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LETTER
친애하는… 태연 📃 05 de Marzo, 2017. No sé por qué hago esto, pero quiero. Tampoco sé cómo empezar o terminarlo. Me siento muy confusa ahora mismo y extrañamente ya estoy llorando. Mi habitación está sola y hace mucho frío, el silencio es el único que me ha acompañado en estos días. Suena triste, ¿no? Aunque no te mentiré, es acogedora y bastante lujosa. Has tenido suerte en eso, TaeYeon, tienes todo lo que quieres. Pero, oye, no bajes la guardia ni te confíes plenamente en el dinero o la seguridad de papá, que siempre algo se presentará para arruinar tus planes; yo lo viví. Te daré unos consejos… o más que “consejos”, te revelaré lo que sucederá contigo y así puedas ser feliz… como yo no lo logré ser del todo. Comenzaré revelando mi identidad, porque al igual que yo, debes estar confundida con mis palabras ya pasmadas. Soy Kim TaeYeon, tengo veinticuatro años, en unos días cumplo veinticinco (9 de Marzo). Ahora te estarás preguntando por qué tengo tantas coincidencias contigo y es que sí, tú eres yo… o yo soy tú. El punto es que somos la misma persona. Increíble, ¿no? También me resulta irónico, yo sigo sin creer lo que estoy haciendo, pero sé que tú sí confiarás en mis palabras, porque con tus ocho años tienes mucha inocencia aún. Ttae-Ttae (sé que amas cuando te dicen así), jamás dejes que te pisoteen. La vida llega a ser muy perra y lastimosamente a nosotras nos tocó eso, o bueno, yo lo tuve que vivir. No quiero que tú lo tengas que pasar. Procura no irte de Jeonju. Llora, suplícales a nuestros padres que no lo hagas… allá a donde quieren ir es el infierno. Pero no te asustes, por favor, es lo peor que puedes hacer. Si no logras hacerlos cambiar de parecer, una vez allá no dejes que arruinen tus sueños ni la forma en como eres. No permitas que esos infelices te hagan sufrir. La única que puede hacerte subir a la cima y hacerte bajar en segundos; eres tú misma. Eres hermosa, jamás creas lo que otros digan… Lograrás tus sueños. Quizás antes que yo, porque yo sigo esperando triunfar con nuestra hermosa voz. Si lo logras antes, ¿puedes enviarme una carta como esta? Estaría tan orgullosa sabiendo que una parte de mí logró lo que anhelo desde que tengo uso de memoria. Quiero también pedirte un favor. No dejes jamás solos a los “demonios” solos. Sé que entenderás a quienes me refiero. Ellos te necesitan y sé cuánto los amas tú. HaYeon y Jiwoong también son todo para mí, pero tuve que partir a Seúl sola y no los veo hace ya seis años. Mis padres están algo enfadados conmigo por haberlo hecho, ya que ellos me extrañan. No lo hagas… no, no y no. Ellos te quieren ahí. Puedes ir a buscar tu sueño, pero no los dejes solos. Nuestros padres son muy adictos al trabajo, sé que lo sabes, pero luego empeorarán. Ellos nos dan de todo, sí, yo los amo y ellos a mí, pero quienes realmente te necesitan día con día, son nuestros hermanos. En fin, TaeYeon, espero mis palabras sirvan de algo y no pases por todo lo que yo tuve que pasar. No te mereces nada de sufrimiento, lo que en realidad mereces es triunfar y conseguir subir a los escenarios a mostrar tu voz, porque a lo largo de tu vida muchos te dirán que es única, pero pocos mueven un dedo para mostrarla al mundo. Tú lo puedes todo si así lo quieres. Las cosas llevan tiempo, pero jamás olvides lo grandiosa que eres y no odies tanto a las personas, a mí eso me ha traído solo dolores de cabeza. Pero ese tema será para otro día. Te deseo lo mejor para esa vida. Que cumplas cada una de tus metas. 𝘛𝘢𝘦𝘺𝘦𝘰𝘯
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lovely츄
윤곽
서지수 · Seo JiSoo · 11 de Febrero de 1994 (23 años)
Incheon, Corea del Sur · Coreana · Homosexual
Trainee en Ace Entertainment desde 5 de Marzo de 2011
Especialidad en baile, canto y composición
Estudiante en Empire College · Segundo año
Facultad de Artes · Departamento académico de música
Pertenece a Stigma Omega Nu y el club de música
이야기
Viviendo una vida llena de lujos, consentida en su totalidad por parte de sus padres y abuelos, fue como creció. Seo JiSoo nació el 11 de Febrero de 1994, en Incheon, Corea del Sur. Fue la primera y única hija del matrimonio Seo, al igual que única nieta en la familia. Podría decirse que Jisoo vivió una infancia muy buena la cual nunca podrá olvidar. Creció en un nivel socioeconómico alto con ambos padres coreanos, mudándose a la corta edad de 4 años a Chuncheon, Provincia de Gangwon, ya que su padre quería extender su negocio en aquel lugar.
2003
La pequeña niña de nueve años cursaba la primaria, siendo una chica destacada por sus calificaciones y personalidad brillante, siempre dispuesta a ayudar a los demás si lo necesitaban. Como hija del dueño de un importante centro comercial, nunca le faltó nada, siempre portaba lo más nuevo en el mercado y muchas cosas que la mayor parte de sus compañeros no poseían. Contaba con muchos amigos, al menos eso pensaba la inocente Seo, pero en realidad, aunque todos fuesen a penas niños, muchos ya le buscaban sólo por lo material, pues sabían que ser amigo o amiga de ella, involucraba recibir regalos lujosos de su parte. Su madre le crió con buenos valores, siempre buscando sacar lo mejor de su hija y era por eso que gustaba compartir lo que tenía con los demás. Aunque hubiese personas que en verdad le querían por su forma de ser y le advirtieran sobre la situación real en la que vivía, Jisoo ponía poca atención a aquello y normalmente, terminaba enojándose con quienes decían lo contrario a su realidad, pues pensaba que envidiaban la cantidad de amigos que tenía. Normalmente las personas que se alejaban de ella no le importaban, pero hubo alguien en específico que sí le importó, una niña mayor que ella por dos años, a quien consideró su mejor amiga por mucho tiempo y quien conoció en el vecindario donde vivían. En realidad, Jisoo parecía sentir admiración hacia ella pero, por lo que no quería perderla. Aún así, no hubo mucho que pudiese hacer, pues al poco tiempo, ella se mudó de ciudad, lo que ocasionó que perdiera por completo el contacto con ella. De haber admirado a su amiga por ser mayor, pasó a odiarla, tan sólo por el hecho de haberla abandonado de aquella manera, sin un aviso previo y por algo tan insignificante. No debía afectar tanto el con quién se juntaba como para perder una amistad tan hermosa como la que lograron mantener.
2009
Tres años habían pasado desde que comenzó a asistir a una academia de baile. Siempre había mostrado cierto interés en ello, pero sólo lo veía como un hobby, una distracción de todas las actividades que realizaba a la semana. Adoraba ir a clases, más cuando había una chica que le gustaba. Sí, Seo cayó en cuenta que no era como las demás chicas, ella no sentía atracción por los hombres, si no por las mujeres. No había razón en específico para justificarlo, simplemente era de esa forma. Quería intentar algo con ella, pero no estaba segura de si sus sentimientos serían correspondidos o no, aunque la segunda opción era la más segura.
Un día de primavera invitó a SooJung, la chica que le gustaba, a ver una película con ella. La contraria no se negó, pues habían mantenido una buena amistad hasta el momento, lo que no sabía, era que Seo confesaría lo que sentía, cosa que acabaría con su amistad y la buena imagen que siempre llevó. Al terminar la película, Jisoo acompañó a SooJung a casa, siendo unas cuantas calles antes de llegar, que hizo que detuvo el caminar de ambas para poder hablar. Pocas personas se encontraban fuera aquella noche, por lo que no tendría que preocuparse por el volumen de su voz o alguna acción que realizara. No encontraba las palabras correctas para decirlo, pero al final lo consiguió, provocando un silencio bastante incómodo entre las dos chicas. No podía ignorar la belleza de la contraria, estaba hundida en un hechizo que provocó que actuara sin siquiera pensar. Mientras SooJung comenzaba a reír creyendo que aquello se trataba de una broma, Jisoo se abría paso a depositar un dulce beso sobre los labios ajenos. Éste pronto se vio interrumpido por su amiga, quien le alejó de inmediato y dio una cachetada sin esperar más. La chica salió corriendo asustada de lo que acababa de pasar y ella le siguió, intentando disculparse para ver si podía salvar su amistad. Por supuesto que no se pudo y todo aquello no quedó sólo entre las dos, pues al día siguiente toda la escuela conocía la sexualidad de Jisoo. Todos quienes alguna vez consideró sus amigos, se alejaron y cuando intentó hablar con ellos, sólo consiguió que todo empeorara. Pensó que si en verdad la querían por su forma de ser, aquello no afectaría sus relaciones y eso fue lo que les dijo a todos pero la única cosa que consiguió fue que ellos mismos confesaran que jamás la buscaron por cómo era, sino que sólo se acercaron por el dinero de su familia. Nunca hubiera esperado aquello. Estaba molesta, decepcionada y principalmente, no tenía idea de qué hacer ahora. Por fin había caído en cuenta de lo que otros le advirtieron, que dejó ir verdaderas amistades por personas falsas. Lamentablemente, las cosas llegaron a oídos de los padres de familia y con esto, a oídos de las autoridades escolares. Se convocó a una reunión entre los padres de SooJung, los señores Seo y el director de la escuela, al igual que las dos chicas involucradas. Ahí fue donde se dio cuenta que la historia había sido distorsionada por su ex-amiga, quien esparció el rumor de que Jisoo la besó después de haber escuchado la confesión pero que no había quedado sólo en eso, sino que intentó tocar más allá de lo permitido, que había agredido sexualmente a su compañera. Por supuesto que no fue así, pero por más que intentase explicarlo, nadie le creía a excepción de sus padres. Sí, incluso cuando se habían llevado la gran sorpresa de que su única hija era homosexual, seguían apoyándola y confiando en sus palabras. La conocían y sabían que jamás haría algo así. La reunión no llevo a nada bueno para los Seo, quienes tuvieron que callar con dinero a la otra familia para que el escándalo no aumentara más y que accedieran a transferir a Jisoo de escuela. Una semana pasó para poder encontrar una nueva escuela donde pudiese estudiar, por lo que tuvo que soportar los comentarios estúpidos que realizaban sus compañeros sobre ella hasta la transferencia. La escuela no se encontraba en Chuncheon, se encontraba en Seúl, por lo que toda la familia debía mudarse, debían abandonar la vida que habrían llevado hasta el momento tan sólo por exagerar una situación que la menor en la familia provocó. A decir verdad, se sentía muy mal por todo lo que había pasado, pues sus padres tuvieron que abandonar los amigos que habían conseguido y dejar el centro comercial en manos de otra persona. Claro, aquello último en realidad fue mejor, pues en Seúl, su padre pudo abrir otro centro como el que ya tenían, duplicando las ganancias de la familia. Sin duda, toda la situación había afectado por completo la personalidad de Jisoo, quien había dejado de ser tan alegre y abierta con todo el mundo, para pasar a ser todo lo contrario. Ya no podía confiar en las personas fácilmente, y no estaba segura de si lo haría en un futuro. Por lo menos, parecía estar adaptándose bien al nuevo lugar después de algunas semanas. Para intentar superar todo, Seo pensó que sería buena idea unirse a algún club escolar. Podía conocer personas nuevas, adaptarse por completo a la escuela y distraerse en sus tiempos libres, como si fuese un refugio para ella. No tenía muchas opciones en la escuela, pero al final decidió unirse al club de música y retomar clases de baile en una academia cercana. Fue ahí, con el paso del tiempo, que se dio cuenta que aquello era lo que le gustaba hacer, comenzando a crecer en ella el sueño de ser cantante.
2011
Cada audición fallida sólo provocaba en ella más ambición por conseguir su sueño de convertirse en cantante. Si la tercera y cuarta vez no fue la que le dio el pase como muchos le habían dicho, seguro la quinta vez lo haría. De nuevo se presentaba a una audición, pero esta vez se presentaba a Ace Entertainment. Jisoo se estuvo preparado mejor que las veces anteriores, practicando sin descanso sólo para poder presentarse con una mejor actuación aquel 5 de Marzo. Sabía que Ace era una gran empresa y que todos querían entrar a ella, por lo que probablemente el porcentaje de probabilidad a entrar era muy bajo, más si a ella ya le habían rechazado en otros lugares. Lo que principalmente quería mostrar era baile, pues tenía más confianza en ello, ya que su voz aún no era muy estable. 'Say My Name' de Destiny's Child fue la canción que interpretó, con una coreografía que ella misma había creado, cantando sólo unas partes de la melodía, pues se apoyó mucho en los coros de esta. Gracias a sus expresiones y movimientos fluidos, los cuales hicieron ver la coreografía como algo muy sencillo, fue que meses después, recibió la notificación de que había sido aceptada en Ace Entertainment. La historia de Seo, con aquel historial de audiciones fallidas, provocaba que algunos pensaran que en verdad no tenía talento, que había logrado ingresar con ayuda del dinero de sus padres, cosa que era completamente falsa, nunca aceptaría un centavo por parte de sus padres para conseguir algo como aquello, pero no importaba, ella se encargaría de mostrarles lo que podía hacer . Empire CollegeEn 2015, Jisoo descubrió la existencia de Empire College, la universidad asociada a Ace Entertainmente. No tuvo que esperar mucho para decidir transferirse a ese lugar, ingresando así, a la fraternidad de Stigma Omega Nu y poco después al club de música. En realidad, la razón para ingresar a esta fraternidad era conseguir buena reputación y poder contar con otras chicas para cuando lo necesitara. Podía contribuir sin problema a sus obras caritativas y aquello le ayudaba mucho para hacer menos creíbles los rumores que rondaban a su alrededor. El error que cometió en 2009, junto algunos otros pequeños sucesos parecidos seguían formando parte de su nombre. Unos tantos de ellos eran ciertos, mientras otros eran completamente falsos, intentados por personas que envidiaban su belleza, habilidades o popularidad.
추가 데이터
- Normalmente espía a las chicas que le gustan, por cierto tiempo, para después intentar conquistarlas con palabras o cosas que les gusten. - Sigue manteniendo rencor hacia aquella amiga que conoció de pequeña y que le abandonó sin decir nada. Suele culparla por todo lo malo que pasa en su vida. - Se ha metido en varios escándalos, pero estos son poco mencionados porque puede cubrirlos con el dinero de su familia. - Lleva años intentando escribir canciones, pero normalmente todo queda como simples ideas sin terminar. - Sus amigos dicen que tiene parecido a un zorro de desierto.
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2017년 3월 9일
♡ 무한과 너를 사랑해
Casi un año había pasado desde que comenzó a salir con Kim. Casi un año de que sus días volviesen a pintarse de un vívido color como era el rojo. Estaba enamorada, de eso no había duda y aunque tuviese que cuidar un poco cualquier aspecto sobre su relación, pues sabía que en Corea, pocas personas aceptaban la homosexualidad, nunca perdía oportunidad para mostrar su afecto con pequeños detalles como regalos o gestos significativos. Sin duda, cuando se encontraba con la mayor, Jisoo cambiaba radicalmente, volvía a aquellos días de infancia, donde todo era color de rosa para ella y en los cuales, TaeYeon también estuvo presente. No importaba que en algún momento la odió, pues después de haber pasado tanto tiempo con ella, el pasado no le afectaba más. Aquella noche había pedido a TaeYeon que se encontraran. No dio explicación alguna, tan sólo pidió de favor que hiciera un poco de tiempo en sus actividades diarias, mediante mensaje de texto, para poder verse. Tal vez podía imaginarse de qué se trataba pero de igual manera, quería intentar sorprenderlaSeo sabía que lo que pedía podía ser un poco complicado y lo que haría, arriesgado a estar demasiado expuestas, pero en ese momento no lo quería pensar, tan sólo quería acompañar a su novia en su cumpleaños. Había pedido a la mayor que se encontraran en el estacionamiento cercano a los dormitorios, pues viajarían en su auto hasta el restaurante donde celebrarían. Seo llegó un poco más temprano de la hora acordada, dirigiendose de inmediato a su auto, y abriendo la puerta trasera para comprobar que su regalo estuviese en buenas condiciones. Se trataba de una hermosa rosa rosa, envuelta en el típico papel transparente con el que lo entregaban en las florerías, sujeto del tallo con un listón del mismo color que la flor. Arregó un poco el papel alrededor de la misma y salió del auto para poder esperar a su amada y entregar aquello en cuanto la viese. Algunos minutos más tarde, la mayor apareció frente a ella, viendose tan hermosa como de costumbre. Una ligera sonrisa, que amenazaba con aumentar su tamaño, se mostró en su rostro y con un gesto de su mano, indicó que entrara en el asiento del copiloto. Quería abrir la puerta por ella, pero aún mantenía la rosa oculta tras su espalda, aún no era momento de entregarla. Una vez dentro del vehículo, mostró el pequeño detalle a su novia. De verdad esperaba que aquello le gustara y poder hacer de aquella noche, una de las mejores. — ¡Feliz cumpleaños, Taeyeon eonnie!
♡ taeyeon
𝗠𝗮𝗿𝗿𝗼𝗻: 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖻𝗂𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 / 𝗉𝗋𝗈𝗍𝖾𝖼𝖼𝗂𝗈𝗇 "I always feel safe in your arms" Noche fresca, perfecta para lucir la reciente adquisición de su armario; unos leggins negros. Mientras más los veía reflejados en el espejo de pared de su cuarto, más sencillos le parecían, pero que le encantaban, sobretodo con las botas bajas que escogió. Había estado esperando para que una ocasión ameritara usar su nuevo juego, y aunque esa noche no se trataba siquiera de una cita con Jisoo, por lo menos se vería bien para ella; eso era suficiente. De todos modos hubiese deseado tomarse más tiempo para escoger el resto de sus prendas superiores, pero el tiempo le jugó en contra cuando cayó en cuenta de que estaría saliendo ya casi diez minutos tarde. Hace ya considerables días que Jisoo no insistía tanto para verla a como lo hizo ese día; le tenía preocupada, esos llamados de atención no los hacía tan intensos si no sucedía algo tras su impaciencia. También estaba algo enfadada porque la menor no quiso decir palabra alguna, viéndose en la obligación de dejar su informe para después. Y así solo hurgó en su armario hasta dar con una fina remera larga y blanca, que a su vez cubrió con un chaleco de la misma tonalidad, tejido con un fino punto. Poco le importó dejar sobre su cama un desastre, pero no existía tiempo para ordenar, tampoco para secar su cabello. Tomó su bolso ya listo y de éste sacó las llaves, echando marcha fuera del cuarto, pero no sin antes tomar de la pequeña mesa de noche un tapabocas negro. Una vez afuera, cerró con seguro y llevó a uno de sus hombros el bolso, colgándolo de él y así fue hasta el lugar acordado. No fue mucho el trabajo que necesitó para encontrar a Jisoo en el estacionamiento esperándola. Subió a cubrir nariz y labios con el tapabocas que estaba (antes) en su mentón y usó ambas manos para cubrir sus ojos de la cegadora luz del vehículo de su pareja. Su ceño se frunció y comenzó un trote hasta llegar a su lado y por fin poder ver su rostro. Suspiró y entornó sus ojos. — Hey, espero sea importante; tuve que dejar mi informe. — añadió mientras rodeaba a su chica para así abrir por sí sola la puerta de copiloto e ingresar. Cuando tomó asiento y cerró la puerta, finalmente se sintió con la intimidad suficiente para sacar su tapabocas y respirar aire fresco. Bajó el espejo superior a ella y se echó un vistazo. No se había maquillado del todo y sentía su rostro ser un desastre. Palpó sus pómulos y remarcó con el ápice de sus dedos las comisuras inferiores de sus ojos, el desvelo por los trabajos de la universidad le tenía ya al cansancio acumulado en unas sutiles ojeras. Cuando fue interrumpida por Jisoo al ingresar al vehículo, subió el espejo y se apoyó contra el respaldo, esperando una explicación de su parte, pero se llevó algo que no necesitó palabras. Una rosa acompañada de una felicitación... ¿era su cumpleaños? — ¿A-ah? — aún perpleja, sus manos tomaron la rosa. Había estado tan ocupada últimamente que olvidó su propio cumpleaños, tampoco nadie le había felicitado más que Jisoo, por lo que de no ser por ella, quizás sus veinticinco hubiesen pasado desapercibidos. Una mezcla de emociones le hizo bajar la mirada. Se creó un nudo en su garganta y sus ojos ojos se comenzaron a cristalizar. Alzó la mirada, revelando una sonrisa en sus labios. — Muchas gracias... La verdad no esperaba nada para este día, incluso lo llegué a olvidar. — susurró, pero aún así se podía sentir su entrecortada habla. Muchos años estuvo celebrando su cumpleaños sola. Cada vez que llegaba un 9 de Marzo, un familiar menos le llamaba o tardaba más días en recordar su cumpleaños. Solo sus hermanos estaban al tanto, cosa de la cual no se quejaba en lo absoluto, pero que de todos modos le hacía sentir cada año menos importante para todos. Como si su existencia estuviese siendo borrada año con año. Pero desde que ella había aparecido en su vida, había cambiado todo. — Estoy tan agradecida. Yo... No sé que haría sin ti la verdad. — se sinceraba la rubia intentando tragarse las ganas de romper en llantos. Detestaba con toda su alma aquellas ganas de quebrantarse frente a otros que no fuese su propio reflejo. Eran contadas las veces en que TaeYeon demostraba cariño con Jisoo o cualquier otra persona, le costaba confesar lo que en realidad pensaba y sentía cuando lograba querer a alguien en serio. Siempre había sido ese su método de defensa. Sí, TaeYeon era consciente de que Seo no se lo merecía, pero no podía comprender por qué seguía aplicándolo contra ella. Pero eso sí, si de algo estaba segura, es que solo estando con Jisoo se sentía especial, querida y, sobretodo, protegida. Era ella y solo ella quien le transformaba a todas sus facetas. Quien lograba sacar lo mejor y peor de ella. Era ella quien coloreaba sus días. Solamente Jisoo; siempre Jisoo. Estaban solas, literal y metafóricamente. En esos momentos, para Taeyeon no existía nadie más que ellas dos. Le avergonzaba sentirse y pensar de ese modo, que teniéndola a su lado por fin podía sentir al mundo bajo su poder; y mejor aún, un mundo de ambas. Por los prejuicios debían esconderse, ninguna podía acabar con sus imágenes dentro de la empresa y universidad; sobretodo Kim. Pero en esos momentos solo se dejó llevar. Fue por ello que, conmovida, dejó sus miedos y costumbres en el asiento de atrás, llevando su diestra hasta la mejilla de la menor, entregando caricias a la tersa piel con su pulgar. — Te detesto. — ensanchó su sonrisa. Se sentía una boba hechizada por amor.
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2013년 3월 9일
나 취했어 클럽 옥타곤
Llegada la mayoría de edad, sientes como si el mundo estuviese a tus pies, como si nada fuese inalcanzable para ti, que nadie puede decirte qué hacer y cómo hacerlo. Eso sucedió con TaeYeon.
Desde que cumplió sus dieciocho años comenzó con los cambios radicales en ella, tal cual lo que la promesa de su padre decía. Tomó un año (exacto) de recuperación para sus operaciones de nariz y párpados; aquello definitivamente fue el mejor regalo que pudo haber recibido a lo largo de toda su vida. Ahora estaba celebrando otro más, cumpliendo ahora sus diecinueve. No recordaba haberse sentido tan segura consigo misma desde hace años. Muchos volteaban a mirarla y eso le encantaba. Que se quedaran boquiabiertos al verla pasar frente a ellos le hacía sentir el centro del universo, como si se tratase de la más deslumbrante estrella madre. Lástima por todos aquellos chicos que se le acercaban en el club, ella no estaba interesada en conocer a nadie, ni en esos momentos ni a futuro, la verdad enrollarse con alguien era lo último de sus necesidades. TaeYeon siempre fue alguien independiente en ese aspecto y es que la verdad le asqueaba tener que compartir su tiempo con alguien. Vivía solo por y para ella.
Era por eso que ese día rompía sus esquemas, dejando de lado la rutina tan laboriosa que tenía aún dentro de Ace, volviéndose (también) oídos sordos para lo que su madre le decía. Octagon era uno de los recintos más sonados esos últimos años. Desde hace ya meses que sentía unas fuertes ganas de escaparse una noche e ir a NonHyeon-ro, pero Nayeon era menor de edad y jamás se animó a ir sola, puesto que, aunque ya tenía mayoría de edad, vivía del dinero de sus padres y HakYeon siempre decía que de su cartera no saldría dinero para poner en riesgo a su hija. Su padre era muy correcto, pero Taeyeon prefería llamarlo tedioso. En su vocabulario no existía la palabra diversión, y de hecho, desde que es pequeña solo recuerda que sus historias siempre involucraban cifras. Su madre era tan distinta. Libre, hermosa y graciosa. En las constantes peleas sobre exigir libertad y dinero, ella terminaba preguntándose qué es lo que su madre pudo ver en aquel hombre, tan desaliñado y aburrido. Pero claro, comprendía rápido, pues solo fue el dinero de él lo que la atrajo.
Música a todo volumen y un juego lumínico que dañaba su vista cada vez que la llevaba al lugar donde se encontraba el DJ. Octagon estaba tan lleno como se lo dijo TaeHo (único amigo de infancia) luego de rechazar la invitación.
Cabizbaja con el bolso en su muslo, mientras que su rodilla se daba apoyo contra la pared del club, hurgaba en éste en busca de dinero para otra copa de bebida. Su mundo daba vueltas, se tambaleaba, aunque discretamente, aún no despegaba los pies de la tierra, siempre procuraba no beber a tal punto, pero sentía ganas de seguir tomando, olvidarse de sus tareas y su sueño en espera. Sus labios estaban secos, como si no hubiese bebido una gota de agua en toda una semana. Sus párpados caían, pero luchaba para mantenerse despabilada ante cualquier cosa, sus orbes estaban llorosos y ardían. Había fumado marihuana y, aunque no le gustó para nada, ahora recién, luego de dos horas sentía sus efectos. Había olvidado ya cuanto bebió desde su llegada, pero ni ella ni EunJi tenían prisa. La noche recién comenzaba, eso decía su amiga quien buscaba con quien pasar la noche, pero era exigente en cuanto a sus posibles presas. El tiempo marcaba las tres de la madrugada con doce minutos. "Solo el inicio", era ridículo que se escudara con aquello si el lugar lucía atestado de humanos, dabas dos pasos y te llevabas un golpe en el hombro, además con un olor a alcohol y cigarro que podía jurar que estaba quedando impregnado en sus prendas. No alcanzó a sacar el dinero cuando un chico llegó con un par de copas, ofreciéndole una. TaeYeon sonrió y se abstuvo a gastar de su dinero, cerrando su bolso y llevándolo hasta su hombro luego de situarse frente al recién llegado. Un chico alto de cabello castaño y bien cuidado. Se veía bien vestido y parecía tener dinero.
— Vaya ángel. — musitó la atea, procurando que el contrario pudiese leer sus labios. Una buena fachada no significaba ser un mandado de Dios. Elogió sus prendas, jugando con el cuello de su camisa y jalándolo, pero siempre devolviéndolo a una distancia prudente. Mientras lo mantenía divertido con sus coqueteos, su mirada fue hasta las bebidas cuando la luz cruzaba por el vidrio de éstas, revelando (no para su sorpresa) una extraña efervescencia surgir desde el fondo del vaso. Muchos hombres creían que las chicas pensaban igual que ellos; en sexo. Otros (como el chiste que tenía frente de sí) veían a la mujer como la ingenuidad en vida. Existían, de eso no había duda, puesto que en la vida todo era posible después de todo. No obstante, ella no entraba en ninguno de esos rangos para la desgracia de aquel infeliz, estaba borracha, el mundo le daba vueltas, pero no llegaba al grado de la inconsciencia.
— Muchas gracias, ¿quieres bailar? — con un rápido movimiento, arrebató la bebida libre de drogas y comenzó a beberla. Sobre su pregunta, como se lo imaginó, recibió una positiva, aunque terminó sobrepasándose cuando rodeó su delgada cintura con una de sus grandes manos. La sonrisa de Taeyeon se borró instantáneamente cuando sintió el más mínimo roce en su cuerpo. Izando ambas cejas a la par. Sus tacones eran lo suficientemente altos como para poder llegar hasta su oído.
— ¿Puedes adelantarte? Debo ir con mi amiga. — cuando el muchacho aceptó su invitación, se inmiscuyó entre la gente, comenzando a bailar para sumarse a la multitud. Taeyeon le observó con desdén y es que se veía tan ridículo que jamás en su vida, aún estando con casi diez copas encima se metería con alguien así. Se dio media vuelta y fue hasta EunJi, quien flirteaba con un hombre notablemente mayor. "A ella solo la consiguen con dinero", pensó Taeyeon, por lo que rió, mas no se abstuvo a llamar su atención. De manera brusca tomó su brazo y la llevó lejos de su posible compañero de ese día.
— Mi objetivo no era arruinarte tus planes, pero debemos irnos. Bebí mucho y no me puedo ir sola si nos vamos a tu casa.
"¡AHH! Taeyeon-ah, me prometiste que nos iríamos a las cinco y son... ¡Son veinte para las cuatro! ¿En serio te quieres ir?", inquirió por último su compañera.
— EunJi-yah... ¡Es cierto! Un enfermo hasta intentó darme una bebida con algo. ¡Anda, ya vamos! — insistía dando pequeños saltos frente a su amiga, gran error cuando el equilibrio no está de tu lado. Se tambaleó y terminó por afirmarse con el brazo de su amiga, pero ni ella estaba en un muy bien estado, casi terminando en el suelo de no ser por el hombre que esperaba por ella.
— Llévalo a casa yo solo llegaré a dormir. — susurró, corroborando, con la sonrisa de su amiga, su idea de que con eso le permitiría irse de una vez por todas.
No esperó respuesta ni tampoco dirigió la palabra al hombre con quien dormiría su amiga, solo los esquivó como pudo y salió del lugar luego de dejar en la barra la copa que se le regaló minutos atrás. El aire que golpeó su rostro fue una gran cura. Tomó una bocanada de aire y ambas manos fueron a arreglar su cabello y acunar su rostro. Con sus manos sobre su fisonomía, cerró sus ojos mientras caminaba por el pavimento hasta chocar contra la pared exterior del recinto. Sus oídos estaban sensibles, aún sentía las ondas de música chocar con ellos, incluso retumbaron cuando EunJi carcajeó con el hombre, pareciendo como si le hubiese gritado a todo pulmón al lado de sus oídos. Su rostro se quebrantó y alzó su mirada, cruzando sus brazos sobre su abdomen. Observó todo el lugar mientras su amiga se divertía con las caricias del hombre; le causó repugnancia. Intentó ignorarlo y nada más no dirigir la palabra para EunJi, pero por sí sola no recordó donde había quedado el vehículo para volver.
— EunJi, ¿dónde hemos dejamos el auto? — con su entrecejo quebrado, intentó escuchar sus palabras, pero justo en esos momentos a unos metros había una pelea entre dos borrachos. Parecía tentadora de ir a ver, pero solo podía pensar en la cálida cama que le esperaba en casa de su amiga. Debido a su borrachera, quedó hipnotizada entre la pelea y la nada misma, sin siquiera darse cuenta cuando su amiga ya había partido al vehículo por el callejón a la derecha. EunJi la llamó y esperó a la salida de éste. Volteó rápidamente a verle y con una mano afirmándose de la pared fue hasta su compañera. A paso lento llegó, pero su inesperada aparición asustó a EunJi, quien jaló de su brazo intentando defenderse debido a sus reflejos, haciendo desestabilizar a Taeyeon por completo. Intentó aferrarse a lo primero que tuvo cerca, pero no era nada, veía todo cerca, aún cuando estaba a metros de ella. Sus pies perdieron fuerza y le fue imposible mantenerse de pie, terminando tumbada en el suelo entre bolsas de basura. Entre alcohol en su sangre y los efectos de la droga, no pudo evitar comenzar a reír a carcajadas, aunque intentaba esconderlas bajando su mirada, escuchaba a EunJi riendo y eso le causaba aún más gracia. Quedó tres escalones abajo y como le fue posible se colocó de pie. Su amiga se había ido y TaeYeon no comprendió el motivo, creyó que fue porque no aguantaba la risa, por lo que lo dejó pasar.
Al colocarse de pie, ahora se daba ayuda con ambas manos en las murallas del callejón, bajando con sumo cuidado cada escalón. La risa no se detenía y de hecho atrás dejó a muchos otros riendo también, como también preocupados. Su rodilla sangraba, pero no le importaba, tampoco sus manos empolvadas. En esos momentos todo les parecía gracioso. De ese modo solamente siguió a EunJi hasta el vehículo, aunque ella fuera el tema de burlas durante todo el viaje a casa.
𝖾𝗑𝗉𝗎𝖾𝗌𝗍𝖺 𝖾𝗅 𝖽𝗂𝖺 𝗌𝗂𝗀𝗎𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖾𝗇 𝗅𝖺𝗌 𝗇𝗈𝗍𝗂𝖼𝗂𝖺𝗌 𝖼𝗈𝗆𝗈
𝗅𝖺 𝖼𝗁𝗂𝖼𝖺 𝖺 𝗅𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝖺𝗌 𝖾𝗌𝖼𝖺𝗅𝖾𝗋𝖺𝗌 𝗌𝖾 𝗅𝖾 𝖾𝗌𝖼𝖺𝗉𝖺𝗇
𝘀𝘂 𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝗿𝗲𝘃𝗲𝗹𝗼
𝘷𝘪𝘥𝘦𝘰 𝘵𝘰𝘮𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘵𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴
𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘯 𝘖𝘤𝘵𝘢𝘨𝘰𝘯
━━ youtu.be/FpGm_QYAB9g
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2011년 3월 5일
♡ 오디션 Practicar, practicar, practicar. Fue lo único que hizo los últimos meses antes de poder presentarse por quinta vez a una audición. No se rendiría hasta ser aceptada en algún lugar, incluso, había llegado a pensar en usar el dinero de sus padres para poder facilitar su ingreso, pero no quería hacerlo de aquella manera. Todo lo que tenía era gracias a ellos, probablemente nunca había logrado algo por su cuenta y ya era hora de mostrar lo que podía lograr por sí sola. Sabía que podía lograrlo, sólo necesitaba un poco más de tiempo, nada que la práctica no pudiese mejorar. Asistía al evento, con más confianza que las ocasiones anteriores, estaba segura que los últimos meses de trabajo habían logrado grandes avances en ella, pero aún así nada podía evitar el nerviosismo extremo que se adueñaba de su cuerpo. Sí, podía ser su quinta vez experimentando aquello, pero el simple hecho de pararse en un escenario, frente personas que juzgarían si era suficientemente buena para ingresar a Ace Entertainment, era mucha presión. La coreografía que había creado era buena, al menos así lo veía. Lo que más le preocupaba, era el canto, pues aún no podía mantener una voz estable y clara. Tan sólo esperaba que la reconocieran por el baile, después de eso, todo le importaba poco, pues ya habría tiempo para perfeccionar el canto. Esperaba ser llamada al escenario, en la sala de espera de un edificio en la zona centro de Seúl. Miles de jóvenes le rodeaban, todos esparcidos en el espacio disponible. Probablemente, muchos iban por primera vez, mientras otros tantos, como ella, asistían por otra oportunidad. Se trataba de la empresa más importante en Corea del Sur, a la que todos quienes soñaran debutar exitosamente, aspiraban. Si alguien pensaba que el mundo del entretenimiento era un juego, estaban completamente equivocados y por lo menos para ella, era mejor que abandonaran su sueño. ¿Cómo podría tomar como un juego el exponerse a cualquier riesgo siendo una figura pública? Aunque fuese algo que amara y se divirtiera haciéndolo, era una profesión tan seria como cualquier otra, incluso, más complicada de la mayoría. No perdería ningún segundo incluso estando a punto de ser llamada. Seo repasaba una y otra vez la coreografía. Ni siquiera todo el ruido que existía podría distraerla. En su mente, parecía ser la única en la sala. Horas pasaban, la sala se deshacía de algunos chicos, mientras muchos otros llegaban. Por fin había llegado su turno, apresuró su caminar para llegar rápido hasta el auditorio donde se encontraban los jueces. Al subir, Seo inclinó su torso hacia adelante, saludando a los presentes y con el micrófono que se encontraba sobre el escenario, se presentó, diciendo su nombre, edad y cualquier cosa que le preguntaran, todo hasta que comenzó a sonar la melodía que había elegido, siendo esta 'Say My Name', de Destiny's Child. . . . Jisoo seguía esperando respuesta por parte de Ace Entertainment. Todos los días regresaba de la escuela con esperanza de recibir respuesta positiva por parte de sus padres, pero nunca obtenía nada. La esperanza no terminaba, pues a diferencia de otras ocasiones, esta vez le dijeron que esperara por una llamada. Normalmente, siempre le rechazaron de inmediato. Aquel día, por fin obtuvo noticias sobre Ace. Jisoo había sido aceptada y podría comenzar su entrenamiento de inmediato. Estaba tan emocionada, cosa que expresó a sus padres, pues era ellos en quienes podía confiar y aunque sonara un poco triste, eran sus mejores amigos. Sin duda alguna, se presentaría al día siguiente en la empresa, pues aquel día ya era bastante tarde como para asistir. Eso dijeron sus padres, pues ella, incluso si hubiese sido la una de la mañana, seguramente ya hubiese puesto un pie dentro de la empresa.
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2016년 10월 29일
(bad) 기억 클럽 옥타곤
Por un mísero segundo creyó que aquella fiesta sería perfecta. Que aunque sea por unos instantes se podría divertir y liberar de todo, preocupaciones, tareas, sentimientos, el estrés que acumulaba desde semanas gracias a Ace y sus estudios. Olvidarse de sus quehaceres y todo lo que constantemente sentía o con lo que trataba día a día, ese era el objetivo con el que fue. Pero desde que supo que sería Octagon la ubicación en donde se llevaría a cabo la fiesta, sus esperanzas se rompieron en lo que tarda decir el nombre del club. Desde que llegó, solo podía recordar aquel 2013 y el vídeo viral de su caída a las afueras del establecimiento. Agradecía a los cielos (aún sin ser creyente) que jamás se hiciera notar su identidad por la baja calidad de la grabación. Pero de todos modos desató en redes sociales una búsqueda por fuerza bruta sobre el nombre de ella, pero por más que estuvo de moda en varios portales, nadie sabía de ella. Podía sonar triste para quien buscase hacer reconocido su nombre, pero en esas circunstancias, también resultaba tranquilizante. De vez en cuando sí que se ponía a pensar en qué sucedería cuando se volviese una artista pública en Ace, ¿la irían a encontrar o familiarizar con la de la grabación? Hasta el momento siquiera le habían llamado la atención; pero sabía que se trataba de TaeWoon quien intervino en ello para bajar los humos (dentro de representantes de Ace) sobre escándalo. Se arrepentía, por supuesto que lo hacía. En ese entonces era inmadura (aún más), ahora tenía un raciocinio bien impuesto y pensaba más de cinco veces las cosas antes de hacerlas. Después de todo, arrepentirse era lo único que le quedaba a alcance, puesto que tan viral fue su vídeo, que siquiera el dinero logró borrarlo por completo de las plataformas. Por desgracia, tanta influencia en los medios no tenía.
Pero de todos modos quería creer que sería posible la existencia de un momento en que pudiese relajarse y beber un poco, de eso trataba la fiesta organizada. En la actualidad, las bebidas eran un punto fundamental en la diversión de los adolescentes, lugar al que asistiese habría alcohol de por medio; así se manejaban ahora. TaeYeon lo sabía y disfrutaba beber, le gustaban varias bebidas, pero haber quedado marcada le jugaba en contra acda vez que deseaba divertirse. Siempre pensaba demasiado el qué sucedería sí hiciese algo similar y se repitiera, esta vez sin tener tanta suerte como la última vez. No quería excederse, pero hacía tanto tiempo que no bebía (quizás cinco meses) que había olvidado cuantas copas podrían ser suficientes para ella. Estando con sus amigas a veces se dejaba llevar y siquiera cuenta se daba de si bebía o no; no era la única, a todas les pasaba. Yoona y NaYeon decían que era ridículo preocuparse tanto, que aquella caída fue un golpe de mala suerte nada más y que la grabaran fue mera coincidencia; en esos momentos nadie podía ingresar a la fiesta sin invitación, estaban seguros, decían ellas. Aquello último logró calmara un poco y olvidarse de sus preocupaciones.
Era solo una buena razón la que había podido llevar a TaeYeon esa noche a la fiesta, y no era otra que el misterio que sabía se generaría entre todos los asistentes. Zeta Omega Tau decidió participar con máscaras plateadas y decoradas sutilmente. Junto a las demás no deseaban llamar la atención, porque sabían que de eso se encargaba SON. Un perfil bajo era lo más factible para tener una noche tranquila en la cual despojarse de todo estrés acumulado a lo largo de las semanas, entre estudios y entrenamientos. A veces se preguntaba si realmente ser un ídolo era más agotador que seguir como aprendiz, porque, por lo menos TaeYeon, hacía mucho no se daba un tiempo para ella realmente. Claro que esa noche tampoco lo sería, no podía bajar la guardia y beber hasta perder un poco el conocimiento, en cualquier circunstancia podía estar peligrando su (valiosa) imagen. Aún así (y lo grandioso) esa noche no era Kim TaeYeon, sino la novia de Jack Skellington, mismo que traía como muñeco en sus manos. Una camisa desgarrada en su término, cubriéndose con un fino chaleco de lana azabache. De su cuello estaba amarrada una corbata negra, la más simple que pudo encontrar. Para abajo una falda escocesa roja que hacía lucir sus piernas. También unas medias negra que terminaban sobre sus rodillas y unos zapatos escolares de cuero negro. Así personificaba al cadáver de la novia escolar de Jack.
Sentada frente al gran mesón con bocadillos y bebidas, sacaba una y otra vez dulces de la fuente, aprovechando también de guardar algunos en su bolso. Su compañera hacía lo mismo, mientras reían buscando imperfecciones en los disfraces del resto. Sí, los de ellas no eran los mejores, pero sin duda alguna habían peores. Era divertido apostar por quien era quien se escondía tras las máscaras, porque sabía que jamás saldrían de las dudas. La regla primordial era esconder su identidad por sobretodo lo que sucediera. Era por cosas así que el día de los muertos era su fecha favorita. Claro que no creía en lo más mínimo sobre la historia tras aquel día, la verdad era ajena a todos los temas religiosos o satánicos, Halloween era nada más un día de mercadotecnia más.
Se levantó de su asiento y rodeó su silla para ir hasta las copas de vino y tomar uno. Se trataba de un vino tinto de excelente cosecha, o eso puso sentir al acercarlo a sus fosas nasales. Jugueteó con la copa haciéndola balancearse entre sus dedos, pero no fue hasta dar el primer sorbo relamiendo, luego sus labios, que volvió hasta su asiento. Se dio apoyo contra el respaldo de la silla, que por cierto era bastante incómoda, y se dignó a echar miradas efusivas a todos los presentes. Su noche había iniciado llena de preocupación, quizás por miedo a que le ocurriese lo mismo que en 2013, pero en sus planes tampoco estaba ir a bailar o beber hasta terminar en el suelo; eso ya definitivamente no iba con ella. Ahora literalmente podía decir que las caídas son los errores que hacen cambiar a la gente para mejor.
Ya quizás iba en la segunda copa y estaba tranquila observando a todos quienes pasaban frente a ella o se dedicaban a bailar. Ya se habían formado varios grupos bastante animados por la fuerte música y había también una que otra pareja disfrutando en la intimidad de la mutua compañía. Se preguntaba dónde estaba Jisoo, pero se abstuvo a llamarla luego de aceptar estar con sus amigas.
La noche iba mejorando conforme pasaban los minutos. Nada indicaba que sería igual a esa noche. Luego de culpar siempre al club, al parecer la culpa siempre habría sido de ella.
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2007년 6월 19일
trouble maker
— ¿Quieres que te de un consejo de amiga? — TaeYeon recibe una respuesta positiva de la tímida chica que ya casi acorralaba contra el gran espejo de la sala de ensayos. — HaSeul-ah, ¿sabes que piden un peso estable para debutar? Tú... ¿te has visto al espejo o pesado últimamente? Debes comenzar una dieta estricta, no podemos debutar estando en sobrepeso, ¿sabes cuan criticadas seríamos? Hasta puede que nos pospongan nuestro debut. No queremos eso, ¿cierto? — su diestra acariciaba las azabaches hebras de su compañera, ordenándolas tras su oreja. Si había algo que podía destacar que envidiaba de ella, era su cabello tan lacio que caía por sus hombros como si se tratase de dos cascadas al inframundo; un negro hipnotizante y un brillo inigualable. Desearía tener su cabello, pensó Taeyeon como cada vez que la veía. Sin embargo y fuera de ello, a veces se preocupaba por su compañera y la ancha contextura que tenía, haciéndola ver siempre más gruesa que el resto. Con verla solo podía pensar que ella sería la diana de burlas. Aunque si era franca, agradecía que fuese Haseul y no ella. Pudo ver como los ojos de su compañera se cristalizaban, cosa que le pareció patético. Según ella misma, sus palabras habían sido las adecuadas, porque sabía que dañando ella comprendería que debía comenzar a bajar de peso e igualar los cuerpos de las demás. — ¿Crees que esto te lo digo para hacerte llorar? ¡Es por nuestro bien! Digo... ¡Es por tu bien, Haseul! Vamos, somos amigas, ¿no? Seremos 6MIX en unos meses, ¿no es así chicas? — vociferó alejándose de la pelinegra, pero no sin antes echarle una mirada felina de pies a cabeza. Desde que la conoció supo que sus personalidades no congeniarían y resultaría difícil que ella fuese de su total agrado. Tan callada y tranquila, mientras que Taeyeon tan inquieta y parlanchina. Eran polos opuestos y la verdad es que con su actitud tan ingenua e influenciable solo le hacía ver la viva imagen de ella cuando estuvo en el infierno de Chuncheon. Aunque claro, disfrutaba intimidarla, necesitaba un alto grado de respeto en la futura agrupación, sobretodo porque ella sería la líder de 6MIX. — ¡Eeeeeen fin! Vamos a comenzar desde donde nos quedamos. Espero que Haseul ahora no olvide sus pasos... ¡Oh! Por cierto, Haseul, ¿ya se te ha pasado el dolor de rodilla? — la contraria asintió levantándose y caminando a su posición tras ella. Moderó cada uno de los errores que las demás cometían, dando inicio a la música con su teléfono. Aunque ya estaban dentro de las postulantes a 6MIX, debían pasar por una última evaluación mensual, sería la última. Nada podía salir mal, por eso es que estaba trabajando el triple a lo usual. Todas debían comprender la preocupación de Taeyeon, ella y Nayeon estaban a cargo de dirigirlas, dos chicas inexpertas con solo meses desde sus ingresos a Ace, pero con un potencial inigualable entre las seis chicas. Fue en ese momento, mientras las coordinaba aún sin Nayeon (algo que dificultaba las cosas), que la puerta de la sala se abrió, revelando a su amiga. Sintió un alivio inmenso, porque sola no podía con las cuatro chicas. — ¡¡Nayeon!! Al fin, ¿dónde andabas? Sabes, no me importa, luego hablaremos, tenemos graves problemas porque Haseul volvió a torcerse el pie y golpeó su rodilla... ¿crees que debemos detenernos de nuevo? La verdad me parece insólito. Es segunda vez que Haseul hace lo mismo y nos interrumpe los ensayos. ¡No nos queda mucho tiempo! ¿Qué es lo que no comprenden? — encolerizada exclamaba, apuntando con su índice a las menores. TaeYeon no tenía paciencia, pero entre todo el revoltijo de sentimientos que en esos precisos instantes sentía, lo que en realidad la tenía preocupada era el miedo a fracasar y no conseguir su debut. Sentía miedo, miedo de que por terceros tuviese que esconder su gran talento, claro, junto a Nayeon también. Ambas tenían tanto para mostrar al mundo que resultaba denigrante pensar que su futuro en 6MIX pueda estar en peligro por un grupo de chicas que siquiera formaban parte de su círculo. Les estaban haciendo un favor al tratar tanto con ellas y solo se preguntaba, ¿qué clase de aprendices admitían si aquellas chicas pocas tenían gracia o eran buenas en algo? Llevó ambas manos a los costados de su rostro y sus dedos se enredaron en sus castaños cabellos, despeinándolos y jalándolos tan solo un poco. Se dio media vuelta con los brazos en alto, pasándolos hasta su nuca. Suspiró, necesitaba calmar sus nervios y demonios, porque de no ser así todo empeoraría. Caminó en círculos sin rumbo, siempre dándoles la espalda, de no ser así su cólera incrementaría. Tampoco quería verles las caras a las holgazanas que tenía por compañeras (exceptuando a NaYeon). Por experiencia sabía que el enfado solo espantaría o crearía un conflicto más entre las chicas de 6MIX, porque, en efecto, su relación solo era actuación frente a los encargados del proyecto futuro, todas solo buscaban debutar, no hacer amigas. Taeyeon veía aquello como un campo de supervivencia en el que sobrevive el más fuerte y audaz.
♡ 𝘯𝘢𝘺𝘦𝘰𝘯
De aquí para allá, corriendo por los pasillos mientras hacía los encargos de sus mayores con el único fin de comprar a los trabajadores para que se hicieran de la vista gorda en la evaluación mensual y simplemente las pasaran para lograr el tan esperado debut. Sí, tenían talento pero había una chica en específico que preocupaba a Nayeon y no por ser su amiga sino porque su baile era terrible ni mencionar la complexión que ella tenía. No dejaría que nada ni nadie la estancara de nuevo. Se percató que iba tarde para el ensayo había perdido unos treinta minutos o tal vez más en lo que se dirigía a donde estarían sus futuras compañeras de grupo y dormitorio. Estaba segura que para ese entonces ya habrían practicado la coreografía unas cuatro veces antes de pasarse a lo vocal o hacer ambas cosas al mismo tiempo así que tendría que reponer aquel tiempo perdido una vez que las prácticas hubieran terminado probablemente le pediría a TaeYeon que se quedara con ella sí es que no se encontraba muy cansada. Para su sorpresa al entrar al salón de prácticas se encontró con una Kim bastante estresada, molesta mientras que Haseul yacía observándose en el gran espejo con lágrimas en sus ojos, las otras tres chicas observaban horrorizadas la situación. "Vaya drama." pensó y antes de poder decir algo su mejor amiga le asaltó con demasiada información que solo logró pestañear antes de que su cerebro tan sólo escuchara el incidente con Haseul, sin darse cuenta comenzaba a sentirse molesta, su expresión había cambiado a una más sombría mientras su cuerpo se tensaba. —¿No se dan cuenta? —caminó hasta el centro del aula, observándolas. —Estamos a nada de debutar, estamos a una maldita evaluación para que nuestro sueño se cumpla. ¿Y así es como todas se comportan? —elevó la voz, no le importaba porque las cuatro chicas merecían eso y más, mucho más. —Principalmente, Haseul. ¿Cuál es tu problema? ¡Siempre te estás lastimando! Arruinas las coreografías y haces que todas nos atrasemos. —Se encaminó hacia ella y al notar como se encogía contra el espejo tan sólo se detuvo a una distancia apropiada pues temía golpearla a causa de lo molestaba que se sentía. —¡Y estás gorda! Tienes que hacer dieta, dejar de comer a escondidas en plena madrugada, ¿o acaso pensaste que no me había dado cuenta? No queremos que seas la cerdita del grupo pero parece que no puedes mantener cerrada tu boca por más de una hora. —Masculló, rodando los ojos. Se quedó en silencio unos segundos mientras notaba como el ambiente estaba mucho más tenso que como estaba antes de que pusiera el pie en el interior, soltó un suspiro. —Las lágrimas no solucionan nada así que deja de hacerte la víctima que como actriz podrías morir de hambre. —Pensó que ya había sido suficiente y solo volvió para acomodarse a lado de TaeYeon, HaSeul sollozaba con ambos brazos rodeando el propio cuerpo que hasta parecía que temblaba y nadie se le acercaba, las demás chicas parecían estar igual de asustadas. A Im poco le importaba sí las lastimaba, no eran amigas y mientras las viera como obstáculos haría lo que fuese para moldearlas a su gusto.
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2007년 2월 26일
오디션 'Your Song'
2006년 12월 18일 Sostenía su guitarra con unas sudorosas manos. Jamás las tenía así, por lo menos no que ella recuerde. Eso era algo nuevo, y es que obvio, cómo no, si se trataba de su primera audición para la más importante empresa de entretenimiento, era una oportunidad que pocos tenían y aunque también el dinero de su padre intervino un poco, fue su voz la que le permitió ingresar al establecimiento en que llevaban a los postulantes. Todo en ella se sacudía cada vez que veía más cerca su turno a presentarse. Entraban y salían, otros lloraban y otros reían. Era una círculo viciosa que le inquietaba cada vez más, porque no sabía cuando le fuese a tocar. Sin embargo, nada fue peor a cuando de los labios de una elegante mujer salió el número que tenía pegado en su playera. Del nerviosismo tuvo que bajar su mirada y corroborar que se trataba de ella, por lo que más tarde se colocó de pie sin esperar más, y con firmeza llevó su guitarra (fuera del cartucho) a su lado. Una, dos, hasta cinco veces relamió sus labios y modestamente carraspeaba para sí misma. Había calentado y ensayado en los baños, pero sentía que no era suficiente, la verdad es que siquiera entendía cuánto era el nivel que pedían, como tampoco sabía los estilos que más gustaban para los jueces, yéndose por sus gustos propios. Al ingresar sintió un suave aroma a tabaco mezclado con perfume de mujer. ¿Lavanda? Parecía lavanda. Seguramente era de la chica que le fue a buscar, pensó TaeYeon, misma a la que se le quedó viendo mientras caminaba, puesto que le sorprendía la altura de sus tacones. ¡Pero qué diablos estaba pensando! Se estaba distrayendo con absolutamente todo, excusa común para quien estaba siendo consumida por los nervios. Entonces se encaminó cabizbaja al centro de la habitación, volteándose una vez frente a los representantes y brindando una venia en respeto para todos. En aquel trayecto, pudo sentir esas mismas tajantes miradas inspeccionarla por completo, pero esta vez cara a cara. Taeyeon no pudo evitar comenzar a hacerse mil problemas por el atuendo tan cutre que había escogido para la ocasión, ¿causaría mala impresión? La verdad su objetivo era mostrar humildad. No sabía si eran sus nervios e inseguridades o es que en realidad sus prendas parecían harapos al lado de las cortas telas que cubrían el cuerpo de aquella mujer. Al reincorporarse, dirigió la mirada a sus mayores, llevando ambas manos a su abdomen dispuesta a hablar. — ¡Hola, soy Kim TaeYeon! Vengo de Jeonju y hoy presentaré una canción de Elton John; 'Your Song'. — concluyó con una última y más breve venia. Tomó asiento y cruzó sus piernas para dejar la guitarra sobre éstas. Su diestra manipuló las cuerdas del mástil e hizo sonar al instrumento cuando con su otra mano rascó las cuerdas inferiores, verificando como por quinta vez (en el día) que, en efecto, se encontraba afinada. Ya así, carraspeó esta vez más firme y los primeros acordes no se hicieron esperar, sus dedos comenzaron a hacerse en las cuerdas, dando la melodía de la canción a interpretar. Sus ojos se cerraron, su alma se conectó con la música, pudo sentir como navegaba en las olas de música, de esa música que solo ella podía crear. Comienza la letra y su armoniosa voz inunda toda la habitación, no hacía falta un micrófono o ayuda tecnológica para alcanzar altas notas de la canción que había escogido y modificado para mostrar todo el potencial que poseía. A un poco más de la mitad de su presentación, se armó de valor a abrir sus ojos, encontrándose con todos observándole boquiabiertos, vio la impresión en sus rostros, sonase ególatra o no, era lo que TaeYeon solía ver y causar una vez que cantaba con el corazón. Para ella era muy distinto cantar a cantar conectada con su corazón y alma. Cuando terminó la canción y las ondas de sonido emitidas por su guitarra se disolvían, abriendo paso al silencio absoluto, primeramente le inquietó. Soltó un pesado suspiro y se colocó de pie. La pasión que sentía al hacerlo era algo indescriptible y lograba transmitirlo a todos; eso último fue lo que exactamente le dijo aquel hombre una vez que TaeYeon acabó su audición. "Puedes llegar a conseguir mucho si sigues así, Taeyeon Jamás te rindas. Te estaremos informando sobre esto. Muchas gracias por presentarte." Una venia tras otra, incluso llegó a tropezarse con sus propios torpes pies en camino a la salida. Con una sonrisa de oreja a oreja, sus ya rasgados ojos desaparecieron entornados. Mordía su lengua, incluso llegó a dolerle, pero eso estaba lejos de ser una preocupación, en esos momentos no existían preocupaciones para Kim TaeYeon. Una vez fuera de la sala, corrió por el pasillo a tomar el bolso de su guitarra, muchos la miraron y vio como un par de niñas comenzaron a llorar, posiblemente no obtuvieron una respuesta tan positiva como Kim, pero tampoco le interesaba o hacía sentir mal. ¿Lo habría conseguido? Sin duda alguna las palabras que escuchó fueron unos halagos que daban mucho a pensar, y ahora solo podía verse ingresando la próxima semana a Ace. 𝘛𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦𝘴, 2007년 2월 26일 Tres meses que parecieron décadas para TaeYeon. No existió día en que no pensara o se cuestionara si había cometido algún error, pero no fue hasta Febrero, exactamente el 26, que se le contactó mediante un extenso correo; sí había pasado la audición y ahora formaba parte de Ace Ent. El primer escalón lo había subido sin problema, ahora venía lo más difícil, pero no tenía nada que perder, no iba a permitir perder, ella solo buscaba ganar y siempre así será. Desde ese 26 de Febrero, 2007, Kim TaeYeon era aprendiz de Ace Ent.
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𝗄𝗍𝗒 ♡ FICHA KNTI
♡ perfil personal Nombre: TaeYeon / 태연 Nombre completo: Kim TaeYeon / 김태연 Fecha de nacimiento: 1992년 3월 9일 | 24세(26세) Lugar de nacimiento: Wansan-gu, Jeonju, Jeolla del Norte, Corea del Sur Actual residencia: Seúl, Corea del Sur Nacionalidad: Coreana Estatura: 158cm Peso: 44kg Tipo de sangre: O형 Orientación sexual: Demisexual Religión: Atea ♡ información artística Agencia: Ace Entertainment Ingreso: 2007년 2월 26일 Ocupación: Trainee Especialidad: Canto - Composición Tipo de voz: Soprano. Instrumentos: Guitarra - Violín ♡ información académica Educación: Jeonju Yangji Elementary School (primaria) SOPA (secundaria - graduada) Universidad (actual): Empire University Carrera y año: Música, cuarto año Club: Música Fraternidad: Zeta Omega Tau
𝗁𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺♡𝗄𝗍𝗒
Jeonju, 1992.
Nacida un nueve de Marzo, fue la primera bendición de la familia Kim. Su vida como infante es resumida en una palabra: sueños y diversión. Su infancia fue como la de cualquier niño en Jeonju. Juguetes con solo extender su mano, rasmillones en sus rodillas, empolvada a toda hora, era una niña con una inocencia inigualable y muy extrovertida, para ella no existía peligro alguno que no fuese derribado con amabilidad, volviéndola demasiado ingenua con todo lo que le rodeaba, cosa que le traería muchos problemas más adelante. Inculcada en lo ético de la vida, el respeto era lo primordial en su familia y todos los que la llegaron a conocer en aquella época, sus testimonios coincidían en algo: era sin duda alguna la más dulce niña que podían conocer. Sus padres siempre se mostraron orgullosos de su pequeña. El tiempo fue pasando y consigo trajo a sus dos hermanos, JiWoong y luego HaYeon. Los primeros años desde su incorporación a la familia, Taeyeon junto a su madre se juntaban a cantarles en las tardes, ahí descubriendo su grandiosa voz. Año tras año la trabajaba mientras le dedicaba canciones a sus hermanos, quienes se convirtieron en sus primeros fans. Con una imaginación exorbitante y expectativas que en que en su momento parecieron inalcanzables, Taeyeon creció con un objetivo por delante; ser cantante. Sin embargo, aunque en su vida nada faltara y tuviese un aspecto perfecto, con la llegada de su pre-adolescencia todo en TaeYeon comenzó a derrumbarse frente a sus ojos (y los de su familia). Cuando su padre fue ascendido en su trabajo, se vieron obligados a mudarse de provincia. Con solo nueve años y una vida estable en Jeonju, a diferencia de sus hermanos pequeños, nada en aquel cambio parecía ser positivo para ella. En sus planes estaba terminar la primaria en sus tierras para luego trabajar y viajar a Seúl a abrirse paso en la industria del entretenimiento. La promesa de que su madre le ayudaría a cumplir sus propósitos se había roto en la charla familiar del invierno de 2002. Aunque se opuso rotundamente, la opinión de una niña no significaba nada en esos momentos, el trabajo de su padre estaba en ascenso y la decisión ya había sido tomada por sus mayores. Tuvo que decir adiós a sus amigos, maestros y proyectos.
Gangwon, 2003 (11 años).
Nuevo dialecto y espacio, nueva gente. Chuncheon no se parecía en absolutamente nada a Jeonju, pero en sus manos no estaba el tomar decisiones por sí sola aún. La mudanza solo trajo una caída en la economía de su familia, una que jamás habían sufrido ni visto acercarse, ya que contaban con un alto estatus. Por ende, consigo también regaló un decaimiento de los ánimos de Taeyeon. La falta de dinero solo le hacía ver más lejos a su sueño. Los Kim siempre fueron una familia llena de lujos, el dinero sobraba, y jamás pedían prestado, por lo que le tenía devastada el hecho de ver a sus padres llorar por la falta de dinero. 2003 fue un año el cual Taeyeon gustaría por olvidar. Fue entonces que se propuso terminar ese año la escuela y partir a Seúl para buscar alguna empresa, quería terminar lo más rápido posible, lo daría todo con tal de ingresar y poder debutar lo antes posible, pues ya nada tenía que perder. Pero el ingresar a la nueva escuela fue meterse en la boca del lobo. No logró encajar bien en su salón, volviéndola el blanco fácil para las burlas de todos. Jamás fue la más linda, con anterioridad jamás tuvo demasiado autoestima, pero no se detestaba hasta ese entonces en que, gracias a todas las vistas negativas por parte de sus compañeros, supo cada uno de sus defectos. Se sentía intimidada por todos. Su personalidad cambió radicalmente. Se volvió una chica distante, introvertida y asustadiza. El acoso logró ganar esa vez, transformando a Taeyeon. De ahí en adelante, sus días se volvieron grises. De casi toda una escuela que la conocía y eran sus amigos, pasó a solo tener una con quien jugar. No existía momento en que no pensara ni imaginase como se vería siendo una estrella con ese aspecto. Sí, su imagen jamás le importó anteriormente, de hecho solo deseaba hacer lo que amaba, que era cantar, nunca pensó el que su aspecto diría más que su voz. Cada día lloraba de vuelta a casa, se sentía miserable, fea y sin gracia alguna, siquiera era capaz de recordar a alguna Taeyeon con autoestima. Se le había olvidado como quererse a sí misma. Jamás quiso decir algo, no quería preocupar a sus padres. Se contuvo hasta terminar el año escolar y de no ser porque su madre logró abrir su corazón a ella por mera intuición, terminando por ganarse la confianza suficiente de Taeyeon, siendo la primera en enterarse del sufrimiento de su hija mayor.
2004-2005 (12 años).
Con la llegada del nuevo año, las cosas comenzaron a mejorar. Su padre logró estabilizarse económicamente durante el 2003 cuando en silencio ahorró durante todo el más duro año para los Kim (mismo 2003), y fue para el siguiente que su madre se interpuso y solo así terminó por hacerles saber a todos que lo que Taeyeon deseaba en realidad era un cambio en su vida. Partió retomando el tema de su sueño, el cual le esperaba en Seúl y, además, deseaba hacerse cirugía plástica. La última idea no fue del todo bien recibida por su padre, pero tras hablarlo por casi cinco meses, terminó cediendo y apoyándola para cumplir esa meta al cumplir mayoría de edad (18 en adelante). Iba a luchar por su sueño, porque sabía que siendo un ídolo juvenil su vida iría mejor, se olvidarían de cualquier problema de dinero y ella podría cantar como lo deseaba. Llegaría a Seúl siendo una nueva Taeyeon. Ese mismo año (Febrero, 2005) logró audicionar para Ace Entertainment, ingresando tres meses después de su grandiosa audición con 'Your Song' de Elton John, misma que se volvió icónica entre muchos representantes. Los primeros meses en Ace, TaeYeon recibió ofertas para ingresar a otras empresas, pero Ace prometió mucho más para explotar su voz y habilidades con intrumentos como la guitarra y violín, incrementando el encanto de Taeyeon con dicho sello. Con constantes viajes a sus entrenamientos en Ace, en 2007 (14 años) terminó por asentarse oficialmente en Seúl con su madre, ingresando a SOPA con facilidad debido a sus altas calificaciones y el dinero de su padre. Desde que ingresó se mostró mucho más altanera debido a que se encontraba bajo el sello de Ace, la más importante empresa de entretenimiento. Más que por mero gusto, al principio fue como se transformó solo por haberlo aprendido en su año en Chuncheon, Taeyeon se propuso pagar con la misma moneda a todos a su paso, porque comprendió que solo pisoteando a los demás se lograba ser superior; ella quería ser mejor que todos. Si a ella ella la hicieron sentir absolutamente nada en la vida, tenía el derecho de hacer lo mismo. Desde que puso un pie en SOPA, la bondadosa y amable Taeyeon se había perdido entre Chuncheon y Jeonju, para ahora dejarle el paso libre a la engreída y fría. Taeyeon ahora era una chica que no tenía miedo de empujar a todos con tal de ser la primera. Racista y prejuiciosa. Taeyeon podía ser un sueño y a la vez una pesadilla.
♡ Ace Entertainment.
A tan solo ocho meses desde su ingreso a Ace, su voz destacó entre muchas otras. El tener un tipo de voz soprano hizo encantar a muchos en Ace., presentándose mil oportunidades para ella, pero solo se veía realmente factible. 6MIX iba a ser el nombre de su agrupación a debutar, mismo grupo en que estaba su mejor amiga, Im Nayeon y otras cuatro aprendices. Tres de ellas se fueron a mitad del proyecto, según por atosigamiento por parte de Nayeon y Taeyeon, pero claro estaba en los contratos futuros a firmar para el debut, que las susodichas serían las voces principales, por ende, su rango de importancia en el grupo era mayor. La salida de las chiacs no fue impedimento a detener el proyecto- El arduo trabajo que Im y Kim pusieron para que las expectativas en 6MIX no se perdieran, hizo que en ningún momento se arrepintieran, sobretodo por la voz de Taeyeon, misma que tenía mucho para dar. Todo en su vida parecía estar teniendo sentido, los halagos iban y venían. A quienes le contaban la llamaban suertuda por el corto tiempo de entrenamiento que tuvo y ya tenía proyecto para debutar. Según los reportes de agentes, su debut estaría siendo a finales del 2008. Entre todos los enterados y participantes a elaborar cada punto necesario, en cada uno existían muchas expectativas para 6MIX. La posible canción con que debutarían era por sobretodo pegajosa, de antemano ya sonaba a ser un gran éxito, fuese egocentrismo o no, ella lo sentía así. Pero no todo fue como Taeyeon deseaba. Cuando llegó Noviembre, recibieron la desagradable noticia de que su debut sería pospuesto debido a la llegada de CUPID. 6MIX fue dejado de lado para centrarse en las nuevas chicas. Aunque Taeyeon hiciera lo posible para comprender todo el desperdicio de tiempo que invirtieron en 6MIX para luego lanzarlo por la borda por un grupo secundario, ¿acaso era justo? Hasta la actualidad (2017), Taeyeon sigue resentida con cada una de las miembros del exitoso grupo CUPID debido a que arrebataron su oportunidad de debutar. Desde ese momento sus entrenamientos aumentaron, ahora su objetivo no era derribar a todos a su paso, sino que acabar con CUPID y lograr superar a cada una de ellas. Kim no dejará que la pisoteen o pasen a llevar una segunda vez. Cirugías.Al cumplir sus 19 años, mediado el invierno del 2012, terminó por hacerse cirugía plástica en su nariz y un párpados. Pagaría cualquier costo con tal de ser el sueño de todos y así mismo conseguir el suyo, de eso estaba claro. Empire university. En 2014 comenzó sus estudios de arte en la universidad de Mujeres Ewha. La decisión no fue de ella, sino de su padre que insistía e insistía con el ingreso de Taeyeon. Iba por mera obligación, pues sabía que al debutar lograría mucho más que con un título. Lo hizo. No obstante, cuando se le informó sobre la nueva universidad afiliada a Ace, lo antes posible se transfirió, ya que estaba al tanto del ingreso de muchos ídolos y demás aprendices; no podía faltar ella. Entró a la Facultad de artes y retomó los estudios musicales. Su capacidad de composición y la gran habilidad que tenía en los instrumentos, llamó la atención de muchos.
Al ingresar también logró unirse a Zeta Omega Tau, debido a su reputación de chica mala. Miles de rumores surgen día a día sobre que la depresión en que cayeron varias postulantes para 6MIX fue por culpa de ambas amigas; lástima que Taeyeon jamás asumirá aquellos cargos, el dinero actual de sus padres mueve masas y puede limpiar con él su nombre. Por eso y otros cuantos motivos, sus ex compañeras del proyecto 6MIX la detestan, a ella y a Nayeon, pero poco les importa. Taeyeon tiene la gran habilidad también de ganarse el cariño de cada maestro con sus adulaciones, por lo que su paso en la universidad va siendo ligero y ajeno a más preocupaciones. No obstante, lo que la atormenta día a día, es compartir universidad con las miembros de CUPID. El odio y envidia que siente por ellas cada vez va en aumento.
ACTUALIZACIONES
2013 - acuerdo
Los rumores se esparcen cual epidemia, más rápido de lo que una ola baña las orillas. Se acercaba el otoño y de boca en boca terminó llegando a TaeYeon la información que más tarde utilizaría para sus bienes. Al descubrir el tráfico ilegal de estupefacientes dentro de empresa, comienza a investigar más a fondo sobre quién lideraba, llegando hasta su maestro y coreógrafo, Kim TaeWoo, o conocido también como Kasper, ex miembro de IMPACT. Entre la desesperación y avaricia, aún resentida por su debut arruinado y nerviosa por la información de ella circulando en redes sociales tras emborracharse en Octagon (aunque su identidad no fuese descubierta), decide utilizar la delicada información para extorsionar a su maestro y conseguir respaldo en él, porque solo de ese modo se aseguraría de no ser expulsada de Ace. Fue tanto el impacto en su mayor, que terminaron creando un acuerdo en el que ambos salen ganando. Dinero, drogas y secretos, ambos buscan el debut de TaeYeon.
2015 - depresión
Aunque habría superado su depresión de niñez y adolescencia gracias a los barbitúricos e idas constantes a psicólogos, tuvo una recaída en Octubre de 2015 gracias a una pelea con sus padres al poner en duda su futuro. El tema que logró hacerla deprimirse, fue cuando tocaron a sus hermanos, quienes dejó solos en Jeonju. TaeYeon insiste en que no desistirá de sus metas, que ella es capaz, pero la preocupación de sus padres y el poco tacto que siempre mostraron al tratar con Taeyeon, llevó a acabar la relación que alguna vez tan divina fue.
♡ 2017 - primer amor
A TaeYeon jamás se le veía con alguien de la mano, tampoco nunca preocupada por alguien más que no fuera ella y mucho menos con la mirada pegada en su teléfono, esperando una respuesta con la cual sonreír. Muchos la llamaban amargada, sobretodo su mejor amiga, pero la verdad estaba en que TaeYeon aborrecía a quienes perdían el sentido común por amor. Pero todo cambia cuando la conoce. Aunque en un principio solo velaba por los beneficios que podía sacar de aquella chica, con el paso del tiempo sus sentimientos comienzan a aflorar. Quien nunca encontró el amor o ganas de expresar cariño por miedo a ser dañada, en el fondo siente que solo ella podría hacerle temblar el mundo completo y también protegerla de todos. Kim jamás puso en duda su orientación, la verdad encontrar el amor era lo último en sus prioridades, pero ella le hace ver el mundo totalmente distinto. Con una conmovedora historia atrás de ellas, el destino unió sus caminos finalmente.
facts ▸ Junto a Nayeon se esmeran en inventar rumores de CUPID.
▸ Tiene tres tatuajes, uno tras su oreja (su signo zodiacal)
uno sobre su codo que dice "serenity" y en su dedo pulgar
derecho uno que sice "I".
▸ Tiene una mascota, un perro macho llamado Ginger.
▸ Su número favorito es el 9.
▸ Es miope por lo que usa lentes de contacto.
▸ Cuando era pequeña le fascinaba dibujar y pintar
pero en la escuela de Chuncheon fue tachada como "ñoña"
cada vez que lo hacía, por lo que dejó aquella pasión.
▸ Conoció a su mejor amiga (Nayeon) el mismo año en que ingresó a ACE.
▸ Junto a Nayeon suelen ser bastante conflictivas, pero logran
salirse con las suyas la mayor parte del tiempo.
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