#esedía
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Ella: Él es demasiado para mí.
Él: Ella es demasiado para mí.
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espurio
Alrededor del cuello tiene una baratija que titila a lo lejos y con la luz parece imitar el oro que ha desbaratado cuencas enteras a lo largo y ancho del país; de un extremo cuelga una cruz que reposa sobre su pecho tocado por el sol que le hizo marcas irregulares y cafés. No sabe ella cuántas bateas se removieron, una y otra vez en las orillas, para que luego todo lo dorado se convirtiera en Golfi, le dicen oro golfi; o tal vez le quedaría mejor badlfí, debido a la insignificancia de su esplendor. Un par de zapatos abiertos y bajos, pues el peso no le permite ninguna plataforma ni nada elevado; las piernas se le harían magulladura, carne maltrecha, y moverse serían aún más caótico. La tela que la cubre no es más que una bata ligera, liviana, larga. No más larga que ella, pues apenas mide un metro y sesenta centímetros. Un error, no debió hacerlo, no tuvo que haberse vestido así, se le entumecerá el cuerpo en la noche, un par de horas más tarde. Perderá, además, uno de los zapatos, llegará descalza al lugar. La acompaña un hombre quince centímetros más alto que ella, de cabello lacio, es moreno y delgado. Un par de años más joven. Es la primera vez para ambos.
Ella le susurra queya y él no entiende. Años después seguirá sin entender o fingiendo que sabe mientras el desconcierto lo envuelve en un vórtice que se lo traga y luego lo escupe a pedazos. Una maleta larga y de color pastel los acompaña: han empacado ahí lo necesario, aquello que les resulta imprescindible. Repasaron con anterioridad una pequeña lista sobre los elementos que llegarían a necesitar esedía hasta que esedíallegó y entonces unas cosas faltaron pero ya era demasiado tarde. Llueve, afuera llueve. Ella se contorsiona del dolor y quiere expulsarlo todo, expulsar lo que carga dentro de sí. Expulsarse a ella, a él, a eso otro que ahora parece ser suyo. Sobre la manta que la cubre pone un saco de lanilla. De nuevo, te equivocas, la lluvia no será vehemente con tu cuerpo ni tu esfuerzo ni aflicción. Caminan por un corredor estrecho y oscuro. Él adelante, para abrir la puerta; ella arrastra los pies y respira. Vamos, respira, una vez más, respira. La calle asfaltada a medias los acoge a ambos. Tiene unos pantalones oscuros, una camisa a líneas, una chaqueta rojo y unos zapatos de lona. Ambos parecen omitir que los pies, que soportan sus cuerpos, están irremediablemente interconectados con el suelo. La primera, insensata o carente, uso zapatos que dejan su empeine al aire libre, entonces, las gotas que caen chocan de manera contundente sobre la piel y ella se estremece; el segundo, que creyó elegir mejor, también erró: la tela delgada solo absorberá el agua y las medias serán ahora pantano. Ambos, sin saberlo, decidieron ser antes de tiempo agua para luego ser redundancia junto con momentito en el que el cuerpo de ella expulse líquidos que le permitirían a una criatura bramar minutos después.
Extienden la mano en la oscuridad para que algo, algo amarillo, algo cualquiera, los recoja. Tiritan. Se abrazan. Nada se detiene. Chiflan e imploran al cielo. Se convierten en manantial y expelen agua en cada rincón. Un extraño se detiene, uno por fin, pero la calle, esa calle estrecha, ahora es río. Hacen de sus piernas vigas para poder entrar al vehículo; se columpean con el peso extra. Ella se resbala, una zapato cae y se lo lleva un remolino hecho arroyo. Adentro se secan en medio de la humedad y el amor. Respiran, se agitan, llueven. Llegan por fin y el piso, mojado aún, recibe la carne expuesta de un pie que no tiene el mismo contorno que el otro. Entran. Baratijas y carencias los acompañan, tal vez, la viva esencia de lo que serán ellos próximos años en compañía. Nacerá al rato.
Malen Denis: presentar un personaje desde los objetos que lleva consigo. ¿Qué dicen estos objetos sobre el personaje? ¿Qué decisiones tomamos cuando construimos un personaje en un momento específico?
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Ese día en el que todas las canciones hablan de nosotros #esedía #unaynomás #mañananohagosiesta #sábadonoche #benimaclet
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