#acerca de la docta ignorancia
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bocadosdefilosofia · 8 months ago
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«Por lo tanto, las oposiciones convienen tan sólo a aquello que admite excedente y exceso, y le convienen diferentemente. De ninguna manera le convienen al absolutamente máximo porque está por sobre toda oposición. Porque, en consecuencia, lo absolutamente máximo es absolutamente en acto todo lo que puede ser sin oposición alguna, de tal manera que en lo máximo coincida lo mínimo; entonces está sobre toda afirmación y de la misma manera también sobre toda negación. Y todo aquello que se concibe que es, no es más es que no-es. Y todo aquello que se concibe que no es, no es más no-es que es. Pero de tal manera es esto que es todo; y de tal manera todo que es ninguno; y de tal manera máximamente esto que es mínimamente lo mismo. No es, pues, decir otra cosa: “Dios, que es la misma maximidad absoluta, es luz”, que “Dios de tal manera es máximamente luz que es mínimamente luz”. Pues, de otro modo, la maximidad absoluta no sería todos los posibles en acto, si no fuera infinita y el término de todo y por nada determinable, como en lo subsiguiente habremos de explicitar por la misericordia de Dios.»
Nicolás de Cusa: Acerca de la docta ignorancia, libro I: Lo máximo absoluto. Editorial Biblos, págs. 47-49. Buenos Aires, 2003.
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otrolazo · 8 years ago
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ACTO PSICOANALITICO Y SUS DIFERENTES IMPLICACIONES
Por Rosana Campero
A lo largo del Seminario XV “El acto psicoanalítico”, Lacan da variadas definiciones de lo que es el acto. De manera introductoria se dispone a explicitar lo que es el acto en diferentes disciplinas como la ciencia, en lo jurídico entre otras concepciones. El acto que aquí nos concierne es el acto psicoanalítico, tema que ha causado gran revuelo dentro de la practica psicoanalítica, podemos plantear tres referencias centrales para abordar la categoría del acto analítico, tres dimensiones que sugieren tres tiempos del análisis. Diremos tiempos lógicos que sólo parcialmente coinciden con su desarrollo cronológico. Siguiendo la conocida metáfora del juego de ajedrez, estos tres referentes pueden plantearse en términos de apertura, mitad de juego y final. Teniendo claro el destino inexorable de cada partida.
 Iniciemos con la apertura, primer momento que va a signar el resto. La instalación de la transferencia es este primer momento en el que el analista debe ubicarse en el lugar de SsS y hacerse de esa función. Será a quien se le supone un saber, pero no cualquier saber, es un saber del síntoma del sujeto; de lo que le adolece. En cuanto al analista este primer movimiento es denominado por Lacan como acto en falso, aquel acto que pareciese más un acto de fe que cualquier otra cosa. Aquella verdad oculta que el analista sabe dónde el sujeto hace uso de la docta ignorancia. A pesar de que el análisis no es un acto de fe, este paso o este momento es necesario para que se pueda dar la instalación de la transferencia. Lacan es preciso en comentar; “fingir que la posición del sujeto supuesto saber puede ser sostenible porque es el único acceso a una verdad de la que ese sujeto va a ser arrojado...” (LACAN, 1967)
 Como sabemos, para que pueda haber un final de análisis debe haber un inicio. La instalación de la transferencia es lo que nos dará pista de este inicio que en el mejor de los casos resulte en un final. Por su parte, el acto analítico es aquel momento que nos habla del final del análisis como la caída del sujeto supuesto saber. Esta caída es el hecho que no habla de la realización del acto analítico. En la clase de el 17 de enero de 1968 Lacan comenta “el sujeto supuesto saber, al cabo de la experiencia analítica, es un sujeto, que, en el acto, no es." (LACAN, 1968) hablando de la caída del sujeto supuesto saber.
 Es de llamar la atención que parte de este acto psicoanalítico proveniente de la caída del sujeto supuesto saber lleva el estatuto de resto. Hay algo de la operación en esta caída que deja un resto, un deshecho. Lacan a lo largo del Seminario 15 se ve envuelto en tratar de clarificar una y otra vez la importancia que tiene la evacuación del sujeto supuesto saber y el eje conceptual del estatuto del acto psicoanalítico. Ya desde lo propuesto por Freud, la transferencia es uno de los puntos nodales de la practica psicoanalítica. A pesar de que sabemos que la transferencia es uno de los conceptos fundamentales en el psicoanálisis me parece importante destacar esta vuelta innovadora que Lacan persigue a lo largo de este seminario, ya que pasar por toda esta experiencia de destitución del sujeto supuesto saber es el eje sobre el cual el psicoanalista francés hace girar la formación del analista.  Por qué recordemos que la enseñanza de Lacan va dirigida a eso, a la formación del analista.
 Con lo anteriormente dicho queda un cuestionamiento por tratar. ¿Qué vinculo existe entre el estatuto del acto psicoanalítico y la posición del analista? Hasta ahora hablamos de la posición en la que el analizante se ubica tanto en la instalación de la transferencia y la “creencia” de que hay Otro que sabe acerca de su síntoma, de su deseo. Ahora, hablando del analista Lacan plantea que las resistencias están del lado del analista y para no quedar sumergido en la demanda de su analizante tendrá que sostener de alguna forma ese acto de fe donde sale a la luz el sujeto supuesto saber para que posteriormente caiga. El analista deberá de ser cauteloso con su propia condición como deseante y no solo responder a la demanda del analizante. Es aquí donde podemos señalar otras de las innovaciones teóricas lacanianas, donde señala como este tercer tiempo de la partida la asunción subjetiva de la castración. La castración en el Otro dando como resultado la destitución y caída del sujeto supuesto saber. La gran originalidad que revela esta noción del acto psicoanalítico es que el Otro esta castrado y que el sujeto supuesto saber no existe. “...aquel que al fin de un análisis didáctico recoge el guante, si puedo decir, de ese acto, no podemos omitir que lo hace sabiendo lo que su analista ha devenido en cumplimiento de ese acto, a saber, ese residuo, ese desecho, algo arrojado…. ...el analista llega al final del análisis a soportar no ser más nada que ese resto, ese resto de la cosa sabida que se llama objeto “a”. (ibíd.).
 Como conclusión podemos decir que estos dos momentos o tiempos lógicos son aquellos que nos dan una mayor claridad acerca de lo que es el acto analítico; y el papel del analista y el analizante. Me es imposible ignorar uno de los elementos más importantes para este tema y que marcan la ruta hacia el final de análisis. La interpretación será aquello que nos dará el fundamento lógico entre las intervenciones del analista y el acto psicoanalítico. Siendo la interpretación la forma de intervención en el campo significante que nos llevara a lo que llamamos el tercer tiempo lógico; final de análisis. La interpretación analítica busca equivocar al saber y evocar algo del orden de la verdad. Este acontecimiento subjetivo determina el agotamiento de la demanda de saber al analista, lo que equivale al agotamiento, des-ser, del sujeto supuesto saber.
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