#JSJAJASJASJASJAS

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Una sonrisa ladina surgió en su semblante tras oír a su hermano, aunque, si lo pensaba, creía escucharle hablar de una forma inusual. No pensaba juzgarlo, no tenía ni idea de qué había pasado donde sea que hubiese estado todo este tiempo. "Sí, bueno, tienes un punto" soltó una breve risa. La comida en el hospital tenía sabores poco favorecedores. El silencio se prolongó por un momento, y después, volteó a ver una vez más a Fabian. "Me alegra que estés aquí" se sinceró, realmente aliviado por tenerlo ahí, de vuelta. "Por un momento pensé que jamás te volvería a ver" y el sólo pensamiento le creó un nudo en la garganta.

Lo único que lamentaba de la situación era tener que hablar con Gideon. Tomó el cigarrillo y lo llevó a su boca, así al menos se mantendría ocupado. —No se me antoja nada desde San Mungo, ahí todo es... asqueroso —respondió con simpleza. Una de las frases que había escuchado por ahí. No querría pasar momentos felices de hermanos, ¿o sí? Tendría que, debía obtener información, aunque fuese del idiota de Prewett.