#akasbaks uwu
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Participantes: Sewoon ( @seiyy ) y Sunjung
Contexto: Fiesta de celebración Phoenix y S.O.S, continuación de esto.
Observaciones: pasó de ser dorama, a ser cute, a ser soft, a ser domestic, #RAGE, btw NSFW
Seiya: una sonrisa tiembla para al final aparecer, amplia, honesta. las palabras van repitiendo en su mente, como si fuera un eco y piensa que esa voz quedará perdurable en su adentro. ’ que bueno. ‘ no puede pensar en nada más que una felicidad que va creciendo, distante a lo que había sentido incluso desde el comienzo de la fiesta. había una soledad que seiya aceptaba como propia y la veía como acomodada amiga, contadas compañías con las que contaba, noches en su estudio compartiendo momentos tan blandos, no era extraño a eso y aún así el sentirse con la compañía de la morena, sabía a algo nuevo, nunca antes parecido a experiencias pasadas. hay un parpadear lento al sentir dígitos acariciar su cabello, amansado y tranquilo encuentra una confianza en el tacto tan tibio, permite que su mano aún entrelazada apriete un poco, por fin sintiendo que podría perder un segundo de la mujer si se aleja demasiado, la confianza se merma, se ve afectada por la cercanía que ahora era más real... un simple beso en su mejilla, le hace despertar escalofríos, suspende su respiración en una risa queda, casi incrédula. ’ me llamo sewoon.’ honestidad, que se sentía bien, que buscaba liberarse por fin cuando decide utilizar su nombre y no ir por término artístico, porque quien estaba ahí con ella, era sewoon. sintiéndose tan frágil al estar en comodidad proporcionada por la femenina. no pensaba dejarla ahí, sería un idiota de ser así. ’ no te alejes. ‘ hay arrebato repentino cuando su mano suelta dedos ajenos y pide quedar en la cintura fina, por fin rodeándole y acercándose el, diestra se ocupa asimismo de necesitado tacto en el cuello contrario; tomándose unos segundos observa el rostro que le encara, ve sus ojos cerrados y sigue un camino por sobre la máscara hasta esos labios bien pintados, que le llaman, quizás siendo brusco no niega más necesidad y cae en estos, atontado, besándole en rojizos profundamente.
June: Antes de intentar alejarse, escucha su nombre pero no le reconoce, no sabe quién era. Culpa a su poco fanatismo por los grupos de la empresa, un estilo de música diferente el que producía y que escuchaba que no estaba lejos de lo popular, pero no formaba parte del pop en si. Podía admitir algunos artistas del rubro que si le gustan, más conocer nombres de los artistas no. Una tímida sonrisa se estira en sus labios antes de decir — Yo soy Sunjung— Trata de volver a su lugar y la interrupción por la orden es dulce, es suave, es por dentro lo que quería. El pecho incrementa su latir, en la fiesta anterior había estado encerrada en sus propios límites, sus propios miedos, reglas que había olvidado lo importante que era para ella su libertad, aquella de la que muchos idols renilgaban cuando la perdían pero era el precio a pagar por fama y dinero. Sus ojos cerrados, confían y dejan que el alrededor suceda. Los siguientes movimientos pudieron haberla hecho reaccionar, pudiendo haber rechazado las direcciones donde manos ajenas encuentran comodidad, no sé inmuta, no encuentra molestia. La mano libre se eleva a modo reacción por el pronto contacto y por el acercamiento, como una muñeca deja que hiciera con ella lo que quería, porque ella también quería. Recibiendo los labios ajenos, se echa un poco hacia atrás por mera timidez, respondiendo aún así pero conflictuada por estar besando a un idol. Y poco a poco, su mente no se oye, ambas manos recaen sobre pecho masculino con suaves caricias en la zona sobre su corazón, con el propio latiendo a causa de la adrenalina. Se sentía culpable ¿Y si los veían? ¿Y si aquello podría comprometerlo? Presiona pecho ajeno para separarle, no quería pero tenía que hacerlo —No quiero que esto te... complique — Expresa sobre labios ajenos, queriendo retomar el contacto cuando ya había probado — No podría perdonarmelo — No quiere alejarse, se siente segura pero el deber golpea su puerta.
Seiya: una sonrisa que continúa intacta cuando la identidad es revelada, cosa que le provoca sentirse como un hombre que había sido privado de lo más básico en sus años jóvenes, siempre víctima de una incapacidad para desarrollarse en un ambiente social, no porque se sintiera incómoda, si no porque sewoon, en sí, era una persona que había nacido sin capacidades para lograr interacción exitosa con las personas, siempre quedando como un sujeto aburrido y sin gracia... ahora, que estaba con sunjung no entendía como había logrado perderse de tanto, de conocer a personas nuevas, de bailar con libertad y de permitir tacto libre como con el que tenía con ella y eso solo en una noche, en una hora, en cuestión de minutos sunjung le había dado tanto. ’ no te alejes.’ repite ahora más fuerte, no obstante suplicando con voz ahogada. no vuelve a intentar más, se queda quieto observando a la mujer y sus manos son automáticas en buscar las ajenas sobre su pecho, tomándolas y sosteniendo estas al nivel de su pecho, apretando el agarre con inseguridad pues piensa que aunque quisiera mantenerla ahí, a su lado e intentar hablar, no puede obligarle a nada. todo se había dado tan fácil, tan natural que se había confiado a que todo se daba de esa manera y que quizás, lo destinado tenía verdad en existir. ’ nadie sabe quien soy... nadie sabe quien eres hoy. ‘ hay una sonrisa que merma en escapar, pero se mantiene, como un crío que busca apelar por un lado bueno a sus súplicas. ’ si mañana... si mañana ya no quieres que te busque, no lo haré. ‘ es tan rápido en hablar que no puede darse cuenta de lo que promete al aire, piensa que solo tiene el entonces de esa noche, comienza incluso a darse por vencido, pues lo que importaba era mantener esa ilusión, ese momento y quizás... un mañana se armaría solo, podría ser que de eso se encargara el. ’ no te alejes. ‘ susurra por última vez, acercándose rápido al rostro de la mujer pero deteniéndose, esperando por una decision.
June: Desconoce el momento, el punto de inflexión en el que algo cambio en ella. Cómo lo que parecía una inocente invitación termina en eso. Máscaras que ocultan rostros no son menores a confesión previa, no se alejan de la realidad y de las posibilidades de que su presencia pudiera lastimar todo su trabajo. Ella no quería eso, sentía mucha curiosidad, quería quedarse. En su cabeza, cada segundo se volvía más difícil para irse, tenía que hacerlo por el bien de ambos, porque nadie podía asegurarle que estaría bien. Observa sus manos protegidas entre las ajenas, traga con fuerza, fuerte y débil a la vez estaba dividida entre lo que tenía que hacer y lo que quería hacer. Quizás era el alcohol que pretendía crear aquel escenario, algo que ambos quizás dejarían detrás al día siguiente. Intenta sonreír con la aclaración, era cierto que para muchos nadie sabía quién era ella ni hoy, ni mañana pero ¿Él? Seguiría siendo él esa noche y las siguientes. Los párpados flickean confundidos por lo siguiente. El corazón se le hunde, —No sé lo que quiero, pero no quisiera.... arruinar nada— Pero no podía pretender que su decisión no podía tener efectos secundarios en los siguientes días. No podía negar que si se iba, quizás aquello que había encontrado en compañía contraria nunca creciera. Que ese fortuito cruce del destino fuera un condicionante entre opciones de un pasado declarado. Tampoco podía dejar de pensar en NEX y en Phoenix, en Jangmi cuando destruyó su teléfono. Sus manos se voltean para aferrar las ajenas. La mente bifurca entre deber y querer, como todo en su vida debía ser idol porque sus padres estaban haciendo ese esfuerzo, quería ser compositora pero nadie tomaba su música sin ser alguien antes. El corazón y la mente, una eterna pelea. Sus ojos lo analizan, de nuevo la lectura de su fisionomía no puede tornarse en negativo pensar, era tan serena su presencia que hasta a ella le costaba entender cómo había recaido en un estado calmo. — No quiero hacerlo— Confiesa cerrando los ojos, con una sonrisa triste en sus labios. El pecho le latía apurado y la cabeza ya no se escuchaba.Era demasiado para una noche, pero quería saber ¿Qué importaba el mañana? No podía continuar así, siente el impulso del alcohol disipando las dudas, el pecho que febril retumba en su cuerpo, que se sentía pequeño a su lado. En un ciego impulso, es la decisión que toma, libera las manos ajenas buscando rostro ajeno para presionar sus labios contra los impropios. Es culpa lo que le hace temblar al besarlo, es miedo lo que la retiene de buscar más allá pero es la curiosidad la que sostiene facciones ajenas entre sus manos.
Seiya: tiembla un poco en su respiración, sintiendo una realidad tambalear bajo sus pies, una personalidad que afloraba en esa noche para solo ser empujada de vuelta por temor a ir más allá... ¿quien mierda era el entonces? un maldito cobarde, mancha gris en compañía, bajo en importancia en comparación a compañeros, que cuando veía una oportunidad frente a él ni por poco podía animarse a dar el salto de fe... detestaba la impotencia, esa que aparecía aún cuando hubiera cosas que deseara con tantas fuerzas, siendo el su único limitante. ’ tu... ‘ recarga frente en la ajena con ojos cerrados a palabras como última esperanza. ’ has sido lo mejor que me paso en la noche. ‘ una oración que queda al aire, tan honesta que le sorprende con naturalidad. si algo sucedía en ese momento saldría en limpio, si lo que ambos compartían al menos por unos minutos terminaba en esa noche, se confesaría al menos un poco. piensa y queda en sorpresa cuando por fin hay unión y aceptación en forma de un beso, uno que quita respiración, que le hace sentir tan tersos labios sobre lo suyos como una bendición. se encontraba necesitado de sellar esa noche, un empujón quizás para actuar, para descubrir ese quizás, uno que englobaba de lo que era capaz, porque pelear y que buscar. lo que ambos tenían en solo un instante era algo nuevo, quizás... única seguridad era que quería seguir descubriéndolo. ’y quizás mentí... ven conmigo.’ se tiene que tomar unos segundos para despabilar, poner un orden a ideas, a lo que quería hacer, teniendo una única seguridad de que necesitaba ver ese rostro, conocerle por fin y descubrir lo que había detrás del accesorio. con confianza da un último beso y después otro, seguido de otro, por fin, ríe mientras su mano busca una vez más la ajena y la toma antes de echar pasos hacia atrás, queriendo mantener su vista en sunjung... solamente en ella
June: Sus palabras consiguen sentir un vuelco en el corazón, se vuelve pesado de sólo latir. Cree y justifica al alcohol, pero lo acepta, acepta y deja que aquella frase sanara dentro suyo inseguridades que creía que podían doler aún. La separación, la recibe con aquella confesión que le roba una risa, tan privada que sólo él pudiera escucharla por lo sincera que nace en respuesta. La duda y la curiosidad están atentas, pero por otro lado dicha confesión evoca una destructiva pregunta que espera que todo aquello no fuese un espejismo, un invento de un reto rebajado y cruel. Pero se borra, se va y desaparece como apareció al momento que los labios ajenos visitan los propios en cortos encuentros, que intenta seguir el ritmo. La risa se contagia con facilidad. — ¿Por qué mentiste? — Cuestiona con una frágil risa corrompiendo su oración — ¿A dónde vamos? — Era extraño, era complejo pero simple a la vez, tan inocente pero a la vez maduro. Lo que ocurría aún daba vueltas en su cabeza pero no podía eliminar esa sensación recorriendo su pecho que bajaba hasta su panza. Descabellado podría considerar pero se sentía bien, estaba mal pero a la vez estaba bien. Ella sabía que tendía a encariñarse rápido de las personas, que no era difícil encontrar algo que sanar, un dolor que podría ayudar sin importar el dolor propio, priorizando el ajeno. Pero todo ese escenario que se hallaba fuera de sus propias fantasías siquiera podía permitirle entender cómo ocurría casa cosa. Sewoon era un misterio pero a la vez un espacio conocido, un lugar seguro en su propia inseguridad. Nada de lo que pasaba tenía sentido y, por primera vez en su vida, no quería que lo tuviera, no quería tener el control, no quería ni tenía la necesidad de cuidar a alguien. — Si sigues caminando así te vas a caer —Tira de mano ajena hacía ella, siendo entonces la que roba un beso inesperado, preocupada por contrario si continuaba así el camino. No sabía a dónde iba, qué pensaba, en qué había mentido, sólo sabía que lo seguiría hasta donde él la guiara. Olvidando por completo alrededor, la risa continuaba presente y retroactiva en ella cada segundo que avanzaba
Seiya: va un ritmo en música que le hace confundir, hay poco conocimiento de lo que ahora les rodea, dejando que los demás y el ambiente abrazador quedaran en tercer plano. mantiene ese sonrisa que poco promete borrarse en esa noche. conocer tanto en tan solo unos minutos, en un solo momento lo que era nuevo y desconocido le recibía con comodidad, una de la que siempre estuvo asustado, reacio a caer en redes de ilusión que pudieran prometer el inicio de algo más allá de lo platónico, fácil de explicar al ser un hombre tan dedicado a su trabajo, quien nunca tuvo ni un solo encuentro fortuito que clasificar como romántico y ahí estaba, como un alma juvenil ansiosa por la presencia de una mujer, queriendo detener el tiempo para pasar la noche entera con ella si le era permitido. ' quiero escucharte solo a ti. ' va una risa antes de girarse, comenzando a abrir paso entre las personas, ignorando miradas, pasando de largo de quienes obvio eran compañeros. sewoon era un sujeto romántico, que vivía para que sus ojos se alumbraran cuando en la pantalla eso protagonistas conseguían a la chica deseada, un hombre que disfrutaba de los pétalos caer de las flores, que amaba recitar poesía en música hacía sus seguidores y que vivía enamorado de la idea de un encuentro fortuito como ese, aun cuando sabía que algo así para él nunca sucedería. sus pasos ya les han llevado al patio adyacente del salón de fiesta, adornado con luces y sillones, sorprendente solitario cuando la fiesta se encontraba en su apogeo. ' mentí porque... quizás si tengo pensado volver a buscarte, ¿porqué no? ' da un paso más y piensa es audaz con la muy blanca mentira, que no hay riesgo alguno después de esa fiesta, es impredecible y solo tiene en mente el ahora y el después libre de complicaciones y si tenía que sellar ese idea de volver a buscarle, lo haría, un comienzo era quitarse esa máscara, cuidadoso con una mano librándose de anonimidad se retira el accesorio y sonríe un poco, expuesto por fin ' ¿puedo verte a ti? por favor... ' deja esa mano que había hecho suya desde minutos atrás, la libera dejando decisión en el aíre para la femenina. aun cuando le diera una opción de mantener identidad secreta, piensa que eso no quitará la idea de volver aquello un encuentro importante, uno que no dejaría olvidado en una sola noche... la decisión estaba hecha. ' no conozco el cuento de la cenicienta, pero si me haces buscarte por todos lados después de esto, me tomaría mucho y yo quiero hablarte mañana... conocerte. ' ahora su voz era suave, más queda ya sin necesidad de gritar para encontrar hueco entre la ensordecedora música, sus pasos le llevan a quedar frente a su acompañante, distancia apenas libre de menos de un metro entre ambos, esperando una respuesta, ansioso por la nueva aventura.
June: Diversión embriaga las ideas de seguirle, no lo duda, no teme, a ciegas continúa el camino que poco a poco se alejaba de la fiesta, del bullicio de los ojos curiosos que podían observar a una plebeya bailando con un príncipe. No importaba, en ese momento su alma brillaba por primera vez pensar en ella, por disfrutar como no había podido disfrutar antes entre responsabilidades por ser mujer y la del medio. Siempre pensando en los otros, en lo que se esperaba de ella y allí estaba la oportunidad a despojarse de aquello por una noche. Responde con una risa, ella en ese momento quería eso, quería que la buscara, quería verlo, conocerlo quería saber porque la curiosidad era más grande que cualquier emoción negativa. Estaba en una montaña rusa a cada momento que subía. Y casi sin darse cuenta, la música desaparece, las voces también y el cálido espacio cerrado se vuelve abierto y un poco frío, sin embargo su mente no está pensando en eso. Las acciones ajenas encienden su curiosidad en cada instante que se libera su rostro para dar a conocer a nada más y nada menos que ¡Seiya-sunbaenim! De forma inmediata realiza una reverencia para saludarlo con respeto, como debía hacer ella como inferior en los estratos laborales. El pecho le late aún más fuerte, está confundida y se siente cohibida por la presencia ajena ¿Cómo podía él, tan etéreo y angelical pedir de verla cuando no era nada especial? La desventaja era por lejos mucha y tiene miedo ¿Y si la máscara era lo más interesante que tenía? ¿Y si su rostro sin ella no era de su agrado? Separa los labios para hablar en lo que vuelve a mirarlo, la punta de los dedos le tiemblan y siente la falta del agarre ajeno en su mano sola. — ¿Me buscarás por mi simple máscara? — Simple máscara, simple vestido, personalidad insulsa y poca diversión, todos aspectos que serían fáciles y olvidables para cualquiera que la conociera o que no. — ¿Y si no soy tan...? — Comienza a decir pero la distancia con el contrario la hace levantar una mano para acercarla a rostro ajeno. Antes de efectuar el contacto son sus ojos los que revisan de nuevo que estaba hablando con él, a pesar de la oscuridad, la luz no miente y no está tan perdida como para no saber quién es.— Lo siento — Responde y lleva ambas manos a liberar nudo simple de tras de su cabeza, la máscara cae sobre sus escápulas mientras sus dedos peinan cabellos cortos enredados por el nudo. No puede enfrentarlo ahora que sabe quién es — Dieron las doce y la cenicienta volvió a ser una simple empleada — Relata continuación del cuento popular mientras le cuesta mirarlo cuando se siente tan poca cosa — Y el príncipe seguiría siendo príncipe — Con suma timidez espera el rechazo, pero son sus ojos los que suben a los ajenos, serenos y calmos que ninguna máscara podía esconder, y no importaba lo que ocurriera después al menos se guardaba lo vivido hasta ese momento
Seiya: la máscara pasaba en sus dedos, jugueteando estos un poco con el accesorio, una manera de simple dejar ir algo de ansiedad... no cayó en cuenta del silencio que ahora les rodeaba o la privacidad de la que pronto disfrutaban hasta que el aíre tan fresco pegó en su rostro. aun con una sonrisa que se amplía ante movimiento tan inesperado de la mujer. niega un poco antes de llevar diestra a su cabello y peinarlo hacía atrás, pensando apenas en la apariencia que debía de tener después de estar en ese ambiento tan conglomerado. traga en seco con dificultad, rogando porque no perdiera lo que apenas había encontrado, incapaz de alcanzarlo con esa pobre oportunidad de honestidad, que podría haber salido mal y en lugar de exponer fragilidad para con sunjung, solo le había decepcionado ante la verdad de su identidad. ' iría preguntando por la cenicienta de la noche...' sus mirada baila un rato sobre el suelo, un tanto inseguro por planes apenas creciendo, es caída en sorpresa la revelación que hace que su mirar lento y perezoso se alce para dar con esos mismos cálidos ojos que llevaba viendo tenía rato ya. ' oh... ' cortante respiración cuando observa las delicadas facciones, yendo vista desde sus avellana, recorriendo nariz hasta labios tan delicados que aun le llamaban a gritos, su rostro tan agradable, amable y hermoso... ella era preciosa, de eso no tenía ni dudas antes y menos entonces. ' preciosa. ' dice nada más antes de que su diestra dejara caer la máscara que estaba en su manos y pidiera tacto con el rostro aquel, sus dedos en ternura apoyan dígitos en la mejilla, dando una caricia antes de atrapar el índice con el pulgar en su mentón. ' te recuerdo. ' crece esa sonrisa perdida y hay una remembranza de semanas atrás ya, cuando por mera casualidad había encontrado a la mujer en el suelo en el salón de prácticas, aunque esa aproximación no había pasado a más que simple ayuda donde le había llevado a la enfermería...sí, recordaba haber ido de vuelta a la enfermería para ser recibido con la noticia que la morena había sido dada de alta. recordaba haber preguntando inmediato por su situación los días siguientes a los supervisores de trainees hasta que por fin le dieron noticia de que se encontraba mejor. recordaba haberse alegrado y haber divagado la idea de mandar nota de mejora, de enviar flores de ánimo, planteamientos que no lograron realizarse debido a poca seguridad respecto a la morena y a su papel en dicha vida. la recordaba, por supuesto. ’ ¿cómo está tu tobillo, sunjung? ‘ hay confianza al decir su nombre y no evita carcajear ante ahora una confinidad vuelta broma especial, pues compartía algo con ella, algo tan sencillo como fácil de olvidar y aún así, el no lo había hecho... no la había olvidado a ella.
June: Expresa en carcajadas una respuesta, pareciera como si aquel apodo quedaba con ella, no era la primera vez en la noche que le comentaran aquello, y lo sentía posible, por una noche quién no pertenecía a esa clase parecía mezclarse con los superiores. La reacción la hace respirar profundo y tembloroso. Aferra la máscara sobre su pecho que nervioso sube y baja, desconoce qué ocurre entre lo más, entre el ahora y el antes. Leve temperatura sube a sus mejillas por el contacto, parecía que algo cambiaba aún así se sentía igual de cómoda ¿Cómo podía ser? Era Seiya, no era cualquier persona, alguien como él que era realmente inalcanzable, cuya mente nunca hubiera imaginado aquello. Se detiene, no, no era Seiya...era Sewoon. La leve cercanía que eso le provocó una suave risa tímida. La confesión cae como otro balde de agua, se siente completamente torpe y expuesta ante recuerdo de semanas previas. --- Se curó -- Mira su pie sobre el taco, al moverlo se tambalea un poco y se sostiene de los brazos ajenos para evitar caerse , su máscara cae al suelo y no le importa. Al regresar la mirada, el rostro cercano la inhibe --- Nunca pude agradecerte por haberme ayudado --- Le costaba hablar, obnubilada de pronto por él. No podía entenderlo, no sabía como poder asimilarlo. Le sonaba a un sueño extraño, aquellos que podría tener cualquier fan, algo salido de una literatura juvenil recorriendo las redes de internet. Se queda sin aire por mirarlo y aquello le roba una risa, bajando la mirada y mordiendo su labio inferior por lo tonta que se sentía. Culparía al alcohol, era descabellado siquiera pensar en qué le ocurría cuando aquella noche simplemente podía ser una más, algo olvidable como la fiesta de disfraces pero allí estaba ella, frente a él. Frente a una persona que no podía creer real. --- De no haber sido por ti quizás me lastimaba un poco más --- No suelta su agarre pero desvía la atención a nuevamente su tobillo que ya había curado por suerte, sino estaría muy triste a causa de ello. ---Sewoon --- Comienza a decir antes de volver a mirarlo y no espera antes de respuesta, estira sus pies hasta dejar el peso sobre las puntitas, buscando altura para un corto beso sobre labios ajenos. Se separa, abriendo los ojos para cruzarlos con la tierna mirada masculina y vuelve a poner los zapatos sobre el suelo --- Eres real --- Responde tragando con dificultad y con dificultad para respirar, le contaba aún asimilarlo. Sunjung podía ser muy soñadora, tener esperanzas y expectativas de muchas cosas, pero esa sensación era conocida, era el dejo de una emoción que esperaba asentarse poco a poco. --- ¡Oh por dios! --- Da cuenta que estaban fuera y sin máscaras --- ¿Y si alguien nos ve? Lo siento tanto, tanto --- Pide perdón porque aquello no había estado bien cuando la exposición era factible respecto a cualquiera que pudiera rondar por esos lados.
Seiya: su mirar no se desvía ni un por un segundo, siguiendo esos movimientos cuando la morena fija atención a su tobillo, quería capturar bien esa sonrisa, brillante y llamativa, tan hermosa. traga en seco una vez más y piensa en si la oportunidad perdida aquella vez significaba algo, el haber decidido dar un paso atrás y no buscar por la ajena, quizás un sewoon de semanas atrás no hubiera sido la gran cosa para ella, podría ser que un sewoon de ese entonces podría hasta parecer pesado, patético y torpe, era quizás esa noche la indicada para contacto entre esas dos personas, entre sewoon y sunjung, cuando todo sucedía por una razón, sewoon no podía negarse a lo que enfrentaba... y joder, que estaba tan feliz de estar ahi con ella. una mano vagabunda va recorriendo desnudez del brazo, quedando en el dorso y bajando a esa mano tan delicada, parecía incluso hecha a la medida. ' yo... llegué a preguntar por ti, ¿sabes? me alegró saber que no había pasado a mas. ' admite sin restricción, sintiendo libertad al poner sentimientos y pensamientos al aíre, porque sewoon era un sujeto reservado a su información personal, muchos equivocaban en pensarle un sujeto callado... eso distaba de la realidad, pues era el moreno quien podía hablar por horas de temas sin importancia alguna, pero callar cuando las preguntas tenían que ver consigo y su persona. la confianza que siente ahí, sin embargo, es nueva y agradable. pestañas aletean un poco y no puede evitar el expulsar un exceso de aire en sorpresa cuando por fin escuchar su nombre en boca de la femenina, sonaba tan bien, correcto y como si hubiera estado esperando tanto porque alguien le llamara en ese tono, uno afable y dulce..o podría ser efecto de ella, de sunjung y su voz tan tersa a sus oídos, incluso tendría algo que ver, piensa, en esos labios tan atrayentes y que por un momento parecían ser suyos una vez más, eso antes de que se alejara, dejándole con un suspiro atrapado. ' ya... tranquila. ' busca apaciguar un poco repentina alteración, aun cuando su voz sale faltante de aire, un poco ansiosa incluso. respira intentando pensar, sus ojos recorren el lugar donde estaban una vez más, que aunque prometía seguridad, sabía esta podría ser una fachada para vil mentira cuando las puertas se encontraban abiertas y la invitación para acceder a ese lugar quedaba hecha para todo invitado. 'no te mentiré...' ríe preparando su verdad. 'no me importa que alguien nos vea-' menos cuando ese evento era especial noche para demostrarse a si mismo que él podía dar más de lo que era, que quería ser conocido por compañeros. ' pero no quiero que estés incomoda, ¿quieres salir de aquí? podemos ir a otro lugar... yo no quiero terminar esto así nada más.' es voz tan suave la que dirige que cae en cuenta que entre ella se escapan tonos de afecto hechos tersas palabras que buscaban la seguridad de sunjung y su confianza. en ese momento no había nadie más, era ella y el, no buscaba nada más y necesitaba hacer todo lo posible por mantenerlo así, pues encuentros como eses eran raros y mujeres como ella ninguna, definitivamente
June: No esperaba que lo hiciera, se consideraba una trainee promedio (hasta mediocre) como para que alguien tal como Sewoon preguntara por su bienestar, responde con una timida risa que utiliza para esconder el enrojecimiento creciente de sus pómulos. Sus hombros se elevan sutilmente, como si pudiera esconderse dentro suyo, culpable de error, aunque tranquilidad ajena llega hacia ella como una caricia a su propio enojo consigo misma por no comprender limitaciones en espacios de falsa privacidad. Sunjung era una persona cariñosa, le gustaba aquello, demostrar con una pequeña caricia, un abrazo, un beso...pero tenía que tomar las riendas de su propio cariño por más intención encontrada, no alejaba su condición de trainee ni la de idol del contrario. La confesión enciende sus mejillas sin más, quería no dejarse caer ante los brazos del fino hielo de dos personas que en una fiesta se habían encontrado; intentaba no ceder pero a cada momento no podía evitarlo. Asiente mirándolo --- No quiero que nada de esto te afecte --- Humedece sus labios y baja la mirada. Había aceptado ir a otro lado con él, algo en ella la impulsaba a seguir lo que sentía en el momento y parecía gustarle. --- Y con ese asunto...es complicado --- Comenta con una corta risa, llevando una mano a cubrir su rostro del apocamiento que le recorre el cuerpo en ese instante.--- ¿Cómo...quieres terminar? --- Pregunta mirándolo con curiosidad, redondeados ojitos observando los serenos ajenos, escondiendo su labio inferior con el superior. No buscaba justificaciones a lo que ocurría, la tranquilidad que le generaba Sewoon era poca de encontrar, más para ella que convivía siempre con la necesidad de ser necesitada para ser útil, porque ser útil era lo que había sido toda su vida ¿Y ahora? ¿Con él? Esos miedos se disipaban, se aferraba a una intencionalidad que creía incorrecta, sostenía en su mente un deseo de estar más tiempo a su lado. Había entrado en un estado del cuál no deseaba salir, dónde las dudas rodeaban su cabeza pero no las escuchaba. Cenicienta afrontaba su destino como era, sin lujos ni secretos, era ella frente a quién había sido su príncipe. Sonaba algo soso, tonto, infantil y estúpido por momentos creerlo así. Aferra mano contraria en la propia con un vago agarre que confirma su decisión, de nuevo dispuesta a seguirlo a dónde el dijera, a donde él quisiera. Más allá de los límites, por fuera de un espacio dónde los juegos se tornaban extraños, impaciente por un calmo espacio dónde, también, poder liberarse de sus zapatos que comenzaban a molestarle la planta de los pies.
Seiya: es nuevo en ese sentimiento que la adrenalina le ocasionaba. si, había momentos en sus conciertos que se comparaban con una emoción que subía por su sangre, que hervía en nueva energía pero eso era diferente a lo que podía palpar en ese instante. gustaba de sunjung y lo había comprobado en cuestión de una hora. ¿no era así como funcionaba eso? una persona veía a otra y sentía atracción inmediata en ocasiones, era una reacción química no controlable y eso había sucedido, una serie de reacciones que no podía manipular aunque quisiera, no controlaba que esa voz le calmara y agradara tanto, que esos ojos le dieran cálido sentir no estaba en sus manos, ni que esos labios le volvieran un idiota necesitado por besarlos o que esa mujer tan única, agradable y asombrosa le comenzara a calar en su interior, despertando curiosidad y adoración instantánea. ¿era culpable de eso acaso? ’ no tienes porque preocuparte de eso… yo siento que estamos haciendo algo bien. conocerte se siente bien, estar contigo en este momento me parece correcto. ‘ y si había consecuencias seria punto aparte, algo que por el momento le tenía sin cuidado, pues sewoon comenzaba a plantearse la idea de salir honesto a superiores si era necesario. ocultarse era lo que le parecía una mala idea, propicia para una primera vez, pero no el camino permanente que quería seguir…porque nunca se había sentido así, no realmente y si ser nuevo en ese tipo de sentimientos era un defecto, ya lo averiguaría. pronto, ríe quedo ante pregunta y mordiendo su labio inferior piensa unos segundos. ’ acabamos de encontrarnos y quiero saber más de ti. supongo que quiero terminar con una idea más que tu nombre y que somos compañeros. ‘ conocerla no tomaría solo una noche, lo sabía, pero era un buen inicio, uno que comenzaba a creer expectativas. una vez más, con su mano entrelazada alza estas para buscar el dorso de la femenina y dar un beso ahí antes de girarse y avanzar, sabiendo que girando por esa entrada darían con la salida y a un costado, el sitio donde aparcaron los automóviles. ahí va, avanzando a paso veloz entre favor que les hacía la noche, apenas encontrando camino con los faroles que colgaban en las paredes, una y otra vez gira la vista para observar a sunjung y dedicarle una pequeña sonrisa. unos segundos se detiene antes de alcanzar el puesto del ballet parking, quien tenía en posición las llaves de su vehículo. ’ ¿quieres esperarme aquí o vienes conmigo? ‘ no presionaría su suerte cuando la comidas de sunjung estaba en cuestión a tratar y seguiría lo que ella sintiese más comodidad.
June: Sonrisa reposa en sus labios, claro que compartía, coincidía que el amor era un hecho innegable que la oportunidad pasaba pocas veces para rechazar la posibilidad cuando se presentaba alguien que despertaba interés. Pero su condición era distinta y ella no quería que ocurriera algo como los otros grupos involucrados por su relación, al menos esperaba que tuvieran una si estaban poniendo en riesgo sus carreras. — Para mí también, por eso no quiero lastimar tu carrera — Insiste, claro que si fuera a dejar libre todas sus emociones no le importaría estar abrazada al contrario en ese mismo momento, jugar con su cabello, preguntarte qué dibujo veía en las estrellas, pero no. Debía ser lo suficientemente consciente del espacio, aunque el alcohol estuviera bloqueando por momentos esa consciencia, lo intentaba. — Está bien — Expresa con una corta risa que busca esconder pero de todas formas huye de sus labios. — Yo también quiero conocerte — Confiesa, por momentos sentía que debía serle tan honesta como el contrario estaba siéndolo con ella. Toda esa travesura que parecía juvenil, secretos y vergüenzas que hacían que pareciera que nunca hubiera sentido algo por alguien. Se sentía un poco cargada en ese momento, demasiadas cosas en su cabeza y recorriendo su cuerpo para poder definir nada. Acompaña caminata con el paso que puede, sintiendo la brisa de la velocidad moviendo su cabello, olvidando por completo máscara comprada en el mercado, ya no la necesitaría al menos no con él. Una aventura que parecía aún intrigar aún más a Sunjung, a la espera de lo que fuera que ocurriera, estaba preparada para descubrir los secretos del destino que había cruzado su camino con Sewoon. Quería reírse pero sabe que debe callar, etérea era la forma en la que el cabello de Sewoon danzaba al aire, no negaría que entendía a aquellas que estaban siguiendo su carrera como artista cuando su sonrisa parecía ser la puerta al cielo. Detiene su paso y libera agarre de mano ajena observando personal a cargo. — Te espero aquí ¿Okay? No sabemos quién es...— De nuevo preocupada una timidez aflora en intentar esconderse — No sabemos si...mejor te espero aquí — Le sonríe y su mano entra en contacto con brazo ajeno intentando dejar una caricia pero por ser precavida, palmea dos veces la zona, devolviendo los brazos a su cuerpo y cruzándolos para esperar con un poco de frío.
Seiya: podría jurar se restaron varios años, que así es como el amor adolescente te hacía actuar y lo que te hacía sentir, sewoon era un sujeto que por meras cuestiones de la casualidad, no había tenido más de dos relaciones en el pasado, una no correspondida cuando chiquillo, con niña ilusionada por un primer amor que el no supo como corresponder y la otra antes de su ingreso a la compañía, terminando antes de empezar, poco importándole dejar a la mujer aquella. vaya sorpresa era pensar en ese instante que por sunjung pelearía incluso, hablaría con directivos e incluso prueba ahí, de que era capaz de abandonar la fiesta con su compañía con tal de estar a su lado el mayor tiempo posible. comprende un poco, sin embargo, la posición en la le ponía, el se enfrentaba a algo nuevo y quizás comprometedor y no veía objeción a lo que sentía, pero ella recién empezaba una carrera… la entendía ahora y si estaba en sus manos, la protegería cómo sentía ella a él. ’ no demoraré. ‘ dice antes de buscar a su alrededor por testigos y dando con ninguno siente confianza de dar un beso rápido en la mejilla de la mujer, riendo como chiquillo que había hecho una travesura antes de huir. son sus pasos rápidos para pedir su automóvil y espera por este le traiga el mismo, una, dos, tres veces son las que gira para buscar a la morena con la vista, asegurándose este esperando, es en una de esas que su auto se asoma detrás de cajones donde otros se encuentran estacionados. por fin. amable agradece y se despide antes de subir y echar a andar, buscando con interés por sunjung. al detenerse baja repentino y sonríe a cómplice. ’ andando. ‘ su mano busca reposar en la espalda ajena para guiarle a la puerta de copiloto para abrirla por ella. dando un ultimo chequeo a la zona, siente se encuentran libres de por fin irse y buscar camino, no espera nada para subir de vuelta al auto y al arrancar da un vistazo a sunjung. ’ te diría que fuéramos al edifico… pero no se si sea buena idea llegar juntos. ¿quieres ir a mi casa? ‘ piensa inmediato mientras avanza dejando atrás ese lugar donde todo había comenzado.
June: Separa los labios para quejarse por acción impredecible y solo puede presionar sus labios entre si intentando demostrarse molesta a pesar de que aquello le generó cierta gracia también. Pie repiquetea con impaciencia, cargada de un leve temor de lo que estaba haciendo, poco a poco el alcohol se iba diluyendo en su organismo y cayendo un poco en consciencia. Antes de darse cuenta, se deja guiar al auto, era extraño porque ¿Acaso alguna vez había estado en un automóvil de ese estilo? Claro que no, sólo camionetas de campo que duraban largas temporadas y aguantaban los peores pesos pesados. Estaba sorprendida y por el otro lado inhibida de estar subiendo a un auto con él y huyendo de la fiesta como si no importase en absoluto. Abrocha el cinturón con sumo cuidado y se aferra a la correa que le cruza el pecho. — Mejor no volver al edificio, no quisiera que alguna de mis compañeras nos vea — Piensa en voz alta y lo mira preocupada, la posibilidad de herir sentimientos ajenos siempre era una preocupación para ella — Entiendes lo que digo — Pide con parsimonia pronta a aparecer en su mirada, lo decía por él, levantaría dudas ¿Por qué alguien como Seiya estaría a esa hora con alguien como ella? No tendría sentido y tampoco quería que hablaran de ella. Entendía que los celos podrían arrancar desde cualquier lado y tampoco estaban en un lugar a dar respuestas o explicaciones cunado simplemente estaban dejándose llevar por el momento— ¿Me llevarás a tu casa? — Pregunta como si no hubiera escuchado bien la primera vez. La ciudad de estaba cada vez más cercana y se veía hermosa a esa hora, más de lo que podría haber imaginado alguna vez. El toque de queda le negaba la posibilidad de salir a pasear tan tarde como quisiera, y no podría arriesgarse a quedarse fuera del edificio sin dónde ir— Si, vayamos allí — Confirma unos segundos luego de pensarlo, ahí al menos nadie les cuestionaría que hacen, nadie la vería entrar ni salir de su habitación, tendría la certeza de que era un lugar seguro para él. Observa el interior del auto con un perfume típico de aquella gama que le roba una sonrisa, toma el perfume entre sus manos y lo lleva a su nariz — Puaj — Bromea exagerando — ¿Has probado el de naranja? — Pregunta entretenida para hacer el viaje ameno y no sólo un eterno silencio.
Seiya: asiente rápido a todo lo que va diciendo la morena, comprendía lo que podía suceder un poco cada vez más. había sido divertido ser impulsivo por primera vez en su vida, dejarse llevar y buscar algo nuevo por lo que pelear, ahora que lo tenía, quería mantenerlo consigo, pues parecía tan preciado y frágil lo que ambos podían tener que aunque hubiera valor en el, este debía perder la batalla ante la sensatez, ese era el primer paso. ’ lo entiendo, por eso, mi casa puede ser una opción... si te parece bien. ‘ sus dedos bien puestos en el volante van presionando contra la funda de piel que rodeaba esa parte, su mente viaja un poco pensando en la situación y lo que comenzaba, no era temor de eso estaba seguro, con ella ese sentimiento se había desvanecido casi por completo, lo que le comenzaba a llenar ahora era ansiedad y expectativa. ya no era un enmascarado más, no ocultaba su identidad y pronto, el quedaría expuesto ante sunjung, ¿le gustaría a ella lo que encontraría? ’ no demoraremos mucho, vivo en el complejo cerca de aquí. ‘ es repentino lo que la mujer hace y sewoon solo puede contestar con una risa y ojos en media luna, observándole encantado, negando a su comentario y contestando quien sabía cuántas más ideas del momento, dejándose llevar por el camino sin establecer tema con importancia alguna. antes de reaccionar con la cercanía en la que se encontraban de su casa, observa unos segundos a sunjung, ella era inocente, divertida y encantadora que parecía imposible. ’ no suelo manejar demasiado. así que lo que sea que encuentres aquí, lo ha puesto mi representante. ‘ hombre encargado casi enteramente de su vida, mismo que apenas cruza su mente, sewoon puede oírle desaprobar de inmediato lo que hacía… pensamiento desaparece cuando el moreno vuelve a sonreír. ’ te parecerá que nadie vive aquí — ‘ pausa antes de entrar por la calle que daría con su hogar. ’ pero es solo que suelo pasármela en el estudio del edificio… tengo incluso un sofá cama que uso más que mi habitación aquí. bien, aquí estamos. ‘ se ha detenido frente a espacio de la entrada, el sitio era adecuado, escogido por el y sus padres. una ves apago el motor baja del auto. ’ espera. ‘ es rápido en avanzar para abrir la puerta de la mujer y esperarle… comienza a creer, que eso era una cita.
June: El tramo que había sido largo, parecía corto en compañía ajena, entre risas y comentarios compartidos que a ese momento no eran tan importantes y por lo menos distraían su mente de lo que en realidad se avecinaba: la casa de Sewoon. No es que no toma magnitud del asunto, es consciente pero es otra sensación la que va al mando en ese momento y no permite que la culpa inunde su perspectiva y arruine el momento más agradable que había tenido en toda la noche desde que había llegado. Entre tantas cosas, ser engañada para que sacarse los zapatos, que Sari se le avalanzara, el joven de las alergias ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ella sentirse mal cuando realmente se sentía cómoda al lado de la presencia masculina? Más de lo que podía decir en otras ocasiones. Escucha con atención inclinándose hacia adelante para observar las casas que rodeaban el inmueble del contrario. Cada vez más y más sorprendida por los diseños urbanos de dicha zona y las iluminaciones que realzaban la belleza de la arquitectura. Asiente al escucharle, realmente no era nadie para juzgar su vivienda y le causa ternura y curiosidad a la vez que podría encontrarse allí dentro. — ¿Y nunca vienes? ¿Duermes bien? — Lo observa, sabía que había tenido su regreso no hacía mucho y que seguro los horarios estaban enloquecidos por estar de aquí para allí. Se dio cuenta que no había escuchado álbum ajeno y un poco de culpa hincó su tripa de querer conocerle y ni haber escuchado su música ¿Podría confesar pecado sin que aquello le doliera? Al menos deseaba ser honesta. Sorpresa que la encuentran cuando sus ojos observan el lugar y se queda realmente sorprendida por el mismo, por su tamaño y quizás, creía que era difícil para él regresar solo a esa casa. Acata orden, presiona el botón del cinturón con cuidado en lo que hace tiempo, creyendo que habría alguien fuera y comienza a pensar la idea de esconderse en el espacio para los pies frente a ella, estaba segura que podría entrar ahí un poco incómoda pero entraría. La puerta se abre y se sobresalta de pronto, cayendo entonces a qué se refería, apoyando las manos sobre la falta de su vestido, sale del auto sin que se viera nada indebido. — Gracias — Responde con un dejo de pudor al momento que su mano coloca tras su oreja mechones cortos que molestaban en el rostro. — ¿Hace cuanto vives aquí? — Siente las luces del suelo iluminarle el rostro mientras avanza esperando que la puerta descubriera aquellos misterios que podría considerar como abandono de la propiedad. Su mente aún trataba de asimilar cada detalle, fallando en siquiera poder brindar a su consciencia una verificación de que lo que vivía era cierto. — Debemos apurarnos — Susurra y aferra brazo masculino con sus falanges, si fuera por ella estaría rodeándolo con sus brazos pero se retiene, se reprime porque no es espacio, no es lugar y algo dentro suyo comienza a decirle que no es correcto aún. — Es muy linda — Comenta aún en tono bajo como si su presencia debería mantenerse como un secreto que nadie debería saber, ni la misma casa enterarse que una intrusa acompañaba al dueño.
Seiya: hay una realidad hogareña en esa casa, era suya y el se aseguraba que en el momento en que tuviera el tiempo para llegar ahí, pudiera ser recibido con lo que más le gustaba y le recordara a esa vieja casa en la isla nipona. plantas afuera y luces blancas que hacían ver pulcro el sitio. ’ duermo lo suficiente, a veces más. ‘ se hunde de brazos antes de recibir a la morena en la puerta del vehículo, era en ese estudio de vuelta en el edifico donde se sentía bastante cómodo para trabajar y en su hogar, había una regla importante: este no se mezclaba con el labor que desempeñaba, ese era su espacio para el y su vida personal y quizás esa era la razón del porque solía visitar tan poco la casa, pues sewoon era un adicto al trabajo. avanzando siente la mano ajena sobre su brazo y es rápido en estrechar este contra si, abrazando el agarre con el interior de su brazo, dejando una mano sobre esa que le sostenía. ’ la compré hace dos años, antes de eso vivía con mis padres… ‘ debelando poco a poco su vida se da cuenta que es fácil sincerarse con esos pequeños detalles, mismos que quizás una o dos personas sabían y eso quizás era por razones laborales, como su representante y ese hombre que le asistía de vez en cuando. ’ ya… no hay prisa, tenemos toda la noche y tranquila. ‘ se inclina un poco para que su voz llegara a los oídos de la mujer, imitando su susurro tan enternecedor. ’ no hay nadie aquí. solo tú y yo. ‘ al finalizar abre la puerta con su llave electrónica, abre el umbral y son automáticas las luces de interior al encenderse. de adentro se asomaban paredes blancas y tonos grises mezclados con detalles de madera clara. hay pocos pinturas colgadas, en su mayoría cuadros de su familia y unos estantes por aquí y allá, pequeños y bien seleccionados para acomodar en armonía en la casa. entra con sunjung prendada de su brazo y se toma unos segundos para observarle con atención, intentando leer su rostro en busca de dudas sobre lo que acontecía o quizás algo más. ’ bienvenida. ‘ así dejando un segundo a la mujer, vira a su costado donde había un pequeño espacio en el suelo con zapatos de casa, toma dos pares y entrega uno a sunjung.
June: Asiente al escucharle, era algo raro por un lado presenciarlo en un espacio tan íntimo y personal como su propia casa, sonaba a algo descabellado, todavía, pero no quería que aquello se detuviera, esa rueda de sorpresas que continuaba ocurriendo. --- ¿Prefieres aquí o la empresa? --- Curiosa pregunta y sin poder evitar observa el sutil agarre, tenue sonrisa asoma en sus labios pero no dice nada al respecto, está tranquila. Lo mira cuando su tono cambia, quizás tenía razón en que estaba pensando de más pero ¿Estaba mal? Sosiego dentro de su pecho ante la aclaración solos ellos dos, le provocó cierto cosquilleo que expuso en una sonrisa con sus labios. La pronta bienvenida de la casa la hace abrir los ojos con curiosidad, cuando se ilumina su rostro con el rebote de las luces en las blancas paredes. Impasible espacio cuya presencia era otro espacio desconocido, algo más por descubrir. --- Wow--- Habla en un murmullo que esperaba no ser escuchado por el mayor. La seguida liberación la espabila, observándolo. --- Gracias --- Realiza una reverencia tomando el par con ambas manos. Agradecía por dentro poder sacarse los zapatos, desajusta la correa que cruzaba sus tobillos para, con cuidado, dejarlos a un costado, buscando ocupar el menor espacio posible. Tibia es la sensación en sus pies cuando la comodidad vuelve a sentirse. Avanza un poco, esperando que el contrario avanzara sobre el espacio, no quería entrometerse. Sus ojos se distraen entre los cuadros colgados, todo ese espacio que le era ajeno, la hacía sentir aún más pequeña. Muerde su labio inferior con sutileza y suelta una risa --- Sewoon --- Lo llama aún en un susurro y avanza unos pasos para deslizarse con diversión, pocos son los centímetros que llega pero no evita la risa de su intención frustrada. --- Lo siento, soy pésima en esto --- Informa con aún más risas, quizás exteriorizando un poco el nerviosismo que le nace en la tripa de lo que estaba pasando. No eran más que unos pocos minutos de las cuatro de la mañana, algo demasiado extremo para ella desde que había entrado en el programa.
Seiya: le sorprende la repentina pregunta de algo que ni el se había cuestionado antes, no se pregunta el porqué, solo piensa que la respuesta le parecía obvia al menos a él, que pensaba conocerse tan bien y que ya nada de su simple persona podría sorprenderle… error, cuando si había algo nuevo, tener a una chica en su casa, el decidir jugar algo infantil con sus compañeros en la fiesta y aceptar llevar a cabo ese reto, el caer tan fácil en encantos de una mujer, podría ser que no se conocía tan bien como pensaba. ’ ambos. ‘ admite sin mucha dificultad. ’ ambos lugares los he tenido en mente para hacerlos míos y son espacios personales… supongo que me siento bien en ambos. ‘ cada espacio tenía un poco de él dentro, ya sea en adornos, en inmuebles o ambiente que irradiaban. un ejemplo eran las fotos familiares en esa casa, la madera que dejaba aroma por el lugar, las mantas en su estudio, el mismo futón y otras decoraciones suyas. mientras va acomodándose los nuevos zapatos de casa ve su hogar un segundo, pensando que la mujer que limpiaba había hecho lugar en su día para ir a acomodar el sitio, pues después de su regreso a seúl, sewoon había dejado un desastre de maletas a medio desempacar por toda la sala, la cual desde donde estaba,[3:59 AM]se veía limpia y ordenada. es rápido para sacarse el saco largo y dejarlo en una mesa auxiliar cercana, quedando con su simple camisa de seda blanca, a la cual desabotona en el primer botón, distraído por su nombre en la boca de sunjung regresa al momento que compartían. ’ ¿huh? ‘ no podía haber más duda que la morena sorprendía y sorprendía. ríe divertido ante lo que había visto y no piensa antes de repetir lo que ella había hecho permitiéndose acercarse para después dar un paso más y sostener el rostro entre sus manos, no lo piensa dos veces y da un beso ligero, cariñoso incluso, algo que pronto se había convertido en natural. ’ ¿q-quieres un té? — puedo hacerte un té o ¿tienes hambre? ‘ no pensó en consecuencias de esa unión o en la comodidad de sunjung, por lo que con culpa se separa rápido y la pasa de largo, avanzando hasta llegar a su sala. ’ ¿no estás muy cansada? podemos reposar un rato. ‘ le encara con sonrisa modesta, intentando cubrir el beso sin permiso que le dio.
June: La risa ajena es como una melodía que desea seguir escuchando, quizás es lo marcada que es, su ritmo o la tranquilidad que le proporciona en su totalidad. Y allí con su cabeza entre manos ajenas, espera que actuara, su mirada curiosa en los ajenos antes del encuentro que no podía olvidar, que quería continuar. Corresponde el tiempo que dura, poco para lo que quería, guarda sus labios hacia adentro y desvía la mirada al escucharlo hablar. En su mente se preguntaba ¿Por qué se alejaba? En lo que el contrario comienza a caminar, son sus yemas que entran en contacto con sus labios para afirmar que no era un sueño y a pesar de todo estaba ocurriendo. Decide avanzar, seguirle el paso, aferra sus propias manos en el frente, buscando controlar sus propios impulsos. Quizás era comodidad, o no sabía, pero al menos en ese lugar impropio, no se sentía tan observada, estaba más tranquila y aún así, brotaba timidez de su epicentro. — ¿Las tres? — Responde insegura pero honesta — No quisiera ser una molestia — Admite permitiendo que sus pasos avancen sobre el pulcro espacio que le llamaba, siempre tan explorativa y curiosa que necesitaba saberlo todo — ¿Tú qué quieres? — Estaba en territorio ajeno, al menos podría respetar las decisiones de quien, dueño del inmueble, prefería hacer. Se acerca un poco hacia él, le sonríe — Lo que tú quieras está bien — Y casi toma el impulso de ser ella quien le robe el beso, quién de el paso pero se inhibe por unos momentos. No podía negar que se veía realmente hermoso y aquello comenzaba a desconcentrarla y hacerla preguntarse si realmente era posible que alguien como él tuviera interés en alguien como ella, cuya estatura y presencia no cautivaba como la aparición de su interlocutor. Cualquiera perdería el aliento de verlo, y comenzaba a sentir esos efectos. Se anima a tomarle la mano con ambas propias, separa aquella que sostiene el dorso de su mano para rebotarla en una caricia. — ¿Me haces un tour? — Pregunta divertida queriendo conocer que había allí, encerrada en una duda gigante y de esa forma, en un ingenuo paseo poder conocerle más. — A menos...A menos que estés cansado — Libera su agarre y se aleja un paso, acomodando su cabello tras su oreja con súbita timidez.
Seiya: sus manos tamborilean en el respaldo del sillón de piel aterciopelada y asiente con dos medias lunas en sus ojos, intentando dejar ir esa repentina culpa, pensando en que debía ser más cuidadoso, buscando el porque para el actuar de esa forma le resultaba tan sencillo al lado de ella, como si ambos fueran cercanos desde hacía tiempo y que la necesidad de besarle, algo de todos los días. ’ no, tenerte aquí es un regalo. ‘ admite afable y detiene el movimiento ansioso de sus manos para ser calmado por el toque de las palmas ajenas sobre su piel, sus ojos van a parar un rato ahí y no es lento en que su índice se alce y busque dejar una caricia sobre la piel de la mano de la mujer, ríe un tanto quedó por su acción tan pequeña. ’ tengo unas galletas livianas de vainilla que compré en el viaje, son de una repostería conocida y con té seguro sabrán bien. te prepararé un poco. ‘ antes de poder avanzar queda distraído por la solicitud de sunjung y la sonrisa se amplía confiada. ’ podría estar toda la noche despierto, la verdad tengo aún el horario de america. ‘ muchos ya le habían recomendado el descansar, a lo que el solo podía pensar en el año entero que tuvo de descanso antes de su regreso al escenario. tenía mucha energía, demasiados ánimos y agitación dentro de si y en lo que menos pensaba era en dormir. ’ pondré el agua y vengo para darte el tour. ‘ es delicado en soltar las manos ajenas, se detiene en su carrera a la cocina y gira en sus talones. ’ ponte cómoda. ‘ eran pocas las veces en que sewoon servía como un anfitrión pero tenía los modales para hacerlo naturalmente. avanza hacia la cocina y se dispone a poner el recipiente con agua sobre la estufa, rápido busca por las galletas y la bolsa llena de hojas secas de infusión. ya de vuelta extiende su mano hacia sunjung y le dirige calma sonrisa. ’ vamos. ‘ quizás no habría demasiado que mostrar, podría ser que era algo que nunca había hecho con ningún invitado antes y eso, le llenaba de ilusión.
June: No se acostumbraba a que le dijera esas cosas, la hacían quedarse sin aliento de pronto y sentía que si continuaba de esa forma comenzaría a crearse una pequeña ilusión dentro de su pecho que podría ser sólo un espejismo del momento, una emoción pasajera que tan pronto el encanto acabara, acabaría esa fantasía, tal como la historia de Cenicienta. --- Gracias --- Se inclina nuevamente agradeciendo con debido respeto pero con la timidez de una horda de emociones que se confundía, ¿Debería tratarlo de usted o ya era tarde para los honoríficos? ¿Se sentiría cómodo el de esa forma? Respira hondo con sutileza --- ¿Cómo...fue ese viaje? ¿Te gustó? --- Pregunta al verlo alejarse y avanza para sentarse en el sillón. Se sienta hasta llegar al respaldo pero los pies hacen aire con el suelo y los zapatos de casa se le salen. Cuando se está volviendo a colocar los mismos la voz ajena la llama y se hace de la mano ajena para levantarse, acunándola entre ambas manos, quedando un poco cerca de él. --- ¿La decoraste tú?--- Pregunta mirándolo al caminar, con la falta de los tacos la altura se notaba un poco más. Se bañaba con curiosidad de estar recorriendo paredes ocultas a otros ojos, momento que sentía que era especial. Sewoon no era Seiya, no era el hombre que estaba en el escenario, era...alguien más, alguien especial que quería conocer. --- Es muy grande para ti solo--- Murmura desviando los ojos hacia el espacio, para ella parecía tan grande que hasta le podría generar cierto miedo de estar allí si estuviera sola. Pero desecha esa idea loca de momento, ella no tenía que hacer nada más allí.
Seiya: leve sonrisa que no sabe reaccionar a la inclinación momentánea de sunjung, a lo que respectaba de sewoon, llevaba ya un rato usando un lenguaje informal con ella, sintiendo completa comodidad por costumbre al ser miembro de más edad entre sus compañeros, con contadas excepciones. lo que menos quería era le viera como otra cosa diferente a un amigo, no era un superior en ese entonces en ningún sentido. ' me encanta viajar, fue muy agradable... con sus diferencias a casa. ' contesta antes de que tomara su mano, una vez esta lo hizo sewoon se gira y comienza a halar para guiar. ' sí, la gran mayoría de lo que está aquí lo elegí yo y mis padres. ' dice antes de observar a sunjung y hundirse de hombros, incapaz por primera vez de hablar en claro hacía ella, porque sí, era grande y en ocasiones un lugar solitario, solamente cuando su mente se iba a lugares abstractos, en donde pensaba sobre su vida y estado social. una casa grande que no ocupaba más que a una persona y rara vez invitados. ' bueno, esta es la sala, la cocina la tienes aquí adelante. con una estufa que te prometo nunca he usado. ' ríe en constancia a burla de su propio desconocimiento de la cocina y apenas habilidad para hacer ramen y otras botanas. ' ven. ' hala el agarre y se dirige a las cortinas que ocupaban la pared adyacente de la sala, mueve un interruptor en la pared provocando que las pesadas cortinas blancas comenzaran a moverse, mostrando la puerta que daba al patio interior que dividía por en medio la casa. ahí en ese patio, había un cerezo posterior a una pequeña fuente decorativa alumbrada y blanca, césped que se acomodaba en todo el sitio y unas cuantas piedras que hacían un camino hacía el otro extremo. ' mi patio y del otro lado... las habitaciones, ¿quieres salir? ' con mano en puerta corrediza, espera un poco por la respuesta.
June: Le sonríe, sonaba tan lindo poder conocer más allá del agua que los rodeaba, ver otros continentes, otras personas, otros paisajes con sus propios encantos y secretos culturales que esperaban ser explorados. Corea del Sur para ella era un misterio en si, pero la idea de viajar le generaba un poco de ilusión sobre lo que pudiera llegar a conocer. --- ¿La comida era rica? --- Arruga la nariz con la duda, quizás podía ser difícil acostumbrarse a otro tipo de comidas y no perdía la esperanza que existían cosas que podrían no ser del agrado del mayor. Lo mira y la yema de sus dedos acaricia con cuidado el dorso de la mano ajena, como si de esa forma pudiera expresarle que en ese momento no estaba solo. Quería decirlo, pero era suponer que se sentía así y no estaba de todo segura que así fuera. Se ríe ante el detalle del artefacto sin uso. Se deja llevar sin rechazarle, avanzando a paso más rápido para alcanzarle, con cortas risas que aparecen esporádicas en sus labios por lo pequeña que se sentía frente a esa situación. No pequeña, más bien completa, como si aquello fuese una aventura que buscaba pero no sabía que quería.--- Wow --- La sorpresa se traslada a su rostro cuando el movimiento comienza y se sobresalta un poco ocultándose tras el brazo ajeno. Lugar tan precioso que no hubiera esperado que existiera en esa casa, no sabía qué pensaba que podría ocupar tanto espacio pero desconocía que aquello era. Se encuentra distraída por el encanto del espacio, con aún más curiosidad de cruzar el umbral y poder explorarlo --- ¿El patio si lo has usado? --- Bromea entretenida y asiente, su labio inferior atrapado por el superior. --- Oh, espera... --- Observa los zapatos prestados y vuelve a mirarle --- ¿No crees que se ensuciarán? -- Pregunta apenada por la posibilidad de generar un problema en el contrario, suficiente estaba haciendo allí invadiendo su espacio como para tener que encargarse de limpiar aquello. --- ¿Hay más de una habitación? --- Pregunta dando cuenta del plural que había utilizado y arruga el entrecejo volviendo la vista al espacio que parecía de ensueño. Un encanto casi de fantasía, un espacio que comenzaba a llamarle más y más.
Seiya: sewoon siempre había creído en lo que era el destino. lo tenía presente cuando logró continuar ese camino hacía una vida profesional que le permitiera viajar, conocer y adentrarse en un mundo nuevo, sabía que era el destino la demografía donde residía su popularidad y era por esa misma razón, por la que sus seguidores significaban tanto para él, ellos destinados a ser suyos y el destinado a ser de ellos. viajar para él, era un placer, un gusto y lo que más le gustaba hacer. ' hay muy buenos lugares para comer pizza y los restaurantes soy muy lindos y bien decorados. dejaba de lado el admitir que lo que llegaba a comer mientras en promociones, era lo mínimo de lo que podía disfrutar de la gastronomía americana, pues aun en ese lugar, tenía un régimen que seguir. sus ojos alumbrados por los recuerdos, la noche y la compañía van a parar a la morena cuando ve ese pequeño sobresalto. ' linda. ' gesticula en su boca sin sonido alguna saliendo de esta. ' sí. este es mi lugar favorito... ' eran de esas pocas veces cuando se encontraba en su hogar, que utilizaba el patio con la mesa de exterior para desayunar, sentarse a tomar un té a medio día o prender el mismo el fogón para acomodar una noche fresca. ese era su pequeño pedazo de paraíso, uno que imitaba el que de vuelta en japón disfrutó por unos años, asemejaba el patio de su primera casa en la isla y ese parque que solía visitar de vuelta del colegio. ' ah, no es problema. ' sus ojos van a parar a sus zapatos de casa e inmediato abre la puerta corrediza, recibiendo brisa fresca de madrugada, para salir había un pedazo de pasillo sostenido por pilares de madera que rodeaba la estructura interna, donde podrían caminar por el piso entablado sin problema.' esta es una casa familiar. ' avanza por el pasillo exterior despacio, con mirada en las habitaciones adyacentes. ' cuando compré este lugar, no tenía en mente que fuera una inversión a corto plazo. lo compré porque quiero vivir aquí por mucho tiempo, me recuerda mucho a mi casa en tokio y hacer este lugar mío y de mi familia era algo que quería hacer. ' pronto podría ser el pensar en los planes futuros que tenía para ese lugar, pero su mente estaba decidida, el quería vivir ahí, crecer ahí, envejecer en ese sitio y podría estar solo entonces, pero esa imagen solitaria nunca estuve en su mente cuando compró la casa tan hecha a su medida. ya del otro lado del patio, hay una puerta corrediza más, la cual abre de inmediato, con luces automáticas reaccionando, ahí se encontraba su habitación, repentino observa a sunjung. ' uh... aquí es mi cuarto, pasando la puerta está un pasillo que conecta con otra más, que suelo usar como pequeña oficina. ' forma sus labios en una linea antes de virar la vista sobre su hombro ' seguro ya esté el té, ¿vamos? '
June: Los ojos vuelven a él, entendía porque, el espacio brindaba una privacidad incluso en su cualidad de abierto. Se podía ver el cielo y se respiraba aire fresco, era calmo y sereno. Estaba segura que por las tarde el espacio era realmente agradable más cuando la temperatura comenzase a subir y las flores a crecer de nuevo. Abre los ojos con sorpresa y su piel reacciona ante el leve frío que ingresa de afuera. Utiliza la mano que sostiene de soporte la ajena para acariciar su piel y eliminar aquellas montañitas que se ocasionaron por el cambio de temperatura. Le sigue con cuidado de que aquel calzado no se le saliera, era divertida la sensación del talle mayor para sus pies. No había comentado nada al respeto porque ya pedía demasiado y sólo quería seguir a su lado. Escucharle hablar era algo tan interesante, tenía tantas preguntas. --- ¿Planeas mudarte...pronto aquí definitivamente? --- No era como si lo cruzara demasiado durante la semana, pero ¿Y si eso quería? ¿Y si quería verlo más seguido? Aquella casa, su hogar, tenía una energía tan sutil pero que aclamaba aspectos que reconocía en el contrario, y la empresa siempre estaba cargada de caos. Curiosa, no quiere mirar demasiado dentro, siente que el espacio es demasiado privado y un nerviosismo recorre desde la nuca hasta su panza --- Es...lindo --- Comenta desviando la mirada, de pronto con un flojo sonrojo sobre los pómulos. --- ¡Si! --- Responde de inmediato queriendo remover ideas que no eran correctas por el momento. --- Sewoon --- Lo frena antes de salir, y vuelve a ponerse de puntitas, posando su mano sobre mejilla derecha y deja un corto beso sobre su mejilla izquierda --- Gracias...no tenías que... esto --- Torpe se expresa sin llegar a sentido claro para decirle que agradecía que él estuviera abriéndose tanto con ella. Su curiosidad crecía y crecía pero hasta el momento no había dicho nada de si y le parecía injusto --- Tu casa es muy linda y...--- Observa la mano impropia que aferra con la suya --- Estoy segura que algún día harás de ella un verdadero hogar --- Asiente y respira hondo antes de exhalar, continuaba con tibio nerviosismos en su sistema. Pero no era de aquellos que se sentía incómodos, molestos o hasta de los que obnubilaban su percepción, sino de aquellos cuya presencia ajean disipaba con una simple mirada. Estrecha mano ajena aún sin poder devolverle la mirada, esperando que comenzara a caminar de nuevo hacia el otro lado. Pequeño frío sentía a causa de la prenda que tenía y por un momento pensó que había sido torpe de su parte no haber llevado un saco. De no haber sido por Misun, su compañera de habitación, lo hubiera hecho, más esta le explicó por qué esas dos prendas no combinaban, y aceptó.
Seiya: reacciona un segundo al saludo de la noche fría de parte de sunjung, pero su mente atiende la pregunta antes, negando a esta, no pensando demasiado al respecto, esa era una casa que se argumentaba grande y que cuyas paredes crecían sobre él cuando eran noches frías las que le hacían pensar en la soledad que afrontaba y que aunque gustaba de su privacidad, compartir un nada, le hacía en ocasiones preferir por mucho más el edificio de tres niveles con sus compañeros. siempre había ruido detrás de su puerta de estudio, los pasillos llenos con gente que se ocupaba en sus asuntos y aunque no compartiera ni una palabra con estos, sentirse acompañado era preferido en su patético adentro, aun si era una seguridad falsa, una compañía de completos extraños que no pensaban ni por poco en el solista. es antes de avanzar queda quieto recibiendo el casto beso sobre su mejilla, respondiendo en su momento con un movimiento al acercar el rostro a la mujer y siente una repentina calidez en su pecho, algo que le hacía entristecer un poco, pues ese beso, era un detalle que tenía tiempo no había recibido y piensa, como un simple beso podía hacerle sentir al menos un poco mejor, hacerle sentir acompañado. ' gracias a ti, por estar conmigo hoy. ' aprieta su mano que sostenía la ajena y observa a sunjung por un rato, quedando prendado por la belleza ya comprobada, mirando bien su rostro y sintiendo repentina suerte por tenerle a su lado, al menos en ese momento y sí, siente que lo que comenzaba ahí, era algo que querría mantener, cambiar un encuentro tan simple a algo más profundo, pues se siente tan bien a su lado, que dejarla ir, no estaba en sus planes. ' ah. ' reacciona de momento, recordando lo que quería hacer al momento de ver ese escalofrío en la morena y entonces, dejando agarre un segundo para avanzar veloz hasta su closet, de donde saca un hoodie rojo quemado, regresa así y se lo entrega. ' no quiero que te enfermes, por favor ponte esto. 'extiende la prenda con sonrisa apacible en su rostro. ' vamos por ese té, así entrarás en calor, ¿si? '
June: Seguía repitiendo que era extraño, era nuevo pero conocido a la vez, era una emoción que hacía tiempo no sentía y creía que dejaría de lado cuando se aprobó su presencia en la empresa. Se había asegurado que sería una artista prodigio, confirmando que al entrar era una más del montón hasta incluso, las menos destacadas. Le responde con una sonrisa, si hubiera tenido un poco más de valor lo hubiera besado en los labios pero al recordar reacción ajena luego de ello, se retuvo. El lugar dónde estaban podría enviar un mensaje confuso, no es como si no quisiera, pero no era el momento, quería escucharlo hablar, que le contara de sus viajes, de sus padres, su tiempo en Japón y por qué había decidido ser idol. Era privilegiado por sostener una carrera por si mismo y como la artista que había dejado la empresa no hacía poco tiempo atrás. Lo observa alejarse y abraza su cuerpo en reaccion. Mira sus acciones cuando no espera lo siguiente. Sus ojos redondos van de la prenda hasta su rostro. Aquel detalle, ese detalle, era una sensación nueva. Pocas veces se sentía cuidada, pero porque siempre desligaba esa responsabilidad de los otros para hacer frente a sus propias situaciones y reafirmar su independencia. Muchas veces con Yuna, intentando prometerle algo que no podría cumplir porque no quería reposar en la menor la responsabilidad que era suya sobre ella. Estira la mano y con cuidado se coloca la prenda. Quedando prácticamente escondida entre la capucha sobre su cabeza y las largas mangas. El largo de la prenda se extendía un poco sobre el final de la falda de su vestido, dándole un efecto pomposo a gruesa tela — ¿E.T. llama a casa? — Bromea estirando una mano con el índice extendido, lo único que podía escapar al puño de la manga. Lo observa soltando una risa, la capucha le cubría los ojos— ¿Dónde estás? No te ocultes — Juega entonces estirando ambos brazos como si pudiera dar con él de esa forma. Solo veía el suelo y no intentaba volver a ver simplemente quería divertirse momentáneamente. La liberación no es nada más y nada menos que, por primera vez sentirse realmente cuidada por alguien
Seiya: espera a que el hoodie estuviera puesto para quedar frente a él ese pequeño bulto oculto en la prenda, que incluso a él le iba un tanto holgada debido al diseño. ’ ¿q-qué? ‘ ahogadas palabras antes de estallar en una carcajada confusa y sin esperar, toma ese pequeño dedito con su mano. no entendía muy bien lo que sucedía, pero podría jurar que ella era la persona más encantadora que había encontrado, era su apariencia en ese instante y líneas improvisadas las que provocan que sewoon de un paso hacia atrás, intentado ocultarse de encapuchada de apenas un metro y un poco más. la entretenida carcajada va acabando cuando lento mueve la capucha y descubre a la mujer que se ocultaba. había cabellos sobre su rostro, provocando un aspecto enternecedor y así, entre risas sewoon aparta estos, delicado aún cuando intentaba despabilar de la escena. ’ eres extraña... me encanta. ‘ admite sin filtro alguno, desvaneciendo la magnitud de su amplia sonrisa para mostrar un aspecto más cohibido, pues se había sincerado de forma tan repentina que pensaba esto podría caer de mala manera a sunjung,esa idea le crea un pequeño conflicto que disipa al regalar una risa vuelta exhalación. su mano viaja del rostro que sostenía mientras peinaba sus cabellos fuera de este y llega a ese dedo único ya por debajo de la manga, ahí, aferra su índice y gira para comenzar a avanzar camino regreso a la casa. ’ cada vez quiero conocerte más. ‘ va en voz alta ese pensamiento, que adorna en un tono de voz sencillo, casi curioso y divertido. mantenía esa instancia que había dicho de vuelta en la fiesta, donde aseguraba que necesitaba saber de ella, se da cuenta entonces que no ha podido saciar esa curiosidad y por mucho que hubiera hablado con sunjung, todo era respecto a él, un defecto encontraba en la comodidad entre ambos tan natural que se sumaba a su despistada persona. ’ ¿cuantos años tienes?, ¿donde naciste?, ¿tienes hermanos? — todo eso. ‘ reprime sugerencia sobre dudas de su carrera, pues quería primero conocerla a ella, a un nivel en donde un amigo conoce a otro y esperar por desvelar ese lado laboral que de cierta forma ya les unía.
June: El contacto la hace frenar, riéndose mientras deja que el contrario le vuelva a devolver la normalidad a su campo visual. Abre los ojos y expone un corto puchero con los labios, sentía un poco de pena por ser pequeña de altura. Abre los ojos para reencontrarse con el hombre, poco a poco la risa se va calmando y suspira, tan pronto el pecho le pesa de mírale. La curiosidad brota al cambio de expresión ¿Había sido muy raro? Quizás tendría que haberse callado y aprovechado la prenda con la que ahora se inundaba del aroma ajeno. La risa entonces apacigua de nuevo su interior, podría escucharlo reírse un rato más y juraría que hasta podría dormirse escuchándole reír de esa forma, porque era casi como una caricia al alma la melodía de su risa y como las mejillas sobresalían, los ojos se achicaban. Suspira de nuevo pero con sutileza. Silencio que encuentran cómodo, silencio que no le molesta, deja que la acomode apreciando el gesto más de lo que podría, más de lo que debería. Le sigue el paso con amplia sonrisa, intentando de nuevo no perder calzado ajeno. Le sorprendía cómo podía ser tan honesto y tan abierto, a ella se le cerraba el pecho de lo que quisiera decirle porque no podía conciliar la idea de que aquello no estuviera mal. La dejaba de lado y con eso podía darse el gusto de apreciar su fisionomía característica, perfecta, modelada con una fina mano casi de los cielos. Suelta una risa por la cantidad de preguntas y observa sus pies. Su vida no era tan interesante, no tenía elegantes fiestas, viajes a países extranjeros, música por doquier y un nombre conocido. — Tengo veintitrés — Comienza a decir cuando su mano se extiende para que sus falanges aferrarsen la masculina, retomando el lugar que quería estar. — Soy del sur de la isla de Jeju ¿Conoces?— Pregunta elevando la mirada al rostro ajeno, ya próximos a terminar de cruzar el jardín— Tengo dos hermanos, soy la...del medio— Hablar de ella sonaba raro pero quería contarle, le costaba un poco más pero quería poder compartirle tanto como él había compartido — Mí familia, tiene...campos de Mango en Jeju y solemos abastecer a algunos almacenes cercanos y en primavera y verano, vendemos nuestro propio jugo exprimido a los turistas — Cuenta pero siente que la información no podría nunca ser tan fantástica como la contraria, de pronto se siente un poco inferior. —¿Tú tienes hermanos? —Pregunta entonces, el frío se había ido cuando cruzan de nuevo el umbral para regresar a espacio común. Lleva la mano cubierta por la tela a su rostro, dejando caer la manga acomoda su cabello tras la oreja, quizás debería dejarlo crecer un poco.
Seiya: es el movimiento en la mano tan esperado que toma inmediato la palma completa dentro de la suya, como si esa unión fuera necesaria. con memoria sobre donde sus pies van se permite que su vista no deje ni un segundo de ver a sunjung, con un completo interés por escuchar todo lo que decía. asiente al conocer al fin su edad y rápido agrega: ’ ohh... ‘ al descubrir su lugar de origen. claro que había escuchado de la isla, pero nunca había tenido oportunidad de visitarla. ’ genial. ‘ admite asombrado por la información y solo puede pensar en lo que sería crecer en una isla, en las diferencias que la gente de allá llevaba en sus vidas, lo hermoso de vivir cerca de una playa, pues aún en esos años en tokio, el viajar a costa tomaba un buen rato. intentan visualizar a una sunjung más joven, creciendo en ese lugar y crece en el sentimiento enternecido. en lo siguiente continúa con esa sorpresa en su rostro, creciendo poco a poco asombro al escucharle. ’ seguro es algo que te dicen todo el tiempo, pero — ¿te mandan mango seguido? ‘ intento pobre de broma queda en el aire cuando ríe avergonzado por este, el dorso de su mano cubre por primera vez su sonrisa e incluso, sewoon se hunde un poco de hombros. ’ suena asombroso. una vida así, es decir. ‘ se imagina las costumbres que sunjung compartía con su familia, las actividades hogareñas y las labores de cada miembro en el negocio familiar, sabía que de no hacer seguido una carrera como ídolo, su decisión de vida no distaría mucho de un ambiente natural como ese. dentro de su casa siente el ambiente cálido abrazarle y escucha desde donde estaba, el agua hirviendo chiflar de forma queda dejando escapar el vapor. no suelta a sunjung mientras avanzan hacia la cocina, sino hasta entrar ahí y dirigirse a la estufa para tomar el hervidor apoyado de un cuadro protector. ’ tengo dos hermanas mayores... quienes me llevan por varios años. ‘ añade sin pensar demasiado. ya estaban listas las tazas, que había dejado en la isla de la cocina antes de ir con sunjung, una vez el agua caliente está ahí toma dos infusorios, uno en forma de un gato azul y otro blanco, regalos de justo las personas que mencionaba. ’ en el gabinete de arriba... ‘ dice continuando con la preparación. ’ está la caja con galletas, ¿podrías tomarla? es plateada. ‘ pausa asimismo sigue en lo suyo. ’ ¿cuanto tiempo tienes fuera de casa?, ¿cuando llegaste a seúl? ‘ continúa la conversación, aún intentando mantener una unión entre su curiosidad y la emoción de seguir descubriendo más de la mujer.
June: Libera la risa que guarda en su pecho, que afloja la tensión de su vida campestre, neutral y en momentos monótona —A decir verdad, no me lo preguntan seguido — Arruga la nariz con una expresión de desapruebo. También tenía en cuenta que poco hablaba de su vida personal y que a pocos les contaba sobre los campos de su familia que servían de sustento. Esperaba que esa temporada fuese positiva para que el enviarle dinero no fuese un esfuerzo que pudiera perjudicarlos. —Puedo...darte algunos si quieres, mañana...o cuando sea no es...no hay apuro — Nerviosa apura su labia para no condicionar un encuentro a efectuarse al día siguiente cuando no había terminado esa noche. Cuando aún estaba allí con él, y quizás fue la mente que viajando lejos hacia ala rutina de la empresa comenzó a pensar sobre ¿Qué pasaría después? Y decidió cerrar esa puerta, dejarla a un lado porque de nada servía pensar en el futuro cuando aún podía estar acompañándolo. Quizás la llevaba de vuelta a la empresa, quizás terminaban discutiendo, quizás sólo quizás había sido todo un espejismo del alcohol. A contraposición de las ideas negativas, otra parte suya anhelaba la idea de un futuro encuentro. —Depende, no es Japón ni es el resto del mundo, pero Jeju es realmente bonito cuando lo sabes explorar, muchos sólo van a la playa y ya, pero el encanto esta dentro, yendo al centro de la isla, buscando y recorriendo — Se pierde su mente unos segundos en los espacios recorridos de la isla donde había nacido. Su rostro se sobresalta por el ruido agudo del vapor, siente que los oídos están tapados y suponía que era por la música tan fuerte. Cubre sus narinas con una mano y hace presión hacia dentro hasta que el sonido vuelve a la normalidad. Lo observa mientras sus manos se encuentran con la tela en medio, no quería que se lastimara por lo que no habla hasta que escucha el pedido contrario. — Si, claro, claro — Y observa la altura, dado todo lo que hacía el contrario no podía negarse. Se estira y apenas puede rozar con las manos la misma. No dispuesta a ser una carga, pone en marcha una idea a la cual estaba acostumbrada. Apoya las manos sobre la mesada y las usa de ancla para sentarse sobre la misma y conseguir abrir la puerta del mismo, con cuidado de no caerse mientras busca objeto de interés. — ¿Esta? — Expresa enseñando la caja sentada sobre la mesada, las piernas hamacándose con cuidado mientras espera una confirmación. Decide pausar la conversación para poder terminar con la búsqueda que le había encomendado.
Seiya: se siente aliviado cuando su tan inocente broma causa al menos una pequeña risa de la morena, se siente abrazado por la misma cuando sus palabras dan un indicio de un mañana... o unas horas más, en donde sewoon y ella podrían seguir encontrándose. ’ mañana mismo... ‘ pues justo como había prometido, su intención era buscarla y el solo una noche no serviría para calmar su curiosidad o esa emoción de su presencia a su lado. le observa unos segundos más. ’ de eso estoy seguro. es algo bueno que tengas al lugar donde creciste tan cerca de ti y con tan buena imagen, no importa donde haya sido. algún día tendré que visitar jeju... espero puedas darme un tour, entonces. ‘ el mañana, los días siguientes y las semanas por venir eran inseguras, intentaba mantener esa idea en su mente... pero tocaba pared cuando esa postura tan crédula y soñadora que tenía desde siempre le decía que quizás, sunjung era algo nuevo en su vida y no algo nuevo de una sola noche, quería mantenerse cándido aún si la idea era surreal, eso al menos por su tranquilidad mental y por la armonía de la noche. con la atención en llenar los infusorios con las hojas no presta atención a los movimientos de sunjung, no hasta que por el rabillo de su mirar ve el pequeño cuerpo dar un salto, provocando que tuviera que alzar la vista inmediatamente. a mitad de preparación queda atontado unos segundos antes de estallar en una risa divertida. ’ a-ah... lo lamento. ‘ dice pronto. ’ si, si. ‘ los tés estaban listos y no era primordiales de repente, por lo que se apresura hasta llegar a sunjung y reposar su mano en la puerta del gabinete, esperando por ella para que tomara las galletas y pudiera cerrar ese. ’ con cuidado. ‘ su mano libre pasa a reposar en el brazo de la morena, intentando no hubiera ni un mal movimiento que llevara a la hábil mujer al desastre.
June: Intenta controlar la sonrisa de su rostro y asiente — Es una cita — Exclama sin medir sus palabras y se corrige — Quiero decir, claro si, si puedes — No quería presionar demasiado cuando recién era la primera vez que compartían más de unos pocos minutos juntos y por más que sentía interés en el ajeno, y él parecía estar interesado en ella no quería presionarlo. — Es el lugar dónde crecí, uno aprende a quererlo como es con sus buenos y malos, con sus altas y bajas — Eleva sus hombros, podía ser conformista en algunos aspectos pero había aprendido a ver a su lugar de origen como una oportunidad también para crecer en caso de quererlo. Rentar un local frente a la playa y tener su propio restaurante aunque el mismo significara trabajar en temporadas. —S-si, claro, algún día quizás podamos — La posibilidad le sonaba lejana y un poco fantasiosa, sin embargo su mente de retuvo al imaginarlos conociendo la isla y ella enseñándole los lugares que pocos turistas visitaban. — ¿Lamentas mí altura? — Lo mira curiosa al verlo acercarse y suelta una corta risa. Estaba acostumbrada a aquellas hazañas para arreglárselas en esos casos. Captura caja señalada y la aferra contra su pecho para cuando bajara no hiciera un desastre. El contacto la sorprende pero no reacciona más que a nueva cuenta con una corta sonrisa en los labios y un suspiro por lo bajo, creía que comenzaría a acostumbrarse a que él quisiera cuidarla. La idea igual era lejana, ella podría ser independiente pero en ese momento lo permitía, lo aceptaba, lo quería. Baja con cuidado y vuelve a ponerse los zapatos de casa, perdidos entre el tiempo sentada sobre la superficie —¿Te ayudo con algo más?— Pregunta ya avanzando para sentarse sobre el sofá, intentando que la prenda ajena pudiera cubrirla al estar sentada. — ¿Te molesta si subo los pies? — Pregunta apoyando una mano a su lado para exponer el espacio que ocuparían, pero quería verlo y escucharlo y si se sentaba de frente aquello iba a ser complicado. Empuja el puño del buzo sobre su brazo para ganar espacio y movilidad entre la tela de sobra.
Seiya: mirada baja unos segundos cuando aparece una sonrisa enternecida, cuando vuelve a alzar la vista, hay ánimo en su apariencia. ’ es una cita. ‘ repite con total seguridad, sintiendo completar un deseo. ahora, era un hecho, pasarían un rato al menos en la mañana siguiente y no faltaba demasiado, pues la madrugaba avanzaba rápida, pero ahora no sentía hubiera tiempo perdido, estaba con ella en ese instante y podría compartir más tiempo la mañana siguiente. siente afinidad con las palabras de sunjung, pues sewoon aún siendo de corea del sur, veía como su hogar a tokio. eran recuerdos solitarios los que tenía con sus hermanas en incheon, con un tío ausente y una madre que apenas veían, sin saber lo que era una familia hasta que seonggo, su padrastro, llegó a sus vida y les llevó a la isla nipona, donde pudo realmente sentirse cuidado y vivir de mejor manera. deja ir con una sonrisa brillante y quizás confiada ese comentario a respuesta de su insinuación sobre pasar tiempo en esa isla, sonrisa avanza hasta soltar una risa y niega con su mano cerrando el gabinete. en ambas manos lleva una taza, cuidadoso de no regar nada hasta que las deja sobre la pequeña mesa de centro. llevaba además, entre dedos unas servilletas gruesas para comer las galletas, no teniendo demasiados platos de donde elegir, más que esos bowls hondos para cereales. ’ adelante, acomódate. ‘ frente a ese mueble aún estaba un tanto abierta la puerta al patio, que dejaba entrar ese fresca brisa que acariciaba su rostro facilitando un suspiro antes de sentarse avanza a la pared de fuera del umbral de la cocina y atenúa las luces para pasar de un blanco limpio a un ambiente más cálido y relajante, prefiriendo esa iluminación cuando intentaba relajarte. ’ entonces... ‘ imita la pose de sunjung cuando se sienta en el sillón, incluso amplio para el, su brazo se recarga del respaldo antes de estirar para abrir la lata de galletas, invitando rápido para que tomara las que quisiera. ’ ¿hace cuanto llegaste a seul?, ¿cuando saliste de tu casa? ‘
June: Se deshace de los zapatos con sumo cuidado, apoyando una mano sobre la falda y la prenda prestada, para que no se viera nada indebido, sube ambas piernas al mueble para cruzarlas. En lo que se arreglaba, nota el cambio de luz y ahí da cuenta de la falta del dueño de casa. Eleva la mirada hacia el techo, buscando alguna justificación que pudiera dar razón al cambio, pensando que quizás debería dar una mirada a la caja de electricidad de ser así. Estira el brazo para tomar dos servilletas, una para ella y otra que deja más adelante en caso de que él necesitara una. Se encontró en esos segundos, siendo consciente de que aquello no era lo típico de irse de una fiesta con alguien, no era lo que cualquiera haría, podría considerar la opción de una clásica movida de falsa comodidad para tomar provecho pero no era lo que expresaba Sewoon. Quizás recuerdos de su ex, novio inocente pero que obtuvo lo que quiso en su momento. Era distinto, no porque además de ser una persona distinta, se sentía diferente, Sewoon era alguien diferente y eso le recordaba lo especial que podía ser. Roba una galleta, pero la deja sobre la servilleta que había reservado para el contrario y se la tiende, en lo que la mano libre toma otra para ella. --- Hace un año --- Comienza a hablar antes de dar un mordisco, y deja las migas caer sobre la servilleta para no ensuciar tan pulcro mueble.--- Vine con mi padre, él quería asegurarse que Stardust era un lugar seguro para mi, soy...su única hija y le daba miedo, pero no podían venir ambos como quisieran --- Respira hondo corriendo tras su oreja mechones rebeldes que escapaban a su campo visual. --- Nos quedamos una semana en lo de un amigo suyo, hasta que firmamos el contrato y me mudé definitivamente a Stardust --- Mueve una mano de adentro hacia afuera, dejándola casi en bandeja de esa forma explicando su presencia en ese momento. --Mi hermano más chico con mi madre enviaron un video mio a Stardust y luego me contactaron, a veces creo que estoy más aquí por ellos que por talento mío --- Admite como minimizando dicho pensamiento que recorría su mente, y es que la edad no era un factor menor y no existían idols populares que debutaran a esa edad, eran pocos los casos pero no consideraba el suyo posible. --- ¿Y tú? ¿Cuándo decidiste que querías ser idol? --- Pregunta curiosa, Sewoon era esa persona que podía ver como el sistema y a fama no había corrompido su espíritu, al menos no como Jangmi, Jk y Hyojin quienes sus actitudes parecían acarrean un dolor innegable.
Seiya: su rostro ladea un poco y sin terminar su galleta, decide cambiar por el té. escuchaba atentamente asiente lento, comprendiendo y con mirada lenta que baja un segundo, antes de volver a observarle. su asunción era una opinión personal, quedaba en claro que todo siempre ocultaba más que lo asomaba en la superficie. ' tu familia te ama mucho, me doy cuenta. ' un error ya cometido no le evita el continuar soltando esas abstracciones hacía sunjung. sus ojos se enfocan en su taza, donde dedos tamborilean un poco. pensar en el amor que sus hermanos y madre debían de tener por ella para apoyarle de esa manera en el deseo de carrera y además, de su padre, que aunque ya le explicaba un poco de su personalidad, al final, aceptó parecía dejarla ir... pensaba que acompañarle incluso en ese proceso de asentamiento en una nueva ciudad desconocida, también decía demasiado. pestañea sorprendido por la respuesta y sus ojos tiemblan en la sorpresa que guardaba la menor, hay una admiración que comienza a crecer, misma que de por si ya estaba, ahora era aun más fundamentada. ' eso es respetable, pero uno nunca podrías avanzar y mejorar si no dejas que estas sean escuchadas por alguien más... no por mi, si no quieres, pero alguien más. ' aun cuando nunca se creía capaz de dar consejos respecto a su carrera y las distintas ramas dentro del desempeño de esta, decide opinar al respecto, de forma esperaba pareciera educada con la mujer. se queda escuchando aun, manteniendo facciones reservadas, pensativas y serias por primera vez en la noche. no sabía si comprendía correctamente, pero sentía que en su relato, desestimaba varias cosas, lo que resultaba difícil de creer, pues si estaba en el lugar que tenía, era porque tenía talento, carisma además y porque quienes le habían elegido de entre miles de postulantes, veían un futuro prometedor que podría pulirse dentro del edificio..' yo... no lo sé, me gusta mi trabajo, la emoción que siento en esta carrera es indescriptible, aunque a veces... me pregunto como llegué hasta aquí, si está fue mi decisión en verdad o si fue la correcta. ' aprovecha ese momento pensativo para contestar la misma pregunta que le había hecho a sunjung, además de la anterior, ¿cuando había decidido ser un idol? con la taza besando sus labios se reprime un segundo antes de beber. ' no sé cuando decidí ser un idol, es como si esto hubiera pasado de la noche a la mañana... no porque haya sido fácil, si no porque nunca pensé en si había algo más que quisiera hacer y cuando la oportunidad apareció, la tomé. ' su voz tan queda y suave hace que toda la explicación sonara taciturna, por lo que despabila con una sonrisa dulce, intentando aligerar la idea tan complicada que no sabía como deshilar para la mujer. ' no desestimes lo que hacías antes o lo que haces ahora, tus competencias, tus producciones. esta bien tener dudas, no sé lo primero sobre lo que pienses, pero si estoy seguro que tienes talento y puedes ofrecer demasiado. ' le observa con esas palabras tan honestas, su sonrisa queda quieta unos segundos antes de bajar la vista. ' entonces, ¿además de producir, hay algo más que te guste hacer? ' charla pequeña que quita la seriedad de su anterior oración.
June: Responde con la curvatura de sus labios, no podía negarlo, a veces creía que quedaba mezclada en el decorado siendo mujer y siendo la del medio cuando los polos de edades tenían sus propias formas de llamar la atención de sus padre. --- Si, lo sé, pero hay tanto que aprender y...es algo que aún no estoy segura --- Estira un suspiro permitiendo que la infusión entrase en su sistema y cambiara la fría temperatura hacia una más caliente. Era complejo, su mente estaba en demasiados vértices sobre ser o no ser idol, guardaría dentro suyo la razón de que ya no podía echarse atrás cargando la deuda sobre su espalda y con la posibilidad de poder retribuir económicamente a sus padre, al menos para que cuando llegase la mayoría de edad pudiera cubrirles los gastos médicos. Pero no podría contar eso, no quería hablar de dinero con él, lo sentía un abuso. Separa los labios casi, casi diciendo en voz alta que aquella decisión había cruzado sus caminos, pero se detiene por lo cursi y torpe que sonaba decir eso cuando a poco recién empezaban a conocerse. --- Bueno, debes admitir que eres realmente bueno en lo que haces, no cualquiera sostiene una carrera en solitario por tanto tiempo --- Comenta elevando las cejas dejando claro que no era mera casualidad su capacidad y su talento.--- ¿Es tu...pasión?--- Inquiere, porque conocía otros trainees realmente apasionados con la idea de debutar entre Mirae y Mingyu corría la sangre de que realmente deseaban llenar estadios, su rostro en diferentes marcas, stages, música, y todo. Eso le inhibía en partes sabiendo que era una probabilidad entre las mil que existían. Le sonríe intentando esconder esa sonrisa con un nuevo sorbo. --- Quizás, eso...es algo difícil de definir cuando existen realmente personas más apasionadas que uno --- Acomoda el cuello de la prenda por mero movimiento nervioso. Observando el líquido oscuro y el pequeño animal navegando en el mismo, le quita una sonrisa, vuelve a recordar donde está. Si tuviera que agradecer algo al medio, a la empresa, además de los recuerdos que se llevaba y la motivación a mejorar constantemente, podía sumar a la lista ese encuentro, esa noche. Dos jóvenes adultos que de casualidad se habían cruzado. --- ¿Algo más? --- Suelta una corta risa y lo mira antes de beber el último sorbo y dejar la taza de nuevo sobre la mesa --- No lo sé, no me viene nada a la mente--- Confiesa sin más, es que entre actividades diarias no existía demasiado tiempo para el ocio cuando en su hogar trabajaba con sus padres desde adolescencia, el rap había sido su única vía de escape artística y un espacio para el ocio. --- Nada especial, me gustan los dramas, películas, arte interactivo... --- Exhala mientras dobla la servilleta para no dejar escapar a las migas, avanza sobre el almohadon sin darse cuenta para dejar la servilleta sobre la mesa. Era un poco de esfuerzo por la distancia que alcanzaba su cuerpo y la que separaba ambos muebles --- ¿Y a ti? --- Pregunta sin saber si debería regresar donde estaba o quedarse un poco más cerca del contrario, decide ignorar aquello y fingir con normalidad que no estaba un poco nerviosa por aquel acto de inercia.
Seiya: no le culpaba, podría en su lugar entenderla aun más ahora. asistir día a día a un entrenamiento arduo, cansado y agobiante a veces, preocuparse todo el tiempo de las personas que decepcionaría si nada de lo que tenía en planes se conseguía... él solía tener en su mente una pregunta cuando en sus días de entrenamiento: ¿qué haré si esto no resulta?, estaba ahí porque uno de sus pasatiempos le había llevado a llamar la atención, porque leyó justo esa convocatoria cuando tenía un fin de semana libre y porque la sede para la audición le quedaba de paso a su casa, ¿pasión? suponía que eso era justo lo que sentía en cada oportunidad que tenía de subir al escenario, de cantar frente a masas y de exponerse para satisfacer a un público. una pasión obligada que debía expresar con cada presentación, pues ese era su trabajo, pues por eso había trabajado tanto y debía eso y más al público. ' a veces soy demasiado perfeccionista, supongo. ' recordaba el porque trabajar con hyojin se le había hecho tan fácil, el porque admiraba a su compañero y su ética laboral. ' aprecio lo que tengo y sé que debo pagar de la misma manera en el escenario y a la compañía. ' con la mirada que se pierde en su té piensa en si acaso conocería la diferencia entre deber y querer. debía ser un artista completo para la agencia, debía esforzarse y seguir tortuoso régimen para complacer a sus seguidores, debía dar lo mejor de si, porque no conocía nada más que estar en los escenarios... ¿pero que era lo que quería hacer? por un momento tan rápido y sencillo, viene a su mente la nueva producción que había salido a la luz, en donde trabajó como productor y colaboró demasiado con la creación de su álbum y es apenas por un segundo que recuerda lo mucho que se había esmerado, las noches desveladas en donde tenía arranques de productividad, la lluvia de ideas con el equipo, la emoción por componer y acomodar los arreglos musicales y la felicidad cuando el producto estaba terminado, quizás, era algo que no había notado antes... ' es verdad, a veces compararse te hace pensar que otros buscan esto más que tú, ¿no es así? ' se siente comprendido en cierta manera y al alzar la vista, conecta con el cálido mirar de esos ojos brillantes. enormes y hermosos sus ojos, que le arrancan un suspiro vuelto risa. da un sorbo a su té y aprieta sus labios para degustar el dulce sabor que quedaba en estos. con la cercanía repentina no hace movimiento alguno, solo se queda ahí, observandole, queriendo agradecerle en ese instante por estar con el, por escucharle, interesarse y acompañarle... por hacerle sentir menos solo. traga con dificultad y siente emotiva sensación en su pecho, abrumado por algo tan nuevo. ' es muy fácil hablar contigo. ' dice de forma inesperada, como si su boca se hubiera abierto sin el darse cuenta, pero alza un tanto su cuello para cambiar el tema de inmediato. ' los videojuegos, el anime y la música japonesa. ' enlista aspectos que le englobaban como persona, pequeños detalles que le hacían ser el, su tan sencillo el. ' no suelo salir demasiado, pero también me gusta acampar, los pasear en los parques naturales... ¿los días en que grabamos el especial de la compañía? fueron de los mejores días que he tenido. '
June: Inhala asintiendo, quería ahondar en el tema pero no estaba segura si podría escarbar tan a fondo cuando se estaba abriendo para ella. Si preguntaba eso, era por ella, no por él. Porque por sobre todas las cosas Sunjung aún no sentía que se conocía lo suficiente y quizás, sólo quizás si un idol admitía que eso era su pasión, podría convencerse de tal forma pero presionar a Sewoon para obtener una respuesta que debería buscar en ella, no era la forma. Y calla porque no puede completar la idea que se forma en su cabeza, casi como una pregunta filosófica que la respuesta solo se puede dar con la conclusión de una nueva pregunta que abriera otra puerta a su interior. —Eso no es malo, yo también lo soy — No lo negaría, trabajaba para esforzarse y siempre pedía ayuda en caso de necesitarla, porque deseaba aprender, deseaba mejorar para que la posibilidad de debutar pudiese estar cercana. — Más que compararme es algo...real ¿Has escuchado del grupo de trainees que fueron backup dancers para SOS? Bueno, una de las chicas se fue pero son los más populares entre los trainees, Mirae-ssi es un tanto intimidante, he trabajado con ella y... realmente quiere eso, hasta me hace dudar de si merezco el lugar— Admite en voz alta algo que no había podido expresar cuando había compartido con la menor el espacio en pares. Ella era organizada, estructurada, no dejaba avanzar hasta que estuviera perfecto cada paso. Sus palabras la hacen abrir un poco los ojos, con la respiración un poco agitada de momento, y baja la mirada a sus manos de pronto que volvían a estar cubiertas por los puños del buzo, mordiendo su labio inferior para aguantar la sonrisa de su boca. —También me gusta hablar contigo, Sewoon — Admite, con una pequeña pizca de timidez cuando regresa la mirada a su rostro.— El té estaba muy rico, gracias de nuevo — A ese paso tendría que agradecerle por absolutamente todo y no le daría el tiempo. —¿Sabes? Uno de mis amigos trainees también vivió en Japón— Recuerda de momento —Kiwoo-yah, no recuerdo cuánto pero sé que por eso no usa los honoríficos de aquí, disculpalo si no lo hace— Palmea tobillo ajeno con la mano cubierta por la manga, como si pudiera expresarle cuidado sobre su cercano y como ella se había acostumbrado a que no los usará porque ya habían formado un vínculo, suficiente para quitar los honoríficos. —¿El reality? Oh fue hermoso, no me había dado cuenta lo mucho que me gustaba cosechar cuando lo tuve que volver a hacer, realmente fue muy divertido— La emoción tiñe su voz al hablar y el cuerpo se balancea por una repentina sensación de júbilo al recordar esa semana, a pesar de que las cámaras la habían incomodado bastante, aquellas actividades y los juegos le habían robado muchas risas. Y en ese momento le sorprendía cómo no había cruzado con él, y le parecía tan extraño y retorsido el destino que teniendo la posibilidad de cruzarlos antes, había decidido hacerlo bajo el anonimato. — ¿Es por eso que el jardín es tu lugar favorito?— Cree deducir la respuesta pero le gustaba la idea de escucharlo a él explicarle a ella lo que pensaba.
Seiya: no, ser perfeccionista no era malo, a veces una virtud… pero todo cambiaba cuando esa necesidad de exigirse a si mismo trabajo y cansancio, no le aseguraba satisfacción. sewoon estaba demasiado feliz por la reciente oportunidad de volver a los escenarios, agradecido y sobre todo, emocionado por viajar de nuevo. todo eso era un bono adicional que le mantenía ocupado y distraído de las preguntas que aunque no quisiera, siempre estaban en su mente. le gustaba sentirse útil, sentirse con un propósito, pero cuando no se saciaba con la admiración que recibía a cambio, la culpa le inundaba, haciéndole sentir como un mal agradecido. ’ todos somos diferentes y todos sentimos ese impulso de forma distinta. unos son más… uh, notorios con lo que quieren lograr y otros no tanto… ‘ pequeña risa cuando recuerda sus días de entrenamiento, en filas traseras de las clases, llamando la atención apenas cuando le hacían pasar al frente, una mancha en los salones de práctica que nadie nunca llegó a conocer completamente. ’ unos pueden querer esto mucho y ser un torbellino de deseo por pisar los escenarios, al final… el resultado te llega a sorprender. tómalo de alguien que vivió en las sombras de esos con quienes se comparaba tanto. ‘ hace eco en su mente el recuerdo del dirigente de la compañía cuando le llamaron para esa junta con jungwoo, donde se le ofrecía la oportunidad para formar filas como ídolo debutante. él, quien había trabajado igual de duro que otros compañeros y que, aunque quería ese camino, no estaba seguro si lo merecía por completo. el, un sujeto que había tenido suerte y al destino de su lado, quien se llenaba de culpa al sentir que no apreciaba lo que tenía. suspira lento y se enternece con el comentario, piensa entonces que sería agradable conocerle igual, quizás alguien más con quien compartir un poco de sus gustos, ¿podría ser? con emoción continúa escuchando y asiente a la experiencia de sunjung en aquel sitio que como familia de la compañía, visitaron. ’ lo fue, la fogata, visitar el pueblo y disfrutar con los demás… en verdad lo fue. ‘ su mirada va a parar al patio que asomaba por la ventana y sin advertir demasiado sobre la pregunta, asiente a manera de queda respuesta. gira un poco su posición, sin encarar por completo a la mujer ni al patio, aún recargando su brazo entero por sobre el respaldo del mueble. ’ me recuerda a la casa que tenía en tokio y el tiempo que viví ahí… hay un parque natural a cinco minutos del complejo. ‘ regresa la mirada y está se ve iluminada con emoción. ’ también fue una de las razones por las que compre esta casa, aunque no he podido visitar ese lugar demasiado… ¿hay algo que extrañes de jeju?, además de los mangos. ¿qué te gustaba hacer ahí? ‘ bromea.
June: Suelta una carcajada —Pero tú eres especial, Sewoon, eres talentoso, muy guapo, eres divertido y agradable— Enumera elevando los dedos que quedan ocultos bajo la tela que se extendía pasando la longitud de su brazo. —Eres realmente un orgullo de idol— Exclama chocando ambas manos, un sonido ahogado es el que se oye a causa de la tela chocando entre si. Suelta una risa corta que oculta con ambas manos, lo cierto es que si él tenía más experiencia al respecto de debutar, para ella ese ambiente era todavía lío en su cabeza. Que quién era merecedor o no del puesto, del lugar, de ser conocido, era todo un misterio para ella, pero deseaba que sus amigos pudieran debutar en algún punto. Anhelaba hacerles porras en algún escenario algún día, y eso le creaba mucha ilusión a futuro de no debutar nunca, porque la posibilidad existía y no podría negar aquello. —¿Hablas en serio?— Se burla incrédula por unos segundos, ladeando la cabeza con un ángulo exagerado mientras lo mira — Que suerte que te sacaron de las sombras— Estira una mano y acomoda unos cortos cabellos rebeldes sobre la frente ajena, en un suave movimiento casi como una caricia que ordena. —Tenías...ya está— Siente que debe dar explicación pero en vano habla cuando ya actuó por sobre advertir al contrario sobre aquellos mechones que se alejaban del resto. —¿Te imaginas...?— Estaba por preguntar que hubiera pasado de haberse encontrado antes, pero ¿Importaba? ¿Era el pasado condicionante a presente? Queda en silencio con la frase tendida pero sin palabras que completaran lo siguiente. Y decide saltear el tema para simplificarse las excusas a justificarse.—Te gustan mucho los parques — Observa con corta risa en los labios y decide mirar al jardín, aprovechando ese instante para que un corto bostezo se escabullera por sus labios antes de poder hablar. Esperaba que aquello hubiera pasado desapercibido, no quería que pensara que estaba aburrida, era el cansancio que estaba cobrando su factura. —¿Desde que la compraste que no has ido? Te... diría de acompañarte pero no creo que sea una buena idea — Y en su mente destella una posibilidad pero la descarta, no era momentos para andar jodiendo con los límites que tenía la empresa que ahora estaba bajo la lupa y no por su talento y prestigio.. —A mis amigos, a mis hermanos, extraño tener el cuarto para mí sola—Habla y suelta una carcajada porque sabía que era salgo frívolo de pensar cuando sus compañeras no eran terribles y el tiempo compartido con Yuna y Dottie había sido agradable. —Creo que extraño los amaneceres, los sonidos de la noche y la cantidad de estrellas que se ven allí— Su voz suena aunque su rostro no estuviese mirándolo, porque la nostalgia era un vaso muy frío para poder digerir con simpleza y prefería no hablar tanto de ello que le hacía falta —Ademas de los parques ¿Existe algo que extrañes de Japón?— Cuestiona volviendo a mirarle, con la curiosidad brillando en sus ojos para escucharle hablar del lugar extranjero.
Seiya: una sonrisa humilde aparece cuando le enlista todas esas cualidades, se siente alabado y le parece injusto cuando lo que llevaba diciendo se acercaba mucho a alguien que no quería lo que tenía. asiente un poco en señal de agradecimiento y no alcanza a decirlo, pues se encuentra ahogado por las palabras correctas y es que ser hipócrita no se le iba bien y sabía que si decía un: gracias, iría acompañado con: aunque no es verdad. no mentía cuando decía que se solía comparar todo el tiempo, años atrás con compañeros que entrenaban más que el, que destacaban más que el y que parecían querer debutar más que el. en el presente, con ese grupo de hombres que tan grande era, sus superiores, con la solista femenina, que si bien era su amiga, le hacía sentir como un crío siendo ella tan centrada en lo que quería y lo que lograba. aun caía presa de la idea: podrías ser mejor. no dice más, solo sonríe ante la incredulidad que parece sus palabras han causado y su mirada observa mejor esa reacción, como si esperara que su comentario que aunque burdo había aparecido, pudiera haber logrado ocultar una realidad aún presente en él. cuando recibe el tacto sobre su frente se queda sosteniendo la respiración un segundo y es que se encontraba en un momento de fragilidad, diferente a lo que había compartido con ella en toda la noche y necesitaba más, por lo que aunque lento, no piensa antes de tomar el muñón de la tela del hoodie y destapar ahí, buscando atrapar esa mano entre sus propias, quedándose así. ’ apenas dos veces y por poco rato. no es como si hubiera estado ocupado este último año, pero… no suelo salir demasiado. ‘suspiro en forma de risa. se sentía culpable por no tener una mejor excusa que esa, bien tenía la posibilidad de visitar ese lugar como le placiera y simplemente no lo había hecho. prefería pasar las tardes y en ocasiones noches, encerrado en su estudio en el edificio de la compañía y cuando estaba en esa casa, no hacía algo diferente más que hundirse entre esas paredes que le otorgaban silencio. suponía que aceptar ir a ese parque por su cuenta significaría que estaba cómodo con su soledad, lo cual no era correcto. ’ quiero que vayas conmigo. ‘ dice sin saber que significaba ese deseo realmente, descuidado cuando sabía que había más probabilidades de no conseguirlo, pero con el anhelo de pelear por ello si tenía la oportunidad. conocerle le tenía en una paz inmensa, con una sonrisa estable al escuchar sus añoranzas de vuelta en su hogar, para el, no había nada de malo en mostrarse frágil ante lo que tanto te había causado felicidad en cierto punto en tu vida. lo que extrañaba de tokio, no le hacía sentir tristeza, eran más recuerdos alegres por la suerte de disfrutar de esos años. ’ ¿estás cansada? ‘ reprime el contestar a su pregunta por un momento, interesándose más por ella y la situación, después de todo llevaban juntos un buen rato y el amanecer podría no demorar demasiado.
June: Regresar el contacto es lo que le saca el aliento unos segundos, con pecho un poco acelerado sus ojos observan el tierno agarre y corresponden el mismo con un suave apretón. No vuelve a levantar la vista hasta que lo escucha hablar, efocando su mirada en la contraria. Tantos misterios, tanta información, como si el tiempo se hubiera detenido sólo para que ambos pudieran conocerse, para que pudieran escucharse y entenderse. Quizás algunos tomarían la visita a la casa ajena como tiempo desperdiciado, tiempo perdido o mal aprovechado pero no podía estar más contenta de que así fuera. Que perdiera el tiempo escuchándolo hablar de él, conocer su casa, compartir una taza de té y que lo demás no existiera en el cuidado territorio privado que se encontraban. Que no importase por ese tiempo ni las carreras, ni el anonimato, eran dos personas que estaban interesadas la una en la otra. — Trabajas demasiado — Responde en un susurro, tratando de encontrar de nuevo su voz. Ya sabía él que así era y se sintió completamente estúpida de haber comentado algo obvio. La propuesta la carga de ilusión, encuentra en la misma la posibilidad de aceptar pero ¿Cómo? ¿Cómo aceptar cuando el peligro acechaba a Stardust? Suficiente mal habían hecho en grupos para que fuera ella causante de mal en el mayor. Ya le había dicho que no podría tolerar la idea de lastimarlo, lastimar su carrera o afectarlo de alguna forma, porque esas manchas perjudicaban normalmente a futuro y eso era incierto, a pesar de que dentro suyo deseaba seguir acompañándolo lo más que pudiera. — Podemos...ver si se puede, o encontrarnos de casualidad ¿Mm? — Ofrece como opción aunque no quitaba que estar solos podría llegar a significar algo para aquellos seguidores incesantes cuyo tiempo era completamente devoto a artistas como él. Reprime un bostezo y asiente—Un poco si ¿Qué hora es en América?— Pregunta estirando su mano libre para picarle la frente con un suave toque, bromeando por la aclaración previa sobre el jet lag que tenía el opuesto por su viaje. — Quizás debería regresar a la empresa —Apoya su mano sobre la ajena, ignorando por dentro los deseos de querer quedarse, de cualquier forma tendría que regresar y aquello era un peligro para ambos de volver juntos. No tenía el móvil encima por lo que no podría avisarle a sus compañeras en todo caso, o a alguna amiga cercana que ayudara a que entrara sin llamar la atención. Más idea de involucrar a alguien con ese secreto no le gustaba, la idea de compartir con él algo que solo era de ellos, la retenía de considerar ayuda.
Seiya: decide no continuar con el tema laboral, no habían ido a contextos alejanos a la comodidad que sentían, lo que era más, sewoon había sido completamente honesto y compartido cosas con ella que iban más allá de efimeras conversaciones del trabajo. eran opiniones, sentimientos y perspectivas sobre su trabajo y lo que les involucraba a ambos en el área de entretenimiento, no obstante, quiere enfocarse en otros escenarios. uno era el de quizás planear algo que aunque iluso, le parecía merecerdor de tratar conseguir. una cita de verdad con sunjung. sonaba lejano, imposible si ponía seriedad al tema, algo que acabaría con su suerte y esa buena relación que tenía con su compañía, mucho más era por la situación tan presente que el nombre popular tenía en los medios en ese entonces, todo rondando las consecuencias de que una miembro del grupo femenino y uno miembro del grupo más joven, hubieran intentado algo que solo ellos sabían que significaba. sewoon no tenía opinión al respecto, claro, sentía por su compañeros y el conflicto en el que se habían metido, pero sabía estaba fuera de su incumbencia... ahora, tenía un comentario que hacer: ¿en verdad es tan malo tener sentimientos? porque los tenía, más esa noche que cualquier otra, todos confusos y sin etiqueta, todos por sunjung. ' quizás un día... de mera casualidad decides ir a visitar ese estanque del parque, podría ser que yo pensé en ir a dar un paseo ese mismo día y... serían dos buenos amigos encontrándose. ' sus dedos finos juguetean con los otros, asimismo su voz es tan dulce al narrar que parece todo suena como una ilusión, un cuento para dormir, de esos que tienen finales felices.le escucha con total atención y se queda en silencio unos segundos después de esa posibilidad. no estaba pensando en los peligros que vendrían cuando ambos llegasen juntos a la empresa, pero más bien se enfoca en los peligros de la noche, de permitir que sunjung fuera en un auto solicitado y desconocido... además, de las muchas ganas que tenía que ese momento continuara, de tener ahí consigo esa compañía, de no sentirse solo por esa noche al menos. ' es muy noche... si quieres puedes quedarte aquí y dormir aunque sea un poco, tan pronto amanezca, bueno, podemos pedirte servicio de transporte para que te lleve al edificio. ' ríe quedo, casi en burla por su ingenua idea, cándido piensa en una posibilidad que no perjudicaría a ninguno de los dos y es esa solución la que le molesta un poco, arrugando su entrecejo ante la idea de dejarla ir sola, de no ser capaz de ofrecerle el llevarla de vuelta ni siquiera por su propia mano. ' puedes dormir en la habitación. ' intenta animarse con repentina invitación y sus ojos, curiosos, van a parar sobre cualquier reacción que sus palabras pudieran haber causado.
June: Se ruboriza pero no lo esconde, no siente necesidad de esconder aquello de la mirada contraria --- Quizás algún día el fin de semana --- Humedece sus labios antes de guardar el inferior bajo el superior, aquello era ilegal en un aspecto, el aspecto romántico pero no tenía nada de malo tener una amistad con el superior. Aunque dentro suyo la curiosidad iba por otro lado, no por sostener una buena relación de amigos, quería algo más. Se siente tonta de pretender aquello la primer noche a conocerlo, pero pocas noches se conocía a una persona como lo era Sewoon, y no quería perderle. La invitación le hace desviar la mirada, es tenue el pudor que le nace pero es cierto que era complejo regresar en ese momento. Respira hondo y vuelve a mirarlo. --- ¿Y tú dónde dormirás? --- Cuestiona algo reacia a la idea de ocupar el espacio ajeno cuando podía quedar a dormir allí en ese sillón, parecía amplio y no ocuparía mucho espacio, la altura no la ayudaba a ocupar mucho espacio. Se levanta, colocándose los zapatos de entre casa y le tira de la mano para levantarlo--- Ven, ven, ven --- Lo comienza a llevar, cruzando jardín hasta la habitación ajena. --- Tú, duermes en tu cama y yo en el sofá --- Asiente de acuerdo como si fuera un trato implícito.
Seiya: se acomoda en el asiento, incluso inclinando su espalda recta hacía delante, como si buscara encontrar los labios de sunjung, pero se queda a medio camino, cuando piensa que el momento podría pasar de largo a algo más.... porque sí, tendrían más oportunidades, de eso estaba ahora más seguro. no importaba si él tenía que ingeniarse formas en que ambos pudieran verse, hablarse y al menos, intercambiar interacciones disimuladas, lo intentaría. ' pensaba... ' queda a media oración, antes de que su mirada señalara en lugar donde se encontraban sentados y por su visión periférica ve apenas como ella se levanta y antes de objetar ya estaba siendo halado. en el camino que sigue observa a la mujer guiarle, casi perdiendose en la hooddie que traía encima y sonríe calmado, pues sabe a donde iba todo eso... claro que sunjung sugeriría dormir en el sofá, por supuesto. ' oh, ya veo. lo tienes todo solucionado, ¿no? ' le suelta el agarre y cruza sus brazos sobre su pecho, hay una sonrisa cínica en sus labios y dando un paso se pone frente a ella, la diferencia de alturas se ve más obvia, obligándole a bajar la mirada. ' pero tú eres mi invitada hoy y esto no va así... tú duerme aquí. ' piensa no había mas que discutir, se gira y abre la puerta corrediza de su habitación, luces que se encienden en el momento preciso y sewoon entra ahí, una vez más, con dirección al closet donde guardaba ropa, con su división para las sabanas y otros productos de blancos. de ahí, saca dos pequeñas mantas suave y blanca que deja en la cama con delicadeza. ' por favor, ya está lista para ti. no me hagas rogarte. ' porque bien que lo haría, siendo esto algo que se le daba bastante bien, pensaba él. su rostro ladeado observa a la morena, como si esperara su favor más que nada, apelando, incluso.
June: Sus labios forman una "o" casi tentada por la sorpresa de su respuesta, no, no puede conciliar esa idea cuando el contrario estaba haciendo demasiado (y poniendo mucho en riesgo) al haberla invitado prestado su ropa y ahora dejándola dormir en su cama. Menea la cabeza de un lado a otro, expresando la negativa inclinando la cabeza para confrontar al ajeno, con una sonrisa que atinaba a soltar una risa pronto. Le sigue el paso y cierra la puerta a su espalda --- No te dejaré salir hasta que te acuestes --- Amenaza reprimiendo la risa de lo que parecía ser prácticamente un delirio. No puede aguantarla por mucho cuando escapa de sus labios --- No, no puedo dormir aquí, es tu cama, tú deberías dormir aquí --- Aclara acercándose unos pasos con cuidado, observa la amplitud de la misma, podrían hasta entrar ambos sin...sin que pase nada. Estira la mano para aferrar la contraria --- No tenemos...no es que...---Respira hondo mirándolo, rechaza la idea y se sienta en la cama. Temía que si ponía el freno a algo más en ese momento, podría llegar a significar que no se sentía atraía hacia él de esa forma, pero aclararlo pondría entonces quizás la idea de sólo le atraía esa idea, y no, en absoluto. --- Está bien --- Murmura subiendo las piernas y quedando sentada en forma india --- ¿Estarás bien? --- Eleva la mirada hacia él. No quería sentir que abusaba del espacio que le estaba dando, pero tampoco podía ponerse en caprichosa de no poder cumplir con un deseo del dueño de la casa. Quizás pronto el sueño quitaría esa sensación y cuando despertara podría hacerle el desayuno a compensación de sus acciones para con ella.
Seiya: sus manos iba por una de las mantas cuando escucha la puerta cerrarse y esto le hace encogerse un segundo en sorpresa. sus ojos quedan bien abiertos al escuchar a la mujer y observar con cuidado absoluto lo que hacía y como se dirigía al interior de la habitación. la mente de sewoon no va más lejos, pues cualquier intención más allá de ser un buen anfitrión no le alcanzaba la mente. simplemente ríe, divertido por la escena, intentando no desestimar la puesta de opinión que sunjung quería que escuchara. ' está bien, no tienes porque preocuparte. otro día será. ' bromea como si lo que acabara de escupir fuera una oración que no escondía demasiado, se apoyaba de la inocencia que había en su rostro y repentino suspira girándose para observar la puerta del closet una vez más. ' ¿quieres una pijama? ' quizás ya era demasiado, podría estar haciendo de más y resultar molesto, pero debía preguntar, así le habían educado y no callaría nada si es que no lo sentía correcto. avanza hasta este y saca de una bolsa de papel que estaba en el suelo del armario, ese juego de pijama que compró varios meses atrás cuando sus hermanas le visitaron y él, se había encargado de mimarles como siempre. pensaría ajustarían un poco grande a la morena, pero estaría ahí por si la necesitaba, antes de cerrar la puerta toma un pantalón para él. ' duermo en un sillón en el estudio del edificio toda la semana... estaré bien. ' es lento en su regreso, poniendo las prendas arriba de la manta que dejaba para ella, que quizás estaba de más, pues la cama tenía una enorme colcha blanca que él usaba para arroparse. daba igual, sewoon buscaba por la comodidad de sunjung y nada más.
June: Ay si pudiera esconderse bajo las sábanas lo haría, porque no podía creer la forma en la que la trataba, no había tenido malas experiencias en relaciones es que ¿Por qué se angustiaba el pecho con algo que parecía ser demasiado bueno para ser cierto? --- Gracias --- Ya hasta le daba vergüenza continuar agradeciendo como lo único que podía hacer. Observa las prendas y acaricia la tela con los dedos, tan suave que parecía caro y le apenaba ser ella quien usara aquello con tanta impunidad al respecto. --- ¿No tendrás frío? --- Pregunta respirando hondo antes de hablar, inflando el pecho. Esperaría para cambiarse, aunque le apenaba usar aquello, le apenaba estar metiéndose en sábanas ajenas. La sensación de ser intrusa era sólo suya porque lo que le trasmitía él, no era más que comodidad, tranquilidad y la hacía sentir bienvenida. Podía comenzar a entender los límites de lo que ocurría, los límites los atarían afuera y quizás era el miedo a despertar y que fuese todo mentira, a despertar y tener que precisar la distancia. Su mente como si no pudiera detener lo inevitable. --- Buenas noches --- Saluda desde su lugar sin moverse, quieta, esperando ¿Cómo explicaría su falta al día siguiente? No lo sabría, y como haría para regresar con la ropa de la fiesta, tampoco. Quizás era mejor no explicar, no hablar, no detallar primero porque no quería mentir al respecto y segundo porque de nada servía esconder con otras cosas la verdad. El recuerdo no sería borrado, estaba consciente de lo que ocurrió, lo que vio, lo que conoció del contrario y hasta cuantas veces lo había besado, eso era algo que no quería olvidar, la sensación de sus labios contra los suyos, la ternura con la que su mano se adaptaba a la ajena sin ningún temor, como si ese fuera su lugar. La calma con la que no se sentía juzgada y la ternura con la que lo miraba. No, no quería esconderlo, pero tampoco quería contarlo. Era suyo. De él y ella.
Seiya: niega ' puedo prender la chimenea. ' ríe ante sus palabras. ' o subir el termostato. ' lo cual sería más lógico en lugar de llevarse un buen rato intentando prender la madera, no era difícil, pero las horas quizás no se prestaban para eso. asiente al final, observando la manta, la pijama entregada y lo que dejaba atrás, satisfecho por la forma en que dejaba a sunjung, esperando se encontrara lo suficientemente cómoda. aprieta un poco la manta sobre su pecho y avanza hacía la puerta interior de la habitación, evitando abrir la del patio, pues no quería el frío entrara una vez más. está adyacente a sunjung y le observa con una sonrisa. ' buenas noches. ' ladea su rostro y decide acercarse unos pasos hacía donde ella se encontraba, lento se acerca y da un pequeño beso en su mejilla. ' gracias a ti, por todo. ' da un beso más, rápido y tras lo que había hecho se separa no sin antes reír como un niño cualquiera, satisfecho hasta avanzar a hacía la puerta y salir de ahí. necesita quedarse unos segundos en completo silencio y comprender mejor lo que sucedía ahí... sunjung estaría pasando la noche, antes de eso había tomado té con ella y hablado de forma tan agradable, le había conocido y ambos compartieron detalles sobre quienes eran... le había besado varias veces y además, hecho una promesa implícita sobre un posible encuentro después de ese día. era muy pronto, eso lo sabía y comprendía ¿y qué más daba? él era una persona que tenía emociones no tan complejas, claro como cristal y honesto... le gustaba sunjung, en verdad. avanza con el pensamiento en su cabeza, rondando más ideas que repasaban todo lo que había sucedido en apenas unas horas. ya en la sala se dispone a dormir, mientras acomoda y limpiaba todo para descansar su mente hacía eco de las palabras dichas, las caricias hechas y los besos otorgados. boca arriba y con los ojos cerrados tiene atrapado su labio inferior, con la idea en su mente de sunjung, solo sunjung.
June: No puede evitar reírse por sus acciones, por un momento creyó que iba a besarla, sus ojos viajaron a los labios ajenos pero lo siguiente, fue mejor. La sensación en ese ambiente era distinta, no tenía miedo, estaba segura. --- A ti --- Susurra antes de que se alejara. Mirándolo en todo momento, encontrando las conexiones con la realidad. Lo ve partir y decide cambiarse, pero la mente no frena, sigue pensando en lo horrible que debe ser para él dormir allá, estar acostumbrado a esa incomodidad, y ella ocupando el espacio que le pertenecía. Estaba acostada ya, varios minutos pasados, y a pesar de su cansancio, su mente no descansa. Se pide dejarlo ir, trata de no darle tanta vuelta al asunto pero no puede más, no puede porque es otro deseo el que nace de pronto. Se levanta, se calza y se dirige decidida a buscarle. El pijama se le arruga en los tobillos, y las mangas caen hacia su antebrazo cuando empuja la puerta corrediza del living --- Sewoon --- Murmura, confirmando si estaba despierto o dormido, muerde su labio inferior, esperando no despertarlo. Mirándolo desde la distancia, sin importar el frío matutino, estaba más preocupada por él y se estaba dejando llevar por una idea --- ¿Quieres dormir...conmigo? --- En caso de estar dormido, al menos hubiera hecho el intento, lo habría intentado y con eso podría llegar a calmar un poco su propia preocupación. Quizás había caído ya y estaba haciendo el ridículo.
Seiya: el tiempo se encontraba congelado mientras los pensamientos de sewoon ocupaban todo el tiempo que debería estar utilizando para descansar. suponía por fin era algo bueno tener ese horario de sueño tan desajustado y arruinado, pues podría usar ese momento para seguir con sus ideas en su mente, con los planes que comenzaba a armar, con ya más cabeza fría, en donde ella y él funcionaban en secreto, secreto necesario que aseguraría algo posible, pues por mucho que pudiera sentirse animado para salir en limpio con los directivos, eso sabía significaría problemas, más en un momento como en el que se encontraban... por fin, va comprendiendo todo. divaga y divaga mientras por fin algo de sueño comienza a aparecer, incluso bosteza un par de veces, pero es de un momento en donde escucha la puerta del living correrse y confundido, se queda quieto unos segundos antes de incorporarse en el sillón lentamente, sentándose ahí viendo la silueta apenas iluminada por la noche de sunjung. no hay respuesta por un par de segundos, pero su inconsciente decide actuar por el, para con voz adormilada contestar: ' sí. ' hay repentinos nervios cuando se ve tan atraído y en necesidad de llegar hasta sunjung y con cuidado buscar por su mano, la cual aferra a la suya. no pudo haberse dado cuenta antes, pero la idea rondaba su mente, una donde ella aparecía y le hacía compañía por el resto de la noche, una donde era más valiente y había aceptado dormir a su lado desde el comienzo... al final, ella había sido más valiente que él. avanza por dentro de la casa para llegar a la habitación una vez más y adentrarse antes de cerrar la puerta, guía como si sunjung no conociera el camino a la cama y espera por ella para recostarse, alzando la colcha la separa del colchón, dejando que ella se acomodara primero antes de entrar y seguirle el paso, acomodando antes a la menor, arropándola.
June: Casi por un segundo creyó que se había equivocado, la posibilidad de sólo estar siendo ridícula por si misma. Acaricia el material antes de amagar a cerrarla y regresar sus pasos para dejarse caer ante los brazos de Morfeo. Y de pronto, movimiento, su voz, los ojos se cargan de ilusión al momento que lo ve, una silueta dibujada entre las sombras. Se alegra por la respuesta y es la inercia la que se dejar llevar por espacio recorrido. Se queda unos segundos junto a la puerta mientras lo observa. Muerde el interior de sus mejillas con la mente recorriendo una idea, un pronto reflejo. En su cuerpo recorre un cosquilleo y la respiración entrecortada. En los momentos que el contrario se encarga de evitar que el frío la ataque, su pecho se acelera y le interrumpe, atrapando sus labios con los propios. Una de sus manos sobre rostro ajeno. El pecho le latía rápido, no vuelve a abrir los ojos cuando se separa. --- Lo siento...yo....creo que me confundí--- Muerde su propio labio inferior, y se voltea, presa de una pronta ráfaga de nervios. La situación ameritaba a un sólo camino si seguía con eso, pero no estaba segura si esa era la idea ajena y quizás era su propia cabeza que por un momento pensó en eso. No pensaba en consecuencias, pensaba sólo en estar con él, ya fuera así o de otra forma. Le temblaron los dedos de las manos unos segundos hasta que colocó una de sus manos bajo la almohada y la otra la llevó a su pecho para acallar un poco la velocidad que la mantenía despierta. Respiraba hondo también para bajar su acelerada respiración, cerrando los ojos con fuerza para obligarse a dormir.
Seiya: resbala por las sábanas su hombro le ayuda a acercarse a sunjung, pero piensa unos segundos sobre detenerse, pues no estaba seguro de si la cercanía era lo que ella buscaba, más allá de la compañía, busca acostarse cuando es recibido con la unión de labios ajenos y no sabe como responder, imitando la separación de estos al mismo tiempo, sin comprender realmente que su respiración se había atrapado en su garganta. la idea de terminar la noche de esa forma... no estuvo en su mente antes, su encuentro fue tan etéreo y sin embargo, pudo sentir una nueva necesidad. un suspiro se da entrecortado, como si estuviera temeroso. ' no es... no lo pensé... ' piensa debe excusar lo siente, disculparse incluso, ¿por qué? pues porque comenzaba a cruzar en su interior una necesidad de terminar ese beso, de volver a encontrarle. la obscuridad que les rodeaba quizás nublaba su mente y se siente víctima de lo que ese beso despertaba. apenas hay siluetas iluminadas, casi está a ciegas, pero puede escuchar la respiración agitada de quien le acompaña en la cama. ella fue valiente para ir a buscarle, algo que sewoon se arrepentía no haber mostrado en un principio y pensaba no querer volver en brazos del temor. eran ellos en esa noche y no tenían nada comprado, nada asegurado. su mano busca por el rostro femenino y al final, le besa, continuando ese encuentro, esa unión no distaba mucho de las anteriores, era casta y honesta, pero ahora colgaba una necesidad en sus labios, una necesidad de probar los ajenos con más interés por sentirlos sobre los suyos, ahora ese beso no era temeroso en un encuentro a mitad de la pista de baile, era seguro y escoltado por la obscuridad que les rodea. ' quiero esto. ' admite entre un suspiro, separándose un poco antes de acariciar sus carmín con los otros tersos, sin unir aun. acaricia sus labios sobre su mejilla entonces, dejando un beso ahí, luego otro y la caricia continua hasta volver a sus labios, dando un beso más.
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June: Pensaba que podría dormirse, cuestionando por completo cualquier decisión tomada, cualquier comportamiento indebido de su cuerpo. Era por eso que no bebía seguido, era por eso que pensaba todo antes de actuar, porque entendía que le evitaba los momentos de vergüenza. Y de pronto, una luz en lo que aparenta oscuridad, pero es un gris que tiñe y destiñe a la vez, es la presencia de una tensión que quiere negar. El beso no la toma desprevenida, cuando siente la mano sobre su rostro, lo sabe, lo intuye. Se acerca un poco, apoyando la manos sobre pecho ajeno con tímido contacto.--- Yo también --- Asiente en un susurro que acarrea un corte en su respiración. Y su cuerpo comienza a reaccionar. Corresponde el encuentro de sus labios, poco a poco la respiración se profundiza con cada caricia que trasmiten sus labios con los ajenos. La yema de sus dedos, acarician la dermis del cuello ajeno, despacio y suave es el contacto. Sus piernas se acercan buscando las ajenas, en puntillas de pie, apenas tocando la tela del pantalón que cubre al mayor. Es su anatomía que profundiza el beso con el contrario. Lo deseaba, como si hubiera tenido esa idea al primer beso, pero la había apartado, lejos, desconociendo intenciones ajenas buscaba no ser ella quien avanzara más. Lo había escuchado, él también quería eso. Su mente jugaba sucio a expresarle la posibilidad de lo que podría salir mal, sin embargo comenzaba a embriagarse con el contacto ajeno, más y más. Sus dedos se juntan en la nuca ajena para atraerlo suavemente hacia ella.
Seiya: la cercanía comienza a ser diferente, lo que es inocente se mantiene sin embargo, pues lo que sus manos buscan no es desencadenar libido, quiere acariciarle, si, pero de una manera más personal, más de ellos. la respiración que llevan es lo que hace eco en las paredes y bajo esas sabanas. el calor comienza a calar entre la tela que ambos llevan abrazando su cuerpo, siente sus piernas acodarse y el no piensa para cómo rompecabezas encajar ahí, entre ellas. en ese beso se deja llevar, aceptando las caricias que le regala en el cuello y dejando sus manos hicieran lo mismo, dando sus nudillos un roce delicado en su mejilla, bajando por el cuello hasta llegar a su hombro. su codo recargado al lado de ella, midiendo su peso. hay algo despertando dentro cuando siente su respiración comenzar a pesar en lo que antes eran tranquilos suspiros, se vuelven un tanto profundos, más lentos y estables. decide ir despacio, tomarse su tiempo para probar bien esos labios, como si no lo hubiese hecho bien antes, como si fueran nuevos para el y es que los estaba sintiendo como algo más. quiere que sus rojizos se aventuren y el, se los permite, primero dejando huella sobre su barbilla y bajando a su cuello, donde respira la esencia femenina, intoxicante y adictiva, su piel es tan cálida que podría quedarse ahí aún más pero hay necesidad que necesita ser saciada. no pudo notar que cargaba con peso de sobra, intentando no acercar demasiado esa unión, ya no escucha negativas al camino que quería seguir, por lo que lento va acercando su pelvis a la ajena, intentando disfrutar de su calidez completamente y sin pena alguna. cuerpo sin dejar espacio más allá de la ropa que traía, que pensaba de volvía estorbosa, por lo que prosigue así a quitarse la remera de casa, separándose de sunjung para hacerlo. una vez está con su espalda en vertical le observa ahí bajo el, por unos segundos antes de que sus dígitos vayan por la pijama de botones de ella y comiencen a desabrochar lentamente, con cuidado por si existía alguna objeción.
June: Un cosquilleo le recorre el pecho, que lentamente baja hasta sus piernas, es suave la electricidad que poco a poco conectar con su cuerpo las sensaciones que se despiertan con aquel beso que no quiere frenar, no es suficiente. Las voces se callan, no importa quién es afuera, no importa quién es ella tampoco, es ese momento. Su nariz exhala, para recibir a nueva cuenta las ráfagas de calor que siente asfixiantes, pero no quiero soltarlo, lo necesita cada vez más cerca suyo, como adicto a una droga, la explosión de sus sentidos se va incrementando. Los ojos no se abren cuando la separación conlleva un camino que sigue, suave suspiro cuando su cabeza se tira hacía atrás, extendiendo su cuello para que pudiera en él estar a gusto. Las falanges se enriedan en los cabellos ajenos, las yemas dejando suaves caricias en el cuero cabelludo. El peso sobre si es aceptado, extiende su cuerpo acomodándose al ajeno, presión que sube los latidos de su corazón, su cuerpo preparándose para lo que continuará. Luz externa es la que ilumina el torso ajeno que pronto se presenta ante ella, ambas manos son las que poco a poco recorren la dermis ajena, la respiración se le acelera y se siente impaciente por volver a besarlo. Poco a poco zona baja elevando su temperatura y su imaginación era superada por la realidad que se presentaba ante sus ojos. Por fuera de lo físico, sentía algo más no era, sólo parte de la excitación del momento era la forma, era el trato, la conexión con la que funcionaba. Su espalda se curva, en lo que la prenda queda separada entre si. Se levanta para dejarla caer a su espalda, cuando su mano es liberada acaricia rostro ajeno, la otra la usa para dejar caer la prenda por la cama. Su respiración se acelera cuando es su brazo el que rodea cuello ajeno para que se acercara a ella, demandando que lo hiciera. Su rostro se acerca al ajeno, acariciando la nariz ajena con la propia, ese segundo que comprende lo que está pasando, los límites cruzados, pero es la atracción la que la lleva a un repentino beso tembloso sobre labios ajenos que, luego, afianza confianza para que la lentitud de su ritmo estableciera de nuevo la coreografía con la que se estaban manejando. Las pausas, las caricias y cada aspecto que construía y manejaba la tensión de la mejor forma. A Sunjung le gustaba el juego previo, establecer el ambiente, conectar y después concretar. Tenía cierto nerviosismo, no era por inexperiencia en la situación, era porque sería su primera vez con él y eso le aterraba y la ponía dentro de un lugar donde presuponía ciertas expectativas que esperaba cumplir
Seiya: quería pensar en algo diferente que no le provocara debilidad, pero una sola instancia aparece haciendo eco en su mente, quería enamorarse justo esa noche, amar ese cuerpo femenino, esos labios, proclamar amor por cada roce y cada caricia, entregarse y amarla a ella de una forma adecuada. cuando tiene una mano en su mejilla toma esta para comenzar a besar su palma y después muñeca, esto antes de ser halado en una unión de labios más. le besa, con cuidado y lenta terneza. mantiene sus ojos casi cerrados, intentado que con lo que veía pudiera poner forma a la belleza de las facciones que tenía enfrente, porque vaya que estaba loco por ese etéreo rostro. su mano aún va dejando un lento camino por el hombro, siendo sus uniones en los dedos las que siguen un camino por su brazo y llegan hasta su cintura, donde sin resistir toma de esta, tan fina bajo sus dedos y debe separarse del beso antes de continuar con el permiso que otorgaba a su mano, cuál subió inmediata a uno de los pechos y dejó ahí lento contacto. sus labios se vuelven una línea por unos segundos antes de volver a alzar su rostro en un punto donde pudiera ver mejor el sitio donde su mano reposaba, donde acariciaba y apretaba delicado, observa sus pechos delineados bajo el sostén y agradece la enorme luna fuera que otorgaba luz nocturna. era un hombre que disfrutaba de la belleza que percibía, le gustaba observar en silencio, analizar todo y quería verla a ella, bajo el, notar lo delicada que era y esta visión provoca algo despertará y comenzará a pedirle continuar y así, quiere hacérselo saber a ella, por lo que vuelve a unir entrepierna con la suya, usando ahora diestra para tomar la pierna de sunjung y guiarla al costado de su cadera, donde quería se sujetara para que pudiera sentirle, sentir lo que estaba provocando en el bajo las prendas de algodón. exhala sonoro al sentir la corta fricción y se atraído por el cuello descubierto, que de nuevo está bajo sus labios curiosos, siguiendo ruta apacible hasta llegar a la montaña de su busto, donde deja húmedos y castos besos.
June: Su piel se eriza al contacto, y se contrae la zona por mera reacción, sólo unos segundos. El pecho sube y baja, guiado por la respiración profunda que encuentra su ritmo, que no pretende exponer los gritos de su pulso, pero sostener aquella graduación con la que poco a poco avanzan. Era tan dulce el tacto, tan sensual en su forma, que seguía pareciendo una mera fantasía. Sewoon era tan atractivo en todos los ángulos que había visto, una mano cae al pecho ajeno, los dedos acarician la zona que recubre corazón ajeno, volviendo a subir hasta el cuello ajeno, marcando su lugar. La silueta etérea acariciada por la luz exterior, como podía aún ver sus ojos, la suave persistencia a un deseo mutuo. Había pensado en eso cuando entraron por primera vez a esa habitación. Había querido besarlo en más oportunidades antes de aquel momento, y ahora el deseo se derivaba a una necesidad que se pronunciaba más con la progresiva cercanía. Lo mira, puede verlo, los labios se curvan en una sonrisa, no es una sonrisa que entiende una victoria, es una sonrisa que brota de una extraña felicidad que le causa estar con él. Un año de compartir espacios comunes y nunca hubiera pensado que podría conectar con él a tantos niveles como esa noche, espiritual y físico. Su propia mano es la que concede el espacio, colocada a su espalda, presiona el broche y guiando los dedos en direcciones opuestas, aquel elástico que la rodeaba deja de presionar. Antes de poder soltarlo, la manipulación le roba un jadeo en reacción a la pronta cercanía. Y su respiración se agita de nuevo la sensación le arde sobre el abdomen y la entrepierna. Su mano en su espalda libera el agarre de la prenda que se libera hasta dejarla caer junto al pijama. Utiliza la otra para aferrarse del hombro y su cadera se mueve un poco incentivando aún más la reacción de ambos cuerpos, de ambas zonas que despertaban. Quería hacerlo sentir bien, quería que estuviera bien lo que hiciera y que pudiera disfrutar antes del encuentro más íntimo. Poco a poco se siente un poco más acelerada que antes, la sangre recorriendo su cuerpo y la respiración que se sube su intensidad. La curva de su espalda se intensifica para que el opuesto tuviera espacio en lo que permitía que recorriera su torso. Leve apretón es que el que aferra sobre hombro ajeno. Volviendo a atrapar los cabellos ajenos entre sus dedos, acaricia su cuero cabelludo bajando hasta la nuca, desciende hasta su rostro y obliga que la levantara para poder verlo. Sus labios capturan impropios al momento que su propia entrepierna hace suave presión contra la ajena en un movimiento de vaivén lento. La punta del pie se estira en lo que la pierna manipulada por el contrario, afianzara su agarre con el cuerpo masculino.
Seiya: relame sus labios antes de detenerse, permitiéndole hiciera lo que adivina le hará el trabajo más fácil y le incitaría a más... no se equivoca cuando después de dar espacio para que eliminara el sujetador, algo más comience a doler, dolor tan asfixiante y agobiante que solo puede acallar un poco cuando raza esa pelvis con la suya. no puede evitar que escape un jadeo profundo cuando ve sus senos ser liberados y sin esperar más, encarcela estos en su boca, besando uno con delicado movimiento antes de pensar en avanzar a más y comenzar a usar su lengua sobre su la piel, probando la misma tan dulce para el. las caricias que sentía sobre su piel solo provocan que vaya necesitando más, era como si no importara la cercanía o los roces de piel a piel, algo le pedía aún más, le exigía. se queja en un gruñido cuando hay movimiento rítmico y quiere mantenerse callado pero eso no sería el, quería hablar y además, escucharla a ella. sewoon no sufría de muchas debilidades carnales, se sentía satisfecho y además, demasiado ocupado para saciarlas, pero conocía lo que le incitaba, lo que despertaba su libido y quizás aún era muy pronto para mostrar todo de el, pero con su mente nublada y ebria en el calor del aliento ajeno sobre sus labios, no tenía tiempo para reprimir todo su inmoralidad. ’ eso se siente bien... ‘ es tan queda su voz que debe acercarse al oído ajeno donde deja unos suspiros antes de que su zurda tome las caderas femeninas y el, se dé a la tarea de continuar ese ritmo que daba tortuosa fricción sobre su miembro. hábiles caderas con movimientos entrenados continúan con el vaivén de forma lenta mientras da un beso bajo el oído y antes de seguir con un beso sobre sus labios, su mano acaricia el desnudo torso tan delicado, subiendo para atrapar un seno bajo su mano y acariciar lento, disfrutando. la ruta que sigue fiel con su boca va bajando hasta pasar por el puente entre ambos pechos y no puede contenerse para volver a apoderar uno de estos en su boca, poniendo especial atención en la punta delicada de este. una mano libre busca por la orilla de la parte inferior de la pijama, acaricia la pretina y la piel ahí pegada. sus ojos buscan por la mujer antes de que sus finos dedos alcen la tela del pantalón y consecuentemente, la de la ropa interior. quiere sentir lo qué hay en intimidad femenina, siendo sus dedos lentos casi intactos hasta que llegan al borde de la entrepierna y el tacto empieza a divagar por su feminidad, lento acariciando muslo interior primero y acomodándose con caricias sin demasiada presión sobre la piel sensible de esa área, podía sentir en ese momento humedad calidad que ya estaba presente y la misma hace que se sienta con un poco de halago a su ego, obligándole a que su beso sobre el seno se volviera suave succión. pronto, su dedo corazón empieza a rozar con más interés el pliegue de ahí, cuidadoso acaricia simplemente.
June: Era el poder de la paciencia lo que generaba que dentro suyo la expectativa creciera a medida que el calor seguía en aumento. Dentro suyo se alegra por la aceptación de que al menos en esa instancia, la situación están siendo de su agrado, por su parte la debilidad caía poco a poco, sin querer evitarlo. Jadea cuando el otro toma el control, tira la cabeza hacia atrás permitiendo que la imaginación corriera partida lo que próximamente ocurriría. Presión en aumento es lo que le deja claro que estaba funcionando lo que estaba haciendo, que ambas partes tanteaban la idea de lo que se encontrarían. Lo observa, y son los labios que envidian la zona que ocupan los ajenos. Exhaló en un tono agudo al momento que siente boca contraria contra su pecho, el abdomen se encarga de sostener la respiración, con miedo que si su torax se ocupaba, pudiera serle incómodo al mayor. — Aja— Susurra, es aguda la voz, como si estuviera pidiéndole que lo haga, aceptando el cruce a ese límite cuando lo empezaba a necesitar, un tono que podría confundirse con inocente pero que era consciente de sus propios deseos. Las piernas se estremecen con sutileza a bienvenida de su mano, el contacto provoca que su zona erógena continúe fluyendo, poco a poco más dispuesta a lo siguiente. Cosquilleo suave y agradable es el que la inunda con la visita bajo sus prendas. Traga con dificultad observando su zona, a la espera paciente de sus acciones, si pudiera mirarla a los ojos, Sewoon notaría como sus ojos exigen que lo haga. Nerviosos, la mano que se aferra a hombro ajeno, aprieta su agarre, reprimiendo entonces la impaciencia que se provoca dentro suyo. Humedece sus labios, y trata de quedar inmóvil para que pudiera hacer dentro suyo lo que su cuerpo exigía, saciar la pronta necesidad de que explotara en si lo que ya había comenzado. Siente que de pronto solo escucha su pecho retumbando como si fuera un gran tambor. Acomoda su cuerpo un poco más encima de él, para que el ángulo de la abertura diera espacio y libertad al contrario, recayendo sus labios sobre oído ajeno.Cierra los ojos, para dejar que su intimidad explotara las sensaciones sobre su cuerpo sin necesidad de distraerse al menos no en esos minutos, podría dibujar en su mente la construcción de la anatomía ajena, delinear sus músculos, como su cuerpo completa los espacios que el propio no alcanza, como el cabello pierde su estado correcto con sus propias caricias. Apoya sus labios sobre la cabeza ajena, depositando un suave beso, nerviosa es la reacción del contacto, sentía que era una emoción que parecía dejada de lado pero que al recordarla no podía dejarla. El cuerpo recordaba bien cómo debía sentirse, pero Sewoon era distinto y la comparación dejaba el recuerdo en segundo plano. Cualquier otra idea, rechazada por su mente que no controla el —Mmm — Que huye de sus labios, declarando lo embriagada que estaba por el toque ajeno. —Bésame— Pide en un susurro, como si quisiera no interrumpir lo que ocurría en su zona inferior pero anhelaba participar con él, no sólo ser quién disfrutara de más en esa etapa.
Seiya: se encontraba ahí, en tal situación surrealista, en su mente va la pregunta que buscaba respuesta al porque demoró tanto en llegar a eso, es más que nada el éxtasis del momento que le hace nublar la mente. muy por sus adentros quería indagar lo que sería compartir la intimidad con ella, pero era necio a aceptarlo antes además de que si bien la idea no era más importante que conocerla, no tenía mucho partido ganado a sus necesidades. no, le importaba ella, pero también sentía y era víctima de sus emociones y necesidades, era débil y humano como cualquier otra persona que bajo el manto de la obscuridad deja aflorar ideas carnales. es una simple respuesta la que le han dado, pero suficiente para hacerle apresurar el paso, quería escucharla aún más, que se sintiera incapaz de reprimirse en solo susurros, era una debilidad más de él, se quería satisfacer con sus gemidos, halagando estos su trabajo sobre su cuerpo. Su dedo corazón sigue dando caricias a los delicados pliegues, es un hombre astuto, que aunque se ve bajo encuentro erotico sabe controlarse, quiere mostrarle además a sunjung lo que el disfrutaba bajo las sabanas, pues si ya se habían comenzado a conocer como personas conscientes, igual quería que ella descubriera por lo que sewoon se volvía débil por la paciencia que tenía en sus toques, los lentos movimientos que a su vez eran estables en un comienzo. el juego previo para el era importante, gustaba de crear expectativa, de llenar su boca de antojo húmedo por la tortuosa demora, por generar tanto tiempo para dejar que la mujer se liberara que ella se viera obligada a pedírselo. la punta de su dedo aparta los labios íntimos, pero no se aventura a hacerse espacio por dentro, no aún y menos cuando parecía conseguir lo que buscaba cuando le vuelve a escuchar en esa voz susurrante y envuelta en un suspiro tan erotico. obedece así y le besa con la misma lentitud que su dedo acaricia la rosa feminidad y en ese beso largo y profundo decide que su pulgar escoltara los movimientos del dedo medio, pero esté en específico se ocupa de la montaña de nervios principal, ese que sabe debe ser atendido a su momento, comenzando su pulgar por dar caricias en este, suaves antes de seguir un pequeño círculo para estimular la zona.
June: Es la respiración la que genera leves temblores en su torso, como si su punto debil comenzara poco a poco a expandir sus efectos. Atrapaba labios ajenos con los propios, en un voraz beso que compone de la tensión de aguantar suavemente la provocación que incita el fuego dentro suyo. Aquella mano con la que se sostiene, acaricia camino hasta cuello ajeno, utiliza la contraria para sostenerse, a pesar de que las sensaciones en su zona baja comienzan a desestabilizar los movimientos que hace. Se aleja un poco agitada, respirando sobre labios ajenos, abre los ojos para verlo. Temblorosas falanges acomodan cabello ajeno hacia atrás, para poder mirarlo mejor, y que la viera, que viera los efectos de lo que estaba generando en su cuerpo. Como cazadora, pega sus labios contra los amables impropios, pegando más su cuerpo al ajeno, busto que poco a poco se tensiona. Baja con besos hasta cuello ajeno, deteniéndose con un corto jadeo agudo. Es la presión que expande sensaciones demasiado adictivas sobre su cuerpo, la mente dispara hacia el espacio donde anhelaba ¡No! Deseaba, no...necesitaba llegar, al punto de su máximo éxtasis, y cada segundo contaba. Se impacienta, como cualquiera cuando la suspensión de su cuerpo no es lejana, quizás un poco más. El abdomen se tensa, hacía tiempo que esas emociones no corroían su cuerpo, todo vuelve y así como vuelve es de dónde nace la pronta zozobra dramática de su órgano sexual. Suave, regresa el contacto con el cuello ajeno, no hay intenciones de dejar su huella sobre cuerpo ajeno, porque no intenta marcarle como ganado, buscaría dejarle una huella en su memoria. Regresa sobre dermis contraria, lenta, precisa con la presión que ejerce en su retorno. --- Hazlo, por favor --- Habla sólo para sus oídos, aquella impaciencia era lo que aportaba a su propio disfrute, desconocía los rumbos de su mente pero, más esperaba más encendida se encontraba, como si de esa forma la expectativa creciera y el encuentro explotaría de la mejor forma.Presiona su cuerpo contra el ajeno, tiemblan sutilmente las piernas, y sus labios vuelven a ocuparse de los rojizos contrarios, como si no los hubiera probado antes, como si necesitara comprobar constantemente aquel cálido espacio dónde no existen los miedos, aquel espacio dónde su mente olvida, calla, y sólo son ellos. Quizás llegaría un punto donde se encontrase culpable de aquello, pero no se arrepentiría, lo quería tanto como quería verlo al día siguiente, y al siguiente del siguiente. La conexión que habían generado era innegable y temía de cómo podrían seguir adelante, sin embargo esa noche sólo quería ser suya por completo.
Seiya: es sentir la dermis calidad sobre su torso desnudo tan agradable, le daban una invitación a que le abrazara simbólicamente con su cercanía, su codo recargado en la cama le permitía medir su peso, suficiente para que abriera camino hacia su cuello, donde esa boca hábil le diera atención tan necesitada, cada roce, toda la cercanía le hacían sentirse vulnerable, incapaz de crear en su mente un pensamiento que no fuera enteramente ella. con sus besos dejando una húmeda marca puede sentir su respiración darle escalofrío aún cuando el aliento era cálido, solo le hacen entender mejor lo que compartían y la forma en que ambos comenzaban esa sincronización adecuada, que parecía ser tan de ellos, no antes vivida, que no podría replicarse con nada más y no hay comparación de lo que siente con las vivencias anteriores. sus ojos pendientes conectan con los de ella y podría jurar que no había nada más hermoso que esos enormes ojos suyos, comprende lo que ella quiere mostrarle y esto hace que sewoon recuerde el dolor en el que el mismo se ha sometido a la par que ella bajo sus manos, es un trato justo piensa, vale la pena tomarse el tiempo si es que podría ver esa mirada hambrienta e invocante. nada se comparaba con sunjung, con la forma en que se movía, nada se acercaba a su dulce fragancia, no solo de perfume sino su esencia como individuo, sus labios eran distintos a cualquier cosa que pudiera conocer y los deseaba sobre su piel, solo para el. ’ ¿si? ‘ crece una sonrisa ladina en sus labios, disfrutando de lo que sonaba tan dulce a sus oídos. se había vuelto un hombre engreído, que necesitaba le rogarán y eso no era por ninguna razón de superioridad, era más adecuado decir que le gustaba sentirse necesitado después de tanto tiempo. ser necesitado por ella, era mucho mejor. siente la punta de los pechos femeninos tensos en su piel y eso le lleva a una nueva excitación. ’ ¿puedo? ‘ quiere presionar su suerte, cuando sus palabras ahogas en besos y un jadeo encontrado piden más reafirmación y así, repentino detiene el movimiento de sus dedos unos segundos para que estos sólo acariciaran el interior de su muslo, regando un poco la humedad que tenía en la punta de sus dígitos. su boca viaja al mentón y sigue hasta bajo el oído, donde hay calidez, la punta de su nariz acaricia la piel tan delicada antes de que siguiera besando, entrando su lengua en contacto con la dermis, degustando una vez más ese, su sabor. se separa entonces y se alza sobre ella, pues necesita observarle un momento más ahí bajo el, ya que no podía negarse a si mismo el placer de la vista tan etérea que era la mujer en posición tan apetecible, así, observándole su dedo índice por fin entra entre sus pliegues delicados, manteniendo lento movimiento necesario para no disgustar la parte. es suave al incorporarse en tan hirviente ambiente, hay lubricante suficiente para que su dedo corazón se acomodara fácil antes de quedarse menos de un segundo quieto mientras su pulgar regresa a la montaña de nervios. le observa hambriento mientras todo ese movimiento sucede, sus ojos se entornan disfrutando de ella y la reacción que espera con tantas ansias cuando ambos dedos hacen lo que deben, el medio entra y sale en un ritmo estable, esté en forma de gancho, esperando dar con el parche rugoso interior que debe ser masajeado para el correcto liberar de éxtasis. quisiera mirarla por más tiempo, pero sus labios se sentían tan solos que vuelve a caer sobre ella, con sumo cuidado para que su mano no perdiera el compás que llevaba, cuando se acerca y une en un beso más, se entrega completamente, su lengua buscando unirse con la otra, pidiendo entrada sobre sus delicados labios.
June: La imprudente e inafable excitación que toma posesión de su cuerpo es lo que agita la respiración, casi tanto que se le seca la garganta y tiene que morder su labio inferior y tragar con fuerza mientras son las fosas nasales las que se escargan de respirar. Asiente en lento movimiento —Si, si, hazlo— Pide, implora, súplica porque no puede controlarlo más, no quiere esperar más y quiere tenerlo. Es cuando se detiene, el cuerpo conecta con la consciencia, sutil sudor crece en su esternón, fina es la capa que aparece. Su respiración comienza a bajar gradualmente, ladea su cabeza, permitiéndole espacio a que pudiera besarla. El corazón continúa furioso, y la temperatura alta, alerta y a la espera. Sus falanges acarician su hombro, bajando hasta el pectoral, las yemas de los dedos dibujan garabatos dulces sobre la zona que protegía su corazón, allí eso quería conocer. Respira hondo, ahogada en un suspiro. Los muslos sentían leves rafagas de electricidad, lo mira, acaricia su mejilla con la yema de los dedos, que nerviosos presionan sobre su piel descendiendo hasta mentón. Presiona sus labios entre si cuando el cuerpo se extiende, la espalda se curva y de nuevo la respiración se le oye, las piernas se estiran en reacción directa. Es su respiración la que regula poco a poco el vaivén dentro suyo, las uñas se aferran a piel ajena en un intento de que pudiera tolerar el dolor que provocaba las sensaciones más placenteras que podían existir. Aquella mano que se aferra a rostro ajeno, cae a costado de su cuerpo, aferrando las sábanas con la misma. Los ojos se cierran, dispuestos a que la explotación de emociones corriera sin distracciones visuales. Las contracciones de su abdomen bajo comienza a aparecer tan pronto se duplica dentro suyo. Inhala con audible volumen, es un ahogado jadeo que expone en principio Corresponde a sus labios su lengua encuentra la ajena y la acaricia en una danza suave. De pronto , tiene que separarlo, con un audible sonido, cuando un gemido escapa de sus labios sobre los ajenos. Temblorosa respiración y los ojos cerrados, entre jadeos deja varios besos sobre los labios ajenos, cortos y concisos. Regresar a besarlo se volvía una tarea difícil tan pronto las provocaciones en su interior se derivaban hacía aquel espacio donde todo su cuerpo perdía poder. Con más desesperación lo vuelve a besar, casi como si aquello no fuese suficiente estimulación para encontrarle el punto de quiebre. Por completo olvida placer ajeno, concentrada (o distraída) en el suyo, no quedaba demasiado, ya las piernas flaqueaban, los glúteos se enstremecian y todos su cuerpo estaba cayendo a las brasas de un intenso fuego. Un fuego que no quería detener y que, por fuera de lo físico, agradecía compartir ese momento con él. No quería pensar más allá de lo que era correcto o no, qué tiempos funcionaban y cuáles no, sólo sabía que quería que si esa noche fuese la última de su vida, quería hacerlo con él. De su mente se borran aquellos aspectos negativos que se completaban en nerviosismo y timidez para actuar, porque no había freno ya cuando estaba la situación tan avanzada y tampoco deseaba frenarlo.
Seiya: tan dulce que era ella, una mujer magnifica, un espejismo que se acoplaba a todo lo que para sewoon era definido como perfección. no era ajeno a esa belleza ni por poco y tenerle ahí, bajo suyo, dispuesta y reaccionante a todo lo que él hacía bajo la prenda inferior comenzaba a hacer a su imaginación divagar, pensar y preguntarse como serían sus suspiros más adelante, la forma en que se acoplaría a él, como se sentiría esa suavidad que traspasaba cuando se volvieran uno, que tanto podía conseguir de esos gemidos cuando de por si, estos ya le estaban llevando a un plano de mente nublada. ahí, en sus dedos sentía suavidad tan agradable que se permite subir un poco la velocidad con la que su dedo penetraba, quería que se viniera en su mano, sentir esas paredes contraerse y seguir nutriendo su mente de más ideas de lo que seguiría. busca satisfacerla de esa forma hábil para preparar lo que podría continuar, él quería complacerla de todas las formas posibles, entregarse a ella como un fiel sirviente, alabar ese cuerpo como debía y que en la mente de sunjung no hubiera otra imagen más que él, quería ser testigo de verla sucumbir bajo él, observar como temblaba y se estremecía por lo que el hacía y al final, eran esos jadeos los que servían como pago suficiente, alimentando su dolorosa expectativa, porque gustaba de sentirse así, envuelto en un sinuoso deleite a medias que poco a poco despertaba su miembro. era un juego que iba en construcción a penas y que sabía tendría que ser terminado pronto... se tomaría su tiempo, pensaba, demorarse era un castigo que creaba hambre para él y le dejaba descubrir que quizás, era un hombre que usaba la fuerza de voluntad solo en cierta ocasiones. siente la necesidad ajena crecer y es atestiguante de esos suaves movimientos de su cadera y titiritar de las piernas femeninas, se siente motivado a continuar la embestida de su dedo corazón, dando esa masaje contra el parche interior.' vamos... correte. ' por un segundo esa suave voz va siendo remplazada por el tono bajo de una voz hambrienta, que ordena por lo que necesita, hay una cercanía entre los rostros, pero sewoon limita cualquier roce, quiere sentir esa respiración cerca de él, tan cortante y ahora dispareja por sus movimientos en lo bajo. sabe que ella está cerca del clímax y solo puede esperar, además de continuar el ritmo raudo de su manipulación. está observándole, disfrutando.
June: Sentía los brazos flaquear, las piernas intentaban no moverse más de lo que estaban, temerosas que si se movía, perdería todo lo ganado. La mano se cierra en un puño, aferrando la suave tela del cubre-colchón, clavando sus cortas uñas sobre la misma, sobre su propia palma. Cortos jadeos comienzan a salir de sus labios, son agudos, se incrementa su volumen tanto como la presión fija un dolor que considera intolerablemente exquisito. Abre los ojos para mirarlo, quiere poder ser capaz de expandir un poco más ese tiempo, quiere, pero no puede, la cercanía le genera ganas de besarlo pero no tiene el poder de control en su cuerpo cuando la presión en su abdomen bajo ya está cercana. Sus palabras son como el permiso que necesita, ella que notaba que parecía haber un clima agradable en esa situación, pero se libera. Toma cortas bocanadas de aire que se confunden con gemidos, su pecho sube, a causa de la curva de su espalda. Las piernas se estremecen, la temperatura del cuerpo se siente febril a medida que el sudor le baja por la espalda. Y de pronto se queda sin aire, pierde los sentidos, pierde la fuerza en sus extremidades. Son unos segundos que se siente perdida, que necesita reconectarse con la disociación sentida que había sido tan perfecta. Aquella mano cuyo contacto tenía con el torso ajeno, acaricia su cuello subiendo hasta la nuca. Lo mira, sus ojos viajan desde los labios ajenos hasta sus ojos, asiente porque desconoce las palabras. Ambas manos entonces aferra su rostro, un beso, otro beso, a modo de agradecimiento por eso. El siguiente, es más suave, más profundo, no quiere perder el tiempo, aún había todavía que hacerlo sentir bien a él. Desliza la mano por cuerpo ajeno, cuerpo que sabía que había cautivado su mente y que sería difícil poder dejar de lado a la mañana siguiente. No lo quería lejos y de eso estaba segura, quería despertar con él y que el tiempo no fuese una realidad, quería despertar con él y que el mundo se olvidara de ellos. Alcanza pantalón ajeno y con un poco de presión tira hacia abajo, demandando lo que quería en ese momento, lo quería dentro suyo, quería que pudiera él también llegar donde ella había llegado. Es torpe su fuerza, aún puede sentir los restos de su cuerpo aún débil, pero impaciente no quiere dejarlo a un lado, quiere ponerlo en prioridad. --- Te quiero a ti --- Ronroneo que susurra sobre labios ajenos antes de buscarlos de nuevo para encuentro fugaz, menos voraz, más calmo y suave.
Seiya: embriagado de esa imagen quiere mantenerla, escanearla y guardarla en su memoria, regresar a esa visión cuando más solo se sintiera, porque era etérea temblando bajo su control. los gemidos son inusitados en sus oídos, tan diferentes, tan eróticos y llamativos. no puede evitar que la punta de su lengua salga un poco para reposar en sus propios labios, degustando el ambiente que ahora les rodeaba, tenía tanto tiempo que no percibía la fragancia de un libido que hacerlo ahora y en tan poco recién explorado nivel, le parecía agradable. tuerce una sonrisa que no iba a lo perverso, es más bien cariñosa y para indicar el sentimiento deja que su mano libre de una caricia al rostro ajeno, reposando un poco en su mejilla antes de acomodar los cabellos lejos de su cara, terminando por dar un mimo en su cabeza. no puede evitarlo cuando una risa queda florece, su dedo pulgar aun da leves caricias en la montaña de nervios mientras poco a poco deja salir el dedo medio. cuanto le encantaba sunjung. sus rodillas miden su peso sobre la cama y dejaba sus besos que repitieran la misma motivación con la que los recibía, siente lo que los dedos contrarios buscan hacer, su mirada curiosa buscan por estos y al regresar a ella, muestra una sonrisa. no cambiaría su actitud entonces, por lo que permite que toda la dificultad de deshacerse de su pantalón quedara en ella, al menos eso mientras ella logra bajar la pretina de estos un poco. ' ¿segura?, ¿mhm? ' su voz mantiene como suya ese tono lascivo y profundo antes usado. no susurra, en realidad, pues mucho silencio había guardado ya, quiere que le escuche y necesita que le conteste con la misma magnitud, cuando su voz hace un hueco en el silencio de la habitación se tambalea un poco el ambiente tan reservado y privado, de cualquier forma están solos y quiere hacer ese lugar suyo, de ambos, sin inhibiciones. decide incorporarse para sentarse en la cama, separándose de los curiosas extremidades femeninas. no hay aun así demasiada distancia entre ambos por lo que es ahora él quien decide bajar su pantalón hasta con una maniobra rápida deshacerse de este, sus movimientos son algo rudos aunque agiles mientras busca por la delicado mano ajena y lento la lleva hasta su rostro para dar un beso... hay contraste repentino en acciones sin embargo, cuando decide guiar esta hasta un miembro erecto y ya sin encontrarse cubierto. toma una bocanada de aire antes de él mismo guiar el tacto. ' ¿no me ayudarás a mi? ' esa voz tan dulce, aun con un tono impávido, sigue una encomienda dulce cuando es dirigida a sunjung. lo que sonaba como una pregunta, era más una súplica amable, que dicha en el ambiente presente, se camuflaba lasciva, caprichosa.
June: Lo observa actuar, apoya el codo a su costado para mirarlo. Quería verlo bien entre los espacios que la luz permitía poder mirar. De arriba abajo, cada espacio de su cuerpo, retenerlo en su memoria, entender como aquella presencia a su lado estuviese tan predispuesta a continuar con aquello que comenzó con un casi inocente beso. Se detiene sobre los pequeños lunares que como constelaciones podían unirse si eso deseaba. Se deshace del pantalón del pijama prestado, simplemente quedando con la ropa interior. Lo deja guiarla, lo deja porque era trato justo también y sus intenciones eran hacerlo llegar también. No habla en palabras cuando destruye la distancia con un beso en lo que sus falanges se aferran alrededor de la extremidad masculina con suave presión. A contraposición de sus labios sobre los ajenos, el vaivén de su mano comienza a presionar más fuerte cercana a la raíz naciente. Es rítmico el movimiento, en inicio lento para que la estimulación fuese gradual, abre los ojos en medio del beso, queriendo ver sus acciones en el opuesto. Vuelve a cerrarlos, espera estar haciendo lo que pudiera iniciar en el contrario las sensaciones que él había despertado en ella. --- ¿Está bien? --- Susurra sobre sus labios, bajando sus besos hacia el mentón ajeno, no pierde concentración de lo que su muñeca mantiene labor y empuja el rostro masculino con su nariz, para pedirle lugar a que pudiera seguir bajando con sus besos por su dermis. Ladea el rostro, enfocando sus labios en el cuello ajeno, teniendo de primera mano el aroma de su perfume, fuerte pero suave a la vez, una dicotomía que sólo podía leer en él. Sewoon, cuya amabilidad la había cautivado y ahora dicha presencia en las sábanas la tenía aún curiosa de todos los matices que resguardaba aquella persona dentro. Qué le hacía feliz, triste, enojado, emocionado, llena de dudas que necesitaba completar, no en ese momento pero en algún futuro. En ese momento su mente sólo estaba enfocada en el placer ajeno, en animarlo. Acelera la velocidad con la que maneja miembro ajeno, sólo un poco, al instante que sus dientes dejan una pequeña mordida en la dermis que componía su cuello. Suave, nada que pudiera dejar rastros de su paso por su cuerpo, que pudiera delatar lo que estaban haciendo. Pensaba en la importancia de ser cuidada, de dejar los recuerdos para la mente no para el cuerpo. Se acomoda sobre las sábanas para que sus acciones tuvieran un acceso más cómodo y no detener la acción que pudiera cortar todo el ambiente creado.
Seiya: esa suave presión en su miembro le hace tensar los hombros, su mano ya no se apoya en nada más que en la sábana de cama. quiere ver la escena completa, disfrutarla con toda la desviación que crecía sin pudor alguno, lo que por un segundo empezó como un movimiento rozando caballerosidad, se tornaba obscuro en su mente. se ve petulante cuando una sonrisa aparece al pronto vaivén que la delicada mano llevaba sobre él, un suspiro profundo tiene lugar, casi espeso. con ojos voraces sigue mirando con cautela de no hacer ningún movimiento que hiciera perder el control sobre su momento de gloria. mientras ella se mantiene ahí en ese tortuoso por fin roce desnudo, lleva su mano diestra al otro rostro, donde antes de besarle con cautela fija bien su mirada en los apenas visibles avellana tan cálidos. no comprende que le ha hecho tornar diferente su esencia para con ella, lo que comenzó como un encuentro modesto ya no era más, no tenía más necesidad de ocultarse, no cuando sentía su mente nublarse con ese químico que solo los encuentros amatorios como esos suelen evocar. necesitaba incentivo antes de la siguiente acción y lo estaba consiguiendo a la perfección, con un ritmo estable y una presión tan placentera. se separa un poco, rompiendo el beso y su mano que aun reposa en la mejilla, va a acoplarse de forma en que su pulgar toque los labios carnosos y tan perfectamente delineados, tan suyos. ' perfecto. ' es una palabra que aflora ahogada entre la fuerza del diafragma que su voz intentaba reprimir y quiere dar entender su palabra es la alabanza a lo que la hábil mano hacía sobre su miembro, además claro, definición de lo que tenía frente a él. tanta perfección. sus ojos observan los otros, los labios rojizos y bajan por el cuello, donde había brillos en la piel de esos que solo el rocío del sudor dejaban, llega a los pechos donde ahora su mano acarician por un segundo y al continuar su camino, sus ojos caen sobre la ropa interior que aun ocultaba lo que si bien ya hubo. tentado, necesitaba deleitarse con aun más. es cuidadoso de ejercer una presión sobre el otro cuerpo, obligando a que el masaje a su órgano se detuviera y ella pudiera recostarse de espaldas, asimismo el mantenía su distancia con la espalda vertical. sus manos se deshacen de la ropa interior y esta queda en algún sitio de la habitación. puede sentir su boca hacerse agua cuando ve el residuo húmedo de entre la feminidad y piensa en querer probar personalmente, en verdad quisiera... pero el juego previo iba terminando, lo podía sentir. ahora era él quien maneja su extremidad erecta, dando unos tirones antes de con su pulgar llevara su liquido lubricante natural desde la punta hasta los costados. cazador quieto va cerniéndose sobre el cuerpo delicado y al aproximarse, le besa tiernamente, expectante mueve con sus manos ahora las piernas femeninas, abriendo estás para su comodidad. guía su miembro sin despegar mirada de esos ojos, haciendo que este rozara con la apertura un poco, mojando la erección para prepararse y al fin, lento va haciéndose espacio entre las paredes femeninas, acoplándose ahí, soltando un suave gruñido cuando por fin está dentro, sintiendo una calidez que le comienza desde el segundo uno, a llevar a un nuevo y tan diferente estado de excitación, que solo va creciendo a medida que sus caderas hábiles se mueven empujando la penetración.
June: Libera su agarre y se deja llevar, sumisa a la voluntad ajena, el corazón suyo latido había recuperado se acelera, pero bombea lento y firme cuando lo observa prepararse. Su anatomía comienza a impacientarse por un momento, tiempo que su feminidad fluye a la espera, esperando el encuentro que había anhelado con ese primer beso. Su cadera está dispuesta a lo que viene, sus ojos sedientos exigen la unión. El encuentro provoca suave jadeo que se escapa de sus labios antes de buscarlos ajenos, es pierna derecha que sube a espalda ajena, sabiendo que de esa forma el placer era diferente para ella. Podía ser extraño para el contrario, pero era la angulación donde la estimulación en ese estado, surgía los efectos positivos para llegar de nuevo a su máximo esplendor. La cadera se acomoda, y con suaves movimientos da bienvenida a las nuevas sensaciones que evocan aquella acción. Como piezas de rompecabezas, siente que encaja perfecto dentro suyo. Ambas palmas se apoyan en los hombros ajenos, con suave presión a medida que el dolor se traduce en placer. Eran los espacios entre los encuentros que usaba para mirarlo, casi distraída por momentos por el rostro ajeno, una suave caricia baja desde la sien ajena hasta su mandíbula, cuestionándose en qué punto la vida la había bendecido con la aparición de un hombre como Sewoon, que pudiera darle tanta paz y tanto placer a la vez. Un gemido alto (dentro de los niveles con los que hablaba normalmente) la sustrae de ese pensamiento y las uñas se clavan en su espalda. A nueva cuenta, regresan las sensaciones, leves, en ráfagas de fuego cruzando su pelvis, más y más fuertes a cada momento. Los jadeos mantienen su curso, en su develo de no agitarse de más y procurar mantenerse activa lo que fuera necesario que aguantara climax opuesto. Su pelvis se despega de las sábanas, uniendo más sus cuerpos, unión que ya estaba intrínseca.Puede percibir como el cuerpo intenta descender el calor con la transpiración naciendo en las zonas de contacto, los glúteos presionados para sostener su movimiento. La dura sensación dentro suyo, el cálido agarre, deposita un beso sobre el hombro ajeno, llamando su atención para poder mirarlo, otro beso, otro sobre cuello ajeno, buscando las facciones masculinas con las propias. La metamorfosis de lo que ocurrían en cuerpo ajeno para saber si era de su agrado lo que hacía era una forma de tomar más confianza sobre sus acciones. Los ojos se cierran al momento que el arremetimiento ajeno provoca en ella que un gemido se escape sin permiso alguno, el dolor culposo de aquello que se disfruta, endorfinas movilizándose por su canal sanguíneo, acopladas a la adrenalina de no poder parar de necesitarlo. Es ahora ella quien pide permiso para empujarlo hacia atrás --- ¿Puedes sentarte? --- Pide sobre su oído, buscando cambiar el eje con el que estaban funcionado, queriendo ella participar activa de la inserción. Y aferrada a su espalda con la pierna, se sostiene del torso ajeno con ambos brazos, expresando que no quería cortar la vinculación.
Seiya:van las embestidas tomando forma, cada vez más cómodas, con cada movimiento se sienten transformarse delirantes para el hombre, sintiendo como esas paredes aprietan dulcemente su erección. los gemidos que recibe son gloriosos, pensando se queda unos segundos en los nervios que estos despiertan en sus oídos, llevando un tintineo por su sistema hasta ese sitio donde conectaba con ella. sus expertas caderas continúan empujando, a una distancia tan cercana cuando siente el movimiento bajo él. su mano va a acariciar la piel de la pierna que tiene a un costado y hala un poco de ella, obligando a que si lo que buscaba era una posición donde degustara más, el pudiera ofrecérsela. ' quiero escucharte... por favor. ' su nariz se hunde en el cabello al costado del rostro ajeno, donde sus palabras echas quejido eran dirigidas con seguridad, suplicando por esos detalles que él conocía, le harían llegar a un máximo extático. va con su mano ahora bajando hasta las caderas y no puede evitar tomar de estas con cierta fuerza, queriendo que ese ritmo no se viera alterado por nada. entiende que así como el se veía en derecho de hacer peticiones, aceptaría sin reproche lo que le era pedido como pregunta, no hace respuesta más obvia que la de darle el gusto y ahora son ambas manos las que sostienen las caderas, tomando los glúteos ajenos para, con cuidado, maniobrarse y sentarse. el cargar con ella no era difícil, menos cuando tenía el empuje de la adrenalina. agradece que no hubiera separación alguna y aun con ese simple movimiento, que pudo haberle parecido tan sencillo, se siente en necesidad de hacer que su respiración se profundice, regulándose a su tiempo. las manos van subiendo hasta quedarse en su espalda baja, acariciando la tersa sudosa piel. la diestra avanza para entrar por entre las hebras negras de su cabello, apoyándose para besarla, profundo y con necesidad. es lenta la forma en que siente caer el nuevo peso sobre su miembro, llegando a rozar el limite de la extremidad, así, debe sewoon cerrar los ojos para aceptar esa nueva tan deleitante posición que le provoca ahora gemir, sin pena y con total libertad. la mano que aun se asienta en la espalda ajena ayuda para que con su brazo presione para acercarle a su cuerpo en lo que era un abrazo que exigía sentir esa dermis en la suya.
June: No suelta su agarre hasta que es firme la postura en la que se encuentran, en que la seguridad de encuentro ni provocara incidentes innecesarios. La gravedad provoca una llegada distinta que la hace gemir con dulce caída de la volúmen maximo que alcanza. La luz externa le regalaba a nueva cuenta, parte de las facciones de Sewoon, comienza a mover la cadera en una onda que pudiera sostener el ritmo de lo sentido antes. Busca no distraerse pero sus dedos mueven mechones ajenos del rostro masculino, arrastrando consigo una caricia que elimina los rastros de sudor sobre su frente. Encariñada con la vista se encuentran perdida en la belleza ajena, obnubilada de momento hasta que el pedido ajeno la devuelve a su propia mera. Roba un beso de imprevisto al contrario, corto, suave. Es un beso que promete, que jura hacerlo sentir bien sin decirlo, porque las palabras le sobran en momentos que el cuerpo hablaba. Su movimiento comienza a acelerarse un poco y la presión también, dobla la pierna al costado del cuerpo ajeno para que la llegada se sintiera como a ella le gustaba. Libera su garganta para dar lugar a que los jadeos poco a poco se convirtieran el lo que él quería, quería escucharla y eso le daría, sin forzarlo porque perdería la concentración de su zona sensible y arruinaría el momento. Deja caer su cabeza sobre el hombro impropio, apoyando su frente allí y los brazos los lleva a la espalda masculina, sólo que su agarre se forma en ganchos, escabullendose bajo los brazos ajenos los cruza colocando ambas manos sobre los hombros de quién la sostiene. Y regresa, aquella sensación previa, su abdomen bajo presionando, las piernas con un leve temblor y gime sobre oído ajeno. Con un tono más íntimo, sólo para él. Las uñas de nuevo se sostienen de la dermis ajena, quizás alguna dejando un pequeño rasguño, débil y poco relevante.Vuelve a gemir sobre su oído, deja un corto beso sobre el cuello ajeno antes de que el siguiente gemido apareciera de imprevisto con un tono más alto explorando las reacciones al dolor que la hace estirar la pierna contraria. El pecho se acelera y la temperatura sube como una locomotora a vapor, sus movimientos también se aceleran dispuestos a llevarlo hasta el último punto y quizás, con suerte llegar ella con él también.
Seiya:con cada beso, con cada suspiro sentía ese dulce aliento cerca, le daba un tibio sentir. una cercanía tan deseada y justa. esos gemidos son unos acordes tan finos, estables y maravillosos, es lo que quería... escucharle, saber que estaba haciendo un buen trabajo, que como él, ambos iban en dirección a un abismo. no puede controlar demasiado cuando hace que sus jadeos hagan cosquillas tan cerca de su oído, sus manos ahora sujetan fuerte la piel de las cintura, intentando sostenerse a ella en un éxtasis que subía su temperatura. comenzaba a sentirlo de distinta forma. como si necesitara que esa deliciosa presión sobre su miembro subiera el ritmo. la forma en que temblaba en sus piernas, podía sentir como la fina capa de sudor aparecía en su espalda, la piel calentaba un poco más sobre la suya, la reacción involuntario de los nervios de la pared femenina que rodeaba su extremidad y los gloriosos gemidos... se sentía satisfecho y celoso, si podía admitir. ' mierda... sunjung. ' suelta con falta de aire, sus manos necesitan sostener las caderas por un segundo, pues comienza a necesitar más, saciar ese conocimiento de su libido de la forma que ya sabía.va apoyando una mano en la cama unos centímetros detrás y se posiciona cómodo para dar facilidad a las embestidas, primero estable y contando segundos, pero poco a poco siente esa intensidad subir, tomando nueva velocidad sus caderas se acomodaban al ritmo tan tortuoso. una y otra vez, con rapidez deja que el movimiento preciso de la mujer le guíen. sostiene en cierto punto la respiración y cierra los ojos, haciendo presión cuando siente electricidad recorrerle desde la nunca hasta la parte baja de su pelvis. se libera por fin, sintiendo el arrebato de sensación cuando su miembro se estremece entre las paredes de la mujer, soltándose, llevándole a un arrojo de delirio tan vehemente que la temperatura de su cuerpo se alza en un solo segundo antes de contenerse. el aíre vuelve a sus pulmones al mismo tiempo que en un suspiro cansado tiembla. sus brazos se relajan en el agarre de la mujer y lo único que les rodeaba eran esos suspiros que son amenos para la callada habitación. pasa saliva con la respiración pesada. su mano la busca y se apoya en su fino cuello, obligado se siente a buscar sus labios para besarle profundo y con necesidad, hambre de seguir disfrutando los rojizos tan suaves. en ese beso podía recibir los suspiros ajenos y combinaba los suyos, terminando eso como un pacto final.
June:La espalda perdía estabilidad a medida que la presión aumentaba, se fuga de sus labios un gemido más alto que los previos, y por un segundo se inhibe. Quería controlarse, no romper el tono de lo que ocurría, temía que si subía su voz podría sacarlo del lugar que se asemejaba cercano, pronto. Aferra aún más las uñas sobre hombros ajenos, se siente perdida por momentos sin embargo sus acciones no reducen ni su intensidad ni su rítmico trazo que dibujaba en el vaivén de su movimiento. El abdomen le cosquillea, de imprevisto, notando la fuerza con la que funcionaba, amenazando con la inmediata aparición de sensaciones ya atravesadas. Abre los ojos, se distrae con su rostro, caricia trémula que decae pronto por la poca estabilidad de mantenerse entera a medida que su cuerpo se arrastraba más a ese nirvana. No puede controlar más, su voz se eleva entre el dolor extremo y falta de poder sobre su propio cuerpo. Inhala, inhala, inhala, y por poco se olvida de exhalar. Puede escuchar el cambio de respiración en el contrario, la forma en la que aquella define de por si que la finalidad está tan cerca. Un escalofrío le recorre la espina dorsal al momento que el fuego la abraza sintiendo dentro suyo lo que esperaba darle al contrario, la satisfacción. Mantiene los ojos cerrados, una pequeña gota se desliza por su mejilla, desconoce si era sudo o un efecto involuntario de sus ojos por lo experimentado. Estaba extasiada con compañía ajena, lo quería tener aún más cerca, más el momento aún la tenía ensimismada. Suelta una risa sobre sus labios, risa baja, privada, sólo para él. Acaricia la mejilla ajena recibiendo sus labios, como si hubiera extrañado el sabor de sus besos. Se separa de sus labios y deja continuos besos cortos sobre la mejilla ajena, rodeando el cuello ajeno con ambos brazos. Leve es el vaivén con el que hamaca al contrario, y la forma en que sus dedos descienden sobre espalda ajena, acariciando la misma pidiendo perdón por el posible dolor provocado. Vuelve a enfrentar su rostro con el opuesto, la respiración aún queda agitada y siente que debe inhalar profundo para poder bajar decibeles de su propio pecho. Acaricia la nariz ajena con la propia --- Deberíamos dormir --- Le susurra antes de darle un siguiente beso ---¿O en América siguen despiertos? --- El tono privado con el que habla, como si aquella conversación fuese sólo suya, ni la luna debería enterarse. Sabe que debe salir de ese lugar en el que estaban pero, no quiere alejarse, como si aquella idea simplemente pudiera desvanecerse en sus manos.
Seiya: la intimidad comienza a acoplarse entre él y la distancia que mantenía con esa tersa piel. con la punta de sus dedos comienza a dejar pequeñas caricias en la espalda, jugueteando en lo que su fuerza aprovechaba a reconstruirse. hay vulnerabilidad que siempre disfrutaba después del acto amatorio, pero no había comparación a lo de entonces. esa cercanía era distinta, lo que terminaba bien se fichaba como lascivia, lo aceptaba sin culpa alguna, pero contrastaba con querer quedarse ahí, abrazado a ella, escuchando su respiración, disfrutando la esencia del después, sintiendo su sangre bombear en su pecho que tan unido estaba al propio, compartiendo temperatura sobre esas sabanas. repentino aparece un pinchazo en su miembro, que ocupaba aun un lugar dentro de ella, es ese dolor que sigue sintiéndose tan bien lo que le hace tomar aire, admite que aun siente relampagueos de una estimulación que apenas se presenciaba. ' ¿quieres que te alcance tu ropa interior? ' continua rompiendo el silencio y entre la obscuridad dibuja una sonrisa entrañable en sus labios, los que se detienen un segundo en el hombro desnudo de la mujer, acariciando con estos la piel tibia. ' no sé donde quedó. ' se habían entregada de cierta forma que llegó a pensar la línea que les unió por esa noche se había vuelto débil, frágil... muy por el contrario, se afianzaban como antes, compartiendo esa unión que quizás era fuerte lo suficiente, para dejar que lo que terminaron juntos, fuera más que un simple acto carnal, si no algo destinado a suceder. sus besos suben por el hombro hasta el cuello, continuando cortos y veloces, traviesos. debe detenerse un segundo y soltar un gruñido suave cuando el movimiento que hacia hace que la estimulación de la unión de ambos se volviera demasiado para resistir, por lo que se ve obligado a con los brazos alzar de los muslos a la femenina y dejarse libre del nexo, con cuidado la deja resbalar en el colchón y antes de salir de la cama se inclina para tomar con ambas manos su cara y besarla fugaz en los labios. ya fuera de la cama busca por la ropa que estaba esparcida por la colcha y otras piezas en el suelo cercano a la base, entregar estas es lo siguiente, buscando la comodidad de vuelta. sus ojos van para observar los números blancos iluminados del reloj digital de su mesa auxiliar... la madrugada les seguía protegiendo y siente felicidad pura por ello, pues era como si debiera un favor ahora por el tiempo que el podía jurar se hubo detenido solo para ellos dos.
June: La sonrisa es bienvenida a su rostro a medida que su mente asimila lo que pasó, lo que pasaba y lo que podría pasar. Teniendo consideración sobre lo que quizás esperaba, una advertencia sobre mantener en secreto encuentro íntimo entre ambos, pero no le preocupaba porque no necesitaba alardear de nada. El simple pensar de relatar lo que había sido le generaba pudor, no tenía palabras para explicar aquello que era tan normal y natural, dos cuerpos unidos y un destino cruel que los presentaba en ese status social laboral diferencial que comprometía al contrario. Libera su agarre para acomodarse con las piernas de costado, jalando de la sábana para cubrir su cuerpo a pesar de que en vano era, cuando la exhibición no sólo había sido física sino también emocional. Había hablado de cosas de su vida, escuchado de la ajena y aún quería saber más, quería poder hablar más, la energía aparecía fugaz, olvidando por completo el sueño que antes tenía. Ardor suave es lo que crece en su pecho, como una sensación tan hermosa podría alcanzar un bajo y simple dolor también. Se hace de las prendas para cubrirse, primero las zonas privadas y luego el pijama de nuevo. Estira las piernas y baja de la cama, pudorosa de decir algo, acaricia el brazo ajeno en lo que avanza por la habitación, con la lúgubre iluminación blanca azulada, hasta el baño privado y entra. Enciende la luz, cegada por completo en primer instancia, se sienta para concretar el ritual de la forma segura que sabía por la experiencia y después se enfrenta al espejo. Los cabellos negros alocados y la sonrisa que no parece bajar, acaricia sus labios como si pudiera retener en los mismos esa sensación. Peina su cabello con los dedos y sale. Es la comodidad que encuentra con él que no siente necesario decir nada. Llevada por una acción, inocente lo busca porque tardan sus ojos en acostumbrarse a la oscuridad, y de pronto choca con su cuerpo, rodeándolo con ambos brazos —¿Todo bien?—Pregunta sin poder distinguir aún si era el frente o la espalda del contrario lo que estaba mirando. Las emociones florecían dentro suyo y la recorre el miedo del después, fuera lo que el futuro deparaba, estaría siempre agradecida de haber compartido aquello con él.
Seiya: viste simples pantalones y se ha dado la libertad de dejar abrir un poco la puerta de cristal corrediza y disfrutar de la brisa de la madrugada. busca que realidad le haga bajar del pedestal donde ha escalado. lo que va repasando en su mente son esas simples primeras palabras, un encuentro tan burdo que se debía a agradecer a una confusión cualquiera... pensaba así había sucedido, quizás con detalles de sobra o con menos de los que adornaba ese acercamiento, ¿importaba? todo tan formado a la perfección, palabras correctas y decisiones que se acoplaban a un camino que les llevó a una colisión como esa. una vez que regala un suspiro a la noche cierra la puerta y es apenas atrapado por los brazos femeninos, es quizás un susto repentino que le hace virar para forzar su mirada y dar forma a la mujer escoltada por la obscuridad. ' perfecto y más. ' leve bufido escapa en una exhalación y sus manos aceptan las extremidades que le atrapaban. ya girando, se une en un abrazo más cómodo, con completa afinidad y tan entrañable un beso cae en la cima de la cabeza y hunde su nariz ahí. se va llenando de una idea solamente... la fiesta evidentemente seguiría sin ellos como planeada, ¿alguien estaría notando la ausencia de las figuras? esa misma inquisición se formó cuando iban por la carretera de camino a su hogar, pero era más la adrenalina que sentía la que ganaba partido, aun más que cualquier pregunta de ese tipo obligándola a que se borrara de inmediato. una vez más, la curiosidad comenzaba, porque no se encontraba preocupado por él cuando gran porcentaje de los invitados siquiera se preguntaría si el solista tan inhibido y retraído hubo asistido, pero ¿qué había de sunjung?, ¿la extrañarían sus amigos? crece en él un sentimiento presuntuoso, como crío se siente afortunado por tener algo que los demás no, alguien que fue suya por esa noche. ' ¿ahora si podré terminar de arroparte? ' no piensa en el cinismo de su pregunta y la sonrisa que con que este va escoltado, solo guía con su mano nuevamente a la mujer a su cama, envolviéndose ambos una vez más en las sábanas que ahora, estaban más revueltas que en un inicio. antes de acomodarse y que sus brazos buscaran por la compañera, su teléfono se alumbra sobre su mesa auxiliar, este por poco pasa a ser ignorado, pero es su vista fugaz la que alcanza a acomodar el nombre del director de la empresa reflejado en la pantalla, abajo caen en cascada una pila de mensajes del este y otros de su representante... por supuesto que sus compañeros no repasarían su presencia en esa fiesta, pero el hombre aquel, le esperaba pues quedó pactado que su presencia sería necesaria para el brindis del final, ese que iría dirigido a los celebrados de la noche. se queda estático unos segundos, cernido sobre su cama antes de hundirse lento en la comodidad, su mente debate unos segundos antes de tirar al hombre aquel hasta el rincón más obscuro de su mente y piensa que ni él tenía el derecho de arruinar su noche... ' gracias por estar aquí, sunjung. ' la preocupación va deshaciéndose cuando sus brazos alcanzan el cuerpo y le halan hacía el bajo las sábanas. queda un beso en la frente y cierra los ojos, queriendo dormir por fin después de tanto, en paz.
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