#en nuestro corazon llevamos las tramas

[karaokulta]

🎮🌟 ¡Desbloqueando niveles en Marketing y Branding en la Industria del Videojuegos! 🌟🎮 Amigos en la industria, hoy vengo a hablar de una batalla épica, esa que se libra en el vasto universo del marketing y el branding dentro del multiverso de los videojuegos. 🕹️ El videojuego ha dejado de ser aquel pasatiempo de nicho para convertirse en un coloso cultural y económico. Pero, ¿cómo se aseguran estos titanes digitales de captar nuestra atención en un sector más abarrotado que un servidor de MMORPG en día de lanzamiento? ¡Veamos! 👾 Conectando con el jugador: Identidad y Experiencia - La identidad es la raíz de toda misión épica. Como desarrolladores y marketeers, nuestra quest es forjar una marca que resonará más fuerte que el ¡Hadouken! en nuestras almas jugonas. - La experiencia va más allá de una jugabilidad pulida. Se trata del viaje completo: desde la espera antes del lanzamiento hasta ese mágico unboxing y las vibrantes comunidades formadas en cada esquina del ciberespacio. 💥 Creatividad Explosiva: Innovación como Estandarte - En el nuevo nivel, lo predecible es el jefe final a derrotar. Las estrategias de marketing deben sorprender y deleitar como lo hace un giro de trama inesperado en tu JRPG favorito. - No somos los primeros en explorar calabozos en busca de tesoros ocultos, pero dejamos nuestra marca personal al crear trampas ingeniosas y puzles que encapsulan nuestra visión única. 🚀 Viralización: El Grind que vale la pena - Las campañas de marketing de guerrilla hacen que su origen humilde sea parte de su encanto, conquistando corazones como lo hace ese indie game que llega al top charts contra todo pronóstico. - Las redes sociales se han convertido en nuestros NPC más persuasivos, llevando el boca a boca a un nivel donde los ecos resonarán por siempre en los salones de la fama digital. 📈 Analítica: La min/max de la estrategia - Cual mago que estudia sus grimorios, utilizamos la analítica para conocer nuestro público. ¡Esta es la verdadera magia detrás del marketing! Nuestros datos dictan dónde lanzar el próximo encantamiento promocional para máxima eficacia. Amigos, nuestras consolas y teclados están hechos para más que gameplay; son las steeds que llevamos al campo de batalla, luchando por un lugar en el panteón del reconocimiento. Ahora, cuéntenme: 🎲 ¿Qué técnicas han visto que transforman un simple juego en una saga de culto? 🧙‍♂️ ¿Conocen algún caso donde el branding haya sido tan poderoso que es ya parte del lingo cotidiano? 👀 Y los invito, si conocen a un paladín de estas artes del marketing o un hechicero del branding, ¡etiquételos y que compartan sus sortilegios! #Marketing #Branding #Videojuegos #Gamers #IndustriaCreativa #EstrategiasEpicas

[lovclyy]

como so bien idiota y no entendí la pregunta te gua dejar cinco pjs tuyos y dos míos v: ¿Quién es tu preferido? Lina, Tessa, Lyrica, Max, Nico calzón flojo v: y ¿Quién es su mejor hermano? El Rowan o el Lisandro? **vuelve a huir rodando**

que difícil porque, me conoces de todo a todo. asjkdnasd

en orden de como los prefiero; tessa, max, lina, nico y lyrica.

yyyyy imposible superar a los hermanitos deluca, amo a rowan, pero lis, liiiiiiiis. 

[nextnnet]

Parece mentira cómo pasa el tiempo de rápido, pero lo cierto es que hace ya nada menos que la friolera de cuarenta años desde que la compañía nipona Taito estrenara para las recreativas una de sus obras cumbre, Space Invaders, un videojuego arcade que ha marcado a varias generaciones gamer, inspirado montones de shoot’em ups de temática espacial, o “matamarcianos” de toda la vida para los amigos, y que tanta influencia ha desplegado incluso fuera del mundo de los videojuegos, a través de series de animación (queda para el recuerdo cierto episodio de Futurama). El tiempo pasa, sí, la tecnología evoluciona y shooters mucho más potentes y complejos han despegado desde sucesivas plataformas para maravillarnos a todos, pero siempre queda un hueco en los corazones más retro para recordar cómo fueron las primeras experiencias de juego hace dos o tres décadas, y así lo han aprovechado muchas compañías independientes  a la hora de sacar muchos de los títulos que nos han estado acompañando desde hace unos años, reviviendo parte de la esencia de lo que fuera la época de los 8 y los 16 bits con pequeños giros de tuerca adaptados a los gustos actuales. Petite Games (la responsable de otras obras curiosas cuanto menos como 36 Fragments of Midnight) y Ratalaika Games así han querido hacerlo recuperando lo que fue Space Invaders en su día a través de Super Destronaut en la eShop de Wii U hace unos tres años, y tan bien le quedó el tema que repitió experiencia con una segunda parte llamada Super Destronaut 2: Go Duck Yourself (sí, pone Duck porque está protagonizado por un tierno patito, no leáis otra cosa, mal pensados) y con su propia incursión a través de la portátil tridimensional de Nintendo con Super Destronaut 3D hace no tanto.

    Finalmente, aprovechando las nuevas facetas que la consola híbrida ofrece, y siguiendo el ejemplo de otros indies, las mencionadas distribuidora y editora han decidido darle una nueva oportunidad a su obra más retro con una versión Deluxe que vamos a poder disfrutar en cualquier parte, en la que se han incluido algunos pequeños añadidos, aparte de un leve lavado de cara visual para adaptarse mejor a los nuevos tiempos. ¿Merece por tanto la pena embarcarse en este nostálgico viaje al pasado tan lleno de sensaciones nuevas y a la vez retro? Acompañadme en este bonito análisis y lo descubriréis.

    Cuando la emoción (y un ejército extraterrestre) te invade

Un buen día un ejército alienígena decide descender sobre la Tierra y amenazar con destruir a todo ser viviente, pero no contaban con la presencia de una (única y exclusiva) nave espacial pilotada por una heroica criatura anónima sin nada que perder y mucho que demostrar, dispuesta a acabar con todos ellos. Realmente en eso se puede resumir la trama de este título, y el de otros miles de shooters matamarcianos, si es que se puede considerar que sea necesaria que haya alguna, puesto que estamos ante un arcade de acción pura a la más vieja usanza: mata y sobrevive todo lo que puedas. Podrían considerarse muchas cuestiones filosóficas con implicaciones diversas y diversos grados de complejidad, como por qué los aliens siempre la tienen tomada con la Tierra, cómo hacen para poder encontrarla de manera infalible en la inmensidad infinita del universo, por qué los terrestres siempre mandan a una única nave contra un ejército entero (muy épico pero poco práctico, para qué negarlo), por qué los extraterrestres siempre siguen patrones tan básicos de ataque, tan de tirarse a lo kamikaze en vez de buscar unas estrategias más elaboradas y acordes a la magnífica tecnología bélica que parecen tener, y un largo etcétera, pero realmente no es algo tan a tener en cuenta para este género, que más bien se caracteriza por su sencillez y por lo entretenido que resulta en base a conseguir superar nuestra barra de puntuación a cada nuevo intento.

    Más interesante si cabe resulta que esta versión cuente con hasta cinco modos de juego diferentes: el clásico, de supervivencia pura sin fin, en el que tenemos que destruir tantas tandas de marcianitos como podamos, generadas de manera aleatoria cada vez, pudiendo resistir hasta tres impactos o vidas, siendo nuestro objetivo conseguir la máxima puntuación posible; el contrarreloj, donde tenemos vidas infinitas y el reto está en ver cuántas naves enemigas podemos destruir en el tiempo límite; el de desafíos, donde tenemos hasta treinta pruebas diferentes  y muy concretas (alcanzar una determinada puntuación, destruir un determinado número de enemigos, conseguir una cierta cantidad de ítems de mejora temporal,…) que exigirá lo mejor de nosotros, puesto que si caemos en combate antes de conseguir el objetivo marcado se considera desafío no superado; el modo hardcore, por si aquello de contar con tres toques te parece demasiado facilón, pues nada, estilo muerte súbita, que da más honrilla como héroe espacial; y finalmente el multijugador para dos en local cooperativo, para sentirnos menos solos en el universo. Los nuevos modos incorporados en esta versión Deluxe son el de desafíos y el difícil, el resto se corresponden con los que existían en la original, no es que sean unas novedades excesivas, pero resultan interesantes como aportación. Para redondear tenemos una tabla de ranking online, para ver quién es el mejor piloto de la galaxia, unas estadísticas de juego en los diferentes modos aparte de un recuento de cuántos alienígenas de cada tipo llevamos aniquilados, y una pantalla explicativa de controles y mecánicas que tardamos medio suspiro en visualizar y entender.

    Esta nave que se maneja con un botón

Respecto al apartado gráfico, Super Destronaut DX juega con el estilo visual del Space Invaders original, con enemigos con formas pixeladas de marcianitos, pero añadiéndole mucho colorido y efectos visuales de impactos y explosiones, además de un escenario tridimensional que se mueve por nosotros, todo un toque de nostalgia en HD muy bien logrado, lo único que se echa en falta un poco más de variedad, siquiera levemente, de background, unos colores, algo, que demuestre que estás avanzando, aparte de la elevación del marcador de puntos hasta niveles estratosféricos. Destacan los efectos de movimiento de sacudida de pantalla al destruir naves, recibir un impacto o conseguir un powerup, que dan más tensión a la partida, aunque se pueden desactivar desde el menú de opciones si nos ponen nervioso o por si preferimos un juego algo más tranquilo (hay aviso de fotosensibilidad y todo por si las moscas). En cuanto al apartado sonoro, cuenta con unas melodías de lo más synthwave, con muy buen rollo ochentero que desde luego sumerge en la experiencia retro que pretende recrear, eso sí, hay una diferencia tan sutil en la banda sonora que realmente cuesta distinguir si se trata de varias canciones o si es la misma con pequeñas variantes (o ninguna), no obstante, acompaña bien a la acción y no se hace pesada al oído, los efectos de distorsión cuanto entramos en slow motion o cuando obtenemos un ítem también crean una ambientación muy chula, son pequeños detalles pero que resultan interesantes al oído.

    Los controles son lo más sencillo del mundo, como cabe esperar, el stick izquierdo para desplazar lateralmente la nave y el botón A para disparar, no hay que quebrarse mucho para cogerle el tranquillo. La mecánica es también fácil de entender, tenemos que destruir a los enemigos organizados en hileras que van descendiendo (muy) lentamente moviéndose de lado a lado en diagonal, el truco está en saber esquivar sus proyectiles (cada alien tiene un tipo distinto: disparo recto, doble, triple, zigzagueando, persecutorio…), al tiempo que vamos eludiendo algunos de los enemigos abatidos que van apareciendo por el fondo del escenario y se van acercando como si se fueran a estrellar contra la pantalla, y a su vez algunos de los rivales de arriba, que en vez de explotar directamente como el resto, caen en picado hacia abajo y no se pueden destruir. En ocasiones, aparece una nave especial en lo alto que si acabamos con ella nos concede temporalmente una mejora de disparo de lo más efectiva, y unos segundos de slow motion que facilitan mucho la maniobra de sortear peligros. El rendimiento del juego es constante, no hay caídas de frames, y las pantallas de carga se reducen al comienzo del juego, puesto que todos los modos de juego se centran en un mismo escenario y enemigos en movimiento.

    Super Destronaut DX – El Space Invaders de los shooters espaciales retro

En conclusión, estamos ante un juego que recoge fielmente la sencilla experiencia matamarcianos del Space Invaders original, pero actualizada en algunos aspectos visuales, sonoros, incluyendo además desafíos y algunos modos extra que, sin ser excesivamente diferentes entre sí, aportan algo de novedad a la fórmula clásica, siendo por supuesto el mejor de ellos el multijugador para dos. Puesto que se basa en una recreativa de hace cuarenta años atrás, no se puede esperar que tenga una duración excesiva en términos de variedad, en este caso somos nosotros quienes se la damos compitiendo todas las veces que queramos por superarnos en cuanto a puntuación en el modo clásico y hardcore, y con el ranking online el pique está asegurado para un tiempo.

  Quizás se echa de menos un poco más de variedad visual, a nivel de escenarios, música, enemigos, incluso que hubiera algunos tipos de naves seleccionables diferentes por desbloquear, no obstante, viene a resumir la esencia de los videojuegos arcade de antaño, el mero pique por alcanzar cifras astronómicas de puntos. En definitiva, si te gustan los shoot’em up de estilo retro, de acción pura y dura y sin presiones de objetivos ni complejas historias de trasfondo, este es tu juego, eso sí, asumiendo que lo que ves es lo que hay y que si lo tuyo no es andar superando puntuaciones quizás te dure algo menos.

  Análisis – Super Destronaut DX (Nintendo Switch) Mira por el retro-visor, que vienen los invasores Parece mentira cómo pasa el tiempo de rápido, pero lo cierto es que hace ya nada menos que la friolera de cuarenta años desde que la compañía nipona Taito estrenara para las recreativas una de sus obras cumbre, …