El mes pasado se despidieron de este mundo físico, Jaime Andres Orozco y Rosario Maria Cerón, a quien no tuve la fortuna de conocer personalmente, pero si conocía sus procesos y sus fortalezas enfrentando la ELA una enfermedad monstruosa que no discrimina, que no le importa si eres hombre o mujer, si eres joven o adulto, que nadie nunca a descubierto las causa ni la cura, fue descrita por primera vez por el neurólogo francés Jean-Martin Charcot en 1869 y se hizo popular 70 años después en 1939 con el legendario jugador de beisbol Lou Gehrig, 155 años tiene la esclerosis lateral amiotrófica, y solo entre los años 2014 y 2015 una campaña publicitaria norteamericana impulsada por Corey Griffin denominada ice bucket challenge (desafio del cubo de hielo); que junto a la película la teoría del todo, de 2014, que cuenta la vida del científico británico Stephen William Hawking, que vivió mas de 50 años con este diagnostico, pusieron en boca de todos la enfermedad de las moto neuronas, la neurodegenerativa condición que destruye la mielina y nos convierte en seres dependientes, pero consientes, cognitivamente funcionales e intelectualmente capaces y productivos.
Hoy nos reunimos en este lugar tan especial, cuando el sol esta en el punto mas alto en el cielo, para recibir su regeneradora, purificadora y vitalizante energía para rendir un homenaje sincero a los soldados que enfrentan y enfrentaron esta lucha con toda la fuerza del corazón, pero sobre todo con el apoyo incondicional de sus familias y sus amigos, que también son su familia.
Esta es una acción por un mundo sin ELA, un círculo pequeño que queremos que se mantenga así, un grano de arena, un acto de reconocimiento y gratitud, un llamado a disfrutar la vida a plenitud, a descubrir el sentido profundo de la existencia , a celebrar nuestra capacidad de respirar, a conectar con el ruidoso silencio
de nuestro interior, a vivir con la disciplina del amor y a construir entornos de afecto y paz.
Abracemos con fuerza el compromiso de cuidarnos, porque el auto cuidado protege tu entorno y dota de sentido nuestra presencia acá.
Cada sábado, cuando bajaba el sol tipo cuatro, cuatro y media y la brisa caminaba por las calles
sombreadas del centro de la sucursal, justo después de cerrar Ornamentaciones Carlo, mi papá me llevaba a comprar salsa, no recuerdo haber comprado otro genero, ibamos donde Lisimaco y la mona, tremendo parche, buen viaje compay. ❤️
Conocí a Basilia cuando era niño y ella muy joven, solo nos llevábamos cuatro años, era auxiliar en la cocina del Restaurante La Tentación, que quedaba frente al Club Noel sobre la mítica calle quinta, en el tradicional barrio Alameda, yo nací allí, cuando a la plaza de mercado le decían Galería y que muchas mujeres visionarias transformaron en la ruta gastronómica obligatoria de la Sucursal del cielo, gracias por tu sonrisa amable y tu arte, buen viaje Negra.❤️