, les pido que tomen sus asientos y se pongan el cinturón para dar inicio a su vuelo.-Hablaba el capitán del avión, que hablaba por el micrófono del avión.
-¿Y ahora? Nuestra gente no conoce el riesgo que pueden hacer si no obedecen las reglas del vuelo.-Sur bajada a su hermana mientras que norte pensaba en alguna idea.
-*suspiro* Damas y caballeros, si dejan que el vuelo llegue en paz a su destino, les prometo atender a sus preocupaciones y dudas y agendar un día de fotos y autógrafos para ustedes. Así que por favor, vayan a sus asientos y tome el vuelo tranquilamente.-a regañadientes la gente empezó a sentarse, y Norte y Sur pudieron ir a sus asientos y guardar sus maletas.
-Wow, me pregunto ¿Porque no sufrimos esto cuando llegamos a Monterey?-Sur se sentaba al lado de la ventana.
-mmm…creo que Centro manejo a la gente de nuestro vuelo…-norte tomaba su asiento y se ponía el cinturón.
-Como sobornarlos, extorsionarlo, engañarlos, manipular el vuelo… y otras cosas que podrían no sonar bien, pero que son buenísimas cuando él las hace – Sur aventaba una enorme sonrisa cuando termino su dialogo, haciendo que su hermana lo viera seriamente.
-O pudo simplemente hacer lo mismo que yo, y por eso la gente estaba tranquila- Norte le daba palmaditas en la cabeza de su hermano.
-Naaaa… eso no suena muy de él, jajajajajaja, cuando la gente lo saca de quicio el haría cualquier cosa por controlarlas, si de por si perdió sus poderes de controlar a la gente, ya verás como esta de desesperado jajajajajaja.-Sur acomodaba su cinturón y ponía los brazos detrás de su cabeza.
-bueno… podría ser…
*fin del flashback*
-jejeje ahora tienes cosas que hacer con esta gente.-Sur cargaba su pequeña maleta, mientras que su hermana recogía la suyas.-vaya día sin trabajo no crees.
-si… pero ya organice las cosas, la gente que necesita contarme las problemáticas les otorgue mi número, y las fotos será para dentro de dos semanas. – Norte le contaba a Sur lo que haría, y en eso, escuchan una voz gritando su nombre.
-Mamá, tío Alejandro, por aquí- Con un cartel en la mano, estaba Coahuila, alzando la otra mano de un lado a otro.
-Hay mi bebe – Norte fue directa con Coahuila y ambas se abrazaron- Sur se acercaba a ellas con una sonrisa enorme.
-Chamaca, como esta mi sobrina favorita- Sur extendía los brazos esperando a ser abrazado por Coahuila, ella sin pensarlo lo abraza también, diciéndole lo feliz que esta de verlo después de tanto tiempo.
En su camino, al auto los esperaban un hombre alto, casi viejo, con una nariz un poco larga, bien arreglado, el pelo canoso y barbudo.
-Ricardo, mi viejo amigo, como te trata la vida.-Sur lo saluda chocando las manos
-Está bastante bien, sin contar con los terribles cambios de clima que pasa en el norte del país.-su voz ronca y grabe hizo que sur le diera escalofríos.
-ala verga, no recordaba que tu voz tuviera ese tono, si no te conocieras te juro que si alguien con tu voz me habla así, por la espalda me voy corriendo hasta la comisaria jajajaja- Ricardo tomaba las maletas del sureño y las colocaba cuidadosamente en la cajuela del auto.
-A sí, eso no suena muy de usted con todo respeto, joven señor- Ricardo arcaba la ceja, en señal de duda.
-jejeje, bueno es una forma dulce de decir, que le romperé la madre al wey que se acerque a mí con tú voz- ambos hombres rieron, Sur se subía al carro, mientras que Ricardo, ayudaba a norte con sus maletas.
Norte subía junto a su hermano, en la parte trasera del auto, mientras que Coahuila y Ricardo en la delantera. Ricardo encendía el auto y comenzaba a salir del aeropuerto, Sur veía la ventana los campos abiertos que tenía la ciudad, las casas rusticas, los enormes puentes, las curvas de la ciudad, los puestos de comida, los enormes árboles.
La familia salía de la ciudad de saltillo, un lugar oculto debajo de un puente, entre unos enormes arboles de sauce.
-Wow, hermana tu sí que sabes esconder tu casa, yo entraba por donde me daba la gana, pero no sabía que la habías ocultado.- Sur veía a su hermana, mientras pasaban en el oscuro túnel.
-Bueno, esta casa es la que más se tardó en construir, por el hecho de que papá quería un lugar donde yo pudiera vivir tranquila lejos de los demás…- norte se rascaba la mejilla.
-Eso y que así mantenemos la tranquilidad que queda de esta familia – Coahuila fruncía el ceño, recordando las tonterías de sus demás hermanos.- esta ya es la única casa de mamá que queda, las demás que estaban en los otros estados, fueron vendidas a los narcos, y a gente de mucho poder, para pagar las deudas de mis tontos hermanos.
-Sí, eso había escuchado- Sur le tomaba la mano a su hermana, sonriéndole levemente.
Norte entendía su indirecta y solo continúo la conversación.
-Nuestro padre España había elegido un lugar exacto, donde nadie pudiera molestarme, si algo malo pasaba, podía ocultarme allí, vivir tranquila y hacer mis cosas tranquilamente, es por eso que es la más grande de todas, y tengo que decir, que es la casa más grande en Latinoamérica, tarde años en terminarla, pues este lugar es enorme y lo aproveche muy bien, para mis campos y, mi granja.-en cuanto norte termino de hablar, podían ver una casa de tres pisos, de color café, enorme, con una enorme puerta, piedra en el suelo simulando un camino.
Una casa enorme y hermosa, adornada por dibujos representativo de la época nueva España, decorada con sementó y pintado para que pareciera de otro materiales, arboles por todos lados, flores y hierva que alimentaba el ambiente de paz y tranquilidad, podías oír los animales, como cerdos, vacas y gallinas.
Ricardo estacionaba el auto en frente de la fuerte, que tenía unas escaleras de mármol, Sur sentía la presión en su pecho, recuerdos antiguos venían a su mente, tomo aire y fue junto a su sobrina y hermana por las maletas.
En cuanto entraron fueron recibidos por los demás servidores del hogar, gritando a los tres presentes ´´Bienvenido a casa Sur´’.
-jejejeje, muchas gracias,- Sur se le notaba un pequeño sonrojo, mientras se rascaba la nuca.
Tras el recibimiento Sur fue y saludar a todos los sirvientes de la casa de su hermana.
-Marcos, viejo amigo, que tal vas, se nota que estás haciendo ejercicio, te recordaba todo enclenque antes jajaja- Sur saludaba a un chico de piel bronceada, con un cabello castaño claro y unos ojos cafés.
-pues que te digo Alejandrito, si esta fuerte trabajar aquí, la casa es enorme y hay mucho de que trabajar, uno tiene que hacerlas y requieren de mucha fuerza.
-déjate de mamadas Marcos, que luego Ricardo o juan te deben de ayudar- aparecía una mujer de cabello negro y largo, de piel oscura y ojos verdes marino, dándole un mini empujón a marcos en el hombro y dándole un abrazo a Sur, y un bezo en la frente- hay mi Sureñito, cuanto tiempo sin verte, me hace una gran felicidad poder abrazarte sin que salgas disparado para otro lugar.
-jejejeje igualmente me hace feliz verte Miranda – Sur era estrujado por el abrazo de la señorita, quien era más alta que él.-pero me asfixias.
-Hay mi sur, dime por favor, que usaste la prenda que te di, porque luego te hondas muriendo de frio en las épocas de invierno, mas con esas ropas rotas que llevas.- Miranda le jalaba del cachete a Sur, mientras este se reía, y marcos se sobaba el hombro y veía la escenita de su amiga hacia el sureño.
-Si lo use, deja mi cachete.
Los demás sirvientes abrazaron a sur dándole una enrome bienvenida. Pero de repente se escucharon ladridos, acercándose a la parte de frente, sur al voltearse recibió una tacleada de un perro enorme, que empezó a lamerle la cara en cuanto sur callo hacia el piso.
-jajaja…no basta…jajajaja me haces cosquillas- cuando sur agarra los cachetes del enorme Gran danés – ¡hooo mi chiquito hermoso!- Sur abraza del cuello del enorme perro, quien no paraba de restregarse en él, y mover la cola de un lado a otro.
En eso llegaron otros dos perros, un pastor alemán y un spitz japonés, el perro alemán, se sentó al lado de sur y le ponía la cabeza para que este empezara a acariciarlo, y el spitz japonés le robo la bufanda a Sur.
-¡Hey! bola de pelos devuélveme eso- el spitz se envolvió con la bufanda, y se acomoda en ella mientras aun la mantenía mordida, Sur al acercarse solo recibía gruñidos de la pequeña bola de pelos.- me la vas a devolver, bicho raro, esta bufanda no es tuya- Y en ese momento solo sonó un ladrido chillante, haciendo que sur reaccionara. –… ¡TU!
Sur mueve la cabeza y dirige su mirada en donde provenía el ladrido, y en el pasillo con una enorme sobra, allí estaba. El líder de esta manada de perros, una feroz bestia, con una mordedura letal y un carácter que da miedo a cualquier otro perro y su nombre es, Pankey el chihuahua.
Tumblr media
Con los ojos en diferentes orbitas de color amarillo, de pelaje café claro, con una mancha en el ojo, y unas cicatrices en la patas. Gruñía y gruñía mientras miraba a Sur.
-Tu maldito perro de mierda, no creas que me das miedo perrucho, yo de una patada te mato, ¡escuchaste!- al terminar esa frase el perro corre hacia Sur, haciendo que este huyera al patio, mientras gritaba auxilio repetidas veces.
Tumblr media
Sur salvo su trasero subiendo a un árbol que estaba allí, mientras el chihuahua, saltaba lo más alto que podía, rodeaba el árbol y labraba en el árbol donde estaba Sur.
-jajajaja ¡hay hermanito, aun le temes a pankey!- Norte gritaba desde la puerta del patio.
-¡Ya te dije que este perro es el mismísimo demonio, un perro como este no es normal! – Sur gritaba desde arriba del árbol, mientras miraba abajo, observando como el perro cavaba alrededor del árbol- ¡por la virgen quiere tirar el árbol abajo!
-¡PANKEY! Ven aquí mi amor, y deja a Sur en paz – el chihuahua seguía cavando, ignorando a Norte – Julieth- una de las sirvientas de Norte saco un jamoncito, haciendo que el chihuahua dejase de cavar y corriera hasta norte y Julieth.
Norte agarra al chihuahua, y en eso sur bajaba del árbol.
-Hay pankey, ya te dije que no le hagas eso a los invitados.- el chihuahua temblaba y masticaba el jamoncito que le dio Julieth.
-Te digo que España hizo pacto con el diablo para encontrar tal bestia, esa cosa no es normal.-llegaba Sur al lado de ambas chicas.- Sé que eres el mismísimo satán, te estaré vigilando perrucho – Sur realizo una señal con su mano, y el perro solamente le sacaba los dientes y gruñía, teniendo la lengua afuera.
En ese momento, sur dirigió su mirada a un lugar en particular, en una silla mecedora, había un hombre con sombrero ranchero, maceándose.
-Hermana… ¿ese es?
Continuara.
_______________________________________________________________
Por fin he vuelto, y aunque este capitulo sea corto, espero y les guste mucho, desde aquí hago mención de que hayan pasado bonitas fiestas y que hayan comido hasta reventar XD
Gracias a @remedysix por su ayuda VwV
Espero y les guste.
47 notes · View notes
Hace siglos, los elfos domésticos no eran conocidos con ese nombre, sino como elfos, a secas. Esto, para los poquísimos que conocían sus existencias. Así se presentaban esas pequeñas criaturas, lampiñas, con pelos solo en las orejas, cuando mucho. Ojos enormes y húmedos, dedos largos y con algo de magia fluyendo en ellos. No eran ni de lejos, lindos. Tampoco demasiado poderosos, en realidad eran miedosos, pero gentiles.
Antes, los elfos no servían a los magos. No sentían esa necesidad, no había nada que los obligara. De hecho, los preferían lo más lejos posibles, pues en sus pocos encuentros no habían sido demasiado amables. Por ende, los elfos se exiliaron a sí mismos. Se fueron a zonas rocosas, se refugiaron en cuevas que ellos mismos, trabajadores como eran, volvían habitables. Vivían por y para su familia, sin hacer mucho provecho de la magia que corría por sus venas. Eran felices con sus tranquilas vidas, y sin embargo, tan débiles y gentiles como eran, no podían cazar ningún animal, tanto por miedo como lástima, así que dependían de la naturaleza, pero también temían al exterior, a los peligros que podían encontrar, por lo que pasaban mucha hambre. Su número mermaba con cada década, hasta que los pocos elfos que quedaban se concentraban en Suecia, en un páramo frío y sin mucha vegetación.
Las épocas de invierno eran las peores. Todo parecía indicar que la existencia de los elfos estaba destinada a ser corta, su tribu, ya pequeña, se reducía más y más, en lugar de crecer. No ayudaba que los elfos no fueran propensos a aparearse, lo único que evitó que se extinguieran fue su larga esperanza de vida. Su desesperación estaba llegando a puntos alarmantes cuando, un día de nieve, una bruja apareció de pronto en el páramo, con un sonido llamativo que hizo que los elfos se asomaran de sus cuevas. Les asustó ver a la humana, pero se asustaron aún más al verla sacar una varita de su escote. La bruja apuntó al suelo, sin molestarse en apiñar leña, y gritó “¡incendio!”. De inmediato surgió una llama que hizo que la nieve cerca se derritiera.
Desde donde estaban, los elfos soltaron gemidos de deseos. En sus cuevas habían pequeñas fogatas, su poco uso con la magia los hacía muy torpes con ella y apenas lograban diminutos fuegos difíciles de mantener. El fuego de la bruja, en cambio, crepitaba alegremente, lamiendo con emoción. Se sintieron llenos de deseo por acercarse al fuego, pero estaban demasiado asustados para hacerlo. Todos, menos uno.
Cruden era lo más parecido a un líder que tenían los elfos. Era a él a quien le pedían consejos, el más sabio, el que mantenía vivos a los pocos que quedaban, el único que, en contadas ocasiones, se atrevía a tratar de cazar a algún animalito. Todos lo respetaban, nadie dudaba de él, hasta que Cruden salió de la cueva que era de él y su familia, y se encaminó hacia la bruja. Sin dar explicación a nadie, y ante la mirada estupefacta de su tribu, se acercó a ella con mucho cuidado.
—D...disculpe, señora...
Lo siguiente sucedió tan rápido que los elfos que observaban a su líder no tuvieron siquiera tiempo de gritar. La bruja, en un solo movimiento fluido, se había girado hacia Cruden y le tocó el pecho con la punta de la varita. Cruden dio un vacilante paso hacia atrás, sorprendido y asustado. El rostro de la bruja era hermoso, de piel tostada, nariz aguileña, cejas pobladas y una mata de pelo marrón rizado, pero en sus facciones había algo que revelaba odio, amargura y maldad, todas muy profundas.
Los penetrantes ojos de la bruja hicieron un breve recorrido de Cruden. No se molestó en disimular la repulsión hacia su aspecto. Cruden era ya un elfo viejo, con la piel arrugaba y colgando, la nariz grande y redonda, y mucho pelo en las orejas.
—¿Qué eres? —preguntó la bruja con asco.
—Soy Cruden, señora —respondió con vacilación—. Soy un elfo.
—Nunca había escuchado de criaturas como ustedes —replicó al instante—. Déjame en paz y vete, a menos que quieras morir.
La amenaza alarmó a Cruden, quien aprovechó un momento de distracción de la bruja hacia el fuego para volverse hacia las cuevas, desde donde su raza lo esperaba. Se veían asustados, pero también tan hambrientos...
Haciendo acopio del poco valor que tenía, se volvió hacia la bruja, que examinaba el fuego con extraña atención, y suplicó:
—Nuestra tribu es pequeña, y nuestra gente, poca. Solo quedamos nosotros. Si usted pudiera, desde el fondo de su bondadoso corazón, prestarnos de su fuego y conseguirnos algo de comida...
Pero la risa de la bruja lo cortó a mitad de la oración. Una risa profunda que llenó todo el páramo con su deje de maldad.
—¿Corazón bondadoso? ¿Yo? —se burló—. Veremos si piensas lo mismo cuando te saque los órganos y los deje aquí para que se pudran. Tal vez el resto de tu gente podría alimentarse con ellos.
Y así era. El nombre de la bruja era Grodelia, una maga con linaje real, tremendamente poderosa y codiciosa. Para nadie era un secreto su maldad, su capacidad de hacer cualquier cosa para obtener más poder.
Cruden pareció notar que la bruja hablaba en serio. La frialdad en sus ojos, el deleite que le causaría destriparlo, era muy evidente. Pronto se dio cuenta de que había cometido un error, y dio un paso más atrás, buscando huir, pero Grodelia ya había levantado de nuevo su varita y de ella habían salido unas largas cuerdas que se retorcían como serpientes y lo amarraron en un instante, haciéndolo tropezar y caer. Grodelia rió de nuevo, el sonido casi ahogó el de los elfos soltando gritos ahogados desde las cuevas de atrás. El fuego crepitó, como si riera con su creadora.
—En caso de que yo decidiera ayúdalos a ustedes, criaturas patéticas, ¿que obtendría a cambio? —preguntó con altanería.
Ya el anciano elfo no podía hacer nada más que tratar de enmendar su error. Así que, con voz aún más aguda, dijo:
—Discúlpeme, señora. No debí pedir tal cosa...Déjeme ir, y juro que no la molestaré nunca más.
—Oh, pero resulta que ya me has molestado, y tienes que pagarme por ello, ¿no? A no ser, que quieras que tu poquísima gente muera —y, con una floritura de varita, señaló hacia las cuevas—. Los mataré a todos, y luego a ti. Así verás los resultados de tu error.
Cruden se retorció en un vano intento de liberarse de las cuerdas. Había hecho eso para salvar a su gente, pero al parecer solo había adelantado sus muertes. Y ahora vería cómo morían de uno en uno, y luego moriría él.
—Por favor —rogó—. Por favor, no lo haga...
—Hmm, a ver...
Grodelia se llevó la punta de su varita al mentón, fingiendo que pensaba. Poco a poco, una sonrisa aterradora se formó en su rostro, mostrando unos dientes blancos y perfectos.
—Bien, haremos lo siguiente. Tú...¿Cómo dijiste que te llamabas?
—C-Cruden.
—Bueno, Cruden —respondió, pronunciando su nombre como una burla—. A tu especie sin duda no le queda mucho tiempo, este es un páramo seco y sin vida, exceptuando, tal vez, algunos gigantes que sin dudas viven cerca —asintió para sí misma. La información de los gigantes no era nueva para los elfos, vivían escondiéndose de ellos—. Sin dudas, su existencia depende de mí ahora. Y qué conveniente para ti, que creo que hay algo que pueden hacer por mí. —Sus ojos subieron un segundo hacia las cuevas, que ahora Cruden no podía ni siquiera voltear a ver. Los ojos de Grodelia volvieron a él—. Resulta que soy una dama muy rica, una aspirante a reina. Solo necesito matar a un par de personas en mi camino.
Cruden solo la veía, sin saber a donde llegar, pero sin atreverse a interrumpirla. Incluso sus orejas temblaban.
—Como mujer poderosa que soy, necesito sirvientes, trabajadores leales. Los que tengo me temen, quién sabe por qué. No me hacen ver bien. Así que, si yo llegara a mi reino con unas criaturas desconocidas por todos, y que aseguran que salvé a toda su raza con mi generosidad...Sí, eso haría bien a mi imagen.
—Señora...
—Así que, tienen dos opciones. Tu tribu y tú pueden venir conmigo, volverse mis leales sirvientes, hablar bien de mí, y a cambio yo les daré refugio y alimento.
—¿Y...la segunda?
La sonrisa de Grodelia se volvió más sinuosa.
—Si no vienen conmigo, los mataré a todos aquí y ahora.
Y no hubo nada que se pudiera hacer. Grodelia lo liberó, y obligó a los elfos a salir de las cuevas. Todos estaban demasiado asustados como para ofrecer resistencia, pero miraban con profundo resentimiento a Cruden, quien mantuvo la cabeza gacha, avergonzado. Grodelia hizo que todos se dieran de la mano, y en cuanto estuvo hecho, de pronto Cruden sintió como si estuviera pasando por un lugar muy estrecho, lleno de una negrura total. No podía respirar, Grodelia los había engañado, sí iba a matarlos...
Pero entonces pudo respirar de nuevo. Abrió los ojos y se percató de que ya no estaban entre la nieve, sino en una sala rectangular de piedra con antorchas y tapices en los pisos y paredes. Cruden jamás había visto una cueva tan grande y bonita. Sus compañeros parecían pensar lo mismo, pues miraban todo con la boca abierta.
Grodelia se soltó de los elfos, les ordenó en tono cortante que no se movieran de donde estaban y se dirigió al fondo de la sala, donde había una pequeña elevación, y sobre ella, una silla elegante de piedra y algo suave que Cruden nunca había visto. Y, junto a ese trono, había un joven que bien podría haber sido de piedra. Tenía las manos detrás de la espalda, con la mirada en la nada, como si no acabara de aparecerse una mujer y más de treinta criaturitas extrañas delante de él. Grodelia se le acercó, y el hombre hizo una profunda reverencia. Cruden no oyó las palabras que compartían, pero el rostro del muchacho no se alteró en lo más mínimo. Sentía las miradas del resto de su tribu sobre él con un odio candente. No les devolvió la mirada mientras Grodelia regresaba seguida del muchacho.
—Bien, Cruden, para confiar en tus palabras, necesito que hagas un juramento inquebrantable.
—Un...¿qué?
—Es un juramento sellado por magia que, de ser rota alguna de sus condiciones o reglas, el traidor pagará con su vida, o con las vidas que pueda comprometer. Esto último, únicamente si las vidas externas vinculadas al juramento están presentes en el momento de pactarlo.
El elfo líder no entendió mucho, pero sí lo escencial. Su vida y la de su gente estaba en peligro. Grodelia tendió su mano hacia él, pero Cruden no la tomó.
—¿No hay otra forma de resolver esto?
—No —una respuesta corta y clara.
Cruden observó la mano, luego a la terrible mujer que tenía delante de sí, y tomó aire profundamente.
—Lo haré, con una condición.
El rostro de Grodelia se crispó ante las palabras. Lo miró con desdén.
—No estás en posición de poner condiciones.
—Si no la aceptas, prefiero que yo y mi tribu muramos aquí y ahora —declaró, irguiendo sus flacos hombros.
Se oyó el sollozo incontenible de una elfina. Cruden la reconoció como su nieta. El ruido le rompió el corazón, pero ya estaban metidos en el problema, lo mejor que podía hacer era conseguirle un escape a su familia. Así ese escape no lo incluyera a él.
Grodelia permaneció en silencio un rato, escrutándolo. Como si evaluara si la criatura que no le llegaba a más de la rodilla podría suponer una amenaza para ella.
—Bien —dijo al fin. ¿Cuál es la condición?
—Cuando yo muera, los dejarás a todos libres. A todos.
Al instante se arrepintió. La forma en que los ojos de Grodelia brillaron, la manera en que esa horrible sonrisa se volvió más grande, mostrando una vez más una hilera de dientes perfectos, todo eso le dijo que acababa de empeorarlo todo.
—Como tú digas. En cuanto mueras, los echaré a todos. Es más, les daré una prenda a cada uno, para que en un futuro puedan soportar esos horribles inviernos. Cuando tengan una prenda dada por un mago o bruja, serán libres. Lo juro por mi magia.
Y Cruden no tuvo más opción que aceptar, a pesar de la total desconfianza que sentía hacia Grodelia, hacia la condición que él mismo había puesto. Le tomó la mano a Grodelia, que era suave y lisa, mientras que la suya era áspera, y sus dedos largos y flacos. Belleza contra fealdad.
Los elfos miraban en silencio, apiñados los unos a los otros. Cruden oyó cómo respiraron como uno solo cuando el joven de rostro imperturbable alzó la varita y apuntó con ellas a las dos manos juntas, tan distintas la una de la otra. Su rostro, imperturbable y hermoso, no revelaba nada.
—Cruden, el Elfo —recitó el mago. Su voz era gruesa, tan ronca y profunda—. ¿Juras servir a Grodelia Fliderkruk, tú y toda tu tribu, con total lealtad?
Cruden solo asintió, pero el muchacho le ordenó que lo dijera en voz alta. Entonces dijo:
—Sí, lo juro.
El corazón le saltó cuando una cinta que parecía hechas de una intensa luz salió de la punta de la varita y se enrollaron en las dos muñecas, uniéndolas con firmeza, pero sin dolor. Cruden sintió la magia en su sangre bailar al tacto de la cinta.
—¿Juras que cada elfo presente en esta sala servirá con fidelidad a Grodelia y que obedecerán cada orden dada? —preguntó el mago.
—Lo juro.
Una segunda cinta de luz apretó las dos muñecas. Cruden sentía la magia en cada rincón de su cuerpo, pero se sentía agradable, no malvado.
—¿Juras que esto será así, hasta el día en que tu alma abandone definitivamente tu cuerpo?
Notó algo raro en la pregunta. No solo en ella, sino también en las facciones de la mujer.
Pero no tenía opción.
—Lo juro.
Una tercera cinta brillante se enroscó en las manos unidas. Por un segundo, apretaron con mucha fuerza, y luego se apagaron poco a poco hasta desvanecerse.
Y fue así que inició la decadencia de su raza. Pasaron de ser unos hambrientos pero felices seres, a tener los estómagos llenos, pero a costo de estar bajo el yugo de una terrible tirana. Grodelia no tardó nada en organizar fiestas, de las cuales tenían que encargarse los elfos, y de equivocarse, recibían castigos desmesurados. Durante la primera fiesta, Grodelia los dejó preparando las comidas, y cuando hubo terminado el banquete, los ordenó asearse y arreglarse. Entonces, los hizo subir. Los subió a un estrado, los más de treinta elfos. Contó una historia sobre ella, en busca de una antigua gema mágica capaz de hacer que, cualquier lugar donde se entierre, por seco y muerto que esté, hará que prospere la vida. Pero encontró fue vida misma, al hallar a una raza desconocida en terribles condiciones de vida, y a quienes trajo a su morada para dar una vida digna y feliz. Los presentó ante el mundo como Elfos Domésticos.
Los elfos no hablaron. Dejaron que Grodelia propagara sus mentiras, la sirvieron todos tal y como había jurado Cruden.
Pero luego de unos meses, con su ascenso al trono cada vez más cerca, Grodelia comenzó a regalar a los elfos a sus amigos, buscando ganarse su favor, y al mismo tiempo contar un espías fuera de su mansión. Así, cada vez había menos elfos en el castillo. Un día, un elfo era llamado por Grodelia y luego, simplemente no volvían. Nadie se atrevía a mencionarle a Grodelia a los elfos perdidos, ella no explicó su paradero.
Para entonces, el odio que le tenía su tribu a Cruden era increíble. Lo apartaban, despreciaban y humillaban. Pero él seguía amándolos a todos y cada uno, así que decidió presentarse ante Grodelia y preguntar por los elfos desaparecidos. Tal vez lograría recuperarlos, y así su tribu lo odiaría menos. O tal vez Grodelia lo matara por desafiarla, y entonces ellos serían libres.
Y así fue. Fue hacia el trono, donde Grodelia hablaba con satisfacción a su compañero, el joven con rostro de pidra, cuyo nombre era Asrael. Cruden se armó de valor y habló:
—¿Señora?
Grodelia no había notado su presencia, tan pequeño como era, y tan grande su ego. Giró hacia él, sorprendida por verlo allí.
—¿Qué quieres, Cruden?
—Disculpe por la interrupción, pero hay algo que quiero preguntarle.
Grodelia se acomodó en su trono, erguida y aparentemente complacida.
—¿Y qué es?
—Quería saber qué ha hecho con el resto de mi tribu. Los ha hecho llamar uno a uno, y luego no han vuelto.
Grodelia chasceó la lengua, y luego asintió.
—me preguntaba cuándo querrías saber de ellos. Los regalé, no me hacían falta tantos. Y me he ganado favores, muchos. Dentro de nada estaré en el trono.
Aquello fue demasiado para él. Cruden se enderezó, y miró con odio a su ama.
—No puede hacer tal cosa. Juramos servirla, pero usted nunca mencionó que nos separaría. Debe devolverlos a todos a su hogar en cuanto yo muera, lo juró.
La bruja cruzó las piernas con pavonería. Enseñó los dientes a Cruden, con los ojos echando fuego.
—Ahora que mencionas el juramento...
Pasó demasiado rápido. Demasiado para Cruden. En una fracción de segundo, Grodelia había metido su mano en el escote de su vestido, sacó su varita mágica y apuntó hacia Cruden.
—¡Imperio!
Y fue lo último que Cruden escuchó.
Tres días después, murió. Sin embargo, cuando Grodelia anunció la muerte del lider de los elfos a su tribu, en lugar de darles su prenda y llevarlos a su hogar, simplemente los mandó a la cocina.
Pero la nieta de Cruden dio un paso al frente, indignada.
—Usted juró que nos dejaría ir en cuanto mi abuelo muriera. Llévenos a casa.
Se oyeron suaves murmullos de aprobación, pero Grodelia solo rio.
—Bien, si tantas ganas tienes de irte, no te detendré. Ve, la puerta está abierta.
La elfina dudó un momento, pero entonces se giró hacia la puerta del salón y cuando fue a cruzarla, inmediatamente cayó hacia adelante.
Estaba muerta.
Algunos de los elfos chillaron, otros lloraron, pero nadie se atrevió a ir hacia el cadáver de la elfina.
Grodelia volvió a reírse, más fuerte de lo que nunca escucharon, ni siquiera ese día en el páramo.
—Ustedes son míos, y siempre será así. Que esta elfina sirva de lección.
Los elfos se volvieron Elfos Domésticos. Ya nunca pudieron huír de su vínculo mágico con los magos, a menos que se les diera alguna prenda. Y nunca ninguno comprendió por qué, si Cruden había muerto, e incluso Grodelia les había entregado su cadáver para enterrarlo en cualquier lado, el juramento seguía en pie.
Originalmente, este sería el prólogo de una historia que tenía pensado publicar en wattpad, pero no estoy segura de la trama, así que lo dejé como una historia corta con muchas interrogantes al aire. ¿Qué hacía Grodelia en ese páramo? ¿Qué obligó a Cruden hacer cuando le echó la maldición? ¿Por qué el juramento sigue en pie, si Cruden murió? Tal vez decida dar respuestas algún día. Gracias por leer, si te gustó sígueme aquí y en wattpad como Cupofcacao. ¡Besos!
Tumblr media
7 notes · View notes
sxrxsworld · 4 years
Text
Ojalá no te hubiera conocido, sin embargo paso y está pasando y se nos está llendo el mundo de cabeza, la vida y la luz se nos está consumiendo.
Hoy en día estoy aquí, dudante de cualquier paso para no lastimarte con ningún movimiento que sea involuntariamente hiriente.
Mi ojos siempre te han seguido, siempre a la distancia estaba con la idea de encontrarte, al final estás aquí y no tienes una idea de la horrible confusión que es quererte, por las simple razón que eres tan predecible e impredecible a la vez, alejate o termina de acercarte para siempre.
Tan dañado y tan unido, tan roto y tan completo, que complejo es amarte y no, no solo te amo, vivo fascinada de ti, de tu buen corazón, de tus ojos pequeños como almendras, tus labios gruesos y tan perfectos, vivo enamorada de tu silueta, fascinada y sintiendo me incompleta cuando no estás.
Te amo pero ya no te soporto, no soporto cuando crees que siempre tienes la razón, cuando como un niño pequeño que culpa a los demás de sus errores, y hace un berrinche cuando las cosas no salen como quieren, como un adulto que no entiende que el pasado siempre afecta el presente, como un tonto que piensa que amar es fácil, que amar no duele y vaya que duele, duele sentir que te vas pero cariño, soy tuya desde que tenía catorce, vivo encantada de ti y te esperaría los años que sean.
Anheló el día en que de verdad, aprecies quién era el que seguía a quien, quien a pesar de dar discurso y de despedida y medio al otro día tenía a la otra mitad esperando en la puerta, quisiera decirte que estoy bien, pero la ansiedad me consume y me domina, que a veces sólo voy en busca que lo mismo que tú, PAZ sólo eso.
Quizá no traigo nada bueno a tu vida, no soy la maravilla de mujer, no tengo nada, pero mi cariño es de verdad y juro que habrá personas que te van a querer de la forma que tú quieras y esperás, la única diferencia es que no serán yo.
No le veo últimamente sentido al pelear, porque siempre ante tu irá yo tenía que quedarte inmóvil, como una flor en invierno, y tú siempre ser las olas de las tormentas.
Te amo y te amo de verdad, no lo doy a tu manera y nunca será a tu manera, porque soy yo, yo no soy tu, a mi manera te he dado tal vez no tengo mucho pero es todo lo que yo tengo, y si tuviera más estaría para ti, el día que tú corazón el mío se alejen el vacío estará y que horrible sensación amor.
Que delirante está mi mente cuando por extrañarte no puede pensar más que en ti y pedir los días felices.
Nuestras vidas ya no son lo que era ayer.
Mi alma está corrompida por ti, ojalá nuestros cuerpos hubieran estado más veces juntos, hasta que el límite de nuestros cuerpos se borrará, hay tantas, tantas cosas que te diría en este momento si te tuviera aquí plantado frente a mi, ojalá no me hubieras atrapado así, ojalá mi corazón no se hubiera detenido así la primera vez que me besaste, siempre a partir de ese momento dejé de ser mía, deje de pertenecer a mi, quedé a tu merced.
Que pecado es amarte, ya no creo que nunca podré alejarme de ti, aquí siempre estaré, ojalá.
Ojalá que el amor conspire a nuestro favor, ojala se nos presenten más noches de abrazos, más besos largos, más corazones entrelazados, te amo.
Te amo y no te entiendo, pero te amo más por eso, por esa tonta idea estoy encantada contigo aunque para ti corazon, no doy nada y tienes razón, no tengo hoy en día en que caerme muerta, soy insegura, no soy tan bonita, no soy tan graciosa ni tan inteligente, no doy nada más que compañía... quisiera tenerte aquí y cantarte "Dive"..
Ojalá, pueda darte más de lo que te mereces, perdón por ser la cosa que arruina tu paz mental, juro que esa nunca fue mi intención, te amo, ámame también.
Llorarte un rato, abrazarnos y lo demás dejar que nos lleve, estar siempre y cuando uno más lo necesita.
Quédate siempre, borremos los daños y las heridas curemos mágicamente las grietas con besos y hagamos que no paso nada y que estaremos bien o simplemente fingir amnesia del recuerdo del otro.
19 notes · View notes
Text
Vas a ser eterna en mi mente y en mi corazón
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
No puedo asimilarlo y aún así intento comprenderlo las palabras sobran pero siempre es una buena forma de desahogarme. Te conocí el 25 de octubre del año pasado, llegué y no había nadie en la casa y te vi bajando por la escalera, eras una enana cabezona, pero desde ese momento me di cuenta que ya te amaba mucho. Fueron exactos 13 meses que estuve contigo, jugando, mordiéndome y rasguñándome fuerte porque erai bastante agresiva para jugar. Mientras pasaba el tiempo más te amaba y aunque tu indiferencia siempre fue grande tenías tus formas de mostrarme cariño, me venías a molestar temprano, dormías encima mío y aunque despertaba todo dolorido por dormir doblado y no ocupar tu espacio, los dolores del cuerpo eran los mínimos. Creo que tus ronroneos deben ser de los sonidos más relajantes y que más me han gustado oír en lo que llevo viviendo. Tus maullidos suavecitos cuando en el invierno querías entrarte y teníamos las ventanas cerradas siempre me hicieron gracia, tus formas tan raras de echarte a dormir, me encantaba ver como afilabas tus uñas en la silla que ocupo en mi pieza. Recuerdo cuando venías y te metías entre mis piernas mientras usaba el computador o simplemente te me atravesabas encima el teclado hasta que dejara de hacer lo que sea que estuviera haciendo. Te juro que no lo comprendo, por qué partiste, me pregunto a cada rato por qué no me di cuenta antes de que estabas tan enferma, estabas distante, te desaparecías por largos ratos pero aún así te las ingeniaste siempre para hacerme sentir querido y eso te lo voy a agradecer toda la vida. Me parte el alma saber que ya no estas, que partiste. Pero también quiero creer que fue tu tiempo, que ahora estás mejor y estas descansando tranquila, sin ningún dolor y sin nada que te esté haciendo mal.
Fuiste mi refugio y mi consuelo en este ultimo año, que ha sido un año de mierda, fuiste mi apoyo, me alegrabas día a día con tus ronroneos, con tus patadas en la cara a las 5am porque habías escuchado un ruido en el techo. No ha pasado nada de tiempo desde tu partida y te juro que tengo el corazón echo pedazos. Desde que te conocí dediqué mi vida a ti, estaba dispuesto a seguir entregándotela el tiempo que fuera necesario y tú me entregabas parte de tu vida, parte de tus travesuras. Me convertí en un fanático de tomarte fotos haciendo cosas chistosas, sinceramente pensaba que todo lo hacías con el fin de sacarnos una sonrisa a todos.
Te juro que intenté darte todo mi amor, todo el cariño y todos los cuidados que estuvieron a mi alcance, sin ti, este tiempo de cuarentena hubiese sido un martirio y sin ti, los días que se me vienen serán más difíciles. Sé que donde sea que esté tu alma, me estarás observando. Nunca comprenderé el por qué tenías que morir tan pequeñita, o por qué tuviste que sufrir tanto tus últimos días acompañándome, no merecías eso, ningún animalito en su vida merece ni siquiera un poco de sufrimiento. Te amo y te seguiré amando, le voy a agradecer a la vida por darme la oportunidad de sentir tu amor y tu cariño, por el calor que sentía en el corazoncito cuando te veía correr o andar arriba de los techos jugando o peleando. Gracias wawa por ser parte de mi vida este último año, por enseñarme tanto sobre lo que es amar.
Descansa en paz preciosa de mi corazón y donde sea que esté tu alma ahora, espero volver a sentirla algún día, espero volver a sentir tu presencia cerca mío, espero volver a escuchar tus maullidos y sentir tus ronroneos encima de mi pecho. Te amé de una forma que no conocía y te seguiré amando por siempre. Un beso en tu frentecita y un cariño en tu guatita que tanto te molestaba que hiciera. Gracias por todo.
4 notes · View notes
Quote
LOCO AMOR DE INVIERNO
Me voy en la profunda, quiero y no quiero estar escribiendo esta historia, perdóname señor porque había prometido callar hasta la muerte pero necesito contenido y ni cagando dejaba el bloc abandonado, porque he abandonado tanto en la vida incluso a mi, a mi gato el Oliver y también al pancito con queso que deje en el horno eléctrico, que después de 30 minutos se había hecho carbón. Entonces comienzo con que estaba hablando con mi mejor amiga en ese entonces de hueas sin sentido, siempre hablabamos de cantantes raperos negros y rich, bien rich, me sorprendo al ver que tenia un direct en instragram, me sorprendo porque no había conversado con nadie, porque no había hecho un juego enfermo de latero tipo enviame una pregunta y te respondo sin publicar tu nombre que hago todos los domingos a las una de la mañana cuando no hay nadie en instragram, cuando están todos durmiendo, pajeandose o quizás estudiando, porque si, conozco algunos wnes que estudian el domingo en la noche, yo lo hacia, ya no, ya no. El mensaje era de un wn que en mi vida había visto, “mijito rico vas a ser mio” me dijo, o fue más un “hola”, al final las dos hueas son lo mismo, veo el mensaje y me meto a su cuenta, tenia fotos de dibujos culiaos raros hechos con acuarela, tenia fotos de él tipo selfie casual y fotos mostrando el cuerpaso que tenia, entonces no digo nada, y le hablo a mi mejor amiga: -hueona, me hablo un wn hiper rico, que hago?- le digo -hueooooon, dame su ig- me dice -@zorronrehabilitado- le digo -mentira, es demasiado lindo wn, respondele- me dice Y asi es como le digo hola, y por un largo rato hablamos con códigos y palabras que ninguno entendía, con una conversación monótona y latera pal pico, putcha, era lindo pero fome, al final me calentaba un poco y era. Largo rato hablando me pide el guasap y en mi cabecita loca repito MIERDA MIERDA MIERDA, como la frase POR MI CULPA POR MI CULPA POR MI GRAN CULPA, enseñándole al señor que tengo la culpa de haberme sacado un 3,5 en la prueba de la u, que tengo la culpa de haber apartado a todos mis “fake friends”, pero consigo convencerme que ellos me dejaron porque eran como el pico o mejor como el choro porque el pico es rico. No me hice el dificil y le di mi numero, en cosa de segundo el zorron rehabilitado me había hablado y asi fue por días, hablando de cosas que hacíamos en el día, cosas de la vida, como cuando te quieres conocer con alguien. Me tenia realmente encantado y me enviaba audios con su voz de mina que hacia que se me parara el pico, me tenia loco loco loco y quería puro conocerlo. Me dentro en esto de tener una nueva relación porque estaba seguro que con el tendría futuro y nos juntamos en algún metro, no recuerdo cual, vespucio norte, lo recordé, llego más tarde que la chucha, me esperaba con ropa de taekwondo, me mira, y me hago el hueon, se levanta, me acerco, me saluda y todo normal, me sentia muy incómodo y me dice “no eres como en las fotos, no te había reconocido”, me caga, que mierda quiere decir?, que uso demasiado photoshop?, que soy feo?, no entiendo y divago en mi mente cosas feas, cosas de autoestima baja, pero le supero y me río, risita nerviosa, jejeje, me miraba más que la mierda y yo observaba el suelo, me dice que llegue súper tarde, pero que no importaba ya porque estaba con él, me da un paro cardíaco, me vuelvo loco, mi mente dice error y mi corazón dice muerte, me vuelvo nervioso compulsivo y pago la micro, pide permiso y nos vamos a quilicura, lugar de su casa de verano, vallé lo campino, lo mas cuikisimo de quilicura, realidad extremista porque la micro no llega alla, porque hay que cruzar una pasarela y luego ir al cerro para llegar al condominio, pero ya fuera del nerviosismo le hablo de cosas de vida, que me gusta, que hago, como soy, lo básico, lo simple, lo que importa y el me dice lo mismo, advirtiéndome que al final no estaremos solos en su casa sino que vive su hermana y estará su papá, entonces me siento engañado, pero por un segundo, me habla que su familia no sabe que es gay y que debo actuar como un hetero, compañero amigo y me pongo a pensar “esta bien lo que estoy haciendo?” Pero otra vez olvido y sigo como si nada porque estaba con el medio mino, porque me encantaba. Llegamos a su casa todo bien, comemos algo y luego de un momento a otro estabamos solos en la cocina, me pregunta nervioso si me puede abrazar y le digo que si, que no sé, que si quiere, un segundo duro y me dice, no, mejor no, se va me deja me voy lo dejo, me voy a su dormitorio si po, no a culiar, nunca tan rápido xd, bueno si, me siento en su “cama” que era un colchón en el suelo, pero me encantó porque se veía full minimalista y rústico, me dice que se irá a bañar y vuelve, le espero, aburrido, miraba la hora a cada rato, no sabia que hacer, intente sacarme selfies, intente sacar fotos para instagram pero no podía hacer nada porque los nervios me comían por dentro y solo quería darle un beso y salir corriendo como lo maraco que soy. Llega, traía una toalla en su pelvis, de reojo le veo las calugas, se me para, no se me para, se viste y me dice que si me podía abrazar, otra vez, aqui vamos y este si fue abrazo, una huea de unos 30 minutos, me mira, lo miro, me río, se ríe, y lo abrazo más, me acaricia, lo acarició y de la nada cierra los ojos y me besa, cierro los ojos y hueon, sin mentir escuchaba en mis odios la canción de los Beatles en los simpson, cuando marge y Homero se besan por primera vez, se sintió lindo, me sentia una princesa Disney, pero la huea sé puso cachonda y en menos de un segundo ya estabamos en el colchón metiéndonos mano, te juro que estaba maravillado con todo lo que estaba viviendo, pero hueon no fui a culiar, no fui solo a culiar, fui a verlo, conocerlo y me propongo salir a tomar aire fresco, me dice que si y le avisa a su hermana que por cierto cacho que nos estabamos comiendo casi culeando porque cuando yo tengo orgasmos como que parezco gata en celos, le dice que saldríamos y que volveríamos, ella le dice con señas que si somos amigos realmente y el nervioso se va, no entendía nada y me abraza. Volvimos justo antes que comenzara la lluvia, la casa estaba vacía y solo se veia la luz de la calle, amarillo crepúsculo que iluminaba solo algunas pequeñas partes del lugar, subimos y sin pensarlo nos desnudamos al punto de estar casi fornicando, mete saca, comiendo chocolate, escuchando la lluvia caer. No pensaba nada en ese momento, no me importo tener que viajar solo a tener relaciones con el tipo que se suponía sería el mino de mi vida, asi que me vale verga y le digo, “nunca he dado un beso bajo la lluvia”, me mira, se ríe y me lleva al patio de su casa en plena lluvia sin ropa a solo besarme por unos minutos, realmente me sentí en una película, sentía que todo era un mágico sueño y así pase la noche contándole mis cosas, abrazados, dándonos puro amor. A la mañana siguiente me despierta con un rico desayuno, nos bañamos creo¿?, y emprendemos viaje al terminal de buses donde se suponía que el tomaría uno a su casa real en rapel y yo a mi casa en talagante, pero llegamos tarde y solo quedaban buses hasta las 8 de la noche cuando eran las 3, hicimos hora ahi, abrazados, hablando, dándonos besos, demostrando homosexualidá al mundo, demostrando que éramos más que amigos de la red, feliz, feliz estaba y no esperaba nada más. Al final del día me pasa su chaqueta porque estaba muerto de frío y me dice que nos veríamos muy pronto, me da un largo beso y lo veo subir al bus, me voy, me subo al bus y sonrío, trato de verlo por la ventana pero no logre dar con su cara… Continuara
18 notes · View notes
thelastdada · 6 years
Text
A kiss to send us off - Capítulo Final
Capítulo Anterior
...
Tumblr media
Capítulo Final: "No more words."
Seunghyun y Seungri mantenían sus manos en sus respectivas rodillas, mantenían la cabeza baja y esperaban con ansia por lo que fuera a decir la mujer frente a los dos. Esta no paraba de mirarlos desde que el menor entro a la habitación, gritando y cayendo de borracho. Había mirado a Seunghyun totalmente angustiado, a su hijo disculparse mil veces, y, sobre todo, había podido apreciar lo que necesitaba para comprender la importancia de esa relación, la que tenía como objetivo cuestionar.
El mayor le había pedido unos minutos, ella asintió y espero atenta, Seungri fue llevado a la zona de la habitación, dónde por lo que pudo escuchar, el alto lo ayudo a ducharse y a despertar. Se levantó y removió las cortinas en la zona opuesta a la habitación, miro un poco de la vista que la suite tenía, y de la misma forma, les dio más privacidad.
Ambos salieron de vuelta, la miraron de pie a lo lejos y se quedaron en el pequeño salón. Seungri se sentó en el sofá y su madre lo miro de reojo secarse su cabello, parecía despierto y aun perdido. Sin embargo, Seunghyun le entregó una taza de café y lo hizo beberlo a la vez que él sacudía su cabello con la pequeña toalla. La mujer sonrió y termino con el té de su propia taza.
—Me encantaría otra taza —musito al acercarse a la zona donde estaban, el alto reaccionó y dejo de un salto a Seungri.
Seungri se deshizo de la toalla y miro a su madre, luego llevo su mirada al castaño que se sentaba a su lado, lo miro serio y tomo la misma pose que él. Esperando. Ella sonrió ligeramente a la vez que daba otro trago a su bebida —Perdón, no sabía que vendrías... y bueno, tampoco esperaba llegar así —se disculpó de cierta forma.
—Creo que la disculpa no me la debes a mí, Seunghyun pareció más aturdido por tu llegada —Seungri juntó sus labios y bajó la mirada. Su madre terminó con su té y dejo la taza sobre la mesita, se levantó tranquila y enfrentó a Seunghyun, quien se había levantado al instante— agradezco la atención Seung, y mejor los dejo solos.
El alto la acompaño hasta la salida y dejó allí a Seungri, quien dio un trago largo a su café y se sintió morir. Subió sus piernas al sofá y las envolvió con sus brazos, cerró los ojos y sintió como poco a poco se le bajaban los efectos del alcohol. Sintió un peso en el sofá y se giro cuando Seunghyun apareció —Perdón, no me medí.
—¿Paso algo malo?
Más allá que algún reclamo, Seunghyun estaba preocupado —Puede que nuestra relación sea noticia mañana —su pareja espero por la continuación— Jiyong terminó por hundirse más, quiso forzarme y dijo que iba a arrepentirme de mi decisión. No es que me haya inti...
La mano de Seunghyun lo tomo con algo de sorpresa —¿Él te hizo algo?
Miro el agarre en su mano y luego lo miro a él —Me beso a la fuerza, pero lo aleje al instante, te juro que... —quiso continuar, pero noto como el mayor estaba perdido, como si estuviera furioso— no pasó nada más, hyung.
—Lo sé, lo sé, no me molesta eso, sino que te haya tocado o lastimado. Y no me importa si estamos mañana en las noticias, si estábamos esperando era por tu familia y la mía, no por otra cosa —asintió y se acercó a él para dejarse envolver por sus brazos— mientras nosotros estemos bien, no importa lo demás, ya veremos cómo arreglarlo.
Seungri pegó su cabeza en su pecho y cerró los ojos —Lo que me preocupa es mi padre, estará muy decepcionado de mí. Y yo me siento muy inútil, porque no pude controlar la situación.
—Hiciste lo que pudiste, no te tortures más, no puedes controlar a un hombre obsesionado contigo. Tranquilo, no hay más que hacer por ahora.
Siendo lo último dicho en esa noche, ambos fueron a la cama y enroscaron sus piernas a la vez que Seungri se acurrucaba en su pecho. La noche los abrazo y el frio no se sintió estando así de cerca, Seunghyun escuchó los ligeros ronquidos del menor y entonces lo abrazo más, se recargó en la almohada y suspiro.
Era imposible saberlo, o recordarlo, pero si Seunghyun estaba recibiendo el pago de una buena acción, esperaba que el efecto durara para siempre. Incluso pensó que sería la mejor persona del mundo desde ese momento en adelante, todo para poder mantener a ese ser en sus brazos y en su vida.
Era el sol, era la luna e incluso todas las estrellas.
Seungri era su todo, y todavía un poco más.
A la mañana siguiente, mientras el desayuno era entregado, Seunghyun refrescaba a cada minuto las páginas de noticias, esperando por un inevitable encabezado amarillista. Ya se veía siendo criticado por la diferencia de edad, por el asunto de sus empresas fusionándose, por la vida de Seungri... imaginaba hasta lo imposible.
Sirvió café y prefirió seguir viendo sus búsquedas de apartamentos, se enfoco tanto en uno que se olvido de refrescar las páginas. Miro las fotos y sonrió emocionado, le encantaba el lugar, y a pesar de estar algo lejos de la ciudad, adoraba ese mismo aspecto. Los dos habían hablado antes de lo mucho que les gustaría vivir una temporada fuera de la ciudad, cuando estuviesen jubilados y viejos.
Lo miro salir envuelto en una cobija negra y le sonrió a la vez que le hacía lugar —¿Qué están diciendo? —preguntó asumiendo que leía noticias.
Seunghyun reacciono —Oh, no he revisado —tomo la tablet y reviso rápidamente— no hay nada —le mostro cuando el otro se fue acomodando a su lado.
Seungri se sintió tranquilo y le extendió otra parte de la cobija, envolviéndolo por el frio de la mañana —Me hubieras despertado —se sirvió algo de café y miro hacia la laptop que el otro mantenía en sus piernas— ¿qué miras?
El alto se recargó un poco en él y regreso hasta la primera foto —¿Qué te parece? —fue pasando foto por foto.
—Me encanta —tomo la laptop y reviso el resto de detalles enlistados. El mayor lo miro entusiasmado, lo que le provoco sonreír— pero, es como una casa pequeña, ¿no?
Asintió —Es como un complejo, hay unas cincuenta en esa zona.
—¿Deberíamos pedir una cita?
—Los llamaré más tarde entonces.
El desayuno se prolongó entre algo de ansiedad de Seungri, y mimos y distracciones de Seunghyun, quien le pidió que se quedaran ese fin de semana en la habitación. El menor estuvo de acuerdo, al final él sabía que, si Jiyong continuaba con ese arrebato de niño pequeño, la noticia debía caer ese mismo día, de hecho, sentía que ya era tarde y que no sucedería. Su ex prometido estaba celoso, y se había sentido desplazado, lo que él odiaba, por ende, el coraje había sido intenso. Sin embargo, era una persona con cabeza fría para las decisiones importantes. Esa noche debió haber pensado que haría de todo para destrozar a Seungri, pero en la mañana se debió haber dado cuenta de que tenía mucho más que perder. Y si no lo pensaba así, Seungri entonces sentiría que la persona con la que compartió esos años, ya no existía.
En algún momento de la tarde, ambos terminaron de ducharse y fueron a ver una película mientras se envolvían en cobijas por el frío del invierno. La película no llegó ni a la mitad cuando Seungri termino dormido y acurrucado en el pecho del mayor, bajo el volumen y puso música tranquila de fondo, se estiro un poco y tomo su teléfono. Reviso sus mensajes y noto que Daesung le avisaba que saldría durante navidad, pero que regresaba para año nuevo, le respondió que él aun no tenía planes y que le llamaría al siguiente día para que hablaran sobre lo que paso con los padres de Seungri. Entró a la conversación con su hermana e hizo un trato con ella, no tenían los grandes planes para navidad, sin embargo, Seunghyun al menos quería llevarlo a un sitio especial.
El día lunes llegó más rápido de lo que imaginaban, Seungri llegó a su oficina y pidió que su agenda fuese lo más breve posible, ya que esa tarde saldría de la ciudad. Su asistente le informó que su padre le había pedido parte de su agenda para que se reunieran en el almuerzo, dónde el señor Kwon sería un invitado. Sintió escalofríos, pero termino por aceptar y concluir con otros pendientes en lo que llegaba esa hora. Pensó más de una vez sobre a dónde podía ir ese almuerzo, si era que los tratos hechos con palabras serían rotos y si todas esas negociaciones se habían ido a la basura. Todo por un berrinche. Todo porque Seungri se había enamorado de alguien más.
No había más opciones en su mente.
Llamó a Seunghyun y le dijo que lo vería esa tarde sin falta, le contó brevemente sobre lo de la reunión y sobre lo que temía, y el mayor no hizo más que tranquilizarlo y darle ánimo. Subió a su auto y condujo hasta el sitio indicado, era un restaurante en una de las zonas caras de Seúl, por lo que quizá sintió más de una mirada sobre si al bajar de su convertible. Dio el nombre de su padre y fue escoltado hacia una sala privada al fondo del lugar, ajusto su saco y relamió sus labios cuando pudo ver a los hombres en la mesa.
Reverenció de forma educada y noto que había cuatro asientos, pero solo dos ocupados.
—¿Llegaste sin problemas? —asintió al sentarse junto a su padre.
El señor Kwon hizo un par de señas, indicando que podían servirles la comida —¿No esperaremos a Jiyong? —musito su padre.
—No, me temo que tengo que disculparme en su nombre —Seungri no lo miro fijamente, entonces se enfocó en su copa de agua— y no solo por esta falta de respeto, porque tengo entendido ha cometido otro error con Seunghyun —levanto la mirada y espero a que el hombre continuara— hace un par de noches, mi hijo llegó borracho a pedirme que terminara con todo esto, alegó razones absurdas e injustificadas en contra de tu hijo.
—¿Ha pasado algo entre ustedes? —musito su padre mirándolo inquisitivamente.
Seungri entreabrió los labios buscando hablar, pero el otro hombre lo detuvo —Lo que haya o no pasado, no tiene porque inmiscuir en nuestra negociación. Él esta reacio a disculparse, y no pienso forzarlo, pero si lo excluiré de esta reunión y las que sigan.
Su padre lucía tenso y algo molesto con lo que escuchaba, y Seungri se sentía fuera de lugar —Si me permiten hablar, creo que no debieron incluirnos en esto desde el inicio. Él no tiene mucho en Corea, y yo tampoco estando a cargo de nuestro grupo, por ende, será mejor que nos den más tiempo. Van a ser casi dos años desde que el compromiso se rompió, y el tiempo pareció pausarse mientras estuvimos en diferentes zonas horarias, a mi no me quedo más que continuar haciendo mi vida aquí, pero él ha regresado y tiene que reiniciar en esta ciudad, dónde el último recuerdo que tuvo fue conmigo.
—Tienes razón, nos equivocamos al apresurarlos con esta decisión.
El señor Kwon asintió estando de acuerdo —Entonces lo mejor será que los deje solos —musito mientras dejaba su servilleta en la mesa.
Reverenció ante ambos y salió cerrando la puerta tras de sí, sin embargo, esta se abrió casi enseguida, dejando que el señor Kwon saliera —Seunghyun, dame un segundo —se detuvo al escucharlo.
—¿Sí?
—No se si tu padre lo sepa o no, pero Jiyong anoche me dijo sobre tu relación con Choi Seunghyun —Seungri endureció su expresión y el hombre leyó eso— supongo que podrás imaginarte lo que Ji me pidió, y porque me negué. No quiero excusarlo contigo, pero solo espero que no guardes rencor por sus actos, se que se ha equivocado contigo más que con cualquiera. Y me da incluso pena ser capaz de dirigirte la palabra, pero quiero que los dos sean capaces de seguir sus vidas, se que tu lo estas haciendo ya, y me siento tranquilo por eso. Sin embargo, a él le está costando más de lo que imaginábamos...
Seungri asintió y lo miro con más comprensión —Lo comprendo, y tal como antes, entre nosotros no hay rencores. Y no lo sé, quizá en unos años podamos incluso ser buenos compañeros, resuelvan lo que resuelvan allí dentro, nosotros seguiremos encontrándonos lo queramos o no. Entonces no te preocupes, sería egoísta de mi parte odiarlo luego de todo lo que compartimos, simplemente, por ahora será mejor mantener la mayor distancia.
—Muchas gracias Seunghyun, siempre he admirado tu capacidad de solucionar problemas —reverenció de forma humilde y termino por salir del restaurante por fin.
Al subir a su auto tomo su teléfono y llamo a Soojoo directamente —¿Sí?
—¿Qué haces?
—Estamos comprando regalos para mis padres y paseando por Itaewon, ¿quieres unirte?
—No, solo quería pedirte un favor. ¿De casualidad has visto a Jiyong después de la fiesta? —escuchó una negación— ¿Podrías ir a verlo algún día que tengas libre? Solo asegúrate de que no esté bebiéndose medio Gangnam...
—Oh, oh, ¿Qué paso?
Suspiro y se estacionó sobre una calle —Se comportó como un idiota, y debe estar sintiendo el peso de las cosas que dijo y pensó. Además, hoy teníamos una reunión y su padre lo ha relegado de la negociación, así que preferí excluirme también.
—Tenía la sospecha, no lo vi tranquilo en ningún momento de la fiesta. Él sigue muy afectado por tu nueva relación...
—Lo sé, hable de eso con su padre también. Pero no puedo hacer mucho Soo, mi relación con Seunghyun ya piso otro nivel, nos iremos a vivir juntos apenas inicie el año, y bueno, yo no descarto ni un poco que vayamos a casarnos pronto.
Su amiga jadeo —¿Casarse?
Soltó una risita y salió de su auto —Seunghyun no es tan joven, ¿sabes? Además, él fue quien estuvo buscando departamentos para dar ese paso.
—Y tú estuviste de acuerdo.
Esbozo una sonrisa y entró a la tienda de pasteles y postres —Noona, yo elegí que fuera una casa —su amiga se rio al otro lado de la línea—. Es simplemente que, cuando estoy con él, no solo siento ese revoloteo de adolescente, también siento que no podría vivir sin él. Se que es lo más cursi que un enamorado puede decir, pero así lo siento, y además yo quiero seguir a su lado... hasta que la muerte nos separe y así.
Soojoo suspiro y soltó una risita —De verdad lo amas.
—Tanto que a veces me da miedo no ser capaz de demostrárselo.
Con una promesa para verse en unos días, Seungri colgó el teléfono y compró pasteles, helado y más postres, esa noche era navidad y él y Seunghyun iban a encerrarse en una cabaña fuera de la ciudad. A su cargo solo estaban los postres y esperar, ya que Seunghyun iba a recogerlo y llevarlo al sitio final.
Pidió un café y dejó las bolsas sobre la mesa, miro por el ventanal y sonrió al ver como comenzaba a nevar, le parecía un día bonito. Levanto un momento la vista y notó que todo se estaba llenando de parejas o grupos de amigos, quedando el solo ocupando una mesa para dos, en un punto bastante bonito de la pastelería y cafetería. Miro la hora y un auto deteniéndose enfrente lo hizo reaccionar, las luces se apagaron y Seunghyun bajo del auto, aun sin verlo.
Entonces una sonrisa más grande se formó en su rostro.
El alto entro al local y busco por él, Seunghyun recibió más que solo la mirada de su enamorado, y eso hizo sentir mejor a Seungri. Encontró sus ojos y un par de hoyuelos se formaron en el mayor, provocando quizá envidia en más de un comensal del lugar. Tomo las bolsas y se puso de pie, Seunghyun camino hasta él y busco ayudarle, Seungri se puso de puntillas y dejo un beso rápido en su mejilla, provocándole el sonrojo más tierno del mundo.
—Vamos, el helado se derrite.
Y en poco más de una hora, Seunghyun le mostró la bella cabaña de su hermana, dónde pasarían esa noche y el resto del día siguiente. Al llegar corrió a meter el helado en la nevera y noto que ya había cosas preparadas en la mesa —¿Sobrevivió? —asintió cuando lo vio acercarse.
—Es bastante linda —murmuro, refiriéndose a la cabaña.
Seunghyun abrió la nevera y comenzó a sacar las cosas para la cena —En realidad era para mí, pero noona la adoraba más que yo.
Pusieron la mesa entre anécdotas que Seunghyun le contaba, sobre las muchas veces que visitaban ese lugar cuando eran niños. Seungri tenía la tarea de poner la mesa, sin embargo, cuando se asomo al comedor, noto que la mesa era muy grande, y quizá demasiado solo para ellos dos. Regresó con el mayor y le dijo que sería más cómodo si cenaban en la mesa pequeña de la misma cocina, una que parecía un desayunador, Seunghyun sonrió y asintió.
Con unas velas que Seungri retiro del comedor enorme, ilumino la mesa y fue acomodando todo lo que Seunghyun terminaba de servir. Todo lucía delicioso. Por fin se sentaron y sirvieron ese vino que el mayor le contó que llevaba mucho tiempo guardando, brindaron con una sonrisa imborrable y cenaron aun entre historias sobre la cabaña —Ustedes eran muy pequeños, y fueron tan maduros con la situación.
Cuando Seunghyun y su hermana eran niños, sus padres discutían todo el tiempo y habían llegado a la conclusión de que separarse era lo mejor. Provocando que sus hijos tuvieran que verlos por separado, y por supuesto, no se salvaron de traumantes terapias con varios psicólogos, cuando ellos realmente no sufrieron demasiado con eso —Para personas con nuestro tipo de vida no es realmente raro conocer lo que son los divorcios, ¿no lo crees?
Seungri estuvo de acuerdo —Creo que de 5 amigos que tenía de niño, solo yo tenía padres aun casados.
—Allí te das cuenta de que en realidad no deja un trauma.
—¿Pero no te causa algo de aversión al matrimonio? —preguntó sinceramente curioso.
Seunghyun dio un trago a su copa y negó —En mucha gente sí, como en mi hermana. Pero a mi me causo algo diferente... yo no quisiera terminar así, quiero casarme y hacer todo lo que este en mis manos para hacerlo funcionar. Mis padres se casaron por cuestiones financieras, y en su ambición no les importo sacrificar su vida romántica, yo por otro lado... bueno, tu me conoces —asintió mirándolo ser tan sincero con sus palabras.
El mayor vivía por el romance.
—Lo sé, todos estos meses he llegado a conocerte mejor.
Seunghyun levantó una ceja y se recargo en la mesa, mirándolo con toda la atención posible —Y aun sigues aquí.
—Y seguiré, hasta que te canses de mi —se levantó y le planto un beso antes de caminar hasta la nevera.
Tomo la caja mediana y saco un pastel rojo con decoraciones navideñas, era de chocolate y red velvet, lo llevó hasta la mesa y le entregó un tenedor —Me dijeron que era el más popular.
Lo probaron al mismo tiempo y estuvieron totalmente de acuerdo con la razón de su popularidad, terminaron casi la mitad y optaron por irse a recostar un rato en la sala, Seunghyun encendió la pantalla y dejo algún programa de fondo, terminaron con la primera botella de vino y se levanto por una más. Seungri aprovechó ese momento y fue por el regalo que le había conseguido un día antes, lo dejo en su lugar y espero paciente.
El alto sonrió en cuanto lo vio —El tuyo esta debajo del árbol —corrió y lo abrió como un niño, era lo que imaginaba, un suéter Gucci que llevaba tiempo deseando— creo que hay algo más allí —levantó la vista y sacudió la caja.
Era un collar con un dije brillante.
Seunghyun desabotonó la parte de arriba de su camisa y le mostró un dije idéntico, Seungri se mantuvo serio al mirar el brillo que contrastaba con su piel más oscura. Se mantuvo muy serio. El brillo lo tenía ido, y su corazón se estaba achicando poco a poco. Ni siquiera estaba siendo consciente de que respiraba. La mirada del mayor cambio y una mano se acercó a tomar la suya.
—¿Fue demasiado? —preguntó preocupado— no quiero que pienses que quiero atarte o que estoy siendo posesivo, es solo que siempre quise algo así... quiero decir, como ropa de pareja, pero no tan cursi, sino más sutil, ¿me estoy explicando?
El menor tomo su collar y se lo coloco con cuidado —Me encanta, es más sutil que un anillo.
—No quiero apresurar esto —asintió— pero quiero que me recuerdes dónde sea que estés, y quiero acordarme de ti donde quiera que esté.
Se acercó y le dio un beso lento y tierno —Ahora abre tu regalo.
La caja pesaba, eran dos botellas de vino de una cosecha casi imposible de conseguir, algo que le había hecho ir por cielo mar y tierra para conseguirlas —Gracias —respondió sonriente y dejándole otro beso en agradecimiento— no voy a querer abrirlas nunca, debieron costarte una fortuna.
—Puedes agradecerme de otra forma —musito coquetamente conforme dejaba de nuevo las cajas en la mesita.
Seunghyun se acercó a él y lo sostuvo de la barbilla —Justamente de eso quería hablarte, esta noche quiero que hagas lo que quieras conmigo —Seungri frunció el ceño sin entender del todo— no me mires así, se que disfrutamos mucho, pero quiero que dejes esas fantasías salir. No quiero que hagamos el amor, quiero que me utilices —levantó las cejas ahora sorprendido— necesito que dejes de pensarlo tanto y que saques tu lado pervertido de una vez por todas.
—Entiendo —se puso de pie y extendió su mano, Seunghyun lo tomo y se puso de pie también, fue guiado hasta la habitación del mayor, la que ahora parecía más de invitados. Seungri sonrió para si mismo cuando vio la cama— recuéstate.
—¿Necesito una safe word?
Seungri se rio —No vas a querer detenerme —le quito el saco y fue desabrochando su camisa de seda, la dejo abierta y bajo hasta sus pantalones, solo dejándolo en bóxer y camisa— recuéstate y no te muevas.
Obedeció y se quedo mirando al techo por unos minutos, pensó en las veces que huyó a esa habitación años antes, fuera por las peleas de sus padres, por los desamores de su vida o por los momentos en que ni siquiera él mismo se quería. En su mayoría, todo eran recuerdos malos, y una parte estaba tranquila porque nunca había dejado que ninguna ex pareja pisara ese sitio. Sin embargo, allí estaba, rompiendo su regla y sintiéndose como adolescente otra vez. Estaba semi desnudo y esperando por su amante, se rio un poco al darse cuenta de que jamás había imaginado esa escena en esa cabaña.
La vida era sumamente inesperada.
Y más inesperado fue ver llegar a Seungri con varios listones brillantes y decorativos —¿Eso no estaba en el...?
—Shh, mañana los pondré de vuelta —el menor se montó sobre la cama y deshizo su corbata azul— ahora, para que dejes de cuestionarte todo —lo sentó y coloco la corbata sobre sus ojos.
—No puedo ver.
Seungri soltó una risita involuntaria —De eso se trata —hizo el nudo y se aseguro de que el mayor no viera nada.
Tomo su mano derecha y amarró uno de los listones dorados a su muñeca, no apretando, simplemente manteniéndolo allí, tomo la otra mano e hizo lo mismo con otro listón —¿Será que no podre hablar tampoco?
Jalo la mano derecha y sonrió cuando el listón incluso sobraba, lo ato a la orilla de la cabecera y se dio la vuelta para hacer lo mismo con la izquierda. Relamió sus labios y sintió su vientre bajo arder, la imagen era demasiado sensual. —Si no tuviera miedo de las filtraciones y los hackers, juro que tomaría trecientas fotografías de esto.
—Te entiendo, esa vez que estabas debajo de mi escritorio yo quería hacer lo mismo —ambos se rieron y Seungri tomo lo que había dejado fuera de la habitación, lo dejo sobre el escritorio cercano y se subió a la cama otra vez.
Seunghyun jadeo cuando sintió sus labios sobre su cuello, el no ver aun le causaba conflicto, y el tener las manos atadas lo hacia sentir distinto. Quería pensar en eso, pero el menor no le daba descanso, sus labios delgados y húmedos paseaban por sus clavículas, hundiéndose y lamiendo su piel caliente. Sintió el primer jalón debido a los listones, Seungri había pegado su entrepierna con la suya, y sus manos instintivamente buscaron bajar. Escuchó una risita y bufo estirando su cabeza hacia atrás. Seungri lo tenía totalmente indefenso. Un par de movimientos sobre su erección le hicieron casi hablar, lo que el menor pareció comprender, ya que sus labios por fin se enfrentaron a los suyos. Seunghyun fue besado como nunca, fue ablandado y controlado durante ese par de minutos que parecieron ser un segundo.
El menor se despegó con un jadeo y el peso en la cama disminuyó, corrió a tomar el bote del escritorio y regreso a la cama —Ok, no vayas a asustarte.
—La advertencia me asus... ¡Ah! ¡Está frio!
Seungri se agachó y lamio el helado sobre su clavícula, un gemido mudo le hizo saber que no se había equivocado, tomo otra cucharada e hizo lo mismo en la clavícula derecha. Seunghyun quiso moverse y el listón se tensó, eso lo hizo sonreír. Tomo otro poco y lo hizo caer por su barbilla, provocando que su cuello se estirara y el helado se derritiera sobre el mismo. Su piel estaba tan caliente que el helado no duraba mucho estando quieto, eso prendió un poco más a Seungri. Paso su lengua lentamente conforme comía el helado de su cuello, y el gruñido de Seunghyun resultó hacerlo perder un poco el control. Dejo su cuello y mordió su labio inferior conforme lo besaba arduamente, siendo recibido de la mejor forma posible.
—Té verde —musito cuando sus labios se separaron un segundo.
Seungri alcanzó el bote y tomo una cucharada, la puso sobre los labios de Seunghyun y espero a que se enfriaran, entonces dejo que comiera del helado —¿Tu fantasía es engordarme o algo así?
—No tener el control te vuelve muy hablador.
—Lo siento, lo siento, voy a callarme ya —la cuchara fría regreso a sus labios y las palabras se terminaron.
Se inclino un poco y rozo sus labios, estaban como los quería.
Se bajó de la cama y se despojó de lo que le quedaba de ropa, subió una vez más y sintió el cuerpo de Seunghyun estremecerse cuando su erección rozo sus costillas. Se acomodo con cuidado y acercó su miembro a los labios del mayor, quien no tardo ni un segundo en entender. Y mucho menos fue gentil. Seungri soltó un gemido sonoro y se sostuvo en la cabecera cuando su miembro comenzó a ser devorado. Seunghyun aun en una situación así tenía que mostrar algo de dominación, adoraba eso de él. La felación tomo un ritmo más tortuoso, el frío de sus labios daba una sensación contraria a la de su lengua juguetona. Dios, ni siquiera era consciente de sus jadeos y gemidos, la sensación era de lo más placentera y su cuerpo le daba señales de que eso estaba por terminarse. Alcanzo a tener control y gimió al salir de su boca de un movimiento.
Retomo un poco de su aliento y tomo el bote de helado una vez más, dejo una cucharada caer sobre su pecho y lo escuchó suspirar. Paseó el helado hasta su pezón y entonces dejo que la cuchara de metal le diera escalofríos. El frío aun lo hacía estremecerse, y el helado por suerte aún no estaba derritiéndose demasiado. Armo un camino de helado verde por sus pezones y bajando poco a poco, sus labios lo comían y se enfriaban más y más. Los listones se tensaron un poco y su abdomen se contrajo cuando Seungri dejo que el helado se deslizara hasta más debajo de su abdomen. Mantuvo la cuchara en sus labios y los enfrió lo suficiente, acaricio su cadera con parsimonia y entonces se acercó de lleno.
La cabecera hizo un ruido con el tirón de los listones y Seungri comenzó a chuparlo de la misma forma tortuosa con la que el mayor lo hizo. El sabor a té verde se sentía muy presente, pero la sensación de lo caliente de su miembro con el frío del helado era algo muy inexplicable. Seungri había visto aquello en alguna película, y la idea no había desaparecido de su mente nunca, sin embargo, nunca había tenido la confianza con alguien como para intentarlo. Y el cuerpo temblando de Seunghyun lo hacía sentir emocionado, el mayor estaba tan excitado como él, además de que ya sabía lo pervertido que podía ser...
Su cuerpo se arqueo por última vez y la cabecera hizo otro sonido fuerte cuando Seunghyun consiguió su orgasmo.
Regresó a su rostro y dejo un par de besos en sus mejillas, limpió su frente y sonrió al verlo reírse y recuperar su aliento. Siguió dejando besos por su rostro, en las comisuras de sus labios, en su barbilla y en su cuello. Seunghyun busco besarlo cuando lo sintió cerca, y él se dejo ser besado —Acabas de darme uno de los mejores orgasmos posibles —le susurro.
—Todavía no termino —con las piernas se hizo un espacio entre las suyas y lo beso una vez más.
Los listones en algún momento terminaron en sus propias manos y su cuerpo fue atado de formas diferentes, y por supuesto, el helado se terminó. Con quejas y dolores, ambos se levantaron y se ducharon antes de ir a dormir. Seunghyun se encargó de remover los restos de helado del cuello de Seungri y se río cuando el menor seguía quejándose porque ya quería irse a dormir. Se secaron el uno al otro y solo se metieron a la cama con ropa interior limpia. Seunghyun estiro su brazo y lo invitó a abrazarlo, no sin antes darle un beso lento, rozo su barbilla con cariño y dejo que sus labios lo rozaran como si lo quisieran para toda la vida. Y como era de esperarse, Seungri respondió aceptando a esa propuesta no dicha.
Se acurrucaron en el centro de la cama y cerraron los ojos dejándose envolver por la relajación y el silencio del bosque donde estaban. Como después lo harían el resto de sus navidades como pareja, con la diferencia de que después lo harían en su casa propia, esa pequeña residencia que al final si habían comprado. La que se volvió su hogar por el resto de sus vidas, y la que sus hijos heredaron en cierto punto.
Sí, sus hijos, los que llegaron a su vida a principios de los treintas de Seungri, cuando dijo que estaba listo y cuando Seunghyun vivía demostrándole lo bello que era tener niños. Esas dos princesas por las que los dos entregaron todo su amor y esfuerzo. Por las que luego de años, los padres de Seunghyun lo perdonaron y se unieron a su vida una vez más, aceptando finalmente que lo suyo con Seungri era como de cuento de hadas.
Porque así lo fue, su historia termino hasta que la muerte los separo.
Fin.
0 notes
creatigreblog · 6 years
Text
Tumblr media
¿QUÉ QUIERES HACER CON TU VIDA AHORA MISMO?
Interesante pregunta que llegó en el hilo de chat de una storie. Me revienta un poco esa nueva calle digital y lo importante que se ha vuelto, tal parece que la mayor parte de mi comunicación con amigos se ha limitado a responder una imagen desechable con un emoji, para dar pie a uno que otro comentario. 
Agradezco a las Riberas del Duero por albergar seres mágicos que saben sacar de lo profundo del sombrero los conejos que me disparan las filosofías, y además, que se me permita tener a uno que otro de estos seres en el círculo del estássiguiendoaesteusuario/esteusuariotesigue.
Mi mente tiene una mala manía: discrimina tajantemente todo aquello que no le interesa. Tarde o temprano, a todos nos llega un punto sin retorno, en el que te das cuenta que igual vas a envejecer, igual vas a enfermar, igual vas a morir (voy a un lugar optimista, lo juro), y el tiempo que uno ha de tomar el aire de esta tierra, debiera ser significativo, primero para uno mismo y luego para los demás.
Me explico con esto de la manía. Digamos que en el interior de mi cabeza (ya bastante poblada por cabras, mapaches, tigres y golondrinas) vive también un oso perezoso que ante la falta de interés o signo de amenaza, corta los cables y apaga los motores, pone sonrisa de éxtasis, empieza a atorar los ojos y a cabecear, hasta quedarse profundamente dormido por horas y horas, a veces días, tal vez inviernos enteros. Suena divertido, y muchas veces es conveniente, pero otras, amenaza con interrumpir mi “funcionamiento normal” (así, entre comillas) cómo ser humano.
¿Cómo hacer para detener el sopor del perezoso? De inicio, hubo que identificar su modus operandi, luego hubo que hacer cambios estructurales. Atravesar un largo y frío pantano para descubrir qué me gustaba, qué no, qué era mío y qué estaba imitando, para llegar a la pregunta del millón de dólares: ¿A qué quería realmente dedicar mi vida?
Desde niña lo supe, no recuerdo un día en el que no tuviera interés por cantar, pintar, bailar, escribir, hasta el drama se me daba. Me asustaba. Sólo era cuestión de tiempo para que los demás se dieran cuenta de la bomba que tenía entre las manos. Y sí, se dieron cuenta. Me sentí vulnerada, no estaba preparada para compartirlo con el mundo y la sobre exposición me obligó a enterrar todo aquello que era verdadero. Le negué a las flores la oportunidad de ser cultivadas. Años pasaron, años de tratar de acomodarme en zapatos que no eran los míos. Llegué lejos con el disfraz del impostor, hasta que lenta y silenciosamente el perezoso fue empezando a manifestar sus trucos. Me tomó tiempo descubrir que el perezoso no era un atacante, era un amigo.
Justo ayer tuiteaba aquello de: Si supieras que vas a morir pronto, ¿cambiarías algo de tu vida y/o manera de vivir? Creo que, en lo personal, siempre y cuando, todos los días haga lo que está en mis manos para ser auténtica conmigo, con mis actividades y con los demás, habrá sido un día que valió la pena. 
- No tomo las fotos que quisiera, pero enciendo una cámara todos los días y eso es para agradecerse. - Estoy pasando por la crisis financiera más severa de mi vida, pero estoy viviendo en la ciudad que más me habla desde cada rostro y cada esquina, en el mundo entero. - No paso frío, estoy comiendo bien, estoy durmiendo bien, estoy haciendo ejercicio. - Estoy con la persona que quiero querer y que me quiere querer. - Tengo la plena seguridad de que mis fotos, en mayor o menor medida, le dan alegría a alguien. - La familia y los amigos, cayendo y levantando, pero vivos y sanos. - Canto casi todos los días. - Quiero escribir casi todos los días. - Quiero aprender francés. - Quiero dedicarle mi vida al arte y quiero compartir (mi vida y el arte) con gente que tenga la maldibendición de tener esta curiosidad alborotada y quiero poder vivir dignamente de ello. Y a quién me traiga, y a dónde me lleve.
Quiero muchas cosas y muchas de ellas toman tiempo, pero si mañana fuera a morir, pediría despertar junto al Lobo Alfa con el sol entrando por la ventana, lavarme los dientes para sacar a pasear a los perros, prepararme un té verde con leche de almendras (esa combinación sí nos gusta), ponerle agua a las plantas, leer un poco, preparar mi lista de pendientes, editar fotos, despedir al Lobo Alfa con un beso y un te quiero, salir a caminar, observar a la gente, las calles, las ventanas, las puertas, las casas, hacer ejercicio, bañarme con agua calientita, ponerme en el cuerpo el aceite que huele a galleta, de vuelta a las fotos, tal vez una sesión, ir a un museo, ir al centro, ir a una biblioteca, comer sushi, tomar una siesta, cantar con el ukulele, recibir al Lobo Alfa con un beso y un te quiero y escuchar de su día mientras prepara de cenar, escucharlo tocar guitarra, jugar con los perros un rato, quitarme el frío al irnos a dormir abrazados (pero sólo un ratito, porque luego hace calor), para cerrar los ojos y desprenderme feliz y tranquilamente de este cuerpo.
Hoy este día es mi favorito, pero si estuviera en casa de mis papás, creo que describiría un día allá, si estuviera en mi casa de Querétaro, creo que describiría un día allá. Si estuviera de viaje, igual desdedondequiera, describiría un día allá. Creo que si fuera a morir un día, elegiría vivir el día previo, cerca o lejos, sola o acompañada, porque estoy segura que esté dónde esté, se hizo lo posible por hacer y ser lo mejor.
Volviendo al hoy por la noche, por motivo de un cumpleaños, el Lobo Alfa me ha invitado a ir allá dónde se toma vino a luz tenue y se escucha la música del jazz. Ahora mismo, lo que quiero hacer con mi vida es ponerme un vestido negro de cuello de perlas, labial rojo y stilettos de charol, para irme con todo y Lobo de la mano (¿o la pata?) a romper el viento de la noche en viaje musical.
*Notas mentales de los tigres, las golondrinas, los mapaches y las cabras: - Dicen las cabras que se debe honrar y respetar la siestecita de la tarde. - Dicen las golondrinas que todo bien, gracias, que hoy no se les ofrece nada. - Dicen los mapaches que ¡qué suerte!, no cualquiera encuentra el boleto de metro que perdió el día anterior. - Dicen los tigres que nada de lloriqueos y ventas a la obra.
Hoy fue un día bueno, que mañana sea lo que tenga que ser.
Con amor, @creatigre.
0 notes
pientrop · 7 years
Text
Diario de una ruptura.
Hace unas tres o cuatro semanas mi novia dijo que iría de viaje. Que estupendo es viajar, a quién no le encanta. Si hubiera sabido lo que este viaje traería consigo yo... tal vez te hubiera besado más fuerte la ultima vez que lo hice. más largo. no hubiera ido a esa estúpida clase porque no me importa más nada que amarte aveces. casi siempre. y está bien, acepto que me escucho un poco demasiado loca, pero debo admitir que no puedo controlarme. contigo pierdo el control, y sí, suena raro. suena a que deberíamos tener miedo las dos. no sé desde qué momento perdí la cordura, y quizá si estarás mejor sin mí. El punto es, tu viaje. Te imagino en tu asiento en el avión. Emocionada, tranquila y ansiosa a la vez. Triste y contenta. Llevas un libro, tu mochila, una carta de una ilusa enamorada. de tu ilusa, de tu enamorada. 
Quién iba a decir que este mes, un solo mes, treinta tristes días, dolerían tanto, vaya. quién iba  a imaginarlo. cuantas cosas pasan en tan pocos días amor. 
Primero, desde antes de irte, las cosas no estaban del todo bien. El hecho de que me contaste de tu viaje quizá unos pocos días antes. Tal vez no tuve tiempo de prepararme, o de que habláramos sobre ello. Sobre cómo sería estar lejos. Habría algún problema? deberíamos haber establecido algún acuerdo? llámame cada noche? no te beses con algún extraño?.. vuelve?
Luego de unos días de tu partida, las cosas estaban bien supongo. Hola, cómo te va, pues he hecho esto, aquello, la señal no es buena, no consigo conexión a internet, oye, no me olvides, qué sucede, lo siento, estaba ocupada, salí de compras, me quedé dormida, y tu qué tal?... poco a poco. día a día. noche a noche. mis ojos abiertos ante un pedazo de chatarra que tanto me desagrada, esperando el mensaje de alguien que se ha ido de vacaciones y de paso se ha llevado mi corazón consigo. tic toc linda. así son las cosas por aquí. para mi, el tiempo y la distancia se convertían en mis peores enemigos y de tercero venía mi cabeza.
Creo que me di cuenta de algo interesante a medida pasaban los días. a medida las aventuras se robaban los minutos de tu tiempo. la vida se ocupaba de agotar tus energías, o quizá aún tus sentimientos. me di cuenta de que cuando tu corazón se va de vacaciones. el vacío que queda en el pecho le sirve de micrófono al eco de tu razón. Y entra la señora razón al juego y es interesante.
¿Necesitas tú esto? ¿Está cansada o, simplemente no quiere hablar contigo?. ¿Está de vacaciones o, está de vacaciones de ti? ¿Ya no, te ama?
Qué rayos!!! mi cabeza, mi propia enemiga?!!!! no me sorprende en realidad. Por eso siempre decido elegir lo que dice mi corazón. La razón es cruel. Es fría y no tiene sentimientos. enserio me da miedo. que bueno que todos nacemos con ambas cosas: Razón y corazón. mmm que extraño. razón y corazón. no lo había pensado antes. están muy bien relacionados definitivamente. la razón. qué es la razón? 
Razón:  Capacidad de la mente humana para establecer relaciones entre ideas o conceptos y obtener conclusiones o formar juicios. ¿Conclusiones? no me sorprende.
Corazón: Órgano central de la circulación de la sangre.  El prefijo co, suele significar compañía. ¿La compañía de la razón?
Dijo entonces mi razón en la ausencia de su compañía: Dejala. Ella no quiere estar contigo. la llamas, no dice nada. no quiere hablar contigo. Le escribes, te ignora, te deja de un lado como se deja a una basura que estorba el camino, la vista, el paso. Que maldita es la razón. Maldita por existir y ser tan descarada y egoísta.
Traté de no escucharla pero el vacío en mi pecho era el eco perfecto, y tu falta de amor no hacía más que engrandecerlo. Sin un “te quiero” o “un te extraño” de tus labios, mi razón fue agarrándose de más argumentos, más conclusiones, más furia y más fuerza. Que maldita, nuevamente.
Traté de callarla, hacer otras cosas, ir a correr, salir a caminar, ir a beber, a bailar, al cine y en todas y cada una de las cosas que hice, estabas tu. al fondo de mi mente. estaba también el vacío que tu ausencia dejaba en mi pecho. y qué difícil es estar así. traté de estudiar para esos malditos exámenes finales y no pude concertarme ni diez minutos. Bendito Dios por darme las neuronas cerebrales que tengo porque de alguna u otra forma, pasé el maldito semestre maldito.
No fue fácil linda. Ni un solo día. Mis lágrimas comenzaron a brotar como gotas de lluvia en invierno. De madrugada. A media noche. De repente a veces en la tarde. Y estas semanas se convierten en años, y no las culpo. es todo mi culpa. por decidir vivir así, con el corazón sobre la cabeza, con intensidad y pasión decidiendo pensar que la “vida se vive una vez”. eso es estúpido porque duele. si se vive una vez, si se vive en el momento, entonces mi vida era muerte y mi muerte era infierno. 
Hay algo que me sorprende de mi, de todas formas. es como si dentro de mi habitase una pequeña hada de esas del mundo de las hadas de peter pan, que tienen polvo mágico y brillan en la noche. Una pequeña que se despierta de la nada cuando todo en mi vida está oscuro y caótico. cuando mi pecho está vacío mi corazón quién sabe en qué esquina de nueva jersey. Se mete en el hueco y hace un ruido irritante, tintineando al aletear y enciende su brillito y me dice emi, escribíle, amála, decile que la extrañas, enviále una canción. Emi, tu la amas. la amas y lo harás por siempre porque el amor es asíBLABLABLA. lo hice, porque siempre lo hago, porque no tengo alternativa, porque es o esta pequeña, o la maldita perra de la razón maldita. y lo hago, y te escribo y te llamo y te busco y te espero y te amo y te extraño y de pronto me doy cuenta que estoy llorando de nuevo, y que nada dio resultado y que estoy sola y tengo el frío más helado que había sentido jamás y es todo tan extraño y solitario y tu, la razón de todo esto, tu, la que más necesito en el mundo, simplemente no estás. de nuevo. y me veo al espejo. y estoy llorando, estoy triste, no estoy bien y me pregunto: ¿estará bien ella?... y hago lo primero que recuerdo haber leído en el manual de instrucciones de mi corazón cuando lo tenía: Si sientes que debes decir algo, dilo. y te pregunto: oye, qué tal todo? todo bien? y me contestas por primera vez en lo que para mi triste vida parecen años, décadas, eras: Sip, todo súper bien. Me encanta aquí. me encanta este viaje. de hecho, voy justo camino a hacer algo genial y no me queda tiempo de hablar ahorita, así que, hablamos luego?. Y me he traicionado otra vez. me he metido otra vez en una enredadera con espinas que me lastima y me corta en varios sitios con profundidad y sin esperanzas de curar un día. Ok, solo quería saber que estás bien. digo sin más remedio.
Y me decido a cerrar la boca. me decido a mirar por la ventana. me decido a tratar de dejar todo esto atrás por un momento. pero...NOPUEDOOOOO. si pudiera hacer esto, esta historia sería tan diferente, que no existiría. Te juro que desde el primer día que te vi, he venido tratando de sacarte mi cabeza y no puedo. te juro que he tratado diferentes cosas, pero no puedo. no encuentro la salida al laberinto de estar loca por ti. Seguro que la hay, pero sinceramente, no creo que había estado jamás en un laberinto así. o en algún laberinto y ya.
¿Qué habrías hecho tú si fueras yo amor? 
En un momento de tranquilidad me decido por tratar de escuchar a mi razón y usar mi corazón que aun sí no está conmigo, es de mí y pues tiene que estar en algún sitio y hablarme, por que si estoy viva es porque está bombeando sangre y si bombea sangre, está diciendo algo. me concentro y heme aquí, otra vez. te escribo para saber cómo estás, pero no porque creo que estás adolorida o me extrañas, sino, porque sinceramente me interesa tu bienestar, tu felicidad, tu paz. simplemente porque te quiero. Y te llamo, y hablamos un poco, las cosas son extrañas, es como si habláramos a través de una pared de hielo. se siente frío, difícil de entender, distante, confuso. las imágenes son borrosas y no se distinguen bien. son como solamente siluetas que un día fueron. 
terminamos de hablar y me encuentro una vez más llorando. y ya no importa por qué lloro, ya no importa si lo hago, porque simplemente, lo hago. porque te amo supongo. y entre llanto y dolor una vez más me doy cuenta de que esto no me gusta, que me lastima, que estás bien y que quizá aún mejor sin mí y que no te culpo ni te odio y que te entiendo porque la vida es así, porque me enamoré de una mariposa, y las mariposas no se atrapan nunca. se dejan libres y así vienen y se van y no vuelven jamás porque así son ellas. hermosas, solitarias, frías.
y recuerdo la última vez que me dijiste que me querías el otro día cuando hablamos por teléfono. y recuerdo el hada encender su lucecita dentro de mi pecho, recuerdo la pequeña chispa que encendió su euforia e ingenuidad y esa mínima porción de calor fue suficiente para alegrarme un instante, y la vida está conformada por ellos. por instantes. por lo cual, un instante fue suficiente para tener una buen vida, una vida hermosa y excelente. aun si fuera por un solo instante. y al recordar eso y encontrarme llorando y sufriendo ahora, digo, no. No te quiero. No te quiero. No te quiero.
Me aseguro de recuperar mis palabras, de recuperar esa chispa de calor que he emitido desde donde me encuentro hasta donde te encontrás para ver si logro atraparla antes de que haya tocado tu piel. te escribo un mensaje. Oye, no quería decir que te quiero. Y respondes de inmediato por arte de magia y me parece siempre extraño como siempre que te digo algo bueno o de mi vida te toma eras contestar, pero si es algo malo o triste o sobre mi pinche sufrimiento tu estás ahí lista para escuchar, verme sufrir y no hacer o decir nada...
Aquí viene, digo. aquí viene la chispa que acorta la llama en cuestión de segundos y rompe todo lo que se encuentre cerca o al rededor.
-¿Y entonces qué queres decir emi? .-No quiero decir nada. -No sé qué me pasa emi. .-Tampoco sé qué te pasa. solo sé que no querés hablar conmigo, que me ignorás.. -lo siento emi, no quisiera ser así. .-así cómo. -así, dejar que esto pase, alejarme, necesitar tiempo para encontrarme a mi misma. .-No es malo querer encontrarse a sí mismo. Lo entiendo. -...........ok?. .-sé que no queres hablar conmigo, lo has estado evitando, y la verdad es que no tenés que hacerlo, no me debes respuestas. es solo que vivo esperándolas, esperando algo de ti y simplemente no me gusta estar así, porque pasa el tiempo, pasan los días y no obtengo nada y me duele y hay un vacío que no se llena solo... no me escribas, si no sabes qué decirme, porque está bien. no saber qué decir está bien, decidir estar sola está bien, no querer hablar está bien. voy a estar bien.
Y lo está. La vida es así. Las cosas que suceden, son las que debían suceder. y equivocarse es lo correcto, porque es vivir. porque nunca sabemos lo que sigue y eso está bien. está bien no saber qué hacer o qué decir o cómo llevar una relación o cómo terminar una. está bien querer dejar todo atrás y salir corriendo amor, yo lo entiendo. y sabes por qué digo que lo entiendo tan bien preciosa? porque he estado ahí. yo misma. donde estás tú. de viaje. tratando de huir un poco, tratando de encontrarme. en una relación en la cual no me siento segura. una relación linda con alguien maravilloso, algo bueno, precioso, único, mágico. he estado ahí, en medio de todo lo que tal vez me haría feliz si tan solo no estuviera rota adentro. si tan solo me sintiera libre. Mi amor, he estado ahí. y por eso te entiendo, y no te culpo, y te dejaría ir mi mariposa bella, porque te amo, porque te entiendo. porque quiero que seas libre, feliz, que te tropecés por la vida pero que te levantés con una sonrisa en la cara, una sonrisa de esperanza, de voy a estar bien. que aprendás a estar sola y ser feliz así, porque es cierto, es algo que en realidad todos buscamos, algo que todos queremos, eso que tanto anhelamos.. jeje, robadita de un poema.
En resumen. Lo entiendo. y aun que quisiera estar ahí, contigo, junto a ti, en la playa, como aquel día sobre las rocas en la playa, bajo el sol caliente y junto al mar tan fresco. aunque me encantaría ser la enciclopedia en la que encontrés las respuestas a tus preguntas, y quisiera ser la música de fondo de tu película y a la vez la acompañante en la escena en la que vas en el carro con una pequeña en el asiento trasero, aun que quiero ser su madre y tu esposa, y hacerte el  amor de tantas formas hasta que seamos adictas y necesitemos tener hobbies y trabajos para dejar de hacerlo tanto. aun que quiera todo eso, debo alejarme de ti amor. porque al menos, de mi experiencia, uno no se encuentra a si mismo estando en una relación. y menos aún si ama a la persona con quien está. porque si nena. aveces siento que me amas. y si me lo preguntas ahora diría si. me has amado, e incluso lo hacés ahora, pero sé bien que aun cuando uno ama a alguien más, aún cuando le ama tanto; debe amarse a sí mismo primero. y por eso, lo entiendo.
No niego que sigo llorando, sigo dolida, sufriendo y queriendo ir donde estás, robarte un beso, dejar que nuestros labios escriban las palabras de nuestras excusas y nuestros perdones sobre nuestros cuerpos hasta que todo esté arreglado. no niego que te amo, que te extraño, que te sueño y que te necesito. no niego que me enoja, que me enloquece, me desespera y me entristece. pero sé algo ciertamente. vamos a estar bien.
Y aún si me he decidido a matar mis esperanzas, no puedo hacerlo amor. porque te amo hoy. aún lo hago. y espero que vuelvas. y me mata esperar y me rompe el alma en mil pedazos pero supongo que es como debe ser. es el rumbo natural de estas situaciones. te esperaré Yeni. lo haré porque te amo. y no prometo hacerlo por mucho, no prometo hacerlo por siempre, no prometo saber hacer nada. solo prometo que ahora, mi corazón está aquí. lo siento en mi pecho y sus latidos, son el sonido de tu nombre.
0 notes
macherenuitetoilee · 8 years
Text
Do you wanna know?
- ɴᴏᴍʙʀᴇ: Park Jimin.
- ꜰᴇᴄʜᴀ ᴅᴇ ɴᴀᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏ: 13 de octubre de 1995.
- ᴏᴄᴜᴘᴀᴄɪᴏɴ: Estudiante de artes plásticas / modelo.
- ꜱᴇxᴜᴀʟɪᴅᴀᴅ: Bisexual.
- ʟᴜɢᴀʀ ᴅᴇ ɴᴀᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏ: Busan.
- ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ: Nací un 13 de octubre; un domingo cualquiera en Busan. Según lo que mi madre me contaba aquel era un día frío, de tormenta. Tal vez sea por eso precisamente por lo que me gusta tanto ese tiempo. Ella también me dijo que ese día estuvo sola. Un parto inesperado que coincidió con todo el mundo “ocupado”. Alguna vez oí que todos nacemos y morimos solos; creo que en mi caso, a excepción de por la presencia de mi madre, fue literalmente así. Fue ella también la que me crió. Tenía padre, sí, y mucha otra familia, pero a ninguno de ellos le interesaba mi presencia o la de la mujer que me había dado a luz. No tenía queja, ella era todo lo que podría desearse en una figura materna: atenta, dulce, cariñosa, de unos valores admirables que supo transmitirme, paciente y un sinfín de adjetivos, todos positivos, por supuesto, que quedan cortos en comparación a lo que ella merecía.
Desde muy pequeño me interesé en el arte, tanto en verlo como en crearlo, y mi madre, siempre preocupada por mí, trabajó hasta prácticamente desfallecer para facilitarme todo tipo de material que ayudase a que aquel talento, que ella aseguraba yo tenía, creciese.
Por supuesto, no todo era un camino de rosas. Mi padre, quien solo me hacía caso para liberar sus frustraciones, se oponía en cierto modo a que yo dedicase la mayor parte de mi tiempo a algo como aquello y lo denominaba como "cosas de gays". Siempre me comparaba con mi hermano menor, deportista y masculino como el que más. Aquella mente cerrada, que chocaba por completo con la tolerancia y mentalidad abierta de mi madre, me irritaba. Apenas había cumplido la primera cifra doble pero sí, yo ya había sentido atracción por otros chicos, también por chicas, o de eso quería convencerme, pero mi preferencia era clara, y aquel odio que yo no comprendía hacia algo que yo consideraba tan natural y a mi arte conseguía que yo no parase de cuestionarme si realmente me estaba equivocando y las inseguridades afloraron en mi interior como si un invierno lluvioso, como aquel del año en que nací, hubiese regado los campos y la primera se vistiese de color como nunca. No había desarrollado un especial cariño por aquel hombre, ¿cómo hacerlo si apenas tenía contacto con él y jamás había recibido una muestra de amor por su parte? Pero a pesar de eso, era la persona que me había engendrado y sus palabras me afectaban. Mucho más de lo que me gustaría admitir.
Intentaba no darle importancia, pues el apoyo de mi madre era lo más importante para mí. Sin embargo creo que aquello y los posteriores sucesos moldearon mi personalidad hasta llegar a esta persona tímida e insegura que soy hoy. La vida y los golpes que da es la que proporciona forma a cada ser, pienso yo.
Mi madre enfermó de gravedad cuando yo tenía 17 años. Le dije que se pondría bien. Fue la primera y última vez que le mentí.
Entonces me quedé solo. Tenía amigos, sí, pero, a excepción de mi madre, nadie había conseguido hacerme sentir en compañía.
Mi padre se desentendió aún más de mí y me vi obligado a buscar un trabajo para poder vivir. Me levantaba a las 7 de la mañana para ir a clase y regresaba a las 3 o las 4 de la madrugada después de largas jornadas de trabajo. Debido a esta situación mis años de estudio se alargaron, no podía compaginar todo y, evidentemente, suspendía muy a mi pesar. Igualmente, ese atraso con respecto a mis compañeros me proporcionaba el tiempo para ahorrar lo suficiente como para hacerme cargo de los costos de mi educación superior. Estaba agotado en todos los sentidos, lo que me costó más de un desmayo, y apenas tenía tiempo para mi arte, en el que seguía cultivándome a cada rato libre. Compraba mi propio material y, aunque el cansancio era muy acusado, estaba feliz porque podía hacer todo lo que quería.
En el plano emocional, había intentado salir con algunas chicas. ¿Llegué a sentir algo por ellas? Lo dudo. Aquellas dudas que mi progenitor había sembrado con su desprecio, germinaron y me llevaron a obligarme a mí mismo a buscar amor en el género femenino. Aún a día de hoy me defino como bisexual, nunca he sentido verdadera atracción por una mujer, pero no puedo descartar la posibilidad de hacerlo pues la belleza (no solo exterior sino de espíritu) no conoce de sexos y no soy alguien que se cierre a lo que el destino le pueda deparar. Volviendo al tema, salí con algunas chicas a las que acabé abandonando poco tiempo después. Realmente me sentía culpable puesto que tenía la sensación de que ellas siempre sentían mucho más que yo y mi moral no me permitía continuar con algo como aquello.
Finalmente llegó alguien que de verdad me interesó. Chico, claro. No sé si llegué a enamorarme de él, no lo creo, pero la atracción que sentía hacia él no se comparaba con nada que hubiese sentido antes y desarrollé cierto aprecio hacia su persona.
Un día lo llevé a casa, fue muy agradable y fue la primera vez que estuve cerca de hacer algo más que darme besos con una persona. Estaba dispuesto y preparado para ello, realmente me gustaba así que, ¿por qué no?
Ya estábamos semidesnudos cuando escuché la puerta de entrada abrirse; sonido extraño para mí pues las visitas de mi padre o mi hermano a aquella casa eran, cuanto menos, escasas. Miré con pánico al chico que tenía ante mí y, a pesar de no ser creyente, recé todo lo que sabía. No entendía el motivo de mi miedo y al parecer mi acompañante tampoco. Mi padre no tardó en llegar al salón, el lugar en que nos encontrábamos, y juro que jamás he visto una mirada más cargada de odio e ira.
Golpeó al muchacho haciendo que cayese del sofá y él en seguida comenzó a sangrar. Yo me abalancé sobre mi padre para defenderlo y en seguida los golpes comenzaron a tenerme a mí como objetivo. La cara, los brazos, el abdomen, las piernas, la espalda… Ninguna parte de mi cuerpo se libraba. El joven con el que había estado allí hasta ese momento salió de mi casa tan rápido como pudo sin tan siquiera intentar ayudarme, por lo que supongo que si yo llegué a tenerle algún cariño, no fue recíproco. Me quedé solo ante aquella bestia cegada por la cólera que me golpeaba e insultaba sin control. Podía notar la calidez de la sangre acariciando mi rostro. No entendía nada. ¿Por qué le importaba aquello tanto si yo nunca le había interesado? Además, ¿qué tenía de malo que estuviese con un chico? Cuando al fin se cansó de golpearme y humillarme con aquella brutalidad, yo estaba tendido en el suelo; apenas podía moverme. Mi padre abandonó la casa y yo para lo único que tuve fuerzas fue para llorar.
Llamé un amigo cercano cuando me hube recompuesto un poco para pedirle que me llevase al hospital. Ni siquiera me molesté en denunciar a mi padre a pesar de la insistencia de muchos. ¿Para qué? Lo único que tenía claro es que no quería volver a aquella casa. Me fui a vivir con aquel amigo un tiempo, luego busqué un pequeño piso para mí solo y seguí trabajando mientras estudiaba hasta que finalmente me gradué y conseguí el dinero suficiente para mudarme a la capital y comenzar mis estudios universitarios. Había pasado un año desde aquel incidente.
Viví con pánico durante esa época; temía encontrarme con mi padre. Durante ese largo tiempo también estuve reflexionando sobre su injustificado odio que yo había heredado sintiéndolo hacia mí mismo. Gracias a la ayuda de aquellos que consideraba mis amigos cercanos, conseguí aceptar mi condición y en parte a mí mismo. Aunque algunas cosas calan muy hondo en el alma y es difícil alargar el brazo lo suficiente para conseguir sacarlas.
En fin, no hay mucho más que decir. Con energías renovadas me mudé a Seúl con la intención y la esperanza de comenzar de nuevo, apartado de todo aquello. No puedo decir que he tenido la peor vida del mundo, pero espero una mejor.
0 notes