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Todos los Mercados Navideños de Praga 2024 te invitan a sumergirte en el espíritu navideño en uno de los destinos más mágicos de Europa. Durante la temporada de Adviento, Praga se transforma en un encantador cuento de hadas con sus luces brillantes, olores dulces y un ambiente festivo que inunda cada rincón. Desde la famosa Plaza de la Ciudad Vieja hasta las encantadoras calles de Malá Strana, la capital checa se llena de mercados navideños. Donde se pueden encontrar artesanías, regalos, y delicias tradicionales. Mercados Navideños en la Plaza de la Ciudad Vieja El Mercado Navideño de la Plaza de la Ciudad Vieja es el corazón de las festividades en Praga y uno de los más destacados de Europa. Este año abre sus puertas el 30 de noviembre de 2024 y se extenderá hasta el 6 de enero de 2025. Permitiéndote recibir el Año Nuevo en un ambiente lleno de magia y tradición. Con un imponente árbol de Navidad de la Ciudad Vieja de Praga en el centro, decorado con miles de luces y adornos, este mercado te transportará a un mundo de ensueño navideño. Árbol de Navidad de la Plaza Vieja de Praga del año 2019. Foto: ViviendoPraga Aquí, disfrutarás de la música de villancicos y el aroma de los dulces checos tradicionales mientras paseas entre los puestos, donde encontrarás adornos navideños, velas, castañas asadas y mucho más. No te pierdas el vino caliente, perfecto para calentar las manos y el corazón en las frías noches de invierno. Horarios Este mercado abre todos los días de 10:00 a 22:00, permitiéndote disfrutar de su encanto tanto de día como de noche. Mercado Navideño en la Plaza Wenceslao El Mercado Navideño en la Plaza Wenceslao es otra de las joyas navideñas de Praga, situada en el extremo inferior de la plaza, con vistas al hermoso Museo Nacional. Abre del 30 de noviembre de 2024 al 6 de enero de 2025. Aquí, la música y los colores de la Navidad envuelven a los visitantes en un ambiente único. Entre los productos que encontrarás en este mercado se incluyen artesanías, adornos y regalos que capturan la esencia de las fiestas. Además, podrás deleitarte con vino caliente, ponche y sabrosos platos checos. Este mercado también ofrece un programa cultural especial para animar tus visitas con actividades y entretenimiento navideño. Horarios Los puestos de la Plaza Wenceslao están abiertos de 10:00 a 22:00 cada día. Mercados Navideños en Náměstí Míru El Mercado Navideño en Náměstí Míru abre la temporada festiva en Praga el 20 de noviembre de 2024 y se extiende hasta el 24 de diciembre de 2024. Ubicado frente a la iglesia de Santa Ludmila, este mercado es uno de los más encantadores de la ciudad y el lugar perfecto para comenzar a disfrutar de la Navidad. Puesto en el mercado navideño de Náměstí Míru en Praga. Foto: TodaPraga Entre los puestos, encontrarás una gran variedad de productos navideños, desde coronas de Adviento y muérdago hasta velas y adornos tradicionales. Acompañado del aroma de las castañas asadas y las luces brillantes que decoran el mercado, es un lugar ideal para adquirir recuerdos especiales o simplemente disfrutar de una tarde navideña. Horarios Abierto todos los días de 10:00 a 19:00. Mercado Navideño en Tylovo náměstí A pocos pasos de Náměstí Míru, el Mercado Navideño en Tylovo náměstí es perfecto para quienes buscan una experiencia navideña más tranquila. Abre el 26 de noviembre y se mantiene hasta el 24 de diciembre de 2024. Este mercado, más íntimo, es ideal para pasear, disfrutar de una atmósfera relajada y encontrar productos típicos navideños. Productos Navideños Aquí podrás encontrar adornos, velas, coronas y dulces tradicionales. Los puestos de comida ofrecen también una selección de bocados navideños, perfectos para disfrutar mientras exploras este mercado tan acogedor. Mercado Navideño en Náměstí Republiky En Náměstí Republiky, cerca de la Aduana, se encuentra otro de los mercados navideños favoritos de Praga. Este mercado estará abierto
del 25 de noviembre al 24 de diciembre de 2024 y ofrece un sinfín de productos navideños y actividades festivas. Ideal para familias, cuenta con talleres navideños para los más pequeños y conciertos en vivo que aportan un ambiente cálido y acogedor. Horarios Los puestos de este mercado abren de 10:00 a 19:00 diariamente. Mercados en Jiřák (Náměstí Jiřího z Poděbrady) El Mercado de Adviento en Jiřák, situado en Náměstí Jiřího z Poděbrady, es una de las opciones más auténticas para quienes buscan experiencias locales en Praga. Este mercado abre del 1 de diciembre al 22 de diciembre de 2024 y ofrece una mezcla de productos navideños y diseños artesanales, perfectos para un regalo único. Cada domingo de Adviento, el mercado acoge una feria de diseño llamada “Muestra lo que puedes hacer”, en la que creadores y diseñadores checos exhiben sus productos. Si buscas un recuerdo especial o un regalo de calidad, este es el lugar perfecto. Horarios Este mercado está abierto de miércoles a sábado. Mercados Navideños en Anděl El Mercado Navideño en Anděl, en el animado barrio de Praga 5, se celebra del 24 de noviembre al 24 de diciembre de 2024 y ofrece una experiencia festiva en un ambiente diferente. Aquí encontrarás una variedad de productos artesanales, decoraciones, velas y dulces, junto con una selección de bebidas calientes perfectas para combatir el frío invernal. Horarios Este mercado abre de 10:00 a 20:00 todos los días. Otros Mercados Navideños de Praga Praga cuenta con varios mercados adicionales que ofrecen experiencias navideñas únicas en otros rincones de la ciudad: Malostranské Vánoce en Kampa: Este mercado, ubicado en el encantador área de Kampa en Malá Strana, abre el 3 de diciembre de 2024 y se extiende hasta el 1 de enero de 2025. Aquí podrás encontrar productos campesinos y artesanales en un ambiente acogedor y pintoresco. Mercado de Adviento en la Ciudad Nueva: Situado en la Novoměstská radnice, o Ayuntamiento de la Ciudad Nueva. Este mercado se celebra solo el 15 de diciembre de 2024 y cuenta con una selección de artesanías, juguetes y productos decorativos perfectos para el Adviento. Vive la Magia de la Navidad en Praga Los mercados navideños de Praga 2024 ofrecen un sinfín de momentos mágicos que harán que tu visita a la capital checa sea inolvidable. Y aunque no están todos los Mercados Navideños de Praga 2024, no importa si buscas regalos, artesanías, o simplemente disfrutar de un ambiente festivo, en Praga encontrarás el lugar perfecto para empaparte de la magia de la Navidad. Desde los mercados más grandes como el de la Plaza de la Ciudad Vieja. Hasta los más pequeños en Jiřák y Tylovo náměstí, cada mercado tiene su propio encanto y ofrece una experiencia única.
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VELA NAVIDEÑA bonita y sencilla de tejer paso a paso en Crochet, ideal para decorar tu árbol de Navidad, tu hogar o para protagonizar tu Corona Navideña de la puerta de la entrada de casa 😍🎄😍
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HERMOSO ADORNO NAVIDEÑO PARA TU CASA (CORONA DE POMPONES DE SANTA CLAUS...
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¡¡Nesletter 28 noviembre!!
Si, ya se que llego ayer y perdòn por el retraso en subirlo... aca esta el newsletter de este mes:
¡Guía de regalos navideños y feliz Hanukkah!🎁
¡Hola Annie! Dado que continúo trabajando para terminar el primer borrador de Sword Catcher (con 270,000 palabras esto no es una hazaña simple), no tengo un montón de noticias en el área de escritura. Deberíamos estar revelando la portada de Chain of Thorns a principios del próximo año, y la portada de Sword Catcher un poco más tarde. He visto a ambos y ambos son hermosos y tremendamente diferentes entre sí. ¡Espero que los veas! (También hay dos fragmentos en este boletín, uno de cada libro, ¡así que sigue leyendo!)
Guía de regalos de los cazadores de sombras
Con los problemas de la cadena de suministro y la necesidad de realizar compras anticipadas, he elaborado una guía informal de regalos de 2021 para la próxima temporada navideña. ¡LitJoyCrate tiene una colección completa de SHADOWHUNTERS! Mira todas las golosinas aquí. El conjunto en caja de los instrumentos mortales tiene puertas geniales que abres. Me encanta todo el concepto porque, ¿quién no quiere ir a un instituto y comprar algunos libros?
Los calcetines son el clásico regalo navideño, y estos calcetines Pair-a-Batai tienen a Emma & Julian, Jem & Will y Jace & Alec en la parte inferior y la runa parabatai por todas partes. ¡Que son tan lindos!
Topatoco
¿Qué calcetín podría estar completo sin un lujoso Magnus Bane ? Reginald ama el suyo.
¡Descubre tu suerte en la víspera de Año Nuevo con las cartas del tarot diseñadas por Cassandra Jean ! ¡Hebel Designs, como siempre, tiene maravillosas joyas inspiradas en los cazadores de sombras, incluido el collar de mundo de Cordelia ! Y los últimos libros de Cuentos de hadas todavía están en stock . Puedes solicitar copias firmadas y personalizadas de mis libros directamente en mi librería independiente local, Book Moon , ¡simplemente deja una nota cuando haga su pedido! Recuerde, los certificados de regalo de las librerías ayudan a las pequeñas empresas y siempre tienen el tamaño adecuado. Puede obtener uno en su tienda local o en Bookshop.org .
Fanart: Simon e Izzy celebran Hanukkah
Arte de Taratjah
Fragmento de CHAIN OF THORNS (Cadena de espinas):
Thomas asintió, sin prestar realmente atención. No fue su culpa, del todo. Sabía que Christopher simplemente estaba trabajando en sus propios procesos de pensamiento en voz alta, y en realidad no se esperaba que Thomas lo siguiera. Solo producia el ocasional alentador "Oh, entiendo". Desde arriba, sonó el timbre. Christopher, interrumpido en medio de una explicación de la ciencia detrás de los mensajes de fuego, dejó su estela, murmuró sobre la interrupción y subió las escaleras para abrir la puerta. No era la intención de Thomas escuchar a escondidas. Pero cuando la voz de Christopher llegó hasta él, y escuchó: “Oh, hola, Alastair, debes estar aquí para ver a Charles. Creo que está arriba en su estudio ”, descubrió que no podía concentrarse en nada más.
Y un fragmento de Sword Catcher:
El Príncipe Heredero estaba vestido de azul acero, al igual que Kel, con encaje blanco en los puños de su chaqueta. No llevaba corona, ni siquiera una fina banda de oro, pero Kel lo habría reconocido como un príncipe de todos modos. Era delgado y alto para su edad, y había una especie de llama brillante detrás de sus ojos y la expresión de risa en su rostro. Aunque él y Kel tenían los mismos diez años, parecía mucho más adulto. Él dijo, “¿Cómo estuvo entonces? ¿Siendo yo?" Un dolor había florecido como una flor detrás de la caja torácica de Kel. Quiero ser como él, pensó Kel. Quiero caminar por el mundo como si fuera a transformarse en torno a mis sueños y deseos. Quiero parecer como si pudiera tocar las estrellas con dedos ligeros y tirar de ellas hacia abajo para convertirlas en mis juguetes. Era extraño querer algo que nunca habías sabido que querías.
¡¡FELIZ LECTURA!!
Cassie
Texto original de @cassandraclare ©
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«Antártida», Claire Keegan.
Cada vez que la mujer felizmente casada salía, se preguntaba cómo sería dormir con otro hombre. Ese fin de semana estaba decidida a descubrirlo. Era diciembre; sintió que se corría un telón sobre otro año. Quería hacer eso antes de ponerse demasiado vieja. Estaba segura de que se iba a desilusionar.
El viernes a la noche tomó el tren a la ciudad, se sentó a leer en un vagón de primera clase. El libro no llegó a interesarle; ya podía prever el final. Del otro lado de la ventana, las casas iluminadas pasaban veloces en la oscuridad. Había dejado afuera un plato de macarrones y queso para los chicos, había ido a buscar a la tintorería los trajes de su marido. Le había dicho que iba a hacer las compras de Navidad. No había razón para que no confiara en ella.
Cuando llegó a la ciudad, tomó un taxi hasta el hotel. Le dieron un cuarto pequeño y blanco, con vista a Vicar’s Close, una de las calles más antiguas de Inglaterra, una hilera de casas de piedra, con altas chimeneas de granito, donde vivía el clero. Esa noche se sentó en el bar del hotel a beber tequila con lima. Los viejos leían periódicos, no había mucho movimiento, pero no le importó, necesitaba una noche de descanso. Se metió en la cama que pagó y cayó en un sueño sin sueños, y se despertó con el sonido de las campanas que repicaban en la catedral.
El sábado fue hasta el shopping. Las familias habían salido a empujar cochecitos, a través de la muchedumbre matinal, un espeso torrente de personas que circulaba por las puertas automáticas. Compró regalos inusuales para los chicos, cosas que pensó no iban a imaginarse. Al hijo mayor le compró una afeitadora eléctrica —ya era hora—, un atlas para la niña y, para su marido, un costoso reloj de oro con esfera plana y blanca.
A la tarde se vistió, se puso un vestido color ciruela, tacos altos, su lápiz labial más oscuro y volvió al centro. Una canción de fonola, «La balada de Lucy Jordan», la atrajo al pub, una cárcel transformada, con barrotes en las ventanas y un techo bajo brillante. En un rincón, titilaban las máquinas tragamonedas y, en el momento en que se sentó en el taburete junto a la barra, por la canaleta cayó un montón de monedas.
—Hola —le dijo el tipo que estaba sentado al lado de ella—. No te había visto antes.
Tenía tez rojiza, una cadena de oro debajo de la camisa hawaiana de cuello abierto, cabello color barro y su vaso estaba casi vacío.
—¿Qué estás tomando? —preguntó ella.
Resultó ser un verdadero parlanchín. Le contó la historia de su vida, que trabajaba por las noches en un geriátrico. Que vivía solo, era huérfano, que no tenía familiares, salvo un primo lejano al que nunca había conocido. No llevaba anillo en el dedo.
—Soy el hombre más solitario del mundo —dijo—. ¿Qué hay de ti?
—Soy casada —le dijo, antes de saber lo que estaba diciendo.
Él se rio.
—Juguemos al pool.
—No sé jugar.
—No importa —dijo el hombre—. Te enseñaré. Vas a embocar esa negra antes de darte cuenta.
Puso monedas en una ranura y tiró de algo, y un pequeño estruendo de bolas de billar se derramó dentro de un agujero oscuro debajo de la mesa.
—Rayadas y lisas[1] —dijo, poniéndole tiza al taco—. O eres unas o eres otras. Yo empiezo.
Le enseñó a inclinarse y medir la bola, a observar la bola del taco cuando le daba, pero no la dejó ganar ni un juego. Cuando ella fue al baño, estaba borracha. No pudo encontrar la punta del papel higiénico. Apoyó la frente contra el frío del espejo. No recordaba haber estado tan borracha alguna vez. Bebieron sus copas y salieron. El aire le dolía en los pulmones. Las nubes se estrellaban unas contra otras en el cielo. Dejó caer la cabeza hacia atrás para verlas. Deseó que el mundo pudiera volverse de un rojo fantástico y escandaloso para combinar con su humor.
—Caminemos —dijo él—. Te llevaré a dar una vuelta.
Caminó a la par de él, oyendo el crujido de su campera de cuero, mientras él la guiaba por una vereda donde se curvaba el foso que había alrededor de la catedral. Afuera del Palacio del Obispo había un viejo que vendía pan duro para los pájaros. Le compraron y se quedaron junto al borde del agua, alimentando a cinco cisnes cuyas plumas se estaban poniendo blancas. Unos patos marrones cruzaron el agua volando y aterrizaron en el foso con un leve y delicado movimiento. En el momento en que un labrador negro se apareció a los saltos por la vereda, un desorden de palomas levantó vuelo al mismo tiempo, y se posó mágicamente sobre los árboles.
—Me siento como si fuera San Francisco de Asís — dijo ella riéndose.
Empezó a llover; sintió que la lluvia caía sobre su rostro como si fuera pequeñas descargas eléctricas. Volvieron sobre sus pasos hasta el mercado, donde se habían montado puestos protegidos por una lona alquitranada. Vendían de todo: libros hediondos de segunda mano y porcelana, grandes estrellas federales rojas, coronas navideñas, adornos de cobre, pescado fresco que yacía sobre hielo, con ojos muertos.
—Ven a casa —le dijo él—. Te cocinaré.
—¿Me cocinarás?
—¿Comes pescado?
—Como de todo —dijo la mujer y él parecía divertido.
—Conozco a las de tu tipo —dijo el hombre—. Eres salvaje. Eres una de esas mujeres salvajes de clase media.
Escogió una trucha que se veía como si todavía estuviese viva. El pescadero le cortó la cabeza y la envolvió en papel metalizado. A una mujer italiana que atendía el puesto al final de la feria el hombre le compró un frasco de aceitunas negras y un pedazo de queso feta. Compró limas y café de Colombia. Siempre, cuando pasaban delante de los puestos, le preguntaba a ella si quería algo. Era desprendido con el dinero, lo llevaba arrugado en los bolsillos, como si fuera facturas viejas, ni siquiera alisaba los billetes cuando los daba. Camino a la casa de él, se detuvieron en una licorería, compraron dos botellas de Chianti y un número de la lotería, todo lo cual ella insistió en pagar.
—Si ganamos, dividimos —dijo la mujer—. Vamos a las Bahamas.
—Sí, puedes esperar sentada —le dijo el hombre y la vio cruzar la puerta que él le había abierto. Pasearon por calles adoquinadas, dejaron atrás una barbería en la que un hombre, sentado con la cabeza hacia atrás, estaba siendo afeitado. Las calles se hicieron angostas y serpenteantes: ahora estaban fuera de la ciudad.
—¿Vives en los suburbios? —preguntó la mujer.
Él no respondió, siguió caminando. La mujer sintió el olor del pescado. Cuando llegaron a un portón de hierro forjado, él le dijo «dobla a la izquierda». Pasaron debajo de una arcada que daba a un callejón sin salida. Él abrió la puerta de una casa de esa cuadra y la siguió escaleras arriba en dirección al piso más alto.
—Sigue caminando —le decía, cuando ella se detenía en los descansos. Ella se reía nerviosa y subía, volvía a reírse nerviosa y volvía a subir. Arriba de todo se detuvo.
La puerta necesitaba aceite; los goznes chirriaron cuando se abrió. Las paredes del departamento no tenían adornos y estaban amarillentas, los alféizares estaban polvorientos. En la pileta de la cocina había una taza sucia. Un gato persa blanco saltó de un sofá en la sala de estar. Estaba abandonado, como un lugar donde ya no viviera nadie; olor a humedad, ningún signo de teléfono, ninguna foto, adornos, árbol de Navidad. El gomero del living se arrastraba por la alfombra en dirección a un cuadrado de luz que venía de la calle.
Había en el baño una gran bañera de hierro fundido, con patas de acero azul.
—Un baño —dijo ella.
—¿Quieres un baño? —preguntó el hombre—. Pruébala. La llenas y te metes. Vamos, adelante.
La mujer llenó la bañera, mantuvo el agua tan caliente como pudo soportarla. Él entró y se desnudó hasta la cintura, y se afeitó en el lavabo, dándole la espalda. Ella cerró los ojos y lo escuchó batir la espuma de afeitar, golpear la navaja contra el lavabo, afeitarse. Era como si ya lo hubieran hecho antes. Pensó que él era el hombre menos amenazador que hubiese conocido. Se apretó la nariz y se deslizó debajo del agua, oyendo cómo la sangre le bombeaba en la cabeza, el ajetreo y la nube en su cerebro. Cuando emergió, él estaba ahí, entre el vapor, limpiándose rastros de espuma de afeitar del mentón, sonriente.
—¿Te diviertes? —preguntó él.
Cuando él se puso a enjabonar una toalla de mano, ella se incorporó. El agua le caía por los hombros y le chorreaba por las piernas. Él comenzó por los pies y fue subiendo, enjabonándola lenta y enérgicamente. La mujer lucía bien a la luz amarilla de la espuma; levantaba los pies y los brazos y, ante su requerimiento, se daba vuelta como una niña. La hizo meterse nuevamente en el agua y la enjuagó. La envolvió en una toalla.
—Ya sé lo que necesitas —le dijo él—. Necesitas que te cuiden. No hay una sola mujer en el mundo que no necesite que la cuiden. No te muevas —añadió y salió para volver con un peine y comenzar a peinarle los nudos del cabello—. Mírate. Eres una verdadera rubia. Tienes vello rubio, como un durazno. —Y los nudillos de él se deslizaron por su nuca y siguieron por su columna.
Su cama era de bronce con un acolchado blanco de duvet y fundas de almohada negras. Ella le desabrochó el cinturón, se lo sacó de las presillas. La hebilla tintineó cuando tocó el suelo. Lo liberó de los calzoncillos. Desnudo no era bello, aunque había algo voluptuoso en él, algo inquebrantable y recio en su constitución. Tenía la piel caliente.
—Suponte que eres América —le dijo ella—. Yo seré Colón.
Debajo de la ropa de cama, entre la humedad de los muslos del hombre, ella exploró su desnudez. El cuerpo de él era una novedad. Cuando los pies de ella se enredaron en las sábanas, se las sacó de encima. En la cama, ella tenía una fortaleza sorprendente, una urgencia que lo lastimaba. Lo tomó del cabello y le llevó la cabeza hacia atrás, borracha con el olor de un extraño jabón en el cuello de él. El hombre la besó y la besó. No había ningún apuro. Sus palmas eran las manos ásperas de un obrero. Lucharon contra su deseo, combatieron contra lo que al final les iba a ganar.
Después, fumaron; ella no había fumado en años, había dejado después del primer hijo. Se estiraba para buscar el cenicero, cuando, debajo de su radio reloj, vio un cartucho de escopeta.
—¿Qué es eso?
Lo levantó. Era más pesado de lo que parecía.
—Ah, eso. Es algo que me regalaron.
—Qué regalo —dijo la mujer—. Parece que no solo te gustan los tiros del pool.
—Ven acá.
Ella se acurrucó contra él y rápidamente se durmieron, el adorable sueño de niños, y se despertaron en la oscuridad, hambrientos.
Mientras él se hacía cargo de la cena, ella se sentó en el sofá, con el gato en el regazo, y miró un documental sobre la Antártida, millas de nieve, pingüinos que arrastraban las patas con vientos bajo cero, el Capitán Cook navegando en busca del continente perdido. Él se apareció con una servilleta en el hombro y le ofreció una copa de vino helado.
—Tú —le dijo— tienes algo con los exploradores. —Y se inclinó sobre el respaldo del sofá y la besó.
—¿Con qué te ayudo? —preguntó la mujer.
—Con nada ���respondió él y volvió a la cocina.
Ella bebió su vino y sintió cómo el frío le bajaba por el estómago. Lo podía oír cortando verduras, el hervor del agua sobre la hornalla. El olor de la cena flotó por los cuartos. Coriandro, jugo de lima, cebollas. Podría seguir borracha; podría vivir así. Él volvió y dispuso los cubiertos en la mesa, encendió una vela verde y gorda, dobló las servilletas de papel. Se veían como pirámides pequeñas y blancas, bajo la vigilancia de la llama. Ella apagó el televisor y acarició al gato. Su pelo blanco cayó en la bata azul oscura, de talla mucho más grande que la suya. Vio el humo del fuego de otro hombre del otro lado de la ventana, pero no pensó en su marido, y su amante tampoco mencionó la vida hogareña de ella ni una vez.
En cambio, con ensalada griega y trucha grillada, por alguna razón la conversación tuvo al infierno como tema.
De niña, le habían dicho que el infierno era diferente para cada persona, la peor de las situaciones posibles que uno imaginara.
—Siempre pensé que el infierno sería un sitio insoportablemente frío, en el cual una estaría medio congelada, pero sin perder la conciencia y sin sentir verdaderamente nada —dijo la mujer—. No habría nada, salvo un sol frío y el diablo, allí, mirándote.
Tembló y se sacudió. Estaba colorada. Llevó la copa a sus labios e inclinó el cuello hacia atrás mientras tragaba. Tenía un cuello hermoso y largo.
—En ese caso —dijo él—, para mí, el infierno estaría desierto; no habría nadie. Ni siquiera el diablo. Siempre quise considerar que el infierno está poblado. Todos mis amigos irán al infierno.
El hombre le echó más pimienta a su plato de ensalada y arrancó un pedazo blanco del centro del pan.
—En la escuela —dijo la mujer, sacándole la piel a su trucha—, la monja nos dijo que el infierno iba a durar toda la eternidad. Y cuando le preguntamos cuánto iba a durar la eternidad, nos contestó: «Piensen en toda la arena del mundo, todas las playas, toda la arena de las canteras, el lecho de los océanos, los desiertos. Ahora imagínense todos esos granos en un reloj de arena, una clepsidra gigante. Si por año cae un grano de arena, la eternidad es el lapso que a toda la arena del mundo le toma atravesar ese vidrio». ¡Qué te parece! Nos aterrorizó. Éramos muy niñas.
—Aún no crees en el infierno —dijo él.
—No. ¿Qué te creíste? Ojalá la hermana Emmanuel pudiera verme ahora, cogiéndome a un completo desconocido. Qué risa —dijo y, sacándole una escama a la trucha, comió un pedazo con las manos.
Él dejó los cubiertos de lado, apoyó las manos sobre sus propios muslos y se la quedó mirando. Estaba satisfecha, jugaba con la comida.
—De modo que piensas que también todos tus amigos irán al infierno —dijo la mujer—. Qué bien.
—Pero no al de tu monja.
—¿Tienes muchos amigos? Supongo que conoces gente del trabajo.
—A algunos —respondió—. ¿Y tú?
—Tengo dos buenos amigos —dijo ella—. Dos personas por quienes moriría.
—Tienes suerte —le dijo el hombre, y se levantó para hacer el café.
Esa noche, él fue voraz, entregándose totalmente a ella. No había nada que no habría hecho.
—Eres un amante generoso —le dijo ella más tarde, pasándole un cigarrillo—. Eres muy generoso y punto.
El gato se trepó a la cama y la sobresaltó. Había algo escalofriante en ese gato.
Las cenizas del cigarrillo cayeron sobre el acolchado, pero estaban demasiado borrachos como para preocuparse. Borrachos y descuidados y en la misma cama la misma noche. En realidad, todo era muy simple. Del departamento de abajo comenzó a subir música navideña. Canto gregoriano, monjes cantando.
—¿A quién tienes de vecino?
—Oh, a una viejita. Sorda como una tapia. Canta, también. Ahí abajo está en su mundo, tiene horarios extraños.
Se dispusieron a dormir; ella, con la cabeza apoyada en el hombro de él. Él le acariciaba el brazo, arrullándola como a un animal. La mujer imitó el ronroneo de un gato, haciendo sonar las erres de la manera en que le habían enseñado en las clases de castellano, mientras el granizo golpeteaba contra los cristales de las ventanas.
—Te voy a extrañar cuando te vayas.
Ella no dijo nada, se quedó ahí mirando cómo cambiaban los números rojos de la radio reloj hasta que se quedó dormida.
El domingo la mujer se despertó temprano. Durante la noche había caído una helada blanca. Se vistió, lo observó dormir, con la cabeza sobre la almohada negra. En el baño, miró dentro del botiquín. Estaba vacío. En el living, leyó los lomos de los libros. Estaban ordenados alfabéticamente. Atravesando el pavimento traicionero, se encaminó al hotel para pagar la cuenta. Se perdió y tuvo que preguntarle cómo seguir a una señora de aspecto preocupado y con un caniche. En el lobby del hotel resplandecía un gran árbol de Navidad. Su valija estaba abierta sobre la cama. La ropa olía a humo de cigarrillo. Se duchó y se cambió. La mucama llamó a las diez, pero ella le indicó que se fuera, le dijo que no la molestara, le dijo que nadie debería trabajar los domingos.
En el lobby, se sentó en la cabina de teléfono y llamó a su casa. Preguntó por los chicos, por el tiempo, le preguntó a su marido cómo había sido su día, le contó los regalos que les había comprado a los chicos. Volvería a los cuartos desordenados y revueltos, a los pisos sucios, a las rodillas lastimadas, a un vestíbulo con bicicletas y skates. Preguntas. Cortó, se dio cuenta de que detrás de ella había una presencia que esperaba.
—Nunca dijiste adiós.
Ella sintió la respiración de él en su cuello.
Ahí estaba, una gorra de lana negra le cubría las orejas, ocultándole la frente.
—Dormías —respondió.
—Te escabulliste —le dijo el hombre—. Eres discreta.
—Yo…
—¿Querías escabullirte para almorzar y emborracharte? —dijo, empujándola dentro de la cabina y besándola, un beso largo y húmedo—. Me desperté a la mañana con tu olor en las sábanas —le dijo—. Fue hermoso.
—Envásalo —respondió ella— y nos haremos ricos.
Almorzaron en un lugar con paredes de dos metros, ventanas en arco y piso de lajas. Su mesa estaba al lado del fuego. Comiendo carne asada con Yorkshire pudding, volvieron a emborracharse, pero no hablaron mucho. Ella bebía Bloody Marys y le decía al mozo que no fuera tímido con la salsa tabasco. Empezaron con cerveza, luego pasaron a los gin tonics, todo lo que pudiese alejar la perspectiva inminente de su separación.
—Por lo general, yo no bebo así —dijo la mujer—. ¿Y tú?
—No —dijo él y le hizo una seña al mozo para que trajera otra ronda.
Se tomaron más tiempo del debido con el postre y los diarios dominicales. Vino la patrona y echó más leña al fuego. En un momento dado, mientras daba vuelta la página del diario, ella levantó la vista. Él le estaba mirando fijo la boca.
—Sonríe —dijo el hombre.
—¿Qué?
—Sonríe.
Sonrió y él se estiró para poner la punta de su dedo índice contra los dientes de ella.
—Listo —le dijo, mostrándole un pedacito de comida —. Ya está.
Cuando pasaron por el mercado, caía una niebla espesa sobre la ciudad, tan espesa que ella apenas podía leer los carteles. Los vendedores domingueros rezagados, salidos para hacer las ventas de Navidad, mostraban sus porcelanas.
—¿Terminaste con las compras de Navidad? —preguntó ella.
—No. ¿Acaso tengo a alguien a quien regalarle algo? Soy huérfano. ¿Recuerdas?
—Lo siento.
—Vamos. Caminemos.
Él la tomó de la mano y la condujo por una calle sucia que daba a un bosque negro, más allá de las casas. Le apretaba la mano; a ella le dolían los dedos.
—Me estás lastimando —le dijo.
Dejó de apretarla, pero no se disculpó. La luz abandonaba el día. El atardecer avanzaba sobre el cielo, sobornando a la luz para que oscureciese. Caminaron un buen rato sin hablar, limitándose a sentir el silencio del domingo, oyendo a los árboles que se tensaban contra el viento helado.
—Me casé una vez, estuve en África de luna de miel —dijo repentinamente el hombre—. No duró. Tenía una casa grande, muebles, de todo. Era una buena mujer; también, una maravillosa jardinera. ¿Viste la planta esa que hay en mi living? Bueno, era suya. Durante años estuve esperando que se muriese, pero la mierda esa sigue creciendo.
Ella recordó la planta que reptaba por el piso, del tamaño de un hombre adulto, con una maceta no más grande que una cacerola, las raíces secas enmarañadas sobre la maceta. Un milagro que todavía estuviera viva.
—Hay cosas sobre las que uno no tiene control —dijo el hombre, rascándose la cabeza—. Me dijo que sin ella no duraría ni un año. Ja, se equivocó —agregó y la miró sonriéndole, una extraña sonrisa de victoria.
Para entonces ya se habían adentrado mucho en el bosque; salvo por el sonido de sus pasos sobre el camino y por la franja de cielo entre los árboles, ella podría no haber estado segura de dónde estaba el sendero. De pronto, él la agarró y la tiró debajo de los árboles, la empujó contra un tronco. Ella no podía ver. Sintió la corteza a través del abrigo, el vientre de él contra el suyo, pudo oler el gin en su aliento.
—No me olvidarás —le dijo él, sacándole el cabello de los ojos—. Dilo. Di que no me olvidarás.
—No te olvidaré.
En la oscuridad, pasó sus dedos por el rostro de ella, como si fuera un ciego tratando de memorizarla.
—Tampoco yo te olvidaré. Algo de ti quedará latiendo acá —dijo el hombre, tomándole la mano y poniéndola dentro de su camisa. Ella sintió latir el corazón del hombre debajo de su piel caliente. Él la besó entonces como si en la boca de ella hubiese algo que quería. Palabras, probablemente. En ese momento repicaron las campanas de la catedral y ella se preguntó qué hora era. Su tren partía a las seis, pero había empacado todo, no había prisa.
—¿Ya dejaste el hotel?
—Sí —se rio ella—. Creen que soy la pasajera más pulcra que jamás tuvieron. Mi equipaje está en el lobby.
—Ven a mi casa. Te llamaré un taxi, voy a despedirte.
Ella no estaba de ánimo para sexo. Mentalmente, ya se había ido, se encontraba con su esposo en la estación. Se sentía limpia, plena y afectuosa; lo único que ahora quería era un buen sueñito en el tren. Pero, finalmente, no pudo pensar en ninguna razón para no ir y, a modo de regalo de despedida, le dijo que sí.
Salieron de la oscuridad del bosque, caminaron por Vicar’s Close y aparecieron debajo del foso, no lejos del hotel. Había gaviotas. Revoloteaban sobre las aves acuáticas, se lanzaban en picada y se apoderaban del pan que un grupo de estadounidenses les arrojaba a los cisnes. Ella recogió la valija y caminó por las calles resbalosas hasta la casa de él. Las habitaciones estaban frías. Los platos sucios del día anterior habían quedado en remojo en la pileta, había un reborde de agua grasienta sobre el aluminio. Un resto de luz se filtraba por el espacio que quedaba entre las cortinas, pero el hombre no encendió la luz.
—Ven —le dijo.
Se sacó la campera y se arrodilló ante ella. Le desabrochó las botas, desatando los cordones lentamente, le sacó las medias, le bajó la bombacha hasta los tobillos. Se incorporó y le abrió cuidadosamente la blusa, contempló los botones, le bajó el cierre de la falda, deslizó el reloj de la mujer hasta tenerlo en la mano. Luego, buscó debajo del cabello de ella y le sacó los aros. Eran aros colgantes, hojas de oro que el marido le había regalado para su cumpleaños. La desnudó; tenía todo el tiempo del mundo. Ella se sentía como una niña a la que van a acostar. No tenía que hacer nada con él, para él. Ningún deber, lo único era estar ahí.
—Acuéstate —le dijo.
Desnuda, se dejó caer sobre el acolchado.
—Podría dormirme —dijo, cerrando los ojos.
—Todavía no —respondió él.
El cuarto estaba frío, pero él transpiraba; ella podía oler su transpiración. Con una mano, le inmovilizó las muñecas por encima de la cabeza y le besó la garganta. Una gota de sudor cayó sobre el cuello de ella. Se abrió un cajón y algo hizo un ruido metálico. Esposas. La mujer se sobresaltó, pero no pensó con la suficiente rapidez como para oponerse.
—Te va a gustar —le dijo él—. Confía en mí.
La esposó a la cabecera de la cama de bronce. Una parte de la mente de ella entró en pánico. Había en él algo premeditado, algo callado y avasallador. Más gotas de sudor cayeron sobre ella. Sintió el gusto picante de la sal en la piel de él. Retrocedía y avanzaba, la hizo pedir más, acabar.
El hombre se levantó. Salió y la dejó allí, esposada a la cabecera. Se encendió la luz de la cocina. Ella olió el café, lo oyó cascar huevos. Volvió con una bandeja y se sentó a su lado.
—Tengo que…
—No te muevas —dijo con tranquilidad. Estaba absolutamente sereno.
—Sacame las…
—Shhhh —dijo—. Come. Come antes de irte. —Y le extendió un pedazo de huevo revuelto pinchado a un tenedor, y ella lo tragó. Tenía gusto a sal y pimienta. Volvió la cabeza. En el reloj se leía 5.32.
—Dios, mira la hora que…
—No blasfemes —le dijo—. Come. Y bebe. Bebe esto. Ya traigo las llaves.
—¿Por qué no…?
—Vamos, bebe. Anda. Bebí contigo, ¿recuerdas? Todavía esposada, bebió el café de la taza que él le acercó a la boca. Fue apenas un minuto. Sintió una sensación cálida y oscura, y luego se durmió.
Cuando despertó, él estaba de pie, en la brutal luz fluorescente, vistiéndose. Seguía esposada a la cama. Trató de hablar, pero estaba amordazada. Uno de sus tobillos también estaba esposado a la pata de la cama con otro par de esposas. Él continuaba vistiéndose, abrochándose la camisa de jean.
—Tengo que ir a trabajar —dijo, atándose los cordones—. No tengo otra.
Salió y volvió con una palangana.
—Por si te hace falta —dijo, dejándola sobre la cama.
La arropó y luego la besó, un beso rápido y normal, y apagó la luz. Se detuvo en el vestíbulo y se volvió hacia ella. Su sombra se irguió amenazante sobre la cama. Ella abrió grandes los ojos, suplicante. Trató de alcanzarlo con los ojos. Él estiró las manos y le mostró las palmas.
—No es lo que crees —le dijo—. No es para nada eso. Te amo. Trata de comprender.
Y entonces se dio media vuelta y se fue. Lo oyó irse, lo oyó en las escaleras, un cierre relámpago que se cerraba. La luz del vestíbulo se apagó, el portazo, lo oyó caminar sobre el pavimento, los pasos menguantes.
Frenética, hizo lo que pudo para sacarse las esposas. Hizo de todo para liberarse. Era una mujer fuerte. Intentó separar la cabecera, pero cuando logró zafar de un codazo la sábana, descubrió que estaba sujeta con pernos al elástico. Durante un buen rato se sacudió en la cama. Quería gritar «¡Fuego!». Eso es lo que la policía les decía a las mujeres que gritaran en una emergencia, pero, con la venda, no podía articular. Se las arregló para apoyar el pie libre en el suelo y para patear sobre la alfombra. Luego se acordó de la abuela sorda del piso de abajo. Pasaron horas antes de que se calmase para pensar y oír. Su respiración se estabilizó. Oyó que en el cuarto de al lado la cortina golpeaba. Él había dejado abierta la ventana. Con la conmoción, el acolchado había caído al piso y ella estaba desnuda. No podía alcanzarlo. Entraba frío, inundando la casa, llenando los cuartos. Tembló. El aire frío baja, pensó. De a poco, los temblores pasaron. Un entumecimiento persistente le fue ganando el cuerpo; se imaginó que la sangre reducía la velocidad en sus venas, que el corazón se le encogía. El gato saltó y aterrizó en la cama, trazando círculos sobre el colchón. Su rabia embotada se transformó en terror. Eso también pasó. Ahora, la cortina de la habitación de al lado golpeaba más rápido: el viento era más fuerte. Pensó en el hombre y no sintió nada. Pensó en su esposo y en sus hijos. Tal vez nunca la encontrarían. Tal vez nunca volvería a verlos. No importaba. Podía ver su propio aliento en la oscuridad, sentir el frío que le atenazaba la cabeza. Empezaba a emerger sobre ella un frío y lento sol que iluminaba el este. ¿Era su imaginación o era la nieve que caía más allá de los vidrios de las ventanas? Contempló el reloj sobre la mesa de luz, los números rojos que cambiaban. El gato la observaba, sus ojos oscuros como semillas de manzana. Pensó en la Antártida, en la nieve y en el hielo y en los cuerpos de los exploradores muertos. Luego pensó en el infierno; después, en la eternidad.
Autor: Claire Keegan
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Glee «I bet with myself» Part II
Diciembre de 2014
-¡Uy!, ¡me encanta esta parte!... —exclamo Kurt subiéndole el volumen a la radio del auto, dejó el volante un instante para mover la perilla adecuada, Blaine lo miro desde el asiento del copiloto pensando que en realidad esa no era una buena idea— ¡ups!… —agrego retomando la conducción al notar que el vehículo se desviaba un poco del carril correspondiente. -Gracias a dios y la carretera esta desocupada… —dijo Blaine queriendo afirmarse de cualquier parte. -Exagerado… solo solté el volante un segundo, además debía hacerlo, esta radio siempre ha tenido esa perilla suelta, por lo que se necesitan las dos manos para manipularla… —explicó Kurt siguiendo con la conducción. -Pues me hubieras dicho a mi… -Para el próximo tema, ademas deberías de haberlo hecho antes que yo… esa canción también es importante para ti… —dijo cantando una estrofa del coro de «White Christmas» -Lo es… —contestó Blaine sonriendo con nostalgia, luego miro por la ventana hacia la calle y siguió con sus dedos la música como si tocara un piano en miniatura.. -¿Que?...—pregunto de vuelta Kurt notando aquello. -Nada… y lo es, es importante para mi, lo que no sabía es que también lo era para ti…
-¿Como?... ¿de que estas hablando?... ¡obvio que es importante para mi!... fue nuestro último dueto de navidad en publico… ¿por que crees que no?... —dijo mirándolo a él y a la carretera de manera alternada. -No lo se… —Kurt levantó su ceja— es decir… lo sé… lo que pasa es que sí nunca pensé que para ti sería importante, fue por como estaba nuestra relación en ese momento… -¿De qué hablas?... —pregunto mirándolo un rato más que un par de segundos. -Kurt… —advirtió Blaine señalando el camino. -¡Demonios!… —exclamó concentrándose de nuevo— pero en serio, ¿de qué hablas?… -De… no se… siempre he pensado que mi presencia en New York aquella navidad no fue algo de tu total agrado. -¡Siempre me ha agradado verte!… sabes que no soy muy bueno para recordar detalles pero lo que sí recuerdo, y muy bien, es haberte dicho esa vez que siempre estaba contento verte… -Lo recuerdo… -¿Entonces?... eres bastante inseguro para ser quien eres… -¿Que se supone y significa eso? -Significa que si yo luciera como tu créeme que no le temería a nada… bueno excepto a los ratones y a las películas de terror, pero en la vida interpersonal… a nada… -Lo tomare como un consejo… -Pues tómalo… ¿esta es la calle?... —añadió encendiendo los señalizadores. -No, la próxima...—respondió Blaine apuntando la esquina siguiente. -¿Seguro? -Seguro, durante 18 años hice este recorrido… -Vaya… hubiera jurado que esta era la cuadra… menos mal que vengo contigo, sino habría terminado en la fiesta de otras personas. -Muy cierto… pero entonces yo te hubiera dicho que buscaras la casa con más luces y mas autos aparcados en el frente… así no podrías perderte para nada. -Por cierto que no…. —dijo haciendo la maniobra de viraje— Ok, creo que te equivocaste…porque en esta calle no hay nadie… —agregó bajando la velocidad. -Que raro… —opinó Blaine mirando hacia atrás, como verificando si de verdad no se había equivocado de calle. -Tal vez fueron a otro lado y a tu Mamá se le olvidó mencionarlo… -No lo creo… si mi Mamá fuera a otro lado, créeme y se encargaría que todos supieran… la llamaré… —agregó haciendo ademán de sacar su teléfono desde el bolsillo interior de su chaqueta. -¿No es ella?... —pregunto Kurt señalando a una persona que estaba unos cuantos metros más adelante y hacia señas como desenfrenada. -¿Quien? -La señora esa que esta allá con ese sweater extra navideño… —insistió Kurt mirando a su suegra y su sweater rojo extra navideño. -Lo es… —contestó Blaine sonriendo. -Bueno, al menos podemos estar tranquilos de que no nos equivocamos ni de día, ni de cuadra… —agregó deteniendo el auto justo enfrente de la casa de los Anderson, mientras Pam hacía más señas y daba pequeños aplausos de alegría tras la llegada de su hijo. -¿Por que estará con ese sweater?... —pregunto Blaine mirando a su mama de medio lado. -Será porque es navidad… —contestó Kurt en tono de pregunta mientras buscaba el traba volante bajo su asiento. -Obviamente, pero es raro, porque siempre se ha vestido elegante, mucho más elegante que eso… -Tal vez aún no se alista… -Pues eso espero, sino seremos los únicos tan sobrevestidos. -Nunca se esta demasiado sobrevestido Blaine Anderson-Hummel… nunca... -Tienes respuesta para todo esta noche, ¿no es así? -Para todo, excepto para este traba volante que no se como se sujeta en realidad… —dijo moviéndolo de un lado a otro. -Yo lo haré… —dijo Blaine quitándose el cinturón de seguridad. -Perfecto… yo me bajo entonces para que tu Mamá no se quede sin brazos. -Claro… ¡Kurt!… —exclamó tomándole la mano. -¿Que? -Escucha... antes que te bajes… quiero darte las gracias… —comenzó a decir Blaine acercándose un poco más a él— gracias primero por planear esto y segundo por obligarme a venir… —Kurt sonrió y le dio un beso pequeño y sonoro. -Por nada… —dijo sonriendo -¿Que?...¿ también apostaste contigo mismo que te daria las gracias? -En realidad lo que aposté a que me darías, aun no sucede así es que… dejemos esa parte de la apuesta en suspenso… —respondió moviendo sus cejas con travesura— sacaré los regalos mientras tanto… —agregó bajándose del auto— y no te demores… —dijo cerrando la puerta, Blaine le aseguro que no con un gesto y se cambió de asiento para instalar el traba volante amarillo.
-¡Cariño!... —exclamó la Señora Anderson en cuanto tuvo enfrente al esposo de su hijo. -Señora Anderson… me encanta su sweater… —dijo Kurt al tiempo que la saludaba con un beso y un abrazo. -¡Ay!, gracias cariño, fue una tontería que vi en el centro comercial y lo compre… de hecho terminé comprando para todos… ¿como estas? -Muy bien, ¿y usted?... ¿mi Papá ya llegó? -Ya llego, esta adentro con Carole y mi esposo… yo salí a recibirlos como corresponde… ¿mi hijo?... —agregó mirando hacia el auto. -Esta… -Ahí viene… —interrumpió Pam al ver que Blaine se bajaba del auto y cruzaba a paso rápido la calle— ¡pero que elegante!… igual que tu cariño… ¿tienen otro compromiso? -No… solo este, lo que pasa es que Blaine me habló de que las fiestas de fin de año en su casa siempre eran extra elegantes y extra concurridas, así es que escogí... -¡Ay claro!, pero eso era antes… no quiero entristecerte cariño, ni a Carole, pero desde que pasó lo que paso con Finn, y con ustedes… te juro que mis prioridades cambiaron, ver a mi hijo tan triste fue lo peor del mundo… —Kurt arrugó el entrecejo sin entender nada— pero ya todo esta bien… ¡y muy bien!… —agregó abrazándolo de nuevo. -Hola Mamá… —dijo Blaine llegando al trote. -Hijo… ¡que maravilla!… —respondió Pam abrazándolo también— mírate todo elegante… —agregó dándole un toque en la corbata -Y al parecer demasiado para como luces tú… ¿que paso? -¿Con que? -Con la celebración… pensé que ya a esta hora la Tía Steph tendría unos cuantos «egg nog» en el cuerpo… -¡Ay cariño!, —exclamó dándole un pequeño golpe en un brazo— ¡que va a pensar Kurt!, ¡que llego a una familia de alcohólicos o algo!… —añadió riendo. -No alcohólicos… fiesteros más bien. —dijo Kurt por decir algo. -Pues no habrá tal fiesta… recién le decía a Kurt que con todo lo vivido nada de eso tenía sentido, así es que este año todo sera muy familiar… entremos… —dijo invitándolos a la casa. -Ojalá y nos hubieras avisado, nos veremos un poco estúpidos tan elegantes… —dijo Blaine desabotonando su chaqueta como si aquello contribuyera a no verse tan formal. -¡Tonterías!... además tengo algo que pueden usar para estar a tono con todos… —dijo la Señora Anderson como cantando de manera aguda sus últimas palabras— ahora entremos… por muy abrigadora que sea esta lana, aquí hace un frío del demonio… —termino por decir frotándose ambos brazos mientras avanzaba hacia la casa. -Lo siento.. —dijo Blaine tomando algunas de las bolsas. -¿Por qué? -Por lo de la ropa, de haber sabido que mi Mamá cambiaría a última hora de parecer… te habría advertido o algo… -No necesito advertencia alguna, además, ¿cuando me has visto incómodo vistiendo elegante?… -Nunca… -Exacto… —dijo Kurt haciendo un gesto de vanidad con su hombro en alto, Blaine sonrió mientras abría la puerta para él. -¡Oigan!... —exclamó Burt levantándose de donde estaba. -¡Papá!... —dijo Kurt de vuelta de lo más feliz— ¿que hay con ese sweater?... —preguntó señalándolo . -Pam tiene para todos… elegante, ¿no?... —dijo moviendo algo que hizo que el reno que ocupaba casi toda la parte delantera se le encendiera la nariz, Blaine río mientras recibía un abrazo bien palmoteado de su suegro. -Un tanto estrafalario diría yo… —respondió su hijo dejando las bolsas al lado del recibidor. -Pues deberías ver el de Carole… ¡Carole!... —grito mirando hacia la cocina, la aludida asomo la cabeza y luego de dar un pequeño grito salió a saludar. -¡Cariño!… qué maravilla que llegaron… —dijo Carole dejando su bebida en una de las mesas para saludar a Blaine primero. -Tienes razón ese es peor… —agregó poniendo un poco de cara de asco al ver el sweater de su madrastra, era ajustado y tenía las mangas rojas y los puños verdes, en la parte delantera y sobre un patrón listado tenia una gran corona navideña en relieve con un listón al juego igualmente llamativo y una guirnalda en el cuello que asemejaba una rama de pino enrollada. -¡Cariño!, estás muy elegante… —dijo Carole saludando a su hijastro -Y tú muy… divertida… —respondió Kurt queriendo parecer sincero. -¡Ay cariño!, es horrible, lo se… pero Pam estaba tan entusiasmada cuando me lo dio que no quise contradecirla… y te advierto que tiene para ustedes también —agregó Carole bajando el tono de su voz cuando mencionaba sus últimas palabras, Kurt abrió los ojos al máximo pensando que tal vez él no podría soportar un cuello plástico imitación rama de pino como su madrastra parecía hacerlo. -¿Que tal todo?... —pregunto Burt mientras volvía la sala abrazado de su hijo. -Todo bien… ¿tú? -Todo perfecto… —respondió dándole un par de golpes— ¡oye!, ¡«Big Anderson»!, llegaron nuestros hijos… —exclamó Burt llamando la atención de su consuegro que en ese instante ponía discos en una tornamesa portátil. -¡Hijo!... —dijo dejando lo que hacía para saludar a los recién llegados, también tenia puesto un sweater, no tan estrafalario como el del resto de los adultos presentes, pero si tenía mucho brillo y pequeños cascabeles en los puños y en el cuello— ¿como están?, ¿que tal el vuelo?... —preguntó acercándose, Kurt no pudo evitar reír al escuchar aquel tintineo navideño— esto es culpa de mi esposa, yo tenia un traje más silencioso, te lo aseguro… —agregó estrechando la mano de su yerno primero para darle un abrazo después. -Es divertido, qué más puedo decir… —respondió Kurt riendo con más ganas. -Hola Papá… —dijo Blaine tomando su turno en el saludo, el Señor Anderson se acercó y su hijo tampoco pudo evitar reír con lo de los cascabeles, su Papá volvió a culpar a su esposa de aquello. -Creo que esto es mejor que tener que hablar con parientes que nos vemos nunca… —dijo Blaine parándose la lado de su esposo. -Yo digo lo mismo… les traeré algo de beber… —agregó el Señor Anderson apuntándolos a los dos al unisono, los cascabeles volvieron a sonar esta vez con más ritmo. -Nunca lo espere de él… —dijo Blaine al tiempo que indicaba el sofá desocupado. -Yo de nadie en realidad… —agrego Kurt sentando a la par con su esposo. -Oigan… ¿que tal New York?... pregunto Burt ofreciendo algunas galletas— Carole las hizo y están deliciosas… —añadió presumiendo de los talentos culinarios de su esposa. -Imagino que sí… —dijo Blaine sacando dos. -Se parecen a las que horneaba Mamá… —agrego Kurt tomando una. -Pues es su receta Cariño… espero y no te importe… —dijo Carole como excusándose. -Para nada, ¡por dios!... están muy buenas… —opino mientras mascaba. -Muy ricas Carole… —añadió Blaine tragando, Carole sonrió y se sentó junto a Burt, el Señor Anderson llegó con los bebestibles que prometiera para luego volver a lo de poner música. -Muy bien… esta fiesta de sweaters navideños no estaría completa si ustedes no se ponen uno… —dijo la Señora Anderson llegando con una caja enorme, movió algunas cosas de la mesa de café y la dejo en frente de su hijo y yerno. -Ay por Dios… —murmuró Kurt sintiendo que le daría un vahído. -Mamá… -Nada de Mamá… ¿no les parecería lindo que este año todos nos tomáramos una foto familiar usando estos sweaters?... —dijo desatando el lazo de la caja. -¿Foto familiar sin tu hijo Cooper?... ¿estás segura de eso?... -¡Ay cariño!, ¡no seas celoso!… ademas Cooper dijo que me enviara una foto usando uno con no se que cosa de fondo, y que podre agregarla a la nuestra sin problemas, algo de un filtro. o un fondo… no se… cosas importantes que maneja él en Hollywood… —Blaine blanqueo los ojos y solo un resoplido de gato disgustado— ¡«taraaaa»!» —exclamó enseñando las piezas de ropa. -Dos sweaters idénticos… —dijo Kurt tratando de parecer entusiasmado, Burt quiso reír pero Carole se lo impidió. -No son dos sweaters cariño… miren… —añadió Pam sacándolo de la caja, en efecto, no eran dos sweaters idénticos sino que dos unidos en uno, Kurt volvió a lo de abrir sus ojos y Blaine no pudo evitar reír. -Mamá… -Vamos pruebenselo... les juro que cuando lo vi, lo primero que pensé fue en ustedes y en lo tiernos que se verían usándolo.… —insistió arrojándolo al regazo de su hijo, este miró a su esposo y murmuró un «lo siento»— vamos… —insistió Pam comenzado a aplaudir y repitiendo con ritmo «que se lo prueben» para que su esposo y consuegros hicieran lo mismo, Carole agregó unos chiflidos y Burt dijo algo como que pensara que era el tal «Max Jacobs» el que lo había diseñado.. -Ok, Ok… —dijo Kurt levantándose— no hay para que hacer tanto escándalo— agregó quitándose la chaqueta, Blaine hizo lo mismo para luego tomar el sweater y ponerse “su parte” primero, Kurt blanqueó lo ojos y se metió en su lado como en cámara lenta, sacó la cabeza por el agujero y quedó unido a su esposo tras un sweater unas tres tallas más grande, era de color verde y el diseño eran los cuerpos de un par de hombres de nieve que se daban la mano, todos vitorearon y comenzaron a tomar fotos de aquello como si fuera lo máximo en la vida. -No es tan malo… ¿o si? —dijo Blaine mirándose la manga. -Estamos dentro de un sweater gigante, 100% poliéster y fabricado en serie en algún lugar de asia, no me digas que no es malo… —dijo Kurt estirando un poco el cuello como si el material le estuviera provocando sarpullido. -Bueno… mírale el lado positivo... -¿Y ese es? -Que con tanto espacio disponible puedo hacer esto... —Kurt sintió que Blaine se acercaba un poco más y le metía la mano en el bolsillo trasero de su pantalón. -Y los padres no lo ven… —agrego su esposo soltando una pequeña risa entre avergonzado y coqueto.
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La decoración Navideña de mi casa
Abeto ecológico sin hojas
Corona para la puerta
Muérdago
Cortina para las ventana
Calcetines
Guirnalda para los muebles
Guirnalda para los muebles
Duendes hechos a mano por mi madre, para poner sobre muebles diferentes
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“Sé que no te gusta la Navidad, incluso puedo creer que odias estas fechas, pero déjame enseñarte la cara más dulce de estas fiestas, esta Navidad. Te quiero 96, ya lo sabes. Feliz 4 de diciembre. Atentamente siempre tuyo. Johann”. @miryambronte
//Johann ha dejado esta mañana en casa de Miryam, una caja de cartón grande que contiene todos esos adornos. Sobre la caja de cartón, ha dejado una postal con una nota (foto número 1) junto a una rosa artificial de color blanco. El caramelo (foto número 3) y el proyector (foto 7) los ha colocado Johann. El primero en una de las ventanas del salón por fuera, y el segundo de frente a la casa, para que al encenderse se vea la fachada, llena de luces con forma de copos de nieve. *Nota: El número 96, significa “infinito”. Johann le dijo esto a Miryam en números cuando ella se lo pidió.
#johann catesby#miryam brontë#johann y miryam#merry christmas#christmas decorations#mihann#spanish hp fakes#shpf
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Guirnalda colgante de puerta de ratán/bambú/Metal, artesanal, artesanía de corona navideña, anillo de aro, guirnalda de boda de Pascua para decoración de boda
Guirnalda colgante de puerta de ratán/bambú/Metal, artesanal, artesanía de corona navideña, anillo de aro, guirnalda de boda de Pascua para decoración de boda
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N€W Guirnalda colgante de puerta de ratán/bambú/Metal, artesanal, artesanía de corona navideña, anillo de aro, guirnalda de boda de Pascua para decoración de boda
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Corona De Navidad Estilo Pavo Real Verde Esmeralda
Corona De Navidad Estilo Pavo Real Verde Esmeralda
¡Esta corona navideña con un diseño alemán simple y elegante de madera con adornos en forma de plumas realistas de 38 cm de diámetro será la pieza perfecta para complementar su hogar! Esta hermosa decoración esta hecho de Madera. Dale a tu hogar una vista más deslumbrante ¡Cuelgue esta corona en su puerta, en su pared o en las ventanas en estas fiestas navideñas! Características: Mide 38 cm de…
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Navidad en casa con salas modernas
La Navidad está a tan sólo unos días y qué mejor que decorar nuestro hogar con algunos adornos para sentir esa magia de la temporada. La sala es de los espacios más importantes en casa ya que es donde se reúne toda la familia y amigos, por lo que la decoración en este espacio es fundamental para poder reflejar el espíritu navideño. A continuación te doy unos consejos para decorar con salas modernas.
Comencemos con decorar la puerta de la entrada de tu casa con una corona navideña y luces, también puedes armar un recibidor muy navideño con flores de nochebuena y adornos para realzar ese espacio y convertirlo en algo muy encantador.
Consejos para decorar tu sala en Navidad
Árbol de Navidad. Un elemento muy representativo en esta temporada es sin duda el árbol de Navidad, en el que dependiendo del estilo de cada casa es el color que se elige. Por ejemplo, tenemos el clásico en color rojo y verde, el minimalista en color blanco nevado y azul, el elegante en tono vino y dorado o si eres más atrevido(a) posiblemente optarás por un árbol moderno con colores diferentes como el morado o rosa. Es importante recordar que el árbol es el elemento más llamativo de tu decoración, por lo que ponle todo el cariño y creatividad para que luzca hermoso.
Calcetines navideños. En muchas familias hay la tradición o costumbre de colgar calcetines navideños en la chimenea o en algún rincón de la sala, en donde cada integrante elige su diseño y en muchas ocasiones se personalizan con el nombre de cada miembro de la familia.
Centro de mesa. A su vez un elemento muy importante de las salas modernas es el centro de mesa en el cual puedes colocar jarrones, piñas o troncos o velas aromáticas para disfrutar de ese olor a canela/manzana que caracteriza mucho esta temporada.
Cojines decorativos. Para realzar tu sala, coloca cojines navideños decorativos para que pueda contrastar tu mueble. Por ejemplo, si tu sala es color claro, utiliza cojines en color rojo para darle mucha fuerza y elegancia a tu espacio u opta por un color turquesa para brindar ese toque elegante y moderno a tu sala.
Otros elementos muy emblemáticos en Navidad son las estrellas, las piñas, los renos, Santa Claus los cuales puedes colocar en rincones vacíos de tu sala. No es necesario que llenes de adornos, sino que hagas una combinación armónica para crear un espacio lleno de magia y calidez.
Por último, si deseas renovar tu hogar con nuevos muebles para tener una sala moderna, te recomiendo mucho la siguiente tienda de muebles en donde podrás encontrar muchas opciones a muy buenos precios, ya que tienen descuentos y facilidades de pagos. Te comparto su página para que le des un vistazo: https://www.deurope.com.mx/collections/salas
¿Qué te parecieron estas ideas? ¿Ya sabes cómo vas a decorar tu sala? Espero que estas propuestas te sean muy útiles y sobre todo, que te sirvan de mucha inspiración para que pases una muy ¡feliz Navidad!
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[ @sleepingrabbits ]
El camino había sido bastante complicado, especialmente porque algunos cuantos intentaron arrebatarle ese pastel que llevaba en las manos. Obvio, todos ellos comieron polvo en cosa de unos cuantos segundos, Clefable no iba a permitir que alguien arruinara el pastel que preparo especialmente para Gengar, que además cargaba con unas cuantas bolsas que colgaban de los brazos.
Después de un rato, llegó a la casa de la fantasma y con un poco de trabajo, abrió esa puerta vieja para poder caminar en el interior y comenzar a buscar por ella. Por lo que parecía ser, ella no estaba presente, lo que era algo bastante bueno para la Clefable quien decidió preparar todo, poner un poco de color a ese oscuro lugar.
Puso todas las decoraciones navideñas, guirnaldas, coronas, incluso tuvo el suficiente tiempo para colocar en un rincón el árbol. De otra de las bolsas sacó los regalos que puso bajo el árbol y por último, la comida que había preparado para la otra. No importaba que estuviera en una casa abandonada, las decoraciones le daban un cambio, aunque aún así, era ese mismo lugar, porque ella no tenía corazón de cambiar el lugar que ella tanto quería.
Y así, fue como pasó el tiempo hasta que escuchó la puerta abrirse y que al fin, Gengar llegará.
―¡Feliz Navidad!
Que si Clefable quería celebrar esas fechas con alguien, era con la persona más especial, quería que como siempre, pudieran vivir en un mezcla de lo que tanto les gustaba, que pasaran el tiempo. Quería celebrar esa y muchas navidades con su querida Gengar.
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La corona de navidad es uno de los símbolos más representativos de esta época del año. . Anuncian el amor y la fe de la familia en el hogar. . Pueden adornar sus puertas, o seguir la costumbre de la corona de adviento. . En @ecomarket_ve tenemos las más hermosas y frescas coronas también las cestas de pino natural, para que las adornes según tu gusto, y le des a tu hogar ese toque único y maravilloso que refleja la armonía de la navidad. . . Hagan de la decoración una espléndida actividad en familia. . Son momentos para recordar. . . . . #Ecomarket #Navidad #CoronasNavideñas #Cestas Navideñas #Pino #Decoración #Hogar #Supermercado #Economía #Valencia #Naguanagua #Calidad #Bienestar #Frescura #Compras #Ofertas (en Concepto La Granja) https://www.instagram.com/p/B5oHsr1gDSV/?igshid=9kqugnwuiqkh
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Concejo municipal aprobó propuesta de subvenciones presentada por el Alcalde Gebrie
El Concejo Municipal de San Carlos, en su última sesión ordinaria del 02.05.19, aprobó la propuesta por $ 94.039.450, presentada por el Alcalde Hugo Naim Gebrie Asfura, en orden al otorgamiento de subvenciones, que se sumen a las otorgadas en el mes de febrero pasado y que esta oportunidad se desglosan en las sumas que favorecen a las siguientes instituciones jurídicas de la comuna de San Carlos: 1.- Unión Comunal de Comités Campesinos Los Emprendedores $ 800.000, destinada a financiar capacitaciones (honorarios), materiales (lana, telar) y traslados (pasajes).- 2.- Comité Campesino El Esfuerzo de San Jorge, la suma de $ 348.000, para financiar paseo de fin de año 2019 y adquisición de zinc para reparación de techo.- 3.- Centro Cultural Esfuerzo y Canto de los Adultos Mayores, la suma de $ 700.000, para financiar pago de honorarios de monitor de folclor.- 4.- Club Deportivo Ciclismo San Carlos, por un monto de $ 1.500.000, destinada a financiar adquisición de indumentaria deportiva y participación en competencias durante el año 2019.- 5.-Comité de Agua Potable Rural Estación Cocharcas, la suma de $ 1.500.000, para financiar adquisición de generador de electricidad para funcionamiento sistema agua potable en caso de corte de electricidad.- 6.- Junta de Vecinos Buli Estación, por un monto de $ 300.000, destinada a financiar adquisición de un notebook para realizar documentos propios de la institución.- 7.- Agrupación de Mujeres Chickenken Buli Estación, la suma de $ 200.000, para la adquisición de artículos de limpieza para evitar contaminación en gallineros. 8.-Agrupación de Padres y Apoderados y/o Tutores Club Deportivo Guerreros Calavera, por la suma de $ 517.000, para financiar participación en torneos regionales y nacionales, además de adquisición de alimentación saludable. 9.- Junta de Vecinos Pezoa Véliz, por $ 360.000, para financiar adquisición de artículos de escritorio y bolsas de basura reciclables, además de honorarios de profesional para capacitación a dirigentes y clases de gimnasia.- 10.- Club de Hipertensos Vida y Salud, $ 605.000, destinada a financiar adquisición de lana, hilo, género, cintas y confección de 20 polar con logo institucional. 11.- Junta de Vecinos Huaipemo, la suma de $ 4.000.000, para financiar capacitación, implementación y adquisición de herramientas necesarias para producción apícola.- 12.- Junta de Vecinos Cachapoal Alto, la suma de $ 1.160.000, para financiar construcción de portón principal de acceso al sitio de la JJ. VV., bajar empalme de luz y obtener arranque de agua potable para futura sede. 13.- Pastoral Social de la Parroquia San Carlos Borromeo, la suma de $ 1.050.000, destinada a financiar la mantención y funcionamiento de la actual estación de lavado y secado vestuario comunitario. 14.- Pastoral Social de la Parroquia San Carlos Borromeo, $ 2.585.000, destinada a financiar funcionamiento del comedor social para personas de los sectores rurales y/o escasos recursos.- 15.- Junta de Vecinos Genética, la suma de $ 335.000, financiar la confección de puertas metálicas y protección de motores de agua, mano de obra y flete de materiales.- 16.- Consejo Vecinal de Desarrollo del Barrio Población 11 de Septiembre, $ 2.955.000, para financiar la realización de diversas actividades culturales y recreativas para los vecinos del sector, además pago de honorarios de monitor copaj (yeso).- 17.- Consejo Vecinal de Desarrollo del Barrio Población 11 de Septiembre, $ 2.500.000, destinada a financiar taller de alimentación saludable (Pago de monitor, insumos e implementos). 18.- Junta de Vecinos Villa Portal del Sur, por la suma de $ 1.000.450, destinada a financiar mejora de salón principal de sede comunitaria (Techumbre y cerámica).- 19.- Centro de Madres Sarita Gajardo $ 225.000, destinada a financiar adquisición de lana, género e hilo para taller de tejido. 20.- Club de Huasos Cachapoal, por la suma de $ 2.000.000, para financiar realización de Rodeo de Fiestas Patrias 2019 en Cachapoal. 21.- Consejo para la Difusión y Práctica de las Artes, la Cultura y las Comunicaciones MARICHE, por $ 800.000, para financiar honorarios de monitor de folclor y diversas presentaciones artísticas. 22.- Agrupación Folclórica AFO San Carlos, por $ 4.000.000, para financiar giras de difusión folclórica a diversas localidades de la provincia de Punilla (adquisición traje de huaso, traslados y honorarios de monitor) 23.- Centro de Madres Santa Rosa, $ 200.000, financiar adquisición implementos para taller de costura (2 máquinas de coser y género).- 24,. Comité de Adelanto y Desarrollo Santa Filomena, $ 340.000, para financiar pago de monitor para cuidado del medioambiente y realización de actividades deportivas y recreativas.- 25.- Junta de Vecinos Ninquihue, $ 310.000, financiar adquisición de alarmas comunitarias y su instalación.- 26.- Agrupación de Mujeres Rosa de Sarón, $ 330.000, para financiar construcción de radier de 100 M2 para sede social.- 27.- Centro Cultural Buen Pastor, $ 565.000, financiar adquisición de sillas desmontables, mueble para guardar instrumentos, vestidos folclóricos e instrumentos musicales (güiro).- 28.- Sindicato de Trabajadores Independientes Agrícolas de la Región del Bío Bío Tejiendo Sueños, $ 600.000, financiar adquisición de implementos y materiales para taller de tejido y participación adultos mayores en aniversario del sindicato. 29.- Centro de Alumnos C.E.I.A., $ 600.000, destinada a financiar adquisición de implementación de materiales educación artística.- 30.- Unión Comunal de Centros de Madres Renacer, $ 1.200.000, para financiar insumos para realización de taller de capacitación de técnicas culinarias, materiales para manualidades (decoupaje), artefactos para primeros auxilios y materiales para confección de bolsas de género.- 31.- Sindicato de Trabajadores Independientes Agrícolas Monte Blanco, $ 467.000, financiar adquisición de materiales de tejido, implementos para los stand (toldos, maniquí) y celebración aniversario.- 32 Corporación de Ayuda al Niño Quemado, COANIQUEM, $ 1.500.000, para financiar el proceso de rehabilitación de niños y jóvenes que sufren lesiones de quemaduras.- 33.- Taller Deportivo Ángela Vallejos, $ 2.500.000, para financiar pago de monitor de zumba para adultos mayores y monitor de zumba para niños, jóvenes y comunidad.- 34.- Agrupación de Mujeres Las Arañitas de Cachapoal, $ 700.000, financiar adquisición de material para realización de taller de artesanía en crochet, 35.- Grupo Damas Segundinas, por la suma de $ 2.000.000, financiar equipamiento de la 2ª Compañía de Bomberos (Amplificación, data show, computador, impresora, insumos), distinciones, galvanos, medallas, aniversario grupo damas segundinas y funciones sociales (canasta familiar, coronas, arreglos florales). 36.- Comité de Agua Potable Rural El Cape, por la suma de $ 1.500.000, financiar la realización de diagnóstico comunitario (adquisición impresora multifuncional), capacitaciones para socios (sillas plegables, proyector, parlante, aire acondicionado portátil.- 37.- Club Deportivo Las Arboledas, por un monto de $ 2.900.000, financiar pozo profundo para el Club Deportivo Las Arboledas e indumentaria deportiva. 38.- Club Deportivo Cape, $ 2.000.000, financiar habilitación de sede Club Deportivo e implementación de dos series de fútbol.- 39.- Junta de Vecinos Villa Baena San Carlos, por la suma de $ 1.000.000, financiar ejecución proyecto Sembrando y Cosechando Identidad Vecinal, arreglo de multicancha, aniversario de la Villa y Celebración de Navidad.- 40.- Agrupación de Mujeres Mirando el Futuro. Por $ 1.000.000, implementación de Taller de Tejido.- 41.- Comité de Adelanto y Desarrollo por el Bienestar de los Vecinos, $ 300.000, financiar adquisición de horno comunitario por el bienestar de los vecinos.- 42.- Club Deportivo y Cultural Teresa Baldecchi, $ 600.000, financiar actividades recreativas, competitivas y culturales 2019, campeonatos y pausas activas.- 43.- Junta de Vecinos Mutupín, $ 600.000, destinada a financiar Restauración del Comedor de la Sede.- 44.- Comité de Agua Potable Rural Jaime Fuentealba Santa Isabel, por la suma de $ 2.000.000, financiar restauración Copa de Agua, adquisición materiales generales y arenado.- 45.- Junta de Vecinos Santa Rosa de Ninquihue, por la suma de $ 500.000, financiar baile entretenido tipo zumba.- 46.- Club Adulto Mayor Brotes de Esperanza, $ 400.000, financiar viaje a la Mina Chiflón del Diablo en Lota, pago de entrada y movilización.- 47.- Centro de Madres Juanita Aguirre, $ 227.000, financiar confección de bolsos en género para ayudar a cuidar el medioambiente.- 48.- Grupo de Adelanto y Desarrollo Los Emprendedores, $ 1.000.000, financiar Feria Navideña ordenada y organizada, toldos, sillas, mesas, colaciones, regalos o premios y pendón.- 49.- Grupo Voluntario Trabajando con el Corazón Cesfam Dr. José Durán Trujillo, $ 300.000, financiar acompañamiento en sala de espera de adultos mayores en el Cesfam Dr. José Durán Trujillo.- 50.- Club de Adulto Mayor El Buen Pastor, por $ 2.000.000, financiar habilitación sala postrados en el Hogar y Equipamiento y acondicionamiento de sala de postrados. 51.- Centro de Adulto Mayor Arcoíris Parralito San Carlos, $ 1.300.000, financiar adquisición de 4 computadores, una impresora y un pack de insumos para desarrollar taller de computación para adultos mayores.- 52.- Club Deportivo Estrella de Parralito, por la suma de $ 1.000.000, para financiar la adquisición de tres juegos de implementación deportiva.- 53.- Grupo de Adulto Mayor Renovando Juventud, $ 600.000, financiar la realización de la 7ª versión de Expo Plantas 2019, honorarios monitor, adquisición de materiales (maceteros, tierra de hojas, semillas, plantines, bulbos, malla antiheladas), visitas a viveros, difusión.- 54.- Grupo de Adulto Mayor la Esperanza de Buli Estación, $ 250.000, financiar el pago de honorarios de monitores de manualidades y respostería, además de la adquisición de una cocina y un balón de gas. 55.- Club Rehabilitador de Alcohólicos San Carlos, por $ 300.000, financiar realización de reuniones y talleres de prevención de alcoholismo (coffe break), pago monitor de podología y actividad física, materiales de oficina y aseo, aniversario del club, jornada de fin de año (día de recreación). 56.- Centro Cultural y Folclórico Kauca We de San Carlos, $ 300.000, financiar adquisición vestimenta típica (mantas de huasos, falsos, sombreros), pago de honorarios de monitor de talleres de danza. 57.- Junta de Vecinos Rinconada del Carbón, $ 500.000, financiar realización de diversas actividades recreativas y sociales para la comunidad.- 58.- Grupo Juvenil Acción y Vida, $ 1.470, financiar realización de taller artístico de artes escénicas, taller literario y folclórico, presentación de obre teatral en festival de teatro nacional y en las diversas escuelas de la comuna. 59.- Club Deportivo Navotavo, $ 800.000, financiar adquisición de indumentaria deportiva, traslados y pago honorarios a kinesiólogo. 60.- Club de Rayuela Lurín, $ 1.000.000, financiar adquisición de vestuario deportivo (casacas), traslados, colaciones y materiales para reparación de cancha. 61.- Unión Comunal de Clubes Deportivos Asociación de Fútbol Rural Poniente, $ 10.000.000, financiar costos de realización de Campeonato de Fútbol Oficial Rural Poniente 2019.- 62.- Club Deportivo de Rayuela José Miguel Carrera, $ 1.200.000, destinada a financiar traslados diversos sectores, implementación de sede (mesas, sillas, menaje, línea blanca), implementación deportiva (tejos, fundas, chalecos).- 63.- Comité de Adelanto Amigos de la 3ª Compañía de Bomberos Cachapoal, $ 500.000, financiar realización de Día del Patrimonio (galvanos y medallas) y aniversario 3ª Compañía (cóctel y galvanos).- 64.- Defensa Civil de San Carlos, $ 2.000.000, financiar vestuario y calzado de los integrantes, artículos de escritorio, sanidad, herramientas, equipo, inventario y publicidad.- 65.- Club de Rayuela Rinconcito, $ 1.000.000, financiar adquisición de vestuario deportivo (casacas), traslados, colaciones y materiales para reparación de cancha.- 66.- Junta de Vecinos Parralito, $ 1.000.000, financiar la instalación de 18 protecciones metálicas en ventanas del Centro Comunitario (materiales y obra de mano).- 67.- Club de Rayuela El Palto, $ 800.000, financiar adquisición de vestuario deportivo (casacas), traslados, colaciones y materiales para reparación de cancha.- 68.- Grupo de Adelanto y Desarrollo por un Futuro Mejor, $ 500.000, financiar diversas actividades realizadas en el sector (paseo, Día del Padre, Día de la Madre, Día del Niño, aniversario, Fiestas Patrias, Navidad, ayudas solidarias, entre otras).- 69.- Sindicato Feria Productiva Alameda San Carlos, $ 1.000.000, financiar la contratación de un profesional para capacitación en comunicaciones y adquisición de implementos (mobiliario) para ferias.- 70.- Federación Violeta Parra, $ 1.000.000, financiar la capacitación de un profesional para capacitación en comunicaciones y adquisición de implementos (mobiliario) para ferias.- 71.- Agrupación de Parkinson y del Adulto Mayor, $ 700.000, financiar adquisición de implementación deportiva para talleres de adultos mayores y alimentación para viaje anual.- 72.- Junta de Vecinos Millauquén Poniente, $ 1.000.000, financiar la adquisición de tres contenedores de basura (1.100 lts.), un toldo garaje y celebración aniversario.- 73.- Centro de Madres Estelvida Viuda de Fuentes, $ 500.000, financiar adquisición de materiales para taller de tejido y crochet.- 74.- Junta de Vecinos Santa Amelia, por la suma de $ 1.000.000, destinada a financiar capacitación en turismo y traslados, alimentación y alojamiento a diversos sectores.- 75.- Sociedad Literaria y Cultural Entre Ríos, $ 500.000, financiar concurso literario para alumnos (instalación, promulgación, premiación, edición, talleres para profesores).- 76.- Grupo Artístico Cultural Los del Valle. $ 480.000, financiar realización de evento folclórico en sector Valle Hondo (alimentación y ornamentación, entre otros).- 77.- Agrupación de Padres, Amigos y Profesionales de Niños con Trastorno Generalizado del Desarrollo, TGD, $ 2.000.000, financiar el mejoramiento y habilitación de salas terapéuticas para niños con trastorno generalizado del desarrollo.- 78.- Comunidad Nuevo Sendero, $ 1.500.000, financiar adquisición de materiales de construcción para creación de una bodega (3,20 X 3,20 mts.) y corredor (11 X 3,20 mts.).- Read the full article
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10 consejos para decorar con seguridad los pasillos esta temporada de fiestas
Si busca servicios de mantenimiento residencial haga clic en el enlace 10 consejos para decorar con seguridad los pasillos esta temporada de fiestas 15 dic 2014 Para la mayoría de las personas, las vacaciones son un momento para fiestas familiares, buen ánimo y decorar los pasillos. Los árboles de Navidad, las menorás y las coronas de flores dan la bienvenida a los visitantes en las puertas de entrada, y cadenas de luces brillantes y parpadeantes cuelgan de las vísperas y delinean puertas y ventanas. Pero a medida que los residentes cubren los pasillos esta temporada navideña, los propietarios deben ser conscientes de los peligros que conllevan las luces navideñas, las velas y otras decoraciones. Pocos consideran que estas decoraciones pueden contribuir significativamente a los incendios navideños. Los árboles secos de vacaciones y las velas encendidas son algunos de los mayores peligros. Los incendios de árboles de Navidad no son tan comunes, pero ocurren y pueden propagarse rápidamente. Cada año, se informa a los departamentos de bomberos de EE. UU. Un promedio de 230 incendios de estructuras de viviendas resultantes de incendios de árboles de Navidad. Los problemas eléctricos causan uno de cada tres incendios de árboles de Navidad, y uno de cada cinco es el resultado de que el árbol está demasiado cerca de una fuente de calor. Aquí hay un video revelador que muestra cuán rápido puede arder un árbol seco en llamas: el árbol de la izquierda está seco en comparación con el árbol de la derecha que se ha hidratado adecuadamente. Otras decoraciones y descuidos en las cubiertas de los pasillos pueden contribuir a los incendios de las fiestas y potencialmente crear una pérdida total para la propiedad. Ed Wolff, presidente de LeasingDesk Insurance, dice que las vacaciones son un momento en que los residentes deben tener más en cuenta la seguridad para proteger sus propias pertenencias y los bienes de los propietarios. Ser sensato y apagar las luces navideñas interiores al salir de la casa o inspeccionar minuciosamente las decoraciones con componentes eléctricos antes de colocarlas son solo algunos ejemplos. Los residentes deben tomar precauciones adicionales durante las vacaciones y estar al tanto de los peligros potenciales ”, dijo. La gente tiende a ser festiva y con espíritu festivo, y olvidarse de esas cosas. No pueden permitirse el lujo de hacerlo “. Aquí hay algunos que los propietarios y los administradores de terceros pueden usar para educar a los residentes sobre cómo disfrutar de las vacaciones de manera segura: 10 consejos para disfrutar de forma segura las vacaciones Use luces que tengan la etiqueta de un laboratorio de pruebas independiente. Algunas luces son solo para uso en interiores o exteriores. No conecte más de tres hebras de mini juegos de cuerdas y un máximo de 50 bombillas para bombillas atornilladas. Reemplace cualquier cadena de luces con cables gastados o rotos o conexiones de bombilla sueltas. (Si las luces de la bombilla se están volviendo demasiado complicadas, revise los nuevos hilos LED. Vienen en una variedad de colores y estilos, y debido a que se queman más frías, su factura de electricidad no se verá afectada). Los árboles artificiales deben ser etiquetados, certificados o identificados por el fabricante como ignífugos. Siempre apague las luces del árbol de Navidad antes de salir de casa o irse a la cama. Nunca use velas para decorar el árbol. Las velas artificiales son una alternativa disponible y más segura. Después de las vacaciones, deshazte de las decoraciones en vivo. Los árboles, coronas y guirnaldas secas son un peligro de incendio y no deben dejarse en la casa, el garaje, el edificio de almacenamiento ni colocarse afuera en la propiedad. Asegúrese de que el árbol y otras decoraciones festivas no estén bloqueando una salida, y que estén al menos a tres pies de distancia de cualquier fuente de calor, como chimeneas, calentadores, radiadores, velas y respiraderos o luces. Sujete las luces exteriores de forma segura a los árboles, las paredes de la casa u otros soportes firmes para proteger las luces del daño del viento. Use solo grapas aisladas para mantener las cuerdas en su lugar, no clavos ni tachuelas. O pase cadenas de luces a través de ganchos (disponibles en ferreterías). Tenga un extintor de incendios operable fácilmente disponible.
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