#la primera: two birds on a wire by Regina Spektor
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chamoy-with-mango04 · 6 months ago
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12/05
Prometo que será la última vez que hablaré del calor, es insoportable, ya lo hemos dicho, es igual de insoportable como el malestar cultural*, vivirlo ahora me da el entendimiento de ciertas cosas, sobre como funciona la vida, algo que pensé que nunca viviría cuando era una adolescente... Recuerdo que en mi adolescencia, pude tener por tiempo limitado momentos donde no me preocupaba mucho, y la mejor etapa que tuve, dentro de la misma, fue cuando fui a la playa; En teoría el mar representa la excusa perfecta para salir un rato de la rutina, es la pausa de la vida cotidiana (al menos para nosotros que no vivimos cerca de las playas).
La última vez que visité la playa, fue hace un par de años, en este caso, esta playa era demasiado alegre, todo era vibrante, caluroso y emocionante.
Por otra parte, la playa a la que fui cuando tenía 15 años, era lo contrario... era tranquila, con colores más frios, más nostálgico, más relajado.
Practicamente estas dos playas se encuentran en polos opuestos.
Recuerdo que cuando tenía 15 años mis padres me llevaron a la playa, fue muy gracioso porque las cosas en mi casa no iba muy bien y aún así decidieron llevarnos a vacacionar por unos días.
Recuerdo que te lo conté, eras mi amiga, una de mis mejores amigas, pero diría que fuiste la primera persona con quien no había necesidad de ocultar nada, con quien podía ser yo.
Ambas teníamos un gusto por el mar, por la vida marina, por los acuarios, por lo nostálgico y lo melancólico, así que fue una de las razones por las cuales te lo conté. Al final de la conversación te dije que tomaría fotos de todo y te las mandaría.
Cuando estuve en el acuario, quería que estuvieras conmigo (tomadas de la mano), y mientras yo observaba a la vida marina, tu me contarías algún dato sobre la especie que estuvieramos mirando. Entonces cuando llegaramos al lugar donde se encuentran las medusas te pediría que me tomarás una foto.
Cerca de la salida del acuario, te mostraría el aparato que se encontraba ahí, donde al apretarle los botones se encendía las partes del dibujo del pez que estaba en la maquina, te contaría que cuando tenía tres años, mi primer recuerdo de la primera vez que fui a este acuario, fue cuando interactué con la maquina. Incluso, tengo una foto de eso.
Luego seguiriamos caminando y diríamos que quisieramos que todas estas criaturas marinas fuera liberadas, aunque al final, terminariamos comprando algo de la tienda del acuario.
Entonces, camino con mi familia, salimos del acuario a una vista del mar, le pedí a mi familia que me tomará una foto en el paisaje.
Recuerdo que en la noche fui con mi familia a ver los barcos... Juro que han sido de las mejores vibras que me han dado este lugar, habian barcos de todos los tamaños, desde los inmensamente grandes, los grandes, los medianos y los botes. Las luces brillaban como de ensueño, había una brisa refrescante... me imaginaba las mil historias que deben tener dichos barcos, desde aquellos que se encargan de las actividades agropesqueras, aquellos que llevan pasajeros, como un hotel movedizo, heh, y otros que sólo viajan con sus dueños a solas. Admito que ver las anclas grandes, me asustaban un poco, eran inmensas.
Mis padres me tomaron una foto a lado de los barcos. Recuerdo que estaba enojada, creo que era por mi cabello, pues en aquel entonces lo tenía chino... Tu me decías que era lindo.
Seguí caminando con mi familia, y nos encontramos con las tiendas de recuerdos, quería comprar algo para llevartelo, pero ya no estabas ahí "presente" para dartelo, ya no ibamos en la misma escuela.
A lado de las tiendas, vi a un señor pintando paisajes del mar sobre unos platos, usando unicamente sus dedos. Se me hacía impresionante, estaba segura que tu sería capaz de hacer lo mismo. Eras demasiado buena con el arte, así que no tenía dudas. En sus platos ya pintados, vi que el señor tenía uno donde el paisaje estaba pintado de "negro, gri y blanco", era muy parecido a la portada del album de "Hawaii ii", usualmente no pido cosas, pero con todo el corazón, les pedi a mis padres que me compraran ese plato pintado. Afortunadamente lo hicieron. Así que con este plato en mis manos, regresamos al hotel.
Al día siguiente, mi familia y yo fuimos a la playa a nadar. Me sentía muy bien, era como si fuera una estrella de mar, sumergiendome al fondo, era como si fuera un delfin, saliendo del fondo con un brinco, era como un pedazo de "algo" marino, solo flotando, y era como un pedazo de concha de mar, que salía del fondo del mar para ser alrrastrada hacía afuera por las olas. Fue muy divertido ver a la gente ser llevada por olas (claro, sólo con aquellos que si saben nadar y sabía que hacer cuando las olas eran un poco intensas).
Luego de nadar, ahí mismo en la playa comimos un pollo rostizado. Descansabamos un poco, así que una vez que el sol comenzaba a bajar, regresabamos a nadar. Las olas al ver que la gente se iba, bajaban su intensidad; de alguna manera, parecía que la motivación de las olas para seguir juguetonas se fuera apagando al ver a las personas irse. Cuando regresé al mar, esta vez me senté en la orilla... el sol ya se estaba ocultando, era una vista entre rosa y azul, el aire se sentía fuerte, la luna estaba asomandose... No sé que pasó en ese instante, pero fue como si mi yo se hubiera quedado ahí, inmortalizada en el momento. Era como si a pesar de moverme para levantarme, siguiera yo ahí sentada...
Pasado unos minutos, sentí tu mano entrelazada con la mia. Estabas sentada a lado mio, estabamos viendo el movimiento suave de las olas...
Recuerdo que tu te fuiste, no te despediste para no hacerlo tan dificil, pero no fue así... para mi fue desconcertante enterarme por otra persona que no regresarías. Pasó un año, y te quedaste en la escuela que tanto querías, yo estaba muy feliz de saber eso, pero al mismo tiempo, sabía que era el inicio del fin...
En aquel instante en el que estabamos sentadas viendo el mar, te levantaste y me dijiste que regresarías, las olas se tornaron intensas que hicieron que llegara un bote hacía ti. Subiste en este y me dijiste "regresaré a verte cuando pueda", a lo que yo respondí "quedemonos a seguir jugando" y contestaste "no puedo, de momento no tengo tiempo para eso, mi tiempo para jugar se ha acabado". Sabia que no estabas pasando por un muy buen momento. Así que entendía que se trataba de un adios, pero tuve la esperanza de que fuera temporal. Entonces, vi como te ibas entre la intensidad de las olas que estas mismas me iban alejando de la escena, y pasados unos segundos ya no estabas a la vista.
Mis padres me dijeron que me levantara para ya irnos. Me levanté, pero definitivamente me quedé atrapada en "ese" momento. Al ya irnos, un señor llegó y nos ofreció volovanes, así que le compramos y me comí uno de jamón, mientra seguía viendo el paisaje conforme me iba alejando de aquel sitio.
Creo que al "quedarme ahí" fue unicamente para esperarte, por lo que me imaginaba en una isla pequeña, en donde siempre era de noche, lo unico que mantenía con luz a la isla, era un faro. Este iluminaba el camino hacía tu regreso.
Al día siguiente y último día en la playa, ya era el momento de recoger las cosas para irnos. Así que empacamos todo de vuelta y cargamos las maletas para desocupar el cuarto del hotel. En ese día, recuerdo que comimos y fuimos a una especie de museo que estaba dentro de dos barcos de la marina (o algo así, no lo recuerdo bien). Era bastante interesante porque tan solo para llegar a dicho museo, era viajar en bus, y luego tenías que caminar para adentrarte como a una especie de valdio marino. Como si se tratara de canal de agua y a su vez de un pequeño pantano. Por lo que después de caminar por unos minutos ,podrías encontrarte con una subida para llegar a la calle y así dar con los barcos (museo) flotando en el mar.
Los barcos eran muy bonitos tanto por dentro, como por fuera. Era interactivo. Los mismos guías te iban contando la historia de esto mobiles maritimos, que en su tiempo fueron barcos navales.
Finalmente, terminamos de recorrer el museo, así que salimos y fuimos a comer algo.
Nuestras últimas horas en este viaje consistieron en pasarlas en una playa pequeña. En sí era un paisasje un poco grisaceo. Sólo habían ramas y vegetación muerta en la arena y también por alguna razón había pequeños trocos flotando en el mar.
Nos tomamos unas fotos.
Sabiendo que quedaban pocas horas, me sentía un poco triste al saber que el viaje se estaba acabando. Quería quedarme más tiempo, pero era cierto que extrañaba mi casa.
Por último, comenzamos a caminar en la arena para llegar de regreso a la central, así que en el camino al ver que había naturaleza muerta regada en la arena, como conchitas tiradas (diría yo, era toda una montaña extensa de conchitas), tomamos unos vasos de plastico y empezamos a recoger unas cuantas.
Conforme caminabamos y recolectabamos conchitas, el día iba terminandose. No sé como, pero al voltear mi mirada al paisaje, todo era de un color gris oscuro, como si hubieran apagado la luz.
Mientras contemplaba los alrededores, vi a lo lejos un faro, se veía que era uno abandonado... Nunca regresaste, no hacía mi. Te veía en tu bote llegar, pero no a mi isla, sino a otra que ya considerabas como tu hogar desde hace tiempo.
Pude sentir como esa playa (en la que estaba con mi familia) y yo teniamos algo en común, era que ambas estabamos abandonadas. Las conchas tiradas, eran los recuerdos que teniamos. Incluso al ser una playa más apagada que otras, era porque no había gente que motivará a que la tuvieran alumbrada. No hay quien la mantenga a flote. Los barcos no vienen, no hay motivos para llegar aquí.... y mucho menos para esperar en dicho sitio. Comprendí que ya no había algo porque estar ahí. Ya era la hora de irnos... Así que con todo el pesar, me fui.
No recuerdo que más sucedió, es como si al llegar la noche hubiera caido en un profundo sueño... en el que al día siguiente desperté, para dar cuenta de que todo había sido un sueño, esa mañana estaba lloviendo.
Si hubo días de playa, pero tú no exististe, sólo fuiste un tierno sueño.
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