#Paco Porras
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Paco Porras Wikipedia, age, biography and current status of the Spanish psychic
You can learn about the life of Paco Porras, the vegetable psychic, in this Wikipedia. Learn about his life, age, controversies and career. Paco Porras , known as “the vegetable seer” and searched for on Wikipedia, achieved notoriety in Spain during the 1990s and early 2000s for his appearances on television shows such as Crónicas Marcianas . His peculiar ability to read the future through fruits…
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Hacia lo desconocido
Fantastic Four (2018) #14
Guionista: Dan Slott Dibujante: Paco Medina
— Ben Grimm: ¿Un segundo intento del vuelo original? Están chiflados, ¿verdad? — Alicia Masters: Desde luego. — Ben Grimm: ¿En qué piensan Reed y Johnny? ¿Y Sue les sigue el juego? — Alicia Masters: Es increíble. — Ben Grimm: ¿Qué será lo siguiente? ¡¿Van a reconstruir el Hindenburg?! ¡¿O el Titanic?! — Alicia Masters: Claro. — Ben Grimm: ¡¿Y se supone que debo aceptarlo sin más?! ¡Y una porra! — Alicia Masters: Exacto. — Ben Grimm: Claro que, si se van sin mí, irán sin su mejor piloto… ¿Y si se encuentran con algún problema? ¿Cómo podría vivir con esa carga? ¡No! ¡No pienso dar mi brazo a torcer en esto! — Alicia Masters: Claro que no, cielo, pero van a partir pronto y deberías despedirte. — Ben Grimm: Sí, tienes razón. Al menos debería desearles Bon Voyage. Casa, ponme con su cabina. ¿Chicos? Antes de que hagáis el lanzamiento, quería… ¡¿Qué retruécanos… H.E.R.B.I.E.?! ¡Y en el asiento de piloto, nada menos! De todos los… ¡Así que pensáis que podéis sustituirme con un H.E.R.B.I.E., ¿Eh?! ¡Pedazo de mendrugos! ¡¿Le confiáis vuestros pellejos a un cubo de tuercas?! ¡Supongo que es cosa mía llevaros a donde queréis ir! ¡Como siempre!
— Alicia Masters: Espera, Ben. Te he preparado café y sándwiches… para el viaje. — Ben Grimm: ¿Para el…? Sabías que iba a ir desde el principio, ¿verdad? — Alicia Masters: Es tu trabajo, comandante Grimm. Ten cuidado. Cuida de los demás… y tráeme una piedra lunar o lo que sea. — Ben Grimm: *¡Eres la mejor, nena!
— Ben Grimm: ¡Vale, escuchad! Os habla vuestro comandante, que se presenta al servicio… ¡Como el piloto de este cohetillo! Y, si oigo un solo bip, cabezón, te… ¿Eh? ¿Qué es esto? Pero si este robot ni siquiera funciona. No es más que una carcasa vacía. ¿Y esto? El asiento del piloto es extragrande. Y los mandos son para alguien con zarpas enormes. Parece que estas no son unas circunstancias fortuitas. — Reed Richards: Eso es porque no he dejado nada al azar, viejo amigo. He diseñado esta nave para el mejor piloto que conozco. Y te juro que esta vez los escudos aguantarán. — Ben Grimm: En ese caso, solo tengo una palabra que decir: ¡abrochaos! — Susan Storm: ¡Allá vamos! ¡Otra vez! — Johnny Storm: ¡Al único lugar en el que nunca hemos estado! — Ben Grimm: ¡En cinco! ¡Cuatro! ¡Tres! Un momento… no tenemos ni idea de qué hay ahí fuera, ¿verdad? — Reed Richards: Claro que no. De eso se trata. De ir a lo desconocido. Hacer lo imposible. ¡Viajar más allá del borde del mapa!
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Los ídolos deben caer. Poniatowska y Taibo II
Fue una fiesta de Morena. Por eso una fiesta de la incongruencia. El cumpleaños 12 del PRI 2. El desagradable personaje “abuela de México”, es decir, Elena Poniatowska, estuvo ahí. Morena la usa y la princesa Poniatowska se deja usar.
La Poni, más asociada popularmente al 68 que un líder del 68 como González de Alba, se presta para lo que la quieren, legitimar “culturalmente” a López Obrador. El problema es que no debería hacerlo y que se ve ridícula haciéndolo (vuelva a ver la foto). Más porque la manipulación implícita del 68 produce una contradicción más grande: Elenita se entrega al presidente que acaba de defender al ejército asesino en ese año -aprovechemos para recordar que la matanza de Tlatelolco tiene que ver con Díaz Ordaz pero también con Echeverría y que los militares participaron con y sin uniforme…
Claudia Sheinbaum hace grilla electoral con el 2 de octubre, AMLO le escupe al movimiento respectivo, y Elenita echa porras confundida al partido que quiere ser como el PRI hegemónico.
En el show partidista también participó Paco Ignacio Taibo II. Las contradicciones del novelista son tan grandes ya como su estómago. Mientras disfruta del FCE, no ve: hace como que no ve que AMLO defiende al ejército del 68, al ejército de Ayotzinapa y al policía García Harfuch, nieto e hijo de lo peor no negado. Estar a favor de los estudiantes sesenteros, de los 43 de Ayotzinapa y en contra del Estado policiaco fue buena parte de lo que hacía al personaje Taibo que llegó con AMLO al poder. Hoy su jefe dice y hace lo contrario, pero Taibo calla. El presidente le mete doblado el neopriismo y él aguanta.
No es el único ridículo taibiano. En el cumpleaños morenista hizo otro. Dijo que un partido que no lee es un partido de derecha… Ay… Es evidente lo que es evidente. Así que sería otra causa por la que Morena, el partido de AMLO y Taibo, es un partido de derecha priista. Autoritarismo priista derechizado. Con tontos útiles como el novelista adicto a la Coca Cola y la princesa que coqueteaba con lo revolucionario y ya no entiende casi nada.
A diferencia de Poniatowska, cuya tendencia histórica es la simple “corrección política”, Taibo es de izquierda pero de una izquierda que fue engañada por AMLO y que desde hace años engaña para AMLO. AMLO el aliado y defensor de los militares. Poniatowska y Taibo (como Monsivais y no como González de Alba) son objetos de una idolatría inmerecida (y partidistamente impulsada). Los ídolos deben caer: debemos tirarlos. No vale criticar que se idolatre a AMLO y enojarse si se critica la idolatría -los homenajes merecidos son otra cosa- que se regala a Poniatowska y Taibo II -o a Monsivais-, especialmente porque esos ídolos culturales sirven políticamente a un solo hombre, López Obrador.
Posdata: sobre Taibo, algunas cosas suyas, mal hechas o falsas, y su lado mercantil: https://revistareplicante.com/taibo-ii-necesita-una-coca-cola/
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Nas - Abracadabra Letra
Nas – Abracadabra Lyrics Lyrics, Letra Nas Faço money rain nessa bad bitch (esse paco de 100) Tá estourado a porra do elástico Fazendo mágia no beat, eu sou mago Abacadabra, sua hoe do lado Fudido morde as costa, que o menozin de cj toca no teu bairro Só o meu single engole teu álbum Quero ver alcançar o menozin de fato A mais de 100 eu acelerei Esse fudido tá comendo poeira Corre, mas não…
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Tetuán alimenta: bares y restaurantes que cuentan
Todo comenzó una tarde con Gahdiel, María, Marián, Ivanca, Yanet y yo, Chus. Mapear los bares y restaurantes en Tetuán que cuentan la historia de este barrio madrileño en el que he vivido mis últimos nueve años.
Y empezamos por visitar al bar centenario La Pampa, muy conocido por todos en el barrio por salir en pelis y spots publicitarios y ser el lugar de encuentro de la afición. Seguimos con el gallego Ondiñas do Mendo, recién ampliado y con sus casi 40 años de vida y por último La Castañal, una joya escondida con la historia de tres generaciones de hosteleros.
Estos tres establecimientos con los que comenzamos este mapeo al azar nos cuentan la historia del barrio de Tetuán que es una historia de migraciones tanto de quienes vinieron hace 50 años de los pueblos a la capital como de quienes ahora vienen desde otros lugares del mundo.
José María y María Piedad Moreta, originarios de Barco de Ávila, fundaron La Pampa hace 31 años. "¡Qué fama tenía la tortilla!” recuerda José María hoy en día como cliente. Hace tres años que lo han alquilado también a dos hermanos, Roque y Vito, originarios del Perú, pero con la idea de continuar con el espíritu de La Pampa como bar español con sus desayunos de café en vaso y churros y porras; sus tapas y raciones y las cañas y las tapitas de cortesía. Roque tiene experiencia en la hostelería como camarero desde que llegó a España hace más de 20 años y ahora prueba como empresario en el barrio.
Ondiñas do Mendo es el gallego del barrio y su nombre es pura poesía: las olas del río Mendo. Y es que la aldea de donde proceden sus propietarios está bañada por uno de los afluentes de este río. Manuel nos habla de Leirado y de cómo tras dejar Barcelona recaló en Tetuán hace 35 años para abrir este restaurante junto a Paco, que sirve las mejores patatas bravas del barrio. ¡Y qué pimientos de padrón! Esos sí, solo pagos en efectivo.
En la calle Berruguete se encuentra La Castañal, una marisquería reconocida por su delicado género y su buen precio. Lo abrió el abuelo de los actuales propietarios en 1961 recién llegado de Sanabria en Zamora y acostumbrado a ser como tantos transportistas del género a Madrid.
En 1991, lo cogió el padre de Alfonso y José Pedro, quienes trabajaron desde niños en las bambalinas de la cocina y de mayores como aparcacoches de los clientes. Ahora están en sala hablando de la estrella del día: el centollo. Está en temporada y lo sirven ante nuestros ojos golosos en otras mesas a 58 euros el kilo. En nuestra mesa zamburiñas en su punto, que además llegan calientes a nuestro plato, y unos berberechos al vapor. Y además, de tapa de cortesía bígaros y salpicón de pulpo.
Alfonso y José Pedro son hijos del barrio, pero todos los que hemos conocido en este primer mapeo, unos y otros son personas ya del barrio de toda la vida y sus restaurantes y bares emblemas de Tetuán.
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«Coleópteros en el parabrisas», Pedro Lemebel.
De poner un pie en la pisadera y encaramarse al vuelo cumbiado de la micro. Más bien de entregarse a los tiritones de sus latas decoradas con el barroco picante de los fetiches familiares. Algo así como ponerle ruedas a la mediagua y traficar su estética chillona por los viaductos urbanos.
Casi un museo itinerante del kitsch doméstico que bambolea en el zapatito de guagua colgado en el espejo. Un cristal que perdió su función de vigilar, atiborrado de chiches y encajes nylon que enaguan el azogue de sus bordes. Quizás un marco chantilly para la letra porra de sus calcomanías que rezan beatas "Dios es mi copiloto". Como el pañito tejido a croché que cubre el asiento del chofer, enjugando el sudor ácido de sus verijas obreras.
Una forma de ambientar la travesía popular con el mismo floreado plástico que cubre "la humilde mesa". Sólo que en la micro las rosas plásticas parpadean con luz trashumante. Son guirnaldas pascueras o chispas made in Hong-Kong, que titilan opacadas por el fulgor de los neones en el cielo metropolitano.
Así las micros se extinguen en su caricatura de leyenda. Nuevas máquinas van reemplazando el gangoso ronquido de sus tarros. Pero aún es posible encontrar alguna destartalada Pila-Cementerio o Matadero-Palma, que amenaza desarmarse en cada zangoloteo de embrague. Sólo basta canjear la moneda por un boleto que asegura unidad coronaria al instante. Nunca se sabe lo que se paga; si la entrada a una discoteca ambulante o un safari en los pantanos del Zanjón de la Aguada. Solamente acomodarse en los asientos destripados por alguna gillette perversa y escuchar la música impuesta por el chofer, que se traviste en disjockey, piloto fórmula uno, o cobrador implacable de los que se suben por atrás sin pagar. Entonces chanta la máquina pidiendo que echen a correr la moneda, pero la moneda que venía pasando de mano en mano se perdió en algún bolsillo oportunista. Entonces el mismo chofer se transforma en ogro que echa espuma gritando que los chilenos son unos huevones sinvergüenzas. Y usted, señora, córrase para atrás, le dice a la gorda que atascada en el pasillo no deja pasar a nadie. Aunque le digan que atrasito hay asiento, atrás hay un hueco. Más bien una loca que haciéndose la lesa, la que mira la numeración de las calles, se agacha cuando un macho pasa a su espalda. Un macho que la puntea fugaz y ella se queda muy quieta gozando la dureza. Pero el pasillo se llena y los que bajan reclaman y el macho se corre al hombro de una mujer sentada y le deposita el paquete.
Así pasan y pasan las calles en una filmografía que recorta la ciudad cuadro a cuadro, reproduciendo en su reverso de cristal empañado el rostro laboral repetido en un bostezo de agotamiento. El regreso a casa de los cuerpos, que colgando de los fierros, dormitan acunados por el vaivén gelatinoso de la rutina vehicular.
La micro es una lata de sopa que revuelve los intestinos. Un pastiche de eructos, flatos y peos que colorean el duro tránsito que se desbarranca a la periferia. Mientras bajan y suben pasajeros que en la desesperación por agarrar un asiento, no sienten la seda de una mano que despabila la billetera. En su histeria por acomodarse, no sienten el guante tibio que les horada los muslos. Más bien lo sienten y no hacen escándalo. Total un agarrón al paso no deja consecuencias. Un guante lascivo siempre es necesario en la ciudad, porque remece la frigidez y deja caliente el agua para el mate que se tomará en casa.
Por eso a la loca ya no le queda traste con tanta friega de mangos. Ya no le queda corazón en su repartija de cuerpo plural, que se entrega al roce y se despide en cada boleto que timbra la campanilla de bajada. Como si la fricción de esa huella erecta en el cachete se prolongara en un coito imaginario, en una fila de tulas que saludan su ano con un beso de debut y despedida. Como si pasara revista en un abrir y cerrar glúteos, llevándose el tacto punzante en su memoria flagelada.
Pero eso no basta, porque en el pasillo avanza un escolar que de verlo se le fuga el alma. Entonces se toma del pasamanos a la altura del marrueco y cada vez que el chico afirma el bulto la loca no respira. Más bien desfallece cuando se da cuenta de que el péndex no se quita, es decir, se refriega en sus dedos agarrotados. Y así mano y nervio, fierro y carne, loca y péndex, van agarrados de la misma fiebre, sujetos del mismo deseo clandestino que nadie ve. Ni siquiera el paco sentado que se hace el civil y no se da cuenta de la paja que le corren al estudiante en sus propias narices. O el caballero de sombrero jipi-japa que se pone lentes Rayban y abre la ventana por algún mal olor. Un rezumo a queso de pata o roquefort con hongos que lo hace ariscar la nariz. Y asomando la cabeza afuera absorbe una bocanada de aire frío. Más bien una ráfaga de viento en el manotazo del punga que le arranca los lentes, dejándole un arañón en la cara.
Pero estos incidentes no opacan el brillo de la fiesta micrera, por eso el caballero tiene que cerrar la ventana y soportar la fetidez que le ofrece la gorda en bandeja peluda sentándose a su lado. El fino caballero tiene que bancarse esa música de burdel, ese "Todo, todo" de Daniela Romo que agita las cabezas con su ritmo maraco. Como si la micro fuera un wurlitzer rodante que liberara su pulso resentido en la fiebre del canto, que todos (menos el caballero) acompañan moviendo los pies bajo los asientos. Hasta la señora de los tres niños que, entre meterle la teta a uno, peinar al otro y aforrarle al tercero, le alcanza para entonar el "Todo, todo" mientras se reparte en mil manos que cuidan a la prole.
El "Todo, todo" musicante rebasa las penas de los obreros, que se permiten apoyar la cabeza en el vidrio para soñar a la Daniela Romo y enjugarle su zampa rumbera. Ese mismo "Todo, todo" anima al chofer que mete chala al acelerador y pega unos frenazos que pliegan en acordeón las charchas de la gorda sobre el caballero pituco, que disgustado se arregla el sombrero. Mientras sube un show peregrino de guitarras que opacan a la Daniela, con el metal destemplado de una garganta que trina lágrima pagana.
Así, canto y radio, balatas y velocidad, son un celaje cuando el chofer corriendo la largada con otro chofer enemigo de línea, se le confunde la ira con el sangramiento del semáforo y en un instante todo es semáforo. Todo es charco en la violencia del impacto. Todo es chispazo y ardor de huesos astillados. Todo es gritadera de auxilio; que saquen a los niños por la puerta de escape que se incendia. Todo es alarido y combustión cuando estalla la bencina y la puerta trancada no cede y entre los fierros retorcidos se asoma una mano despidiéndose. Como si en un momento el "Todo, todo" se hubiera hecho real en un todo de tragedia que reventó a la gorda como un zepelín sangriento. Una cachetada metálica que al caballero le voló el sombrero con la masa encefálica. Un todo de dolor que comprimió para siempre a la loca y al péndex en un abrazo de tripas al aire, justo cuando al chico le venía el chorro de perlas.
Todo fue traumatismo, pedazos de guagua, restos de guitarra y llamaradas de ambulancias y sirenas que aumentan el fuego, el "Todo, todo" del caset que sigue sonando, girando como un neumático que perdió la pista. Aun cuando la carrocería se despelleja en brasas que flamean en un último destello de nave vikinga.
Así, las micros se exilian en su desguañangada senectud. Buses aerodinámicos borran su carnaval ceniciento, trazan nuevas rutas sin riesgo y numeraciones codificadas que reemplazan la poética de los antiguos recorridos.
La ciudad estalla en una megalópolis apresurada para el sopor de estos paquidermos, que se alejan de la urbe tosiendo sus vapores mortíferos, reflejando en los vidrios parchados las cintas doradas de la modernidad. Autor: Pedro Lemebel
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“Life is a GAME OF THRONES and true love is a trophy.”
Rufus Wainwright
“Em caso de spoiler, quebre o vidro e aperte o botão. Na próxima estação alguém da administração do blog entrará em contato.
ATENÇÃO: A utilização indevida do alarme de spoiler é perigosa e pode causar danos aos outros passageiros. Lei 2469/1814.”
Paulo C., analista de mídias antissociais do Drops
LISTA DE PERSONAGENS AQUI (desatualizada, gente, eu sei, mas quem pode acompanhar o dinamismo da vida moderna?)
COMEÇA! TANANÃ! COMEÇA! TANANÃ! COMEÇA! TANANÃ! COMEÇA! TANANÃ! COMEÇA! TANANÃ! COMEÇA! TANANÃ! COMEÇA! TANANÃ!
7ª Temporada – Episódio 1: Irmãos unidos jamais serão inadimplentes (vamos ver aí como fica a rima amigues)
BOA NOITE, FÃS DO ESPORTE!!!
FIZEMOS QUE FUMOS E VORTEMOS!!
Se você já sabe como funciona, meus para-choques. Se você não sabe, trate de se esforçar. O lance aqui no Drops é só pros fortes. Pros puros de coração. Pros preparados pro porvir. Mas como não conhecemos ninguém assim, vai nóis messm.
Oiem: não lembro de coisa alguma. Nem dos nomes reais, nem dos nomes que inventei, nem do que aconteceu, nem de quem morreu. Segurem, portanto, nas manoplas de Deus.
Também não me lembro de como acabou a temporada anterior e não sei que temporada é essa. E quiéque os bonecos tão fazendo aqui? Se vocês não sabem imagina eu, môs fios. E meu computador tá sem vírgula.
Interior, noite. No núcleo Grifinória de nossa série predileta, Mister Filch faz um discursinho fofo e tal. Celebra, com seus homens, o horripilante Casamento Vermelho, oferecendo um brinde a eles, já que mataram Josefa e o fio dela e a garotona grávida e tal. Só uma menininha que ele não deixa beber. Enfim, Mister Filch tá lá, celebrando a canalhice. Política brasileira feelings, seus lindo. E daí, torcida, pimba. Ele diz que nem todo mundo daquela família morreu e tal, e todos os guerreiros dele morrem envenenados no mesmo instante, vejam bem. E daí Mister Filch arranca o próprio rosto! É uma máscara! E quem que ele éééé? Isso mesmo, a Garota Matreira!! Que plot twist, meus queridos!! Oia, puro Jôn Travolta essa nossa série predileta, amores! E então, num lance arrepiante, Mister Filch olha pra menina que ele poupou e manda: “Fiota, o inverno chegou. Repasse.” E de mais a mais, os caras deviam de ter desconfiado. Desna quando Mr. Filch é bãozim?
Ah, a abertura, que saudade dessa musiquinha
Exterior. Lusco-fusco. Uma fumacinha na grama, não sabemos se é da natureza ou do fumacê-fumaçá, que, tudo bem, também é da natureza.
Pelo jeito, Giuliano Gemma se aproxima a cavalo. Giuliano Gemma, Véio Clint e a rapaziada sadia do Silverado. Maliu, que está aqui ao meu lado analisando lance a lance, mandou dizer que, se for neblina, amanhã vai fazer um baita sol. Só tem humorista na família. Ooooopa, acaba de passar um zumbi de três metros de altura. Maliu desesperou.
Exterior, não sei se dia ou noite, gelado pra caralho. Corta pralgum pedaço da terra do Alasca. Rerispótis deitado num trenó que é puxado por uma garota gentil. Eles param na frente dum portãozão e tal e daí uns cabeludinhos que precisam de lavar o cabelo com shampoo de camomila e que vão ver quemquié. Bão, o cabeludim desacredita que Reripótis é um dos fio do Finado Zé Goiaba como lhe diz a garota. Rerispótis não se faz de rogado e manda uma leitura presente-passado-futuro pra cima dele no melhor estilo Mãe Dinah. Nem Walter Mercado faria melhor, caras. Prever o passado é um dom, pelo menos é o que dizem todas as minhas migas que querem me levar na vidente. “Fal, ela sabe TUDO o que aconteceu!”. Porra, eu também, não tou vendo vantagem. E é gente com diploma e tudo que me diz isso, saibam os senhores. Mas voltando pro nosso seriado predileto: impressionado com as visagens de Rerispótis, o cabeludo manda ele e a garota raparem pra dentro. Entra todo mundo, mas antes de entrar também, o cabeludo dá uma olhada no entorno tipo se preparando pro pior. Ele usa uma saia de couro estilo Paco Rabanne. Senti firmeza.
Opa, reunião de condomínio comandada por Jão. Jão voltou, né, quero dizer, voltou dos Mortos. Foi a Vilã Flamejante que fez isso, não foi? Não lembro bem desse lance. Só sei que ele morreu e que agora ele tá acolá, comandando com mãos de teflon a reunião de condomínio da Patrulha Canguru. Ele alerta os migos que eles precisam achar vidro de dragão a única arma que derrota os Zumbinhos. Isso e cheiro de dobradinha cozinhando, fios. Não tem Zumbinho que aguente aquela coisa horrorosa. O Silas do 512 tá reclamando de alguma coisa e tomando uma dura duma menina duns 11 anos. O povo acha lindo levar criança em reunião, sei como é. Todo mundo que não está comendo a Mercedes do 712 está com cara de triste.
Sonsa também tá lá na reunião. Como foi que ela se uniu a Jão? Não sei. Mas ela tá lá. Catarina não virou guardiã dela? Catarina está lá também, envolta em um silêncio digno. O Ruivão, que é meio apaixonado por Catarina, fala uma coisa bem fofa, ele é bacana. Também, com aquela cor de cabelo, que motivo ele tem pra não ser um cara legal?
Maliu tá achando o chão do salão de festas uma lindura. Maliu repara nessas cousas.
Sonsa enfrenta o irmão na frente das visitas. Ê Sonsa mala. João começa a declinar os nomes das personagens que morreram no nosso seriado predileto e isso quer dizer que não sairemos daqui até semana que vem. Maliu diz que esse é um seriado moderno e que os contratos são curtos, nada de CLT, seriado dos zumbinhos antenados com o que há de mais moderno no Brasil: a década de 1920.
Jão pede pra dois meninos que se levantem jurem bandeira e se unam às tropas. Nem sei como que não fico em pé agora e canto Salve lindo pendão da esperança. Jão prega que o norte todo se una e caia pra dentro da porradaria com os Zumbinhos e com todo mundo. Mercedes Sosa, viva fosse, taria cantando toda la sangre puede ser canción em el vento, Jão. Muito orgulho ela teria de você.
Depois da reunião, “Você tem de ser mais esperto do que o nosso pai”, diz Sonsa pra Jão. Até porque, né fia, mais burro do que o Finado Zé Goiaba é difícil.
Chega um correio elegante da Rainhona para Jão. Ela quer que ele jure amor eterno com cuspe e aperto de mão. Deus me livre, gente. Sonsa diz prele que a Rainhona é bem doidona, capaz dum tudo. Jão desdenha. Jão burro. Enquanto eles estão entretidos na DR, temos uma panorâmica do Alasca. Ah, tendi, a Rainhona diz que qué que Jão vá pra Paris jurar fidelidade a ela, caso contrário, ele será um renegado, um fora-da-lei. Se eu sesse Jão, eu não ia, essa foi uma das muitas burrices do pai dele, o Finado Zé Goiaba que acabou daquele jeito que nós sabemos. Todo mundo que vai para Paris entra pela tubulação
Bão, corta pra Paris. A Rainhona tá pintando mapa no chão. A Rainhona tem pouco que fazer, né, aconselho ela vir aqui lavar minha calçada com sabão em pó, caras. Ela continua cheia de rancor no coração pelo Pitis, é isso que ela diz a Belantônio, que aliás, continua muito Belantonável, se vocês querem saber. Vou resumir pra vocês: ela quer matar todo mundo, de todos os reinos e tal. Belantônio tá tentando ser a voz da razão, procêis verem como a coisa tá complexa. Mas não adianta, a Rainhona tá que é só rancor.
Eis que, então, chega um aliado da Rainhona doidona. Tunico Zói Esbugaiado, irmão (irmão?) do Zé Lelé – procede, Fabiana Mesquita? Ele jura fidelidade à causa, oferece barcos e homens e a coleção dele do Fantasma que anda e tudo e quer casar com a Rainhona. Oia, fio, bad mistake. Ah, ela num qué ele, não. Sorte sua, Tunico, sorte sua. Também, né gente, com um irmão feito Belantônio, hahahahah, quem vai querer casar com esse cara dos zói esbugalhado? Credo, gente.
Corta pro Fuinha de zelador do O Nome da Rosa. Vida dura, caras. Varrer biblioteca, esvaziar penicos e ajudar em autópsias. Olha. Pobre Fuinha. Fuinha descobre que tem um pedaço secreto da biblioteca, é tipo o castelo do Dumbledore lá onde ele tá. Daí, ajudando numa autópsia (o médico tá falando sobre o triunfo de prazeres passageiros, olha, very greek of you, darling) ele conta que viu os Zumbinhos num daqueles momentos que eles tavam virados na bubônica. Gente de Deus. Lembro disso. E que, por isso, ele acha que pode entrar na área secretinha da biblioteca. O médico diz que nã ni nã não. Caras, conheço esse ator que faz a autópsia, como que ele chama??? Bão, o cara é um incréu e tá dizendo que não vai pegar nada nesse lance de Zumbinhos, que Fuinha está exagerando, que aquecimento global é bobagem e que o inverno nem vai ser tanta coisa assim. Em resumo, esse ator que eu conheço é um imbecil. Tá desfazendo de Fuinha e você e eu sabemos que isso é um erro. O futuro provará que ele tá errado, fios.
No núcleo da reunião de condomínio, Catarina tá enchendo alguém da Patrulha Canguru de porrada. Ah, tudo bem, é treino de lutinha só, não é porrada de matar. O Ruivão Diliça tá dando em cima dela. Problema de Catarina é ter todos esses princípios morais, viu?
O Tio Sukita tá fazendo a dança do Urubu Malandro pra cima de Sonsa. Ele diz que quer que ela seje feliz. Arrã. Tá. Seu espertão. Catarina também odeia ele.
Limpando os corredores do O Nome da Rosa, Fuinha toma um puto dum susto, e eu também, quando uma certa mãozinha toda craquelada sai da janelinha duma cela e alguém lá dentro pregunta por Galega. Meu Deus, é o Capitãããão Caveeeeeeeeerna!!!! Caba não, mundão!!!
Garota Matreira andando pelos aí feito o Cavaleiro Solitário. Ela interrompe a galera dos Trovadores Urbanos. Eles tão jantando colhelho e tal. Ela se junta a eles. Serão migos?? Serão tarados?? Ó, dúvida cruel. Eles contam historietas, falam sobre o passado e dividem ensopado de colhelho com ela. Ela conta que vai pra Paris enfiar a faca no bucho da Rainhona e eles nem tchuns. Tudo bem, eles parecem ser legais.
Cooortaaa pro núcleo Galega. Ela botou aqueles pés divinos dela em terra. E agora tá passando um castelão em revista. Continua com cara de ricah. Benza Deus. Depois de olhar aqui e ali, ela se vira para Pitis e pros desmamilados e demais seus seguidores e diz: “E aí putada vamos tacar fogo nessa porra desse pa��s?”. Mais ou menos foi isso.
Fim do episódio.
Deixo vocês com meu coração cheio de dúvidas e angústias: quedê Mãe Alzira e Vilã Flamejante? Menina Salete mórreu? Galega vai salvar Capitão Caverna? E a doença do craquelamento dele tem cura? Fuinha, que será dele? Garota Matreira vai matar a Rainha Malvadona? Será que sobrou lasanha? (Essa Maliu já respondeu: não).
Olha gente, muito sofrimento nos aguarda nas próximas semanas. Façam mais lasanha e me chamem.
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La plaza y el líder. México, julio de 2019
Con inmenso respeto para todos los religiosos, es preciso recordar que la religión occidental (pasemos de los Upanishads) no tiene valor de uso desde que empoderó espiritualmente a la burguesía inglesa del siglo XVII. De entonces a la fecha: chantaje, pobreza, encubrimiento, criminalización de mujeres, saqueo de comunidades, agentes institucionales afectos a prácticas pederastas, engaño de seguidores so pretexto de una vida mejor, justificación de políticas acaparadoras...
¿Recuerda la ocasión en que ese líder religioso se pronunció por propiciar que las mujeres tomen decisiones, abandonen la condición de: cosa, instrumento en disputa, resanadora de inseguridades en forma de machos, y se empodere para ejercer el hedonismo? Yo tampoco.
Padre, ¿cómo para cuándo manda dios por nosotros?
En cuanto seas lo suficientemente pobre para entrar al reino de los cielos
Pero pues eso le dijeron a mi tata y nomás a campo santo llegó
Ya estará con Dios
Y en el caudal del río, porque con las inundaciones del año pasado el agua lo sacó pa’lla
Con inmenso respeto para los licenciados, es preciso recordar que la corrupción permitió estructurar un modelo de gobierno “a la mexicana” durante el último cuarto del siglo XX y hasta nuestros días. Desde que nuestro General Cárdenas pensó que era una buena idea escuchar a la gente, el resto de los gobernantes hace uso del chantaje, pobreza, encubrimiento, criminalización de mujeres, saqueo de comunidades, agentes institucionales afectos a prácticas pederastas, engaño de seguidores so pretexto de una vida mejor, política acaparadoras...
¿Recuerda la ocasión en que ese gobernante se animó a confiar y respetar la capacidad de decisión de la gente y entendió que lo importante es construir capacidades sociales, económicas, políticas y culturales en un nosotros sin ustedes para confeccionar proyectos, ser protagonistas de la historia, disminuir las asimetrías que tatúa la miseria y trasladar el centro de gravedad de lo político a espacios donde los sistemáticamente empobrecidos dirimen los aquí y ahora? Yo tampoco.
Con profundo respeto para ambos, licenciados y religiosos, vaya manera de perpetuar la miseria liberal.
Cristo tocará a tu puerta... o en el Zócalo
“A partir de la próxima semana, en los siete mil templos afiliados a la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) se empezarán a repartir 10 mil ejemplares de la ‘Cartilla Moral’, impresa por el gobierno federal para promover ‘una transformación espiritual’ de la sociedad mexicana”. Arturo Farela, líder de dicha instancia. Revista Proceso, 5 de julio de 2019.
El Zócalo capitalino tiene dilatada experiencia en soportar teatralmente las pisadas ansiosas por vitorear, protestar, cantar, bailar, gritar “¡vivas!, o únicamente dejar testimonio de caminatas propias y sin degollar. Ayer, arena de coloridos sacrificios a un sol insaciable. Aunque, en honor a la verdad, el astro rey sigue así. Cuestión de revisar trayectodependencias, mismas que condicionan buena cantidad de nuestro actuar.
A saber, el término “trayectodependencia”, palabras más palabras menos, es una suerte de racionalidad que lleva a repetir algunas realidades como dependencia de trayectorias pasadas. Eso escribe Adolfo Orive, aunque el vasto libro de refranes populares enfatizaría que “la cabra siempre tira al monte”. Traducido a la actualidad, la maquinaria siempre llega al Zócalo. Allende el ánimo popular genuino paso tras paso palpable, la tarde del lunes 1 de julio de 2019 remarca que es imposible diluir los mejores años del priismo.
Hasta antes del triunfo electoral de carácter presidencial, los mítines de la grey obradorista eran profusos en fraseos desde los extremos. Era común observar contingentes de todo tipo. Quizá el más ocurrente en papel y disruptivo en vestimentas fue el acaecido en la Plaza de las Tres Culturas en el lejano mes de mayo del año 2012.
Estudiantes de todas las carreras confeccionadas por la ideología liberal se dieron cita para respaldar al entonces candidato López Obrador. “AMLO, te doy mi primera vez”; “Polacas con el peje”; “A morir venimos, hagámoslo con un presidente chingón”. Las frases proferidas a la concurrencia por el actual director del FCE, Paco Ignacio Taibo II, arrancaron a punta de emociones las lágrimas del personaje unipersonal de tres campañas presidenciales y un gobierno cuyo amanecer es nebuloso. Dijo ese día el escritor:
“Ustedes fueron una generación condenada, el sistema había decidido que ustedes eran un montón de parásitos condenados a seguir con estudios a medias y trabajos a medias, y el mejor destino era empujar un pinche carrito de supermercado, el consumo chafa, de estar pegados a una televisión que habla y a la que no le podemos contestar, nada más que así, con la voz de los ciudadanos”. PIT II, 21 de mayo de 2012.
Cosa de esperar en la puerta a ver el cadáver del compañero pasar, con una distancia de siete años. Los medios televisivos dependientes del nuevo Estado —a la AMLO— juntan moneros, intelecuates en proceso de llegar al infantilismo, opinadores y escritores neoprooficialistas cuyo esfuerzo por colocar en el espectro mediático cantidad de mensajes rinde dividendos un tanto confusos... es el poder que ejerce la tv en sus ocupantes. Para los consumidores, en asimetría permanente y amorosa, la condición inmanente es la señalada por Taibo II: “no le podemos contestar”. Circunstancia que apuntala la principal contradicción desde hace cuatro siglos: los seres humanos NO somos iguales.
“La homeostasis es el poderoso imperativo, carente de reflexión o expresión, que permite a cualquier organismo vivo, pequeño o grande, resistir y prevalecer”. Antonio Damasio, El extraño orden de las cosas.
La tarde del 1 de julio de 2019 era un diorama, entendido como la posibilidad de ver un mismo sitio cosas distintas.
El optimismo relatará los cientos de camaradas ambulantes cuyo clavo ardiente es un enunciado delgado de contenido dialéctico, robusto en el lenguaje como cobija del ya chingamos. Tazas, playeras, gorras, banderines, pines, mandiles, portan rechoncha vela navegante: “Me canso ganso”. En aquello que la industria (la que usted guste) se encargó de llamar licencia creativa, la tipografía es la del “gansito” Marinela. Pastelito tripulado por refinada azúcar y cuyo sello reposa en la masa diabética que otorga distintivo a la salud nacional.
El infalible pesimismo relatará que no acudimos salvo a la constatación de la homeostasis como nuevo pacto social espectral y comunicado en forma de cifras, conjeturas políticas y muchas porras. A ver.
Caprichosas y cargadas nubes se ciñen sobre el Valle de México. El reloj marca las 3:50 pm y la liturgia comenzará no antes de las 17 horas. Nerviosos por llegar y ocupar un lugar en el campo visual del presidente —argumento totalizante que aglutina alientos sin compartir cansancios— los contingentes perdieron componente de combate. Campo, tierra, trabajadores y estudiantes, cedieron el lugar a la maquinaria universal en la totalidad llamada México de las instituciones.
“Tecámac”, “Acolman” llaman la atención. Como delegaciones, numerosas, ordenadas, cromática uniforme, sin consignas y con la disciplina que impone el trabajo. Como poblaciones, parte de la indefinición entre campo y ciudad, contradictorias y periféricas. Como política, bastiones priistas hasta que la cultura del licenciado mutó de colores. Ya no se llama PRI, aunque presidente será hasta que el Anáhuac nos expulse recuperando con batallones de agua donde concreto pusimos.
La única timidez permitida aparece en forma de lluvia. A la par, suenan los primeros acordes a cargo de “Margarita, la diosa de la cumbia”. Aunque sin ser homogéneo, el ritmo cobra forma en varias parejas. “¿Qué gano con decir que un hombre cambió mi suerte?, se burlarán de mi, que nadie sepa mi sufrir”, frase que hasta ahora no encontraba conexión entre cumbión y política. Externalidades positivas por doquier en el primer aniversario del ejercicio de popularidad sustentando en competencia de partidos bajo reglas de mercado que cambió el Pantone de las estampas oficialistas.
Arreció la’gua y con ella apareció la Banda Sinfónica de Tlaxiaco. La electricidad de la precipitación pluvial impregna cierta solemnidad. Conexiones sin tanta danza, a dos pies avanza un reconocimiento sonoro respecto a los diferentes México congregados por una deformada pulsación reivindicatoria.
Claro que Andrés Manuel tiene razón y las postales refuerzan el glosario repetido sin cansancio: camajanes, fifís, machuchones, ricachones. En las ventanas de los edificios que encuadran la máxima plaza del país, concretamente en aquellos donde descansa el poder legislativo y ejecutivo local, respectivamente, se puede advertir a los diferentes, a quienes la fatiga de tanta lucha desde las curules y foros que terminan en nada pasa factura. Pesada y pastosa, les impide cruzarse con los sudores y olores del vulgo. Faltaba más, antes bien deberíamos reconocer de abajo hacia arriba que gracias a ellos el nuevo amanecer asomó en el horizonte de un país con más de 100 millones de pobres. Hay clases, quien lo dude, que recorra ventanales y balcones.
Más mantas, menos políticos
Estamos cerca ya del inicio. El licenciado saldrá por la puerta de Palacio Nacional para rendir una suerte de informe. Quien conduce el número musical anuncia que tocarán “Canción Mixteca”.
Uy, ya valió
¿Qué pasó, Elvira?
Esa canción cómo le gusta a mi’jo, dice que siempre que la escucha, llora
¿Cuánto lleva ya allá?
Ya va para 15 años
El lenguaje es la institución más respetada y el entorno dicta los mecanismos de entendimiento. “Allá”, es la fonética del imperativo homeostático por evitar enunciar lo agridulce. Agrio, un país seductor de las juventudes cuyo recuerdo generaliza en el estado de ánimo el poder del abrazo. Dulce, el paño en forma de remesas que enjuga las lágrimas y recuerda que por el bien de todos, primero la panza.
Fin de la espera. Junto a “su distinguida esposa”, el presidente de los mexicanos irrumpe en el primer cuadro. Entre la muchedumbre, se abre paso una banda de viento. Será la encargada de comunicar que “La Diana” no ha muerto, antes bien es parte de la apropiación popular para enfatizar agrado por la condición de clientela.
López Obrador deja de manifiesto que incorporó al pensamiento intuitivo la manera de dirigirse a la disciplinada concurrencia. La estampa del templete es familiar, parecida a las arengas detonadas por el alcohol en cualquier hogar liderado por un macho mexicano y cuando la mañana está más cerca que la noche (aunque sin los afanosos añadidos de antaño cruzados por la consigna “templete o muerte”): dos señoras y un octogenario, al arrullo de los aplausos por catálogo, contemplan dentelladas en contra del (ese si no extraño) enemigo conservador. “Aeropuerto”, “Tecnócratas”, “Dólar”, “Pobres”, “Gasolina”, “Ayotzinapa”, todos enunciados sin sorpresa pero con empaque, bien rematados, tanto así que generan “La Diana”.
Pausa en el discurso para retomar: “Amigas y amigos...” que despierta el “ahhhh” en señal de alivio a cargo de los fieles. Saben que equivale a la provocación del sacerdote católico para darle la mano a un extraño durante la celebración de la Santa Misa (sic). Es decir, ya casi nos vamos.
Llega una arenga final y enjundiosa. No tanto como el hambre que siendo casi las 6 de la tarde invade a buena cantidad de asistentes. Aunque cualquier esfuerzo vale la pena. Surge una pregunta, en tono respetuoso, de una simpatizante cuyo amor por la 4T le hizo dedicar la tarde del domingo a confeccionar cientos de banderines con la leyenda “AMLO, Iztapalapa te abraza”: “¿Y la Beatriz qué hizo ahí sentada?”.
Finalizada la liturgia, no sin los tradicionales “viva” de cajón, el domingo (aunque por respeto a la historia el mitin tocó en lunes), puede continuar. “Vámonos, ya sabemos dónde, el que no llegue a las siete se regresa como pueda”.
La cotidianidad mexicana tiene un nuevo fraseo pro pobreza, mismo que genera industria. Llama la atención una manta con la palabra “Metlatónoc”, población que, hasta antes de la división que diera origen a Cochoapa el grande, era el municipio más pobre del país (cedió el lugar a su escisión). No obstante, dicha denominación de origen le permite a sus habitantes lanzar una oferta difícil de rechazar: “Tomáte una foto con la manta, somos del municipio más pobre del país”. Esa sea quizá la victoria parcial más importante para el mundo textil desde que existen las revoluciones industriales.
Sin carga peyorativa, la estructura pastoral cristiana tomó forma de presidente mexicano, quien además es tantas cosas. Quedará en el camino la estampa de este día, donde aparece flanqueado por un afiche que reza “Cuarta Transformación de México”, y del cual recibe una mirada incisiva. Es la del General Cárdenas, quien el 1 de enero de 1958 escribió: “La única forma de enseñar y servir a las masas, es convirtiéndose en discípulo de ellas”.
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Paco Porras está ingresado en el hospital tras sufrir un infarto
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El partido Vox anuncia que va a crear su propio sindicato. Oír a esos neofranquistas que su próxima meta es irrumpir en el terreno sindical, nos ha recordado automáticamente otros términos de insana recordación: sindicatos libres, pistolerismo, Martínez Anido en la Barcelona de los años 1920’s, partidas de la porra, guardias blancas, escuadrones de la muerte, etc. Por ello, lo primero que nos preguntamos es ¿qué subtítulo le pondrán a su sindicato?: libre, nacional, español… Nos da igual como acaben llamando a sus perros de presa. Lo que sí nos preocupa es que sea verdad que tienen votantes en los barrios pobres. Y, exactitud de las estadísticas aparte, es probable que los tengan en cantidades suficientes para formar un sindicato. Es fácil repetir el dicho “eres más tonto que un obrero de derechas” pero es más difícil reconocer que la derecha obtiene buena parte de los votos en los cinturones industriales y en los medios rurales –dicho sea sin contar el abstencionismo, la fragmentación de la izquierda, la cooptación socialdemócrata y hasta la ley d’Hondt. Así que, a la derechita cobarde, ahora se le añadirán los sindicatos floreros, mafia de corruptos que venden su alma por hacerse fotos en Moncloa y, peor todavía, que pisotean su gloriosa y centenaria tradición de defensores del trabajador.
No creemos que Vox se haya distraído buscando los antecedentes históricos de su proyectado sindicato. Si acaso, habrán ojeado algo de los sindicatos gringos y habrán visto algún film clásico (La ley del silencio, 1954) o moderno (El irlandés, 2019) y, quizá, algún reportaje morboso sobre la evaporación del líder camionero Jimmy Hoffa. Es decir, cultura gringa. [Pero no se nos malinterprete: no estamos abundando en el manido tópico del neofranquismo inculto –falso, leen a Pérez-Reverte y devoraban la seudo-ciencia de Punset-, sólo aludimos a que no necesitan otra cultura que la contenida en las cotizaciones de Bolsa]. Pero, ya que son tan españoles españolísimos, les obsequiamos con un poco de historia patria durante la República resumida por un académico ‘neutral’ que llama hostilidad a la auto-defensa de los verdaderos sindicatos: En cuanto al sindicalismo libre, “conoció una profunda crisis durante la etapa republicana. En abril de 1931 se había disuelto la Confederación Nacional de Sindicatos Libres de España (CNSLE) y su presidente, Ramón Sales, había huido del país. A lo largo de 1932, algunos de los antiguos dirigentes de la CNSLE intentaron levantar sindicatos profesionales, como la Federación Española de Trabajadores, creada en Madrid, la Federación Obrera Catalana, o la Confederación Vasco-Navarra de Sindicatos Obreros Profesionales, heredera de Confederación Regional de Sindicatos Libres del Norte de España, del padre Gafo, que llegó a los 25.000 afiliados a mediados de 1934. Pero el ambiente no era propicio para el retorno de los libres, y las tres centrales, de muy escaso desarrollo, terminaron integrándose en el FNT y luego en la CESO. En febrero de 1935, Ramón Sales, que había regresado poco antes del exilio, procedió a reconstruir la CNSLE en Cataluña y Madrid, aunque con poco éxito. La Confederación, recibida con hostilidad por los grandes sindicatos, experimentó la radicalización que afectó durante el segundo bienio al conjunto del movimiento obrero, y que la indujo a una marcada politización. Una parte de sus miembros terminó incorporándose a los sindicatos falangistas y el resto se vinculó al Bloque Nacional de Calvo Sotelo” (Gil Pecharromán, 2002) Y ahora debemos precisar algunas denominaciones: por mera comodidad, hemos llamado neofranquista a Vox pero es de subrayar que Vox es, sobre todo, neoliberal –algo a lo que hubiera llegado Franco si hubiera durado una década más. Pero esto ha de enmarcarse en el cuadro general de un neofascismo que ha abandonado buena parte de sus señas de identidad. Hoy, Vox no es antisemita sino, al revés, discípulo del sionismo israelita; no es estatista sino -repetimos- neoliberal; no es absolutamente nacionalista estilo autárquico sino peón de multinacionales; no es elitista sino, como demuestra su inminente sindicalización, quiere conjugar a los cayetanos con veleidades ‘obreristas’, etc. De las antiguas glorias, sólo le quedan el racismo, la misoginia, los dineros negros, las amistades encumbradas… y la violencia. Pero también son un partido político. Si volvemos a la historia, observamos que en este terreno tiene mucho que rechazar. No pueden recordar a la desprestigiada Falange, por mucho que la mayoría de sus dirigentes comenzaran en esa zahúrda. De camisas azules, ni hablemos –volveremos sobre el color azul-. Podrían expurgarla y quedarse con Ledesma Ramos, por pagano (no meapilas), el más nazi de todos, pero eso sería un ejercicio de micro-cirugía para el que no están capacitados. De la criba sólo se salvaría Albiñana (1883-1936), durante la República el fundador del Partido Nacionalista Español (PNE, 1930-1937). Como es un fascista olvidado por el franquismo, a la hora de buscar pedigrí histórico, se podrían agarrar a ese clavo ardiendo y presumir de originalidad y de exhumar las faraónicas glorias nacionalistas. Pero, si no lo han hecho todavía, como aún están a tiempo, les obsequiaremos con una segunda referencia histórica:
Para empezar, les puede servir que los historiadores siguen discutiendo el sexo de los ángeles, léase si José Mª Albiñana Sanz era fascista. Algunos, como “González Cuevas [y el antecitado Gil P.]niegan la ascendencia ideológica fascista en José María Albiñana y su Partido Nacionalista Español fundado en 1930 -que algunos autores han considerado el primer partido fascista español- más allá de ser una mera réplica estética en los símbolos externos de la camisa y el saludo de brazo derecho extendido .” (cit. en Roberto C. Montañés Pereira, s/d) Por nuestra parte, como no padecemos bizantinismo, resolveremos el tema de un plumazo: el PNE era monárquico y corporativista, tuvo un brazo armado oficial -los Legionarios de España, uniformados con camisa azul… purísima- y sostenía que sólo había dos formas políticas, el comunismo y el nacionalismo. Si eso no es fascismo, que la lectora siga rompiéndose las neuronas. Pero, si antes hemos sugerido el nombre de Ledesma Ramos, por puro fair play, debemos citarle de nuevo porque, para este preboste, el PNE solamente era una “gesticulación reaccionaria al servicio vergonzante de la aristocracia terrateniente y de los elementos más regresivos”; además, al final se unió al carlismo más clerical –lo siento, Vox. Otrosí, no les veo dispuesto a santificar a Ledesma porque sería demasiado abjurar de una “España Nacional, aburguesada, católica e hipócrita, que prefirió como mártir a Primo de Rivera, una figura más aseada, menos brusca y más “trascendente” desde el punto de vista de la propaganda… [por ello] Ledesma tuvo que cargar con el estigma de ser calificado como “demasiado proletario” (dudoso blog Distopia) Por otra parte, Albiñana, un Gordito Relleno de tebeo, no daría hoy la imagen aguerrida que necesita Vox. Lo cual sería una injusticia porque, además de explotar su condición de mártir de los rojos-, podrían usar su aspecto Conquistador pues anduvo por México donde se unió a los Cristeros –unos católicos fanáticos que, financiados por el Vaticano, se opusieron con las armas a que México fuera laico-. Años después, al pasar por Trujillo, se extasía ante la estatua ecuestre del Invasor: “Veo en la plaza un jinete. Me descubro con emoción, ¡Es Pizarro, mi camarada Pizarro, mi compañero de América! ¡Salud, glorioso Paco, y perdona la confianza! ¡Los dos hemos cruzado el Océano, camino de la selva virgen! Tú, fuiste a conquistar reinos y glorias. Yo, a defender esas glorias y esos reinos” (Albiñana en Confinado en las Hurdes, 1933) Asimismo, la demagogia paternalista de Albiñana sería un activo para Vox. Cuando el antediluviano Prócer fue deportado por el gobierno republicano a las Hurdes, habló así de uno de los hurdanos: “El alcalde pedáneo de Martilandrán, triste, ignorante; y pobre, es como la papila terminal del régimen en un campo de miseria. Su semblante apacible y pueril, acusa una bondad ingenua, confirmada por su grandeza dé alma. Yo, que me niego terminantemente a prodigar tratamientos de Excelencia a quienes no lo merecen, concedo el de Majestad a este hombre primitivo, que no ha sufrido el impuro contacto de la soberbia, la traición, la ridícula vitola de la autoridad inmerecida e improvisada por el azar.” (ibid) Naturalmente, los soberbios y los traidores son los republicanos, esa “horda de hambrientos y enchufistas que ha caído sobre España al amparo de una situación trágicamente padecida, ha perdido toda noción de dignidad, y sólo piensa en prolongar- el disfrute de unos privilegios arrancados brutalmente al sufrido pueblo, por el engaño y el crimen… piara incivil de porcinos acomodados… [que, gracias a la ‘derechita cobarde’, ha logrado] la desunión y la relajación de unas derechas desorientadas, la masonería extranjera que ha calado en la burguesía apartándola del catolicismo y el bolchevismo socializante de perversos efectos revolucionarios…[nosotros] somos los modernos parias, víctimas de la Inquisición republicana, ejercida por ‘homúnculos’ rencorosos y ridículos” (ibid) Estos insultos a coscoporro y esta violencia castiza han de ser música celestial en los oídos de Vox -es lo que más les aproxima al jabalí valenciano. En parte porque, además, Albiñana es tan asimétrico y desequilibrado como ellos mismos. Por ello, confinado en Las Hurdes durante menos de un año, se queja de la violencia moral, la “tortura”, que sufre y de que le están condenando a morir de inanición gracias a la inhabitabilidad del paraje hurdano, cuya incivilidad en grado sumo es un insulto a su excelencia intelectual (cit. en Montañés P) Pese a su semblanza del alcalde pedáneo antes citada, la imagen que da de los hurdanos es tremendismo y elitismo puro: cuando llega a Martilandrán lo que ve es “un puñado de chozas miserables, levantadas sobre estiércol secular, una breve humanidad enferma y harapienta, una promiscuidad repugnante de sexos y especies animales” (ibid) Finalmente, el valenciano Albiñana es elegido diputado por Burgos con 64.904 votos. Desde el primer minuto, dejó claro que no pensaba participar del Parlamento sino conspirar para el golpe fascista. Y llegamos al golpe militar-clerical del 18 julio 1936: el diputado “Albiñana, que difunde los mensajes del general Mola, da por segura la inmediata victoria y aplastamiento de la República y se ve ocupando cargos al más importante nivel. Pero la maniobra sale mal, al menos inicialmente, y nuestro hombre, que teme por su vida, se hace pasar por ciego. Cuando es identificado en la calle afirma no saber de qué hablan. «Soy un pobre ciego», afirma, para luego refugiarse en la casa de un sacerdote amigo suyo y favorable al golpe. Es aquí cuando llega el momento más hilarante de esta historia. Como es diputado, se dirige a Las Cortes, pero por el camino avanza lentamente, ayudado, por supuesto, por su bastón de invidente. Tras alcanzar las puertas ruega protección a los congregados, habla de asilo político, afirmando que el pueblo lo ha elegido democráticamente y es un cargo electo. Ya dentro del edificio, una vez los convence, pernocta en la Enfermería, donde se las ingenia para que le traigan puntualmente la comida de un bar cercano” (Pete ‘Black Thunder’, blog Agente Provocador) A la postre -o con los postres-, es expulsado del Congreso y encerrado en la Cárcel Modelo de Madrid. El 22 de agosto, después de que los ‘nacionales’ ya hubieran asesinado a cientos de miles de inocentes, unos exasperados milicianos fusilan en la cárcel a Albiñana. Señoras/es –es un decir- de Vox, ¿no les gusta recordar a todos sus mártires? En este caso les comprendo, un señorito extravagante y antisemita cuyos Legionarios no sirvieron ni para sacar a su Jefe del Congreso ni de la cárcel, es un fracasado. En este partido de triunfadores –y de obreros-, sea anatema.
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Deportivo Camarón sacó el empate
Deportivo Camarón sacó el empate
Por: Noé Flores Cortés
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*Azucareros Potrero cayó 0-1 *Buena porra en el Dickens
El Deportivo Camarón sumó un punto más en la segunda fecha de la temporada de futbol en la categoría libre, al empatar a uno en calidad de visitante, lo que augura una buena temporada para los ahijados de Paco Solano, “El Cupido del Aire”, quien les brinda su total apoyo en cada momento.
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«Coleópteros en el parabrisas», Pedro Lemebel. De poner un pie en la pisadera y encaramarse al vuelo cumbiado de la micro. Más bien de entregarse a los tiritones de sus latas decoradas con el barroco picante de los fetiches familiares. Algo así como ponerle ruedas a la mediagua y traficar su estética chillona por los viaductos urbanos. Casi un museo itinerante del kitsch doméstico que bambolea en el zapatito de guagua colgado en el espejo. Un cristal que perdió su función de vigilar, atiborrado de chiches y encajes nylon que enaguan el azogue de sus bordes. Quizás un marco chantilly para la letra porra de sus calcomanías que rezan beatas “Dios es mi copiloto”. Como el pañito tejido a croché que cubre el asiento del chofer, enjugando el sudor ácido de sus verijas obreras. Una forma de ambientar la travesía popular con el mismo floreado plástico que cubre “la humilde mesa”. Sólo que en la micro las rosas plásticas parpadean con luz trashumante. Son guirnaldas pascueras o chispas made in Hong-Kong, que titilan opacadas por el fulgor de los neones en el cielo metropolitano. Así las micros se extinguen en su caricatura de leyenda. Nuevas máquinas van reemplazando el gangoso ronquido de sus tarros. Pero aún es posible encontrar alguna destartalada Pila-Cementerio o Matadero-Palma, que amenaza desarmarse en cada zangoloteo de embrague. Sólo basta canjear la moneda por un boleto que asegura unidad coronaria al instante. Nunca se sabe lo que se paga; si la entrada a una discoteca ambulante o un safari en los pantanos del Zanjón de la Aguada. Solamente acomodarse en los asientos destripados por alguna gillette perversa y escuchar la música impuesta por el chofer, que se traviste en disjockey, piloto fórmula uno, o cobrador implacable de los que se suben por atrás sin pagar. Entonces chanta la máquina pidiendo que echen a correr la moneda, pero la moneda que venía pasando de mano en mano se perdió en algún bolsillo oportunista. Entonces el mismo chofer se transforma en ogro que echa espuma gritando que los chilenos son unos huevones sinvergüenzas. Y usted, señora, córrase para atrás, le dice a la gorda que atascada en el pasillo no deja pasar a nadie. Aunque le digan que atrasito hay asiento, atrás hay un hueco. Más bien una loca que haciéndose la lesa, la que mira la numeración de las calles, se agacha cuando un macho pasa a su espalda. Un macho que la puntea fugaz y ella se queda muy quieta gozando la dureza. Pero el pasillo se llena y los que bajan reclaman y el macho se corre al hombro de una mujer sentada y le deposita el paquete. Así pasan y pasan las calles en una filmografía que recorta la ciudad cuadro a cuadro, reproduciendo en su reverso de cristal empañado el rostro laboral repetido en un bostezo de agotamiento. El regreso a casa de los cuerpos, que colgando de los fierros, dormitan acunados por el vaivén gelatinoso de la rutina vehicular. La micro es una lata de sopa que revuelve los intestinos. Un pastiche de eructos, flatos y peos que colorean el duro tránsito que se desbarranca a la periferia. Mientras bajan y suben pasajeros que en la desesperación por agarrar un asiento, no sienten la seda de una mano que despabila la billetera. En su histeria por acomodarse, no sienten el guante tibio que les horada los muslos. Más bien lo sienten y no hacen escándalo. Total un agarrón al paso no deja consecuencias. Un guante lascivo siempre es necesario en la ciudad, porque remece la frigidez y deja caliente el agua para el mate que se tomará en casa. Por eso a la loca ya no le queda traste con tanta friega de mangos. Ya no le queda corazón en su repartija de cuerpo plural, que se entrega al roce y se despide en cada boleto que timbra la campanilla de bajada. Como si la fricción de esa huella erecta en el cachete se prolongara en un coito imaginario, en una fila de tulas que saludan su ano con un beso de debut y despedida. Como si pasara revista en un abrir y cerrar glúteos, llevándose el tacto punzante en su memoria flagelada. Pero eso no basta, porque en el pasillo avanza un escolar que de verlo se le fuga el alma. Entonces se toma del pasamanos a la altura del marrueco y cada vez que el chico afirma el bulto la loca no respira. Más bien desfallece cuando se da cuenta de que el péndex no se quita, es decir, se refriega en sus dedos agarrotados. Y así mano y nervio, fierro y carne, loca y péndex, van agarrados de la misma fiebre, sujetos del mismo deseo clandestino que nadie ve. Ni siquiera el paco sentado que se hace el civil y no se da cuenta de la paja que le corren al estudiante en sus propias narices. O el caballero de sombrero jipi-japa que se pone lentes Rayban y abre la ventana por algún mal olor. Un rezumo a queso de pata o roquefort con hongos que lo hace ariscar la nariz. Y asomando la cabeza afuera absorbe una bocanada de aire frío. Más bien una ráfaga de viento en el manotazo del punga que le arranca los lentes, dejándole un arañón en la cara. Pero estos incidentes no opacan el brillo de la fiesta micrera, por eso el caballero tiene que cerrar la ventana y soportar la fetidez que le ofrece la gorda en bandeja peluda sentándose a su lado. El fino caballero tiene que bancarse esa música de burdel, ese “Todo, todo” de Daniela Romo que agita las cabezas con su ritmo maraco. Como si la micro fuera un wurlitzer rodante que liberara su pulso resentido en la fiebre del canto, que todos (menos el caballero) acompañan moviendo los pies bajo los asientos. Hasta la señora de los tres niños que, entre meterle la teta a uno, peinar al otro y aforrarle al tercero, le alcanza para entonar el “Todo, todo” mientras se reparte en mil manos que cuidan a la prole. El “Todo, todo” musicante rebasa las penas de los obreros, que se permiten apoyar la cabeza en el vidrio para soñar a la Daniela Romo y enjugarle su zampa rumbera. Ese mismo “Todo, todo” anima al chofer que mete chala al acelerador y pega unos frenazos que pliegan en acordeón las charchas de la gorda sobre el caballero pituco, que disgustado se arregla el sombrero. Mientras sube un show peregrino de guitarras que opacan a la Daniela, con el metal destemplado de una garganta que trina lágrima pagana. Así, canto y radio, balatas y velocidad, son un celaje cuando el chofer corriendo la largada con otro chofer enemigo de línea, se le confunde la ira con el sangramiento del semáforo y en un instante todo es semáforo. Todo es charco en la violencia del impacto. Todo es chispazo y ardor de huesos astillados. Todo es gritadera de auxilio; que saquen a los niños por la puerta de escape que se incendia. Todo es alarido y combustión cuando estalla la bencina y la puerta trancada no cede y entre los fierros retorcidos se asoma una mano despidiéndose. Como si en un momento el “Todo, todo” se hubiera hecho real en un todo de tragedia que reventó a la gorda como un zepelín sangriento. Una cachetada metálica que al caballero le voló el sombrero con la masa encefálica. Un todo de dolor que comprimió para siempre a la loca y al péndex en un abrazo de tripas al aire, justo cuando al chico le venía el chorro de perlas. Todo fue traumatismo, pedazos de guagua, restos de guitarra y llamaradas de ambulancias y sirenas que aumentan el fuego, el “Todo, todo” del caset que sigue sonando, girando como un neumático que perdió la pista. Aun cuando la carrocería se despelleja en brasas que flamean en un último destello de nave vikinga. Así, las micros se exilian en su desguañangada senectud. Buses aerodinámicos borran su carnaval ceniciento, trazan nuevas rutas sin riesgo y numeraciones codificadas que reemplazan la poética de los antiguos recorridos. La ciudad estalla en una megalópolis apresurada para el sopor de estos paquidermos, que se alejan de la urbe tosiendo sus vapores mortíferos, reflejando en los vidrios parchados las cintas doradas de la modernidad. Autor: Pedro Lemebel
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2: Revisión de La Misma Luna
Matthew:
La Misma Luna es una película excelente y me emocioné. La Misma Luna estrenó en 2008 y fue dirigido de Patricia Riggen, y fue escrito de Ligiah Villalobos. La película cuenta la historia de un niño quien vive en México con su abuela, y su madre quien vive en Los Angeles y está intentando a ganar bastante dinero para traer él a los Estado Unidos. El niño, interpretado por el actor Adrian Alonso, se llama Carlitos, quien es uno de dos personajes principales, tiene su cumpleaños. Durante su fiesta de cumpleaños, su vecino le dijo que actualmente es su tío, y cuando su abuela murió quiere él a vivir consigo. Él también trabaja para Doña Carmen, interpretado por la actriz Carmen Salinas, para contrabandear personas a cruzar la frontera estadounidense. Una mujer se llama Martha, interpretado por la actriz America Ferrera, y su amigo se llama David, interpretado por el actor Jesse Garcia, ofrece a contrabandear niños, pero Doña Carmen no quiere hablar con los dos. Los dos dieron una tarjeta. Cuando la abuela de Carlitos murió, él decidió a hablar con los dos para cruzar la frontera. En el camino, él fue en un aparcamiento, casi da a un proxeneta, y si no fue para un amigo de Carlitos que es un otro inmigrante ilegal, que se llama Enrique, interpretado por la estrella Eugenio Derbez. Su madre, que se llama Rosario, interpretado por la actriz Kate del Castillo, está trabajando más de uno trabajo para ganar bastante dinero. Ella extraña para reunir con su hijo después de 4 años lejos de él. Su plan primero fue para volver a México para vivir con su hijo y su madre, se llama Benita, interpretado por la actriz Angelina Peláez. Su plan segundo fue para casarse con su amigo, Paco, interpretado por el actor Gabriel Porras, quien es un ciudadano estadounidense, para permitirse a traer Carlitos a los Estados Unidos. Su plan tercero fue para volver a México porque ella aprendió que su madre murió, y su hijo escapó. Su plan cuarto y final es para esperar para Carlitos en el teléfono público dónde hablar con él para 4 años. Este plan funciona, y en el desenlace, los dos reunieron. Este argumento no es el mejor, pero es muy interesante y divertido a mirar. Una cosa que piensa es muy buena sobre la película, es que el parte menos emocionante, de la madre, todavía fue entretenido a mirar, a pesar de cómo emocionante la escapa de Carlitos fue. También, la banda sonora fue bueno, la establece las escenas bien. Una buena cosa sobre esta película es el hecho que esa muestra los inmigrantes ilegales como personas como todas las personas, y cómo tiene vidas muy difíciles porque necesitan preocuparse sobre su estatus y que pueden hacer o no pueden hacer. También la película muestra el parte humano de inmigración en vez de el parte de las estadísticas o el parte del gobierno. En total, esta película me emocionaba mucha y clasifico esta película de cuatro y medio de cinco estrellas.
Fuentes:
La Misma Luna
https://www.imdb.com/title/tt0796307/ (usada para los nombres de los actores y actrices)
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LOS MEJORES MEMES DE PACO PORRAS PARA REIR Y DISFRUTAR UN BUEN RATO
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Personajes del cine, compartieron sus anécdotas
Testimonios colmados de anécdotas que dieron a conocer procesos y dificultades que surgen a la hora de hacer cine, como también experiencias relacionadas con sus vidas, fueron narrados por productores, directores, montajistas y jurados del Festival Internacional de Cine de Cali (FICCali). El encuentro tuvo lugar en nuestro canal regional de televisión Telepacífico, en un programa especial dedicado a la novena versión de FICCali y las películas seleccionadas en la programación del mismo. Entre los invitados estuvieron Carlos Rodríguez Aristizábal (montajista de “9 nueve disparos”); Marcela Rincón (directora “El libro de Lila”); Paco Poch (productor de cine español); Gustavo Vasco (montajista “Amazona”); Silvia Lorenzini (“My way or the highway”); Andrés Porras, Lucas Maldonado (“Yo Lucas”) y uno de los homenajeados del Festival, Barbet Schroeder. De lo tratado, se rescatan las posturas de Carlos Rodríguez sobre el rol de las escuelas de formación audiovisual. Él siendo docente de la Universidad Javeriana en Cali acompañó todo el proceso de la tesis que resultaría en el documental “9 disparos”, de Jorge Giraldo. A su turno, Marcela Rincón conversó sobre el estado actual de la animación en Cali y las implicaciones técnicas y logísticas que se requieren para seguir produciendo obras de óptimo nivel. Por último, Barbet Schoeder habló de su niñez y las experiencias vividas en Colombia y principalmente en Cali, también mencionó los contextos sociales y políticos que llevaron a producir cada una de las películas que componen su trilogía del mal. from Blogger http://ift.tt/2huFlaa via IFTTT
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@ptrapla buenos días Paco. No estás solo. como estará Hirscher? Seguro que no defrauda. Primera porra? Este año si hay jamón no?
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