#San Pedro de Daroca
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(via Puerta de la Antigua Iglesia de San Pedro de Daroca (MAN) – FOTOGRARTE)
#Museo Arqueológico Nacional#Madrid#España#San Pedro de Daroca#Siglo XIII#Edad Media#Middle Ages#Arte Mudéjar#Fotografía#Arte#Photography#Art
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Pedro Díaz de Oviedo (finales del siglo XV – principios del siglo XVI)
San Orencio
h. 1498
óleo sobre tabla
176,5 x 146 cm
Nº inv. P00414
Colección BBVA España
La obra, al igual que Santa Paciencia —también en la Colección BBVA—, procede de la iglesia de San Lorenzo de Huesca y formó parte del antiguo retablo mayor realizado en torno a 1500, que fue desmontado a principios del siglo XVII al derribarse la basílica. De dicho retablo se han conservado fragmentos dispersos, algunos hoy depositados en el Museo Diocesano de Huesca.
Este retablo inicialmente se atribuyó a Pedro de Aponte (documentado entre 1505 y 1530), pintor aragonés de prestigio casi mítico al que se asignaron muchas obras de esta época, pero más tarde se descarta esta autoría. Posteriormente, Chandler Rathfon Post las atribuyó a un tal Maestro de Huesca, formado seguramente con Miguel Jiménez (documentado entre 1462 y 1505), del que toma los halos dorados decorados con círculos concéntricos en relieve. Aunque perdure en ella mucho del gusto flamenco por los pliegues quebrados y la minucia decorativa, muestra rasgos de un incipiente Renacimiento en el tratamiento volumétrico de la figura y en ciertos pormenores decorativos. También recuerda al Santo Domingo de Silos de Bartolomé Bermejo (h.1440-h.1500) del Museo del Prado, procedente de Daroca y donde también el lujoso trono se decora con figuras policromadas, en ese caso de Virtudes.
Alfonso E. Pérez Sánchez la consideró obra del pintor Pedro Díaz de Oviedo, que realizó el retablo de Santa María de Tudela y que consta se hallaba en Huesca en 1498 decorando las claves de la catedral y trabajando en el retablo mayor de la iglesia de San Lorenzo.
Ambas tablas se encontraban empotradas en la antesacristía de la iglesia reconstruida hasta su venta, anterior a 1910. Pertenecieron a la colección de la duquesa de Parcent, Trinidad von Scholtz-Hermensdorff, gran impulsora del arte y la artesanía españolas, que las expuso, con toda su colección, en la Real Academia de San Fernando en mayo de 1911. Permanecieron en poder de la familia hasta 1979, año en el que fueron subastadas en Sotheby’s por los herederos de la duquesa, los príncipes de Hohenlohe, junto con el contenido de la finca familiar El Quexigal. Son adquiridas el 25 de mayo por el Banco de Huesca (integrado posteriormente en el Banco de Bilbao), ingresando por esta vía en la Colección. Según la tradición aragonesa, San Orencio fue el padre de San Lorenzo y esposo de Santa Paciencia. Aparece sentado en un sitial o trono gótico de alto respaldo, cubierto de brocado y con los laterales y los brazales decorados con diez figuras de profetas —entre los que se identifica a Isaías por su filacteria— y otros seis personajes visibles parcialmente, todos ellos pintados en vivos colores, como si se tratara de esculturas policromadas. A sus pies, aparece el demonio maniatado, en alusión al espíritu del mal que durante su residencia en Labedan, diócesis de Tarbes, intentó sin éxito tentarle varias veces. Viste una lujosa capa pluvial ricamente bordada de pedrería y perlas, y sostiene una vara florecida que alude a su intervención milagrosa en épocas de escasez en la ciudad de Huesca. A ambos lados, dos figuras de ángeles vestidos de blanco que portan en sus manos libros de oraciones.
Información e imagen de la web Colección BBVA.
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Lista lojas adquiridas pela Auchan Espanha ao Grupo DIA
------------------------------------------------Lista 224 establecimientos Dia
------------------------------------------------
Huesca
Barbastro, Avenida de la Merced esq/c. Lamillera
Binéfar, Crtra. Zaragoza 39-45
Teruel
Alcañiz, Av. Bartolomé Esteban, s/n
Andorra, Pol. La Umbría, 9-10-11. Calamocha, C/ El Cañizarejo, 18.
Teruel, Av Zaragoza 22
Utrillas, Av. Valencia, 25-27-2
Zaragoza
Alagón, Av. Zaragoza, 2.
Calatayud, Pl. España, 15-19
Calatayud, Avda. Rio Jalón, s/n
Calatayud, C/ Madre Rafols, 6.
Cariñena, C/ La Cruz, 2-4.
Épila, Ctra. Muel-Lumpiaque, 56.
Fuentes de Ebro, Paseo del Justicia, 3. Tarazona, Av. de la Paz, 7-9.
Zaragoza, Pl. Madres de la Plaza de Mayo, 5.
Zaragoza, Cl Sobrarbe S/N (matilde sangüesa)
Zaragoza, C/ Rebolería, 14.
Zaragoza, Autovía de Logroño, 57-59-61.
Zaragoza, C/ Madre Sacramento, 28-30.
Zaragoza, Pº. Damas, 33. (Pedro Mª Ric)
Zaragoza, Avenida Cataluña, 25-27.
Zaragoza, Pº. María Agustín, 97-99
Zaragoza, C/ Adolfo Aznar, 6-10.
Zaragoza, C/ Cuarte, 1.
Zaragoza, C/ Tarragona, 32.
Zaragoza, Av. Pablo Neruda, 20.
Zaragoza, C/ Monse Domingo Agudo, 21-23.
Zaragoza, Av. Industria, 11
Zaragoza, C/ María Zayas, 9-11.
Zaragoza, C/ La Vía, 17.
Zaragoza, C/ Eugenio Lucas, 1.(Pque Goya II)
Zaragoza, C/ Daroca, 79.
Zaragoza, Pº Fernando el Católico, 52.
Zaragoza, Pedrola C/ Zaragoza, 25.
Zaragoza, C/ Zaragoza la Vieja, 4.
Zaragoza, C/ Salvador Allende, 38-40. (Juslibol)
Zaragoza, C/ Cesareo Alierta, 33-35.
Zaragoza, C/ Inocen. Ruiz Lasala, 40.
Zaragoza, Cr De Madrid 11
Zuera, Av. Zaragoza, 27.
Asturias
Aller, c/ Travesía Humanitarios, s/n
Avilés, Avda. San Agustín, 13 (esq.severo ochoa)
Cangas del Narcea, c/ Uria,32 - bajo
Carreño, c/ San Antonio nº 5
Castrillón, Plaza de la Constitución, 4
Gijón, c/ Menendez Pelayo, 17-19
Gijón, c/ Fernando VI, 2
Gijón, C/ Torrecerredo - C/ D. Avelino Glez 7 (Jove y He)
Gijón, c/ Marqués de Urquijo, 15 Gijón, c/ Cataluña, 5
Gijón, Ctra. del Obispo, 59 y 61 Gijón, C/ La Espinera nº 242 - La Camocha
Grado, Travesía Florez Estrada nº 27 (Pepín Fdez.)
Langreo c/ El Dorado, 18
Laviana, c/ Mariano Menéndez Valdés (Juan Mtnez, 2)
Llanes, c/ Manuel Romano, 3
Llanes, Ctra Monasterio San Antolin, Bajo 2 9
Muros de Nalón, Avda. de Toledo nº 3
Oviedo, Plaza de América nº 2 Oviedo, c/ González Besada, 15
Oviedo, c/ Bermudez de Castro, 23
Oviedo c/ Torrecerredo, 17
Oviedo C/ Gil de Jaz nº 9
Parres, c/ Juan Carlos I, 1 (c/ Arguelles, 13)
Piloña, C/ García Carbajal nº 5
Pravia, Avda. Santiago López, 1
San Martín del Rey Aurelio, c/ Jaime Escandón, 6
Siero, Ildefonso Sanchez del Rio, 13
Valdés, C/ Garcia Prieto nº 2 (C/ Crucero)
Vegadeo c/ Hermanos Fdez. de la Vega, 3
Villaviciosa, C/ Magdalena, 11 bajo (c/v a C/ Libertad)
Cantabria
Santander, c/ San Fernando nº 82
Santander, c/ Santa Lucia nº 31
Torrelavega, c/ Augusto García Linares, 4
Torrelavega, Avda. Bilbao (Los Ochos)
Torrelavega, Avda. Solvay nº 51 Santander, Cardenal Herrera Oria
Castilla-La Mancha
Guadalajara
Guadalajara, Av. Virgen de la Soledad, 29
Castilla y León
Ávila
Ávila, Avda Juan Carlos I, s/n
Burgos
Aranda de Duero, C/ San Francisco, 26 Izqda.
Aranda de Duero, C/ Pizarro, 16-18 Aranda de Duero, Avenida de Castilla, 20
Aranda de Duero, C/ Miranda do Douro, 1
Aranda de Duero, Plaza Gallocanta, 4
Aranda de Duero, San Francisco, 57
Briviesca, C/ Justo Cantón Salazar, 30
Burgos, C/ Miranda, 10 (Mercado Sur)
Burgos, C/ Clunia, 13
Burgos, C/ Juan de Padilla, 11
Burgos, C/ Andrés Mtnez. Zatorre, 5 y 7
Burgos, C/ Calzadas, 15-17
Medina de Pomar, Avda. de Santander, 10-12
Miranda de Ebro, C/ República Argentina, 55
León
Astorga, Avda. Alcalde Pineda, 31
Bembibre, c/ Eloy Reigada nº 25 (Río Boeza)
Cistierna, Avda. Constitución nº 119, bajo
León, Avda. Reyes Leoneses, 27 (Pol.Eras Renueva) Sinalo
León, c/ Santa Nonia, 16
León, c/ San Ignacio de Loyola nº 40
León, c/ La Puentecilla 3 y 5 (Fotog. Pepe García) Ponferrada, Avda. del Castillo nº 8
Ponferrada, Avenida América, 22 (esq. a C/ Los Andes)
Robla, La, c/ Josefina Rodriguez Aldecoa, 9
San Andrés del Rabanedo, c/ Colada, 7-9-11
Villablino, c/ La Constitución, 13
Palencia
Aguilar de Campoo, C/ Comercio nº 4 - 6
Guardo, Avda. Asturias, 101
Palencia, c/ Mayor Principal, 91
Palencia, C/ Manuel Rivera nº 11 (Cántigas)
Palencia, Avda. Asturias, 12 ( con Ctra. 3 Pasos)
Salamanca
Béjar, Cl Recreo Esq. Cl Gibraleon 10
Ciudad Rodrigo, c/ Yurramendi, s/n
Ciudad Rodrigo, Ctra. de salamanca, km. 322,6
Guijuelo, C/ San Marcos, 9
Salamanca, Paseo de Canalejas nº 57, bajo
Salamanca, Avda. Portugal, 90 (Alfonso de Castro)
Salamanca, Plaza de Madrid, 11-13
Salamanca, c/ Joaquín Rodrigo, s/n (Políg. El Tomes)
Salamanca, Av Federico Anaya 62
Salamanca, Paseo del Rollo, 40
Salamanca, Ps de las Aguas, s/n
Salamanca, Plaza La Fuente, 15
Salamanca, Ctra. Ledesma, 66
Salamanca, Avda. Italia, 6
Soria
Soria, C/ Alfonso VIII,8 (Duques de Soria c/v Medinaceli
Soria, Cl Lopez Yanguas 1
Valladolid
Arroyo de la Encomienda, Avda Carromajada, 9
Laguna de Duero, Avda.del Estadio 1-3 c/v A.Laguna (Ed.Juan Austria
Valladolid, Plaza San Juán nº 3
Valladolid, Paseo Zorrilla, 84
Valladolid, Cl San Benito (Mercado Del Val) 1
Valladolid, c/ Portillo de Balboa nº 4
Valladolid, Paseo San Vicente nº 73 (Canterac, 7)
Valladolid, c/ Balago,5-bis, bajo 1
Valladolid, Doctor Montero, 5
Valladolid, Avda. de Palencia, 14
Tudela de Duero, Plaza Pablo Arranz, 15-17
Zamora
Benavente, C/ Herreros 59-61 (ant.Obispo Regueras) S.Antón 38
Toro, Pg. Norte, 1, parc 5 A2
Zamora, Crta Villacastin-Vigo, Km 1
Zamora, Avda. Tres Cruces, 24 (sta.Teresa)
Zamora, Poeta Alfonso de Peñalosa, 2
Zamora, c/ República Argentina nº 12 (cuba)
Comunidad de Madrid
Alcalá de Henares, Pz San Jose 2
Aranjuez, Cl Abastos 5
Boadilla del Monte, Monteamor (CC. Mirabal)
Boadilla del Monte, Avda Condesa de Chinchón, s/n
Daganzo de Arriba, Avda de la Cirunvalacion, s/n
Fuenlabrada, Cl Leganes
Fuenlabrada, Cl Alegria 4
Getafe, Cl Ferrocarril 10
Leganés, Cl Andres De Ahumada 4
Madrid, Lagasca, 51
Madrid, Cl Cerro De Carrasqueta 134
Madrid, Cl Nuestra Señora Del Carmen 22
Madrid, Cl Marques Lozoya S/N
Madrid, Cl De Castello 118
Madrid, Cl Del Doce De Octubre 20
Madrid, Cl Galapa 2
Madrid, Cl Albala 7
Madrid, Cl Francisco Silvela 44
Madrid, Pz Peru
Madrid, Cl Sierra Vieja 78
Madrid, Ps De La Direccion 348-350
Madrid, Cl Ribera De Curtidores 15 Madrid, Avda Bucaramanga, 2 (CC Colombia)
Madrid, Cl Principe De Vergara 197
Madrid, Atocha, 80
Madrid, Cl Alonso Carbonel 3
Madrid, Ps De La Ermita Del Santo 48
Madrid, Avda Francisco Pi i Margal, 37
Madrid, Sor Angela de la Cruz, 27
Madrid, Uruguay, 16 Móstoles, Cl Simon Hernandez 53
Móstoles, Av Dos De Mayo 64
Móstoles, Cl Libertad 38
Pozuelo de Alarcón, Portugal, 4
Pozuelo de Alarcón, Centro Comercial Zoco de Pozuelo
Rivas-Vaciamadrid, Cl Lago Garda
Rozas de Madrid, Las Kalamos, s/n
San Fernando de Henares, Nazario Calonge, s/n
San Fernando de Henares, Avenida de Somorrostro, 46 - C.C. Parque Henares San Sebastián de los Reyes, Cl Salvador De Madariaga
Tres Cantos, Pl Del Toro 1, Ronda de Poniente
Villanueva de la Cañada, Avda. Sierra de Gredos, 2
Navarra
Ansoáin/Antsoain, Cl Hermanos Noain 50
Estella-Lizarra, Merkatondoa
Galicia
A Coruña
Boiro, Principal, S/N
Ca Baños, Arteixo-Nave 8
Carballo, Rua Vazquez Parga- Esq Pedreira S/N
Fene, Ctra. de La Palma, el Penedo
Ferrol, Ctra. Catabois, 477
Narón, Ctra. De Castilla, Km 692 Noia, Ctra. De Loxe, s/n
Oleiros, Avda. Rosalia de Castro
Santiago de Compostela, Rua de Amio, 114
Lugo
Burela, Arcadio Pardiñas, 204
Lugo, Avda. Coruña, 462-464
Monforte de Lemos, Bento vicetto, s/n
Viveiro, Misericordia, 20
Ourense
Carballiño, O Ctra. Ourense s/n
Ourense, Rua Ponte Sevilla, 1
Verín, Ctra N-525 Cruce Castelo, s/n
Pontevedra
Cangas, Avda. Xose Maria Castroviejo, s/n
Estrada, A, Avd Benito Vigo 193
Mos, C/ Areas, 7
Pontevedra, Cr. N 550 - Lugar De Alba
Vigo, Avda Buenos Aires, 33-35
Vilagarcía de Arousa, Ctra. cambados torres san cibran
Sanxenxo, Bo Lugar Vincuiño-Padriñan, s/n
País Vasco
Bizkaia
Arrankudiaga, Barrio Zuloaga, s/n
Barakaldo, C/Ibaibe, 38
Forua, Paseo Carlos Gangoiti, 85 (Forua)
Gipuzkoa
Arrasate/Mondragón, B San AndrÚs 7 Bis
Astigarraga, Aiotzategui de Ergoiba, 18-20
Bergara, Haitz iturri, 2 Elgoibar, C/ Zizilion. Pol. Ind. Sigma Pab. A 13
Errenteria, Crta. Nacional I, Km 465
Hernani, La florida, 34
Hondarribia, C/Girizi, 2
Irun, Cl Pozuetakogaina 17
Legazpi, El barrena, 18-a
Ordizia, Ctra. Zaldibia, 1
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San Pedro Church in Villar de los Navarros, in the traditional Aragonese mudéjar style.
posted by Turismo Comarca de Daroca
#villar de los navarros#c daroca#zaragoza#arte mudéjar#arquitectura#fotografía#iglesia#church#architecture
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Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Los Versos de Lope de Vega habla sobre el Amor una de las fuerzas mas poderosas de la creación, en su nombre se han escrito las historias mas grandes del mundo. Muchas veces acaban bien pero también hay veces que acaban mal, llegando incluso a la muerte de los enamorados. Muchas veces estos amantes eternos se encuentran entre las leyendas, la historia o en las obras literarias. Unos de estos eternos enamorados tiene las tres cosas y su historia hace que la ciudad que vivió estos amores vuelva atrás en el tiempo. Los Amantes de Teruel.
Me voy a poner mi traje de Juglar para contaros la historia de estos amores del siglo XIII.
Al haber varias versiones de la leyenda, cogeré un poco de cada una, al fin y al cabo, la historia es la misma y acaba igual.
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Oír la historia amorosa
mas sublime y verdadera,
y ocurrió en tiempos lejanos
y que todos la recuerdan.
Fue en la ciudad de Teruel
de la patria aragonesa,
y a la poco de conquistarlas
a las gentes agarenas.
Fue en el 1212 de nuestra cristiana era,
lucia Teruel hermoso,
con su corona de almenas
sus nobiliarios palacios
y esplendor de 9 iglesias.
Dos jóvenes allí había,
vástagos de la nobleza
El se llamaba Juan Diego,
Isabel llamara ella,
de los Marcilla el Galán,
de los Segura la Bella.
(Romance del Ciego)
Dejo aquí el romancero y vuelvo a la escritura normal, que la escritura en verso es un poco difícil.
Isabel y Diego se conocían desde niños, la amistad se convirtió en amor y decidieron unir sus vidas en matrimonio. Diego aunque era de familia Noble era el segundo hijo de los Marcilla, no heredaría ni título, tierras o riquezas. Cuando fue a pedir la mano de Isabel a su padre este era reacio al matrimonio. Por presión de los enamorados accedió a que se casaran, pero puso unas condiciones, un plazo de 5 años para que Diego consiguiera fortuna para que su hija Isabel tuviera la vida que se merece. El enamorado acepto la condición del padre de su amada, sabia que la forma mas rápida para conseguir fortuna y fama era la guerra. Por suerte para el, tambores de Guerra sonaban, el Rey Pedro II llamaba a sus mesnadas para ir a la cruzada junto al rey de Castilla y el de Navarra hacia Al Andalus.
Diego velo sus armas en la iglesia de San Pedro de Teruel convirtiéndose en Caballero, antes de la partida visito a Isabel y los 2 se prometieron amor eterno, ella le prometió que le esperaría y que le seria fiel, el, que volvería y que traería fortuna. Una amiga de ambos de ascendencia Mora y que sabía leer el futuro, les dijo el destino de ambos, esta les dijo que Diego alcanzaría fama y fortuna, y su retorno a Teruel, que Isabel se convertiría en la mas hermosa joven, y que el amor de ambos seria eterno, pero algo vio que no les dijo a los amantes.
Diego le pidió a Isabel un beso, aunque esta quería, por intercesión de su Ama se lo tuvo que negar. Pero le prometió para cuando volviera le daría el beso que les uniria para siempre. Desde la torre de San Martin, Isabel vio partir a su enamorado, desde la distancia se vieron por última vez, hasta dentro de 5 años.
Los años pasaron e Isabel espero a su enamorado. El tiempo de espera hace que Isabel de Segura se convierta en la doncella mas bella de todo Teruel y alrededores, recibe propuestas de matrimonio de señores principales, pero esta es firme en su promesa a Diego.
A los pocos días de cumplirse el plazo marcado por el padre de Isabel, un rumor se adueño de las calles de Teruel, Diego de Marcilla había muerto. Isabel no creía en esos rumores, pero su padre si. Desde hacía tiempo recibía ofertas de matrimonio de Pedro de Azagra hombre muy rico, y hermano del señor de Albarracín, algunas malas lenguas decían que los hombres de Azagra habían iniciado los rumores de la muerte de Marcilla. Isabel era reacia y se oponía a la boda con Don Pedro, ella quería esperar hasta el último día del plazo fijado, pero su padre no, por presión de este fue empujada y entregada a Pedro de Azagra. Isabel, se resistió todo lo que pudo al casamiento. En el momento de la boda del “si alguien tiene algo que objetar” una voz sonó en la Catedral, el hermano pequeño de Diego recordó a Isabel la promesa que le hizo a su hermano, y le recordó que el plazo expiraba al día siguiente, los secuaces del novio sacaron al niño de la catedral, pero un arrepentimiento nació en el corazón de Isabel.
Jamás se había visto en Teruel tantos festejos por una boda, Invitados ilustres llegan a la ciudad, el Rey Niño Jaime I y su protector el Gran Maestre Templario Guillem de Montredon, un nuncio papal avalo la ceremonia, el cortejo nupcial recorre las calles de la ciudad, flores son arrojadas a la pareja a su paso, 3 días duraran los festejos por las bodas de Isabel de Segura y don Pedro de Azagra. Malabaristas, torneos, un toro nupcial, grandes banquetes se sucederán.
La tarde del segundo día de festejos llegaron rumores de que un ejercito llegaba a la ciudad. Con los últimos rayos del sol, ese ejercito que se acercaba a Teruel entro en la ciudad por la puerta de Daroca, cercana a la torre de San Martin. No eran enemigos sino amigos, los Almogávares, las tropas de elite de la Corona de Aragón. Los soldados se unieron a la fiesta en la taberna mas cercana, después de arduas batallas un vaso de vino y unos muslos calientes es lo que mas se desea. La vanguardia de estos soldados comenta que su capitán es de Teruel, que vuelve para reencontrarse con su amada, que había partido para conseguir fama y fortuna en un plazo de 5 años, el posadero y sus parroquianos empiezan a atar cabos. En esos momentos la retaguardia del ejercito entra a la ciudad, entre ellos su capitán, Galán Altivo, fornido por los años de lucha, vestido con las mejores galas y montado en un hermoso corcel Andaluz. El posadero y sus parroquianos ven lo que se imaginaban, el capitán de la hueste es Diego de Marcilla, se miran y empiezan a intuir que esto acabara mal.
Diego, a combatido a los musulmanes, a luchado en las Navas de Tolosa, casi es muerto en Muret, ha hecho incursiones que le han granjeado fama y riquezas. Esta feliz por su vuelta a casa y el reencuentro de su amor, pero la noticia de la boda de su amada le llega y una furia descontrolada se adueña de él, es detenido, pero cuando es llevado a prisión su padre y su hermano mayor lo ven y lo liberan de su futuro cautiverio, ser uno de los 9 alcaldes de la ciudad es lo que tiene. El reencuntro de los Marcilla es agridulce, los besos y llantos de una madre que se reencuentra con su hijo, los hermanos pequeños que conocen a su hermano mayor, el padre que se siente mal por no defender los intereses de su hijo mediano. Diego insiste en ver a Isabel a lo que sus padres le instan a que no vaya, que es una mujer casada, pero este desiste del ruego familiar, gracias a la ayuda de su hermana menor Diego sabe la nueva casa de Isabel, en la Plaza del Torico. Diego se dirige a la nueva casa de Isabel, la madre de Diego intuye que puede que nunca vuelva a ver a su hijo.
Isabel ya esposa de Don pedro de Azagra se ha retirado de los festejos, quiere estar sola, su ama la consuela. En ese momento una criada llama a la alcoba de su señora, un visitante inesperado insiste en ver a Doña Isabel, esta acede a ir a ver a ese visitante inesperado, seguro que es otro amigo de su marido que va a felicitarla. La sorpresa es mayúscula al abrir la puerta, el visitante es su amado, Diego. Los jóvenes se abrazan apasionadamente. Mucho que contarse y tan poco tiempo. El le comenta la sangre el sudor y lagrimas que ha vertido, pero una constante le guiaba, su amor por Isabel. Ella le dice que le ha esperado, que siempre le a amado, pero que las mujeres también tienen honor, y que sus padres le insistieron a casarse al saber de la noticia de su muerte. Diego acede a que Isabel no será suya, le dice que se ira de Teruel no volverá a verla nunca más, lo único que le pide es un beso, aquel que le prometió 5 años atrás, un beso que recuerde su pasión hasta que Dios lo llame. Isabel, aunque lo desea con todas sus fuerzas se lo niega, le recuerda que es una mujer casada, le dice que las mujeres también tienen honor. Diego se lo suplica ese beso a su amada. Cuando parece que Isabel acede, esta recula, entonces Diego empieza a sufrir de un mal en el pecho, la ama de Isabel le saca de la casa pues Don Pedro de Azagra esta llegando.
Cuando el marido llega a la habitación donde esta Isabel le pregunta que le pasa, esta le dice que ha tenido un mal sueño. Su marido le dice que si se lo cuenta sus malos sueños desaparecerán, Isabel acede a contárselo. Le cuenta que sueña con un hombre que vuelve de la guerra, a por una mujer que le había prometido amor eterno, pero a su regreso ella esta casada. Azagra le consuela diciendo que es una historia triste, pero más común de lo que parece, preguntando a su mujer si el hombre soñado calmaría venganza. Isabel le dice que no, que tan solo quería un beso. Azagra se ríe y se sorprende. Isabel le dice que la mujer de su “sueño” no se lo entrega ya que es mujer casada, que se debía a su esposo, Azagra le dice que la mujer de su “sueño” es una mujer ingrata, que un beso en una historia como esa no tiene ninguna importancia, un hombre que vuelve de la guerra y solo pide un beso, esa mujer merece el infierno. Mientras Azagra ríe por el sueño de su esposa, Isabel al escuchar lo que ha dicho su marido rompe a llorar, Pedro de Azagra conduce a Isabel a su alcoba para que esta pueda descansar en paz, diciéndole que ese sueño poco o nada tiene que ver con ellos.
Mientras tanto fuera de la casa el hermano de Diego, su escudero y la amiga “vidente” que años atrás leyera el destino de la pareja, esperaban a la salida de Diego de la casa del de Azagra, una puerta se abrió por las cocinas y una persona salía de ella dando tumbos. Cuando se acercó a la luz de un candil le vieron, era Diego, se acercaron a el preocupados y le vieron pálido casi muerto. Le preguntaron que había pasado, si le habían herido o hecho sangre a lo que este contesto que no, que nadie le toco un pelo, diciendo: “Heridas tiene el amor que nuestros ojos no ven. Ni en contienda ni en batalla, en casa, en Teruel, a las puertas del cielo. No culpéis a nadie de mi muerte, es mal del alma, esta alma mía es más débil de lo que pensaba. Adiós Teruel”. y dicho esto callo al suelo. El hermano y el escudero se asustaron y fueron a socorrerle, pero vieron que no respiraba, estaba muerto. La amiga vidente recordó lo que vio en el destino 5 años atrás, muerte.
Aunque era de noche la noticia de la vuelta de Diego de Marcilla y su verdadera muerte empezó a correr de boca en boca por las calles de Teruel, a la mañana siguiente la ciudad entera conocía la noticia. Las campanas de la catedral que dos días atrás llamaban a bodas ahora llaman a muerte. El cortejo fúnebre sale de la casa de los Marcilla en dirección a la catedral, pasan por la plaza del Tórico, lugar donde mora ahora Isabel, esta ve desde el balcón a su enamorado, llorando porque nunca más volverá a verlo y arrepentida por ese beso que no le dio.
Los compañeros de armas de Diego llevan su caballo, antes altivo, ahora sumiso y sin su jinete. En señal de duelo, corren sus armas por el suelo, rompiendo el escudo de su capitán caído por amor, los tambores suenan con un paso fúnebre, los fieros almogávares no gritan ahora por la batalla sino por la perdida de su capitán. En la Catedral las gentes de Teruel tanto nobles como plebeyos lloran y gritan por la pérdida de su vecino, los padres de Diego desconsolados por la trágica muerte de su hijo presiden la ceremonia.
De repente, las puertas de la catedral se abren de par en par, una figura encapuchada y a contra luz se adentra en el templo y se dirige al pasillo central. Se acerca al féretro del difunto, sus pasos son decididos, pero a la vez con temor, las gentes se empiezan a preguntar quien es esa persona. La misteriosa figura llega hasta el altar. Se quita la capucha. Un silencio ensordecedor casi eternos seguidos de unos cuchicheos se adueña de la gente. Es Isabel. ¿Qué hace allí? Una pequeña trifulca se produce en el altar, los padres de ella le preguntan que hace allí, los compañeros de Diego le recriminan su actitud. Una voz se alza en el templo, la madre de Diego de Marcilla, les dicen que se callen, que tiene el mismo derecho o mas a despedirse. Isabel se termina de quitar la capucha que le cubría, lleva el mismo vestido de bodas que 2 días atrás llevara, esto hace que los murmullos se adueñen del lugar. Isabel llega al féretro de su amado Diego, llora ante el, se acerca a su oído a decirle algo, y acto seguido le da el apasionado beso que en vida no le dio. Todos en la catedral se asombran por tal acto. Isabel se yergue, su cara no es de tristeza, una sonrisa de enamorada le recorre la cara, da unas bocanadas de aire y se desploma sobre su amado muerto.
Los allí presentes se asustan por el desmallo de la joven, sus padres van a socorrerla, pero al ver que no reacciona se dan cuenta, Isabel de Segura a muerto. Nuevos gritos de dolor se adueñan de la catedral. El señor de Albarracín dice de enterrar a Isabel en Santa María de Albarracín, en la cripta familiar de los Azagra. Un NOOOOOOOO rotundo suena en el lugar, es Don Pedro de Azagra el viudo de Isabel. Entre sollozos apelaba a su condición de marido y señor de Isabel, admitiendo de que ella nunca fue suya sino de Diego, quitándose su anillo de casado se lo puso al verdadero amor. Rogando de que nadie separe la unión, negando de que fuera enterrada en Albarracín, sino alado de su amado Diego de Marcilla.
Viendo tal escena los habitantes de Teruel hicieron un boto común de enterrar juntos a los enamorados y de nunca separarlos. Los caballeros Templarios y los caballeros hospitalarios llevaron los cuerpos hasta la iglesia de San Pedro, durante el trayecto los vecinos les arrojaban flores. Al llegar a la Iglesia, antes de enterrarlos juntos, el párroco que vio crecer a los dos jóvenes los casaba para que al menos en el reino de Dios sean marido y mujer ya que en el reino de los hombres solo pudieron ser LOS AMANTES DE TERUEL.
“Yo, Domingo de Celadas, juez electo de esta villa, me veo en la obligación de narrar los hechos aquí ocurridos, hoy 17 de Febrero del año del señor de 1217 . Igual que naramos las pestes, las batallas, bien esta que narremos los amores de Don Diego de Marcilla y Doña Isabel de Segura. Historia mas verdadera que ninguna otra. Escribano, preguntar a los presentes, completar la historia, para que la conozcan las siguientes generaciones. Y vosotros levantar un único sepulcro para que guarden los cuerpos de estos 2 enamorados y que permanezcan juntos, como esposos, que es lo que siempre han sido.”
Enamorados del mundo
Amantes sobre la Tierra
En Teruel alzo el amor un templo
En que se veneran
Las momias de 2 amantes
Que cual ejemplo presentan
Venir a renovar
Esos lazos que os estrechan
Que el Amor
Se siente vivo
Mas allá de la existencia.
(Romance del Ciego)
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En el siglo XVI en unas obras en la capilla de San Cosme y San Damián en la iglesia de San Pedro, se descubrió una tumba con dos momias, de un hombre y una mujer, y un pergamino que contaba la historia. Eran Isabel y Diego. Sus cuerpos permanecieron juntos y fueron expuestos en una capilla de la Iglesia, sobreviviendo a Guerras, saqueos y calamidades. En 1955 el escultor Juan de Ávalos ideo y esculpió las estatuas yacentes bajo las que reposan las momias. La fría serenidad de Los Amantes, cuyas manos no llegan a juntarse, es símbolo de un amor imposible que desborda los conceptos humanos. Las bases están moldeadas en bronce: Un ángel –que simboliza la obediencia- en el sepulcro de Isabel; un león –símbolo de la valentía- bajo el sepulcro de Diego.
Esta es la historia o leyenda de los Amantes de Teruel, muchas versiones, pero todas la misma. Esta historia de amores truncados y muerte de los enamorados inspirara a las generaciones venideras, y a escritores, Tirso de Molina, Fernando de Rojas en “Tragicomedia de Calisto y Melibea” también conocida como “La Celestina”, William Shakespeare con su conocida “Romeo y Julieta”. Los autores del siglo XIX en pleno Romanticismo se verán apasionados por esta trágica historia e innumerables obras, teatro, novelas, una Opera de Tomas Breton, obras artísticas agrandarían esta historia. Desde 1997 Teruel vuelve al siglo XIII para recordar esta trágica historia, actores amateurs recrean esta historia el fin de semana después de San Valentín, cada año la ciudad triplica su población ese fin de semana. En 2019 se convirtió en fiesta de carácter nacional.
No me puedo despedir sin recitar los Versos de Don Francisco de Quevedo en su poema
“Amor constante más allá de la muerte”
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no de esa otra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas, que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
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HISTORIA UNIVERSAL - RAMÓN DE BERENGUER IV -
Ramón Berenguer IV (1113-1162). Conde de Barcelona. Era hijo de Hijo de Hijo de Ramón Berenguer III y de Dulce I de Provenza (corregido, gracias a Nil Man), heredó los condados catalanes, con excepción del de Provenza y las tierras ultra pirenaicas que correspondieron a su hermano Berenguer Ramón.
Desde el comienzo de su Gobierno, Ramon Berenguer IV se distinguió por su inteligencia, su adaptabilidad y un gran tacto político, que le hacía anteponer siempre los pactos a la guerra. Estas cualidades le hicieron uno de los políticos más grandes que ha tenido la Pen��nsula a lo largo de su historia.
El testamento de Alfonso I, el Batallador que legó su Reino a las Órdenes Militares, abrió una crisis sucesoria en Aragón, pues nadie estaba dispuesto a cumplir la última voluntad del Monarca fallecido. Los aragoneses, temerosos de la hegemonía castellana, llamaron al hermano de Alfonso I para que ocupara el Trono. Ramiro II, el Monje abandonó su condición eclesiástica y empuñó el cetro. Sin esperar la dispensa pontificia, contrajo matrimonio con Inés de Poitiers, de la que tuvo una hija, Petronila, a finales de 1135. Ante los problemas internos que tenía Aragón y las presiones de las Órdenes Militares para que se cumpliera el testamento de Alfonso I, Ramiro II, el Monje y sus consejeros decidieron que la mejor solución era casar a la heredera Petronila con Ramón Berenguer IV, puesto que éste, al igual que su padre, era miembro de la Orden del Temple y podría ser considerado por las Órdenes Militares como depositario de su herencia.
En agosto de 1137, se acordó el matrimonio de la heredera de Aragón con el conde catalán, pese a que Petronila apenas sí tenía dos años y Ramón Berenguer IV estaba a punto de cumplir los 24. De acuerdo con las capitulaciones matrimoniales, Ramón Berenguer IV recibiría el Reino de Aragón, con la obligación de respetar sus usos y costumbres. Las tierras y los derechos patrimoniales pertenecerían legalmente a los hijos de Petronila, y sólo en el caso de que no hubiera descendencia, Ramón Berenguer IV podría disponer de la totalidad del poder. El conde de Barcelona, en una prueba evidente de su habilidad política, nunca usó otro título que el de Príncipe de Aragón, reservándose el de Reina para Petronila.
La posesión de Aragón significaba para Cataluña la posibilidad de penetrar desde dos frentes, en Lérida y Tortosa y recuperar el valle del Ebro. Con una sabía política de equilibrio, Ramón Berenguer IV logró que las dos comunidades, tan distintas en la lengua y en instituciones y tradiciones, pudieran convivir juntas.
En 1137, Ramón Berenguer IV se entrevistó en Carrión de los Condes (Palencia) con su cuñado Alfonso VII de León (corregido, gracias a Enrique Soto), consiguiendo que éste le devolviera las poblaciones de Zaragoza, Tarazona, Calatayud y Daroca a cambio de rendirle vasallaje. En 1140, sin llegar a las armas, llegó a un acuerdo con las Órdenes Militares, renunciando éstas a sus pretensiones sobre el Reino de Aragón a cambio de importantes concesiones en las ciudades de Zaragoza, Huesca, Barbastro, Daroca, Calatayud y las que se fueran conquistando a los musulmanes, contra los cuales debían luchar las Órdenes Militares. Convenio ratificado por el Papa Adriano IV.
Libre ya de estos dos problemas, pudo el Monarca dedicarse a la Reconquista. En 1141, tomó a los musulmanes las plazas de Alcolea (Córdoba) y Chalamera (Huesca). Después de ayudar a Alfonso VII en la conquista de Almería, se apoderó de Tortosa, interviniendo naves genovesas cerrando el paso del río impidiendo la llegada de refuerzos. En 1147, sitió Lérida, Fraga y la importante plaza de Mequinenza, donde confluyen los ríos Segre y Ebro, que también cayeron en su poder. Con estas conquistas Cataluña se vio libre de musulmanes completando su estructura territorial.
En 1150, llegó Petronila a la edad para poder consumar su matrimonio. De Petronila nacieron: Alfonso Ramón, que heredó el Reino de Aragón y los condados catalanes, reinando con el nombre de Alfonso II; Pedro, más tarde llamado Ramón Berenguer, recibió el condado de Cerdaña y otras posesiones; Sancho que sustituiría a sus hermanos en la herencia si éstos fallecían sin descendencia legítima; Dulce, que se casó con el Rey portugués Sancho I. Ramón Berenguer IV también tuvo un hijo natural, llamado Berenguer, que fue abad de Montaragón (Huesca) y obispo de Lérida y Tarazona.
El concepto político de hegemonía Peninsular, defendido por Alfonso VII de Castilla, que se hizo reconocer “Emperador” de todos los Reinos peninsulares, se oponía al más sensato de Ramón Berenguer IV, partidario de mantener el equilibrio entre los Reinos peninsulares. La tesis del conde de Barcelona triunfó el 27 de enero de 1151, cuando se reunió con Alfonso VII en Tudellén, junto a Aguas Caldas, en Navarra. El resultado de la conferencia fue una alianza contra Sancho VI de Navarra y la partición entre ambos Monarcas del territorio navarro, pero el enfrentamiento contra los navarros, salvo esporádicas incursiones no se produjo, pero Ramón Berenguer IV convenció a Alfonso VII para que reconociera los derechos de conquista que los catalanoaragoneses tenían sobre las tierras de Valencia y Murcia. A cambio de todo esto, Ramón Berenguer IV no debía pagar tributo, ni rendir vasallaje; sólo tenía que ceder ante la vanidad de Alfonso VII con el reconocimiento de “su alta señoría” sobre todas las tierras de España. Un título totalmente nominativo y vacío que no alteraba la estrategia del conde catalán.
La muerte de su hermano, Berenguer Ramón, conde de Provenza, le obligó a asumir la Regencia de este condado para poder defender los derechos de su sobrino, Ramón Berenguer, que era todavía un niño. Tuvo que luchar contra los condes de Baus y de Tolosa, que aspiraban a la posesión de la Provenza. Estas luchas le llevaron a entablar una alianza con el Monarca inglés Enrique II Plantagenet, duque de Aquitania por su matrimonio con Leonor, que también se oponía a los intereses franceses. En 1159, formó parte de una coalición junto a Enrique II, Guillermo de Montpellier y Ramón de Trencavell de Carcasona-Rases para apoderarse de Tolosa, que estaba bien defendida por su conde Ramón y auxiliada por tropas del Rey de Francia, no pudo ser tomada, teniendo Enrique II que retirarse en 1161 a Normandía.
En 1162, Ramón Berenguer IV y su sobrino, el conde de Provenza, emprendieron un viaje a Lombardía para entrevistarse con el Emperador alemán Federico I Barbarroja y tratar con él la situación del condado de Provenza. Desembarcaron en Génova, pero antes de llegar a Turín, en una aldea del Piamonte, Borgo de San Dalmazzo, Ramón Berenguer IV enfermó gravemente, falleciendo a los dos días, el seis de agosto de 1162. Su cadáver fue trasladado al monasterio de Ripoll, donde recibió sepultura.
El testamento de Ramón Berenguer IV, efectuado verbalmente ante sus nobles Ramón de Moncada, Alberto de Castellvell y su capellán Guillem, fue hecho público por éstos, bajo juramento, en una asamblea convocada por la Reina Petronila en Huesca.
Dada la minoría de edad del heredero – Alfonso Ramón no había cumplido aún los nueve años – quedaron como Regentes del Reino su sobrino, conde de Provenza, y el senescal Guillermo de Moncada. Al Monarca inglés Enrique II, le pedía que fuera el protector de su hijo primogénito, cargo que aceptó. El testamento confirmaba la unión definitiva de Aragón y Cataluña.
Autor: José Alberto Cepas Palanca para Revista Historia
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Puerta de la Antigua Iglesia de San Pedro de Daroca (MAN)
Imagen completa de la puerta de la Antigua iglesia de San Pedro de Daroca en Zaragoza. Datada en el siglo XIII, está realizada en madera y hierro. Puede verse en el Museo Arqueológico de Madrid, que señala, como información de la pieza, lo siguiente: Continue reading Puerta de la Antigua Iglesia de San Pedro de Daroca (MAN)
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#Antigua Iglesia de San Pedro de Daroca#Arte mudéjar#Artes decorativas#Edad Media#España#Puertas rejas y portones#Siglo XIII
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Faint, dare, be furious,
rough, tender, liberal, elusive,
encouraged, deadly, deceased, alive,
loyal, traitorous, cowardly and spirited;
not find outside the good center and rest,
be happy, sad, humble, haughty,
angry, brave, fugitive,
satisfied, offended, suspicious;
flee the face to the clear disappointment,
drink poison by süave liquor,
forget the profit, love the damage;
believe that a heaven fits into a hell,
give life and soul to disappointment;
This is love, whoever tasted it knows it.
The Verses of Lope de Vega talks about Love, one of the most powerful forces of creation, in its name the greatest stories in the world have been written. Many times they end well but there are also times that they end badly, even leading to the death of lovers. Often times these eternal lovers are found in legends, history or in literary works. One of these eternal lovers has all three and their history makes the city that lived these loves go back in time. The lovers of Teruel.
I'm going to put on my Juggler costume to tell you the story of these thirteenth-century loves.
As there are several versions of the legend, I will take a little of each one, after all, the story is the same and ends the same.
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Hear the love story
more sublime and true,
and it happened in distant times
and that everyone remembers it.
It was in the city of Teruel
of the Aragonese homeland,
shortly after conquering them
to the Agarenas people.
It was in 1212 of our Christian era,
Lucia Teruel beautiful,
with its crown of battlements
its noble palaces
and splendor of 9 churches.
There were two young people there,
scions of nobility
His name was Juan Diego,
Isabel will call her,
of the Marcilla el Galán,
of the Segura la Bella.
I leave the ballads here and return to normal writing, that writing in verse is a bit difficult.
Isabel and Diego had known each other since they were children, friendship turned into love and they decided to unite their lives in marriage. Diego, although he was from the Noble family, was the second son of the Marcilla, he would not inherit or title, land or wealth. When he went to ask his father for Isabel's hand, he was reluctant to marry. Under pressure from the lovers, he agreed to get them married, but set conditions, a period of 5 years for Diego to get a fortune so that his daughter Isabel could have the life she deserves. The lover accepted the condition of the father of his beloved, he knew that the fastest way to get fortune and fame was war. Luckily for him, war drums sounded, King Pedro II called his mesnadas to go on the crusade together with the King of Castile and the King of Navarre towards Al Andalus.
Diego veiled his arms in the church of San Pedro de Teruel becoming a Knight, before leaving he visited Isabel and the two promised each other eternal love, she promised him that she would wait for him and that he would be faithful to him, that he would return and that he would bring fortune. A friend of both of them of Moorish descent and who knew how to read the future, told them the fate of both, this told them that Diego would achieve fame and fortune, and his return to Teruel, that Isabel would become the most beautiful young woman, and that the Their love would be eternal, but something he saw that he did not tell the lovers.
Diego asked Isabel for a kiss, although she wanted to, through the intercession of her Mistress, he had to deny it. But he promised her that when he returned he would give her the kiss that would unite them forever. From the tower of San Martin, Isabel saw her lover leave, from a distance they saw each other for the last time, within 5 years.
The years passed and Isabel waited for her lover. The waiting time makes Isabel de Segura become the most beautiful maiden in all of Teruel and surroundings, she receives marriage proposals from leading men, but she is firm in her promise to Diego.
A few days after the deadline set by Isabel's father, a rumor took over the streets of Teruel, Diego de Marcilla had died. Isabel didn't believe those rumors, but her father did. For a long time he had received marriage offers from Pedro de Azagra, a very rich man, and brother of the Lord of Albarracín, some gossip said that the men of Azagra had started the rumors of Marcilla's death. Isabel was reluctant and opposed to the wedding with Don Pedro, she wanted to wait until the last day of the deadline, but her father did not, because of his pressure she was pushed and handed over to Pedro de Azagra. Isabel resisted the marriage as much as she could. At the time of the wedding of "if anyone has something to object to" a voice sounded in the Cathedral, Diego's little brother reminded Isabel of the promise he made to his brother,
Teruel has never seen so many celebrations for a wedding, illustrious guests arrive in the city, the King Niño Jaime I and his protector the Grand Templar Master Guillem de Montredon, a papal nuncio endorses the ceremony, the wedding procession goes through the streets of the city, flowers are thrown to the couple as they pass, 3 days will last the celebrations for the wedding of Isabel de Segura and Don Pedro de Azagra. Jugglers, tournaments, a wedding bull, big banquets will follow.
On the afternoon of the second day of festivities, rumors came that an army was arriving in the city. With the last rays of the sun, that army that was approaching Teruel entered the city through the Daroca gate, near the San Martin tower. They were not enemies but friends, the Almogávares, the elite troops of the Crown of Aragon. The soldiers joined the party in the nearest tavern, after arduous battles a glass of wine and warm thighs is what is most desired. The vanguard of these soldiers comments that their captain is from Teruel, that he returns to meet again with his beloved, who had left to achieve fame and fortune in a period of 5 years, the innkeeper and his customers begin to connect the dots. At those moments the rear of the army enters the city, including its captain, Galán Altivo, strong from years of fighting, dressed in the best finery and mounted on a beautiful Andalusian steed. The innkeeper and his patrons see what they imagined, the captain of the host is Diego de Marcilla, they look at each other and begin to sense that this will end badly.
Diego, fought the Muslims, fought in Las Navas de Tolosa, was almost killed in Muret, has made incursions that have earned him fame and wealth. He is happy for his return home and the reunion of his love, but the news of his beloved's wedding reaches him and an uncontrolled fury takes possession of him, he is arrested, but when his father and his older brother are taken to prison. Come and free him from his future captivity, being one of the 9 mayors of the city is what you have. The reunion of the Marcilla is bittersweet, the kisses and cries of a mother who is reunited with her son, the little brothers who know their older brother, the father who feels bad for not defending the interests of his middle son. Diego insists on seeing Isabel to which his parents urge him not to go, that she is a married woman, but he gives up the family plea, Thanks to the help of his younger sister, Diego knows Isabel's new house, in the Plaza del Torico. Diego goes to Isabel's new house, Diego's mother senses that she may never see her son again.
Isabel, now the wife of Don Pedro de Azagra, has retired from the festivities, she wants to be alone, her mistress consoles her. At that moment a maid calls her mistress's bedroom, an unexpected visitor insists on seeing Doña Isabel, she agrees to go see that unexpected visitor, surely it is another friend of her husband who is going to congratulate her. The surprise is capitalized when opening the door, the visitor is her lover, Diego. Young people hug each other passionately. Much to be told and so little time. He tells her about the blood, the sweat and tears that he has shed, but one constant guided him, his love for Isabel. She tells him that she has waited for him, that she has always loved him, but that women also have honor, and that her parents insisted that she marry when they heard the news of his death. Diego agrees that Isabel will not be his, He tells her that he will leave Teruel he will never see her again, all he asks is a kiss, the one that he promised 5 years ago, a kiss that remembers his passion until God calls him. Isabel, although she wishes with all her might, refuses it, reminds her that she is a married woman, tells her that women also have honor. Diego begs for that kiss to his beloved. When it seems that Isabel acquiesces, she recoils, then Diego begins to suffer from a bad chest, Isabel's mistress takes him out of the house because Don Pedro de Azagra is arriving. Diego begs for that kiss to his beloved. When it seems that Isabel acquiesces, she recoils, then Diego begins to suffer from a bad chest, Isabel's mistress takes him out of the house because Don Pedro de Azagra is arriving. Diego begs for that kiss to his beloved. When it seems that Isabel acquiesces, she recoils, then Diego begins to suffer from a bad chest, Isabel's mistress takes him out of the house because Don Pedro de Azagra is arriving.
When the husband arrives at the room where Isabel asks him what is wrong, she tells him that she has had a bad dream. Her husband tells her that if she tells her her bad dreams will disappear, Isabel agrees to tell her. He tells him that he dreams of a man who returns from war, after a woman who had promised him eternal love, but on his return she is married. Azagra consoles him by saying that it is a sad story, but more common than it seems, asking his wife if the dream man would calm revenge. Isabel tells him no, that she just wanted a kiss. Azagra laughs and is surprised. Isabel tells her that the woman of her "dream" does not give it to her since she is a married woman, that it was due to her husband, Azagra tells her that the woman of her "dream" is an ungrateful woman, that a kiss in a story like that it doesn't matter, a man who comes back from war and only asks for a kiss, that woman deserves hell. While Azagra laughs at his wife's dream, Isabel, upon hearing what her husband has said, breaks into tears, Pedro de Azagra leads Isabel to his bedroom so that she can rest in peace, telling her that this dream has little or nothing to do with it. with them.
Meanwhile, outside the house, Diego's brother, his squire, and the “seer” friend who had read the couple's fate years ago, were waiting for Diego to leave the Azagra's house, a door opened through the kitchens and a person stumbled out of it. When he approached by the light of a lamp they saw him, it was Diego, they approached him worried and they saw him pale almost dead. They asked him what had happened, if they had hurt him or made blood, to which he answered no, that no one touched a hair, saying: “Wounds have the love that our eyes do not see. Neither in conflict nor in battle, at home, in Teruel, at the gates of heaven. Do not blame anyone for my death, it is evil of the soul, this soul of mine is weaker than I thought. Goodbye Teruel ”. And said this, I fell to the ground. The brother and the squire were scared and came to help him, but they saw that he was not breathing, he was dead. The psychic friend remembered what she saw in destiny 5 years ago, death.
Although it was at night the news of Diego de Marcilla's return and his true death began to spread by word of mouth through the streets of Teruel, the next morning the entire city knew the news. The cathedral bells that two days ago called weddings now call to death. The funeral procession leaves the Marcilla house in the direction of the cathedral, they pass through the Plaza del Torico, where Isabel now lives, she sees her lover from the balcony, crying because she will never see him again and regretting that kiss. that he did not give.
Diego's comrades in arms lead his horse, once haughty, now submissive and without its rider. As a sign of mourning, they run their weapons across the ground, breaking the shield of their fallen captain out of love, the drums sound with a funereal step, the fierce Almogávars now cry not for the battle but for the loss of their captain. In the Cathedral, the people of Teruel, both nobles and commoners, cry and shout for the loss of their neighbor, Diego's parents, heartbroken over the tragic death of their son, preside over the ceremony.
Suddenly, the doors of the cathedral are thrown open, a hooded figure already against the light enters the temple and goes to the central corridor. He approaches the coffin of the deceased, his steps are determined, but at the same time with fear, people begin to wonder who that person is. The mysterious figure reaches the altar. He takes off his hood. An almost eternal deafening silence followed by a whispering takes over the people. It's Isabel. What are you doing there? A small brawl takes place at the altar, her parents ask her what she is doing there, Diego's classmates reproach her for her attitude. A voice is raised in the temple, Diego de Marcilla's mother, they are told to be quiet, that she has the same or more right to say goodbye. Isabel finishes taking off the hood that covered her, She wears the same wedding dress that she wore 2 days ago, this makes the murmurs take over the place. Isabel arrives at the coffin of her beloved Diego, cries before him, approaches his ear to say something to him, and immediately gives him the passionate kiss that she never gave him in life. Everyone in the cathedral is amazed by such an act. Isabel stands up, her face is not sad, a smile of love crosses her face, she takes a few breaths of air and collapses on her dead beloved.
Those present are frightened by the loss of the young woman, her parents go to help her, but when they see that she does not react, they realize that Isabel de Segura has died. New cries of pain take over the cathedral. The Lord of Albarracín says of burying Isabel in Santa María de Albarracín, in the family crypt of the Azagra family. A resounding NOOOOOOOO sounds in the place, it is Don Pedro de Azagra, Isabel's widower. Between sobs, he appealed to his status as husband and lord of Isabel, admitting that she was never his but Diego's. Taking off his wedding ring, he put it on true love. Praying that no one separate the union, denying that she was buried in Albarracín, but next to her beloved Diego de Marcilla.
Seeing such a scene the inhabitants of Teruel made a common boto of burying the lovers together and never separating them. The Knights Templar and the Knights Hospitaller carried the bodies to the church of San Pedro, during the journey the neighbors threw flowers at them. Upon arriving at the Church, before burying them together, the parish priest who saw the two young men grow married them so that at least in the kingdom of God they would be husband and wife since in the kingdom of men they could only be THE LOVERS OF TERUEL .
“I, Domingo de Celadas, elected judge of this town, I see myself in the obligation to narrate the events that occurred here, today February 17 of the year of the lord of 1217. Just as we were born the plagues, the battles, well this that we will narrate the loves of Don Diego de Marcilla and Doña Isabel de Segura. Truer story than any other. Scribe, ask those present, complete the story, so that the following generations know it. And you raise a single grave to keep the bodies of these two lovers and to remain together, as spouses, which is what they have always been. "
In love with the world
Lovers on Earth
In Teruel love raised a temple
In which they are venerated
The mummies of 2 lovers
What example do they present
Come to renew
Those ties that tighten you
That love
Feels alive
Beyond existence.
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In the 16th century, in some works in the chapel of San Cosme and San Damiano in the church of San Pedro, a tomb with two mummies, a man and a woman, and a scroll that told the story was discovered. It was Isabel and Diego. Their bodies remained together and were exposed in a church chapel, surviving wars, looting, and calamities. In 1955 the sculptor Juan de Ávalos devised and sculpted the recumbent statues under which the mummies rest. The cold serenity of Los Amantes, whose hands do not come together, is a symbol of an impossible love that goes beyond human concepts. The bases are molded in bronze: An angel –which symbolizes obedience- in the tomb of Isabel; a lion - symbol of courage - under Diego's tomb.
This is the story or legend of the Lovers of Teruel, many versions, but all the same. This story of truncated loves and the death of lovers will inspire future generations, and writers, Tirso de Molina, Fernando de Rojas in "Tragicomedy of Calisto and Melibea" also known as "La Celestina", William Shakespeare with his famous "Romeo and Juliet ”. The authors of the nineteenth century in full Romanticism will be passionate about this tragic story and countless plays, theater, novels, an Opera by Tomas Breton, artistic works would enlarge this story. Since 1997 Teruel returns to the 13th century to remember this tragic story, amateur actors recreate this story the weekend after Valentine's Day, every year the city triples its population that weekend. In 2019 it became a national holiday.
I cannot say goodbye without reciting the Verses of Don Francisco de Quevedo in his poem
"Constant love beyond death"
Close my eyes the last
shadow that the white day will take me;
and can unleash this soul of mine
hour of his eager flattery;
but not from that other part on the shore
it will leave the memory, where it burned;
swimming knows my flame the cold water,
And lose respect for severe law.
Soul to whom an entire prison god has been,
veins that humor to so much fire have given,
marrows, which have gloriously burned,
your body will leave, not your care;
they will be ash, but they will make sense;
dust they will be, more dust in love.
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HISTORIA UNIVERSAL - RAMÓN BERENGUER IV -
Ramón Berenguer IV (1113-1162). Conde de Barcelona. Era hijo de Hijo de Hijo de Ramón Berenguer III y de Dulce I de Provenza (corregido, gracias a Nil Man), heredó los condados catalanes, con excepción del de Provenza y las tierras ultra pirenaicas que correspondieron a su hermano Berenguer Ramón.
Desde el comienzo de su Gobierno, Ramon Berenguer IV se distinguió por su inteligencia, su adaptabilidad y un gran tacto político, que le hacía anteponer siempre los pactos a la guerra. Estas cualidades le hicieron uno de los políticos más grandes que ha tenido la Península a lo largo de su historia.
El testamento de Alfonso I, el Batallador que legó su Reino a las Órdenes Militares, abrió una crisis sucesoria en Aragón, pues nadie estaba dispuesto a cumplir la última voluntad del Monarca fallecido. Los aragoneses, temerosos de la hegemonía castellana, llamaron al hermano de Alfonso I para que ocupara el Trono. Ramiro II, el Monje abandonó su condición eclesiástica y empuñó el cetro. Sin esperar la dispensa pontificia, contrajo matrimonio con Inés de Poitiers, de la que tuvo una hija, Petronila, a finales de 1135. Ante los problemas internos que tenía Aragón y las presiones de las Órdenes Militares para que se cumpliera el testamento de Alfonso I, Ramiro II, el Monje y sus consejeros decidieron que la mejor solución era casar a la heredera Petronila con Ramón Berenguer IV, puesto que éste, al igual que su padre, era miembro de la Orden del Temple y podría ser considerado por las Órdenes Militares como depositario de su herencia.
En agosto de 1137, se acordó el matrimonio de la heredera de Aragón con el conde catalán, pese a que Petronila apenas sí tenía dos años y Ramón Berenguer IV estaba a punto de cumplir los 24. De acuerdo con las capitulaciones matrimoniales, Ramón Berenguer IV recibiría el Reino de Aragón, con la obligación de respetar sus usos y costumbres. Las tierras y los derechos patrimoniales pertenecerían legalmente a los hijos de Petronila, y sólo en el caso de que no hubiera descendencia, Ramón Berenguer IV podría disponer de la totalidad del poder. El conde de Barcelona, en una prueba evidente de su habilidad política, nunca usó otro título que el de Príncipe de Aragón, reservándose el de Reina para Petronila.
La posesión de Aragón significaba para Cataluña la posibilidad de penetrar desde dos frentes, en Lérida y Tortosa y recuperar el valle del Ebro. Con una sabía política de equilibrio, Ramón Berenguer IV logró que las dos comunidades, tan distintas en la lengua y en instituciones y tradiciones, pudieran convivir juntas.
En 1137, Ramón Berenguer IV se entrevistó en Carrión de los Condes (Palencia) con su cuñado Alfonso VII de León (corregido, gracias a Enrique Soto), consiguiendo que éste le devolviera las poblaciones de Zaragoza, Tarazona, Calatayud y Daroca a cambio de rendirle vasallaje. En 1140, sin llegar a las armas, llegó a un acuerdo con las Órdenes Militares, renunciando éstas a sus pretensiones sobre el Reino de Aragón a cambio de importantes concesiones en las ciudades de Zaragoza, Huesca, Barbastro, Daroca, Calatayud y las que se fueran conquistando a los musulmanes, contra los cuales debían luchar las Órdenes Militares. Convenio ratificado por el Papa Adriano IV.
Libre ya de estos dos problemas, pudo el Monarca dedicarse a la Reconquista. En 1141, tomó a los musulmanes las plazas de Alcolea (Córdoba) y Chalamera (Huesca). Después de ayudar a Alfonso VII en la conquista de Almería, se apoderó de Tortosa, interviniendo naves genovesas cerrando el paso del río impidiendo la llegada de refuerzos. En 1147, sitió Lérida, Fraga y la importante plaza de Mequinenza, donde confluyen los ríos Segre y Ebro, que también cayeron en su poder. Con estas conquistas Cataluña se vio libre de musulmanes completando su estructura territorial.
En 1150, llegó Petronila a la edad para poder consumar su matrimonio. De Petronila nacieron: Alfonso Ramón, que heredó el Reino de Aragón y los condados catalanes, reinando con el nombre de Alfonso II; Pedro, más tarde llamado Ramón Berenguer, recibió el condado de Cerdaña y otras posesiones; Sancho que sustituiría a sus hermanos en la herencia si éstos fallecían sin descendencia legítima; Dulce, que se casó con el Rey portugués Sancho I. Ramón Berenguer IV también tuvo un hijo natural, llamado Berenguer, que fue abad de Montaragón (Huesca) y obispo de Lérida y Tarazona.
El concepto político de hegemonía Peninsular, defendido por Alfonso VII de Castilla, que se hizo reconocer “Emperador” de todos los Reinos peninsulares, se oponía al más sensato de Ramón Berenguer IV, partidario de mantener el equilibrio entre los Reinos peninsulares. La tesis del conde de Barcelona triunfó el 27 de enero de 1151, cuando se reunió con Alfonso VII en Tudellén, junto a Aguas Caldas, en Navarra. El resultado de la conferencia fue una alianza contra Sancho VI de Navarra y la partición entre ambos Monarcas del territorio navarro, pero el enfrentamiento contra los navarros, salvo esporádicas incursiones no se produjo, pero Ramón Berenguer IV convenció a Alfonso VII para que reconociera los derechos de conquista que los catalanoaragoneses tenían sobre las tierras de Valencia y Murcia. A cambio de todo esto, Ramón Berenguer IV no debía pagar tributo, ni rendir vasallaje; sólo tenía que ceder ante la vanidad de Alfonso VII con el reconocimiento de “su alta señoría” sobre todas las tierras de España. Un título totalmente nominativo y vacío que no alteraba la estrategia del conde catalán.
La muerte de su hermano, Berenguer Ramón, conde de Provenza, le obligó a asumir la Regencia de este condado para poder defender los derechos de su sobrino, Ramón Berenguer, que era todavía un niño. Tuvo que luchar contra los condes de Baus y de Tolosa, que aspiraban a la posesión de la Provenza. Estas luchas le llevaron a entablar una alianza con el Monarca inglés Enrique II Plantagenet, duque de Aquitania por su matrimonio con Leonor, que también se oponía a los intereses franceses. En 1159, formó parte de una coalición junto a Enrique II, Guillermo de Montpellier y Ramón de Trencavell de Carcasona-Rases para apoderarse de Tolosa, que estaba bien defendida por su conde Ramón y auxiliada por tropas del Rey de Francia, no pudo ser tomada, teniendo Enrique II que retirarse en 1161 a Normandía.
En 1162, Ramón Berenguer IV y su sobrino, el conde de Provenza, emprendieron un viaje a Lombardía para entrevistarse con el Emperador alemán Federico I Barbarroja y tratar con él la situación del condado de Provenza. Desembarcaron en Génova, pero antes de llegar a Turín, en una aldea del Piamonte, Borgo de San Dalmazzo, Ramón Berenguer IV enfermó gravemente, falleciendo a los dos días, el seis de agosto de 1162. Su cadáver fue trasladado al monasterio de Ripoll, donde recibió sepultura.
El testamento de Ramón Berenguer IV, efectuado verbalmente ante sus nobles Ramón de Moncada, Alberto de Castellvell y su capellán Guillem, fue hecho público por éstos, bajo juramento, en una asamblea convocada por la Reina Petronila en Huesca.
Dada la minoría de edad del heredero – Alfonso Ramón no había cumplido aún los nueve años – quedaron como Regentes del Reino su sobrino, conde de Provenza, y el senescal Guillermo de Moncada. Al Monarca inglés Enrique II, le pedía que fuera el protector de su hijo primogénito, cargo que aceptó. El testamento confirmaba la unión definitiva de Aragón y Cataluña.
Autor: José Alberto Cepas Palanca para Revista Historia Universal.
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HISTORIA UNIVERSAL - ALFONSO I DE ARAGÓN Y PAMPLONA -
Alfonso I de Aragón y I de Pamplona, el Batallador (1073 – 1134) fue Rey de Aragón y de Pamplona entre 1104 y 1134. Hijo de Sancho Ramírez I de Aragón y Navarra, sucedió a su hermano Pedro I, muerto sin descendencia a causa del fallecimiento de su hijo, Pedro Pérez. Alfonso I recibió el remoquete del Batallador por su ánimo aguerrido que marcó todo un período de la Historia de España. Misógino, pues no hay noticias de que tuviera trato íntimo con mujeres, endurecido en batallas desde su juventud, hizo de su vida el arquetipo de monje-soldado, entregándose con ardor a la misión reconquistadora. Su carácter influirá decisivamente en las desavenencias con su esposa Urraca de Castilla, lo que constituyó una de las causas del estallido de la guerra civil en Castilla-León.
Aventajado guerrero, que ya había demostrado su valía en las acciones bélicas que llevó a cabo bajo el reinado de su hermano, se lanzó al combate desde los primeros días de su ascenso al trono, conquistando Tauste (Zaragoza), Líter (Huesca) y Egea (Zaragoza) en 1105. La ayuda que prestó al conde de Urgell, Ermengol VI, para recuperar Balaguer (Lérida) se tradujo en una fuerte amistad entre el Monarca aragonés y el conde catalán. En 1107, Alfonso I conquistó las plazas de Tamarite y San Esteban (Huesca).
Alfonso I el Batallador
En 1109, Alfonso I contrajo matrimonio con Urraca – en el castillo de Monzón de Campos (Palencia) – Reina de Castilla, León y Galicia, hija del difunto Alfonso VI, el Bravo y viuda de Raimundo de Borgoña, de quien tuvo a Alfonso Raimúndez, Alfonso VII. Desde el principio, diversas fuerzas políticas se opusieron a este matrimonio: la nobleza gallega; Gelmírez, obispo de Santiago; el clero borgoñón; los condes de Portugal, Teresa y Enrique. Todo parecía que se iba a desarrollar como Alfonso VI el Bravo lo había planeado: la unión de dos poderosos reinos bajo un mismo cetro.
Toledo resistió con éxito la acometida de los almorávides, consiguiendo que su emir Ali-ben-Yusuf, se retirara. Alfonso I venció llevándose por delante a al-Mustaín de Zaragoza en la batalla de Valtierra (21-1-1110), mientras Urraca acudió con un ejército castelloleonés en apoyo de su esposo, pero las desavenencias conyugales y las dificultades políticas surgieron muy pronto entre los dos bisnietos de Sancho Garcés III el Mayor de Navarra. Urraca, de 29 años, apasionada y celosa, ya conocía el matrimonio y la política. Alfonso I era feliz entre sus soldados, viviendo como un cruzado y en lucha permanente contra el Islam. Dos caracteres tan opuestos chocaron desde un principio sin que ninguno tratara de contemporizar, sin tener en cuenta los beneficios que una unión política y territorial reportaría a ambos reinos. El hijo que no engendraron podría haber solucionado todos estos problemas.
Durante cinco años, Alfonso I se vio inmerso en disputas, en intrigas y en la guerra civil que se desató en Castilla-León a causa de la sucesión. La vida conyugal entre Urraca y Alfonso estuvo plagada de desavenencias, rupturas y reconciliaciones, según las conveniencias políticas del momento, hasta que Alfonso I decidió aceptar la resolución papal de anular su matrimonio en virtud del grado de parentesco habido entre los cónyuges. En 1114, Alfonso se separó definitivamente de Urraca renunciando a intervenir en los asuntos internos de Castilla-León. A partir de esa fecha, volverá a ser exclusivamente Rey de Aragón y Navarra, aunque mantuvo en su poder importantes zonas de Castilla y sin renunciar al título de “Emperador”.
Liberado ya de intervenir en los asuntos castellanoleoneses, Alfonso I dedicó todos sus recursos a la Reconquista y, sobre todo, a terminar la obra de su hermano Pedro I: la conquista de la ciudad blanca, Zaragoza. En el Concilio de Tolosa, en 1118, consiguió que los franceses participaran en la cruzada para tomar Zaragoza. Contingentes de tropas galas, catalanas, castellanas y vizcaínos aliados del aragonés se unieron a las navarroaragonesas. Para no dejar desguarnecido el reino, Alfonso I encomendó a los almogávares – con tropas muy ejercitadas en la guerra – la salvaguarda de las fronteras. El largo y difícil sitio de Zaragoza se inició en 1114, ya que antes tuvieron que ser conquistadas las plazas de Gurrea (Huesca), Tudela (Navarra), Belchite (Zaragoza) y Sariñena (Huesca). El 18 de diciembre de 1118 capitulaba Zaragoza. La toma de la ciudad trajo consigo el sometimiento de Ricla (Zaragoza), en la ribera del Jalón. De allí pasó a Borja (Zaragoza), que ocupó; finalmente tras un corto asedio cayó Tarazona. En el verano de 1120, los almorávides intentaron recuperar Zaragoza, pero fueron vencidos estrepitosamente en Cutanda (Teruel) por las tropas del Batallador. Luego avanzó por el valle del Jalón, ocupó Calatayud y rindió la plaza de Daroca (Zaragoza).
Alentado por la llamada que le hicieron los mozárabes de Granada, dispuestos a ayudarle desde dentro para que tomara la ciudad, inició en 1125, la famosa expedición por tierras de Valencia, Murcia y Andalucía. Aunque logró una importante victoria en Arinsol, cerca de Lucena (1126), no consiguió apoderarse de ninguna plaza importante. Lo más sobresaliente de esta expedición residió en el efecto psicológico que causó en el pueblo musulmán, en el rico botín que capturó y en los 14.000 mozárabes que se le unieron, con los que pudo repoblar las tierras conquistadas al Sur del Ebro.
En 1126, falleció la Reina Urraca de Castilla, y su hijo, Alfonso VII, inició una política tendente a recuperar las tierras castellanas que permanecían en poder de Alfonso I, quien se dispuso a enfrentarse con su hijastro. El Batallador levantó su campamento en Támara de Campos (Palencia); Alfonso VII en Isar (Burgos), preparados para enfrentarse, pero las hábiles negociaciones llevadas a cabo por Gastón de Bearne y su hermano menor Céntulo de Bigorra, súbditos del Monarca aragonés, consiguieron la firma del pacto de Támara (1127) por el que Alfonso VII recobraba las tierras castellanas que el aragonés retenía en su poder y renunciaba al título de “Emperador”.
En 1130, Alfonso I se embarcó en una empresa transpirenaica contra las ambiciones del duque de Aquitania y en defensa de los derechos de su fiel súbdito Gastón de Bearne[1], que disputaba el Señorío de Labourd, en el País Vasco Francés, al de Aquitania. Alfonso I llevó su Ejército hasta Bayona, cercándola durante un año, hasta que muerto Gastón, en 1131, levantó el asedio y regreso a su Reino.
Las últimas campañas se circunscribieron a la zona de Lérida y Fraga (Huesca). Inició la campaña con la conquista de Mequinenza (Zaragoza) en junio de 1133, a la que bloqueó por el Ebro con galeras, con la intención de llegar a Tortosa (Tarragona) e impedir que los musulmanes recibieran ayuda por vía fluvial. En el otoño de 1133, inició el cerco de Fraga, estratégica plaza fuerte por su situación y sus defensas. En socorro de los sitiados llegó un Ejército almorávide, lo que obligó a Alfonso I a luchar en dos frentes: contra los sitiados que salieron a atacarle y contra los que venían en socorro de la plaza. Alfonso I tuvo que emprender una retirada que resultó desastrosa. Esta derrota no impidió que el infatigable Monarca pusiera sitio al castillo de Lizana, en Huesca, en al año 1134. Sintiéndose muy enfermo se retiró hacia Almuniente (Huesca), donde falleció el siete de septiembre de 1134.
Alfonso I, el Batallador hizo dos testamentos: el primero, en 1130, durante el cerco de Bayona, y el otro en Sariñena (Huesca), pocos días antes de morir. Por último, legaba su Reino a las Órdenes Militares del Temple y de los Hospitalarios. Tan extraño testamento, en contradicción con el derecho navarroaragonés, planteó un problema jurídico y sucesorio de extrema gravedad, por lo que nadie estaba dispuesto a cumplirlo. Los aragoneses eligieron por Rey a Ramiro II, el Monje, hermano de Alfonso I, y los navarros a García Ramírez, hijo de Ramiro de Navarra, nieto del Cid Campeador y bisnieto de Sancho Garcés III el Mayor, de Navarra.
El testamento de Alfonso I el Batallador significó la definitiva separación de Navarra y Aragón, y la unión, a corto plazo, de Aragón con Cataluña.
Autor: José Alberto Cepas Palanca para Revista de Historia
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