#justo ando poniendome al dia en TWD so this is exactly what i was asking for

[tomsland]

✖ ·.·´¯ ᴅᴀʏ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴀᴛʜ

Ganarse la vida como repartidor de pizza no era lo que realmente soñó toda su vida. De hecho, era el castigo que ganaba por haber confrontado a su padre y decidido abandonar el hogar en el que por tantos años vivió. Aquella tarde en especial no había tenido mucho trabajo, y por alguna extraña razón el restaurante se encontraba más vacío de lo usual. Horas sin ni una sola llamada, por lo que lo único que hacía era observar aquel reloj que le indicaba que aún faltaban tres horas más para poder volver al apartamento que estaba alquilando con el sueldo mediocre que conseguía. Finalmente, recibió la orden para ir a dejar su segundo pedido del día a las ocho de la noche. Se preparó en la motocicleta y emprendió viaje hacia su destino. Las calles estaban despejadas de tráfico como si tratase de un domingo por la mañana, cuando en realidad era el primer viernes del mes, razón para que todas las personas estuviesen gastando su reciente paga en algún centro comercial, yendo de un lado a otro o simplemente volviendo a casa luego de un largo día de trabajo. Trató de ignorar todas las señales que indicaban que algo extraño sucedía y se concentró en encontrar la dirección a la cual le habían enviado. En su búsqueda, terminó por ingresar accidentalmente a un callejón sin salida, apenas retrocediendo para dar la vuelta cuando el farol de la moto observó algo que sus ojos no pudieron creer. “¿Qué demonios?” Cuestionó, lo suficientemente alto para que la persona -si es que aún podía llamarse así- que devoraba los restos de algún otro individuo girara hacia él, gruñendo de forma anormal y comenzando a caminar hacia Steve con precisión. “Mierda.” Sus ojos se abrieron de sobremanera, el pulso le tembló, y con suerte logró presionar el acelerador para salir rápidamente de ese lugar. Durante el camino, continuó viendo la misma escena, sangre por todos lados, gritos de personas que eran atacadas y lo único que pudo hacer fue huir. Se detuvo de pronto al percatarse de que la casa a un costado era a la cual se dirigía inicialmente, llamando de manera desenfrenada al timbre, tocando la puerta, rogando porque quien estuviese allí dentro apareciera antes de que algún otro monstruo lo hiciese. “¡La pizza! Maldición, ¡La pizza! ¡Abran la puerta, por favor!” @heedlevs