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#Síndrome Respiratorio de Oriente Medio
jujuygrafico · 2 years
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Recomendaciones de Salud para quienes vuelven de Qatar
#Jujuy #Sociedad | Recomendaciones de #Salud para quienes vuelven de #Qatar
Las medidas apuntan a la prevención de enfermedades transmisibles en ocasión de viaje. El Ministerio de Salud de Jujuy informó a la comunidad que rigen recomendaciones específicas para las personas que regresan del Mundial de Fútbol Qatar 2022 teniendo en cuenta que, siendo un evento de gran magnitud, corresponde atender aspectos de salud pública tal el caso de enfermedades transmisibles que…
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nafagot · 8 months
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Advertencia de la OMS: enfermedad X podría ser 20 veces más mortífera que el Coronavirus
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia preocupante al señalar que la temida Enfermedad X podría ser hasta 20 veces más mortífera que el coronavirus. En medio de esta inquietante perspectiva, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se prepara para abordar la preparación ante esta amenaza desconocida en una sesión del Foro Económico Mundial en Davos. Este informe explora los detalles de esta advertencia, los protocolos de preparación y las reacciones diversas que ha generado.
La Enfermedad X: Definición y Gravedad de una Amenaza Desconocida
La OMS define la Enfermedad X como una eventual epidemia internacional causada por un patógeno aún desconocido, planteando el riesgo de ser 20 veces más letal que la actual pandemia de coronavirus.
Participación en Davos: Tedros Adhanom Ghebreyesus y la Importancia de la Preparación
El director general de la OMS será orador en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, donde abordará la crítica importancia de prepararse para enfrentar la Enfermedad X.
Enfoque Prioritario: La Enfermedad X Equiparada con Otros Patógenos Peligrosos
La OMS clasifica la Enfermedad X en el mismo nivel de importancia que otras amenazas virales prioritarias en la lista actualizada, subrayando su relevancia en la investigación y prevención.
Prioridades de Salud Pública: Ocho Agentes Virales Identificados por la OMS
Además de la Enfermedad X, la OMS enumera ocho agentes virales como prioridades de salud pública, destacando la continua amenaza de enfermedades con potencial epidémico:
Covid-19, Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo Enfermedad por el virus del Ébola y enfermedad por el virus de Marburg, Fiebre de Lassa Síndrome respiratorio de Oriente Medio por coronavirus (MERS-CoV) y síndrome respiratorio agudo severo (SARS), Nipah y enfermedades henipavirales, Fiebre del Valle del Rift, Zika
Controversia en Redes Sociales: Debatir sobre la Preparación para lo Desconocido
La inclusión de la Enfermedad X en la reunión del Foro Económico Mundial desata debates intensos en redes sociales, con algunas voces sugiriendo paralelismos con las medidas de cierre implementadas durante la pandemia de covid-19.
Críticas y Teorías de Conspiración: Voces que Cuestionan la Preparación para Nuevas Amenazas
Algunas figuras prominentes expresan escepticismo y sugieren que los preparativos para una nueva enfermedad podrían ocultar agendas políticas y restricciones de libertades civiles.
Respuesta de Expertos: La Importancia de los Ejercicios Preventivos en Salud Pública
Expertos en salud pública, como el Dr. Amesh Adalja, defienden la necesidad de ejercicios mentales y reuniones preventivas, rechazando las teorías de conspiración como distracciones del propósito real.
Planificación Responsable: Coordinación Mundial y Reuniones para una Respuesta Efectiva
El Dr. Stuart Ray destaca la responsabilidad de los líderes mundiales al reunirse en foros como Davos para coordinar respuestas y planificar estrategias de salud pública de manera transparente y responsable.
Amenazas Futuras: Rospotrebnadzor Cuestiona Motivaciones Científicas y Señala Enfoque Económico
El Servicio Federal de Rusia para la Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor (Rospotrebnadzor) sugiere que la próxima discusión podría tener motivaciones más económicas que científicas.
En un mundo que se enfrenta a amenazas desconocidas y cambiantes, la preparación y la coordinación global son esenciales. A medida que se discute la Enfermedad X y sus implicaciones, es crucial mantener un enfoque equilibrado, fomentando la transparencia y la colaboración para enfrentar futuras pandemias.
La reflexión sobre el papel de la salud pública y la necesidad de estar siempre alerta destaca la importancia de aprender de la historia y estar preparados para los desafíos que el futuro pueda presentar.
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gmartinezmolina · 2 years
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#Repost @infobae El “virus del camello” causa el síndrome respiratorio de Oriente Medio. Es una especie de coronavirus diferente al que causa el COVID-19. Ahora, un equipo de científicos de Alemania, China, Reino Unido y Arabia Saudita advirtió que existe el riesgo de que las personas que han ido a Qatar para la Copa Mundial de Fútbol vuelvan a sus países y se generen brotes. 📌 Leé la nota completa en @infobae -link en bio- https://www.instagram.com/p/CmPTcrdvuP9/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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hmandirola-blog · 2 years
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La #OMS (Organización Mundial de la Salud) manifestaron su preocupación de que Mundial de Fútbol Qatar 2022 sirva para propagar el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (#MERS), o "gripe del camello", que es provocado por un virus parecido al Covid pero más letal y que infectó al menos a dos personas en el emirato en los últimos años. https://www.instagram.com/p/ClXma0GjPag/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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cleareaglefury · 4 years
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Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades como el resfriado común, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés), y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés). En 2019 se identificó un nuevo coronavirus como la causa de un brote de enfermedades que se originó en China.
Síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) pueden aparecer entre dos y 14 días después de la exposición al virus. Este período entre la exposición y antes de la aparición de los síntomas se llama el período de incubación. Los signos y los síntomas más comunes pueden incluir:
fiebre
tos
cansancio
Los primeros síntomas de la COVID-19 pueden incluir pérdida del gusto o del olfato.
Otros síntomas pueden incluir:
falta de aire o dificultad para respirar
dolores en los músculos
escalofríos
dolor de garganta
goteo de la nariz
dolor de cabeza
dolor en el pecho
conjuntivitis
Esta lista no incluye todos los signos y síntomas posibles. Se han reportado otros síntomas menos comunes, como erupción en la piel, náuseas, vómitos, y diarrea. Los niños presentan síntomas similares a los de los adultos, y generalmente tienen una enfermedad leve.
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Coronavirus
¿QUE ES?
Los coronavirus son una familia de virus que se descubrió en la década de los 60 pero cuyo origen es todavía desconocido. Sus diferentes tipos provocan distintas enfermedades, desde un resfriado hasta una grave neumonía.
TIPOS
En los últimos años se han descrito tres brotes epidémicos importantes causados por nuevos coronavirus:
Covid-19/ SARS-CoV-2
A finales de diciembre de 2019 se notificaron los primeros casos de un nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan. Desde entonces el aumento de nuevos infectados por el virus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad denominada Covid-19, ha sido continuo y su transmisión de persona a persona se ha acelerado. Los casos declarados ya superan con creces a los de la epidemia de SARS de 2002-2003. Su tasa de letalidad es más baja, pero se están produciendo muchos más fallecimientos porque las personas infectadas ya se cuentan por millones en todo el mundo.
SARS-CoV
El síndrome respiratorio agudo y grave se inició en noviembre de 2002 en China, afectó a más de 8.000 personas en 37 países y provocó más de 700 muertes. La mortalidad del SRAS-Cov se ha cifrado en el 10%.
MERS-CoV
El coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio fue detectado por primera vez en 2012 en Arabia Saudita. Se han notificado hasta octubre de 2019 más de 2.400 casos de infección en distintos países, con más de 800 muertes. La letalidad es del 35%.
CAUSAS
Hasta ahora, los coronavirus se transmiten de forma limitada entre humanos. Se desconoce el origen de estos virus, pero se sabe que ciertos animales, como los murciélagos, actúan como reservorios.
Como en otros virus que causan neumonía, cuando se transmiten en humanos, el contagio se produce generalmente por vía respiratoria, a través de las gotas de saliva de las personas cuando tosen, estornudan o  hablan.
Todo parece indicar que el nuevo coronavirus, causante de la Covid-19, tiene una procedencia animal. De hecho, los primeros casos se han relacionado con un mercado de animales vivos de la ciudad de Wuhan, en China.
En origen, el coronavirus MERS-CoV es un virus zoonótico que se transmite de animales a personas. Según se desprende del análisis de varios de sus genomas, se cree que el virus se originó en murciélagos y se transmitió a los camellos en algún momento de un pasado lejano.
Se cree que el coronavirus del SARS tuvo su origen en los murciélagos, saltando posteriormente a alguna otra especie de pequeño mamífero, como la civeta, y por último a los humanos.
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coronavirus
Los coronavirus son una extensa familia de virus que causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
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gmartinezmolina · 2 years
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#Repost @infobae Según indicó el diario Sport, en la intimidad del seleccionado francés temen que tanto Adrien Rabiot y Dayot Upamecano hayan contraído el “virus del camello”. Es más, a estos dos jugadores se le sumó Kingsley Coman. Expertos en salud de todo el mundo indicaron que esta gripe es una infección respiratoria causada por el virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). 📌Leé la nota en @infobae - link en bio. https://www.instagram.com/p/CmMMgUEOur4/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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jennymanrique · 4 years
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COVID-19 y adultos mayores:“El virus se ha propagado como fuego en los asilos de ancianos”
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Foto: Reuters
Expertos advierten a personas con familiares en ancianatos, que en lo posible los cuiden en sus propios hogares durante la pandemia.
Aunque solo el 0.6 por ciento de la población estadounidense vive en asilos de ancianos, la pandemia del COVID-19 ha causado 43,000 muertes y 210,000 contagios en estos centros de cuidado, lo que equivale al 40% de todos los fallecimientos relacionados con el coronavirus.
La alarmante estadística fue compartida por la doctora Charlene Harrington, gerontóloga y profesora de sociología y enfermería de la Universidad de California con sede en San Francisco (UCSF), durante un panel organizado por Ethnic Media Services para analizar por qué los estadounidenses mayores muestran las tasas de mortalidad más altas por COVID-19.
“El virus se ha propagado como fuego en los asilos de ancianos”, dijo Harrington. “El 50% de los residentes es asintomático y eso ha sido el peor escenario para que pacientes y personal se contagien del virus”.
En los últimos 20 años los asilos han tenido “serios problemas” de calidad en el cuidado de los pacientes, y aún antes de que el virus llegara, 75% de ellos ya presentaban falencias en el personal de enfermería registrado y el 63% registraba violaciones de control de infecciones, explicó Harrington. Como si fuera poco hoy el 70% de estos ancianatos tiene fines de lucro, lo que se traduce en reducción de personal, bajos salarios, ausencia de seguros de salud o de licencias remuneradas en caso de enfermedad.
“Las enfermeras hacen parte de grupos minoritarios en alto riesgo (de COVID) por la falta de pruebas, tapabocas, batas o el equipo de protección personal (PPE en inglés),” añadió Harrington. “Como viven en escenarios de pobreza, reciben cupones de alimentos y tienen varios trabajos, no se van a quedar en casa si están enfermas.”
Este panorama explica en parte los datos que los Centros para el Control de Enfermedades (CDC en inglés) han recogido con respecto a quienes son las víctimas que deja la pandemia: 8 de cada 10 muertos son adultos mayores de 65 años y el 70 por ciento de las hospitalizaciones por COVID-19 son de personas mayores de 85 años.
20 estados en el país, incluido Nueva York, han otorgado inmunidades a personal de salud que trabajo en asilos y otros centros de cuidado, lo que significa que no son civilmente responsables por las muertes sucedidas en estos establecimientos. Esto según Harrington solo excusa la “negligencia” de quien los administra pues podrían estar haciendo “un mejor trabajo” reportando adecuadamente infecciones y muertes y haciendo más pruebas.
“Si alguien tiene un familiar en un asilo, llevarlo a su casa es lo mejor que puede hacer,” recomendó Harrington.
Aislamiento y depresión
Las restricciones de visita e imposibilidades de comunicación con los familiares mayores, puede contribuir al desarrollo de enfermedades mentales.
Varios estudios científicos han demostrado que el aislamiento social, impuesto durante la cuarentena, contribuye a  aumentar las enfermedades cardiovasculares, los ataques cardíacos y los derrames cerebrales, así como los síntomas de las enfermedades autoinmunes. En el área de la salud mental, la depresión y la ansiedad se pueden exacerbar con el encierro.
“El impacto puede ser bastante devastador en muchos sentidos,” dijo la doctora Farida Sohrabji, jefa interina del Departamento de Neurociencia y Terapéutica Experimental de la Escuela de Medicina de Texas A&M.
“Está la preocupación por la forma que la enfermedad pueda tomar, y la posibilidad de infectar a otros”, explicó Sohrabji. “Y luego la depresión causada por el virus mismo. Hay una gran variedad de afecciones mentales que incluyen cambios cognitivos y de memoria. Las personas se sienten abrumadas”.
Tras estudiar los sucesos de pandemias anteriores como SARS (Síndrome respiratorio agudo grave) y MERS (Síndrome respiratorio de oriente medio), los expertos han encontrado que los individuos que fueron sujetos al aislamiento social, presentaron altos índices de ansiedad y depresión. Al incrementar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, se debilita el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de infección, lo que pone a los adultos mayores en una gran desventaja, dijo Sohrabji.
Con una adecuada nutrición, hidratación, ejercicio y rutinas, estos efectos pueden ser contrarrestados en el aislamiento, recomendó la experta.
Sin hogar
Aún cuando la situación en los asilos es preocupante, el espacio donde las poblaciones adultas son más vulnerables es la calle. Desde el comienzo de la pandemia ha habido un aumento del 20 por ciento en el número de adultos mayores sin hogar, siendo las mujeres de color mayores de 65 años las mas afectadas, pues sus tasas de pobreza casi duplican las de las mujeres blancas.
La cifra la compartió Erika Hartman, directora de programas del Centro de Mujeres de Los Ángeles, al enfatizar que la esperanza de vida de una mujer se reduce drásticamente una vez que se queda sin refugio: en condiciones normales una mujer vive hasta los 83 años, mientras en la calle el promedio es de 48 años.
“Antes de la crisis de salud pública, ya veíamos la imposibilidad para esta población de refugiarse en algún lugar”, dijo Hatman. “Ahora están congregadas en centros de cuidado, sin poder mantener la distancia social apropiada o acceso a recursos como PPE al mismo nivel que hospitales o primeros respondedores”.
Hartman también destacó cómo la pandemia ha exacerbado los casos de violencia doméstica que mandan a más mujeres a buscar refugio fuera de casa, y cómo levantar la moratoria de renta que se impuso para aquellas que quedaron desempleadas, puede generar más desplazamiento urbano.
“Las mujeres han sido impactadas desproporcionadamente por el desempleo y por bajos salarios, así que estamos muy preocupadas por los impactos de la moratoria”, dijo.
Vejez y discapacidad
Y es que la necesidad de cambios en la política pública frente a los adultos mayores se ha exacerbado con el virus. Las disparidades sociales y económicas han puesto a poblaciones en mayor riesgo dependiendo de su edad, raza, y hasta código postal.
Según el doctor Fernando Torres-Gil, director del Centro de Investigación de Políticas sobre el Envejecimiento de la escuela de Asuntos Públicos Luskin de la Universidad de los Ángeles (UCLA), “necesitamos un cambio de paradigma sobre cómo abordamos el tema de la atención institucional”.
Torres-Gil contó que al inicio de la pandemia, varios hospitales decidieron repartir recursos como ventiladores a personas jóvenes con mayor expectativa de vida, discriminando así a ancianos, discapacitados y aquellos con enfermedades preexistentes. “Necesitamos enfocarnos en estas disparidades tan tremendas y desarrollar nuevos estándares de atención, para que en el potencial resurgimiento del virus, no haya discriminación basada en edad y discapacidad”, dijo el experto, quien forma parte del comité asesor del Plan Maestro para el envejecimiento del gobernador de California, Gavin Newsom.
El Plan incluye trabajar de cerca con legisladores para que a pesar de los recortes económicos en los servicios de apoyo a domicilio, guardería para adultos, o programas contra el Alzheimer, haya una inversión que permita mantener a la gente en sus hogares.
“Necesitamos un compromiso federal para expandir dramáticamente la atención basada en el hogar y la comunidad, y la educación a poblaciones más jóvenes para que entiendan que ellos también serán viejos algún día y enfrentarán una variedad de limitaciones físicas y discapacidades”, concluyó.
Originalmente publicado aquí
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el-club-del-caldero · 4 years
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Queridos todos es importante que yo te deje esta información, entre mas información tengas de todo esto, sabrás actuar con las medidas adecuadas desde la infracción el raciocinio, quitándote el medio, información falsa, tal vez miedos, ignorancia del tema, amarillismo y sobretodo ser sensato en todo momento y no caer en situaciones no sanas para ti los que te rodean. Es por ello que decidí tomar la tarea de investigar a fondo todo esto y deje unos links para ampliar la información si así lo requieres, recuerda no soy doctor, ni terapeuta ni psicólogo, pero he tomado cursos y después de tiempo, decidí compartir un poco de lo que he aprendido, de lo que acontece y de lo que te pueda ayudar saludos. 
¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
¿Cómo se propaga la COVID-19?
Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Puede transmitirse a través del aire el virus causante de la COVID-19?
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. Véase la respuesta anterior a la pregunta «¿Cómo se propaga la COVID-19?»
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?
La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con las heces de una persona que padezca la enfermedad?
El riesgo de contraer la COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados. No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.
¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?
Medidas de protección para todas las personas
Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. Se han registrado casos en muchos países de todo el mundo, y en varios de ellos se han producido brotes. Las autoridades chinas y las de otros países han conseguido enlentecer o detener el avance de los brotes, pero la situación es impredecible y es necesario comprobar con regularidad las noticias más recientes.
Hay varias precauciones que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de contraer o de contagiar la COVID-19:
Lávese las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usando un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueda haber en sus manos.
Mantenga una distancia mínima de 1 metro (3 pies) entre usted y cualquier persona que tosa o estornude.
¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que pueden contener el virus. Si está demasiado cerca, puede respirar las gotículas y con ellas el virus de la COVID-19, si la persona que tose tiene la enfermedad.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca
¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en su cuerpo y causarle la enfermedad.
Tanto usted como las personas que les rodean deben asegurarse de mantener una buena higiene de las vías respiratorias. Eso significa cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato.
¿Por qué? Los virus se propagan a través de las gotículas. Al mantener una buena higiene respiratoria está protegiendo a las personas que le rodean de virus como los del resfriado, la gripe y la COVID-19.
Permanezca en casa si no se encuentra bien. Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y llame con antelación. Siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en su zona. Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto también le protegerá a usted y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí mismo y a los demás ante la COVID-19.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre lo que debe hacer la gente de su zona para protegerse.
Consulte las noticias más recientes sobre las zonas de mayor peligro (es decir, las ciudades y lugares donde la enfermedad se está propagando más extensamente). Si le es posible, evite desplazarse a estas zonas, sobre todo si su edad es avanzada o tiene usted diabetes, cardiopatías o neumopatías.
¿Por qué? Estas precauciones se deben adoptar en estas zonas porque la probabilidad de contraer la COVID-19 es más elevada.
Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)
Siga las orientaciones antes expuestas (Medidas de protección para todas las personas)
Permanezca en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como dolor de cabeza, fiebre ligera (37,3 oC o más) y rinorrea leve, hasta que se recupere. Si le resulta indispensable salir de casa o recibir una visita (por ejemplo, para conseguir alimentos), póngase una mascarilla para no infectar a otras personas.
¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.
Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.
¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
¿Qué probabilidades hay de que contraiga la COVID-19?
El riesgo depende del lugar donde se encuentre usted y, más concretamente, de si se está produciendo un brote de COVID-19 en dicho lugar.
Para la mayoría de las personas que se encuentran en la mayor parte de los lugares, el riesgo de contraer esta enfermedad continúa siendo bajo. Sin embargo, sabemos que hay algunos lugares (ciudades o zonas) donde se está propagando y donde el riesgo de contraerla es más elevado, tanto para las personas que viven en ellas como para las que las visitan. Los gobiernos y las autoridades sanitarias están actuando con determinación cada vez que se detecta un nuevo caso de COVID-19. Es importante que todos respetemos las restricciones relativas a los viajes, los desplazamientos y las concentraciones multitudinarias de personas aplicables a cada lugar en concreto. Si cooperamos con las medidas de lucha contra la enfermedad, reduciremos el riesgo que corremos cada uno de nosotros de contraerla o de propagarla.
Como se ha comprobado en China y en otros países, es posible detener los brotes de COVID-19 y poner fin a su transmisión. No obstante, la gran rapidez con que pueden aparecer nuevos brotes nos obliga a ser conscientes de la situación en los lugares donde nos encontramos o donde tengamos intención de ir. La OMS publica cada día actualizaciones sobre la situación de la COVID-19 en el mundo, que se pueden consultar, en inglés, en la página https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports/.
¿Debo preocuparme por la COVID-19?
Por lo general, los síntomas de la COVID-19 son leves, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes. No obstante, también pueden ser graves y obligan a hospitalizar a alrededor de uno de cada cinco infectados. Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por los efectos que el brote de COVID-19 puede tener en nosotros y en nuestros seres queridos.
Esta preocupación debe servirnos para adoptar medidas de protección para nosotros, nuestros seres queridos y las comunidades donde vivimos. La medida principal y más importante es la higiene regular y completa de las manos y de las vías respiratorias. En segundo lugar, es importante mantenerse informado y seguir los consejos de las autoridades sanitarias locales, como los relativos a los viajes, los desplazamientos y los eventos donde se pueda concentrar un gran número de personas. Puede consultar los consejos sobre protección en la página https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public.
¿Quién corre riesgo de desarrollar una enfermedad grave?
Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
¿Son eficaces los antibióticos para prevenir o tratar la COVID-19?
No. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas. La COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella. No se deben usar antibióticos como medio de prevención o tratamiento de la COVID-19. Solo deben usarse para tratar una infección bacteriana siguiendo las indicaciones de un médico.
¿Existen medicamentos o terapias que permitan prevenir o curar la COVID-19?
Aunque algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar confort y aliviar los síntomas de la COVID-19, no hay pruebas de que los medicamentos actuales puedan prevenir o curar la enfermedad. La OMS no recomienda la automedicación, en particular con antibióticos, para prevenir o curar la COVID-19. Hay varios ensayos clínicos en curso con medicamentos occidentales y tradicionales. La OMS facilitará información actualizada tan pronto como los resultados de los ensayos clínicos estén disponibles.
¿Existe alguna vacuna, medicamento o tratamiento para la COVID-19?
Todavía no. Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la COVID-2019. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas. Las personas que presentan casos graves de la enfermedad deben ser hospitalizadas. La mayoría de los pacientes se recuperan con la ayuda de medidas de apoyo.
Se están investigando posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos específicos. Hay ensayos clínicos en curso para ponerlos a prueba. La OMS está coordinando los esfuerzos dirigidos a desarrollar vacunas y medicamentos para prevenir y tratar la COVID-19.
Las formas más eficaces de protegerse a uno mismo y a los demás frente a la COVID-19 son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de al menos 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. (Véase ¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?).
¿Son lo mismo la COVID-19 y el SRAS?
No. El genoma del virus que causa la COVID-19 y el del responsable del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) son similares, pero no iguales. El SRAS es más letal pero mucho menos infeccioso que la COVID-19. Desde 2003, no se han registrado brotes de SRAS en ningún lugar del mundo.
¿Debo llevar mascarilla para protegerme?
Si no se presentan los síntomas respiratorios característicos de la COVID-19 (sobre todo, tos) o no se cuida de una persona que pueda haber contraído esta enfermedad, no es necesario llevar puesta una mascarilla clínica. Recuerde que las mascarillas desechables solo se pueden utilizar una vez y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando, y la OMS insta a utilizarlas de forma sensata.
La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas clínicas para no derrochar innecesariamente ni usar indebidamente unos utensilios que son valiosos (véase el apartado Cuándo y cómo usar mascarilla).
Las medidas frente a la COVID-19 más eficaces para protegerse a uno mismo y a los demás son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de, al menos, 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. Para más información a este respecto, pueden consultarse las medidas básicas de protección frente al nuevo coronavirus.
Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla
1. Recuerde que solo deben usar mascarilla los trabajadores sanitarios, los cuidadores y las personas con síntomas respiratorios como fiebre y tos.
2. Antes de tocar la mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
3. Inspeccione la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.
4. Oriente hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).
5. Asegúrese de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado coloreado).
6. Colóquese la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.
7. Tire hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.
8. Después de usarla, quítese la mascarilla; retire las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.
9. Deseche la mascarilla en un contenedor cerrado inmediatamente después de su uso.
10. Lávese las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Use un desinfectante a base de alcohol o, si están visiblemente sucias, láveselas con agua y jabón.
¿Cuánto dura el periodo de incubación de la COVID-19?
El «período de incubación» es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.
¿Pueden los humanos contraer el virus de la COVID-19 por contacto con un animal?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que son comunes entre los murciélagos y otros animales. En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. Por ejemplo, el SRAS-CoV iba asociado a las civetas y el MERS-CoV se transmite a través de los dromedarios. Todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19.
Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Asegúrese de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. Manipule con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.
¿Puede mi mascota contagiarme la COVID-19?
Tenemos conocimiento de casos en los que animales y mascotas de pacientes con COVID-19 han resultado infectados;
Como organismo intergubernamental responsable de mejorar la sanidad animal en todo el mundo, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) viene elaborando orientaciones técnicas dirigidas a servicios veterinarios y expertos técnicos (en las que se abordan cuestiones especializadas como las pruebas de detección y la cuarentena);
Existe la posibilidad de que algunos animales resulten infectados por un contacto estrecho con personas infectadas. Se necesitan más datos para saber si los animales y las mascotas pueden propagar la enfermedad;
Los datos actuales indican que la transmisión directa entre seres humanos sigue siendo el principal factor de propagación;
Aún es demasiado pronto para determinar si los gatos podrían actuar como hospedador intermedio en la transmisión de la COVID-19.
¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?
No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los estudios realizados (incluida la información preliminar disponible sobre el virus de la COVID-19) indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás. Lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.
¿Es seguro recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19?
Sí. La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo.
¿Hay algo que no deba hacer?
Las siguientes medidas NO SON eficaces contra la COVID-2019 y pueden resultar perjudiciales:
Fumar
Llevar varias mascarillas
Tomar antibióticos (Véase  ¿Existen medicamentos o terapias que permitan prevenir o curar la COVID-19?)
En cualquier caso, si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, trate de obtener atención médica lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar una infección más grave, y asegúrese de informar a su dispensador de atención de salud acerca de sus viajes recientes.
¿Se conoce la fuente del coronavirus responsable de la COVID-19?
Hasta la fecha se desconoce la fuente del SARS-CoV-2, el coronavirus (CoV) que causa la COVID-19. Todos los datos disponibles sugieren que el SARS-CoV-2 tiene un origen animal y no es un virus creado en laboratorio. Lo más probable es que el virus tenga su reservorio natural en los murciélagos. El SARS-CoV-2 pertenece a un grupo de virus genéticamente afines en el que se encuentran también el SARS-CoV y otros CoV que han podido aislarse en poblaciones de murciélagos. El MERS-CoV también pertenece a este grupo, pero está menos relacionado con estos últimos.
¿Cómo se produjeron las primeras infecciones humanas por el SARS-CoV-2?
Los primeros casos humanos de COVID-19 se detectaron en la ciudad de Wuhan, China, en diciembre de 2019. Por el momento, no es posible determinar con precisión cómo se infectaron las primeras personas en China por el SARS-CoV-2.
A pesar de ello, el virus del SARS-CoV, que causó el brote de SARS en 2003, pasó de un reservorio animal (la civeta, un animal silvestre de granja) a los seres humanos para luego propagarse entre ellos. De manera similar, se piensa que el SARS-CoV-2 cruzó la barrera entre especies e infectó en un primer momento a seres humanos, si bien muy probablemente a través de un huésped intermedio, es decir, otra especie animal más manipulada por el ser humano (por ejemplo un animal doméstico, un animal silvestre o un animal silvestre domesticado, el cual no ha sido identificado hasta la fecha).
Hasta que se localice y controle la fuente de este virus, existe el riesgo de que vuelva a pasar a la población humana y de que se produzcan nuevos brotes como los que estamos sufriendo actualmente.
¿Se puede contagiar la COVID-19 a través de los billetes y las monedas?
No hay datos que permitan confirmar o descartar que la COVID-19 se transmita a través de los billetes o las monedas. Sin embargo, los virus contenidos en las gotículas respiratorias que emiten las personas infectadas pueden contaminar las superficies y persistir en ellas. Lávese siempre las manos a fondo si ha tocado objetos que se tocan a menudo, como los billetes y las monedas. Si no se ha lavado las manos, no se toque los ojos, la nariz y la boca.
¿Cómo comprar con seguridad en las tiendas de comestibles durante la pandemia de COVID-19?
En las tiendas de comestibles, mantenga 1 metro de distancia con los demás y no se toque los ojos, la nariz y la boca. Si es posible, desinfecte los mangos y barras de los carritos y las cestas antes de comprar. Cuando regrese a casa, lávese las manos a fondo al llegar y también al tomar y almacenar los productos que ha comprado.
No se ha notificado ningún caso de contagio de la COVID-19 a través de los alimentos o de sus envases.
¿Cómo lavar las frutas y las hortalizas durante la pandemia de COVID-19?
Las frutas y las hortalizas son esenciales para llevar una dieta saludable. Lávelas como lo haría en cualquier circunstancia. Antes de tocarlas, lávese las manos con agua y jabón. Después, lave las frutas y las hortalizas a fondo con agua potable, sobre todo si las come crudas.
¿Se transmite la COVID-19 por el aire?
El virus responsable de la COVID-19 se transmite principalmente a través de gotículas respiratorias expulsadas por una persona infectada cuando tose, estornuda o habla. Esas gotitas son demasiado pesadas para flotar en el aire y caen rápidamente sobre el suelo u otra superficie.
La infección puede producirse al respirar el virus expulsado por una persona con COVID-19 situada a menos de un metro de distancia, o al tocar una superficie contaminada y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca antes de lavarse las manos.
Enlaces para obtener más información
Sitio web sobre la COVID-19: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019
Consejos de la OMS para viajar: https://www.who.int/ith/es/
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¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
¿Cómo se propaga la COVID-19?
Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Puede transmitirse a través del aire el virus causante de la COVID-19?
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. Véase la respuesta anterior a la pregunta «¿Cómo se propaga la COVID-19?»
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?
La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con las heces de una persona que padezca la enfermedad?
El riesgo de contraer la COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados. No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.
¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?
Medidas de protección para todas las personas
Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. Se han registrado casos en muchos países de todo el mundo, y en varios de ellos se han producido brotes. Las autoridades chinas y las de otros países han conseguido enlentecer o detener el avance de los brotes, pero la situación es impredecible y es necesario comprobar con regularidad las noticias más recientes.
Hay varias precauciones que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de contraer o de contagiar la COVID-19:
Lávese las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usando un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueda haber en sus manos.
Mantenga una distancia mínima de 1 metro (3 pies) entre usted y cualquier persona que tosa o estornude.
¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que pueden contener el virus. Si está demasiado cerca, puede respirar las gotículas y con ellas el virus de la COVID-19, si la persona que tose tiene la enfermedad.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca
¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en su cuerpo y causarle la enfermedad.
Tanto usted como las personas que les rodean deben asegurarse de mantener una buena higiene de las vías respiratorias. Eso significa cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato.
¿Por qué? Los virus se propagan a través de las gotículas. Al mantener una buena higiene respiratoria está protegiendo a las personas que le rodean de virus como los del resfriado, la gripe y la COVID-19.
Permanezca en casa si no se encuentra bien. Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y llame con antelación. Siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en su zona. Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto también le protegerá a usted y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí mismo y a los demás ante la COVID-19.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre lo que debe hacer la gente de su zona para protegerse.
Consulte las noticias más recientes sobre las zonas de mayor peligro (es decir, las ciudades y lugares donde la enfermedad se está propagando más extensamente). Si le es posible, evite desplazarse a estas zonas, sobre todo si su edad es avanzada o tiene usted diabetes, cardiopatías o neumopatías.
¿Por qué? Estas precauciones se deben adoptar en estas zonas porque la probabilidad de contraer la COVID-19 es más elevada.
Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)
Siga las orientaciones antes expuestas (Medidas de protección para todas las personas)
Permanezca en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como dolor de cabeza, fiebre ligera (37,3 oC o más) y rinorrea leve, hasta que se recupere. Si le resulta indispensable salir de casa o recibir una visita (por ejemplo, para conseguir alimentos), póngase una mascarilla para no infectar a otras personas.
¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.
Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.
¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
Fuente: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses
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resistenews-blog · 4 years
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EEUU liberó su arma biológica, el COVID19, para dominar al mundoUn científico estadounidense observa una placa de Petri con cepas de un microorganimso.
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https://www.hispantv.com/noticias/opinion/451885/arma-biologica-china-coronavirus-guerra
Mientras muchos indagan por la fuente de la pandemia del COVID-19, hay quienes sostienen que esta plaga es un arma biológica de EE.UU. para dominar el mundo.
Es natural que a cada nueva crisis que aparece en el mundo le surja diferentes hipótesis, opiniones e interpretaciones por los motivos que le originaron y no hay duda de que la crisis del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, y su prevalencia en el mundo no es una excepción y, es por eso que, ha llegado a suscitar entre una gran parte de la población mundial diversas conjeturas y conclusiones sobre las verdaderas causas de la creación y propagación de esta letal enfermedad, que dio la cara por primera vez en un mercado de mariscos de la ciudad china de Wuhan a fines de diciembre. ¿Quién saca tajada de la epidemia de coronavirus en China? Una de las teorías que más se está barajando sobre las posibles razones de la aparición de este mortal patógeno es de una guerra biológica que alguna superpotencia mundial, como EE.UU. o China podrían haber estado detrás de la creación de su cepa y su posterior propagación con el único objetivo de materializar sus objetivos geoestratégicos y económicos a nivel mundial. El investigador estadounidense experto en armas biológicas Francis Paul asegura que este coronavirus es un subconjunto de los virus llamados “agentes biológicos” que su ADN —ácido desoxirribonucleico que contiene las instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos— es manipulado en los laboratorios científicos para mutar su estructura nociva en una más agresiva para los seres vivos y destinarlo así a actividades de guerras biológicas. Entre los virus que se engendran mediante manipulación humana, este experto señala que el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) surgido en 2002 también en China y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés) aparecido en 2012 en Arabia Saudí al igual que el carbunco, más conocido como ántrax, todos se han producido en laboratorios de la Universidad de Carolina del Norte. En tal sentido, Paul sostiene que los experimentos e investigaciones sobre estos virus o armas biológicas se llevan a cabo en laboratorios llamados “niveles biológicos de salud” y en particular se desarrollan en los de Nivel 4. Cabe destacar que Estados Unidos cuenta con 12 laboratorios de este Nivel 4 en toda su red de laboratorios de este tipo.
Informe: Laboratorios de EEUU propagan virus mortal en el mundo
Con estos datos conocidos, se puede decir con cierta certeza que el término de guerra biológica se refiere en gran medida al COVID-19, y, desde luego, esta afirmación no se basa en el resultado de varios análisis y artículos en concreto, sino que se fundamenta a partir de las declaraciones oficiales hechas por funcionarios chinos, incluido el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiao Lee-jan, en los últimos días.
Nuevo informe especula que nuevo coronavirus se originó en EEUU
Las autoridades chinas acusan a sus homólogos estadounidenses de haber creado este nuevo coronavirus en sus laboratorios pertinentes y, posteriormente, con el pretexto de la participación del equipo deportivo de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en los Juegos Mundiales Militares de 2019 que se celebró en Wuhan entre los días 18 y 27 de octubre, habrían trasladado una cepa del letal patógeno a la referida urbe para libéralo allí con el fin de contagiar a una gran parte de los 13 millones de residentes en esta ciudad.
Pekín: Ejército de EEUU habría llevado coronavirus a China
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ADN del COVID-19, apunta a EEUU y no China como origen del letal virus | HISPANTV
Los estudios sobre el genoma del letal COVID-19, aparecido en China, apuntan a que este coronavirus podría haberse sido originado en otro lugar del mundo como EE.UU.
Algunos expertos dicen que China culpó a Estados Unidos de la propagación de la enfermedad por su incapacidad para contener el virus desde su inicio, pero si eso fuera cierto, los estadounidenses podrían haber argumentado fácilmente valiéndose de sus potentes centros de investigación científica para aclarar que el origen del germen era por causas naturales.
Coronavirus: ¿guerra biológica o enfermedad “natural”?
De hecho, en un primer momento se decía que este virus que contagio al ser humano provenía de los murciélagos, cuya carne de este mamífero pertenece a la cadena alimentaria de los humanos, pero con el paso del tiempo tomó fuerza la teoría de que este patógeno se habría creado en un laboratorio. Los expertos y científicos coinciden en que este coronavirus, que pertenece a la generación del virus del SARS, puede considerarse un arma biológica, y concluyen que si el murciélago es la fuente del virus coronario, ¿por qué en los países donde la sopa de murciélago es una de las comidas principales, no se ha extendido el brote del COVID-19?
5 informaciones falsas sobre coronavirus que circulan en internet
Son muchos los que opinan que estos coronavirus se han estado produciéndo desde los años sesenta en el contexto de la guerra biológica que los estadounidenses iniciaron con fines políticos, sociales y económicos, y, en este preciso momento, la dimensión económica de la teoría de la guerra biológica del COVID-19, emprendida por Washington es bastante prominente. Desde antes de que el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, ocupara la Casa Blanca, allá en enero de 2017, ya venía avisando durante sus campañas electorales de que si él llegaba al poder no dudaría en promover medidas drásticas para contrarrestar el poderío económico, tecnológico y militar de los chinos, ya que, según él, estos están a un paso de sobrepasar a los estadounidenses en los campos que estos últimos son una referencia vanguardista a nivel mundial. Es por ello que Trump comenzó nada más pisar la Casa Blanca una lucha sin cuartel de ámbito económico-comercial contra el gigante asiático y de cuyos efectos también sufrieron otros actores internacionales. Es muy probable que Washington para llevar la delantera en el marco de su disputa comercial con los chinos decidiera debilitar a la potente economía del gigante asiático ante los ojos del mundo planteando introducir este nuevo coronavirus dentro del territorio chino con esperanza de que una vez que el brote hiciera mella entre la población local y se hiciera público sus resultados mortales, la maquinaria propagandística de los medios de comunicación estadounidense entrarían en juego para lanzar una campaña de desinformación en contra de Pekín haciendo creer a la opinión pública global que este patógeno se habría originado en el ya citado mercado de Wuhan, y el resto se iría sobre ruedas, porque todos los demás países rebajarían al mínimo posible sus contactos comerciales con China por temor a que sus conciudadanos se contagiaran de la letal afección.
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Médicos iraníes: Que se destruyan laboratorios biológicos de EEUU | HISPANTV
Mientras crece la hipótesis de que el COVID-19 es de origen estadounidense, los médicos iraníes piden la destrucción de laboratorios biológicos de EE.UU.
A este primer paso dado por Washington contra Pekín, le seguiría los esfuerzos de Estados Unidos por monopolizar los resultados de todas las investigaciones en cursos de las grandes corporaciones farmacéuticas del país norteamericano para desarrollar la vacuna contra el nuevo coronavirus, si es que ya no está producida desde antes de que esta plaga se liberara en Wuhan, con el objetivo de enarbolar ante el mundo entero el poderío tecnológico de EE.UU., y de este modo, demostrar a la comunidad internacional que ellos todavía son la primera potencia mundial. De hecho, si los laboratorios estadounidenses llegaran a desarrollar la vacuna efectiva para contener el COVID-19 antes de que los chinos lo consigan, es muy probable que la Casa Blanca use el antídoto como una medida de presión contra todos aquellos países que no se encuentran en su ámbito de influencia al tener en su mano el destino de cientos de millones de personas contagiadas que necesitarían de esta vacuna para currase. Estados Unidos y China han pisado el acelerador esta semana en la búsqueda de una vacuna para combatir el nuevo coronavirus, que ha causado una pandemia global, según declaró recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta la fecha, la cifra de contagios confirmados por todo el mundo es de 208 349 personas, incluyendo 8272 fallecidos.
China ya tiene una vacuna contra el coronavirus
En las últimas horas, han llegado noticias desde ambos países de pasos importantes de cara a la consecución de una vacuna y que estarían realizando ensayos clínicos con humanos. Entonces, según la teoría del atentado biológico descrita por Paul cuyas armas se fabricaron produciéndose en los laboratorios estadounidenses bajo la atenta mirada de los oficiales médicos del Ejército de EE.UU. con la colaboración de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) del país norteamericano, se puede sugerir que la actual situación creada por la crisis del nuevo coronavirus es a toda vista una guerra biológica emprendida por Washington.
‘EEUU ha producido el coronavirus en sus laboratorios secretos’
Un guerra biológica con dimensiones económicas-políticas que se rige bajo una política para beneficiar a las grandes empresas armamentísticas, ya sean militares o biológicas, y farmacéuticas de Estados Unidos, y sin importales ni siquiera la seguridad de la propia población estadounidense expuesta al contagio como el resto del mundo.
EEUU usa ‘bioterrorismo’ contra su propia población
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cooperativacomercio · 5 years
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¿Qué es un coronavirus?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El #coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
¿Qué es la COVID-19?
La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
¿Cómo se propaga la COVID-19?
Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Puede transmitirse a través del aire el virus causante de la COVID-19?
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. Véase la respuesta anterior a la pregunta «¿Cómo se propaga la COVID-19?»
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?
La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con las heces de una persona que padezca la enfermedad?
El riesgo de contraer la COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados. No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.
¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?
Medidas de protección para todas las personas
Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. La COVID-19 sigue afectando principalmente a la población de China, aunque se han producido brotes en otros países. La mayoría de las personas que se infectan padecen una enfermedad leve y se recuperan, pero en otros casos puede ser más grave. Cuide su salud y proteja a los demás a través de las siguientes medidas:
Lávese las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usando un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueda haber en sus manos.
Mantenga una distancia mínima de 1 metro (3 pies) entre usted y cualquier persona que tosa o estornude.
¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que pueden contener el virus. Si está demasiado cerca, puede respirar las gotículas y con ellas el virus de la COVID-19, si la persona que tose tiene la enfermedad.
Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca
¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en su cuerpo y causarle la enfermedad.
Tanto usted como las personas que les rodean deben asegurarse de mantener una buena higiene de las vías respiratorias. Eso significa cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato.
¿Por qué? Los virus se propagan a través de las gotículas. Al mantener una buena higiene respiratoria está protegiendo a las personas que le rodean de virus como los del resfriado, la gripe y la COVID-19.
Permanezca en casa si no se encuentra bien. Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y llame con antelación. Siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en su zona. Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto también le protegerá a usted y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí mismo y a los demás ante la COVID-19.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre lo que debe hacer la gente de su zona para protegerse.
Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)
• Siga las orientaciones antes expuestas (Medidas de protección para todas las personas)
• Permanezca en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como dolor de cabeza y rinorrea, hasta que se recupere.
¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.
• Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.
¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
¿Qué probabilidades hay de que contraiga la COVID-19?
El riesgo depende del lugar en el que usted viva o de los lugares a los que haya viajado recientemente. El riesgo de infección es mayor en las zonas en las que haya casos diagnosticados de COVID-19. En la actualidad, el 95% de los casos de COVID-19 se concentran en China, y la mayoría de ellos en la provincia de Hubei. Para las personas que se encuentran en casi cualquier otra parte del mundo, el riesgo de contraer la COVID-19 es actualmente bajo, aunque es importante que siga con atención la evolución de la situación y los esfuerzos de preparación que se llevan a cabo en su zona.
La OMS colabora con las autoridades sanitarias de China y el resto del mundo para efectuar una labor de vigilancia y respuesta ante los brotes de COVID-19.
¿Debo preocuparme por la COVID-19?
Si usted no se encuentra una zona donde se esté propagando la COVID-19, no ha viajado desde alguna de esas zonas ni ha estado en contacto cercano con alguien que lo haya hecho y se sienta mal, sus posibilidades de contraerla son actualmente bajas. No obstante, es comprensible que la situación le cause estrés y ansiedad. Es una buena idea que se informe sobre los hechos para que pueda determinar con precisión los riesgos que corre y adoptar precauciones razonables. Puede obtener información precisa sobre la COVID-19 y su presencia en la zona donde se encuentra usted a través de su dispensador de atención de salud, de las autoridades nacionales de salud pública y de su empleador. Es importante que se mantenga informado sobre la evolución de la situación en el lugar donde vive y que tome las medidas adecuadas para protegerse. (Véase Medidas de protección para todas las personas).
Si usted se encuentra en una zona en la que haya producido un brote de COVID-19, debe tomar muy en serio el riesgo de infección. Siga los consejos de las autoridades sanitarias nacionales y locales. Aunque en la mayoría de los casos la COVID-19 solamente causa una enfermedad leve, puede provocar enfermedades muy graves en algunas personas. Más raramente, la enfermedad puede ser letal. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes) parecen ser más vulnerables. (Véanse las Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)).
¿Quién corre riesgo de desarrollar una enfermedad grave?
Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
¿Son eficaces los antibióticos para prevenir o tratar la COVID-19?
No. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas. La COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella. No se deben usar antibióticos como medio de prevención o tratamiento de la COVID-19. Solo deben usarse para tratar una infección bacteriana siguiendo las indicaciones de un médico.
¿Existe alguna vacuna, medicamento o tratamiento para la COVID-19?
Todavía no. Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la COVID-2019. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas. Las personas que presentan casos graves de la enfermedad deben ser hospitalizadas. La mayoría de los pacientes se recuperan con la ayuda de medidas de apoyo.
Se están investigando posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos específicos. Hay ensayos clínicos en curso para ponerlos a prueba. La OMS está coordinando los esfuerzos dirigidos a desarrollar vacunas y medicamentos para prevenir y tratar la COVID-19.
Las formas más eficaces de protegerse a uno mismo y a los demás frente a la COVID-19 son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de al menos 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. (Véase ¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?).
¿Son lo mismo la COVID-19 y el SRAS?
No. El virus que causa la COVID-19 y el responsable del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) están genéticamente relacionados entre ellos, pero son diferentes. El SRAS es más letal pero mucho menos infeccioso que la COVID-19. No se han producido brotes de SRAS en ningún lugar del mundo desde 2003.
¿Debo llevar mascarilla para protegerme?
Las personas que no manifiestan síntomas respiratorios tales como la tos no necesitan usar mascarilla médica. La OMS recomienda el uso de mascarillas en el caso de las personas que presentan síntomas de la COVID-19 y en el de quienes cuidan de personas que tienen síntomas como tos o fiebre. El uso de mascarillas es crucial para los trabajadores de la salud y las personas que cuidan de alguien (sea en casa o en un establecimiento sanitario).
La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas médicas para evitar el derroche innecesario de recursos valiosos y el uso indebido de las mismas (véase Cuándo y cómo usar mascarilla). Utilice mascarilla únicamente si presenta síntomas respiratorios (tos o estornudos), si es un caso sospechoso de infección por COVID-19 con síntomas leves o si está cuidando de alguien que sea un caso sospechoso de infección. La sospecha de infección por COVID-19 está relacionada con los viajes a zonas en las que se han notificado casos, o con el contacto cercano con personas que hayan viajado a esas zonas y hayan enfermado.
Las formas más eficaces de protegerse a uno mismo y a los demás frente a la COVID-19 son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de al menos 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. Para más información, véanse las medidas de protección.
Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla
1. Recuerde que solo deben usar mascarilla los trabajadores sanitarios, los cuidadores y las personas con síntomas respiratorios como fiebre y tos.
2. Antes de tocar la mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
3. Inspeccione la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.
4. Oriente hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).
5. Asegúrese de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado coloreado).
6. Colóquese la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.
7. Tire hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.
8. Después de usarla, quítese la mascarilla; retire las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.
9. Deseche la mascarilla en un contenedor cerrado inmediatamente después de su uso.
10. Lávese las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Use un desinfectante a base de alcohol o, si están visiblemente sucias, láveselas con agua y jabón.
¿Cuánto dura el periodo de incubación de la COVID-19?
El «período de incubación» es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.
¿Pueden los humanos contraer el virus de la COVID-19 por contacto con un animal?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que son comunes entre los murciélagos y otros animales. En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. Por ejemplo, el SRAS-CoV iba asociado a las civetas y el MERS-CoV se transmite a través de los dromedarios. Todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19.
Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Asegúrese de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. Manipule con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.
¿Puedo contraer el virus de la COVID-19 por contacto con mi mascota?
No. No hay datos que indiquen que animales de compañía o mascotas como gatos y perros hayan sido infectados o puedan propagar el virus causante de la COVID-19.
¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?
No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los estudios realizados (incluida la información preliminar disponible sobre el virus de la COVID-19) indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás. Lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.
¿Es seguro recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19?
Sí. La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo.
¿Hay algo que no deba hacer?
Las siguientes medidas NO SON eficaces contra la COVID-2019 y pueden resultar perjudiciales:
Fumar
Tomar remedios herbarios tradicionales
Llevar varias mascarillas
Automedicarse con antibióticos u otros medicamentos
En cualquier caso, si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, trate de obtener atención médica lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar una infección más grave, y asegúrese de informar a su dispensador de atención de salud acerca de sus viajes recientes.
Enlaces para obtener más información
Sitio web sobre la COVID-19: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019
Consejos de la OMS para viajar: https://www.who.int/ith/es/
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carnalesferales · 2 years
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La repetida aparición de virus ‘quimera’ no ha sido por accidente
Texto elaborado a raíz de una entrevista realizada al biólogo Máximo Sandín por Puerta de Madrid.
Pese a su defensa de la ciencia, Sandín rompe los esquemas de la misma y traspasa los márgenes de la ciencia cartesiana, mecanicista e industrial-capitalista acercándose algo a la que podría ser un conocimiento más profundo de la naturaleza y sus procesos, fuera de la visión reduccionista y simplona de la ciencia oficial. Sus críticas al cientificismo, al darwinismo y al maltusianismo y su rechazo a considerar la pandemia de covid-19 como un suceso natural, con grandes y sustanciales argumentos, hacen de Sandín una figura muy interesante cuya opinión merece ser tenida en cuenta.
Virus de laboratorio
Se están acumulando circunstancias que, cada una por separado son muy preocupantes, pero todas juntas producen angustia. Si añadimos a los graves problemas derivados del cambio climático, el agotamiento y la destrucción de recursos naturales, la acentuación de la pobreza… y le sumamos las apariciones periódicas de extraños virus “quimera”, es decir compuestos por partes de virus que infectan distintas especies (hombre, murciélago, pangolín, cerdo, aves…) la situación se convierte en dramática.
La aparición de una forma espontánea en la Naturaleza de un virus “híbrido” de dos especies distintas es prácticamente imposible porque existe la llamada barrera de especie. Los virus considerados patógenos son específicos de cada especie. Pero la aparición espontánea de virus compuestos por partes de tres especies es absolutamente imposible y no comprendo cómo la mayoría de los virólogos expertos no lo ha denunciado, aunque algunos que se pueden considerar “independientes” sí lo han hecho.
Para que se vea más claro veamos algunos casos: El SARS-CoV es el coronavirus que causó en 2003 la epidemia del “Síndrome respiratorio agudo grave” en los países del sudeste asiático. Se detectó por primera vez en la provincia de Gaundong (China) en noviembre de 2002 y se propagó a más de 30 países, causando un total de 8.098 contagios en todo el mundo y 774 muertes, la mayor parte en China. Según los científicos el SARS tenía secuencias humanas, de civetas y de murciélagos. Otro caso informativo: El “síndrome respiratorio de Oriente Medio” es una enfermedad respiratoria grave causada por el coronavirus identificado como MERS-CoV y fue informada por primera vez en septiembre de 2012 en Arabia Saudita. En octubre de 2015 se habían registrado 1523 casos en todo el mundo, con 544 muertes. El virus estaba compuesto de secuencias humanas, de murciélago y de camello. Un dato muy interesante y muy informativo es que ambos virus fueron haciéndose cada vez menos agresivos hasta que, al parecer, han desaparecido. El motivo es que los virus construidos artificialmente son inestables, y en los procesos de replicación van perdiendo las secuencias introducidas hasta quedar inactivados.
El último, por ahora (según se nos amenaza) es el SARS-CoV2, con secuencias de murciélago (cómo no), pangolín y humano. Parece que éste ha salido más agresivo, al parecer por las secuencias humanas utilizadas, aunque cabría esperar que su final sería semejante a los anteriores, es decir, que se inactive. La elaboración de virus “quimera” es muy laboriosa. Este tipo de manipulaciones se hace comúnmente en laboratorios de alta seguridad bajo el pretexto de prever apariciones de nuevos virus e, incluso, para elaborar vacunas. Es decir, así como está bastante claro que el paso y la mezcla de virus entre especies en la Naturaleza no es posible, y mucho menos entre tres, por muchos animales que se hayan comido a lo largo de milenios, la producción de virus híbridos en laboratorio se puede hacer y se ha hecho. Y lo que más me inquieta es que todo esto, es decir, la aparición repetida de algo tan improbable como estos virus “quimera” lleva a la conclusión de que no ha sido por accidente.
Esto nos pone en una situación de pesadilla. Porque la alternativa es, o asumes que estos extraños virus se producen repetidamente al azar en la Naturaleza y te limitas a aguantar y esperar al próximo, o te enfrentas al hecho de que alguien o algunos están produciendo estos virus con alguna oscura intención, con lo que te adentras en el campo de lo que se ha denominado “conspiranoico”, término que abarca para calificar desde los partidarios de la Tierra plana o del “chis” prodigioso hasta a científicos prestigiosos cuando sus opiniones se salen del carril establecido. La interesante cuestión es que las explicaciones de los científicos que apoyan el origen “natural” del SARS-CoV2 se basan en asunciones y suposiciones, “los científicos creen…” “probablemente surgió en un murciélago y pasó al hombre con un pangolín como intermediario…” y estos argumentos se pueden ver, incluso, en revistas tan prestigiosas como Nature, mientras que los argumentos de los científicos que hablan de un virus de laboratorio, como pueden ser el Premio Nobel Luc Montagnier, la doctora Judy Mikovits o la doctora Martínez Albarracín entre otros se basan en datos rigurosamente científicos. Otra curiosidad; los científicos citados comparten (compartimos) la condición de jubilados, es decir, nuestras opiniones no están condicionadas por ningún tipo de autoridad académica o empresarial. En cuanto a sus autores, en un tema de tintes tan siniestros como este no puedo cargar con la responsabilidad de influir erróneamente en la opinión de los lectores. Yo puedo hablar con cierto criterio de aspectos científicos, pero para la interpretación de lo que hay detrás de esto tengo la misma información que pueda tener cualquier persona con acceso a la que circula por la red y que intente no caer en la trampa de teorías enloquecidas que se mezclan (no sé si intencionadamente) con informaciones muy significativas. Así que dejo este trabajo para el lector que tenga interés en hacerse una idea. Lo que sí me atrevo a decir, porque estoy convencido de ello, y que puede resumir distintas responsabilidades en esta situación, es que existe un grupo de personas tan ricas y poderosas que se sienten autorizados, y no tienen el menor recato en exponerlo públicamente, para controlar y dirigir el destino de la Humanidad. Y de esto sí hay abundante información fiable.
A la vista de los problemas, del origen de los problemas, parece claro que habría de producirse un cambio radical en el sistema económico rapaz y descontrolado responsable de la mayoría (más bien todos) de los problemas que he mencionado al principio.
Sobre virus y bacterias
Los divulgadores científicos de los medios de comunicación hablan con frecuencia de grandes descubrimientos relacionados con las manipulaciones genéticas de los organismos, de biotecnología o de nuevas formas para luchar contra los virus, pero de la enorme cantidad de bacterias y virus, especialmente de los virus, en la que vivimos inmersos no se habla en absoluto. Esto me hace suponer que habrá algún motivo para ocultarlo. Así que vamos a intentar paliar este problema: las bacterias existen, en números astronómicos, desde en las rocas más profundas de la corteza terrestre hasta las profundidades marinas. En la superficie de la Tierra, las bacterias purifican el agua, destoxifican las sustancias venenosas, reciclan los desechos orgánicos, devuelven el dióxido de carbono a la atmósfera y hacen disponible el nitrógeno de la atmósfera para las plantas. Sin ellas no existiría vida en la Tierra. Por otra parte, se ha calculado que nuestro organismo contiene cerca de cincuenta billones de bacterias, la mayoría de las cuales viven en nuestro intestino, donde desempeñan una labor crucial para nuestra salud, al descomponer toxinas, sintetizar vitaminas y aminoácidos, y también descomponen cadenas complejas de azúcares y proteínas que de otra forma no se podrían digerir, producen factores anti-inflamatorios y mejoran nuestro sistema inmunitario. Tampoco podríamos vivir sin ellas. El número estimado de bacterias en la Tierra es entre 4 y 6 por 10 elevado a 30, es decir, un 1 seguido de 30 ceros. En cuanto a los virus, en aguas marinas superficiales se han contabilizado 10.000 millones de virus por litro. Su papel es controlar las poblaciones de bacterias, de las que hay unos nueve mil millones por litro, y de las algas y la producción de compuestos sulfurosos derivados de la degradación de estas bacterias y algas que contribuyen a la nucleación de las nubes, es decir, conectan el mundo orgánico con el inorgánico. Cantidades semejantes de virus están entre las bacterias del suelo. Además, una cantidad de virus de entre cinco y veinticinco veces el número de bacterias está entre ellas en el intestino, controlando y regulando el número de bacterias e intercambiando información genética entre ellas, es decir, controlan a las bacterias que, a su vez, controlan el buen funcionamiento del organismo. También se ha descubierto recientemente que una enorme cantidad de virus bacterianos o fagos, están situados en la superficie de todas las mucosas del organismo, donde eliminan a las bacterias exógenas que no deberían estar ahí. Es decir, actúan como un sistema inmunitario. En el aire se han contabilizado cifras de bacterias y virus que rivalizan con las anteriores en aguas y tierra. Y si tenemos en cuenta que hay medio nonillón de bacterias en la Tierra, se calcula que el número de virus es entre cinco y veinticinco veces el número de bacterias. Es decir, si todos los virus fueran patógenos no estaríamos sobre la Tierra. En definitiva, cada uno de nosotros somos como un pequeño planeta poblado, también en la piel, por billones de pequeños seres organizados en ecosistemas y vivimos inmersos en nuestro interior y en nuestro exterior en una inconcebible cantidad de bacterias y virus que cumplen funciones esenciales para la vida. Y todos son necesarios.
Por este motivo, las personas que tienen el poder sobre la capacidad de manipular los virus, tanto desde el punto de vista tecnológico, como de difusión a la sociedad de su condición de patógenos asesinos, tienen una impresionante herramienta de control social.
La biología
El problema de la biología actual es exactamente su planteamiento, es decir, su base teórica. Los conocimientos científicos a los que hemos llegado en los últimos tiempos gracias a los avances en la metodología y en la tecnología empleadas son impresionantes. Tenemos científicos muy brillantes que han profundizado hasta extremos impensables hace poco en los procesos de la vida y tenemos datos científicos que nos hubieran resultado increíbles hace unos años. Los genomas de los seres vivos, animales y plantas, hombre incluido, lógicamente, están formados en su mayor parte por virus endógenos, es decir, secuencias genéticas provenientes de virus que se han ido insertando en los cromosomas a lo largo de la evolución y forman parte de su actividad y también de los llamados elementos móviles, genes derivados de virus, que pueden saltar de una parte a otra del genoma o duplicarse ante una agresión ambiental. Pero, al parecer, seguimos anclados en una interpretación derivada de la concepción de la vida de hace dos siglos. La concepción de una Naturaleza como un campo de batalla, de una lucha por la supervivencia en la que resultan vencedores los que tienen alguna ventaja sobre los rivales y de la evolución de la vida como una sucesión de cambios en un gen imperceptibles, individuales y al azar, en los organismos no se sostiene a la luz de los nuevos descubrimientos, aunque hay que decir que tampoco se sostenía con los conocimientos antiguos. Y lo que nos están mostrando los nuevos descubrimientos es que el fenómeno de la evolución ha tenido que ser algo inimaginable, maravilloso. Los cambios de organización corporal, que son la verdadera evolución, es decir, la transición de pez a tetrápodo o de tetrápodo a ave se ha de producir de golpe, por cambios en el proceso embrionario. No se puede producir de otra manera. Claro que esto planteaba el problema de que si se producían en un solo individuo no tendría con quién aparearse. Pero hoy se sabe que en los genomas de los seres vivos existen los llamados “hot spots”, sitios en los que los virus y elementos móviles que he mencionado tienden a integrarse. Esto hace posible que, ante una crisis ambiental, que desencadena la movilización de virus y elementos móviles, éstos se integren en los mismos puntos del genoma en muchos individuos a la vez, es decir, la evolución sería un fenómeno colectivo en medio de disturbios ambientales como caídas de meteoritos, vulcanismo… Está claro que datos como estos nos obligan a replantearnos en profundidad la biología, por ejemplo, el papel de los virus y las bacterias en la Naturaleza y las relaciones entre los seres vivos y la necesidad de todos, hasta el último componente, para el mantenimiento equilibrado de ésta.
La investigación biológica debería enfocar su interés fundamentalmente en la investigación básica, es decir la que trata de comprender en profundidad los fenómenos naturales. La que saca a la luz aspectos como los que hemos visto de la abundancia de microorganismos y sus actividades, o la biología molecular que nos enseña, por ejemplo, cómo se produce realmente la información genética. O la biología de sistemas, para entender las complejas interrelaciones entre todos los componentes de una célula o de un ecosistema, o por qué y cómo se producen ciertas enfermedades a las que se atribuye una causa genética o no se conoce la causa, pero tienen todo el aspecto de ser de origen ambiental. Es decir, en el caso de las enfermedades, se trataría de conocer realmente el origen para poder prevenir. Porque me temo que la investigación en la llamada biología aplicada, la ingeniería genética, la biotecnología, que es la que predomina en las universidades y centros de investigación, financiada por la industria privada, parece tener mucha prisa en conseguir resultados que necesitan sus financiadores y esto puede conducir a trabajar sin un conocimiento profundo de los fenómenos que manejan y bajo los planteamientos o la concepción, digamos clásica, de los procesos naturales lo cual puede conducir a situaciones desalentadoras, porque sus aplicaciones resultan frecuentemente en problemas inesperados, descontrolados. En definitiva, se trataría de intentar comprender la Naturaleza, de reconciliarnos con ella. Porque si la seguimos tratando como una enemiga tenemos todas las de perder.
  Máximo Sandín
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ciiencia234-blog · 3 years
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Covid - 19
En diciembre de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió reportes de presencia de neumonía, de origen desconocido, en la ciudad de Wuhan, en China. Rápidamente, a principios de enero, las autoridades de este país identificaron la causa como una nueva cepa de coronavirus. La enfermedad ha ido expandiéndose hacia otros continentes como Asia, Europa y América.
En cuanto a su comienzo, todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19.
El coronavirus es un grupo de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como neumonía, síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y síndrome respiratorio agudo grave (SARS). Cabe destacar que la cepa de coronavirus (2019-nCoV) que ha causado el brote en China es nueva y no se conocía previamente.
Esta es una enfermedad infecciosa provocada por el virus SARS-CoV-2.
El virus puede propagarse desde la boca o la nariz de una persona infectada en forma de pequeñas partículas líquidas que expulsa cuando tose, estornuda, habla, canta o respira. Estas partículas pueden ser desde pequeños aerosoles hasta gotitas respiratorias más grandes.
Puedes contagiarte de COVID‑19 si respiras cerca de una persona infectada o si tocas una superficie contaminada y, seguidamente, te tocas los ojos, la nariz o la boca. El virus se propaga más fácilmente en espacios interiores o en aglomeraciones de personas.
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el-presidiario · 3 years
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Un destacado virólogo advierte que la píldora COVID-19 podría desencadenar mutantes peligrosos. Otros ven pocas razones para alarmarse.
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El primer antiviral oral para tratar COVID-19, molnupiravir de Merck & Co., recibió la aprobación de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido el 4 de noviembre. Pero la aprobación, para las personas con alto riesgo de enfermedad grave, se produce cuando un destacado virólogo sugirió que el uso de molnupiravir podría hacer mucho más daño que bien, y podría desencadenar nuevas variantes más letales del SARS-CoV-2. Otros virólogos dicen que vale la pena rastrear la preocupación, pero es en gran medida hipotética, por ahora. “No creo que estemos en posición de retener un medicamento que salve vidas por un riesgo que puede ocurrir o no”, dice Aris Katzourakis, experto en evolución viral de la Universidad de Oxford.
El molnupiravir, que Merck y Ridgeback Biotherapeutics desarrollaron a partir de un antivírico experimental anterior, actúa interfiriendo con la replicación viral, llenando el genoma viral con mutaciones hasta que el virus ya no puede reproducirse. El mes pasado, los funcionarios de Merck y Ridgeback anunciaron los resultados de un ensayo clínico que descubrió que administrar el medicamento a pacientes con COVID-19 en una etapa temprana de la enfermedad redujo el riesgo de hospitalización y muerte en un 50% . La capacidad del fármaco para mutar el ARN ha suscitado temores persistentes de que pueda inducir mutaciones en el material genético del propio paciente, lo que posiblemente cause cáncer o defectos de nacimiento; los estudios hasta ahora no han confirmado esos temores.
Ahora, William Haseltine, un virólogo de la Universidad de Harvard conocido por su trabajo sobre el VIH y el proyecto del genoma humano, sugiere que al inducir mutaciones virales, el molnupiravir podría estimular el surgimiento de nuevas variantes virales más peligrosas que las actuales. "Está poniendo en circulación un fármaco que es un potente mutágeno en un momento en el que estamos profundamente preocupados por las nuevas variantes", dice Haseltine, quien describió su preocupación el lunes en una publicación del blog de Forbes . "No puedo imaginarme haciendo algo más peligroso".
Señala que los pacientes a los que se les recetan antibióticos y otros medicamentos a menudo no completan un curso de medicamentos recetados, una práctica que puede permitir que los gérmenes resistentes sobrevivan y se propaguen. Si los pacientes con COVID-19 se sienten mejor después de un par de días y dejan de tomar molnupiravir, a Haseltine le preocupa que los mutantes virales sobrevivan y posiblemente se transmitan a otros. “Si estuviera tratando de crear un virus nuevo y más peligroso en humanos, administraría una dosis subclínica [de molnupiravir] a las personas infectadas”, dice Haseltine.
“La posibilidad [de generar variantes] está ahí”, coincide Raymond Schinazi, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory. Pero ni él ni nadie más contactado por Science Insider expresaron tanta preocupación como Haseltine. Katzourakis dice: “No comparto la alarma en esto. Si fuerza a un organismo a mutar más, es más probable que sea malo para el virus ".
La preocupación de Haseltine se basa en estudios que muestran que los coronavirus pueden sobrevivir con mutaciones inducidas por molnupiravir. Hace dos años, por ejemplo, Mark Denison, virólogo de la Universidad de Vanderbilt, y sus colegas expusieron repetidamente los coronavirus a dosis subletales de una forma del medicamento llamado EIDD-1931 para probar si surgirían virus resistentes a los medicamentos. Informaron que en poblaciones de dos coronavirus, el virus de la hepatitis murina y el virus que causa el síndrome respiratorio de Oriente Medio, 30 rondas de dicho tratamiento con medicamentos causaron hasta 162 mutaciones diferentes que no mataron a los virus. Pero Denison señala que su estudio no cataloga mutaciones en virus individuales; más bien, surgieron hasta 162 mutaciones en poblaciones de células infectadas con uno de los dos coronavirus.
La mayoría de las mutaciones dañaron al virus y ralentizaron el crecimiento. “Si quito algo de nuestro trabajo, es que si el virus intenta adaptarse, digamos a través de la resistencia [al molnupiravir], continuamente desarrolla mutaciones deletéreas”, dice Denison. Sin embargo, Ravindra Gupta, un microbiólogo de la Universidad de Cambridge, advierte que los virus mutados pueden tener mejores probabilidades de prosperar en las personas más propensas a tomar molnupiravir: pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos. Debido a que las vacunas son menos efectivas para proteger a esos pacientes, dice, "Estas son precisamente las personas que tienen más probabilidades de recibir [molnupiravir]".
Daria Hazuda, que dirige el descubrimiento de enfermedades infecciosas de Merck, señala que la compañía no ha visto ninguna evidencia de que las personas que toman molnupiravir generen virus con mutaciones nuevas y peligrosas. En los pacientes que completaron el curso de 5 días del medicamento, Hazuda dice, "no vemos ningún virus infeccioso", y mucho menos variantes mutadas. Las mutaciones que surgen en el camino han sido aleatorias, dice, no concentradas en un gen en particular que haría que el virus tuviera más probabilidades de sobrevivir. "No hay evidencia de ningún sesgo selectivo", dice ella.
Además, señalan Hazuda y otros, el SARS-CoV-2 es bastante bueno para producir variantes de forma natural a medida que se replica en personas infectadas. "No hay escasez de variación viral", dice Katzourakis. La pregunta más importante es si el molnupiravir proporciona una presión selectiva que impulsa al virus hacia la transmisibilidad o la virulencia. "Me resulta difícil de imaginar", dice. "Pero no puedo descartar eso".
Lo más probable, dicen Denison y otros, es que el uso de molnupiravir impulse la aparición de virus que ya no son mortales ni transmisibles, pero que son resistentes al fármaco, un resultado común de los agentes antiinfecciosos. Pero la noticia del 5 de noviembre de que otro fármaco antiviral, de Pfizer, es altamente eficaz contra el SARS-CoV-2, sugiere una forma de prevenir la resistencia: usar ambas píldoras en combinación, la misma estrategia múltiple utilizada para tratar el VIH y otras infecciones.
El 30 de noviembre, un comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos revisará la posible autorización de uso de emergencia para el molnupiravir en los Estados Unidos.
(doi: 10.1126 / science.acx9591)
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