Tumgik
#de los glúteos
flan-tasma · 8 months
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Their favorite
💖~ Clothes they like on you
Remember that requests are open!
Warning: spicy | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
Kaeya, Childe, Itto, Heizou, Wanderer, Lyney, Wriothesley
Les gustan las faldas cortas, son bonitas y frescas, y las adoran más cuando tú las usas. Cuando la tela se mueve cuando caminas, cómo parece que se encoge cuando te sientas en su regazo. Sobre todo adora las faldas porque puede tenerte alrededor de su polla con total libertad, levantar tu falda y follarte en ese mismo momento sin mucha batalla, solo levantando tus piernas y abriéndote para él.
Aether, Venti, Thoma, Gorou, Tighnari, Cyno
Existe un placer culposo en verte en pantalones cortos, ver tus muslos es uno de esos placeres y lo disfruta cada vez que puede, pero ver sus dedos perdiéndose entre tu piel suave y la pequeña prenda lo vuelve loco. Desea arrancarte la ropa, tirarla a un lado y exponer todo para él, follarte los muslos y mancharlos con su semen hasta quedar seco. Le gusta verte sentada, ver tus muslos rozando y casi saliendo por el short. Siempre tiene sus ojos en ti y su respiración se entrecorta.
Diluc, Albedo, Zhongli, Kazuha, Alhaitham
Le gustas tu enteramente, pero verte en pantalones es tan bonito que no puede evitar tocarte, no te quita las manos de encima. La forma en que el pantalón se pega a tu trasero y a tus caderas lo hace ver la gloria, poder apretar tus glúteos y meter la mano entre tus piernas lo hace tan feliz. Siente que están más juntos que nunca sin importar la ropa que llevan puesta. Ama las nalgadas, los apretones y los rasguños ligeros contra los pliegues del pantalón que le sorprende no haber manchado sus pantalones todavía.
Xiao, Baizhu, Ayato, Kaveh, Neuvilette, Dainsleif
Los muslos y el trasero son geniales, si se lo pides jamás dirá que no. Pero nada puede ser más excitante que verte con ese escote pronunciado. El más mínimo centímetro que revele tus pechos lo hará sonreír y no apartar la mirada hasta que se lo pidas. Sueña con tocar, amasar y morder alrededor del escote sin quitarte la blusa, solo acariciando sobre la tela y mordiendo la piel expuesta hasta pintar diversas marcas ovaladas y rojizas que griten su nombre a todos los que te vean.
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English:
Kaeya, Childe, Itto, Heizou, Wanderer, Lyney, Wriothesley
They like short skirts, they are pretty and fresh, and they love them more when you wear them. When the fabric moves when you walk, how it seems to shrink when you sit on his lap. Above all he loves skirts because he can have you around his cock with total freedom, lift your skirt and fuck you right then and there without much of a fight, just raising your legs and opening you for him.
Aether, Venti, Thoma, Gorou, Tighnari, Cyno
There is a guilty pleasure in seeing you in shorts, seeing your thighs is one of those pleasures and he enjoys it every chance he gets, but seeing his fingers getting lost between your soft skin and the small garment drives him crazy. He wants to rip off your clothes, throw them aside and expose everything for him, fuck your thighs and stain them with his cum until he's dry. He likes to see you sitting, to see your thighs rubbing and almost coming out of the shorts. He always has his eyes on you and his breathing hitches.
Diluc, Albedo, Zhongli, Kazuha, Alhaitham
He likes you completely, but seeing you in pants is so nice that he can't help but touch you, he can't keep his hands off you. The way the pants cling to your butt and hips makes him look glorious, being able to squeeze your buttocks and put his hand between your legs makes him so happy. You feel like you are more together than ever no matter what clothes you are wearing. He loves the spanking, the squeezing, and the light scratches against the folds of his pants that he's surprised he hasn't stained his pants yet.
Xiao, Baizhu, Ayato, Kaveh, Neuvilette, Dainsleif
The thighs and butt are great, if you ask him he will never say no. But nothing can be more exciting than seeing you with that plunging neckline. The slightest inch that reveals your breasts will make him smile and not look away until you ask him to. Dream of touching, kneading and biting around the neckline without taking off your blouse, just caressing the fabric and biting the exposed skin until you paint various oval, reddish marks that scream his name to everyone who sees you.
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dreaming-star20 · 9 months
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Infidelidad
Una persona con el corazón roto es capaz de cualquier cosa por despecho. Cuando Antonio se enteró de que su esposa le había sido infiel, se volvió loco. 20 años de matrimonio se fueron directamente a la basura. Aparentaba estar tranquilo ante todos, incluso firmó los papeles de divorcio sin ninguna protesta. Pero de lo que nadie se había percatado era que Antonio cocinaba su venganza desde las sombras. Hasta donde él sabía, su esposa estaba por fugarse de la ciudad con su amante, varios años más joven que Antonio. Las piezas estaban en el lugar ideal para la venganza.
- Veo tu cara en el espejo, y por más que lo intento, no comprendo lo que vio ella en ti. 
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Germán, el joven hombre de 29 años, se dijo a sí mismo en el espejo, mientras con sus manos, acariciaba su musculoso cuerpo lampiño. Bueno, algo así. Si bien ese era el cuerpo de Germán, era Antonio quien lo utilizaba. El hombre había robado el cuerpo de este joven como parte de su plan.
- Quiero decir, eres guapo, bastante, a decir verdad. Y tienes un cuerpo bastante sexy. Pero yo también tengo lo mío. Para empezar, gano más dinero que tú. En lo que respecta a la apariencia, es verdad que no hago tanto ejercicio como tú, pero nunca he descuidado mi cuerpo.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
- ¡Vaya muchacho! Puedes sacarle el ojo a alguien con esta cosa. Pero el mío es mucho más grueso.
Una sonrisa arrogante se dibujó en el rostro de Germán, una que el verdadero nunca haría. Antonio continuó con su monólogo frente al espejo, odiaba admitirlo, pero toda esta experiencia lo excitaba demasiado.
- Bueno, no importa lo sexy que seas, ahora todo esto me pertenece. Yo soy tu, al menos por ahora. No me malinterpretes amigo, esto tiene poco o nada que ver contigo. Tu no tenías idea de que te estabas metiendo con una mujer casada. Simplemente estuviste en las circunstancias incorrectas. Pero, en fin, eres justo lo que necesito para vengarme de ella.
Antonio terminó de quitarse la ropa que llevaba puesta, dejando al aire libre la hombría de Germán, además de su redondo y suave trasero. La figura redondeada del par de melones que ahora poseía fue irresistible para Antonio. Se dio una fuerte nalgada que hizo a sus glúteos temblar como dos gelatinas.
- La idea original era grabarme teniendo sexo con varias de las amigas más íntimas de mi ex, pero tengo una mejor idea. Llevo semanas con una inquietud en la cabeza, pero no me atrevo a intentar en mi propio cuerpo. Supongo que esta es mi oportunidad.
Antonio les dio un fuerte apretón a las suculentas nalgas de Germán. Estaba muy excitado por la emoción de estar en un nuevo cuerpo. Y más por el estar en uno tan sexy. Se dirigió a la mesa de noche junto a su cama, abrió el cajón, y de él sacó una bolsa negra. Dentro se encontraban un estimulador de próstata totalmente nuevo y una botella de lubricante. Solo Antonio sabía cuánto tiempo llevaban esos objetos guardados. Antonio sacó de su empaque el vibrador y se aseguró de cubrir meticulosamente todo lo largo del objeto de plástico con suficiente lubricante. Aún recordaba con recelo su último chequeo médico, cuando tuvo que consentir un tacto rectal. Salió del consultorio caminando como un cervatillo. Antonio se agachó casi hasta tocar sus pies, de tal manera que su trasero quedó expuesto al cielo.
Todo estaba listo, y con una mezcla entre emoción, duda y algo de miedo, Antonio acercó poco a poco el estimulador a su ano. Introdujo suavemente la punta en su culo virgen, y con toda la delicadeza que pudo, metió el objeto hasta el fondo. Antonio se incorporó y se vio de nuevo al espejo. Hasta el momento todo iba excelente, su rostro mostraba genuina emoción. Su pene incluso se había comenzado a poner erecto sin haberlo tocado. Antonio se recostó cómodamente en su cama y tomó el control del vibrador. La verdadera diversión estaba por empezar. Con mucha seguridad presionó el botón de encendido, haciendo así que un muy corto y rápido movimiento sacudiera el ano robado de Germán. Esto solo había sido el aviso de encendido, pero fue más que suficiente para que un gemido escapara de los labios de Antonio.
La mirada de Antonio se llenó de determinación. Configuró el aparato a una intensidad media y con vibración constante. Tan pronto cómo el estimulador comenzó a hacer su magia, Antonio comenzó a retorcerse de placer en la cama. Daba vueltas y vueltas por todos lados, intentando agarrarse de las sábanas. Las olas de placer recorrían su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse. Gemidos, bufidos e incluso gritos se hicieron audibles por toda la habitación. Antonio estaba volviéndose loco de placer. Gotas de líquido preseminal salían de la punta de su pene erecto, que se sacudía erráticamente al ritmo de sus caderas.
Su parte consciente se repetía a sí mismo una y otra vez que debía controlarse, pero poco a poco la lujuria y el placer fue todo lo que su mente obedeció entre el caos sensorial. Constantemente Antonio tapaba su boca, en un intento deliberado de no dejarse llevar tanto por sus instintos. “¿Por qué hago esto?” pensó a la vez que apartaba sus manos de su rostro y se dejaba llevar por la excitación. Respiró profundamente, recuperando un poco el aliento, y a partir de ese momento dejó que el cuerpo que tanto trabajo le había costado robar fuera dominado por sus instintos más salvajes. 
Los ruidos de placer se hicieron más intensos. Probablemente podían escucharse desde la calle, pero a Antonio no le importaba. Su cuerpo estaba empapado por el sudor. El olor que emanaba de él era exquisito. Con sus fuertes manos recorrió cada parte del cuerpo bien tonificado de Germán. Su pene se encontraba ya a reventar. Antonio quería llegar de una vez por todas al clímax, así que tomó la botella de lubricante, se untó las manos con él y comenzó a acariciar furiosamente su verga. No pasó mucho tiempo hasta que hilos de blanco y caliente semen salieron disparados en todas direcciones. El cuerpo de Germán terminó cubierto en sus propios fluidos. Varios chorros aterrizaron en su cara, uno incluso en su boca, permitiendo a Antonio probar por primera vez en su vida el jugo viril de otro hombre.
- No puedo esperar para que metan algo aún más grande por allí. Esto va a ser aún mejor de lo que había pensado. - Antonio apagó el vibrador y recobró su aliento. Tras unos minutos pudo ponerse de pie, tomó una toalla de su baño y se limpió un poco. Sabía que debería haberse duchado, pero le pareció más apropiado conservar su cuerpo cubierto por fluidos corporales. Se puso de nuevo sus Jens y se recostó de nuevo viendo hacia el espejo.
- Voy a matar dos pájaros de un tiro contigo. Tú no te preocupes amigo, descansa allí adentro. Cuando salga de ti no recordarás absolutamente nada de todo esto, y yo abre obtenido mi venganza contra esa perra que alguna vez llamé esposa.
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deepinsideyourbeing · 5 months
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Me imagine a enzo y su novia en el escenario que escribiste ayer donde el le daba nalgadas hasta que tenga el culo rojo y ella está puro lagrimear AHORA IMAGÍNATE ESTO este mismo escenario donde ella comienza a llorar fuerte y desesperarse. Enzo se da cuenta de esto y enseguida frena y la sienta en la cama pero ella esta tan sensible que el roze también la hace llorar, la culpa y lo mal que se sentiría enzo de lastimar a su novia de verdad 100% el se pone a llorar por esto
No se si los ask tienen que ser tan específicos jajaja pero lo estaba pensando y quería compartir la angustia
+18! Posible subspace.
Enzo no suele medir la fuerza que utiliza en la cama porque sabe que sos capaz de detenerlo en cualquier momento, ya sea con una palabra de seguridad o dos toques sobre cualquier parte de su cuerpo en caso de que no puedas hablar.
Sólo te habrá escuchado pedir que se detenga en dos o tres ocasiones aisladas porque jamás permite que llegues al punto de quiebre real. Está acostumbrado a hacerte llorar y que pierdas la capacidad de hablar o formas oraciones coherentes, pero...
Luego de una serie de 10, 15 o 20 nalgadas (perdió la cuenta luego de que dejaras de contar debido al estado desastroso y patético en el que te encontrás) deja de oír tu llanto y oye tus gritos ahogados contra el colchón. Está a punto de continuar y arañar las marcas que parece haber grabado a fuego en tu piel, pero tu respiración agitada es alarmante.
Toma tu mandíbula para examinar tu rostro -en cuanto logra apartarte de las sábanas humedecidas con lágrimas y saliva-, su preocupación llevándolo al borde del pánico. La forma en que temblás no es normal y mucho menos lo es tu expresión, con tus párpados enrojecidos cerrándose e impidiéndole ver si en tus ojos llenos de lágrimas hay aún algún atisbo de lucidez.
Te ayuda a reincorporarte y cuando logra hacer que te sientes el infierno se desata, aunque de manera gradual. Al principio sólo te estremecés y tu rostro se contrae en una mueca de dolor, pero luego tu cuerpo se encoge súbitamente y ve cómo tomás aire antes de que un grito ensordecedor abandone tus labios.
Intenta calmarte, recordarte que respires profundamente y exhales en cuatro tiempos, todo mientras sus manos apenas tocan tu cuerpo para no abrumar aún más tus sentidos. No comprende qué te mantiene tan alterada (se reprocha tal pensamiento porque ¿acaso no acaba de castigarte brutalmente?) hasta que ve la forma en que tus dedos se enredan en la sábana y la fuerza que ejercés con tus brazos, como si quisieras ponerte de pie y tus piernas no respondieran.
Se reprende mentalmente al empujarte contra el colchón, pero es la única forma que viene a su cabeza para lograr que te recuestes sobre tu costado. Examina la piel de tus muslos y tus glúteos y oh... Le encanta ver la impresión de su mano en tu cuerpo, la forma en que los vasos sanguíneos debajo de tu piel se rompen y afloran en la superficie diversos tonos de rojo y violeta, pero no es el momento de apreciar su obra.
Sus manos sobre tu cuerpo hacen que te sobresaltes e intentás huir pero te detiene sujetándote con fuerza. Repite tu nombre una y otra vez, los tiernos apodos que suele dedicarte fuera de la cama, masajea tus brazos y tu espalda para obtener una reacción. Cuando tus ojos encuentran su rostro se esfuerza por no perder tu atención y hace un gesto con su mano para que imites la forma en que respira, apenas perceptible con tu visión borrosa.
Eventualmente dejás de llorar y tu respiración vuelve casi a la normalidad -sin contar los espasmos que aún sacuden tu cuerpo y algún que otro pequeño sollozo-, pero aprisionás su muñeca entre tus dedos y tus uñas dibujan marcas en su piel cuando intenta ponerse de pie. El dolor lo obliga a morderse la lengua pero le parece más que justo, así que se estira hasta que sus extremidades duelen para tomar algo de la mesita de noche.
Negás con la cabeza al ver el producto, aterrada.
-Por favor, amor, te va a aliviar- jura mientras vuelve a colocarte sobre su regazo. El aroma a menta del bálsamo que utiliza sobre lesiones de este tipo normalmente hace que le ardan los ojos, pero en este momento la irritación en los mismos es producto de las lágrimas que intenta no derramar.
La culpa lo corroe mientras masajea tu piel con movimientos circulares y al oír tus quejidos.
(Perdón, creo que cuando leí la definición de drabble mi cerebro interpretó "Todo lo que puedas escribir pero si no le ponés portada no cuenta como one-shot").
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gym-x-plus · 2 months
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Desbloquear o poder dos seus glúteos não é apenas esculpir um traseiro visualmente atraente 🍑 é melhorar a força e a estabilidade do seu corpo de baixo para cima 💪.
Cada repetição de um treino direcionado para os glúteos ativa uma sinfonia de fibras musculares, ativando não apenas o glúteo máximo, mas também os frequentemente negligenciados glúteo médio e mínimo.
Imagine isso: a cada agachamento, avanço ou elevação de quadril, seus glúteos se tornam a fornalha 🔥, gerando força para impulsioná-lo para a frente, estabilizar seus quadris e fortalecer sua coluna contra os rigores dos movimentos diários.
Então, quando você dedica uma sessão para aprimorar seus glúteos, você não está apenas moldando sua aparência; está construindo uma base de poder, equilíbrio e resistência que reverbera em cada passo, salto e levantamento que você faz 🏋️.
©️Credit ig @mikaeladicasfitt
#glúteo #gluteomedio #bumbumnanuca #treinodegluteos #exerciciofuncional #dicasfitness #mulherfitness
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Los resultados de entrenar glúteo 🍑
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super-fan · 4 months
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Ay ciertos tipos de lunares/ manchas en la gente que siempre me llaman la atención. Las del tipo "nos hubieran quemado en la hoguera en otra época", pero la mayoría son pequeños y ubicados en lugares que captan mi atención.
Asi que suelo guardar fotos cuando veo a algun actor/ famoso con alguna de estas y los actores bl no son la excepción.
Y no se si ya haya alguien que lo haya comentado, pero aca dejo mi contribución de los que he visto y tengo en mi galería 🙄 (y seguro agregaré más por que estoy segura de algunos que no tengo registro guardado en foto pero si en la memoria)...
Wilson Liu actor Taiwanes conocido por la mayoría de nosotros por History 3 Voldemort.
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Tiene una gran mancha de nacimiento en su pecho.
Louis chiang. Nuestro Ai Di en kisesi dear to me.
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Tiene un lunar en su muñeca.
Bible Wichapas. Conocido como la gran bandera roja o Vegas de KinnPorsche.
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Ubicado en su glúteo 🙄
Ohm Pawat. De Bad Buddy.
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Una mancha en su brazo.
Opal Kritsapatorn. A quien vimos recientemente en 1000 Years Old.
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Supongo que todos vemos ese hermoso lunar en su cuello no?
James Supamongkon. Uea en Bed friend.
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Tiene un pequeño lunar en su oreja.
Pavel Naret. Babe nuestro alfa especial en Pit Babe.
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Tiene varios lunares pero este en su pómulo es del que hablo.
Babe Tanatat. Como Tharn en the Sing.
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Tiene ese pequeño lunar en parte inferior del ojo. Es una locura, no puedo dejar de mirarlo.
Billy Patchanon. Como Phaya en The Sing.
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Con su lunar en el párpado. ( que hace juego con el de su par jaja)
Aaron Lai. Actor Taiwanes. Conocido por la serie Be loved in house.
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Tiene 2 lunares en su mejilla con las que perdería todo el día tratando de unir de diferentes formas. El mismo que tiene unas cicatrices producto de un accidente y que no tiene problema en mostrar. Y si yo me viera como el también presumiria.
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Sato Arata actor del bl Japonés Takara-kun to Amagi-kun.
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Con un llamativo lunar bajo su ojo.
Tai Thanaphat. Como Gus en Middlemans Love. Es una de las personas que más fotos de lunares tengo,por que tiene muchos y muy lindos. Pero dejo mis favoritos.
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El de su mano y su antebrazo.
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Y este en su cuello...
Boss Chaikamon. Payu en Love in the air.
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Tiene ese lindo lunar sobre sus labios. (Ya se que la foto no le hace justicia, capas lo cambie despues)
Yu Yang. Mi querido Zhou Shu Yi en el drama We Best Love.
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con su hermoso lunar, en su hermoso rostro, bajo uno de sus hermosos ojos...
Taro Lin. Que interpreto a Bai Zong Yi en kiseki Dear to me.
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Tiene ese lunar en su mejilla. Mismo lunar que beso Fan Ze Rui cuando se reencontraron años después...
Inn Sarin. Como el Dr Wandee. Que estamos viendo actualmente en Wandee Goodday
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Lunar en su espalda.
Esto termino siendo muy largo... Y supongo que en el futuro habrá más. Pero este fue un viaje loco por mis imágenes y algo que me gusta, y tengo en común con esta gente.
(Puede haber algún error y obvio malas fotos )
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Yanet García desnuda Revista H
Hablar de Yanet García es aclimatar nuestros sentidos para apreciarla como presentadora del tiempo;ella ha sabido con su entallada figura , amenizar la pantalla su pronóstico meteorológico. Poseedora de contornos y finas curvas pronunciadas por donde deslizan miradas sus incautos seguidores, quienes desean a toda costa escucharla o verla para tomar nota, ya sea en dias de sol o lluvia, esta carismática regiomontana ha derretido corazones y humedecido esperanzas entre sus miles de fanáticos, al grado de convertirse en un referente de la televisión en México y Estados Unidos. Apenas en 2014 se convirtió en la presentadora del clima para una empresa mediática de alto impacto, pero desde los 20 años había incursionado como empresaria en el mundo del modelaje, creando su propia agencia de modelos en Monterrey; es contadora de formación y una enamorada del ejercicio y las rutinas en el gym. En 2013 participó en el casting de Nuestra Belleza Nuevo León y llegó a la competición preliminar que selecciona su estado para el concurso nacional de Nuestra Belleza México.Actualmente desea seguir descubriendo más sobre sus capacidades histriónicas, las cuales exhibe en esta sesión, para llevarnos al clímax y disfrutar de esta Venus.
Las imagenes de a continuacion contienen una pequeña marca de agua, si deseas las imagenes libres de marcas, descarga por mega en la parte de abajo.
Yanet García Revista H Octubre 2015
Espectacular Yanet García en Revista H Octubre 2015, García es una de las chicas mas guapas de la televisión mexicana, presentadora del clima. En tan solo ua año ha alcanzado una gran popularidad entre los caballeros y eso se muestra en las redes sociales por sus altos seguidores. La revista h no se equivoco en poner en portada a Yanet García, esperamos que sea todo un exito.
Si bien Yanet García poso desnuda en la revista H, no solo es un cuerpo perfecto también la bella presentadora del clima es un chica exitosa, egresada de la carrera de Contaduría Publica, además tierra una agencia de modelos en Monterrey.
Su trasero belleza, y carisma lograron el balance perfecto para que la guapa Yanet lograra el reconocimiento del publico en tan poco tiempo.
García solo se ha operado los senos para pasar de 32B a 32D, pero sus pompas si son naturales gracias al ejercicio logra mantener unos glúteos firmes que nos deleitan cada mañana en los programas Despierta América y Gente Regia.
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izzakry · 1 month
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no descartó el rumor. dialogar con ingyu salpicó gasolina a su alma, encendiendo su buen humor. incluso el ambiente lúgubre no apaciguó cincelar de carmines, pero a causa de escasa iluminación no sería perceptible. ‘  si tenemos en cuenta las tradiciones de jutland y el afán de sus habitantes con protegerse de los malos espíritus, creo que es hasta entendible.  ’  comentó con timbre monótono, sacudiendo pantalón tras levantarse de la roca que bautizó como asiento temporal, arrugando entrecejo con los labios semi-abiertos. soltó unos audibles quejidos. sus glúteos ardían por los minutos sobre dureza, estirando primero los brazos, segundo piernas con la mirada en ingyu.   ‘  ¿sabes de la desaparición en el faro de las islas flannan?  ’  cuestionó, peinando castaña melena con sus dedos, masticando costados de su boca antes de continuar.   ‘  los tres cuidadores desaparecieron sin dejar rastro; Donald MacArthur, Thomas Marshall y James Ducat. ’  jamás olvidaría los nombres de los marineros, era una bendición y a la vez maldición su excelente memoria, cruzándose de brazos.  ‘  al día de hoy todavía hay cientos de teorías al respecto. por ser tres se suponía que el faro no podía quedarse solo, entonces, ¿qué pasó para que salieran y literalmente se esfumaran?  ’  argumentó, rozando mentón con índice, adoptando tonalidad seria.  ‘  cuando les visitas siente mucha opresión y tristeza por todos los secretos que guardan, ¿estás incómodo ahora?  ’ 
﹙ 𝗘𝗹 𝗳𝗮𝗿𝗼.  ingyu ha dicho: "dicen que el faro ha guiado almas perdidas, no solo barcos." @nohgyu
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letsgetbigger · 4 months
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Un equipo grande
Primera parte
La universidad se preparaba para el inicio de una nueva temporada de fútbol americano. Su equipo no había tenido buenos resultados en los últimos años y la administración decidió que era el momento de un cambio drástico. Así que invitaron a Samuel Reeve, su exestrella más destacada, para que tomase las riendas como nuevo entrenador. A sus 38 años, Samuel aceptó la oferta, dejando atrás su monótono trabajo de oficina y el pequeño apartamento en el que había vivido de alquiler los últimos años.
Samuel era un hombre imponente, con 150 kilos bien distribuidos en un cuerpo robusto. A pesar de tener una barriga redonda y prominente, su musculatura era evidente, recordando a todos sus días de gloria en el campo. Su atractiva cara tampoco pasaba desapercibida: ojos penetrantes, mandíbula marcada y una sonrisa que derrochaba confianza. Sin embargo, ocultaba un secreto muy personal. Le excitaba hacer engordar a otros hombres. Y con su nuevo papel como entrenador, veía la oportunidad perfecta para llevar a cabo sus deseos más íntimos sin levantar sospechas.
Una mañana de sábado, Samuel se despertó en su nuevo apartamento en el campus y se vistió con el uniforme de entrenador. Admiró brevemente su reflejo en el espejo. La camiseta ajustada acentuaba su figura, dándole un aire de autoridad incuestionable. Era un nuevo comienzo y estaba dispuesto a hacerlo memorable.
Salió del apartamento y respiró profundo. Caminó con paso decidido hacia el estadio, disfrutando del ambiente familiar. Los edificios de ladrillo rojo y las amplias avenidas arboladas le recordaban a sus días de estudiante y jugador, pero ahora estaba de vuelta con una misión diferente.
Llegó al estadio y se dirigió a su nueva oficina. Se tomó un momento para observar el espacio. Las paredes estaban adornadas con trofeos y fotos de sus días de jugador, una clara muestra de su legado. El escritorio, aunque simple, estaba ordenado y listo para las tareas que le esperaban. Pero lo mejor de todo era que una puerta conducía directamente a los vestuarios desde su oficina y si la dejaba abierta, incluso se veían las duchas. La perspectiva desde su silla le brindaba una ventaja estratégica. Podría observar a los jugadores sin que ellos se dieran cuenta. Samuel sonrió para sí mismo imaginando el futuro. No solo quería ganar partidos, sino también hacer que sus chicos creciesen de una manera muy particular. Estaba ansioso por conocerlos y empezar a implementar su plan.
Por fin, los jugadores fueron llegando al vestuario para cambiarse. El ruido de las conversaciones y las risas llenaba la sala. Había un ambiente animado. Samuel, desde su oficina, observaba cada detalle con atención y un creciente interés. Los jugadores se quitaban la ropa con naturalidad, despojándose de camisetas, pantalones y calzoncillos antes de ponerse los uniformes. Algunos eran más gorditos y otros eran más delgados. Sin embargo, tres jugadores en particular captaron su atención porque parecían dioses griegos esculpidos en piedra.
El primero era Axel, un rubio cachas con barba. Sus músculos eran asombrosos, cada uno de ellos perfectamente definido y visible incluso bajo los tenues focos del vestuario. Tenía los pezones grandes y rosados. Axel llevaba boxers que se ajustaban cómodamente a sus glúteos, realzando su figura. Mientras se desvestía, sus brazos y su torso se tensaban y relajaban con una gracia natural.
El segundo jugador era Marco, un latino de piel morena y ojos llenos de vida. Sus muslos eran anchos y poderosos, una muestra clara de su fuerza. Aunque lo que realmente destacaba era el tamaño de su pene, que parecía aún más grande cuando se quitó los slips ajustados para ponerse el jockstrap. Marco tenía una confianza innata, moviéndose con una facilidad y un carisma que atraían todas las miradas.
El tercero era Jamal, un joven negro con un culo respingón que inmediatamente volvió loco a Samuel. Jamal también usaba slips. Estos acentuaban sus glúteos firmes y redondeados. Su cuerpo era una obra de arte, con músculos definidos y una piel brillante que reflectaba la luz. Cuando se inclinaba para recoger algo o simplemente se giraba, su trasero se meneaba de una manera que resultaba provocativa. Y tenía una risa contagiosa.
Samuel no podía apartar la mirada. Axel, Marco y Jamal eran la encarnación de la perfección física. Decidió que era el momento de presentarse. Se levantó de su silla, ajustó su uniforme y salió de la oficina.
Al entrar en el vestuario, el ruido disminuyó y todas las miradas se volvieron hacia él. Samuel sonrió, listo para ponerse manos a la obra.
—Buenos días, chicos —dijo con voz firme—. Soy Samuel Reeve, vuestro nuevo entrenador. Estoy aquí para llevar a este equipo a la victoria. Necesitáis ganar fuerza, claramente, y para ello, será necesario que aumentéis de peso.
Un murmullo recorrió la sala. Algunos jugadores intercambiaron miradas preocupadas, mientras otros fruncían el ceño.
—Escuchadme bien —dijo levantando una mano para silenciarlos—. Habéis perdido casi cada partido en los últimos años. Estoy convencido de que subir de peso y ganar masa muscular hará que todo cambie. Para conseguirlo, no solo debéis continuar entrenando duro en el campo y en el gimnasio, sino que también seguiréis a rajatabla un plan de comidas y batidos de proteínas que he preparado para vosotros.
Samuel les pasó una hoja con instrucciones detalladas. Las protestas no se hicieron esperar. Algunos jugadores miraban los papeles con incredulidad, otros con evidente molestia.
—Es demasiado —dijo Marco levantando la vista de su hoja—. Con todo esto me voy a poner gordo.
Samuel lo miró fijamente, desafiándolo con sus ojos oscuros.
—¿Sabes quién soy? —preguntó en tono serio, su voz resonando en el vestuario—. Soy el mejor jugador que este equipo ha tenido jamás. No deberías cuestionarme. Si sigues mis instrucciones, ganaremos.
La habitación se quedó en silencio. Marco, callado, asintió lentamente, aceptando la superioridad y experiencia de Samuel. Los otros jugadores, viendo la determinación en su nuevo entrenador, empezaron a revisar el plan con menos resistencia.
—Y ahora, al campo, a ver qué tenéis que ofrecer.
Se levantaron y abandonaron el vestuario. Mientras Samuel los seguía afuera, no podía evitar sentir una chispa de excitación. Esto era solo el comienzo y estaba decidido a ver sus fantasías hacerse realidad, kilo a kilo.
Segunda parte
Tras un mes de duros entrenamientos y una dieta tan hipercalórica, los jóvenes atletas mostraban cambios innegables en sus cuerpos. Todos sin excepción habían ganado alrededor de 10 kilos. Samuel observaba desde la oficina cómo se duchaban.
Marco estaba de espaldas al chorro de agua. Su abdomen, antes definido, ahora mostraba una ligera capa de grasa que suavizaba sus músculos. El largo pene de Marco contrastaba con la redondez creciente de su vientre. Sus muslos, que ya eran anchos, se habían vuelto aún más imponentes. Y sus pectorales habían crecido también.
Axel, por su parte, se estaba enjabonando lentamente. Su torso musculoso ahora tenía una apariencia más voluminosa. Sus grandes pezones rosados destacaban aún más en su pecho firme pero ligeramente cubierto de una nueva capa de grasa. Y su barriga había comenzado a redondearse, enterrando las líneas de sus abdominales. Mientras se enjuagaba el jabón, sus músculos y la grasa adicional bajo su piel se movían en armonía, dándole un aspecto rechoncho.
Jamal, de pie bajo una de las duchas, estaba de perfil y le ofrecía a Samuel una panorámica privilegiada de su culo respingón, que había aumentado de tamaño en el último mes. Sus glúteos seguían firmes pero más redondeados, con una suavidad extra. Sus caderas se habían ensanchado ligeramente y la definición de sus músculos en general se mezclaba con la nueva grasa.
Samuel no podía dejar de mirar. La transformación de aquellos físicos, el resultado de su meticuloso plan, era exactamente lo que había esperado. Su polla se puso dura, una reacción incontrolable ante el espectáculo que tenía frente a él. Ver cómo los jugadores se volvían más voluminosos le producía una excitación indescriptible. Sentado en su escritorio, observaba cada detalle, cada nueva curva, cada kilo de peso ganado.
Esa semana jugaron su primer partido y, para la alegría de todos, ganaron. La atmósfera en el estadio era de puro de júbilo y los jugadores estaban exultantes por su victoria. Después del partido, Samuel fue llamado a la oficina del rector para hablar sobre el impresionante rendimiento del equipo. Tras una breve conversación en la que el rector no escatimó en elogios, volvió a su oficina con satisfacción.
Al abrir la puerta, se encontró con una escena de celebración desenfrenada en los vestuarios. Los jugadores, recién duchados y en calzoncillos, estaban cantando y saltando de alegría. La grasa acumulada en sus cuerpos durante el último mes rebotaba en una ropa interior cada vez más ajustada. De repente, uno de los jugadores agarró el gran paquete de Marco
—Tu novia se va a poner contenta, ¿eh? —dijo con una sonrisa pícara.
Marco apartó la mano de un manotazo y riéndose junto con el resto del equipo. Otro jugador se acercó a Axel y, pellizcándole los pezones con picardía, exclamó:
—¡Mirad qué tetas tiene este ahora!
Las risas estallaron aún más fuertes mientras Axel se sonrojaba ligeramente. Entonces el chico que estaba a su lado le pinchó con un dedo la barriga, que se había redondeado notablemente.
—¡Y qué panza! —añadió.
Axel, sin perder la compostura, les respondió.
—Si no fuera por lo grande que estoy, no habría placado a aquel jugador tan agresivo del otro equipo.
Los demás asintieron, reconociendo la verdad en sus palabras.
—Además, lo que más ha crecido no es mi panza, sino esto.
Se acercó a un Jamal distraído y le dio una palmada en el culo. Las nalgas de Jamal, apretadas por sus slips demasiado pequeños, se movieron como si fueran gelatina ondulante. Más jugadores comenzaron a hacer lo mismo viendo la oportunidad. Reían sin parar. Uno de ellos incluso tiró de la goma elástica de los slips de Jamal y los bajó, revelando sus enormes cachetes. Los gritos y silbidos no se hicieron esperar.
Samuel, viendo la escena desde su oficina, sintió una oleada de deseo que no podía controlar. Cerró la puerta disimuladamente, asegurándose de que nadie lo viera. La imagen de sus jugadores engordados, de los movimientos de sus carnes y de la camaradería desinhibida le excitaba. Su mano se deslizó por sus propios calzoncillos. La visión de los glúteos de Jamal, tan perfectos y expuestos, le llevó rápidamente al clímax. Sintió una explosión de placer mientras se corría dentro de su ropa interior, llenándola de semen caliente.
Las victorias se sucedieron a medida que los cuerpos de sus chicos se expandían. Tras otro par de meses, los cambios en sus físicos eran aún más pronunciados. En el vestuario, después de otro entrenamiento agotador y una ducha, los jugadores se secaban con las toallas reflejando el impacto de la dieta especial.
Jamal se secaba lentamente. Su culo, que siempre había sido grande, era ahora impresionante. Su grasa ondulaba con cada paso. Seguía usando los mismos slips, los cuales se estiraban al límite para contener sus nalgas gordas, dejando al descubierto la raja del culo, una visión que Samuel encontraba irresistible. Y las gomas se le clavaban en la carne, resaltando aún más su volumen.
Axel se secaba su rubia barba. Su torso había ganado una notable cantidad de grasa, suavizando los músculos de debajo. Su barriga se había redondeado considerablemente y sus pectorales, antes duros y definidos, parecían pequeños montículos de grasa con pezones puntiagudos que temblaban con cada movimiento. Al intentar subirse los boxers, estos luchaban por contener su nuevo tamaño. La goma elástica se le clavaba en la cintura, y sus glúteos, aunque no tan abultados como los de Jamal, también quedaban parcialmente expuestos.
Marco, de pie frente a su taquilla, dejó caer la toalla. Su cuerpo mostraba una capa muy gruesa de grasa. Su barriga redonda colgaba ligeramente y sus muslos anchos rozaban entre sí con cada movimiento. Sus slips estaban tan ajustados que le apretaban el pollón. Y cada vez que se movía, sus nalgas rebotaban.
Samuel, observando desde su oficina, notó que Marco estaba cabizbajo, una expresión de tristeza en su rostro. Decidió acercarse a él para ver qué ocurría.
—Marco, ¿qué pasa? —preguntó.
Marco suspiró y agarró su gran barriga con ambas manos, meneándola. Sus tetas y sus genitales se movieron con las sacudidas, un espectáculo que hizo que Samuel tragara saliva.
—Mi novia me ha dejado por esto —dijo Marco, la voz cargada de desilusión.
Samuel intentó mantener la compostura mientras su corazón latía con fuerza.
—Escucha, Marco. Si ella no puede ver más allá de la superficie, entonces no te merece. Eres más que tu apariencia y aquí todos nosotros lo sabemos.
Marco asintió, pero la tristeza en sus ojos no desapareció del todo. Samuel, sintiendo que su control estaba al borde del colapso, se retiró rápidamente al despacho. Cerró la puerta tras de sí y miró hacia abajo, confirmando que el líquido preseminal había manchado su pantalón corto.
En el siguiente entrenamiento, Samuel observaba orgulloso cómo sus jugadores vestían nuevos uniformes más grandes, adaptados a sus nuevos cuerpos. Durante una pausa, Jamal se acercó con una expresión de incomodidad en el rostro.
—Entrenador, tengo un dolor en el hombro —dijo, frotándose la zona afectada.
Samuel, siempre dispuesto a cuidar de sus jugadores, le ofreció un masaje de fisioterapia en su despacho, donde tenía una camilla preparada. Jamal aceptó y acordaron encontrarse esa misma tarde.
Cuando Jamal llegó al despacho, llevaba una camiseta ajustada que resaltaba la curva de su vientre y unos vaqueros que le quedaban ceñidos en las caderas y los muslos. La ropa acentuaba su complexión y evidenciaba su tamaño. Samuel le dio la bienvenida con una sonrisa profesional, aunque su mente estaba llena de pensamientos lascivos.
—Vamos a trabajar esos músculos tensos, Jamal. Quítate la ropa y túmbate en la camilla.
Jamal asintió y comenzó a desvestirse. Primero se quitó la camiseta, revelando su abdomen de forma redondeada y sus grandes pectorales con pezones oscuros y firmes. Luego se desabrochó los vaqueros y los deslizó por sus piernas robustas, dejando al descubierto sus muslos gruesos y potentes. Se quedó en unos slips talla XL de color gris recién comprados que se ajustaban de manera provocativa a sus caderas y a su culazo.
Se tumbó boca abajo en la camilla y Samuel se acercó con una botella de aceite en la mano. Vertió un poco del líquido en sus palmas y comenzó a masajear los hombros tensos, trabajando con habilidad y firmeza. A medida que sus manos se movían, no podía evitar observar cómo las enormes nalgas de Jamal se balanceaban con el movimiento. La excitación creció en Samuel mientras seguía masajeando. La visión de aquellos nalgones moviéndose bajo el fino material de la ropa interior era arrolladora.
—Voy a destensar también tus glúteos, Jamal. Relájate.
Con un gesto firme, tiró de la goma elástica de los calzoncillos de Jamal, bajándolos con cierta dificultad. La piel suave de sus cachetes quedó al aire. Brillaba bajo la luz con el aceite que el entrenador aplicó directamente de la botella. Sentir su grasa bajo los dedos por primera vez era una sensación increíble. Proporcionaba una combinación de firmeza y blandeza que encontraba muy tentadora. Jamal empezó a emitir unos gemidos involuntarios al ser tocado. Resonaban en la habitación y en la mente de Samuel. Sin dejar de manosear al jugador más sexy del equipo, Samuel notó cómo su propio entusiasmo aumentaba, su respiración volviéndose pesada. Jamal, por su parte, parecía cada vez más afectado por el contacto. Sus gemidos sonaban más y más altos, más y más intensos, hasta que finalmente pegó un largo grito y se corrió, su cuerpo temblando de placer. Samuel paró en seco. Avergonzado y sonrojado, Jamal se levantó rápidamente, murmuró un agradecimiento vistiéndose a toda prisa y salió del despacho.
Samuel se quedó en la sala, contemplando lo sucedido. Su mente giraba en torno a una pregunta: ¿Era Jamal gay? Y si lo era, ¿habría otros jugadores como él en el equipo? Estaba seguro de que, con el tiempo, descubriría la respuesta.
Tercera parte
Llegó la Navidad y la mayoría del equipo abandonó el campus. Axel y Jamal se quedaron. Axel, porque era huérfano y Jamal, porque su familia había decidido hacer un viaje y visitarlo.
Una tarde de finales de diciembre, el entrenador aprovechó para ponerse al día con el papeleo. Estaba en su oficina, con la puerta cerrada, cuando oyó ruido proveniente del vestuario. Reconoció las voces de Axel y Jamal. Intrigado, apagó la luz y entreabrió la puerta lo justo para no ser visto. Desde su posición podía observarlos. Se habían metido en la ducha. Axel se enjabonaba con movimientos lentos y deliberados. Su barriga redonda y prominente temblando ligeramente con cada gesto. Jamal, a su lado, también estaba embadurnado de jabón. Sus nalgas grandes y llenas se balanceaban suavemente al frotarse. Samuel se fijó en que ambos tenían las pollas medio erectas. De repente, Axel y Jamal empezaron a tocarse a sí mismos mientras se miraban. Axel se acarició los pezones rosados con los pulgares, abriendo la boca en una expresión de placer. Luego levantó y dejó caer su barriga, haciendo que temblase arriba y abajo con el peso. Jamal, con una sonrisa libidinosa, se agarró las tetas con las palmas de las manos y se las manoseó. Después se giró y se dio un azote en una nalga con una mano. El sonido resonó en el espacio. Con la otra mano comenzó a pajearse, su polla dura y reluciente. Repitió el azote. Axel se la agarró y empezó a pajearse también, los ojos fijos en Jamal. Jadeaban y se reían disfrutando del momento. Finalmente, Axel y Jamal alcanzaron el clímax y se corrieron. Los chorros de semen se perdieron por el desagüe.
Samuel no daba crédito a lo que acababa de presenciar. Se quedó quieto, esperando a ver qué más hacían. Los dos, aún respirando con dificultad, se vistieron conversando de manera casual.
—Tío, el entrenador está buenísimo —dijo Axel ajustándose la camiseta sobre la barriga.
—Ya ves —dijo Jamal colocándose los pantalones con dificultad, su trasero redondeado sobresaliendo—. Me encantaría estar tan grande como él.
Axel asintió. Los ojos le brillaban con una mezcla de admiración y deseo.
—Imagínate cómo se debe sentir uno al tener ese cuerpo. Fuerte, sexy y con una barriga tan imponente. Sería genial.
Jamal sonrió, visiblemente entusiasmado por la idea.
—Sí, tío. Bueno, con lo que estamos comiendo últimamente, creo que vamos por buen camino.
Se rieron juntos, cómplices en su fantasía.
—¿Te apetece pizza? —sugirió Axel.
—Perfecto. Necesitamos seguir creciendo, ¿no? —respondió Jamal.
Se calzaron y salieron del vestuario comentando la cantidad de pizza que iban a comer. Samuel, que había escuchado cada palabra, tenía una idea en su cabeza.
Al día siguiente cogió el móvil y envió un mensaje a Axel y Jamal invitándolos a pasar el fin de año con él en su apartamento. Ambos aceptaron al instante. Repleto de entusiasmo, Samuel fue al supermercado y se llevó un carro entero de comida. Quería asegurarse de que la velada fuera memorable.
Pasó horas cocinando, llenando su apartamento con los deliciosos aromas de sus preparaciones. Cuando Axel y Jamal llegaron, Samuel los recibió con una sonrisa y les ofreció una cerveza.
—Para que os relajéis un poco —dijo, notando que estaban algo intimidados.
Agarraron las cervezas y se acomodaron en el sofá. Los tres charlaron un rato, las risas y las anécdotas fluyendo con facilidad a medida que el alcohol hacía su efecto. El ambiente se fue volviendo más distendido. Samuel los encontraba increíblemente atractivos. Axel, con su barba rubia y su corpulencia, parecía un auténtico vikingo. Jamal, con su piel oscura y sus curvas, era como un bombón de chocolate irresistible.
—Bueno, chicos. Vayamos a la mesa —anunció Samuel cuando consideró que ya era el momento.
Axel y Jamal lo siguieron. Se sentaron. El entrenador sirvió el entrante: un plato de enorme pasta. De acompañamiento, les puso otro plato con pan y un buen trozo de mantequilla a cada uno.
—Quiero que os lo comáis todo —les ordenó tomando asiento junto a ellos.
Intercambiaron una mirada cómplice y empezaron a comer obedientemente. El entrenador predicaba con el ejemplo comiendo con gusto también. La pasta estaba deliciosa. Los jugadores tragaban rápido al principio, pero pronto empezaron a bajar el ritmo.
—Vamos, no podéis dejar nada —insistió—. Y untad toda la mantequilla en el pan.
Al acabar la pasta y lo demás, Samuel se levantó para servir el segundo plato. El pavo asado llegó a la mesa rodeado de un montón de patatas doradas y grasientas. Y les puso más pan y más mantequilla.
—Aquí tenéis —dijo disfrutando por dentro de sus rostros perplejos.
Con cada nuevo bocado, Axel y Jamal sentían cómo sus estómagos se iban llenando. Terminado el pavo y las patatas, estaban todos saciados.
—Bueno, el postre lo tomaremos en el sofá —anunció Samuel.
—¿Postre? —preguntaron protestando.
Se dirigieron al sofá con dificultad, sus panzas hinchadas y pesadas después del banquete. Samuel los acompañó llevando una tarta de chocolate enorme.
—Desabrocharos los pantalones y poneos cómodos —les dijo.
Obedecieron. Samuel vio cómo sus barrigas se expandían una vez liberadas de la presión de la ropa. Los dos jóvenes sintieron una combinación de expectación y nerviosismo mientras Samuel les ponía la tarta delante.
—Axel, quiero que cojas un trozo de tarta y se lo des a Jamal. Dile lo gordo que se va a poner.
Axel cortó un gran trozo de tarta. Lo sostuvo frente a Jamal y, con voz provocativa, dijo:
—Jamal, te vas a poner tan gordo con esto... Cómetelo.
Jamal, cuyos ojos brillaban de deseo, abrió la boca y dejó que Axel le metiera el trozo de tarta. Masticó lentamente, disfrutando del sabor y de las palabras de Axel.
—Ahora tú, Jamal —dijo Samuel—. Dale un trozo a Axel y dile lo gordo que se va a poner.
Jamal cortó un trozo generoso de la tarta y lo acercó a Axel. Mirándolo dijo:
—Axel, vas a engordar tanto hoy... Abre.
Axel tomó el trozo de tarta con una mezcla de lujuria y deleite, saboreando no solo el postre, sino también las palabras de Jamal.
—Voy a dar vuelta para que tengáis más intimidad —les dijo Samuel con un guiño—. Cuando vuelva, no quiero ver ni una miga.
Se puso el abrigo y salió del apartamento, dejándolos a solas con la tarta.
Caminó por el campus, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad de la noche. Sus pensamientos vagaban hacia lo que estarían haciendo Axel y Jamal en su ausencia. La fantasía a veces le resultaba más excitante que la realidad. Después de una hora de paseo, regresó a su apartamento, ansioso por ver el resultado.
Al abrir la puerta, se encontró con una escena que superaba sus expectativas. Axel y Jamal estaban reclinados en el sofá, desnudos. Sus cuerpos parecían aún más inflados, con las bocas manchadas de chocolate y las barrigas a punto de reventar. Lo que más le deleitó fue ver el semen en sus pechos. Se habían quedado profundamente dormidos, exhaustos por el exceso de comida y el placer.
Parte final
La temporada llegaba a su fin y el equipo de fútbol americano universitario, bajo la supervisión de Samuel, había experimentado una cambio radical. Todos los jugadores habían ganado peso dramáticamente, oscilando entre los 120 y 150 kilos. Para Samuel, observarlos en el campo era una fuente inagotable de orgullo. Sus cuerpos se habían vuelto imponentes masas de músculo y grasa.
Marco, con su complexión ahora más robusta, dominaba el centro del campo. Su camiseta se estiraba sobre su barriga, y su trasero, apretado en los pantalones de uniforme, parecía casi desbordarse. Cada vez que corría, Samuel podía ver cómo su grasa oscilaba con el movimiento y cómo sus muslos se frotaban visiblemente.
Axel, cuya transformación era quizás la más notable, jugaba con una ferocidad renovada. Su cuerpo más ancho y pesado le daba una ventaja en los choques cuerpo a cuerpo. Sus pectorales, convertidos en auténticas masas de carne, se sacudían con cada impacto. Su barriga, enorme y redonda, se movía de manera hipnotizante bajo su camiseta. Cada vez que Axel se lanzaba al suelo, Samuel reparaba en cómo la grasa de su abdomen se aplanaba y se extendía, mostrando el peso que había ganado con la ayuda de Jamal.
Jamal, con los glúteos más redondeados y prominentes que Samuel había visto jamás, era una toda una visión en el campo. Su trasero, cubierto milagrosamente por el ajustado uniforme, se movía como una masa independiente de su cuerpo con cada paso. Sus muslos combinaban músculo y grasa. Cuando Jamal corría, Samuel no podía evitar fijarse en cómo sus nalgas se balanceaban de un lado a otro, todo un espectáculo. Axel también había hecho un buen trabajo alimentándolo.
Mientras los jugadores se movían en el campo, Samuel sentía una oleada de excitación. Aunque la victoria era importante, para él, la verdadera satisfacción residía en contemplar cómo se habían transformado. Ver a aquellos jóvenes antes atléticos convertirse en poderosas masas de obesidad bajo su tutela era la culminación de sus fantasías más profundas. El equipo, que previamente perdía casi cada encuentro, ahora jugaba con una fuerza y determinación renovadas.
El silbato final sonó y el equipo estalló de alegría. Samuel se unió a ellos en el campo, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que había logrado algo extraordinario.
La celebración tras la victoria fue desmesurada. Los jugadores, llenos de adrenalina y euforia, se dirigieron directamente a los vestuarios, donde las duchas les esperaban. El ambiente era eléctrico, con gritos de júbilo y risas resonando en las paredes.
Samuel se encontraba en la entrada, viendo cómo se despojaban de los uniformes empapados de sudor. Sus cuerpos pesados y robustos se movían con una energía contagiosa. Axel fue el primero en desnudarse por completo, dejando al descubierto su impresionante figura, con su barriga redonda y sus tetas prominentes. Se dirigió a las duchas, seguido de cerca por Jamal, cuyas nalgas se movían sensualmente a cada paso. Marco, con su barriga colgante y su trasero voluminoso, no se quedó atrás.
La ducha comenzó con chorros de agua caliente y alboroto. Los jugadores se empujaban y salpicaban. Samuel, desde un rincón, los observaba en silencio. Sin embargo, su tranquilidad no duró mucho. Axel, con una sonrisa traviesa, se acercó a él.
—Vamos, entrenador, es hora de unirse a la celebración —dijo Axel.
Y antes de que Samuel pudiera protestar, Axel y Marco lo agarraron por los brazos.
—Hey, chicos, ¿qué hacéis? —exclamó Samuel mientras intentaba resistirse en vano.
Los jugadores, sin dejar de reír, se pusieron a desvestir al entrenador. Samuel se dejó llevar. Primero le quitaron la camiseta, revelando su imponente torso. Sus pectorales grandes y su barriga redonda quedaron a la vista, provocando bromas entre los jugadores.
—¡Mira esos músculos, entrenador! —dijo Marco riendo.
A continuación, le quitaron los pantalones, le bajaron los boxers y lo empujaron bajo el agua caliente.
El entrenador, ahora completamente desnudo, se encontraba rodeado por sus jugadores en la ducha. El agua caliente caía sobre sus cuerpos, creando una atmósfera cargada de morbo. Axel, y Jamal se turnaban para tocar la barriga de Samuel, sus manos resbalando sobre la piel mojada. Samuel no podía evitar sentirse completamente libre. Los cuerpos obesos de los jugadores se movían a su alrededor, chocando y rozándose en una coreografía de carne y deseo bajo el agua.
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relatosdecarlos2 · 3 months
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Voces en la habitación 3
Llegamos a la habitación, Ana se tumbó en la cama con las piernas abiertas, te acercaste a mí y me dijiste al oído:
- Quiero que te pongas a 4 patas y le comas el coño a Ana.
Esas palabras me provocaron una terrible erección, y sin pensarlo accedí, subí a la cama, y a 4 patas me acerqué a la entrepierna de Ana, iba acercando mi boca poco a poco, pero tú estabas impaciente, y con tu mano llevaste mi cabeza a su entrepierna, por lo que hundí mi lengua en el coño de Ana, que al sentirme de repente no pudo evitar gemir.
Ese gemido hizo que empezara a mover mi lengua, y saborear su coño, que volvía a estar mojado de la excitación. Mi lengua recorría sus labios, hacía círculos alrededor de su clítoris, yo no sabía qué hacías tú, y la verdad es que no me preocupaba, estaba disfrutando con lo que hacía. Ana se iba estremeciendo a medida que su humedad aumentaba, veía como se agarraba los pechos y se los estrujaba mientras mi lengua seguía jugando con su coño mojado.
Sentí como te subías a la cama detrás de mí, y mientras seguía comiéndole el coño a Ana, acercaste tu boca a mi culo y hundiste tu lengua en él, lo que me hizo lanzar un gemido ahogado en la entrepierna de Ana. Mientras yo saboreaba los jugos que Ana me ofrecía, tú abrías mi culo y hundías tu lengua más y más, hasta que de repente te detuviste.
- Vas a sentir algo frío en tu culo, pero no quiero que mires. Sigue comiéndole el coño a Ana, que lo está disfrutando mucho.
Ana agarró mi cabeza y se aseguró que no la levantara de su entrepierna, a la vez que sentí lo que me habías avisado, un líquido frío entre mis glúteos, que untabas con tu dedo, un dedo que te apresuraste a meter en mi culo y a moverlo haciendo círculos para dilatármelo.
El imaginar lo que me esperaba me hizo excitarme más, hasta el punto de endurecer al máximo mi polla. Ya te imaginaba con el arnés puesto, y no me equivocaba, tras haber jugado con mi culo metiendo dos dedos, pude sentir la punta de tu polla en la entrada de mi culo, y empezaste a introducirla poco a poco.
Mientras tu hundías tu polla en mí, Ana estalló en un orgasmo producido por mi juego con la lengua, inundando mi boca con sus deliciosos jugos, a la vez que tú llegabas hasta el fondo de mi culo con tu polla.
Empezaste a moverte, entrando y saliendo de mi culo, lo que empezaba a provocarme placer. Entre tanto, Ana se incorporó y me dijo que quería saborear su coño en mi boca, así que la besé, compartiendo los deliciosos jugos suyos que aún me quedaban, lo que me excitó mucho a la vez que tú seguías embistiendo mi culo con tu polla.
Ana se separó de mí y se dirigió hacia ti, al mirar hacia atrás os vi besaros, y tras susurraros algo que no llegué a oír, sacaste tu polla de mi culo, me pediste que me pusiera boca arriba, te quitaste el arnés y ayudaste a Ana a ponérselo.
- Ahora Ana te va a follar el culo mientras tú y yo hacemos un 69, hasta que te corras en mi boca.
Escucharte decir eso me excitó muchísimo, abrí mis piernas y Ana se puso delante de mí de rodillas, con las piernas abiertas, y me penetró el culo sin pensárselo. Tú colocaste tu coño, que estaba muy mojado, encima de mi boca, y llevaste tu boca a mi polla, metiéndotela entera de una sola vez.
Mientras hacíamos el 69 Ana no paraba de follarme el culo como tú habías dicho. Con mis manos agarraba fuertemente tus nalgas mientras saboreaba tu coño empapado. No podía evitar gemir del placer que sentía a la vez que tu boca mamaba mi polla y Ana me follaba el culo. Apreté tus nalgas fuertemente con mis manos, lo que te indicó que estaba a punto de correrme. Escuché a Ana gritarme:
- ¡¡¡Córrete en su boca!!!
Al escucharla exploté, me corrí sin poder aguantarme, notando cómo tu boca se llenaba de mi semen, y que hacías lo imposible por contenerlo. Dejaste escapar un poco mientras yo seguía corriéndome sin parar a la vez que gemía de placer. Cuando terminé de correrme te incorporaste, escuché hablar a Ana.
- Sí, ¡¡¡bésame con tu boca llena de su leche!!!
Os fundisteis en un beso compartiendo lo que entre las dos sacasteis de mí, dejando que se escurriera de vuestros labios mientras vuestras lenguas se entrelazaban. Yo me quedé contemplando tal espectáculo, exhausto por lo que acababa de ocurrir.
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lupdrawer21 · 1 month
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Lori Loud en la piscina de Clyde
Lori Loud quería refrescarse en la piscina pública, ahora que tiene 18 se culmino su baneo en las piscinas del área. Pero, ahora que ya era mayor de edad tenía que enfrentarse a las dificultades de la vida adulta.
No pasó mucho hasta que se percató de las intensas miradas lascivas de los espectadores empezaron a penetrarla hasta hacerla sentir incomoda. Su excelso cuerpo pronunciado era una droga visual que todos los presentes querían consumir. Los viejos sabroseaban la carne joven de Lori humedeciéndose los labios, los hombres adultos miraban pervertidamente las prominentes glándulas mamarias de la rubia, mientras los jóvenes empezaron a estimularse a plena luz con los carnosos glúteos de la hembra. Las mujeres no quedaban exentas al jolgorio del cuerpo de Lori Loud, las viejas añoraban su juventud al ver la sensualidad que la joven desprendía; las treintonas, cuarentonas y cincuentonas la miraban con recelo y envidia pues sus parejas no dejaban de mirarlas; las jóvenes empezaron a chismear entre ellas sobre la posible mujer fácil que era Lori; las lesbianas en general empezaron tomar fotos descaradamente para usar el material más tarde. Los niños y niñas en general quedaron perplejos y soberanamente pendejos ante la grandiosidad de la joven adulta. En cuanto a los bebés, ellos empezaron a exigir leche de las tremendas tetas que se cargaba Lori.
Naturalmente, está intensa atención, puso a Lori en una posición bastante incomoda y en estado de alerta pues creía que en cualquier momento todos saltarían sobre ella para violarla masivamente, así como en los videos hentai de orgías que ella solía ver con su exnovio Bobby. Por lo que salió corriendo de ahí enojada, y una vez salió de su vista todos suspiraron, agradecidos con el de arriba por tremendo manjar que presenciaron.
Antes de que Lori se cambiara, un jovencito ingresa a su vestidor y le dice:
— Tranquila, nena, no necesitas regresar a casa
— ¡Oh, Clyde! —exclamó Lori.
— El mismo, oye pasaba por aquí y me di cuenta lo incomoda que te sentiste con toda esa muchedumbre posando sus ojos sobre ti.
— Oh bueno, sí, yo...—Lori empezó a sentir nervios—Bueno, mamá dijo que como toda mujer atractiva terminaría acostumbrándome a las miradas y que dejaría de incomodarme con el tiempo. Pero por ahora creo que empezaré a quedarme en casa hasta que eso pase. —dijo con tristeza.
— Puedes hacer eso o...Puedes venir a mi piscina en mi patio trasero.—dijo Clyde— Le he pedido a Lisa una cúpula de seguridad para evitar a los maleantes. Podrías disfrutar mis piscina y broncearte sin miedo a que unos degenerados se te acercan con malas intenciones, ellos se quedarían fuera de la cúpula y solo podrían mirar, de esa forma te acostumbrarías a las miradas.
— Oh, vaya, eh...Gracias Clyde, seguro vamos a tu casa.
Así entonces, Lori Loud terminó pasando una agradable tarde en la piscina de Clyde, y durante los siguientes días del verano ella siguió yendo a su casa. Y tal como se esperaba muchas personas que transitaban cerca del patio empezaron a mirarla, pero no podía acercarse más. Lori ya empezó a acostumbrarse hasta finalmente darle igual quien la miraba. 
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Lori estaba tan agradecida con Clyde que le prometió pagárselo de alguna forma en el futuro, pero lo que ella ignoraba es que ese día sería hoy.
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Hola ha pasado tiempo, hago este post para saber que tan abandonado está el grupo, si desean el zelda papus clickeenme está:
FULL PERRO
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baki-tiene-un-simp · 1 year
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Holaa,cómo reaccionaria baki,hanayama,retsu y katsumi si su s/o les dice totalmente sería que ellos tienen más culo y tetas que ella xd
Situación: Su S/O reprochándoles por tener más busto/trasero.
Personajes: Baki Hanma, Kaoru Hanayama, Katsumi Orochi y Retsu Kaioh.
Baki Hanma.
De repente es más consciente de las proporciones de su cuerpo, está palpando su pecho para corroborar que tan grandes son sus pectorales.
Solo se ríe del rostro serio de su S/O más que por lo que ha declarado, levanta los hombros y solo le da esa mirada de "lamento ser como soy".
Lo atrapará mirándose al espejo de vez en cuando, si le pregunta podría admitir que está viendo si sus pantalones le hacen justicia a su trasero o si sus pectorales se ven más grandes.
Kaoru Hanayama.
Está mirando directamente a la cara a su S/O, sus facciones no se mueven, pero su mirada grita "¿qué estás diciendo?"
Sabe que es grande y que, por lo mismo, todo de él es bastante grande.
El que no objeta nunca cuando las manos de su S/O están sobre su pecho para descubrir que clase de talla de brasier es, seguro sus medidas de pecho son equivalentes a una sólida copa DD y probablemente me quedo demasiado corta.
Katsumi Orochi.
Se está riendo tan fuerte cuando ve la cara de completa seriedad de su S/O, acaban de darle el mejor material para molestarles después.
Empieza a pasearse sin camisa por la casa, como todo un desvergonzado, un presumido desvergonzado.
De tanto en tanto comentara algo como "tu pecho ha aumentado de tamaño, casi me alcanzas" o "¿has estado haciendo sentadillas? Estoy seguro de que te sacaba más ventaja", puede ser cierto o no, lo hace para no olvidar este chiste interno.
Retsu Kaioh.
Su S/O logrará avergonzarlo si lo mira de forma tan seria cuando dice cosas como esas, casi se atraganta con su té cuando escucho eso.
Otro que no dirá nada si su pareja manosea su pecho para comparar y buscar un equivalente a una talla de brasier. Le gusta tener las manos de su S/O sobre él, simplemente.
Empezó a ejercitar un poco más sus glúteos, le gusto que alagaran su trasero, pero no lo dirá en voz alta.
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domrodolfoandres · 2 years
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Y de pronto suena el teléfono,tu voz excitada diciéndome "ven estoy sola" es el detonante que me saca de mi letargo,mi sangré fluye mas rápido y las palpitaciones de mi corazón se aceleran, presuroso acudo a tu encuentro,batallando por ocultar la tremenda erección que provocaste en mi al escuchar tu voz.
Al llegar la puerta abierta,tu ropa interior a manera de guia me dirije hacia tu alcoba te veo ahi,desnuda sobre tu cama,intuyes mi presencia, te pones de pie, extiendes tus brazos como invitandome al pecado, eso enerva mis sentidos,luego de un profundo y sensual beso jugueteando con nuestras lenguas te arrojo sobre el lecho,acaricio tus pechos, tus pezones se erectan y me dispongo gustoso a paladear su exquisito sabor a deseo...mientras toco con mis dedos cada,rincón de tu ardiente anatomía,embriagado por el aroma natural de tu sexo.
Poco a poco mi lengua desciende, provocándote espasmos placenteros,hasta llegar a posarse en tu hermoso monte de venus,poso mi boca en tus virginales labios,mientras acarició sutilmente tu clítoris,tu respuesta es un gemido ahogado,haaa!
Me bañas con tus fluidos excitandome aun mas porque se que haz alcanzado tu primer orgasmo,el cual es el preludio de los siguientes.
Me despojo rápidamente de mi ropa dejando a tu alcanze mi virilidad, ávidamente la tomas entré tus manos,la acaricias,la lames,tu lengua roza mi glande aumentando mi excitación y de súbito devoras mi miembro comenzando un ir y venir lleno de pasión lujuria y deseo...de pronto paras, me miras y se que es la señal de que estas lista para que te posea ,te coloco en la cama separó tus piernas,las pongo entre mis brazos y te penetro tan profundamente que tu mirada se extravia, comienzo un Vaivén frenético,tu gritas,gimes de placer y yo emito sonidos guturales cual bestia en celo! ...las contracciones de tu vientre anuncian un nuevo orgasmo y cuál volcán en erupción expulsas tus fluidos bañando mi entrepierna y dejándome percibir una vez mas el enloquecedor aroma de tu sexo que me enardece
De un solo movimiento te pongo sobre mi y dejo que me cabalgues ,pasando a ser tu la dominante y quien controla el ritmo al que quiere ser penetrada,te muerdes un labio y la expresión de tu cara denota lo mucho que lo estas gozando, mientras yo me siento en el paraíso, Estoy a punto de estallar ,asi que te giro y te coloco de rodillas sobre la cama,separo tus glúteos,pruebo con mi lengua el nectar de tu vulva, provocando una vez mas espasmos placenteros en ti..no aguanto mas y de un solo golpe me introduzco en ti y comienzo a penetrarte a un ritmo enloquecedor, el sonido de nuestros sexos al chocar,tus gemidos, gritos y quejidos es música celestial para mis oídos,no puedo mas y al sentir que nuevamente llegaras administro mis energias y esperó el momento indicado para estallar junto contigo en un enloquecedor orgasmo simultáneo que nos lleva al éxtasis,tus piernas flaquean te derrumbas sobre la cama y yo junto contigo aun disfrutando las últimas palpitaciones de mi miembro dentro de ti...me miras tiernamente y ambos sabemos que llego el momento de darnos una tregua después de esta guerra, disfrutar de la calma después de la tormenta ,mirarnos a los ojos y sonreír con picardía como quien ansía la llegada de una nueva batalla... donde el amor sea el único vencedor.
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black-beauty-poetry · 2 years
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Una noche mágica me acordé de tu sonrisa al contemplar las estrellas, y me golpeé mentalmente al olvidar que tu brillo existía.
De repente, me vi secuestrado en el recuerdo de tu belleza.
Me acordé de tus ojos, de cómo transmiten luz dulce y calidez.
Me acordé de tus labios y lo paradisiaco que ha de sentirse besarlos una última vez.
Me acordé de tus manos que se sentían como seda derritiéndose sobre mi piel cada vez que me tocabas, y los icebergs se calentaban.
Me acordé de tu cuerpo: un oasis en mis desiertos.
Recorrer tus curvas era como perderse en un infierno. Estar dentro de ti era como tocar los pisos del cielo. Lamer tu entrepierna, asirse al volumen de tus glúteos con forma de corazón, me desarmo por sólo imaginar cómo se sentiría poseerte nuevamente.
Me acordé de tu voz, de tus risas, de tus enojos, de tus alegrías, de tus deleites, de tus temblores, de tus movimientos, de tus sabores, de tus suspiros, de tus anhelos, de tus gemidos, de tus lamentos, de tus latidos, de tus equilibrios y desequilibrios, de tus océanos y tus yermos.
Me acordé de que existías, y me arrepiento de no haberlo hecho antes para poder embelesarme viviendo en un sueño, tal como el afortunado de tu novio ahora lo hace contigo.
Es mi error haber llegado tarde. Y de recordarte cuando ya te dejé en el olvido.
-Dark prince
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intruzox69 · 3 months
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Marlén
Capítulo 19
El amigo de mi hijo 4
Como les conté anteriormente, Héctor, el amigo de mi hijo se hospedó en mi casa, mi esposo no estaba tranquilo con su presencia, pero yo "le aseguraba", que no me interesaba en absoluto, y para tranquilizarlo, y algo contrariada, le pedí a mi hijo que persuadiera a su amigo para que se saliera de la casa, y yo misma le dije a Héctor que era mejor que se fuera pues creía que mi marido sospechaba, prometiéndole vernos en otros lugares. Así que mi panochita y mis nalgas han descansado un poco.
Pero entes de todo esto, nos dábamos gusto todos los días, me excitaba su manera perversa de poseerme, muchas veces me ató al respaldo de la cama o a una silla con las corbatas de mi marido, en otras ocasiones me vendaba los ojos.
Un viernes a la media noche, llegó a mi recámara, sabía que mi esposo no estaría en casa, y que mi hijo al parecer había ido a una fiesta de cumpleaños. El plan era ir a su habitación y como está separada de la casa, no hay posibilidad de que alguien escuche algo, mi hija y el bebé dormían en su respectiva habitación.
Era casi la una de la mañana, él me esperaba ansioso, previamente me había pedido que me pusiera algo muy atrevido, que lo sorprendiera, y busqué entre mis cosas algo que le pudiera gustar. Encontré un vestido transparente, que hacía mucho tiempo usé en un "table dance", en el que trabajé por gusto, es color verde limón, debajo del vestido traía solo una tanga de seda blanca.
Cuando entró a la recámara, suspiró y de inmediato me manoseó, alzaba mi vestido a mis nalgas, me empinaba y lamía mi culo haciendo la tanga a un ladito. Luego se levantó y me puso frente a él, me besaba la cara y los senos desesperadamente.
Mientras me fajaba, observé que había un tubo que atravesaba la habitación, le pregunté para que lo había puesto y sin responder, sacó una especie de listón largo, lo pasó por el tubo, me tomó de las manos, las alzó y me ató, dejé que hiciera lo que quisiera, esa noche yo andaba muy caliente, ya atada se puso detrás de mí, aún estaba vestido pero sentía su rica verga, muy dura, sus manos pasaban por todo mi cuerpo, besaba mi cuello, sin faltar las suaves nalgadas.
Luego vendó mis ojos, escuché que apagó la luz dejándome en completa oscuridad, deseaba mamar su verga pero por la posición en la que yo estaba, era imposible. Seguía fajándome hasta que de pronto me dijo al oído que lo esperara un momento, pensé que era para desnudarse, pero escuché que abrió la puerta y salió sin cerrarla, le pedí que cerrara, pero no me hizo caso.
La espera me pareció larga, cuando al fin llegó, le reclamé su tardanza y el hecho de que dejara la puerta abierta, me tranquilizó abriéndome de piernas para mamar mi panocha que exigía atención, estaba muy mojada y sentir su lengua ya experta en mamadas, me hizo olvidarme de todo para empezar a disfrutarlo.
Mientras gozaba su lengua, escuché que la puerta se atrancaba, pregunté que pasaba y respondió que la había cerrado de una patada para no dejar de mamarme. Luego se detuvo y me dijo que abriría la cortina para ver aunque sea mi silueta con la poca luz que penetraba por la ventana.
Lo volví a sentir detrás de mí, levantó mi vestido a la cintura, bajó mi tanga a las rodillas, como es su costumbre, pues no le gusta quitármelas por completo, dice que se calienta más sentirme con los calzones en las rodillas, puso su verga entre mis nalgas y empezó a frotar sin penetrarme, automáticamente mis nalgas se movían ansiosas de tener algo duro dentro, pero él me hacía esperar y se bajaba de nuevo para lamer mi culo, empinarme un poco y lamer mi panocha, me trastornó haciéndome mil cosas, yo le exigía que me poseyera, levantó mi pierna derecha y se puso delante de mí, penetrándome profundamente, haciéndome gemir de placer al sentir su gruesa verga, sus manos apretaban mis glúteos, sacaba mis senos del escote del vestido porque no me lo podía quitar, entonces lo bajó y me lo dejó en la cintura.
De repente se quitó y se alejaba, entonces sentí sus manos en mis caderas, abrían mis nalgas, sabía lo que venía; su falo se abría camino entre mi trasero para entrar por mi culo, yo me empiné un poco, él solo se limitó a tomarme de las caderas y cogerme, le suplicaba más fuerte la cogida, lo hacía pero de pronto se retiraba, y de inmediato volvía a penetrarme, así estuvo mucho tiempo hasta que ya no soportó y se vino en mi recto, sus dedos, yo aún no me venía, entonces volví a sentir su verga dura, como si no se hubiera venido, de nuevo me penetró, pero ésta vez me masturbaba al mismo tiempo, hasta que logré un orgasmo intenso y largo, grité de placer, parecía una loca, apretó mis nalgas y me besaba el cuello y la espalda, le agradecí la rica "doble " cogida que me había dado.
Entonces escuché una discusión, pregunté a Héctor que pasaba, luego se oyeron pasos de alguien más, me asusté y le pedía que me soltara, me esforcé por desatarme pero en eso, caí bruscamente porque el tubo que me sostenía no resistió mi peso, me golpeé fuertemente en la cabeza con el marco de la puerta y me desmayé.
Desperté en el hospital, traía otra ropa, y a mi lado estaba mi hijo, me dio vergüenza que estuviera ahí, a los médicos les dijo que me había caído en la cocina, me estaba protegiendo, me llevó a casa en taxi, mientras llegábamos me dijo que Héctor se había ido, ya que él mismo se lo pidió y que habían terminado esa amistad.
Solo lo abracé, no sabía que decir, pero desde esa vez, evita encontrarse conmigo, y le doy la razón. Ya en casa, busqué el vestido trasparente que traía esa noche, no lo encontré, me asomé al patio trasero, y entre la casa donde vivía Héctor y la cocina de la casa, estaba la tanga, quise ir a recogerla pero me dio un mareo, pensé en ir por ella mas tarde, pero cuando lo hice, ya no estaba.
No sabía que hacer ni como comportarme frente a mi hijo, pero él me ayudaba evitándome, así que dejé que pasaran los días sin comentar nada de lo sucedido.
©Marlén
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leregirenga · 1 year
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Una mujer no es el maquillaje que usa, ni el tamaño de sus glúteos, ni lo ancho de sus caderas, ni el color de su cabello. Una mujer no es su fama, ni su número de amantes, ni los corazones que alguna vez destrozó. Una mujer es su forma de bailar, los poemas inconclusos, los suspiros que ha robado. Una mujer es la manera en que mira, es su libro favorito, la sonrisa que enamora.
Una mujer es su forma de existir.
...Y si no lo es, que pena!
Estefanía Mitre
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