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oggi, 30 gennaio, a milano: reading di/per francesco leonetti

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Bari, festeggiato il centenario del partigiano e concittadino Benedetto Armenise 

Bari, festeggiato il centenario del partigiano e concittadino Benedetto Armenise. L'amministrazione Comunale e la città di Bari festeggiano con affetto e gratitudine i cento anni di Benedetto Armenise, partigiano del Corpo Italiano della libertà, combattente nelle Marche (1943-1944) medaglia d'onore della Repubblica e tessera ANPI. "La città di Bari con gratitudine e riconoscenza ha partecipato ai festeggiamenti dello straordinario traguardo raggiunto dal nostro concittadino Benedetto Armenise" - ha dichiarato il presidente del I Municipio Lorenzo Leonetti... #notizie #news #breakingnews #cronaca #politica #eventi #sport #moda Read the full article

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Veinticinco años sin Federico Fellini, el maestro que filmó los sueños

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Veinticinco años sin Federico Fellini, el maestro que filmó los sueños

Han pasado 25 años de la muerte de Federico Fellini e Italia no olvida a uno de los directores más influyentes en la historia, que con su visión “sacerdotal” del cine y su interés por lo onírico, regaló al mundo un sinfín de historias memorables.

La vida del maestro se apagó para siempre el 31 de octubre de 1993 a los 73 años después de varias semanas hospitalizado por un ictus, una efeméride de la que mañana se cumple un cuarto de siglo.

Solo siete meses antes había recogido en manos de Sophia Loren y Marcello Mastroianni el Óscar honorífico por su trayectoria, la quinta estatuilla con la que coronó una carrera en la que se alzó como uno de los directores más apreciados de la historia del cine.

Fellini (Rimini, 1920) llegó a Roma con apenas 20 años y se puso a las órdenes de Roberto Rossellini como guionista en ‘Roma città aperta’ (1945), una de las obras que originaron el Neorrealismo, aunque pronto aquel joven se decidiría a debutar en la dirección.

Entre sus primeras obras están la cómica ‘Lo sceicco bianco’ (1952), protagonizada por Alberto Sordi, o ‘I vitelloni’ (1953), una obra de matiz autobiográfico con la que conquistaría la Mostra del Cine de Venecia y que le granjearía prestigio internacional.

Era como un monje que vivía dentro del cine, parecía más cineasta que ser humano.

Fue el inicio de una trayectoria de cuatro décadas en la que llegó a escribir decenas de guiones y rodar veinticuatro largometrajes como ‘La strada’ (1954), ‘Otto e mezzo’ (1963), ‘Amarcord’ (1973), ‘Le notti di Cabiria’ (1957) o su ‘Satyricon’ (1969).

Pero quizá el más recordado sea la ‘Dolce vita’ (1960), con la que puso título a toda una época, mostrando aquella Roma nocturna y onírica por la que deambulaban simples mortales, “paparazzi” y grandes estrellas, como la que dio vida la exuberante Anita Ekberg.

Un monje del cine

Uno de sus últimos colaboradores, Gianfranco Angelucci, autor del guion de su penúltima obra, ‘Intervista’ (1983), recuerda su modo “sacerdotal” de trabajar: “Era como un monje que vivía dentro del cine, parecía más cineasta que ser humano”, explica.

Le describe como una persona con una creatividad “incansable”, que desempeñaba su trabajo “con una alegría inmensa”, dormía muy poco, pasaba el día rodando, vestía bien y, al contrario que otros directores, recibía a quien fuera en el Estudio 5 de Cinecittà.

“Era un grandísimo artista que eligió el cine para expresarse pero que podría haberlo hecho con cualquier otra disciplina. Era un escritor, un pintor y un dibujante extraordinario, un genio de las artes al nivel de los grandes artistas del Renacimiento”, apunta.

Además, rara vez iba al cine y era consciente de su propia genialidad, sin desdeñar a sus colegas, aunque consideraba a su altura a pocos, entre estos a Stanley Kubrick y Akira Kurosawa.

En lo más personal, como demuestran sus obras, le interesaba el esoterismo, el espiritismo, el subconsciente o los sueños, que llegó a retratar previa recomendación de su psicoanalista, Erns Bernard.

“Lo primero que preguntaba al llegar a Cinecittà era qué habías soñado. Federico era un jovenzuelo, un genio dentro de la cabeza de un niño”, asegura.

Su voraz imaginación y todos estos elementos le hicieron crear un mundo muy personal, de cándidos personajes e impregnado por un aura de melancolía premeditada, pues empleaba humo de incienso en el set para dar la sensación de ensoñación a sus grabaciones.

Y es que la suya era la búsqueda de los anhelos del hombre, de la esencia del alma humana y de la verdad y del sentido de la vida.En este sentido, Angelucci cree que “la nostalgia juega un rol esencial y preciso” en su estilo, pues un artista crea cuando echa en falta algo: “Fellini solía decir que solo quien está en una prisión puede hablar de la libertad”, rememora.

Era un grandísimo artista que eligió el cine para expresarse pero que podría haberlo hecho con cualquier otra disciplina. Era un escritor, un pintor y un dibujante extraordinario.

Su ciudad natal, Rimini (norte), ha propuesto un nutrido programa de conferencias y proyecciones con motivo del cuarto de siglo de la muerte de su vecino más ilustre, pero también de cara al centenario de su nacimiento, en 2020.

Para el otoño de ese año el ayuntamiento de esta ciudad a orillas del mar Adriático espera tener completado un museo dedicado a su legado, un proyecto que ya se encuentra en fase de licitación, explica el responsable de la Filmoteca, Marco Leonetti.

Estará dividido en tres espacios, entre el Castillo Sismondo, una zona urbana con instalaciones interactivas y el Palacio Valloni, en cuya planta baja se sitúa el cine Fulgor, donde Fellini descubrió el Séptimo Arte durante su infancia.

Y contará, prometen, con una colección de unos 500 dibujos del director, además de piezas de vestuario y atrezo: “Rimini tiene ganas de explicar al mundo quién era Fellini, un gran director y una de las personalidades más influyentes del arte de la segunda mitad del siglo XX”, celebra Leonetti.

EFE/Roma

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Veinticinco años sin Federico Fellini, el maestro que filmó los sueños

Gonzalo Sánchez Roma, 30 oct (EFE).- Han pasado 25 años de la muerte de Federico Fellini e Italia no olvida a uno de los directores más influyentes en la historia, que con su visión "sacerdotal" del cine y su interés por lo onírico, regaló al mundo un sinfín de historias memorables. La vida del maestro se apagó para siempre el 31 de octubre de 1993 a los 73 años después de varias semanas hospitalizado por un ictus, una efeméride de la que mañana se cumple un cuarto de siglo. Solo siete meses antes había recogido en manos de Sophia Loren y Marcello Mastroianni el Óscar honorífico por su trayectoria, la quinta estatuilla con la que coronó una carrera en la que se alzó como uno de los directores más apreciados de la historia del cine. Fellini (Rimini, 1920) llegó a Roma con apenas 20 años y se puso a las órdenes de Roberto Rossellini como guionista en "Roma città aperta" (1945), una de las obras que originaron el Neorrealismo, aunque pronto aquel joven se decidiría a debutar en la dirección. Entre sus primeras obras están la cómica "Lo sceicco bianco" (1952), protagonizada por Alberto Sordi, o "I vitelloni" (1953), una obra de matiz autobiográfico con la que conquistaría la Mostra del Cine de Venecia y que le granjearía prestigio internacional. Fue el inicio de una trayectoria de cuatro décadas en la que llegó a escribir decenas de guiones y rodar veinticuatro largometrajes como "La strada" (1954), "Otto e mezzo" (1963), "Amarcord" (1973), "Le notti di Cabiria" (1957) o su "Satyricon" (1969). Pero quizá el más recordado sea la "Dolce vita" (1960), con la que puso título a toda una época, mostrando aquella Roma nocturna y onírica por la que deambulaban simples mortales, "paparazzi" y grandes estrellas, como la que dio vida la exuberante Anita Ekberg. Uno de sus últimos colaboradores, Gianfranco Angelucci, autor del guión de su penúltima obra, "Intervista" (1983), recuerda su modo "sacerdotal" de trabajar: "Era como un monje que vivía dentro del cine, parecía más cineasta que ser humano", explica a Efe. Le describe como una persona con una creatividad "incansable", que desempeñaba su trabajo "con una alegría inmensa", dormía muy poco, pasaba el día rodando, vestía bien y, al contrario que otros directores, recibía a quien fuera en el Estudio 5 de Cinecittà. "Era un grandísimo artista que eligió el cine para expresarse pero que podría haberlo hecho con cualquier otra disciplina. Era un escritor, un pintor y un dibujante extraordinario, un genio de las artes al nivel de los grandes artistas del Renacimiento", apunta. Además, rara vez iba al cine y era consciente de su propia genialidad, sin desdeñar a sus colegas, aunque consideraba a su altura a pocos, entre estos a Stanley Kubrick y Akira Kurosawa. En lo más personal, como demuestran sus obras, le interesaba el esoterismo, el espiritismo, el subconsciente o los sueños, que llegó a retratar previa recomendación de su psicoanalista, Erns Bernard. "Lo primero que preguntaba al llegar a Cinecittà era qué habías soñado. Federico era un jovenzuelo, un genio dentro de la cabeza de un niño", asegura. Su voraz imaginación y todos estos elementos le hicieron crear un mundo muy personal, de cándidos personajes e impregnado por un aura de melancolía premeditada, pues empleaba humo de incienso en el set para dar la sensación de ensoñación a sus grabaciones. Y es que la suya era la búsqueda de los anhelos del hombre, de la esencia del alma humana y de la verdad y del sentido de la vida. En este sentido, Angelucci cree que "la nostalgia juega un rol esencial y preciso" en su estilo, pues un artista crea cuando echa en falta algo: "Fellini solía decir que solo quien está en una prisión puede hablar de la libertad", rememora. Su ciudad natal, Rimini (norte), ha propuesto un nutrido programa de conferencias y proyecciones con motivo del cuarto de siglo de la muerte de su vecino más ilustre, pero también de cara al centenario de su nacimiento, en 2020. Para el otoño de ese año el ayuntamiento de esta ciudad a orillas del mar Adriático espera tener completado un museo dedicado a su legado, un proyecto que ya se encuentra en fase de licitación, explica a Efe el responsable de la Filmoteca, Marco Leonetti. Estará dividido en tres espacios, entre el Castillo Sismondo, una zona urbana con instalaciones interactivas y el Palacio Valloni, en cuya planta baja se sitúa el cine Fulgor, donde Fellini descubrió el Séptimo Arte durante su infancia. Y contará, prometen, con una colección de unos 500 dibujos del director, además de piezas de vestuario y atrezo: "Rimini tiene ganas de explicar al mundo quién era Fellini, un gran director y una de las personalidades más influyentes del arte de la segunda mitad del siglo XX", celebra Leonetti. EFE

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milano, gennaio: mostre e letture per francesco leonetti. dal 23 la mostra. il 30 gennaio reading

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Bologna, iniziative per centenario della nascita di Pasolini

Bologna, iniziative per centenario della nascita di Pasolini. Proseguono anche a settembre e ottobre le iniziative del Comune di Bologna dedicate a Pier Paolo Pasolini, nell'ambito del cartellone "PPP | 100 anni di Pasolini a Bologna". Appuntamento con le ultime due puntate di "Un poeta sotto ai portici", il podcast del Comune di Bologna ideato in collaborazione con MEC&Partners e prodotto da Melting Pod che racconta, attraverso la voce di alcuni celebri bolognesi, la materia artistica e biografica di Pasolini, indagandone le diverse sfaccettature.  Venerdì 9 settembre le "Periferie dell'anima" con l'architetto Mario Cucinella che assieme a Flavia Tommasini di Cheap affronta il tema, centrale nell'opera poetica, letteraria e registica di Pasolini, delle periferie fisiche ed esistenziali.  Venerdì 23 settembre infine la puntata dedicata alla poesia di Pasolini, raccontata da Marco Antonio Bazzocchi, critico letterario e saggista, ordinario di Letteratura Italiana Contemporanea all'Università di Bologna insieme a Davide Toffolo, frontman del gruppo Tre Allegri Ragazzi Morti e fumettista, autore del graphic novel "Pasolini". I singoli podcast saranno pubblicati insieme ai precedenti su Spreaker e sulle principali piattaforme di ascolto. Continuano anche, al sabato, le visite guidate realizzate in collaborazione con Bologna Welcome nei luoghi del poeta con #quiPasolini, percorso urbano alla scoperta dei luoghi pasoliniani meno noti: dalla casa natale di via Borgonuovo a piazza Maggiore con il "portico della Morte", sede della amata Libreria Nanni, all'Università dove si laureò e dove conobbe le lezioni d'arte di Roberto Longhi, che segnarono profondamente il suo sguardo di regista. Nelle giornate del 10 e 17 settembre il percorso includerà anche il Liceo Galvani, dove è oggi custodita la magnifica Biblioteca Galvani Pasolini. Fu proprio nell'edificio di via Castiglione 38 che Pasolini completò il Ginnasio e strinse amicizia con Luciano Serra, Roberto Roversi e Francesco Leonetti, figure che saranno fondamentali nella sua vicenda umana e intellettuale.  Sabato 24 settembre e sabato 1 ottobre sarà la volta di "L'altro Pasolini: passeggiata a Villa Aldini", con la visita all'imponente villa fatta costruire da Antonio Aldini, ministro di Napoleone, nel 1811. Qui Pasolini girò alcune scene del suo ultimo, scandaloso film, "Salò o le 120 giornate di Sodoma", crudo ed estremo atto di denuncia contro la barbarie nazifascista: dalla sua storia artistica agli aneddoti più intimi che legano il regista, poeta e scrittore alla sua città di nascita, il percorso intende rivelarne l'animo controverso e unico. A Villa Aldini sarà possibile visitare gratuitamente la mostra "Pasolini a Villa Aldini: Salò o le 120 giornate di Sodoma, foto di Deborah Imogen Beer", che raccoglie 50 scatti delle giornate di riprese realizzate il 21 e 22 aprile 1975 a cura della compagnia teatrale Archivio Zeta, nell'ambito della rassegna Inosservanza. Tutte le iniziative per il programma PPP | 100 anni di Pasolini a Bologna: www.pppbologna.it.... Read the full article