#also sÍ tenía que poner esa foto de kun

[a-little-dexth]

request.

género: súper-duper smut, awsidsw (sugardaddy!kun, sub!reader, spanking, dirty talk, choking)

número de palabras: +1,9k

nota de la autora: esto no se suponía que debía quedar tan largo pero siempre me sobrepasan las ganas de contar historias y además mi bub que me pidió este increíble request me dijo que le pusiera todo lo que me gusta y pues yo no me pude resistir a eso u__u

“hola, ángel”, la voz de kun sale llena de amor y sonríes de manera automática al escucharlo, “¿cómo te fue en tu examen?”

“oh, muy bien”, dices intentando sonar casual y ocultar el nerviosismo en tu voz, aprietas tu mochila que llevabas sobre tu regazo con los brazos y te ganas una mirada confundida de su parte. “¿qué tal tu junta? ¿aceptaron el proyecto?”

“sí, salió todo completamente perfecto”, asientes a cada una de sus palabras y conforme los minutos avanzan, te relajas cada vez más al darte cuenta que ha olvidado el tema de tu examen.

quizá si te esfuerzas lo suficiente en distraerlo, no sería necesario decirle que habrías reprobado.

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“papi, ¿puedes ayudarme con esto?”, te diriges hacia él con tu libreta entre tus manos y te sientas sobre unas de sus piernas mientras él pasa uno de sus brazos alrededor de tu cintura.

“¿qué es lo que no entiendes, princesa?”

“no entiendo porqué el signo aquí me sale negativo, ya revisé el procedimiento mil veces y según yo estoy bien”, dices con un pequeño puchero y le muestras las operaciones que estabas haciendo sobre un problema de matemáticas. llevabas estancada con el mismo ejercicio muchísimo tiempo y no encontrabas tu error así que estabas segura que tu papi, al ser tan inteligente, podría ayudarte a resolverlo.

“aquí está el problema… no cambiaste el signo aquí, debe ser positivo”, señala y toma tu libreta con su mano libre para poder mostrarte mejor pero la sostiene sólo de un lado y el examen doblado que habías hecho esa misma tarde cae de entre las hojas.

intentas levantarlo tan rápido como te das cuenta pero kun es más rápido y lo toma primero. buscas quitárselo de entre las manos pero al verte tan nerviosa decide abrirlo, encontrándose con tu calificación.

“¿es tu calificación de hoy?”, pregunta completamente serio, viéndote a los ojos buscando tu mirada, pero tú todo lo que puedes hacer es bajar la vista hasta tus manos que reposan sobre tus piernas.

“s-sí, papi, perdón pero…”

“entonces me mentiste cuando te recogí en la escuela”, lo escuchas con atención y comienzas a sentirte completamente culpable, sin saber exactamente si kun estaba más molesto por tu calificación o por la mentira que le habías dicho. “te compré todo lo que quisiste la semana pasada porque me prometiste que ya habías comprendido todos los temas que vendrían en este examen y que aún así seguías estudiando para aprobar”.

muerdes tu labio inferior y te culpas mentalmente por no estudiar lo suficiente y mentirle para que te consintiera. sabías que kun no te exigía tanto como otros sugar daddies de tus amigas; él todo lo que quería era que tuvieras buenas calificaciones y siempre que cumplieras con ello, te llevaba a cualquier lado que quisieras para poder cumplirte hasta tu último deseo, por eso que ahora mismo te sentías tan culpable.

“te quiero boca abajo encima de mis piernas”, kun avienta tu libreta a la mesa de centro en la sala de estar y te levantas para hacer lo que te pidió, acostándote con el estómago sobre sus piernas, sabiendo lo que vendría después. “te voy a enseñar lo que le pasa a las niñas mentirosas”.

levanta la falda de tu uniforme hasta tu cintura y sientes el aire pegar en tu cuerpo semi desnudo, sus manos grandes pasan entre tus nalgas y las aprietan, clavando un poco las uñas sobre ellas. quita tus bragas, deslizándolas sobre tus piernas y tomas una gran respiración cuando estás ya completamente desnuda y a su merced.

“realmente no me gusta castigarte pero, ¿qué más debo hacer cuando te portas tan mal?”, deja el primer azote sobre una de tus nalgas y gritas por la sorpresa, pasa su mano sobre ella, acariciándola luego del golpe y repite lo mismo con la otra.

con cada nalgada que te daba, te sentías más y más húmeda, además que los gemidos que salían de ti ya eran imposibles de ocultar, haciendo que la erección entre el traje de kun comenzara a crecer al saber que, a pesar de que aquello era un castigo, lo estabas disfrutando.

“¿cu��ntos azotes llevas, princesa?”, habla mientras su vista está fija en tu trasero, sonriendo de lado al ver tus nalgas rojas, con algunos pequeños puntos más oscuros, demasiado satisfecho al darse cuenta que las marcas quedarían ahí por unos días más.

“diez, papi”, tu voz sale baja y agitada, sintiendo el ardor esparcirse por tu cuerpo.

“arriba”, ordena luego de unos segundos de pensar si debía seguir azotándote pero, al recordar la última vez que sufriste por días al no poder sentarte cómodamente, piensa que puede encontrar otras formas de educarte mejor.

te pones de pie con dificultad y kun todo lo que quiere hacer al ver tu rostro sonrojado, con algunos cabellos pegándose a tu frente por el sudor y tu labios rojos e hinchados, es tomarte ahí, sin más juegos, follarte tan bien hasta que sientas tu cuerpo entero temblar por la sensación de tenerlo llenándote.

“quítate toda la ropa”, menciona luego de deshechar todos sus pensamientos y haces lo que te dice. comienzas a quitar cada prenda que llevas encima con sus ojos viéndote cada vez más hambrientos y tú sólo reprimes la sonrisa en tu rostro al ver su gran erección. quedas desnuda ante él y pasa sus nudillos por las curvas de tu cuerpo con delicadeza, disfrutando de la sensación suave de tu piel.

“p-papi...”, hablas entrecortadamente cuando lleva sus dedos hasta tus pezones y los roza una y otra vez, bajando con su mano libre hasta tu entrepierna, encontrándose con tus líquidos corriendo entre tus muslos.

“¿te mojaste tanto mientras recibías tu castigo?”, lleva sus dedos a su boca para probar lo que salía de ti y confirma una vez más que tu sabor era la gloria para él. “¿te gusta ser azotada? ¿acaso te gusta que papi te recuerde quién lleva el control aquí?”

kun se levanta del sillón, quitando la corbata sobre su cuello y se coloca detrás de ti, toma tus dos muñecas, las lleva detrás de tu espalda y es entonces cuando sientes que comienza a atarlas

“si tanto disfrutas ser castigada, entonces me voy a asegurar de hacerlo bien”, susurra sobre tu oído aún detrás de ti, deja un rastro de besos húmedos hasta tu cuello y luego muerde el lóbulo de tu oreja, “te voy a follar fuerte, como la jodida gatita malportada que eres”.

toma tu barbilla y hace que gires el rostro hacia un lado para besarte con fuerza, lo dejas explorar tu boca con su lengua, gimiendo entre el beso cuando acerca su cuerpo más al tuyo y puedes sentir tu pene aún entre sus jeans rozar sobre tu trasero.

“las rodillas sobre el sillón, quiero ver tu lindo trasero expuesto para mi”, habla cuando rompen el beso y te subes al sillón, una de sus manos se coloca en tu cintura para ayudarte a mantener el equilibrio mientras que a otra pasa sobre tus nalgas, acariciándolas y separándolas, relamiendo sus labios cuando puede ver lo mojada que aún estás. introduce dos de sus dedos en ti y comienza a masturbarte con ellos, logrando que todo lo que pudiera salir de tus labios fueran gemidos y palabras rogándole que no se detuviera.

exclamas un pequeño quejido cuando sientes las ausencia de sus dedos dentro de ti pero tu cuerpo se llena de excitación cuando escuchas detrás de ti su cinturón siendo desabrochado para luego sentir la punta de su pene tentar tu entrada. no puedes ver el rostro de kun pero algo en ti te hace estar segura de que estaba sonriendo lleno de superioridad al escucharte hecha un desastre por querer sentirlo dentro de ti pero, en cambio, seguía pasando su longitud fuera de tu vagina, rozando su miembro sobre tu clítoris.

“¿quieres sentir al gran pene de papi llenarte?”

“sí, papi, por favor”, ruegas y mueves las caderas de un lado a otro, intentando convencerlo.

“¿y por qué debería cumplirte eso si te has portado tan mal?”, pregunta aún moviendo su pene en tu entrepierna, haciéndote creer que en cualquier momento perderías la cabeza si no lo sentías penetrarte ya.

“seré una mejor princesa para ti, papi, lo prometo”, tus palabras salen rápidas y torpes, ganándote una risa de su parte.

“eso dijiste la última vez y todo lo que has hecho es desobedecerme… quizá deba ser más fuerte contigo, ¿no crees, bebé?”, comienza a hablar mientras introduce la punta de su pene en tu entrada con lentitud. “quizá deba dejar de follarte dulce como lo he hecho siempre y empezar a hacerlo duro y fuerte, como una zorra a la que debo educar bien”.

gimes ante sus palabras y, a pesar de que jamás te había llamado de esa forma, no te había molestado, al contrario, querías pedirle que te dijera de esa manera má seguido…

“¿qué opinas? ¿quieres que lo hagamos?”, habla en voz baja y suspira de manera pesada cuando ya ha introducido su miembro por completo en ti.

“sí, papi, quiero ser tu zorra”, susurras lo suficientemente alto para que te escuche, sintiendo tus mejillas enrojecer al admitirlo y un grito ahogado sale de ti cuando comienza a penetrarte con fuerza, tan profundo y duro como no lo había hecho nunca.

suelta tu cadera mientras sigue con sus estocadas y dirige su mano hasta donde se encuentran tus muñecas atadas, colocándola en medio de ellas mientras que la otra va hasta tu pecho, presionando para que te levantes y recargues tu espalda sobre su pecho, bajando un poco el ritmo de sus embestidas.

“entonces cada que te portes de nuevo como una zorra desobediente tendré que enseñarte una lección, ¿estás de acuerdo?”, asientes con dificultad y sientes tus labios en tu cuello de nuevo, susurrando sobre tu oído, “la lección de hoy es: no mentirle a papi”

la mano de kun sobre tu pecho sube hasta tu cuello, formando un arco entre su dedo pulgar e índice, acercándola hasta tu cuello y posándola sobre el.

“a papi no le gusta que le mientan, quiero que me digas toda la verdad siempre porque, si me llego a enterar como hoy que me estás ocultando algo te va a ir muy, muy mal”, su mano sobre tu cuello comienza a apretarlo más, logrando que tu respiración se hiciera aún más irregular mientras vuelve a subir el ritmo de tus penetraciones, golpeando con cada estocada aquél punto sensible dentro de ti, logrando hacerte correr en segundos al sentir la forma en la que se te hacía más difícil conseguir aire, sosteniéndote con fuerza para evitar que cayeras gracias a tus piernas temblorosas.

kun sigue follándote aún con más fuerza luego de sentir tu interior apretarse y eyacula dentro de ti, eliminando la presión sobre tu cuello momentos después. se sienta en el sillón y te coloca encima de sus piernas, tomando las gotas de su semen que salían de tu vagina con sus dedos y los lleva a tu boca, donde los chupas con gusto, disfrutando de su sabor en tus labios.

“¿no fue mucho?”, kun pregunta luego de unos minutos luego de ya haber liberado tus muñecas, pasando la yema de sus dedos sobre tu cuello, revisando que no hubiera dejado alguna marca.

“estoy bien, papi”, respondes sinceramente y depositas un pequeño beso sobre sus labios para tranquilizarlo. “jamás habíamos hecho algo así y me gustó mucho”.

una sonrisa curiosa aparece entre sus labios y acuna su rostro con una de tus manos, viéndote fijamente a los ojos.

“¿entonces sí vas a ser la pequeña zorra de papi?”