#akikei
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dentixvoxel · 14 days ago
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6:20am
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chisekarino · 2 months ago
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Fic release! Haikyuu AkiKei and AtsuOsa - Tsukicest & Miyacest
My gift for bequietjessie for the HQ Spooky Flash Exchange!
Ripples in his beer
3k words rated E
I really enjoying writing this gift! It's been years since I wrote Tsukicest and I think it may have been as long since I wrote AtsuOsa so I had a lot of fun with it! Thank you to my giftee for taking part in the exchange!
If you've already read the fic, Thanks for reading!
xo Chise (Shiuko)
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deathdive · 7 months ago
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woah f/o picrew chain!! i was scrolling on picrew(2020 pandemic core) and found this:3 i did akiming(aki and gaming), akikei(aki and tsukushima) nd chonaki (chongyun and aki) ^_^
no pressure tags. @omeumi, @residentpuppyboy, @laumire + YOU🫵🫵(if you want to)
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funkii-fox · 2 months ago
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I send you Keicho!! (was mostly curious about the AU question lol)
Au: he LIVES and gets his life together. i wish we at least saw more of him. I also saw someone on pixiv who made Keicho as a ghost and he still lives with Yasu, except Yasu can’t see him and he can’t see Yasu. I think that would be rlly bittersweet. Like his big bro is still here but you can’t interact with him directly.
Otp & Brotp: no one. Realistically, hes a loner. The only reason Okuyasu spends anytime with him is because thats his blood brother. Hes probably rude to everyone tbh. Also im just not much of a shipper anyway.
But if i had to say something probably Akira for otp they’re both faggots in opposite ways. and Hazamada for brotp; hes rlly the only person that stays around
Other ships: akikei, yukakei, yasukei, josukei, idk
Bestie: the hair on his balls. Or maybe he talks to his little Bad Company guys. Since they’re literally a part of him, they have no choice but to agree. They’re so easy to control, if only Okuyasu was like that.
Favorite nickname: cutie patootie (he would punch me if i called him that)
Favorite outfit: camouflage tank top. He likes showing his muscles and how military aesthetic he is (hes never been in the military). Black sweatpants too
Defining color: green & yellow. Pretty blonde hair and pretty green eyes
Would I date them: in actuality? No absolutely not. Reminds me of my dad ngl. But in fiction? Ofc 🤤🤤🤤
First impression: i hated him so much bruh. Just overall an asshole smh. ISTG i thought he was forcing Okuyasu to be his brother, or that it was an honorific (fun fact: Pesci and Prosciutto aren’t blood brothers so i wasnt far off). It wasn’t even bc they look nothing alike; it was how controlling Keicho was.
Current impression: i like his more nuanced character. You see himthe first time and like “gah what a jerk” but then you reqatch his episode a couple thousand times and you pick up on the subtle nuances. It gets you thinking. Sad how araki dropped such a backstory and said “thats all you get”
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theultimatereapermailbox · 5 years ago
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Keiko x Akira (P5)
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Mod: is it this guy, nonnie? I’m not in this fandom, though I know of it so forgive your moddie for being a dumb-dumb. Also highkey wanna know if you got any particular headcanon for this ship 
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princeofvelvet · 8 years ago
Note
W for the fandom meme?
W - 5 favorite ships and 5 kinks you like best for said ships
Oh umm
-Sheith - Semi-public sex, recording, dirty talk, crossdressing, slight humiliation
-Choicest - omorashi (honestly this applies to every ship of mine hnnn), semi-clothed sex, rimming, crossdressing (stockings and panties especially~), exhibitionism
-Victurio - omorashi ofc, humiliation, bondage, choking, pet play
-OiKage - daddy kink maybe?, body worship, orgasm control/denial, dry humping/non-penetrative sex
-AkiKei (is that the name? Or Tsukishimacest?) - phone sex, body worship, praise kink, some light bondage, creampies
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imnotherebai2 · 7 years ago
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Silent Eve
Rating: +16 Fandom: Sadie. Category: M/M. Relationships: Aki/Kei.
Fanfic publicado originalmente para el proyecto UNDEAD de Diciembre del 2014. Editado al fin, le arreglé alguna que otra cosilla.
No hay ninguna advertencia en particular.
He mezclado los tipos de narradores, no en una oración, pero sí hay párrafos que están narrados en tercera y otros en primera. No doy aviso de ello en el texto.Creo que el fic no puede ser narrado de otra forma.
De aquí a un tiempo atrás… Quizás… cuánto. De pronto sólo… yo… simplemente… lo olvidé.
¿Soy una mala persona?
Tú siempre, siempre me dijiste:
—No eres una mala persona, Kei. —¿De verdad lo crees? —Sí.
Luego me mirabas. Sabías que necesitaba verlo en tus ojos, que no bastaba con escucharte. Entonces… entonces yo sólo te sonreía, te sonreía y dibujaba un agradecimiento que jamás supe si llegué a pronunciar, pero lo sentía… te lo agradecía en cada respuesta tuya, en cada gesto que la reforzara. Incluso las tardes que te cuestionaba, las tardes en que no necesitaba una confirmación, sino una convicción: una esperanza.
Estaré agradecido toda la vida contigo.
   
  
—Eres como el mar. —¿El mar?
La brisa serpenteó por sus cabellos, alzando la mano cariñosa por los recovecos de las ropas.
Perfumada con el característico aroma marino de la ribera solitaria a fines de Otoño.
—Tranquilo, vehemente, impredecible, amable aunque en el fondo seas una tormenta.
Las olas rompieron en el borde. El canto del oleaje y del viento —sorpresivamente furioso— enmudeció cualquier atisbo de palabra que quisiese salir de los labios carnosos del hombre más bajo a la derecha del aquel con un aspecto gris. Hubo tomado aire, mas lo dejó salir como un fuerte suspiro, quitando la pesadez en los pulmones. Los orbes hasta entonces posados en Aki fueron al horizonte, apreciando las gaviotas que planean cerca de las aguas en busca de bocadillos. Las plumas se pierden entre los colores de las nubes densas que gobiernan el cielo, grisáceas, advirtiendo la llegada del Invierno. Abrazó las piernas y apoyó el mentón en las rodillas, balanceándose perezoso y pensativo.
—Tus ojos, son el fondo.
Sentenció, extraviado en las más profundas divagaciones, aunque realmente así no lo quisiera.
    
  
Estaré agradecido porque para ti nunca fue un suplicio cargar con mi tormento.
    
  
—¿Por qué? —Porque son obscuros —pausa—. El océano es vasto y desconocido; tiene rincones que la luz no puede alcanzar. —Ocupo pocas porciones en tu interior. —Estás.
Una ola más dio contra la arena. Algunas gotillas llevadas por la brisa fueron a dar a los labios pálidos de Kei, quien sonrió por la caricia.
—Conoces aspectos de mí que le mundo no puede ver.
    
  
Sopesé cientos de veces actos y decisiones. Tuve miedo de arrastrarte a las entrañas de un monstruo famélico que en su codicia me devoró casi por completo. Dejó mis ojos en la punta de su lengua para que observase el mundo por lo que parecería una eternidad, hasta que la saliva los disolviese. El castigo por ser un detractor, un traidor, fue claro: estaría obligado a ver la belleza y la fatalidad, la bondad y la crueldad, desde la altura de una montaña fría y solitaria; encontrarte en esa masa heterogénea llamada mundo y quererte, anhelarte hasta el seno de la demencia. La desesperación engullendo cada víscera aún no corroída por el ácido. Tentado estuve a lanzarte una cuerda para que subieras cuando te supe enamorado, engañarte y matarte, llevarte conmigo a la profundidad de los Prados Asfódelos donde seguramente la furia de Hades recaería en un castigo más severo que el ya dictado e impuesto por el simple hecho de vivir, para mí; pero, habría caído contigo.
Sin embargo, los sentimientos puros que te proclamé me recordaron que debía dejarte vivir, esa mirada posada desde la tierra a la cumbre hizo recordase el motivo por el cual decidí observarte.
Y entender.
Entender... que quizás...
Tan sólo quizás...
No estaba tan solo.
Morir a cada hora nunca ha sido tan placentero como en aquellos días. Porque aunque tu nariz fuera inmune al pestilente olor putrefacto de mi alma, limpiaste con besos cada rincón mermado por la necrosis prematura a la que estuve sometido.
En ocasiones pensé que a causa de tus ojos negros no podías ver la penumbra en mi vientre. Probablemente el hecho que yo fuera una pinta negra en un lienzo repleto de colores hizo que te sintieras a gusto conmigo. Fuiste un hombre gris, tildado de misterioso, silencioso y hasta sádico por tu expresión eternamente estoica. No lo eras, no lo eres ni lo serás. Eres cuerdo, realista, un amante del silencio y la tranquilidad.
¿Yo? Yo las odio, con cada maldita hebra de ADN, las odio. Porque la tranquilidad y el silencio traen consigo las voces que gobiernan mis pensamientos. Y si les escuchara, oh Aki... ¡Si les escuchara! La tentación me llevaría a tomar tu mano, a pedir que cierres los ojos, que sigas mis pasos como un juego de niños —de esos tantos en los que solías seguirme; pediría que ignoraras el hedor del azufre y las asfixiantes temperaturas... ¡Tranquilo! Tranquilo, confía en mí, confía en mí... Piedrecillas y rocas, el ruido ensordecedor de la lava candente. Me seguirías, confiando en el sonido de mi voz que te arrastra por la penumbra y alzarías los párpados de ese color inmaculado que se ve tan puro en tu rostro sereno; los alzarías al borde de ese abismo: caerías al Tártaro conmigo.
Pero calmabas mis temores con órdenes mundanas y nimiedades.
La tranquilidad que tú amas convivió conmigo en paz, sin guerras de por medio. Fuiste la balanza que nos sostuvo, cada uno de nosotros en una mano. Fuiste La Justicia y, por tanto, creí todas las veces que susurraste: «no eres una mala persona, Kei». Si te lo preguntase ahora... ¿Qué dirías, Aki? Seguramente besarías mi frente, cinco segundos en los cuales yo otearía el diseño de alguna de tus camisas sin mayor atención en realidad, relajaría los hombros y llevaría las manos a tu chaleco para aferrarme a él antes de que susurraras contra mi piel: «no eres una mala persona, Kei».
Hasta el día de mañana, antes de despertar y tener consciencia de mundo otra vez, lo creería.
Hubieron amaneceres en que los nervios carcomieron los dedos. Mañanas en las que al abrir los ojos con la vaga esperanza de despertar en la realidad —a la que horas antes había abandonado a la suerte del sueño— continuaría ahí: una vaga ilusión de encontrarte dormido, despierto, o de espaldas a mí, pero tu silueta al fin y al cabo y no el triste perfume impregnado en una almohada que me haría saborear el más opresor de los sentimientos: la tristeza. Con un llanto inminente ausente de lágrimas o trasladadas al cristal del ventanal, torrenciales, avasalladoras, destructoras y ruidosas. Y cuando la tormenta amainara, cuando los dedos dolieran por la fuerza con la que apresan la colcha —acurrucado en tu rincón de la cama, cuando la tensión de los músculos cediera por el agotamiento y la garganta cesara el calvario de gritar en silencio, me alzaría con la resignación guiando los pasos a la cocina por un triste vaso de agua si es que acaso eso podría ser veneno para el alma.
Y te veía.
Busqué estrellas en tus ojos condenados a la obscuridad eterna, porque fue el único lugar que pareció no existir luz.
—¿Realmente importa que seas una mala persona? —No quiero ser una mala persona contigo. —No lo eres.
Hiciste de mí una persona mejor consolando los miedos.
Hiciste de mí una persona que fue capaz de sonreír más allá de la falsedad.
Hiciste de mí alguien que pudo expresar sentimientos sin juegos.
¡Hiciste de mí...!
Hiciste de mí...
    
  
—��Kei!
El aire revoloteó. Él aún abrazado a las piernas, sonrió al escuchar el grito de Mizuki a lo lejos. Lo encontraría, no halló necesidad en levantarse.
—¡Kei! —Corrió una vez encontrado el gato que desde tempranas horas en la mañana hubose perdido. —Mizuki... —voz rasposa que emerge, carente de hálito y vida. Tragó, carraspeó, a conciencia de que el problema no arregla—. Yo... —Tranquilo. Sabía que te encontraría aquí —tomó asiento a su lado, desparramando algo de arena.
Sacudió los pantalones cortos.
Kei se preguntó si acaso Mizuki sentiría frío.
Sonrisa adornada por la melancolía de los días pasados, por el sentimiento insufrible de vacío, de extrañar algo. Y los brazos cruzaronse por la espalda en un abrazo, en una cuna. En su cuna. Respiró su perfume, algo dulce mas no nauseabundo, y cerró los ojos. Relajó los músculos. Relajó una parte de su alma sin importar las extremidades entumecidas. Kei, oculto, mirando el horizonte, hoy sin gaviotas y con muchas nubes.
    
  
Incluso con todo lo que hiciste, mi sentencia había sido escrita mucho antes de cruzar las miradas por primera vez; irrevocable. Yo tendría que fundirme en el infierno adornando paredes y aguas con mis huesos. Mi alma sería llevada al fondo de un pozo a que se pudriera. ¡Siquiera podría observarte desde un rincón para cerciorarme que en tu vida conocieras condena tal como la mía! Para que no saborearas la humillación de clamar perdón con las rodillas rotas ni el deseo de destrucción por las cosas amadas; la incapacidad de querer con pasión semejante porque se verá nublada por el miedo matutino y la inseguridad nocturna; que no fueras un sonámbulo eterno que recorre las calles con la mirada vacua y la sangre burbujeante en un anhelo insaciable y desconocido. Sin saber qué tienes y qué falta, sin rehuir del dolor porque ya te ha hecho mucho daño, sin besar la nostalgia como un veneno y ser la rata que bajo el mueble muere lentamente abandonada a su suerte; que no sintieras los gusanos en la punta de los dedos de los pies, subir y recorrer los miembros hasta el pecho, que perpetren tu linfa y te arrastren a la más vil de las locuras, llorando a media noche, orando para que no te coman vivo; sobrellevar el dolor de sus mordidas... ¿Cuántas veces cerré los ojos bajo la piadosa labor de tus labios tratando de sosegar la impaciencia que me produjeron sus mordidas?
De mi debilidad hice una coraza impenetrable incluso para ti. Y te perdí como arena en mis dedos, dejando un par de míseros granos que se los llevaría una brisa suave, entonada en una risa y llorando la desgracia.
    
  
Instaurose el confortable silencio. Extraviados a la suerte de la mente, perdidas miradas: en el cielo o en el mar. Fuera como fuese, mutismo respetado. Sus espacios, sus reflexiones. Mizuki más que el mismo Kei, comprendiendo la necesidad de apaciguar un sentimiento desbordante erigido décadas atrás, pero que no fue hasta hace unos años que despojó de su mirar todo atisbo de humanidad, incluso esa melancolía que parecía estar tatuada en cada fibra de los irises, en un parpadeo murió. La tarde que lo vio nuevamente a su frente, la tarde que se lo llevó la muerte y lo trajo hacia sí como un despojo.
La tarde que comprendió que, Kei, simplemente no pudo seguir de pie y tuvo que marcharse a su encuentro.
—Hay que volver.
Y él se transformó en una vela, decadente.
    
  
Hubiera deseado que te transformaras en mi verdugo, que fueras tú quien en las tinieblas me devorase, quien arrancase con mordidas la carne y la tragase ávido de ir a por más. Ósculos desperdigados, ceremonias al son del rechinar de tus dientes y de mis tendones atravesando cada espacio entre a suave tacto. Los tirarías con afán de desprenderlos, la punta mutilada chocaría contra tus labios; y yo aire tomaría para aguantar el suplicio de entregarte mi cuerpo. Probablemente castigado de nuevo, por Jesús, al pensar que yo sería tu banquete en la última cena. ¿Y qué más da la ofrenda podrida en la mesa si podrida se llevará a la boca? El pecho abierto, de mi interior —con entereza— te entregaría trozo a trozo, luego de teñir tu boca con mi sangre, el corazón agusanado por el pasar de los años. Esa noche, para ti lo limpiaría mientras las piernas se deshacen en una masa amarilla a tu lado.
Y no me importaría que con tus garras arrancaras la piel que me viste.
Mas vergüenza he de sentir, por entregarte la podredumbre hecha persona. Por querer matarte con cianuro y... por querer... por ansiarte vestido y llevando los zapatos de Leviatán.
Las flores florecieron y fallecieron en rápidos suspiros, porque en vez de destruirme, te esmeraste en conocer cada recoveco y hacer de mis lunares una especie de vicio y decenas de constelaciones; en embestidas me hiciste olvidar que desde siempre estuve muerto. En el sudor, en cada momento que entre mis piernas te contuve, con las falanges acariciando y tirando de tu cabello... me hiciste pensar que no estaba tan roto.
Quise matarte.
Porque yo no quería seguir llorando cada mañana.
Y a sabiendas de esto y siendo testigo de cada ensueño tortuoso... susurrabas en mi oído: «No eres una mala persona, Kei»
    
    
«¿Fue una separación inevitable en lugar de una coincidencia? Mi voz no te alcanza. Incluso si lo deseo, no puedo volver.»
    
  
Levantose y solo emprendió el camino a casa. A su refugio. A su locura. A compás de lágrimas que sombras son. Gotas de lluvia, mojan su cabello y figuran a su lado la eterna compañía del demonio. Dejose comer, dejose amar, dejose sucumbir.
No puedo volver.
    
  
—Kei. —Dime. —Deja de pensar que eres una mala persona.
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dentixvoxel · 18 days ago
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Radiant (in your eyes)
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xianta · 8 years ago
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I cry over my ocs too much
reminder I also have a patreon!! 
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chocolatey-tardis-blog · 8 years ago
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That moment when an anti-ship makes you ship a ship you hadn't consider to ship. .... *shipping real hard* Thank you!
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aobabe · 9 years ago
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all i want in life is for tsukki to treat his brother like he was the fucking sun again. and akiteru just babbling sth that sounds vaguely like ‘kei’ repeatedly as he gets all teary eyed b/c omg kei do u forgive me ilysm and they hug and kiss and i die
also sibling bonding!! where!! akiteru gets tsukki to bath with him in their small ass tub like when they were children. tsukki is just super embarrassed about the whole thing like nii-chan is this really necessary and yes ofc it fucking is u dinosaur fucker (disclaimer: my words, not akiteru’s wwww). and akiteru’s already in the bath and tsukki tries to get in so that they’re facing each other but akiteru shakes his head and grand tsukki by the forearm, pulling him down so tsukki’s back is against akiteru’s chest and they both just barely fit b/c wtf kei u’ve grown so much. and then more kisses.:3c
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colonelchansan · 9 years ago
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send a number (or 2) and a pairing and i’ll try and write a drabble or ficlet
since you sent it as fanmail i had to screenshot your request and put it in a post heh
sorry for taking so long to write this, but i hope you like it. i had trouble with the ending, but i hoped it turned out okay.
4. Irresistible
18. Bite
WARNING: Contains Incest. Please refrain from reading if you are uncomfortable.
It was addicting
This insatiable sin between them.
They're not sure how it even started. Kei's sure he’s the one who started it all, while Akiteru blames himself. But what they do know for sure is that they can't stop.
They're well aware this is wrong, that this was not right. That this was sick, depraved, immoral.
They were brothers after all.
There were times when they tried to stop. Tried to be alone in a room together without giving in to the pull between them, the desire to be close.
But they were irresistible to each other. 
The most fleeting of touches was enough to trigger a yearning.
The yearning to connect.
To be as close as they once were but somehow they went beyond that.
Because it just wasn't enough anymore. Years worth of pent up feelings and distance made the usual brotherly affection unsatisfying. They needed to connect more, deeper than ever, let the other know just how much they loved him, make up for the years lost between them.
Even if it meant crossing boundaries they weren't supposed to.
A sick attempt to rebuild their bond, their trust, their love. For acts so intimate could only create and strengthen these things.
But even then, it wasn't close enough. They still craved more and more.
Still, they had some semblance of self-control. In the eyes of others, they acted as brothers would. No one suspected a thing and it was surprisingly easy to fool them. Even alone in public spaces they kept to themselves. It was only when it was just the two of them, in the privacy of either of their rooms, doors locked, they indulged. At home, they make sure to keep their voices down so their parents don't hear. However, at Akiteru's apartment, they're wild and uncontrolled as possible, loving freely without holding back.
But, the evidence of their sin still remains long after the deed is done.
Marks and bruises across their skin as if it was territory claimed. Kei loved to mark his older brother where people would see it, biting his neck and leaving as dark as possible of a bruise so it wouldn't fade for some time, especially against his pale skin.
It brought him satisfaction when he watched his brother's team point it out and ask about it, ask about why he always has so many. The way Akiteru would bring his hand up to cover them, his face red in embarrassment made Kei smirk to himself, thinking that his older brother was actually cute like this. They'd turn to him and ask if he knew anything about Akiteru having a girlfriend. He smiles knowingly at his brother, who gulps, and tells them it's not quite a girlfriend.
Of course this causes commotion, but Kei never says any more. Neither does Akiteru. They conclude Akiteru is having a string of one night stands, or that he has a sex buddy, assumptions Akiteru neither confirms nor deny.
He does, however, warn Kei to control himself and where he leaves hickeys next time. Kei agrees, but never really heeds the warning.
He wanted everyone to know Akiteru belonged to someone. Belonged to him, even if they couldn't say.
Akiteru was much more subtle about where he marks Kei; the finger-shaped bruises on his hips and the bitemarks high up his thighs that were still able to be covered with a pair of shorts. He was more loving as well, kissing each bruise as if to say sorry for hurting Kei, even though Kei was never in any pain. He's unable to show off such marks to others like the ones he gives Akiteru, but he likes standing in front of the mirror and shifting his clothes slightly to reveal them, looking at them in his reflection and touching them lightly with his fingers. Even if they were subtle, they were still proof he belonged to Akiteru.
Belonged to Nii-chan.
They belonged to each other, in their tainted world of sinful love.
But love was love, wasn't it?
And they loved each other with all their hearts.
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xianta · 8 years ago
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some stuff of my babs from my sketch book! they are smol and precious
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killyourrdarlingss · 9 years ago
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My newest edit!
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my-megane-uke · 10 years ago
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公時@スギモトコーーージ :: ※ツッキー女体化注意:ツッキーにょた詰め2
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