#ajshdganhsgdajhsd AYUDA ME QUEMO SEYORRRRRRR

[xshouganai]

Las sucias confesiones del otro eran música para sus oídos, tanto así que llevó la mano a su propia entrepierna tratando de calmar un poco la erección que ya igualmente comenzaba a molestarle, acariciando un poco el área para calmar el fuego que sentía y poder concentrarse en hacer sentir bien al otro. Volvió a engullir su miembro, siendo osado y llegando hasta la base de un solo bocado, aguantando cada vez que el glande rozaba con sus amígdalas, en ocasiones deteniéndose solo unos segundos para tragar el exceso de saliva y aguantar la sensación de atragantamiento y no terminar vomitando, ya de por sí muy apenas podía vivir tranquilo con lo que pasó esa primera vez como para que ahora saliera con otro "chistecito". Las luces le distrajeron, de modo que levantó la cabeza y tomó una gran bocanada de aire para recomponerse, relamiéndose los labios del sabor de Sangwoo. Se sentía incluso mareado por la calentura que iba subiendo y poseyendo su cuerpo, era como había dicho "como si lo poseyera el diablo", porque el Haejin que todos conocían jamás haría nada de eso, jamás sería tan atrevido, descarado y sucio. Era un lado que solo Sangwoo conocía, y planeaba que permaneciera de esa manera. Para no dejarle desatendido, su mano continuó el trabajo, masturbándole sin darle tregua.

—Apúrate entonces... mierda ¿Cuánto falta? —siquiera lograba reconocer el vecindario, solo quería que estacionara de una vez y entrar a la casa para arrancarle la ropa. Finalmente reconoció la cochera y agradeció a Dios por ello, aunque seguramente nuestro Señor nada quería saber de un pecador como él.

—En algún momento tengo que — respondió muy apenas, seguramente Haejin no estaba teniendo en cuenta cuánto avanzaban en el auto y lo poco que faltaba para que llegaran a su casa. La humedad en su cuello le erizó la piel por completo, otro suspiro se le escapó de los labios obligándolo a llevar ambas manos hacia el volante el cual presionó con notoria fuerza. El mayor estaba haciendo lo posible por soportar pero claramente no estaba soportando ni quería hacerlo, no cuando aquella voz junto con el aliento húmedo se mezclaban consigo mismo. —Mierda— jadeó al escuchar su nombre ser dicho por él junto a esa abrasadora humedad que envolvía su miembro, aunque también eso de que Haejin no estuviera con más personas hacia lo suyo, no le gustaba imaginarse al contrario con alguien que no fuese él.

Sangwoo llevó la diestra hacia la cabeza ajena, presionando esta consigo mismo, le encantaba escuchar los jadeos y gemidos ajenos, era algo que guardaba en su memoria constantemente pero ninguna de esas veces se comparaba a la anterior, en cada situación que tenían el menor lo sorprendía cada vez más. En esta ocasión trató de mover la cadera, deseoso de que tomara por completo toda su hombría como segundos antes, necesitaba más, quería más, las ansias de detener el auto crecían desmesuradamente pero sabía que si frenaba el otro lo mataría y moriría el juego. — Apenas lleguemos a casa… mierda… solo puedo pensar en ti encima de mí… —un ligero gemido ronco se le escapó— mira como me tienes…, añorando poder estar dentro de ti y seguir escuchando esos malditos gemidos.

Dejó de hablar, un rayo de luz iluminó su camino al comenzar a notar las viviendas a unos cuantos kilómetros, estaba tan cerca de que su deseo se cumpliese cada vez más pronto.