#Julia Lallana
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Films watched in 2019.
#382: Ojos negros (Marta Lallana, Ivet Castelo, Iván Alarcón & Sandra García, 2019)
★★★★☆☆☆☆☆☆
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Ojos Negros
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2020 / Cine desde la pandemia: Ojos negros
El viaje como metáfora del cambio es una idea arcaica que ha sido vista hasta la saciedad en el cine y en otras expresiones artísticas. La idea es vieja, pero ciertamente no está agotada, y "Ojos negros", la cinta de Marta Lallana, Ivet Castelo, Iván Alarcón y Sandra García, es un valioso testimonio de su pervivencia como foco del recurso narrativo.
Paula (Julia Lallana) es la protagonista de esta transformación tan usual como prodigiosa que sucede a sus 14 años de edad, cuando va a pasar unas vacaciones de verano en "Ojos negros", el poblado donde viven su tía y su abuela. Allí, dadas las muy buenas aptitudes del cuarteto que dirige, nos daremos cuenta que el viaje de Paula no es sólo un verano más para recrearse en el pueblo de sus parientes, sino que es la travesía al mañana de ella misma, a entreabrir la ventana para ver la forja de lo que será su esencia, su naturaleza humana.
Decía antes que la transformación de Paula es tan usual como prodigiosa. Sin embargo el prodigio no se deriva de una andanada de episodios estridentes, o de grandes impactos convulsos, sino que ocurre a través de esos sucesos de apariencia nimia que no obstante guardan un eco profundo: encontrar una auténtica buena amiga (y de paso darse cuenta que la amistad puede ser tan intensa como fugaz), ver el final del camino que está recorriendo ya la abuela, o descubrir las fisuras en las relaciones familiares.
Todo esto lo logran con recursos mínimos (y no hablo del presupuesto de la cinta), poniendo -por ejemplo- un simple gesto de asombro contenido en el rostro de la protagonista, que resplandece con esa preciosidad de actuación sin estrépitos, dentro de la naturalidad que le da la edad de casi infante, pero demostrando su vasto talento con un aire sutil de dominio escénico (su semblante es oro puro que llena la pantalla, literalmente), y con una dulzura que estremece.
"Ojos negros" es en fin, una película que hace de la economía expresiva una virtud. Es una mirada femenina minúscula pero a la vez poderosa y admirable a la etapa de la transformación, que con la liviandad de una libélula nos hace partícipes de ese verano en el que la vida le dijo a una niña de qué se trata todo esto (bueno, no todo, sólo lo esencial). Y no se lo gritó, se lo susurró al oído, de una manera tan natural, tan sutil, tan modesta y austera que se volvió luminosa.
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