#kfdjhgkjggf ámalo

[pinkbvclavxx]

[ @basckctcase ]

Las baquetas descansaban en sus muslos luego de tocar la tercera y última canción de su repertorio; la respiración agitada y el rostro húmedo por toda la acción vivida. No existía mejor droga que el éxtasis que el escenario le inyectaba directo a la vena, y lo reafirmaba tras divisar las miradas llenas de euforia de todos sus amigos. Sonrió de vuelta a todos y cada uno antes de saltar los platillos y lanzarse a abrazarlos con todas las fuerzas que sus ejercitados brazos le proporcionaban, prestando especial atención a su mejor amigo quien yacía tan cerca del micrófono que parecía ser parte de su cuerpo.— ¡Mira preciosura, mira como te llaman tus fans! — Exclamó señalando como un grupo de muchachas gritaban en su dirección. Y es que a pesar de la tosquedad de la fiesta, las chicas alocadas no faltaban. No las culpaba ¿Quién no se enamoraría de esa voz, de esos ojos, de ese ser humano?

No le cabía en la cabeza cuan rápido podía llegar a correr el tiempo. No es como si fuese algo realmente relevante para Lukas- él aun se sentía de diez-. Pero la canción de cumpleaños, el entorno, el número de velas en el pastel dejaban al descubierto la realidad: Su mejor amigo crecía a pasos agigantados, y con él se llevaba sus propios años. Cuanto quería al vocalista de rubias hebras, cuanto lo admiraba, cuanto lo soñaba. Era el hombre… no, el ser humano más increíble que tuvo la dicha de conocer. Sus cristalinas orbes eran capaces de mover océanos y montañas, y eso sin mencionar los estragos que su voz causaba llegada la hora de dormir. Estaba tan enamorado como una colegiala hormonal, pero tan intensamente como lo asaltaba el sentimiento, lo ocultaba de los ojos del resto. Nadie sabía de aquello, y esperaba se mantuviese así por mucho tiempo más. 

 Luego de ver a sus amigos dispersados, Piero con su reciente conquista, Bjark haciendo lo que hace Bjark cuando no lo miran. Quizás hablando con aliens o algo. Y Ziggy aun ahí, a su lado.— No puedo creer que estés tan viejo, Zigg…— Comentó al tiempo que una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios y se lanzaba a rodear sus hombros una vez más. The Clash sonaba a todo volumen a sus espaldas, alimentando su éxtasis interior, aunque ahora si estaba dispuesto a agregarle un poco de ayuda externa.— ¿Dónde estará el acuario? — Cuestionó buscando con la mirada aquella esfera de vidrio que paseaba el coctel de píldoras que se distribuían sin pudor ��en lo ancho y largo de esa caótica fiesta.— ¿O buscamos a unas fans y nos vamos al balcón a fumarnos este? — Sus cejas se agitaban arriba y abajo mientras exhibía un porro de magníficas proporciones ante las orbes ajenas.