#la bóveda que huele a sal y noche

[victormalonso]

la bóveda que huele a sal y noche | © víctor m. alonso

[Como el fuego, que en la noche ilumina la superficie del mar. Como las sombras, o las palabras, que son como sombras, o el silencio, que cae pesadamente en la conciencia, o en la misma oscuridad, o en su propia sombra, la ausencia de sintaxis, la expresión de tu mirada. Ando perdido, a la deriva de este mar que nos une; las corrientes me arrastran adonde yo te vea, donde encuentre tu olor, el humo que desprendes cuando te amo, cuando tu cabello trepida, trema, suena con esa sonoridad del amanecer, con la luz del futuro.]

[victormalonso]

la bóveda que huele a sal y noche | photo by victor m. alonso

[mientras sólo desde la bóveda de nuestras bocas \ pueda ponerse un grito en el cielo, 》Wislawa Szymborska]

Google translation:

the vault that smells of salt and night | photo by victor m. alonso

[while only from the vault of our mouths \ can get a shout out to heaven, 》Wislawa Szymborska]

[victormalonso]

la bóveda que huele a sal y noche | © víctor m. alonso

[ando perdido, a la deriva de este mar que nos une]

[victormalonso]

la bóveda que huele a sal y noche | © víctor m. alonso

Como el fuego, que en la noche ilumina la superficie del mar. Como las sombras, o las palabras, que son como sombras, o el silencio, que cae pesadamente en la conciencia, o en la misma oscuridad, o en su propia sombra, la ausencia de sintaxis, la expresión de tu mirada. Ando perdido, a la deriva de este mar que nos une; las corrientes me arrastran adonde yo te vea, donde encuentre tu olor, el humo que desprendes cuando te amo, cuando tu cabello trepida, trema, suena con esa sonoridad del amanecer, con la luz del futuro.

© víctor m. alonso

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artificios de la melancolía | © víctor m. alonso

recreo tu voz en mi memoria, los buenos tiempos, las palabras que marcaron tantos recuerdos; hay una tristeza de fondo, como la mar, grabada en el bullicio del silencio, en la bóveda que huele a sal y noche, amor y oscuridad, y la piel, que arde en el lugar más recóndito del alma: qué insólitos los artificios de la melancolía!