#Jude y Cardan son lindisimos
Explore tagged Tumblr posts
jesusnf-blog · 1 year ago
Text
Esta es la primera historia que publico aquí. La escribí hace un año cuando terminé los libros y es de las primeras que hice que más me gusta.
La historia es una continuación del final de la saga"Los habitantes del aire" escrita por Holly Black. Son unos libros con una historia de fantasía oscura increíble y que recomiendo mucho. Así que si aún no los has leído y te interesa, mejor no sigas leyendo. Si no te interesa tanto la saga y solo estás aquí por las cosquillas, déjame decirte que esta es la linda historia de una parejita probando las cosquillas por primera vez.
Ojalá os guste mucho, me encanta recibir comentarios, así que si tenéis alguno, sois bienvenidos a escribirlos.
Sin más dilación:
La debilidad de los reyes de Elfhame
Un día más, el Rey supremo se salta sus obligaciones. ¡Y estoy harta de eso! Desde que nuestro poder se asentó y yo comencé a gobernar oficialmente al lado de Cardan, no ha hecho otra cosa que rehuir de sus deberes como rey. Es posible que necesite un pequeño descanso, le dejé solo durante un año, sin poder contestar a sus cartas, con todo el poder en sus manos y con mi padre al acecho para comenzar un gran ataque... Pero eso no es motivo suficiente para dejarme tirada de nuevo con el Consejo Orgánico. Ah no, esta vez no.
Tras avisar al Consejo de nuestro retraso, me dirijo a los aposentos reales mientras veo a los guardias que guardan las puertas comenzar a abrirlas ante mi llegada. Creo que mi expresión molesta les ha dejado claro que no quiero perder tiempo. Al entrar a la habitación lo veo. A pesar de que ya han pasado varias horas desde que la luna comenzó a bañar con sus rayos los campos de Elfhame, Cardan sigue tumbado y acurrucado entre las mantas sin su camiseta. Sigo enfadada. Sigo enfadada. O eso quiero creer. Pero es que verlo con esa expresión tan tranquila mientras duerme en nuestra cama solo consigue relajarme y hacerme esbozar una sonrisa boba que trato de borrar para recuperar mi seriedad. Con suavidad, me agacho frente a él y comienzo a toquetear con suavidad su cara.
-Hey, hey, hey, despierta - sé lo mucho que le molesta que lo despierte así, así que no puedo evitar hacerlo esta vez.
Sin embargo, mi diversión (si es que así puedo llamarlo) se ve interrumpida cuando Cardan toma mi muñeca con cuidado y me lanza una sonrisa amenazadora abriendo sus ojos poco a poco cargados de "odio".
-¿Cuántas veces te he dicho que ese no es el modo de levantar al Rey Supremo de Elfhame?
-¿Y cuántas veces te he dicho que no hagas enfadar a la Reina Suprema de Elfhame? -aparto mi muñeca de su mano mientras me levanto tratando de reprimir la sonrisita triunfal por haberle molestado.
-¿Y que hice esta vez mi querida esposa? - responde mientras niega con su cabeza comenzando a sentarse. De reojo, puedo ver como su cola da pequeños latigazos contra el colchón.
-¿Tú qué crees, Cardan? - le señalo la ventana - hace rato que deberíamos habernos reunido con el Consejo Orgánico, ¿recuerdas?
-Agh, ¿de nuevo? Pero si nos reunimos hace nada. Seguro que Randalin solo quiere molestarnos y hacer que nos peleemos como ahora, como no te quiere como Reina de Elfhame -réplica con un mohín mientras se vuelve a tumbar de golpe.
-Cardan~ lo importante es que tú si me quieres como Reina de Elfhame, y deja ya a Randalin, sabes que aquello fue solo al principio. ¿Nos podemos ir ya?
-tsk, no me fio aún así - con un suspiro extiende su mano hacia a mi con una sonrisa y un brillo en los ojos extraños - ya que nos tenemos que ir si o sí, podrías al menos ayudarme a levantarme, por favor?
Esto no puede darme peor espina. Cuando se ve así, significa que está tramando algo y que debo cortar ese algo por la raíz antes de que piense que puede seguir evitando sus tareas como rey. Sin embargo... Sé bien que él es responsable, y que conoce sus obligaciones, ya no es el mismo príncipe que conocí en la escuela. También sé que es cierto que el Consejo se reunió con nosotros hace muy poco y que yo sepa, no hay nada demasiado grave que necesite nuestra atención de manera urgente. Por último, debo admitir que durante los últimos meses, esa mirada suya no ha hecho más que atraerme y atraerme, aunque siento que me podría traer problemas, he seguido avanzando hacia ella, porque es una de las mejores cosas de Cardan. Sé que me puede meter en problemas, pero nunca son ni demasiado graves para sentirme preocupada ni demasiado suaves para aburrirme. Por lo que, finalmente, decido extender mi mano hacia la suya para tomarla.
-Eres insoportable, lo sabías~? - inquirí divertida tomando su mano
-Insoportable se queda corto, mi querida reina~ -tras eso, Cardan tira con algo de fuerza de mi mano para hacer que caiga sobre él - *gasp* oh no, ¿estás bien~? ¡Guardias! Vuestra reina ha tenido un pequeño accidente, no necesitamos ayuda, pero cerrad las puertas y avisadle al Consejo de nuestro retraso.
Y así es como se cierran las puertas, dejándome aislada con el tonto de Cardan. Era obvio que iba a hacer algo así, pero no me voy a dejar vencer, no tan fácilmente. Ruedo sobre su pecho para poder caer en el otro lado de la cama y me empiezo a incorporar para salir de la cama.
-Cardan, ya no son horas para tus jueguecitos, tenemos que atender nuestras responsabilidades.
-Vamos Jude~ no seas aburrida, necesitamos relajarnos, ¡ven aquí! - con un tono divertido,
Cardan se levanta y me toma por las caderas para intentar hacerme caer en la cama de nuevo. Sin embargo, su toque solo me hace saltar y sentir toda mi piel calentarse mientras se ruboriza.
-Kyaaaa~ - me quedo unos segundos tumbada al lado de Cardan mirando al techo mientras intento asimilar la situación. Ahora agradezco que las puertas se hayan cerrado, habría sido aún peor si todo el palacio hubiera escuchado el estridente chillido que he soltado. Cuando miro al hada, parece que lleva rato mirándome a mi, con un suave sonrojo y una mirada que contiene tanto sorpresa como malicia
-Jude~ ¿que acaba de pasar~? - pregunta enarcando una ceja y esbozando su sonrisa traviesa.
Mierda.
-N~nada, simplemente me has pillado desprevenida, solo eso - en un rápido movimiento que no logro predecir por culpa de mis nervios, Cardan se sube sobre mis piernas mientras se inclina poco a poco sobre mi cara.
-Tsk~tsk~tsk~ dijimos que nada de mentiras, mi querida reina humana - dice recalcando el hecho de que, como humana que soy, tengo la habilidad de mentir a diferencia de él- Y te conozco bien, sé que es imposible que algo te pille desprevenida, y si lo hace, no reaccionas así. No~ esta vez ha pasado algo, quieres contármelo tu solita~?
Aparto hacia un lado mi cara ardiente para no seguir viendo a sus ojos azabache que tanto me gustan. Creo que está claro que lo ha descubierto. Mi cuerpo siempre ha sido muy sensible. Cuando éramos más pequeñas, mis hermanas se aprovechaban de eso de vez en cuando. Si no querían hacer algo, me obligaban a mi a hacerlo después de hacerme... Eso. Sin embargo, según los años pasaban, ese juego nos pareció cada vez más de niños, y por si fuera poco, por culpa de mis entrenamientos con Madoc, era más difícil atacarme y sin querer, intentaba defenderme con más fuerza de la que quería en realidad, por lo que simplemente dejaron de hacerlo. Ahora que Cardan lo ha descubierto, siento un escalofrío recorrer toda mi piel mientras mi cuerpo comienza a temblar suavemente.
-Cardan, ya te lo he dicho, simplemente estaba distraída, además... Me has tocado en la cicatriz del costado! Aún me duele sabes? - intento sonar convincente a pesar de que sé que esa cicatriz dejó de doler hace mucho. Si algo bueno tiene curarse con la magia de la tierra, es que además de ser rápida, no deja dolor en el lugar herido.
Cardan lanza un mirada preocupada a mi torso mientras piensa en la posibilidad. Sin embargo, su sonrisa pícara vuelve a sus labios segundos después.
-Oh~ pero mi reina, yo había pensado que ese dolor ya no existía más, pensé que ya me lo habías dicho varias noches antes cuando sujetaba tu costado, no?
Había olvidado que ya se lo había dicho. Una nueva ola de pudor se apodera de mi cuerpo mientras intento levantar mis manos para alejarlo de mi.
-Pero ahora sí me ha dolido, esta bien? Vamos a reunirnos con el Consejo cuanto an... -de nuevo, demasiado distraída para prever sus movimientos, sus manos toman mis muñecas y las devuelven a su lugar contra la cama. Creo que si mi cara se pone más roja, podría explotar.
-Verás Jude, sintiéndolo mucho, no te creo nada. Así que, te voy a explicar yo mismo lo que creo que está pasando aquí
Cardan comienza a elevar mis manos sobre mi cabeza mientras trato de disimular mi respiración agitada. Aunque trato de esforzarme por bajarlos, no lo consigo. ¿Por qué? Siempre he conseguido zafarme del agarre de mis hermanas desde que comencé a entrenarme. ¿Por qué con él me estoy sintiendo tan débil? Por si fuera poco, esta nueva debilidad viene acompañada de unos grandes nervios y una estúpida sonrisa que aparece en mis labios poco a poco a pesar de que intento detenerla.
-Jude, por tus reacciones, yo diría que tu gran problema es~ -sin darme tiempo de reacción, sujeta mis dos muñecas con una sola mano y utiliza la otra para comenzar a mover sus dedos en el aire.
-Cardan! Ni se te ocurra decirlo! - intento sonar seria, pero la sonrisa en mis labios no me lo permite, y eso a Cardan parece divertirle mucho.
-¿El qué, Jude? ¿Qué es lo que no puedo decir? - pregunta con un malicioso tono mientras lleva su mano a la cama cerca de mi costado y comienza arañarla lentamente.
-Ya sabes de lo que hablo, suéltame - intento forcejear de nuevo gracias a las nuevas pequeñas fuerzas que aparecen en mi cuando veo su mano cerca de mi costado.
-Mmmh~ creo que sí lo sé, pero no estoy seguro.
-Si lo sabes.
-No del todo~
-¡Que si!
-Te repito que no estoy seguro del todo Jude~
-¡Ibas a decir que tengo cosquillas! -tras la mención de la palabra prohibida, me doy cuenta de su ingeniosa trampa. También me doy cuenta de cómo mis orejas y mi cuello se están calentando, supongo que también se han puesto rojos.
-Oh~ ¿era eso? Una de las posibilidades que estaba pensando era que quizás te habían lanzado un hechizo, pero claro, estando el geis de Dain, es imposible que eso pasara - dice con una sonrisa burlona que me recuerda cuánto le odio - así que, la temible y feroz Jude Duarte, tiene cosquillas, ¿eh~? Eso tengo que comprobarlo con mis propias manos!
Sus palabras me hacen sentir avergonzada, pero no me puedo centrar demasiado en ese sentimiento por culpa de su mano que se abalanza sobre mí costado. Comienzo a reír entre chillidos, sin embargo, no puedo disfru-... La cosa es que me está haciendo daño. Sus dedos se mueven con demasiada rudeza y se clavan con fuerza en mi piel.
-Cardjajajajajajajjan esperahajajaja no, me haces daño!! - recupero la fuerza en mis brazos, con la que soy capaz de soltarme de su agarre y tomar su mano con algo de fuerza para detenerlo.
Acaricio la zona atacada sintiéndola suavemente dolorida, y cuando dirijo mi mirada a Cardan, se me rompe un poco el corazón. Sus ojos se han tornado ligeramente mostrándome una expresión triste y preocupada. Su cola, que antes pude ver cómo se movía rápidamente de lado a lado, se cae lentamente a la cama enroscándose alrededor de mi pierna con suavidad.
-¿Te he hecho daño? Pero no se supone que hagan eso, ¿no? Lo siento Jude.
Y claro que mi pobre rey no sabe como funcionan. Habiendo tenido una infancia con una madre que lo ignoraba y unos hermanos que a penas le prestaban atención, es imposible que lo aprenda solo. Seguramente el poco contacto que haya tenido con ellas haya sido igual de violento que el de ahora.
-Bueno, claro que no se supone que hagan daño, cariño. Simplemente lo estabas haciendo demasiado fuerte, mira -tomo el dorso de sus manos para llevarlas sobre mí barriga - tu tan solo tienes que hacer una suave presión, con eso vale, puedes hacerlo un poco más intenso, sí, pero en ese caso tienes que tener mucho cuidado. Por ahora, tan solo una suave presión, incluso con pasear tus uñas por aquí ya me va a hacer reír, te lo prometo -digo divertida sonriéndole
Con algo de inseguridad, Cardan comienza a presionar mi panza y costados con todos sus dedos muy suavemente. Y por culpa de mi exagerada sensibilidad, yo comienzo a removerme y a reír como tonta bajo sus manos intentando evitar detenerlas. Sus dedos comienzan moviéndose lentos mientras se hunden con gentileza sobre mi piel, y cuando ve que no hay queja de mi parte, comienzan a moverse más rápidos, pero siempre manteniendo su delicadeza.
-Vejejejejes~? Con estojajajajjja jijijijijaajaja~ con esto es suficientajajjajajha~ -mis constantes risitas me avergüenzan y me hacen sonrojar, y en Cardan, tienen el mismo efecto al parecer.
Su cara esta completamente roja, y una sonrisa boba se comienza a asentar sobre sus labios mientras desenrosca su cola y la vuelve a agitar suavemente.
-Jude~ -me llama deteniendo sus manos colocándolas en mi costado.
-Si~? -contesto tratando de relajar mis risas y tapando mi cara mientras jadeo suavemente.
-Por qué me estas ayudando? Antes parecías decidida a detenerme -pregunta con una sonrisa divertida.
Es ahí cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Mi cara recupera sus tonos rojizos mientras tapo mi cara con aún más fuerza. Se suponía que convencería a Cardan para ir al Consejo, no que me quedaría jugando con él. Malditas miradas. Y se suponía que no le dejaría hacerme C... Cosquillas, pero le estoy enseñando cómo hacerlo... Creo que ya no tiene sentido esconderlo, y creo que tampoco me apetece seguir haciéndolo. Tapando la mitad de mi cara con mi brazo como si tapando mi boca disimulara que esas palabras no vienen de mí y mirando a otro lado, comienzo a hablar.
-Bueno... Simplemente, parecías muy desanimado cuando lo hiciste mal... Odio verte así, no te queda nada bien... Además... Supongo que yo... Que yo... Las echaba de menos - siento mi cara calentarse de gran manera tras esa confesión.
Al devolver mis ojos a Cardan le veo mirándome con cierta sorpresa, para después recostarse a mi lado con una sonrisa burlona pero que mantenía cierta ternura mientras comenzaba a jugar con mi pelo mirándome a los ojos
-A ver si me ha quedado claro~ me estas queriendo decir, Jude Duarte~ que tú, la reina más peligrosa de todo Fairieland ¿no sólo eres débil a las cosquillas sino que también te gustan~?
-Dios, Cardan, cállate, ya sé que es ridículo -decido tapar mi cara con mis dos manos
Hace mucho que Cardan no se burla de mí como lo hacía antes en la escuela, con malicia y siendo hiriente, pero, fueron muchos años de acoso, por lo que por reflejo estoy preparada para que comience a reírse de mi. Sin embargo, me sorprendo cuando siento sus dos brazos alrededor de mi torso mientras me sube encima suya y aparta mis manos de mi cara con delicadeza mostrándome una sonrisa radiante.
-No pienso que sea ridículo, de hecho, me parece algo realmente tierno de tu parte, y es un poquito difícil encontrar esas cosas en ti a veces. Acabo de descubrirlo y creo que ya lo estoy amando~
Creo que me voy a desmayar. No llevo muy bien la combinación de un Cardan amable y palabras tan bonitas como las que me acaba de decir, por lo que mi reacción inmediata, es esconder mi cara en su pecho. Y así pasan los segundos, hasta que empiezo a sentir dos dedos picotear mis costados suave y lentamente. Primero uno y luego el otro, primero uno, y luego el otro. Intento ignorarlos, pero no son necesarias demasiadas repeticiones para que comience a moverme de lado a lado tratando de esquivarlos mientras suaves risas se escapan de mis labios.
-Vaya~ si que es verdad que te gustan~ ni siquiera me estás pidiendo que pare~ -dice riendo suavemente mientras pasa a tomar mis costados y a presionarlos suavemente de arriba a abajo.
-Cardjajajajjaajjaja noajajajajajja así noajajajjajajajaja~ - comencé a saltar suavemente mientras me removía, pero en ningún momento hago el intento de agarrar sus manos, así que supongo que eso es señal suficiente para él para seguir.
-¿Así no~? Vaya~ me parece que te has equivocado mi querida reina, le has encomendado un secreto muy peligroso al Rey Supremo de Elfhame, y yo no tengo piedad alguna - sonriendo burlón sin quitar ojo de mi cara sonriente, lleva sus manos a mis axilas.
Por movimiento reflejo, junto mis brazos al cuerpo lo más rápido que puedo, pero ya es demasiado tarde, ahora tengo encerradas contra ellas sus manos, que no tardan en mover sus dedos con suavidad haciéndome chillar de nuevo y removerme con más rudeza. Consigo bajarme de Cardan y quedar a su lado, pero él no tarda en seguirme para quedar sobre mis piernas.
-Najajajajajjajajajaja Cardjajajajjaajjaja sacarlas de ahajajajajajajajja sacalas de pffffft~ajajjajajajajajajajjajaja~ - comienzo a patalear suavemente la cama mientras niego con mi cabeza rápidamente.
Los ojos de Cardan brillan más que nunca, tiene la expresión y sonrisa feliz de un niño al que le han regalado un nuevo juguete que le encanta y no piensa soltar nunca.
-Oh~ Jude, lo haría encantado~ pero, ves~? No puedo~ me tienes atrapado bajo tus brazos, espera, que intento sacarlas -con eso, aumenta los movimientos de sus dedos comenzando a rasgar con gentileza la piel de mis axilas.
Echo mi cabeza hacia atrás entre más risas alocadas mientras trato de apretar lo máximo que puedo para detener su movimiento, pero no lo consigo por completo
-Cardajjajajajajjan~ por favoajjajajajjajajajr es demasiadojajajajajjajajajajja no lo soportoajajajjajajajajajja~
-Mmmmh~ esta bien~ entonces levanta los brazos y prometo dejar de hacerte cosquillas~
-No majajajajajajjajaja lo creoajjajajajajajajajja nonono~ estajajajajajjajajajajajaj biehejejejjejejejejn parajaajjajajajajaj -con un suave grito al sentir sus dedos aumentar de nuevo el ritmo, levanto mis brazos mientras lucho por no bajarlos.
Cardan cumple con su promesa, y aparta sus manos para dejarlas apoyadas a los lados de mi cuerpo. Mientras trato de calmar mi respiración entre risitas, vuelvo a ver esa mirada de fascinación en los ojos de Cardan acompañada de una sonrisa feliz y sincera. Todo esto, agrava el rubor en mi cara.
-Estas preciosa cuando te ríes, lo sabías~? -confiesa mientras acaricia mi mejilla con su mano.
-Cállate, idiota.. -aparto mi mirada, pero presiono mi cara contra su mano. Quién me diría que alguna vez acabaría anhelando el roce de las manos de aquel hada cruel - no le puedes contar esto a nadie.
-Perdona? Por qué lo haría? Eres mía Jude, y quiero ser el único que puede verte o hacer sentir de la manera que lo hice hoy~ - al terminar, se acerca a mis labios para besarme con cariño, a lo cual, respondo con el mismo sentimiento.
Tras unos segundos, le aparto con cuidado y le miro a los ojos mientras el rubor en mis mejillas desaparece poco a poco.
-Nos están esperando en la sala de reuniones mi querido rey~ -le recuerdo mientras me levanto de la cama.
Cardan rodea sus ojos de manera exagerada para hacerme reír y se tumba boca a abajo a mi lado.
-Ay Jude~ para que hice todo esto~? Sigues siendo igual de aburrida. No me apetece ir~
-Cardan, por favor, tenemos que hacerlo.
Sabía que iba a venir, solo le gusta hacerse de rogar. Entonces, me fijo en su cola, que se acerca peligrosamente a mi lado para meterse bajo mi camisón y frotar su tupido mechón del final contra mi barriga.
-Cardaajajajajajajjan para eso~ noajajajjajajajja~ -me siento de nuevo en la cama intentando alcanzar la cola y detenerla.
-Vamos~ quédate conmigo a holgazanear, una vez es una vez~ sabes que quieres~
-Cardajjaajajajjan~ en serioajajajajajajjajaja parajajajaja no! -logro alcanzar su cola y sacarla de mi ropa -vamos, cariño, por favor, quiero que lo hagamos junto.
Sin embargo, detengo mi pequeño ruego que funciona como última estrategia para convencerlo. Por qué? Porque lo he escuchado. He escuchado el chillido que ha ahogado la almohada en la que ha enterrado su cara cuando he empezado a jugar con su cola entre mis manos por los nervios.
-Oh~ que te pasa Cardan~? No me digas que tu también~?
Silencio. No responde, por un momento me preocupo, pero después, caigo en la cuenta. Las hadas no pueden mentir, así que supongo que esta es una de esas muchas veces en las que prefieren quedarse calladas para no decir la verdad. Con eso, mi seguridad crece, y me siento sobre su trasero mientras veo que el mechón de su cola se eriza suavemente.
-J~Jude, que pretendes~? -habló con un tono inseguro mientras levantaba su cabeza de la almohada para mirar hacia atrás.
-Oh~ nada~simplemente, devolverte el favor~ -con una sonrisa malvada, lanzo mis manos a sus costados para presionarlos rápidamente con cuidado.
-Juajajjajjajajjade~ espwrjajajajajjajjaja~ es trampajahajajajjajajjajajaja~ - la risa de Cardan es preciosa. Amo su risa habitualmente, pero su risa descontrolada? Suena melodiosa y amable, por un segundo, puedes olvidar que se trata del gran Rey Supremo de Elfhame. Creo que ahora entiendo la sonrisa bobalicona de Cardan de antes, seguramente tengo que estar poniendo la misma en este momento.
-Vaya~ vaya~ vaya~ cuando pensaba que las hadas no me podían sorprender más~ me encuentro con que el Rey Supremo tiene cosquillas~ que tal se siente eso, mhm~?
-No lo digajajajjajajas~ no lo digajajajajjajaajajajajss~ - reía mientras intentaba (sin mucho esfuerzo) alcanzar mis manos.
-Oh~ que pasa~? Te pone aún más sensible si lo digo~? -decido cambiar mi táctica y paseo de arriba a abajo mis uñas por su espalda. Esta vez salta sorprendiéndome hasta a mi- así que el toque suave es mucho peor que el rudo para ti, eh~? Lo tendré en mente.
-Judejajajajajjajajajajjaja noajahajajjaja sácalo~ sácalo de tu mentejhahajajajjajajajajjaja~
-Bueno~ quizás lo haga, pero todo tiene un precio. Vendrás conmigo a reunirte con el Consejo~?
-Siajajajajjajaj irejajajajaaja lo prometo irjajajajajajajajaje~
-Mmmmh~ bien, y~ te encargarás de mis tareas como reina por esta semana~? -pregunto mientras cambio de técnica y picoteaba su espalda suavemente con mis uñas.
-Siajajajajjajaj ssisisi! Lo que seajajaajajjajaja pero parhajajajajaajajajajaj~ -mientras da saltitos con cada picoteo, me detengo y me acerco para besar su mejilla - te odio~
-Yo también~ -dije divertida mientras voy a cambiarme a las ropas oficiales de reina. Mientras nos cambiamos, Cardan no habla demasiado, y mantiene una mirada extraña junto a un suave sonrojo. Admito que me preocupo, pero el cambio de su actitud frente al Consejo para volver a ser el mismo de siempre y realizar nuestros reales deberes, me distrae y hace olvidar esa mirada.
_____________________________________________
Después de la reunión con el Consejo, de la auditoría con nuestros súbditos, reunión con la corte de las Sombras y el banquete habitual, volvemos a nuestra habitación. Mientras cierro las cortinas observando el sol de la mañana, recuerdo su mirada de la tarde. Me tumbo en la cama junto a él mientras los dos miramos al techo. Está realmente callado para ser Cardan.
-Hoy no sé por qué, pero me siento más cansada de lo normal~
Sin dirigirme la mirada, acerca su cola de nuevo para cosquillear mi ombligo. Me encojo riendo y trato de sacar la cola.
-Quizás la culpa es mía~ - dice con un suave tono burlón
-No empiecejejjejejajajajjajas~ -consigo sacar la cola y apartarla- es que quieres que vuelva a atacarte como esta mañana~? - digo sonriendo burlona mirándole
-..... Puede que sí -mientras un rojo brillante se apodera de sus mejillas, comienzo a entender sus miradas.
-Mmh~ -sin avisarle, me siento sobe sus caderas y me inclino sobre él- pero mi rey~ no tiene porqué comportarse mal~ aunque tampoco me importa. Tan solo, pidamelo, y yo lo haré~ -mantengo una suave sonrisa burlona, pero mis ojos son sinceros.
-Agh, Jude, en serio~? -se queja apartando su mirada mientras su cola golpea la cama con rapidez.
-Muy en serio Cardan~
-Tsk… Jude… Hazme cosquillas, por favor…
-A sus órdenes Rey Supremo~
Creo que Cardan y yo hemos encontrado una nuevo juego para compartir juntos. Me alegro de haberle contado de mi secreto~
3 notes · View notes