#en el fondo le teme un poco? lo averiguaremos xD

[elijah-dawlish]

Tal como pasaba con las criaturas salvajes, cualquier movimiento brusco podría causar un gran revuelo. Por lo que se limitó a asentir y tomar la pila de los pequeños platos y taza en sus manos, caminar con la espalda hacia la pared y salir de la oficina.

En otras circunstancias hubiera hecho un baile de la victoria o algo parecido, pero no quería provocar el disgusto de Alice.

Sonrió satisfecho al corroborar que los tres recipientes estaban casi limpios porque ella consumió todo lo que contenían. Era la evidencia que necesitaba para decidir que la mejor opción era fraccionar su comida para que no se sintiera abrumada, al menos hasta que recuperaba su apetito habitual, porque él recordaba que solía tener excelente apetito.

Aunque Ally le advirtió que no estaría en su oficina durante la hora del almuerzo, de cualquier manera llevó cinco platillos en porciones pequeñas que dejó de nuevo sobre su escritorio. Los macarrones con queso humeaban ligeramente y el olor del pequeño filete también era difícil de ignorar. Completó el menú con un poco más de media taza de sopa caliente de pollo en caso de que no apeteciera macarrones y dos tazones de helado del tamaño de una manzana.

Estaba por salir de la habitación cuando el sonido de pasos acercándose lo alertó, se dirigió a la salida rápidamente para evitar una nueva confrontación.

Estaba molesta, su enojo sólo incrementaba y su rostro no ocultaba ni un poco su mal humor. Apenas y se giró en su silla para tomar el plato de panqueques más cercano, además del tenedor y cuchillo.

Cortaba la comida quizá con más fuerza de la necesaria, pero no estaba en ella el poder tranquilizarse en ese momento. A ese ritmo no le tomó mas que unos minutos terminar con su plato y la taza de café, mismos que juntó en una pila para que se las llevara.

— Ya puedes irte, estoy ocupada.— No tenía una larga lista de pendientes, pero no quería seguir viéndolo en su oficina. Creyó que eso sería suficiente, pero él tenía otros planes y no se quedaría de brazos cruzados.

— Buena suerte con eso.— Murmuró para sí misma una vez que se fue, mientras tomaba un poco de fruta. Si tenía que ir a ocultarse a la sala de menesteres, a los baños de chicas e incluso la oficina de su abuelo, sin duda lo haría.