CASI PERFECTO Capítulo 14 -La sangre llama-
HOLA!!! Harto tiempo, pues ya quedo. Lean, especulen reclamen comenten den me encorazóna pero no me ignoren T.T jajajajaja Gracias por seguir esperando y leyendo. Nos vemos en el proximo ;)
Sayaka abría la puerta de su departamento, sucio y con muchas cosas rotas. Cierra la puerta y suspira sabiendo que debe limpiar su propio desorden; el desgano en su rostro es más por los recuerdos que debe mover que por el hecho de asear. Después de un arduo trabajo de limpieza ella se recuesta sobre su cama recién hecha entre las penumbras de su habitación, clavaba su vista en el techo, para meditar su plan de venganza en contra de Jurina. La chica no se había puesto a pensar en la posibilidad de que en verdad Miyuki estuviera viva y segada por su odio y con su orgullo herido solo podía pensar en devolver el dolor que jamás había experimentado y hacer justicia por su propia mano. No cree realmente en lo que le han dicho y solo ha vuelto para hacerle la vida un infierno a Jurina, infierno en el que ya vive ella.
****Habitación de Jurina mañana siguiente****
Unos labios húmedos hacen presión sobre una cien que yacía sobre una almohada, la figura durmiente arruga sus ojos a causa de la abundante y muy brillante luz colándose por las cortinas traslucidas de la habitación.
–Buenos días–
–Muy buenos días. – Responde Jurina.
Encantada por tal manera de ser despertada, con su cuerpo cansado después de haber pasado una noche por decir placentera, llena de erotismo y satisfacción sexual. Jurina estaba tan ensimismada en ese sentimiento que llama y cree ser amor. Sentía que su vida estaba retomando un estabilidad inigualable y ahora era más notable pues, ya no era la Jurina casanova y galante, ahora solo tenía ojos para una sola persona, Matsui Rena. Después de todo, la fidelidad se le da muy bien.
Rena le miraba cariñosamente mientras Jurina lo hacía de forma estúpida, ambas en sintonías diferentes pero en el mismo lugar. Rena ya no era más su maestra de arte, pero ahora era una maestra en el arte de engañar.
–El desayuno está listo, debes darte prisa para encontrar a Miyuki–
–Es verdad.– Jurina vuelve en sí, sacude un poco su cabeza pero no deja de sonreír.
–Voy a darme un baño, me visto y te veo en un momento, ¿sí?–
–Adelante, te espero en el comedor–
Jurina se escapa de la cama dejando a Rena sentada en filo lateral de la misma y mirando ahora el lugar vacío. Sabiéndose sola, mira con frialdad la cama, aprieta sus mandíbulas y sus puños arrugan la sabana que un guardaba el calor del cuerpo de Jurina, solo puede pensar en una sola cosa, Miku. Ansiosa por verla, por tocar de nuevo su pequeña mano, llevarla a tomar un helado o simplemente conversar con ella. Por supuesto que estaba confundida pero su más grande anhelo está a punto de cumplirse. Sus emociones la hacían descomponer su rostro a lo más parecido de un ser malvado ideando un plan perverso. No sabía exactamente lo que viene, pero con lo que sabe es suficiente.
La sorpresa de saber que Yamamoto lo sabía todo sobre su pasado le tomo desprevenida, pero simplemente se quedó en blanco al darse cuenta que ella es quien ha matado al hermano de con quien ahora comparte más que la cama, más que un momento placentero, más que fluidos, más que la vida misma. Para su sorpresa le molesta un poco la idea de lastimarla lo cual la inquieta y pero ese plan que tiene en mente Yamamoto no puede resultar en nada más. Ahora que lo sabe todo no puede quedarse a su lado. Aún si Jurina descubre que Miku es su hija, no puede, aun si no la liga directamente con el crimen hay mucha gente enterada de ello y no tardaría en descubrirlo. Yamamoto Sayaka tenía su futuro en sus manos y parece no darle opción a replica. Está tan decidida a dañarla, que casi no reconoce a su antigua alumna en ella.
Jurina despierta completamente al sentir el agua sobre su cuerpo, mientras disfruta de la sensación recuerda lo sucedido ayer. Yamamoto estuvo en la casa y se había descubierto toda la verdad, ya no había nada que ocultar, así que ahora no había pretexto para entregarse 100% y encontrar a la Doctora sin tener que ocultarse de Rena. Cumplirá con su promesa hacia Sayaka y por lealtad está dispuesta a todo.
***Comandancia Sala de Juntas 9:00 am ***
Los elementos designados para la misión rescate y captura de todos los implicados en el caso Watanabe estaban presentes y estaba a punto de dar comienzo la reunión estratégica. En la sala, en sus sillas ya se encontraba la mayoría de los que participarían en esta misión, otros oficiales, representantes de diferentes escuadrones y claro, los agentes Fukushi y Kitagawa, el jefe del laboratorio forense, la doctora psicóloga Takayanagui, la encargada del departamento de tecnología Furuhata Nao, y la comandante Sae. Esa era la vista que tuvo Jurina al entrar a dicha sala, saluda como es su costumbre y toma su asiento.
Faltaba alguien muy importante en la silla de a lado, justo cuando sumergía su mente en recuerdos sobre como aun en reuniones oficiales, ella y Yamamoto bromeaban o hablaban por lo bajo, la puerta se abre, entra el Director del departamento y detrás de él la Sargento Yamamoto Sayaka. Obviamente todas se sorprenden y se ponen de pie para saludar a su autoridad máxima. Todos fueron testigo del choque de miradas entre Sayaka y Jurina. Serias pero duras, ambas de carácter fuerte mantenían su autoritarismo dominante que siempre hacia acobardarse a los sospechosos y culpables. Era la primera vez que veían que ambas se miraban de tal forma, el choque de tan imponentes miradas provocó un silencio que fue roto por el director al comenzar dar su conferencia de estrategia.
Mostrando todo lo investigado por medio de imágenes y videos, proyectándolos en la pantalla gigante y explicaba los resultados entregados. Los comentarios picaros no faltaron en llegar cuando vieron a sus compañeras vestidas elegantemente en ese lugar del distrito rojo. Causándole pena a unas y alimento de ego para otras como la forense en turno Fujita Nana que recibía halagos, se hacía un bullicio que el director callaba mientras designaba el rol de cada uno en esta misión.
Finalizada la reunión las agentes se dirigen a sus escritorios ninguna de las dos hablaba y eso era bastante incómodo para todos lo que compartían piso. Sayaka reordenaba sus archivos al igual que Jurina, en aquella oficina solo escuchaban cliqueos, dedos escribiendo sobre un teclado y en sus celulares. Todo era normal, tenso pero normal hasta que unos murmuros llamaron la atención.
Una elegante y presuntuosa figura caminaba por el pasillo y recibía miradas de oficiales de diferentes rangos a su paso.
–Sakura…–Jurina se levanta de golpe al verla, no la había vuelto a ver desde que estaban en España.
Era tonto pensar que no volvería a Japón después de todo solo iba por cuestiones de trabajo.
–Tranquila, no vengo a contigo–
–¿No?– Jurina se extraña de ello.
–Sorprendentemente no, vengo con Yamamoto ya que tú pues ya sabes…–
Dice ella insinuándole que ya no está disponible, definitivamente los chismes vuelan.
–¿Yamamoto?–
–Sí, y no te incube Matsui–
Yamamoto se levanta y rodea el cubículo de Jurina tomando del brazo a Sakura para alejarse de ahí. Jurina solo ve como salen apresuradamente directo al elevador. Minutos después ellas salen del edificio hacia el estacionamiento.
–Ya puedes soltarme, creo que tarde más entrar que tú en sacarme ¿Por qué me has llamado?–
Divertida se sacude desarrugando su blusa de manga larga y comenta mientras lo hace, Sakura está al tanto de todo y Yamamoto la contacto pues es de mucha ayuda en su venganza en contra de Jurina.
–Guarda silencio, te llame pero no te dije que subieras, te dije que me avisaras cuando estuvieras aquí. No puedo decirte nada en este lugar además tu no me agradas en lo absoluto. – Ellas se detienen a un lado su motocicleta y Sakura deja salir una sonrisa divertida acercándosele mucho a Yamamoto, reaccionando ésta un poco arisca mientras le ofrece su casco cuando gira un poco y la arrincona, sabe que debe permanecer firme y no pierde ante el evidente acoso de la periodista. Simplemente se lo da alejándola interponiendo en medio de las dos y girando su cuerpo para ponerse ella el otro casco.
–Eso ya lo sé Yamamoto, pero del odio al amor…–
–¡Nada! Soy incapaz de sentir amor. – Exclama molesta girando. – Soy el odio mismo y no te gustara estar incluida en mis planes. – Caminando un poco de lado y haciendo girar a Sakura para que ahora fuera ella quien quedara arrinconada entre la moto y su humanidad, le hace saber en lo que se ha convertido, en un ser vacío. Lo puede ver en sus ojos oscuros. Sakura borra inmediatamente su sonrisa y amplía sus ojos pero vuelve inmediatamente a su derrochante sensualidad. Sintiéndose atraída por tan voraz carácter comienza a probar sus límites.
–¿Así?–
–Si–
Haciendo a un lado el elegante casco negro, sosteniéndolo en su mano izquierda, con su otra mano toma del cuello de la chaqueta típica de piel negra a Sayaka, es nula la distancia así que no hay necesidad de atraerla más.
–Eres muy interesante Yamamoto, ahora, viéndote así detenidamente hasta creo que me agradas. – Soltando el cuello acaricio su barbilla afilada y dejo sus dedos ahí.
–Pues tu a mí no–
–Es una lástima, quizá podría ser mejor de lo que pudiéramos imaginar–
Aquello que ocurría en el estacionamiento era una escena atípica, infame, y no parecía una discusión. Muy por lo contrario parecía que se estaban provocando con erotismo. Al menos eso era lo que apreciaba Jurina, pues no se quedó de brazos cruzados y las siguió. No sabe que es lo que está sucediendo pero respetara por ahora la libertad de Yamamoto, no está en condiciones de exigirle nada y decide volver cuanto antes a su escritorio para analizar la pruebas y hacer por fin que Sayaka se meta de lleno en el caso pues sigue desconfiando.
–Quizá, pero para eso debe haber atracción y tú…–
–Shhh,…– Sakura no la deja terminar poniendo un dedo sobre su boca, – Eres cruel y despiadada Yamamoto, sin embargo aquí me tienes. En fin, ¿cómo me pongo esto?–
Sakura levanta el casco y lo mira para después mirar a Sayaka, la cual chistea arrebatándoselo y poniéndoselo de mala gana.
–Ahora súbete y agárrate bien–
Sakura escondía ahora sus gestos, pero dentro del caso era en verdad divertido todo lo que sucede en su retorcida cabeza. Aferrada a su espalda, Yamamoto se ponía un poco rígida, esta tipa se toma muchas atribuciones y el camino fue bastante incómodo.
***Comandancia***
Jurina repetía una y otra vez los videos enviados antes del incidente en su computador. Aún sigue sin identificar el área pero no se dará por vencida. Algo llama su atención en uno de los videos. Una bolsa de pan que no venden en Tokio o al menos no le parece familiar. Toma algunas capturas de pantalla mientras sigue escudriñando el video con zoom.
***Reunión Sospechosa***
Sakura y Yamamoto llegan a un elegante restaurante donde aparquea su vehículo de dos ruedas y entran en él. Dentro, Kinoshita Momoka estaba esperando y mientras lo hacía estaba entretenida hablando por teléfono. Viendo cómo se acercaban a ella su amiga y una belleza que llama inevitablemente sus instintos se levanta y no pierde el tiempo para galantear.
–¡Sayaka!– Saluda. – ¿Y?–
–Miyawaki Sakura. – Ella sola se presenta, –Vaya, Kinoshita-San, la famosa Ikemen cantante y actriz. – Dada su profesión, inmediatamente la reconoce.
–Encantada de conocerla, Miyawaki-san–
Saludándola elegantemente y regalándole una sonrisa especial le ofrece asiento, sus señales son bien recibidas por la chica periodista la cual le devuelve el gesto y coquetea descaradamente. A decir verdad Kinoshita tiene un muy buen porte y una actitud cautivadora además de otros atributos atrayentes para las chicas que les gusta la buena vida.
Sentadas las tres en una mesa privada, digna de una estrella reconocida, estaba a punto de revelar el plan que tenía Yamamoto en mente.
–Bien, pues ¿para qué me has llamado Yamamoto?– Pregunta Sakura dando un sorbo a su vino tinto.
–Seré directa. Sé que tienes un peculiar interés por Matsui Jurina y también sé que, tu estas enterada de quien es y que ha hecho tu hermana Matsui Rena hace varios años–
–Mi media hermana. – Aclara el punto, –¿A qué te refieres?– Extrañada por lo que revela Yamamoto Miyawaki se hacia la desentendida.
–¿Y yo que tengo que ver en todo esto?– Momoka interviene.
–Tú, me vas a ayudar a desaparecer a alguien–
–¿Qué?–
–Descuida, no es un secuestro como tal, es una labor social,– voltea y mira a Sakura aviando la situación. – O ¿No lo crees así, Sakura?–
–¡Aaah!, ya entiendo, – Expresa ella –¿Así que ya lo sabes?–
–Sí, estoy enterada de todo–
–No creo que de todo, pero si es para quitar a Rena del camino será un placer ayudarte–
–Espera, no entiendo.– Momoka miraba de un lado a otro
–Mira, ella es hermana de Rena–
–Media hermana. – Vuelve a aclarar el punto.
–Como sea, ella sabe que Rena ha cometido un crimen atroz ¿O me equivoco? El hermano de Matsui Jurina fue un agente caído en acción, un supuesto héroe para el departamento, él y Rena Matsui mantenían una relación y tuvieron un bebé el cual el hermano de Jurina le quito y lo dejo acá en Japón. –
–Tengo una pregunta, ¿Por qué de pronto odias a tu casi hermana Jurina, Yamamoto?–
–No voy a entrar en detalles y me sorprendería que no lo supieras–
–Merezco saber, pero sí, algo oí por ahí–
–Y yo merezco que me expliquen. – Momoka volvía a interrumpir tenía su actitud típica relajada, en realidad le da igual la tal Jurina, pero no comprende que sucede.
–Pues Momoka, resulta que Miyawaki, es un ser ruin y despreciable–
–Me gustan los seres ruines y despreciables. – Dice ella sonriéndole y guiñándole el ojo galantemente.
–Gracias. – Responde como si de un alago se tratase con una sonrisa descarada.
–¡Momoka!–
Sayaka sabía de esto, juntara a su amiga con esta mujer fácil no iba a ser sencillo a sí que trata de poner orden y seriedad.
–Ya está bien, prosigue Sayaka–
–Lo sabias, siempre lo supiste y así la enredaste y la sedujiste aquella noche en el bar. La seguiste hasta España sabiendo bien lo que se encontraría y nunca se lo dijiste. Ocultaste a tu media hermana donde está su hija por quien sabe cuánto tiempo ¿Qué tienes que decir al respecto?–
Sakura cambia su rostro y sonríe con ironía, Yamamoto resulto ser más astuta de lo que aparenta y ha resuelto el caso del siglo.
–Jaque mate agente, no puedo creer que este bajo tu ordenes ahora, supongo que si me niego a ayudarte le dirás a Jurina y estaré implicada en este caso, vaya vaya, me pregunto ahora ¿Quién realmente es despreciable?– Sakura sin perder su cínica sonrisa toma las cosas más en serio. Ahora tiene una gran dificultad y debe lidiar con ello. –¿Y qué vas hacer Yamamoto?–
–Le arrebatare a Jurina lo que más le importe, y lo que más ame–
–Miku, – Complementa Sakura y Momoka mira a su amiga con una expresión que le causa escalofríos. Sakura se deleita cuando sus ojos se llenan de ira. Era tan excitante verla en ese estado que incluso está dispuesta a seguir sus órdenes, por ahora. –…Que en verdad es la hija de Rena.– Puntualiza Sakura.
–Rena– Dijo Sayaka perdiendo su mirada. –Mucho más ella–
–Espera un segundo, a ver si entendí, – Momoka interviene aclarando su garganta y reacomodándose en su asiento, está hecha un nudo en lo que se está poniendo sobre la mesa. – ¿Tu venganza consiste en alejar a una tal Rena de Jurina, la bellísima policía que estuvo en mi departamento?–
–¿Puedes omitir lo de bellísima?–
–Está bien, la cual tenía un hermano el cual la tal Rena asesino y Jurina no lo sabe y supongo que ese es el gancho para obligar a Rena a irse y no solo eso llevarse a su hija que en verdad es la hija legitima entre el hermano de Jurina y ella. Y tú, Preciosísima Miyawaki no puedes decir que no ya que de igual forma si Jurina se entera que le han ocultado la verdad no querrá verlas a las dos nunca más en su vida. – Concluye con una voz más seria. –¿Ya pensaste en eso Yamamoto?–
–Sí, lo he hecho–
–¿Y qué vas a hacer si Miyuki en verdad está viva?, que por cierto, ¿no deberías de estar buscándola?– Sayaka no responde y evade la pregunta.
–¿Me vas a ayudar o no?–
–Está bien, está bien. Te tomaste muy enserio eso de tocar lo que no debe ser tocado–
–Es más una justa venganza, a final de cuentas terminare haciéndoles un favor a ambas–
–¿Y qué es lo que voy a hacer?– Pregunta Sakura
–Te encargaras de distraer a Jurina, aun no decido en que momento ocurrirá el secuestro pero deberás acercarte a Rena y ser tu quien se encargue de ello–
–¿Y yo?– Momoka pregunta
–Tú me ayudaras con tus influencias a borrar rastro alguno–
–Bien, ¿Supongo que Rena está aquí?– Pregunta Miyawaki.
–Supones bien–
–¿En dónde, en su casa de Nagoya?–
–No, en el departamento de Jurina. –
–Entonces le haré una visita. – Sakura se levanta de su asiento atrayendo la atención de ambas chicas. –Y estaré a tu disposición tengo el lugar perfecto para enviarlas solo necesitare de algunos recursos como algún jet privado, gente…tú sabes cosas ajenas a mí para no pues…–
–No te preocupes lindura yo me encargo de eso–
Momoka en un nuevo guiño seguía coqueteando. Y antes de que se le escapara Sakura Sayaka le pregunta curiosa por lo que fuera a hacer.
–¿Iras ahora?–
–Por supuesto, no hay tiempo que perder–
–¿Aprovecharas para amenazarla?–
–Nooo, de ninguna manera. Solo seré más gentil que tú después de todo es mi media hermana–
–Ustedes dos son terribles–
Añade Momoka mirando a ambas chicas un poco sorprendida por tanta maldad junta, pero sabe que Sayaka no está jugando y le preocupa sin embargo la apoyara.
–Una cosa más Yamamoto, – Sakura se inclina y pone sus manos sobre la mesa y Sayaka la mira fijamente. –Estas pisando un terreno muy peligroso, ten cuidado porque también tú frágil corazón podría salir lastimado–
–No creo que te importe mi frágil corazón–
–Tienes razón, pero aun así no dejara de causarte dolor, bien no se diga más, manos a la obra. –
–¿Estas insinuando algo?– frunciendo ceño le mira intentando ver algo detrás de lo que le dice.
–No. – Dice ella volviendo a su posición erguida, –En lo absoluto, que tengan buen día y estamos en contacto. – Finalmente sonríe como es su costumbre intercambian números telefónicos y sale de ahí.
Ambas chicas ven como se retira del restaurante y Momoka no se reservaba ni un poco y su vista era detraída por el menear de las caderas que desaparecía.
–No comprendo Yamamoto–
–¿Qué cosa?–
–Estas rodeada de bellezas y le eres fiel solo a una–
–No es como si quisiera serlo–
–¿Entonces por qué lo eres?–
–No lo sé, no puedo evitarlo. Miyuki en verdad es una espina clavada que cada vez duele más–
–Pues, esta chica te tiene ganas–
–Esta chica lo haría con cualquiera, y yo no estoy par eso ahora–
–Bueno, entonces si no te importa podría, yo, tú sabes–
–Has lo que quieras–
–Bueno–
–Debo volver al trabajo, esta es la dirección de mi departamento, no es muy lujoso pero estarás bien ahí debajo del extintor esta una llave, será divertido–
–Si tú lo dices–
–Bien, me voy–
–Okay–
Momoka se queda en el restaurante terminando de comer lo que ordeno, debe hacer algunas cosas antes de ir al departamento de Sayaka.
***Departamento de policías***
–¿Dónde está la agente Jurina?–
Pregunta la comandante Sae llegando al área de asuntos internos encontrando los asientos vacíos.
–Creo que fue al área de tecnología–
–¿Y Yamamoto?–
–Ella salió hace un momento con una persona que vino a buscarla–
–¿Una persona?–
–Miyawaki Sakura. –
Jurina apareciendo detrás de ella, recién llegaba después de haber dejado algunos de sus análisis a la sala de rastro y tecnología.
–¿Quién?–
–La reportera, ¿la recuerda?–
–¿Y qué asuntos tendría que tratar nuestro agente con ella?–
–Eso mismo quisiera saber yo, pero como pudo darse cuenta ella no confía en mi como antes–
–En cuanto llegue las quiero en mi oficina a ustedes dos y a ustedes dos–
–¿Yo?– El Agente Fukushi pregunta apuntándose a sí misma.
–Sí, usted y Kitagawa–
–Si comándate, en cuanto aparezca Yamamoto estaremos ahí– Responde Jurina tomando la orden.
–No hace falta, Comándate. –
Saluda colocando su mano recta en la frente a su superior al llegar.
–¿Dónde estaba agente?–
–Arreglando un asunto personal–
El choque de miradas entre ambas agentes no tarda en llegar, Jurina ahora ve que está sola y en su mente se forman las imágenes que vio en el estacionamiento con Sakura.
–Como sea, las espero en mi oficina–
–Si–
Todas responden unisonoramente y prácticamente van detrás de ella.
–¡Yamamoto!– Jurina le da alcance cuando se sube al elevador después de que dejara que las otras dos agentes se fueran.
–¿Qué?– Le responde de mala gana.
–¿Por qué estaba Miyawaki aquí? Hasta donde yo sé no es de tu agrado–
Sayaka miraba la puerta del ascensor en curso aún cerrada y hacía muecas en su boca, dejando salir un pequeño sonido acompañadores ironía, voltea y la mira con desagrado. Jurina solo la miraba intentando adaptarse a la actitud agreste que ahora se manifestaba en Yamamoto.
–Hum, no me digas que te dan celos de que ella me busque a mí ahora, ¿Qué acaso no tienes tú ya al amor de tu vida?–
–Esto no tiene que ver con eso, ella en verdad no…–
–En estos momentos Matsui ella es menos desagradable que tu–
Callando cualquier cosa que pudiera decir le responde levantando su cabeza con orgullo cruzando sus brazos y devolviendo su vista a las puertas del ascensor que justo se abren y de inmediato Yamamoto sale de él dejando a Jurina arrugando el ceño impotente ante a quien ahora desconoce casi completamente.
Al llegar a la oficina de la comandante Sae ya se encuentran las dos otras agentes, la forense Fujita, la Psicóloga Takayanagui y Furuhata Nao.
–Bueno señoritas, las he hecho venir por que mañana es la gran noche. Y hoy tenemos una cita muy importante con ustedes dos, Jurina, Yamamoto–
La comandante rodeando su escritorio y abriendo una carpeta del cual extrae algunas hojas comienza a hablar en cuanto llegan.
–¿Noche de qué? ¿Qué cita?– Pregunta Yamamoto.
–Oh, es verdad. No estas al tanto de lo que ha sucedido–
–Si no es mucha molestia, ¿podría informarme de que día habla?–
–En tu ausencia Yamamoto, las agentes Fukushi y Kitagawa en colaboración con la Doctora Takayanagui, se encargaron de detener a un vital e importante testigo del caso del callejón. Testigo que nos ha estado ayudando a llegar a lo que hora sabemos, el caso Watanabe. –
–¿Entonces es verdad?–
Escuchándolo de parte de la comandante y con todo lo que vio esta mañana duda dentro de ella y su maldad parece flaquear por un momento.
–Estamos un 80% seguiros de a que así lo es–
–¿De qué depende el 20% faltante? –
–De cómo manejemos las cosas a partir de ahora–
–En qué momento se hará el operativo para la búsqueda de Miyuki ¿Por qué lo aplazan si creen que está viva?– Aún con desconfianza pregunta.
–No lo estamos aplazando, hemos estado investigando adecuadamente los indicios, hoy por ejemplo he dejado algunas observaciones de los videos al oficial Nao, hay un equipo completo trabajando las 24 horas desde que tenemos a la testigo. No queremos equivocarnos de nueva cuenta y queremos ubicarla antes de que ellos lleguen a nosotros de nuevo con otro de sus juegos sucios. – Responde Jurina pero es ignorada.
–Por eso te hemos llamado. – Continua Sae.
Alguien llama la puerta e interrumpe lo que parecía una discusión en plena formación y Sayaka quien se encontraba más cerca se distrae y abre.
–Con permiso– Dice una chica que mira al piso al entrar y después las mira a todas.
–¿Macchun?– Sayaka al verle el rostro la reconoce de inmediato, y ante la sorpresa de los demás ella no mentía, dijo la verdad pues declaro conocer a Yamamoto.
–¿Yamamoto?– Extrañada por quien ve, ya que le habían dicho que había renunciado, la mira muy diferente a como era en la preparatoria.
–¿Tu eres…? ¿Ella es?–
Sayaka las mira a todas desconcertada y tratando de mantener su temperamento serio.
–Así es, ella es nuestra testigo por quien ahora sabemos a ciencia cierta y gracias a unos nuevos análisis forenses, que Miyuki no era quien estaba en aquella bodega a la hora de la explosión–
–¿Quién era?, no me digas que…–
–Sí, Akari–
Gana la palabra Ogasawara viendo el rostro de sorpresa en su antigua rival de instituto, Yamamoto Sayaka.
–No podemos decir en un 100% que Miyuki esté viva pero si estamos en una trampa. Ellos pretendían que nos diéramos cuenta de esto y si Miyuki sigue con vida la encontraremos, al parecer no se han dado cuenta que tenemos ya a la testigo–
–¿Y qué haremos?– Pregunta Jurina.
–Tenemos una invitación especial al distrito rojo hoy, y mañana todas ustedes ya sabe que hacer pero, ustedes dos. –Refiriéndose a Sayaka y Jurina. –Deberán hacerse pasar por Ikemens el día de hoy, le he prometido al dueño presentarle un nuevo mercado y las necesito para esta noche. Eso no ayudara a crear mayor confianza, mañana se presentaran como dos señoritas y todo marchara normalmente, aquí tengo la orden de aprensión hacia el dueño y la orden de cerrar el lugar. Muchos intentaran escapar y debemos detener a cuantos podamos, no tendremos mucho apoyo solo 10 oficiales de encubierto como clientes y mis únicos elementos fuertes serán ustedes 4 ya que también hay chicas implicadas. Sus objetivos serán Ota Yuri y Shiroma Miru–
–¿Miru?– por segunda vez Sayaka sorprendida.
–¿La conoces?–
–Si–
–¿Sabe que eres policía?–
–No, pero conoce mi historia con…–
–Pues entonces tú te acercaras a Ota, y Jurina será quien se encargue de Shiroma–
–¿Y cómo vamos a saber quiénes son?– Pregunta Jurina
–Seguiremos la misma dinámica, a las afueras estará una van equipada donde se encontrara Ogasawara y ella las dirigirá por auricular.–
–Entiendo–
–Entonces chicas, Furuhata y Fujita son las únicas que nos acompañaran esta noche. Furuhata apoyara a Ogasawara y Fujita ira con ustedes como dama de compañía
–Será todo un placer– Dice Nana tomando el brazo de Jurina con mucha confianza.
–Busquen las mejores prendas y los mejores accesorios, debemos hacerles creer que en verdad somos influyentes y profesionales–
–Si comandante– Todas responde.
***Fuera de la oficina***
–No puedo creer que de nuevo seré una de esas chicas baratas–
–¿Qué te pasa, ganan muy bien esas chicas–
–Pero andan regalando su cuerpo, no comprendo por qué gustan de dejarse manosear–
–Deja de quejarte que con unas copas encima te veías muy divertida–
–Claro que no–
–¿No?–
–Apuesto que conseguiste más números privados que todas nosotras juntas–
–¡Que NO!–
Las oficiales y los otros elemento discutía el tema entre ellas con humor, en la parte de atrás venia Jurina y aun lado de ella Ogasawara más detrás Yamamoto pensativa.
–¡Ogasawara!–
Se escucha una exclamación por parte de Sayaka dándole alcance a la testigo. Lo cual hace que la chica y Jurina volteen hacia atrás y se detengan, Jurina no quiere hostigar más a Yamamoto así que no dice nada y solo sigue su caminar de nuevo a su cubículo para seguir con sus investigaciones.
–¿Qué ocurre Yamamoto?–
–Jamás imagine verte de nuevo y mucho menos aquí–
–Yo quizá sí la vida que llevaba no era muy decorosa, pero no imaginaba encontrarte a ti precisamente, juraba que te volvías una famosa cantante pero creo que eso fue lo que le sucedió a Kinoshita–
–Sí así es, ¿qué fue lo que le sucedió a Akari?–
–Pues…–
La chica le relata la historia un poco más corta que la confesión, pero eso basto para hacerla dudar algunos segundos y sentir muy en sus entrañas un poco de remordimiento por lo que ha hecho y lo que pretende hacer, sin embargo aún es más grande su orgullo.
***Casa de Jurina***
La actitud de Rena en estos últimos días ha sido extraña, a decir verdad desde que conoció a las chicas en la universidad fue bastante cuidadosa y se dio tiempo de observarlas. Sin embargo, sin pedirlo y sin desearlo a pesar de jurarse así misma que no volvería a caer, se ha traicionado y se encuentra ahora en una circunstancia donde la balanza se inclina claramente hacia un solo lado. Salpicaba su rostro con agua fría del lavamanos en el baño, se siente cansada y con las ideas revueltas, quieres mala y quiere ser buena pero no hay lugar para las dos dentro de ella simplemente quiere ser la que era antes de conocer a Matsui Jurina. Miraba fijamente su reflejo en el espejo al cual le escurrían gotas de agua, sintiendo una pérdida de identidad provocada por el desconocimiento de sus emociones, sería una ingenua sorprenderse pero sabe porque está hoy ahí. Su atención a su yo que tenia de frente es interrumpida, el timbre de la puerta se escucha y ella va hacia la entrada para ver de quien se trata.
–¿Miku?–
–¡Rena!–
Su corazón da un vuelco al escuchar su nombre proveniente de la voz de la pequeña, ahí estaba, saludándola y entrando en cuanto abre completamente la puerta. Sin imaginar siquiera quien es realmente ella.
–¿Qué haces aquí? Bueno hacen…– Sorprendida y conteniendo todas sus emociones que se desbordan con solo ver su sonrisa pregunta mirándola junto a su perro.
–Escape de casa–
–¿De nuevo?–
Rena pregunta cerrando la puerta y girando hacia el pasillo viendo a la pequeña con sus manos detrás haciendo un lindo gesto.
–Jeje, claro que no, en verdad pedí permiso para venir con Jurina–
–Ella sabe que vendrías–
–No, pero es normal–
–Oh–
Rena contemplaba a la niña, sus inconciencia la hace dar algunos pasos al frente y admirarla más de cerca.
–Has crecido mucho, – Dice de pronto mientras toma su mejilla. –Jurina ha hecho un gran trabajo–
–¿Ocurre algo Rena?–
–No, nada. Veo que tres una maleta–
–Sí, me quedare un par de días junto con Sam–
–¿En verdad?– Su corazón vuelve a saltar en la emoción. Definitivamente estar con la niña ahora era más satisfactorio que la presencia de Jurina.
–Sí, ¿podemos salir a pasear juntas más tarde?
–Claro, vamos te ayudo a llevar tu maleta–
–Gracias–
Rena observaba a la pequeña niña sacar sus cosas de la maleta y a Sam ¿Sam? ¿Cómo no se dio cuanta antes? Su portero se llama Samuel y cuando era bebe el solía saludarla como el tío Sam, algo debió haberse quedado en la memoria de la pequeña y daría lo que fuera por que la recordara también de forma natural sin tener que recurrir a los planes sucios. Le miraba sintiéndose impotente, querer correr a ella, estrecharla entre sus brazos solo se quedaba en su mente recargando su cabeza en el marco de la puerta. Recuerda cómo empezó esta mentira, aunque intento mantenerse al margen, su curiosidad la ha llevado hasta donde está ahora, a un lugar donde no hay vuelta atrás.
***MATSUI RENA / FLASH BACK***
Una mañana como cualquier otra, llegaba al campus después de guardar luto a su manera a un aniversario más de la pérdida de su ser más amado en el lugar que más aborrecía pues, ahí conoció por casualidad a un apuesto joven de encantadora sonrisa, cabello oscuro con un corte muy moderno de lentes oscuros al darle orientación. Un flechazo a primera vista y para rematar era asiático. Elegante y educado congeniaron de maravilla hasta conocerse mejor y dar inicio a lo que se convertiría en su peor pesadilla.
Al llegar a su cubículo le fue entregada la nueva lista de asistencia y rápidamente nota tres nombres peculiares. Después, conoció a esos tres eruditos, la aparición repentina de Sakura y sus incomodas conversaciones, la habían mantenido inquieta y decidió darse a la tarea de investigar quienes eran sus alumnas después de haber notado cierta excelencia en sus trabajos, y cuando Jurina pregunto por quien ahora sabe es su hermano más fue su intranquilidad. Efectivamente eran lo que se temía provenían de la tierra del sol naciente a consecuencia de que su padrastro fue capturado. Para España el caso estaba cerrado ya que murió en cumplimiento de su deber, pero para las autoridades de Japón no estaban conformes y sabía que buscarían la manera de volver. Era mucha casualidad que precisamente tres chicas asiáticas llegaran, y justo a la misma universidad y preguntando por él.
Aquella joven que se acercó sin ser llamada, misteriosa y con una personalidad encantadora, fue un blanco fácil, muy fácil. Hacerla perder la razón y mantenerla solo para ella era su primera intención en su intento por descubrir que era lo que realmente quería y hasta donde podía llegar su autoridad.
Una tarde, había vuelto a su departamento después de terminar con su horario de docencia. Habían ocurrido muchas cosas una de las chicas ya no era más su alumna. Las dos que quedaba estaban a punto de volver a su país, sabía que Jurina vendría a ella y estaba dispuesta a enfrentarla y preguntarle muchas cosas, pero callo, se traiciono a sí misma al verla parada en el marco de la puerta. Su sólida presencia le causaba escalofríos, su personalidad hacia dudar a su convicción. Pero firme a su principal idea la llevo más allá de sus límites incluso perdiéndose a sí misma. Suena horrible pero si, ella solo quería estar cerca de Jurina para salvar su propio pellejo, pero en el proceso puso mucho más en juego.
****Fin Flash Back****
–¿Miku?– Rena camina hasta ella
–¿Si? Dime. – Responde ella quien aún se encontraba en de rodillas en el piso.
–¿Puedo abrazarte?–
–¿Eh?–
–¿Puedo?–
–¡Claro!–
La pequeña le había tomado confianza a Rena prácticamente desde que la conoció y conforme Rena se agacha ella se gira un poco para abrazarla.
–¿Qué ocurre Rena?–
–Nada–
Des envolviéndose un poco pero sin soltarla, sus ojos se volvían cristalinos haciendo conjunto con una sonrisa tímida y temblorosa. Miku toma las mejillas de Rena entre sus pequeñas manos y la mira fijamente a los ojos como si la examinara.
–¿Qué ocurre?– Pregunta Rena ante la acción de la niña.
–Nada…–
Miku solo la mira, no había visto su rostro tan de cerca y hay una sensación creciendo dentro de ella al verse reflejada en los ojos de Rena. En un momento detenido en el tiempo algo dentro de ellas las reconocía, pero en ese momento eran completas desconocidas.
–Miku, cuéntame más de tus padres ¿Qué les ocurrió?–
–¿Mis padres? Mmmh, no se mucho en realidad, ¡Ooh!–
La pequeña se zafa de Rena y va a su mochila de la cual saca de un libro curioso una fotografía, en ella esta los padres de Jurina, Jurina varios años más joven aunque casi con el mismo aspecto y él, con Miku en brazos, definitivamente es ella.
Los ojos de Rena la traicionan y se llenan de nostalgia incluso pareciera que en cualquier momento le brotaran lágrimas.
–¿Qué ocurre?–
–Nada, es una muy bella foto, – Dice ella aclarando su garganta, –¿y tu madre por que no está en ella?– Pregunta con su boca temblorosa.
–No lo sé, no sé quién es. Solo sé que nos abandonó a mi padre y a mí–
–¡Eso no pudo ser posible!– Dice inconscientemente exaltándose un poco.
–¿Cómo dices?–
–Nada, lo siento. Miku, si te digieran que tu madre te está buscando o algún día quiere conocerte, ¿Qué harías?–
La pequeña mira con desconcierto a Rena, ¿Por qué le pregunta algo así tan complejo? Pero aun así piensa su respuesta.
–Me gustaría que fueras tú–
–¿¡Eh!?– Rena se exalta.
–Así no tendría que conocer a alguien nuevo y forzarme a que me agrade. Creo que no podría verla si llega solo así diciendo que es mi madre cuando Jurina ha sido quien me ha cuidado todo este tiempo–
–¿Yo te agrado?–
–¡Mucho!– La niña salta a sus brazos de nuevo.–No sé dónde este esa señora, no sé si me busca o si sigue viva, solo sé que soy feliz así y así quiero vivir. A demás tú eres muy agradable y me gustaría ser como tú de grande. Elegante y muy bonita–
–Tú ya eres bonita. –
Asombrada por las palabras de Miku su corazón golpea su pecho frenéticamente e incluso siente como si fuera a salirse de él.
–Cuando te conocí sentí como si ya te conociera, observaste mis dibujos y me sorprendí al saber que tú eras quien había hecho ese libro. Quiero aprender más de ti si no te molesta–
–Por supuesto que no–
Alguien vuelve a llamar a la puerta. Rena mira a Miku y sonríe desenvolviendo el abrazo suavemente.
–Iré a ver de quien se trata, tu sigue deshaciendo tu maleta–
–Si–
Obediente, la pequeña vuelve a lo que hacía antes de ese extraño pero lindo momento fraternal. La niña experimenta con Rena un sentimiento que no comparte con Jurina y no sabe por qué pero quiere descubrirlo.
Rena al llegar a la puerta no molesta en revisar quien es pues, pudiera ser algún familiar de la pequeña que posiblemente olvido algo. Abre sin preocupación alguna pero se sorprende en el acto.
–¿Sakura?–
–¡Oh! Rena, ¿Qué haces aquí?– Pregunta como si se sorprendiera, actuando fascinantemente.
–¿Tu qué haces aquí?–
–Yo pues, soy amiga de Jurina, te lo dije antes ¿no? –
–¿Así? No lo recuerdo–
–Bueno, tus lagunas mentales no son mi problema–
–Jurina no está–
–¡Rena! ¿Quién es?–
La pequeña sale de su habitación corriendo junto con Sam creyendo que podría ser Jurina ya que escucho su nombre, pero se encuentra con una desconocida, bueno un poco la ha visto varias veces en la televisión.
–¡Oh! La famosa Miku– Sakura se apoya en sus rodillas cuando la niña llega a la puerta, pero Sam gruñe y Miku lo acaricia, –Ah, lindo perrito. Había oído hablar de ti, pero no había tenido el gusto de conocerte–
Rena de estar mirando a la pequeña detrás de ella frunce el ceño, y gira su cabeza despacio hacia Sakura que le sonreía a la niña. Frívolamente sus ojos miran ahora a Rena quien le clavaba la vista frunciendo el ceño cada vez más de forma irritada. Progresivamente la ira se acumulaba en uno de sus puños y apretaba sus dietes.
–¿Qué ocurre Rena?– Sakura Pregunta con cinismo volviendo a su posición erguida.
–Tu…–
Rena se dio cuenta de algo justo ahora, algo que ignoro o no le dio importancia ya que todo lo que venía de Sakura lo ignoraba, casi todo, gracias a ello se dio a la tarea de investigar quienes eran esas chicas.
–¿Rena que ocurre?–
La pequeña mano de Miku tomo su puño, el cual se desenvolvió al sentirla y cambio su rostro inmediatamente.
–Nada, ¿por qué no vas a tu habitación junto con Sam? Yo la atenderé–
–Bueno, con su permiso–
–Adiós pequeña. –
Sakura parecía disfrutar del momento y ondeaba su mano despidiéndose de la pequeña. En cuanto ella cerró la puerta de su habitación Rena la empujo hacia el pasillo de afuera cerrando la puerta al instante.
–Oye… que mal educada te has vuelto–
–¡No! No te atrevas ha… Tú lo supiste todo el tiempo–
–¿Qué cosa?–
–No te hagas la estúpida–
–Ahh~ ¿Miku?, me entere hace poco, si… bueno en realidad hace tiem…–
Sakura no termina de decir nada, Rena le da una cachetada que la hace solo voltear un poco su cara sorprendiéndola pero sonríe como si de una masoquista se tratara.
–Ne vengas con esa actitud tuya que aborrezco hipócrita, por eso la seguiste hasta Barcelona, eres verdaderamente abominable, me ocultaste donde ha estado mi hija todo este tiempo eres una…–
–Wooowow cuide su lenguaje Maestra, no estás en condiciones de reclamar nada–
–¿A qué has venido?– En un tono molesto la hace dar más pasos hacia atrás pero Sakura no disminuía nada su arrogancia
–Voy a disculparte por el golpe que me acabas de dar, vine a salvártela vida ahora que ya sabes quién es ella–
–¿Tu? ¿A mí? Vete al diablo. – Rena estaba en verdad molesta y cruza sus brazos con arrogancia. –Si yo lo quisiera me largaba en este mismo instante con ella–
–Pero no puedes, no durarías un una sola hora escapando, ella te encontraría y… no hablo de Jurina–
Rana amplía sus ojos ante lo dicho, Sakura lo sabe, está hablando de la otra oficial. Sabe que Yamamoto la tiene en sus manos y están en una bomba de tiempo.
–Prefiero estar en deuda con ella y no contigo–
–¿Y qué harías si supieras que ella ha solicitado mi ayuda?– Rena hace muecas solo con su boca, no le gusta, no le parece nada de lo que está sucediendo, pero ya no hay marcha atrás.– Admítelo Rena, necesitas ayuda para irte a algún lugar del cual nadie sepa y yo por supuesto no se lo diré a nadie ni a la misma Yamamoto si aceptas mi ayuda–
–Jurina…–
–Mucho menos a ella, sabes que ella me gusta y la quiero para mi ¿Te lo dije no? Ella volverá a mí por su propia voluntad. – Rena aprieta sus puños y casi se puede escuchar el rechinar de sus dientes, tal como en el pasado, Sakura está en medio de nuevo y sonriéndole cínicamente de frente. –Aaaah, ¿No me digas que te importa de verdad? Si, tú también ya lo sabías–
–No lo sabía,– Responde viéndose acosada por la mirada de Sakura quien la hace retroceder y desenredar sus brazos pero sus puños seguían cerrados con fuerza.–No, del todo…–
–¿Ves? No eres estúpida–
–Ustedes dos no merecen la lealtad de Jurina–
–¿Y tú si?–
–Mucho menos yo,…– Desenvolviendo sus puños, responde como si su voz se diera por vencida viéndose hora completamente descubierta por quien más aborrece. –¿Quién es peor de todas nosotras? Tú has estado a su lado, – Sakura se acerca aún más a ella y ahora Rena retrocede, –No eres tonta Rena, y tampoco te gustan las mujeres. Aun así viajaste desde el occidente porque sabías que Jurina iba guiarte, lo que no esperabas es que ella tuviera lo que tanto buscabas y que precisamente a ella le arrebataras algo ahora, por si fuera poco ahora tienes su corazón el cual muy seguramente romperás. –
Rena no dice nada más, sabe que es verdad todo lo que ha dicho y que nuevamente su pasado la ha alcanzado. Parecía que todos tenía ahora el control de su vida menos ella misma, y parece ser que debe jugar con las reglas del juego que ellas están proponiendo.
Completamente desarmada, por primera vez agacha su cabeza frente a su media hermana menor impotente y frustrada. Exactamente que sentía, no lo sabía, solo sabía que debía desaparecer cuanto antes pero no quería depender de ninguna de las dos.
–Parece que no tengo escapatoria, ¿cierto?– Con su rostro resignado y su orgullo pisoteado finalmente voltea a verla de nuevo.
–Eso es correcto Rena, pero no te preocupes si confías en mi nadie sabrá donde estas ni la misma Yamamoto–
–¿Por qué tienes tanto interés en ayudarme?–
–Por que debo cuidarme también–
– ¿De qué?–
–A decir verdad ella me tiene en sus manos, y como sabrás odio eso, ayudándote ganamos todas –
–No todas, Jurina…–
–Bueno también eso es verdad, pero Jurina es joven y fuerte lo debe de entender, debe de entender que el mejor lugar para Miku es contigo y a ti te superara después de todo, tu sabes, te odiara–
–¿Y qué me vas a pedir a cambio?–
–Solo un par de cosas–
–¿Qué?–
–Renuncia a ella y guarda el secreto. –Como si en verdad sintiera compasión por Rena, Sakura parecía ser sincera he incluso la hace dudar.
Hay algo que las une a las dos, una verdad inminente y un pasado que no pueden borrar. Ambas saben perfectamente que ocurrió. Sakura es su sombra desde hace mucho tiempo y verla de nuevo en Barcelona sabía que no era para nada bueno. Ella solo trae problemas. Siempre ha querido lo que ella tiene pero ahora eso ya no importa desde pequeñas ha renunciado a todo con tal de no soportar su envidia. Touru no fue la excepción incluso aún sabiendo de su embarazo se metió en medio de ellos. De manera absurda ahora le ofrece ayuda y para su desgracia esta vez la beneficia. Odia todo esto, odia que precisamente Jurina esté involucrada en esto. Debía aceptar que también siente algo muy fuerte hacia ella y que no lo planeo así en un principio. Simplemente Jurina la conquisto y ahora ella no tiene otra salida más que huir y arrebatarle algo que ama.
–¿Cuando?–
–Pronto, por ahora has caso a lo que Yamamoto te diga. – Una llamada entrante la interrumpe. –¡Ah!– Que coincidencia es Yamamoto, Sakura sonríe simulando tapar la bocina del teléfono pero en verdad solo es una acción muy común al hablar con alguien de al lado, Rena ya no se sorprende muy por lo contrario aprieta más sus puños y parece hacer un puchero de desagrado. –Diga oficial–
[–¿Dónde estás?–
–Justo estoy con Rena capitán, ella ya sabe de qué va todo esto– Dijo cerrándole un ojo cínicamente a Rena.
–Mañana, organiza una reunión, esto debe moverse cuanto antes–
–¿Por qué tanta prisa capitán? ¿Acaso está dudando?– Al escuchar eso Rena no pudo evitar hacer un gesto de extrañeza.
–No, solo quiero que esto termine pronto y poder irme de aquí–
–mmmmh, en fin, yo me encargo–
–Te cuelgo, tengo una misión junto con Matsui esta noche–
–Bien, suerte agente–]
–Bueno Rena, parece que mañana le diremos a Miku que es tu hija–
–¿Mañana?–
–Así es, dejaremos que eso pase y, tengo la perfecta cortina de humo por la cual huiras sin problema alguno. Tú cumplirás tu palabra y yo la mía–
–¿Y que pasara mañana?–
–Habrá una linda fiesta aquí, en tu casa, si mal no lo recuerdo es tu cumpleaños–
–Ni siquiera lo recordaba –
–Sé que no lo festejas, pero debemos aprovechar ¿Jurina lo sabe?–
–No–
–Bueno, yo me encargo–
Rena no estaba del todo convencida estaba abrumada por todo y solo acepta por aceptar, realmente no está razonando lo que está sucediendo y ella misma no ve ninguna solución.
***Comisaria más tarde***
–¿Algún avance Nao?–
Jurina se encontraba recargada en uno de los escritorios, casi sentada, con sus brazos cruzados mirando las múltiples pantallas delante de ella.
–Estamos intentando recuperar lo que había en la memoria temporal de la cámara antes de la explosión, parece que no tenía una unidad para grabar solo mandaba la señal.–
–Comprendo, pero ¿Para enviar una señal necesitaba estar conectada a Internet?–
–Es correcto, pero fue destruida y la cámara está muy deteriorada pero confió en que rescataremos algo de ambas–
–Encontré otra cosa muy curiosa, ¿ves esas envolturas de pan?–
–Si… uncle Rikuro…–
–No es un pan que vendan aquí, no sé de donde pueda ser–
–Mmmh, yo tampoco lo había visto, lo buscare–
–Gracias, voy a prepararme para la misión de esta noche–
–Sí, suerte con eso aunque no creo que le sea muy difícil–
–¿Tú crees?–
–En definitiva–
Jurina se separa de la mesa y mira a el oficial Nao, de pronto parece como si le estuviera haciendo un alago pero con cierto toque de insinuación.
–Ahh, bueno nos vemos más tarde–
–Nos vemos más tarde agente – Jurina simplemente sale de ahí y se dirige a los vestidores, moviendo su cabeza para despedirse.
***Área de vestidores***
Jurina entra y se encuentra Yamamoto quitándose sus prendas de oficial, el departamento de utilería había enviado suficiente material para su vestuario de encubierto.
–¡Hey!– Saluda ella como antes lo hacía. Pero solo recibe una fugaz mirada a cambio y un pequeño movimiento de cabeza.
Jurina sabía que esto iba a ser difícil pero Yamamoto no hace las cosas fáciles, esta faceta de ella realmente es molesta.
Cada una elige el mejor de los atuendos, pelucas, trajes llamativos y el maquillaje perfecto. Incluso el equipo de encubierto estuvo un momento con ellas ayudándolas con piezas de látex falsas para modificar un poco sus rostros. Eran un auténtico par de chicos guapos.
–Vaya Vaya, en verdad son asombrosas ustedes dos– La comandante Sae entra para verificar que todo esté listo, y encuentra a sus elementos casi listos. Pero nota de inmediato como están espalda con espalda lo que le indica que no se han dirigido la palabra. –Bueno mis playboys es hora de irnos–
Sae sale de esa habitación y camina a la salida del departamento orgullosa de sus oficiales de encubierto. En otras circunstancias ese par sería una pareja insoportable pero dado a los sucesos todo es muy tranquilo excepto por las miradas y cuchicheos de quienes pudieron mirarlas hasta que abordaron una de las lujosas camionetas.
Antes de llegar al el lugar donde se llevaría a cabo la misión, Jurina recibe una llamada entrante.
[–Sí, hola–
–Hola Jurina–
–¿Sakura? –
–Sí, disculpa por no poder hablarte como es debido ayer, Yamamoto ocupaba algo–
–¿Oh y, me llamas solo para eso? La última vez intentaste chantajearme–
–Lo sé, ¿pero te ayude no? Descubriste quien es zafiro–
–Sí, aunque no fue de mucha ayuda, ¿desde cuándo llegaste? –
–Hace un par de días, sin ti allá no tenía motivos para quedarme–
–¿Y vuelves para hablar con? –
–¿Estas celosa? –
–Claro que no–
–Supongo, se de buena fuente, que estas ahora oficialmente con Rena–
–¿Te lo dijo ella? –
–No, misma la misma Rena.
–¿Rena? –
–Sí, esta tarde la visite y quedamos en muy buenos términos–
–¿Y cómo sabias donde encontrarla? –
–Eso si me lo dijo Yamamoto–
–No sé si eso es bueno, ¿Para qué me has llamado? –
–Vamos Jurina no seas tan fría conmigo, aun te quiero pero respeto tu relación con mi hermanastra–
–¿Entonces? –
–Es precisamente por ella porque te llamo, mañana es su cumpleaños ¿lo sabías? –
–¿Qué? No–
–Descuida, si tú quieres podemos hacer una pequeña fiesta en tu casa, Miku está ahí–
–¿Miku? –
–Sí, ¿Qué te parece? Yo me encargo de todo distraemos a Rena ¡Ah! Ya sé. Casualmente olvidaras tu placa y Rena seguro te la llevara, la mantienes contigo y vuelven juntas a casa–
–¿Estas segura? –
–Sí, tu solo encárgate de darle el mejor de los regalos y también puedes invitar a tus amigos, a quienes quieras–
–La verdad no sé qué decir, no eres la misma Sakura que hablo conmigo en Barcelona y sin mencionar el chantaje–
–Sé que no, pero permíteme demostrarte que también puedo ser una buena persona–
–Está bien, te tengo que colgar estoy a punto de entrar al operativo–
–Bueno, no lo olvides, cuídate y hasta mañana–]
En cuanto pisan el lugar roban miradas, son presentadas al Jefe con el que Sae a estado teniendo contacto el cual las examina cuidadosamente.
–Vaya, en verdad son muy extractivos–
–Así es, son las mejores en este arte–
–Bien, si son las mejores me encantaría ver cómo interactúan con dos de mis más especiales damas–
–¿Especiales? – Jurina pregunta con curiosidad.
–Sí, son las más costosas e insaciables–
–¿Así? – Con actitud arrogante y muy galante Sayaka está dispuesta a ponerse a prueba.
–Sí, de hecho ningún hombre ha logrado seducirlas–
–Quizá su preferencia no sea del todo masculina– Responde Sayaka – Imagínese, si ellas nos aceptan la cantidad de clientes y clientas nuevas que visitaran en este lugar. –
–Bueno si ustedes cooperan conmigo en cierta temporada no veo ningún problema–
–Y ¿Dónde está? –
–están en el área vip, vayan–
Sae sonríe, por fin tendrán todas las piezas y los elementos para ejecutar la orden de cateo y la detención. Las chicas van siendo dirigidas por sus auriculares. Llegan a una sala en verdad llena de lujos y Ogasawara las alerta.
–Ella es Ota, agente Yamamoto–
–Entendido–
Sin dudarlo avanza hasta ella, es bonita. Su cabello cortó su cuerpo del gado y muy bien dotada pero con una actitud evasiva.
–Jurina-San, ella es Shiroma–
–Wow–
–Suerte–
Jurina queda impresionada, sus bajos instintos dormidos por el amor que siente hacia Rena se remueven. Shiroma en verdad es hermosa y atractiva, ahora que la ve comprende porque ningún hombre puede con ella.
–Shiroma Miru, ¿cierto? –
–¿Quién eres tú? –
Miru voltea y se sorprende por el bello rostro y el buen porte pero vuelve enseguida a su actitud arrogante.
–Soy quien quieres que sea–
–Ridículo–
–Lo siento–
–¿Quién te dijo que puedes sentarte? –
–Lo hago porque puedo, no necesito tu aprobación–
–¿Me permites una copa? –
Mira con desconfianza ve como se sienta a un lado de ella pero este chico guapo no es como los otros.
–Aquí tienes, ¿Sabías que la ridiculez es también algo pequeño e insignificante? –
–¿Qué? Aparte de ridículo nefasto–
–Bueno pues tú eres bastante arrogante para ser tan bella–
–Y tu bastante guapo para ser tan bocón–
–Ah, te agrado… te comprendo soy irresistible–
–Arrogante–
Como siempre, sacando sus dotes de coqueteo usando cualquier tema para desarrollar una plática. Jurina rompía record de conversación con la chica maravilla del lugar para sorpresa de muchos. Por otro lado Sayaka probaba su nuevo lado perverso, no le importaba nada y caía en un círculo en el cual lo que viniera a ella sería bien recibido.
–Hola–
–Hola ¿Quién eres tú?–
–Trabajo para otro jefe, y estamos de visita–
–Un ikemen–
–Una–
–Interesante ¿Cómo te llamas?–
–Sayaka, he oído que eres en verdad muy especial–
–Eso depende–
–¿De qué? –
–De que no quieras propasarte en cuanto me conoces, aquí suelen verte como objetos y por tener dinero creen poder hacer lo que les place–
–¿Y si no te gusta, que haces aquí? –
–Pagan bien–
–Te contradices–
–Eso dicen, por eso no me entienden–
–Quizá podamos hacer una excepción–
–Quizá–
Cada una de las chicas hacia su trabajo, lograba ganarse la confianza de las chicas y lograron sustraer información que es muy útil para cerrar el caso, aunque en verdad las chicas solo son anzuelos y son buenas personas.
Despidiéndose de ellas y asegurando volver a verse, terminan su misión y vuelven a la comandancia para cada una regresar a su hogar.
***Terminando el Operativo comandancia***
–¡Sayaka!– Jurina le da alcance antes de que Sayaka subiera a su Moto
–¿Qué quieres?–
–Sé que no estamos muy bien entre tú y yo, pero Mañana es el cumpleaños de Rena y me gustaría que fueras un momento a mi casa–
–¿Vas a dar una fiesta?–
–Sí, Sakura me ayudara con eso–
–Ahhh, Sakura…– Sayaka capta que es todo referente a su plan. –De acuerdo, ahí estaré y llevare a Momoka ¿Te importa?–
–No, para nada de hecho no invitare a nadie más–
–Está bien, buscare un obsequio para ella, te aseguro que será uno muy bueno–
–Pues… Gracias–
Jurina ve como la chica se coloca su casco sube a su moto y se aleja en su vehículo de dos ruedas y después de todo lo ocurrido logro ver un poco de amabilidad en ella. Ella hace lo mismo y se sube a su vehículo para dirigirse a casa, está ansiosa por ver a Rena y a Miku.
Mientras conduce hay un ligero embotellamiento y se ve obligada a disminuir su velocidad, pensativa decide encender la radio y sintoniza su estación favorita. En los anuncios informativos daban las primeras precauciones para la temporada de ciclones que ya se anunciaba con algunos vientos fuertes, lluvias ligeras y días nublados, pronto comienza una canción y así el tiempo que tarde para llegar a casa al menos será bien acompañado.
***Departamento de Yamamoto***
–Ya llegue–
Yamamoto se anuncia mientras deja sus zapatos en la entrada y coloca sus llaves en el guarda lleves, de inmediato ve a Momoka recostada en uno de sus sillones de su sala y se acerca a ella antes de irse a descansar a su habitación.
–Hola–
–¿Qué haces?–
–Llegas justo a tiempo–
–¿Para qué?–
Momoka tenía encendida la radio, subió el volumen y en cuestión de segundos, una hermosa melodía acompañada de una bella voz cantaba.
[¿A dónde voy? ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Cuáles son mis deseos? ¿Cuáles son mis sueños? ¿Qué debo hacer?]
–Esa es….–
–Si– Sonriente y conspiraste Momoka cruza sus brazos sintiéndose orgullosa de su amiga, recordando un poco sus días de preparatoria.
–¿EEEEEEEEEEEEEEEH? ¿Está en la radio?–
–Y en la cadena más importante de Tokio, lady prepárate. Se convertirá en la canción más pedida en un abrir y cerrar de ojos–
[Un día, a cierta hora, unos jóvenes se dieron cuenta de lo que habían estado haciendo. Buscando un paisaje para grabarlo en sus corazones infantiles, vagaron solos.]
Sayaka no podía creer lo que estaba ocurriendo y como se escuchaba su voz. Aquel día creyó que solo era un pasatiempo en el estudio, un demo. Pero en realidad grababan en serio esa es la letra que más le ha costado escribir una letra que habla de amor, algo que ya no tiene y que ya no sabe si es capaz sentir.
Al mismo tiempo, Rena caminaba de la mano con Miku por los pasillos de una tienda de conveniencia en la búsqueda de melón pan, un gusto que comparten ambas. Jurina aun en el auto sintonizaba esa estación y escucha esa melodía que le hace sentir una emoción y una tristeza que trasmite esa voz remasterizada, de pronto pareciera que le es familiar pero no conoce a nadie que cante profesionalmente para que salga en la radio. Sin embargo es una melodía preciosa.
[Ama todo si vas a seguir viviendo, abre la puerta a tu corazón, hiere tu cuerpo, incluso tu corazón, pero aun así, ama a alguien.]
Momoka observa a su amiga, la conoce, quisiera decir que perfectamente pero los años no pasan en vano y ella sin duda ahora es diferente, pero nota en ella una expresión que no se ha ido, su humildad, reaccionando avergonzada por esta oportunidad.
[Ese día, en determinado momento, esos jóvenes se dieron cuenta de que solo desechando la duda dentro de sus corazones, murmurarían las palabras que habían olvidado.
Amor, amor, amalo todo,…]
La canción termina y pasan a los comentarios, inmediatamente comienzan a llegar mensajes y mails donde preguntan por el nombre de la chica intérprete la cual es revelada. Jurina detiene su auto de golpe no le conocía esa voz a Sayaka, la había escuchado cantar borracha pero nunca sobria y a ese nivel ahora sabe dónde estuvo todo este tiempo. Rena en la tienda de conveniencia apunto de pagar incluso retiene el dinero perdiendo la atención a lo que hacía y dirigiéndola a la voz de los locutores. Sin duda es una gran sorpresa y la Yamamoto que cantaba hace un momento no parecía ser la chica actual. Ahora era oficial, su nombre llegaría a cualquier rincón de Japón y estará en boca de todos.
***Casa de Jurina***
Cuando Jurina llega a casa es recibida como hace mucho tiempo no lo era, por Sam prácticamente derribándola al piso, sabia de la presencia de Miku pero no de la Sam.
–¡Hey! ¿Sam?– Al escuchar su voz y el alboroto de Miku corre también a la puerta.
–¡Jurina!–
–Miku–
–Ven Sam–
–Hola, ¿Qué haces aquí?–
–Mis tíos dijeron que sería bueno que pasara una temporada contigo y…–
–Entiendo, ¿y cómo has estado pequeña genio?– Pregunta mientras se sacude un poco.
–Bien, hoy fui con Rena a comprar melón pan–
–¿Melón Pan?–
–¡Siii!¿No sabias que es el favorito de Rena? ¡Igual que yo!– Exclama la niña gustosa.
–Ahh, no… lo sabía…–La pequeña le compartía su felicidad a Jurina conforme caminaban por el pasillo– Por cierto ¿Dónde está?–
–Mmh recibió una llamada por teléfono y dijo que saldría por un momento–
–Ooh,…– Murmura Jurina, es raro que Rena salga y más de noche supone que quizá Sakura está detrás de todo esto. –Oye Miku–
–¿Si?–
–¿Qué es lo que piensas de Rena? – Pregunta aprovechando su ausencia. Sabe que Miku entiende bien la situación que vive.
–Mmmh, pues es muy agradable, educada, atenta muy bonita y a veces es como si estuviera con, con mí…mamá…–
–Miku, ¿recuerdas algo de cuando eras bebé? – Intrigada por ser la primera vez que compara a alguien con quien ni siquiera conoce pregunta.
–No, pero Rena me hace sentir como si lo fuera, como si ya la conociera–
–Es curioso–
–¿Por qué?–
–Yo también tengo el mismo sentimiento desde que la conocí–
–Entonces es un efecto mágico de ella – Jurina sonríe por la pureza en su comentario.
–¿Te gustaría que viviéramos juntas?–
–¿Se puede?–
–Mmmh técnicamente si, aunque no es bien visto, maña es su cumpleaños–
–¿En serio?–
–Sí, y pensando en lo que dices me gustaría hacerle un regalo especial–
–¿Cómo un anillo?–
–Que lista, sí, algo así pero eso es muy apresurado sería más bien algo significativo–
–mmmh yo ya sé que le voy a dar–
–¿Qué?–
–Es un secreto–
–Que misteriosa, iré a asearme un poco–
Rena efectivamente estaba con Sakura escuchando el plan misterioso que le propuso a Jurina cuando la llamó. Todo debía salir sin fallos así que nuevas mentiras disfrazadas de buenas intenciones se estaban formando.
**Comandancia día Siguiente**
Comenzando un día nuevo Jurina hace lo que planeo con Sakura, se despide de Miku y de Rena y sale rumbo a la comandancia. Era un agradable día despejado y la sensación veraniega ya podía sentirse. Cada quien en lo suyo iban a dar casi las una de la tarde. Mientras ella mantenía su vista en su monitor unos murmuros se hacían presentes y Jurina voltea hacia el pasillo para ver de qué se trata ahora. Amplía sus ojos ante la vista y deja escapar una sonrisa estúpida conforme se levanta.
Las miradas están puestas en ellas, pero Jurina rápidamente vuelve en si ya que es su lugar de trabajo y también no le agrada mucho que los demás admiren a su hermosa Rena. Vestida como toda una señorita, elegante pero no ostentosa robaba miradas.
–Rena, ¿Qué haces aquí?–
Pregunta como si se sorprendiera, tenía que hacerlo era el plan.
–Vine a traerte esto. –
Rena deja ver una cartera negra en la cual esta su placa. Juria se hace la sorprendida y busca entre todos sus bolsillos y efectivamente no la lleva con ella.
–¿Cómo pude olvidarla?¿Y Miku?– Se pregunta Jurina mas para ella misma mientras se llevaba una mano a la cabeza.
–Es parte de tu encanto Jurina– Le dice Rena sonriendo.– La lleve a sus clases de pintura–
–Ohh, Gracias– Con su peculiar sonrisa que marcaba su mentón y denotaba sus perfectos hoyuelos en su mejilla toma la cartera y la guarda.
–¡Maestra Matsui!–
Exclama Sayaka cuando llega a su escritorio, la mayor parte de la mañana estuvo fuera.
–Yamamoto…– Dice su nombre como si esperara verla, anticipando su defensa.
–Que agradable es tenerla por aquí–
–No soy más su maestra–
Jurina, atenta y no dejando pasar ese pequeño cambio de actitud en Rena y la forma en la que habla Yamamoto interviene de ninguna forma va a dejar que le cause molestias.
–Solo vino a dejar mi placa, la olvide por distracción–
–Supongo…– Con actitud arrógate miraba de arriba abajo a Rena conforme llegaba a la división entre su cubículo y el de Jurina, –Debes de estar en verdad distraída y no quiero saber los obvios detalles–
Jurina frunce el ceño, no le gusta la forma en que habla. En otras circunstancias lo tomaría como un juego de su sarcástica amiga pero ahora es muy diferente, hay saña en su comentario.
–Es suficiente Yamamoto, comprendo que sigas molesta pero no tienes por qué portarte de esa forma– le dice tranquilamente Jurina pero casi está a punto de perder los estribos.
–Lo siento Jurina, todo esto me tiene muy tensa – Dice ella justificándose pero había honestidad. –Lo siento, maes… Rena-San– Corrige moderando su actitud.
Sin embargo a Rena no la engaña, lo disfruta y lo puede percibir en su mueca que no hace conjunto con sus ojos serios. Pero, lo que menos quiere es que estas dos chicas pelen de nuevo y salga a relucir el tema en un momento temperamental de Yamamoto así que saca a relucir un peculiar tema.
–Gracias Yamamoto, por cierto ¿ahora cantas?–
–¿Eh?– Definitivamente no se esperaba ese cambio de tema.
–Es verdad Yamamoto, ayer te escuche en la radio– Jurina hace también el comentario.
–Ah, yo…–
–Era una hermosa canción, bastante contrastante…– Rena le envía una indirecta sin dejar de mirarla. Era obvio su mensaje.
–Yo, yo no tengo porque darles explicaciones–
–¿En verdad crees eso?– Jurina con su semblante triste le pregunta.
–Si–
–Solo dime, ¿dejaras de ser agente para dedicarte a cantar?–
–Si– Se limita a responder.
Jurina hace una mueca insatisfecha, pero está claro que Yamamoto no volverá a ser la misma y más si Miyuki en verdad está muerta.
–Bueno Jurina, yo me voy–
–¡No!– En la creencia de que no sabe nada de la fiesta intenta retenerla, el mayor tiempo posible.
–¿No?–
–Qué te parece si te invito a comer vamos por Miku y volvemos a casa, hoy tengo operativo por la noche y puedo salir si quiero ahora–
–Pues sí, me parece bien–
–Entonces vámonos–
–Te esperamos más tarde en casa Sayaka–
–Claro, tengan cuidado han pronosticado lluvias torrenciales para esta tarde–
–Descuida–
Ellas caminan hacia la salida de la oficina, Jurina muy atenta con Rena y Sayaka se sienta dejándose caer en su silla, se mecía de un lado a otro juntando sus manos al frente tocando su barbilla, en verdad esas dos hacen una linda pareja, piensa.
***Casa de Jurina 5:00pm***
El viento ya soplaba fuertemente pero era refrescante. Sakura había llegado desde muy temprano a la casa de Jurina y sínicamente convirtió la sala en una buena recepción. Se encargó de llevarlo todo mientras Jurina y Rena se mantenía lejos, simulando una fiesta sorpresa. A la casa llego Momoka y Sayaka con sus respectivos regalos y no tardaron en conspirar antes de que llegaran.
Pasada solo una hora, el timbre suena, Sayaka y Momoka jugaban con Sam y los adornos de la fiesta. Sakura se encontraba en la cocina ocultando el pastel que Jurina había mandado hacer y va de inmediato a la puerta pasando por la sala y dándoles la señal que todo daría comienzo.
–¡HOLA!– Saluda Sakura y ahora Rena es quien debe hacerse la sorprendida
–¿Pero qué pasa?– Dice con sorpresa.
–AAH lo que pasa Rena es que, ¿hoy es tu cumpleaños, no?–
–¡Si Rena!– Miku dice gustosa.
–Ahh~ es verdad–
–Pero pasen, están en su casa, ¡ah! Jurina ¿vienes un momento conmigo a la cocina?– Sakura era demasiado amable, pero todo era planeado y la única que en verdad lo ignoraba era Jurina.
–Sí, claro–
–¡Yo voy con ustedes!– La pequeña estaba tan emocionada con esa fiesta falsa que incluso ya no parecía tan falsa.
–Espéranos en la sala Rena, enseguida vamos–
–Si– Responde conforme comienza a caminar al girar para entrar a la sala es recibida nuevamente pero por alguien que no conoce.
–Hola señorita, Sorpresa.– Rena hace un gesto extrañado que desaparece cuando ve a Sayaka.
–Hola ¿Quién eres?–
–¡Ah! Rena, ella es Kinoshita Momoka– La presenta Sayaka
–Mucho gusto, así que tú eres la famosa Rena– Momoka hace una pequeña reverencia sin dejar de mirarla.
–Famosa no lo creo, pero si yo soy–
–Es de lo único que he escuchado desde hace ya varios días…Vaya…–
–¿Así?–
–Si–
–Ella va a ayudarnos a sacarte de aquí–
–Genial, una más–
–¡Hey!– Jurina regresa con Rena y saluda a las chicas que ya están ahí. –Hola, bienvenidas, bueno no todas– Dice refiriéndose a Momoka.
–Yo sé que me amas preciosa pero te cohíbes–
–¿Ustedes se conocen?– Pregunta Rena
–Por desgracia, y nunca, jamás me enamoraría de ti, pero en fin eres amiga de Yamamoto y espero no sea insignificante este humilde aposento–
–Por supuesto que no, es acogedor como para una linda familia–
–Yo también lo creo–
–Es una pena ¡Auch!– Yamamoto le da un golpe en el hombro.
–Momoka compórtate, Rena es su…–
–Aaaah~ que lastima es usted tan hermosa–
–¡Hey!–
–Tranquila JuriBaby no le hare nada voy a reconocer que tienes un gusto exquisito–
–¡SAYAKA!–
–¡Hey! ¿Cómo has estado?– Sayaka se inclina para darle un abrazo a Miku quien prácticamente llego corriendo a ella.
–Muy bien, tenía mucho que no te veía. – Ella se da cuenta que la pequeña no está enterada de las diferencias entre ella y Jurina, y es igual que otros días.
–¿Y esta pequeña belleza quién es?– Pregunta Momoka
–Es mi sobrina y es como mi hija–
–Tu hija, que interesante–
–Momoka…– Sayaka le vuelve a llamar la atención.
–Por qué mejor no se sientan, Sakura trae algunos bocadillos–
–Sí, gracias.– Sayaka jala a Momoka y la lleva al sillón.
La chicas se sientan en los sillones, Miyawaki prueba su cámara capturando estos falsos momentos y Momoka le hace compañía, conversan convenciéndola de que le haga una sesión de fotos, Miku le preguntaba cosas a Sayaka mientras Sam se dejaba acariciar por ella, Rena y Jurina solo platicaban y reían. A pesar de eso, Sayaka no pierde detalle en los movimientos de Rena y de Miku los momentos en los que están cerca es de verdad muy hermoso, sabiendo ella la verdad debe de ser una verdadera tortura para Rena, piensa ella.
–Miku– Jurina llama a Miku
–¿Qué pasa?–
–¿Tienes tu regalo?–
–Si–
–Bueno, entonces vamos por el pastel ¿Si?–
–¡Siiii!–
Emocionada la pequeña va junto a Jurina por el pastel diseñado que mandaron hacer mientras Rena era acosada por miradas sugestivas y un silencio torturante por parte de las otras tres chicas. Al volver, todos comienzan a cantar la canción de cumpleaños para Rena. Quien en verdad se sorprende por lo que ve. Un melón pan gigante lo que causa sorpresa en los demás también. Con velitas encendidas Rena soplaba para apagarlas y pedir su deseo, nunca le ha gustado esta fecha y ahora la aborrece mucho más.
Es momento de entregar los obsequios, la mayoría dio algo sencillo y básico pues no la conocen del todo.
–Rena–
–¿Si?– La pequeña Miku se acerca a ella.
–Inclínate un poco por favor– le dice
–¿Así?–
–Más– Rena apoya sus manos en sus rodillas quedando a la par con el rostro de Miku.
Sin previo aviso Miku le da de regalo un beso en su mejilla izquierda y ella se sorprende, su corazón da un salto y un calor inunda su pecho. Momoka y Sakura se voltean a ver y de paso dan un vistazo a Sayaka, veían todo como si de un espectáculo se tratara, ajenas a las emociones de esa habitación.
La pequeña después se le cuelga del cuello y la abraza con fuerza, ella no puede más, es demasiada la emoción y un excelente regalo que no pidió. Con sus ojos cristalinos mira a Jurina quien sonríe mientras ve aquello. Pero ellas no eran las únicas afectadas, Yamamoto también vacila en su orgullo al ver la mirada de Rena hacia Jurina. No puede describirla, sabe bien que Rena se ha enamorado de ella aun sabiéndolo todo y viéndola así con Miku recuerda lo feliz que fue con su mamá antes de que perdiera la vida.
–Rena– Habla Jurina. Rena recupera su postura erguida conforme Miku la suelta y corre hacia Sayaka. Rena mira hacia Jurina conforme sus facciones involuntariamente la traicionaban, querían reír de ironía, querían llorar, querían simplemente no expresar nada pero las circunstancias la rebasaban. Con la atención de las demás puesta sobre ellas, Jurina las hace presenciar un momento muy íntimo mostrando un lado que no era muy común, seriedad. –Rena yo, no sé cómo decirlo–
–Dile, dile– Miku la animaba conforme se paraba a un lado de Sayaka quien la abrazo de lado.
–Pensé en un sinnúmero de regalos, pero no encontré ninguno que fuera suficiente yo, –
–Jurina, no hace falta...–
–Sé que es muy pronto pero en verdad te quiero y quiero preguntarte delante ellas, de Sayaka que es como mi hermana aunque sé que nunca va a perdonarme, ¿Te quedas con migo?–
El corazón de Jurina estaba expuesto y su verdugo se encontraba delante de ella, Rena solo la abraza con fuerza con lágrimas en los ojos sus emociones están en el límite.
–¿Qué pasa Rena?–
–Nada, nada– Responde con su voz entre cortada. –Es la emoción, en este preciso momento tengo todo lo que pudiera pedir–
Ajena a lo que en verdad sucedía en esa habitación Jurina sonríe y abraza mucho más fuerte a Rena suponiendo que ella ha aceptado el compromiso de palabra. Jurina parece muy feliz, la sonrisa no le cabía en el rostro y ni ella misma podía explicarse lo que ocurría dentro de sí.
Sayaka mostraba una seriedad impresionante ocultando sus verdaderos sentimientos ante la escena, Momoka simulaba morderse la uña de su dedo pulgar mientras observaba a su amiga como si supiera que es un error lo que va a cometer. Sakura solo disfrutaba como si de un espectáculo se tratara con su sonrisa hipócrita.
Aprovechando la distracción del momento en el que las chicas enamoradas partían trozos de pastel para repartir, Sakura se acerca a Miku.
–Hola–
–Hola–
–¿Cómo te la estás pasando?–
–Bien–
–¿Por qué estas tu aquí?–
–Oh, es verdad no me he presentado. Soy hermana de Rena–
–¿En serio?–
–Si–
Sayaka se da cuenta de la cercanía de Sakura con Miku y un en un impulso le habla haciendo que voltearan a ver momentáneamente a las demás. Rena se nota un tanto nerviosa y Jurina lo nota.
–¿Qué ocurre Rena?–
–Nada– Dice conforme ve como Sayaka se acerca a ellas.
–Ven acompáñame un momento afuera–
Sakura no tuvo tiempo de decir nada, la mano fuerte de Sayaka la jalaba hacia afuera. Las otras chicas solo vieron como se la llevo y Jurina vuelve a notar algo raro.
***Fuera del departamento***
–¿Y ahora que sucede Yamamoto?–
–Espera un poco más.– Dice en un tono de voz moderado y mirando hacia la puerta entre abierta como cerciorándose de que nadie las siguiera.
–¿A qué? Oooh, ¿no me digas que te estas arrepintiendo?–
–Solo quiero aplazar esto un poco–
–¿Pero cómo? Si ayer estabas muy impaciente–
–Dije que lo vamos a aplazar–
–Está bien, está bien, ¿acaso la escena de hace un momento te ha conmovido?– Sayaka evita su mirada acosadora por primera vez.
–Solo quiero esperar a la oportunidad perfecta– Retomando su seguridad le responde. –No quiero que Miku salga lastimada–
–Comprendo, y también comprendo el hecho que tu corazoncito declinara. Sin duda serian una linda familia, pero igual una muy frágil, tarde o temprano lo sabrán–
–Solo dejémoslo por ahora así–
–Bueno, como tú digas–
Las chicas vuelven a dentro y degustan el deliciosos pastel de melón pan, la hora de su llamado a la misión de hoy por la noche llega y Sayaka se retira junto con Momoka. Sakura hace lo mismo mientras Rena, Miku y Jurina limpian la casa, para también saliera su llamado.
***Misión Distrito Rojo 8:00 pm***
Ahora las chicas deben lucir lindos vestidos, cualquier papel les queda bien a las dos agentes. Alrededor de las 11:00 de la noche abordaron de nuevo sus autos de lujo listas para capturar al fin una célula criminal muy importante.
Sayaka vestía un vestido azul cielo y pedrería dorada, tacón alto, algunas extensiones en su cabello y lo llevaba recogido, contrastante con su melena suelta y desliñada del operativo de ayer. Jurina un vestido negro brillante y bisutería de plata, cabello suelto y el maquillaje perfecto.
Todo parecía ir de maravilla en dicha misión excepto por la lluvia que hacía más complicada cualquier acción. De la nada, en medio de coqueteos desmedidos la frecuencia se interrumpe, hay una llamada desde el departamento. Es el director que fue llamado también e inmediatamente y arribo a las instalaciones. Ahora, interrumpe la frecuencia para abortar esa misión.
[–Comandante Sae–
Todos escuchan por el auricular que el director está en línea
–Si me disculpa, voy a tocador–
Ella se encontraba a puto de dar la señal para iniciar maniobras pero el llamado le hace retirarse un momento.
–Que ocurre–
–Yamamoto, Matsui Repórtense–
–Aquí Matsui–
–Aquí Yamamoto–
–El equipo de rastreo tiene una señal de la posible ubicación de Miyuki–
–¡Que! –
–Salgan inmediatamente de ahí, y vengan al departamento ahora–]
No era necesario decirlo dos veces, pronto aun con sus vestimentas se encontraban en la sala de tecnología y vigilancia. Nao apresurada toma los controles y analiza todo de manera sorprendente.
–¿Cómo sucedió esto?– Pregunta a sus asistentes.
–Pudimos aislar los datos y las direcciones IP usadas para emitir la señal, la última fue emitida desde Osaka–
–¿Osaka?–
Sayaka abriéndose paso y mirando las pantallas se pregunta cómo fue eso posible, ella reviso todas las posibilidades el día del secuestro.
–Sí, parece que el día que nos distrajeron con los videos la señal no era de las bodegas que se destruyeron la explosión–
–Ellos sabían que buscaríamos en los alrededores por eso armaron ese teatro para distraernos, ¡malditos!– Exclama Jurina –¿En qué parte Osaka?– Jurina trata de calmarse y cuestiona con la cabeza fría.
–¿Qué es eso?– Pregunta Sayaka acercándose a las pantallas –Uncle Rikuro…– Murmura –¿Cómo no lo vi antes?– Sospechando ya ella el lugar, empuña sus puños.
–Ah, esas son algunas capturas de pantalla que Jurina me hizo llegar–
En aquel momento su desesperación y falta de objetividad le hizo perder de vista varios detalles de haberlo hecho hubiera sabido de inmediato que esas envolturas solo son de un pan típico y famosos de Osaka.
–Quiero ver en la bodega,– Ahí, había logos de lo que anteriormente distribuían en el puerto, se revelan poco a poco detalles que son obvios y pasaron desapercibidos por su inestabilidad en cambio, su irracionalidad le hizo descargar su ira en el primer error ajeno que encontró y ese fue la omisión de Jurina. Sayaka recuerda el sonido del mar en las intervenciones y de pronto la fotografía que Jurina le dio vino a ella como un relámpago similar a los de afuera, correspondía a un lugar que visitaban ellas cuando eran estudiantes, es un lugar que lleva muchos años abandonado. –Kobe…–
–¿Qué?–
–Son las bodegas abandonadas de Kobe, ¡están en KOBE!– Grita y se vuelve loca.
Irracionalmente de nuevo sale corriendo, y esta vez nadie iba a detenerla, aun con vestido y joyería toma su motocicleta y a toda velocidad sin importarle nada se dirige a OSAKA. Nadie se atreve a detenerla. Jurina va tras ella en su auto y le es difícil darle alcance mientras tanto el operativo de emergencia toma forma y comienzan a comunicarse con las autoridades de Osaka que actuara en conjunto con un comando armado dirigido por el director y la comandante. Igualmente casi con 20 minutos de retraso salen detrás de las otras chicas.
***OSAKA 3:30 am***
Los pronósticos del tiempo fallaron de nuevo y afuera lluvia fuertemente, pero ni las gotas de agua intermitentes ni los truenos ni los relámpagos igualarían a tormenta dentro de Sayaka.
–Jefe, ¿Desde a qué horas estas aquí?–
–Ya hace varias horas, solo vine a visitar a nuestra presa ya que se pospuso otro negocio, y me retirare de nuevo en cuanto amanezca, ¿aún vive?–
–Pues, parece que sí, no ha comido muy bien y se ve bastante débil–
–Espero que resista, sería muy aburrido si no lo hace. –
–Entiendo–
–¿Qué fue eso?– Algunos ruidos se escuchan al igual que disparos.
–No lo sé–
–¡LA POLICIA VIENE EN CAMINO!– Grita uno de sus súbditos que parecía que huía de alguien despiadado para dar aviso.
–¡Maldita sea! ¡NO PUEDE SER!–
–¡Jefe!– Le habla otro de sus súbditos.
–Por nada dejes que lleguen a la doctora–
–Sí, jefe– Respondieron cargando y alistando sus armas.
– ¡Tú! Ven conmigo–
–¿A dónde vamos?–
–A darle fin a todo esto–
***Tokio***
Mientras tanto, Sakura aprovechándose del operativo consciente de lo que está sucediendo mueve sus piezas es ahora o nunca. Así que no pierde más tiempo y llama a la otra de las implicadas Momoka, quien aparentemente dormía y es sobresaltada por su móvil. Como si hiciera malabares logra responder a la llamada persistente sabiendo ya quien se encuentra del otro lado de la línea.
[–Si hola– Contesta galantemente.
–Hola Kinoshita–
–¿A que debo extasiarme con tu bella voz, Sakura? –
–Debes ir por Rena, ¡hora!–
–¿Ahora? Sayaka no me dijo nada–
–Bueno, está bastante ocupada y yo también–
–¿Entonces debo hacer el trabajo sucio? –
–Es correcto, y debe ser cuanto antes solo tenemos algunas horas de ventaja–
–Está bien, y solo llego así como así con ella–
–Sí, estoy segura de que entenderá en automático en cuanto te vea–
–Bueno, entonces déjame hacer algunas llamadas y en menos de 10 minutos Rena estará fuera del país–
–Que eficiente–
–Y puedo serlo en muchas otras cosas más–
–Eso suena tentador–
–Cuando gustes encanto–
–Lo tendré en cuenta, por a hora has la parte que te toca–
–Entendido, te hablo después–
–Si–]
Momoka no está del todo convencida e intenta contactar a Sayaka quien no trae su celular consigo, así que asume que debe de hacerlo acordado y sin dudarlo ni un minuto más se pone en marcha rumbo a la casa de Jurina.
A pesar de que no había sucedido nada durante la falsa fiesta, solo daba vueltas en la cama preguntándose por que no ha llegado Jurina. De pronto, el timbre escucha y se altera un poco, quizá Jurina olvido las llaves esta vez en verdad. Se levanta con desconfianza y camina hasta la puerta, mira por el pequeño orificio y siente como si le dieran un golpe en el estómago al ver a la amiga de Sayaka afuera.
–Hola bella dama.– Saluda educadamente cuando Rena se decidió a abrir.
–Hola ¿Qué…?–
–Es hoy o nunca.– Rena se sobre salta, comienza a sudar frio y piensa en lo cómo se llevara a Miku de ahí, ¿Qué excusa va a darle? ¿Qué va a decirle? – No hay tiempo que perder, el tiempo corre–
Rena llega hasta la habitación de Miku, la pequeña duerme serenamente con Sam echado debajo de la cama.
–Miku–
–¿Qué pasa Rena?– pregunta más dormida que despierta.
–Voy a salir–
–¿A dónde?–
–¿Quieres venir conmigo?–
–¿Puedo?–
–Sí, puedes–
–¿Sam?–
–No puedes llevarlo–
–Ooh, ¿tardaremos mucho?– Rena solo la mira curiosamente le trasmite un sensación como que no volverá a verla nunca más, Miku con los ojos entre abiertos no razona en el instante pero actúa por impulso. –Está bien, iré contigo–
Rena no recoge sus cosas, sale solo con identificaciones y su bolso de mano. Ella busca éntrelas pertenencias de Miku algo abrigador para que no se enferme por el cambio repentino de temperatura, afuera hace frio por la lluvia y el viento y Miku estaba calientita en su cama. En un abrir y cerrar de ojos se encontraban ambas en un área privada del aeropuerto. Miku se encuentra un poco más despierta y se inquieta al ver el lugar, no esperaba esto si algo más pero no esto.
–¿A dónde vamos Rena?–
Rena mira hacia el avión particular, toma valor de donde puede consciente de que es su única y última oportunidad.
–A un nuevo lugar Miku–
–¿Lejos?–
–Muy lejos–
–¿Y Jurina? ¿No vendrá?– Rena no sabe que responderle, debe decirle que la esta secuestrando porque es su hija o primero le dice que es su hija y la secuestra después. No había otra opción y debía decir algo pronto. –¿Ya no la quieres? –
–Con todo mi corazón Miku–
Rena es seria, muy seria pero con sus lágrimas desbordándose por su mejillas. No le da miedo a Miku, muy por lo contrario ella quiere estar con Rena. Hay algo que sabe la conecta con ella, dicen que la sangre llama.
–Tú eres mi mama ¿cierto?–
Rena amplía sus ojos, está congelada a pesar del clima de verano. Nunca, le hubiera pasado por su cabeza que la niña digiera tal cosa. No sabía qué hacer, ni que decir debía decidir entre decirlo de una buena vez o negarlo.
–Por qué dices tal cosa– Con el nerviosismo evidente y no atreviéndose a darlo por hecho pregunta.
–¿No lo eres?–
Miku parecía ¿triste? Y Rena abría y entrecerraba la boca de forma simultánea junto con muecas involuntarias que se formaban en sus labios.
–Lo soy–
Ante eso, por primera vez, Miku manifiesta una mirada de desconcierto pues Rena le ha confirmado sus sospechas.
Ella puede sentir como si Miku la desconociera. Su cuerpo tiembla, siente todo perdido y ya no sabe qué hacer. Se sienta en uno de los sillones de la lujosa sala de espera. Ahora se puede decir que ya no le queda nada, sin la niña no hay nada, y la pequeña solo está ahí, de pie frente a ella.
Miku comienza a dar pequeños pasos hacia Rena quien mira el piso y sus lágrimas caen en él. Lo que se podía esperar de una niña genio, razonable y sorprendentemente consciente.
–Si eres tu está bien, ¿pero por qué tía Jurina no puede venir?–
–Miku, he estado buscándote desde que tu padre te alejo de mí. Si, él te aparto de mi vida ni siquiera tu nombre pude saber. Jurina ama a su hermano, no sé lo que es lo que ella sabe ni que te han dicho de mí pero la decisión es tuya. Si se entera que eres mi hija no me lo perdonaría nunca y ahora que te he encontrado no quiero volver a perderte. Dijiste que te agradaba ¿Vendrás conmigo?–
–No comprendo bien lo que intentas decirme pero...–
Realmente a Miku no le importa, de pronto la abraza fuertemente se le escapan algunas lágrimas, y a decir verdad ella nunca ha encontrado su lugar ni si quiera en la escuela. Estar con Rena es algo nuevo incluso que ya deseaba antes, así que no lo duda. Rena sonríe y limpia sus lágrimas con el dorso de su mano.
–Es hora–
Momoka interrumpe el lindo encuentro y las apresura a salir de ahí y abordar el jet privado y ante sus ojos ve el plan de Yamamoto consumándose.
Cruzada de brazos ve como se aleja el ave de acero y ella ha cumplido con su trabajo. Yendo a su sala personal entra como si nada le preocupara pero ve como la puerta del baño esta entre abierta y hay un líquido rojo saliendo del él. Se acerca y hay alguien dentro sentado en el retrete maniatado.
Se sorprende al ver que es el piloto que debería de estar en este preciso momento piloteando el avión rumbo a Rusia. Se ríe irónicamente, pero de pronto recibe un fuerte golpe en la cabeza que la hace desplomarse al piso dejándola inconsciente y a su suerte.
***Bodega Kobe***
Miyuki seguía atada de pies y manos y su cabeza cubierta, no sabía si era de día o de noche, su cuerpo estaba muy débil y sentía que ya no soportaría más. Escucha como alguien entra a donde ella está, pero su cabeza cubierta le impide saber de quién se trata. Quien está dentro no hace ruido alguno y pareciera que entro y salió, ha sido muy común últimamente. Así que no se mueve, entre el eco de la bodega comienza a escuchar sirenas y un helicóptero muy lejos. No sabe si su mente la engaña y se está volviendo loca, o por fin su infierno terminaría.
Escucha disparos desde hace un rato pero siempre los escucha, realmente no sabe que está sucediendo. Por fin algo más tangible ocurre, alguien choca en la puerta haciendo un ruido estruendoso suplicando por su vida.
–¡NO ME MATES! ¡Aquí esta, aquí esta, es ella!–
Sayaka, quien entro haciendo alboroto sin pensarlo dos veces y llena de odio, con una mezcla muy rara de emociones. Actuó por cuenta propia y solo llevaba una pequeña arma que pudo ocultar en el ligero debajo de su vestido para la misión que fue abortada pero se ha quedado sin municiones. Giro su vista y su corazón dio un vuelco inmediato al ver la figura atada a la silla.
–¡MIYUKI!– Grita Sayaka y ve lo mismo que les mostraron en el video pero Miyuki no puede hablar, tiene cubierta la boca y parecía balbucear algo. –¡Lárgate la policía no tarda en llegar!– Le dice al sujeto que la llevo a ella.
–¿Qué tú no eres policía? – Desconcertado pregunta.
–Quizá lo fui, pero hoy ya no, ¡LARGATE! –
–Ss,si si gracias muchas gracias.–
El sujeto con pánico en sus ojos sale corriendo de ahí. Sayaka entra de lleno, no puede creerlo Miyuki está viva la puede ver y muere por abrazarla. Siente como el alma le ha vuelto al cuerpo y por primera vez, es más honesta que nunca con ella misma.
–¡Milky!–
Jadeante corre hasta ella con una emoción que no puede explicarse las manos le tiemblan, la boca le tiembla. Su inestabilidad es tal que ni si quiera puede desatar lo que le cubría la cabeza a Miyuki. Por fin logra deshacerse de todo lo que le impedía ver a la doctora.
–Sayanee– Exclama débilmente Miyuki al ver al fin el rostro de quien tanto esperaba.
–Milky…– Sayaka toma sus mejillas entre sus manos mientras junta su frente con la de ella aun agitada por correr, pelear y abrirse paso.
Podía sentirla, de nuevo sus manos podían tocarla. Aquella desolación y vacío se ha esfumado. Desesperada, desata sus pies y sus manos. Con una emoción desbordante vuelve a mirarla de frente y la abraza.
–Tus manos, ¿te duelen? ¿Estás bien? ¿Puedes ponerte de pie?– Desesperada le salían infinidad de preguntas.
–Sí, duelen–
Aunque débil, Miyuki corresponde el abrazo de felicidad, pero no se esperaba que Sayaka deshiciera el abrazo y en cambio le diera un inesperado beso en la boca el cual es bien recibido y correspondido en una en una forma mutua. Que sucedió, ¿por qué Yamamoto hace esto de pronto? Bueno, eso ya no importa Miyuki nunca vio los sentimientos de Sayaka tan claros como ahora.
Miyuki se separa de ese beso inesperado y se miran una más agitada que la otra. Sin previo aviso arruga su frente le suelta una cachetada inesperada y hace un lindo puchero.
–¡Auch!, ¿que fue eso?–
–Tardaste mucho, ¡idiota!–
–¡Auch!– Dice sobando su mejilla. –Lo siento, en verdad lo siento–
–Como sea, ya estás aquí–
–Creí que estabas muerta, Milky perdóname–
–Eres en verdad muy estúpida, pero desgraciadamente así te quiero. – Miyuki la vuelve a abrazar y Sayaka sonríe como nunca. –estas mojada, ¿Y esa ropa?–
–¡Ah! ¡Oh! – Sayaka haciendo una expresión bastante inocente cae en cuenta que un andaba incluso en tacones. –Estábamos es un operativo y fue cancelado para darnos aviso de esto, sin pensarlo solo tome mi moto y llegue hasta acá–
–¿Vienes sin refuerzos?–
–Hablaremos luego, debemos irnos pronto tengo que sacarte de aquí cuanto antes de lo contrario cuando lleguen los refuerzos nos encontraran muertas a las dos.–Sayaka intenta levantara Miyuki pero ella se resiste un poco– ¿Qué pasa? ¿No puedes caminar?–
–¡Espera Sayanee, debo decirte algo!–
–¿No puede esperar?–
–No ¡Sakura!–
–¿Sakura?–
Jurina por fin llega, la moto de Sayaka le saco casi media hora de ventaja, llega con refuerzos y se introducen de inmediato en la bodega. Cuando llegan ya hay heridos y muertos en el piso pero aún hay tipos que disparan en contra. Jurina ve rápidamente como alguien en lugar de agredir en las partes altas alguien se escabulle y no lo piensa dos veces y va tras ese alguien que se le pierde por un momento después de dar órdenes al escuadrón de Osaka, el apoyo de Tokio aun no llegaba.
–Quietas las dos. – Alguien paran doce en el marco de la puerta se deja ver y se sorprenden las dos al dirigir su vista a la entrada cuando al fin Miyuki se puso de pie.
–¿Tu? ¿Qué haces aquí?– Sayaka pone a Miyuki detrás de ella.
–¿Lola?– Miyuki nunca supo de su presencia solo de quien se dejó ver la única vez que le descubrieron su cabeza.
–Zafiro, Doctora y ¿Qué hago? Pues mi trabajo– Responde sonriente pero apuntaba con un arma –No se muevan. –
–Debí imaginármelo–
–Me sorprende, ya que has descubierto muchas cosas–
Unos aplausos salen entre la oscuridad detrás de las chicas. Después de todo quien escucho Miyuki que entro anteriormente nunca salió. Una risa sínica deja perpleja a Yamamoto con su boca completamente abierta y sus ojos reflejando dicha impresión al girar hacia el sonido de los aplausos.
–Sa, Sakura…– Yamamoto esta perpleja incluso para sorpresa de la misma Miyuki que de pronto no entiende.
–Así es mi querida Yamamoto, ¿Creíste que jugaría bajo tus estúpidas y frágiles reglas? Te falta mucho para ser un villano–
–Ahora veo, tú eres toda una experta– Con un odio gigantesco Sayaka le responde ella es la causante de todo. Absolutamente todo.
–Lo sé y ahora como ambas lo saben no puedo dejarlas con vida.– Sayaka comprime su dentadura y empuña sus puños con fuerza solo tiene su cuerpo como arma y como defensa para Miyuki. –¡Lola!– Le dice para que accione su arma. – Ahora las quitare a ustedes también de mi camino–
–¿Qué? ¿Cómo que también?– Pregunta pero no obtiene respuesta, Sakura solo sonríe sínicamente y sin culpa alguna. Eso definitivamente lo da buena espina.
Cuando Lola está apunto de jalar el gatillo Jurina la enviste comenzando a golpearse y forcejear en el piso.
–¡Jurina! – Miyuki exclama.
Sakura aprovecha para escapar, no le queda de otra. Pero Sayaka corre detrás de ella de ninguna forma posible dejara ir a quien le hizo pasar un infierno.
–¡Sayaka!– Miyuki viendo como Jurina y Lola peleaban a matar. Sabe que Jurina lleva la ventaja así que corre detrás de Yamamoto quien ni siquiera trae un arma, a pesar de su debilidad.
Mientras las otras dos peleaban ferozmente, se valían de cualquier objeto para lastimarse incluso, Lola derramo un líquido corrosivo sobre Jurina quien se cubrió con lo que pudo y solo cayó en su cabello el cual comenzó a decolorase. Ellas seguían luchando y ahora no se contenían, desde que estaban en España las dos se la debían.
–Sabía que tú estabas detrás de todo– Por fin, inmovilizándola arriba de ella y poniéndole un arma que entre la lucha no sabe si es suya, en la garganta. Zafiro aun con ínfulas de superioridad sonreía.
–Pues felicidades, de nada te va a servir, agentito. Tu fin está cerca–
–Cierra la boca.– Jurina, harta de todo le da finalmente un cachazo en la cabeza dejándola inconsciente y se levanta tambaleándose después del esfuerzo ejercido. Se rompe un poco el vestido para poder correr bien y se deshace de sus zapatos altos.
–Agente Matsui, ¿La ha matado?– Pregunta el agente Fukushi que fue la primera en dar con ella.
–No, solo esta inconsciente, espósela y pida apoyo para que la carguen en la patrulla–
–Si agente, ¿A dónde va?–
–Sayaka parecía perseguir a alguien y Miyuki fue detrás–
–¿La ha visto?–
–Sí, Sayaka la libero–
–¡Entones está viva! Menos mal–
–Sí, tengo que encontrarlas, Miyuki se veía débil, mande refuerzos en esta dirección–
No la dejo decir más, Jurina corre en la dirección en la cual se fueron las chicas. Mientras tanto, en otra de las alas de esa gran bodega, Sayaka acorralaba a Sakura y lucia en verdad furiosa.
–Ya no hay a donde ir, ahora pagaras–
Al fin dándole alcance, Sayaka la sostiene por la espalda, pero la libera girándola y quedando muy cerca de ella solo para pedir explicación y rendir cuentas.
–No lo creo.– Aun viéndose en esa situación, Sakura seguía igual de cínica.
–No puedo creer tu nivel de cinismo pongamos las cosas claras Sakura–
–Las cosas son como son Yamamoto.– Sin perder su toque seductivo aún se burlaba en su cara.
–¿Por qué haces todo esto?–
–Porque Odio a Rena Matsui y ustedes se metieron en medio–
–¡HA! En verdad me siento aliviada por haberte detenido ayer–
–Yo no estaría tan segura, no saldrás bien librada Yamamoto–
El semblante de Sakura le ha causado escalofríos y nerviosismo repentino ¿Por qué se siente insegura de pronto?
–¿Qué quieres decir?–
–Pues, a esta hora seguramente Rena y Miku ya están muy lejos de aquí–
–¡QUE!–
El rostro de Yamamoto era indescriptible, si pudiera comerse, es delicioso para alimentar la maldad de Sakura.
–Fue muy fácil engañar a tu amiga–
–¿Qué rayos sucede contigo?– Sayaka la empuja, es fácil que pierda los estribos y Sakura lo sabe pro solo se ríe sínicamente.
–Rena ya no está en Japón y Miku tampoco gracias a ti–
Sayaka le suelta un golpe que la hace girar rompiéndole inmediatamente un labio, Sakura se tambalea pero no cae al piso, solo permanece con su cabeza y su dorso ligeramente girando, segundos después con la mirada más fría se ríe en su cara por el golpe recibido, dejándole ver a Yamamoto el verdadero ser ruin que es ella.
–¿Así es como arreglan las cosas ustedes los agentes? Jajaja, nada va cambiar nada este hecho, y lo más divertido es que no podrás matarme porque si lo haces jamás sabrás donde están–
–Momoka… –Murmura Sayaka pero es interrumpida.
–¡Ah! Es verdad, no creo que ella este en facultades de decirte algo–
–¿Qué le has hecho?–
–Nada, solo quizá casualmente si tienes suerte algún día encuentres su cuerpo por ahí–
–Eres una–
No puede contenerse más, su culpa y su odio por ella misma le hace desquitarse con Sakura y comienza a golpearla, pero la chica también sabe defenderse y le devuelve los golpes de igual forma, fuertes y sin piedad. Entre risas de Sakura y golpes desesperados de Yamamoto por saber dónde está Miku, Rena y su amiga Momoka se armaba una batalla feral.
Sayaka lleva una significativa ventaja, se mantenían abrazadas, pecho con pecho mientras parecían pelearse por un objeto ambas forcejeando y agitadas pero evidentemente una más agotada que la otra.
–¡Confié en ti maldita y siempre estuviste detrás de todo!–
–Es divertido verte perder la cabeza–
–¡Enferma!–
–Mírate tú, no eres nada. Has tenido lo que buscabas, dentro de poco destruirás a tu mejor amiga o mejor dicho tu amada rival–
–¡MALDITA! ¡AAAAAAAH!–
Conjunto a esa palabra, Sayaka suelta un grito de dolor. Sakura se había quedado dicho objeto que parecía un cuchillo, y sin escrúpulos lo cavo pen su espalda detrás del corazón un par de veces para asegurarse que no saldrá de esta. El dolor provocado es punzante y le invade repentinamente. Cansada por el largo viaje, con su adrenalina llegando al límite suelta a Sakura quien desentierra el objeto sin piedad conforme el agente se desliza poco apoco hasta caer de rodillas al piso sin embargo, su orgullo le impedía darse por vencida, sentía como su sangre mojaba su espada. Apoyo sus puños en el piso y jadeaba, pues sentía que estaba a punto de perder el conocimiento. Dicho objeto que perforo su espalda parece haber tocado un órgano u arteria vital.
–Bueno, – Algo cansada pero aun bien, tira el cuchillo de lado. – Ya que mis planes se ven ligeramente frustrados, creo que tú tampoco podrás estar con tu amada Miyuki después de todo. Es muy justo ¿no?–
–En verdad eres un demonio…–
Murmura con su respiración mas agitada, comenzaba a sudar y su vista se nublaba gradualmente y todo parecía dar vueltas alrededor de ella. Mientras Sakura la miraba casi a sus pies.
–Sí, lo sé. – Se inca quedando frente a frente con Yamamoto ya pálida y a punto de colapsar incluso comenzaba ya a toser sangre también. Le toma su barbilla tan estilizada con sus dedos índice y medio y sonríe sínica y triunfadora.
–Ahhh~ Yamamoto, en verdad esto pudo ser diferente si no me hubiese acorralado así, voy a confesarte un pequeño secreto en tu lecho de muerte. –Ella se acerca su oreja y le susurra algunas palabras. Palabras que hacen que Yamamoto amplié sus ojos y mire con repulsión a quien tiene en frente y se atreve a sonreírle. –Hasta nunca Yamamoto.– Sakura besa la mejilla de Sayaka que aún sigue en shock por lo que le acaba de decir. La otra chica sin escrúpulos simplemente se pone de pie y se despide escapando sabiendo que el agente ya ha perdido mucha sangre.
Sayaka no salía de la impresión y se sentía la peor persona del mundo, su rostro estaba afligido, arrepentido e incrédulo. Ahora si la muerte seria su mejor aliada, su impulsividad la llevado a destruirle la vida a tres personas que solo comparten algo en común, amor. Amor de cual habla en aquella canción que debuto al aire en la cadena más importante de Japón.
–¡SAYANEE!– Exclama Miyuki corriendo hacia ella, al fin la encontró y se aterroriza por lo que ve.
–¿Qué ocurrió? ¡Debemos salir de aquí de inmediato!–
Evidentemente alarmada y a pesar de sus días enclaustrada Miyuki cubrió la herida para impedir que saliera más sangre dando los primeros auxilios, pero encontró a Yamamoto como ausente ya sentada en el piso y sosteniéndose con su mano derecha, su rostro estaba sorprendido, no respondía, parecía como si hubiera muerto en esa posición. Miyuki la examina y aun muestra signos vitales, la sacude infinidad de veces, nunca la había visto así.
–Sayaka, ¡¡SAYAKA!! ¡SAYANEE!–
–Mi,…Miyuki…–
–¿Qué pasa?–
–Yo no quería…–
–¿Qué cosa?–
–Yo no quería, creí que estabas muerta, y ahora Momoka…– De pronto comenzaba a hablar muchas cosas al azar y Miyuki solo trataba de comprender mientras aún veía como seguía saliendo sangre.
–Sayaka ayúdame, levántate yo sé que puedes levantarte tengo que sacarte de aquí
La sostiene de su hombro obligándola a levantarse, en su estado no puede esforzarse mucho aunque quiera, y Yamamoto no parece cooperar de un momento a otro Sayaka parece otra.
–Yo confié en ella, ¡YO CONFIE! estúpidamente creí en ella y creí tener el control, me volví a equivocar ¡ME VOLVIA EQUIVOCAR!–
–¿En qué?, Sayanee tranquilízate no entiendo–
–Miku y Rena desaparecieron por mi culpa–
–¿Qué?–
–Confié en Sakura sin saber que era ella, y ahora solo ella sabe dónde están–
–¿Pero cómo paso eso?–
Por fin, con Sayaka de pie la sostenía de los hombros pero la chica no dejaba de hablar seguía diciendo cosas, cosas que sucedieron mientras ella estuvo secuestrada y recuerda lo que le dijo Sakura “Debí dejar te ver como destruí a tus amigas”, parecía que todo cobraba sentido pero no del todo.
–Todo este tiempo hasta hoy creí que Jurina y mi tío habían sido la culpable de tu secuestro, idee un plan en contra de ella junto con Sakura para causarle tanto dolor como fuera posible y saber que Miku es en verdad hija de Rena y que Rena asesino a su hermano eran las armas perfectas y Momoka iba a yudarme–
–¿Qué? ¿Miku? ¿Rena? –
–Me aproveche de eso–
–¿Cómo pudiste?– Miyuki la mira decepcionada intentando razonar que sus sentimientos no declinen hacia un solo lado.
–¡CREI QUE ESTABAS MUERTA!– Grita desesperada cayendo de nuevo al piso ya sin fuerzas solo sostenida por Miyuki.
–Está bien, cálmate ¡Tienes que decirle a Jurina esto cuanto antes! De lo contrario será imposible dar con ellas–
–No puedo– Desvaneciéndose pierde el conocimiento
–¿Decir qué? ¿Dar con quién?– Jurina al fin encontrándolas alcanza a escuchar lo último pero no le da importancia viendo el estado en el que se encontraba su amiga – ¡Yamamoto! ¿Quién le hizo esto?– Preocupada corre hasta ella y la carga sin pensarlo, –Hay que sacarla de aquí– siendo más pequeña que ella no le cuesta mucho esfuerzo.
Miyuki y Jurina con Sayaka en hombros corren inmediatamente a una de las ambulancias que esperan a fuera. Al salir rápidamente unos oficiales las cubren con paraguas y le dan las primeras atenciones a Sayaka que salió bañada en sangre y ya sin conciencia.
–¿Tu estas bien Miyuki?– Le pregunta Jurina abrazándola con gusto –¡Debe verte un médico también!–
–Jurina, Jurina escúchame–
–¿Qué pasa?–
–No entendí muy bien pero Sakura, ella está detrás de todo esto ¡debemos encontrarla cuanto antes!–
–¿Qué?¿Por qué?– Desconcertada pregunta volviendo a una postura seria después de toda esa adrenalina descargada.
–Ella me mantuvo aquí todo este tiempo y aún no termina–
–¿Pero qué dices?–
–Es cúchame solo escúchame, Rena es la madre de Miku…–
–¡QUE!– Como si le callera un balde repleto de hielos Jurina se congela y se paraliza, no sabe cómo reaccionar. Solo comienza a dar pequeños pasos hacia atrás asustada.
–¡No! Jurina, Jurina escúchame, Sakura lo sabía y según Sayaka ahora corren peligro–
–¿Qué?.... –
Mirando a todas partes y ningún punto fijo siente que le han arrebatado lo más preciado de su vida. Pensando miles de cosas en la actitud extraña de Rena que creyó que era natural. Todo ello solo significaba una cosa, Rena siempre supo quién era ella y lo que podía conseguir de ella.
–¡Jurina espera!– Le grita Miyuki pues, no le ha dicho todo no le ha dicho que ya no hay nadie en casa.
Sin esperarse a más cosas que Miyuki pudiera decir, ella corre a su vehículo ignorándola a ella y a la lluvia. Se pone en marcha violando los límites de velocidad y forzando el motor de su vehículo hacia Tokio sin esperarse que al llegar, ya no habría nadie en casa, solo ese perro fiel que lo sabe todo y no podrá decirle nada.
10 notes
·
View notes