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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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Quiero destruir algo hermoso
Antolín
P.P.P. (Podemos Punguear Plantas) 
podemos punguear plantas, 
robarles sus semillas sus flores sus frutos
despues plantarlos, dejar que crezcan, dejarlos secar 
y arrancarlos y pisotearlos.
construir un edificio juntos y demolerlo. 
de la forma y del tamaño que sea.
la casa de nuestros sueños. comprarla y tirarla abajo.
matemos a alguien. pero juntos.
porque «matar es bueno».
es la ley de la selva.
no quiero que llores y después te lamentes.
el mejor plan es: matar y ganar dinero.
criemos niños para después venderlos.
vendamos toda nuestra ropa en una semana.
durante un viaje de negocios.
hagamos una pyme o un microemprendimiento.
que se llame: BUENOS MOMENTOS S.A.
hagamos algo, pero juntos.
como ir de vacaciones a la costa atlántica.
es como volver al punto de partida no?
al punto de nuestro nacimiento.
moriremos este verano?
no llevemos nada entonces.
ni música ni luz ni conservadora.
inventemos un negocio de una semana:
podemos punguear turistas en la playa.
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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Pintó el arrebato
Oscar Fariña
creyente
el Salfina que cuando 
estuvo guardado 
conoció la fé 
ya de vuelta 
en el barrio decía 
la sangre de dió 
pega má 
si le colá un par de roche
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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El pibe de oro
Mariano Blatt
La luz de un estadio de fútbol
Estar rodeado de cosas tranquilas
una mesa pequeña
redonda y con patas en forma de cisne, sobre la cual apoyar
como quien dice, el televisor.
La forma en que alguien usa la palabra oíme
cien pesos en billetes de diez
abrazados uno sobre otro sobre otro sobre uno
todos juntos doblados a la mitad
la luz de un estadio de fútbol, la penumbra que provoca
el sector tribuna visitante.
Una botella de cerveza Santa Fe
una etiqueta de cerveza Santa Fe
un cartel de cerveza Santa Fe en un estadio de fútbol
de un equipo de Santa Fe, Unión,
un vaso lleno.
La luz de un estadio de fútbol
y la que se refleja en los demás.
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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La pequeña verruga
Ariel Delgado
o tengo más de lo mismo
Sí sentir es saber,
no quiero saber.
No me preguntes.
La lluvia cae en todas partes,
la ciudad a veces 
se vuelve insoportable
y la primavera es siempre la misma.
Si decir la verdad
no arregla nada, mejor es callarse.
Tú ropa está en mi cama
y sé que todo es irreal,
no quiero decir nada con esto,
una vez fuimos todo junto.
El río está en el mismo lugar,
no ayuda.
En el arroyo crecen flores
que nadie ve,
son amarillas con bordes
naranjas en los pétalos,
son tapadas por juguetes
o cubiertas de bicicletas
que algunos tiran cuando ya no sirven,
yo voy y las piso,
no me gusta ver cosas lindas
crecer entre tanta basura,
sin darme cuenta 
hoy me pongo a escribir estas cosas;
crecen flores amarillas
entre la basura que tiran
en el arroyo de mi barrio.
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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Día tras día
Mariana Suozzo
Emilio
1
Siempre te veo quieto en la puerta del negocio 
contemplando la nada o los galpones comerciales 
donde no sucede otra cosa que el trabajo
tu ocupación gira entorno al movimiento del barrio
aunque por acá sólo vivan viejos que tienen perritos, gatos
o alguna hija también entrada en años
la fachada de tu local se enfrenta a la mía
nos separa una calle que es transitada
por micros que van y vienen a paraguay
a veces estas parado en la  puerta del negocio
al mismo tiempo en que yo me asomo 
a ver si algo finalmente sucede.
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coleccionchapita-blog · 11 years ago
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Hotel
Victoria Cóccaro
A la mañana salías al balcón
cuando todavía no nos habíamos dormido,
el sol entra como una bala que tajea el colchón
y vuelve a la parte de arriba de tu cuerpo
un poco más oscura de lo que recordaba.
La piel se ensancha a la altura del pecho, 
el tatuaje parece una lámina estirada desde los costados
con manos que no llego a ver
por el resplandor del tórax
sobre los ojos.
Entrecerrás, das vuelta sobre tus pies,
y quedás de espalda a la ventana
por donde entra el recuerdo de un viaje que no fue.
A la costa, nos podemos ir, cuando pase el verano.
No importa la sombra sobre la herida de la cama
ni yo que la tapo al desparramarme
y quedo veteada de luz 
con el movimiento de tus brazos en el aire, 
justo ahora que decidimos
acabar con el día al mediodía.
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