#Lasivia
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[goes into a feverish state for a straight hour and stumbles out holding this in her trembling hands]
happy canon asivia colors day *everyone!!
(*me and the maybe ten other people who claw for every scrap of lore in dungeon meshi)
#dungeon meshi#dungeon meshi asivia#asivia dungeon meshi#i'd like to do a better drawing but god. art anxiety (and general anxiety) kicking my ass lately#my doodles#laios touden#dm asivia#dm laios#SHE HAS GREEN EYES?????? GREEN EYES. GREEN EYES. not my mind working into overdrive thinking about implications#Lasivia
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Recuerdo!!!
Iré completando con forme tenga tiempo...
Recuerdo ese día en el que me invitaste a un concierto de tus bandas favoritas, (gracias a dios fue rock), estaba tan ansioso por ir contigo que los días se me hacían eternos, y se llego el día un sábado por cierto.
Recuerdo que no fui a trabajar por acompañarte, y no me dejaste cancelarte porque no traía un solo peso que me acompañase para solventar los gastos, estaba tan avergonzado de mismo, (putamadre no tenia en donde caerme muerto, literal)...
Pero a ti no te importó eso a pesar de tener tus gastos pagaste el uber, las entradas y un 6 de cerveza.
Recuerdo que estuvieron unas bandas locales y estuvo mmmm bueno tranquilo por alguna razón fue muy poca gente, pero me la pase muy bien, aun que sabia que de alguna manera tenia que compensar tu dedicación hacia mi.
Termino el concierto con una rola de rammtein, du hast por cierto, salimos en busca de un motel para seguir la velada, caminamos un par de metros y llegamos a uno es cual estaba lleno, pasamos el de enfrente y maldita suerte también estaba lleno y para el colmo tus datos se consumieron, y mi plan tenía días que no lo pagaba.
Estaba realmente jodido moralmente ya que parecía una maldita mala jugada del destino, todo estaba perfectamente predispuesto, tu esposo se había ido de vacaciones llevandose a tu pequeño con sigo, tu segundo hijo de 15 enbobesido en tu casa viendo sus series junto a tu hermano, era nuestra noche pero el karma, la mala suerte, Dios tal vez no estaba de nuestro lado.
En fin la cerecita del pastel, en esta ciudad por alguna razón los taxis son escasos, caminamos por horas platicando, riendo buscando un pequeño escondrijo donde acurrucarnos.
Ya eran de madrugada casi las 2:45 aproximadamente nos dolían los pies por la caminata, pero las risas, los besos y abrazos lo hacían tolerable.
Recuerdo que llegamos a un oxxo a comprar un refresco y que el tipo no aceptaba tarjetas a esa hora,(es neta? Me dije) en fin seguimos caminando asta una parada de bus frente a soriana.
Te descalzaste y pude ver tus pequeños pies colgando del banquillo, era realmente exquisito verte descansando, jugando con tu cabellera, en mi interior me decía; esta mujer como me atrae tanto, su baja estatura a comparación de casi mi 1,80 hacían voltear miradas hacia nosotros.
Después de una breve pausa seguimos caminando riendo y jugando y con hambre sobretodo jeje, después de un par de minutos divise un taxi que estaba dejando un viaje,e apresure y afortunadamente estaba libre y subimos, fue una decisión rápida yo quería llevarte a tu casa dejarte EH irme caminando a la mía otras 2 horas a pie, pero dijiste que no, que me quedara contigo esa noche.
Recuerdo que íbamos besándonos tocando nuestros cuerpos a discreción del taxista, y aunque las respiraciones agitadas nos delataban tratábamos de ocultar el travieso jugar de nuestras manos, y por fin llegamos a tu morada, gracias a Dios por ese taxista porque nos faltaba mucho camino por recorrer a pie.
Bajamos del taxi fuera del circuito de casas donde habitas, atravesamos un pequeño parque de juegos, después de unos besos y caminar de puntillas en la cuadra me dijiste que esperara fuera, que irías a ver si tu hijo y hermano dormían para colarme a tus aposentos, espere unos minutos y realmente estaba nervioso, pero mi excitación era mayor, quería irme y a su vez quedarme al desenlace fuese cual fuese.
A los minutos saliste y me intrudujiste a tu casa, entramos con pies de gato, ya que todos dormían y queríamos evitar ser descubiertos, entre a tu habitación y me senté en el borde de tu cama, en el lugar donde alguna ves amaste a tu esposo, que por azares de la vida su llama se apago y ahora me amabas a mi.
Me ofreciste un café el cual acepté gustoso para apasiguar mi apetito, realmente fue reconfortante a mis nervios, pero yo no sabia lo que pasaba por tu mente lucias tan tranquila, tan relajada yo un mar de nervios jeje.
Comenzamos a platicar del concierto y de la aventura que tuvimos al buscar un motel para pasar la noche y al final terminamos en tu casa, irónico verdad.
Ya pasados los minutos nos desvestimos dejando solo muestra ropa interior, tu estabas algo apenada porque andabas en tus días, yo te abraze y te bese, realmente quería que estuvieras cómoda, estabas bastante cansada de los pies y las piernas de la larga travesía recorrida, que te propuse darte un ligero masaje para que pudieses conciliar el sueño, yo había puesto el despertador e las 6:30 para desaparecer cual vil bruja que huye del sol después de un aquelarre.
Comencé frotando y acariciando tu espalda y dándote besos en la nuca y en el cuello, desabroche tu sujetador y acariciaba mas tu cuerpo asta tus caderas, obviamente no me iba a quedar con ganas de masajear tu redondeado trasero jeje
No pude resistir tal escena, ambos semi desnudos en tu cama, realmente me provoco una tremenda erección, la cual tu sentías perfectamente y sutilmente meneabas ese delicioso trasero, y pronto te volteaste boca arriba, ambos nos miramos por fracción de segundo para besarnos apasionadamente, no necesitábamos decir palabra alguna, sabíamos perfectamente lo que desabamos.
Mi corazón bombeaba sangre tan rápido como podía y para muestra era fácil ver mi virilidad erecta bajo mi bóxer, yo sentía tu cálido aliento sobre mi, disfrutaba de tus encantos lamiendo y pasando lengua por tus ya erizados pezones, uuff, delicia es volver a recordar y sentir mi miembro punzante.
No podía mas tenias que ser mía nuevamente, pero esta vez la excitación era mayor al estar en tu cama, en tu casa, mas fuiste rápida y con tus pequeñas manos sacabas mi pene erecto, sin mas preámbulos sonreiste y comenzaste a chuparlo, yo suspire al sentir el calor de tus labios a través de mi pene.
Sutilmente volteavas a ver mi rostro y podía observar esa mirada de lasivia que reflejabas, que delicioso me dije, poco a poco introducías mi verga en tu boca, dándome una magnífica felación, estaba tan erecto que parabas para ver su tamaño y no bien que yo la estaba pasando, subiste por mi abdomen asta mi pecho dándome besos, te detuviste en mis pezones para lamerlos y darme pequeñas y placenteras mordidas, lo cual me excitaban bastante.
Sin decir una palabra te quitaste tus calzoncillos yo mi bóxer para ambos quedar cuan Adán y Eva, te introdujiste mi pene lentamente dejando salir un pequeño gemido que a mis oídos fue exquisito, la forma en la que montabas mi erecto miembro fue maravilloso, verte desde abajo los ricos sentones que dabas mientras yo lamia y mamaba tus pechos era fenomenal.
Tal escena, tu montandome, yo bajo tus encantos, tenías que silenciar los gemidos que de tu boca brotaban, me excitaba tocando ese trasero y viendo rebotar tus pechos, tu menear desenfrenado buscando al clímax era algo sin igual, podía sentir dentro de ti como mi pene rozaba tus cavidades y tus fluidos a través de mis ya húmedos testículos.
Ya era turno de tomar acción, te dije que te recostáras boca arriba en misionero, procedi a observarte completamente disfrutando de la vista, mientras tu me mirabas esperando mi estocada, sin mas penetre tu ser, fue lento, algo suave, quería que lo disfrutaras al igual que yo y durante un breve lapso así fue, lentas y suaves embestidas, tu lo diafrutabas tanto o mas que yo, podía ver en tu rostro las muecas al introducir mi pene asta lo mas profundo de ti, los gemidos que reprimias para no ser escuchados.
Mas mi excitación fue aumentando gradualmente con cada penetración, no podía mas retener mis instintos, y lo podías sentir en la forma que devoraba tus labios, de vez en cuando sacaba mi legua y tu como leyendo mi pensamiento comenzaste a degustarla, la saliva que mi boca emanaba era como un elixir a tu ser, podía verte tan deseosa, así que ya no podía postergarlo mas, la bestia en mi debía dominarte, debiar satisfacer mis bajos placeres, así que cubrí tu boca y lentamente estire tu pelo mientras lentamente cogía distancia, preparando mi pene para una dura penetración, y sin avisarte lo hice, te embestía tan duro y profundo que si no fuese por mi mano, ese gemido hubiese retumbado en toda la recamara haciendo eco en las paredes.
Ver tu expresión de dolor y a la vez de placer me excitaba demasiado, tenia que darte todo lo que tenia y comencé a embestirte mas fuerte y duro, en ocasiones silenciaba tus gemidos con mis labios devorando ávidamente los tuyos, podía sentir tus jugos emanando a través de mis piernas, esa rica sensación de humedad recorriendo poco a poco mis testículos, sentir tus manos aferrándote a mi espalda o a mi nuca, para hundirlos en un beso desenfrenado lleno de lujuria y pasión, sentía tu respiración rápida y agitada mientras mis penetraciones eran mas duras y profundas.
Me erguía sobre mis rodillas dejando ver cuan delicioso panorama tu sexo expuesto a mi morbosa mirada, verte recostada en esa posición, dejando entre ver tu hendidura mientras discretamente te acariciabas los pechos soltando una mirada seductora y una sonrisa picarona, y a su vez observaste mi erección, sabia que lo estabas disfrutando incluso mas que yo, te dije que te voltearas dándome la espalda y te inclinaras sobre la cama dejando ese hermoso y redondo trasero a mi merced, tome mi miembro pulsante y comence nuevamente con mis estocadas, podía ver lo mucho que te costaba recibir tan duras y profundas embestidas, al morder la almuada y apretar las cobijas ahogando tus gemido en las mismas, yo disfrutaba como nunca, sentir ese rebote de testículos en tu hendidura mientras mis manos se aferraban a tus caderas,
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