#justicialismo
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evita, la abanderada de los humildes
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Saluden a la Argentina que alguna vez conocieron porque aprobada la Ley Bases se va :(
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La intendenta de Caucete reconoció que le gustaría conducir el partido y que hay sectores que la apoyan. Ya adelantó que no presidirá la estructura peronista departamental.
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No es indistinto quién será el próximo mandatario
Que cualquiera sea presidente, no es igual, , pero la prolongada crisis argentina desborda lo hecho por uno u otro gobierno. Argentina se encamina a conmemorar los 40 años del fin de la dictadura, en su habitual contexto de convulsión económica e incertidumbre política. Las turbulencias financieras y cambiarias anticipan otro duro ajuste contra el nivel de vida popular, pero en un escenario de florecientes negocios posteriores. La gestión de esa intricada combinación quedará en manos del próximo presidente, que emergerá de una intensa secuencia de comicios provinciales, primarios y generales. La dura disputa por ese trofeo, contrasta con el escaso interés que despierta en el grueso de la población. El acotado impacto que han demostrado las urnas sobre el rumbo del país explica esa retracción de la ciudadanía. La fractura social es el drama más visible y cotidiano. La expansión de la pobreza y la precarización empalman con el deterioro de la educación, el creciente déficit habitacional, la demolición del sistema de salud y la emigración de los profesionales más calificados. Esa degradación tiende a naturalizarse ante el achicamiento de los ingresos. Cada crisis sitúa el escenario social en un escalón más bajo que el universo precedente. La ingenua expectativa de 1983 (¨con la democracia se come, se educa y se cura¨) ha quedado disipada. El afianzamiento del régimen constitucional no modificó la pendiente descendente de la economía. Las explicaciones más inconsistentes atribuyen ese retroceso a la idiosincrasia de los argentinos, como si los habitantes del país compartieron un gen autodestructivo. Las interpretaciones derechistas evitan esa nebulosa y agreden a los desposeídos para exculpar a los poderosos. Afirman que los pobres no quieren trabajar porque han perdido la cultura laboral. Pero esa afirmación contrasta con la caída de la desocupación, en cada repunte del nivel de actividad. La regresión productiva obedece a la carencia de empleo genuino y no al comportamiento de las víctimas de esa falencia. Los reaccionarios atacan los planes sociales, como si fueran una elección y no un forzado recurso de subsistencia. Denuncian a las mujeres que sostienen sus hogares, con la absurda acusación de «embarazarse para cobrar la asignación por hijo». Enaltecen genéricamente a la educación como la solución mágica, omitiendo que esa enseñanza no puede contrarrestar la ausencia puestos de trabajo. Organizaciones sociales de la Unidad Piquetera acampando frente a la Casa Rosada en agosto de 2022. La imagen se volvió a repetir varias veces este 2023. Foto: Rafael Mario Quinteros. Los expertos en denigrar a los humildes absuelven a las clases dominantes. Elogian la creatividad de los capitalistas, la astucia de los banqueros y la audacia de los emprendedores. Con esas alabanzas ocultan que los principales responsables del curso que sigue el país son los administradores del poder. Los neoliberales achacan la declinación económica al elevado gasto público, ignorando que esa erogación no supera la media internacional o regional. Con ese desconocimiento arremeten contra el empleo y las empresas públicas, sin mencionar el regresivo sistema impositivo que rige en el país. También desconocen que el desajuste fiscal es consecuencia del auxilio a los acaudalados. Todos los gobiernos han afinado esos mecanismos de subsidio, con salvatajes de quebrantos, seguros de cambio, estatización de empresas fundidas o conversión de deudas privadas en obligaciones públicas. Los derechistas focalizan el problema argentino en el ¨populismo¨, olvidando que en los últimos 40 años no predominó la demagogia social y las concesiones a los desposeídos, sino el apoyo estatal a los principales grupos capitalistas. La gran paradoja de ese socorro radica en que sus beneficiarios condenan a los políticos proveedores de esos fondos. Un reciente cuestionador de la ¨casta¨, el millonario Eurnekian, expandió su empresa textil con créditos de la banca estatal, lucró con medios de comunicación regulados por el Estado, se consolidó con la privatización de los aeropuertos e hizo fortunas en sociedad con YPF. Esta misma duplicidad exhiben Galperín, Rocca, Magnetto, Pérez Companc, Fortabat, Macri y todos los popes del empresariado. La derecha es muy condescendiente con la elite que ha relocalizado sus firmas en los paraísos fiscales, para evadir el pago de impuestos. Pero es implacable con los trabajadores que aspiran a conservar sus ingresos. Presenta cualquier aspiración popular como una rémora del distribucionismo, el consumo insostenible o la ¨extorsión salarial¨. Los derechistas consideran que Argentina decayó por su divorcio de Occidente. Imaginaban al país como un ahijado de París (y ahora de Miami), casualmente localizado en la geografía latinoamericana. Con esa mirada idealizan el pasado terrateniente y embellecen a la oligarquía que lucró con la explotación de los arrendatarios y los asalariados. Omiten, además, que ese enaltecido modelo sembró los perdurables desequilibrios posteriores. LA REMODELACIÓN AGROEXPORTADORA Las críticas heterodoxas al neoliberalismo han desenmascarado muchas fábulas sobre la economía argentina. Pero con gran frecuencia esos cuestionamientos resaltan más los efectos que las causas de la regresión nacional. Varias miradas marxistas han destacado correctamente que las desgracias de Argentina no son exclusivas nacionales. Constituyen desventuras generadas por un sistema capitalista que afecta a las mayorías populares de todo el planeta. Esa constatación es muy útil, pero no clarifica por qué razón los desequilibrios locales son superiores a economías semejantes. En pocos países se verifican convulsiones del alcance y la periodicidad que sacuden a nuestro país. Tampoco se han registrado muchas degradaciones comparables a las padecidas por una nación, que en cinco décadas amplió su porcentual de pobres del 3% al 40% de la población. Este apabullante retroceso coincide con el fracaso de todos los modelos intentados para revertir ese declive. La desazón que genera ese resultado explica el escepticismo, la incredulidad y el pragmatismo de muchos pensadores. Pero esa actitud no permite comprender lo que sucede. Imagen: Mundo Cooperativo. El punto de partida de esa clarificación es reconocer la localización objetiva de Argentina, como una economía mediana del universo latinoamericano. Dentro de esa configuración subdesarrollada ha quedado situada en un bajo escalón de la semiperiferia. Al igual que otros países dependientes, despuntó afianzando su especialización primaria. Pero contó con una alta renta de la tierra, en un marco de baja población autóctona para explotarla. Esa carencia fue compensada con una gran corriente de inmigración, que erigió un «granero del mundo» proveedor de carne para las metrópolis. En la segunda mitad del siglo XX perdió esas ventajas exportadoras frente a nuevos competidores, pero contrarrestó ese desplazamiento con una avanzada tecnificación que elevó la productividad del agro. Ese modelo extractivista de pools y siembra directa reproduce una especialización en insumos básicos que expulsa mano de obra. En lugar de absorber inmigrantes y crear chacareros, desde hace décadas alimenta la población de informales en las urbes. DESEQUILIBRIOS POTENCIADOS Argentina tuvo una industrialización temprana, con recursos que el Estado recicló de la renta agraria. Pero nunca logró conformar una estructura fabril autosostenida y competitiva. El sector no genera las divisas requeridas para su propia continuidad. Depende de importaciones que el Estado garantiza mediante subsidios indirectos, para una actividad con alta concentración en pocos sectores, gran predominio extranjero y baja integración de componentes locales. Esas ramas fabriles quedaron muy afectadas por los nuevos parámetros de rentabilidad que impuso la globalización neoliberal. El mismo desacople impactó a otros países afectados por el viraje inversor hacia continente asiático. Pero las adversidades de Argentina son mayores. La economía que inauguró el modelo sustitutivo de importaciones, no ha logrado superar las consecuencias de esa antelación. El país quedó más descolocado que sus pares, frente al nuevo patrón de ensambles y cadenas de valor que imponen las empresas transnacionales. No tiene las compensaciones que conserva México por su cercanía con el mercado estadounidense, ni cuenta con el tamaño de Brasil para ampliar la escala de su producción. Los desajustes estructurales obedecen al despilfarro de la renta, que no ha sido utilizada para construir una industria eficiente. La disputa por ese excedente genera intensos conflictos entre el agronegocio y el sector industrial. Esa tensión se proyecta a todo el aparato productivo y fractura a la sociedad en una sucesión de crisis perdurables. La magnitud de esas convulsiones (1989, 2001) es a su vez consecuencia adicional de las medidas fiscales y financieras que adopta el Estado para gestionar las crisis. Esa intervención potencia los desequilibrios que suscita la disputa por la renta. El Estado arbitra entre los distinto grupos dominantes, con cuatro instrumentos que terminan agigantando los desajustes. El primer mecanismo es la devaluación, que tradicionalmente se implementó para apuntalar los ingresos de los exportadores, disgustados con la tajada estatal de la renta. Esa desvalorización de la moneda alimenta una escalada de precios, sin mejorar la competitividad. La propia dinámica de la inflación opera como un segundo instrumento de intervención, que consolidó un flagelo permanente. Ya se ha perdido el cómputo de los signos monetarios que quitaron ceros a la nominación del peso, consagrando de hecho el funcionamiento de una economía bimonetaria. La inflación es alta porque la economía sufre a un retroceso de largo plazo, que reduce la inversión, deteriora la productividad y contrae la oferta de productos. Pero se ha transformado en un procedimiento autónomo de apropiación de los ingresos populares por parte de las grandes empresas. Ha sido incorporada como un hábito, al manejo corriente de los negocios. Los capitalistas se acostumbraron a remarcan precios y apuntalan una inflación inercial, que asegura su rentabilidad, con el soporte emisor del Estado. El tercer mecanismo de intervención estatal es el endeudamiento público, que en las últimas décadas asumió un ritmo alocado. Ese descontrol se desenvuelve en estricta correspondencia con una clase dominantes que invierte poco. Luego de haber transformado al país en el principal tomador y defaulteador de créditos privados, Macri exacerbó esa tendencia con el otorgado por el FMI. En la gestión de esos pasivos interviene un influyente capital financiero que acapara las comisiones. El pago de los intereses de esas deudas impone a su vez una hemorragia de recursos, que torna inviable la continuidad de cualquier modelo económico. Las reservas periódicamente afrontan una situación crítica y ese bache impide sostener alguna estabilidad de la moneda. La fuga de capitales es el cuarto potenciador de la crisis. Incrementa la descapitalización de un aparato productivo que convive con la expatriación del 70% de su PBI. Los grupos dominantes guarecen fuera del país, significativas porciones de las ganancias que obtienen en el circuito local. El endeudamiento público suele financiar un drenaje que ahoga los periódicos repuntes del nivel de actividad. Los mecanismos que surgieron para morigeran la disputa entre el agro y la industria por la renta, ya no cumplen esa función. Al cabo de tantos años de corrosiva acción, la devaluación, la inflación, la deuda pública y la fuga de capital se han transformado en instrumentos auto propagadores de una inmanejable crisis. FRACASOS NEOLIBERALES Y FALLIDOS NEODESARROLLISTAS La receta liberal para revertir el retroceso endémico de Argentina se reduce a la simple liquidación de los sectores menos rentables. Ese libreto no disimula su afinidad con los intereses minoritarios de la agroexportación y el capital financiero. Busca demoler al grueso del aparato fabril, sepultando con esa aplanadora a dos tercios de la población. La devastación de la industria rezagada y de gran parte del sector público son auspiciados a cambio de nada. Los neoliberales suponen que una vez consumado el ¨industricido¨ y la drástica disminución del empleo estatal, lloverán las inversiones y despuntará un provechoso derrame. Ese experimento de ingeniería social, no se implementó con éxito en ninguna parte del mundo y para aplicarlo en nuestro país sobran 20 millones de argentinos. Lo más parecido a ese esquema fue el modelo de Menen-Cavallo, que terminó con el estallido de la convertibilidad luego de una década de privatizaciones, apertura comercial y desregulación laboral. Ese esquema naufragó, en un escenario de aguda depresión, picos de desempleo y descontrol del endeudamiento. La derecha no tiene otro programa y siempre retoma al mismo guion. Sus variantes extremas proponen una dolarización, que conduciría a la hiperinflación, la expropiación de depósitos y el remate del Fondo de Garantía del ANSES. Las vertientes más convencionales rehúyen esa aventura y propician retomar el fallido modelo de Macri, con tarifazos, recortes de jubilaciones, destrucción de derechos laborales y privatización de empresas públicas. Imagen: iStock / Getty Images Plus. Los economistas de la derecha divergen en el ritmo auspiciado para el próximo ajuste y en la consiguiente celeridad de la reducción de las retenciones y la unificación cambiaria. Han presionado sin éxito para que el modelo actual explote antes de las elecciones, a través de una mega devaluación o una corrida bancaria. Buscan provocar un caos, para inducir la aceptación de sufrimientos mayúsculos (¨doctrina del shock¨). Sugieren que ese desastre permitirá la posterior gestación de un paraíso económico motorizado por la exportación. Esas fantasías han sucumbido una y otra vez y actualmente confrontan con el declive internacional del neoliberalismo. En todo el mundo se verifica un giro hacia políticas opuestas de mayor regulación estatal. El neodesarrollismo promueve un remedio muy distinto, para recomponer la economía con políticas heterodoxas favorables a la reindustrialización. Alienta el programa aplicado en otros países, afectados por la presencia de rentas agro-exportadoras que disuaden la inversión fabril. Auspicia canalizar ese excedente hacia la actividad industrial, pero exhibe significativas diferencias con el desarrollismo clásico. Sustituye la vieja protección de las ramas más vulnerables por un plan de inserción en las cadenas globales de valor. Durante el ciclo progresista de la década pasada, ese modelo fue ensayado en varios países latinoamericanos. El kirchnerismo recurrió a una de esas variantes, aprovechando el escenario interno generado por la crisis del 2001 y el contexto internacional de gran valorización de las materias primas. Con ese guión apuntaló la reactivación y la recomposición del empleo, pero sin revertir los problemas estructurales de la economía. Esa irresolución generó el resurgimiento de la inflación y del déficit fiscal, en un marco de grandes vacilaciones para reindustrializar la economía con mayor captura de la renta sojera. Los mismos titubeos condujeron a un control de cambios tardío e ineficaz y a posponer reformas impositivas progresivas o cambios en un sistema financiero adverso a la inversión. Pero el principal defecto de ese modelo fue el continuado subsidio a los capitalistas, que utilizaron los recursos provistos por el Estado para fugar capital. El neodesarollismo demostró insuficiencias mayúsculas para revertir el declive económico. AJUSTE INMEDIATO CON NEGOCIOS POSTERIORES En los últimos cuatro años la economía siguió a los tumbos. No persistió el neoliberalismo del Macri, pero tampoco fue retomado el neodesarrollismo de Kirchner. Prevaleció una gestión signada por la ineficacia. El oficialismo atribuye su inacción a las adversidades generadas por la pandemia, la sequía y la guerra, omitiendo que todos los países afrontaron las mismas adversidades con resultados distintos. En los hechos, Fernández afianzó un modelo altamente ortodoxo, asentado en varios pilares regresivos. Convalidó ante todo la altísima inflación como instrumento del ajuste. Read the full article
#ajuste#Argentina#Bullrich#dolar#elecciones#FMI#hegemonia#izquierda#justicialismo#Larreta#Massa#Milei#neodesarrollismo#neoliberales#PASO#peronismo#presidente#resistencia
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Renacimiento Peronista se convierte en una nueva línea nacional del PJ
La agrupación justicialista, Renacimiento Peronista, se ha enarbolado como una nueva opción nacional que cuenta con el apoyo de los gobernadores del interior y gran parte de las seccionales tradicionales. Todo ello bajo la conducción presidencial de Juan Aníbal Gómez y su vicepresidente Carina Ivascov. “Nuestro dogma es recuperar, restaurar y reconstruir al peronismo desde el Partido…
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#Carina Ivascov#César Moraiz#Juan Aníbal Gómez#justicialismo#Partido Justicialista#peronismo#PJ#Primero por Buenos Aires#Renacimiento Peronista
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drank too much wine and ate too much asado so I'm gonna start dictating fundamental truths
#pocos saben esto pero Perón inventó el justicialismo una siesta de 1944 después de clavarse un vino y un asado#y por eso nuestro país es así (affectionate) (derogatory) (affectionate) (derogatory) (affectionate) (derogatory) (affectionate) (derogator
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Presupuesto Nacional 2025: el PJ riojano busca fondos extracoparticipables
La Rioja insiste en incluir recursos adicionales en el presupuesto, pese a que la Casa Rosada no los contempló en su proyecto inicial. Legisladores del justicialismo provincial trabajan en un dictamen alternativo junto a Unión por la Patria. El Partido Justicialista de La Rioja, a través de sus diputados nacionales, está redoblando esfuerzos para que el Presupuesto Nacional 2025 incluya fondos…
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Encuesta: Los desencantados de Milei ahora quieren votar al peronismo
Los desencantados de Javier Milei podrían volcarse al peronismo según revela una encuesta de Sentimientos Públicos. La mitad de los consultados dijo que considera votar al PJ, aunque los menores de 29 se alejan del justicialismo. Consultados sobre las posibilidades de volcarse al peronismo en las próximas elecciones, un 34% dijo que existen altas chances de votar por el PJ, un 17,5% lo considera…
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Un dia voy a hacer un compliado sobre la concepcion de la politica exterior del Justicialismo como partido mas que movimiento, y va a tener secciones muy definidas sobre la practica de las relaciones internacionales desde la perspectiva de polticia publica:
Quien hace las RRII, y para quien las hace
Para que pingo tenemos una burocracia hiperescolarizada (el ISEN y el cuerpo diplomatico) si no es para lograr puentes con países que nos abran las vías al desarrollo, la transferencia de tecnologia y la mejora de la calidad de vida de la poblacion en general
Pero me acuerdo que odio MUCHO la academia comopara ponerme a hacer eso a esta edad.
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[English translation: https://www.tumblr.com/mashounen1945/763625989989449728]
Si los argentinos nos quitamos de encima al actual gobierno libertario y tenemos de nuevo un gobierno medianamente decente (justicialista, radical, socialdemócrata, progresista, de izquierda, de centro, lo que sea), Vladimir Putin y el resto del gobierno ruso tendrán bastante por lo que responder. Porque el ascenso de Javier Milei es culpa de ellos.
Tanto EEUU como Rusia y sus respectivos aliados han hecho campañas de desinformación desde hace años, cada uno usando sus propios medios y guiados por sus propios motivos. Así que suele ser difícil saber si alguna noticia en particular realmente pasó tal como lo dicen, o está tergiversado, o es lisa y llanamente mentira. Sin embargo, algo que ya quedó bastante sólidamente demostrado es la injerencia de "psy-ops" rusos en las elecciones de 2016 en EEUU, siendo esa injerencia a favor de Donald Trump.
Por cada cosa que sucedió en el mundo debido a acciones y dichos de Trump durante y después de su presidencia, Putin es el culpable por ello al final del día: el resurgimiento de la extrema derecha en el mundo; la glorificación de la ignorancia, la intolerancia y la crueldad como forma de gobernar y también como estilo de vida en general; el deterioro de la política en todas sus facetas, tanto en el comportamiento de los funcionarios electos como en las distorsionadas ideas de la gente sobre en qué consiste exactamente la actividad política; la expansión de teorías conspiranoides y negacionismos, tanto nuevos (lo relativo al coronavirus y a las diversas medidas tomadas para evitar contagios) como viejos (lo relativo al cambio climático y al antisemitismo); el ascenso de imitadores de Trump en casi todos los países, incluyendo Jair Bolsonaro en Brasil y Milei acá... Todo sucedió porque Putin (quien es, primero y principal, el líder de una potencia mundial indistinguible del viejo imperio ruso de los Zares) eligió usar internet como instrumento para manipular la psicología humana y sacar a relucir lo peor de nuestra naturaleza con tal de infiltrar amigos suyos en otros gobiernos y así ser el ganador en su estúpida rencilla personal contra Occidente, sin importar si las consecuencias llevan a la muerte de la humanidad (metafórica y literalmente).
(Sí, Milei le debe todo su éxito a Putin, no importa lo mucho que él cante alabanzas para EEUU o imite la estética de sus instituciones de gobierno)
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Si los justicialistas específicamente son los que derrotan a la extrema derecha libertaria y asumen el gobierno nuevamente, ellos también tendrán que cambiar por completo sus ideas sobre la política exterior que la Argentina ha de adoptar.
El justicialismo y sus aliados acusan a lo libertarios de regirse por una obsoleta y anacrónica lógica de "capitalismo vs comunismo" heredada de la Guerra Fría, donde EEUU y el resto de la OTAN son etiquetados como "los buenos", Rusia y China son tachados como "los malos", el gobierno argentino atrofia su propia capacidad de pensamiento crítico y siempre se alinea con "los buenos" y condena cualquier acción de "los malos", y no se acepta la existencia de "matices" ni nada parecido. Esa acusación es acertada, el enfoque con el que los libertarios tratan las relaciones internacional es erróneo... pero los justicialistas cometían casi exactamente el mismo error cuando gobernaban entre 2003 y 2015, y lo siguen cometiendo hasta el día de hoy; ellos meramente invierten los roles de "los buenos" y "los malos" en su propia visión de la política internacional, pero todo lo demás es igual.
Es válido abogar por un mundo multipolar, donde quizás pueda haber grandes potencias pero ninguna pueda actuar sin que haya algún contrapeso concreto que prevenga abusos. Y es comprensible que algunos en Latinoamérica hayan visto a Rusia como una alternativa a EEUU luego de que nuestra región fuese oprimida o sufriera injerencia durante casi un siglo, ya sea por parte del gobierno de EEUU o por parte de las corporaciones radicadas en ese país. Pero la Rusia de Putin ya ha mostrado su verdadero rostro; quizás no tenga interés en saquear los recursos naturales de Latinoamérica o del resto del Tercer Mundo, pero tampoco le importa que seamos daño colateral en su enfrentamiento con Occidente.
Los justicialistas siempre hablan de sus "tres banderas": soberanía política, independencia económica, y justicia social. Es bueno que estén honrando la segunda y la tercera, pero sería aun mejor si también empezaran a tomarse un poco más en serio la primera.
Además, muchos denuncian las llamadas "relaciones carnales" con EEUU y la idea de obedecer a su gobierno incondicionalmente. Algunos justicialistas también expresan admiración por Mariano Moreno (uno de los miembros más importantes del primer gobierno argentino que no fue designado por autoridades de una nación extranjera), quien advertía sobre el peligro de terminar "mudando de tiranos sin destruir la tiranía". Al darle la espalda a EEUU sólo para alinearlos incondicionalmente con Rusia, ¿Acaso no estamos haciendo exactamente lo que Moreno pedía que evitemos? Es inaceptable que rechacemos tener "relaciones carnales" con una potencia mundial y luego aceptemos tener ese tipo de relación con otra potencia sólo por estar en el bando opuesto.
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Esta idea simplista de que EEUU es sinónimo de la derecha política y Rusia es sinónimo de la izquierda (sin importar si lo dice un libertario de extrema derecha fanático de EEUU o lo dice un justicialista de izquierda que simpatiza con Rusia) ya no tiene ninguna base, y quizás nunca la tuvo.
Gran cantidad de movimientos progresistas y de izquierda empezaron en EEUU y Europa y lograron (y siguen logrando) grandes cosas allí, mucho antes de que la Revolución Rusa sucediese e inspirara a otros movimientos de izquierda en el mundo. Los ultra-conservadores desquiciados que adhieren al supremacismo y practican una versión retorcida y tergiversada del cristianismo son una porción bastante grande de la población en EEUU, pero no son la mayoría ni lo han sido nunca, y Trump ganó en 2016 sólo porque el Colegio Electoral es un asco y porque los votantes que podrían haberse unido para evitar su victoria se dividieron entre Hillary Clinton de los demócratas, una candidata ecologista llamada Jill Stein (cuyos votantes podrían haber evitado que Trump ganara en algunos estados clave si hubieran escogido a Clinton), y las decenas de millones de votantes que decidieron quedarse en casa porque no había un candidato perfecto disponible.
(Si alguien retara a Milei a un debate público, sería muy fácil mencionarle todas estas cosas y así "dejarlo en off-side" rápidamente, en especial si Trump vuelve a perder en las elecciones dentro de un mes)
En cuanto a Rusia: ese país cambió tantas veces de régimen, de signo político, e incluso de nombre... pero en su esencia, nunca dejó de ser aquel imperio fundado por Pedro I hace más de 300 años, el histórico opresor de todos los demás pueblos en Europa Oriental y Balcanes, Cáucaso y Asia Centra (es decir: lo mismo que EEUU fue para Latinoamérica, lo mismo que Gran Breta��a fue para irlandeses, galeses y escoceses, lo mismo que Turquía fue para armenios y kurdos, etcétera). La ideología que el gobierno ruso tuviese (o afirmase tener) en algún momento particular durante esos tres siglos es irrelevante.
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Un gobierno distópico
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Carta a los Lectores
-La Independencia Argentina -
“Su Patrona”
El congreso general de los diputados de las Provincias Unidas del Río de la Plata, reunido en esta mi ciudad de San Miguel de Tucumán, el 9 de julio de 1816 decidió declararnos libres de los reyes de España, de sus sucesores, de la metrópoli que hasta entonces nos había regido, y de todo otro dominio extranjero. Es muy sabido, y todos los años los argentinos con patriótica unción recordamos aquella decisión tomada a instancias de dos jefes militares, San Martín y Belgrano. Ese mismo congreso decidió poner esa independencia, declarada en momentos difíciles por los graves contratiempos que sufrían nuestras armas en las provincias norteñas y por las enormes dificultades que debería afrontar el ejército que se alistaba en Cuyo, bajo el patronazgo de Santa Rosa de Lima. En la virreinal ciudad de Lima, nuestra capital por siglos, mucho antes de que se pensara que el Tucumán pudiera depender de la pobre y rústica Buenos Aires, vivió una joven llamada Isabel Flores, de fina y esmeradísima educación. Entre lo mucho que aprendió estaba la música, y fue hábil vihuelista que encantaba a los pajaritos que se llegaban hasta su galería. Era tan linda que de apodo le dijeron Rosa. Pasado el tiempo, conocida y admirada su devoción, su piedad, su espíritu de sacrificio y su misticismo, con toda razón se le dirá Rosa de Santa María. Ganó fama la santidad de esta niña hermosa que hizo voto de castidad y que rezaba con devoción; ella dijo: “desde que me pongo en oración siento mi alma tan sumergida en sí misma y mis facultades tan enajenadas, que nada interior ni exterior puede turbar mi atención amorosa a la belleza de Dios”. Murió en 1617, y medio siglo después ya Isabel Flores estaba canonizada por la Iglesia: Santa Rosa de Lima, patrona de América por disposición del mismo Clemente X en el momento de canonizarla. Un homenaje a la Santidad de la mística peruanita fue su nombramiento como Patrona de la Independencia Argentina. Grandes triunfos obtuvo esa empresa emancipadora puesta bajo tan ilustre patrona. La tan ansiada independencia, que es bien difícil de concretar en la realidad, a lo largo de los años varias veces se vislumbró como un logro que podría obtenerse con algún esfuercito más. Tanto que la soberanía política en una época fue enarbolada como bandera convocante por un justicialismo que recién aparecía en la vida política, con el ánimo de revivir estandartes que habían sido de todos pero que parecían abandonados o desfallecientes. Ahora lamentablemente esa independencia parece cada día más lejana, y hasta se sostiene que es un ideal imposible. Aunque creo que siempre debemos vislumbrar una lucecita de esperanza y nunca bajar los brazos. En especial si tenemos a nuestra patrona como intercesora de nuestros ruegos y oraciones. Hoy un nueve de julio desde la Cuna de la Independencia pido a mis compatriotas, que renovemos los votos solicitando que ampare aquella independencia que se festejara en nuestra ciudad Jardín de la Republica. Que en estos momentos aciagos y de tantas dificultades coloque a nuestra ciudad y al País y al Mundo bajo su beatífica y mística protección.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón
D.N.I. 12.209.529
Avda. Camino del Perú 1575
San Miguel de Tucumán
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EL IMPERATIVO SUDAMERICANO DE SUPERAR FALSOS DILEMAS IDEOLÓGICOS
“Todos pelean por la empanada provincial, pocos por la empanada nacional”, Pedro L. Barcia.
El reciente llamado del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, a un cambio integral de orientación de ciertos direccionamientos de política económica estratégica, externa y de defensa para la Unión Europea, es sintomático de los nuevos tiempos iniciados principalmente desde el conflicto en Ucrania. Los lineamientos y percepción sobre el enemigo externo, Rusia, podrán ser objeto debate interno y regional1, pero el anuncio del cambio en sus líneas principales es indicativo de lo que Sudamérica, como región, podría tener como norte como proyecto común, a saber: profundización de la integración económica regional; priorización de los intereses propios y desde allí definición de una política económica estratégica, tal como lo hacen los EEUU y China; esquemas de asociación extra-regional según fortalezas y debilidades propias y complementación deseada; movilización de instrumentos de política financiera propia2 – tema prioritario también para Sudamérica atento el peso de su endeudamiento -.
Del mismo modo, Argentina, se muestra entre los países del Sur Global como arquetipo del cambio, que intenta posicionar a este país en condiciones ventajosas, o al menos adecuadas, en el nuevo escenario internacional. Más allá de la orientación política y lo que podrían ser más o menos acertadas las medidas adoptadas, a los fines del presente análisis interesa el punto de quiebre histórico para este país y para Sudamérica. Si bien los movimientos pendulares en política exterior son lo clásico en esta región, a costas de una mayor coherencia y continuidad de políticas a largo plazo, interesa el carácter estructural de los cambios que se han emprendido, lo que podría indicar un posicionamiento racional y afín a los intereses estratégicos de este país, más allá de los clásicos debates ideológicos. Es decir, surge el interrogante de si el viraje que se está llevando a cabo en Argentina, responde a los lineamientos señalados en el párrafo anterior, los que serían afines a un acomodamiento ventajoso al escenario multipolar actual.
En primer lugar, al considerar la cuestión de fondo en la cultura política de este país, se observa que el “Peronismo” o “Justicialismo”, directa o indirectamente, ha dominado la dinámica política desde mediados del siglo pasado. Dado el carácter dominante sino hegemónico de esta tendencia y movimiento político, ha constituido un lugar común considerar que el Justicialismo se debía una reforma para su éxito y hasta para el éxito de la Argentina3. En realidad dicho movimiento en su categorización escapa al paradigma clásico de partido político y en su seno hay derechas, izquierdas y centros, de tal modo que, por ejemplo la principal “reforma” la tuvo en la década del ‘90 durante las dos presidencias de Carlos Saúl Menem, de orientación liberal y alineamiento automático con los EEUU y Occidente en general. Si bien los siguientes gobiernos peronistas, fueron de centro izquierda, lo que dio lugar a una nueva corriente política denominada kirchnerismo, más cercana a la social-democracia, dicha tendencia dominante convivió dentro del movimiento justicialista con corrientes más de centro-derecha y de derecha.
Por ello el planteo de objetivos de una "reconciliación con el capitalismo”, integración con la economía global, a la vez que defensa de los mecanismo de movilidad social, ya hacían parte del Justicialismo en alguna de sus versiones, quedando matices en lo que se refiere al alcance y modo de implementación de la formulación política de turno.
Del mismo modo, el contexto internacional está demostrando que los debates entre neoliberalismo e intervencionsimo resultan tener una apariencia tal que no se correspondería con lo que ocurre más profundamente, es decir, tal elección binaria reconoce matices4. Es decir, al final del día ante un contexto de fuerte contenido geopolítico las potencias competidoras aplican similares políticas que toman elementos de los diversos extremos del abanico de opciones de decisión “ideológica”, sobre lo que me he referido en artículos anteriores en este blog5.
Similar ecuación política heterodoxa se observa en la política doméstica, donde el nuevo modo de hacer política, ya que más que las diferencias ideológicos priman los discursos y posicionamientos de facción, de alto contenido emocional, que llegan a la descalificación continua del oponente. Dichos procedimientos han sido se han generalizado y se los condensa en una fórmula: Px2+I+D+E (polarización, populismo, incertidumbre, desconfianza y estigmatización de la oposición)6. Este fenómeno se relaciona con un estilo de comunicación política7 que muestra cierto empobrecimiento en términos de cultura política y de calidad democrática, por plantear un distanciamiento del modo pacífico y dialoguista de plantear diferencias y resolver las mismas en una sociedad organizada y ordenada políticamente.
Esta tendencia, que se da no sólo en América Latina sino de modo generalizado y con diversa intensidad en diversos actores de la comunidad internacional, tiene el potencial de empañar la consecución de intereses nacionales, subjetivizar al extremo el debate político, hacer peligrar el logro de consensos sociales en temas claves de interés común y desaprovechar posibles salidas de estrictos y estériles enmarques ideológicos en aras de privilegiar demandas que se corresponden con el bien común.
Atento a ello, volviendo al primer planteo descrito en la introducción de este artículo, se haría extremadamente complicado para los países del llamado Sur Global aprovechar estratégicamente la coyuntura internacional actual en la que temas de su interés vital se han logrado “colar” en la agenda internacional de un orden crecientemente multipolar.
En tal sentido, tal modalidad de ejercicio del liderazgo y de la comunicación política se ve reflejado en la política exterior de ciertos países iberoamericanos, donde más allá de las formas, mecanismos y canales diplomáticos, se ve una especie de práctica establecida una cierta transformación de las relaciones internacionales en relaciones entre facciones, donde el interés nacional se vería desplazado por manifestaciones de interés más típicos de facciones de poder8.
En este contexto, se complica descifrar el móvil y fin de diversos pronunciamientos emitidos desde el más alto responsables de la política exterior de un país, el presidente o primer ministro. El panorama es aún más confuso cuando hacia el exterior se transmiten mensajes de fuerte posicionamiento internacional y hacia dentro se plantean diversas instancias negociadoras, por cuestiones de la coyuntura y de negociación política9.
Puntualmente, en el caso argentino, donde dicha dicotomía se refleja cada de modo progresivo, se dan, por un lado, indicios de un viraje rotundo en política exterior, donde el país ha iniciado procesos como solicitud de ingreso a la OCDE; abandono de la neutralidad en el conflicto en Ucrania con un distanciamiento con relación a Rusia; alineamiento con los EEUU en votaciones internacionales, como en el apoyo a Israel en la guerra en Gaza; compra de material bélico occidental y manifestación de una mayor vinculación con la OTAN; rechazo al BRICS y Ruta de la Seda; cierto distanciamiento de organismos regionales como la CELAC y acercamiento a otros, como la APEP, promovido por los EEUU para la región y apoyo a la agenda de este país en Venezuela, Cuba, Taiwán10, por ejemplo.
Dicho perfil de alineamiento plantea interrogantes sobre las consecuencias en términos de costos y beneficios que podría tener para la Argentina. Ello teniendo en cuenta la vinculación más o menos estrecha con países hispanoamericanos, así como con potencias con China y Rusia, con su principal socio, Brasil, con los que se mantienen acuerdos de relación estratégica, así como acuerdos financieros con el primero, relevantes para la Argentina11. El llamado regreso de este país a Occidente tiene impacto geopolítico global, ya que su rechazo a ingresar al BRICS corta la racha de ampliación de dicho grupo, a la vez que se da en un contexto en el que se estarían complicando las perspectivas económicas de China12.
Un análisis más profundo sobre la situación económico-social que está atravesando dicho país sudamericano, el impacto real que produce dicho alineamiento externo y el manejo de la agenda doméstica mostrarán las posibilidades reales de sostenimiento de esta experiencia política.
En el siguiente artículo me extenderé sobre dicha cuestión, así como el revisionismo cultural estratégico que afrontó el gobierno de Milei, para dilucidar si la coyuntura que está impulsando al gobierno a un mayor pragmatismo doméstico en el uso de factores de poder, terminará infiltrando la política externa.
RAPA -
29/04/2024.
Notas bibliográficas:
1https://www.clarin.com/opinion/eje-paris-berlin-parece-funcionando-bien_0_XDq6aw1SM5.html
2GERARD ARAUD: “Our Europe is mortal. It can die. Decoding Macron’s Sorobone Speech”. New Atlanticist. EEUU. 29/04/2024.
3SPINETTO, JUAN PABLO: “For Argentina to Suceed, Peronismo Needs to Reform”. Bloomberg, EEUU. 22/02/2024.
4YUEN YUEN ANG: “Neoliberalismo o intervencionismo: un falso dilema”. El Tiempo. Colombia. 07/01/2024.
5https://baluarteargentino.blogspot.com/2023/12/opciones-de-politica-economica-para.html
6GUILLERMO FERNANDES ZOTO y ANDRES RUGELES: “ El disfraz democrático de los autócratas lationamericanos”. El Tiempo. Colombia, 14/04/2024.
7https://www.clarin.com/opinion/comunicacion-gubernamental-examen_0_45nqpUsItU.html
8CARLOS PAGNI: “De las relaciones internacionales a las relaciones entre facciones”. La Nación. Argentina, 07/05/2024.
9AGUSTINA ROCIO FERNANCEZ: “Pragmatismo interno e ideología exterior en la política de Milei”. El Economista. Argentina, 17/05/2024.
10ROMAN LEJTMAN: “Biden profundiza la relación con Milei: considera incorporar a la Argentina en la Alianza para la Prosperidad Económica”. Infobae. Argentina. 24/05/2024.
11JANAINA FIGUEREIDO: “Novas relações carnais: Milei consolida alinhamento com os EUA e apostaem mundo bipolar”. O Globo. Brasil. 06/05/2024.
12AMBROSE EVANS-PRITCHARD: “Argentina’s return to the West is a pivotal moment in world geopolitics”. The Telegraph. Reino Unido. 10/05/2024.
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El dirigente D'Elía cruzó a UxP y pidió "revelarse" votando a Moreno
El precandidato a gobernador bonaerense por Principios y Valores, Luis D’Elía, inició la campaña con el picante que tanto lo caracteriza. En este caso, llamó a que el peronismo “se revele” votando a Guillermo Moreno, por encima de la coalición oficialista Unión por la Patria (UxP). “Me dio mucho asco lo que pasó en todos estos días”, inició el vídeo el dirigente peronista. Y añadió: “Cristina…
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#CFK#Cristina Fernández de Kirchner#Guillermo Moreno#justicialismo#Luis D&039;Elía#peronismo#Principios y Valores#Sergio Massa
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Algún día voy a hacer mí fanfic de Star Wars donde el General Anakin toma el poder y lleva a la galaxia al justicialismo
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El Bloque Salta tiene Futuro, fue un espacio que tiene cierta vigencia para los que no están alineados en ningún partido.
Yo pertenezco al Partido Justicialista y soy miembro de la Junta Provincial y fui candidata por el PJ, no podría pertenecer a un espacio que no comulga con el Justicialismo, perdón calculo que los pocos peronistas que quedan allí ya van a ir alineándose al bloque Justicialista.
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