#JSJASJQWJASJAS NO ES CIERTO
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estás en territorio de guerra, kenta akiyama. joanna, tu aplicación ha sido aceptada. esperamos que disfrutes tu estancia, ¡gracias por tu interés!
― kenta akiyama (él/suyo) nació el 16 de enero de 1960 (26 años) y trabaja como bartender. su alianza se fija hacía la orden del fenix. formó parte de slytherin, es sangre pura, y se encuentra soltero. es un personaje original y se parece a yuta nakamoto. escrito por joanna (ella/suya, 29, méxico).
BIOGRAFÍA
datos personales.
Fecha de nacimiento: 16 de enero.
Padres: Minami Akiyama (✞)yHideaki Akiyama (✞)
Hermanos: Kazuki Akiyama, Arisa Akiyama y Yura Akiyama.
Mascota: Haru, un gato negro.
Estado Civil: Soltero.
historia.
Los Akiyama son una familia reconocida sangre pura en Japón que se jacta con mantener su linaje puro desde los inicios de su árbol genealógico como ningún otro; caracterizados por su ideología conservadora, un régimen militar con el que han educado a sus generaciones. El estatus de su apellido ha abierto las puertas que normalmente se cierran para la gente común y corriente. Es más, el abuelo de Kenta, fue Ministro dos veces seguidas.
Y su bisabuelo, un reconocido mago que implementó un sistema mágico que ayudó a la captura de criaturas mágicas peligrosas. Como toda familia purista, guardaban sus más oscuros secretos bajo llave y nunca fueron la excepción. Los rumores que su familia adoraba la magia oscura comenzaron tiempo atrás, incluso antes que su abuelo naciera.
Las apariencias estaban perfectamente cubiertas hasta que a su padre se le ocurrió enredarse con Hong Eun-suk, la hija menor de un rumorado empresario coreano. Hideaki viajó a tierras extranjeras para mantener una alianza mágica con el fin de calmar las supuestas aguas que solo incrementaban el odio entre las naciones involucradas.
Ni siquiera el mundo mágico se vio extenuado de la disputa que marcó sus generaciones en la lucha anarquista contra la opresión japonesa. Una fiesta, un coqueteo político que terminó como un encuentro apasionado que los llevó a cometer la peor de las traiciones, cuando aparentemente no pasaba nada.
Alguien una vez dijo que las mujeres eran quienes sufrían por las acciones de los hombres a lo largo de la historia. Heroínas anónimas obligaron a apagar su voz, mujeres que pintaban sus labios y servían como anfitrionas para no quebrantar el orgullo masculino; la astucia de una mujer siempre ha sido más peligrosa que la inteligencia de un caballero.
Y con el fin de no hacer un escándalo mayor para atraer la intervención del Estado muggle, Hong Eun-suk fue prometida a los Akiyama y borrada de su registro familiar con el fin de obtener el perdón por sus comportamientos anarquistas. De ser la hija favorita pasó a ser solo una mancha de la que nadie tenía permitido hablar, nada era peor que fraternizar con el enemigo. Hideaki y Eun-suk se unieron en sangrado matrimonio bajo el candor de su pasión en la nación nipona.
Un año después nació su primogénito, el adorado Kazuki. Otro año más paso para dar la bienvenida a la hermosa Arisa. Minami (como ahora debía ser llamada) tenía prohibido hablar su idioma natal en público con el propósito de adaptarse a su nuevo estilo de vida; terminaba haciéndolo en las noches al contar cuentos para dormir a sus hijos hasta que las historias dejaron de tener el mismo efecto en los mayores.
Así es como la recuerda Kenta: sentada junto a su cama mientras le acariciaba y susurraba los mejores cuentos en un idioma que, según la mujer, también le pertenecía. Y según sus hermanos mayores, era inútil. A diferencia de Kazuki y Arisa, fue el más difícil de adiestrar. Los mayores se acoplaron con bastante familiaridad a las etiquetas, expectativas y poco a poco tenían secretos que los más pequeños tenían prohibido conocer.
Con Kenta existieron más castigos que elogios. De los tres, era el más lento; de los tres, era el menos hábil. Incluso fue el último que aprendió a hablar y desde entonces las expectativas comenzaron a causar estragos en su cuerpo como un sacrificio temporal que lo llevaría a infinitos intentos de convertirse de un sucesor digno de su familia. Sus hermanos estudiaron en Mahoutokoro con las mejores notas, el mayor fue el primero que consiguió casarse con un miembro de otra familia pura para seguir con la tradición del linaje.
El motivo por el que llegaron a tierras londinenses tiene que ver en gran parte con la muerte de su madre, la inestabilidad política en el mundo mágico en esa época provocó el declive de muchos negocios y muchas familias decidieron huir en busca de una vida tranquila. Todo comenzó porque la clase alta se vio atacada por un grupo de personas que actuaban anónimamente para exponer las excentricidades de los peces más gordos.
Kenta nunca supo que su madre era miembro de ese grupo femenino que trabajaba a favor de la libertad; ser descubierta como miembro activo la llevó a su fatídica muerte. Dicen por ahí que si una vez traicionas, la segunda sucederá con más simpleza y Hideaki creía que esa era la penitencia que debía de cargar por aferrarse amar a una mujer poco común. Un castigo que aceptó por el bien de su familia. Después de todo, su apellido siempre ha ido primero que el amor.
vida en hogwarts.
Sus primeros años de estudiante los cursó en Mahoutokoro, la escuela de Magia en Japón. El cambio de residencia implicó también un inevitable cambio de escuela; es por eso que a los catorce años ingresó a Hogwarts cuando todos los demás ya tenían lazos amistosos e historias entre ellos. Para Kenta fue un cambio tan brusco que provocó en él un rechazo hacia todos en su primer año, catalogándolo como el peor de todos.
Sus calificaciones eran las peores de su curso y algo peor que eso, terminó en la casa de las serpientes dónde los alumnos eran particularmente más hirientes que otros. Sus pergaminos eran tachados por tener un pobre vocabulario de un idioma que apenas estaba aprendiendo, regresados por escribir sus tareas en Kanji y rotos por sus propias manos cuando estaba tan harto que todo fuese tan diferente de cuando vivía en Japón.
No había un día dónde no fuese provocado en los pasillos por los mayores y terminaba en la enfermería, o llorando en algún rincón procurando que nadie pudiera reconocerlo; al final de cuentas todavía cargaba su lustroso apellido sobre los hombros.
Por lo mismo, procuró ocultar las burlas que recibía por su mala pronunciación, ya que no solo era físicamente distinto, también por el choque cultural que representaba la hora de la comida, la distribución de los dormitorios, incluso lo mucho que se oponía a socializar con alumnos de otras casas. Fue un año muy difícil, muy duro.
Todo cambió al inicio del quinto curso. En el comedor algún gracioso intentó burlarse por el hecho de que Kenta comenzaba el día sin quejarse en japonés, cuando comenzó la disputa. Terminó en detención y en esa ocasión era debido a que le partió la cara a su compañero de casa.
Ese día en los dormitorios nadie habló de lo sucedido ni escuchó algún rastro burlesco cuando se dirigían a él. Después en clases, se dieron cuenta que sus bajas notas no era porque era un idiota sino que se debía a que no dominaba el idioma. Y mientras más se esforzaba para adaptarse, sus calificaciones subían como la espuma.
Algunos alumnos dejaron de verlo como el posible blanco de burlas y pasaron a tratarlo como un igual, después de todo, también era sangre pura. Y su apellido comenzaba a sonar entre el mundo mágico por el anuncio de la boda de su hermana mayor. El problema era que Kenta no quería tener ninguna relación con quienes en la primera ocasión se burlaron de él. Sin embargo, decidió aceptar esas alianzas porque el yugo del patriarca le pisaba los talones.
No duró su fachada como esperaba, surgieron rumores que Akiyama mantenía amistades y encuentros con personas que no pertenecían a su estatus y tampoco a los colores de su casa; mucho menos al género que esperaba la sociedad que le atrajera, el japonés se ganó una fama por lo mismo. Recibió toda clase de advertencias de parte de su familia e instaban que se juntara con los chicos de mejores apellidos como Rosier, Malfoy, Nott, Travers, entre otros. ¿El problema? Nunca fue aceptado por completo.
El muchacho traía en sus venas la sangre revolucionaria de su madre y siempre se metía en problemas por lo que salía de sus labios. En ocasiones insultos en su idioma natal, en otras, comentarios ácidos referentes al gusto por las artes oscuras. A diferencia de su familia, ni él ni Yura se sintieron atraídos a ser adiestrados a ella y lo intentaron de todas las maneras posibles. En cambio, se interesó por el periodismo cuando escuchó a uno de sus hermanos hablar que era la profesión de su madre y una vez que descubrió el poder que tenían las palabras, decidió dedicar su vida a ello.
Conoció a un grupo de estudiantes que se encargaban de repartir boletines con noticias por el castillo, interesados en encabezar titulares con sus historias como futura profesión y se unió para poder practicar su nueva afición. Para el comienzo de su séptimo año Kenta —según su padre—era un caso perdido, pensaba lo difícil que sería conseguir una propuesta de matrimonio si seguía deliberadamente siendo como era, cada vez avanzando hacia el lado opuesto de lo que esperaban que fuera.
personalidad.
Su padre solía decir que cuando caía, caía haciendo demasiado ruido. Reía demasiado, lloraba demasiado y se enojaba tan deprisa que salían chispas que eran capaces de incendiar un bosque entero. Fue obligado a tragarse sus emociones gracias a las pequeñas dosis de humillación que recibía en casa, porque según su abuelo, sentir demasiado era vergonzoso. Así era, el producto reprimido de las ideas de alguien más. Su naturaleza curiosa fue lo que lo metió en tantos malentendidos y la misma que lo ha hecho sobresalir a la hora de escribir su propia historia.
Amigable como la mayoría de las personas que mantiene una línea divisora cuando las intenciones no son claras. Ha aprendido a defenderse por su cuenta, a ser su propia familia, su propio pilar y por lo mismo, cubría su corazón con fiereza. Una vez, un viejo amigo de su madre les dijo entre dientes en medio de una fiesta: “No olviden sus raíces.”
Kenta se miraba al espejo y veía los rasgos de su madre, eran los mismos ojos y los mismos labios. Sus hermanos no pensaban que fuese relevante y cuando escucharon la misma frase, fingieron que entendían. Nadie comprendió su significado, nadie hablaba de eso en voz alta. Pero el sí. Él podía reconocer la lírica en sus palabras y se llenó el pecho de orgullo para seguir sus propios códigos morales ya que siempre había una vocecita en su interior que lo obligaba a resaltar.
Kenta, a quién le gusta todo el mundo; todos son sus amigos. Aun cuando hable de su peor enemigo, se referirá a él diciendo: “mi amigo”. Así que cuando dice que alguien no le agrada, se debe a que lo dice en serio. Sus intereses están dispersos por todas partes, y por eso su amor con la gente es tan impersonal: asigna un valor a cada una de las personas que conoce, a diferencia del resto que reserva su esfuerzo únicamente para la gente que representa algo especial en su vida. Para Kenta, todo el mundo es especial, incluso aquellos a quienes todavía no ha conocido.
Tiene arrepentimientos a su corta edad, cree que puede hacer una lista de cada uno de ellos. Primero empezaría con su madre, nunca supo el poco tiempo que tenía a su lado y hubiera querido tratarla mejor, pedir disculpas, amarla bien. Segundo, si se hubiera dado cuenta que sus hermanos se convirtieron en sus amigos todo ese tiempo para manipularlo, tal vez Kenta pudo haber alzado la voz como cuando lo hacía en la calle.
Pero, era cobarde. Tercero, si alguien le hubiera enseñado que no debía entregar su confianza a cualquiera que fingiera interés, todavía estaría intacto, con menos golpes en el cuerpo y en su corazón. La lista podría seguir y seguir. Sin embargo, la persona que es ahora sabe que el tiempo no vuelve atrás, lo pasado, pasado es y nada va a poder hacer con todo lo que hizo y no hizo. Está aprendiendo a aceptarlo mientras desentierra la ira que echó raíces en su interior desde que era un niño.
curiosidades.
Le fascina el esoterismo, lo ha tomado como un pasatiempo y de vez en cuanto lee las cartas a sus amigos.
Kenta es abiertamente homosexual y es activista de la comunidad LGBT+ mágica.
Sabe japonés, inglés y lo básico del coreano.
Es ambidiestro.
Formaba parte de Slytherin durante su estadía en Hogwarts.
Tras un breve viaje a su país natal por cuestiones personales que lo hizo ausentarse unos meses, en su regresó se encontró con que le habían quitado los derechos para publicar en su revista Nightwalkers y lo expulsaron de la revista.
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